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NOCIÓN DE OBLIGACIÓN
Las instituciones de Justiniano definieron así la obligación: Es un lazo
de derechos que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa
conforme al derecho de nuestra ciudad.
La obligación se entiende como una relación jurídica entre dos partes,
de las cuales una, el acreedor puede exigir de la otra, el deudor, un
hecho determinado, apreciable en dinero.
NOCIÓN DE CONTRATO
Es el acuerdo de dos o más personas con el fin de constituir una
relación obligatoria reconocida por ley.
En el derecho romano no todo acuerdo de voluntades se tipificaba
como contrato, sino solo los convenios a los que la ley les atribuía el
efecto de hacer nacer obligaciones civilmente exigibles Convención:
Hay convención o pacto cuando dos o más personas se ponen de
acuerdo respecto a un objeto determinado.
LA STIPULATIO
La estipulación es la forma contractual más importante del Derecho
romano y sirve para hacer obligatorias las convenciones por medio de
una solemnidad consistente en una pregunta.
Ulpiano señala: “Si alguien interroga “¿darás? Y otro responde” ¿Por
qué no? Este último queda obligado.
MODALIDADES:
Puede ser Pura y Simple o estar sometida a ciertas modalidades como
lo son: el término y la condición.
Termino: se trata de una fecha o en un acontecimiento futuro y cierto,
debe acontecer en día fijo.
Condición. Se trata de un acontecimiento incierto a cuya realización
han querido subordinar la obligación.
DE LA CORREALIDAD, FIADORES
Es un conjunto de obligaciones en que varios sujetos pasivos o activos
pueden estar obligados a una cosa; el cumplimiento hecho por un
deudor o acreedores extingue la obligación.
LOS SYNGRAPHAE
Parecidos a los chirographae, con la diferencia de que estaban
revestidos del sello del acreedor y del deudor, y además eran
redactados en dos ejemplares, uno para cada parte.
Eran más que todo empleados por los peregrinos que no podían
obligarse por los Nomina Transcriptitia.
CONTRATOS FORMADOS RE
El elemento esencial de los contratos reales fue la realización de un
hecho positivo que consistía en la entrega de una cosa a uno de los
contrayentes, con la obligación de éste de restituirla en el tiempo
convenido.
Se perfeccionaban por la entrega o tradición de la cosa.
Ellos son: Mutuum, Comodato, Deposito, Pignus.
MUTUUM
El préstamo de consumo de una cosa fungible que se forma sin
solemnidad que se constituye por la datio (entrega).
Es un contrato real por el cual una persona, el prestamista entrega en
propiedad a otra prestatario una determinada cantidad de cosas
fungibles con la obligación de ésta de restituir otras tantas cosas del
mismo género y calidad.
Eran objeto de mutuo, los cereales, el vino, el aceite etc.
En el caso de mutuo de dinero se consideró la posibilidad de que las
partes convengan intereses.
COMODATO
el contrato real por el cual una persona – el comodante entregaba a
otra – el comodatario, una cosa no consumible, mueble o inmueble
para que la usara gratuitamente y después la restituyera en el tiempo
y modo convenidos.
Los romanos también lo llamaron préstamo de uso.
El comodato creaba desde su nacimiento obligaciones y
responsabilidades para el comodatario, quien debía usar la cosa de
acuerdo a su naturaleza y destino, o de conformidad con lo
expresamente convenido.
El comodatario estaba obligado a devolver la misma cosa dada en
préstamo en el plazo fijado.
DEPOSITO
La convención por la cual una persona, el depositante entregaba una
cosa mueble a otra, el depositario, para que la custodiase
gratuitamente y la devolviese al primer requerimiento.
Consistía en la datio de la cosa sin que implicara transmisión de la
propiedad sino simple detentación.
El depositario tenía que abstenerse de usar la cosa objeto de depósito.
PIGNUS O PRENDA
La prenda es un contrato real, que supone la entrega de una cosa que
remite el deudor a su acreedor a título de garantía o seguridad.
El deudor supone una relación anterior de derecho.
La prenda se constituye por una deuda propia o ajena, con la
obligación de quien la recibe de conservarla y restituirla cuando el
crédito hubiera sido satisfecho. El elemento constitutivo era la datio,
que transfería la posesión.
LA VENTA
Es el acto por el cual una persona denominada “venditor”-vendedor-
se obliga a transferir un bien a otra llamada “emptor”-comprador-
mediante el compromiso de esta última de entregarle la propiedad de
una suma de dinero que se llama precio.
Existen dos obligaciones: una a cargo del vendedor y otra a cargo de
comprador.
La compraventa es un contrato bilateral perfecto ya que hace surgir
obligaciones con cargo de dos partes Elementos:
La cosa vendida. La cosa vendida puede ser un bien presente o futuro.
Se podía vender la cosa de otro.
El objeto de la compraventa podía ser cualquier cosa mueble o
inmueble, corpórea o incorpórea.
El precio. Consiste en dinero: sin él no hay venta de lo contrario sería
permuta.
ARRENDAMIENTO
Es el contrato por el cual una de las parte se obliga a pagar a la otra
un precio y ella, en cambio, a suministrar aquélla el uso y disfrute
temporal de una cosa, o a prestar determinados servicios, o a llevar
a cabo una obra.
DE COSAS. El contrato de locación de cosas podía tener por objeto
cualquier cosa mueble o inmueble, que no fuere consumible y,
también, el ejercicio de un derecho real sobre cosa ajena, como el
usufructo o la superficie.
La principal obligación del locador consistía en entregar la cosa al
locatario o ponerla a su disposición para que la usara de conformidad
con lo convenido, asegurando su disfrute durante el tiempo
establecido en el contrato.
DE SERVICIOS La prestación consistía en poner a disposición de otro
los propios servicios durante un cierto tiempo, a cambio de una
remuneración Tenía por objeto servicio de carácter manual análogo a
lo que prestaban los esclavos. Quedaban excluidos las profesiones o
artes liberales.
LA ENFITEUSIS Era el arrendamiento de un terreno que concedían
a perpetuidad los municipios a una persona mediante una renta anual
llamada pensio o canon.
LA SOCIEDAD La convención en virtud de la cual dos o más personas
los socios- se obligaban recíprocamente a poner en común ciertas
cosas, bienes o actividades de trabajo, para alcanzar un fin lícito de
utilidad igualmente común.
Existía una participación en las ganancias y en las pérdidas.
A falta de acuerdo, la distribución era igualitaria, cualquiera que fuera
la proporción de los aportes.
Las causas de extinción eran por muerte o capitis diminutio de alguno
de los socios.
DEL MANDATO
La convención en virtud de la cual una persona, el mandatario se
obligaba a cumplir gratuitamente el encargo o gestión encomendada
por otra - el mandante y que añadía al interés de éste o de un tercero.
El mandato se habría configurado como contrato en el periodo de la
República.
La característica de gratuito lo diferenciaba de la locación de servicios.
CONTRATOS INNOMINADOS
Son aquellos contratos que no entran en las cuatro clases de contratos
a los que el derecho romano no le había dado una denominación o un
nombre particular.
Se trata de una convención bilateral no clasificada entre los contratos
nominados.
CUASICONTRATOS
Los cuasicontratos se asemejan a los contratos pero no son tales,
porque le falta la convención, el acuerdo de las partes para producir
determinada obligación. Principales cuasicontratos
Gestión de negocios.- En un inicio se dieron por edicto del pretor, fue
una acción de buena fe, y supone un acto material, como por ejemplo
la reparación de un muro de la propiedad del ausente, la extinción de
un incendio o un acto jurídico o la defensa de un proceso intentado
contra otro. Son actos realizados sin acuerdo con la parte quien se
beneficia.
Indivisión.- La comunidad de bienes, que sea por herencia y sin pacto
de sociedad, establece entre los propietarios relaciones obligatorias
entre ellos sin su propia voluntad.
Enriquecimiento injusto.- El enriquecimiento injusto, es decir el hecho
por el cual una persona se enriquece a costa de otra sin base jurídica
o contraria al derecho, da al perjudicado una acción para recuperar lo
que injustificadamente perdió.
GENERALIDADES
DELITO: Es un hecho ilícito con carácter de falta, de donde nace un
daño y se origina la obligación de repararlo.
El Derecho romano consideró delito todo acto ilícito castigado por una
pena.
Se dividían en:
DELITOS PÚBLICO (CRIMINA)
Hechos ilícitos que atacaban directa o indirectamente al orden público,
la organización política o a la seguridad de Estado.
El derecho de intentar esta persecución estaba abierto a todo
ciudadano.
DELITO PRIVADO (DELICTA)
Eran todos aquellos hechos ilícitos que producían un daño a la
propiedad o a la persona de los particulares, pero que no turbaban
directamente el orden público.
DE LA NOVACIÓN
La novación es la sustitución de una antigua obligación por una nueva,
cambiando uno de los elementos de la primera, en este caso el
acreedor. Era necesario el consentimiento del deudor, quien debía
prometer el pago al nuevo acreedor. La nueva obligación extingue a
la antigua.
Para que existiera novación las partes deberían declararlo
expresamente.
DE LA ACEPTILATIO
Es un modo de extinguir las obligaciones creadas verbis. Consiste
como la estipulación, en una interrogación hecha por el deudor
conforme a la pregunta:
¿Tenéis por recibido lo que os debo? seguida de una respuesta del
acreedor: lo tengo por recibido.
DE LA CONFUSIÓN
La confusión como modo extintivo de obligaciones consiste en que
coincidan en una misma persona las calidades de acreedor y deudor,
por ejemplo como consecuencia de una herencia, en la que el deudor
fuera heredero del acreedor o viceversa.
DE LA COMPENSACIÓN
Se da cuando dos personas son recíprocamente acreedoras y
deudoras una de otra, en este caso las dos deudas pueden
extinguirse, como si cada deudor empleara lo que debe en pagarse lo
que le es debido.
Es la extinción simultánea de dos deudas hasta por su diferencia.
SUCESIONES
VÍAS SUCESORIAS
En el derecho romano había tres vías en materia sucesoria que son:
Vía legitima: que era la más débil de todas ya que esta se retiraba en
cuanto aparecía un testamento en otras palabras era aquella vía
sucesoria que se promovía cuando había muerto sin dejar testamento.
Vía testamentaria: esta vía era más fuerte que la legítima pero
también podía derogarse, si aparecía un testamento posterior y de
ahí la frase “el testamento posterior deroga al anterior”.
Vía oficiosa: era la más fuerte de todas ya que esta podía corregir lo
estipulado o previsto en un testamento, siempre y cuando dicho
testamento hubiera sido hecho de manera incorrecta.