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IES Pedro Salinas. Departamento de Filosofía. 1º de Bachillerato.

Filosofía y ciudadanía

TEMA 2: CONOCIMIENTO Y REALIDAD

Como introducción a esta asignatura presentamos en el tema anterior las características gene-
rales del pensamiento filosófico y hablamos de su origen histórico en Grecia en el siglo VI a. C.
La filosofía surgió buscando un saber diferente al del mito y para ello necesitó de un nuevo
lenguaje que se esforzó en encontrar conceptos innovadores capaces de plantear diferentes
problemas filosóficos, entre ellos el problema de la realidad y de la forma de acceder a ella.
1. LO REAL
Sabemos que la filosofía es una actividad críti-
ca que se hace cargo de los temas tratándolos
como problemas; es decir, no da nada como
cierto sino que ejercitamos continuamente las
preguntas partiendo siempre de nuestras du-
das.
Podemos plantearnos una pregunta inicial
¿Existe la realidad? Y, si es así ¿en qué consis-
te? ¿Cuáles son las características que la defi-
nen? Para los primeros filósofos, lo real es la
fisis, es decir, todo lo que existe y de lo que está compuesto todo. Sin embargo, no se ponen
de acuerdo en la naturaleza de la propia fisis. Para algunos es material, para otros carece de
materia, de tiempo y de espacio; unos piensan que es estática mientras otros afirman que está
en continuo cambio; para unos lo real tiene una organización interna mientras otros piensan
que la estructura de la realidad procede de nosotros.
Ψ Actividad 1: Observa el cuadro de René François Ghislain Magritte (Bélgica 1898-1967). Fue
un pintor conocido por sus extrañas imágenes con las que pretendía cambiar la percepción
preconcebida de la realidad y forzar al observador a hacerse más crítico. Fotografía un objeto
en la posición y con el fondo que decidas y añade a tu fotografía una frase que haga replante-
arse al observador aquello que está viendo
Un nuevo problema, iniciado por Parménides, se añade a los anteriores: ¿es real todo lo que
aparece? ¿Ocultan las apariencias la realidad o por el contrario la muestran? La línea iniciada
por Parménides y continuada por Platón afirma que la realidad se oculta tras una superficie
aparente por lo que habría que profundizar para captar aquello que verdaderamente son las
cosas. Por ejemplo, sabemos que la Tierra se mueve aunque aparentemente no lo hace.
Ψ Actividad 2: Señala algunos ejemplos donde la realidad y la apariencia no coincidan
Una de las teorías más elaboradas sobre el problema de lo real es la de Platón. En el mito de la
caverna expone la teoría de las ideas según la cual hay dos mundos. Uno es el mundo sensible,
ilusorio, mera apariencia (la caverna) donde está la mayoría de la humanidad. El otro es el
mundo real o inteligible (el exterior).
Ψ Actividad 3: Lee el mito de la caverna de Platón y responde a las preguntas:
“I - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a
la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza. Imagina una especie de cavernosa
vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho
de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el
cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las
ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y
en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del

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cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre
los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
- Ya lo veo-dijo.
- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de
objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de
piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natu-
ral, unos que vayan hablando y otros que estén callados.
- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!
- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra
cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la
parte de la caverna que está frente a ellos?
- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?
- ¿Qué otra cosa van a ver?
- Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a
aquellas sombras que veían pasar ante ellos?
- Forzosamente.
- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que
hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la
sombra que veían pasar?
- No, ¡por Zeus!- dijo.
- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que
las sombras de los objetos fabricados.
- Es enteramente forzoso-dijo.

- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignoran-
cia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado
y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al
hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos
objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no
veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y
vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole
los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de
ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más
verdadero que lo que entonces se le mostraba?
- Mucho más-dijo.
II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se
escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué
éstos, son realmente más claros que los que le muestra ?

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- Así es -dijo.
- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida,
y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría
a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no
sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?
- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.
- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería
más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros ob-
jetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más
fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las
estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.
- ¿Cómo no?
- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro
lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él
estaría en condiciones de mirar y contemplar.
- Necesariamente -dijo.
- Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los
años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aque-
llas cosas que ellos veían.
- Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.
- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos
compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les com-
padecería a ellos?
- Efectivamente.
- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran
los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y
acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con
otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿cre-
es que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y
poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decidi-
damente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro
destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no
crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?
- Ciertamente -dijo.
- Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente enca-
denados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los
ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no
daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropea-
dos, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si en-
contraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?
- Claro que sí -dijo.
III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha
dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión,
y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba
y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la
región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y
que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece:
en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una
vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas
las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el

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inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza
que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.
Platón, República. Según la versión de J.M. Pavón y M. Fernández Galiano, Instituto de Estu-
dios Políticos, Madrid, 1981 (3ª edición)

1. ¿Quiénes son los prisioneros de la caverna? ¿Qué significan las cadenas? ¿Qué representa
la caverna? ¿Y las sombras?
2. El mito plantea la “liberación de las cadenas” de uno de los esclavos lo que supone “levan-
tarse súbitamente, volver el cuello, andar y mirar a la luz” ¿Podrías explicar a qué se refie-
re Platón cuando habla de ese camino que conduce a la luz?
3. ¿Por qué crees que el antiguo esclavo debe volver a la caverna?
4. ¿Qué relación señala Platón entre el Sol y el Bien?
Ψ Actividad 4: Matrix, estrenada en 1999 es una muestra de cine con contenido filosófico y en
este caso hay claras alusiones al mito de la caverna de Platón. Después de verla, lee el peque-
ño fragmento que reproducimos a continuación y contesta a las preguntas del final:
“Igual que los demás, naciste en cautiverio. Naciste en una prisión que no puedes ni oler ni
saborear ni tocar. Una prisión para tu mente. Por desgracia, no se puede explicar lo que es
Matrix. Has de verla con tus propios ojos. Ésta es tu última oportunidad, después, ya no podrás
echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia, despertarás en la cama y creerás lo
que quieras creerte. Si tomas la roja te quedas en el país de las maravillas y yo te enseñaré
hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad,
nada más” The Matrix. Directores: Andy y Larry Wachowski
1. Busca diferencias y semejanzas entre la película y el Mito de la caverna de Plató
2. ¿Cómo definirías una realidad virtual? Los personajes de la película viven en ella: ¿crees
que lo virtual es una ilusión o una realidad?
Pero aún podemos ir más allá, de la mano de Descartes, y plantearnos si realmente existe
aquello que consideramos real, ¿no podría ser un simple sueño, personajes de ficción en la
mente de un autor? El problema podría presentarse con una metáfora más reciente ideada
como experimento mental por el filósofo Hilary Putnam. Sabemos que la información sensorial
se convierte en impulsos eléctricos que recorren las neuronas hasta llegar al cerebro y se sabe
también que si se estimula de forma adecuada el cerebro, el sujeto percibirá sensaciones que
no se dan en la realidad. Imaginemos entonces a la humanidad como un conjunto de cerebros
sumergidos en cubetas en las que se añaden nutrientes para que sigan con vida. Un científico
muy habilidoso en el manejo de los electrodos conectados a nuestro cerebro podría ser capaz
de engañarnos, de tal modo que cuando uno piense que se está atando los zapatos, durmien-
do, charlando o leyendo un libro, en realidad no está haciendo nada de eso sino que todo es
una ilusión creada gracias a minúsculas descargas eléctricas. Si fuéramos cerebros en cubetas,
¿podríamos pensar que lo somos? Lo que muestra este experimento mental es que el cerebro
no capta directamente la realidad sino que la representa.
2. EL CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD
Junto al problema filosófico sobre qué sea la realidad se nos presenta otro que consiste en
preguntarnos cómo podremos conocer esa realidad. Buena parte del conocimiento que em-
pleamos para indagar sobre lo real se basa en los datos que nuestros sentidos nos ofrecen. Sin
embargo, como dijo Descartes en el siglo XVII, es posible dudar de lo que nos dicen los senti-
dos porque sabemos que en ocasiones nos engañan: “He observado a menudo, en muchos
casos, que había una gran diferencia entre el objeto y su idea. Como, por ejemplo, encuentro
en mi mente dos ideas del Sol completamente distintas: una que tiene su origen en los senti-
dos, y debe ser colocada en el género de las que he dicho anteriormente que proceden del

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exterior, según la cual me parece extremadamente pequeño; la otra está tomada de las razo-
nes de la astronomía, es decir, de ciertas nociones nacidas conmigo o, en fin, está formada por
mí mismo (de la forma en que ello pueda hacerse), según la cual me parece ser varias veces
más grande que la Tierra. Ciertamente, estas dos ideas que concibo del Sol no pueden ser am-
bas semejantes al Sol mismo; y la razón me persuade de que la que procede inmediatamente
de su apariencia es la que resulta ser menos semejante.” Descartes, Meditaciones metafísicas
Ψ Actividad 5: ¿Perciben los animales de la misma forma que lo hacemos los humanos? Busca
ejemplos de diferencias sensoriales entre unos animales y nosotros
Pero el conocimiento puede ir más allá de la mera percepción. La experiencia puede permitir-
nos ver lo que otros menos adiestrados no pueden.
Ψ Actividad 6: Lee el siguiente texto y contesta a las preguntas. “Pensemos en un estudiante
de medicina que sigue un curso de diagnóstico de enfermedades pulmonares por rayos x. Mi-
ra, en una habitación oscura, trazos indefinidos en una pantalla fluorescente colocada contra
el pecho del paciente y oye el comentario que hace el radiólogo a sus ayudantes, en un lengua-
je técnico, sobre los rasgos significativos de esas sombras. En un principio, el estudiante está
completamente confundido, ya que, en la imagen de rayos x del pecho, sólo puede ver las
sombras del corazón y de las costillas que tienen entre sí unas cuantas manchas como patas de
araña. Los expertos parecen estar imaginando quimeras; él no puede ver nada de lo que están
diciendo. Luego, según vaya escuchando durante unas cuantas semanas, mirando cuidadosa-
mente las imágenes siempre nuevas de los diferentes casos, empezará a comprender; poco a
poco se olvidará de las costillas y comenzará a ver los pulmones. Y, finalmente, si persevera
inteligentemente, se le revelará un rico panorama de detalles significativos: de variaciones
fisiológicas y cambios patológicos, cicatrices, infecciones crónicas y signos de enfermedades
agudas. Ha entrado en un mundo nuevo. Todavía ve sólo una parte de lo que pueden ver los
expertos, pero ahora las imágenes tienen por fin sentido, así como la mayoría de los comenta-
rios que se hacen sobre ellas.” Chalmers, ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?
1. Busca dos ejemplos que avalen esta misma idea
2. Los instrumentos de observación son cada vez más precisos. ¿Crees que gracias a ellos po-
demos tener un conocimiento más verdadero? Razona tu respuesta
Ψ Actividad 7: Reflexiona sobre este texto que trata del conocimiento de la mesa "familiar" y
la mesa "del científico". ¿Qué diferencias existen entre conocimiento científico y conocimien-
to ordinario?
“Estoy familiarizado con una de ellas desde mi más tierna infancia Es un objeto común dentro
de ese ambiente que llamo mundo. ¿Cómo voy a describirla? Tiene extensión, es hasta cierto
punto permanente; noto que su superficie está pintada, pero que ante todo es sustancial. (...)
La mesa número dos es mi mesa científica. Mi conocimiento de ella es más reciente que el de
la otra y por eso no me es tan familiar. No pertenece al mundo antes mencionado. (...) Mi me-
sa científica es casi toda vacío Desparramadas en ese vacío hay numerosas cargas eléctricas
moviéndose a gran velocidad, pero su volumen conjunto no alcanza siquiera una trillonésima
parte del volumen de la mesa. Dicha mesa sostiene mi papel de escribir en forma tan satisfac-
toria como la mesa número uno, pues cuando dejo el papel sobre ella las minúsculas partículas
golpean su parte inferior de tal suerte que el papel queda mantenido en suspenso a un nivel
aproximadamente constante.
Hasta hace poco no existía separación tan radical; el físico acostumbraba a extraer del mundo
familiar la materia prima que necesitaba para su propio mundo, pero ahora ya no sucede así.
Su materia prima comprende éter, electrones, cuantos, potenciales, funciones hamiltonianas,
etc., y actualmente cuida mucho de conservar estos ingredientes libres de toda contaminación
de conceptos procedentes del mundo familiar. Hay una mesa familiar paralela a la mesa cientí-
fica, pero no existen electrones, cuantos o potenciales familiares correspondientes a los elec-

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trones, cuantos o potenciales científicos; ni siquiera intentamos imaginamos un equivalente


familiar de esas cosas; dicho de otro modo, no buscamos explicar el electrón. Sólo después de
que el físico ha completado la construcción de su mundo se le permite identificar a éste con el
mundo familiar; pero las tentativas prematuras para unir ambos mundos sólo han dado resul-
tados negativos."
A. Eddington. La naturaleza de/ mundo físico. Buenos Aires, Sur.
Durante mucho tiempo, los filósofos pensaron que el criterio de verdad que tenemos que usar
para saber si hemos conocido lo real o no, es la correspondencia. Así lo planteó Aristóteles:
“Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es falso; decir de lo que es que es y de
lo que no es que no es, es lo verdadero”. Frente a esta concepción de la verdad hay otra –la
verdad como perspectiva- que también ha tenido sus seguidores en la historia de la filosofía y
que os ilustramos con un cuento:
"Seis hindúes sabios, Inclinados ai estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran
ciegos, decidieron hacerlo mediante el sentido del tacto. El primero en llegar junto al elefante
chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, el elefante es como una pared». El segun-
do, palpó en su ceguera el colmillo y gritó: «Es tan agudo, redondo y liso que el elefante es
como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó de forma descriptiva: «¡Dios me
libre! El elefante es como una serpiente». El cuarto sabio había extendido su mano hasta la
rodilla, la palpó en torno a ella y dijo: «Está claro, el elefante es como un árbol». El quinto, que
casualmente tocó una oreja, exclamó de forma autosuficíente: «Aún el más ciego de los hom-
bres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien tocó la oscilante
cola del elefante, señaló: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así los sabios discutieron
posteriormente largo y tendido, cada uno desde su experiencia, de forma excesivamente terca
y violenta, defendiendo cada uno su propia opinión y, aunque parcialmente estaba en lo cier-
to, en realidad estaban todos equivocados."
3. LA RELACIÓN LINGÜÍSTICA Y SIMBÓLICA CON EL MUNDO
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Wittgenstein

Foto de Chema Madoz


Estamos tan familiarizados con el uso de las palabras y el lenguaje que no somos conscientes
de como condiciona y modela nuestra visión del mundo. Tenemos la idea equivocada de que
nuestra forma de denominar los objetos y expresar nuestra relación con ellos es la “normal”, la
“natural”. Sólo cuando tenemos que aprender una lengua extranjera, comunicarnos con al-
guien que no habla nuestro idioma o viajar a otro país percibimos su importancia, la variedad y
diversidad existente entre las diferentes lenguas. Cada una recoge una tradición cultural ela-
borada a través de siglos, pero también está impregnada de su roce con otros pueblos y sus
respectivas lenguas. Además las lenguas están continuamente transformándose para adaptar-
se a nuevas situaciones: están vivas y de ellas dependen muchos aspectos de nuestras vidas.
Condicionan nuestra forma de pensar y a la vez tenemos capacidad de transformarlas para que
sean capaces de satisfacer nuestras necesidades o nos ayuden a conseguir los retos que nos
planteamos.

Tema II 6
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Ψ Actividad 8: Explica con tus palabras qué es lo que crees que quiere decir la frase de Witt-
genstein e intenta ponerla en relación con la foto de Chema Madoz.
Ψ Actividad 9: Tema a debate: ¿Tiene sexo el lenguaje?
Para profundizar en la relación entre el lenguaje que utilizamos y nuestra forma de pensar
vamos a tratar un tema de actualidad: el lenguaje “políticamente correcto” en lo que se refie-
re a la igualdad de género. Se denomina lenguaje “políticamente correcto” a aquel que pres-
cinde de los términos que puedan considerarse ofensivos o discriminatorios por minusvalorar,
despreciar o ignorar a parte de la sociedad. El lenguaje normal está impregnado de los prejui-
cios y valores de una sociedad y los defensores del uso de un lenguaje “políticamente correc-
to” consideran que prescindir de las expresiones que inconscientemente conllevan valoracio-
nes negativas de grupos de personas por su sexo, color de piel u origen, enfermedades o ca-
racterísticas físicas es un avance importante para conseguir evitar en la práctica las desigual-
dades injustas y la discriminación. Algunos de los ejemplos podrían ser utilizar “empleada del
hogar” por sirvienta o criada, “anciano” o “de la tercera edad” por viejo, “hombre de color”
por hombre de raza negra, “sin techo” por vagabundo, “necesitado” por pobre, “país del tercer
mundo” por país subdesarrollado, “paciente” por enfermo y así muchas más. Con el uso del
término “igualdad de género” se hace referencia a la igualdad de oportunidades entre hom-
bres y mujeres. Se entiende que el sexo de cada persona viene determinado por la biología y
diferencia entre hombres o mujeres según la conformación de sus órganos sexuales. Sin em-
bargo, cada sociedad propone un modelo de comportamiento para los sexos y a ese modelo
de comportamiento que se transmite y aprende culturalmente es a lo que se llama género. De
esta forma, el sexo está determinado por las características genéticas, hormonales, fisiológicas
y funcionales que a los seres humanos nos diferencian biológicamente y el género es el con-
junto de características sociales y culturales asignadas a las personas en función de su sexo.
Por ejemplo, cuando una persona nace con determinadas características biológicas o sexuales,
se le asignan determinadas actividades, valores, roles y comportamientos diferenciados, unos
que deben cumplir las mujeres y otros que deben cumplir los varones. Reclamar la igualdad de
género supone reclamar las igualdad de oportunidades respecto a esta asignación cultural de
roles y valores como personas miembros de una sociedad sin negar las diferencias biológicas
determinadas por la diferencia sexual.

Φ Metodología: EL DEBATE
Ante un mismo tema suelen existir puntos de vista diferentes.
El debate es una técnica que consiste en la discusión de esos
distintos planteamientos para intentar encontrar la mejor
opción.
Para preparar un debate tenemos que buscar información
precisa sobre el tema, siempre dentro de su contexto y ano-
tando la fuente. El segundo paso es preparar un esquema de
la línea argumental que seguiremos.
En un debate académico hay siempre 3 partes:
Exposición: En ella se enuncia con claridad la tesis defendida, matizando lo que se considere
necesario. Se establecen las claves de la defensa con una ordenación lógica. A los argumentos
razonados se unirán los datos probados.
Réplica: El objetivo perseguido es mostrar puntos débiles o inconsistencia en la postura con-
traria. La réplica puede apoyarse tanto en argumentos que refuten los contrarios como en
preguntas que pongan en evidencia las lagunas.
Conclusión: Se vuelve a presentar la postura defendida pero ahora aparece como derivada de
los propios argumentos. Se pueden recalcar asimismo alguna de las refutaciones para remar-
car las debilidades de la postura contraria.
En un debate hay que seguir una serie de normas:

Tema II 7
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No se trata de imponer un punto de vista sino de convencer con argumentos


El objetivo final del debate es acercar posturas y para ello es importante escuchar al otro e
intentar ponerse en su lugar evitando la tendencia al monólogo
Es necesario ser educados con los otros: evitar gritarles, no burlarse de ninguna intervención,
no hacer gestos, responder de forma adecuada, dejar hablar
Lo mejor para que se nos entienda es hacer intervenciones breves y concretas; evitar registros
lingüísticos excesivamente informales; usar un vocabulario preciso sin dar vueltas sobre lo
mismo
Conviene hablar con seguridad, vocalizando correctamente y con una entonación que se co-
rresponda con el contenido que se quiere transmitir.
Para seguir informándote sobre el tema que vamos a debatir, lee el siguiente texto y contesta
a las preguntas que se hacen sobre él:

“Las palabras son nuestra forma principal de expresión. Con ellas nombramos el mundo del
que somos parte, tratamos de entenderlo y entender lo que somos, y también imaginar lo que
queremos que sea. Permiten comunicar, y mostrar deseos y sentimientos. Cada palabra es una
llave mágica que abre mi cabeza y hace fluir experiencia y conocimientos. Con ellas puedo dar
y recibir amor. Pero también violencia. Las palabras no sólo reflejan el mundo que me rodea,
sino que al mismo tiempo lo crean o lo destruyen. Esas representaciones pueden construir
sobre mí una identidad que no deseo, excluir a quienes podrían ser mis referentes, o negar mi
propia existencia.

El lenguaje lo usamos con unas normas establecidas en cada comunidad de hablantes que no
son aleatorias ni tampoco inofensivas, son parte de una ideología que impone unos significa-
dos concretos a las palabras y unas formas de nombrar. El mismo poder que designa los asesi-
natos de seres humanos como "daños colaterales" ha asimilado el término "hombre" a "varón"
y significa con él a toda la humanidad, asignando a un sólo sexo la universalidad, y con ello su
centralidad y la subordinación y ocultación del sexo femenino. Ya desde la infancia, las niñas
aprenden a asumir que en sus relaciones en sociedad deben sentirse incluidas en el masculino
genérico universal, porque así lo dicen las voces que ponen las reglas a su forma de expresión.”
Andrea García, Hacia un uso no sexista de la lengua. Salirse de la norma para educar en liber-
tad
1. Señala cuales son las ideas fundamentales del texto.
2. ¿Cómo se apoyan en el texto estas ideas? ¿Se basan en argumentos o en datos? ¿Se ilus-
tran con ejemplos?
3. ¿Estás de acuerdo con las ideas fundamentales del texto? Razona tu respuesta buscando
argumentos y ejemplos. Prepara con ellas tu posi-
ción para discutir en un debate sobre la eficacia o no
de los cambios en el lenguaje para transformar la
realidad.

TEXTOS para EXPOSICIONES ORALES DEL TEMA 2


Para completar el estudio de este tema son de especial
importancia las exposiciones realizadas en clase de los
textos:
1. N. Negroponte, La realidad virtual
2. VVAA, Sobre percepción e ilusiones ópticas
3. Francisco Mora, Los niños que hablaban el idio-
ma de Dios
4. Oliver Sacks, El discurso del Presidente

Tema II 8
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Puedes encontrarlos en la página web del IES: www.iespedrosalinas.org en Departamen-


tos>Filosofía >Materiales

Φ Metodología: ELABORACIÓN DE CADA TEMA


Una vez leído el guión, realizadas las actividades, tomado notas en clase y de las exposiciones
de los compañeros, tenéis que dar forma y orden a toda la información para aseguraros que
habéis comprendido y asimilado bien ideas y conceptos.
El guión de este tema ha incluido:
1. Introducción
2. Lo real
2.1. Apariencia y realidad: El mito de la caverna
2.2. La realidad virtual
2.3. ¿Es la realidad un sueño?
3. El conocimiento
3.1. Sensación y percepción
3.2. La experiencia
3.3. Conocimiento científico
4. Relación lingüística y simbólica con el mundo
El tema que elabores tiene que incluir todos los materiales de manera que queden claras las
relaciones existentes entre ellos.

Para seguir leyendo os proponemos dos narraciones:


 José Carlos Somoza, La caverna de las ideas
 Roberto Casati y Achille Varzi, Los sabores del helado

Tema II 9

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