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Lunes, 27 de abril de 2015 | Leída 6782 veces

TC PRECISA CUÁNDO ACUDIR O NO AL AMPARO

¿Amparo o vía ordinaria?


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Entre un gran número de litigantes resulta frecuente que algunas de sus demandas
de amparo sean rechazadas debido a que el juez considere que, en ese caso
concreto, lo que correspondía era acudir a la vía ordinaria en lugar de iniciar un
proceso constitucional. Este fenómeno responde a que en nuestro país la justicia
constitucional no es el único medio para proteger derechos fundamentales. En
efecto, los procesos ordinarios –denominados así por oposición a los
constitucionales– también constituyen medios idóneos para dicho fin.

Así, el inciso 2 del artículo 5 del Código Procesal Constitucional consagra la residualidad
del amparo al indicar que será improcedente cuando “existan vías procedimentales
específicas, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional
amenazado o vulnerado”. En este sentido, la tarea a realizar –antes de optar por una u
otra–, será identificarlas.

Una herramienta importante para hacerlo será la revisión de la jurisprudencia del TC, que
ya se ha pronunciado sobre el tema.

Vías igualmente satisfactorias

Para advertir si un proceso ordinario puede ser calificado como igualmente satisfactorio
que el amparo, primero, debemos tener en cuenta que, como señala el constitucionalista
Luis Castillo Córdova, “no es posible considerar como tal a un proceso administrativo o a
uno de carácter privado –como el arbitraje–, sino únicamente a los procesos judiciales”.

Luego, no bastará que exista un proceso ordinario diseñado para la tutela de derechos
fundamentales (vía específica), sino que debe analizarse si este resulta igual o más
efectivo que el amparo para lograr la protección requerida (vía igualmente satisfactoria).

Así, en un reciente pronunciamiento (Exp. Nº 02677-2013-PA/TC), el TC ha esbozado los


criterios a tener en cuenta para identificar cuándo nos encontramos frente a una vía
igualmente satisfactoria. En consideración del Tribunal, deben tenerse en cuenta dos
perspectivas: una objetiva, vinculada al análisis de la vía propiamente dicha; y otra
subjetiva, relacionada con el examen de la afectación al derecho fundamental.
Desde la perspectiva objetiva, el análisis alude tanto a la estructura del proceso,
atendiendo a si la regulación objetiva del procedimiento permite afirmar que estamos ante
una vía célere y eficaz (estructura idónea), como a la idoneidad de la protección que
podría recibirse en la vía ordinaria, debiendo analizarse si la vía ordinaria podrá resolver
debidamente el caso que se ponga a su consideración (tutela idónea).

Por otra parte, desde la perspectiva subjetiva, una vía ordinaria puede ser considerada
idónea si transitarla no pone en grave riesgo al derecho afectado involucrado (urgencia
como amenaza de irreparabilidad). Pese a lo dicho, el TC ha señalado que podrá acudirse
al amparo aunque exista una “vía igualmente satisfactoria” en caso de que se necesite una
tutela urgentísima, atendiendo a la relevancia del derecho involucrado o la gravedad del
daño que podría ocurrir.

En opinión del magistrado del TC, Eloy Espinosa-Saldaña, este fallo “constituye un gran
avance pues nunca antes el Colegiado había desarrollado un test para examinar la
existencia de vías igualmente satisfactorias, sino que se limitaba a fijar ‘listas cerradas’,
dejando fuera de la tutela urgente del amparo una serie de situaciones que debían ser
atendidas por la justicia constitucional”.

¿Qué ha dicho el TC?

Sobre la base de la jurisprudencia del TC, podemos resumir las principales vías
igualmente satisfactorias al amparo.

Por ejemplo, en materia laboral, el TC estableció en el precedente Baylón Flores (Exp. Nº


00206- 2005-PA/TC) diversos criterios para la procedencia del amparo en materia de
protección del derecho al trabajo en el régimen laboral privado.

Además, recientemente, el TC ha replanteado la procedencia del amparo laboral (Exp. Nº


03070- 2013-PA/TC). Así, ha señalado que el proceso abreviado laboral de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo, Ley Nº 29497, constituye una vía igualmente satisfactoria al amparo.
En ese sentido, las demandas que tienen por objeto la reposición del trabajador, cuando
esta se plantea como única pretensión, no podrán ser tramitadas en el proceso amparo.

Asimismo, en el referido precedente Baylón, el TC también instituyó que la protección de


los derechos laborales de los trabajadores del régimen público debía ser encausada en el
proceso contencioso-administrativo. La razón: al igual que en el amparo, en dicha vía es
posible obtener la reposición del trabajador, incluso como medida cautelar hasta obtener
una decisión final.
Asimismo, el Tribunal señaló que en el proceso contencioso-administrativo puede
cuestionarse en general toda actuación de la Administración que afecte derechos
fundamentales. Por ejemplo, se estableció como precedente vinculante que para impugnar
la denegatoria de las licencias de funcionamiento o la clausura de locales debe acudirse a
la vía ordinaria (Exp. Nº 02802- 2005-PA/TC).

Por otra parte, en materia de pensiones, existe la posibilidad de acudir al proceso urgente
(artículo 26 de la Ley del Procedimiento Administrativo General). Sin embargo, en diversas
oportunidades el TC ha considerado que dicha vía no resulta igualmente satisfactoria al
amparo, quedando expedita la posibilidad de acudir a sede constitucional (Exp. Nº 03459-
2009-PA/TC). El Tribunal también ha establecido que para cuestionar acuerdos societarios
que afecten derechos fundamentales constituye una vía igualmente satisfactoria el proceso
de impugnación (proceso abreviado) del artículo 143 de la Ley General de Sociedades
(Exp. Nº 04521-2009-PA/TC).

De forma similar, antes del Quinto Pleno Casatorio Civil, el TC ha afirmado que los
miembros de una asociación que vean afectados sus derechos por un acuerdo, deben
solicitar su impugnación vía el proceso abreviado (art. 92 del Código Civil) y no mediante el
amparo (Exp. Nº 05090-2011-PA/TC).

Finalmente, en el precedente Maria Julia (Exp. Nº 00142-2011- PA/TC), el TC cerró la


posibilidad de cuestionar laudos arbitrales vía amparo, salvo supuestos excepcionales,
debiendo acudir el afectado al recurso de anulación contemplado en el artículo 62 del
Decreto Legislativo Nº 1071.

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