la nuda vida; peso (signo evidente de que la biopolitica ha
traspasado un auevo'umbral) en las democracias modernas
5 posible decir pablicamente lo que los biopaliticos nazis no
se atrevian a decir
a0
7. BL CAMPO DE CONCENTRACION COMO NOMOS DE LO MODERNO
7.1. Lo que tuvo lugar en los campos de concentracion su
pera de tal forma el concepto juridico de crimen que con fre-
cuencia se ha omitido sin mis la consideracién de la esc
‘ura jurfdico-politica en que tales acontecimientos se produjeron.
FI campo es asf tan s6lo el lugar en que se realiz6 la mis ab»
soluta conditio inbumana que se haya dado munca en Ia tie-
sa: esto es, en Gltimo término, Jo que cuenta tanto para las
victimas como para la posteridad. Aqui vamos a seguir de ma:
nera deliberada wna otientacién inversa, En lugar de deducie
la definicion del campo de los acontecimientos que allftuvie-
zon lugar, nos vinos a preguntar mas bien: Qué es un cam-
po de concentracién? Cul es su estructura juridico-politica,
esa esructura que permitié que pudieran llegar a suceder acon-
onecimientos de tal indole? Todo esto nos conducira a conside-
rar el campo de concentraciéa no como un simple hecho his-
torico 0 una aberracion perteneciente al pasado (aunque to-
davia encontremos, eventualmente, situaciones comparables),
sino, en algin modo, como la matsiz oculta, el némos del e3-
pacio politico en que vivimos todavia,
‘Los historiadotes discuten si la primera aparicion de aqué-
Jlos se produce en los campos de concentraciones{sic] crea
ddos por los espaitoles en Cuba en 1896 para reprimir la insu-
rreccién de la poblacién de la colonia, o en los concentration
camps en que los ingleses amontonaron a los boers a princi
1pios de siglo; fo que importa es que, en ambos casos, se tra-
ta de la extension a toda una poblacién civil de un estado de
cexcepci6n unido a una guerra colonial. Es decir tales campos
no nacen del derecho ordinario (y todavia menos, en contra
de Jo que pudiera creerse, de una transformacién y un desa~
rrollo del derecho penitenciario), sino del estado de excep-
cion y de la ley marcial, Esto es todavia ins evidente en te-
ferencia a los Jager nazis sobre cuyo origen y regimen juridico
disponemos de buena documentacién. Es notorio que la base
juridica para el internamiento en ellos no era el derecho co-
tmiin, sino la Sebutzbay? (iteralmente: custodia protectora), una
instituel6n juridica de raigambre prusiana, que los juristas ni
zis clasifican en ocasiones como una medida de policia pre~
ventiva, en cuanto permitia ~poner bajo custodia: a determi-
nados individuos, con independencia de cualquier contenido
penalmente relevante, con el {nico fin de evitar un peligro pa~
ra la seguridad del Estado, Pero el origen de la Schutzbaft es-
té en la ley prusiana del 4 de junio de 1851 sobre el estado de
sitio, que en 1871 se extenci6 a toda Alemania (con excepcién
de Baviera) y, todavia antes, en la ley prusiana sobre la pro-
teccién de la libertad personal (Sebutzt der personlichen Fretbei)
del 12 de febrero de 1850, leyes ambas que se aplicaron de
forma masiva durante la Primera Guerra Mundial y tas los des:
6rdenes que se produjeron en Alemania con posterioridad a
1k firma del tratado de paz. Conviene no olvidar que los pri-
eros campos de concentracion en Alemania no fueron obi
del régimen nazi, sino de los gobiernos socialdemscratas, qe
no sélo en 1923, tras Ia proclamacion cel estado de excepcion,
internaron basindose en la Scbutzhafta millares de mili
tes comunistas, sino que crearon también en Cotbus-sielow
un Konzentrations Lager fiir Auslanider que albergaba, sobre
todo, a profugos judios orientales y que puede, en conse-
‘cuencia, ser considerado como el primer campo de interna
iniento de judios de nuestro siglo (aunque, obviamente, no se
trataba de un campo de exterminio).
Hl fundamento jusidico de la Schurzhaft era la proclamacién
del estado de sitio o del estado de excepci6n, con li corres-
pondiente suspension de los articulos de in Consticucién ale~
mana que gatantizaban las libertades personales, El art. 48 de
la ConstituciOn de Weimar rezaba, en efecto: -El Presidente del
Reich podré, cuando la seguridad y el orden piblicos se hallen
sravemente perturbadas 0 amenazaidos, adoptar las medicas ne
‘cesarias para el restablecimiento de la seguridad publica, con el
aunxilio de las fuerzas armadas si fuera necesatio, A este efecto
puede suspender temporalmente (ausser Kraft setzen) los de-
rechos fundamentales contenides en los aitculos 114, 115, 117
118, 123, 124 y 153. Desde 1919 a 1924, los gobiernos de Wei
mar proclamaron en diversas ocasiones el estado de excepein,
que, en algin caso, se prolongé hasta cinco meses (por cea
plo, desde septiembre de 1923 hasta febrero cle 1924). Cuando
los nazis tomaron el poder y, el 28 de febrero de 1933, pro-
mulgaron el Verordnung zum Schutz von Voll und Staat, que
suspendia por tiempo indefinido los anticulos de la Constitucion
referidos a las libertaces personales, la libertad de expresin y
reuni6n, la inviolabilidad del domicilio y el secreto de la co-rrespondencia y de las comunicaciones telefonicas, no estaban,
haciendo, en este sentido, otra cosa que seguir una praxis con-
solidada por los gobiemos precedentes.
Habfa, no obstante, una importante novedad. El texto del de
creto que, desde el punto de vista juridico, se fundaba implic
tamente en el art 48 de la Constituci6n todavia vigente y equi-
vali, sin dua, a una procamacién del estado de excepcién (los
articulos 114, 115, 117, 118, 123, 124 y 153 de la constitucion det
Reich alemén -establecia el pisrafo primero— quedan suspendi-
dos hasta nueva orden) no contenia, sin embargo, en ningin
unto la expresion Ausnbamezustand (estado de excepcion),
De hecho, el lecreto permaneci6 en vigor hasta el final del
cet Reich, que, en este sentido, ha podido ser eficazmente defi-
tido como una noche cle San Bartolomé que duré 12 aaos- (Dro-
bisch-Wieland, p. 26), Blestado de excepcion deja ast de referirse
‘a una situacion exterior y provisional de peligro real y tiende a
confunedirse con la propia norma. Los juristas nacionalsocialis-
‘us eran tan conscientes de la peculiaridad de tal situaci6n que,
‘con una expresion paradéjica, la definieron como un estado de
excepelén querido (einen gewollten Ausnabmezustand). A tra-
vs de la suspensién de los derechos fundamentales ~escribe
‘Werner Spohr, ua jurista proximo al régimen- el decreto da iu
‘gar a.un estado de excepeién querido con la vista puesta en la
realizacion del Estado nacionalsocialista (ibid, p. 28)
7.2, Ese vinculo constitutive entre estado dle excepcién y cam-
po de concentracién no debe sobrevalorarse si se pretend lle-
gar a una comprensi6n correcta de la naturaleza del campo. La
“proteccion: de la libertad que esti en juego en la Scbutzhajtes,
ironicamente, proteccién contra la suspensién de la ley que ca
racteriza la situacién de peligro grave. La novedad es que, aho-
ra, esta insttucion se desliga del estado de excepcién en que se
fundaba y se deja vigente en la situaci6n normal. El campo de
Concentracin es el espacio que se abre cuando el estado de ex-
cepciin empieza a convertirse en regla, Asi el estado cle excep-
ida, que era esencialmente una suspensi6n temporal del orde~
namiento sobre la base de una situaci6n real de peligro, adquiere
ahora un susirato espacial permanente que, como tal, se man:
tiene, sin embargo, de forma constante fuera del orden juridico
normal. Cuando, cn marzo de 1933, coincidienda con la cele~
braciéin de la eleccién de Hitler a canciller del Reieh, Himmler
decidié crear en Dachau un «campo de concentracién para pri-
‘sioneros politicos, éste fue confiado inmedliatamente a las SS y,
en aplicacién de la Scbutzbajt, questo al margen de las vegas
del derecho penal y del derecho penitenciasio, con las que ni
lentonces ni después tuvo munca nada que ver. pesar de la anole
Uplicacion de cieculares, instrucciones y telegramas a menudo
contradictorios, mediante los cuales, después del decreto del 28,
de Febrero, tanto las autoridades centrales del Reich como las de
los Zander trataron de mantener la aplicacion de la Sehutzbaft
en la nayor indeterminacién posible, se eecaleo de forma per-
rmanente su absoluta independencia de cualquier control judi-
dial y de toda referencia al ordenamiento juridico normal. Segtin
las nuevas concepciones dle los juristas nacionalsocialists Cen
primera linea entre ellos Carl Schmit) que indicaban como fuer
te primaria ¢ inmediata del derecho el mandato del Fibrer, la
Schutzbaft no tenia por lo dems necesidad alguna de un fun-
‘damento juricico en las instiniciones y en las leyes vigentes,si-
no que era «an efecto inmediato de la revolucién nacionalsocia-
lista @bid, p. 27). Por esto, es decir en cuanto los campos se
desartollaban en un espacio de excepcidn tan panicular, el jefe
de la Gestapo Diels pudo afirmar: "No existe ninguna orden ni
ninguna instruccién en el origen de los campos: éstos no haa si-
do instiwidos, sino que un buen dia estaban ahi (sie wurden
nicht gegriindet, sie waren eines Tages da (bid, p. 30)Dachau, como los otros campos de concentracion que se le
afadieron de inmediato (Sachsenbausen, Buchenwald, Lich=
tenberg) permanecieron pricticamente siempre en funciona
rmiento: lo que variaba era la densidad de su poblacién (que,
ten ciertos periodos, en particular entre 1935 y 1937, antes de
que empezara la deportacién de los judios, se recujo a 7.500
personas), pero el campo como tal se habia convertido en Ale~
‘mania en una realidad permanente.
7.3. Bs menester reflexionar sobre el estatuto paradéjico del
‘campo de concentracién en cuanto espacio de excepcién: es
tuna porci6n de terrtorio que se sitda fuera del orden juridico
normal, pero que no por eso es simplemente un espacio exte-
rior. Lo que en él se excluye, es, segiin el significado etimol6-
gico del término excepei6n, sacado fuera, incluido por medio
de su propia exclusion, Pero lo que de esta forma queda in-
corporado sobre todo en el ordenamiento es el estado de ex
cepcién mismo. En efecto, en cuanto cl estado de excepcién
cs
fo en bomme du peuple, barrio popular, front papuaire) Incl eli
fs poop, que tiene un Sendo mus incferencisdo, conser, emer,
cl significado de ordinary peopl en opesicion 2 los Hcos y aa nobler
Tn Iz Consitucion nomteamericana se le at, sin detinciin de condi
res, We people of the United States. pero cuando Lincoln en el ds
cu de Getisburgh,invocd un Goresnient af the people bythe peo
ple forthe peopl, la repeticion contrapone implicitamente el pent
pueblo al cue, Hasta qué punto esta ambigiedad Fue también esencia
forante la Revolucion fancesa (es deci precisamente en el momento en
que se reivindica el principio dela soberania populin es algo de lo qve
«da buen testimonio Is faneion decisiva que desarolS en ella la comp
sion por et pueblo, entencldo como clase exclu. H, Arent ha reco
dda que a misma defnicién del vocab naci dela compas lt
ino lg 2 ser sinnimo de deers inflict: pepe les merece
mplaudisent como acosumbraba a decir Robespiene; fe peuple 1ouours
smalberes, como hasta el mismo Sivas, wna ce ls Figur
rentals y mis hicklas de Ia Revolucion cer. (Arendt I, p. #3). Pero ys
‘en Bodin, en un sentido puso, en el eaitlo deb Ripubliquees ch que
s define la Democracia, 0 Bat popular, el concep es doble: el peuple
en corps como ilar de In saber, iene su contrapartida en el ment
euple al que el buen sentido aconsea exclu del poder politico
‘Una ambignedad semantics tan cfu y consante no puede se
sual: dene que ser el rellejo de wns anfibologiainherente a a natura
yl funcién del concepto -poeblo- en it politica accidental. Todo suce-
Ae, pues, como si es0 que llamamas pueblo fuera en realidsé, no un sueto unitaro, sno una oscilcion daletica entre dos poles opiestos: por
‘ana parte, el conjunto Pueblo como cuerpo politico integral, por om, el
subconjuta pueblo coma mltipicida fragmeataria de cuerpos menes
terosos y excidos, en el primer caso una inchioa que pretende no de
Jar nada fuera, en el segundo una exclusion que se sabe sin esperanzas,
cen in extrem, el Estado total de los ciudad integrats y soberancs, en
lotto el coto vedado (Bardia) -come de los milagros o-campo de re-
tlusion=de los miserable, de os optimidos, de los vencidos. Ea este se:
‘ido no existe en parte alguna un referente Gnico y compaco de sem
‘a pueblo como muchos concepts palcas fandamentales (similares en
esto a los Undortede Abel y Freud o la relaciones jerirqucas de Du
‘ond, pueblo es un concepto polar, que Indica un doble movimiento y
‘una comple relaciin entre dos exremos. Peo esto significa también,
‘que la constkuclon de Ia especie humana en un cuerpo politica se real
‘za por medio de uns escisi6n Fundamental y que, en el coacepto “pu
bor, podesas recone sn difcltades as pares categorales que, co
‘no hemos visto, deinen fa estructura poles original: mda vida (pub!)
‘yexistencia politic (Pueblo), exclusion ¢ inclusion, 222 y bes El -pue
‘lo, pues, leva ya siempee consigo Ia fracrura biopolics fundamental
To que no puede ser incuido en el todo del que forma parte y Io que
no pute perenccer al conjunto en el que est ya incluldo siempre. De
qu ls apo y las conradiciones a que da ugar cada vez que es evo
Cao y puesta en ego ea ls excena dela politica. Es aquello que ya exis-
te sempre y que, sin embargo, debe ain selizarse; es la fuente pura de
toca identi pero que debe redeinise y purfiarse permanentemente
por medio de a excisit, la lengua, la sangre o el temtori, O bien, en
polo opvesto, es lo que se fala por eseacia a si mismo y cuya reaiza-
‘66 coincide, por es, con la propia abolicién: es lo que para ser, debe
proceder, por medio de 1 opuesto, a la negacion de si mismo (ale aqut
les uporiasexpecfcas del moviniento ober, que se diige al pueblo y,
Al mistmo tempo, dende a su abolicon. Estandane sangrento dela reac-
‘Gin enseaia negra de las revoluciones y de los Fentes populares, se-
‘in los casos, et pueblo contiene en todo caso una escisién que es mis
oviginaria que la de amigo-enemigo, una gens chil lncesante qu le dl
ide ms adicalmente que cualquier caf y, ala ve, fe matient uni"
do y le constnuye mas sélidamente que cualqule identi. Bien visto,
hasta es0 que Marx lama luchs de cases y que, a pesar de peemanecer
sustancialmente indefinido, ocopa un lugas tn ceatal en 8 penser
"0, no es otra cosa que esa guerra intestina que divide a too pueblo y
‘que s6lo tend fin cuanéo, en la sociedad sin clases 0 en el teino me
siénico, Pueblo y pueblo coincldan y no hays ya, propiamente, pueblo al-
une,
Si 650 5 certo, sl pueblo consene necessvamente ens ntti a
fracua biopolica cent, seréentonces posible leer de una manera ne
va algunas pignas desiva de a historia de musta siglo. Porgue, sl bien
ces verdad que la lucha enge los dos pueblos: a tendo lugar desde sie
pre, ta lucha ha sufida en questo tiempo wa Skim y paonsica ac
leracia. fn Roma la escison interna de pueblo estaba sanconad jor
‘icamente por la clara divisin entre papuutusy pbs, cada no de los
cuales tena sus propias instzuciones ¥ sus propies magistrados, del mie
‘ma forma que en el Medievo, I dstiscén entre el pueblo baja (pgpala
minuto) yel pueblo ako (papolo grass) respond tuna precisa artes
idm de diverss ares y ofices; peo cuando, a partir de Ia Revolucién
Francesa, el Pueblo se converte en depositaro Gnico de la sober, 1
pueblo se wansforma en una presencia embura205, la misery lex
usin aparecen por primera vez como un escindalo intolerable en ci:
Auler sentido. En la Edad Moderna, esses y exchasion na son slo com
ceptos econdmicos 0 sociales, sino citegorts eminentemente polices
(God el ecanomicismo y el s0calisno- que parecen éominar la politica
moderna tienen, en realidad, we significado politico, inclisobiopolticol
nesta perspeciva, nuestra tempo no es ot cosa qu e katentn
placable y metédico~ de calmat la escisin que divide sl pueblo y de po
ner término de forma radical als exisencis de un pueblo de exelios,
neste intenco coincden, sein modalidades diversas y dese ditintox
Inovizontes,dereca e inquieda. paises eaptalsas y paises socials. un
dos en el proyecto -vano en Sima instania, pero que se ha realizadopascialmente en todos los pales ndvstriallados- de produce un pueblo
uno e indviso. La obsesin del desarrollo es tan eicaz en questo tlem-
porque cotncde con el proyecto biopoltico de productr un pueblo
si facts,
lexterminio de los judios en la Alemania nazi adquiere, a etal, un
sigoiicado radialmente nuevo. Bn cuanto pueblo que rechaza integrase
cen el cuerpo poliico nacional (de hecho se sspone que cualquier asim
lacion por su parte slo es, en rig, simulada), os jis som los repre-
Ssentantes por excelenca y case simbolo viviente del pueblo, de esa nu-
cla vis que la modernidad crea necesarlamente en su interior, pero cya
presencia ao consigue talerar en modo alguna. Y en ia nitida Furia con
{que el Volbalemén,representante por exceleacia del pueblo como cue:
po poltico integral, ata de elimina para siempre a los judi, debemos
Ver ls fase exuema de la lucha inestina que dive a Pueblo y pueblo,
Con a solucién final Que incluye también, y 80 por azar, alos gitanos ¥
2 owas no letegeables, el nazismo busca oscua e ladulmenteliberar la
ceacena politica de Oceidente de esa sombra intolerable para produce f
ralmente al Yoltalemsn como pueblo que hx colmado la facturabiopo-
lies orginal (por esto los jefes nazis epiten de forma tan cbstinada que,
climinando a judies y gan, también estin trabajando, en verdad, para
los demas pueblos europeos)
Parafaseando el postulado frevdiano sobre la eelacién entre Bse Ich,
se poxkia dels que Ia biopolitica moderna ext regda por el principio se
sgn el cusl af donde hay nuda vida, debe advenis un Pueblox a cond
6, empero, de sfiadirinmediatsmente que este principio vale tambien
en la formula iverst, que esablece que sali donde hay un Pueblo, debe
advenir la mica vides La fractura que se crea haber colmado eiminando
Al pueblo G los judios que son ss simbolo), se reproduce asf nuevamen-
‘c,transformando 2 todo el pueblo alemén en vide sara consagrada ala
muerte y en cuerpo biologico que debe ser infntamente purificado (el
rminando @ ls enfermos mentales ya los poradores de enfermedades he-
reditarias). ¥ de manera divers, pero andloga, hoy el proyecto democri-
Uico-aptalita de poner fin, por medio del desaell a a existencia de
clases pobies,no s6lo reproduce en su propio seno el pico de os wx
luldos, sino que transforma en nuda vida a tds ns pablacions del Ter
‘cer Mundo. Slo una politica que sea capaz de supers a excision biog
lca fundamental de Oceidente pode detener esa oscilaclon y poner fa
ala guetra cv que divide 2 los pueblos y ls ciudades de ater,