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Utopías a la carta

1. Es evidente que Comenius no “inventa” ex nihilo un nuevo diagrama de


normas y explicaciones en el campo de la educación.

Previamente habían existido personas quienes hablaban de didáctica.


Comenius lo que logra es estructurar

2.- El paradigma de esta didáctica es saber acerca de la educación de la


infancia y de la juventud a través de una novedosa tecnología social: la
escuela.

La escuela funciona como un dispositivo para organizar a la sociedad. El niño


es reclutado por la escuela quien lo posiciona en lugar de niño pedagogizado,
ya que se dosifica el acceso al saber y haceres. Se trata de una tecnología
porque estructura a la infancia.

3. En la pedagogía moderna, es posible hallar dos dimensiones en la


formulación de utopías: una relativa al orden social y otra a la propia
actividad educadora.

El hombre posee la capacidad de ser educado y es necesario hacerlo ya que


se debe preparar al Hombre para vivir en sociedad. La única forma de crear
una determinada sociedad es educando al Hombre.

4. La utopía sociopolítica de la pedagogía posee un costado épico en el que


se narra cómo educar a los hombres en función de la sociedad del futuro,
pero también un costado disciplinador: en tanto totalizadora.

Se pretendía enseñar a todos, por eso se habla un ideal pansofilo de


Comenius. Ese ideal está relacionado a una sociedad donde todos concurren
a la escuela y los saberes circulen libremente y se respeten y reconozcan las
individualidades, en donde la pedagogía se adapte a las diferentes
necesidades, pero por otro lado, había un carácter disciplinador. Se partía
desde la base de que todos somos iguales, y se decía cómo había que educar.
5. Esta capacidad de homogeneización pedagógica arrasó con las
diferencias individuales existentes en las escuelas: cada uno debía ser
considerado como el todo y todos como si fueran uno.

Se partía desde la base de que todos somos iguales y quien no encajaba, era
excluido. Se pretendía arrasar con las diferencias individuales.

6. Se modificó el tono fuertemente disciplinador que guiaba y a la vez


establecía debidamente lo que era bueno, lo que era justo y lo que era
verdadero en la formación de niños y jóvenes y ha tomado una posición
definidamente light que tolera la convivencia de todas las teorías
educativas y sus respectivas utopías.

La pedagogía comienza a pronunciarse a favor de lo singular. Conviven


diferentes teorías educacionales, así como diferentes etnias, clases, géneros
encuentran un lugar donde convivir. Se deja atrás la búsqueda del disciplina
miento ideológico. La diversidad puede convivir en las instituciones
escolares.

7. De la utopía totalizadora de la pedagogía pasamos al reality show de la


exaltación de la diferencia, en el que cada uno tiene un lugar, no tal vez el
que pretendía, pero sí un lugar y no el destierro.

Todos tengan su lugar. Crece fuertemente la idea de que es la pedagogía la


que debe adaptarse para que el sujeto encuentre su lugar dentro de la misma
y no al revés.

8. Por eso el nuevo escenario a veces resulta desconcertante, porque la


crisis de las utopías sociopolíticas de la pedagogía trae aparejada la
posibilidad de conciliación entre los tradicionales antagonistas ideológicos,
quienes ya han dejado de disputarse una influencia monopólica sobre las
escuelas… ya no luchan a muerte. Mientras el viejo pedagogo moderno se
oponía a integrarse… pedagogo de la condición postmoderna de la cultura
opta por ciertos posicionamientos con tal de conservar su identidad.

Los pedagogos deben abandonar posiciones inflexibles para que su rol no


pierda importancia. Existen criterios opuestos pero no se anulan entre sí, sino
que se promulga el respeto y tolerancia entre las diferentes pedagogías. Se
busca el mejor modelo pedagógico.
9- Las nuevas modas pedagógicas ya no reemplazan a las viejas modas
preexistentes, conviven y se entrecruzan sin anularse…

Las nuevas y las viejas pedagogías conviven, se entrecruzan. No se trata de


elegir una postura pedagógica según una ideología/política determinada, sino
que se trata de elegir que es conveniente hacer en determinada situación, es
decir, la realidad es la que marca al actuar.

10- No se puede conseguir una sociedad más justa, una comunidad social
pansófica, consigámoslo al menos en las escuelas…

Ya que no se logró una sociedad igualitaria, se busca que la escuela alcance


su máximo de perfección. Este modelo sería uno libre de ideales y sin fisuras,
perfecto en su enseñanza.

11 No deben los pedagogos seguir con un compromiso político, se trata


ahora de un compromiso con lo diverso, con la singularidad, con las
minorías….

Los pedagogos se comprometen a realizar acciones que favorezcan al respeto


de la diversidad de una sociedad incierta. Dejan atrás la política, y se
focalizan en las personas.

12. Se trata del pedagogo que se asombra por la irrupción del nuevo orden
mundial, la fragmentación, la globalización y las nuevas tecnologías…

Se impone un nuevo orden social y se acaba el antiguo discurso pedagógico.


Ahora se desea un nuevo modelo de sociedad y hombre y un modelo
pedagógico adecuado a esos cambios.

13. Se consolida otra época más bien fragmentada, caótica e incierta…..

Se acaba el período en el cual el educador plantea modelos deseables de


sociedad y hombre. Se comienza a seleccionar métodos didácticos a la carta,
es decir, se seleccionan según la demanda de la realidad. No hay ideologías,
lo que importa es que las medidas funcionen correctamente.

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