Anales-LIII Corselli PDF

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ANALES DEL INSTITUTO

DE ESTUDIOS MADRILEÑOS
ANALES DEL INSTITUTO

DE ESTUDIOS MADRILEÑOS
TOMO LIII
Anales del Instituto de Estudios Madrileños publica ininterrumpidamente desde 1966 un volumen anual dedi-
cado a temas de investigación relacionados con Madrid y su provincia. Arte, Arqueología, Geografía, Historia,
Urbanismo, Lingüística, Literatura, Economía, sociedad y biografías de madrileños ilustres y personajes relaciona-
dos con Madrid son sus temas preferentes.
Los autores o editores de trabajos relacionados con Madrid que deseen dar a conocer sus obras en Anales del
Instituto de Estudios Madrileños deberán remitirlas a la Secretaría del Instituto, calle de Albasanz, 26-28, despacho
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Anales del Instituto de Estudios Madrileños

LIII (2013)
Salutación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11-13
HISTORIA Y ARTE
GIL CRESPO, Ignacio Javier,

Fábricas mixtas de piedra y ladrillo
en la fortificación medieval madrileña . . . . . . . . . . . . . . 17-30
VERA YAGÜE, Carlos Manuel,
Los señoríos de Barajas y La Alameda en la
Edad Media bajo los linajes Mendoza y Zapata . . . . . . . 31-60
MARTÍNEZ MEDINA, África,
La antigua fortaleza de El Pardo. Pabellón
de caza de los Trastámara (Enrique IV) . . . . . . . . . . . . . 61-90
BARBEITO, José Manuel, Varia delictiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91-100
CRUZ YÁBAR, Juan María,
Francisco de Mora y el retablo mayor del Colegio
de doña María de Aragón. Nuevos planteamientos
y algunas novedades documentales . . . . . . . . . . . . . . . . . 101-134
ORTEGA VIDAL, Javier; MARÍN PERELLÓN, Francisco José,
La conformación del Colegio Imperial de Madrid
(1560-1767) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135-175
BLANCO MOZO, Juan Luis,
Imagen y representación del Alcázar de Madrid:
de Juan Gómez de Mora a
Giovanni Battista Crescenzi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177-200
BRAVO LOZANO, Jesús,
Pretensiones, pretendientes y similares en el
Madrid de Carlos II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201-218
SIGÜENZA MARTÍN, Raquel,
Entrada y primeros años del culto a
san Juan Nepomuceno en Madrid (1716-1738) . . . . . . . . 219-242
SUMARIO
Anales del Instituto de Estudios Madrileños (Madrid), LIII (2013), págs. 9-10. 9
CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino,

Maestros de la Real Capilla madrileña (III):
Francisco Corselli (1702-1778) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243-276
DÍAZ FERNÁNDEZ, Antonio José,
El san Antonio de Padua de las Calatravas
de Madrid, obra del escultor académico
Juan Pascual de Mena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277-289
CRUZ VALDOVINOS, José Manuel,
Marc Étienne Janety y las propuestas de
una Fábrica de Platería en Madrid en 1786 . . . . . . . . . . . 291-330
SIERRA ÁLVAREZ, José; TUDA RODRÍGUEZ, Isabel,
La vista aérea de Madrid de 1851 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331-348
BASANTE POL, Rosa; REPARAZ DE LA SERNA, Guillermo,
La Facultad de Farmacia de la Universidad de
Madrid en la España autárquica: el papel de la
mujer en las enseñanzas de Farmacia . . . . . . . . . . . . . . . . 349-378
LITERATURA Y TRADICIONES
FRAILE GIL, José Manuel,

El romance Escogiendo novia en las
versiones madrileñas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381-408
NECROLOGÍAS
MARTÍNEZ MARTÍN, Jesús A.,

José Simón Díaz, fundador y presidente del
Instituto de Estudios Madrileños . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 411-414
FERNÁNDEZ TALAYA, María Teresa; CAYETANO MARTÍN,
Carmen; LOPEZOSA APARICIO, Concepción,
Virginia Tovar Martín: In memoriam . . . . . . . . . . . . . . . . 415-418
FERNÁNDEZ GARCÍA, Antonio,
In memoriam. El magisterio de
Vicente Palacio Atard . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 419-434
Relación de evaluadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435-438

Normas para autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439-442
SUMARIO
10 Anales del Instituto de Estudios Madrileños (Madrid), LIII (2013), págs. 9-10.
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MAESTROS DE LA
REAL CAPILLA MADRILEÑA (III):
FRANCISCO CORSELLI (1702-1778)
MASTERS AT THE MADRID ROYAL CHAPEL (III):
FRANCISCO CORSELLI (1702-1778)
Paulino CAPDEPÓN VERDÚ

Universidad de Castilla-La Mancha
(Facultad de Letras)
Resumen
Se estudia en este artículo la actividad musical del maestro de la Real Capilla de
Madrid Francisco Corselli. Nacido en la ciudad italiana de Piacenza, se trasladará a
la corte española, donde gozará de la protección de la reina Isabel de Farnesio, y allí
desarrollará una intensa labor musical que abarca tanto música religiosa como tea-
tral, gracias a la cual se convertirá en una de las principales figuras de la música espa-
ñola del siglo XVIII.
Abstract
It’s studied in this article the musical activity of the master of the Madrid Royal
Chapel, Francisco Corselli. Born in Piacenza (Italy), he’ll move to Madrid, where he
enjoys the protection of Queen Isabel de Farnesio. In the court of Madrid he deve-
lops a great musical output, including sacred and theater music. Thanks to his music
he’ll become one of the leading figures of the 18th century Spanish music.
Palabras clave: Francisco Corselli - Basílica Steccata en Parma - Felipe V - Isabel

de Farnesio - Real Capilla de Madrid - Archivo Real de Música - Cardenal Mendoza
- Sebastián de la Cuadra - José de Nebra.
Key words: Francisco Corselli - Church Steccata in Parma - Felipe V - Isabel de
Farnesio - Royal Chapel of Madrid - Royal Music Archive - Cardenal Mendoza -
Sebastián de la Cuadra - José de Nebra.
CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

Real Capilla Madrileña (III): Francisco Corselli (1702-1778)»,
INTRODUCCIÓN
En volúmenes anteriores de la revista Anales del Instituto de Estudios

Madrileños tuvimos la oportunidad de glosar las figuras de los primeros
maestros de la Real Capilla de Madrid del siglo XVIII: nos estamos refirien-
do concretamente a Sebastián Durón1 y José de Torres Martínez Bravo2.
Siguiendo la evolución de los maestros que desempeñaron el magisterio real
a lo largo del setecientos, a José de Torres le sucedió en el cargo de maestro
de la Real Capilla el compositor italiano Francisco Corselli, que gozó en su
tiempo de un extraordinario prestigio e influencia en nuestro país durante
una época dominada por los compositores procedentes de Italia. A pesar de
ello, su obra musical fue olvidada tras su fallecimiento. En los últimos tiem-
pos, sin embargo, se ha intentado revalorizar su producción artística median-
te la publicación y grabación de varias de sus obras.
NACIMIENTO EN PIACENZA Y PRIMERA ETAPA
Nacido en la ciudad italiana de Piacenza (estado de Parma) en torno a

1702, provenía de una familia francesa instalada en Italia pues su progenitor,
Charles Courcelle, desempeñaba el cargo de maestro de baile de Isabel de
Farnesio, futura esposa de Felipe V y reina de España. Por lo que se refiere a
su formación musical, se inició en el arte de los sonidos después de haber
emprendido otros estudios, mereciendo un significativo reconocimiento
desde los mismos comienzos de su carrera. Pero la actividad musical de
Corselli no se limitó a su ciudad natal sino que se extendió asimismo a Parma,
concretamente a la corte de los duques, tíos de Isabel de Farnesio. En opinión
del profesor alemán Reinhard Strohm, su primer profesor pudo haber sido
Geminiano Giacomelli, natural, al igual que Corselli, de Piacenza y por
entonces un conocido y prestigioso compositor operístico y eclesiástico, a
quien llegó a suceder en calidad de maestro di capella de la basílica de
Steccata en Parma3. Meses más tarde se hizo cargo de igual plaza en la capi-
(1) CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la Real Capilla de Madrid (I): Sebastián Durón (1660-1716)», Anales
del Instituto de Estudios Madrileños (Madrid), XXXI (1991), págs. 525-536.
(2) CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la Real Capilla de Madrid (II): José de Torres y Martínez Bravo
(1670-1738)», Anales del Instituto de Estudios Madrileños (Madrid), XXXII (1992), págs. 377-386.
(3) STROHM, Reinhard, «Corselli’s operas for Madrid», en KLEINERTZ, Rainer (ed.), Teatro y música en España
(siglo XVIII), Kassel-Berlin, Reichenberger, 1996, pág. 80.

lla del duque de Parma, el futuro rey de

España, Carlos III: entre las activida-
des desplegadas en función de su cargo
cabe mencionar la dirección de la
música de difuntos durante el funeral
de Francesco y de Antonio Farnese así
como el estreno del oratorio Santa
Clotilde4.
A lo largo de estos primeros años

en Italia visitó otras ciudades italianas y
en 1731 debutó en Venecia con la ópera
Venere placata (Teatro de S. Samuele,
primavera de 1731) y Nino (Teatro S. Fig. 1. Basílica de Steccata en Parma
Angelo, carnaval de 1732). El joven
Corselli se sintió probablemente
influido por la intensa actividad teatral
en Venecia, donde por entonces traba-
jaban autores tan significativos para el
desarrollo de la música escénica como
Baldassare Galuppi, Nicola Porpora y
Johann Adolf Hasse. Por otra parte, sus
esfuerzos para darse a conocer durante
aquellos años debieron resultar efica-
ces ya que dos de las arias compuestas
para las óperas venecianas fueron
interpretadas en un lugar tan lejano
como Londres gracias a las óperas
pasticcio que dio a conocer Haendel en
la capital británica durante el año de
1733, como ha demostrado Reinhard
Strohm: se trata de las arias de Corselli Fig. 2. Anónimo:
Troppo fiere e dispietate y Scherza il Francesco Farnese (1678-1727),
nocchier talora5. duque de Parma y Piacenza
(4) STEVENSON, Robert, «Corselli, Francesco», en SADIE, Stanley (ed.), The New Grove Dictionary of Music and
Musicians, vol. 4, London, Macmillan, 1980, pág. 805.
(5) STROHM, Reinhard, Essays on Handel and Italian Opera, Cambridge, Cambridge University Press, 1985, págs.
206 y 208.

AL SERVICIO DE LA CORTE ESPAÑOLA
Nada más instalarse en la capital de España, el primero de diciembre

del año 1733 se apresuró a solicitar el cargo de maestro de música de los
infantes, un puesto cortesano que se encontraba sin cubrir en aquel momen-
to, postulándose al mismo tiempo como futuro sucesor de José de Torres al
frente del magisterio de la Real Capilla de Madrid:
1 de diciembre de 1733. D. Francisco Corseli, Maestro de Capilla, hijo de

D. Carlos Corseli de nación francés, que tuvo la honra de servir de Maestro
de baile a S. M. la Reina, puesto a los Reales Pies de C. M. dice haber naci-
do en Plasencia, y después de pasados sus estudios haberse aplicado a la
música, y adquirido en ella el necesario conocimiento para llegar a ser com-
positor, como lo ha hecho reconocer con su corta habilidad, no solamente en
su patria, y en Parma al servicio de los últimos Serenísimos Señores Duques
Farnesio, pero también en otras ciudades de Italia en funciones de Iglesias y
Teatros, y particularmente en Venecia; movido ahora del deseo de ponerse a
los Reales Pies de V. M. y de la Reina y procurarse la honra de enseñar a los
Serenísimos Señores Infantes ha venido a España; por cuyo fin a V. M.
suplica se digne concederle la gracia de poder enseñar a los expresados
Serenísimos Infantes, en ausencia de su Maestro; y sin perjuicio de nadie,
acordarle una futura de Maestro en la Real Capilla y en interin para su
decente manutención los sueldos y emolumentos que corresponden a dichos
empleos, merced que esperar recibir de la Real Clemencia de V. M.6
Este documento citado anteriormente es el más antiguo conservado del

compositor durante su estancia española. A comienzos de 1734 vuelve a
expresar su deseo de optar al puesto de Maestro de la Real Capilla de Madrid
(la «futura») en cuanto quedase vacante; asimismo solicita que entretanto se
le asigne alguna función, tal como se desprende del siguiente documento:
Excmo. Señor: en la última mansión de la corte en El Escorial tuvo la

honra de ponerme a los Reales Pies de V. Majestad D. Francisco Corselli,
Maestro de Capilla y con la más humilde suplica, expuso su Memorial
para el logro de una futura de Maestro de Capilla y otros anexos, sin que
intervenga perjuicio ajeno, como en otro Memorial se expresa en confor-
midad del que nuevamente suplica, con el mayor rendimiento, la Real
(6) Archivo General de Palacio (A.G.P.), leg. 125. Citado en LOLO, Begoña, La música en la Real Capilla de
Madrid: José de Torres y Martínez Bravo (h. 1670-1738), Madrid, Universidad Autónoma, 1990, págs. 245-ss.

Clemencia de V. Majestad, se digne concederle dicha Futura y cuando pre-

sentemente no hubiese lugar para esta gracia, implora el suplicante la que
más fuese del Real animo y agrado de V. Majestad para que ínterin pueda
dicho suplente mantenerse hasta conseguir lo que expresa dicho memorial.
Merced que espera de la Real Magnificencia de V. Majestad el Maestro de
Capilla D. Francisco Corselli7.
Esta petición motivó en enero de 1734 la respuesta del marqués de Scotti,

quien había sustituido en 1719 al Cardenal Alberoni como protector y juez de
los actores y músicos italianos en la corte madrileña, al Secretario de estado,
José Patiño. Scotti alude al hecho de que la plaza de Maestro de la Real Capilla
madrileña estaba cubierta con José de Torres y con un suplente, Felipe Falconi,
por lo que es imposible en esos momentos concederle el magisterio real pero
Corselli logra uno de sus principales objetivos: que se le tenga en cuenta como
posible sucesor de Torres. Entretanto, Corselli asume el influyente puesto de
maestro de música de los infantes debido a sus cualidades profesionales “que en
pocos se encuentran”, lo cual indica la fama que le precedía antes de su llegada
a Madrid y el prestigio que desde el principio se granjeó en la corte española:
Excmo. Señor: Muy Señor mío: En vista del Memorial del Maestro de
Capilla, Don Francisco Corseli, que V. E. me ha remitido de orden de su
Majestad, que incluso le devuelvo, en el cual suplica por la futura de
Maestro. de su Real Capilla, entendiendo que la misma está dada a dos
sujetos sucesivamente y que Su Majestad inclina su Real ánimo a hacer
alguna gracia al dicho Corseli; dos cosas puedo proponer, que siendo de
fresca edad de cerca de treinta años, podría muy bien esperar que llegase el
caso que se evacuasen dichas dos futuras para subentrar en ellas, y en inte-
rín asignarle lo que pareciese a la Real clemencia anualmente para su
manutención, encargándole enseñar a los Reales Infantes, que no tienen
Maestro, el Clave y la Música, atento ser sujeto verdaderamente diestro y
hábil con distintas particularidades, que en pocos se encuentran, como lo
han reconocido muchos inteligentes, y profesores de esta Corte. Que es
cuanto tengo que significar a V. E., para que se sirva dar cuenta a Su
Majestad y renuevo mi obsequioso respeto y obediencia a las órdenes de V.
E. cuya vida ruego a Dios guarde muchos años como deseo. Madrid y
enero, 12 de 1734. Excmo. Señor B. L. M. de V. E. Su mayor y más rendi-
do Servidor. El Marqués Scotti. Excmo. Sr. D. Joseph Patiño8.
(7) A.G.P., legs. 63 y 68.

(8) A.G.P., legs. 63 y 68.

Al poco tiempo, y una vez que se acepta su nuevo empleo como maes-
tro de música de los infantes, Scotti propone, respondiendo de nuevo al
Secretario de estado, José Patiño, un sueldo de cien ducados mensuales, ade-
más de privilegios como un carruaje y alojamiento:
Excmo. Señor: Muy Señor mío: En vista

del papel de V. E. de 27 del corriente en que
de orden del Rey me manda decir lo que se
podría señalar interinamente al Maestro de
Capilla don Francisco Corseli hasta que lle-
gue el caso de que se evacúen las dos futu-
ras con el cargo de enseñar a los Reales
Infantes que no tienen Maestros: debo decir
a V. E. que habiendo hecho consideración
que los dos Maestros de Capilla don Joseph
de Torres y don Felipe Falconi tienen cada
uno dos mil ducados cada año, y además el
primero el empleo de Rector del Colegiode
la Música, se pudiera dar al dicho Corseli
cien ducados en cada mes, hasta que suce-
da lo dicho, y además el carruaje, aloja-
miento necesario acostumbrado en ocasión
de Jornadas a los Sitios Reales, según el
estilo. Esto es cuanto puedo inferir en cum-
plimiento de mi obediencia, repitiéndola
Fig. 3. Cardenal Giulio Alberoni con todo obsequio a las órdenes de V. E.,
(1664-1752) cuya vida ruego a Dios guarde muchos
años como deseo. Madrid y enero, 29 de
1734. Excmo. Sr. B. L. M. de V. E. Su mayor y más rendido Servidor. El
Marqués Scotti. Excmo. Señor D. Joseph Patiño9.
Consciente Francisco Corselli de la influencia que ejercía la reina

Isabel de Farnesio en la corte y de su papel a favor de los músicos italianos
en general y de los parmesanos en particular, en calidad de maestro de músi-
ca de los infantes, se dirigió a la soberana española para recordar su interés
por la plaza de Maestro de la Real Capilla así como mostrar su disponibili-
dad para sustituir a Torres o Falconi:
(9) A.G.P., legs. 63 y 68.

Señora: Don Francisco Courcelle,

Maestro de Música de los
Serenísimos Infantes y Infantas.
Puesto con el mayor rendimiento
a los Reales Pies de V. Majestad
dice se halla actualmente sirvien-
do con el más vivo ce[lo] en su
empleo, procurando con el mayor
esfuerzo el cumplimiento de su
obligación. y adelantamiento de
sus Altezas, y deseando de todas
maneras ejercitar vivamente su
talento y su aplicación en el Real
servicio de V. Majestad. Por
tanto, suplica rendidamente la
grande clemencia de V. Majestad
se digne ser su intercesora con Su
Majestad el Rey Nuestro Señor, a
fin de que le conceda la futura de Fig. 4. Louis-Michel van Loo:
Maestro de su Real Capilla para Isabel de Farnesio (c. 1739)
servir interinamente en ella en Museo Nacional del Prado (Madrid)
ausencias y enfermedades de los
que actualmente están en goce, con los emolumentos que V. Majestad y el
Rey tuviesen por convenientes. Merced que espera de la Gran Benignidad
de V. Majestad10.
Por fin, las constantes presiones de Corselli dieron fruto y Felipe V

prometió al compositor de Piacenza el magisterio real en cuanto quedase
vacante. De ello da constancia el Secretario de estado, Sebastián de la
Cuadra, que había sustituido en 1737 en ese cargo a José Patiño:
Habiendo venido el Rey en conceder a don Francisco Courcelle la futura de

la plaza de Maestro de su Real Capilla, que solicita en el adjunto Memorial,
manda Su Majestad que V. S. I. diga qué se le podrá señalar a este sujeto
por razón del goce y emolumentos que pide en el memorial. Dios guarde a.
V. S. muchos años como deseo. Aranjuez, 13 de junio de 1737. Sebastián
de la Cuadra. Al Patriarca11.
(10) A.G.P., legs. 63 y 68.

(11) A.G.P., legs. 63 y 68.

Hasta que tomara posesión

definitiva de la plaza de Maestro de
la Real Capilla, el rey Felipe V, a
través de Mateo Pablo Díaz de
Lavandero y Martín (Marqués de
Torrenueva y Superintendente de
los Consejos de Hacienda, Marina e
Indias), asignó a Corselli el mismo
sueldo que percibía José de Torres,
es decir, 1500 ducados de vellón:
El Marqués de Torrenueva. En 19 de
junio de 1737. El Rey ha concedido a
don Francisco Courcelle la futura de la
plaza de Maestro de su Real Capilla
con el goce, desde ahora de 1.500
ducados de vellón cada año, situado en
la consignación de la misma Capilla; y
Fig. 5. ha resto. S. M. que se aumente a la
Sebastián de la Cuadra y Llarena mencionada consignación el importe
(1687-1766) de este goce anual por la Tesorería
General hasta que quede extinguido
cuando llegue el caso de servir el refe-
rido Courcelle en propiedad la plaza expresada; lo que participo a V. S.
de orden de S. Majestad a fin de que expida la correspondiente para su
cumplimiento12.
En un documento del Pro-capellán de Palacio o Patriarca de las

Indias13, dirigido al Secretario de estado, Sebastián de la Cuadra, se constata
las diferencias existentes entre el salario de José de Torres y Felipe Falconi
y la correspondiente distinta consideración que gozaba cada uno de ellos:
(12) A.G.P., legs. 63 y 68.
(13) El Pro-capellán de Palacio ostentaba el título honorífico de Patriarca de las Indias Occidentales y representa-
ba la máxima autoridad en la Real Capilla de Madrid. Sobre los orígenes y funciones del Patriarca de las
Indias, consúltese FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo, «Noticias acerca del origen y de la sucesión del Patriarcado de
las Indias Occidentales», Boletín de la Real Academia de Historia (Madrid), 7 (1885); FRÍAS, Lesmes, «El
Patriarcado de las Indias Occidentales. Nuevas investigaciones históricas», Revista de Estudios eclesiásticos
(Madrid), 1 (1922); BAZÁN OCÓN, Eusebio, La jurisdicción palatina en España, tesis doctoral,
Pamplona,1986; LINAGE CONDE, José Antonio, «Patriarcat des Indes Occidentales», en AUBERT, Roger (dir.),
Dictionnaire d’Histoire et de Géographie ecclésiastiques, vol. XXV, París: Ed. Letouzey et Ané, 2001;
COMELLA, Beatriz, «La jurisdicción eclesiástica de la Real Capilla de Madrid (1753-1931)», Hispania Sacra
(Madrid), 58, nº 117 (2006), págs. 145-170.

En papel de 13 del corriente me participa V. S. de orden del Rey que Su

Majestad ha concedido la futura de Maestro de su Real Capilla a don
Francisco Courcelle, y que interín entra en propiedad de la plaza, diga el
sueldo que se le puede señalar.
Cumpliendo con el Real orden digo que don Joseph de Torres, Maestro
principal de la Real Capilla tiene 1.500 ducados de vellón al año y don
Felipe Falconi, que vino por Maestro de Capilla de la Colegiata de San
Ildefonso, tiene 2.000 ducados de vellón al año, por haber señalado Su
Majestad así a éste como a todos los músicos que pasaron a servir a San
Ildefonso más sueldo que a los que quedaron en el Real Capilla de Madrid;
todo lo cual pondrán V. S. en noticia de Su Majestad para que resuelva lo
que fuese más de su Real agrado; y mande expedir las órdenes convenien-
tes para que se aumente a la consignación de la Real Capilla el sueldo que
se sirviese señalarle interín entra en propiedad de la Plaza. Dios guarde a V.
S. muchos años como deseo. Aranjuez y julio 17 de 1737. El Patriarca.
Señor Sebastián de la Cuadra14.
Aquel mismo mes de julio de 1737 y a causa de los problemas económi-

cos por los que atravesaba, Corselli remitió al monarca español un nuevo
memorial, en el que solicitaba se le eximiese de pagar la «media anata», una
especie de impuesto que se debía abonar al ingresar cualquier tipo de benefi-
cio eclesiástico pensión o empleo secular, correspondiente a la mitad de lo que
produce en un año15; al mismo tiempo recuerda los retrasos que se han produ-
cido en la percepción de sus haberes como maestro de música de las infantas:
Señor: Don Francisco Courcelle, puesto con el mayor rendimiento a los

Reales Pies de V. Majestad, dice que, habiéndose dignado V. Majestad de
concederle se le asista por la Casa de la Reina Nuestra Señora con la grati-
ficación de seis doblones mensualmente por cada una de las Señoras
Infantas, por su servidumbre en enseñarles la música, y hallándose el supli-
cante sumamente falto de medios para poder satisfacer la media anata que
corresponde al sueldo que V. Majestad se ha dignado concederle.
(14) A.G.P., documentación sin catalogar.

(15) Este impuesto fue decretado por Felipe IV en la Real Cédula del 22 de mayo de 1631, por la que se dispuso
que de todos los cargos, plazas de oficios, encomiendas, mercedes, gracias y concesiones que se hicieran por
medio del Consejo de Indias, audiencias, virreyes, gobernadores y otros ministros, se cobrase la media anata
en lugar de la mesada que antes se pagaba. Más tarde, en 1633, se nombró un Oidor de la Audiencia por comi-
sario para la fundación, administración y cobranza de la media anata. Por Real Cédula de 1649 se aprobó la
jurisdicción privativa que la Sala del Consejo de Indias y la Contaduría Mayor de Hacienda tenía para la admi-
nistración y cobranza del impuesto. Véase RODRÍGUEZ VICENTE, María E., «El derecho de Media Anata», en:
Poder y presión fiscal en la América española: siglos XVI, XVII y XVIII. III Centenario de la promulgación
de la recopilación de leyes de las Indias, Valladolid, 1986, págs. 465-504.

Suplica humildemente a V. Majestad se digne perdonarle la media anata

que debe pagar sobre dicha asignación y de mandar se le pague prontamen-
te por la casa de la Reina Nuestra Señora lo que tuviese devengado desde
principio de marzo del año de mil setecientos treinta y cuatro hasta fin de
diciembre de el año próximo pasado de mil siete cientos y treinta y seis.
Merced que espera de la Gran Piedad de V. Majestad16.
Finalmente, y dada la obligatoriedad del pago de la media anata,

Corselli obtuvo una ayuda extraordinaria que le permitió abonar el citado
impuesto, lo cual vuelve a demostrar la alta consideración que gozó el com-
positor en la corte española:
El Rey ha concedido a don Francisco Courcelle, por vía de ayuda de costa,

una vez, cuatro mil trescientos y veinte reales de vellón efectivos, para que
pueda pagar igual cantidad que debe al derecho de la Media Anata por la
gratificación que goza en la Casa de la Reina, de seis doblones mensual-
mente por cada una de las señoras Infantas Doña María Teresa y Doña
María Antonia, como Maestro de Música de Sus Altezas. San Ildefonso, 9
Agosto 1737. Sebastián de la Cuadra. Al Marqués de Torrenueva17.
Ya por entonces las obligaciones musicales de Corselli eran tan nume-

rosas que se vio obligado el 30 de noviembre de 1737 a solicitar a la corte
un carruaje para poder cumplir dignamente con su ejercicio profesional:
Que debiendo en Madrid, como en otras partes, hallarse pronto, en diferen-

tes horas del día para el cumplimiento de sus obligaciones en asistir a cada
una de Sus Altezas y servir a V. Majestad todas las noches, y no permitien-
do los muchos lados de Madrid, las lluvias y vientos, de venir a pié a pre-
sentarse a los Pies de sus Amos con aquella decencia que corresponde a la
honra en que V. Majestad se ha dignado constituirle por su especial clemen-
cia. Suplica a V. Majestad humildemente se digne señalarle un coche por su
Real Caballeriza tanto en Madrid como en todos los Sitios Reales como lo
gozan los demás Maestros de Sus Altezas18.
Dicho escrito de Corselli motivó un detallado documento sobre el ser-

vicio de carruajes que disfrutaban distintos personajes de la corte de Felipe

(17) Idem.
(18) Idem.

V, entre los que destacan «Farinelli», usuario de un coche «de dos mulas y
en las jornadas con seis», además del «Pintor de cámara», al que se le con-
ceden dos mulas19.
En 1738, y con pocos meses de diferencia, fallecieron Felipe Falconi y

José de Torres, por lo que Corselli tenía vía libre para acceder definitivamen-
te al magisterio real y al rectorado del Colegio de niños cantores, cargo que
iba anexo al anterior. Su nombramiento definitivo para ambos cargos tuvo
lugar el 5 de junio de 1738, dos días después del fallecimiento de José de
Torres:
En la nueva planta manda S. M. haya un Maestro de Capilla, que sea tam-

bién Rector del Colegio de los Niños, y que por ambos empleos compati-
bles y convenientes goce 1500 ducados de renta. Y en esta conformidad:
don Francisco Courcelle obtuvo la futura de esta plaza, con ausencias y
enfermedades del Maestro, por decreto de S. M. de 19 de junio de 1737 y
con 1500 ducados de goce, que mandó aumentar a la consignación de la
Real Capilla, hasta que entrase en propiedad; Y en 5 de junio de 1738, por
muerte del maestro D. Joseph de Torres, entró sirviendo esta plaza con los
mismos 1500 ducados de su primera dotación, rezando lo que se había
mandado aumentar20.
Aquel mismo año de 1738 contrajo matrimonio con la ciudadana fran-

cesa Honorata Carlota Peret de Marie Laboulay, asentada en España desde
su primer matrimonio, con quien tuvo cuatro hijas.
A partir de entonces, Francisco Corselli se convirtió en el máximo res-

ponsable de la actividad musical en la corte española. Todos los testimonios
dan fe de su preocupación por la dignidad y buena organización de los ser-
vicios litúrgicos que tenían lugar en el seno de la Real Capilla, tal como lo
demuestra el siguiente documento de 1746, en el que Corselli se lamenta de
la falta de capellanes de altar para la ejecución del canto gregoriano con
motivos de las celebraciones de Semana Santa:
Señor: movido del celo que me toca para el culto de la Real Capilla y para
el servicio de S. Majestad el Rey Nuestro Señor, no puedo excusarme de
(19) Citado en SOLAR QUINTÉS, Nicolás A., «El compositor Francisco Courcelle», Anuario Musical, VI (1951), pág. 184.
(20) A.G.P., documentación sin catalogar. Citado en LOLO, Begoña, La música en la Real Capilla..., pág. 251.

hacer presente a V. S. I., como en los Oficios de la Semana Santa próxima

pasada, por las mañanas ha estado casi para suceder un escándalo por falta de
Capellanes de Altar quienes cantasen los tractos y antífonas. Y sólo se pudo
remediar con el único débil recurso de algunos músicos, cuyas voces altas no
son propias para la ejecución del Canto llano, además de no ser y no haber
sido ésta jamás su obligación. Y el Viernes Santo, viendo que no había abso-
lutamente quien cantase los versos Popule meus durante la adoración de la
Cruz, y después el himno Vexilla durante la Procesión, me vi precisado a
suplicar a D. Joseph Calicani, D. Joseph Canouasi y a D. Antonio Carmona,
los que habían acabado de cantar la Pasión, de subir al Coro para cantar lo
que llevo dicho, y de decir las vísperas; y aunque cansados, hechos cargo de
tan extrema precisión, procuraron de desempeñarle, y con este medio pudi-
mos tal cual hacer el servicio. Pero considerando los continuos riesgos a que
está expuesto cotidianamente, y sin poderlo remediar, el culto de la Real
Capilla por falta de Capellanes de Altar, lo hago presente a V. S., y a fin de
que se sirva dar las convenientes providencias para que haya un mínimo sufi-
ciente de ellos, sin los que no se puede humanamente hacer el servicio de
Dios y el de S. Majestad en su Real Capilla, cuyo culto no se hace lo más del
año, aun en los días clásicos, en parte por dicho motivo.
Nuestro Señor prospere la vida de V. S. I. muchos años como puede.
Aranjuez y abril 14 de 1746. A las órdenes de V. S. I. Ilmo. Sr. Patriarca de
las Indias. Francisco Courcelle21.
Ante las objeciones expresadas por el Maestro de la Real Capilla, el

Patriarca formula un extenso escrito, que remitió a Sebastián de la Cuadra,
Secretario de Estado y Marqués de Villarías, donde habla de
no exponer el Divino Culto a que sirviese más de escandalosa irreverencia

que de veneración, de este grave desorden, la falta de Capellanes de altar y
el abandono de los músicos, del escándalo que estuvo casi para suceder en
presencia de sus Majestades y de toda la Corte en las funciones de esta
Semana Santa22.
En 1747 se decide un aumento de sueldo para los músicos de la Real

Capilla que hayan demostrado habilidad y mérito, entre los que se cita en pri-
mer lugar a Francisco Corselli. Otra de las razones que se aducen para que
su sueldo se vea incrementado en 500 ducados es el mantenimiento de la
numerosa familia del compositor de Piacenza:
(21) A.G.P., Real Capilla, leg. 1115.

El Patriarca. Siendo conforme al Real benigno ánimo de V. Majestad a que

los individuos músicos de su Real Capilla se les aumente el sueldo según
su habilidad y mérito, de los goces que estén desembarazados con el ingre-
so de su consignación: hago presente a V. Majestad que a más de los suel-
dos de diferentes plazas de todas cuerdas que están vacantes y reservadas
para cuando haya sujetos de competente habilidad que las sirvan; hay 800
ducados de la jubilación de la plaza de D. Juan Rapacholi y 200 de la
vacante de D. Joseph Literes, violón, pues aunque éste gozó 500 ducados,
tengo propuesto a V. Majestad para los 300 de ellos al colegial D. Antonio
Villazón; con que unidos estos 200 con los 800 referidos son 1.000 duca-
dos libres, que puede distribuirse sin que hagan falta, por ahora, a sus res-
pectivas cuerdas. Y atendiendo, Señor, al mérito de D. Francisco Courcelle,
y al celo y aplicación con que se emplea en todo lo perteneciente a su
ministerio de Maestro de Capilla, el cual sirve desde el año 1738, con el
sueldo de 1.500 ducados; y considerándole alcanzado por la crecida fami-
lia con que se halla; me parecía se dignase V. Majestad, usando de su inna-
ta piedad, concederle la gracia de aumentarle 500 ducados de los 1.000 que
expongo libres para que gozase 2.000, así como se hizo con D. Phelipe
Falconi, su antecesor, que se le dispensó igual merced. V. Majestad resol-
verá lo que fuese más de su Real agrado. Buen Retiro, 10 de enero de
174723.
Los emolumentos que obtenía Francisco Corselli, los cuales se eleva-

ban en 1749 a 1.303.560 maravedíes, quedan explicitados en el siguiente
documento:
Reglamento de la Familia de que se ha de componer la Capilla del Rey

Nuestro Señor y sueldos que ha de gozar al año desde 1º de abril de 1749.
A D. Francisco Courcelle nombró S. Majestad por Decreto de 19 de junio
de 1737 en la futura de la plaza de Maestro de la Real Capilla con ausen-
cias y enfermedades de los que servían en propiedad con el goce desde
luego de 1500 ducados de vellón al año, situados en la consignación de la
Real Capilla que es el sueldo que le corresponde por la planta del año 1701.
Y por decreto de 15 de marzo de 1742 se sirvió S. Majestad declarar que,
además de los 1500 ducados que gozaba como Maestro en propiedad de la
Real Capilla disfrutase al año 1200 ducados y 12 doblones al mes, que ante-
riormente le había concedido S. Majestad por Maestro de Música de los
señores Infantes y Infantas y demás encargos extraordinarios, los que le
habían cesado por el Decreto general de 8 de abril de 1739. Y aunque por

orden de 20 de febrero de 1743 mandó S. Majestad que todas estas parti-

das, en calidad de un solo sueldo, se le pagasen mensualmente desde 1º de
enero del mismo año, del producto de Sisas de Madrid, en la dotación que
bajaron resueltas para la Real Casa en 4 de febrero pasado de este año de
la fecha, se le ha trasladado en la misma conformidad en la Tesorería gene-
ral, en donde se entrega al tesorero de la Real Capilla de cuya mano lo per-
cibe, que hacen maravedíes 1.303.56024.
LA REORGANIZACIÓN DEL ARCHIVO DE MÚSICA
Debido al incendio acaecido en el antiguo Alcázar el día de Navidad

de 1734, el archivo musical palatino desapareció, razón por la que una de las
principales prioridades de Francisco Corselli fue restituir dicho archivo con
obras propias y de otros eminentes autores. El sucesor de Felipe V, Fernando
VI mostró siempre una gran preocupación por la música en la Real Capilla
y en 1751 ordenó reconstruir el archivo: gracias a un documento reproduci-
do por Nicolás Solar Quintés sabemos que durante los últimos meses de
magisterio de José de Torres ya se había iniciado la reposición de obras
musicales con destino al archivo de música de Palacio:
Antiguamente hubo en la Real Capilla un archivo donde se custodiaban los

Libros de Coro y varias obras de Música de los Maestros de ella y otros
Profesores, y todo pereció cuando se incendió Palacio. Hallábase ejercien-
do el Magisterio D. Joseph de Torres, por quien se suplieron las obra pre-
cisas, ya suyas, antes de obtener el Magisterio, y ya con las copias que éste
y otros Profesores tenían de los antiguos Maestros y algunas que escribió
después del incendio para cumplir la Real servidumbre, si bien no serían
muchas a causa de que ya en aquel tiempo era menos frecuente la concu-
rrencia de los Reyes a las funciones de Capilla. Murió Torres y Courcelle,
que le sucedió en el Magisterio, se vio en necesidad de comprar a sus here-
deros sus herederos las obras que dejó, y de que se servía para proveer la
festería de funciones particulares de los Músicos, de cuyo interés hacían
participantes a los Maestros con arreglo a ciertas ordenanzas que tenían.
Para empezar a establecer nuevo archivo, puede darse orden al Patriarca,
que por ahora, e ínterin se concluye el Palacio, se hagan y coloquen donde
pareciese en la actual capilla, unos estantes cerrados para que en ellos se
pongan aquellas obras que pertenezca a la Real Capilla de las que, después

del Incendio, se supiese haber escrito Torres, y las que haya ejecutado
Courcelle en su tiempo, abonándoles el gasto del papel, que es todo el dere-
cho que pueden tener los Maestros en las obras que, cumpliendo su obliga-
ción, escribieron para el culto de la Capilla.
Y que, formando inventario, se entreguen las llaves al Maestro de Capilla,
que es quien elige las que deben servir en cada función según su clase y cir-
cunstancias. O bien se pongan a cargo del Maestro de los Niños Cantores, res-
pecto de que éstos, acompañados de aquél, deben, según constituciones del
Colegio, estar anticipadamente en la Capilla para preparar el Coro y distribuir
las obras, corno en otras Capillas lo ejecuta el que llaman Mozo de Coro.
Bajo esta disposición, se pueden aumentar al inventario las nuevas obras,
que anualmente diesen los Maestros, abonándoles a éstos o a los copiantes,
que tiene la Capilla, el papel que sea necesario.
También será conveniente hacer reconocer las obras que compró Courcelle
de Torres y si fuesen a propósito y precisas, se le podrá satisfacer su coste; o
hacer copiar las que fueren útiles, y las de otros autores; logrando por este
medio que el Archivo de la Real Capilla esté proveído de las obras necesa-
rias para que todas sus funciones se sirvan con la distinción debida y cuando
se concluya el nuevo Palacio se podrá destinar pieza competente que sirva de
Archivo para estas obras, y de los Libros de Coro que se están escribiendo de
orden de S. Majestad y formar inventario por el cual se reclamen, cuando
mudare de mano el encargo de su custodia, para evitar su extravío25.
En otro informe fechado el 16 de junio de 1751, el ministro Zenón de

Somodevilla, Marqués de la Ensenada, traslada al Patriarca de las Indias, el
Cardenal Mendoza, el interés de Fernando VI por la debida conservación de
los fondos musicales, para lo cual el rey ha ordenado la colocación provisio-
nal de unos estantes para albergar las obras ya existentes y las nuevas obras
que los maestros compongan, como parte de sus obligaciones palatinas,
encargándose a Corselli la responsabilidad de crear un inventario. También se
pregunta el Marqués de la Ensenada si entre las obras que Corselli adquirió a
los herederos de José de Torres y las que recomienda de otros autores, exis-
ten algunas piezas merecedoras de formar parte del repertorio palaciego con
el fin de asegurar el culto divino en la Real Capilla. A todo ello da cumplida
respuesta el Cardenal Mendoza: informa detallada y prolijamente sobre las
gestiones realizadas para crear un espacio que cobije las obras del archivo y
sobre la cuestión de las obras de José de Torres afirma que, según los
(25) A.G.P, Documentación sin catalogar. Citado en SOLAR QUINTÉS, Nicolás A., «El compositor...», págs. 187-ss.

«Maestros» (bajo esta denominación se refiere el cardenal Mendoza a

Francisco Corselli y José de Nebra, maestro y vicemaestro de la Real Capilla
de Madrid) algunas de ellas son «útiles y necesarias» por la aceptación que
siempre han gozado, en especial algunos salmos de vísperas, un Oficio de
difuntos y una Misa, así como algunas obras de Falconi. Propone que sólo se
abonen a los respectivos maestros los gastos de papel y que las nuevas obras
compuestas pasen a ser propiedad de la Real Capilla, todo ello con el fin de
evitar los abusos de antaño, cuando los antiguos maestros se apropiaban de
las obras que escribían, como parte de sus obligaciones. Informa asimismo
que para que el rey pueda hacerse una idea de las obras que debería poseer
el archivo, el maestro de capilla, Francisco Corselli, ha elaborado una lista
de autores nacionales y extranjeros. Asimismo se cita la importante actua-
ción que el vicemaestro de la Real Capilla, José de Nebra, está protagonizan-
do en la reestructuración del archivo26.
(26) «El Cardenal Mendoza. Excmo. Señor: En papel de 16 de junio de este año, me participa el Marqués de la
Ensenada, que deseando V. Majestad que las obras de Música que sirven al Divino Culto de la Capilla se man-
tengan con la debida custodia, ha resuelto V. Majestad que por ahora e interin se concluye la fábrica del nuevo
Palacio, se hagan unos estantes cerrados, donde se coloquen todas las obras que actualmente existieron y
hubieren ejecutado los Maestros de la Real Capilla desde el incendio del Palacio antiguo, y las que fueren
escribiendo conforme su obligación, costeándose por la Real Hacienda el papel que se necesitare, y que así
ejecutado, se forme inventario y haga entrega formal al Maestro de Capilla con las llaves de los estantes, res-
pecto a ser de su cargo la elección de las obras que según las clases de las funciones deben cantarse en cada
una. También se previene de orden de V. Majestad, que sepa Yo si entre las obras que dejó e1 Maestro D.
Joseph de Torres, y compró Corselli de su testamentaría, hay algunas que sean útiles y necesarias para la
Capilla y si convendrá tomarlas, satisfaciendo el coste en que se estimasen, o que se saquen copias de algu-
nas, o que sean de otros autores, todo a fin de asegurar el culto divino de la Real Capilla. y en cumplimiento
de esta Real orden de V. Majestad, en la primera parte, pongo en la Real noticia de V. Majestad, como ya están
hechos dos estantes cerrados, según ha parecido más convenientes a D. Joseph de Nebra, para el efecto de
archivarse en ellos todas las obras ejecutadas desde el incendio del nuevo Palacio, pero para poner en prácti-
ca esta providencia, con la formación de inventario, y hacer cargo de ellos al Maestro se hace preciso que V.
Majestad mande se satisfaga a D. Francisco Corselli el importe del papel que ha gastado de su cuenta en la
copia de todas sus composiciones, desde su ingreso en la Capilla, y que esto mismo se ejecute en adelante con
todas las demás que hicieron los Maestros como V. Majestad lo ha resuelto, y por este medio se logra abolir
el pernicioso abuso de que los Maestros queden hechos dueños de las obras que por su obligación componen
para la capilla de V. M., pues teniéndose dotados los copiantes, que es lo más, con esta acertada procedencia,
en el curso de pocos años, tendrá V. Majestad. en su Capilla un grande archivo de Música.
Por lo que mira a las obras del Maestro D. Joseph de Torres, que quiere V. Majestad saber si entre ellas hay
algunas que sean útiles y necesarias para que la Capilla, me informan los Maestros que todas son dignas de la
inmortalidad, por la común aceptación que siempre han tenido, pero atendiendo Yo a que V. Majestad. sólo
querrá valerse de aquellas más escogidas y útiles para el servicio, según el estilo presente, he indagado parti-
cularmente que entre estas obras que compró Corselli de la Testamentaría de Torres, hay algunos Salmos de
vísperas, un oficio de difuntos y una Misa más armoniosa que otras, lo cual puede tomarse con alguna otra
cosa que parezca necesaria y también algunas Misas, Vísperas y completas del Maestr. Falconi, atendiendo a
lo breves que son, cuya circunstancia puede convenir en alguna ocasión que ocurra, y cuando V. Majestad gus-
tare que se tome de unas y otras obras, lo más fácil y de menos costa, es tomar la propiedad de las copias, que
sacarlas de nuevo; y si V. Majestad. fuese servido de ver por menor el número y clase de las composiciones
de estos dos autores, pasaré a manos de V. Majestad una nota de ellas para que en su vista pueda V. Majestad
resolver lo que fuese más de su real agrado.

Fig. 6. Filippo Pallotta: Alcázar de Madrid, 1704.

Museo de Historia, Madrid
Al poco tiempo, y a instancias del Cardenal Mendoza, Corselli elabo-

ra un detallado informe, en el que comunica al Patriarca de las Indias las
escasas obras que son propiedad del Archivo de música de Palacio, debido
en primer lugar al incendio del antiguo Alcázar en 1734 así como a la cos-
tumbre de los anteriores maestros de la Real Capilla madrileña de apropiar-
se de las obras que componían durante sus respectivos mandatos, pese a que
se les suministraba el papel para esta labor. Con respecto a su antecesor en
el magisterio real, José de Torres, Corselli informa al Cardenal Mendoza que
los herederos poseen la propiedad de dichas con la excusa de que fue el
mismo Torres quien se costeó el papel de las partituras. Así pues, Corselli se
vio en la obligación de comprar parte de las obras de Torres a sus herederos
Y por si, lo fuese de V. Majestad el hacer a la Capilla con un surtimiento abundante de autores clásicos,
extranjeros y nacionales de todas las obras que se ofrecen en el discurso del año, hago presente a V. Majestad
la adjunta lista que ha formado Corselli y que dice será de muy corto coste el hacerse con las que se elijan,
disponiendo que vengan en partitura: lo que expongo a V. Majestad para que en vista de todo resuelva V. M.
y mande lo que fuere más de su Real agrado. El Retiro, 2 de septiembre de 1751. El Patriarca. Cardenal
Mendoza». A.G.P., documentación sin catalogar. Citado en SOLAR QUINTÉS, Nicolás A., «El compositor...»,
págs. 188-ss.

y parte de las compuestas por el otro maestro de la Real Capilla, Felipe

Falconi. Asimismo, Corselli inició una intensa labor compositiva para repo-
ner el repertorio musical destinado a los servicios litúrgicos de la Real
Capilla; al mismo tiempo solicita tiempo para elaborar una relación de com-
positores y obras musicales que sería necesario poseer:
Eminentísimo Señor. A la venerada orden de V. E. de 19 del corriente en

que V. E. me manda pase a sus manos una relación individual de las obras
de música, y que de parecer ser pertenecientes a la Real Capilla de S. M.
hago presente a V. E. que me consta, no hay en realidad ninguna que per-
tenezca a dicha Real Capilla más que siete Libros de obras de Facistol, uno
de Misas que compuso D. Joseph Torres, Maestro que fue de la Real
Capilla de S. M., impresas en la imprenta que tuvo, y dedicadas al Señor
Rey D. Felipe Quinto. Otros dos de Misas del susodicho, escritos de estam-
pilla, en los que están incluidos los Pasos de Las Pasiones, y otro del mismo
de Himnos, también escrito del mismo modo: uno de Misas de facistol de
Prenestina (sic), y otros dos de los Maestros Alfonso, Caseda, y de Roldán,
y éstos escritos de estampa.
Tengo noticia fija por D. Isidro Montalvo, copiante que es de la Real
Capilla de S. M. desde el año 1714, como por experiencia propia, y por
haberlo sabido de sus antecesores, que a los Maestros que en sus tiempos
había hasta todo el tiempo que lo fue D. Sebastián Durón, se les daba todo
el papel que necesitaban para sus obras, las que quedaban parte en su poder,
en una pieza detrás del órgano de la Capilla, para ahorrarse de llevarlas, y
traerlas los colegiales para que se maltratasen, y estaban al cuidado del
referido Maestro Durón, a quien sucedió la desgracia del destierro, y no
tuvo tiempo de pensar en cosa ninguna sino en su persona, por lo que dejó
en abandono en el Colegio todos los papeles, los que quedaron en poder del
Rector que le sucedió, que fue D. Matías Cabrera, músico de voz bajo de
La Real Capilla, a quien sucedió D. Nicolás Humanes, y después D. Joseph
Torres: de que se infiere, que todos estos papeles se extraviaron, unos por
haber pasado a varias manos, y otros por haber sido comprehendidos en el
incendio de Palacio el año de 1734, por lo que no quedó razón ni cuenta
alguna de ellos, sino tales y cuales que parecieron más útiles, y quedaron
en poder de D. Josef Torres para con ellos dar cumplimiento a su obliga-
ción, hasta componer todas las que ocurren al servicio de la Real Capilla.
Al entrar en posesión del magisterio D. Josef Torres cesó el suministrarle
el papel, lo uno por que no lo solicitó, y lo otro porque se empezó a estilar
otro género de obras, y por consiguiente, otro género de papel, que fue de
marca mayor, y de marquilla, como se está actualmente practicando, por

cuyo motivo puso el papel de su cuenta, el cual subsanaba con el privilegio

que pretendió, y logró de poder entrar papel para su imprenta de música,
sin pagar derecho alguno, llevando la voz de que era para el servicio de su
Majestad.
Habiendo yo sucedido en el magisterio al difunto D. Josef Torres por
gracia de S. M. el Señor Rey D. Felipe Quinto (que de Dios haya), y en la
Rectoría del Colegio de Niños Cantores, con la orden que tuve de V. E. fui
para entregarme de los papeles que se discurrió ser pertenecientes a la Real
Capilla, y hallé que sus herederos se habían quedado con la entera pose-
sión de ellas dándome por motivo que su padre había costeado el papel, y
que los demás maestros antecesores habían practicado lo mismo, aún
habiéndoseles suministrado el papel, y que esta misma razón habían dado
a V. E. quien se sirvió de hacérmela comunicar por el Secretario D. Pedro
Martínez de la Mata. Viendo yo esto, y no hallándome con obras propor-
cionadas al estilo, y método de la Real Capilla, y estando siguiendo las jor-
nadas con motivo de la honra que yo tenía de enseñar a los Serenísimos
Señores Infantes, me vi precisado para dar el debido cumplimiento al culto
de la Real Capilla hasta poder formar el surtido necesario de mis obras,
(cuyos materiales han sido hasta ahora de mi costa), de comprar todas las
obras del maestro D. Felipe Falconi (q. Dios haya) por medio de D. Josef
Cañizares, como consta de una carta suya de lo que las ajustó, y las pagué,
y una porción de las que se pudieron adquirir de D. Josef Torres, como
también consta de una minuta que tengo de puño de D. Josef Nebra de lo
que me costaron.
De todas las referidas obras que quedan en mi poder, remito adjuntas a
V. E. sus respectivas notas con distinción, en ejecución de sus órdenes.
Respecto a la que V. E. me propone al mismo tiempo, de enviarle una
nota de las obras que se consideran necesarias para surtimiento de la Real
Capilla según sus funciones, y clases, y de aquellas que se juzgaren útiles
con expresión del coste que puedan tener haciéndolas completas, y el que
tengan las copias de las que no se pueden adquirir de otro modo: debo
suplicar a V. E. se sirva de concederme tiempo para reflexionar lo más con-
veniente, y preciso para su ejecución interin que quedo rogando a Nuestro
Señor, prospere la vida de V. E. muchos años. Madrid y junio 22 de 1751.
E. Señor. A los Pies de V. E. su más atento súbdito, el Maestro Francisco
Corselli. E. Señor Cardenal de Mendoza27.
(27) «Vicente Pérez: Informe del maestro Francisco Courcelle sobre la propiedad y origen de las obras de música
de la Real Capilla. Madrid, 22-VI-1751», en Libro de las constituciones y ordenanzas de la Real Capilla de
S. M, Biblioteca Nacional de Madrid, Ms. 762. Citado en LOLO, Begoña, La música en la Real Capilla de
Madrid..., págs. 254-ss.

Finalmente, Corselli pudo llevar a cabo el encargo del Patriarca de las

Indias y máxima autoridad de la Real Capilla de Madrid, el Cardenal
Mendoza, en el sentido de confeccionar una relación de obras que deberían
formar parte del archivo de música de Palacio. Dicha relación ofrece un inte-
rés inusitado sobre el repertorio musical palaciego así como una información
preciosa sobre el prestigio tanto de los centros eclesiásticos españoles (fun-
damentalmente capillas musicales catedralicias) como de los compositores
españoles y extranjeros en torno a 1750:
Nota de la cantidad de cada especie de obras eclesiásticas que se requieren

para formar con ellas, en la Real Capilla de S. M. (q. D. guarde), un surti-
miento abundante y vario para las funciones que en ella se celebran en el
discurso de el Año, con distinción de clases.
Para los días festivos
Misas completas, idem Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus, seis doce-
nas. Vísperas de la Virgen, media docena. Vísperas comunes de Santos,
media docena. Himnos de la Virgen, de los Santos y demás festividades del
año, media docena de cada una. Letanías de la Virgen, una docena. Salves,
una docena. Te Deum Laudamus, media docena. Secuencias o Prosas de
Pascua de Resurrección, de Pentecostés, del Corpus Christi y de los
Dolores de María Santísima, cuatro de cada festividad. Lamentaciones de
Capilla a 8, a 4, a 3, a 2, y a voces solas de tiple, contralto, tenor y bajo,
cuatro juegos de cada día. Misereres, una docena. Oficios de difuntos, com-
pletos de Mártires. Misas con su secuencia y Motetes, cuatro.
Para días feriales
Seis Libros con seis Misas cada uno, y que tengan todos Asperges y Vidi
aquam, etc. Las obras para días festivos con todos instrumentos se podrán
encontrar de los Maestros y en los parajes siguientes, y quizás con la pro-
porción conveniente al tiempo que haya de durar. En Madrid, del Maestro
D. Joseph de San Juan, de Diego de las Muelas y Joseph Picañol. En Roma,
de Bencini, Terradellas y otros Maestros acreditados. En Nápoles, de D.
Alexandro Scarlatti, Domingo Sarro, Leonardo Leo, Francesco Durante,
Jerantino, Pergolesi, y demás Maestros. En Bolonia, de D. Jaime Perti,
Predieri, Carretti, Ricieri y otros Maestros. En Milán, de Cozzi, Gio Batista
San Martin, Negrini y otros Maestros. En Venecia, de Lotti, Pórpora, Porta,
Galuppi, Pescetti y otros Maestros. En Barcelona, del Maestro Valls y
otros. En Zaragoza, del Maestro D. Luis de Serra. En Córdoba, del Maestro
D. Agustín Contreras. En Toledo, del Maestro D. Miguel de Ambiela y del
Maestro D. Jaime Casellas. En Sevilla y todas las Catedrales de España,
hay Libros de facistol de maestros especiales. En Lisboa, en la Real Capilla

de S. M. el Rey de Portugal hay mucha abundancia de obras selectas de

varios Maestros en el estilo de facistol o a capella. En Roma, de Palestina
(sic), Benevoli, Carissimi, Morales, Ludovico de Victoria, D. Domingo
Scarlatti, Ottavio Pitoni y otros Maestros28.
No conocemos si la propuesta de Corselli fue aceptada o no pero si nos

atenemos al repertorio musical que hoy día se conserva en el archivo de
música del Palacio Real, las ideas de Corselli no cayeron en saco roto.
Dadas las múltiples obligaciones que debía afrontar Corselli al frente

de la Real Capilla y a los continuos desplazamientos a los reales sitios, fue
preciso arbitrar la creación de un puesto de vicemaestro y vicerrector del
Colegio de los Niños Cantorcicos, función que recayó en 1751 en el organis-
ta primero de la Real Capilla, José de Nebra, con el fin de que pudiera asis-
tir al maestro italiano y sustituirlo en caso de necesidad29.
Especial relación debió de mantener Corselli con otra de las grandes

figuras musicales de su tiempo, el padre Antonio Soler, maestro de capilla
del Monasterio del Escorial. A ello se refería Barbieri cuando afirmaba que
Parecerá extraño que de las 447 composiciones de música que hizo

Courcelle no haya ninguna en el Escorial, y sólo se halle en aquel archivo
un aria profana que empieza Aquella barquilla. Esta anomalía se explica
recordando que el famoso monje y Maestro de Capilla del Escorial, fray
Antonio Soler, era contemporáneo de Courcelle y más fecundo que éste en
componer obras religiosas, siendo las de Soler conformes a la tradición de
la iglesia española, al paso que las de Courcelle se resentían de tener un
estilo un tanto profano o teatral. Esto, unido al favor que el Padre disfruta-
ba del Infante don Gabriel, explica sobradamente la inexistencia de obras
Courcelle en el archivo del Escorial; aunque no hay motivos para suponer
rivalidades personales, puesto que el Padre Soler sujetó su obra Llave de la
Modulación a la censura de Courcelle y éste hizo de ella un gran elogio,
que se imprimió en la misma30.

(29) Sobre José de Nebra véase la completa monografía de ÁLVAREZ, María Salud, José de Nebra Blasco: vida y
obra, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1993.
(30) Citado en BARBIERI, Francico Asenjo, Biografías y Documentos sobre música y músicos españoles (Legado
Barbieri), ed. de Emilio Casares, vol. 1, Madrid, Fundación Banco Exterior, 1986, pág. 157.

Efectivamente, merece la pena leer la censura que emitió Francisco

Corselli porque nos informa sobre el credo estético-musical del compositor
italiano:
He leído con especial gusto el Libro intitulado Llave de la Modulación, su

Autor el V. Fr. Antonio Soler, Monje del Orden de San Jerónimo y Maestro
de Capilla en su Real Monasterio de San Lorenzo (vulgo el Escorial) y
hallo ser obra teórica, y práctica llena de especulativa y digna de su distin-
guido talento, el que con acierto indica un secreto oculto a muchos, y un
objeto en que estriba la variedad sensible de la buena armonía, que usado
oportunamente con destreza, y naturalidad en música suelta, para exprimir
la fuerza de los conceptos, mueve, suspende, y satisface los efectos. He
admirado igualmente el sumo trabajo del autor en descifrar con claridad las
curiosas Antigüedades, que expone en su segundo Libro y advirtiendo ser,
en su tanto, obra de no menos importante utilidad, que la del primero, espe-
ro producirán ambas en los estudiosos el adelantamiento y el fruto a que
anhela, y merece su loable deseo. Así lo firmo. Madrid, 16 de diciembre de
1761. Don Francisco Courcelle31.
Después de casi cuarenta años de magisterio real, Francisco Corselli

falleció el 3 de abril de 1778 y fue enterrado en la iglesia de San Martín, en
cuyo archivo figura como don Francisco Courcelle, “Maestro de capilla de
la Real de S. M.”. Vivía en la calle Leganitos, casa de los niños cantorcicos.
En su testamento figura como albacea Antonio Rodríguez de Hita, además
de José y Matías Courcelle, hermanos suyos: nombró herederas a su esposa
y a sus hijas Josefa y Teresa32.
LA OBRA MUSICAL DE CORSELLI
Como ya vimos en un apartado anterior, gracias a la obligación de

componer nuevas obras para restaurar el culto litúrgico en la Real Capilla, en
especial por la significativa ausencia de obras que presentaba su archivo
cuando Corselli asumió el magisterio, han llegado hasta nosotros un gran
número de partituras religiosas del compositor. La inmensa mayoría de
dichas obras se conserva actualmente en el archivo del Palacio Real, entre las
(31) SOLER, Antonio, Llave de la modulación y Antigüedades de la Música…, Madrid, Joachin Ibarra, 1762.
(32) MARTÍN MORENO, Antonio, Historia de la Música Española. IV. Siglo XVIII, Madrid, Alianza Música, pág. 50.

cuales sobresalen misas, motetes, responsorios, antífonas, cánticos, himnos,

invocaciones, lamentaciones, lecciones de difuntos, letanías, salmos, secuen-
cias, cantatas y villancicos, que son el fructífero legado de cuarenta años de
actividad ininterrumpida al frente de la Real Capilla de Madrid. Cabe citar
asimismo una serie de sonatas que compuso con destino a las oposiciones
convocadas para cubrir plazas vacantes de instrumentistas en la Capilla Real.
Sin embargo, sólo se conoce una mínima parte de esta extraordinaria produc-
ción musical, siendo urgente la recuperación de este patrimonio musical de
gran valor artístico33.
Pero si significativa fue su aportación al campo de la música vocal reli-

giosa e instrumental, su producción escénica contribuyó a que Francisco
Corselli se convirtiera en uno de los músicos más influyentes y celebrados
en la España del siglo XVIII. Independientemente de las obras dramáticas
que compuso durante su primera etapa en Italia, en la capital de España cola-
boró de manera decisiva en la propagación y asentamiento del repertorio
operístico italiano. Una vez que la compañía italiana de teatro que intervenía
en el Teatro de los Caños de Peral abandonó Madrid, se fundó una compañía
compuesta de los más destacados cantantes de las dos compañías españolas
Fig. 7. Teatro de los Caños del Peral
(33) Nosotros publicamos una Letanía a Nuestra Señora de Corselli en La música en la Real Capilla de Madrid
(Siglo XVIII), Madrid, Patrimonio Nacional y Fundación Amigos de Madrid, 1992.

que actuaban en los Teatros de la Cruz y del Príncipe, cuya principal misión
consistió en interpretar óperas italianas pero con textos traducidos al espa-
ñol: para la mencionada compañía escribió en 1735 La cautela en la amistad
y el robo de las Sabinas, drama en dos actos, con texto de Agramont y
Toledo, en el que son frecuentes las arias y los dúos al estilo napolitano; sin
embargo, trece de las arias conservadas en el archivo del Palacio de Liria se
perdieron a causa del incendio que asoló dicho palacio durante la Guerra
Civil de España.
Asimismo participó Corselli en las festividades con motivo de las

esponsales del infante Carlos, ya rey de Nápoles y Sicilia, con María Amalia
de Sajonia el 9 de mayo de 1738: para tal evento compuso la ópera con texto
de Metastasio Alessandro nelle Indie, que debía ser interpretada por los can-
tantes italianos de los Caños del Peral (al respecto, no extraña el hecho de
que, debido a la popularidad que gozaba la ópera entre el público español, se
estableciera de nuevo en Madrid otra compañía italiana): la obra se estrenó
en escena con tal boato en el Coliseo del Buen Retiro que hubo de repetirse
el 5 de julio de este mismo año y, meses más tarde, el 19 de diciembre, para
celebrar el cumpleaños del rey.
Por tercera vez, en 1739, volvió a tener la oportunidad de mostrar sus

cualidades como autor dramático con la ópera Farnace, drama que festeja-
ba el casamiento del segundo hijo de Isabel de Farnesio, el infante Felipe,
con la princesa francesa María Luisa. Gracias a esta ópera, Corselli alcanzó
uno de los grandes éxitos de su trayectoria artística en España, como se
observa en los numerosos documentos de la época, los cuales elogian su
esplendor:
Por la noche asistieron sus Majestades y Altezas en el nuevo teatro del mismo
Retiro a la ópera intitulada Farnace que, sin exageración, se puede decir que ha
excedido a las que hasta aquí se han visto representar en Europa, por sus voces,
compuestas de las mejores que se conocen, por la música y por la magnificencia
de las mutaciones y acompañamientos… Los cantantes eran excelentes, la ejecu-
ción impecable y el entusiasmo indescriptible 34.
La obra, estrenada el 4 de noviembre de 1739, fue representada al

menos en otras tres ocasiones: el 19 de noviembre, santo de la reina Isabel;
(34) Gaceta de Madrid, 10 de noviembre de 1739.

el 19 de diciembre, cumpleaños del rey; el 20 de enero de 1740, cumplea-

ños del rey de Nápoles, siempre con asistencia de la real familia y otras
veces con la presencia de los Consejos y Ayuntamiento de Madrid. La obra
consta de tres actos y está compuesta conforme al tradicional esquema del
teatro musical italiano, basado en la alternancia de recitativos y arias, com-
binándose éstos a su vez con partes corales y alguna marcha. La obertura
es denominada «Sinfonía» y consta de tres tiempos: «vivo», en compasi-
llo»; «allegro e piano», en tres por cuatro; y «spiritoso», en tres por ocho.
Su plantilla orquestal está integrada por «trombe lunge», «trombe de cac-
cia», «hautbois» (oboes), violines, violas y «basso»35.
Otro acontecimiento real, la boda de la infanta María Teresa con el

Delfín de Francia, motivó la puesta en escena, el 8 de diciembre de 1744,
de una nueva ópera en el Coliseo del Buen Retiro y fue Corselli el encar-
gado de escribir la partitura: se trata del drama Achille in Sciro, con texto
del poeta italiano Metastasio. La obertura o sinfonía consta de los habitua-
les tres tiempos: «allegro», en compás binario; «affetuoso», en tres por
cuatro; y «spiritoso», en seis por ocho. Por lo que se refiere a su instrumen-
tación, está formada por violines, «hautbois», «trombe de caccia», «viole»
y «bassi». Entre los papeles se han conservado varios de violines primeros
en alguno de los cuales figuran los nombres de «Terri y Geminiani» y de
«Facco y Manalt»36.
Años más tarde, y una vez superado el luto oficial por la muerte de
Felipe V, en el Carnaval de 1747 y en el de 1748, Corselli compartió con
Francisco Coradini y Juan B. Mele la elaboración de dos óperas, la primera
escrita por Metastasio, La Clemencia de Tito, y la segunda por Rolli, El
Polifemo. Estas dos obras constituyen un pasticcio ya que cada uno de los
tres compositores italianos colaboraba con un acto.
Por otra parte, Corselli participó asimismo en los festejos organizados

para celebrar el casamiento de la infanta María Antonia Fernanda con el
duque de Saboya. En el marco de dichos actos regios se interpretó, el 8 de
abril de 1750, la serenata L’asilo d’amore con texto de Metastasio y música
de Corselli: según la opinión recogida por la Gaceta de Madrid, la partitura
(35) Véase el comienzo de la ópera Farnace en el Apéndice.

(36) MARTÍN MORENO, Antonio, Historia de la Música Española..., pág. 356.

fue alabada por toda la familia real «por el buen gusto de su música. como
por lo selecto de las voces e instrumentos», siendo, pues, «de su real agrado
y aprobación»37. Para finalizar con su producción escénica, se debe añadir el
intermedio Il cuoco o sia Il marchese del Bosco, citado en el manuscrito que
Farinelli redactó sobre las funciones dirigidas por él desde 1747 en el Buen
Retiro y en el Teatro de Aranjuez.
Según Francisco Asenjo Barbieri, Corselli poseía «grandes habilida-

des así en cantar de tenor como en tocar el clave y el violín y en componer
música», reconociendo al mismo tiempo que la decisión de elevarlo a la
máxima responsabilidad de la música española fue justa. Sigue diciendo
Barbieri que
a las excelentes condiciones artísticas de Courcelle se unían las personales,

pues era de muy hermosa figura y de un carácter noble, sencillo y bondado-
so, que lo hacían ser querido y respetado no sólo de los artistas que se halla-
ban bajo su jurisdicción sino de cuentas personas lo conocían. Era, además,
tan laborioso, que habiéndose encontrado el Archivo Musical de Palacio
exhausto de obras, por causa del incendio del antiguo Alcázar, acudió al
remedio componiendo sin cesar cuantas eran precisas para el culto, obras en
que brillaba una suave modulación y un exquisito gusto moderno, aunque no
tenía toda la severidad clásica de nuestra antigua música religiosa38.
(37) Citado en ÁLVAREZ, María Salud, «Courcelle, Francisco» en CASARES, Emilio (dir.), Diccionario de la Música
Española e Hispanoamericana, vol. 4, Madrid: Sociedad General de Autores y Editores, pág. 153.
(38) BARBIERI, Francico Asenjo, Biografías y Documentos..., pág. 157.

CATÁLOGO DE OBRAS 39
1 MÚSICA VOCAL
1.1 Música escénica
Nino, ópera, estreno: 1720, Teatro Reggio (Parma); Venere placata,
ópera, estreno: 1731, Teatro S. Samuel (Venecia); Santa Clotilde, oratorio,
1733, estreno: Parma; La cautela en la amistad y el robo de las Sabinas,
ópera, estreno: 1735, Teatro de los Caños del Peral; Alesssandro nelle Indie,
ópera, estreno: 9.5.1738, Teatro del Buen Retiro; Farnace, ópera, estreno:
4.11.1739, Teatro del Buen Retiro, Biblioteca Municipal de Madrid; Achille
in Sciro, ópera, estreno: 4.12.1744, Teatro del Buen Retiro, Biblioteca
Municipal de Madrid; La clemencia de Tito, ópera, estreno: Carnaval de
1747, Teatro del Buen Retiro (acto 1°); El Polifemo, ópera, estreno: Carnaval
de 1748, Teatro Buen Retiro (acto 1°); L’asilo d’amore, Serenata, estreno:
8.4.1750, Salón de Reinos; Santa Bárbara, oratorio, estreno: 4.12.1760; Il
cuoco o sia Il marchese del Bosco, intermedio.
1.2 Música religiosa

1.2.1 Misas
Asumpta est Maria, 8V, Orq; Ave Maris Stella, 8V, Orq; Brevis
oratio, 8V, Orq; Cantemus Domino, 8V, Orq; Dirige Domine, 8V, Orq;
Dirige me Domine, 8V, cuerda; Domine salvum far Regem, 8V, Orq; Ecce
Sacerdos magnus, 8V, Orq; Exultabunt Sancti in Gloria, 8V, Orq; Exultent
gentes, 8V, Orq; Exurgat Deus, 8V, Orq; Festinate, 8V, Orq; Gloria tibi
Domine, 8V, Orq; In nomine Domini, 8V, Orq; Jesu tibi sit Gloria, 8V, Orq;
Jubilate Deo, 4V, Orq; Jubilemus Deo, 8V, Orq; Kyries y Gloria, 5V, Orq;
Laetamini in Domino, 8V, Orq; Laudate pueri Dominum, 8V, Orq; Misa, 8V,
Orq; Misa, 8V, Orq; Misa, 8V, Orq; Misa de difuntos, 8V, Orq; Oh gloriosa
virginum, 8V, Orq; Omnis spiritus laudet Dominum, 8V, Orq; Psallite
Domino, 8V, Orq; Salva nos, 8V, Orq; Servite Domino in laetitia, 4V, Orq;
Vigilate, 4V, Orq.
(39) Salvo otra indicación, todas las obras de Francisco Corselli se encuentran en el Archivo de Música del Palacio
Real de Madrid. Las abreviaturas empleadas son las siguientes: V: Voces; Orq: Orquesta; Ti: Tiple; A: Alto; T:
Tenor; B: Bajo.

1.2.2 Oficios de difuntos

Oficio de difuntos, 8V, Orq; Homo natus, 8V, Orq; Parce mihi, Ti,
Orq; Pelli meae, 8V, Orq; Taedet animam meam, 8V, Orq.
1.2.3 Completas
Completas, 4V, Orq; Completas breves en Re, 8V, Orq; Completas
breves en Do, 8V, Orq; Completas en Do, 8V, Orq; Completas en Sol, 8V,
Orq; Completas en Si menor, 8V, Orq; Completas en Fa, 8V, Orq; Completas
en La, 8V, Orq; Completas en Re, 8V, Orq; Completas en Re, 8V, Orq;
Completas en Si bemol, 8V, Orq.
1.2.4 Vísperas
Vísperas de la Virgen, 8V, Orq; Vísperas de los santos, 8V, Orq;
Vísperas de santos y de Virgen, 4V, Orq; Vísperas de santos y de Virgen, 4V,
Orq; Vísperas de santos y de Virgen, 8V, Orq; Vísperas de santos, 4V, Orq;
Vísperas de santos, 8V, Orq; Vísperas de santos, 8V, Orq.
1.2.5 Antífonas
Ave Regina Caelorum, A, Orq; Ave Regina Caelorum, Ti, Orq; In
pace in idipsum, B. cu; Regina Caeli, 8V, Orq; Regina Caeli, A, Orq; Regina
Caeli, Ti, Orq; Salve breve en Fa, 8V, Orq; Salve breve en Re, 8V, Orq; Salve
Regina, 6V, Orq; Salve Regina, 8V, Orq; Salve Regina, 8V, Orq; Salve
Regina, Ti, Orq; Salve Regina, Ti, Orq; Salve, 8V, Orq; Salve, 6V, Orq; Salve,
8V, Orq; Salve, Ti, 4V, Orq; Simile est Regnum Caelorum, 5V, Orq.
1.2.6 Cánticos
Magnificat, 4V, Orq; Magnificat, 8V, Orq; Magnificat, 8V, Orq;
Magnificat, 8V, Orq.
1.2.7 Himnos
Ave Maris Stella, 8V, Orq; Himno a Santiago, 8V, Orq; Iste
Confesor, 4V, Orq; Miserere, 8V, Orq; Pange lingua, 4V, Orq; Pange lingua,
4V, órgano, fagot, violín; Te Deum, 8V, Orq; Te Deum laudamus, 8V, Orq.
1.2.8 Invitatorios
Invitatorio con Himno de la Natividad, 8V, Orq; Invitatorio de
difuntos, 8V, Orq; Maitines de Reyes, 8V, Orq.

1.2.9.- Lamentaciones
Lamentación 1ª de Miércoles Santo, T, Orq; Lamentación 1ª de
Miércoles Santo, Ti. Orq; Lamentación 1ª de Miércoles Santo, Ti, Orq;
Lamentación 1ª de Miércoles Santo, 3V, Orq; Lamentación 1ª Miércoles
Santo, 5V, Orq; Lamentación de Miércoles Santo, 8V, cuerda; Lamentación
de Miércoles Santo, 8V, Orq; Lamentación 1ª de Miércoles Santo, 8V, Orq;
Lamentación 2ª de Miércoles Santo, A. Orq; Lamentación 2ª de Miércoles
Santo, A. Orq; Lamentación 2ª de Miércoles Santo, Ti, cuerda; Lamentación
2ª de Miércoles Santo, Ti, Orq; Lamentación 2° de Miércoles Santo, Ti, Orq;
Lamentación 2ª de Miércoles Santo, T. Orq; Lamentación 2ª de Miércoles
Santo, T, Orq; Lamentación 2ª de Miércoles Santo, Ti. A. Orq; Lamentación
2ª de Miércoles Santo, 3V, Orq; Lamentación 3ª de Miércoles Santo, A, cuer-
da; Lamentación 3ª de Miércoles Santo, A. Orq; Lamentación 3ª de
Miércoles Santo, A, Orq; Lamentación 1ª de Miércoles Santo, T, Orq;
Lamentación 3ª de Miércoles Santo, T, Orq; Lamentación 3ª de Miércoles
Santo, Ti. B, cuerda; Lamentación 3ª de Miércoles Santo, T, Ti, Orq;
Lamentación 1ª de Jueves Santo, A. Orq; Lamentación 1ª de Jueves Santo,
Ti, Orq; Lamentación 1ª de Jueves Santo, Ti, A. Orq; Lamentación 1ª de
Jueves Santo, 8V, Orq; Lamentación 1ª de Jueves Santo, 8V, Orq;
Lamentación 1ª de Jueves Santo, 8V, Orq; Lamentación 1ª de Jueves Santo,
8V, Orq; Lamentación 2ª de Jueves Santo, A, Orq; Lamentación 2ª de Jueves
Santo, Ti, cuerda; Lamentación 2ª de Jueves Santo, Ti, Orq; Lamentación 2ª
de Jueves Santo, Ti. Orq; Lamentación 2ª de Jueves Santo, A, T, Orq;
Lamentación 2ª de Jueves Santo, Ti, A. Orq; Lamentación 2ª de Jueves
Santo, Ti. A. Orq; Lamentación 2ª de Jueves Santo, Ti, A. Orq; Lamentación
2ª de Jueves Santo, Ti, órg, violón; Lamentación 2ª de Jueves Santo, 3V, Orq;
Lamentación 3ª de Jueves Santo, B, cuerda; Lamentación 3ª de Jueves Santo,
B, cuerda; Lamentación 3ª de Jueves Santo, B, Orq; Lamentación 3ª de
Jueves Santo, B, Orq; Lamentación 3° de Jueves Santo, B, Orq; Lamentación
3ª de Jueves Santo, T, Orq; Lamentación 3ª de Sábado Santo, 8V, Orq;
Lamentación 1ª de Viernes Santo, A, Te, Orq; Lamentación 1ª de Viernes
Santo, T, Orq; Lamentación 1ª de Viernes Santo, A, T o A, B, cuerda;
Lamentación 1ª de Viernes Santo, 8V, Orq; Lamentación 2ª de Viernes Santo,
B, cuerda; Lamentación 2ª de Viernes Santo, T, Orq; Lamentación 2ª de
Viernes Santo, Ti, Orq; Lamentación 2ª de Viernes Santo, Ti, Orq;
Lamentación 2ª de Viernes Santo, Ti, Orq; Lamentación 2ª de Viernes Santo,
B. 4V, Orq; Lamentación 3ª de Viernes Santo, 3V, cuerda; Lamentación 1ª de

Viernes Santo, 3V, cuerda; Lamentación 3ª de Viernes Santo, 4V, Orq;

Lamentación 1ª de Sábado Santo, 5V, Orq; Lamentación 1ª de Sábado Santo,
8V, Orq; Lamentación 2ª de Sábado Santo, Ti, Orq; Lamentación 2ª de
Sábado Santo, Ti, T, Orq; Lamentación 2ª de Sábado Santo, 2 Ti, T, Orq;
Lamentación 3ª de Sábado Santo, A, Orq.
1.2.10 Letanías
Letanía a la Santísima Virgen, 8V, Orq; Letanía a la Santísima
Virgen, 8V, Orq; Letanía a Nuestra Señora, 8V, Orq; Letanía a Nuestra
Señora, 8V, Orq; Letanía a Nuestra Señora, 8V, Orq; Letanía al Santísimo,
8V, Orq; Letanía de la Santísima Virgen, 8V, Orq; Letanía de la Santísima
Virgen, 8V, Orq; Letanía de la Santísima Virgen, 8V, Orq; Letanía de los san-
tos, 8V, órgano, fagot, violón; Letanía de los santos, 8V, violón, contrabajo.
1.2.11 Motetes
Adoro te, 4V, órg; Adoro te, 4V, Orq; Jesum quem velatum, 4V,
órg; Jesum quem velatum, 4V, Orq; Jubilate Deo, T, Orq; Motete de la
Navidad, T, Orq; O odmirable en Do, 2V, órgano, violón; O admirable en La,
3V, órgano, violón: O admirable en Mi, 2V, órgano, violón; O admirable en
Re, 4V, órgano, violón; O admirable en Sol, 4V, órgano, violón; O memoria-
le, 4V, Orq; O memoriale, 4V, órg; O sacramentum, 8V, Orq; O sacrum con-
vivium, 8V, Orq; O salutaris, 4V, Orq; O salutaris, 4V, Orq; Victus tactus,
4V, Orq; Victus tactus, 4V, órg.
1.2.12 Responsorios
Cum jucunditate, Ti, violón, contrabajo; Factum est silentium, T,
violón, contrabajo; Responsorio a Santa Cecilia, A, viola, violines, contra-
bajo; Responsorio tercero de los maitines de la Natividad, 8V, Orq; Stetit
Angelus, A, violón, contrabajo
1.2.13 Responsorios de maitines

Maitines de Reyes, 8V, Orq; Maitines de la Natividad, 8V, Orq.
1.2.14.- Salmos
Beatus vir, 4V, Co, Orq; Beatus vir, 6V, Orq; Beatus vir, 8V, Orq;
Beatus vir, 8V, Orq; Beatus vir, T, violón, contrabajo: Breve, 8V, Orq;
Confitebor, 8V, Orq; Credidi, 8V, Orq; Dixit Dominus, 4V, Orq; Dixit

Dominus, 4V, Orq; Dixit Dominus, 8V, Orq; Dixit Dominus, 8V, Orq; Domine
ne in furore, 8V, Orq; Domine probasti me, 8V, Orq; In exitu Israel, 4V, Orq;
In exitu Israel, 8V, Orq; Laetatus sum, 8V, Orq; Lauda Jerusalem, 8V, Orq;
Laudate Dominum, 4V, Orq; Laudate Dominum, 6V, Orq; Laudate Dominum,
6V. Orq; Laudate Dominum, 8V, Orq; Laudate Dominum, 8V, Orq; Libera me,
8V, bajete; Magnificat, 8V, Orq; Memento Domine David, 8V, Orq; Miserere,
8V, Orq; Miserere, 8V, Orq; Miserere, 8V, órgano, violines; Miserere, 8V, Orq;
Miserere, 8V, Orq; Miserere, 8V, violín, contrabajo; Miserere de fabordón, 2
coros, fagot; Nunc dimittis, 4V; Salmos de nona, 8V, Orq.
1.2.15 Secuencias
Secuencia del Corpus, 8V, Orq; Secuencia del Corpus, 8V, Orq;
Secuencia del Corpus, 8V, Orq; Secuencia de difuntos, 8V, Orq; Secuencia
de Pentecostés, 8V, Orq; Secuencia de Resurrección, 8V, Orq; Secuencia de
Resurrección, 8V, Orq; Stabat Mater, 8V, Orq.
1.2.16 Cantatas
A ti, invisible ruiseñor, Ti, Orq; Afectos fervorosos, A, Orq; Ah
del cóncavo hueso, T, Orq; Ah del imperio, B, Orq; Al molino venid, Ti, Orq;
Buscando al alma, A, Orq; Cante festiva el ave, Ti, Orq; Cómo podrá, Ti,
Orq; Cruel serpiente, B, Orq; Cuando a pique, A, Orq; De la brillante playa,
A, Orq; Dichoso tú, B, Orq; Dichoso tú, B, Orq; Divino empeño, A, Orq; El
amor está herido, T, Orq; El eterno blasón, A, Orq; Elevadas montañas, Ti.
Orq; Generoso bien mío, Ti, Orq; Haciendo en mar y tierra, T, Orq;
Hagamos, pues, A, Orq; Hasta aquí Dios, Ti, órgano, violines, contrabajo;
Jerusalén, eleva, Ti. Orq; La sibila, Ti, Orq; Los pastores, Ti Orq; Manchada
corderilla, T, Orq; Montes, tenedme envidia, T, Orq; Noble antorcha, A, Orq;
O Fabonio delicioso, T, Orq; O qué pena, Ti, Orq; O qué suerte, Ti, Orq;
Pastores, despertad, Ti, Orq; Peñascos de Judea, B, Orq; Peñascos de la tie-
rra, B, Orq; Poderoso señor, T, Orq; Por el bosque, A, Orq; Por ti humilla-
da gloria, B, cuerda; Qué es esto, Ti, Orq; Qué angustia, T, Orq; Qué
estruendo es éste, B, Orq; Qué puede ser, Ti, Orq; Qué temprano, A, Orq;
Rompa, Señor, mi acento, A, Orq; Si aquel monarca de Israel, Ti, Orq;
Sonora el ave, T, Orq; Suspire acorde lira, T, Orq; Todo Dios, T, Orq;
Vesubio enardecido, T, Orq; Victorioso el mortal, T, Orq; Ya el esplendor
veréis, B, Orq.

1.2.17 Villancicos
A quién llamas, 8V, Orq; Acudid mortales, 8V, Orq; Al pastorci-
llo amante, 8V, Orq; Al que de pastorcito, 8V, Orq; Aquel Señor, T, 8V, Orq;
Cantemos, mortales, 8V, Orq; Cantemos, mortales, Ti, A. Orq; Como el que
presuroso, T, 8V, Orq; Después que al sacro infante, T, Orq; Ea, monarcas,
ea pastores, 5V, Orq; Ea, zagales, 8V, Orq; Felices las pajas, 8V, Orq;
Felices mortales, 8V, Orq; Hasta aquí, T, 8V, Orq; Hueco laurel, Ti, Orq; La
real pastorela, 8V, Orq; Naturaleza humana, T, 8V, Orq; Oíd, pastorcillos,
8V, Orq; Pastores, Ti, Orq; Pues es pastor, 8V, Orq; Pues esta noche, 8V,
Orq; Pues vence, 8V, Orq; Resonad, esferas, T, 8V, Orq; Ser la noche día,
4V, Orq; Serafines, 8V, Orq; Soberbios edificios, 5V, Orq; Su imperio dilata,
8V, Orq; Una pastorelilla, 8V, Orq; Vestida de luces, T, 8V, Orq; Villancico,
8V, Ti, Orq; Villancico al Santísimo, 8V, T, A, Orq; Villancico cantata de
Reyes, Ti, Orq; Villancico de la Natividad, 3V. Orq; Villancico de la
Natividad, 3V, T, Orq; Villancico de la Natividad, A, Orq; Villancico de la
Natividad, T, Orq; Villancico de la Natividad, T, Orq; Villancico de la
Natividad, Ti, A, Orq; Villancico de Reyes, 8V, Orq; Villancico de Reyes, B,
Orq; Villancico de Reyes, Ti, Orq.
2 MÚSICA INSTRUMENTAL
Concertino, cuerda; Sonata, violín, acompañamiento, violón; Sonata,
violín, acompañamiento, violón; Sonata, violín, acompañamiento, violón;
Sonata, violín, acompañamiento, violón; Sonata, violín, acompañamiento,
violón; Sonata, violín, acompañamiento, violón; Sonata, violín, acompaña-
miento, violón.

APÉNDICE:
COMIENZO DE LA OBERTURA DE LA ÓPERA FARNACE (1730),
EN TRANSCRIPCIÓN DE PAULINO CAPDEPÓN



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ANALES LIII pÆginas varias.

qxd 07/03/2014 12:29 PÆgina 1

ANALES DEL INSTITUTO

ANALES DEL INSTITUTO

DIRECTOR: Alfredo ALVAR EZQUERRA

Printed in Spain Impreso en España

Anales del Instituto de Estudios Madrileños

GIL CRESPO, Ignacio Javier,

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino,

FRAILE GIL, José Manuel,

MARTÍNEZ MARTÍN, Jesús A.,

Relación de evaluadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435-438

Paulino CAPDEPÓN VERDÚ

Palabras clave: Francisco Corselli - Basílica Steccata en Parma - Felipe V - Isabel

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

En volúmenes anteriores de la revista Anales del Instituto de Estudios

NACIMIENTO EN PIACENZA Y PRIMERA ETAPA

Nacido en la ciudad italiana de Piacenza (estado de Parma) en torno a

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

lla del duque de Parma, el futuro rey de

A lo largo de estos primeros años

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

AL SERVICIO DE LA CORTE ESPAÑOLA

Nada más instalarse en la capital de España, el primero de diciembre

1 de diciembre de 1733. D. Francisco Corseli, Maestro de Capilla, hijo de

Este documento citado anteriormente es el más antiguo conservado del

Excmo. Señor: en la última mansión de la corte en El Escorial tuvo la

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

Clemencia de V. Majestad, se digne concederle dicha Futura y cuando pre-

Esta petición motivó en enero de 1734 la respuesta del marqués de Scotti,

(7) A.G.P., legs. 63 y 68.

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

Excmo. Señor: Muy Señor mío: En vista

Consciente Francisco Corselli de la influencia que ejercía la reina

(9) A.G.P., legs. 63 y 68.

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

Señora: Don Francisco Courcelle,

Por fin, las constantes presiones de Corselli dieron fruto y Felipe V

Habiendo venido el Rey en conceder a don Francisco Courcelle la futura de

(10) A.G.P., legs. 63 y 68.

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

Hasta que tomara posesión

En un documento del Pro-capellán de Palacio o Patriarca de las

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

En papel de 13 del corriente me participa V. S. de orden del Rey que Su

Aquel mismo mes de julio de 1737 y a causa de los problemas económi-

Señor: Don Francisco Courcelle, puesto con el mayor rendimiento a los

(14) A.G.P., documentación sin catalogar.

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

Suplica humildemente a V. Majestad se digne perdonarle la media anata

Finalmente, y dada la obligatoriedad del pago de la media anata,

El Rey ha concedido a don Francisco Courcelle, por vía de ayuda de costa,

Ya por entonces las obligaciones musicales de Corselli eran tan nume-

Que debiendo en Madrid, como en otras partes, hallarse pronto, en diferen-

Dicho escrito de Corselli motivó un detallado documento sobre el ser-

(16) A.G.P., documentación sin catalogar.

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

En 1738, y con pocos meses de diferencia, fallecieron Felipe Falconi y

En la nueva planta manda S. M. haya un Maestro de Capilla, que sea tam-

Aquel mismo año de 1738 contrajo matrimonio con la ciudadana fran-

A partir de entonces, Francisco Corselli se convirtió en el máximo res-

CAPDEPÓN VERDÚ, Paulino, «Maestros de la

hacer presente a V. S. I., como en los Oficios de la Semana Santa próxima