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SIGNIFICADO ACADÉMICO
DEFINICION DE LA MORAL
Estos elementos los heredamos y los internalizamos, por eso la moral es social, es
realización de generaciones pasadas y presentes. Nacemos dentro de una moralidad,
ante la cual casi siempre aceptamos o reaccionamos, aunque generalmente no
tomamos una actitud crítica.
La Moral tiene un sentido social, es decir, todo pueblo la tiene. Por ejemplo, la moral
judía de los diez mandamientos, la moral de los pueblos budistas basadas en cinco
preceptos. La moral de una sociedad le permite evaluar las acciones humanas y orientar
su vida de un determinado modo. La moral de un pueblo ha sido formada por múltiples
factores, pero sin duda la religión es el principal.
Sin embargo ¿estos elementos se presentan de manera desorganizada en la vida moral
de un pueblo? No necesariamente. Lo que sucede es que nuestra vivencia moderna ha
pretendido organizarlas en base al sujeto y al final las ha desarticulado. Dentro del tejido
social, los pueblos establecen normas que procuran articularlas en un estilo de vida
peculiar, pero ambos orientados por un sentido integrador. Es esa integración la que se
da en la vida ética.
Este significado académico se vuelve más complejo cuando entran en escena palabras
como inmoral y amoral, que en el mundo popular no es claro, pero tampoco en el mundo
académico. Veamos una posible interpretación:
Moral, todos los actos que pueden ser calificados como buenos o malos, justos o
injustos. Este significado sólo describe, no valora.
Amoral, todos los actos que pueden ser valorados con otros criterios, como estéticos,
religiosos, intelectuales.
Moral: se refiere a la valoración de las acciones como buenas y justas. Éste es el uso
más frecuente.
Inmoral: Se refiere a las acciones malas e injustas. También es de uso frecuente.
ETIMOLOGÍA DE MORAL
La moral proviene del latín “Mos”, “Mores”, que significa costumbre o modo de
comportarse.
Según esta etimología, se entiende que la moral son aquellas acciones humanas que
pueden ser valoradas como buenas o malas, justas o injustas, permitiendo un juicio
que existe en la sociedad un conjunto de elementos que nos permiten tal valoración.
LA MORAL
LA ÉTICA ES
NATURALEZA
DEL DEBER
LA MORAL
TOCA A TODOS
ACTUAR, SEGÚN
LA MORAL
PAZ
Las mismas normas morales tienen diversas formas. Una posible clasificación es la
siguiente:
A) Por su ámbito:
a) Normas morales generales
Prescriben normas para toda la humanidad, se aplican a todo agente moral sin
restricciones, por ejemplo: “debemos respetar la vida de los demás”, “No
debemos matar”, “Debemos decir la verdad”, “No debemos ser injustos”.
B) Por su calidad:
a) Normas morales positivas
“Debemos respetar la vida del prójimo”.
b) Normas morales negativas
Prescriben omisiones o prohibiciones, por ejemplo: “no debemos matar”, “No
debemos decir mentiras”.
C) Por su naturaleza
a) Normas morales reales
Son las que prescriben acciones u omisiones que podemos realizar
voluntariamente, el “deber” implica “poder” realizarlo, por ejemplo: “debemos
decir la verdad “, “no debemos causar daño al prójimo”, son normas que
dependen de nuestra voluntad realizarlas o no.
b) Normas morales ideales
Son las que prescriben acciones u omisiones pero que no dependen de nuestra
voluntad, pero que sería deseable que se realice, por ejemplo “debemos tener
buenos pensamientos”, “no debemos codiciar los bienes ajenos”. Amar, no
desear, no codiciar, tener buenos pensamientos no dependen de nuestra
voluntad.
Son pocos los seres humanos que crean nuevas pautas para vivir, la mayoría vive a
partir de normas ya establecidas. La educación hace que la gente vaya interiorizando
las normas a través de su vida. En cada experiencia de juzgar acciones y dirigir
nuestras acciones conforme a las normas morales sociales, vamos interiorizando dichas
normas. Aranguren lo expresa de esta manera:
“Las normas o modelos de comportamiento y de existencia, conforme a las cuales
decidimos “hacer” nuestra vida, han de ser libremente aceptadas por cada uno de
nosotros para que el acto y la vida sean morales. Para ello deben pasar, previamente,
por el tribunal de nuestra conciencia moral, que las calificará como “deberes”. Sólo
cuando, de ese modo, las hacemos nuestras e incluso nos las incorporamos por vía del
hábito, puede decirse en rigor, que nos hacemos responsable de ellas.
Pero ¿cómo saber si una norma es buena? ¿Será buena simplemente porque es una
norma? ¿Será buena porque la tradición lo afirma? ¿Será buena porque tiene su origen
en Dios? Considero que una respuesta más coherente todavía sigue siendo la que se
inspira en Aristóteles: una acción y una norma serán buenas en la medida que permite
la realización o perfección del ser humano. Es decir, la finalidad última de la vida
humana, que tiene que ver con su realización y plenitud, es la que da sentido a las
normas morales. Sin tal sentido, las normas pasan a ser sentidas como una obligación
externa que limita nuestros proyectos personales.