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Otros: Pulmón húmedo, síndrome de dificultad respiratoria tipo II, maladaptación pulmonar.
A. DEFINICIÓN
Es una alteración transitoria en la adaptación respiratoria neonatal. Se presenta como un cuadro
de dificultad respiratoria caracterizado fundamentalmente por taquipnea (frecuencia
respiratoria > de 60 por minuto), que se inicia inmediatamente luego del nacimiento y
generalmente se resuelve antes del tercer día de vida. Habitualmente de curso corto, benigno y
autolimitado.
B. ETIOPATOGÉNIA
La causa precisa de la taquipnea transitoria neonatal, no está perfectamente aclarada, se postula
que se produce por la distensión de los espacios intersticiales por líquido pulmonar, que da lugar
al atrapamiento del aire alveolar y al descenso de la distensibilidad pulmonar.
Otros consideran que se produce por una demora en la eliminación del líquido pulmonar
normalmente presente en la vida fetal, por ausencia de compresión torácica (parto por cesárea),
además que durante el trabajo de parto se estimularía la reabsorción del líquido pulmonar,
probablemente mediado por la secreción de catecolaminas.
C. ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS
Aproximadamente 1 a 2 por ciento de todos los recién nacidos desarrollan taquipnea transitoria
lo que representa el 32% de los cuadros de dificultad respiratoria neonatal. En el Perú los
registros de hospitalización muestran que el 0.87/1000 nacidos vivos cursan con taquipnea
transitoria.
• Sexo masculino.
• Macrosómicos.
• Podálico.
• Policitemia fetal.
E. CUADRO CLÍNICO
• Dificultad respiratoria presente desde el nacimiento.
• La clínica puede agravarse en las primeras 6-8 horas, para luego estabilizarse y, a partir de las
12-24 horas experimentar una rápida mejoría. Puede persistir la taquipnea con respiración
superficial durante 3-4 días.
F. DIAGNÓSTICO
Si bien existen hechos clínicos y radiológicos que caracterizan a la taquipnea transitoria del
recién nacido, éste debe ser un diagnóstico de exclusión.
Criterios clínicos
• Destaca la taquipnea.
Criterios radiológicos
• Derrame en cisuras.
• Neumonía/ Sepsis.
• Aspiración meconial.
• Cardiopatía Congénita.
CUIDADOS PRIMARIOS
• Si tiene sospecha de taquipnea transitoria del recién nacido referirlo a cuidados esenciales,
manteniendo una temperatura corporal 36.5°C y haciendo uso del método canguro.
CUIDADOS BÁSICOS
Si tiene sospecha de taquipnea transitoria del recién nacido referirlo a cuidados esenciales con:
CUIDADOS ESENCIALES
Tratamiento:
1. Se administra oxígeno húmedo, de ser posible tibio, a través de cabezal (Fase I) para mantener
una presión de oxígeno (PaO2) normal según los requerimientos determinados por los gases en
sangre y/o monitoreo por oximetría de pulso de la saturación de oxígeno en hemoglobina (SO2)
la cual debe permanecer entre 88 - 95%.
2. Balance hídrico.
4. Reposo gástrico y vía periférica, hasta que la frecuencia respiratoria sea menor de 80 por
minuto. Entre 60 - 80 respiraciones por minuto, administre preferentemente leche materna por
sonda orogástrica (SOG) y lactancia materna directa si la frecuencia respiratoria es menor de 60
por minuto.
7. La necesidad del uso de CPAP y ventilación mecánica es rara, de ser necesario derivar a
cuidados intensivos.
CUIDADOS INTENSIVOS
• Brindar oxigenoterapia Fase II (CPAP nasal) y III (Ventilación mecánica) de ser necesario.
Criterios de alta:
• Neonato sin dificultad respiratoria, frecuencia respiratoria menor de 60 por minuto y sin
requerimiento de oxígeno.
• Tolerancia oral al 100%.
a) Definición:
El paso de meconio al líquido amniótico suele provocar, aunque no siempre, sufrimiento fetal e
hipoxia.
b) Etiología
c) Fisiopatología
Las anomalías pulmonares observadas en este síndrome son debidas a la obstrucción aguda de
la vía aérea, la disminución de la distensibilidad pulmonar y al daño del parénquima (fig.101.8).
El meconio aspirado puede producir una neumonitis química responsable de edema pulmonar
y disfunción del surfactante responsables de atelectasias y desarrollo de shunt intrapulmonar lo
que favorece la hipoxia, pero también puede producir obstrucción aguda de la vía aérea que
cuando es completa da lugar a atelectasias regionales con desequilibrio de la ventilación
perfusión y aumento de las resistencias pulmonares con instauración de cortocircuito derecha-
izquierda y síndrome de persistencia de circulación fetal. Si la obstrucción es incompleta, por
mecanismo valvular, se produce atrapamiento aéreo lo que facilita el desarrollo de enfisema
pulmonar intersticial y neumotórax. A su vez la inhalación de líquido amniótico meconial puede
producir una neumonitis infecciosa, dado que a pesar de que el meconio es estéril por definición,
éste por su alto contenido en mucopolisacáridos constituye un excelente caldo de cultivo para
numerosos agentes especialmente Escherichia coli.
d) manifestaciones clínicas
El meconio con partículas espesas pasa hacia los pulmones, sobre todo durante la primera
respiración, aunque también dentro del útero. Se obstruyen las vías respiratorias más pequeñas,
lo que puede provocar dificultad respiratoria en las primeras horas de vida, con taquipnea,
retracciones, quejido y cianosis en los niños con afectación grave.
El cuadro suele mejorar a las 72 horas, pero cuando su evolución requiere ventilación asistida
puede ser grave y el riesgo de mortalidad es alto.
Suele apreciarse aumento del diámetro anteroposterior del tórax por enfisema pulmonar
debido a obstrucción de la vía aérea (“tórax en tonel”).
Una radiografía de tórax normal en un niño con hipoxia grave y sin cardiopatía congénita debe
sugerir el diagnóstico de hipertensión pulmonar
e) Diagnóstico
Debe sospecharse ante un DR de comienzo precoz en un neonato con hipoxia intraparto que
precisó reanimación laboriosa, observándose meconio en tráquea e impregnación meconial de
piel y cordón umbilical.
Actualmente la indicación de aspiración traqueal en todos los neonatos con aguas meconiales
está en revisión y se recomienda intubación y aspiración traqueal inmediata solamente cuando
el neonato está deprimido (Apgar al minuto ≤6), absteniéndose de esta actuación cuando se
trate de un neonato vigoroso (Apgar ≥7).
Inicialmente debe evitarse la ventilación pulmonar con mascarilla o a través de tubo traqueal
antes de realizar una aspiración traqueal rigurosa que permita extraer la mayor parte del líquido
meconial. El tratamiento debe ir dirigido a mantener una saturación de O2 entre 85-95% y un
pH superior a 7,20 mediante ventilación inicial con CPAP nasal a presión de 4-7 cm de H2O. Si
falla lo anterior se recurrirá a presión positiva intermitente, teniendo en cuenta que estos
pacientes tienen una resistencia elevada en la vía aérea por lo que una frecuencia respiratoria
alta (>40) favorece la retención aérea y el neumotórax.
En los casos de meconio a nivel broncoalveolar puede ser aconsejable el lavado bronquial con
1/5 de surfactante y 4/5 de suero salino fisiológico, administrando 15 ml/kg repartidos en 4
dosis, dado que parece mejorar la clínica y la oxigenación.
Los problemas pulmonares residuales son infrecuentes, pero consisten en tos sintomática,
sibilancias e hiperinsuflación persistente durante 5-10 años. El pronóstico final depende de la
magnitud de la lesión del SNC secundaria a la asfixia y a la presencia de otros problemas
asociados, como la hipertensión pulmonar.
A. DEFINICIÓN
Es uno de los padecimientos más frecuentes durante el periodo neonatal; puede causar
complicaciones, secuelas graves y aun la muerte.
Con el empleo cada vez más frecuente de procedimientos invasivos de las vías respiratorias en
el recién nacido que requiere cuidado intensivo, el riesgo de infección pulmonar se ha
incrementado. Por otra parte, los tubos endotraqueales y otros procedimientos médicos de esta
clase, dañan y obstaculizan la función del aparato mucociliar del epitelio respiratorio lo que,
aunado a un sistema inmunitario inmaduro, hacen al neonato, sobre todo al prematuro,
particularmente susceptible de sufrir infecciones pulmonares.
Llega a presentarse en los primeros dos a tres días después del nacimiento neumonía adquirida
en el útero o después de 72 h, neumonía adquirida en el hospital o en la comunidad. Se
manifiesta también como una infección aislada o que se acompaña de septicemia.
B. ANTECEDENTES GINECOOSBTETRAS
Nivel socioeconómico bajo: se relaciona con altos porcentajes de neumonía congénita,
lo cual se atribuye al número reducido de consultas para control prenatal, diferencias
en la flora de colonización genital, déficit de los diferentes sistemas antibacterianos de
líquido amniótico y a la poca higiene personal, entre otros.
Infecciones materna: Pueden ocasionar una infección transplacentaria; entre estas
infecciones se encuentran sífilis, tuberculosis, infecciones urinarias superiores, etc. La
infección corioamniótica inducida de esta manera, o por ascenso de microorganismos
del aparato genital materno a través de un defecto en las membranas coriales, es capaz
de inducir en forma prematura el trabajo de parto, o bien hacerlo difícil al reducir la
contractilidad uterina.
C. CLASIFICACIÓN
La neumonía neonatal puede ser clasificada en cuatro formas, según la vía por la cual el agente
causal alcanza el tejido pulmonar: 1) congénita, 2) intrauterina, 3) adquirida durante el parto y
4) posnatal.
D. MICROORGANISMOS CAUSALES
Congénita: algunos de los agentes etiológicos son microorganismos como virus de
inclusión citomegálica, herpes, rubéola, Toxoplasma gondii, Treponema pallidum,
enterobacterias y Listeria monocytogenes
Intrauterina y Adquirida durante el parte: predominan microorganismos colonizadores
o causantes de infección de la vía genital materna, como enterobacterias, Streptococcus
agalactiae (grupo B), L. monocytogenes, Chlamydia trachomatis y Ureaplasma
urealyticum, entre otros
Posnatal:
Introhospitalaria: los gérmenes más frecuentes son los que colonizan el personal,
equipos y ambiente hospitalario, como estafilococo, enterobacterias, Pseudomonas
aeruginosa, agentes micóticos como cándida y, en raras ocasiones virus, entre los
que sobresale el sincitial respiratorio.
Comunidad: los agentes más comunes son los virales, como el sincitial respiratorio,
influenza A y parainfluenza. A esta edad se consideran poco frecuentes
Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae.
E. CUADRO CLÍNICO
Los datos físicos a la exploración en recién nacidos con neumonía por lo general son escasos e
inespecíficos, y corresponden a signos de cualquier otro proceso infeccioso sistémico. Por eso
son raras y más bien tardías las manifestaciones respiratorias más específicas.
Los niños con neumonía inicial pueden presentar dificultad respiratoria durante las primeras
horas del nacimiento. Si son prematuros, la presentación puede ser casi indistinguible de la
enfermedad de membrana hialina (EMH). Las características que tienden a sugerir neumonía en
lugar de EMH incluyen rotura prolongada de membranas, aparición inicial de apnea, una mala
perfusión y choque, además de otros signos compatibles con la sepsis.
Además de la dificultad respiratoria, parte de quienes nacen con enfermedad más grave pueden
mostrar evidencia de hipertensión pulmonar y cortocircuito sanguíneo de derecha a izquierda.
Esos neonatos pueden tener una PaO2 lábil y un grado de hipoxia desproporcionado a la
gravedad de la enfermedad pulmonar que se percibe en la radiografía de tórax. En estos niños
la hipertensión pulmonar es secundaria a la infección y a la enfermedad pulmonar del
parénquima. El cortocircuito de derecha a izquierda puede ser un problema central y suele
acompañarse de morbilidad y mortalidad significativas.
F. DIAGNÓSTICO
a. Estudios de laboratorio
Algunos parámetros de la biometría hemática son útiles en la identificación del neonato
infectado y, a pesar de no ser específicos, la presencia de neutropenia en las primeras 72 horas
de vida se asocia en 82% de casos con infección bacteriana. Otras pruebas útiles son la
determinación de la VSG, niveles de PRC, Ig M, haptoglobina y fibronectina, entre otras.
b. Diagnóstico radiológico
El patrón radiográfico de tórax que se encuentra con mayor frecuencia es el de consolidación
con broncograma aéreo (figura 15-1); sin embargo, la imagen radiológica puede ser muy
variable, lo cual depende del agente etiológico, de la duración del proceso infeccioso al
momento del estudio, de la presencia de patología pulmonar no infecciosa asociada y de la
respuesta inmunitaria del recién nacido.
En neumonía congénita: frecuente que la radiografía de tórax sea normal, o que sólo
presente el moteado difuso comúnmente visto en casos de aspiración. Un infiltrado fino
granular difuso con broncograma aéreo similar visto en neonatos con enfermedad de
membranas hialinas se observa en neumonía por estreptococo del grupo B y Listeria
monocytogenes.
En neumonía estafilocócica; Los derrames pleurales, abscesos y neumatoceles son
frecuentes, pero pueden ser causados por otros gérmenes.
En el recién nacido de término: La evidencia radiológica de infiltrado intersticial y
atrapamiento de aire, debe diferenciarse la neumonía de la taquipnea transitoria del
neonato. La neumonía habitualmente persiste durante algunos días, mientras que la
taquipnea transitoria se resuelve en las primeras 48 horas.
Otros métodos de diagnóstico por imagen son de valor limitado en neumonía neonatal. Así, por
ejemplo, la tomografía axial computadorizada puede ser útil para localizar abscesos u otras
lesiones pulmonares, o para el diagnóstico diferencial de abscesos, empiemas, neumatoceles y
fístulas broncopleurales. También el diagnóstico por ultrasonido se usa para la detección en
útero de hidrotórax.
G. TRATAMIENTO
Iniciar a la brevedad manejo antibiótico.
La duración del tratamiento puede prolongarse tomando en cuenta la respuesta clínica del
paciente y el desarrollo de complicaciones.
Las cefalosporinas de 3era G tienen algunas ventajas sobre los aminoglucósidos, entre las que
se cuenta su buena penetración en secreciones, incluidas las pulmonares; pero tienen rápida
inducción de resistencia de flora hospitalaria hacia algunas de ellas. Es mejor considerarlas de
segunda elección y reservarse para neumonías causadas por enterobacterias resistentes a los
aminoglucósidos, o en las que se sospeche la participación de pseudomona, en cuyo caso la
ceftacidima es la mejor alternativa.
La ribavirina se emplea en la neumonía por virus sincitial respiratorio con relativos beneficios.
Se utiliza nebulizada en partículas finas con solución salina al 0.9% a razón de 20 mg/ml de 12 a
18 horas por día durante tres a siete días.
El manejo integral debe incluir vigilancia estricta y constante, mantenimiento del equilibrio
hidroelectrolítico y metabólico, asistencia ventilatoria cuando es requerida, así como
tratamiento adecuado de las complicaciones.
H. PREVENCIÓN
La identificación temprana de factores perinatales relacionados con un elevado riesgo de
neumonía neonatal, así como darles un manejo oportuno, constituye la piedra angular. Son
importantes en el cuidado médico prenatal, la atención adecuada del parto y el manejo
pediátrico inmediato apropiado del recién nacido.
Definir Taquipnea transitoria del recién nacido y describir el cuadro clínico que presenta.
Conclusión:
Neumonía neonatal es uno los padecimientos más frecuentes durante el periodo neonatal;
puede causar complicaciones, secuelas graves y aun la muerte; de etiología diversa. clínica varía
de acuerdo a la evolución y el diagnostico se hará según la clínica, factores perinatales y
radiografía de tórax
Referencia bibliográfica
Recién nacido a término con dificultad respiratoria: enfoque diagnóstico y terapéutico. Coto
Cotallo GD, López Sastre J, Fernández Colomer B, Álvarez Caro F, Ibáñez Fernández A.
Asociación Española de Pediatría. Actualizacion 2008. Pag.5.
Trastornos respiratorios del RN. NELSON. Tratado de Pediatría. 20ed. Robert M. Kliegman, MD.
Capitulo 101.pag1118