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Ideas3, revista de filosofía moderna y contemporánea

#3 JULIO 2016 CARTAS, ESCRITOS DE JUVENTUD Y OTROS TEXTOS ESOTÉRICOS DE GILLES DELEUZE JULIÁN FERREYRA

Cartas, escritos de juventud Casta inaccesible


como una conciencia imposible de
y otros textos esotéricos de rascar
Gilles Deleuze como un recuerdo en mí de odiosa
JULIÁN FERREYRA finitud
y que
(conicet/uba)
yo no soy Dios
cosa en mí que no es mía
como en mí el rechazo que se juega
bajo la piel
el noúmeno omóplato
apartado de las torsiones
(“El decir de Narciso”, poesía de
Deleuze de 1946 [p. 283])

Un nuevo libro de Deleuze es una buena


noticia: Cartas y otros textos ha llegado a las
librerías francesas en 2015, y Cactus anun- Autorretrato de Deleuze en tren de estrangular a su amigo de siempre Jean-Pierre Bamberger. Gentileza Editorial Cactus
cia la traducción al español para mediados
de 2016. Se trata evidentemente de una porque no los consideraba parte de su obra, herederos (Fanny y Emilie Deleuze) y las
edición póstuma, dado que Deleuze murió sea porque no los consideraba importantes, ediciones de Minuit (Lapoujade menciona
en 1995. No es la primera: en 2002 se pu- sea por otros motivos sobre los cuales sólo a Irène Lindon, su directora general) han
blicaron los textos y entrevistas de 1953 a podemos especular). En efecto los cinco decidido transgredir la línea trazada por
1974 bajo el nombre La isla desierta y otros tipos de textos centrales de Cartas y otros Deleuze. También implica una transgre-
textos, y en 2003 el período 1974-1995 (Dos textos son: 1) los cinco textos publicados sión publicar la grabación de una entre-
regímenes de locos y otros textos). Un hiato antes de 1953; 2) un corpus de cartas; 3) la vista. O una clase inédita. Nada parece
de 12 años, entonces, para el nuevo volu- transcripción de la grabación de un reporta- ahora impedir que se emprenda la edición
men, también preparado por David Lapou- je junto a Félix Guattari (es decir, inédito); 4) crítica de aquellas extraordinarias clases
jade. El hiato responde a que, en principio, dos clases sobre Hume; y 5) los ocho textos que brindó en la Universidad París 8, que
los dos primeros volúmenes agotaban los que habían quedado fuera de los volúmenes sólo existen en Internet (con la excepción
textos que no habían sido publicados como previos ya señalados (Lapoujade propone de la edición de Cactus en castellano).
libro y no estaban restringidos por la volun- otra clasificación de los textos reunidos: Apoyamos la publicación de Cartas y otros
tad de Deleuze: “Las únicas condiciones 1) un conjunto de cartas; 2) algunos textos
Reseña de Deleuze, Gilles. Lettres textos y anhelamos la edición crítica de
fijadas por Deleuze -y que evidentemente que habían quedado fuera de las dos compi-
et autres textes, Paris, Minuit, las clases, porque nuestro amor por la
hemos respetado- son las siguientes: ni laciones de inéditos precedentes; 3) cuatro
2015, 314 pp. Traducción de Pablo obra de Deleuze excede nuestro aprecio
Ires y Sebastián Puentes, Buenos textos anteriores al ’53, ni publicaciones artículos cuya publicación Deleuze había
póstumas o inéditos” (Lapoujade, David, por su voluntad particular. La historia de
Aires, Cactus, 2016 (prevista para prohibido explícitamente (p. 7)). la filosofía -y la literatura- sufriría graves
principios de julio), 320 pp. “Presentación” en L‘ïle déserte et autres tex-
tes, Paris, Minuit, 2002, p. 7). Apenas ocho El argumento de Lapoujade para justificar heridas, quizás mortales, si no fuera por la
textos del nuevo volumen no violan las res- la publicación de los artículos previos a historia del incumplimiento de la voluntad
tricciones, y son en su mayoría reseñas. En 1953 es que éstos circulaban sin autoriza- de los autores, sus indicaciones acerca de
suma, Cartas y otros textos es un volumen ción por Internet, “con una forma a veces la necesidad de destruir o nunca publicar
esotérico, compuesto por textos menores errónea” (p. 7). Ello no quita el carácter algunos textos que son vertebrales de
o cuya publicación Deleuze rechazaba (sea decisorio del acto de publicarlos. Los nuestra cultura.

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Más allá de esta controversia sobre la vali- modo en que Deleuze concebía la relación de Marie-Magdelaine Davy, a cuyo círculo “una interioridad enorme, caliente y vivien-
dez de la voluntad póstuma de un filósofo, entre vida y obra, entre salud y producción. había ingresado a través de Michel Tournier te” (p. 259) lleva su sensibilidad a su uso
Cartas y otros textos es un volumen de cuando todavía estaba en el último año del trascendente, donde ya no puede sentir su
Otra parte destacada del libro es la larga
gran interés y utilidad para el pensamiento Liceo. El texto evidencia una fuerte influen- objeto, sino que sólo puede pensarlo. Así, la
“entrevista sobre el Anti-Edipo” que Deleu-
y la labor académica. Los textos previos cia de Sartre (El ser y la nada había apa- aberrante experiencia deviene un concepto
ze y Guattari mantuvieron con Raymond
al ’53 son los más interesantes del libro: recido sólo dos años antes). Lejos de ser que puede servir para transformarla. En el
Bellour en 1973 y nunca fue publicada. El
nos presentan nuevas problemáticas y nos un “pastiche”, como lo considera François texto observamos cómo la mujer deja de
texto es entonces la transcripción de la gra-
permiten ver el estado embrionario de algu- Dosse (Deleuze, Félix Guattari, Biographie ser la mujer empírica, la mujer particular
bación de la entrevista, lo cual ofrece una
nos conceptos de las obras deleuzianas de Croisée. Paris, La Découverte, 2007, p. que enciende la voluptuosidad de Deleuze,
intimidad que las versiones editadas suelen 119), nos permite ver en el joven Deleuze la
madurez (especialmente el de Autrui como para rozar la sexualización de un mundo
perder. El mérito principal aquí es del entre- forma peculiar de interpretar que llegará a
expresión de un mundo posible que toma donde la caricia deviene pliegue, y yo soy
vistador: Bellour no le teme al lugar común su plenitud en los libros sobre Nietzsche,
de su amigo Tournier – al que esperaba absolutamente otro. Para ello, Deleuze
y persigue a los autores con sus injuriosas Spinoza y Leibniz. Es un texto controversial,
claramente superar). recurre a un concepto al cual le dará impor-
preguntas del sentido común sobre la ca- cuya primera lectura impulsa a dejarlo de tancia durante toda su obra: Autrui como
Las cartas son otra joya que nos trae este rencia, los flujos, la revolución molecular y lado y a sacar precipitadas conclusiones “expresión de un mundo posible”, que toma
libro, a pesar de que Deleuze “no les daba otros tópicos habituales del Anti-Edipo. acerca de los motivos por los cuales De- de su amigo Tournier (quien recién publi-
ninguna importancia -en el sentido en que leuze decidió prohibir que se lo volviera a
Las otras dos partes del libro son las de me- cará el libro donde presenta tal concepto
serían parte de su obra- razón por la cual publicar. Algunas frases especialmente
nor interés. Las clases sobre Hume resultan veinte años más tarde). Un concepto que
no conservó ninguna de las cartas que reci- polémicas podrían servir de titular catás-
opacas en comparación con las que Deleuze aparece como superación tanto de la con-
bió, no importa cuál fuera el remitente” (p. trofe para el diario amarillo de la filosofía:
ha dictado sobre Spinoza, Leibniz o Kant. cepción clásica de la otredad como de la
7). Lapoujade ha logrado recopilar un nú- “la mujer es conciencia inútil, no sirve para
Los ocho textos publicados después de heideggeriana, pero que puede y debe ser
mero significativo: setenta y cuatro cartas, nada” (p. 257); “su lugar no es el exterior,
1953 dan claras muestras de por qué habían superado. Ese es precisamente el fin del
enviadas por Deleuze a trece destinatarios. sino en el hogar, en el interior” (p. 259);
sido dejados afuera de las compilaciones concepto de “mujer”: la mujer es una otre-
Los más conocidos son Châtelet, Guattari, “es sabido que la mujer miente” (p. 263);
anteriores. Sin embargo, están poblados de dad que, a diferencia de Autrui, no puede
Kossowksi y Foucault. Pero son muy re- “la mujer es un objeto de lujo” (p. 257).
pantallazos, indicaciones y singularidades ser negada, relegada a la fantasía o la ima-
comendables las que le escribió a Visnon, Las referencias al maquillaje, el secreto y
que vale la pena explorar. En lo que sigue, sin ginación. Es una otredad que se nos impo-
Voeffray, Bernold y el poeta Gherasim Luca el sueño como aspectos que parecieran
respetar la división en partes, recorreremos ne. Hacer del mundo algo que no pueda ser
(“Lo que usted dice y escribe es de una pro- pertenecer a la esencia de la mujer termi-
algunas líneas problemáticas que este bello negado, que no pueda ser indiferente, es la
fundidad, novedad, belleza dura de la cual nan de componer un cuadro escandaloso.
libro nos deja como balance sobre la con- sexualización. Así, la mujer permite unificar
yo no tenía hasta ahora idea [...] Usted le Parece haber una cosificación de la mujer,
cepción deleuziana de la filosofía, la relación el mundo posible y su expresión, que apa-
da a la poesía una vida, una fuerza, un rigor y la mirada masculina es ciertamente pre-
entre obra y vida, la superación del concepto recen escindidos en el concepto de Autrui,
que no tiene igual en los poetas más gran- ponderante. A pesar de ello, muchas de las
de Autrui como expresión de un mundo las dos unilateralidades cuya descripción
des” [pp. 72, 75]). Estas cartas contienen afirmaciones más polémicas están extraí-
posible y los elementos interpretativos para da cuenta de los más irritantes pasajes de
innumerables indicaciones que contribuyen das de descripciones unilaterales de esta
volver a leer Diferencia y repetición y los dos este texto de juventud.
a la comprensión de las obras y de los con- unidad que es la mujer (el lado de pura es-
tomos de Capitalismo y esquizofrenia.
ceptos fundamentales de Deleuze. Se des- piritualidad, el lado de materialidad bruta, la “De Cristo a la burguesía” es el segundo
taca la selección de fragmentos de su obra, interioridad y la exterioridad, lo expresado texto publicado por Deleuze (en 1946, en
que fue realizada en 1985 con el fin de y la expresión). Otras afirmaciones escan- Espace, una revista que tendrá sólo un
Más allá de Autrui
integrar la antología que Elias Sanbar pro- dalosas corresponden al lado empírico del número). Allí establece una crítica a la
yectaba para una edición destinada a los El primer texto publicado por Deleuze data concepto: una experiencia que para el joven figura de Autrui mucho más radical que en
lectores árabes, la cual finalmente nunca de 1945, cuando tenía apenas 20 años. Se Deleuze se muestra embebida con los peo- “Descripción de la mujer”. El mundo posible
llegó a concretarse (p. 93). Las cartas son trata de “Descripción de la mujer. Para una res prejuicios de género. Pero no por ello es ahora claramente pura exterioridad y
también una ventana al hombre Deleuze, filosofía sexuada”, aparecido en la revista debe ser descartado con hipocresía, por- es revelado por un jefe, el Líder (p. 265 - el
que sus biografías no logran hacernos pre- Poésie (que publicamos completo en pp. que es justamente ese aspecto innoble lo “Meneur”, la traducción al francés de la
sente. Pero, más importante aún, señalan el 12-25). Deleuze lo publica gracias al apoyo que despierta la voluptuosidad de Deleuze; figura del jefe hipnotizador en Psicología

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de masas y análisis del Yo de Freud). Ya no y el afán del cristianismo de indiferencia idiotas. Le escribe a Voeffray en 1983: “Las Se lamenta no haber podido encontrarse
es un mundo posible frágil sino un mundo de la interioridad respecto a lo social se nociones como «rizoma» o «devenir-animal» con Villani, pero indica que “no hace falta
posible opresivo. La unificación buscada en contraponen (p. 274). Una nueva mediación han tenido fuerte impacto, pero han sido lamentarse demasiado, ya que las conver-
“Descripción de la mujer” se lleva a cabo, se torna imperiosa: la realizará el burgués. retomadas de manera insensata, de una saciones filosofías son algo lamentable”
pero bajo una forma amenazante. El texto Así tiene lugar el pasaje de Cristo a la bur- forma que nos disgusta tanto a Félix como (pp. 22-23). Quizás allí deba buscarse
del ´46 estudia diversos modos de la unidad guesía que aparece en el título del texto. En a mí. Es muy curioso. A veces siento como el motivo por el cual la experiencia de
a través del análisis de tres figuras de la la interioridad del burgués, Estado y familia si parásitos idiotas me estuvieran haciendo defender su tesis doctoral (Diferencia y
oposición: “1) la oposición científica entre se unifican, y la naturaleza y el espíritu a la parrilla” (p. 92). La parrillada de Deleuze repetición) le pareció tan irrelevante: “Qué
el objeto sensible real y el objeto del pensa- encuentran su lazo. Esta unificación en el consiste, básicamente, en leer un canto a la decir de la defensa, no hay ni siquiera algo
miento, oposición de exterioridad; 2) oposi- burgués tomará una forma provisoria en indiferencia y a la disolución en lo que es en divertido de lo que acordarse, la nada, la
ción religiosa de interioridad, entre el sujeto la propiedad y una forma definitiva en el realidad un trabajo cuyo estilo intenta esca- nada” (p. 29).
corporal y pecador y el sujeto espiritual; 3) dinero: es el capitalismo (p. 271). Allí donde par a la imagen dogmática del pensamien-
En uno de los textos previos al ´53 (“Deci-
oposición política, entre el sujeto privado y Cristo fracasaba (un mundo exterior que to. La innovación que buscaba después
res y perfiles”), en cambio, encontramos
el sujeto impersonal o Estado” (p. 273). De- quedaba reducido a la figura del milagro, de Diferencia y repetición no era superar la
una visión inesperada de la filosofía: “la
leuze se concentra en la segunda y la ter- fácilmente reductible a mera ilusión, objeto metafísica, sino dejar atrás el dogmatismo
filosofía nos enseña a despojar a las cosas
cera. La segunda oposición aparece en el infinito de controversia), en el capitalismo que él consideraba inherente a lo “universi-
y a los seres de su sentido peyorativo: se
Evangelio y exige la mediación de Cristo (el encuentra su victoria final. El capitalismo tario”: “El aspecto universitario del libro, es
trata de dar cuenta, eso es todo. Se trata
jefe del cristianismo): “Cristo nos revela un logra entonces lo mismo que la mujer en el culpa mía. Es absolutamente irritante que
de describir, y las cosas no le deben nada a
mundo exterior, pero ese mundo exterior no texto acerca de su descripción: unificar lo el libro sea todavía demasiado universitario”
nuestra reprobación, y tampoco a nuestra
es un mundo social, histórico, localizado; es que en Autrui permanecía escindido. Pero (p. 210).
apología” (p. 276). Una filosofía excesiva-
nuestra propia vida interior” (p. 268); así, la lo que era objeto de deseo encuentra un El tema del “empirismo trascendental” ha mente teórica donde luego se establecerá
naturaleza se espiritualiza en la interioridad cariz profundamente crítico. sido una obsesión de los estudios deleu- la primacía práctica. Podemos atribuirlo
del creyente a través de la mediación de
zianos. Es cierto que Deleuze lo utiliza para a un pecado de juventud. Pero hay algo
Cristo. En la tercera oposición, el proceso
definir su propia filosofía, pero lo hace en de eso que permanece en el empirismo
se complementa con un movimiento inver- Acerca de la filosofía contadas ocasiones (aunque puedan ser trascendental: tomar lo real tal como es, en
so. Hay una espiritualización de la naturale-
En la carta de 1980 a Villani (que ya había consideradas claves o estratégicas). Su su supuesta bajeza, en su monstruosidad
za, como en el cristianismo, en la forma de
sido reproducida por éste en su libro La sentido sigue siendo oscuro y la fórmula, misma. Sólo así esta visión converge con
la familia, pero, al mismo tiempo, el espíritu
avispa y la orquídea, y que es en realidad una suerte de oxímoron desde el punto de aquella presentada diez años más tarde
se naturaliza como Estado (patria): “el es-
una entrevista epistolar), Deleuze liquida vista estricto del idealismo alemán. Es por (en la reseña del libro de Alquié sobre Des-
píritu deviene Estado, Dios devine el sujeto
toda controversia en torno a su posible filia- ello sumamente útil la carta a Voeffray, cartes, El hombre y su obra), según la cual
impersonal”, mientras el hombre interior se
ción con la posmetafísica o la crítica radical donde indica la necesidad de afirmar al la filosofía “no sólo nace del asombro, sino
transforma en ciudadano (p. 275). Cristo
a la metafísica: “Yo me siento bergsoniano, mismo tiempo la diferencia de naturale- que también tiene resultados sorprenden-
y la burguesía están enlazados, en tanto
cuando Bergson dice que la ciencia moder- za entre lo empírico y lo trascendental tes” (p. 120).
la espiritualización de la naturaleza como
na no ha encontrado aún su metafísica, la y la inmanencia entre ambos planos: “lo
familia sería inconcebible sin la acción del
metafísica que necesita. Es esa metafísica trascendental es él mismo experiencia,
cristianismo como “impulso [élan] hacia
la que me interesa (...) Yo me siento pura- experimentación” (p. 89). Reproducimos Diferencia y repetición
el espíritu” (p. 274). Sin el cristianismo no
mente metafísico” (p. 78). Es especialmente completa esta carta, de gran importancia
habría interiorización, no habría familia, “Ay, mi tesis [en referencia a Diferencia y
significativa la declaración si se toma en filosófica, en pp. 26-28 de esta edición de
y todo el esquema de la burguesía se de- repetición], es una sopa donde todo nada
cuenta la fecha: octubre de 1980, es decir, Ideas, revista de filosofía moderna y con-
rrumbaría. Pero lo que al inicio del proceso (lo mejor debe estar en el fondo, pero es lo
temporánea.
era élan, al final se vuelve obstáculo: hay pocos meses después de la publicación de que se ve menos)” (p. 28). Indicación clave
una oposición de la vida interior en Dios y Mil mesetas. Ese libro ha sido leído como En una de las cartas a Rosset, encontra- sobre la forma adecuada de leer el libro
en el Estado, “que es en el fondo la de lo un manifiesto posmoderno, pero esa recep- mos otro de los tópicos habituales de la fundamental de Deleuze: buceando, su-
espiritual y lo temporal” (p. 274). El afán ción, claramente mayoritaria, lo llena a De- concepción deleuziana de filosofía: su des- mergiéndose en las profundidades de esas
del Estado por conquistar la vida interior leuze de pesar, se siente leído por parásitos precio por las “conversaciones filosóficas”. aguas embravecidas, buscando lo que está

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en el fondo que, aunque se vea menos, es donde Deleuze le dedica bastante tiempo movimiento rectilíneo o incluso del movi- otros, por su propia cuenta y sin sustitu-
lo más importante. En esa tarea incesante a la cuestión de las cantidades intensivas miento circular uniforme” (p. 182). También ción posible. Es claro que las principales
e incierta, Cartas y otros textos aporta he- (p. 231) y señala: “la verdadera diferencia hace referencia al carácter asimétrico y realidades humanas, el nacimiento, el amor,
rramientas, pistas, orientaciones. pasa entre lo intensivo y todo el dominio de transitorio del objeto y ofrece una intere- el lenguaje y la muerte dibujan ese mismo
la extensión” (p. 230). Insiste en pensar una sante pista para pensar la libertad en toda perfil” (pp. 290-291). Se trata, para realizar
Uno de los problemas que presenta Dife-
ciencia de las cantidades intensivas, que la obra deleuziana: “La palabra «libertad» la comunidad, de pasar de la complicidad
rencia y repetición es el modo en que se
Guattari, por su parte, descarta de plano está tomada en un sentido físico riguroso, latente, inconsciente, que cree que la uni-
vinculan lo empírico y lo trascendental,
(“una ciencia de las cantidades intensivas, aplicándose al cuerpo que no sea una recta versalidad de la vida es un afuera y que su
o el modo en que lo virtual encarna en lo
es absurdo” [p. 232]). Esto parecería con- absoluta ni una trayectoria curva cerrada, interioridad le es ajena, a darse cuenta de
actual. En ese sentido, encontramos en
firmar que Deleuze ha decidido quedarse sino una curva-trayectoria abierta y torpe” que la complicidad implica justamente que
“Descripción de la mujer” una defensa de
con el capítulo 5 de Diferencia y repetición, (p. 183). no hay interioridad ni exterioridad, sino que
los encuentros, como el aspecto objetivo
dejando de lado el 4, demasiado estructu- ella complica el universal. Tal es el trabajo
inescindible del sentido: el encuentro con El otro autor que podría haber tenido un
ralista, demasiado idealista, y limitando los que, en términos matemáticos, propone
Autrui que expresa un mundo posible (p. lugar natural en Diferencia y repetición es
tipos de multiplicidades a las extensivas e Malfatti y que Deleuze desarrollará en Dife-
254), el encuentro con la mujer “en su Jean Malfatti de Montereggio. Deleuze es-
intensivas (que incorporan algunos aspec- rencia y repetición.
presencia enorme, imposible de negar, de cribe en 1946 la introducción a la traducción
tos de las diferenciales virtuales).
insultar; imposible escindirse de ella” (p. al francés de los Estudios sobre la mathesis
256). La importancia del azar y de los en- En Diferencia y repetición hay un concepto o anarquía y jerarquía de la ciencia de 1775.
El Anti-Edipo y Mil mesetas
cuentros es también destacada en la rese- que ocupa pocas páginas y no es retomado Allí se desarrolla el concepto de mathesis
ña de Filosofía del surrealismo de Alquié (en en obras posteriores: la bêtise. Sin embar- universalis que luego Deleuze retomará en Cartas y otros textos ofrece también pistas
la escritura automática y el “azar objetivo” go, el concepto tiene una gran relevancia Diferencia y repetición para ilustrar la idea interpretativas para abordar los dos tomos
[p. 115]). Este aspecto nos lleva a recuperar en los estudios deleuzianos (en parte por matemática. El concepto de mathesis uni- de Capitalismo y esquizofrenia: El anti-Edi-
las referencias al encuentro dispersas en la presencia que tiene en la reseña de versalis viene a resolver esa escisión entre po (1972) y Mil mesetas (1990). Permite,
Diferencia y repetición como un elemento ese libro que fue escrita por Foucault). ciencia y filosofía que aparece como uno por ejemplo, deslindar algunos conceptos
que puede evitar que la actualización sea Encontramos en Cartas y otros textos un de los problemas del texto del ´68: “es en el de Deleuze y Guattari. Los conceptos de
una mera acción de la Idea o la intensidad. elemento para pensar que Deleuze tam- fondo la oposición cartesiana entre una sus- anti-producción y plus-valor de código
En los encuentros, en el azar, se eleva la bién le asignaba especial importancia al tancia extensa y una sustancia pensante” habrían sido creados por Guattari: “tu
voz de la libertad. concepto, a pesar de no haberlo retomado (p. 289). “La unidad no se hace en el nivel de concepto de anti-producción” (p. 44); “La
al menos con ese nombre: en la antología un Dios abstracto que trasciende a la huma- noción de plus-valor de código es bella y,
Ahora bien, para que no se trate de una
que confecciona a pedido de Sanbar, trece nidad, sino en el nombre mismo de la vida además, verdadera, pero me sigue resultan-
falsa libertad que encubre un mecanicismo
de las veinte páginas en total que elige de concreta (...) La unidad, la jerarquía más allá do oscura” (p. 45). Deleuze también indica
bajo el nombre de azar, es importante tener
Diferencia y repetición están dedicadas a la de toda dualidad anárquica, es la misma de que siente la necesidad de volver a leer a
en cuenta la distinción de tipos de multi-
bêtise (p. 95). la vida” (p. 289). Así, observamos un desa- Marx para encarar el proyecto: “Debo volver
plicidades en la ontología deleuziana que
rrollo temprano del problema de la vida. a leer a Marx, lo que no hago hace tiempo”
el filósofo francés subraya en una carta a Hay dos reseñas de autores que podrían
(p. 43) escribe en 1969.
Villani: “La distinción de lo macro y lo micro haber figurado tranquilamente entre las El texto sobre Malfatti también da precisio-
es muy importante, pero le pertenece más fuentes de Diferencia y repetición. Uno de nes sobre el modo en el cual univocidad e También es muy útil una carta sin fecha
a Félix que a mí. Lo mío es más bien la ellos es Robert Gérard, autor de Gravedad individuación se complementan: “El único (aproximadamente de 1977) con la lista de
distinción de dos tipos de multiplicidades y libertad. La reseña de 1963 que Deleuze equipo vivo es el de Dios: y eso, porque no capítulos de Mil Mesetas, y la indicación de
(...) La noción de multiplicidad me parece escribe de este libro nos deja pensado por hay más que un Dios, que se simboliza con cuáles estaban terminados y cuáles faltaba
más importante que la de microfísica” (p. qué éste, entre tantos otros libros dedi- el círculo, figura perfecta, indiferente, don- aún escribir. Sabemos así que los últimos
79). La carta es de 1980, y en Diferencia y cados a la ciencia y a pesar de las varias de todos los puntos están a igual distancia en ser redactados fueron “Postulados de la
repetición, de 1968, existen tres tipos de resonancias que aparecen en él, jamás es del centro. En la complicidad, al contrario, lingüística”, “El ritornello”, “Tratado de noma-
multiplicidades: extensivas, intensivas y citado en su obra: “La idea de una trayecto- hay sin duda un mundo común, pero lo que dología” y “Aparato de captura”. Estos dos
virtuales. En ese sentido, es orientadora la ria en espiral como expresión del principio hace de él la comunidad es que cada uno últimos capítulos eran concebidos en 1977
entrevista de 1973 acerca del Anti-Edipo, de inercia, contrariamente al modelo del debe realizarlo sin común medida con los como uno sólo, que sería “demostrado sis-

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temáticamente, a lo Spinoza” (p. 54) y en el etc. Decirles: sos un pequeño flujo, acomo- manera de ganar tiempo. Cómo me alegré” respiración muy dura” (p. 23) y, con fino
cual Deleuze se encontraba bloqueado con date a eso, no me parece para nada una (p. 21). Lo mismo destaca en torno a su humor negro: “no es que mi salud sea mala.
respecto al concepto de aparato de Estado observación abstracta” (p. 204). Bellour no último libro: “Prosigo la versión definitiva Sólo se hace mala si me muevo” (p. 81). En
(ibidem): dato interesante para aquellos que queda en absoluto convencido: “lo único de ¿Qué es la filosofía? no tanto como un 1992: “Mi salud se vuelve cada vez peor, o,
quieren pensar, como yo, un Estado en tér- que podemos objetar eventualmente, es pájaro inspirado sino como un burro que se mejor dicho, no es una enfermedad, sino
minos deleuzianos. Por otra parte, sabemos que todo eso representa una utopía muy golpea a sí mismo” (p. 97). un estado que hace que me cueste respirar,
ahora que el último capítulo “Lo liso y lo es- grande respecto a lo que encontramos en la constantemente” (p. 87). La cuestión se
La excepción parece haber sido la Lógica
triado” no estaba siquiera planificado, o bien cabeza de la gente (...) Leyendo el libro, tuve hace cada vez más difícil de sobrellevar.
del sentido. Cuando se refiere al proceso de
que Deleuze lo concebía como conclusión. el sentimiento muy fuerte de decirme: «real- La última carta recopilada por Lapoujade,
escritura de la obra de 1969, notamos un De-
Otro dato a tener en cuenta es que para la mente, si es eso lo real, yo carezco de ello»” dirigida a Bernold y fechada cinco meses
leuze entusiasmado, arrastrado por el placer
antología de Sanbar elige las primeras pági- (pp. 206-207). Vale la pena recorrer las in- antes del suicidio de Deleuze indica: “no
de experimentar el nuevo estilo: “Me propu-
nas del Anti-Edipo y un fragmento del trata- sistencias, las desconfianzas, el progresivo ando bien en este momento. De allí mi
se armar un libro compuesto de artículos,
do de nomadología de Mil mesetas (p. 94). fastidio de Deleuze y de Guattari, cómo van forma de escribir. Pienso mucho en vos.
de los cuales al menos la mitad deberían ser
contestando por turnos, cambiando la pers- Vivís en un sufrimiento que es como una
Pero sin duda el texto más importante para inéditos. Me había puesto a escribir uno de
pectiva, acumulando argumentos. relación impenetrable con el pensamiento.
la exégesis de Capitalismo y esquizofrenia esos artículos, sobre Lewis Carroll. Pero se
¿Cómo hacer de este acontecimiento un
es la entrevista a Deleuze y Guattari realiza- hizo demasiado grande, se desarrolló hasta
pensamiento alegre?” (p. 99, publicamos
da por Bellour en 1973. Bellour hace las pre- transformarse en un libro, no exactamente
Enfermedad y salud entrelazando cuerpo la carta completa en p. 29). En esta frase,
guntas obvias, ingenuas: “me pregunté qué sobre Lewis Carroll, sino sobre la lógica
y pensamiento casi sus últimas palabras, encontramos el
recubría esta noción de deseo puesto como del sentido en general. Es un libro que me
desafío máximo del pensamiento deleuzia-
real absoluto, y sin carencia (...) cuando a Le escribe a Guattari en el ´69: “[Es falso resulta extraño, al menos para mí, es mejor y
no: cómo enfrentarse con el sufrimiento de
todas luces, a partir de las primeras sema- decir] que sólo se puede escribir cuando más divertido que lo que había hecho hasta
la vida desde una ontología de la positivi-
nas de vida del niño, uno observa que se todo anda bien, en lugar de ver en la es- ahora. Sería entonces una «especie» de libro
dad. Cómo hacer incluso de las pasiones
manifiesta un cierto número de elementos critura un factor modesto pero activo y sobre Carroll de unas 150 páginas” (p. 33).
más tristes, del grado más bajo de la
de carencia. ¿Cómo responden a eso?” (p. eficaz para tomar distancia de una época La búsqueda de las pasiones alegres (esa potencia de actuar, un motivo de alegría.
202). Guattari se indigna inmediatamente: agobiante y estar un poco mejor” (p. 36). que destacan las pocas páginas de Spi- Se trata de la relación impenetrable del
“¡esa es la peor abstracción! ¿Falta de qué? Este es el núcleo teórico, el estado ideal de noza: filosofía práctica que elige para la sufrimiento con el pensamiento: cómo rom-
¿De vitaminas, de oxígeno? ¡Es la noción la escritura como pasión alegre, activadora antología de Sanbar [p. 94]) se hace más per entonces la barrera que parece separar
más abstracta que uno pueda imaginar!” (p. de la capacidad de actuar. Sin embargo, el compleja cuando el obstáculo no es la rea- el pensamiento (positivo, necesariamente
202). Bellour no retrocede, insiste, pregunta recorrido por las cartas nos muestra que lización de una obra ambiciosa, sino la sa- positivo para Deleuze) del sufrimiento (que
específicamente por la mamadera. Deleuze este ideal estaba lejos de la realización lud, las limitaciones del cuerpo. Sabemos parece pura negatividad). Todo se juega
acepta el desafío, aunque se burle un poco: continua. Por el contrario, la constante que el autor de este libro arrastra desde allí, y suma desesperación mental a la des-
“la pregunta es muy importante, porque es el cansancio, el agobio ante las obras fines de los ´60 problemas respiratorios, a esperación física: como si el pensamiento
dijo que iba a jugar el papel de idiota de ser que está ejecutando. Deleuze manifiesta raíz de una tuberculosis tardíamente diag- de Deleuze se sofocara junto con sus
necesario” (p. 203). Distingue entonces la una y otra vez el deseo de ver concluidas nosticada y tratada por su temor a que se pulmones. ¡Ay, el más terrible paralelismo!
carencia (que no niega) del deseo. Denuncia obras que se le hacen demasiado grandes, tratara de cáncer. Le escribe a Klossowski Pero Deleuze no renuncia: escribe al mismo
los falsos cortes sociales y enfatiza sobre inmanejables (sobre todo Mil mesetas). Le en octubre de 1969, tras haber atravesado tiempo “La inmanencia: una vida...” e inten-
la importancia de los flujos, del deseo como escribe a Rosset en 1979: “las páginas se una toracoplastia -dura operación que im- ta vencer esa barrera. Recurre a su amigo,
fluidez. Se ve obligado a precisar lo que acumulan y estoy contento, pero siempre plicó un largo reposo-: “acabo de ser opera- piensa en “la violencia del arte, y esa otra
entiende por flujos y explicar su importancia falta la distancia infinita cada vez más pe- do, terrible agresión orgánica, porquería de violencia, que es la gracia y la belleza de
práctica: “no hay que decir que no cambie queña para haber terminado, por lo cual no cirugía, pero ya ando mejor” (p. 58). Andará un niño” (p. 98). La pura inmanencia, la
nada. Por el contrario, decimos: la vida es parece que nunca vaya a ocurrir, salvo por mejor en los ´70, pero ya a comienzos de beatitud que se abre ante el derrumbe de
exactamente eso, los flujos son exactamen- sorpresa divina. Mi único descubrimiento los ´80 la cuestión empieza a ser cada vez las relaciones de movimiento y lentitud que
te aquello con lo que las personas viven (...) ha sido suprimir páginas que todavía había más difícil. En 1982 (¡trece años antes de constituyeron esa existencia extraordinaria
Buscan objetos, creen que son personas, que escribir, no escritas todavía, es la única su suicidio!) indica que tuvo “una crisis de que fue la vida, personal, de Gilles Deleuze.

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