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com/2018/02/16/todo-lo-que-quieres-saber-sobre-portavoza-y-no-te-atreves-a-preguntar/
Espero que ya se vaya viendo por dónde voy: no todo nombre que
designe mujeres, niñas o hembras de animales tiene que marcarse
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Como señala Corbett (de quien tomo los ejemplos siguientes), hay
lenguas en las que el género de los nombres siempre es predecible
a partir del significado (digamos que la asignación de género es
puramente semántica). Por ejemplo en godoberi (una lengua del
Cáucaso) hay tres géneros (I, II y III): al género I pertenecen todos
los nombres que denotan seres racionales varones, al género II
todos los nombres que denotan seres racionales de sexo femenino
y al género III todos los demás. Así, cualquier palabra que denote a
una mujer será femenina, independientemente de su forma
morfológica y fonológica (recuérdese que esto significa simplemente
que inducirá a concordancia femenina). Las lenguas no suelen ser
tan simples y consistentes, incluso entre aquellas que solo usan
criterios semánticos. En archi (otra lengua caucásica) hay cuatro
géneros (I, II, III, y IV). Los dos primeros son como en godoberi:
machos y hembras racionales (o sea, humanos y deidades, etc.)
pertenecen a los géneros I y II, según el sexo. Al género III se
adscriben animales domésticos y salvajes adultos, insectos, seres
mitológicos, instrumentos musicales, cereales, árboles, fenómenos
acuáticos y fenómenos astronómicos y meteorológicos. Al género IV
pertenecen los nombres que denotan animales salvajes y
domésticos jóvenes, los animales pequeños, herramientas y objetos
de corte, ropas, metales, líquidos y nombres abstractos. La clave,
muy brumosa, parece ser que a III pertenecen los nombres que
denotan objetos concretos y grandes, mientras que a IV se asocian
los que no lo son.
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x con ‘hombre’ (o, por ejemplo, con Wilhelm Kempff). De hecho, los
pronombres personales (yo, tú, usted, me, te, etc., salvo lo, la y sus
plurales) suelen considerarse de la misma naturaleza que los
nombres comunes en cuanto al género (GDLE 2.4b): Me quedaré
tranquilo/tranquila. Como antes, parece más adecuado decir que
estos pronombres adquieren el género de otro elemento (en este
caso del referente) que decir que tienen los dos géneros.