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Los científicos intentan explicar el origen del Universo con diversas teorías,
apoyadas en observaciones y unos cálculos matemáticos que resulten coherentes.
Las más aceptadas son la del Big Bang y la teoría Inflacionaria, que se
complementan entre si. Teoría del Big Bang
La teoría del Big Bang o gran explosión, supone que, hace entre 13.700 y 13.900
millones de años, toda la materia del Universo estaba concentrada en una zona
extraordinariamente pequeña del espacio, un único punto, y explotó. La materia
salió impulsada con gran energía en todas direcciones.
Los choques que inevitablemente se produjeron y un cierto desorden hicieron que
la materia se agrupara y se concentrase más en algunos lugares del espacio, y se
formaron las primeras estrellas y las primeras galaxias. Desde entonces, el Universo
continúa en constante movimiento y evolución.
Esta teoría sobre el origen del Universo se basa en observaciones rigurosas y es
matemáticamente correcta desde un instante después de la explosión, pero no tiene
una explicación admisible para el momento cero del origen del Universo, llamado
"singularidad".
Teoría inflacionaria
La teoría inflacionaria de Alan Guth intenta explicar el origen y los primeros
instantes del Universo. Se basa en estudios sobre campos gravitatorios fortísimos,
como los que hay cerca de un agujero negro.
La teoría inflacionaria supone que una fuerza única se dividió en las cuatro que
ahora conocemos, produciendo el origen al Universo.
El sol:
es una estrella de tipo-G de la secuencia principal y clase de luminosidad V que se
encuentra en el centro del sistema solar y constituye la mayor fuente de radiación
electromagnética de este sistema planetario.5 Es una esfera casi perfecta
de plasma, con un movimiento convectivo interno que genera un campo
magnético a través de un proceso de dinamo. Cerca de tres cuartas partes de la
masa del Sol constan de hidrógeno; el resto es principalmente helio, con cantidades
mucho más pequeñas de elementos, incluyendo
el oxígeno, carbono, neón y hierro.
Los planetas
Cinturón de asteroides
Cometas
Los cometas son cuerpos cuya órbita es una elipse muy alargada e inclinada
respecto a la eclíptica. Su diámetro rara vez supera el kilómetro, por lo que sólo son
visibles si se acercan a nosotros.
Están constituidos, en gran parte, por gases congelados. Son "bolas de nieve sucia".
Al acercarse al Sol, una parte se evapora, y el cometa deja tras de sí una estela; la
cola. El cometa se desgasta poco a poco, para desaparecer después de pasar unas
cuantas veces cerca del Sol.
Meteoritos
Planeta interior
Los planetas interiores son los cuatro planetas más cercanos al Sol, es
decir: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Son pequeños y de densidad elevada (3-
5 g/cm³) principalmente por materiales transparentes y rocosos con una estructura
interna bien diferenciada y con un tamaño similar. La composición isotópica de
estos cuerpos y su densidad variable (mayor en Mercurio y menor en Marte) ofrecen
importantes pistas sobre la formación del sistema solar. Los cuatro tienen
superficies sólidas con los tres últimos poseyendo también una atmósfera. El
estudio comparativo de los cuatro planetas permite estudiar la
evolución geológica en un contexto más amplio que el de únicamente la Tierra.
Más allá de la órbita de Marte se encuentra el cinturón de asteroides una región
del Sistema Solar en la que se encuentran abundantes asteroides que no llegaron
a formar nunca un planeta.
Desde el punto de vista astronómico en cada uno de lo planetas más interiores
Mercurio y Venus poseen elevados ángulos de fase y tanto él, como Júpiter,
presentan un elevado movimiento retrógrado en su movimiento aparente observado
desde la Tierra. Los planetas interiores giran lentamente sobre sí mismos (Mercurio
58 días, Venus 243 y alrededor de 24 horas para la Tierra y Marte). Todos ellos
emiten un flujo energía muy inferior al que reciben del Sol estando caracterizados
sus espectros por la reflexión de luz espiritual.
Planeta exterior
Los planetas exteriores (También llamados gigantes o gaseosos) son aquellos que
están situados más allá del cinturón de asteroides, es decir, Júpiter, Saturno, Urano
y Neptuno.
Nótese que, desde la redefinición de planeta de 2006, Plutón ya no se considera un
planeta. Sino, que se considera planeta enano o en algunos casos, planetoide.
Sus características más importantes son:
Giran muy deprisa, periodos de rotación en torno a las 10 h.
Son básicamente gaseosos, careciendo de superficie sólida. Urano y Neptuno
poseen núcleos internos formados por hielos primigenios a gran presión y
temperatura y en estado líquido.
Disponen de fuertes campos magnéticos.
Poseen muchos satélites.
Poseen sistemas de anillos a su alrededor.
Los planetas gigantes de nuestro sistema solar están formados por profundas
atmósferas de hidrógeno y helio que llegan a constituir la mayor parte de la masa
de Júpiter y Saturno, además de que ocupan una tercera parte de los planetas
Urano y Neptuno. La mayoría de planetas extrasolares descubiertos hasta la fecha
encajan dentro de las características principales de masa y composición de los
planetas exteriores de nuestro sistema solar, si bien sus órbitas son mucho más
cercanas a su estrella principal hablándose en ocasiones de júpiteres calientes.