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FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA


CON ÉNFASIS EN INGLÉS
Espacio académico: Ética y labor y docente:
Saray Daniela Díaz Arenas ​(20151165042)
Angie Carolina Sora Acosta ​(20142165038)
Andres Giovanny Ruiz (​20152165015)
Johan Nicolas Mayorga ​(20142165032)

Código deontológico de la profesión docente

Al optar por una profesión u ocupación, el individuo está aceptando todo tipo de normativas
que debe aplicar al momento de ejercerla. Entre estas normativas, existen unas que aunque no
estén totalmente explícitas, ejercen una influencia implícita basada en la ética general y que
deben primar al momento de tomar cualquier acción en el ejercicio de la práctica profesional.

“Pero la ética requiere de un aliado, que determine los parámetros o normas de


comportamiento en la sociedad, que afiancen los lazos de convivencia y armonía de sus
integrantes, promoviendo el respeto por el Ser del Otro, ese aliado es la moral, en principio,
un conjunto de creencias y de prácticas que se generan en cualquier sociedad humana con
objeto de mantener la supervivencia del grupo y de orientar la acción de sus miembros. La
moral es algo absolutamente necesario en la vida de las personas y de los pueblos”. (Martínez
Navarro, S/d).

Los profesionales en el área de la educación no son la excepción, ellos precisan de autonomía


y libertad de acción, dentro de unos límites claros en el campo de la ética y la moral. El
educador por su naturaleza humana, es un ser ético y moral, que en última instancia
determina el accionar de este ante la sociedad y su responsabilidad en la formación de las
nuevas generaciones, es de suponer que unas bases débiles en la formación ética profesional y
la moral cívica del docente tiene como consecuencia las malas prácticas educativas, falta de
compromiso y entrega en su quehacer diario.

Por lo cual, en aras de afianzar bases sólidas que permitan el ejercicio de la labor docente,
propondremos a continuación los diez mandamientos del profesional en educación, que a
nuestro parecer, se hacen imprescindibles en la práctica:

Artículo 1

Asumir siempre la obligación para con la sociedad, de regir su ejercicio profesional de


acuerdo a los principios éticos y disciplinares inherentes a la práctica docente.

Artículo 2

Siempre ser respetuosos, tolerante y abierto con ideologías políticas, religiosas o de otro tipo,
sin discriminación y sin distinción de género, nacionalidad, condición socioeconómica,
preferencias sexuales, edad o cualquier otra característica de las personas con las que se
relaciona profesionalmente .

Artículo 3

Evitar tratos preferenciales con los estudiantes, optando por una postura completamente
objetiva independientemente de las características o habilidades que ellos posean, la empatía
que haya, etc.; claro está sin dejar de destacar sus virtudes y corregir sus errores, pero
teniendo siempre como pilar principal la justicia, que determinará sus acciones y así mismo
será ejemplo para su clase.

Artículo 4

Mantener un trato de confidencialidad en cuanto a la información personal o familiar del


alumno, a la que ha tenido acceso el docente; es pertinente aclarar que se hace referencia a
evitar este tipo de revelaciones en la clase, es decir, con los demás alumnos, no
necesariamente con las directivas y padres de familia, pues es válido comentar este tipo de
información exclusivamente en caso de que la integridad física y mental del estudiante esté
en peligro.

Artículo 5

Actuar con integridad, es decir, comportarse de igual manera frente a sus alumnos, directivas,
padres de familia, e incluso cuando se encuentre solo, procurando que su obrar esté filtrado
por el velo de la honestidad y rectitud

Artículo 6

Implementar actividades que atiendan las necesidades de todos los estudiantes, teniendo en
cuenta la diversidad de cada uno de ellos, sus capacidades especiales y excepcionales, de
acuerdo con el Decreto 1421 de 2017 que se desprende de la Ley estatutaria 1618 de 2013,
que reglamenta la adecuación de un Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) que atienda a
toda la población educativa.

Artículo 7

Respetar todos los procesos, siguiendo el conducto regular, conforme a la ley 1620 de 2013 y
todos sus decretos reglamentarios, teniendo en cuenta que, como garante de derechos, debe
preocuparse principalmente por la seguridad de los niños, niñas y jóvenes que estén bajo su
responsabilidad.

Artículo 8

Desarrollar procesos investigativos dentro y fuera del aula, encaminados al mejoramiento de


su práctica y a la superación de debilidades que presente su institución educativa, basados en
una continúa formación.
Artículo 9

Propiciar espacios que fomenten la reconciliación el respeto y las buenas relaciones para que
la convivencia del grupo y la adecuada relación maestro- estudiante permitan proponer
actividades que involucren a todos con el propósito de desarrollar propiamente y en conjunto
con los estudiantes los contenidos académicos y alcanzar de esta manera los objetivos
propuestos para cada nivel.

Artículo 10

Ser flexible para poder generar dinámicas de intercambio de opiniones y evitar posturas
autoritarias que le impiden dialogar con los estudiantes y empoderarnos para que tengan un
rol activo dentro del proceso educativo y académico.

Conclusión

Como creemos firmemente que el ejercicio ético de la labor docente es un compromiso


pedagógico que no debe ser relegado al papel sino que debe ser desarrollado continuamente
para el beneficio de los estudiantes, hemos pensado estos mandamientos esenciales que
encierran unas conductas y procederes básicos que en su aplicación permiten la
transformación de las práctica docente en pro de los procesos de los estudiantes.

Así pues, coincidimos en todos estos puntos en que el docente debe cultivar una actitud de
justicia y trato igualitario para con sus estudiantes y específicamente procurar el contacto con
sus estudiantes y así establecer una adecuada comunicación con ellos y entre ellos a partir de
estas prácticas pedagógicas mencionadas.

Bibliografía:

Martínez Navarro, E. (S/d). La ética cívica como núcleo de la educación moral. S/d, 1-26

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