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Perversión

Perversión, del latín pervertĕre (volcar, invertir o dar vuelta), es un término que
históricamente fue utilizado por la psiquiatría clínica clásica, por la psicopatología y por los
pioneros de la sexología para designar un comportamiento o un conjunto de prácticas
sexuales que no se ajustaban a lo socialmente establecido como sexualidad normal en la
época. Manifestaciones muy diversas de la sexualidad humana fueron englobadas por la
psiquiatría del siglo XIX bajo este concepto: entre otras, el fetichismo, la pedofilia,
el exhibicionismo, el sadomasoquismo, el voyeurismo y muchas otras «perversiones»,
algunas de las cuales han sido agrupadas por la psiquiatría actual bajo el concepto
de parafilia y otras, como la homosexualidad, han dejado de ser consideradas como
trastorno o enfermedad.1
En psicoanálisis, la perversión es una entidad técnica que mantiene vigencia hasta la
actualidad, pero desprovista de su connotación peyorativa. El término fue utilizado
inicialmente por Sigmund Freud - quien lo recogió desde la psiquiatría clásica, pero lo
redefinió conceptualmente por completo. Más tarde, se ha continuado utilizando, con
diversos matices, por las distintas escuelas de psicoanálisis, ocupando un lugar central en
la clínica estructural de Jacques Lacan, puesto que constituye una de las tres posiciones
estructurales, junto a la neurosis y la psicosis.
Si bien el término psicoanalítico igualmente refiere a una desviación de las preferencias
sexuales respecto de la norma establecida, se halla desprovisto en la obra freudiana de
connotaciones ofensivas o juicios valóricos, especialmente a partir de la publicación en
1905 de Tres ensayos sobre teoría sexual, donde en el contexto de su explicación de los
mecanismos de la formación de síntomas, Freud define la neurosis como "el negativo de la
perversión":
Buena parte de la oposición que han suscitado estas tesis mías se explica por el hecho de que se
hace coincidir la sexualidad de la cual yo derivo los síntomas psiconeuróticos con la pulsión sexual
normal. pero el psicoanálisis enseña todavía algo más. Muestra que los síntomas en modo alguno
nacen únicamente a expensas de la pulsión sexual llamada normal (no, al menos, de manera
exclusiva o predominante), sino que constituyen la expresión convertida (konvertiert) de pulsiones
que se designarían perversas (en el sentido más lato) si pudieran exteriorizarse directamente, sin
difracción por la consciencia, en designios de la fantasía y en acciones. Por tanto, los síntomas se
forman en parte a expensas de una sexualidad anormal; la neurosis es, por así decir, el negativo de
la perversión.
S. Freud (1905)2

Por lo general, en contextos académicos se suele usar el plural («perversiones») para


designar el término que históricamente la psiquiatría utilizaba (con anterioridad a que se
comenzara a preferir el término más neutral de parafilia), reservando el singular
(«perversión») para referirse al concepto técnico psicoanalítico.
Para el psicoanálisis de orientación lacaniana y su clínica estructural, el concepto de
perversión constituye un elemento esencial del edificio teórico, puesto que designa, junto a
la neurosis y la psicosis, una de las tres posiciones subjetivas estructurales descritas en su
teoría.

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Roudinesco, Elisabeth; Plon, Michel (2008) [Primera publicación
(Dictionnaire de la Psychanalyse), 1997]. «Artículo: Perversión». Diccionario de
Psicoanálisis. Traducción: Jorge Piatigorsky y Gabriela Villalba. Buenos Aires: Paidós.
p. 826. ISBN 978-950-12-7399-1.
2. Volver arriba↑ Freud, Sigmund. Tres ensayos sobre teoría sexual en: Obras Completas,
Vol. VII, Amorrotu, B. Aires 9ª Edición, 1996, p. 150, ISBN 950-518-590-1 (Título
original: Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie, 1905).
2. ¿Qué es, entonces, la perversión?
Juan Pablo Jaramillo Rico

"La vida me enseñó el terrible escarmiento: si existen personas que, guiadas por el odio o la
voluptuosidad, disfrutan con el dolor de los demás, también existen otros seres que han sido
creados para gozar de los mismos placeres, pero sin otras causas que la arrogancia o una
curiosidad inhumana..."

El Marqués de Sade

"(...)
Levantándola por el aire con un solo brazo, el gigantesco sacerdote la tendió sobre sus rodillas;
entonces, agitando airosamente un látigo, le cruzó tres veces las nalgas. Justina se retorció
bajo el ardor de los golpes, pero sus penas sólo habían comenzado, pues el padre Clemente
sólo estaba haciendo una prueba. Entonces, satisfecho con su postura y con la forma en que
tenía asido el látigo, el odioso fraile alzó el arma de largas lenguas muy por encima de su
cabeza y la dejó caer con fuerza sobre la joven. Los bordes cortantes del cuero rebanaron sin
piedad toda su carne, dejando brillantes líneas de sangre a su paso; el dolor era tan fuerte que
el grito de la pobre niña se ahogó en su garganta. Excitado por la visión de sangre, el bárbaro
padre Clemente la azotó entonces con furia vesánica. Ninguna parte de su cuerpo quedó a
salvo de su bestialidad. Brillantes, rojos arroyuelos le corrían por la espalda, desde los hombros
hasta las nalgas, y rodeaban sus muslos como finas culebrillas de color carmesí. Más excitado
aún por este espectáculo, el vicioso sacerdote la forzó a colocarse boca arriba, y pegó su
odiosa boca a la de ella, como si tratara de arrebatarle de los pulmones los gritos que su látigo
no había podido arrancarle. Alternativamente le chupaba la boca y le golpeaba el abdomen, y
cuanto más se agitaba y se debatía Justina en su angustia, más satisfecho parecía él. A veces
le mordía los labios, otras le pellizcaba las nalgas, después le golpeaba el pecho con la
barbilla, seguidamente le rasguñaba el vientre, pero su furia no parecía aplacarse con nada.
Estando los labios de Justina entumecidos ya por tanto mordisco, y su abdomen encarnado por
los golpes y arañazos, el diabólico Clemente concentró sus ataques contra los pechos.
Amasaba con los dedos los globos de maravillosa suavidad, los apretaba con las palmas de
sus manos, los estrujaba el uno contra el otro y después tiraba de ellos para apartarlos;
pellizcaba los pezones, metía la cara en el surco que los separaba y mordía su circunferencia.
Finalmente, en un alarde de ferocidad, metió uno dentro de su boca y lo mordió con toda
fuerza. Nuevamente llenaron el aire los alaridos de Justina y, mientras el padre Clemente
levantaba el rostro, lleno de gozo, dos chorros de sangre le corrían por las comisuras hasta la
barbilla."
(Fragmento tomado de la obra Justine, cuyo autor es el mismo Marqués
www.epdlp.com/s.html#sade)

La lengua española en uno de sus más afamados diccionarios define la perversión como;
"corrupción: perversión de la juventud. Alteración de una función normal. Anormalidad que se
manifiesta en ciertas tendencias"1.

La anterior definición distaría mucho, y a la vez nada, de la que propone Freud en sus Tres
Ensayos para una Teoría Sexual, texto en que propondría a la perversión como una desviación
a las funciones o fines propios de la sexualidad, que son los de la procreación. Esta definición
no se aparta de la anteriormente mencionada, en el punto de la alteración de una función
normal, pero se aleja mucho cuando lo reduce solo al campo de lo sexual, y es en este punto
donde centraremos todo nuestro interés, pues es solo allí donde en realidad se puede
presentar este tipo de "alteraciones".

Por otra parte se podrá decir, como lo dice Freud en este mismo texto, que "La neurosis, por
así decirlo, es el negativo de la perversión"2, pero nosotros, y por una capacidad conmutativa
del lenguaje, para este caso lo diremos "La perversión es el negativo de la neurosis". Esto se
podrá explicar por medio del complejo de Edipo y la castración que acontece en este tiempo.
En el caso de las neurosis aparece tanto para hombres como para mujeres, dicha castración,
pero con la diferencia de que para la mujer esta ya está consumada, en cambio para el hombre
esta está del lado de la angustia de castración, es algo que el niño anticipa que le va a pasar.

Lacan en uno de sus escritos explicará esto así; "Todo el problema de las perversiones
consiste en concebir cómo el niño, en su relación con la madre, relación constituida en el
análisis no por su dependencia vital, sino por su dependencia de su amor, es decir por el deseo
de su deseo, se identifica con el objeto imaginario de ese deseo en cuanto que la madre misma
lo simboliza en el falo". 3

Para las perversiones el caso es diferente, aunque no mucho, aparecería la relación edípica del
niño con la madre, y de alguna manera no aparecería la intrusión del padre que establecería la
castración, entonces quedaría la madre como portadora del falo, por la vía de fetiche, y sería la
primera intervención del mecanismo propio de la perversión, la desmentida, entonces el niño
diría "sé que mi madre ya no posee el pene, pero aún así..." lo que sería la afirmación particular
del fetichismo. Además con esta no aparición del orden simbólico en el sujeto, este quedaría
con un goce no regulado por la ley, elemento que será ampliado mas adelante.

Dicho lo anterior, me dispondré a ampliar un poco el funcionamiento de la estructura perversa,


para así poder dar respuesta a la pregunta que hoy nos convoca, para empezar diré, apelando
un poco a lo que Freud afirma en su texto La Vía de Formación de Síntomas acerca de esta
estructura perversa. En este texto Freud explica o dice que la ruta que conduce a la perversión
está del lado de la falta de oposición que con respecto a las regresiones ofrece el yo, lo que
hará que una libido que en la neurosis se encuentra insatisfecha, logre su plena satisfacción.
"Satisfacción que se encuentra en el momento en que la libido se separa del yo y encuentra su
ruta de escape en las fijaciones que el sujeto hubo de dejar, y de las que el yo se defendió por
medio de la represión, a lo largo de su desarrollo" 4. A esto se le denomina, dentro del
psicoanálisis, pasaje al acto en la neurosis, o actuación del fantasma perverso. Lo que le dará
la característica principal a esta estructura, es el carácter de actual que posee, dado pues que
en la perversión interviene como gran artífice la fijación, que tiene con respecto al goce; fijación
que se produce, según Freud, por que la represión no fue intentada o fracaso5.

Lo anteriormente expuesto, es de alguna manera, lo que afirma Freud en su primera época de


investigaciones. Antes de su descripción de la pulsión de muerte en Mas Allá del Principio del
Placer, aparecerá un texto que luego será fundamental en la enseñanza de Lacan, este texto
es Pegan a un Niño, de 1919, donde explica un nuevo descubrimiento, la fantasía "pegan a un
niño" que aparecerá en una etapa infantil de la vida del sujeto y que servirá para el
entendimiento de la génesis de las perversiones sexuales, y, además, nos dará una luz en la
vía a responder la pregunta que aquí nos convoca. Esta fantasía se convertirá luego, en la
enseñanza de Lacan, en el fundamento del fantasma ($<>a). Esta fantasía tendrá tres fases,
estudiadas por Freud en la niña; "de las cuales la primera y la última son conscientemente
recordadas, permaneciendo, en cambio, inconsciente la segunda. Las dos fases conscientes
parecen ser de naturaleza sádica, y la intermedia, inconsciente, de indudable naturaleza
masoquista. Su contenido es el de ser golpeada por el padre, enlazándose a ella una carga
libidinosa y una conciencia de culpabilidad. El niño golpeado es, en las dos primeras fantasías,
siempre distinto de la sujeto, y en la intermedia, siempre la propia persona de la misma. En la
tercera parte, consciente, son, por lo general, niños los maltratados... La fantasía inconsciente
de la fase intermedia tenía originariamente una significación genital y surgió por represión y
regresión del deseo incestuoso de ser amada por el padre. Agregaré a esto, en un enlace
menos íntimo, el hecho de que las niñas fantasean cambiar de sexo entre la segunda y la
tercera fase, imaginándose ser niños"6.

Esta fantasía no tiene un desarrollo paralelo en los niños en estos la persona que golpea es la
madre, con una etapa preliminar donde en lugar de aparecer "soy pegado por mi
padre", aparece, "soy amado por mi padre", esta etapa es regularmente inconsciente. La
fantasía de flagelación del niño es desde un principio pasiva y ha surgido realmente de la
actitud femenina con respecto al padre 7.
Freud a lo largo de sus estudios, plantea la existencia de dos grandes grupos de perversiones,
el fetichismo y el masoquismo, los dos resultantes de un goce fuera o residual del complejo de
Edipo, como heredero del padre, y del concepto de fantasma aclarado anteriormente. Este
goce fuera sería el que escaparía a la regulación fálica del padre totémico.

Como se explicó al principio de esta exposición el fetichismo es una renegación de la


castración, donde se desmiente la falta de pene en la madre pero al mismo tiempo intenta
repararla en un mismo movimiento, y trata de reemplazarla (repararla) por medio del objeto
propio del fetiche, el cual será el único capacitado para posibilitar al sujeto (masculino) la
erección y, posteriormente, el coito en condiciones "normales". Algunos de estos objetos son
zapatos, ropa interior, pies o hasta narices.

Por otra parte esta el masoquismo, al que Freud le concederá, en su texto El problema
económico del masoquismo, tres categorías, el primer masoquismo es el erógeno, el segundo
es el femenino y el tercero es el moral.

El masoquismo moral, regido por un implacable superyó, será el mecanismo culpabilizador que
aparece en la melancolía.

El masoquismo femenino está caracterizado por la posición pasiva a la hora del coit o y el
parto. Este masoquismo femenino descrito reposa por completo en el masoquismo primario
erógeno, el placer en el dolor 8. Que llegaría a este estado, luego de habérsele retirado toda la
carga libidinal al masoquismo primario, el cual estará siempre con una amenaza del padre
frente a la sujeto femenina.

Y por ultimo, pero no menos importante, esta el masoquismo erógeno que es el mismo de la
fantasía "pegan a un niño" y que también comprende el acto del perverso como forma de
consecución del goce; que es por su parte el imperativo del superyó, heredero del ello y del
complejo de Edipo, al que Lacan le pone la función ¡Goza! Además como todos ustedes saben
este superyó es también heredero de la ley del padre, y del ideal del padre, y también del goce
del padre, herencia que no llega directamente, sino que llega como residuo; elemento que
aprovecha Lacan para hacer un juego de homofonía con la palabra perversión, esta homofonía
es "Père-versión" que en español significaría "Padre-versión", que hace referencia a ese eco de
un goce: fuera de la ley, sin la regulación fálica, del que se hablaba anteriormente. Este goce
tramitado por fuera de la ley, además de la forma de arreglársela frente a la castración, le da el
carácter a la perversión, y hace que este sujeto asuma una postura frente a la vida donde se
pone como objeto de goce del Otro, diferente al masoquismo neurótico, denotado así para
nombrarlo como una segunda posibilidad frente a la estructura superyoica, donde el sujeto, o el
residuo que surge de la división de este, se convierte en el objeto causa del deseo del Otro.
Donde al ponerse como objeto de goce del Otro, busca la división de ese otro.

En resumen: La perversión es, al igual que la neurosis, con la represión, y la psicosis, con la
forclusión; una forma de arreglársela frente a la castración; se las arregla por medio de la
desmentida de esta.

Por otra parte funciona como una fijación de goce, con un carácter actual, donde el sujeto
busca gozar y al mismo tiempo saber; saber que pone en el partenaire, casi siempre un sujeto
neurótico; para esto se pone como Otro del otro, para darle el saber sobre un goce del que no
sabía, o del que no quería saber; por tanto el perverso se pone como instrumento, mas que
objeto, de goce del Otro para lograr su división (a$).

Notas:

* Este articulo es una ponencia presentada en el II Seminario de Actualizaciones en


psicopatología de la cátedra del mismo nombre en la Universidad Pontificia Bolivariana de
Medellín, Colombia, en julio de 2002

1. Diccionario Manual Ilustrado Larousse. Diccionario Enciclopédico.


2. Freud, Sigmund. Tres Ensayos para una Teoría Sexual. O. C. Biblioteca Nueva: Madrid.
1996. Tomo 2. Pág. 1190.

3. Lacan, Jacques. Escritos 2. Sobre todo tratamiento posible de las psicosis. CD- ROM. Folio

4. _____________. Vías de Formación de Síntomas. Tomo 2. Pág. 2346.

5. _____________. Los Orígenes del Psicoanálisis. Carta 52. Tomo 3.

6. _____________. Pegan a un Niño. Tomo 3. Pág. 2475.

7. Ídem. Pág. 2477.

8. _____________. El problema económico del masoquismo. Tomo 3. Pág. 2754.

Bibliografía:

- Bruno, Pierre. Per-versión. Seminario del segundo encuentro del Campo Freudiano en
Colombia. 1991.

- Cevasco, Rithée. La perversión. En: Cuadernos europeos de psicoanálisis. No. 6. Octubre de


1996. País Vasco.

- Freud, Sigmund. El problema económico del masoquismo. Obras Completas. Biblioteca


Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. La disolución del complejo de Edipo. Obras Completas. Biblioteca Nueva:


Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Fetichismo. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Sobre la sexualidad femenina. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid.


1996. Tomo 3.

- _____________. Pegan a un niño. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo
3.

- _____________. Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica. Obras


Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Tres ensayos para un a teoría sexual. Obras Completas. Biblioteca Nueva:
Madrid. 1996. Tomo 2.

- _____________. La vía de formación de síntomas. Conferencias introductorias al


psicoanálisis. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 2.

- Frobenius, Nikolaj. La Lista de Latour. Grupo Zeta: Barcelona. 1997. Pág. 128.

- Lacan, Jacques. El Seminario. Libro 20. Aún. Paidos: Barcelona. 1985.

- Lacan, Jacques. Escritos 2. Sobre todo tratamiento posible de las psicosis. CD- ROM. Folio

- Nominé, Bernard. Estructuras clínicas y salud mental (Memorias). UPB: Medellín. 2000.
- Poo Gaxiola, Virginia. Economía del masoquismo y del goce femenino. En: Carta
Psicoanalítica. No. 1. Septiembre de 2001. www.psiconet.com/mexico

- Gerez-Ambertin Marta. Las voces del superyó. Manantial: Buenos Aires.

Introducción al Psicoanálisis

¿De qué hablamos cuando hablamos de


perversión?
15/02/2010- Por Edit Beatriz Tendlarz - Realizar Consulta
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La palabra “perversión” siempre ha tenido en psicoanálisis una carga díscola de


interpretaciones. Ese carácter díscolo se multiplica al exterior del campo psicoanalítico, en el
llamado lenguaje corriente. Por eso mismo, porque se trata de un término inevitable, con
peso propio y usos que a veces pueden parecer insólitos para los legos, resulta importante
analizarla y evitar malentendidos, malentendidos incluso psicoanalíticos, de algo que ha sido
desde sus orígenes fuente de innumerables dificultades.
¿De qué hablamos cuando hablamos de perversión?

Edit Beatriz Tendlarz

La palabra “perversión” siempre ha tenido en psicoanálisis una carga díscola


de interpretaciones. Ese carácter díscolo se multiplica al exterior del campo
psicoanalítico, en el llamado lenguaje corriente. Por eso mismo, porque se trata de
un término inevitable, con peso propio y usos que a veces pueden parecer insólitos
para los legos, resulta importante analizarla y evitar malentendidos, malentendidos
incluso psicoanalíticos, de algo que ha sido desde sus orígenes fuente de
innumerables dificultades.

“Perversión” en psicoanálisis tiene que ver básicamente con tres cuestiones


bien diferenciadas. Son tres usos a los que los psicoanalistas acudimos, debemos
acudir inevitablemente, en una dimensión teórica. En principio, contamos con el uso
de la palabra perversión en un sentido psiquiátrico: la perversión aparece en
tándem con una patología sexual. La perversión implica así un conjunto de
conductas sexuales que no se consideran “normales”. Este acaso es el uso que está
más cerca de las reapropiaciones populares del concepto. Un concepto que se
remonta a la esfera de la psiquiatría y que ya existía en los tiempos en que Freud
incursionaba en sus primeras investigaciones. Por ejemplo, en su libro de
1905, Tres ensayos de teoría sexual, Freud describe de manera plástica las
perversiones que la psiquiatría de entonces encontraba en los sujetos.

Es el sentido más general de la palabra “perversión”, relacionado entonces


con “desviación” sexual. “Sos un pervertido”, le dice una preadolescente a su amigo
varón de la misma edad cuando éste le relata cómo se masturba una o dos veces
por día. La unión de perversión y desviación sexual ha sido combatida por el
psicoanálisis. Pero también por la psiquiatría, y aun la psicología en términos más
amplios, que hablan hoy de “parafilias”. Los manuales de diagnóstico de los
trastornos mentales, como el DSM-IV por ejemplo, cuestionan utilizar el término de
“perversión” para explicar un comportamiento sexual.

Como Freud no consideraba a las “desviaciones” sexuales en tanto tales,


sino, justamente, como componentes de la sexualidad en su conjunto, el término se
vio despojado de la carga valorativa que hasta entonces tenía. Sin embargo, aún se
escuchan connotaciones negativas del término, sobre todo cuando la sociedad se ve
sacudida por acontecimientos policiales de alta envergadura mediática. Los medios
no dudan en clasificar una perversión como actitud sexual que se caracteriza por
intensas fantasías no convencionales, ya que involucran a objetos o seres no
humanos, o seres humanos sin entidad como para constituir una pareja sexual,
como los niños.

Uno de los criterios, en esta primera acepción de la palabra “perversión”,


nacida de la psiquiatría y retomada por el uso popular, es considerar que en la
ausencia de una de estas fantasías, el individuo se ve impedido para mantener
relaciones sexuales “normales”, es decir “convencionales”. (Esto no debe
confundirse con la “parafilia”, que se consideran modalidades sexuales alternativas,
que se adaptan a la vida social, sin ningún tipo de disrupción: aquí entra la
homosexualidad masculina y femenina, por ejemplo). Para el psicoanálisis no
hay perversión en aquellas personas que incorporan a sus prácticas sexuales
fetiches o cuotas de exhibicionismo: más bien analiza la alternada capacidad para
las intimidades emocionales y sexuales.

Este primer uso del término insiste en catalogar las perversiones. Estas
consistirían en:

• La necesidad de un goce con personas que no consienten el acto sexual. Es el


caso de la pedofilia (excitación con niños) y la necrofilia (excitación con
cadáveres), por otra parte dos de los últimos tabúes compartidos socialmente.

• La inclinación sexual hacia los animales, la zoofilia o bestialismo.


• La necesidad de dominar o someterse en un tipo de relación que conduce al
sufrimiento a la flagelación, como es el caso del sadismo y
el masoquismo. También puede orientarse hacia prendas de vestir, objetos o
atributos como pelucas, uniformes, lencería, etc., lo cual se
denomina fetichismo, u otros objetos como las heces en la coprofilia.• Por
último, la actitud de observar o mostrar para alcanzar excitación, el voyeurismo o
el exhibicionismo.

Existe una segunda apropiación de la palabra en el ámbito del psicoanálisis.


Y esta sí asume un sentido freudiano. Freud ha señalado que la sexualidad humana
es diferente de la sexualidad animal: en este sentido, la sexualidad humana es,
toda ella, una sexualidad perversa. La característica fundamental de la sexualidad
humana es su carácter perverso. Vemos cómo esta segunda acepción, más
generalista, está sin embargo en perfecta sincronía con el carácter des-
criminalizador del término en su primera acepción.

Y luego contamos con un tercer uso de la palabra en psicoanálisis, que


proviene de las tres estructuras clínicas: psicosis, neurosis, perversión. Se trata de
un tercer uso en el sentido de que su especificidad tiene que ver con que no es ni
psicosis ni neurosis.

II

Evidentemente, no podemos prescindir de los contextos sociales en que se


aplica la palabra perversión. Freud también ha enseñado esto, porque él mismo no
podía sustraerse a ellos.

“¿Cuál es la idea común de perversión”, se preguntaba, famosamente, Lacan. Y


será esa idea sujeto a los cambios en las sociedades. Sin embargo, la idea común
de perversión tiene que ver siempre con el goce. Siguiendo con el tercer uso de la
palabra, el perverso, a diferencia del neurótico, puede gozar sin represión. Esta
felicidad del perverso es un fantasma de los neuróticos. El neurótico cree que
alcanzará la felicidad siendo como cree que es el perverso, porque el perverso goza
y no muestra sufrimiento. La idea del neurótico es que el perverso, porque goza sin
culpa ni vergüenza, es un hombre libre. Sin embargo, el psicoanálisis enseña que
allí también hay coacción, que en la conducta del perverso, obviamente, también
hay “coacción”. No hay sin embargo “compulsión”, porque si hubiera, nos
aproximaríamos al neurótico, al obsesivo. Ese rasgo del perverso implica
un empuje hacia la acción.
Sabemos que los perversos raramente se analizan. Y precisamente, porque el
perverso no se analiza (aunque, de nuevo, su inconsciente está tan estructurado
como el de un neurótico), el psicoanálisis debió acudir a la literatura para hablar de
ellos. Sabemos que muchos perversos escriben, escriben para desplegar
justamente su perversión. Y conocemos mejor a un perverso gracias a que Lacan se
ocupó de un gran escritor como André Gide, con el amor de su prima y mujer
Madeleine y el deseo por los jóvenes canallas. Paradójicamente, en esta polaridad
el perverso se vuelve creador de nuevas leyes. En este caso, innovador en el arte.

Pero acaso la figura perversa que más resuena en nuestro oídos es la del
Marqués de Sade. En Sade hay casi una obligación por el goce. Sade quiere gozar,
y prohibe que nada, ni siquiera lo humano, obstaculice su goce. Nuestro deber –de
esencia kantiana, como destaca Lacan en su Kant con Sade- es dejar vía libre para
que se cumpla la Ley. Sade, desde este punto de vista, es víctima de su goce. Algo
que Lacan encuentra como ausente de contradicción: “El rigor de su pensamiento
pasa a la lógica de su vida”, escribió Lacan.

III.

El psicoanálisis se diferencia de otras perspectivas, en especial de aquellas


que enfatizan una continuidad lineal de las patologías, una continuidad sujeta a
aperturas irreductibles, de las cuales sería posible ingresar o salir de ellas. En
psicoanálisis, se insistirá en cambio en la llamada “seriación de las estructuras”: lo
que quiere decir que la constitución subjetiva de alguien no estará sujeta a
cambios, atendiendo a este sentido restrictivo. Para el psicoanálisis, lo importante
es la manera en que uno se sitúa respecto a las relaciones subjetivas, las formas en
que alguien se ubica frente al Otro, a la significación y la constitución subjetiva de
sí misma.

Es necesario señalar que también la psicología tradicional extraía sus


diagnósticos a partir de sucesos fenomenológicos observables, mediante una
descripción de los comportamientos al modo en que lo hacen hoy los manuales de
diagnóstico y tratamiento como el DSM. Si bien el psicoanálisis parte de una base
mayor, ya que los rasgos sintomáticos no bastan para definir una estructura. Por
otra parte el psicoanálisis cuestiona la distinción tradicional de
normalidad/enfermedad porque considera que esta arrastra demasiadas
resonancias médicas. Según el psicoanálisis, cualquiera presentaría un
posicionamiento en alguna de las tres grandes categorías nombradas al comienzo
de este ensayo.
Las estructuras básicas de las que habla el psicoanálisis dependen de una
relación simbólica en la dialéctica, también simbólica, del pasaje edípico del ser al
tener. Cobra importancia el significante en relación a la falta y la completud del
Otro (significante fálico). Si bien se parte de momentos lógicos cruciales y
determinantes en la constitución del sujeto, y de diferentes maneras según las
cuales un sujeto se relaciona o no con lo simbólico de estas apreciaciones, resulta
determinante de qué manera opera el significante del Nombre del padre.

Se abren así tres grandes campos:

En la neurosis se reprime la significación primordial, reservándose entonces


el término utilizado por Freud característico de la estructuración
neurótica Verdrängung(Represión). Esta estructura se inscribe en la función
significante como punto de origen. La neurosis se describe en relación a la función
simbólica relacionada con la instancia de demarcación de una legalidad en relación
a la triangulación edípica. Pero es importante anotar que el psicoanálisis plantea
diferenciar la estructura perversa de los rasgos perversos en la neurosis.

Para la psicosis el término utilizado es Verwerfung (Forclusión). A diferencia


de la neurosis, donde se reprime la significación, en este caso no hay inscripción en
el aparato psíquico de este significante primordial.

¿Qué ocurre con la perversión? El término que ha utilizado Freud


es Verleugnung(renegación): la significación del significante primordial se
mantiene, pero no se deja de renegar contra ella. El perverso permanece
“capturado” en la dialéctica del ser y el tener, y la terceridad será reconocida pero
sólo para no dejar de impugnarla como desafío y trasgresión. En términos
psicoanalíticos, entonces, se admite la castración y a la vez se reniega de ella. Es
decir que hay conciencia de la falta estructural que remite simbólicamente a la falta
de pene en la mujer, aunque en rigor nada falte. Se significa el hecho evitando la
angustia. Se mantiene entonces la significación de la ley: la madre (funcional) del
perverso no es una madre fuera de la ley, sino que es una madre fálica, porque el
perverso mantiene en el horizonte una madre referida a la significación paterna. En
la perversión el discurso materno se hace el representante o intermediario de esta
terceridad (significante paterno), que no interviene de manera significante más que
fallidamente.

"Perverso polimorfo": ¿qué


significa este concepto de Freud?
Este psicoanalista creía que los niños viven la sexualidad de un
modo intenso y característico.
La concepción de los niños menores de 5 años como “perversos
polimorfos” es un aspecto muy llamativo de la obra de Sigmund Freud,
creador del psicoanálisis.

En este artículo describiremos qué significa exactamente este curioso


concepto, que se relaciona con la potencialidad de obtener placer sexual de
cualquier objeto durante la vida temprana.

 Artículo relacionado: "La Terapia Psicoanalítica que desarrolló Sigmund


Freud"

El concepto freudiano de perversión


Freud afirmó que la característica principal de la sexualidad durante la
infancia es la perversión polimorfa. Para entender este concepto es necesario
definir en primer lugar cómo se define la perversión en la obra del padre del
psicoanálisis.

Para este autor la perversión es simplemente una conducta sexual no


normativa; en el contexto en que vivió Freud se concebía como normal el
coito genital heterosexual, mientras que prácticamente cualquier otro tipo de
comportamiento sexual era visto como una desviación de la moral dominante.
En gran medida esta idea sigue vigente en la actualidad.

Sin embargo, en la obra de Freud la visión de la “perversión” no es


necesariamente negativa. Aunque la violación o la pederastia, que conllevan
sufrimiento a la víctima, son formas de perversión, según la definición de
Freud también lo son el fetichismo o la homosexualidad, que consideró
patrones de comportamiento anormales pero no patológicos.

 Artículo relacionado: "Los 10 fetiches sexuales más extraños y curiosos"

¿Qué significa “perverso polimorfo”?


Según Freud, durante los primeros años de vida las niñas y los niños obtienen
gratificación sexual de fuentes muy diversas. Las pulsiones se dirigen hacia
cualquier objeto que pueda proporcionar placer; además, la estimulación
no tiene por qué limitarse a los genitales, sino que todas las partes del cuerpo
son susceptibles de recibir gratificación.

Así, como explicaremos en detalle más adelante, en función del estadio del
desarrollo psicosexual los pequeños obtendrían placer sexual de succionar el
pezón de la madre, de retener o expulsar las heces y de muchos otros
comportamientos.

Al inicio de la vida la sexualidad todavía no se ha focalizado en los objetos


que la socialización normativa demanda, es decir, fundamentalmente el coito
heterosexual. De la obra de Freud se deduce que este tipo de educación
sexual depende más de la cultura que de la biología, por lo cual cada
sociedad o grupo reforzaría estos patrones en distinta medida.

Esto hace que los niños pequeños carezcan de identidad sexual y de género.
Una vez superado el periodo de latencia, es decir, con la llegada de la
pubertad, la gratificación sexual se redirige de forma progresiva al coito
heterosexual con el objetivo último de la reproducción. Existe una clara
relación entre este hecho y el desarrollo de la moral o Superyó.

Por tanto, describir a los niños como “perversos polimorfos” implica que
estos son capaces de sentir placer sexual de muchos modos distintos que se
alejan de la norma social establecida. Esto incluye la orientación sexual; así,
podríamos decir que según Freud en las primeras etapas de la vida todas las
personas somos bisexuales o incluso pansexuales.

Las etapas del desarrollo psicosexual


La teoría psicoanalítica se fundamenta en gran medida en las cinco etapas del
desarrollo psicosexual descritas por Freud. Según este autor las personas
atravesamos estas fases en el proceso hacia la pubertad y la adolescencia,
época en que la sexualidad queda configurada de forma definitiva.

En cada una de estas fases la energía sexual se focaliza en una zona erógena
distinta: la boca, el ano o los genitales. Si la gratificación de las necesidades es
insuficiente o excesiva durante cualquiera de estas etapas, existe el riesgo de
que se produzca una “fijación” psicológica; esto implicaría la aparición de
neurosis y perversiones concretas.

 Artículo relacionado: "Las 5 etapas del desarrollo psicosexual de Sigmund


Freud"

1. Fase oral
La primera fase del desarrollo sexual se corresponde aproximadamente con el
primer año de vida. Durante este periodo el bebé obtiene placer a través de la
boca, por ejemplo introduciendo objetos en ella, lo cual le permite también
explorar su entorno. El Ello domina la estructura psíquica, por lo que el
funcionamiento se basa en el principio de placer.

La fijación en la fase oral provocaría la aparición de rasgos psicológicos como


inmadurez, pasividad y manipulabilidad. A nivel sexual se desarrollarían
perversiones relacionadas con la boca, como la focalización del placer en los
besos, la felación o el cunnilingus.

2. Fase anal
La etapa anal se da entre el segundo y el cuarto año de vida. Durante este
periodo los pequeños aprenden a controlar la higiene personal, incluyendo la
retención y expulsión de las heces y la orina. Según Freud en la fase anal el
placer sexual se obtiene de la eliminación de excrementos a través de los
tractos intestinal y urinario.
Si se produce una fijación en este estadio del desarrollo pueden aparecer
rasgos y conductas de tipo obsesivo (si el énfasis de los padres en la limpieza
es excesivo) o bien una tendencia hacia la falta de organización, la
autoindulgencia y la rebeldía (en el caso opuesto). En cuanto a la
sexualidad, la coprofilia y la urofilia se relacionarían con la fase anal.

3. Fase fálica
Entre los tres y los seis años de edad los genitales pasan a ser la zona erógena
principal. A esta edad las niñas y niños adquieren conciencia de su propio
cuerpo y del de los demás, y por tanto de la diferenciación de sexo y de
género. Los célebres complejos de Edipo y de Electra(propuesto por Carl
Jung y rechazado por Freud) se darían durante esta fase.

La masturbación compulsiva es la perversión que se puede relacionar de


forma más clara con la fase fálica. Se produciría una focalización en el placer
obtenido a través del pene o del clítoris, en función del sexo biológico de la
persona.

 Artículo relacionado: "El Complejo de Edipo: uno de los conceptos más


polémicos de la teoría de Freud"

4. Fase de latencia
Entre la fase anal y la pubertad (es decir, aproximadamente entre los 6 y los
10 años) las pulsiones sexuales quedan silenciadas y la energía se redirige
hacia la interacción social, el aprendizaje, las actividades de ocio… Durante
este periodo se consolida el carácter adquirido durante los estadios
psicosexuales previos.

Se considera que las fijaciones en la etapa de latencia son menos habituales


que en otras fases. Cuando suceden tienden a relacionarse con frustración
sexual intensa y/o con una incapacidad para focalizar el placer en actividades
consideradas aceptables por el contexto social del individuo.

5. Fase genital
Freud consideraba que después de la pubertad las personas alcanzamos la
etapa definitiva del desarrollo psicosexual: la fase genital, en la que nos
mantendremos durante toda la vida adulta. La gratificación se centra de nuevo
en los genitales, si bien en este caso la normalidad incluye la obtención de
placer a través de otras personas, y no de modo solitario.

Los fallos en el progreso de este periodo pueden interferir con la adquisición


de patrones de relación sexual adaptativos. Así, es habitual que
aparezcan disfunciones sexuales como dificultades para la
excitación (principalmente erección y lubricación, en función del sexo) en las
relaciones sexuales, y también que estas no resulten satisfactorias.

 Artículo relacionado: "Los principales trastornos sexuales y psicosexuales"

TÓPI COS

 SIGMUND FREUD

 PSICOANÁLI SIS

 HISTORIA DE LA PSICO LOGÍA

 AMOR Y SEXO

 INFANCIA
 PARAFILIA

Alex Figueroba

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica


Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona, mención en Psicología Clínica.

El castigo de nacer perverso


Sonia Viéitez Carrazoni 29 septiembre, 2013 en Psicología

Qué es realmente un perverso? La definición de “perversión”


presenta incontables dificultades. Al principio se asoció el termino de
manera equivocada a supuestas “desviaciones” sexuales”. Sin
embargo, este concepto está excluido actualmente.
La psiquiatría adoptó para casos relacionados con situaciones
sexuales los términos de “disfunciones” o “parafilias“. Puede
comprobarse que en los manuales de diagnóstico de los trastornos
mentales (DSM-IV y CIE 10) se desvincula la denominación de
perversión de las parfilias o disfunciones sexuales.

Cómo piensa un perverso


Una persona perversa se siente acechada por pensamientos
obsesivos y destructivos, al considerar que las actitudes humanas no
son sinceras.
Evidentemente, esta es una condición anormal de la personalidad,
en la que el “perverso/a” desarrolla una destructividad hacia sus
semejantes a través de pensamientos y actos de carácter maligno.

Numerosos estudios científicos indican que la conducta perversa


puede ser congénita.Sin embargo, también afirman que la falta de
afecto en etapas tempranas (en la infancia) puede propiciar la gestación
de una mente de características perversas.
El perverso desarrolla una personalidad conflictiva, sus fantasías
siempre son conscientes, y siempre trata de dañar, humillar y vejar a
otras personas.

En los casos en que sí está asociada una perversión sexual (mejor


llamada parafilia), es imprescindible para el perverso un escenario
donde pueda desarrollar su deseo de destrucción y actividad con
connotación obscena, o trasladar a ese lugar, las vejaciones recibidas
de manera real o ficticia durante sus etapas de infancia y adolescencia.
Cuando la víctima del perverso es sometida y humillada, este
experimenta sensaciones de triunfo, dominación y superioridad. En
definitiva, necesita sentirse vengador y no víctima.
“El mal que provoca un perverso es indiscriminado, pero prefieren a las
personas cercanas, como familiares o parejas sentimentales.”

-Paul-Claude Recamier-

Conocer a un perverso
Dejando a un margen los casos de parafilias, el psicoanálisis
interpreta la perversión como un valor de las estructuras
nosograficas: perversión, neurosis y psicosis.

Un perverso desarrolla una conducta en cierta medida psicopática,


que se manifiesta desde la infancia hasta la edad madurez y que lo
hace en todos los ámbitos de su vida, desde el ámbito familiar al
laboral.
Hay rasgos comunes en las personas perversas. Son personas que
presentan rasgos marcados de agresividad y de egoísmo. Son,
además, personas impulsivas, con rasgos pronunciados de
inadaptación y con comportamientos egoístas que pueden llegar a ser
agresivos.
Manifiestan una escasa o nula comunicación con su entorno.
Persiguen con ansias la perfección en todos sus propósitos, arrastrando
a quien sea en el proceso. Son personas sin empatía, que manifiestan
una falta de respeto absoluta por los demás.
“Solo el tiempo muestra al hombre justo, mientras que podrías conocer
al perverso en un solo día.”

-Sófocles-

Según los psiquiatras, el aumento de la malignidad de estos sujetos


se suele asociar a un aislamiento emocional, que va creciendo
provocado por un resentimiento social o afectivo, odios, fracasos etc.
Es un círculo vicioso que no para de retroalimentarse.
No existe la cura para una mente perversa
En una persona perversa, no hay vuelta atrás: no es contemplada
la posibilidad de una cura. Se debe emprender un tratamiento que
comienza por hacerle entender al perverso que padece una patología y
el consiguiente tratamiento farmacológico, institucional y la reeducación
de las emociones, con la correspondiente orientación profesional será
el camino a seguir.
Imágenes radio-diagnósticas del cerebro, indican que en los perversos
patológicos algunas zonas relacionadas con las emociones se
aprecian con cierto grado de deterioro, por lo que se
proponen antidepresivos y antipsicóticos como parte del tratamiento.

Las 20 perversiones más soñadas: te ayudamos a entenderlas

PILAR CRISTÓBAL 23.08.2009 - 10:33H

Se trata de conductas sexuales muy poco frecuentes. Las 20 perversiones más soñadas: sadomasoquismo,
automutilación, objetos y fetichismo. El lunes: 20 juguetes para avivar la pasión. Ellos tienen más espacio en el
cerebro dedicado al impulso sexual y la agresividad. ARCHIVO ¿Qué son las perversiones? Se las conoce
también como aberraciones, conductas contra natura o parafilias que es el término acuñado por la sexología
para dar a entender que no son conductas contrarias a la naturaleza humana. La moderna sexología sólo
considera conductas inadecuadas las que se realizan prevaliéndose de una superioridad física, psicológica o
social. Por lo tanto, cualquier conducta consensuada entre adultos y que no cree conflictos internos se
considera una conducta poco frecuente pero adecuada. 1. ¿Qué es una perversión o parafilia? Durante 2.000
años la clasificación de la conducta sexual era de orden religioso, las religiones judeo-cristiano-musulmanas
prohibían cualquier conducta que no se ajustara a la moral monógama heterosexual y de por vida que las
religiones del libro preconizan. El primero que intentó proyectar un poco de luz en ellas fue del médico alemán
Krafft-Ebing, quien hizo un intento de clasificar estas conductas inadecuadas. Aunque tuvo buena intención no
pudo dejar sus principios morales fuera y comentó que las aberraciones más frecuentes eran la masturbación, la
homosexualidad y la heterosexualidad promiscua, dejando claro que todo lo que no fuera monogamia
heterosexual era aberración. Las cosas han cambiado mucho y a nadie se le ocurre considerar la masturbación
como problema aunque todavía hay personas que tienen problemas con la frecuencia o los estímulos. A pesar
que la homosexualidad ya está fuera del Manual de Enfermedades Mentales, todavía hay personas que la
califican de vicio o de enfermedad y que pretenden curarla. En cuanto a la monogamia afortunadamente ya
nadie cree que los promiscuos o los monógamos sucesivos tengan problemas sexuales. El principal problema
de las personas que viven su sexualidad de otra forma es la sensación de soledad y desamparo en la que se
encuentran. No hay ningún problema cuando la excitación se relaciona con alguna de las cosas que voy a poner
a continuación, el problema puede ser el malestar que provoca este tipo de conductas en los que las tienen o en
sus parejas. De todos modos si tenéis la mente abierta puede que alguna de las cosas que os cuento os den
ideas. 2. Menage a trois. Con estas palabras en francés, se define la relación sexual entre tres personas, son
varios los modos en los que puede darse este tipo de relación: cuando sólo dos se dedican a la actividad sexual
y el otro mira, generalmente escondido en un armario, a través de un agujero o de un espejo. A principios del
siglo XX, en los burdeles de lujo, de Francia, solía haber espectáculos pornográficos entre mujeres que eran
observados por los clientes a través de un espejo de doble dirección. Tríos, cuando un hombre habla de hacer
un trío se está refiriendo a dos mujeres y él, la mayoría de los hombres se sienten muy excitados si observan a
dos mujeres teniendo relaciones sexuales, pero algunos prefieren observar cómo su pareja tiene relaciones con
otro para excitarse, y muy pocos comparten la relación sexual con otros hombres o mantienen relaciones entre
sí. En los locales de intercambio de parejas se pueden hacer tríos o cuartetos. 3. Acrotomofilia. Un
acrotomófilico es una persona que se siente atraído/a sexualmente por personas con algún defecto físico o
enfermedad. Se cree que estas personas se sienten inferiores y al buscar alguien con un defecto sienten que no
son lo peor, que hay personas que están en peores condiciones que ellos y de este modo no tendrán que
competir. Esta sensación de falsa seguridad puede inducirlos a comportarse de una manera abusiva con los
inferiores. Las personas que en su infancia observaron que sus padres sólo dedicaban su amor a los enfermos,
los torpes o los débiles aprendieron que sólo esas personas son dignas de amor, pero eso no impide que se
comporten como tiranos, ya que también piensas que amando a una disminuido/a le están haciendo un gran
favor. A veces las parejas para zanjar discusiones o para acabar con situaciones hostiles fingen enfermedades
o sufrimientos que despierten sentimientos de protección en la pareja. 4. Acrofilia. Recibe este nombre la
tendencia las personas que se excitan con la altura. El vuelo libre y el puenting son actividades de altura que
provocan un aumento de la adrenalina (que es precursora de las hormonas sexuales) por esto en muchas
actividades de bondage o vértigo se realizan para provocar este aumento de la adrenalina. Una buena
experiencia es vendar los ojos a tu pareja y obligarle a salir al balcón o a subir. Lo malo es que si se repite con
frecuencia, la emoción desaparece. Otra forma de practicar la acrofilia es tener relaciones sexuales a gran
altura. En Madrid se ha puesto de moda practicar sexo en el funicular de Rosales. Para algunas personas la
acrobacia aérea o el lanzamiento en paracaídas es tan excitante que pueden llegar a sentir un orgasmo. La
adrenalina fluye en grandes cantidades y la sensación de dominio se mezcla en el cerebro con el miedo. Hay
personas que buscan esta diversión en aviones, en monumentos de gran altura o en puentes.

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/488338/0/sexo/verano/perversiones/#xtor=AD-15&xts=467263

Parafilia

Parafilia

Clasificación y recursos externos

Especialidad Psiquiatría, psicología y psicoterapia

CIE-10 F65

CIE-9 302.9

MeSH D010262

Aviso médico
[editar datos en Wikidata]

Una parafilia (del griego παρά, pará: ‘al margen de’, y φιλία, filía: ‘amor’) es un patrón de
comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer se encuentra en
objetos, situaciones, actividades o individuos atípicos. No existe un consenso para
establecer un límite preciso entre el interés sexual inusual y la parafilia. Incluso existe
debate sobre si alguna de las consideradas parafilias deberían figurar en los manuales de
diagnóstico o no.
El número y taxonomía de las parafilias también es controvertido; algunas fuentes listan
hasta 549 tipos de parafilias. El DSM-5tiene especificados ocho desórdenes parafílicos. Se
han propuesto varias subclasificaciones de las parafilias pero algunos argumentan que un
enfoque psicológico completo podría reflejar mejor la evidencia.
En 1987 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association)
eliminó el término «perversión» del DSM y de la terminología psiquiátrica mundial. Desde
esa fecha en adelante se denominan «parafilias».
Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen de las
convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados. Ciertas prácticas
sexuales, como el sexo oral o la masturbación, fueron consideradas parafilias hasta
mediados del siglo XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas, siempre
que la actividad del sujeto no se límite únicamente a ellas. Por ello resulta imposible
elaborar un catálogo definitivo de las parafilias.
Las definiciones más usuales recogen comportamientos como el sadismo, el masoquismo,
el exhibicionismo, el voyeurismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo y
el frotismo.

Parafilia versus erotismo[editar]


Cabe destacar que la práctica de algunas conductas sexuales inofensivas aunque poco
comunes no implica una parafilia por si misma.1 No se vive en una situación de parafilia si
la práctica sexual poco habitual cumple estas tres condiciones:

 Estas prácticas sexuales no son la única forma con la cual la persona alcanza goce
sexual y puede obtener un orgasmo, sino que sean sólo una forma de sexo casual,
voluntaria y no indispensable ni obsesiva para la práctica sexual. Por ejemplo, una
pareja que practica el sadomasoquismo o la asfixiofilia con cierta regularidad, pero
pueden sostener otro tipo de relaciones sexuales si así lo desean. En estos casos el
fetiche se convierte únicamente en una práctica erótica que "condimenta" la relación,
pero no en la relación en sí.
 Si estas prácticas sexuales no causan daño físico, psicológico, económico, etc., a la
persona que la practica o a las personas que están involucradas en la práctica. Se
torna patológica cuando afecta nocivamente de forma objetiva la vida de la persona
practicante, de quienes la rodean o de la sociedad en general. Ejemplo: un sádico
sexual es inofensivo en tanto que sus parejas, adultas voluntarias, participen
consentidamente en el acto sexual con las medidas de seguridad adecuadas. Se torna
peligroso y parafílico cuando el sádico está descontrolado y se aboca a violar y torturar
víctimas indefensas.
 Cuando los involucrados son personas conscientes y voluntarias que participan del
acto de forma consensuada. Esto, naturalmente, es imposible en algunas parafilias
claramente transgresoras donde el objeto de placer del paráfilo no está en condiciones
nunca de dar su aprobación y la relación sexual siempre puede causar daño como en
la pedofilia, el frotismo y la somnofilia.
En síntesis no toda práctica erótica poco tradicional es una parafilia. Se torna como tal
cuando deja de ser saludable y controlable por el individuo y cuando es evidentemente
destructiva y enfermiza. Aquel que "guste de esposar a su pareja a la cama de vez en
cuando" no es parafílico como si lo sería aquel "incapaz de tener relaciones si la persona
no está esposada a la cama".2

Origen de las parafilias[editar]


Se han postulado diferentes teorías respecto a las posibles causas de la parafilia,
especialmente porque se han registrado todo tipo de parafilias, algunas hasta por objetos y
circunstancias claramente no sexuales.
El sexólogo Magnus Hirschfeld considera que la atracción sexual siempre se desarrolla
con base a diferentes estímulos individuales del medio. En este sentido todo ser humano
tiene "parafilias" o "fetiches" normales y saludables como sería un hombre heterosexual
que siente preferencia hacia las mujeres rubias sobre las pelirrojas o hacia las gordas
sobre las delgadas, y viceversa. Estos patrones sexuales pueden incluir no sólo aspectos
físicos sino objetos —ropa, lencería, uniformes, etc.— para Hirschfeld el fetiche se torna
patológico cuando se sobrevalora uno de estos objetos individuales, por ejemplo, los
zapatos.3
El psicoanalista Donald Winnicott consideraba el origen de los fetiches y parafilias en
el objeto transicional. La tenencia de un objeto transicional es normal y sana en casi todos
los seres humanos durante su niñez, pero en algunos casos se torna sexual. En todo caso
la teoría del psicoanálisis considera que cualquier trauma infantil puede producir un
impacto en el inconsciente que posteriormente se traduciría en una práctica neurótica o
perversa; es la proyección de la libido.4
Para algunos conductistas las parafilias y fetichismos son producto del condicionamiento
clásico, cuando una persona está expuesta a una práctica sexual específica asociándola a
un objeto, sujeto o circunstancia de forma tal que la gratificación sexual se asocia a este
condicionamiento. Es decir, de forma similar a como Iván Pávlov logra que un perro asocie
el sonido de una campana con alimento y esto hace que el perro salive, un fetichista es
alguien que está condicionado para creer que los latigazos en la espalda producen placer
sexual.
La teoría de que las parafilias surgen por abusos sexuales no está del todo probada y se
considera coloquial. La idea de que todos los pedófilos fueron objeto de abusos cuando
eran niños no está del todo comprobada, aunque se han encontrado correlaciones entre
personas que sufrieron abuso sexual y luego repitieron este abuso en otros. Aun así ni
todos los abusadores fueron abusados ni todos los abusados se vuelven abusadores. No
obstante, en efecto, el psicoanálisis postula que los traumas infantiles pueden generar
conductas patológicas posteriores, como la compulsión de repetición que podría explicar
algunas parafilias. Algunos psicoanalistas incluso postularon teorías respecto a la
correlación entre estímulos sexuales tanto placenteros como traumáticos en determinadas
etapas del desarrollo psicosexual con ciertas parafilias, por ejemplo,
el sadomasoquismoestaría en relación con la fase anal, ya que el sadomasoquismo
encuentra placer en el control y la fase anal es aquella donde el niño obtiene goce erótico
al lograr controlar su cuerpo, y así sucesivamente.5

Algunas parafilias[editar]
Parafilias

Nombre Grupo Descripción


Parafilias

Nombre Grupo Descripción

Preferencia por Excitación sexual por personas


Abasiofilia
personas discapacitadas.

Preferencia por
Acrofilia Excitación por parejas sexuales muy altas.
personas

Preferencia por Excitación por parejas sexuales con miembros


Acrotomofilia
personas amputados.

Excitación producida por el hecho de que la


Agrexofilia Exhibicionismo
actividad sexual sea oída por otras personas.

Excitación producida por el dolor. Se


Algofilia Masoquismo diferencia del masoquismo por la ausencia del
componente erótico.

Atracción por la actividad sexual en lugares


Agorafilia Exhibicionismo
públicos.

Preferencia por
Ailurofilia Atracción por los gatos.
animales

Excitación de la pareja mediante la desnudez


Aloerastia Voyeurismo
de un tercero.

Excitación al ver a otros teniendo una relación


Alopelia Voyeurismo
sexual.

Excitación proveniente de fantasear durante el


Alorgasmia Fantasías acto sexual con otra persona que no sea la
pareja.

Altocalcifilia Fetichismo Atracción por los zapatos de tacón alto.


Parafilias

Nombre Grupo Descripción

Excitación por el deseo de castigar a la pareja


Amokoscisia Sadismo
sexual.

Excitación sólo al realizar una relación sexual


Amomaxia Exhibicionismo
dentro de un automóvil estacionado.

Preferencia por
Androginofilia Atracción sexual por personas andróginas.
personas

Atracción por muñecos o robots con aspecto


Androidismo Fetichismo
humano.

Atracción sólo por las mujeres vestidas de


hombres. Una mujer representa y se comporta
sexualmente como hombre y el hombre
Preferencia por
Andromimetofilia adopta el rol de la mujer. En la penetración
personas
anal, el sujeto pasivo será el hombre y el
activo, la mujer
(andromimetofilia y ginemimetofilia)

Preferencia por Atracción por una pareja sexual mucho más


Anisonogamia
personas joven o mucho mayor.

Excitaciones
Anortografofilia Excitación por las faltas de ortografía.
lingüísticas

Atracción por la humildad, la humillación o la


Astenolagnia Sadismo
debilidad sexual ajena.

Atracción por estrangular, asfixiar o ahogar a


Asfixiofilia (estrangulación erótica) Sadismo la pareja durante el acto sexual, con su
consentimiento y sin llegar a matarla.

Excitaciones
Audiolagnia El estímulo principal proviene de la audición.
lingüísticas
Parafilias

Nombre Grupo Descripción

Atracción por ser visto por otras personas


Autagonistofilia Exhibicionismo
durante el acto sexual.

Excitación de los hombres con el pensamiento


Autoginefilia Transexualismo
o la imagen de sí mismos siendo mujeres.6

Autonepiofilia Fetichismo Atracción por usar pañales.

Aquellos hombres que encuentran placer


Autocoitus Masturbación
insertando su pene en su propio ano.

Basorexia Excitaciones Excitación sólo producida por los besos.

Belonefilia Sadismo Excitación producida por el uso de agujas.

Preferencia por
Blastolagnia Atracción por mujeres muy jóvenes.
personas

Excitación sexual sólo al recibir


Prácticas
Bukkake eyaculaciones encima, generalmente en la
sexuales
cara.

Excitación sexual al ver a la pareja copulando


Candalagnia o candaulismo Voyeurismo
con otra persona.

Capnolagnia Fetichismo Excitación por la gente fumadora.

La excitación sexual se produce sólo cuando


Catafilia Sadismo
el hombre se somete a su pareja.

Excitación al romperle a la pareja la ropa que


Clastomanía
lleve puesta.
Parafilias

Nombre Grupo Descripción

Cleptofilia Excitación al robar objetos

Placer sexual obtenido al inyectar líquido en


Prácticas
Clismafilia la cavidad anal; esta práctica incluye el uso de
sexuales
enemas.

Coprofília Excitación sexual producida por heces.

Excitación provocada por la fuerza de la


Cratolagnia
pareja.

Partes del
Crurofilia Atracción sexual por las piernas.
cuerpo

Dacrifilia Excitación Excitación por las lágrimas o el llanto.

Excitación sexual al ser observado


practicando sexo en un lugar público, o bien
Dogging Exhibicionismo
mirar a otros mientras lo hacen. Suele hacerse
en coches y aparcamientos.

Preferencia por Atracción hacia adolescentes o personas que


Efebofilia
personas pasan por la pubertad.

La excitación sólo se produce al usar choques


Electrofilia (electrocutofilia) Sadismo
eléctricos.

Preferencia por
Estenolagnia Atracion por mujeres musculosas.
personas

Intensas fantasías y deseos a partir del uso de


Fetichismo Fetichismo objetos o partes del cuerpo que son el centro
de su atención.
Parafilias

Nombre Grupo Descripción

Práctica sexual consistente en la introducción


Prácticas
Fisting parcial o total de la mano en el ano o la vagina
sexuales
de la pareja.

Excitación sexual al reptar hormigas (también


Formicofilia Bestialismo otros insectos —caracoles, gusanos— o
animales pequeños) sobre los genitales.7

Preferencia por Atracción por las relaciones sexuales


Fratrilagnia
personas incestuosas (fratri: ‘hermano’).

Excitación sexual sólo al refregar los genitales


Frotismo (froteurismo) Fetichismo
contra personas desconocidas.

Excitación al introducir el pene a través de un


agujero cortado en la zona genital de una foto
o dibujo. Existe también, en su versión
Fúrtling Fetichismo femenina, lo que se conoce como fúrtling
regresivo o inverso y consiste en incorporar
un pene artificial a la foto o dibujo para que
pueda ser introducida.

Preferencia por Atracción sexual hacia personas de la tercera


Gerontofilia
personas edad.

Excitaciones
Gimnofilia o nudomanía Excitación por la desnudez.
visuales

Preferencia por Atracción sexual de una persona joven por


Graofilia
personas mujeres maduras.

Excitaciones
Grafolagnia, iconolagnia o pictofilia Excitación sólo ante fotos o cuadros eróticos.
visuales

Hematofilia Masoquismo
Excitación sexual proveniente de la extracción
Parafilias

Nombre Grupo Descripción

de sangre.

Excitación por la posesión de algún objeto


Hifefilia Fetichismo
ajeno, ropa, cabellos, piel, etc.

Hipnofilia Voyeurismo Excitación al contemplar personas dormidas.

Consiste en impedir la respiración de la pareja


o la propia, ya sea mediante la obstrucción de
Hipoxifília Preferencias las vías respiratorias cubriendo la cabeza con
elementos plásticos o de látex o recurriendo a
la semiestrangulación.

Partes del
Hirsutofilia Atracción por el vello.
cuerpo

Excitación sólo por uno mismo. No es lo


Preferencia por mismo que masturbación, donde el objeto
Ipsofilia
personas sexual puede ser una persona presente, una
fotografía o una fantasía.

Partes del Excitación por los pechos en periodo de


Lactafilia
cuerpo amamantamiento.8

Ligofilia Preferencias Atracción por lugares oscuros o lúgubres.

Macrofilia Preferencias Placer con hombres o mujeres grandes.

Microfilia Preferencias Placer con hombres o mujeres pequeños/as.

Maieusiofilia Atracción por las mujeres embarazadas.

Masoquismo (duololagnia) Masoquismo Placer ligado a la propia humillación o


sufrimiento físico (cachetadas, latigazos,
Parafilias

Nombre Grupo Descripción

pellizcos) o moral (humillación). Se


diferencia de la algomanía por la presencia del
componente erótico.

Menstruofilia o menofilia Atracción sexual por mujeres menstruantes.

Misofilia Fetichismo Atracción sexual por la ropa sucia.

Nafefilia Excitación por tocar o ser tocado.

Necrofilia Fetichismo Atracción sexual por los cadáveres.

Necrozoofilia Fetichismo Atracción sexual por los animales muertos.

Partes del
Oculofilia Atracción sexual por los ojos.
cuerpo

Preferencia por Atracción hacia personas pre púberes (niños y


Pedofilia
personas o niñas)

Preferencia por
Pigmalionismo Atracción sexual hacia las estatuas.
personas

Partes del
Pigofilia Excitación por las nalgas humanas.
cuerpo

excitación al tener "sexo" con algún peluche o


Plushofilia fetiche restregar las partes intimas con algún muñeco
de felpa.

Excitación por pies humanos. La excitación se


Podofilia o podolatria Fetichismo produce al acariciar, besar, chupar, lamer,
oler, tocar o ver los pies de otra persona.
Parafilias

Nombre Grupo Descripción

Partes del Excitación producida al contemplar vello


Pubefilia o ginelofilia
cuerpo púbico.

Retifismo Fetichismo Fetiche por los zapatos.

Experimentar placer erótico al provocar dolor


físico o humillación en la pareja. Se diferencia
Sadismo Sadismo
de la algolagniapor la presencia del
componente erótico.

Prácticas Tener relaciones sexuales con una persona


Somnofilia
sexuales desconocida mientras aquella duerme.

Preferencia por Atracción sexual de un menor hacia un


Teleiofilia
personas adulto.9

Excitación por el cabello humano. Deriva en


varias parafilias según color, cantidad, largo
Partes del del cabello, estilo, peinados determinados...
Tricofilia
cuerpo Masturbación utilizando el cabello de otra
persona. Excitación por ver el acicalamiento
del cabello (peinado, corte, etc.)

Excitación exclusivamente con el uso de la


Urofilia (urolagnia, ondinismo) orina durante la práctica sexual (lluvia
dorada).

La idea de comer o ser comido por los demás;


Vorarefilia generalmente tragado entero, en una sola
pieza.

Zoofilia Bestialismo Atracción sexual hacia animales.

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Common Misunderstandings of Fetishism". K. M.
Vekquin. http://vekquin.com/articles/fetishism-psychology.html. Retrieved 24 May 2010.
2. Volver arriba↑ Disorders of psychological development(F80-F89)". World Health
Organization. http://apps.who.int/classifications/apps/icd/icd10online/index.htm?gf80.htm+.
Retrieved 24 December 2009.
3. Volver arriba↑ Chalkley, A. J., & Powell, G. E. (1983). "The clinical description of forty-eight
cases of sexual fetishism" in: British Journal of Psychiatry, 142, pp. 292–295
4. Volver arriba↑ Winnicott, D. W. (1953) Übergangsobjekte und Übergangsphänomene: eine
Studie über den ersten, nicht zum Selbst gehörenden
5. Volver arriba↑ Shiah, I. S., et al. (2006) "Treatment of paraphilic sexual disorder: the use of
topiramate in fetishism." In: International Clinical Psychopharmacology. 2006 Jul;21(4):241–
3.
6. Volver arriba↑ Tratado de psiquiatría de la infancia y la adolescencia. Jerry M. Wiener, Mina
K. Dulcan. American Psychiatric Publishing. Elsevier España, 2006. ISBN 84-458-1487-7.
Pág. 824
7. Volver arriba↑ Dewaraja, R. (1987). Formicophilia, an unusual paraphilia, treated with
counseling and behavior therapy. American Journal of Psychotherapy, 41, 593-577
8. Volver arriba↑ Scorolli, C., Ghirlanda, S., Enquist, M., Zattoni, S., & Jannini, E. A. (2007).
Relative prevalence of different fetishes. International Journal of Impotence Research,
19, 432–437.
9. Volver arriba↑ Teleifilia Definición en portugués en Wikitionary (Wikicionário).

Magreo
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
«Petting» redirige aquí. Para la localidad alemana, véase Petting (Alemania).

Hércules y Onfalia, óleo sobre tela de François Boucher (1735) (Museo Pushkin de Bellas
Artes, Moscú, Rusia)

El magreo (coloquialmente franela, faje, «caldeo», etc.) designa las relaciones sexuales
consistentes fundamentalmente en caricias íntimas, sin ningún tipo de penetración, ni
vaginal ni anal. También es frecuente el uso del anglicismo petting,12 procedente del
verbo to pet, que tiene un significado mucho más amplio que el sexual y alude al hecho
de acariciar, besar, roces con ropa interior, etc. A los animales de compañía (pet también
significa «mascota»), los mimos que prodigan las mamás a sus bebés, etc.

Grados[editar]
Se identifican tres grados de magreo:345

 Grado I: Tomarse las manos, darse besos, abrazarse.


 Grado II: Caricias sexuales sobre la ropa, que pueden incluso imitar el coito.
 Grado III: Caricias sexuales bajo la ropa. Incluye desde meter la mano bajo la ropa
hasta estar totalmente desnudos y practicar sexo oral, masturbación
mutua, frot o tribadismo

Riesgos[editar]
La mayoría de las prácticas del magreo tiene nulo o bajo riesgo de infecciones de
transmisión sexual (ITS), tanto en relaciones heterosexuales como homosexuales, siempre
que los fluidos vaginales y/o seminales no hagan contacto con las mucosas (bucal y/o
genital) de la otra persona.
Con respecto al riesgo de trasmisión de VIH, el sexo oral (cunnilingus, anilingus y felación)
con métodos de barrera son seguros. El método de barrera para la felación es
el preservativo. En caso de manoseo, usar guantes de látex. Para los otros dos casos es
una lámina de látex que se puede obtener cortando un preservativo.
El cunnilingus y el anilingus sin método de barrera y la felación sin eyaculación en la boca
ni preservativo, se consideran de menor riesgo.
La felación con eyaculación en la boca y sin preservativo se considera de alto riesgo.
El uso de juguetes sexuales no presenta riesgo. El intercambio de juguetes sexuales no
presenta riesgo si se utiliza un preservativo distinto para cada persona.6
Con respecto al embarazo, no hay riesgo si el semen no hace contacto con la vulva.7

Otros términos[editar]
«Faje», palabra de origen popular y también utilizada en la literatura científica mexicana,8
procede del verbo «fajar» (en su acepción de «magrear»).
«Caldeo», término utilizado por los jóvenes mexicanos, que generalmente tiende a ser
utilizado como sinónimo de «faje» o «magreo».
En Argentina era común el término «franela» y el verbo «franelear».9 Otros términos
similares son: «chapar»,10 «rascar» y «transar».11 Tradicionalmente se solía producir
durante el noviazgo de las parejas, incluso con el consentimiento de las familias de los
jóvenes.12

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Görlach, Manfred (ed.): A Dictionary of European Anglicisms: A Usage
Dictionary of Anglicisms in Sixteen Selected European Languages, Oxford University Press,
2001, voz «Petting» (pág. 231).
2. Volver arriba↑ Salinas, Jaime: Travesías. Barcelona, Tusquets Editores, 2003.
3. Volver arriba↑ González, María Isabel: «Sexualidad adolescente», Medwave, diciembre de
2004, n.º 4 (9) - bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 Unported
4. Volver arriba↑ Fernández, Lilian y otros: «Creencias, actitudes y conocimientos en
educación sexual», Revista Médica de Chile, v. 128, n.º 6, Santiago, junio de 2000.
5. Volver arriba↑ González, María Isabel y otros: «Caracterización de asistentes a consejería
en sexualidad en un centro de salud integral de adolescentes», Revista Chilena de
Pediatría 76 (6); 573-579, 2005.
6. Volver arriba↑ Cruz Roja Española, 2008. Información general sobre el VIH y el sida 2008
7. Volver arriba↑ MARINA, Mirta Educación sexual integral : para charlar en familia. - 1a ed. -
Buenos Aires : Ministerio de Educación de la Nación, 2011 pág 26
8. Volver arriba↑ Stern (2008), pág. 91.
9. Volver arriba↑ Gobello, José: Blanqueo etimológico del lunfardo. Editorial Dunken, 2005.
Pás 32. Vista previa en Google books
10. Volver arriba↑ Gobello. Op. Cit. Pág 21
11. Volver arriba↑ Martínez Verdier, Virginia: El amor y la sexualidad en el lunfardo En
www.sexuar.com.ar Consultado 09-07-2013
12. Volver arriba↑ Lehmann Nitsche (1981), pág. 317.

Bibliografía[editar]
 STERN, Claudio (editor): Adolescentes en México: Investigación, experiencias y
estrategias para mejorar su salud sexual y reproductiva. México: El Colegio de México,
2008.
 LEHMANN NITSCHE, Robert: Textos eróticos del Río de la Plata: ensayo lingüístico
sobre textos sicalípticos de las regiones del Plata en español popular y lunfardo
recogidos, clasificados y analizados por el autor. Librería Clásica, 1981.
 GONZÁLEZ SOBERANIS, Jania Lucía: Prácticas sexuales en un grupo de jóvenes
guatemaltecos Tesis de grado. Univ. San Carlos. Guatemala, 2011. Pág 34.
 SÁNCHEZ RAJA, Ester y otras: Guía básica de educación afectivo-sexual para
personas con discapacidad visual. Edicions Universitat Barcelona, 2005. Pág 66. Vista
previa en Google books

Metáforas de béisbol para el sexo


En la cultura adolescente estadounidense, el béisbol es a menudo utilizado como
una metáfora o eufemismo para el grado de intimidad sexual logrado en los encuentros o
relaciones íntimas.1 En la metáfora, que prevalece luego de la Segunda Guerra Mundial,
las actividades sexuales se describen como si fueran acciones en un partido de béisbol.23
Aunque los detalles varían, una descripción generalmente aceptada de lo que cada uno
representa la base es la siguiente:4

 Primera base: besar la boca, especialmente la boca abierta, incluyendo la lengua.


 Segunda base: fuerte estimulación entre el cuello y la cintura, por lo general sin
camisa o debajo de la camisa con estimulación manual de los genitales.
 Tercera base: la estimulación oral de los genitales.
 Cuarta base (Home Run): el acto sexual con penetración.
Además,

 Strikeout (Ponche): Fracasar a la hora de llevar a cabo juegos previos u otra


actividad sexual.
Además, hay dos metáforas utilizadas para referirse a hombres que tienen sexo con
hombres:

 Pitching (Lanzar): El hombre que "da" en el sexo anal.


 Catching (Recibir): El hombre que "recibe" en el sexo anal.

En la cultura popular[editar]
 En la primera parte («Paraíso») de la canción de Meat Loaf «Paradise by the
Dashboard Light», se describe a una joven pareja haciendo el amor, con un
comentario en off, por el veterano locutor de béisbol Phil Rizzuto de los Yanquis de
Nueva York, de una parte de un partido de béisbol como una metáfora de las
actividades de la pareja.5
 El comediante político Stephen Colbert menciona una alternativa, las «bases de
abstinencia», en su libro Yo soy América (y tú también puedes!).
 La historieta web xkcd cuenta con un cómic titulado «Sistema de bases», con una
representación más amplia de diversos actos íntimos, donde se encuentran con
respecto a un diamante de béisbol.6
 En Comedy Central el comediante Wayne Federman escribió e interpretó una versión
personal porque no estaba tan avanzada como los demás en la escuela secundaria.
Por ejemplo: Besar a una chica: jonrón. Tocar: ganar el campeonato. Recorrido
completo: ganar la Serie Mundial. Masturbación: practicar con su propio equipo.
 En la novela de John Green Buscando a Alaska, Alaska describe el sistema de base
como « beso francés, tocarse, 'dedos', follar» (French, Feel, Fingers, Fuck).7
 En un episodio de The Big Bang Theory, Bernadette le pregunta a Howard, dónde
llegará su relación después de su tercera cita. Howard quiere que vaya por lo menos
hasta la segunda base. Más tarde se reveló en otro episodio que Bernadette no
entiende la metáfora ya que para ella hay demasiadas bases. Esto se descubre
cuando Howard le dice a Leonard que llegó a la octava base de Bernadette. Leonard
le pregunta qué es la base octava, y él responde: «la séptima base, con la camisa
quitada... Bueno, mi camisa.»[cita requerida]
 En la película American Pie (1999), Jim Levenstein pregunta a sus amigos como es
estar en la tercera base. Ellos le responden que es como una tarta de manzana
caliente. Lo que lleva a Jim a experimentarlo por sí mismo.

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Hellermann, Steven L.; Markovits, Andrei S. (2001). Offside: Soccer and
American Exceptionalism. Princeton University Press. p. 66. ISBN 0-691-07447-X.
2. Volver arriba↑ Romaine, Suzanne (1999). Communicating Gender. Lawrence Erlbaum
Associates. p. 210. ISBN 0805829261.
3. Volver arriba↑ Jezer, Marty (1982). The Dark Ages, Life in the United States, 1945–1960.
South End Press. p. 248. ISBN 0896081273.
4. Volver arriba↑ Green, John. Looking for Alaska. ISBN 0142402516.
5. Volver arriba↑ Pearlman, Jeff (29 de agosto de 2007). «Phil and Meat Loaf will always have
"Paradise"». ESPN. Consultado el 21 de enero de 2010.
6. Volver arriba↑ http://xkcd.com/540/
7. Volver arriba↑ Green, John; Looking for Alaska, Dutton Books, 2005

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