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DERECHO PROCESAL DEL TRABAJO

EL NUEVO PROCEDIMIENTO LABORAL

Atendidos las especiales características de la relación jurídica laboral, y los también


especiales intereses que pretende resguardar la legislación laboral, se estima que es
necesario que esta rama del ordenamiento jurídico cuente con procedimientos propios y con
una judicatura especializada.

En efecto, se deben aplicar para la resolución de los conflictos del trabajo no sólo
las normas especiales contenidas en la legislación laboral, sino que también se debe dar
aplicación a principios propios de esta rama del Derecho que, como sabemos, pueden
incluso llegar a ser contrapuestos con principios que informan otras ramas del Derecho
Privado, a lo cual se suman las especiales características de la prestación de servicios en un
régimen que contempla como elemento central el vínculo de subordinación y dependencia.

Así las cosas, en nuestro Derecho del Trabajo, desde el año 1987, en que se dictó un
nuevo Código del Trabajo que vino a reemplazar la legislación contenida en el Código de
1931 y las múltiples leyes dictadas después del año 1973, se ha venido intentando
establecer un procedimiento que cumpla con ciertas características tales como la celeridad y
la concentración que permitan dar adecuada y oportuna protección a los derechos de las
partes, fundamentalmente a los de los trabajadores en situaciones de la mayor importancia,
tales como el despido injustificado, las prácticas antisindicales y más recientemente,
incluso la protección de derechos fundamentales en el ámbito laboral

Lamentablemente, desde el Código del Trabajo de 1987 se han intentado una


multiplicidad de variantes en el procedimiento ordinario laboral que, en la mayoría de los
casos, no han sido satisfactorias para la finalidad buscada, e incluso en muchas
oportunidades incluso han sido contraproducentes.

Sin embargo, debe tenerse presente que dichas reformas siempre han sido
modificaciones parciales al procedimiento ordinario laboral, sin que, hasta ahora se haya
llevado a efecto una reforma orgánica en materia de procedimientos laborales.

Siguiendo la huella de la Reforma Procesal Penal y de la Reforma en materia de


Tribunales de la Familia, con fecha 03 de enero de 2006 se publicó en el Diario Oficial la
Ley 20.087 que, justamente, vino a sustituir de manera orgánica el procedimiento laboral
vigente hasta ahora, aplicando fundamentalmente un principio que antes era casi
absolutamente ajeno a nuestro Derecho Procesal, como es el de la oralidad, del cual,
supuestamente, se debieran derivar otros principios tales como el de la celeridad y de la
inmediación del juez, entre otros.

Lamentablemente, las reformas procesales antes indicadas, especialmente aquella


relativa al Derecho de Familia hasta el momento no han dado los resultados esperados,
generando más una situación de falta de protección de los derechos de las personas que de
una rápida solución a sus problemas, por lo que, desde ya, manifestamos nuestras

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aprehensiones respecto de la Reforma Procesal Laboral, las cuales fundaremos
oportunamente.

Además, debemos tener presente que el día sábado 29 de marzo de 2008 se publicó
la ley 20.260, que introdujo grandes variaciones al procedimiento establecido por la ley
20.087, que aun no entraba en vigencia, y que lo hizo el lunes 31 de marzo de 2008 en la
Región de Atacama y en la Región de Magallanes, cuestión que estimamos de absoluta
gravedad, sin que se hayan escuchado voces de crítica por ello.

Como si lo anterior no fuera suficiente, el 17 de septiembre de 2008 se publicó la


ley 20.287 que introdujo nuevas modificaciones y adecuaciones al procedimiento.

Principios del Nuevo Procedimiento Laboral.

Se ha preocupado el legislador de establecerlos expresamente, destinando para ello


los artículos 425 y siguientes, consagrando la oralidad, publicidad, concentración,
inmediación, impulso procesal de oficio, celeridad, buena fe, bilateralidad de la audiencia y
gratuidad, cada uno de los cuales examinamos a continuación.

Oralidad.

Establece la ley que TODAS las actuaciones procesales serán orales, salvo las
excepciones expresamente establecidas por la ley.

Para estos efectos, dichas actuaciones serán registradas por cualquier medio apto
para producir fe y que permitan garantizar la fidelidad, conservación y reproducción de su
contenido. Para estos efectos se consideran válidos la grabación de medios de reproducción
fonográfica, audiovisual o electrónica, debiendo registrarse íntegramente la audiencia y
todas las resoluciones, incluida la sentencia, aun cuando el juez la dicte fuera de la
audiencia.

Celeridad.

Se establece que los actos procesales deberán realizarse con la celeridad necesaria,
procurando concentrar en un solo acto las diligencias en que ello sea posible.

Más en concreto, se establece que en las notificaciones se expresará que las


audiencias se celebrarán con la parte que asista, afectándole a la inasistente las resoluciones
que en ellas se dicten, sin necesidad de ulterior notificación.

Iniciada la audiencia, ésta no podrá suspenderse, y sólo excepcionalmente por caso


fortuito o fuerza mayor el juez, mediante resolución fundada podrá suspenderla, debiendo,
en la misma resolución fijar nuevo día y hora para su realización.

Con el mismo objetivo, se establece la obligación del juez de habilitar horarios


especiales cuando el desarrollo de la audiencia exceda el horario normal de funcionamiento
del tribunal.

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También como una manifestación de la búsqueda de la concreción de la celeridad se
establece que las partes podrán concurrir a la audiencia por intermedio de mandatario, el
que se entiende de pleno derecho facultado para transigir, sin perjuicio de la asistencia de
sus apoderados y abogados.

También debe el juez adoptar las medidas que eviten la paralización del proceso o
su indebida prolongación, lo que tiene como consecuencia que no procede la institución del
abandono del procedimiento.

En este aspecto, aun cuando también se vincula con el principio del impulso
procesal, se faculta al juez para corregir de oficio los errores que observe en la tramitación
del proceso, y para adoptar las medidas necesarias para evitar la nulidad del procedimiento,
debiendo, en todo caso, decretar la nulidad procesal si el vicio ha ocasionado perjuicio al
litigante que la reclama o si no es posible subsanarla por otro medio. Sólo en el caso ya
señalado en que se incumple la obligación del juez de conducir todo el juicio,
obligadamente deberá decretarse la nulidad y en ningún caso puede pedir la nulidad la parte
que ha originado el vicio o concurrido a su materialización.

Inmediación.

Para este efecto la ley establece que las audiencias deberán celebrarse en su
totalidad ante el juez la causa, quien las preside y no puede delegar su ministerio,
sancionándose el incumplimiento de este mandato legal con la nulidad insanable de todas
las actuaciones y de la audiencia, que debe declarar el propio juez de oficio o a petición de
parte.

Sólo en caso de retardo en la tramitación de los juicios, el juez podrá autorizar al


secretario abogado para que, en calidad de suplente, asuma toda la tramitación del juicio,
entendiéndose, para todos los efectos legales que el juez falta a su despacho, por lo que sólo
el secretario podrá presidir la audiencia, dictar las resoluciones, el fallo y llevar a cabo las
actuaciones que corresponda, aplicándosele la misma obligación señalada para el juez.

Publicidad.

En concordancia con todo el resto de nuestro ordenamiento jurídico, la ley establece


que los actos procesales son públicos.

Impulso procesal de oficio.

En contraposición a lo que se establece para el procedimiento ordinario civil, la ley


señala que una vez reclamada la intervención del tribunal en forma legal, ésta actuará de
oficio, para lo que decretará las pruebas que estime necesarias, aun en el caso que las partes
no las hayan ofrecido, y al mismo tiempo podrá rechazar, mediante resolución fundada,
pruebas ofrecidas por las partes por estimarlas inconducentes, procediendo contra esta
resolución sólo reposición que debe solicitarse en la misma audiencia.

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Otra manifestación de este mismo principio dice relación con el hecho que el juez,
en el ejercicio de su función cautelar decretará todas las medidas que estime necesarias para
asegurar el resultado de la acción, la protección de un derecho o la identificación de los
obligados y determinación de su patrimonio.

Buena fe.

Aun cuando este es un principio transversal a todo nuestro ordenamiento jurídico, la


ley explicita que los actos procesales deben ejecutarse de buena fe, otorgando al tribunal la
facultad para adoptar las medidas necesarias para impedir el fraude, la colusión, el abuso
del derecho y las actuaciones dilatorias, pudiendo rechazar de plano las actuaciones que
considere que tienen este carácter, procediendo sólo la reposición que debe ser solicitada en
la misma audiencia.

Para estos efectos se definen como actuaciones dilatorias aquellas que, con el solo
objeto de demorar la prosecución del juicio, son intentadas por alguna de las partes.

Gratuidad.

Todas las actuaciones, trámites o diligencias en las causas laborales, realizadas por
funcionarios del tribunal son gratuitas para las partes, correspondiendo la responsabilidad
disciplinaria de esta materia al encargado de la gestión administrativa del tribunal, al igual
que del oportuno cumplimiento de las diligencias.

Reglas Comunes a Todo Procedimiento Laboral.

Aplicación supletoria del las normas que reglan el procedimiento ordinario civil.

No constituye novedad la disposición que establece que en todo lo no regulado por


el Código del Trabajo, se aplican supletoriamente las normas de los Libros I y II del
Código de Procedimiento Civil.

Lo que si constituye una novedad es que al mismo tiempo se establece que lo


anterior es salvo aquellas normas que sean contrarias a los principios que informan el
procedimiento laboral, caso en el cual el tribunal dispondrá la forma en que se realizará la
actuación respectiva.

Comparecencia en juicio.

Retomando lo que estimamos la sana doctrina, la ley exige que las partes
comparezcan ante el Tribunal patrocinadas por abogado y representadas por persona
legalmente habilitada para actuar en juicio

Con la reforma de la Ley 20.260, se eliminó incluso la posibilidad que


comparecieran en las audiencias orales los postulantes que efectúan práctica profesional en
la Corporación de Asistencia Judicial, señalándose que las defensas orales sólo podrán ser
efectuadas por abogados habilitados.

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La reforma de la reforma también estableció que el mandato y el patrocinio,
constituidos en el Juzgado de Letras del Trabajo se entiende constituido para toda la
prosecución del juicio en el Tribunal de Cobranza Laboral y Provisional, a menos que
exista constancia en contrario.

Los Plazos.

De acuerdo al nuevo artículo 436, los plazos son fatales, sin que tenga, por lo tanto,
importancia la forma en que ellos se expresen. No obstante lo anterior, no son fatales los
plazos establecidos para la realización de actuaciones propias del tribunal, lo cual resulta
lógico, por cuanto es éste quien debe administrar justicia, lo que no podría hacer si al
vencimiento del plazo se viera privado de ejecutar una determinada actuación

Lo anterior quiere decir que la oportunidad para ejercer un derecho, o la oportunidad


para ejecutar el acto se extingue por el solo ministerio de la ley al vencimiento del plazo
respectivo, lo que se conoce como preclusión.

De acuerdo a la misma disposición el tribunal, de oficio o a petición de parte, sin


necesidad de certificación previa del vencimiento del plazo, dictará lo conveniente para la
prosecución del procedimiento.

En materia procesal laboral los plazos de días se suspenden durante los días feriados,
de tal manera que son plazos de días hábiles, no obstante que el tribunal por resolución
fundada y por motivos justificados disponga que un determinado plazo sea de días corridos.

La reforma a la reforma eliminó la norma que señalaba que los plazos se aumentaban
según lo dispuestos por el artículo 259 del CPC, lo que significa que en el nuevo
procedimiento laboral no tiene aplicación la tabla de emplazamiento.

Finalmente, en esta materia, durante el feriado judicial el procedimiento de las causas


laborales no se suspende, como lo señala el inciso 2º del artículo 314 del C.O.T.

Las Notificaciones.

Estas son actuaciones judiciales destinadas a poner en conocimiento de las partes una
determinada resolución judicial.

Notificación Personal.

Señala la ley que la primera notificación al demandado debe hacerse en forma personal,
entregándosele copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que ella hubiere recaído,
notificándose al demandante por el estado diario.

La notificación debe efectuarse por el funcionario que el tribunal determine, según las
circunstancias del lugar en que funcione el Tribunal, y otras consideraciones que atiendan a
lograr la eficacia de la actuación, pudiendo siempre la parte interesada encargarla a un receptor

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En los lugares y recintos de libre acceso al público, la notificación personal puede
efectuarse en cualquier día y a cualquier hora, tratando de causar las menores molestias
posibles al notificado.

Además, la notificación personal puede efectuarse en cualquier día, entre las 06,00 y
las 22,00 horas en la morada o lugar donde pernocta el notificado, o en lugar donde ejerce su
industria, profesión o empleo o en el recinto del tribunal, pudiendo el juez, por motivos
fundados ordenar que la notificación se efectúe en horas distintas a las indicadas.

En los casos anteriores, si la notificación se efectúa en día inhábil, los plazos


comenzarán a correr desde las 00,00 horas del día hábil inmediatamente siguiente, aplicándose
a los plazos la tabla de emplazamiento del artículo 259 del C.P.C.

Excepciones:

Notificación personal por cédula.

Cuando no es posible efectuar la notificación personal, por no encontrarse a la persona


que se quiere notificar y siempre que el ministro de fe actuante establezca cual es su
habitación o el lugar donde ejerza su industria, profesión o empleo y que se trata de una
persona natural que no está en el lugar del juicio, procederá a la notificación en el mismo acto,
sin necesidad de nueva orden del tribunal entregando las copias íntegras de la resolución y de
la solicitud en que haya recaído, a cualquier persona adulta que se encuentre en alguno de los
lugares señalados. Si no se encuentra persona alguna, se fijará un aviso en la puerta con
especificación exacta de las partes, la materia de la causa, el juez que conoce de ella y de las
resoluciones que se notifican.

Si la morada del notificado, o el lugar donde ejerce su industria, profesión o empleo se


ubican en un sitio o recinto en que no se permita el libre acceso, el aviso y las copias se
entregarán al portero o al encargado del edificio o recinto, debiendo certificarse esta
circunstancia.

Finalmente, el ministro de fe debe dar aviso de esta notificación a ambas partes, el


mismo día que la efectúe, o a más tardar al día siguiente hábil, por medio de carta certificada.

Toda la excepción anterior no tiene aplicación cuando se trate de notificar la demanda


a un trabajador en el sitio o recinto donde preste sus servicios, si dicho lugar depende del
empleador con el cual litiga.

Notificación por avisos.

Cuando debe notificarse a una persona difícil de individualizar o cuyo domicilio sea
difícil de determinar, o cuando por el número de personas que se deba notificar se haga difícil
la práctica de tal diligencia, el juez podrá ordenar que se haga mediante la publicación de un
aviso, o por cualquier medio idóneo que garantice el derecho a la defensa y los principios de
igualdad y bilateralidad de la audiencia.

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La notificación por aviso se hará mediante la publicación en el el Diario Oficial u otro
diario de circulación nacional o regional, conforme a un extracto confeccionado por el tribunal
que debe contener un resumen de la demanda y copia íntegra del proveído,

Si la notificación de esta forma es solicitada por los trabajadores, la publicación en el


Diario Oficial será gratuita.

Notificación por carta certificada.

Se notifican de esta forma las resoluciones en que se ordene la comparecencia personal


de las partes, que no se hayan dictado en una audiencia, y se entienden practicadas al 5º día
siguiente a la fecha en que se entregó la carta en la oficina de correos, de lo cual se dejará
constancia.

Para estos efectos todo litigante debe designar en su primera actuación un “lugar
conocido” dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funciona el tribunal, el que se
mantiene subsistente mientras no se designe otro.

Notificación por estado diario.

Todas las demás resoluciones se entienden notificadas a las partes desde su inclusión
en el estado diario del tribunal.

Notificación por medios electrónicos.

Salvo la primera notificación al demandado, todas las demás pueden ser notificadas por
medios electrónicos, o por cualquier otro, a petición de parte, debiendo dejarse constancia de
la notificación efectuada por alguno de estos medios.

Los incidentes.

De cualquier naturaleza que sean deben promoverse preferentemente (antes de la


reforma de la reforma “sólo”) en la audiencia respectiva y resolverse de inmediato.
Excepcionalmente el tribunal puede dejar su resolución para la definitiva.

Medidas cautelares.

Como ya se señaló, el juez, en el ejercicio de su función cautelar decretará todas las


medidas que estime necesarias para asegurar el resultado de la acción, la protección de un
derecho o la identificación de los obligados y determinación de su patrimonio, de forma tal
de garantizar el monto de lo demandado, debiendo ser esta medidas proporcionales a la
cuantía del juicio.

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Lo anterior comprende, una vez notificada la demanda, que el tribunal requiera de
organismos públicos, empresas o de otras personas jurídicas y naturales cualquier
antecedente que a criterio del juez contribuya a los objetivos señalados.

Estas medidas podrán llevarse a efecto aun antes de notificarse la persona contra las
cuales se dicten, cuando existan razones graves para ello y el tribunal lo ordene. Si
transcurren 5 días sin que se efectúe la notificación, quedan sin valor las medidas
decretadas.

Existe también la posibilidad que en la audiencia preparatoria se decreten las


medidas cautelares si ello no se ha hecho con anterioridad, y si ello ha ocurrido, el juez
resolverá si éstas se mantienen

Medidas precautorias y prejudiciales.

Las precautorias pueden decretarse en cualquier estado del juicio, y aun cuando no
esté contestada la demanda o aun antes de su presentación, como prejudiciales, caso este
último en el cual si persisten los motivos que llevaron a decretarlas, se mantendrán como
precautorias, pero si no se presenta la demanda en el plazo de 10 días contados desde que la
medida se hizo efectiva, caducará de pleno derecho, sin necesidad de resolución judicial.

Para estos efectos debe acreditarse el fundamento y la necesidad del derecho que se
reclama.

Costas.

Impone la ley la obligación al tribunal de pronunciarse en toda resolución que ponga


término a la causa o que resuelva un incidente, de pronunciarse sobre las costas, tasando las
procesales y regulando las personales.

EL PROCEDIMIENTO DE APLICACIÓN GENERAL.

Como se ha señalado, concordante con las reformas introducidas en materia de


procedimiento penal y de familia, la reforma laboral también pretende imponer el principio de
la oralidad en la sustanciación de los juicios, pero aun así, ello no se puede llevar a un punto
demasiado extremo, de tal forma que se mantiene la escrituración de las piezas principales del
juicio, señalándose expresamente que la demanda se interpondrá por escrito, y los requisitos
que debe cumplir, a saber,

Requisitos de la demanda.

Se encuentran señalado en el nuevo artículo 446 del Código, y el artículo en cuestión


establece 5 requisitos formales:

1.- Designación del tribunal ante el cual se entabla (S. J. L. del T.), y ello aun
cuando ella se interponga ante un tribunal de jurisdicción común.

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2.- El nombre, apellidos, domicilio y profesión u oficio del demandante, y en su caso,
de las personas que lo representen y la naturaleza de la representación.

3.- El nombre, apellidos, domicilio y profesión u oficio del demandado, llamando la


atención de que no se exija señalar la o las personas que lo representen y la naturaleza de la
representación, toda vez que es más frecuente que se de la representación del demandado que
en el caso del demandante.

4.- Exposición clara de los hechos y consideraciones de derecho en que se fundamenta.

5.- La enunciación precisa y clara de las peticiones que se someten a la resolución del
tribunal.

Obviamente deben proporcionarse los elementos de juicio para la determinación de las


cantidades y además, es recomendable, cuando se solicita el pago de indemnizaciones u otras
sumas, señalarlas, y agregar la frase sacramental "o las sumas que US. estime que en justicia
me corresponden", por cuanto si el juez, en base a los elementos de juicio proporcionados,
determina una cantidad mayor a la solicitada, se evita la nulidad del fallo por ultrapetita.

Además, cuando se demanda a una institución de previsión o seguridad social, debe


acompañarse la resolución final de la respectiva entidad o del organismo fiscalizador, según
corresponda, que se pronuncia sobre la materia sometida al conocimiento del tribunal, y de no
darse cumplimiento a esta obligación, no se admitirá a tramitación la demanda.

Establecía la reforma original que junto con la demanda se pueden acompañar


instrumentos y solicitar las diligencias probatorias que se estimen necesarias, pero la reforma
de la reforma (ley 20.260, del 29 de marzo de 2008), estableció que la prueba documental sólo
se puede presentar en la audiencia preparatoria. Para conciliar la contradicción respecto de la
oportunidad para presentar la prueba documental, con la ley 20.287, del 17 de septiembre de
2008 (reforma de la reforma de la reforma), modificándose el artículo 446, se eliminó
derechamente la posibilidad de acompañar instrumentos y solicitar diligencias probatorias en
la demanda.

Sin embargo, se mantiene la obligación de presentar junto con la demanda los


documentos que den cuenta de actuaciones administrativas a que se refieren los hechos
contenidos en la demanda, es decir, las actas de la Inspección del Trabajo

Actividad del juez luego de presentada la demanda.

A fin de hacer realidad el principio de la celeridad en la tramitación de los autos, la ley


establece varias actitudes que debe, o puede, según el caso, adoptar el juez, una vez presentada
la demanda:

a) Demanda relativa al pago de cotizaciones.

En este caso, el juez, junto con conferir traslado de la demanda, debe ordenar que ella se
notifique también a la o las instituciones de seguridad social que debían percibir las

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cotizaciones adeudadas, lo que se hará por carta certificada que debe contener el texto
íntegro de la demanda y de la resolución en ella recaída, o un extracto, si es muy extensa.

b) Declaración de incompetencia.

El juez debe declarar de oficio cuando estime que es incompetente para conocer de la
demanda, debiendo señalar el tribunal que estima competente al cual remitirá los
antecedentes.

c) Declaración de caducidad de la acción.

Si del contenido de la demanda se desprende claramente que la acción ha caducado, el juez


lo declarará de oficio y no admitirá la demanda a tramitación.

d) Acumulación de autos.

Puede el juez decretar de oficio, y también a petición de parte la acumulación de varias


demandas en contra de un mismo demandado que se tramiten en un mismo tribunal,
cuando las acciones sean idénticas, aun cuando se trate de actores distintos y se encuentren
en un estado de tramitación que no implique retardo para una o más de ellas.

Si la acumulación se solicita por una parte, se dará traslado por 3 días a la otra, y evacuado
éste, o en rebeldía, debe resolver.

En todo caso el juez siempre tiene la facultad de ordenar la desacumulación de las causas.

Acumulación de acciones.

Permite la ley que el actor acumule en una misma demanda todas las acciones que
pretenda ejercer en contra de un mismo demandado, habiéndose eliminado con la reforma de
la reforma la posibilidad de que se hiciera ello “aun cuando (las acciones) procedan de
distintos títulos”.

Sin embargo, si la tramitación de las acciones debe someterse a procedimientos


distintos, debe someterse a ellos, y en caso de que una acción dependa de otra, no corre plazo
para ejercerla hasta que el fallo de la acción de la cual depende la otra se encuentre
ejecutoriado.

Procedimiento.

Establece que este procedimiento se desarrolla en dos audiencias, siendo la primera


preparatoria y la segunda de juicio.

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Una vez que se admite la demanda a tramitación se cita sin más trámite a las partes a la
primera audiencia, dentro de los 35 (30 antes de la reforma de la reforma) días siguientes a la
resolución, fijando día y hora para ello.

En todo caso, para garantizar el principio de bilateralidad de la audiencia, y la


adecuada defensa del demandado, debe mediar, a lo menos 15 días (10 días antes de la
reforma de la reforma) entre la notificación y la fecha de la audiencia.

En la resolución que cite a la audiencia se debe establecer expresamente que ella se


celebrará con la parte que asista, y a las que no lo hacen le afectarán todas las resoluciones que
se dicten sin necesidad de nuevas notificaciones. También debe señalarse que las partes deben
en la audiencia señalar los medios de prueba de que se valdrán en la audiencia oral de juicio y
requerir las diligencias de prueba que estimen atinentes a sus alegaciones, para que el tribunal
examine su admisibilidad.

Contestación de la demanda.

El demandado debe contestar la demanda por escrito, con a lo menos cinco días de
anticipación a la fecha de celebración de la audiencia preparatoria (antes de la reforma de la
reforma a ley facultaba al demandado para contestar por escrito, caso en el cual debía
presentarla al tribunal, al menos con un día de anticipación a la audiencia, o por escrito en la
misma).

La reforma de la reforma estableció, además, que la contestación debe contener una


exposición clara y circunstanciada de los hechos y fundamentos de derecho en que se sustenta,
las excepciones y/o demanda reconvencional que se deduzca, debiendo pronunciarse sobre los
hechos contenidos en la demanda, aceptándolos o negándolos en forma expresa y concreta.

Lo anterior es de la mayor importancia, por cuanto se establece en la ley que cuando el


demandado no conteste la demanda, o cuando haciéndolo no negare algunos hechos
contenidos en la demanda, el juez, en la sentencia definitiva, podrá estimarlos como
tácitamente admitidos.

La Reconvención.

Esta sólo es procedente cuando el tribunal sea competente para conocer de ella como
demanda, y esté íntimamente ligada con la demanda que se ha deducido.

Debe contener las mismas menciones de la demanda, y se tramita conjuntamente con


ella.

Reglas de la audiencia preparatoria.

1.- Comienza con la relación somera que hará el juez del contenido de la demanda, de la
contestación, y, en su caso, de la reconvención y de las excepciones opuestas, si éstas hubieren

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sido interpuestas por el demandado con a lo menos cinco días de anticipación a la fecha de la
audiencia.

2.- A continuación se dará traslado al demandante para contestar la demanda reconvencional y


las excepciones, en su caso.

3.- Evacuado el traslado, el juez deberá pronunciarse de inmediato acerca de las excepciones
de incompetencia, de falta de capacidad o de personería del demandante, de ineptitud del
libelo, de caducidad, de prescripción o de aquellas en que se reclame el procedimiento,
siempre que el fallo pueda fundarse en antecedentes que obren en el proceso o sean de pública
notoriedad.

La resolución que se pronuncie sobre las excepciones de incompetencia del tribunal,


caducidad y prescripción deberá ser fundada y sólo será apelable aquella que las acoja,
debiendo interponerse el recurso de inmediato en la audiencia, y si se concede, se hará en
ambos efecto, para ser conocido en cuenta por la Corte de Apelaciones.

Las demás excepciones, que no deban fallarse de inmediato, se tramitan conjuntamente y se


fallarán en la sentencia definitiva

En todo caso, cuando sea posible, se suspenderá la audiencia por el plazo más breve posible,
para que se subsanen los defectos u omisiones, en el plazo de cinco días, bajo apercibimiento
de no continuarse adelante con el juicio.

4.- Respecto de la contestación de la demanda, si el demandado se allana a parte de la


demanda y se opone a otra se continúa con la tramitación de esta última sólo en la parte que
hubo oposición, debiendo el juez establecer los hechos sobre los que existe conformidad entre
las partes, resolución que tendrá el carácter de sentencia ejecutoriada, y se dará paso al
procedimiento de cumplimiento.

5.- Contestada la demanda, evacuados los traslados respecto de la reconvención y de las


excepciones, en su caso, el juez debe llamar a las partes a conciliación, proponiendo las bases
para el acuerdo, sin que sus opiniones sirvan como causal de inhabilidad.

Si hay conciliación, sea total o parcial, se debe dejar constancia de ella en el acta que deben
suscribir las partes y el juez, la cual tiene el carácter de sentencia ejecutoriada, tramitándose
separadamente, si ello es necesario, el cobro de las sumas que resulten de la conciliación
parcial.

6.- Si no hay conciliación, el tribunal procede a recibir la causa a prueba, fijando los hechos
que debe probarse, procediendo contra esta resolución sólo reposición, que debe interponerse
y fallarse de inmediato.

Si no hay hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, se dará por concluida la audiencia


y se procederá a la dictación de la sentencia.

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7.- Acto seguido las partes procederán a ofrecer las pruebas que pretenden rendir en la
audiencia de juicio, que pueden ser todas las reguladas por la ley y cualquier otro medio de
convicción que a juicio del tribunal fuere pertinente, debiendo el juez pronunciarse
fundadamente en el acto, acerca de la pertinencia de la prueba ofrecida, admitiéndose sólo
aquellas que digan relación directa con el asunto sometido a la decisión del tribunal y que sean
necesarias para su resolución.

Resta todo valor la ley a aquellas pruebas que aporten las partes y que se hubieren obtenido
directa o indirectamente por medios ilícitos, o mediante actos que impliquen violación de
derechos fundamentales.

8.- En la audiencia el juez podrá decretar diligencias probatorias que deberán cumplirse en la
audiencia de juicio.

9.- Se fija la fecha de la audiencia de juicio, en un plazo que no puede exceder a 30 días,
quedando de inmediato las partes citadas.

10.- De lo actuado se levantará una breve acta que debe contener:

- La indicación del lugar, la fecha y el tribunal, la individualización de los


comparecientes que concurrieron a la audiencia y la hora de inicio y término de
ella;
- La resolución de las excepciones opuestas.
- Los hechos que deberán acreditarse.
- La individualización de los testigos.
- La resolución relativa a la eventual conciliación parcial que pudiera haberse
producido.

Finalmente, si ninguna de las partes asiste a la audiencia preparatoria, por una sola vez,
tendrán el derecho a solicitar, en forma conjunta o separada, dentro de quinto día desde que se
debió efectuar, un nuevo día y hora para su realización.

Reglas de la audiencia de juicio oral.

1.- Se inicia con la rendición de las pruebas decretadas por el tribunal, comenzando con la del
demandante, y luego la del demandado.
Excepción: En los juicios sobre despido rendirá primero la prueba el demandado, a fin que
acredite la veracidad de los hechos expuestos en la notificación de término del contrato de
trabajo, no pudiendo alegar en el juicio hechos distintos a aquellos.

2.- El orden de rendición de las pruebas es el siguiente: documental, confesional, testimonial y


luego los demás medios ofrecidos, pudiendo el tribunal alterar este orden por motivos
justificados.

3.- Rendida la prueba, las partes, en forma oral y en forma breve y precisa podrán formular
observaciones a ella y sus conclusiones.

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4.- Finalizada la audiencia se extiende el acta correspondiente, en la que debe constar el lugar,
la fecha e individualización del tribunal, de las partes comparecientes, sus apoderados y
abogados, y de cualquier otra circunstancia que el tribunal estime pertinente incorporar.

La prueba.

Documental.

Los documentos nunca se pueden acompañar como prueba en otra oportunidad distinta
que la audiencia de juicio, previo a haberla ofrecido en la audiencia preparatoria.

Debe tenerse presente que aquellos documentos que deben acompañarse a la demanda
(los que den cuenta de actuaciones administrativas o que contengan resoluciones de
organismos contra la cual se reclama), no tienen valor probatorio, sino que la ley exige que se
acompañen con otras finalidades, tales como, por ejemplo, verificar si no ha operado la
caducidad de la acción en materia de juicios sobre despido injustificado.

Respecto de la impugnación de los documentos, la práctica judicial ha determinado


que en la audiencia preparatoria, al ofrecerse los documentos, éstos sólo pueden ser objetados
respecto de su pertinencia en relación a los hechos a probar o por tratarse de prueba ilícita o
sobreabundante, y sólo en la audiencia de juicio, al ser incorporados por la contraparte, se
pueden objetar por razones de fondo, como no constar su integridad o autenticidad o emanar
de un tercero ajeno al juicio, etc.

Exhibición de documentos.

Si ha sido ordenada por el juez se verificará en la audiencia de juicio.

Si una de las partes, sin justificación omite exhibir aquellos documentos que
legalmente deban estar en su poder, el juez podrá estimar probadas las alegaciones hechas por
la contraria en relación a la prueba decretada.

Absolución de posiciones.

Se debe solicitar en la audiencia preparatoria por una sola vez por cada parte, y la
resolución que la ordene se notificará en el acto.

Las posiciones se formulan verbalmente, sin que se admitan pliegos, en términos


claros y precisos, de tal forma que sean entendidas sin dificultad y deben ser pertinentes a los
hechos sobre los cuales debe versar la prueba. El tribunal, de oficio o a petición de parte puede
rechazar aquellas que no se ajusten a las exigencias señaladas, y además puede formular al
absolvente las preguntas que estime pertinentes, y también ordenar que se aclaren o precisen
las respuestas.

Si la persona citada a absolver no comparece, sin causa justificada o da respuestas


evasivas, se podrán presumir como efectivas en relación a los hechos objeto de la prueba las
alegaciones de la contraria contenidas en la demanda o en la contestación.

14
La persona citada debe comparecer personalmente a la audiencia, a menos que designe
un mandatario para tal efecto, y si se trata del empleador, debe tratarse se una de las personas
señaladas en el artículo 4 del Código del Trabajo, debiendo constar la designación por escrito
y entregarse al inicio de la audiencia.

Si existe pluralidad de demandantes y se cita a absolver a muchos o a todos ellos, el


juez puede reducir su número, especialmente cuando estime que sus declaraciones pueden
resultar en una reiteración inútil sobre los mismos hechos.

Si se alega entorpecimiento respecto de una persona citada a confesar, deberá


acreditarse su fundamento, debiendo el juez resolver en la misma audiencia, y sólo se aceptará
cuando se invoquen hechos sobrevivientes y de carácter grave, caso en el cual el juez debe
adoptar las medidas para la realización de la diligencia a la brevedad, notificando a las partes
en el acto.

Testimonial

Los testigos de que piensan valerse las partes deberán individualizarse en la audiencia
preparatoria, y su citación se despachará por carta certificada, con a lo menos 8 días de
anticipación a la fecha de la audiencia de juicio, al domicilio que se haya señalado para cada
uno de ellos.

Los testigos podrán declarar sólo ante el tribunal que conozca la causa y serán
admitidos sólo 4 testigos por cada parte.

Excepciones:

a) Cuando se haya decretado acumulación de autos el juez determinará el número de


testigos, pero no pueden ser más de 4 por cada causa.
b) Por resolución fundad el juez puede ampliar el número de testigos de cada parte
cuando por la naturaleza de los hechos a ser probados, ello se considere indispensable
para una acertada resolución.
c) Puede también el juez reducir el número de testigos e incluso prescindir de la
testimonial cuando estime que sus declaraciones puedan constituir una reiteración
inútil sobre hechos suficientemente esclarecidos.

Los testigos declararán bajo juramento o promesa de decir la verdad, debiendo el juez,
en forma expresa, y previa a la declaración, advertirles sobre las penas del falso testimonio,
tipificado en el artículo 209 del Código Penal.

Debe destacarse que la ley eliminó la institución de las tachas a los testigos, pero
cuando corresponda a la contraparte formular interrogaciones al testigo podrá hacer las
observaciones que estime oportunas respecto de las circunstancias personales y la veracidad de
los dichos.

15
En esta misma oportunidad tanto el tribunal como las partes podrán hacer al testigo las
preguntas que estimen necesarias para el esclarecimiento de los hechos del juicio y también
podrán exigir que el testigo aclare o precise sus dichos.

Las preguntas no pueden formularse en forma asertiva, ni contener elementos de juicio


que determinen la respuesta, o referirse a hechos o circunstancias ajenos al objeto de la prueba,
cuestión que será calificada por el tribunal sin más trámite.

Finalmente establece la ley que la comparecencia de un testigo a la audiencia de


juicio siempre constituye justificación suficiente para faltar a sus obligaciones laborales,
educativas o de otra naturaleza.

Oficios.

El tribunal sólo dará lugar a la remisión de éstos cuando se trate de requerir


información objetiva, pertinente y específica sobre los hechos materia del juicio.

Cuando se dirija a entidades públicas, el oficio debe dirigirse a la oficina o repartición


en cuya jurisdicción ocurrieron los hechos o deba constatar los antecedentes sobre los cuales
se solicita el informe.

Las personas o entidades públicas o privadas deben evacuar el oficio en el plazo que
fije el tribunal, el que no puede exceder de los 3 días anteriores a aquel fijado para la audiencia
de juicio, y en la forma que determine el juez, pudiéndose disponer de cualquier medio idóneo
de comunicación o de transmisión de datos para la pronta práctica de la diligencia, debiendo
adoptarse las medidas necesarias para asegurar su debida recepción por el requerido y dejarse
constancia de ello.

Informe de peritos.

Cuando se rinda esta prueba, el informe deberá estar a disposición de las partes en el
tribunal a lo menos 3 días antes de la audiencia de juicio, pudiendo el juez, en acuerdo con las
partes, eximir al perito de la obligación de .concurrir a prestar declaración, admitiéndose en
este caso el informe como prueba. Si el perito debe concurrir a declarar, se le interrogará al
igual que a los testigos.

En esta prueba el juez también puede disponer de cualquier medio idóneo de


comunicación o de transmisión de datos para la pronta práctica de la diligencia, debiendo
adoptarse las medidas necesarias para asegurar su debida recepción por el requerido y dejarse
constancia de ello.

Si el oficio o el informe de peritos no se evacuan antes de la audiencia, y se estimare


que su contenido es relevante para la resolución del asunto, el juez deberá tomar en la misma
audiencia las medidas que fueren necesarias para su aportanción en ella, y si ello no es posible,
se fijará una nueva audiencia para este solo efecto, la que debe realizarse en el más breve
plazo.

16
Otros medios de prueba.

Cuando se rindan pruebas que no estén reguladas expresamente por el Código del
Trabajo, el tribunal determinará la forma en que se incorporarán al juicio, y en lo posible la
adecuará al medio de prueba más análogo que esté regulado.

Observaciones a la prueba.

Una vez rendida toda la prueba, las partes en forma oral, formularán en forma breve y
precisa las observaciones que les merezca la prueba rendida y sus conclusiones.

Apreciación de la prueba.

La prueba rendida se apreciará de acuerdo a las reglas de la sana crítica, debiendo


expresarse las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas, técnicas o de
experiencia en cuya virtud desestima o da valor a las pruebas rendidas.

Se agrega que deberá el juez tomar en consideración especialmente la multiplicidad,


gravedad, precisión, concordancia y conexión de las pruebas rendidas o de los antecedentes
del proceso que use, de modo que su examen conduzca lógicamente a la conclusión que
convence al sentenciador.

La sentencia.

Esta deberá pronunciarse al término de la audiencia de juicio, o, en todo caso, dentro


de décimo quinto día, contado desde la fecha de realización de ella, caso en el cual citará a las
partes para notificarlas del fallo, fijando día y hora al efecto, dentro del mismo plazo.

Se debe pronunciar sobre todas las acciones y excepciones deducidas y que no se


hubiesen resuelto con anterioridad y sobre los incidentes, en su caso, o sólo sobre éstos cuando
sean previos e incompatibles con las acciones y excepciones hechas valer.

De acuerdo al artículo 459 del Código, la sentencia definitiva deberá contener:

1) El lugar y la fecha en que se expida.

2) La individualización completa de los litigantes.

3) Una síntesis de los hechos y de las alegaciones de las partes.

4) El análisis de toda la prueba rendida, los hechos que estime probados y el


razonamiento que conduce a dicha conclusión..

17
5) Los preceptos constitucionales, legales o contenidos en tratados internacionales
ratificados por Chile, y que se encuentren vigentes, las consideraciones jurídicas y los
principios de derecho o de equidad en que el fallo se funda.

6) La resolución de las cuestiones sometidas a la decisión del tribunal con expresa


mención de las sumas que se ordena pagar o las bases necesarias para su liquidación, si fuera
procedente.

7) El pronunciamiento sobre el pago de las costas, o en su defecto, el motivo que tuvo


para absolver de su pago al vencido.

Si el fallo se ha dictado en la audiencia preparatoria sólo requerirá indicar los números


1, 2, 5, 6 y 7.

Debe tenerse presente que, para hacer efectivo el principio de la inmediación, se


establece que si el juez que presidió la audiencia de juicio no puede dictar la sentencia,
deberá celebrarse nuevamente dicha audiencia.

Además, en caso de ser ello necesario, la sentencia deberá ser notificada a los
organismos que administran los diversos sistemas de seguridad social, a fin que hagan
efectivas las acciones destinadas al cobro de las cotizaciones impagas.

Cuando la sentencia quede a firme, ello deberá ser certificado de oficio por el
tribunal, y si no se acredita su cumplimiento en el plazo de 5 días, se procederá a dar lugar
a la ejecución de oficio por el tribunal, de acuerdo al procedimiento correspondiente.

Cabe señalar que contra la sentencia definitiva, después de la R de la R sólo procede


el recurso de nulidad.

EL PROCEDIMIENTO DE CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA Y LA


EJECUCION DE LOS TITULOS EJECUTIVOS LABORALES

Parte señalando la ley que la tramitación de los títulos ejecutivos laborales se efectuará
de oficio, y por escrito por el tribunal, el que dictará las resoluciones y ordenará las diligencias
necesarias.

Para estos efectos hay que distinguir entre el cumplimiento de la sentencia y el juicio
ejecutivo laboral, propiamente tal.

Procedimiento de cumplimiento de la sentencia.

En lo no reglado por el Código, se aplican supletoriamente las normas del Título XIX
del Código de Procedimiento Civil, agregándose que ello siempre que no se vulneren los
principios que informan el procedimiento laboral.

18
Establece la ley que iniciada la ejecución el juez, de oficio o a petición de parte, puede
ordenar a la Tesorería General de la República que retenga los fondos correspondientes a
devoluciones de impuestos a la renta que se deban restituir al ejecutado, con sus reajustes,
intereses y multas, teniendo esta medida el carácter de cautelar.

Una vez ejecutoriada la sentencia, y transcurrido el plazo de 5 días (que se otorga para
acreditar el cumplimiento de lo resuelto), el tribunal ordena de oficio el cumplimiento,
remitiendo los antecedentes, dentro de quinto día, al Juzgado de Cobranza Laboral y
Previsional (JCLP), a fin que éste continúe con la ejecución.

Una vez recibidos los antecedentes el JCLP o habiéndose certificado por el propio
tribunal que dictó la sentencia que ésta se encuentra ejecutoriada, se remiten, sin más trámite, a
la “unidad de liquidación” o al funcionario encargado para que proceda a la liquidación del
crédito, sea para determinar los montos que se ha condenado pagar o actualizarlos, aplicando
los reajustes e intereses de acuerdo a la ley.

La liquidación debe efectuarse dentro de tercero día, y se notifica por carta certificada
a las partes, junto al requerimiento al ejecutado para que pague dentro de los cinco días
siguientes.

Si el cumplimiento debe efectuarlo un tercero, se debe notificar a este personalmente.

En caso que las partes hayan suscrito un acuerdo de pago, éste debe ser ratificado ante
el juez de la causa, teniendo de este modo mérito ejecutivo, y la o las cuotas que se acuerden
deben contemplar los reajustes e intereses del período,

El no pago de una o más cuotas hace de inmediato exigible el total de la deuda,


pudiendo el ejecutante recurrir al mismo tribunal, en el plazo de 60 días, contados desde el
incumplimiento, para que se ordene y cumpla dicho pago, caso en el cual el juez puede
incrementar el saldo de la deuda hasta en un 150%, cuestión que se tramitará incidentalmente..

Notificada la liquidación a las partes, tienen el plazo de 5 días para objetarla, lo cual es
procedente sólo en caso de errores de cálculo numéricos, si existe una alteración en las bases
de cálculo o elementos o incorrecta aplicación de los índices de reajustabilidad o de intereses.

La objeción se resuelve de plano, siendo facultativo oír a la contraria si el juez estima


que los antecedentes agregados a la causa no son suficientes para su pronunciamiento.

Por otra parte, y en el mismo plazo de 5 días, sólo se podrán oponer las siguientes
excepciones, acompañando antecedentes escritos que la fundamenten:

a) El pago de la deuda.
b) Remisión.
c) Novación.
d) Transacción.

19
De la o las excepciones se confiere traslado por el término de 3 días, y habiéndose o no
evacuado el mismo, se resolverá sin más trámite, siendo la sentencia que se dicte apelable en
el solo efecto devolutivo.

Si el ejecutado no paga dentro del plazo de 5 días antes referido o ha incumplido el


convenio de pago, un ministro de fe, designado por el tribunal procederá a trabar embargo
sobre bienes muebles o inmuebles suficientes para el cumplimiento íntegro de la ejecución y
costas, tasando prudencialmente dichos bienes, lo que consignará en el acta de la diligencia,
todo lo anterior sin que sea necesaria orden previa del tribunal.

Cuando no ha existido oposición, se ordenará, sin más trámite, que se haga debido
pago al ejecutante con los fondos retenidos, cautelados o embargados.

En caso de los bienes embargados, éstos serán rematados en una cifra no inferior al
75% del valor asignado en la tasación en una primera subasta; y en un 50% en la segunda y sin
mínimo en la tercera, pudiendo el ejecutante participar en el remate y adjudicarse los bienes
con cargo a su crédito.

Para los trámites y diligencias de este procedimiento de apremio el juez debe tener
presentes los principio del procedimiento laboral y tomar como referencia las reglas de la
ejecución civil, en lo que sena compatibles con dichos principios.

Salvo la apelación referida a la resolución de las excepciones opuestas, todas las demás
resoluciones que se dicten son inapelables.

El juicio ejecutivo.

Se establecen expresamente los títulos ejecutivos en materia laboral, norma que antes
no existía, encontrándose éstos dispersos en la legislación laboral, a saber,

1.- Las sentencia ejecutoriadas.


2.- La transacción, la conciliación y el avenimiento que cumpla las formalidades establecidas
por la ley.
3.- Los finiquitos suscritos por el trabajador y el empleador y autorizados por el inspector del
trabajo o el funcionario que la ley faculta para actuar como ministro de fe en materia laboral.
4.- Las actas firmadas por las partes y autorizadas por los inspectores del trabajo que den
constancia de acuerdos producidos ante éstos o que contengan el reconocimiento de una
obligación laboral o de cotizaciones de seguridad social o sus copias certificadas por la
respectiva inspección del trabajo.
5.- Los originales de los instrumentos colectivos del trabajo, respecto de las cláusulas que
contengan obligaciones líquidas y actualmente exigibles, y las copias auténticas de los mismos
autorizadas por la inspección del trabajo.
6.- Cualquier otro título al que las leyes laborales o de seguridad social le otorguen fuerza
ejecutiva.

Para la ejecución señala la ley que tratándose de títulos distintos a la sentencia


ejecutoriada, se aplican las normas del Código del Trabajo y, a falta de norma expresa, las

20
establecidas en los Títulos I y II del Libro Tercero del Código de Procedimiento Civil, cuando
ellas no vulneren los principios del procedimiento laboral.

Despachada la ejecución, el juez, sin más trámite, debe remitir a la unidad de


liquidación los antecedentes para que proceda a la liquidación del crédito dentro de tercero día.

El requerimiento de pago debe efectuarse personalmente al deudor, junto con la


notificación de la liquidación, y en caso de no ser habido se procederá igual que en el
procedimiento de aplicación general, es decir, entregando una cédula a persona adulta que se
encuentre en el domicilio, o dejándola fijada en un lugar visible, y en ella, además del
mandamiento se señalará el día y hora en que se efectuará el requerimiento en el lugar que
determine el ministro de fe. Si el deudor no concurre, se procede a trabar el embargo, sin más
trámite.

En todo los demás se aplican las normas del procedimiento de cumplimiento de la


sentencia referidas a la retención de impuestos en la Tesorería, las del convenio de pago que
pueden suscribir las partes, las de la objeción a la liquidación, las relativas a las excepciones
que se pueden oponer y las referidas a la forma de hacer pago al acreedor con los bienes
cautelados, retenidos o embargados.

EL PROCEDIMIENTO DE TUTELA LABORAL

Este procedimiento viene a consagrar definitivamente en nuestro ordenamiento laboral


la idea de la eficacia horizontal de los derechos fundamentales en las relaciones entre privados,
particularmente en el contrato de trabajo.

Pese a que en la idea original se contemplaba un procedimiento especial y distinto para


la tutela de los derechos fundamentales, en definitiva se optó por la aplicación del
procedimiento de aplicación general, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 491 del Código,
por lo que, en estricto rigor, no existe un procedimiento de tutela de derechos fundamentales,
sino que al procedimiento de aplicación general se le dota de reglas especiales.

Se puede recurrir a este procedimiento cuando, en el ejercicio de las facultades que la


ley reconoce al empleador, se afecten los derechos fundamentales de los trabajadores,
consagrados en la Constitución Política de la República, que se señalan taxativamente en la
ley:

1. Artículo 19, Nº1, inciso primero: El derecho a la vida y a la integridad física y


psíquica de la persona, cuando su vulneración sea consecuencia directa de actos
ocurridos en la relación laboral.
2. Artículo 19, Nº4: El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la
persona y su familia.
3. Artículo 19, Nº5: La inviolabilidad de toda forma de comunicación privada.
4. Artículo 19, Nº6, inciso 1º: La libertad de conciencia, la manifestación de todas las
creencias y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las
buenas costumbres o el orden público.

21
5. Artículo 19, Nº12, inciso 1º: La libertad de emitir opinión y la de informar, sin
censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio.
6. Artículo 19, Nº 16; En lo relativo a la libertad de trabajo, al derecho a su libre elección
y la no prohibición de ninguna clase de trabajo.

También se puede recurrir a este procedimiento para conocer de los actos


discriminatorios señalados en el artículo 2 del Código, salvo las exclusiones o preferencias
basadas en las calificaciones exigidas para un empleo determinado, que no tienen ese carácter.

Se entiende que los derechos y garantías son lesionados cuando en el ejercicio de las
facultades que la ley reconoce al empleador se limita el pleno ejercicio de éstas sin
justificación suficiente, en forma arbitraria o desproporcionada o sin respeto a su contenido
esencial.

También se comprenden las represalias ejercidas en razón o como consecuencia de la


fiscalización de la Dirección del Trabajo o por el ejercicio de acciones judiciales.

Decíamos que “se puede” recurrir a este procedimiento, por cuanto algunas de las
garantías constitucionales señaladas precedentemente también habilitan a la interposición de
de la acción de protección de las garantías constitucionales establecida en el artículo 20 de la
Constitución, pero establece la ley que si ello se hace, ya no se podrá recurrir a este
procedimiento laboral.

Sin embargo, atendidas las especiales características de los derechos y garantías cuya tutela se
pretende proteger, no puede acumularse la acción con acciones de distinta naturaleza o con
otras pretensiones idénticas, pero basadas en fundamentos diversos de la vulneración de estos
derechos y garantías.

Por las mismas razones, goza la tramitación de este tipo de procedimiento de


preferencia a todas las demás causas que se tramiten en el mismo tribunal, y también gozan de
preferencia los recursos que se interpongan.

Ahora bien, son legitimados activos de este procedimiento cualquier trabajador o una
organización sindical que, invocando un interés legítimo, considere que se han lesionado
derechos fundamentales en el ámbito de las relaciones laborales y que corresponda conocer a
la jurisdicción laboral.

Respecto de las organizaciones sindicales, cabe señalar que la ley no distingue entre
tipos de ellas, pudiendo ser cualquiera de las que establece la legislación, es decir, cualquier
tipo de sindicato o una federación o confederación e incluso una central sindical.

Sí exige que la organización sindical tenga “un interés legítimo”. En esta materia, debe
tenerse presente que, salvo en el caso de las prácticas antisindicales, la organización sindical
nunca será titular del derecho fundamental afectado, ya que todos los que enumera el artículo
485 del Código, ya que éstos son derechos de titularidad individual, que sólo corresponden a
personas naturales. De acuerdo a lo anterior, la organización sindical puede ser titular de la

22
acción, pero no del derecho vulnerado, siendo por ello que se le exige un interés legítimo en la
cuestión.

La idea del “interés legítimo” se considera como un intermedio entre la titularidad


individual, y las acciones públicas o de interés público, como es, por ejemplo la que contempla
el artículo 17 del Código para denunciar el trabajo infantil.

Entonces, estimamos que una organización sindical tendrá un interés legítimo, en las
siguientes situaciones:

a) Por supuesto, cuando el trabajador que ve afectado algún derecho fundamental de los
protegidos por el procedimiento es socio del sindicato.
b) Cuando se trata de una organización de grado superior a la cual se encuentra afiliado el
sindicato al cual, a su vez, se encuentra afiliado el trabajador afectado.
c) También podría tratarse de una organización sindical a la cual no se encuentra afiliado
el trabajador, pero que reclama la protección de derechos fundamentales de sus propios
socios cuando exista una razonable expectativa que la vulneración de los derechos de
ese trabajador podría terminar afectando a sus propios socios, por ejemplo, porque se
trata del mismo empleador; porque se trata de un grupo de empresas o una misma
unidad económica; porque se trata de una infracción de tal gravedad que amerita que
una organización de grado superior o incluso una central sindical de nivel nacional
efectúe la denuncia.

Además, si es el trabajador quien ha iniciado el procedimiento, la organización sindical


a la que se encuentre afiliado podrá hacerse parte, directamente, o a su vez por intermedio de
una organización de grado superior, como tercero coadyuvante. También puede interponer
directamente la denuncia la organización a la que se encuentra afiliado el trabajador, caso en el
cual actúa como parte principal.

También puede hacerse parte la Inspección del Trabajo, la que, además, deberá emitir
un informe acerca de los hechos denunciados.

Es obligación de la Inspección del Trabajo denunciar los hechos de que tome


conocimiento en su función fiscalizadora, acompañando el informe de fiscalización, lo que
constituirá suficiente requerimiento para iniciar el procedimiento, y en el mismo juicio podrá
actuar como parte.

Sin embargo, en forma previa, deberá efectuar una mediación entre las partes, a fin de
agotar las posibilidades de corrección de las infracciones que haya constatado.

Como excepción, si la vulneración de derechos o garantías fundamentales se ha


producido con ocasión del despido del trabajador, sólo éste es legitimado activo para ejercer la
acción de protección, caso en el cual deberá interponerla en el plazo de 60 días, contados
desde la separación.

Si se acoge la denuncia, el juez ordenará el pago de la indemnización sustitutiva del


aviso previo de despido, y por años de servicio, esta última con el recargo correspondiente, y,

23
además, una indemnización adicional por él fijada, equivalente entre 6 y 11 meses de la
última remuneración mensual, que será fijada incidentalmente.

Sin embargo, si el despido se ha calificado como discriminatorio por haber infringido


el artículo 2 del Código del Trabajo, y además como grave, mediante resolución fundada, el
trabajador podrá optar entre la reincorporación o las indemnizaciones señaladas.

Antes de la R de la R se establecía que mientras dura la tramitación de la denuncia, el


plazo para solicitar la declaración de despido injustificado, indebido o improcedente se
suspende y sólo comenzará a correr una vez que se haya desechado la denuncia por
vulneración de derechos fundamentales. Sin embargo, ello fue modificado, y ahora la ley
dispone que si de los mismos hechos emanan dos o más acciones de naturaleza laboral, y una
de ellas corresponde al procedimiento de Tutela Laboral, las acciones deben ser ejercidas
conjuntamente en un mismo juicio, salvo que se reclame el despido injustificado, caso en el
cual la acción correspondiente a este reclamo debe ser interpuesta subsidiariamente, caso en el
cual con la R de la R de la R. (Ley 20.287 de 17 de septiembre de 2008), que modificó el
inciso final del artículo 489, se estableció que en este caso se pierde la preferencia que
otorgaba el artículo 488 para la resolución de estas causas, lo cual tiene por objeto evitar que
se haga uso del procedimiento de tutela simplemente para obtener dicha preferencia.

Agregó la R. de la R. que el no ejercicio de alguna de estas acciones supone la


renuncia de la misma.

En situaciones diversas al despido, quienquiera que efectúe la denuncia, deberá


formularla dentro de 60 días, contados desde que se produzca la vulneración alegada,
suspendiéndose el plazo de acuerdo a lo establecido en el artículo 168 del Código del Trabajo,
esto es, mientras dure la tramitación del reclamo ante la Inspección del Trabajo.

Requisitos de la denuncia.

Esta deberá contener, además de los requisitos exigidos para toda demanda, la
enunciación precisa y clara de los hechos constitutivos de la vulneración alegada, debiendo
acompañarse todos los antecedentes en que ella se funde, y de no hacerse ello, se concederá un
plazo fatal de cinco días para hacerlo.

Una vez admitida a tramitación, se tramita de acuerdo a las normas del Procedimiento
de Aplicación General.

Sin perjuicio de lo anterior, el juez en la primera resolución que dicte, de oficio o a


petición de parte, ordenará la suspensión de los efectos del acto impugnado, cuando por los
antecedentes acompañados aparezca que se trata lesiones de especial gravedad o cuando la
vulneración pueda producir efectos irreversibles, todo bajo apercibimiento de multa de 50 a
100 UTM, que se puede reiterar hasta obtener el debido cumplimiento de la resolución. Lo
mismo puede hacer en cualquier etapa del procedimiento, cuando aparezcan los antecedentes
señalados, no procediendo contra estas resoluciones recurso alguno.

24
La prueba en el procedimiento de tutela.

Evidentemente, atendida la naturaleza propia de la relación laboral, al trabajador le


será más difícil acreditar la vulneración de sus derechos, ya que ello, en la gran mayoría de los
casos se hará de manera encubierta, y en el caso del despido, lo más probables es que el
empleador nunca esgrimirá directamente los motivos, sino que incluso invocará la amplia
causal del artículo 161, inciso 1º del Código, es decir, necesidades de la empresa,
establecimiento o servicios.

Es por lo anterior que el artículo 493 del Código ha establecido, como un tipo de
inversión del peso de la prueba, que cuando de los antecedentes acompañados por la
denunciante aparezcan indicios suficientes de que se ha producido la vulneración de derechos
fundamentales, deberá el denunciado explicar los fundamentos de las medidas adoptadas y su
proporcionalidad.

Respecto de lo anterior deben establecerse tres cuestiones:

a) Qué tipo de aliviación o reducción probatoria es la que establece la norma.


b) Cómo se accede a esta reducción, es decir, qué es lo que debe probar el trabajador.
c) Cual es la situación del empleador con la reducción probatoria.

Respecto de la cuestión a) debe señalarse que no se trata propiamente de una inversión


de la carga de la prueba (onus probandi), por cuanto no es suficiente que el trabajador alegue
una vulneración de derechos fundamentales para que se traslade al empleador la carga de la
prueba, es decir, no se altera el principio establecido en el artículo 1698 del Código Civil, que
establece que “Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta”,
sino que se trata de una técnica más débil, ya que el denunciante no está enteramente liberado
de la prueba, sino que debe acreditar “la existencia de indicios suficientes” de le existencia de
la conducta vulneratoria, para que sólo en ese caso se de paso a la regla del artículo 493 del
Código debiendo el empleador probar que su conducta se debió a motivos objetivos y
razonables.

Lo anterior, ha sido denominado en la doctrina como “Prueba Indiciaria”, la que se


puede definir como un estándar probatorio que exige una prueba mínima de la vulneración de
un derecho fundamental del trabajador subordinado a fin que sea el empleador quien deba
justificar la licitud de su actuación.

Debe tenerse presente que por “estándar de prueba” se entienden los criterios que
indican cuando se ha conseguido la prueba de un hecho, es decir, los criterios que indican
cuando está justificado aceptar como verdadera la hipótesis que los describe.

Entonces, en el procedimiento de tutela, para efectos de dar aplicación a las reglas de


la sana crítica deben considerarse los siguientes parámetros de indicios:

a) En cuanto al número, deben ser dos o más.


b) Debe existir concordancia, deben apuntar en una misma dirección.

25
c) Deben ser plausibles, es decir, que los hechos de cada indicio deben acreditarse
fehacientemente.
d) Deben ser coherentes, es decir, que las inferencias sean racionales y tengan
correspondencia con el buen sentido y la lógica.

Una cuestión de mucha importancia es que el informe de fiscalización de la Inspección


del Trabajo goza de una presunción legal de veracidad, por lo que debiera ser por sí mismo
suficiente para dar por acreditados los indicios de la conducta lesiva del empleador, si ello
corresponde.

Por lo anterior, en esta situación, o cuando el trabajador ha logrado acreditar los


indicios, el empleador deberá probar:

a) La falsedad de los hechos constitutivos del indicio.


b) De acuerdo al artículo 485 del Código también podrá probar:
 La existencia de una justificación suficiente.
 Que la medida que limita el derecho del trabajador no es arbitraria o
desproporcionada.
 Que no se ha afectado el contenido esencial del derecho.
 Que la medida adoptada no se trata de una represalia.

Por su parte, el juez, para tomar su decisión deberá ponderar entre los derechos
fundamentales del empleador y del trabajador, de acuerdo al expreso mandato del artículo 5,
inciso 1º del Código, y en esta función deberá dar estricta aplicación a lo previsto por el
artículo 485, inciso 3º, del Código, el cual establece que se entenderá que los derechos
fundamentales y las garantías del trabajador resultan lesionados cuando en el ejercicio de las
facultades que la ley reconoce al empleador se limite el pleno ejercicio de ellos:

a) Sin justificación suficiente.


b) En forma arbitraria o desproporcionada.
c) Sin respeto a su contenido esencial.

Se equipara a la vulneración de derechos fundamentales las represalias ejercidas por el


empleador contra los trabajadores en razón o como consecuencia de la labor fiscalizadora de la
Dirección del Trabajo o por haber ejercido el trabajador acciones judiciales contra el
empleador, evidentemente ello mientras la relación laboral se encuentra vigente.

La ponderación de derechos fundamentales se refiere a la colisión de principios, caso


en el cual debe determinarse cual de los principios en juego debe ceder frente al otro. A este
respecto la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal Alemán ha formulado la
siguiente ley de ponderación: “Cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la
afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del
otro”. Desde otra perspectiva, una segunda ley de ponderación señala que “Cuanto más
intensa sea una intervención en un derecho fundamental, tanto mayor debe ser la certeza de
las premisas que sustentan la intervención”

26
Respecto de la ponderación se ha señalado también que si bien es cierto que ella
constituye una técnica aplicable a la intervención del Estado legislador en el ámbito de los
derechos fundamentales, no lo es menos que su “traslado” a las relaciones laborales se
fundamenta en las diferencias de poder existentes en el contrato de trabajo, reconocidas por la
legislación laboral, por lo que este contrato simularía una mini sociedad donde el Estado sería
el empleador y los ciudadanos los trabajadores, resultando, por lo tanto, absolutamente
razonable exigir a aquel que en el ejercicio de sus potestades respete los mismos límites que se
aplican al Estado al restringir los derechos fundamentales.

Las reglas del artículo 485 del Código plasman el principio de proporcionalidad, que a
su vez, se compone de tres sub principios, como son:

a) El de adecuación, que se refiere al control de idoneidad de la medida, en el sentido que


la medida debe ser apta para el fin que se persigue por el empleador, y si no lo es, se
estimará que la medida es arbitraria

b) El de necesidad, que determina si la intervención era prescindible o no. Resulta


evidente que siempre deberán preferirse las medidas de intervención no invasoras de
derechos fundamentales, pero si ello es imprescindible, deben aplicarse los siguientes
parámetros:

 Necesidad material: el medio utilizado debe ser el que menos afecte los
derechos fundamentales.
 Exigibilidad espacial: el medio debe ser el que estatuya el menor ámbito de
limitaciones del derecho.
 Exigibilidad temporal: la medida debe regir el menor tiempo posible.
 Exigibilidad personal: la medida debe afectar al menor número posible de
trabajadores

c) El de proporcionalidad en sentido estricto, que se refiere a determinar la racionalidad


de la intervención, según su objeto y los efectos que se producen, señalándose que no
se pueden afectar derechos fundamentales por el solo objetivo económico del contrato
o de la actividad empresarial, es decir, la libre iniciativa económica o el derecho de
propiedad del empleador por sí mismos no pueden preterir los derechos fundamentales
de los trabajadores, salvo cuando se cumplan todos los requisitos antes señalados, y si
ello no es así, la medida deberá ser calificada como desproporcionada

La racionalidad de la medida adoptada, respecto de su objeto también supone que ella


no tenga por solo objeto una represalia o utilizarse como un medio de persecución en
contra del trabajador, caso en el que, evidentemente, será calificada como irracional.

En cuanto a los efectos de la medida, ello se refiere a que no se afecte el contenido


esencial del derecho fundamental del trabajador. La limitación del derecho debe
resultar equilibrada en relación al objetivo perseguido.

27
Respecto de lo anterior, debe tenerse presente que el artículo 19, Nº26 de la
Constitución establece la “seguridad de que los preceptos legales que por mandato de
la Constitución regulen o complementan las garantías que ésta establece o que las
limiten en los casos en que ella lo autoriza, no podrán afectar los derechos en su
esencia, ni imponer condiciones, tributos o requisitos que impidan su libre ejercicio”,
esto es los que la doctrina constitucional ha denominado como “límite de los límites.

Por su parte, el Tribunal Constitucional chileno ha señalado que “un derecho es


afectado en su esencia cuando se le priva de aquello que le es consustancial de
manera tal que deja de ser reconocible y que se impide el libre ejercicio en aquellos
casos en que el legislador lo somete a exigencias que lo hacen irrealizable, lo
entraban más allá de lo razonable o lo privan de tutela jurídica”

La sentencia.

El juez, con el mérito del informe de fiscalización, lo expuesto por las partes y demás
pruebas rendidas, dictará sentencia en la misma audiencia o dentro de quinto día, caso en el
cual citará a las partes para notificarlas del fallo, fijando día y hora para este efecto, pero
deberá anunciar las bases fundamentales del fallo el término de la audiencia.

Contenido de la sentencia.

En la parte resolutiva deberá contener:

1. La declaración de existencia o no de la lesión de derechos fundamentales.


2. En caso afirmativo, si persiste el comportamiento antijurídico, debe ordenar su
cese inmediato, bajo apercibimiento de multa de 50 a 100 UTM, reiterable hasta
que se acredite el cese de la conducta.
3. La indicación precisa de las medidas que debe cumplir el infractor, dirigidas a
obtener la reparación de las consecuencias derivadas de la vulneración de los
derechos fundamentales, con el apercibimiento señalado en el número anterior,
incluido el pago de las indemnizaciones, si ello procede.
4. La aplicación de las multas a que hubiere lugar, en conformidad a las normas del
Código.

Se otorgan facultades al juez para velar por que la situación se retrotraiga al estado
inmediatamente anterior a la vulneración, y no podrá autorizar ningún tipo de acuerdo entre las
partes que signifique mantener la conducta atentatoria a los derechos fundamentales.

Finalmente, se debe remitir copia de la sentencia a la inspección del trabajo, para su


registro.

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EL PROCEDIMIENTO MONITORIO.

Viene a reemplazar este procedimiento al juicio de menor cuantía en lo laboral, ya que


se aplica en los casos de término del contrato de trabajo, cuando la cuantía de lo disputado sea
igual o inferior a 10 ingresos mínimos mensuales (8 antes de la R. de la R.), sin considerar en
ella los aumentos derivados de lo establecido en el artículo 162, incisos 5º y 7º, es decir, los
pagos posteriores al despido por no estar al día el empleador en el pago del las cotizaciones
previsionales.

Este procedimiento también se aplica a las contiendas que se originen por lo dispuesto
en el Artículo 201 del Código del Trabajo, es decir, materias relacionadas con el fuero
maternal.

Con la ley 20.287 se modificó el inciso primero del artículo 497 del Código del
Trabajo, dejando claramente establecido que este procedimiento es obligatorio para las causas
de la cuantía antes señalada, y que se requiere que el trabajador previamente haya presentado
un reclamo ante la Inspección del Trabajo, la que debe fijar día y hora para la realización del
comparendo respectivo.

Sin embargo, no se aclara qué sucede si el trabajador no concurre previamente a la


Inspección del Trabajo, ya que al parecer con la reforma antes referida pareciera que ya no
podría optar por el procedimiento ordinario.
Lo anterior no es exigible respecto de las materias señaladas en el artículo 201 del
Código del Trabajo.

La citación al comparendo de conciliación se hará por carta certificada, o por un


funcionario de la Inspección, quien actuará como ministro de fe, caso en el cual deberá
entregar la notificación en forma personal al empleador, y si ello no es posible, a persona
adulta que se halle en el domicilio del reclamado

Las partes deben concurrir al comparendo de conciliación con los documentos


probatorios de que dispongan, tales como contrato de trabajo, balances, comprobantes de pago
de remuneraciones, registro de asistencia y cualquier otro documento pertinente.

Del comparendo se levanta un acta, entregándose copia autorizada a las partes que
asistan.

Si el reclamante no concurre al comparendo, estando legalmente citado, se


pondrá término a dicha “instancia”, archivándose los antecedentes. Sin perjuicio de lo anterior,
el trabajador mantiene la facultad de recurrir a los tribunales de acuerdo al procedimiento de
aplicación general.

Si celebrada la audiencia no hay conciliación entre las partes, o ella es sólo parcial, o
cuando el reclamado no concurra al comparendo, el trabajador podrá interponer la demanda
correspondiente ante el juez del trabajo competente, en los plazos establecido en los artículos

29
168 o 201 del Código, según corresponda, debiendo interponerse la demanda por escrito y
contener las menciones del artículo 446.

En la demanda debe acompañarse la copia autorizada del comparendo realizado en la


Inspección y los documentos que allí se presentaron, lo que no rige en el caso de la acción que
contempla el artículo 201 del Código.

Examinados los antecedentes por el juez, si estima fundadas las pretensiones del
demandante, la acogerá inmediatamente, o por el contrario, las rechazará de plano. Para su
pronunciamiento el juez deberá considerar, entre otros antecedentes, la complejidad del
asunto, la comparecencia de las partes en la etapa administrativa y la existencia de pagos
efectuados por el demandado.

Si no existen antecedentes suficientes para el pronunciamiento, el juez deberá citar a


una audiencia única de conciliación y prueba.

Por el contrario, si existe pronunciamiento, tienen las partes 10 días para reclamar
contra esta resolución, contados desde su notificación, sin que proceda ningún otro recurso.

Presentada la reclamación dentro de plazo, el juez citará a las partes a una audiencia
única de conciliación, contestación y prueba, que debe celebrarse dentro de los 15 días
siguientes a la presentación.

Si el empleador reclama parcialmente contra la resolución que acoge parcialmente las


pretensiones del trabajador, se debe certificar de oficio por el tribunal el hecho que existen
prestaciones que pueden cumplirse, y siempre que no se acredite el cumplimiento de éstas,
dentro del plazo de cinco días, se dará inicio a la ejecución de oficio por parte del tribunal, de
acuerdo al procedimiento de cumplimiento de la sentencia.

A la audiencia deben concurrir las partes con todos sus medios de prueba, y si lo hacen
por medio de mandatario, éste debe tener la facultad de transigir, efectuándose con la parte que
asista.

El juez debe dictar la sentencia al término de la audiencia, la que debe contener las
menciones del artículo 459, Nº1, 2, 5, 6 y 7

Contra las resoluciones que se dicten en este procedimiento proceden todos los
recursos establecidos en el Código, salvo el de unificación de jurisprudencia del artículo 483 y
siguientes.

PROCEDIMIENTO DE RECLAMO CONTRA MULTAS ADMINISTRATIVAS

Señala la ley que la resolución que aplique multas administrativas será reclamable ante
el juez del trabajo, dentro de los 15 días hábiles siguientes contados desde su notificación,
debiendo dirigirse la reclamación contra el jefe de la Inspección Provincial o Comunal a la que
pertenezca el funcionario que aplicó la sanción.

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Admitida a tramitación la reclamación que cumple los requisitos señalados, se
tramitará de acuerdo al procedimiento de aplicación general, a menos que la cuantía de la
multa, sea por la resolución que la impone o por la que resuelve la reconsideración
administrativa sea igual o inferior a 10 Ingresos Mínimos Mensuales, caso en el cual se
sustanciará de acuerdo a las normas del procedimiento monitorio.

Contra la sentencia que resuelve la reclamación proceden todos los recursos


establecidos en el Código, salvo el de unificación de jurisprudencia del artículo 483 y
siguientes.

En todos los demás casos en que en virtud el Código del Trabajo u otro cuerpo legal se
contemple la posibilidad de reclamación contra resoluciones dictadas por la Dirección del
Trabajo, distintas de la multa administrativa o de la que se pronuncie sobre la reconsideración
administrativa de la multa, se aplicará el procedimiento monitorio.

LOS RECURSOS.

Respecto de éstos se aplican las normas del Código del Trabajo, establecidas en el
párrafo 5º, y supletoriamente las del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil.

La reposición.

Procede contra los autos, decretos y sentencias interlocutorias que no pongan término
al juicio o hagan imposible si continuación.

La reposición contra las resoluciones dictadas en audiencia debe interponerse en forma


verbal, inmediatamente después de dictada la resolución impugnada, y se resolverá en el acto.

Contra las resoluciones dictadas fuera de audiencia debe presentarse dentro de tercero
día de notificada la resolución que se impugna, a menos que antes de dicho plazo se realice la
audiencia, caso en el cual se debe interponer al iniciarse ésta, y será resuelta en el acto.

La apelación.

Sólo procede contra la sentencia de primera instancia, las interlocutorias que pongan
término al juicio o hagan imposible su continuación, las que se pronuncien sobre medidas
cautelares y contra las que fijen el monto de las liquidaciones o reliquidaciones de beneficios
de seguridad social.

En el caso de las medidas cautelares, la apelación contra la resolución que la otorgue o


rechace su alzamiento se concede en el solo efecto devolutivo, lo que se aplica también a la
apelación contra las resoluciones que fijen liquidaciones o reliquidaciones de beneficios de
seguridad social.

El recurso de nulidad.

Este es el único que procede contra las sentencias definitivas, cuando:

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a) En la tramitación del proceso o en la dictación de la sentencia definitiva se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías constitucionales.
b) Se hubiere dictado con infracción de ley que hubiere influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo.
c) Haya sido dictada por juez incompetente, legalmente implicado o cuya recusación se
encuentre pendiente o haya sido declarada por tribunal competente.
d) Haya sido dictada con infracción manifiesta de las normas sobre apreciación de la
prueba conforme a las reglas de la sana crítica.
e) Sea necesaria la alteración de la calificación jurídica de los hechos, sin modificar las
conclusiones fácticas del tribunal inferior.
f) En el juicio se hayan violado normas sobre inmediación o cualquier otro requisito para
los cuales la ley expresamente haya previsto como sanción la nulidad o expresamente
lo haya declarado como esencial.
g) Se dicte con omisión de cualquiera de los requisitos señalados en los artículos 459
(requisitos de la sentencia definitiva dicta en procedimiento de aplicación general), 495
(sentencia definitiva en procedimiento de tutela o 495 (sentencia definitiva del
procedimiento monitorio).
h) Cuando contenga decisiones contradictorias.
i) Otorgue más de lo pedido por las partes o se extienda a puntos no sometidos a la
decisión del tribunal.
j) Haya sido dictada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada y ello hubiera sido
alegado oportunamente en el juicio.

Cuando el recurso se funde en distintas causales debe señalarse si se invocan


conjuntamente o unas en subsidio de las otras.

Cuando se acoja el recurso de nulidad por las causales de las letras d), e), g), h), i) y j)
deberá el tribunal ad quem dictar la sentencia de reemplazo que corresponda con arreglo a la
ley, y en todos los demás casos, en la misma resolución que acoja el recurso, determinará el
estado en que debe quedar el proceso y ordenará que los antecedentes se remitan al tribunal
correspondiente para su conocimiento.

Expresamente se señala que no producen nulidad los defectos que no influyan en lo


dispositivo del fallo, sin perjuicio de la facultad de corregir de oficio que tiene la Corte durante
el conocimiento del recurso.

Lo mismo ocurre con los vicios que, conocidos, no hayan sido reclamados
oportunamente por todos los medios de impugnación existentes.

El recurso de nulidad debe interponerse por escrito ante el tribunal que dictó la
sentencia, dentro del plazo de 10 días, contados desde la notificación respectiva a la parte que
lo entabla, suspendiendo los efectos de la resolución recurrida.

Se debe señalar el vicio que se reclama, la infracción de garantías constitucionales o de


ley de que adolece la sentencia, caso en el cual, además, se debe señalar la forma en que éstas
influyen sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

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Una vez interpuesto el recurso no pueden invocarse nuevas causales, sin perjuicio de
la facultad de la Corte de acoger el recurso deducido por motivos distintos a los señalados por
el recurrente, cuando corresponda a alguno de los señalados en el artículo 478, es decir, de la
letra c) en adelante.

Luego de su interposición, el tribunal a quo debe pronunciarse sobre la admisibilidad


del mismo, declarándolo admisible si fue interpuesto por escrito y dentro de plazo., debiendo
remitirse copia de la resolución que se impugna, del registro de audio y de los escritos
relativos al recurso a la Corte dentro del tercero día de notificada la resolución que concede el
último de los recursos.

Ingresado el recurso a la Corte, ésta se pronunciará en cuenta sobre su admisibilidad,


declarándolo inadmisible si no concurren los requisitos establecidos en el inciso primero del
artículo 479, o si carece de fundamentos de hecho o de derecho, de peticiones concretas, o, en
los casos que corresponda, si no se hubiera preparado oportunamente.

Los alegatos en la Corte son sin previa relación y de una duración máxima de 30
minutos, no admitiéndose prueba alguna, salvo las necesarias para probar la causal de nulidad
alegada.

Si uno o más de los recurrentes falta a la “audiencia” (alegatos) produce el abandono


del recurso respecto de los ausentes.

El fallo debe pronunciarse dentro del plazo de 5 días, contados desde el término de la
vista de la causa.

Si una o más de varias partes hubiera entablado el recurso de nulidad, la decisión


favorable que se adopte aprovecha a los demás, a menos que los fundamentos fueren
exclusivamente personales del recurrente, cuestión que debe ser declarada expresamente por el
tribunal.

Cuando no se deba dictar sentencia de reemplazo, al acoger el recurso la Corte, junto


con señalar el estado en que debe quedar la causa, debe devolverla dentro de segundo día de
pronunciada la resolución.

Si los errores en la sentencia no influyen en la parte dispositiva, la misma Corte puede


corregir los que advierta durante el conocimiento del recurso.

Contra la sentencia que falla el recurso de nulidad no procede recurso alguno, como
tampoco contra la que se dicte en un nuevo juicio realizado como consecuencia de la sentencia
que haya acogido un recurso de nulidad (plop).

Se establece que las causas laborales gozan de preferencia para su vista, ajustándose su
conocimiento estrictamente al orden de ingreso al tribunal.

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Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 69 del Código Orgánico de Tribunales,
debe designarse un día a la semana, a lo menos, para conocer de ellas, completándose la tabla,
si no hubieren causas suficientes, de la forma en que determine el Presidente de la Corte de
Apelaciones, quien será responsable disciplinariamente del estricto cumplimiento de esta
preferencia.

Si el número de causas pendientes hace imposible su vista y fallo en un plazo inferior a


dos meses, contados desde su ingreso a la secretaría, el Presidente de la Corte de Apelaciones
que funcione dividida en más de dos salas determinará que una de ellas, a lo menos, se aboque
exclusivamente al conocimiento de estas causas por el lapso que estime necesario para superar
el atraso.

El recurso de unificación de jurisprudencia.

Excepcionalmente, contra la sentencia que falle un recurso de nulidad procede este


recurso cuando respecto de la materia de derecho objeto del juicio existieren distintas
interpretaciones sostenidas en uno o más fallos firmes emanados de Tribunales Superiores de
Justicia.

Tramitación en Corte de Apelaciones.

El recurso debe interponerse ante la Corte de Apelaciones respectiva en el plazo de 15


días desde la notificación de la sentencia que se recurre, a fin que sea conocido por la Corte
Suprema, y una vez interpuesto no pueden hacérsele variaciones. Debe fundarse el recurso e
indicarse, en una relación precisa y circunstanciada las distintas interpretaciones respecto de
las materias de derecho objeto de la sentencia que se sostienen en diversos fallos de los
tribunales superiores, acompañándose copias de los referidos fallos.

La única causal de inadmisibilidad por parte del tribunal a quo es el haberse


interpuesto fuera de plazo, y contra la resolución que así lo declare procede la reposición, que
debe interponerse en el plazo de cinco días, fundada en error de hecho, siendo inapelable la
resolución que resuelva la reposición.

Efectos del recurso.

Su interposición no suspende la ejecución de la resolución recurrida, salvo cuando el


cumplimiento haga imposible llevar a efecto la que se dicte de acogerse el recurso, pudiendo
la parte vencida exigir que no se lleve a efecto el cumplimiento mientras no se rinda fianza de
resultas por parte de la parte vencedora, a satisfacción del tribunal, debiendo ejercerse este
derecho conjuntamente con la interposición del recurso, pero en solicitud separada, y
corresponde al tribunal a quo pronunciarse de plano sobre esta petición al mismo tiempo de
resolver la admisibilidad, sin que lo que resuelva sea susceptible de recurso alguno.

Corresponde a la Corte de Apelaciones remitir a la Corte Suprema copia de la


resolución que resuelve el recurso de nulidad, del escrito por el cual se interpone el recurso de
unificación de jurisprudencia, y los demás antecedentes necesarios para la resolución.

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Tramitación en Corte Suprema.

La sala especializada de la Corte Suprema sólo puede declarar inadmisible el recurso


por la unanimidad de sus integrantes, declarando, por resolución fundada la falta de alguno de
los requisitos (plazo, recurso fundado, etc.), contra la cual procede reposición dentro de quinto
día.

Si el recurso es declarado admisible, el recurrido en el plazo de de 10 días podrá


hacerse parte y presentar las observaciones que estime convenientes.

Para la vista de la causa se observarán las reglas establecidas para la apelación, pero
los alegatos no pueden superar los 30 minutos.

El fallo sólo tendrá efecto respecto de la causa en que se pronuncie, y, en ningún caso,
afectará las situaciones jurídicas fijadas en las sentencias que le sirven de antecedente.

Al acogerse el recurso la Corte Suprema dictará, acto seguido, y sin nueva vista, pero
separadamente la sentencia de reemplazo en unificación de jurisprudencia, no siendo ésta, ni la
que falla el recurso, objeto de recurso alguno, salvo el de aclaración, rectificación o enmienda.

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