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PSICOMETRÍA
PRUEBA DEL DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA
(DFH)
WIDLÖCHER (1965). El dibujo es signo de la persona que lo realiza y signo del objeto (producción gráfica)
CAMBIER (1990). El dibujo es un objeto particular porque puede dar testimonio de una persona aun sin su presencia,
considera que su significación tiene influencia de lo social y/o cultural (contexto histórico-cultural).
1. El dibujo cuenta, a quien pueda comprenderlo, lo que la persona es en un momento dado, integrando tanto el
pasado como la historia personal.
2. El dibujo es la imagen del objeto, es una modalidad de la función semiótica, dibujar es expresar con marcas,
imágenes u otros signos, lo que en ocasiones no es posible decir con palabras. El dibujo tiene una función de
comunicación.
WALLON (1990) propone estudiar el comportamiento en conjunto del niño que dibuja. Propone el uso de hojas de
observación de la actividad grafica del niño: gesticulaciones, movimientos, miradas, movimientos corporales, estudio
de las palabras o de cualquier otro conjunto de conductas que permitan resolver interrogantes a propósito de la
realización de un dibujo y su significación.
Dibujo libre, el individuo expresa el mundo interno, la espontaneidad, rigidez, creatividad y destreza. Esto es, como se
percibe a sí mismo en relación con el ambiente.
Desde la aparición de pruebas proyectivas como técnicas de evaluación de la personalidad, han surgido instrumentos
gráficos entre los que destacan:
GOODENOUGH (1926) para evaluar la capacidad intelectual toma en cuenta los detalles, la proporción del dibujo, los
elementos que logra integrar y las dimensiones del mismo.
LOWENFELD (1947) propuso un enfoque de la evolución grafica en términos de estadios. Se definen de acuerdo con
la manera en que el sujeto aprende la realidad.
Los estadios que propone son:
1. Preesquematismo -garabateo y pintarrajeo- (4 a 6 años)
2. Esquematismo (7 a 9 años)
3. Realismo (9 a 11 años)
4. Seudorrealismo (11 a 13 años)
5. Diversificación -visual o táctil- (propia de la adolescencia)
CAMBIER (1990) dice que dibujar un monigote es representar lo que se es, es una imagen del yo y de lo que son los
demás. El dibujo expresa la personalidad del niño, revela además del nivel intelectual, la manera en que el niño
percibe el mundo externo e integra esto a su vida afectiva. El dibujo del niño es una especie de proyección de su
propia existencia y de la de los que lo rodean. El estudio de los dibujos del menor conduce a los problemas que para
él se plantean y permite conocer su historia personal y las situaciones que vive.
DOLTO (1984) Todo dibujo es una expresión, una comunicación muda, un decir para el otro o para sí. El dibujo libre
es el prototipo de la prueba proyectiva, por favorecer la expresión de las tendencias inconscientes, en ellos la
incitación a la actividad gráfica es endógena. Cuando se le pide al niño que dibuje una figura humana -pareciera un
estimulo estructurado- no se le dice cómo, no se le da un modelo a seguir, debe buscar dentro de su experiencia qué
tipo de persona, el sexo de quien dibuja, cómo colocarla dentro de la hoja, entre otros aspectos. Realizará la tarea
de manera rápida o lenta, presionando o no el lápiz, con trazos débiles o fuertes, haciendo un dibujo grande o
pequeño, enfatizando rasgos, poniendo objetos alrededor, o sin ningún detalle.
Lo que el niño dibuja obedece a una cadena de asociaciones intelectuales y afectivas que están en función de su
experiencia personal y también responden a un imperativo de comunicación entre quien realiza el dibujo y quien lo
observa (incitación exógena).
Esta prueba es una de las técnicas más valiosas para evaluar a los niños, ya que se vale de dos enfoques:
GOODENOUGH (1926) en su libro Medición de la Inteligencia por Medio del Dibujo”, presenta su prueba de la figura
humana estandarizada y validada.
FAY (1934) establece escalas de aptitudes graficas en relación con el desarrollo intelectual.
HARRIS (1963) en revisión de Goodenough, señala que la prueba mide madurez mental y no evalúa rasgos o
dinámica de la personalidad, por lo que al emplear este método es posible obtener el nivel de madurez conceptual.
Calificada a través de la técnica de Elizabeth Koppitz (1973), permite evaluar aspectos de la maduración
perceptomotora y emocionales. Tanto su aplicación como calificación son sencillas y rápidas. Se vale del dibujo que
en general es una actividad atractiva para los niños.
Según Koppitz (1973), es posible dar una significación tanto de desarrollo como proyectiva, a los indicadores que se
muestran en el DFH.
Koppitz (1973) desarrollo un sistema para analizar y tabular el DFH de 5 a 12 años como prueba evolutiva de
maduración mental y como prueba proyectiva de las preocupaciones y actitudes interpersonales de los niños. En
EUA diseño y estandarizo sistemas de calificación para ambos enfoques.
Una interpretación significativa de los DFH infantiles requiere un conocimiento tanto de indicadores emocionales
como los del desarrollo en cada nivel de edad.
Plantea la hipótesis de que los DFH reflejan el nivel de desarrollo y sus actitudes interpersonales; las actitudes hacia
las tensiones y exigencias de la vida y su modo de enfrentarlas, así como el estadio actual de desarrollo mental
además de sus actitudes y preocupaciones en un momento dado, lo que talvez cambie con el tiempo, gracias a la
maduración y la experiencia.
Propone 60 indicadores, 30 indicadores de desarrollo y 30 indicadores emocionales que deben evaluarse en el dibujo
de un niño. Se limita la prueba a un solo dibujo.
La vigencia de los indicadores del desarrollo propuestos por Koppitz se ha confirmado en investigaciones recientes
realizadas en otros países.
KOPPITZ Y DE MOREAU (1968), al comparar los indicadores emocionales del DFH de un grupo de 276 niños
mexicanos de clase baja en Guadalajara con un grupo de niños estadounidenses de clase baja, encontraron una
presencia mayor de indicadores emocionales en el grupo de mexicanos, lo cual atribuyeron a referencias culturales.
Algunos estudios señalan la importancia de los factores culturales en la evaluación del niño.
Los indicadores de Koppitz se han empleado en poblaciones muy diversas para estudiar tanto a niños con desarrollo
normal como libres de anomalías.
Estos estudios muestran que los indicadores desarrollados por Koppitz se usan en muchos países y se les reconoce
validez. Algunos estudios presentan resultados contradictorios. Esto quizá se deba a diferencias culturales en el
desarrollo, aunque también podría ser que en ocasiones la aplicación o calificación de los dibujos no fuera adecuada.
APLICACION DE LA PRUEBA
Individual o colectiva
Individual. Permite observar la conducta del niño y se obtienen dibujos más elaborados
El dibujo tiene un significado en la relación interpersonal del niño y el aplicador
El niño debe sentarse de manera confortable frente a un escritorio o mesa completamente vacía
MATERIAL DE LA PRUEBA
Hojas de papel blanco, tamaño carta
Lápiz del No. 2
Goma de borrar
CONSIGNA
“Quiero que en esta hoja dibujes una persona completa. Puede ser cualquier clase de persona que
quieras dibujar, siempre que sea una persona completa, y no una caricatura o una figura hecha con
palitos”
En el caso de los niños pequeños que muchas veces no pueden entender el significado de la palabra
persona se puede agregar: “puedes dibujar un hombre o una mujer, o un niño o una niña, lo que te guste
dibujar”
No hay tiempo límite, se puede borrar o cambiar el dibujo si el niño lo desea
Se debe observar la conducta del niño mientras dibuja, tomar notas de las características inusuales, la
secuencia de dibujo, la actitud del sujeto, comentarios espontáneos, tiempo empleado y papel utilizado.
Si queda insatisfecho con el dibujo, el niño puede empezar de nuevo en el reverso o en una hoja nueva.
No se debe permitir que se tomen modelos, se motiva a que sea un dibujo “sacado de su imaginación”
INTERPRETACION DE LA PRUEBA
Koppitz analiza los dibujos con base en dos tipos diferentes de signos objetivos:
Signos de la edad y maduración (desarrollo)
Actitudes y preocupaciones del niño (emocionales)
A demás del punto de vista clínico
Indicadores seleccionados como evolutivos, derivados del sistema de evaluación Goodenough-Harris (1963) y la
experiencia de Koppitz:
1. Cabeza
2. Ojos
3. Pupilas
4. Cejas o pestañas
5. Nariz
6. Fosas nasales
7. Boca
8. Dos labios
9. Oreja
10. Cabello o cabeza cubierta por sombrero
11. Cuello
12. Cuerpo
13. Brazos
14. Brazos bidimensionales
15. Brazos unidos a los hombros
16. Brazos hacia abajo
17. Codo
18. Manos
19. Dedos
20. Correcto numero de dedos
21. Piernas
22. Piernas bidimensionales
23. Rodillas
24. Pies
25. Pies bidimensionales
26. Perfil
27. Buena proporción
28. Ropa: una prenda o ninguna
29. Ropa: dos o tres prendas
30. Ropa: cuatro o mas prendas
CRITERIOS DE INDICADORES
Los indicadores del desarrollo esperados, son aquellos que se presentaron con una frecuencia de 86% o más en una
determinada edad. Una omisión indica inmadurez, retraso o la presencia de regresión por problemas emocionales
Indicadores excepcionales son los que aparecen en el 15% o menos en una edad determinada. Los evolutivos
excepcionales determinan una madurez mental superior al promedio.
Los comunes se presentan entre 51% y 85% en una determinada edad. No se consideran esenciales.
Los presentes entre el 16% y 50% se denominan frecuentes; ni la presencia ni omisión de estos se considera
importante para el punto de vista diagnóstico.
CONFIABILIDAD DE LA PUNTUACIÓN DE LOS DFH
Se estableció con la ayuda de la Dra. Mary Wilson. Se valoraron los DFH de 10 alumnos de segundo grado elegidos
al azar y de 15 niños derivado al psicólogo educacional por problemas de conducta aprendizaje
Se verificó la presencia de los 30 indicadores evolutivos y 38 emocionales. De 467 reactivos diferentes, 444, es decir
el 95% los asignaron ambas psicólogas; 23 el 5% se tabularon solo una u otra de las dos investigadoras.
En 10 de los DFH hubo perfecto acuerdo en la puntuación asignada, mientras que en 15 difirieron por solo uno de
dos puntos
De aquí se concluyó que la confiabilidad era adecuada
Koppitz en 1967 llevó a cabo un estudio para conocer el grado de correlación que podría existir entre el DFH, y el
consiente intelectual obteniendo con las pruebas de WISC y Stanford-Binet
La muestra estuvo constituida por 347 varones y niñas, entre 5 años, 11 meses y 12 años, 11 meses. Encontró que
las correlaciones variaron ente .45 y .80 en los diferentes niveles de edad con un nivel de significancia de .01
CALIFICACIÓN
Una vez obtenidos los indicadores de desarrollo correspondiente, el DFH se tabula de acuerdo a los siguientes
criterios:
Los totales de cada niño pueden interpretarse de acuerdo con los siguientes parámetros:
5 puntos Normal
2 puntos Bajo
1. SIGNOS CUALITATIVOS
2. DETALLES ESPECIALES
3. OMISIONES
Los indicadores emocionales reflejan las ansiedades, preocupaciones y actitudes del niño, deben cubrir los tres
criterios siguientes:
1. Deben tener validez clínica, ser capaces de diferenciar a los niños con problemas emocionales de los niños
sin problemas emocionales.
2. Deben ser inusuales y darse con escasa frecuencia en los niños con desarrollo normal que no son pacientes.
3. No deben relacionarse con la edad y maduración
1. Integración pobre de las partes: una o más partes no están unidas al resto de la figura o sólo las une una
raya.
2. Sombreado de la cara: sombreado deliberado de la cara incluyendo pecas o sarampión.
3. Sombreado del cuerpo, extremidades o ambos: significativo para varones desde los 8 años y niñas desde los
7.
4. Sombreado de manos cuello o ambos: significativo para varones desde los 8 años y niñas desde los 7.
5. Asimetría marcada en las extremidades: un brazo o una pierna difieren notablemente de la otra.
6. Figuras inclinadas: el eje vertical de la figura tiene una inclinación de 15 grados o más con respecto a la
perpendicular.
7. Figura pequeña: 5 cm o menos de altura.
8. Figura grande: 25 cm o más de altura.
9. Transparencias: se toman en cuenta las transparencias que comprenden las porciones mayores del cuerpo o
las extremidades.
Descripción de Omisiones:
2. DETALLES ESPECIALES
Cabeza pequeña
Ojos bizcos
Dientes
Brazos cortos o largos
Brazos pegados al cuerpo
Manos grandes o manos seccionadas
Piernas juntas
Genitales
Dibujo de mounstros o figuras grotescas
Dibujo espontáneo de dos o más figuras
Nubes, lluvia o nieve
3. OMISIONES
INTERPRETACIÓN CLÍNICA
Con el fin de analizar los dibujos infantiles desde el punto de vista clínico, Koppitz formulo 3 preguntas:
La interpretación clínica es individual y única. Para esto el psicólogo requiere tener conocimientos de:
1. Principios de la psicodinámica
2. Principios de la prueba
3. Psicología del desarrollo
Actitudes y conflictos
Un deseo
Ambas cosas
Bibliografía:
1. Esquivel, Heredia y Lucio (1994). Psicodiagnóstico Clínico del Niño. Editorial Manual Moderno.
México.