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Ley de Hooke

Conocimiento
de Materiales

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Ley de Hooke

Esfuerzos axiales. Tracción y


compresión. Diagramas de esfuerzos
normales. Diagramas: carga,
deformación y tensión; deformación
unitaria. Ley de Hooke. Relación de
Poisson
En capítulos anteriores, definimos al cuerpo como rígido e indeformable,
entonces, se despreciaban los efectos que las fuerzas ejercían en su interior. Esa
rama es la mecánica de los cuerpos rígidos. En este módulo, estudiaremos la
mecánica de los cuerpos deformables, donde sí se tiene en cuenta los efectos
internos de las fuerzas que actúan sobre los cuerpos. La idea de este módulo es
comprender la resistencia que el cuerpo ofrecerá, cómo reaccionará su
superficie, si se deformará y en qué dirección, en caso de que así lo hiciera.

Un ejemplo gráfico es imaginar una barra metálica y un elástico. Si son sometidos


a la misma solicitación externa, presentarán deformaciones muy distintas. En el
primer caso, la deformación solo se relevará con métodos y aparatos muy
sensibles, en cambio, en el segundo caso, será muy visible el cambio.

Esfuerzos axiales

Para entender el concepto, se debe considerar primero una barra metálica o una
viga de sección constante. Si a esta barra se le agregan ahora dos fuerzas
colineales en cada extremo que actúan perpendicularmente a la sección central
de la barra y en sentidos opuestos entre sí, la acción de esa fuerza generará sobre
el cuerpo una reacción, un efecto. En estas condiciones, la barra se encuentra
bajo carga axial.

Como se puede observar en la figura 1, la fuerza por unidad de área, o la


intensidad de las fuerzas distribuidas a través de una sección dada, se llama
esfuerzo sobre esa sección y se representa con la letra griega sigma. El esfuerzo
en un elemento con área transversal A sometido a una carga axial P se obtiene,
entonces, al dividir la magnitud P de la carga entre el área A:

𝑃
𝜎 =
𝐴

El esfuerzo resultante, así como la fuerza interna, son perpendiculares al plano


de la sección de la barra, por eso es que a 𝜎 también se lo describe como un
esfuerzo normal, mientras que la ecuación de arriba también se conoce como la
del esfuerzo normal de un elemento bajo carga axial.

Figura 1: Fuerzas distribuidas a través de una seccion dada

Fuente: Beer et al., 2010, p. 5.

Comprender qué unidades resultan de esta ecuación es fácil: en el sistema SI, la


fuerza se mide en Newton (N) y el área en metro cuadrado (m2) como vimos en
el módulo 1, por lo que la tensión tiene unidades de N/m2. Otra opción es utilizar
el Pascal (Pa).

Resta definir el tema de los signos de las fuerzas. Por convención se adopta que
se utilizará un signo positivo para indicar un esfuerzo de tensión (las fuerzas tiran
del cuerpo traccionando hacia afuera) y un signo negativo para indicar un
esfuerzo compresivo (las fuerzas realizan sobre el elemento una compresión).

Como clave a tener en cuenta en este punto, debemos notar que esta ecuación
arriba escrita se refiere a un valor promedio. Si queremos conocer el valor del
esfuerzo en un punto dado de la sección, el valor que resulta sería diferente al
valor del esfuerzo promedio, justamente porque el esfuerzo varía a través de la
sección. Veamos el ejemplo en la figura 2. Allí se representa una varilla delgada
sujeta a cargas concentradas P y P’, iguales y opuestas (figura 2a). La variación es
pequeña en una sección que se encuentra lejos de los puntos de aplicación de
las cargas concentradas (figura 2c), pero es bastante notoria en el vecindario de
estos puntos (figuras 2b y 2d).

Figura 2: Esfuerzo según sección

Fuente: Beer et al., 2010, p. 18.

En la práctica, se supondrá que la distribución de los esfuerzos


normales en un elemento cargado axialmente es uniforme,
excepto en la vecindad inmediata de los puntos de aplicación de
las cargas. El valor 𝜎 del esfuerzo es 𝜎prom y puede calcularse con
𝑃
la fórmula 𝜎 =
𝐴
Sin embargo, debemos aclarar que, cuando se supone una
distribución uniforme de los esfuerzos en la sección, es decir,
cuando se supone que las fuerzas internas se encuentran
distribuidas uniformemente a través de la sección, la estática
elemental dice que la resultante P de las fuerzas internas debe
aplicarse en el centroide C de la sección (figura 3). Esto significa
que una distribución uniforme del esfuerzo es posible solo si la
línea de acción de las cargas concentradas P y P´ pasan a través
del centroide de la sección considerada (figura 4). Este tipo de
carga se denomina carga céntrica y se supondrá que tiene lugar
en todos los elementos rectos de dos fuerzas que se encuentran
en armaduras y en estructuras conectadas con pasadores. (Beer
et al., 2010, p. 8)
Figura 3: Resultante P aplicada al centroide

Fuente: Beer et al., 2010, p. 8.

Figura 4: Línea de acción de P Y P’

Fuente: Beer et al., 2010, p. 9.

Tracción. Compresión

Vimos el caso de dos fuerzas aplicadas a cada extremo de la barra o viga, según
el sentido de éstas, pueden ocurrir tres situaciones. La primera: que las dos
fuerzas tiendan a alejarse, a tirar hacia afuera de la barra. En este caso, el
resultado será que la barra o viga estará sometida a tracción. La otra posibilidad
es que las dos fuerzas tiendan a acercarse, a tirar hacia adentro de la barra. Aquí
la barra estará sometida a compresión.

¿Cuál es la tercera situación posible para esta


situación?
Diagrama de esfuerzos normales

Consideremos una barra como la de la figura 5 a, de longitud L, de área uniforme


A, suspendida desde el punto B. Si ahora colocamos una carga P al extremo libre
de la barra, esta tenderá a alargarse como se observa en la figura 5 b. La
magnitud de ese alargamiento corresponde a la definición de deformación total
y se denomina con la letra 𝛿. Si graficamos la fuerza P versus este alargamiento,
obtendremos el diagrama de carga-deformación que se observa en la figura 6.

Figura 5: Deformación de una varilla bajo carga axial

Fuente: Beer et al., 2010, p. 48.

Figura 6: Diagrama caraga - deformación

Fuente: Beer et al., 2010, p. 48.

Si bien este diagrama contiene información útil para el análisis de


la varilla considerada, no puede emplearse directamente para
predecir la deformación de una varilla del mismo material, pero
de diferentes dimensiones. De hecho, se observa que, si una
deformación 𝛿 se produce en la varilla BC por una carga P, se
requiere una carga 2P para causar la misma deformación en una
varilla B´C´ de la misma longitud L, pero con un área de sección
transversal 2A (figura 5a).
Por otra parte, una carga P aplicada a la varilla B´´C´´, con la
misma área de sección transversal A, pero de longitud 2L, produce
una deformación 2𝛿 en dicha varilla (figura 6b), es decir, una
deformación que es el doble de la producida en la varilla BC. No
obstante, en ambos casos la razón de la deformación por la
longitud de la varilla es la misma e igual a 𝛿 /L. (Beer et al., 2010,
p. 48).

Figura 7: Deformación por unidad de longitud de una varilla bajo carga axial

Fuente: Beer et al., 2010, p. 49.

La conclusión a la que arribamos luego de leer lo explicado hasta ahora nos


introduce en un nuevo concepto: el de deformación unitaria normal. La
deformación unitaria normal, también conocida como deformación normal en
un elemento, es la deformación por unidad de longitud de una varilla bajo carga
axial (Beer et al., 2010) y se escribe:
𝛿
𝜀=
𝐿

Diagramas: carga, deformación y tensión; deformación unitaria

Cuando en el punto anterior realizamos un gráfico de carga P versus el


alargamiento 𝛿, dijimos que correspondía a un diagrama carga-deformación.
Reemplazando a P por 𝜎 lo que generaremos será un diagrama de esfuerzo-
deformación.
El diagrama de esfuerzo-deformación es característico del material,
de modo tal que no depende de las dimensiones de la muestra
ensayada.

Generalmente, en todos los diagramas de esfuerzos, se representa la fuerza de


tracción porque es muy común estudiar el alargamiento que una barra o viga
sufre ante este tipo de esfuerzo y así, como veremos más adelante, estudiar qué
tipo de material conviene para determinada situación de estructura. El diagrama
de esfuerzo normal sería la representación de cómo se distribuye la fuerza en el
interior del cuerpo, expresado en un sistema de ejes x y. Frecuentemente, estos
ensayos se realizan preparando probetas de sección y longitud estandarizadas
que se colocan sobre mordazas que toman la probeta desde los extremos. Esas
mordazas son parte de una gran máquina que comienza a tirar y que registra la
fuerza que va realizando, así como la deformación de la probeta. Todos estos
ensayos se encuentran normalizados, es decir que existen normas que cumplir
para que ese ensayo sea representativo de la realidad y existen entidades que se
dedican a controlar que se respeten esas condiciones.

Los diagramas esfuerzo-deformación de los materiales varían en


forma considerable, por lo que diferentes ensayos de tensión
llevados a cabo sobre el mismo material pueden arrojar diferentes
resultados, dependiendo de la temperatura de la probeta y de la
velocidad de aplicación de la carga. Sin embargo, es posible
distinguir algunas características comunes entre los diagramas
esfuerzo-deformación de distintos grupos de materiales, y dividir
los materiales en dos amplias categorías con base en estas
características. Habrá así materiales dúctiles y materiales frágiles.
(Beer et al., 2010, p. 48)

La figura 8 representa el comportamiento de materiales dúctiles que tienden a


fluir a temperatura normales.

El gráfico solo varía de un material a otro porque cada material tiene su


resistencia, pero en general todos los materiales dúctiles comienzan con un
alargamiento lineal (desde cero hasta el punto 0.0012 para el acero al carbono y
hasta 0.004 para la aleación de aluminio). La deformación es directamente
proporcional a la tensión que se le está aplicando. Esa línea recta de pendiente
pronunciada será muy importante más adelante.
Luego de alcanzar ese punto, el diagrama presenta una gran deformación con un
incremento muy pequeño de la carga, perdiendo la condición de linealidad. Este
punto se llama límite de proporcionalidad. La gráfica que resulta es una línea
curva, dado que ante un pequeño esfuerzo la deformación es grande. La zona de
cedencia o de fluencia comienza por ejemplo para el acero al carbono, desde el
punto 0.0012 hasta el punto 0.02, comportándose el material como un plástico,
a este fenómeno se lo denomina fluencia.

Luego de la zona de fluencia (en realidad debe decirse que en algunos materiales
se nota más este efecto y en otros menos, pero todos tienen este
comportamiento), entramos en una zona donde ocurre el endurecimiento por
deformación del material (desde el punto 0.02 hasta el punto 0.2 para el acero
al carbono). Los cambios ya son a nivel de estructura cristalina, por eso se
comienza a observar una resistencia un poco mayor.

Luego de este punto comienza la estricción. Después de alcanzar un cierto valor


máximo de carga que puede soportar la estructura como un todo, la probeta
comienza a disminuir drásticamente su sección, se afina. Posterior a la estricción,
serán necesarias muy pequeñas cantidades adicionales de carga para alcanzar la
ruptura final del material. El esfuerzo que corresponde a la máxima carga
aplicada al material se conoce como la resistencia última y el esfuerzo
correspondiente a la fractura se denomina resistencia a la fractura.

Figura 8: Diagramas de esfuerzo-deformación de dos materiales dúctiles típicos

Fuente: Beer et al., 2010, p. 52.

La figura 8 representa el comportamiento de materiales frágiles que tienden a


fracturarse sin ninguna etapa previa (esta es la forma coloquial de expresarlo; las
etapas ocurren, pero no son observables a simple vista).

Técnicamente, debe decirse que:


…los materiales frágiles como el hierro colado, el vidrio y la piedra
se caracterizan por el fenómeno de que la fractura ocurre sin un
cambio notable previo de la tasa de alargamiento. Así, para los
materiales frágiles, no hay diferencia entre la resistencia última y
la resistencia a la fractura. (Beer et al., 2010, p. 52).

Figura 9: Diagrama esfuerzo-deformación para un material frágil típico

Fuente: Beer et al., 2010, p. 52.

Deformación unitaria

La deformación unitaria se puede definir como la relación que


existe entre la deformación total (que es igual a la diferencia entre
la longitud final y la inicial del cuerpo luego de que ha sido
sometido a la fuerza) y la longitud inicial (Beer, et al., 2010, p. 52).

La deformación unitaria se expresa con la letra épsilon y se escribe:


∆𝐿
𝜀=
𝐿𝑖
Donde ∆𝐿 = 𝐿𝑓 − 𝐿𝑖

Ley de Hooke

Aclaremos primero que toda construcción de puentes, motores, grúas y edificios


se diseña teniendo en cuenta el límite elástico de cada pieza, con el objetivo de
evitar que el conjunto alcance ese límite, pues como vimos, después de este
punto el material se comporta como un plástico.

Digamos que cada material tiene una constante característica que se llama
módulo de elasticidad, se representa con la letra E y es igual a la pendiente de la
recta que va desde el origen hasta el el punto de ordenada σy. Es la recta que se
puede observar en la figura 8, que es la región que denominamos linealmente
elástica.

La ley de Hooke se escribe de la siguiente manera:

Este módulo de elasticidad también puede encontrarse como módulo de Young


en otras bibliografías.

Es importante aclarar que la ley de Hooke solo puede utilizarse en situaciones de


tracción y compresión simples.

Para cada uno de los materiales considerados hasta ahora, la


relación entre el esfuerzo normal y la deformación normal es
independiente de la dirección de la carga. Esto se debe a que las
propiedades mecánicas de cada material, incluyendo su módulo
de elasticidad E, son independientes de la dirección considerada.
Se dice que tales materiales son isotrópicos. Los materiales cuyas
propiedades dependen de la dirección considerada se conocen
como anisotrópicos. Una clase importante de materiales
anisotrópicos está formada por los materiales compuestos
reforzados con fibras. (Beer et al., 2010, p. 57)

Además, existen oportunidades donde no se puede determinar exactamente el


límite de linealidad, aunque se conozca perfectamente el límite, se decide que
no se quiere llegar a un valor tan próximo, para preservar la integridad de la
estructura.

En la práctica, es muy común aplicar un coeficiente de seguridad N que aumente


el valor dado en la ley de Hooke. Sin embargo, tampoco es cuestión de aumentar
el valor para asegurar que no se llegue al límite, porque eso repercute en las
propiedades de la estructura y en el costo de los materiales.

Relación de Poisson

Cuando la barra se somete a tracción, explicamos que, en mayor o menor medida


dependiendo de cada material, se produce un alargamiento. Pensemos ahora
que si la cantidad de material se mantuvo constante, entonces ese alargamiento
se produjo a costa de la disminución de la sección de la viga o barra. Dicho de
otro modo, si sufrió un alargamiento tuvo que haber sufrido una contracción
lateral, tal como se grafica en la figura 10.
Figura 10: Alargamiento y contracción lateral de la barra

Fuente: Beer et al., 2010, p. 84.

Es fácil entender este concepto si se piensa en una bandita elástica, pero también
ocurre en elementos estructurales como acero, fundición y aluminio.

Análogo a la ley de Hooke, siempre que estemos trabajando en la


zona de comportamiento lineal y antes de llegar al límite de
linealidad, se puede afirmar que la deformación unitaria lateral es
inversamente proporcional a la deformación unitaria axial.

Este cociente se denomina la relación de Poisson y se grafica con la letra nu de


la siguiente manera.

ℇ 𝑙𝑎𝑡𝑒𝑟𝑎𝑙
𝜈 =
ℇ 𝑎𝑥𝑖𝑎𝑙

La ecuación anterior, en realidad, debe escribirse con un signo menos adelante


para obtener un valor positivo de 𝜈.
ℇ𝑦 ℇ𝑧
𝜈 =− =−
ℇ𝑥 ℇ𝑥

A modo de ejemplo, para un caucho, el valor de nu llega hasta 5, mientras que


los valores normales para el resto de los materiales están en el rango de 0.25 a
0.35.
Problemas estáticamente
indeterminados de tracción y
compresión, cilindro y esferas de
paredes delgadas
En el módulo anterior, ya tratamos el concepto de sistemas de fuerzas
estáticamente determinados y estáticamente indeterminados. Estudiamos que
cuando todas las fuerzas exteriores que actúan sobre un cuerpo pueden
definirse, determinarse y resolverse mediante las ecuaciones de la estática, el
sistema está estáticamente determinado. Vimos también que cuando las fuerzas
que actúan sobre un cuerpo no pueden ser determinadas solamente por las
ecuaciones de la estática, ese sistema está estáticamente indeterminado.

En esta unidad, analizamos las fuerzas axiales y circunferenciales y la resistencia


interna de los cuerpos ante solicitaciones. Cuando todas estas condiciones
enumeradas superan al número de ecuaciones independientes de equilibrio, el
sistema es hiperestático (o indeterminado) y lo que debe intentarse ahora es
encontrar las ecuaciones que igualen el número de incógnitas. Esto se logra con
las ecuaciones de las deformaciones que se deducen de las consideraciones
geométricas de las figuras.
Bibliografía de referencias
Beer, F., Russel Jhonston, E., Dewolf, J., y Mazurek, D. (2010). Mecánica de
materiales. México: Mc Graw Hill.

Pitel, A., y Singer, F. (2008). Resistencia de materiales. México: Oxford, University


Press.

Santo Domingo Santillana, J. (2008) Torsión [Apuntes de clase]. Escuela Politécnica


Superior de Zamora. Universidad de Salamanca [versión PDF]. Recuperado de
http://ocw.usal.es/ensenanzas-tecnicas/resistencia-de-materiales-ingeniero-tecnico-
en-obras-publicas/contenidos/%20Tema8-Torsion.pdf

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