abril 2009
14
Adhesivos para prótesis dentales
POR EL DR. SAMUEL D. AZZI D.D.S.
Clinical Associate Professor, Department of Prosthodontics
University of Lyon, School of Dentistry
L
as primeras referencias bibliográficas de los ad-
hesivos para prótesis aparecen en el siglo XIX,
pero su uso se remonta al siglo XVIII. Sin em-
bargo, la primera patente se otorgó en Estados
Unidos hasta 1913, pues los dentistas mantenían una ac-
titud negativa a su utilización. Es más, en 1945 apareció
un artículo donde se enumeraban las posibles razones
por las que se podrían usar, siendo una de ellas “cuan-
do el dentista es incompetente e incapaz de realizar una
prótesis correcta y ajustada a la boca”. A pesar de su po-
sible y extendida utilización entre la población usuaria
de prótesis completas, a lo largo de la historia muchos
dentistas han mantenido una actitud reticente y escéptica
sobre su indicación, uso y efectividad. En otros casos, se
ha considerado dentro del campo de los prostodoncistas
como un fracaso en la técnica de realización de la próte-
sis completa, entendiendo que si era necesaria, era por-
que la prótesis no estaba “bien hecha”. Sin embargo, los
laboratorios farmacéuticos han continuado su investiga-
ción, desarrollo y promoción, y la demanda por parte del
paciente sigue en aumento, aun a pesar de la creciente
aplicación de las técnicas implantológicas. Pero aún así
existen casos, como en personas gravemente inmuno-
deprimidas, patología tumoral terminal, reabsorciones
extremas del hueso residual, o sólo factores económi-
cos, en los que la prótesis completa convencional sigue
siendo la alternativa para su tratamiento.
A veces, los problemas biomecánicos de retención,
soporte y estabilidad, se encuentran en un diagnóstico
impreciso, en un diseño discutible y en una ejecución
del tratamiento insuficiente por parte del odontólogo.
En estos casos, el realizar de nuevo la prótesis según
la teoría y técnica adecuada, puede solucionar el pro-
blema. Pero en ocasiones, a pesar de efectuar un trata-
miento protésico correcto, las características del sustrato
sobre las que van colocadas, no permite un adecuado
comportamiento biomecánico, o al menos, no el que el
usuario desea. Siendo así, el paciente recurre en nume-
rosas ocasiones, con o sin la prescripción facultativa a
la utilización de mecanismos alternativos de retención,
como son los adhesivos para prótesis. En la actualidad
éstos son fabricados por casas farmacéuticas, y pro-
porcionan viscosidad y adhesividad cuando absorben
agua. Se comercializan en diferentes formas: polvo,
cremas o pastas, tiras y almohadillas adhesivas.
El término adhesión (del latín adhaesĭo, -ōnis
unión física) define la fuerza de atracción que mantie-
ne unidas moléculas de distinta especie química. Por
tanto, hablar del fenómeno de adhesión obliga a enten-
der la interacción entre las superficies adyacentes de
dos cuerpos, que pueden tener o no una composición
química diferente. La fuerza de atracción implicada se
debe a interacciones electromagnéticas producidas por
variaciones en la distribución de electrones en las mo-
léculas de las superficies enfrentadas. En odontología,
se clasifican las uniones interatómicas presentes en los
diversos materiales dentales en dos grupos:
a. Uniones de valencia primaria o uniones fuertes.
1. Enlaces iónicos, se dan en átomos en los cuales uno
cede y el otro gana electrones, pudiendo encontrar como
Prótesis bucal
ejemplos de estas combinaciones entre un metal con un
no metal a los cloruros, los nitruros y los óxidos de meta-
les, los cuales se denominan como materiales cerámicos
(silicatos, sulfatos, óxidos y fosfatos) siendo estos enlan-
ces iónicos los responsables de sus propiedades típicas.
2. Enlaces metálicos, como su nombre lo indica, se
dan entre elementos metales que se ionizan de forma
positiva. Como los átomos en estos materiales contie-
nen en su órbita exterior uno, dos o tres electrones dé-
bilmente ligados al núcleo, es muy fácil que éstos se
pierdan, formando una nube de electrones libres que
podrán actuar como un enlace de electrones comparti-
dos capaces de desplazarse con libertad por la acción
de un campo eléctrico.
3. De especial relevancia para el tema de adhesión
para prótesis dental total debe mencionarse el enlace
covalente, el cual también logra una configuración
electrónica estable al compartir electrones. Por ejem-
plo, cada átomo de hidrógeno tiene un solo electrón en
su capa exterior, si dos átomos de hidrógeno comparten
su electrón, se obtiene un par de electrones comparti-
dos, lo que representa la unión covalente entre los dos
átomos, con la cual se logra su neutralidad eléctrica.
Los hidrocarburos, es decir, aquellos que se compo-
nen de carbón e hidrógeno, forman una gran familia de
plásticos, presentando todos ellos este tipo de unión.
Por compartir electrones, pueden recibir cargas de
masticación sin fracturarse fácilmente, ya que tienen
la capacidad de deformarse y recuperar su forma al
eliminar la carga. Por estas razones son utilizadas en
odontología para fabricar diversas prótesis.
b. Uniones de valencia secundaria.
En esta denominación se incluyen las fuerzas débi-
les de enlace que actúan entre los átomos y las molé-
culas; dichas fuerzas se basan sobre efectos de dipolos,
y para que puedan manifestarse es preciso que los áto-
mos estén muy cerca uno del otro y que el cuerpo sea
sólido o líquido.
Existen dipolos fluctuantes y permanentes. Se for-
ma una molécula o un átomo dipolar cuando los cen-
tros de carga positiva y negativa no coinciden. Átomos
y moléculas simétricas sólo pueden formar dipolos
fluctuantes, llamados con frecuencia fuerzas de Van der
Waals, como los gases nobles en estado líquido, mien-
tras que las moléculas asimétricas, como las del agua,
forman dipolos permanentes y más fuertes (puentes
de hidrógeno). Los dipolos fuertes provocan mayores
fuerzas de enlace, y puntos de fusión y de ebullición
más elevados.
La fuerza de unión que existe entre las macromo-
léculas de los plásticos lineales (termoplásticos) y las
ceras es de tipo Van der Waals y nunca puede ser muy
fuerte. De la misma manera, cuando se aplica una carga
a ciertos líquidos espesos, se rompen las uniones débi-
les entre varias de sus moléculas y se tornan fluidos.
Este fenómeno se llama tixotropismo y se presenta en
cementos dentales con compuestos moleculares, como
el carboxilato de zinc y el ionómero de vidrio.
El término reología se emplea en física cuando se
explican fenómenos relacionados con el movimiento
atómico y molecular de sustancias cuya viscosidad de-
pende de la presión, temperatura etc., y tiene relación
directa con las uniones secundarias o débiles, que ya se
explicaron. En el campo de los adhesivos para próte-
sis dentales debe mencionarse además la propiedad de

viscosidad de un fluido en la cual el roce de unas mo-
léculas con otras, opone una resistencia al movimiento
uniforme de su masa; se aprovecha en odontología en
aquellos casos en que requieran materiales de diferen-
tes consistencias para ser manejados o manipulados sin
ocasionar derrames. Además cuanto más fuerte es la
energía de unión de una sustancia, mayor es su energía
superficial. En el caso del aceite, los átomos están más
separados (mayor energía) y por tanto se atraen menos,
por lo que la fuerza de gravedad impide que el sistema
adquiera una forma esférica. Aunque los términos ten-
sión superficial y energía superficial son sinónimos, el
primero se aplica a líquidos y el segundo a sólidos. En
odontología, para facilitar la adhesión, se necesita lo-
grar alta energía superficial de la estructura que se va a
unir y baja tensión superficial del líquido o adhesivo.
De manera simultánea, cuando se ponen dos su-
perficies sólidas y planas en contacto, no se logra una
adhesión completa porque aunque a simple vista parez-
can muy lisas, es casi seguro que en el nivel microscó-
pico sean rugosas y sólo entren en contacto las partes
altas (que constituyen un pequeño porcentaje del área
total). El problema se resuelve colocando entre las dos
un líquido que fluya hacia todas las irregularidades y
ponga así en contacto la mayor parte del área superfi-
cial. El líquido se llamará adhesivo, y la superficie só-
lida, adherente. La efectividad de la adhesión depende
de la capacidad del líquido para distribuirse en toda la
superficie del sólido. Esta capacidad recibe el nombre
de mojamiento y se ve influida por:
• limpieza de la superficie
• energía superficial del sólido
• tensión superficial del líquido
La superficie que será “mojada” por la sustancia
deberá estar libre de elementos que dificulten la distri-
bución homogénea de éste. Contaminantes de superficie
sólida serían por ejemplo, óxidos, polvo y grasa y en los
procesos odontológicos, sarro dentario, saliva y sangre.
Bien sabemos que la adhesión de una prótesis total
al paladar en un paciente desdentado se ve favoreci-
da por este fenómeno de mojamiento provocado por
la misma saliva. El ángulo formado por la superficie
mojada y la superficie marginal del líquido indica la ca-
pacidad de mojamiento de ese líquido adhesivo sobre
la superficie adherente en particular.
abril 2009
15
Mal mojamiento, mayor ángulo de contacto
buen mojamiento, menor ángulo de contacto.
En 1991, Shay describió el mecanismo por el cual
el adhesivo, una vez colocado en la boca, es capaz de
producir fuerzas retentivas que mantengan la prótesis
en su lugar. Según este autor el volumen del adhesi-
vo cambia al mezclarse con el agua, de 50% a 150%,
consiguiendo así rellenar el espacio existente entre la
prótesis y los tejidos.
El adhesivo absorbe el agua gracias a la atracción
que se produce entre sus aniones y los cationes de la
mucosa proteica tisular. Como la saliva aumenta la
viscosidad del adhesivo, se aumenta la fuerza que se
requiere para separar la prótesis de los tejidos.
La tabla que se anexa muestra las propiedades idea-
les que según la ADA, deben cumplir los adhesivos
para prótesis completas extraíbles.
Propiedades ideales de los adhesivos para prótesis
• Ausencia de toxicidad
• Buenas propiedades organolépticas
• No afectar el sentido del gusto
• Biocompatibilidad con la mucosa
• Capacidad de inhibición del crecimiento
de microorganismos adicional a la prótesis
• Proporcionar retención y estabilidad
• Preservación de la integridad de la prótesis
• Bajo costo
Como conclusión, valga decir que en la adhesión
de una prótesis total los vehículos adherentes son la
mucosa bucal y la prótesis misma, en tanto que el ad-
hesivo es la saliva, la humedad, o auxiliares con estas
características. Dentro de los principales ingredientes
que suelen constituirlos, y que incorporan muchas de
las propiedades mencionadas con anterioridad, pode-
mos encontrar poliox, la carboximetilcelulosa, sal par-
cial mezclada sódico-cálcica del poli (metilvinileter/
ácido maleico) y componentes inactivos formados por
mezcla de petrolato, aceite mineral, saborizantes y
colorantes artificiales.