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Ariel Ariza
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Resultaría inabarcable enumerar los aportes doctrinarios que se fueron produciendo en relación a la
influencia de la inflación y las devaluaciones de la moneda nacional sobre el principio nominalista. Sin
embargo, una mención meramente ejemplificativa de cómo la doctrina ha respondido a cada uno de los
estos momentos económicos nos impulsa a mencionar: CASIELLO, Juan José “Desvalorización
monetaria”, Depalma, Bs. As., 1961; ZANONI, Eduardo “Revaluación de las obligaciones dinerarias
(indexación)”, Astrea, Bs. As., 1977; MOISSET DE ESPANES, Luis - PIZARRO, Daniel –
VALLESPINOS, Gustavo “Inflación y actualización monetaria”, Universidad, Bs. As., 1981; MOSSET
ITURRASPE, Jorge “Desequilibrio sobreviniente con base en el congelamiento del dólar” J.A. 1981-IV-
549; idem. “Desagio. Algunas situaciones especiales”, J.A. 1985-IV-727; ALTERINI, Atilio Aníbal “El
austral (decreto 1096/85): unidad de cuenta y medio de pago. Cuestiones resueltas y cuestiones
pendientes”, L.L. 1985-C-1074; ALTERINI, Atilio Aníbal “Desindexación. El retorno al nominalismo”,
Abeledo Perrot, Bs. As. 1991; BUSTAMANTE ALSINA, Jorge “Las obligaciones de dar sumas de
dinero luego de la ley 23.928”, L.L. 1991-C-1027; MOISSET DE ESPANES, Luis (coordinador)
A.A.V.V: “Convertibilidad del austral. Estudios jurídicos”, 4 tomos., Zavalía Editor, Bs. As., 1991;
ALTERINI, Atilio Aníbal “La Corte Suprema y la tasa de interés: ¿de un quietus a un mobilis?”, L.L.
1994-C, 801.
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Bueres y Mayo han dado en denominarlas como “vicisitudes del nominalismo en la Argentina”, en
LAFAILLE, Héctor “Derecho Civil. Tratado de las Obligaciones”, con colaboración de Alberto J. Bueres
y Jorge Alberto Mayo, T. II, La Ley – Ediar, Bs. As., 2009, pág. 334. En sentido semejante CAZEAUX,
Pedro – TRIGO REPRESAS, Félix “Derecho de las Obligaciones”, 4ta. Edición aumentada y actualizada
por José M. Cazeaux, T. II, La Ley, Bs. As., 2010, pág. 219 y sgtes. PIZARRO, Daniel Ramón –
VALLESPINOS, Carlos Gustavo “Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones”, T. 1, Hammurabi,
Bs. As., 1999, pág. 375 y sgtes.
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dado por la aspiración de no favorecer ni auspiciar la reiteración de contextos
inflacionarios o hiperinflacionarios que tuvieron a la actualización monetaria como
uno de los remedios jurídicos más habituales. En qué medida la cultura jurídica de
la actualización monetaria pudo haber significado un obstáculo más a los fallidos
“planes económicos” que no encontraron las reglas para estabilizar la inflación a
niveles aceptables es algo que sigue siendo objeto de posiciones encontradas3.
Sin embargo, lo que hay que dejar en claro es que aquellos esfuerzos jurídicos en
pro de reconocer mecanismos de actualización se correspondieron con las
expectativas del conjunto de la sociedad que en modo alguno veía en el
nominalismo a ultranza un criterio justo para la composición de sus conflictos4.
La vigencia del nominalismo en estado puro en nuestro país ha sido
excepcional puesto que, en tanto ha aparecido alguna crisis económica que
condujo a la devaluación o se incrementaron los índices de inflación, el principio
fue objeto de matizaciones que lo llevaron en la década del ochenta hasta un
virtual ocaso. Por ello, no hay una esencia nominalista que sea reconocible como
tal, sino distintos períodos de su vigencia, en los que la regla sigue siendo la
liberación del deudor dando la cantidad nominal expresada en el título, con las
variables y excepciones que imponen las circunstancias económicas.
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caso la Corte, en un escenario de aumento gradual de la inflación anual, consideró
de manera indirecta la vigencia y perduración de la prohibición de aplicación de
mecanismos de actualización contenida en el art. 10 de la ley 23.928 (modif. ley
25.511).
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inconstitucionalidad relativa que implica que para algunas relaciones jurídicas la
prohibición de indexar puede resultar inconstitucional y para otros no, según se
hayan podido instrumentar mecanismos útiles para corregir la desvalorización más
allá de las fórmulas indexatorias7. En cambio, Barrera Delfino8 y Dalla Vía9
adhieren al criterio asumido por la C.S.J.N. al entender que se orienta a la
preservación del valor de la moneda y de la salud de la economía. Por nuestra
parte, adherimos también a la solución propiciada por la Corte nacional, en el
entendimiento de que la existencia de mecanismos de recomposición indirectos
justifica aún que no se deje de lado por completo la regla nominalista, aceptando
cierta flexibilización de principio.
4
El criterio de la Corte expresado en “Massolo” había merecido ya
recepción en la jurisprudencia al recordarse la vigencia de la prohibición de
indexación de deudas dinerarias en la causa “Yacimientos Petrolíferos Fiscales
S.A c. Loustau, Martha B. y otros” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil y Comercial Federal, sala I, del 22.6.200410.
10
L.L. 16.2.2005, pág.
11
El art. 86 del Código Europeo de Contratos referido al tema “cumplimiento de las obligaciones
pecuniarias”, en su apartado 3. expresa: “Si una deuda pecuniaria debe ser pagada en un momento
posterior a aquél en que ha nacido, el deudor, salvo pacto contrario o diverso, está obligado a satisfacer al
acreedor intereses compensatorios sobre dicha suma en la medida convenida por escrito entre las partes, o,
en defecto de acuerdo en la medida prevista en el art. 169, apartado tercero. Además, cuando la
sobrevenida devaluación de la moneda conlleve una pérdida del valor del a misma superior al cincuenta
por ciento en el momento del vencimiento de la deuda, respecto del momento en que ha nacido, el deudor
está obligado, salvo pacto en contrario o diverso, a pagar al acreedor que no esté retrasado en el
cumplimiento de su obligación, una suma ulterior, respecto de la que corresponde al valor nominal, a
calcular de conformidad con lo previsto en el art. 169 apartado 4”, “Código Europeo de Contratos” , trad.
José Luis de los Mozos y Carlos Rogel, Academia de Pavía, Temis – Ubijus – Reus – Zavalía, 2009, pág.
66.
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indirectos.
La doctrina nacional, en distintos momentos en que las circunstancias
económicas lo hicieron necesario, fue dando forma a un verdadero acervo de
mecanismos de recomposición12 cuya posible aplicación merece ser considerada
en particular:
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Nación Argentina regirá desde la sentencia de primera instancia en adelante,
fijándose para el período anterior una tasa de interés anual pura. Dicho criterio,
adoptado, por la mayoría de las Salas de la Cámara Nacional Civil18, resulta
consonante con los principios de realismo económico que llevan a descartar
mecanismos de actualización -por los períodos en que legalmente se admite su
reconocimiento- y de cálculo de intereses que distorsionen los valores
comprometidos en el juicio o conduzcan a resultados irrazonables19.
7
Otra posibilidad con que cuentan los particulares a la hora de establecer
mecanismos de protección contra la desvalorización de la moneda en los
contratos de duración consiste en la fijación del precio escalonado, es decir
determinar un precio que -vgr.- sufre un aumento fijo en períodos semestrales o
anuales. Este mecanismo implica una previsión anticipada por parte de los
contratantes de la estimación inflacionaria por el período de duración del contrato,
lo que determina que esta alternativa pueda verse sometida a algún desajuste si
no se tuvieron en cuenta todas las variables o si acontece una modificación de los
parámetros económicos.
23
Sostuvo Alterini, “El deudor debe el valor correspondiente y, el acreedor tiene derecho a estar, cuando
recibe el dinero que lo representa, en situación de proveerse los bienes a los que corresponde dicho valor,
para ello lo determinante es -va de suyo- el valor actual y no uno histórico”; ALTERINI, Atilio Aníbal
“Desindexación”, cit., pág. 135.
24
CASIELLO, Juan J. - MENDEZ SIERRA, Eduardo Carlos “Deudas de dinero y deudas de valor.
Situación actual”, L.L. 2003-E, 1282.
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la misma puesto que todos los débitos que no se hallan liquidados y determinados
en una precisa cantidad de pesos quedan excluidos del alcance del art. 7 de ley
23.928 y podrán ser liquidados respetándose o conservándose la aptitud
patrimonial que tuvieran ab origine25.
En rigor de verdad, esta subsistencia y autonomía de la obligación de
valor por fuera de la prohibición de indexación, no ha tenido aún aplicaciones
cuantitativamente importantes. En consonancia con el criterio de la C.S.J.N. que
ha reforzado la vigencia de la prohibición de actualizar puede decirse que el
campo de actuación de la categoría de las obligaciones de valor se encuentra
principalmente comprendido por las obligaciones alimentarias. Si la praxis judicial
se ve obligada a recurrir a las reglas propias de las obligaciones de valor en un
mayor número de casos, eso indicará que las circunstancias tenidas en cuenta en
el caso “Massolo” -que sirvieron de sustento a sus criterios-, se habrán
modificado, produciéndose un vaciamiento de contenido del principio nominalista.
e) Cláusulas de renegociación
La renegociación constituye una conducta contractual que procura el
encauzamiento de una relación ya establecida, afectada por la modificación de
circunstancias sobrevinientes26. Este deber u obligación contractual está orientado
a la celebración de un nuevo acuerdo que como tal puede traducir de diferente
manera el interés de las partes, dando origen a una obligación de hacer, cuya
imputación debe medirse con las pautas de las obligaciones de medios y con
parámetros de razonabilidad en las posiciones. Las partes en orden a superar una
contingencia habida en alguna de las prestaciones pueden modificar otros
aspectos del contrato para compensar los intereses. Las partes, en síntesis, están
“recontratando”.
Respecto de las fuentes de la obligación de renegociar, la principal cabe
reconocerla en las cláusulas contractuales que expresamente la admiten
(cláusulas hardship), encontrándose una fuente menos frecuente en la ley y en el
principio general de buena fe.
Las cláusulas de renegociación constituyen un instrumento de gran utilidad
para afrontar la contratación en el presente contexto de incertidumbre inflacionaria.
Las partes deben definir el supuesto de hecho que dará lugar al proceso de
renegociación o de adaptación. Entre estos supuestos de hecho pueden admitirse
el aumento del precio por un valor mayor de tanta cantidad o en un porcentaje que
se define con relación al precio de otro bien. La reducción en determinados
aspectos de la rentabilidad tomada en cuenta por las partes, el incremento de los
25
TRIGO REPRESAS, Félix “El régimen de la ley 23.928 y sus modificatorias, la situación económica
actual y posibles 'remedios' protectivos”, cit., pág. 160.
26
Ariza, Ariel; Frustagli, Sandra “La renegociación del contrato”, J.A. 1992-III, pág. 665.
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costos o la modificación del marco impositivo del contrato pueden ser otros
factores que se contemplen en forma expresa para la renegociación. También es
factible que se incorporen causales de renegociación que tomen como referencia
las condiciones patrimoniales del deudor relativas a la actividad económica a la
que él esta vinculado. En las cláusulas de renegociación puede incorporarse un
procedimiento de para ordenar la secuencia de las tratativas y, en particular, el
requisito de que la petición de haga fundadamente. Las partes pueden convenir
que el pedido de renegociación de lugar a la suspensión de los efectos del
contrato por un período limitado. También hay que tener presente que el
incumplimiento de la obligación de renegociar puede dar lugar a indemnización de
daños y perjuicios.
No obstante, cabe subrayar que los márgenes de indeterminación de estas
cláusulas se encuentran fuertemente limitados en los contratos de consumo. Las
posibilidades de incluir cláusulas que otorguen cierto margen de flexibilidad al
elemento precio en los contratos de cambio y de duración, resulta limitada en los
contratos de consumo. Cabe recordar que en los contratos de consumo está
presente la nota de la predisposición contractual de las condiciones generales del
contrato. Conforme al régimen de la ley 24.240 tales cláusulas generales se
encuentran sujetas al control judicial de su contenido (art. 37, ley 24.240).
10
consecuencia de la desvalorización de la moneda27.
27
Conf., aplicando un criterio de revisión basado en el abuso del derecho C.Nac.Civ., Sala L, 11.2.2009,
“Las Moras c/ Arcos Dorados S.A.”, L.L. on line, AR/JUR/511/2009.
28
Resulta oportuno recordar que el nominalismo post-convertibilidad que se preserva en la causa “Massolo”
convive aún con un conjunto de obligaciones pesificadas que son sometidas a mecanismos de
recomposición (aplicación de coeficientes o método de recomposición admitido por la C.S.J.N. en las
causas “Rinaldi”, “Longobardi” y otros). Por tanto, difícilmente podría considerarse puro cualquier
principio obligacional que coexista aún con la heterodoxa normativa de emergencia.
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