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1. Introducción 9
1.1. Sólidos, líquidos y gases . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2. Magnitudes uidas macroscópicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3. Equilibrio termodinámico local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.4. Partícula uida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.5. Magnitudes uidas intensivas y extensivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2. Cinemática 13
2.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.2. Descripciones lagrangiana y euleriana del movimiento de un uido . . . . . . . . 13
2.3. Trayectorias y sendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.4. Líneas, supercies y volúmenes uidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.5. Líneas de traza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.6. Líneas, supercies y tubos de corriente. Puntos de remanso . . . . . . . . . . . . 15
2.7. Derivada sustancial. Aceleración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
2.8. Velocidad normal de avance de una supercie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.9. Flujo convectivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2.10. Derivación de integrales extendidas a volúmenes uidos. Teorema del transporte
de Reynolds . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.11. Vorticidad. Líneas y tubos de vorticidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.12. Circulación. Movimientos irrotacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.13. Teorema de Bjerknes-Kelvin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.14. Movimiento relativo en el entorno de un punto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
2.15. Tensor de velocidades de deformación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.15.1. Direcciones principales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2.16. Distribuciones de velocidad con valores dados de ∇ · ~v y ∇ × ~v . . . . . . . . . . 27
1
ÍNDICE GENERAL 2
4. Fluidostática 69
4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.2. Ecuaciones generales de la uidostática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.3. Condiciones de equilibrio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
4.4. Hidrostática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
4.4.1. Fuerzas sobre una supercie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
4.4.1.1. Principio de Arquímedes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
4.4.2. Equilibrio de la supercie entre dos uidos inmiscibles . . . . . . . . . . . 73
4.5. Equilibrio de gases. Atmósfera estándar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Página en blanco
Capítulo 1
Introducción
molécula y la densidad del material, es posible estimar la distancia media entre moléculas. Para
gases en condiciones normales de presión y temperatura resulta ser del orden de 10 d0 , mientras
que para líquidos es del orden de d0 .
En condiciones normales,
las moléculas de un gas están
tan distantes unas de otras que
la energía potencial debida a
la atracción entre ellas es mu-
cho menor que su energía ciné-
tica, excepto cuando ocasional-
mente una pasa cerca de otra.
Por lo tanto se puede conside-
rar que las moléculas de un gas
se mueven independientemente
unas de otras en primera apro-
ximación. Un gas perfecto es
aquél que cumple estrictamente
esta condición.
En los sólidos y líquidos ca-
da molécula está inmersa en un
Figura 1.1.1: Fuerza entre moléculas en función de la distancia.
campo de fuerzas debido a las
demás moléculas. Las moléculas
se encuentran tan próximas unas de otras como lo permiten las fuerzas de repulsión. En los sóli-
dos las moléculas oscilan alrededor de posiciones permanente, que forman a veces una estructura
cristalina periódica. La energía cinética de estas oscilaciones es parte de la energía térmica del
9
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN 10
sólido, pero la red cristalina permanece intacta hasta que la temperatura del sólido alcanza el
punto de fusión.
La densidad de la mayoría de los materiales sólidos disminuye sólo muy ligeramente cuando
se alcanza el punto de fusión (el aumento de densidad en la transición de hielo a agua es un
caso excepcional). Es notable que tan pequeño cambio en el espaciado intermolecular, que sigue
siendo del orden de d0 , dé lugar a un cambio tan drástico en la movilidad del material.
Desde un punto de vista macroscópico los sólidos tienen una forma permanente y la posición
relativa de sus elementos cambia en una cantidad pequeña cuando se produce una variación
pequeña de las fuerzas que actúan sobre ellos. Un esfuerzo exterior aplicado a un sólido da lugar
a una deformación nita, y la relación entre esfuerzo y deformación es lineal en un cierto rango
de valores del esfuerzo (ley de Hooke).
El conocimiento del estado líquido a escala molecular es todavía incompleto. Parece que a
veces las moléculas están parcialmente ordenadas en grupos que se mueven en bloque, unas veces
formando distribuciones regulares con otros grupos y otras dividiéndose en grupos más pequeños.
La disposición de las moléculas está cambiando continuamente y, como consecuencia, cualquier
fuerza aplicada al líquido (distinta de una compresión) produce una deformación que aumenta
continuamente de magnitud mientras se mantenga aplicada la fuerza.
Macroscópicamente, los líquidos y los gases no tienen una forma denida y ofrecen una
resistencia considerable, sobre todo los líquidos, cuando son sometidos a compresión, pero no
pueden estar en equilibrio bajo esfuerzos tangenciales, sino que se deforman indenidamente bajo
la acción de tales esfuerzos. Esta propiedad de los líquidos y gases se llama uidez. Desde un punto
de vista macroscópico, un uido (líquido o gas) es una sustancia que se deforma indenidamente
bajo la acción de un esfuerzo tangencial, contrariamente a un sólido, que alcanza el equilibrio
con una deformación nita.
Los líquidos tienen una densidad mucho mayor que los gases (del orden de 103 veces mayor
en condiciones normales), lo cual se traduce en una diferencia en el orden de magnitud de las
fuerzas necesarias para producir una misma aceleración. Sin embargo, la mayor diferencia entre
líquidos y gases es su compresibilidad. Los gases se pueden comprimir mucho más fácilmente que
los líquidos y, como consecuencia, en un movimiento con variaciones apreciables de presión, es
mucho mayor el cambio de volumen especíco (densidad) de los gases que de los líquidos.
Existen sustancias que a veces se comportan como sólidos y otras como uidos, dependiendo
de las condiciones en que se encuentren y de la intensidad y rapidez de cambio de las fuerzas a
que estén sometidas. Tal es el caso de las gelatinas o las pinturas, entre otras. Los uidos más
corrientes, aire y agua en particular, se pueden considerar como uidos en el sentido denido
anteriormente.
1 X
ρ (~x, t) = m α, (1.2.1)
V α
local se puede hacer uso de las variables termodinámicas y éstas están relacionadas entre sí como
lo estarían si todo el uido estuviese en verdadero equilibrio con la densidad ρ y energía interna
e locales.
La hipótesis de equilibrio termodinámico local se justica por el hecho de que una molécula
sufre un gran número de colisiones con sus vecinas antes de alcanzar regiones donde las magnitu-
des macroscópicas son distintas. En las sucesivas colisiones la molécula adapta su movimiento y
energía los de las moléculas de su entorno, perdiendo memoria de su estado inicial: Cada molécula
del gas parece encontrarse, en cada punto y en cada instante, en el mismo estado de agitación
térmica que las moléculas que la rodean; es decir, en equilibrio termodinámico con ellas. Este
régimen del movimiento de los uidos se denomina continuo o dominado por las colisiones. En
los gases se da cuando el número de Knudsen
λ
Kn = 1, (1.3.1)
Lc
donde λ es el camino libre medio y Lc es la longitud característica del ujo, introducida antes.
Como puede verse mediante consideraciones geométricas, el camino libre medio es del orden
de 1/ (σN ), siendo σ la sección ecaz de colisión, del orden del cuadrado del tamaño de las
2
moléculas (d0 ), y N el número de moléculas por unidad de volumen. Así pues, en un gas λ es
2
mucho mayor que la distancia media entre moléculas (λ/`c = O (`c /d0 ) ), y la condición de
equilibrio termodinámico local (1.3.1) es más exigente que la condición `c Lc mencionada
antes para que las deniciones de las variables macroscópicas sean de utilidad.
También en los líquidos, aunque sin el mismo apoyo de la teoría cinética, se comprueba
experimentalmente que, siempre que Lc sea grande frente al tamaño molecular d0 , se puede
caracterizar el estado del líquido en cada punto e instante mediante la velocidad macroscópica ~v ,
dependiente del movimiento del sistema de referencia, y las mismas variables termodinámicas que
describen el estado termodinámico del líquido en equilibrio (valores que mediría un observador
que se moviese con la velocidad local ~v del líquido). Y éstas últimas están relacionadas entre sí
como lo estarían si todo el líquido estuviese en equilibrio con los valores locales de las variables
termodinámicas. Los valores de estas variables son independientes del movimiento del sistema
de referencia.
Cinemática
2.1. Introducción
En este capítulo estudiaremos la descripción lagrangiana y euleriana del movimiento de los
uidos, las trayectorias, sendas, líneas de corriente y líneas de traza, útiles para la descripción
de los uidos. Estudiaremos también la derivada sustancial, ujo convectivo, velocidad normal
de avance de una supercie y el teorema del transporte de Reynolds, útiles para escribir las
ecuaciones generales. Se habla también de los movimientos irrotacionales y se demuestra en
teorema de Bjerknes-Kelvin (también llamado de Beltrami).
Estudiaremos a continuación el movimiento del uido en la proximidad de una partícula uida
dada. Como demostró Cauchy, este movimiento se puede descomponer en un movimiento de
traslación, un movimiento de rotación con velocidad angular igual a la mitad de la vorticidad, y
un movimiento de deformación. De estos tres movimientos, los dos primeros son análogos a los de
un sólido rígido, mientras que el tercero es especíco de los medios deformables y no se da en los
sólidos rígidos. En el análisis de este último movimiento, que es independiente del movimiento
del sistema de referencia empleado, introduciremos el tensor de velocidades de deformación, que
se utilizará más adelante al estudiar las fuerzas sobre los uidos.
13
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 14
Un teorema del análisis matemático nos asegura que la solución obtenida de este modo es
única y uniformemente continua para tiempos t nitos. La continuidad uniforme se pierde para
t→∞ en el caso de los ujos turbulentos o en los ujos llamados de mezcla caótica.
Se llama senda a la curva recorrida por una partícula uida en su movimiento. Las ecuaciones
de la trayectoria proporcionan también las sendas. Las ecuaciones de las trayectorias son las de
las sendas en forma paramétrica cuando se utiliza el tiempo como parámetro. Se llama ley horaria
a la ley que da la posición de una partícula uida sobre su senda en función del tiempo.
siendo ~x = ~xT (t, ~x0 ) la ecuación de las trayectorias. Por la continuidad de ~xlf respecto a λ, una
línea uida inicialmente cerrada permanece cerrada posteriormente.
Análogamente, todas las partículas uidas que están inicialmente en una supercie conti-
nua del espacio siguen posteriormente formando una supercie, llamada supercie uida. Si
~x0 = ~x0 (α, β), donde ~x0 (α, β) son funciones continuas de α y β en intervalos dados, es una
representación paramétrica de la supercie inicial, posteriormente ésta tiene por ecuación
d~
x
= ~v (~x, t) con ~x = ~xp en t = τ, (2.5.1)
dt
donde τ ~x0 aparecen como parámetros. Este problema es una generalización de (2.3.1). Su
y
solución, ~
x = ~xT (t, τ, ~xp ), proporciona una representación paramétrica de la línea de traza en el
instante t, cuando τ se hace variar en el intervalo (0, t).
d~
x ~v (~x, t)
= con ~x = ~x0 en ` = 0, (2.6.1)
d` |~v (~x, t)|
para t jo, que actúa como parámetro. La solución de este sistema autónomo es única si |~v (~x, t)| = 6
0, y la línea de corriente aparece representada por la solución de (2.6.1), ~x = ~x` (`, ~x0 , t), en forma
paramétrica con la longitud ` de la línea como parámetro.
Se puede eliminar el parámetro ` si en (2.6.1) dividimos dos de las ecuaciones escalares por
la tercera. Por ejemplo, en coordenadas cartesianas (x1 , x2 , x3 ), utilizando x1 como variable
independiente, obtendríamos el sistema de ecuaciones
d x2 v2 (~x, t) d x3 v3 (~x, t)
= y = con x2 = x20 y x3 = x30 en x1 = x10 , (2.6.2)
d x1 v1 (~x, t) d x1 v1 (~x, t)
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 16
cuya solución es
x2 = x2 (x1 , ~x0 , t) , x3 = x3 (x1 , ~x0 , t) , (2.6.3)
con ~x0 = (x10 , x20 , x30 ). Esta solución representa, de otra forma, la línea de corriente que pasa
por ~
x0 .
v (~x, t) continua, la solución de (2.6.1) u (2.6.2) existe y es única si |~v | 6= 0. Por cada
Por ser ~
punto del espacio donde ~ v (~x, t) sea nita y no nula pasa una única línea de corriente. Solamente
en puntos donde la dirección de la velocidad no está denida pueden cortasen dos o más líneas
de corriente. Esto ocurre donde la velocidad es cero o donde es innita. Puntos de velocidad
innita donde se cortan innitas líneas de corriente son los manantiales y sumideros, que son
idealizaciones. Los puntos de velocidad nula, ~v (~x, t) = 0, se llaman puntos de remanso.
Las líneas de corriente, las sendas y las líneas de traza coinciden cuando el movimiento es
estacionario. También coinciden estas líneas en un movimiento no estacionario cuando el campo
de velocidad es de la forma ~v (~x, t) = f (t)~u(~x), donde f (t) es una función escalar del tiempo t y
el campo vectorial ~u(~x) no depende del tiempo.
Se llama supercie de corriente a una supercie formada por líneas de corriente. Si f (~x) = 0
es una supercie de corriente en el instante t, satisfará la ecuación diferencial lineal
~v · ∇f = 0. (2.6.4)
Para determinar una solución de esta ecuación debe especicarse una línea continua del espacio,
~x = ~x0 (λ), que no sea una línea de corriente, en la que se apoye la supercie de corriente f (~x) = 0.
Las líneas características de (2.6.4) son las líneas de corriente. Conocida la expresión de estas
líneas (2.6.3), una representación paramétrica de la supercie de corriente que se apoya en la
línea x = x0 (λ) es
x2 = x2 [x1 , ~x0 (λ) , t] , x3 = x2 [x1 , ~x0 (λ) , t] . (2.6.5)
D (◦) ∂ (◦)
= + ~v · ∇ (◦) . (2.7.2)
Dt ∂t
En coordenadas cartesianas ~v · ∇φ = vi ∂i φ, donde ∂i = ∂/∂xi .
Cuando la magnitud uida φ es la velocidad ~ v (~x, t), su derivada respecto al tiempo siguiendo
a la partícula uida es la aceleración del uido ~ a(~x, t):
D~v ∂~v
~a = = + ~v · ∇~v . (2.7.3)
Dt ∂t
El gradiente de la velocidad es fácil de evaluar en coordenadas cartesianas. Las componentes
cartesianas de la aceleración son
∂vi ∂vi
ai = + vj . (2.7.4)
∂t ∂xj
La siguiente forma de la aceleración es equivalente a (2.7.3) pero no requiere evaluar el gradiente
de la velocidad, por lo que es más cómoda que (2.7.3) cuando se usa un sistema de coordenadas
curvilíneas ortogonales.
v2
D~v ∂~v
~a (~x, t) = = +∇ − ~v × (∇ × ~v ) . (2.7.5)
Dt ∂t 2
Cuando se utiliza la descripción lagrangiana ~v (t, ~x0 ) de la velocidad, la aceleración del uido
es
∂~v (t, ~x0 )
~a (t, ~x0 ) = . (2.7.6)
∂t
∂f
| ∇f | ds + dt = 0,
∂t
con lo cual la velocidad normal de avance de la supercie es
ds ∂f /∂t
vn = =− . (2.8.1)
dt | ∇f |
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 18
∂f
+ ~v · ∇f = 0, (2.8.2)
∂t
que es la ecuación diferencial que satisfacen las supercies uidas. Escrita de otro modo,
∂f /∂t
~v · ~n = − = vn . (2.8.3)
|∇f |
Es decir, la velocidad normal de avance de una supercie uida coincide con la proyección de la
velocidad del uido en la dirección de la normal a la supercie.
ˆ
Flujo de φ= φ~v · ~n dσ. (2.9.1)
Σ
Si φ es un escalar, la cantidad φ~v se llama
vector ujo de φ. Si φ es un vector, la cantidad
φ~v se llama tensor ujo de φ. Por ejemplo, el
vector ujo volumétrico (φ = 1) es ~ v ; el vector
ujo másico (φ = ρ) es ρ~ v ; y el tensor ujo de
cantidad de movimiento (φ = ρ~ v ) es ρ~v~v , que
es un tensor de componentes ρvi vj .
El ujo de φ a través de una supercie de
corriente es nulo puesto que ~ v · ~n = 0 en ella.
Si la supercie Σ es cerrada y φ~ v es de-
rivable en el interior y sobre la supercie, el
teorema de Gauss nos permite escribir
ˆ ˆ
Flujo de φ= φ~v · ~n dσ = ∇ · (φ~v ) dΩ,
Σ V
(2.9.2)
Figura 2.9.1: Flujo convectivo
de modo que ∇ · (φ~v ) es el ujo de φ que sale
de la unidad de volumen.
El concepto de ujo convectivo se puede generalizar a supercies móviles. Si la supercie Σ
se mueve con una velocidad local ~vc , lo que implica una velocidad normal de avance vn = ~vc · ~n,
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 19
ˆ
Flujo de φ= φ (~v − ~vc ) · ~n dσ. (2.9.3)
Σ
ˆ
φ (~x, t) dΩ,
VC (t)
Figura 2.10.1: Teorema del transporte de Rey- Para calcular esta derivada hay que tener en
nolds. cuenta que tanto φ(~x, t) como Vc (t) cambian
con el tiempo. Escribiremos
ˆ ´ ´
d Vc (t+∆t) φ (~
x, t + ∆t) dΩ − Vc (t) φ (~
x, t) dΩ
φ (~x, t) dΩ = lı́m ,
dt VC (t) ∆t→0 ∆t
1
En el cálculo del ujo convectivo a través de una supercie Σ, que puede ser variable con el tiempo, podemos
encontrar la ecuación de la supercie en forma implícita, f (~
x, t) = 0, o en forma paramétrica, ~
x=~ xs (α, β, t). En
este segundo caso han de especicarse los intervalos de variación de los parámetros α y β . Además las funciones
xsi (α, β, t) han de ser continuas, para que la supercie sea continua, y con derivadas continuas respecto a α, β y
t, para que ~n y ~vc estén denidos en todos sus puntos. En este caso
xs /∂α) × (∂~
(∂~ xs /∂β) ∂~
xs ∂~
xs ∂~
xs
~n = , ~n dσ = × dα dβ, ~vc = .
|(∂~
xs /∂α) × (∂~
xs /∂β)| ∂α ∂β ∂t
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 20
donde Vc (t + ∆t) = Vc (t) + δV2 − δV1 (véase gura 2.10.1). Por lo tanto,
ˆ ˆ ˆ
φ (~x, t + ∆t) dΩ − φ (~x, t) dΩ = [φ (~x, t + ∆t) − φ (~x, t)] dΩ +
V (t+∆t) Vc (t) Vc (t)
ˆ ˆ
+ φ (~x, t + ∆t) dΩ − φ (~x, t + ∆t) dΩ.
δV2 δV1
En las dos últimas integrales, extendidas a los volúmenes innitesimales δV1 y δV2 , el elemento
diferencial de volumen dΩ se puede escribir como dΩ = ±vn dσ ∆t, donde el signo más es para
δV2 y el menos para δV1 (debido a que la normal está orientada hacia el exterior del volumen en
ambos casos). Por lo tanto estas integrales de volumen se convierten en integrales de supercie:
ˆ ˆ
φ (~x, t + ∆t) dΩ = φ (~x, t + ∆t) vn dσ ∆t =
δV1 +δV2 Σc (t)
ˆ ˆ
2 ∂φ
= ∆t φ (~x, t) vn dσ + (∆t) vn dσ,
Σc (t) Σc (t) ∂t
donde Σc (t) = Σ1 (t) + Σ2 (t). La segunda igualdad se ha obtenido desarrollando el integrando
φ (~x, t + ∆t) en serie de Taylor. El término proporcional a (∆t)2 desaparece al tomar el límite
∆t → 0 y queda
ˆ ˆ ˆ
d ∂φ (~x, t)
φ (~x, t) dΩ = dΩ + φ (~x, t) vn dσ. (2.10.1)
dt Vc (t) Vc (t) ∂t Σc (t)
Supongamos ahora que el volumen Vc (t) sea un volumen uido Vf (t). En ese caso vn = ~v · ~n,
siendo ~v la velocidad del uido, y tendremos
ˆ ˆ ˆ
d ∂φ (~x, t)
φ (~x, t) dΩ = dΩ + φ (~x, t) ~v · ~n dσ. (2.10.2)
dt V (t) Vf (t) ∂t Σf (t)
f
Podemos ligar la derivada temporal siguiendo a un volumen de control Vc (t) con la derivada
temporal siguiendo al volumen uido Vf (t) que en el instante t en que queremos calcular la deri-
vada coincide con Vc (t); es decir Vc (t) ≡ Vf (t) y también Σc (t) ≡ Σf (t). Las primeras integrales
de los segundos miembros de (2.10.1) y (2.10.2) coinciden para esta pareja de volúmenes, puesto
que los integrandos y los recintos de integración son los mismos. Las segundas integrales de los
segundos miembros dieren porque los integrandos son diferentes ya que vn = ~vc · ~n es distinto
de ~v · ~n. Restando a la ecuación (2.10.2) la ecuación (2.10.1) se obtiene, para todo t,
ˆ ˆ ˆ
d d
φ (~x, t) dΩ = φ (~x, t) dΩ + φ (~x, t) (~v − ~vc ) · ~n dσ, (2.10.3)
dt Vf (t) dt Vc (t) Σc (t)
~ = ∇ × ~v .
ω (2.11.1)
Se verica, evidentemente,
∇·ω
~ = 0. (2.11.2)
Una línea de vorticidad es una línea tangente en todos sus puntos al vector vorticidad local.
Al igual que las líneas de corriente, las líneas de vorticidad deben calcularse en cada instante
de tiempo. Las líneas de vorticidad son las soluciones, para un valor jo de t, del sistema de
ecuaciones
d~
x ω
~ (~x, t)
= con ~x = ~x0 en ` = 0, (2.11.3)
d` |~
ω (~x, t)|
donde ` es la longitud a lo largo de la línea de vorticidad. Alternativamente, las líneas de vorti-
cidad se obtienen también de
d x2 ω2 (~x, t) d x3 ω3 (~x, t)
= y = con x2 = x20 y x3 = x30 en x1 = x10 , (2.11.4)
d x1 ω1 (~x, t) d x1 ω1 (~x, t)
donde el tiempo t actúa como un parámetro.
Las líneas de vorticidad que se apoyan en una curva continua cerrada ~x = ~x0 (λ) del campo
uido forman un tubo de vorticidad.
´
La integral ~ · ~n dσ
ω extendida a una sección transversal de un tubo de vorticidad es una
propiedad del tubo independiente de la sección que se considere. En efecto, sea la supercie
cerrada formada por dos secciones transversales al tubo de vorticidad, Σ1 y Σ2 , y la supercie
del tubo entre ambas secciones ΣT . Se tiene
ˆ ˆ ˆ ˛ ˆ
~ · ~n dσ +
ω ~ · ~n dσ +
ω ~ · ~n dσ =
ω ~ · ~n dσ =
ω ∇·ω
~ dΩ = 0,
Σ1 Σ2 ΣT Σ1 +Σ2 +ΣT V
donde d~
` es el elemento diferencial de línea. Si la línea L es cerrada y reducible a un punto sin
salirnos de dominio, donde la velocidad se supone derivable, el teorema de Stokes permite escribir
˛ ˆ
Γ= ~v · d~` = (∇ × ~v ) · ~n dσ, (2.12.2)
L Σ
donde Σ es una supercie cualquiera, en el interior del uido, que se apoye en la línea cerrada L.
Vemos pues que la circulación de la velocidad a lo largo de una línea cerrada es igual al ujo
de vorticidad a través de una supercie que se apoye en dicha línea. La circulación coincide con
la intensidad del tubo de vorticidad construido a partir de la línea cerrada L.
Un movimiento se dice irrotacional en un dominio Ω cuando ∇ × ~v = 0 para todos los
puntos del dominio. Si el dominio Ω es simplemente conexo (es decir, cualquier línea cerrada es
reducible a un punto por deformación continua sin salirnos del dominio), entonces la circulación
de la velocidad es nula para cualquier línea cerrada del dominio.
Si ˛
~v · d~` = 0
para cualquier línea cerrada, podemos asegurar que la circulación de la velocidad a lo largo de
una línea que una dos puntos del uido es independiente de la línea. En efecto, si L es una línea
que une los puntos O y P, tendremos
ˆ
ΓOP = ~v · d~`,
LOP
y si tomamos otra línea distinta L̂ que también una los puntos O y P, tendremos
ˆ
Γ̂OP = ~v · d~`.
L̂OP
ya que LOP + L̂P O forman una línea cerrada. Por lo tanto se puede denir una función ϕ, llamada
potencial de velocidad, tal que
2
ˆ P
ϕ = ϕ0 + ~v · d~`, (2.12.3)
O
y se verica ∇ϕ = ~v , como puede comprobar el lector. Es decir, la velocidad ~v deriva del
potencial ϕ y la diferencia del potencial de velocidad entre dos puntos es la circulación a lo largo
de cualquier línea, dentro del uido, que los una. Por esta razón, los movimientos irrotacionales
se llaman también potenciales. Obsérvese que la velocidad ~v (~x, t) es perpendicular a la supercie
equipotencial ϕ (~x, t) = constante.
2
Si ∇×~v = 0 en un dominio que no sea simplemente conexo, la circulación no tiene porqué ser cero a lo largo de
líneas cerradas que no sean reducibles a un punto, si bien es igual a lo largo de dos lineas cerradas cualesquiera que
puedan transformarse una en otra por deformación continua. Los valores no nulos de la circulación sobre líneas
cerradas no reducibles se llaman constantes cíclicas. En este caso el potencial ϕ está denido salvo múltiplos
enteros de las constantes cíclicas. Para comprobarlo basta observar que la diferencia ΓOP − Γ̂OP será cero si la
línea cerrada LOP + L̂OP es reducible a un punto e igual a una de las constantes cíclicas si no lo es.
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 23
∂~xlf (t, λ)
d~
` = dλ.
∂λ
Así pues,
˛ ˆ λ2
d d ∂~xlf (t, λ)
~v · d~` = ~v (t, λ) · dλ
dt L dt λ1 ∂λ
ˆ λ2 ˆ λ2
∂~v (t, λ) ∂~xlf (t, λ) ∂ ∂~xlf (t, λ)
= · dλ + ~v (t, λ) · dλ.
λ1 ∂t ∂λ λ1 ∂λ ∂t
Como ∂~v (t, λ) /∂t es la aceleración de la partícula uida λ y ∂~xL (t, λ)/∂t es la velocidad de
dicha partícula, se tendrá
˛ ˆ λ2 ˛
d ∂~xlf (t, λ)
~v · d~` = ~a(t, λ) · dλ + ~v (t, λ) · d [~v (t, λ)] ,
dt L λ1 ∂λ L
d~
v = d~x · ∇~v , (2.14.1)
donde ∇~v está evaluado en el punto ~x y se han despreciado términos de orden |d~
x| . En coorde- 2
∂vj
dvj = d xi , (2.14.2)
∂xi
donde se usa el convenio de sumar sobre el índice repetido. Al haber despreciado términos de
orden |d~
2
x| , la velocidad relativa d~v es proporcional a d~x. Esta velocidad relativa se puede separar
en dos partes descomponiendo el tensor ∇~v en sus partes simétrica y antisimétrica:
∂vj 1 ∂vj ∂vi 1 ∂vj ∂vi
= (∇~v )ij = Sij + Aij = + + − = γij + αij , (2.14.3)
∂xi 2 ∂xi ∂xj 2 ∂xi ∂xj
de modo que
d~
v = d~vs + d~va = d~x · S + d~x · A. (2.14.4)
La contribución d~
va debida a la parte antisimétrica del tensor ∇~v se puede escribir como
3
1
d~
va = d~x · A = ω~ × d~x, (2.14.5)
2
0 α3 −α2
3
Para cualquier matriz antisimétrica A = −α3 0 α1 y cualquier vector d~ x se verica d~ x·A =
α2 −α1 0
~ × d~x, donde α
α x ·A)j =
~ es el vector axil de componentes (α1 , α2 , α3 ). En notación de subíndices, αij = εijk αk y (d~
εijk αk dxi , donde εijk 6= 0 sólo si i, j, k son diferentes y su valor es 1 ó −1 dependiendo de que i, j, k estén o no
en orden cíclico.
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 25
Figura 2.15.1: Desplazamiento de tres aristas de un paralelepípedo de volumen δV = dx1 dx2 dx3
en un tiempo dt.
1
donde
2ω~ es el vector asociado al tensor antisimétrico A, cuyas componentes cartesianas son
1 1 ∂v3 ∂v2
ω1 = α23 = − ,
2 2 ∂x2 ∂x3
1 1 ∂v1 ∂v3
ω2 = −α13 = − ,
2 2 ∂x3 ∂x1
1 1 ∂v2 ∂v1
ω3 = α12 = − .
2 2 ∂x1 ∂x2
Es decir,
~ = ∇ × ~v
ω (2.14.6)
d~
vs = d~x · S o bien dvsj = dxi γij , (2.15.1)
1 ∂vj ∂vi
donde S, de componentes cartesianas γij = 2 ∂xi + ∂xj , es el tensor de velocidades de defor-
mación. Es un tensor simétrico, con únicamente seis componentes distintas de las nueve de que
consta.
En la gura 2.15.1 se han representado las deformaciones que sufren tres de las aristas de un
paralelepípedo, dx1 , dx2 y dx3 . El volumen δV = dx1 dx2 dx3 cambia como consecuencia de estas
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 26
= δV (1 + dt ∇ · ~v ) + O δV (dt)2 ,
donde se ha usado γ11 + γ22 + γ33 = ∂v1 /∂x1 + ∂v2 /∂x2 + ∂v3 /∂x3 = ∇ · ~v .
Se puede escribir pues
1 d (δV )
∇ · ~v = . (2.15.2)
δV dt
1
d~
vs = ∇Φ con Φ = ξk γkl ξl , (2.15.3)
2
es decir, la contribución de la velocidad relativa d~
vs al movimiento en el entorno de un punto
deriva de un potencial Φ, lo cual nos indica que esta parte de la velocidad es irrotacional.
Las supercies Φ constante son cuádricas
con centro en el origen (punto ~x). La veloci-
dad d~
vs en un punto ξ~ es normal a la cuádri-
ca de centro en el origen y que pasa por ξ~.
Según esto, un elemento de línea que una el
origen con un punto A cualquiera (véase gu-
ra 2.15.2) se deformará en la dirección de la
normal local a la cuádrica que pasa por A, su-
friendo el segmento OA una deformación en
el tiempo dt que se compone de una dilata-
→
ción AB = [(~e · ∇Φ) ~e] dt, donde ~e es el vector
→
unitario en la dirección OA, y un giro alre-
dedor de O, que da lugar al desplazamiento
→
BC = [∇Φ − (~e · ∇Φ) ~e] dt. Obsérvese que el
Figura 2.15.2: Deformación de un elemento de
giro citado es diferente de un giro como sólido
línea en un uido.
rígido, puesto que otra línea que una el origen
con otro punto de la cuádrica, tal como el E,
→ →
sufrirá un giro diferente, y el ángulo α entre OA y OE cambiará con el tiempo. Compruebe el
lector que el valor medio del giro del segmento OA para los puntos A de una esfera con centro
en el origen es nulo.
de un eje principal, el producto escalar ξ~ · S tendrá la dirección de ξ~, esto es: ξ~ · S = λξ~, o bien
ξ~ · (S − λI) = 0, que en notación de subíndices es
Para que el sistema (2.15.4) tenga solución distinta de la trivial, λ debe satisfacer la ecuación
característica
| γij − λδij | = 0, (2.15.5)
que tendrá tres raíces reales, (λ1 , λ2 , λ3 ), por ser γij = γji . Estas raíces se llaman velocidades
principales de deformación. Conocidas las velocidades principales de deformación, el vector de
dirección unitario para cada eje principal, ~ ξ|
~e = ξ/| ~ de componentes (e1 , e2 , e3 ), se determina
2 2 2
utilizando dos de las ecuaciones (2.15.4) junto con e1 +e2 +e3 = 1. Las tres direcciones principales
son ortogonales por ser S simétrico.
Para un uido incompresible λ1 + λ2 + λ3 = ∇ · ~ v = 0, por lo que alguna de las λi tiene signo
contrario a las demás y las cuádricas asociadas son hiperboloides.
Las componentes del tensor de velocidades de deformación γij están completamente deter-
minadas por las direcciones de los ejes principales de la cuádrica asociada y las velocidades
principales de deformación (λ1 , λ2 , λ3 ) en las direcciones de dichos ejes. Estas velocidades cum-
plen la condición λ1 + λ2 + λ3 = γii = ∇ · ~v , la velocidad de dilatación cúbica unitaria, que es
un invariante del tensor de velocidades de deformación.
Si ξˆ1 , ξˆ2 y ξˆ3 son las nuevas coordenadas con respecto a los ejes principales, el potencial de
velocidades de deformación toma la forma
1 ˆ2
Φ= λ1 ξ1 + λ2 ξˆ22 + λ3 ξˆ32 . (2.15.6)
2
Las líneas de corriente correspondientes a las velocidades de deformación se obtienen del
sistema de ecuaciones
dξˆ1 dξˆ2 dξˆ3
= = ,
λ1 ξˆ1 λ2 ξˆ2 λ3 ξˆ3
cuya solución es
ξˆ2λ1 = K2 ξˆ1λ2 y ξˆ3λ1 = K3 ξˆ1λ3 .
Nótese que d~
vs es independiente del sistema de referencia elegido puesto que ya se han
descontado los movimientos de traslación y rotación como sólido rígido.
Puesto que ∇ × ~ve = 0, la velocidad ~ve derivará de un potencial: ~ve = ∇ϕe , y la primera
ecuación (2.16.1) toma la forma
∇2 ϕe = ∆, (2.16.2)
CAPÍTULO 2. CINEMÁTICA 28
Q
ϕe = − ,
4π|~x − ~x0 |
y
Q ~x − ~x0
~ve = .
4π |~x − ~x0 |3
Este campo de velocidad corresponde a un manantial en ~x0 si Q>0 o a un sumidero si Q < 0.
El lector puede mostrar que Q es el gasto volumétrico que atraviesa cualquier supercie cerrada
que rodee a ~x0 .
Las formulas generales (2.16.3) y (2.16.4) dan el potencial de velocidades y la velocidad como
superposición de los debidos a una distribución continua de manantiales de intensidad ∆(~x) por
unidad de volumen.
Si un manantial de intensidad Q situado en el punto ~x0 + ∆~x/2 y un sumidero de la misma
intensidad situado en el punto ~x0 − ∆~x/2 se acercan uno a otro, haciendo tender ∆~x a cero a
la vez que Q tiende a innito, de modo que µ~ = Q ∆~x se mantenga nito, se obtiene un dipolo,
cuyo campo de velocidad deriva del potencial
~ · (~x − ~x0 )
µ
ϕe = − .
4π |~x − ~x0 |3
También puede comprobar el lector que una distribución uniforme de manantiales alineados
sobre una recta induce un movimiento radial plano con velocidad ve = Q/(2πr) a una distancia
r de la recta.
Calculemos ahora la velocidad ~vv inducida por una distribución dada de vorticidad en un
uido incompresible. Para ello hemos de buscar una solución a las ecuaciones siguientes:
∇ · ~vv = 0 y ∇ × ~vv = ω
~ (~x), (2.16.5)
Ahora bien, la condición ~vv = ∇ × B~ sólo dene B~ salvo el gradiente de una función escalar
~ no cambia si añadimos a B
arbitraria, porque el valor de ∇ × B ~ un vector ∇Φ, con Φ arbitrario.
~
Usando esta libertad, podemos imponer que B verique la condición adicional ∇ · B ~ = 0. Si la
0
~ elegida inicialmente no vericase esta condición bastaría usar en su lugar B
B ~ =B ~ + ∇Φ, con
2 ~ ~
∇ Φ = −∇ · B , que sí la verica. Suponiendo, pues, que ∇ · B = 0, la ecuación (2.16.6) queda
~ = −~
∇2 B ω, (2.16.7)
donde d~
` = ds ω ω | es un vector tangente a
~ /|~ L de longitud ds. La distribución de velocidad
(2.16.9) se reduce a
ˆ
d~
Γ `(~x 0) × (~x − ~x0 )
~vv = . (2.16.10)
4π L |~x − ~x0 |3
Si el torbellino es recto, la velocidad ~vv es azimutal alrededor del torbellino y de magnitud
ˆ ∞
rΓ dz Γ
vv = = , (2.16.11)
4π −∞ (r 2 + z 2 )3/2 2πr
∇ · ~u = 0 y ∇ × ~u = 0
en todos los puntos del uido. La velocidad ~u se determina con las condiciones de contorno en
los límites del campo uido real.
Capítulo 3
3.1. Introducción
Escribiremos las ecuaciones de la continuidad, cantidad de movimiento y energía en forma
integral y diferencial. Comenzamos con la ecuación de la conservación de la masa, introduciendo
la función de corriente.
A continuación describiremos las fuerzas que actúan sobre los uidos y escribiremos la segunda ley
de Newton para un uido en movimiento. Desde el punto de vista macroscópico que adoptamos
en la asignatura, las fuerzas sobre un uido cuyas moléculas sean eléctricamente neutras pueden
clasicarse en fuerzas de volumen y fuerzas de supercie, o fuerzas de largo alcance y fuerzas de
contacto. Además, en la supercie de separación de dos uidos inmiscibles aparece un tercer tipo
de fuerza, la tensión supercial, que estudiaremos posteriormente. Veremos cómo las fuerzas de
supercie pueden calcularse en función de las componentes en cada punto de un tensor simétrico,
el tensor de esfuerzos.
Por último describiremos el primer principio de la termodinámica, o principio de conservación de
la energía, que relaciona el calor y el trabajo aportados a un sistema cerrado con el incremento de
su energía. En este capítulo aplicaremos el principio de conservación de la energía a un volumen
uido.
Por último, se escribirán las condiciones iniciales y de contorno para las aplicaciones mas fre-
cuentes.
3.2. Continuidad
3.2.1. Principio de conservación de la masa
El condición de conservación de la masa establece que la masa de un volumen uido no
cambia con el tiempo: ˆ
d
ρ (~x, t) dΩ = 0. (3.2.1)
dt Vf (t)
Esta ecuación es válida aunque el volumen uido contenga dos fases distintas, líquidas o gaseosas.
Mediante el teorema del transporte de Reynolds podemos escribir la ecuación anterior para
un volumen de control cualquiera; es decir para un sistema abierto. La ecuación toma la forma
ˆ ˆ
d
ρ (~x, t) dΩ + ρ (~v − ~vc ) · ~n dσ = 0, (3.2.2)
dt Vc (t) Σc (t)
31
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 32
donde la integral de supercie representa el ujo volumétrico que atraviesa las paredes del volu-
men de control.
Si el volumen de control contiene una sola fase uida, de modo que ρ(~x, t) es continua deri-
vable, y está jo respecto al sistema de referencia (~
vc = 0), la ecuación (3.2.2) se reduce a
ˆ ˆ
∂ρ
dΩ + ρ~v · ~n dσ = 0. (3.2.4)
Vc ∂t Σc
Si Vf es un volumen uido elemental, que denotaremos como δVf para indicar que δVf → 0,
ˆ
1 d(δVf ) 1
= ∇ · ~v dΩ = ∇ · ~v , (3.2.9)
δVf dt δVf δVf (t)
que es otra forma de mostrar que ∇ ·~v es la variación de volumen de la unidad de volumen uido
en la unidad de tiempo, o velocidad de dilatación cúbica unitaria. Usando (3.2.9), la ecuación
(3.2.8) toma la forma
1 Dρ 1 D(δVf ) D
+ =0 o bien (ρ δVf ) = 0.
ρ Dt δVf Dt Dt
Es decir, la masa ρ δVf contenida en el volumen uido δVf no cambia con el tiempo.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 33
∇ · ~v = 0. (3.2.10)
En este caso, el ujo másico G es el mismo a través de cualquier sección de un tubo de corriente
que no encierre singularidades de ρ~v . Para comprobarlo basta aplicar la ecuación de continuidad
al volumen de control limitado por dos secciones transversales del tubo, Σ1 y Σ2 , y la supercie
del tubo entre ambas secciones ΣT :
ˆ ˆ
ρ~v · ~n dσ = ∇ · (ρ~v ) dΩ = 0.
Σ1 +Σ2 +ΣT Vc
Pero ˆ
ρ~v · ~n dσ = 0,
ΣT
−G1 + G2 = 0 , G1 = G2 ,
Sean O y P dos puntos en el plano del movimiento y LOP una curva plana cualquiera que
los una. Denamos el sentido de la normal ~n a la curva de modo que ~n apunte hacia la derecha
cuando la curva se recorre de O a P. Con esta denición, el ujo que atraviesa LOP es
ˆ P
qOP = ~v · ~n ds,
O
LOP
que es el ujo volumétrico a través de un cilindro de altura unidad, directriz LOP y generatrices
perpendiculares al plano del movimiento. Si elegimos otra curva diferente, L̂OP , para unir O y
P, y la orientamos como la anterior, el ujo será
ˆ P
q̂OP = ~v · ~n ds.
O
L̂OP
Se verica qOP = q̂OP para cualquier pareja de curvas que unan O y P y no encierren singulari-
dades de ~v . Para comprobarlo basta observar que LOP y L̂OP forman una curva cerrada sobre la
cual ˆ P ˆ P ˛ ˆ
qOP − q̂OP = ~v · ~n ds + ~v · ~n ds = ~v · ~n ds = ∇ · ~v dσ = 0.
O O Σ
LOP L̂OP LOP +L̂OP
El cambio de signo en la segunda igualdad se debe a que, con el convenio anterior, ~n cambia de
signo cuando L̂OP se recorre de P a O. La última igualdad es el resultado de aplicar el teorema
de Gauss. Σ es la supercie encerrada por la pareja de curvas LOP y L̂OP .
Como el ujo no depende de la curva que se use, podemos denir la función
1
ˆ P
ψ(~x) = ψ0 + ~v · ~n ds, (3.2.12)
0
donde ~x son las coordenadas de P, mientras que O se mantiene jo y el valor ψ0 de la función
en O se elige arbitrariamente.
La velocidad del uido se obtiene inmediatamente a partir de ψ. Así, en coordenadas carte-
sianas (x, y ), las componentes de ~n son (dy/ds, −dx/ds) y
ˆ P ˆ P
ψ(~x) = ψ0 + (unx + vny ) ds = ψ0 + (u dy − vdx) (3.2.13)
O O
de modo que
∂ψ ∂ψ
u= y v=− , (3.2.14)
∂y ∂x
que cumplen automáticamente la ecuación de continuidad.
La función ψ se llama función de corriente porque las líneas ψ = constante son las líneas de
corriente. En efecto, si P y Q son dos puntos de una línea de corriente,
ˆ Q
ψQ − ψP = ~v · ~n ds = 0,
P
1 ¸
Si el campo de velocidad tiene singularidades y la integral φ= ~v · ~n ds 6= 0 sobre una curva cerrada que
rodee una de estas singularidades, la función
¸ ψ estará denida salvo un múltiplo de φ o, en general, una suma de
múltiplos de los valores de ~v · ~n ds para cada singularidad. Nótese que φ tiene el mismo valor para dos curvas
cerradas que se puedan transformar una en otra por deformación continua sin cruzar ninguna singularidad.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 35
h1 = h2 = h3 = 1 ; x1 = x, x2 = y , (x3 = z) .
a.2) Coordenadas polares
h1 = h3 = 1, h2 = r ; x1 = r, x2 = θ, (x3 = z) .
b) Movimiento axilsimétrico
b.1) Coordenadas cilíndricas
h1 = h2 = 1, h3 = r ; x1 = x, x2 = r, (x3 = θ) .
b.2) Coordenadas esféricas
∂M ∂M
ρ= y ρu = − . (3.2.18)
∂x ∂t
Esta función se llama función material.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 36
Una consecuencia de la lenta variación de las fuerzas de largo alcance con la posición de las
partículas uidas es que estas fuerzas actúan por igual sobre todas las partículas dentro de un
pequeño volumen, de modo que las fuerzas de largo alcance son proporcionales al tamaño del
elemento de volumen o a la masa que este volumen contiene. Por esta razón se denominan fuerzas
volumétricas o fuerzas másicas.
Las fuerzas másicas son proporcionales a la masa. Las más usuales, con las que nos vamos a
encontrar en la Mecánica de Fluidos, son, como se ha dicho, la fuerza gravitatoria, ~g por unidad
de masa, y las fuerzas de inercia debidas al movimiento del sistema de referencia:
~
~ × ~x − dΩ × ~x − 2Ω
~ × Ω
−~a0 − Ω ~ × ~v ,
dt
donde ~a0 y ~
Ω son la aceleración del origen y la velocidad angular del sistema de referencia. El
segundo sumando de la expresión anterior es la aceleración centrífuga, el tercero es la aceleración
debida al cambio de velocidad angular del sistema de referencia, y el cuarto es la aceleración de
Coriolis.
Llamando f~m a la fuerza por unidad de masa, tendremos
~
~ × ~x − dΩ × ~x − 2Ω
f~m = ~g − ~a0 − Ω
~ × Ω ~ × ~v . (3.3.1)
dt
La fuerza másica por unidad de volumen es ρf~m , y la fuerza másica sobre un volumen nito
es ˆ
ρf~m dΩ.
V
En muchas situaciones las fuerzas másicas son conservativas, esto es, derivan de un potencial:
f~m = −∇U . Así, por ejemplo, la fuerza gravitatoria deriva del potencial −~g· ~x, y análogamente
1 ~ ~
−~a0 = −∇ (~a0 · ~x), mientras que la fuerza centrífuga deriva del potencial − 2 Ω × ~x · Ω × ~x =
− 21 Ω2 r2 , siendo r la distancia al eje de giro.
2
Otro tipo de fuerzas de largo alcance son las fuerzas electromagnéticas, que actúan sobre un uido cargado
eléctricamente o por el que circula una corriente eléctrica. Estas fuerzas son proporcionales a la densidad de carga
o a la densidad de corriente, no a la masa.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 37
En un gas cuyas moléculas sean eléctricamente neutras, las fuerzas superciales se deben
al transporte de cantidad de movimiento asociado el intercambio de moléculas a través de la
supercie considerada, pues la agitación térmica hace que las moléculas pasen de un lado a otro
de esta frontera cticia, aunque sea una supercie uida.
En los líquidos la situación es más compleja, pues, además de la agitación térmica, hay
otra contribución a las fuerzas superciales debida a la atracción entre las moléculas situadas
a distintos lados de la frontera macroscópica. Esto es debido a que, aunque son neutras, las
moléculas se polarizan al estar muy cerca unas de otras, ejerciendo una interacción mutua que
es despreciable en los gases.
Si se considera una supercie cticia en el
seno de un uido, las fuerzas de contacto que
el uido de un lado de la supercie ejerce so-
bre el situado al otro lado sólo actúan en una
delgada capa alrededor de la supercie, de es-
pesor comparable al camino libre medio si los
uidos son gases, o al tamaño de las molécu-
las si son líquidos. La fuerza de contacto se ve,
desde un punto de vista macroscópico, como
una fuerza de supercie, proporcional al área
de la supercie elemental que se considere y
dependiente de las condiciones locales del u-
jo. Llamaremos esfuerzo a la fuerza por unidad
Las fuerzas que actúan sobre el volumen uido son fuerzas másicas y fuerzas de supercie, sobre
la supercie que limita al volumen uido. La resultante de las fuerzas másicas se escribió en el
apartado anterior. La resultante de las fuerzas de supercie es
ˆ
~τ (~n) dσ.
Σf
Así pues, ˆ ˆ ˆ
d
ρ~v dΩ = ρf~m dΩ + ~τ (~n) dσ. (3.3.2)
dt Vf Vf Σf
entre sí, que forman un triedro con origen en ~x, como se representa en la gura 3.1. Sean ~e1 , ~e2 y ~e3
los vectores unitarios perpendiculares a estos planos, y ~τi = ~τ (~ei ) los esfuerzos correspondientes,
de componentes cartesianas τij (es decir, τij es la componente en la dirección de ~ej del esfuerzo
sobre un plano perpendicular a ~ei ).
Para demostrar lo anterior, aplicaremos la ecuación de cantidad de movimiento (3.3.2) a un
volumen uido innitesimal que en el instante t coincide con el tetraedro la gura 3.3.1. Resulta
ˆ ˆ
d
ρ~v dΩ = ρf~m dΩ + ~τ (~n) dA − ~τ1 dA1 − ~τ2 dA2 − ~τ3 dA3 ,
dt Vf Vf
donde ~n = (n1 , n2 , n3 ) es la normal a la cara de área dA, apuntando hacia el exterior del
volumen uido, mientras que la normal a la cara de área dA1 es −~e1 , a dA2 es −~e2 y a dA3 es
−~e3 . Despreciando términos del orden de dΩ frente a términos del orden de dA, lo que permite
evaluar todas las funciones ~τ en el origen de coordenadas de la gura 3.1 y despreciar las integrales
de volumen en la ecuación anterior, se tiene
o bien,
τj (~n) = ni τij . (3.3.3)
Como ~n y ~τ son vectores, τij deben ser las componentes cartesianas un tensor de segundo orden,
llamado tensor de esfuerzos. Es decir,
~τ (~n) = ~n · τ. (3.3.4)
La integral de supercie del segundo miembro de (3.3.5) se puede transformar en una de volumen
utilizando el teorema de la divergencia:
ˆ ˆ ˆ
∂(xj τlk ) ∂τlk
εijk xj τlk nl dσ = εijk dΩ = εijk τjk + xj dΩ.
Σf Vf ∂xl Vf ∂xl
ˆ ˆ ˆ
d ∂τlk
εijk xj ρvk dΩ − εijk xj ρfmk + dΩ = εijk τjk dΩ.
dt V Vf ∂xl Vf
f
Si en esta ecuación se hace tender a cero el volumen, las integrales del primer miembro tienden
4/3
a cero como Vf , mientras que la integral del segundo miembro tiende a cero más lentamente
3
εijk 6= 0 sólo si i, j, k son diferentes, y su valor es 1 ó −1 dependiendo de que i, j, k estén o no en orden cíclico.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 39
(como Vf ). Para que se satisfaga la ecuación cualquiera que sea la forma del volumen Vf y la
posición del punto interior O es necesario que
εijk τjk = 0,
que es equivalente a
τij = τji . (3.3.6)
Los tres autovalores de la matriz τij , que son reales por ser la matriz simétrica, se llaman
esfuerzos principales. Las direcciones de los autovectores, que son mutuamente ortogonales, se
llaman direcciones principales de esfuerzos.
Utilizando el teorema del transporte de Reynolds, la ecuación anterior se puede escribir para
un volumen de control cualquiera, en la forma
ˆ ˆ ˆ ˆ
d
ρ~v dΩ + ρ~v (~v − ~vc ) · ~n dσ = τ · ~n dσ + ρf~m dΩ, (3.3.8)
dt Vc (t) Σc (t) Σc (t) Vc (t)
donde ~vc · ~n es la velocidad normal de avance de la supercie que limita al volumen de control.
Si no hay singularidades en el interior del volumen ni sobre la supercie que lo limita, las integrales
de supercie se pueden transformar en integrales de volumen en la forma
ˆ ˆ ˆ ˆ
∂ (ρ~v )
dΩ + ∇ · (ρ~v~v ) dΩ = ∇ · τ dΩ + ρf~m dΩ,
V0 ∂t Σ0 Σ0 V0
donde el integrando de la primera integral del segundo miembro es la resultante de las fuerzas
de supercie sobre la unidad de volumen de uido. Esta ecuación puede escribirse como
ˆ
∂ (ρ~v )
+ ∇ · (ρ~v~v ) − ∇ · τ − ρf~m dΩ = 0,
V0 ∂t
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 40
y para que se satisfaga cualquiera que sea el volumen V0 es necesario que el integrando se anule;
es decir
∂ (ρ~v )
+ ∇ · (ρ~v~v ) = ∇ · τ + ρf~m . (3.3.10)
∂t
La ecuación (3.3.10) constituye la ecuación de la cantidad de movimiento en forma diferencial.
Utilizando la ecuación de la continuidad, se puede reescribir esta ecuación en la forma
∂~v
ρ + ρ~v · ∇~v = ∇ · τ + ρf~m . (3.3.11)
∂t
Recuérdese que
∂~v ∂~v 1 2 D~v
+ ~v · ∇~v = +∇ v − ~v × (∇ × ~v ) = ,
∂t ∂t 2 Dt
de modo que
D~v
ρ = ∇ · τ + ρf~m , (3.3.12)
Dt
o bien
∂~v 1 2
ρ + ρ∇ v − ρ~v × (∇ × ~v ) = ∇ · τ + ρf~m . (3.3.13)
∂t 2
La ecuación (3.3.12) nos indica que el producto de la densidad por la aceleración de una
partícula uida es igual a la resultante sobre la unidad de volumen de las fuerzas de supercie
más las fuerzas másicas por unidad de volumen que actúa sobre la partícula uida.
3.4. Energía
3.4.1. Trabajo realizado sobre un volumen uido
Las fuerzas exteriores, superciales y volumétricas, que actúan sobre un volumen uido Vf ,
de supercie Σf , realizan trabajo sobre él.
El trabajo de las fuerzas másicas es ρf~m · ~v por unidad de volumen y tiempo. El trabajo por
unidad de tiempo sobre todo el volumen uido es
ˆ
ρf~m · ~v dΩ.
Vf
El trabajo de las fuerzas de supercie es ~n · τ ·~v por unidad de área de Σf y de tiempo, donde
~n es la normal exterior al volumen uido. El trabajo de estas fuerzas por unidad de tiempo sobre
la supercie uida completa es ˆ
~n · τ · ~v dσ.
Σf
Parte de este transporte ya se ha tenido en cuenta al considerar el trabajo de las fuerzas su-
perciales, pero existe un efecto adicional que se reeja macroscópicamente en la conducción de
calor.
Macroscópicamente nos encontramos con que a través de un elemento de área dσ de cualquier
supercie cticia, de normal local~n, en el seno de un uido, existe un ujo de calor por conducción
qn dσ hacia el lado de la supercie al que apunta~n. El calor qn que atraviesa la unidad de área
de la supercie por unidad de tiempo dependerá de la posición ~ x del elemento de supercie en
el espacio y de su orientación ~
n. Aplicando la ecuación de la energía a un tetraedro elemental,
como se hizo para el caso de los esfuerzos, el lector puede comprobar que qn = ~ q · ~n, donde ~q es
un vector llamado vector ujo de calor.
El ujo de calor por conducción a través de una supercie nita es
ˆ
~q · ~n dσ.
Σf
Si Σf es una supercie uida cerrada y ~n su normal exterior, la integral anterior es el calor que
abandona el volumen uido encerrado por Σf en la unidad de tiempo.
Otro mecanismo de transferencia de energía entre las distintas partes de un uido, o entre
éste y su entorno, es la radiación. Este mecanismo es importante cuando existen diferencias de
temperatura apreciables dentro del uido. Estrictamente, las ecuaciones del movimiento del uido
están entonces acopladas con las ecuaciones que rigen la transferencia de energía por radiación, y
deben resolverse juntas. La teoría resultante se aplica, por ejemplo, al estudio de los plasmas en
las atmósferas estelares y en la fusión por connamiento inercial, o al ujo en hornos y cámaras
de combustión. Sin embargo, en este curso introductorio de mecánica de uidos no tendremos en
cuenta tales efectos. No excluiremos, sin embargo, la posibilidad de que el uido reciba energía
radiante de una fuente externa; tal energía puede tenerse en cuenta mediante un calor Qr , por
unidad de volumen y tiempo, distribuido sobre el uido.
A veces también se puede tener en cuenta de un modo aproximado el efecto de las reacciones
químicas en un uido reactivo, manteniendo el modelo de uido homogéneo en composición.
Para ello omitiremos la energía de formación de las especies químicas al calcular la energía
interna, e introduciremos la energía térmica liberada por la transformación de energía mediante
las reacciones químicas en el interior del uido como una aportación exterior adicional de calor,
Qq por unidad de volumen y de tiempo. En lo que sigue Q = Qr + Qq .
ˆ ˆ
d 1 2 1 2
ρ e+ v dΩ + ρ e + v (~v − ~vc ) · ~n dσ =
dt Vc 2 Σc 2
ˆ ˆ ˆ ˆ
= ~n · τ · ~v dσ + ~
ρfm · ~v dΩ − ~q · ~n dσ + Q dΩ. (3.4.2)
Σc Vc Σc Vc
Para un volumen de control Vc jo que no encierre en su interior singularidades de los campos
uidos involucrados, se puede usar el teorema de Gauss para escribir
ˆ
∂ 1 2 1 2 ~
ρ e+ v + ∇ · ρ e + v ~v − ∇ · (τ · ~v ) − ρfm · ~v + ∇ · ~q + −Q dΩ = 0,
Vc ∂t 2 2
y, como esta ecuación ha de vericarse cualquiera que sea el volumen de control elegido,
∂ 1 2 1 2
ρ e+ v + ∇ · ρ e + v ~v = ∇ · (τ · ~v ) + ρf~m · ~v − ∇ · ~q + Q. (3.4.3)
∂t 2 2
D 1
ρ e + v 2 = ∇ · (τ · ~v ) + ρf~m · ~v − ∇ · ~q + Q. (3.4.4)
Dt 2
y todas las demás ecuaciones de estado y variables termodinámicas se pueden calcular a partir
de (3.5.1) usando los métodos de la termodinámica.
Así, por ejemplo,
∂e ∂e
T = , p=− , h = e + pv, f = e − Ts y g = e + pv − T s, (3.5.2)
∂s v ∂v S
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 43
1 De Ds D (1/ρ) ∂e ∂s ∂ (1/ρ)
∇e = T ∇s − p ∇ , =T −p y =T −p . (3.5.4)
ρ Dt Dt Dt ∂t ∂t ∂t
Para volúmenes nitos deniremos las variables termodinámicas extensivas por integración.
Por ejemplo, como ya se ha visto, la energía interna de un volumen V es
ˆ
ρe dΩ.
V
Las variables intensivas referidas a volúmenes nitos no tienen sentido cuando sus valores
locales no son homogéneos. Así, no podemos hablar de la temperatura de un volumen uido
nito cuando ésta varía de un punto a otro del mismo. Por la misma razón, no existen, en
general, ecuaciones de estado para volúmenes nitos.
p
e = e0 + c T , h = e0 + c T + y s = s0 + c ln T, (3.5.5)
ρ
donde las magnitudes con subíndice 0 son constantes.
Muchos líquidos se comportan como líquidos calorícamente perfectos en intervalos no muy
grandes de temperatura y presión. Por ejemplo, en muchas aplicaciones prácticas, el agua puede
considerarse como un líquido calorícamente perfecto de densidad ρ = 1000 kg/m
3 y calor
p
= Rg T, (3.5.6)
ρ
donde Rg = R/M , llamada constante del gas, es la relación entre la constante universal de los
gases, R, y la masa molecular del gas, M . Tanto la energía interna como la entalpía de un gas
perfecto son funciones sólo de la temperatura. Las derivadas cv = de/dT y cp = dh/dT son los
calores especícos a volumen constante y a presión constante, respectivamente, funciones sólo de
r
4
q
(∂s/∂ρ) ∂p
Reservamos el símbolo a para denotar la velocidad del sonido, a= − (∂s/∂p)pρ = ∂ρ
.
s
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 44
p p
e = e0 + cv T , h = e + = e0 + cp T y s = s0 + cv ln , (3.5.7)
ρ ργ
∂vl ∂T
τij0 = Aijkl y qi = Kij (3.5.9)
∂xk ∂xj
también que esta justicación de las relaciones lineales (3.5.9) es muy general, y hace plausible
postular tales relaciones en casos para los que no se cuenta con el apoyo de una teoría cinética
bien desarrollada, como el ujo de líquidos. En estos casos los coecientes de proporcionalidad
Aijkl y Kij deben determinarse experimentalmente.
Como se vio en la sección 2, las componentes cartesianas del tensor ∇~v son
∂vj 1
(∇~v )ij = = γij + εijk ωk ,
∂xi 2
donde el último término representa una rotación del uido como sólido rígido con velocidad
1
angular
2ω~ . Este término cambia al cambiar de sistema de referencia, anulándose si se elige un
1
nuevo sistema de referencia que gire con velocidad angular ω
2 ~ respecto al original, mientras que
0
τij es independiente de estos cambios. Así pues, los esfuerzos viscosos no pueden depender de la
parte antisimétrica de ∇~v y debe ser Aijkl εklm ωm = 0 para cualquier ω
~ y cualquier pareja (i,
j ). Esta condición requiere Aijkl = Aijlk . Tendremos pues
El tensor Aijkl toma una forma simple cuando la estructura molecular del uido es esta-
dísticamente isótropa; es decir, cuando el esfuerzo generado en un elemento de uido por una
velocidad de deformación dada es independiente de la orientación del elemento. Todos los gases
son estadísticamente isótropos, así como los líquidos simples. Sin embargo, algunas suspensio-
nes y soluciones que contienen cadenas moleculares largas pueden presentar alguna dirección
preferente, porque el alineamiento de estas moléculas puede depender de la historia previa del
movimiento. En lo que sigue consideraremos solamente uidos newtonianos isótropos.
Si el uido es isótropo, las direcciones principales de esfuerzos y de velocidades de deformación
coinciden. Por tanto, en un sistema de coordenadas cuyos ejes tengan estas direcciones principales,
la relación (3.5.10) toma la forma
τi0 = Aij γj ,
donde hemos escrito las componentes principales de esfuerzos viscosos y de velocidades de defor-
mación como τi0 y γj , respectivamente.
Además, por la isotropía del uido,
y
A12 = A13 = A21 = A23 = A31 = A32 = b.
Las condiciones de la primera línea expresan que la contribución de una velocidad de deforma-
ción en una cierta dirección del espacio al esfuerzo en esa dirección es igual cualquiera que sea
la dirección considerada. Las condiciones de la segunda línea expresan que la contribución de
una velocidad de deformación en una cierta dirección al esfuerzo principal en una dirección per-
pendicular a la de la velocidad de deformación no depende de cual sea la pareja de direcciones
ortogonales considerada. Usando estas condiciones,
3
1X 0
τii = µv ∇ · ~v , (3.5.13)
3
i=1
que es cero para incompresibles y en aquellos en que µv = 0. En estos casos el esfuerzo normal
medio es debido sólo a presión. La teoría cinética de gases muestra que µv = 0 para gases
monoatómicos, lo que constituye la ley de Stokes.
Siguiendo un procedimiento análogo al expuesto para los esfuerzos, se puede mostrar que el
vector ujo de calor en un uido estadísticamente isótropo es de la forma
~q = −k ∇T, (3.5.14)
es decir Kij = −k δij , donde k es el coeciente de conductividad térmica del uido, función
su estado termodinámico local. Este resultado constituye la ley de Fourier. El signo menos en
(3.5.14) reeja que el calor uye en el sentido de las temperaturas decrecientes.
Si Σ encierra un volumen V donde ρi~vdi es regular, la masa de la especie i que abandona por
difusión el volumen V por unidad de tiempo es
ˆ ˆ
ρi~vdi · ~n dσ = ∇ · (ρi~vdi ) dΩ.
Σ V
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 47
donde Vfi (t) es un volumen uido para la especie i, es decir un volumen limitado por una
supercie cuya velocidad normal de avance es ~vi · ~n; Vc (t) es un volumen de control que coincide
con Vfi en el instante t y cuya supercie se mueve con velocidad normal de avance ~ vc · ~n; y Wi es
el ritmo de producción de la especie i por unidad de volumen y de tiempo, debido a las reacciones
químicas que ocurran en el uido. Si el uido es una mezcla inerte,
P Wi = 0. En cualquier caso
i Wi = 0, porque las reacciones químicas no cambian la masa total.
Procediendo como en lecciones anteriores, se puede obtener la ecuación de conservación de
la masa de la especie i en forma diferencial:
∂ρi
+ ∇ · (ρi~v ) = −∇ · (ρi~vdi ) + Wi . (3.5.16)
∂t
La ecuación de continuidad para todo el uido se obtiene sumando estas ecuaciones para todas
las especies que lo componen. En términos de las fracciones másicas Yi , y usando la ecuación de
continuidad, (3.5.16) toma la forma
∂ρYi DYi
+ ∇ · (ρYi~v ) = ρ = −∇ · (ρi~vdi ) + Wi . (3.5.17)
∂t Dt
Cuando el uido es una mezcla binaria, el ujo por difusión está dado por la ley de Fick:
ρi
ρi~vdi = −ρD ∇ = −ρD∇Yi , (3.5.18)
ρ
siendo D el coeciente de difusión de la mezcla, función de la presión y la temperatura.
Las expresiones de las velocidades de difusión son más complicadas para mezclas no binarias.
Sin embargo, cuando existe una especie predominante en la mezcla, de modo que las fracciones
másicas de las restantes especies sean pequeñas, puede utilizarse la ley de Fick para evaluar la
difusión de estas especies en la especie dominante, ignorando la presencia de las otras especies
minoritarias.
En general no hay relaciones simples que den los valores de los coecientes de transporte en
función de la presión y la temperatura, por lo que es necesario medirlos.
El coeciente de viscosidad volumétrica aparece en el tensor de esfuerzos viscosos τ0 multi-
plicando a ∇ · ~v . Su efecto es modicar el esfuerzo normal medio de presión, pero este efecto
no se maniesta en los líquidos, debido a su escasa compresibilidad en la mayoría de los casos
prácticos. La viscosidad volumétrica juega un papel importante en la atenuación de las ondas
acústicas en los uidos. Midiendo esta atenuación se puede determinar el valor de µv .
Los datos correspondientes al coeciente de viscosidad volumétrica µv son muy escasos. Para
gases monoatómicos es µv = 0 (ley de Stokes), pero para otros gases µ y µv son cantidades del
mismo orden.
α m2 /s 2.02×10
−5 1.4×10
−7 4.2×10
−6 9.2×10
−8 9.8×10
−8
Una expresión aproximada para la viscosidad del aire a presiones pequeñas frente a la crítica,
pc = 36 Atm, la proporciona la fórmula de Sutherland
3
µ T 2 1+b
= ,
µ0 T0 (T /T0 ) + b
5
1 kg/ (m · s) = 10 poises.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 49
T (C) 0 10 20 30 40 60 80 100
µ × 103 kg/ (m · s) 1.79 1.31 1.01 0.80 0.65 0.47 0.36 0.28
y la ley de Navier-Poisson (3.5.12) para relacionar los esfuerzos viscosos con las velocidades de
deformación
2
τij0 = 2µγij + µv − µ (∇ · ~v ) δij ,
3
así como la ley de Fourier (3.5.14) para relacionar el ujo de calor con el gradiente de temperatura
~q = −k∇T,
D~v
ρ = −∇p + ∇ · τ 0 + ρf~m . (3.5.21)
Dt
Para en uido incompresible de viscosidad µ constante, la fuerza de viscosidad por unidad
de volumen es
∇ · τ 0 = µ∇2~v = −µ∇ × (∇ × ~v )
Si la ecuación (3.5.21), con D~v /Dt escrito en la forma ∂~v /∂t + ∇(v 2 /2) − ~v × (∇ × ~v ), se
multiplica escalarmente por la velocidad ~v , se obtiene la ecuación de la energía cinética
D 1 2
= −~v · ∇p + ~v · ∇ · τ 0 + ρf~m · ~v .
ρ v (3.5.22)
Dt 2
Los términos −~v · ∇p y ~v · ∇ · τ 0 representan las partes de los trabajos por unidad de volumen y
de tiempo de las fuerzas de presión y viscosidad, respectivamente, que se emplean en aumentar
la energía cinética del uido.
Si se toma el rotor de (3.5.21), previamente dividida por la densidad, se obtiene la ecuación
de la vorticidad, ~ = ∇ × ~v ,
ω
D~
ω /ρ 1 1 0
ρ ~ · ∇~v − ∇
=ω × ∇p + ∇ × ∇ · τ + ∇ × f~m . (3.5.23)
Dt ρ ρ
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 50
Para un uido de densidad ρ y viscosidad µ constantes, bajo la acción de fuerzas másicas que
deriven de un potencial, esta ecuación se reduce a
D~
ω
~ · ∇~v + ν∇2 ω
=ω ~. (3.5.24)
Dt
El último término de (3.5.24) muestra que la vorticidad se difunde como el calor, jugando ν el
papel de la difusitividad térmica. La analogía aparece más claramente en movimientos planos, en
los que llamando x3 a la distancia perpendicular al plano del movimiento, se tiene ω
~ = ω(x1 , x2 )~e3
y el término ~ · ∇~v es idénticamente nulo. En este caso
ω
Dω
= ν∇2 ω. (3.5.25)
Dt
Para estudiar el efecto del término ~ · ∇~v
ω en (3.5.24), consideremos un uido ideal (µ = 0) de
densidad constante, para el que la ecuación de la vorticidad (3.5.24) se reduce a
D~
ω
~ · ∇~v .
=ω (3.5.26)
Dt
Esta ecuación es idéntica a la ecuación que da la evolución de una línea uida elemental δ ~`, ya
que, como se vio en la sección 2,
D δ ~`
= δ ~` · ∇~v .
Dt
La analogía nos indica que cuando ρ= constante y µ=0 el vector ω
~ parece estar congelado
al uido. Si en un cierto instante inicial consideramos, en un punto cualquiera ~x0 del uido,
un elemento innitesimal de línea uida δ ~` en la dirección de ω
~ (es decir δ ~` = ω
~ con muy
pequeño), la evolución posterior hará que la dirección y la módulo de ω
~ cambien como lo hacen
la dirección y el módulo de δ ~` sobre la partícula uida que inicialmente se encontraba en ~x0 . Así
pues, δ ~` = ω
~ en cualquier instante de tiempo.
La intensicación de la vorticidad al alargarse una línea uida en la dirección de la vorticidad
se debe a que ninguna de las fuerzas que actúan sobre el uido introduce momento cinético en
las partículas uidas en las condiciones de validez de (3.5.26). Si una partícula uida se alarga en
la dirección en que está rotando, su momento de inercia disminuye, y debe aumentar por tanto
su velocidad angular.
Para gases ideales (µ =0 ) con ρ = ρ(p) y f~m = −∇U , se obtiene una ecuación análoga a
(3.5.26) sin más que sustituir ω
~ por ω
~ /ρ.
3.5.5.2. Energía
La ecuación de la energía total (3.5.20), una vez sustituido τ de (3.5.8) y ~q de (3.5.14), es
D 1 2
e + v = −∇ · (p~v ) + ∇ · τ 0 · ~v + ρf~m · ~v + ∇ · (k∇T ) + Q.
ρ (3.5.27)
Dt 2
Los dos primeros términos del segundo miembro representan los trabajos realizados en la uni-
dad de tiempo sobre la unidad de volumen de uido por las fuerzas de presión y viscosidad,
respectivamente. Descomponiendo estos términos en la forma
∇ · (τ 0 · ~v ) = τ 0 : ∇~v + ~v · ∇ · τ 0 ,
−∇ · (p~v ) = −p∇ · ~v − ~v · ∇p y
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 51
φv = τ 0 : ∇~v = ∇ · τ 0 · ~v − ~v · ∇ · τ 0 ,
(3.5.29)
es la energía disipada por unidad de volumen y de tiempo por acción de las fuerzas de viscosidad.
El lector puede comprobar que φv ≥ 0.
Usando en (3.5.28) la relación de la termodinámica De/Dt = T DS/Dt + (p/ρ2 ) Dρ/Dt y la
ecuación de continuidad (1/ρ) Dρ/Dt = −∇ · ~v , se obtiene la siguiente ecuación de la entropía
DS
ρT = φv + ∇ · (k∇T ) + Q (3.5.30)
Dt
Otra forma de la ecuación de la energía se obtiene a partir de la forma integral (3.4.2),
separando los trabajos de las fuerzas de presión y de viscosidad y agrupando el primero con el
término convectivo. Para un volumen de control Vc jo en el sistema de referencia,
ˆ ˆ
d 1 2 p 1 2
ρ e+ v dΩ + ρ e + + v ~v · ~n dσ =
d t Vc 2 Σc ρ 2
ˆ ˆ ˆ ˆ
= ~n · τ 0 · ~v dσ + ρf~m · ~v dΩ − ~q · ~n dσ + Q dΩ, (3.5.31)
Σc Vc Σc Vc
que indica que podemos olvidarnos del trabajo de las fuerzas de presión si sustituimos el ujo
convectivo de energía interna e por el de entalpía h = e + p/ρ. Esta ecuación es especialmente
útil en procesos estacionarios.
´
Sumando
Vc (∂p/∂t) dΩ a los dos miembros de (3.5.31),
ˆ ˆ
d p 1 2 p 1 2
ρ e+ + v dΩ + ρ e + + v ~v · ~n dσ =
dt Vc ρ 2 Σc ρ 2
ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ
∂p
dΩ + ~n · τ 0 · ~v dσ + ρf~m · ~v dΩ − ~q · ~n dσ + Q dΩ.
Vc ∂t Σc Vc Σc Vc
Aplicando el teorema de Gauss para transformar las integrales de supercie en integrales de
volumen, y usando la ecuación de continuidad, obtenemos la forma diferencial de la ecuación de
la entalpía total
D 1 2 ∂p
+ ∇ · τ 0 · ~v + ρf~m · ~v + ∇ · (k∇T ) + Q.
ρ h+ v = (3.5.32)
Dt 2 ∂t
Si las fuerzas másicas derivan de un potencial, f~m = −∇U con U = U (~x, t), operaciones
similares a las anteriores conducen a
D 1 ∂p ∂U
h + U + v2 + ∇ · τ 0 · ~v + ∇ · (k∇T ) + Q.
ρ = + (3.5.33)
Dt 2 ∂t ∂t
Finalmente, la ecuación de la entalpía estática se obtiene restando de (3.5.32) la ecuación de
la energía cinética (3.5.22). Resulta
Dh Dp
ρ = + φv + ∇ · (k∇T ) + Q, (3.5.34)
Dt Dt
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 52
Alternativamente, se pueden dar las distribuciones iniciales de dos variables termodinámicas dis-
tintas de ρ y T , pues todas las variables termodinámicas de un uido de composición homogénea
son conocidas en función de dos de ellas mediante las ecuaciones de estado.
Cuando el uido es incompresible, la densidad de cada partícula uida conserva su valor
inicial, que a menudo es el mismo para todo el uido. En este caso la distribución inicial de
velocidad ha de vericar ∇ · ~v0 = 0. Además, no pueden imponerse condiciones iniciales a la
presión, porque esta variable sólo interviene a través de su gradiente, pero no aparece derivada
respecto al tiempo.
No hay que imponer condiciones iniciales cuando buscamos una solución estacionaria.
2.- Cuando el uido está limitado por un sólido impermeable, el equilibrio termodinámico
local entre ambas fases requiere que la velocidad y la temperatura sean continuas a través de la
supercie del sólido. La velocidad y la temperatura del uido en contacto con el sólido deben
coincidir con la velocidad vs y la temperatura Ts de la supercie del sólido
Supongamos que en la supercie se está generando calor a un ritmo qr por unidad de área y de
tiempo, debido a reacciones químicas superciales o a la absorción de radiación que incida sobre
la supercie. La ecuación de la energía aplicada a un disco similar al de la gura 1, con una cara
en el uido y la otra en el sólido, proporciona la relación
qr − ~qf · ~n + ~qs · ~n = 0,
donde ~qf = −kf ∇T y ~qs = −ks ∇T son los vectores ujo de calor por conducción en el uido y
en el sólido, y ~n es la normal a la supercie dirigida hacia el uido. Llamando n a la distancia
en la dirección y sentido de ~
n, se tiene
∂T ∂T
qr + kf − ks = 0. (3.6.4)
∂n f ∂n s
El ujo de calor por conducción es continuo a través de la supercie si ésta no emite ni absorbe
calor (qr = 0). Una supercie se dice que es adiabática cuando ∂T /∂n = 0.
n + τ0
El esfuerzo que el uido ejerce sobre el sólido es −p~ · ~n, donde la presión y el tensor de
esfuerzos viscosos del uido están evaluados en el punto de la supercie donde se quiere calcular
el esfuerzo. Como antes, ~n es la normal a la supercie dirigida hacia el uido.
3.- La tercera posibilidad que se puede presentar es que el uido esté limitado parcial o
totalmente por otro uido inmiscible con él. Sea Σ la supercie de separación entre ambos uidos,
de ecuación implícita f (~x, t) = 0, que debe determinarse como parte de la solución. Admitiremos
que no hay cambio de fase. En estas condiciones, Σ es una supercie uida desde el punto de
vista de cada uido. Además, el equilibrio termodinámico local entre los uidos a ambos lados de
Σ requiere que la velocidad y la temperatura sean continuas a través de la supercie. Usando los
subíndices 1 y 2 para designar a los dos uidos en contacto, estas condiciones pueden expresarse
como sigue:
Df
= 0. (3.6.5)
Dt
y
~v1 = ~v2 , y T1 = T2 en Σ (3.6.6)
Además de éstas, han de vericarse otras condiciones que se obtienen estableciendo balances de
cantidad de movimiento y energía a través de Σ. Estos balances se detallan en el resto de esta
sección.
molecular d0 . Fuera de esta capa, las moléculas de cada uido se encuentran rodeadas de otras
moléculas iguales, y en media tienen todas la misma energía. Dentro de la entrefase, por el contra-
rio, cada molécula está rodeada por moléculas de ambos uidos, y esta circunstancia hace que, si
los uidos son inmiscibles, la energía media por molécula en la entrefase sea mayor que la energía
media por molécula fuera de la entrefase. Para el sistema compuesto por dos uidos inmiscibles,
es energéticamente desfavorable mantener muchas moléculas en la entrefase, que es la razón por
la que, macroscópicamente, cada elemento de la entrefase tiende a ser tan pequeño como sea
posible, intentando contraerse a costa de expandir a los elementos vecinos, y manteniendo así
a los uidos separados. El exceso de energía en la entrefase se maniesta macroscópicamente
como una energía supercial proporcional al área. Cuando aumenta el área de un elemento de la
entrefase, aumenta proporcionalmente la energía acumulada en el elemento, por lo que es preciso
realizar un trabajo proporcional al aumento de área, venciendo la fuerza de tensión supercial
que actúa, macroscópicamente, sobre el contorno del elemento.
El orden de magnitud de la tensión supercial se puede estimar a partir de estas conside-
raciones, admitiendo que el exceso de energía por molécula dentro de la entrefase es del orden
de energía media por molécula fuera de la entrefase. La tensión supercial, que es el exceso de
energía por unidad de área, será del orden de ρ e d0 , donde ρ y e son los valores característicos
de la densidad y la energía interna especíca fuera de la entrefase.
En la tabla I se dan los valores de la tensión supercial de varios líquidos en contacto con
el aire a la temperatura de 20
o C, así como su densidad y la longitud capilar, denida como
p
`c = 2σ/ρg . Con longitudes del orden de `c , las fuerzas de tensión supercial (∼ σ`c ) son
comparables a las gravitatorias (∼ ρg`3c ), como se verá en una sección posterior.
3
σ (N/m) ρ (kg/m ) `c (mm)
Aceite de oliva 0.0331 918 2.71
Alcohol etílico 0.0224 785 2.41
Agua 0.0727 998 3.85
Benceno 0.0290 879 2.59
Cloroformo 0.0272 1489 1.93
Gasóleo 0.0296 860 2.65
Glicerina 0.0594 1260 3.10
Glicol 0.0477 1130 2.93
Mercurio 0.4650 13610 2.64
La tensión supercial del agua en contacto con el aire y en función de la temperatura, puede
aproximarse por la relación
que con T en
o C, se obtiene σ en N/m o su equivalente J/m
2.
donde ~ne es la normal exterior a la supercie uida innitesimal, y usamos dA para designar un
elemento de área, en vez de dσ , para evitar confusiones con la tensión supercial. La integral de
línea
˛
σ~n` ds
`f
que muestra que la fuerza de tensión supercial está equilibrada por la diferencia de fuerzas de
supercie a uno y otra lado de la entrefase.
Estudiemos separadamente las componentes de esta ecuación en la dirección de la normal
local a la supercie y en su plano tangente. En el resto de esta sección ~n designa la normal a la
supercie de separación de los uidos dirigida hacia el uido 2.
los dos lados de longitud d`2 perpendiculares a la primera sección normal es 2 σ d`2 (dθ1 /2) (véase
el esquema de esta sección a la derecha de la gura 3.3). Del mismo modo, la resultante de las
fuerzas de tensión supercial sobre los otros dos lados del elemento de supercie es 2 σ d`1 (dθ2 /2).
Así pues, la contribución de la tensión supercial sobre los cuatro lados del elemento de supercie
de la gura 3.3 es
−~n σ (d`2 dθ1 + d`1 dθ2 ) .
Como dθ1 = d`1 /R1 y d θ2 = d`2 /R2 , queda nalmente
1 1
−~n σ + d`1 d`2 .
R1 R2
Esta fuerza normal debida a la tensión supercial ha de estar equilibrada por la fuerza normal
debida a los esfuerzos de supercie sobre las caras de Σf en contacto con los uidos 1 y 2, que
vale
~n (~n · τ2 · ~n − ~n · τ1 · ~n) d`1 d`2 .
Así pues,
1 1
= ~n · (τ2 − τ1 ) · ~n = p1 − p2 + ~n · τ20 − τ10 · ~n.
σ + (3.6.8)
R1 R2
Si es f (~x, t) = 0 la ecuación implícita de la supercie, con f < 0 en el uido 1 y f >0 en
el uido 2, será ~n = ∇f /|∇f |. Obsérvese que esta expresión de ~n dene un campo de vectores
unitarios en un entorno de la supercie, no sólo sobre la misma. Se puede calcular por tanto
∇ · ~n, que verica
1 1
+ = ∇ · ~n (3.6.9)
R1 R2
sobre la supercie, cualquiera que sea la pareja de secciones normales que se usen para denir la
curvatura media 1/R1 + 1/R2 . La expresión (3.6.9) da también un signo a la curvatura media.
Como puede comprobar el lector, ∇ · ~n > 0 cuando los centros de curvatura, o al menos el centro
de curvatura de la sección normal de mayor curvatura de las dos consideradas, están del lado de
la supercie opuesto a ~n, y ∇ · ~n < 0 en el caso contrario.
Consideremos ahora el equilibrio de fuerzas tangenciales a la supercie. Las fuerzas de tensión
supercial actuando sobre lados opuestos del elemento de supercie de la gura 3.3 dan una
resultante en el plano tangente
∂σ ∂σ
~e1 + ~e2 d`1 d`2 = ∇s σ d`1 d`2 ,
∂`1 ∂`2
"ˆ ˆ #
d 1 2
ρ e+ v dΩ + σ dA =
dt Vf 2 δA
ˆ ˆ ˛ ˆ ˆ
= ~ne · τ · ~v dA + ρf~m · ~v dΩ + σ~n` · ~v ds − ~q · ~ne dA + qr dA,
Σf Vf `f Σf δA
donde el segundo término del primer miembro es la energía almacenada en la supercie a causa
de la tensión supercial, la tercera integral del segundo miembro es el trabajo realizado por
la fuerza de tensión supercial sobre el contorno de δAf , y qr en la última integral es el calor
generado en la supercie por unidad de área y de tiempo por efecto de la radiación o de reacciones
químicas heterogéneas. Como δAf es innitesimal, la primera integral del segundo miembro se
puede aproximar por ˆ
~v0 · τ · ~ne dA,
Σf
donde ~v0 es la velocidad del uido en el centro del elemento de supercie uida. Despreciando
las integrales de volumen frente a las de supercie y haciendo uso de (3.6.7), la ecuación de la
energía se reduce a
ˆ ˛ ˆ ˆ
d
σ dA = σ~n` · δ~v ds − ~q · ~ne dA + qr dA, (3.6.11)
dt Σf `f Σf δA
ˆ
d D (δA) Dσ
σ dA = σ + δA .
dt δA Dt Dt
El primer término del segundo miembro de (3.6.11) representa el trabajo realizado contra la fuerza
¸
de tensión supercial para aumentar el área de la entrefase, ya que
`f ~n` · δ~v ds = D (δA) /Dt.
El segundo término es (qn1 − qn2 ) δA, donde qni = ~qi · ~n, (i = 1, 2), y el último término es qr δA.
Por tanto,
Dσ
= qn1 − qn2 + qr .
Dt
Ahora bien, la energía almacenada en la supercie en forma de tensión supercial (del orden
de σ L2c ∼ ρ e d0 L2c , donde Lc es la longitud característica del campo uido) es pequeña com-
parada con la energía interna en el seno de los uidos (del orden de ρ e L3c ), porque Lc d0 .
La acumulación de energía supercial representada por el término Dσ/Dt es por tanto despre-
ciable frente a los ujos de calor por conducción en los uidos, y se puede escribir, con buena
aproximación, qn2 = qn1 + qr en la supercie. Si la supercie no emite ni absorbe calor
∂T ∂T
k1 = k2 . (3.6.12)
∂n 1 ∂n 2
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 58
∂M
+ ∇ · (M~v ) = ∇ · (N ) + F, (3.7.4)
∂t
donde M es ρ en la ecuación de continuidad (3.7.1), ρ~ v en la ecuación de cantidad de movimiento
2
(3.7.2) y ρ e + v en la ecuación de la energía (3.7.3). Del mismo modo se pueden identicar
N y F.
Desarrollando el primer miembro de la ecuación (3.7.2) y teniendo en cuenta (3.7.1) se obtiene
la forma no conservativa de la ecuación de cantidad de movimiento
∂~v
ρ + ~v · ∇~v = −∇p + ∇ · τ 0 + ρf~m , (3.7.5)
∂t
donde el primer miembro también se puede escribir en la forma
v2
D~v ∂~v ∂~v
= + ~v · ∇~v = +∇ − ~v × (∇ × ~v ) . (3.7.6)
Dt ∂t ∂t 2
Haciendo lo mismo con la ecuación de la energía se obtiene
∂ 1 2 1 2
= −∇·(p~v )+∇· τ 0 · ~v +∇·(k∇T )+ρf~m ·~v +Q,
ρ e + v + ~v · ∇ e + v (3.7.7)
∂t 2 2
donde el primer miembro es ρ D(e + v 2 /2)/Dt.
Por último, desarrollando los términos de la ecuación de continuidad (3.7.1), se obtienen las
siguientes formas alternativas
Dρ ∂ρ
+ ρ∇ · ~v = 0 y + ~v · ∇ρ + ρ∇ · ~v = 0. (3.7.8)
Dt ∂t
~m más habituales son las gravitatorias, ~g , y las fuerzas de inercia debidas
Las fuerzas másicas f
al movimiento del sistema de referencia, −~ ~ × Ω
a0 − Ω ~ × ~x − dΩ/ ~ dt × ~x − 2Ω ~ × ~v .
En las ecuaciones anteriores τ0 es el tensor de esfuerzos viscosos, cuyas componentes son
2
τij0 = 2µγij + µv − µ (∇ · v) δij . (3.7.9)
3
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 59
v2 v2
∂
= −~v · ∇p + ~v · ∇ · τ 0 + ρf~m · ~v ,
ρ + ~v · ∇ (3.7.10)
∂t 2 2
y restando (3.7.10) de la ecuación de la energía total (3.7.7) se obtiene
De ∂e
ρ = ρ + ρ~v · ∇e = −p∇ · ~v + φv + ∇ · (k∇T ) + Q, (3.7.11)
Dt ∂t
que es la ecuación de la energía en función de la energía interna e.
Dh ∂h ∂p
ρ =ρ + ρ~v · ∇h = + ~v · ∇p + ∇ · (k∇T ) + φv + Q. (3.7.13)
Dt ∂t ∂t
DS
ρT = ∇ · (k∇T ) + φv + Q. (3.7.14)
Dt
En varias de las formas anteriores de la ecuación de la energía aparece la función de disipación
de Rayleigh, φv , dada por
φv = (∇~v ) : τ 0 = ∇ · τ 0 · ~v − ∇ · τ 0 · ~v .
(3.7.15)
está dado por dV = h1 h2 h3 dx1 dx2 dx3 , donde hi son los factores métricos.
1 ∂ϕ 1 ∂ϕ 1 ∂ϕ
(∇ϕ)1 = , (∇ϕ)2 = , (∇ϕ)3 = . (3.7.17)
h1 ∂x1 h2 ∂x2 h3 ∂x3
2 1 ∂ h2 h3 ∂ϕ ∂ h3 h1 ∂ϕ ∂ h1 h2 ∂ϕ
∇ ϕ= + + . (3.7.20)
h1 h2 h3 ∂x1 h1 ∂x1 ∂x2 h2 ∂x2 ∂x1 h3 ∂x3
D () ∂ () ∂ () ∂ () ∂ () ∂ () ∂ ()
= + vi = + v1 + v2 + v3 ,
Dt ∂t ∂xi ∂t ∂x1 ∂x2 ∂x3
la divergencia de la velocidad es
∂v3 ∂v2 ∂v1 ∂v3 ∂v2 ∂v1
∇ × ~v = − ~e1 + − ~e2 + − ~e3 .
∂x2 ∂x3 ∂x3 ∂x1 ∂x1 ∂x2
Cantidad de movimiento
Dvi ∂p ∂ ∂vi ∂vj ∂ 2 ∂vk
ρ =− + µ + + µv − µ + ρfmi .
Dt ∂xi ∂xj ∂xj ∂xi ∂xi 3 ∂xk
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 62
Energía total
D 1 ∂ (pvi ) ∂ ∂vi ∂vj
ρ e + v2 =− + ρvi fmi + µvj + +
Dt 2 ∂xi ∂xi ∂xj ∂xi
∂ 2 ∂vk ∂ ∂T
+ µv − µ v i + k + Q.
∂xi 3 ∂xk ∂xi ∂xi
Energía interna
De ∂vi ∂ ∂T
ρ = −p + k + φv + Q,
Dt ∂xi ∂xi ∂xi
donde
∂vj ∂vi ∂vj 2 ∂vk
φv = µ + + µv − µ δij .
∂xi ∂xj ∂xi 3 ∂xk
Entalpía
Dh Dp ∂ ∂T
ρ = + k + φv + Q.
Dt Dt ∂xi ∂xi
Entropía
DS ∂ ∂T
ρT = k + φv + Q.
Dt ∂xi ∂xi
D () ∂ () ∂ () v θ ∂ () ∂ ()
= + vr + + vz ,
Dt ∂t ∂r r ∂θ ∂z
la divergencia de la velocidad es
1 ∂ (rvr ) ∂v θ ∂ (rvz )
∇ · ~v = + + ,
r ∂r ∂θ ∂z
y el rotacional de la velocidad es
~er r~
e θ ~
e z
1
∇ × ~v = ∂/∂r ∂/∂θ ∂/∂z =
r
vr rv θ vz
1 ∂vz ∂ (rv θ ) ∂vz ∂vr 1 ∂ (rv θ ) ∂vr
= − ~er − − ~eθ + − ~ez ,
r ∂θ ∂z ∂r ∂z r ∂r ∂θ
siendo ~er , ~eθ y ~ez los vectores unitarios en las direcciones r, θ y z locales.
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 63
∂p 0 )
1 ∂ (rτrr 1 ∂τr0 θ τ0 ∂τ 0
=− + ρfm r + + − θθ + zr.
∂r r ∂r r ∂θ r ∂z
1 ∂ r2 τr0 θ 1 ∂τθ0 θ ∂τ 0
1 ∂p
=− + ρfm θ + 2 + + zθ.
r ∂θ r ∂r r ∂θ ∂z
Energía
De 1 ∂ ∂T 1 ∂ ∂T ∂ ∂T
ρ = −p∇ · ~v + rk + 2 k + k + φv − ∇ · ~qr + Q,
Dt r ∂r ∂r r ∂θ ∂θ ∂z ∂z
donde
( " # )
∂vr 2 vr 2 ∂vz 2 ∂ vθ 2
1 ∂v θ 1 ∂vr
φv = µ 2 + + + + +r +
∂r r ∂θ r ∂z r ∂θ ∂r r
( 2 2 )
∂vz 2
1 ∂vz ∂v θ ∂vr ∂vz 2 1 ∂ (rvr ) 1 ∂v θ
+µ + + + + µv − µ + + .
r ∂θ ∂z ∂z ∂r 3 r ∂r r ∂θ ∂z
1 ∂ 2 vr ∂ 2 vr
∂p 1 ∂ ∂vr vr 2 ∂v θ
=− + ρfm r + µ r + 2 + − 2− 2 .
∂r r ∂r ∂r r ∂θ2 ∂z 2 r r ∂θ
1 ∂2v θ ∂2v θ
1 ∂p 1 ∂ ∂v θ 2 ∂vr vθ
=− + ρfm θ + µ r + 2 + + 2 − 2
r ∂θ r ∂r ∂r r ∂θ2 ∂z 2 r ∂θ r
1 ∂ 2 vz ∂ 2 vz
∂p 1 ∂ ∂vz
=− + ρfm z + µ r + 2 + .
∂z r ∂r ∂r r ∂θ2 ∂z 2
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 65
D () ∂ () ∂ () v θ ∂ () v ϕ ∂ ()
= + vr + + ,
Dt ∂t ∂r r ∂θ r sen θ ∂ϕ
la divergencia de la velocidad es
" #
∂ r2 vr sen θ
1 ∂ (rvθ sen θ) ∂ (rvϕ )
∇ · ~v = 2 + + ,
r sen θ ∂r ∂θ ∂ϕ
y el rotacional de la velocidad es
~er r~eθ r sen θ ~eϕ
1 1 ∂ (rvϕ sen θ) ∂ (rv θ )
∇ × ~v = ∂/∂r ∂/∂θ ∂/∂ϕ = 2 − ~er −
r r sen θ ∂θ ∂ϕ
vr rvθ rvϕ sen θ
1 ∂ (rvϕ sen θ) ∂vr 1 ∂ (rvθ ) ∂vr
− − ~eθ + − ~eϕ ,
r sen θ ∂r ∂ϕ r ∂r ∂θ
donde ~er , ~eθ y ~eϕ son los vectores unitarios en las direcciones r, θ y ϕ locales.
∂ v θ 1 ∂vr
= τr0 θ
=µ r τ 0θ r + ,
∂r r r ∂θ
v
0 0 sen θ ∂ ϕ 1 ∂v θ
τϕθ = τθϕ = µ + ,
r ∂θ sen θ r sen θ ∂ϕ
0 0 ∂ vϕ 1 ∂vr
τϕr = τrϕ = µ r + .
∂r r r sen θ ∂ϕ
Energía
De 1 ∂ 2 ∂T 1
∂ ∂T 1 ∂ ∂T
ρ = −p∇ · ~v + 2 r k + 2 k sen θ + 2 k + Φv + Q,
Dt r ∂r ∂r r sen θ ∂θ ∂θ r sen θ ∂ϕ ∂ϕ
donde
( " 2 2 #)
v θ cotan θ 2
∂vr 1 ∂v θ vr ∂v ϕ vr 1
Φv = µ 2 + + + + + +
∂r r ∂θ r
r sen θ ∂ϕ r r
( )
1 ∂v ϕ sen θ ∂ v ϕ 2 ∂ vϕ 2
1 ∂vr
µ + + +r +
r sen θ ∂ϕ r ∂θ sen θ r sen θ ∂ϕ ∂r r
( )2
1 ∂ r 2 vr
2 1 ∂ (v θ sen θ) ∂v ϕ
+ µv − µ + + .
3 r2 ∂r r sen θ ∂θ ∂ϕ
CAPÍTULO 3. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO 67
Página en blanco
Capítulo 4
Fluidostática
4.1. Introducción
En esta capítulo estudiaremos el equilibrio de los uidos. Deduciremos las condiciones que
han de darse para que un uido pueda estar en reposo en un sistema de referencia dado, y las
relaciones que determinan las magnitudes uidas en equilibrio.
Veremos cómo se obtienen las condiciones de equilibrio a partir de las ecuaciones generales
de la mecánica de uidos al imponer la condición ~v = 0. Entre las condiciones que han de darse
para que exista equilibrio hay unas que se reeren a los cuerpos que limitan al uido (que han
de estar en reposo), otras que restringen los tipos de fuerzas másicas que pueden actuar sobre el
uido, y otras que se reeren a los campos de densidad y temperatura.
Calcularemos la fuerza sobre una supercie en el seno de un líquido homogéneo en equilibrio
bajo la acción de las fuerzas gravitatorias, deduciendo el principio de Arquímedes que determina
el empuje de un líquido sobre un cuerpo sumergido en el mismo.
A continuación estudiaremos el equilibrio de líquidos homogéneos limitados por otros uidos,
e indicaremos cómo se calcula la supercie de separación entre dos uidos en equilibrio incluyendo
el efecto de la tensión supercial.
Por último trataremos el equilibrio de gases, haciendo mención especial del equilibrio atmos-
férico y la Atmósfera Estándar.
∂ρ
= 0, (4.2.1)
∂t
−∇p + ρf~m = 0, (4.2.2)
∂T
ρcv = ∇ · (k∇T ) + Q, (4.2.3)
∂t
que hay que resolver junto con las ecuaciones de estado
La ecuación de continuidad (4.2.1) exige que la densidad no varíe con el tiempo. Una variación
con el tiempo de la densidad implicaría un movimiento de dilatación del uido.
69
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 70
~
~ × ~x − dΩ × ~x,
f~m = ~g − ~a0 − Ω
~ × Ω
dt
donde no aparecen las fuerzas de Coriolis por ser nula la velocidad. Si la velocidad angular ~
Ω es
constante, f~m deriva de un potencial:
1 ~
f~m = −∇U con U = (−~g + ~a0 ) · ~x − Ω × ~x · Ω~ × ~x .
2
La ecuación de la energía (4.2.3) se reduce a la ecuación de conducción del calor.
Las ecuaciones (4.2.1) a (4.2.3) han de complementarse con condiciones iniciales y de contorno
compatibles con la ausencia de movimiento.
Como (4.2.1) y (4.2.3) contienen derivadas respecto al tiempo, es preciso especicar las dis-
tribuciones iniciales de densidad y temperatura: ρ = ρ0 (~x) y T = T0 (~x) en t = 0. La solución de
(4.2.1) es entonces
ρ = ρ0 (~x) en cualquier instante. (4.2.5)
La velocidad de los sólidos que limitan al uido debe ser nula. Si el uido está limitado por
otro uido, éste, a su vez, ha de estar en equilibrio. El balance de fuerzas normales a la supercie
de separación entre dos uidos inmiscibles en equilibrio requiere que el salto de presión a través
de la supercie esté equilibrado por las fuerzas de tensión supercial
1 1
p1 − p2 = σ + = σ∇ · ~n. (4.2.6)
R1 R2
∇ × ρf~m = ∇ρ × f~m + ρ ∇ × f~m = 0, (4.3.1)
1
Mientras que el equilibrio de un sólido rígido requiere simplemente que la resultante y el momento resultante
de las fuerzas exteriores sean nulos, el equilibrio de un uido sólo es posible si la suma de las fuerzas de presión
y las fuerzas másicas es nula para cada partícula uida.
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 71
y multiplicando esta ecuación escalarmente por f~m para eliminar la densidad se obtiene la con-
dición
f~m · ∇ × f~m = 0, (4.3.2)
que ha de cumplir el campo de fuerzas másicas para que sea posible el equilibrio.
La condición (4.3.2) se cumple si f~m deriva de un potencial, lo que ocurre en la mayoría de
los casos prácticos cuando el sistema de referencia gira con velocidad angular constante.
En lo que sigue supondremos que las fuerzas másicas derivan de un potencial. En este caso
(4.3.1) se reduce a
∇ρ × ∇U = 0, (4.3.3)
que nos indica que las supercies equipotenciales son también supercies de densidad constante.
Por otra parte, la ecuación (4.2.2) toma la forma
∇p + ρ∇U = 0, (4.3.4)
que, junto con (4.3.3), implica que las supercies equipotenciales son también supercies de
presión constante.
En consecuencia, para que el uido pueda estar en equilibrio bajo la acción de fuerzas másicas
que derivan de un potencial, p y ρ han de cumplir una relación
llamada relación de barotropía. Esta relación permite introducir, mediante integración con t jo,
la función ˆ p
dp
$(p, t) = , (4.3.6)
p1 ρ(p, t)
donde p1 es una constante arbitraria. Al ser
∇p
∇$ = , (4.3.7)
ρ
$ es el potencial de las fuerzas de presión por unidad de masa. En función de $, la ecuación
(4.3.4) toma la forma
∇ ($ + U ) = 0, (4.3.8)
o bien
$ + U = C(t), (4.3.9)
donde C (t), que puede depender del tiempo, es el valor que toma $+U en un punto cualquiera
del uido.
4.4. Hidrostática
La ecuación (4.2.1) se satisface idénticamente cuando la densidad ρ es constante. La ecuación
(4.2.2) implica entonces que f~m deriva de un potencial. La ecuación (4.2.2), o la ecuación (4.3.4)
con ρ constante, se puede integrar para dar
p + ρU = C(t), (4.4.1)
que determina la presión en función de la posición, que interviene a través de U (~x, t). Para
calcular la constante C(t) hemos de conocer la presión en algún punto del líquido.
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 72
donde z es la distancia vertical. Si el plano z=0 es la supercie del líquido y sobre ella hay un
gas a presión pa , entonces C = pa .
−(pa − ρgz)~n · m
~ dA = −(pa − ρgz) dAm , (4.4.7)
con lo cual observamos que la fuerza ejercida por el líquido sobre un sólido es igual y contraria
a la resultante de las fuerzas másicas sobre el líquido que ocuparía el volumen del sólido si éste
no estuviera presente.
Análogamente,
ˆ ˆ
~ = − (~x − ~x0 ) × (p~n) dA =
M ∇ × [p(~x − ~x0 )] dΩ =
Σ V
ˆ ˆ
= − (~x − ~x0 ) × ∇p dΩ = − (~x − ~x0 ) × ρf~m dΩ, (4.4.9)
V V
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 73
donde tanto C1 como C2 han de determinarse por el valor que toma la presión en algún punto de
cada uido, si bien se da a veces el caso de que conozcamos la presión en algún punto de uno de
los dos uidos, pero en ningún punto del otro, del que en cambio conocemos el volumen. Estos
datos también permiten determinar las dos constantes C1 y C2 .
Particularizando (4.4.12) en la supercie Σ y sustituyendo los valores de la presión en la
ecuación de equilibrio de la supercie (4.2.6), obtenemos
1 1
σ + = (ρ2 − ρ1 ) Us + C1 (t) − C2 (t), (4.4.13)
R1 R2
donde Us es el potencial de las fuerzas másicas evaluado en la supercie. Si f (~x, t) = 0 es
la ecuación implícita de la supercie, con f > 0 en el uido 2, tendremos ~n = ∇f /|∇f | y
(1/R1 + 1/R2 ) = ∇ · ~n. Esta expresión de la curvatura media es positiva cuando la supercie es
cóncava hacia el uido 1.
La ecuación (4.4.13) es una ecuación en de-
rivadas parciales de segundo orden, no lineal,
que debe complementarse con condiciones de
contorno apropiadas.
Las condiciones de contorno que encontra-
remos más habitualmente son las siguientes:
Si la supercie Σ entre los dos uidos está
limitada por una supercie sólida, admitire-
mos que el ángulo que forman las normales al
sólido y a Σ en la línea de contacto de ambas
Figura 4.4.1: Ángulo de contacto con una pared
supercies es igual al llamado ángulo de con-
tacto θ, que es una propiedad de la pareja de
uidos y el sólido que los limita (véase gura 4.4.1).
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 74
(ρ1 − ρ2 ) fm c L2c
B= , (4.4.14)
σ
que mide la importancia relativa de las fuerzas másicas a las de tensión supercial en la ecuación
de equilibrio (4.4.13). Dependiendo del orden de magnitud del número de Bond, se pueden
presentar dos casos extremos:
A. Si el número de Bond es pequeño, σ/Lc (ρ1 − ρ2 )fm c Lc , podemos despreciar las fuerzas
másicas frente a las de tensión supercial a la hora de determinar la forma de la supercie, con
lo cual la ecuación (4.4.13) se reduce a la ecuación de Laplace
1 1
σ + = C1 − C2 , (4.4.15)
R1 R2
cuya solución debe vericar las mismas condiciones de contorno mencionadas antes para (4.4.13).
Veamos dos ejemplos de (4.4.15).
- Si el líquido de densidad ρ1 está completamente rodeado por el de densidad ρ2 , la solución
de (4.4.15) es una esfera cuyo radio R se debe determinar a partir del volumen V de líquido de
para que los efectos de la tensión supercial sean dominantes es σ (ρ1 − ρ2 )fm c V
2/3 .
r
σ
δ∼ ,
(ρ1 − ρ2 )fmc
r
δ σ
∼ 1.
Lc (ρ1 − ρ2 )fmc L2c
1 1
σ + + ρ1 Us = C1 − pa .
R1 R2
Si, en los ejemplos anteriores, el uido 1 es un líquido y el 2 un gas, los resultados se pueden
simplicar suprimiendo ρ2 y sustituyendo C2 por la presión del gas pa .
La longitud
r
2σ
δ= ,
ρg
se llama longitud capilar. Para el agua a 20 o C vale 0,38 cm.
2
El número de Bond, ρ1 gLc /σ , representa también la relación entre el cuadrado de la longitud
característica y el cuadrado de la longitud capilar.
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 76
p
Rg T1 ln + U = C,
p1
n
p ρ
= , (4.5.2)
p0 ρ0
ˆ p
" n−1 #
dp n p0 p n
$= = −1 , (4.5.3)
p0 ρ n − 1 ρ0 p0
" n−1 #
n p0 p n
− 1 + U = U0 , (4.5.4)
n − 1 ρ0 p0
n
p n − 1 U − U0 n−1
= 1− , (4.5.5)
p0 n Rg T0
1
ρ n − 1 U − U0 n−1 T n − 1 U − U0
= 1− y =1− . (4.5.6)
ρ0 n Rg T0 T0 n Rg T0
Cuando las fuerzas másicas son las gravitatorias tenemos U = gz , de modo que la ecuación
(4.5.6) nos da una temperatura que disminuye linealmente con la altura: T = T0 − az , con
a = (g/Rg )(n − 1)/n. Las constantes p0 , ρ0 y T0 son los valores correspondientes a z = 0, y
U0 = 0.
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 77
La atmósfera estándar se dene en sus primeros 11 km (troposfera) con una temperatura que
disminuye linealmente desde 15 o C = 288 K en el suelo hasta −56,5 o C = 216,5 K a los 11 km. Es
decir, a = 6,5 K/km, o bien n = 1/ [1 + (aRg /g)] = 1,235, ya que Rg /g = 29,26 m/K.
Por encima de los 11 km (hasta los 22 km aproximadamente) existe una segunda región (estra-
tosfera) donde la temperatura es uniforme y, como consecuencia, la presión y densidad disminuyen
exponencialmente con la altura, como indica la ecuación (4.5.1). A esta región le suceden otras
donde la temperatura vuelve a variar.
Como comparación, nótese que en una atmósfera isentrópica, n = γ = 1,4, la temperatura
disminuye linealmente con la altura a un ritmo dado por a1 = (g/Rg )(γ − 1)/γ = 9,8 K/km, que
diere del de la troposfera.
Conviene hacer notar que el equilibrio mecánico analizado aquí no supone que haya equilibrio
termodinámico; por eso se ha admitido la posibilidad de gradientes de temperatura. Tampoco se
ha hablado de la estabilidad del equilibrio, para cuyo análisis es necesario estudiar el movimiento
que aparece como consecuencia de cualquier perturbación.
CAPÍTULO 4. FLUIDOSTÁTICA 78
Página en blanco
Capítulo 5
5.1. Introducción
En este capítulo estudiaremos los movimientos unidireccionales de uidos incompresibles, en
los que los términos no lineales desaparecen de la ecuación de cantidad de movimiento, lo que
facilita la obtención de soluciones.
Estas soluciones tienen, aparte de su interés académico, un interés práctico basado en que,
por una parte, nos proporcionan ideas cualitativas del comportamiento de los uidos y, por
otra parte, son a veces casos límites de corrientes más complicadas para valores extremos de los
parámetros que caracterizan el movimiento.
Escribiremos las ecuaciones, condiciones iniciales y de contorno que determinan el movimiento
unidireccional de uidos incompresibles, y las aplicaremos a los casos estacionarios sencillos de
la corriente de Couette y de Poiseuille.
Veremos soluciones no estacionarias de problemas sencillos con objeto de ilustrar la simpli-
cación de los problemas cuando algún parámetro de los que aparecen en el problema es grande
o pequeño frente a la unidad, ya que estas ideas constituyen la herramienta más ecaz en la
construcción de soluciones a problemas generalmente más complicados.
Analizaremos el movimiento en conductos cuya sección varía con x. También analizaremos
la región a la entrada de un conducto que toma líquido de un depósito donde la presión motriz
P = p + ρgz es constante y la velocidad prácticamente nula. Los distintos regímenes van a
depender del número de Reynolds en el tubo.
u 6= 0, v = w = 0. (5.2.1)
79
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 80
∂2u ∂2u
∂u ∂p
ρ =− + ρfmx + µ + 2 , (5.2.2)
∂t ∂x ∂y 2 ∂z
∂p
0=− + ρfmy , (5.2.3)
∂y
∂p
0=− + ρfmz . (5.2.4)
∂z
Las dos últimas ecuaciones (5.2.3) y (5.2.4) muestran que para que el movimiento unidireccio-
nal sea posible es necesario que exista equilibrio, en las direcciones transversales al movimiento,
entre las fuerzas másicas y las de presión. Por ser ρ constante, es necesario que las componen-
tes transversales de las fuerzas másicas deriven de un potencial; en caso contrario estas fuerzas
producirían un movimiento transversal.
Obsérvese que si el sistema de referencia gira con velocidad angular ~ , esta velocidad angular
Ω
debe ser paralela a la velocidad, para que la aceleración de Coriolis se anule. Además Ω ~ debe ser
constante para que las fuerzas de inercia transversales al movimiento deriven de un potencial.
En lo que sigue consideraremos que la fuerza másica total deriva de un potencial: f~m = −∇U ,
con lo cual
∂ (p + ρU ) ∂ (p + ρU )
=0 y = 0, (5.2.5)
∂y ∂z
que nos indican que la presión motriz p + ρU no depende de las coordenadas transversales al
movimiento, siendo a lo sumo función de x y de t. La componente x de la ecuación de cantidad
de movimiento muestra que ∂ (p + ρU ) /∂x no depende de x, pues u, y por tanto ρ (∂u/∂t) y
µ ∂ 2 u/∂y 2 + ∂ 2 u/∂z 2
, son independientes de x. Escribiremos esta ecuación en la forma
∂2u ∂2u
∂u
ρ = p` (t) + µ + 2 , (5.2.6)
∂t ∂y 2 ∂z
donde
∂ (p + ρU )
p` (t) = − , (5.2.7)
∂x
es la pérdida de carga, o caída de presión motriz por unidad de longitud en la dirección del
movimiento, función sólo del tiempo.
La ecuación (5.2.6) está desacoplada de la ecuación de la energía y puede resolverse sin
conocer el campo de temperaturas, que se obtendrá posteriormente de la ecuación de la energía
" 2 2 #
∂2T ∂2T ∂2T
∂T ∂T ∂u ∂u
ρc +u =k + + +µ + + Q, (5.2.8)
∂t ∂x ∂x2 ∂y 2 ∂z 2 ∂y ∂z
donde hemos supuesto constante la conductividad térmica k. En lo que sigue supondremos tam-
bién que el calor especíco c es constante.
Las condiciones iniciales compatibles con un movimiento unidireccional son
Además el contorno que limita al líquido ha de ser un cilindro de generatrices paralelas al eje
x:
C (y, z) = 0, (5.2.10)
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 81
que han de moverse con una velocidad independiente de x. Las condiciones de contorno son pues
Para determinar el gradiente de presión motriz p` (t) es preciso conocer la diferencia de presión
entre dos puntos del líquido como función del tiempo, si bien puede sustituirse este dato por otro
equivalente, como el gasto volumétrico Q (t) en el caso de que el ujo ocurra en un conducto.
Las ecuaciones (5.2.6) y (5.2.8) son lineales en la velocidad u y en la temperatura T , respecti-
vamente, por lo que se puede aplicar el principio de superposición. Ésta es la mayor simplicación
que se da en los movimientos unidireccionales de líquidos.
∂2u
= 0, u (0) = 0, u (h) = U, (5.3.1)
∂y 2
donde U es la velocidad de la placa superior (y = h, ver gura 5.3.1) respecto a la inferior (y = 0),
que está inmóvil.
La solución de (5.3.1) es
y
u=U . (5.3.2)
h
El gasto volumétrico entre las dos placas,
por unidad de longitud en la dirección z per-
pendicular al plano del movimiento, es
ˆ h
Uh
Figura 5.3.1: Corriente de Couette q= u (y) dy = . (5.3.3)
0 2
El esfuerzo viscoso que el líquido ejerce sobre la pared inferior es
U
τ 0 · ~j = τxy
0 ~
i = µ ~i. (5.3.4)
h
El esfuerzo viscoso que el líquido ejerce sobre la pared superior es
U
τ 0 · −~j = −τxy
0 ~
i = −µ ~i, (5.3.5)
h
que habrá que equilibrar con una fuerza exterior igual y contraria, por unidad de área de la placa,
para mantener a ésta en movimiento. El trabajo que realiza esta fuerza por unidad de tiempo
y por unidad de área de la placa es µU 2 /h. Este trabajo se transforma íntegramente en energía
interna del líquido, coincidiendo con la integral de la disipación viscosa a través del canal
ˆ h ˆ h 2
∂u µU 2
Φv dy = µ dy = . (5.3.6)
0 0 ∂y h
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 82
∂2u
p` + µ = 0, u (0) = u (h) = 0, (5.3.7)
∂y 2
cuya solución es
p`
u=− y (y − h) , (5.3.8)
2µ
El gasto volumétrico entre las placas, por unidad de longitud en la dirección z perpendicular
al plano del movimiento, es
ˆ h
h3 p`
q= u (y) dy = . (5.3.9)
0 12µ
Compruebe el lector que el esfuerzo viscoso que el líquido ejerce sobre cada placa es p` h~i/2.
Si se tiene simultáneamente un gradiente de presión motriz p` y un deslizamiento de la placa
superior con velocidad U, la ecuación de cantidad de movimiento y las condiciones de contorno
son
∂2u
p` + µ = 0, u (0) = 0, u (h) = U. (5.3.10)
∂y 2
Este es un problema lineal cuya solución es la suma de las soluciones precedentes. En efecto,
basta con escribir u = uc + up con
∂ 2 uc
= 0, uc (0) = 0, uc (h) = U, (5.3.11)
∂y 2
y
∂ 2 up
p` + µ = 0, up (0) = up (h) = 0, (5.3.12)
∂y 2
cuyas soluciones son las correspondientes al ujo de Couette (5.3.2) y la correspondiente al ujo
de Poiseuille (5.3.8), respectivamente. Así pues,
1 y
u = − p` y (y − h) + U , (5.3.13)
2 h
donde uc es la velocidad correspondiente al ujo de Couette y up la correspondiente a la corriente
plana de Poiseuille. La suma de ambas velocidades es la velocidad u: u = uc + up . La solución
del problema total es la correspondiente a la suma de las soluciones obtenidas para la corriente
de Couette y la corriente plana de Poiseuille
y p`
u=U − y (y − h) . (5.3.14)
h 2µ
El gasto volumétrico es la suma de los gastos volumétricos anteriores
U h h3 p`
q= + , (5.3.15)
2 12µ
y lo mismo sucede con los esfuerzos sobre las placas.
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 83
µ d du
0 = p` + r , (5.3.16)
r dr dr
Q a2 p` umax
u0 = 2
= = , (5.3.21)
πa 8µ 2
la distribución de velocidades puede escribirse en la forma
r 2
u = 2u0 1 − . (5.3.22)
a
El esfuerzo viscoso que el líquido ejerce sobre la pared es
du ap`~ 4µu0~
~τf = −~iµ = i= i. (5.3.23)
dr r=a 2 a
La ecuación de cantidad de movimiento escrita para un volumen de control limitado por dos
secciones normales del tubo, Σ1 y Σ2 , situadas a una distancia `, y por la pared del tubo entre
secciones, ΣT , es
ˆ ˆ ˆ
ρ~v (~v · ~n) dσ = − (p + ρU ) ~ndσ + τ 0 · ~ndσ, (5.3.24)
Así pues
(p + ρU )1 − (p + ρU )2 2τf
p` = = , (5.3.26)
` a
que coincide con el resultado obtenido anteriormente.
La distribución de presión motriz está dada por
8µQ 8µu0
(p + ρU )x0 − (p + ρU )x = 4
(x − x0 ) = 2 (x − x0 ) = p` (x − x0 ) . (5.3.27)
πa a
La caída de presión adimensionalizada con la presión dinámica basada en la velocidad media,
1 2
2 ρu0 , es
(p + ρU )x0 − (p + ρU )x
x − x0 64
1 2
= , (5.3.28)
2 ρu0
2a Re
donde Re = ρu0 (2a) /µ es el número de Reynolds del movimiento.
∂2v ∂2v
+ 2 = −1 (5.3.30)
∂ξ 2 ∂η
ˆ ˆ
D4 p`
Q= udydz = vdξdη, (5.3.31)
Σ µ Σ
donde la integral ˆ
Γ (εi ) = vdξdη, (5.3.32)
Σ
depende de la forma del conducto pero no de su tamaño. Tenemos pues
D 4 p`
Q= Γ (εi ) , (5.3.33)
µ
1
Véase F. M. White, Viscous Fluid Flow, McGraw-Hill., Inc., 1991, pp. 119-125.
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 85
o bien
µQ
(p + ρU )x0 − (p + ρU )x = (x − x0 ) . (5.3.34)
D4 Γ (ε i)
Consideremos varios casos particulares:
−Para p D = a, el radio del tubo, y buscar una
un tubo de sección circular podemos tomar
solución de la forma v = v (ς), donde ς = r/a = ξ 2 + η 2 . La ecuación (5.3.30) se reduce a
∂ (ς∂v/∂ς) /∂ς = −ς , con v (1) = 0 y v (0) < ∞. La solución es
ˆ
1 π 1 π p` πa4
1 − ς2 ; Γ = 1 − ς 2 ςdς = ; Q =
v= , (5.3.35)
4 2 0 8 8µ
como en el apartado anterior.
−Si b < r < a, se tiene, tomando de nuevo D = a,
la sección es una corona circular
1 − ε2
1 2 2 lnς
π 4
v= 1−ς − 1−ε ; Γ= 1−ε + , (5.3.36)
4 lnε 8 lnε
donde ε = b/a ≤ 1 y ς = r/a.
−En el caso de una sección elíptica: (y/a)2 + (z/b)2 = 1, la solución es (ξ = y/a, η = z/a)
ε2 πε3
η 2
2
v= 1 − ξ − ; Γ = , (5.3.37)
2 (1 + ε2 ) ε 4 (1 + ε2 )
siendo D=a y ε = b/a ≤ 1.ε = 1 (b = a) se recupera la solución del tubo
Cuando circular.
−Para la sección rectangular −a ≤ y ≤ a; −b ≤ z ≤ b (ξ = y/a, η = z/a)
∞
* ( ) ( )+
cosh 21 (2n + 1) πη cos 12 (2n + 1) πξ
16 X n
v= 3 (−1) 1 − 1 3 , (5.3.38)
π cosh 2 (2n + 1) πε (2n + 1)
n=0
∞
( )
192 X tanh 12 (2n + 1) πε
4ε
Γ= 1− 5 , (5.3.39)
3 επ (2n + 1)5
n=0
con D = a y ε = b/a ≤ 1. Cuando ε → 0 se
tiene
2 Γ → 4ε3 /3.
∞ ∞
2 P 1 π2
P 1 π4
Para hacer el límite ε → 0 en (5.3.39) es necesario conocer: (2n+1)2
= 8
y
(2n+1)4
= 96
. Sin embargo,
n=0 n=0
2a(2b)3 p`
la solución para ε → 0 se da en (5.3.14) y (5.3.15) con U = 0 y h = 2b. De (5.3.15) se tiene: Q = 2aq = 12µ
=
a4 p` 4 b 3 4 3
µ 3 a
⇒Γ= 3
ε .
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 86
y = 0, T = T0 ; y = h, T = T1 , (5.4.2)
∂T
= 0; en y=0 e y = h, (5.4.3)
∂y
si las paredes están aisladas térmicamente.
−En el primer caso la temperatura del líquido no depende de x y la ecuación (5.4.1) se reduce
a 2
∂2T
U
0=k 2 +µ , (5.4.4)
∂y h
cuya solución, con las condiciones de contorno anteriores, es
y µU 2 y y
T − T0 = (T1 − T0 ) + 1− . (5.4.5)
h 2k h h
Obsérvese que la cantidad adimensional
µU 2 U2 U2
µc
T0 T0
= = Pr , (5.4.6)
k (T1 − T0 ) k cT0 T1 − T0 cT0 T1 − T0
y
T − T0 = (T1 − T0 ) . (5.4.7)
h
En el caso opuesto |T1 − T0 | /T0 << P rU 2 /cT0 , la distribución de temperaturas es
T − T0 P rU 2 y y
= 1− , (5.4.8)
T0 2cT0 h h
donde toda la variación de temperatura es debida a la disipación viscosa.
El producto P rU 2 /cT0 suele ser mucho menor que la unidad para los líquidos. Por lo tanto,
para que la disipación viscosa sea importante es necesario que
P rU 2
|T1 − T0 | ∼ T0 << T0 , (5.4.9)
cT0
que implica diferencias de temperatura entre las placas muy pequeñas frente T0 .
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 87
k (T1 − T0 ) µU 2
dT
~q · ~j = −k =− + , (5.4.10)
y=h dy y=h h 2h
k (T1 − T0 ) µU 2
h i dT
~q · −~j =k = + . (5.4.11)
y=0 dy y=0 h 2h
−En el caso en que el ujo de calor en las paredes sea nulo la disipación viscosa da lugar
a un aumento de la temperatura del líquido proporcional a la distancia a lo largo del canal, la
temperatura es de la forma
T (x, y) = Ax + T1 (y) , (5.4.12)
2
d2 T1
y U
ρcAU = k 2 + µ . (5.4.13)
h dy h
Integrando esta ecuación desde y=0 hasta y = h, y utilizando las condiciones de contorno,
dT1 /dy = 0 en y=0 e y = h, se obtiene
2µU
A= . (5.4.14)
ρch2
Llevando este valor de A a la ecuación para T1 y resolviéndola, resulta, nalmente,
cT1 µc y 2 3 y
= − − , (5.4.15)
U2 3k h 2 h
salvo una constante arbitraria. En resumen
cT 2µx 1 y 2 3 y
= − P r − . (5.4.16)
U2 ρU h2 3 h 2 h
4u0 r 2
2
∂T ∂ T 1 ∂ ∂T
ρcu =k + r +µ , (5.4.17)
∂x ∂x2 r ∂r ∂r a2
2
con Φv = µ (du/dr)2 = µ 4u0 r/a2 y las condiciones de contorno
∂T
r=0: = 0; r = a : T = Tp , (5.4.18)
∂r
si la temperatura de la pared es conocida, o bien
∂T
=0 r=0 y r = a, (5.4.19)
∂r
si la pared del tubo esta aislada térmicamente.
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 88
µu20
r 4
T − Tp = 1− . (5.4.21)
k a
La temperatura máxima es
µu20
Tmax = Tp + . (5.4.22)
k
El ujo en la pared es
4µu20
dT
qp = −k = . (5.4.23)
dr r=a a
−Si la pared del tubo está aislada térmicamente, la temperatura del líquido es de la forma
T = Ax + T1 (r) , (5.4.24)
2
k d dT 4u0 r
ρcuA = r +µ . (5.4.25)
r dr dr a2
Multiplicando por r los dos miembros de la ecuación anterior, integrante desde r=0 hasta
r = a, y utilizando las condiciones de contorno, se obtiene
ˆ a ˆ a 2
4u0 r
ρcA rudr = µ r dr, (5.4.26)
0 0 a2
de donde
4µu0
A= . (5.4.27)
a2 ρc
Sustituyendo este valor de A en la ecuación para T1 y resolviendo esta ecuación resulta,
nalmente,
cT µ x 1 r 2 1 r 2
= + Pr 1− . (5.4.28)
4u20 ρu0 a a 4 a 2 a
∂u ∂2u
= ν 2, (5.5.2)
∂t ∂y
con las condiciones u = Acosωt en y = 0 y
Figura 5.5.1: Corriente de Stokes u = 0 para y → ∞. Buscaremos soluciones
periódicas y para ello escribiremos
u = Re f (y) eiωt ,
(5.5.3)
siendo Re [m], la parte real de m. La ecuación para f (y) se obtiene sustituyendo (5.5.3) en (5.5.2)
d2 f
iωf = ν , (5.5.4)
dy 2
cuya solución general es
q q
iω iω
y −y
f = B1 e ν + B2 e ν . (5.5.5)
√ √
Si tomamos la determinación i = (i + i) / 2, la primera solución es inadmisible porque diverge
cuando y → ∞, de modo que B1 = 0. Usando la condición f (0) = A se obtiene, nalmente,
√ r
iω
r
ω
r
ω
−y iω/2ν
f (y) = Ae , con = +i . (5.5.6)
2ν 2ν 2ν
Por lo tanto
√ r
ω
−y ω/2ν
u = Ae cos ωt − y , (5.5.7)
2ν
donde el movimiento es una onda transversal amortiguada exponencialmente con la distancia a
√ p
la pared y que avanza con una velocidad de fase 2νω . La longitud δ = ν/ω es la longitud
característica de penetración de los efectos viscosos. Para distancias y δ el líquido apenas se
mueve.
El esfuerzo en la placa es
r !
√
∂f (y) iωt iω iωt 3π
τf = µRe e = −µRe A e = ρA νωcos ωt − , (5.5.8)
∂t y=0 2ν 4
que está desfasado respecto a la velocidad de la placa. Esta es una característica distintiva del
ujo de Stokes.
El tiempo necesario para que los efectos viscosos afecten a una capa de espesor h es el tiempo
de difusión viscosa h2 /ν . El tiempo característico de variación de la velocidad de la placa situada
en y = 0 es 1/ω , durante elpcual las fuerzas de viscosidad ponen en movimiento al líquido en una
capa de espesor de orden ν/ω . Se pueden considerar dos casos extremos:
1. Si el tiempo 1/ω es pequeño 2 2
p frente a h /ν (h ω/ν 1), el movimiento es sólo apreciable
en una capa de espesor típico ν/ω , pequeño frente a h. En este caso la solución tiende a la
de Stokes, ya que la condición de contorno u = 0 está impuesta en una distancia h muy grande
p
frente a la típica afectada por el movimiento ν/ω , y aparece como si la placa ja estuviese
situada en el innito con lo que B1 → A y B2 → 0.
2 2
En el caso opuesto en que 1/ω es grande frente a h /ν (h ω/ν 1), la penetración de los
p
efectos viscosos en tiempos del orden de 1/ω es ν/ω , muy grande frente a h. Dado que el
campo uido está limitado a la región 0 ≤ y ≤ h, los efectos viscosos son dominantes en esta
región y la solución que se obtiene es la correspondiente a la corriente de Couette con la velocidad
instantánea de la placa: y
u= 1− Acosωt. (5.5.10)
h
y = 0 : u = U, y → ∞ : u = 0. (5.5.12)
Figura 5.5.2: Problema de Rayleigh de este resultado, buscaremos una solución del
problema de la forma
u = U f (η) , (5.5.13)
donde
y
η=√ . (5.5.14)
νt
Con (5.5.13) y (5.5.14) se tiene
∂u df ∂η U η df ∂2u 1 d2 f
=U =− y = , (5.5.15)
∂t dη ∂t 2t dη ∂y 2 νt dη 2
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 91
η = 0 : f = 1; η → ∞ : f = 0. (5.5.17)
´ η −η2 /4
e dη η
f = 1 − ´ 0∞ −η2 /4 = 1 − erf , (5.5.18)
0 e dη 2
donde ˆ ς
2 2
erf (ς) = √ e−ς dς, (5.5.19)
π 0
que verica erf (∞) = 1. En la gura 5.5.3 se ha representado la solución dada (5.5.18).
El esfuerzo de fricción ejercido por el líquido sobre la placa es
∂u µU ∂f µU
τf = µ =√ = −√ ,
∂y y=0 νt ∂η η=0 πνt
que se opone al movimiento de la placa y disminuye cuando aumenta el tiempo en la forma t−1/2 .
√
La solución obtenida depende de y y de t únicamente a través de la combinación
√ y/ νt.
Soluciones de este tipo se llaman autosemejantes, y η = y/ νt se llama variable de semejanza,
porque la distribución de velocidad mantiene su forma con el paso del tiempo (es semejante a sí
misma). La solución en un instante t = t2 se obtiene de la solución en t = t1 6= t2 sin más que
reescalar la variable y.
t = 0 : u (y, 0) = 0, (5.5.20)
y = 0 : u = U, y = h : u = 0, (5.5.21)
y
ξ= . (5.5.22)
h
Sustituyendo el valor de y de (5.5.22) en
Figura 5.5.4: Placa en presencia de otra (5.5.2) dividida por U se obtiene
∂ (u/U ) ∂ 2 (u/U )
= , (5.5.23)
∂ (νt/h2 ) ∂ξ 2
τ = 0 : v (ξ, 0) = 0, (5.5.25)
ξ = 0 : v = 1, ξ = 1 : v = 0. (5.5.26)
El problema resultante (5.5.24), (5.5.25) y (5.5.26) está libre de parámetros y para obtener
su solución es necesario integrar una ecuación diferencial en derivadas parciales. Sin embargo
se puede estudiar la respuesta para tiempos distintos del característico h2 /ν que corresponde a
τ ∼ 1.
En efecto, si se quiere estudiar el problema en los primeros instantes, el tiempo es pequeño
√
frente a h2 /ν y la distancia de penetración de los efectos viscosos es νt, muy pequeña frente
a h. Por lo tanto, el movimiento sólo es apreciable en una capa delgada (frente a h) en las
proximidades de la placa móvil, apareciendo la placa ja como si estuviese situada en el innito.
Este es, en primera aproximación, el caso del problema de Rayleigh y, por lo tanto, su solución es
válida para los primeros instantes del movimiento impulsivo de una placa en presencia de otra.
De forma análoga, la respuesta para tiempos grandes frente a
√ h2 /ν implica que la distancia
de penetración de los efectos viscosos, νt, es grande frente a h y, por lo tanto, entre las dos
placas (0 ≤ y ≤ h) los efectos viscosos son dominantes, quedando reducido el problema al de
Couette.
Por lo tanto, mediante el estudio de la solución al problema (5.5.24) para tiempos pequeños y
grandes frente al característico, h2 /ν , es posible conocer como se inicia el movimiento (problema
de Rayleigh) y como se comporta la solución para tiempos lo sucientemente grandes (corriente
de Couette).
En particular, el esfuerzo en la pared situada en y=0 para tiempos cortos es el de Rayleigh
µU
τf = − √ , (5.5.27)
πνt
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 93
mientras que para tiempos grandes el esfuerzo en es el dado por la solución de Couette
µU
τf = − . (5.5.28)
h
Para tiempos del orden del característico del problema, h2 /ν , es necesario resolver la ecuación
(5.5.24) numéricamente con su condición iniciales (5.5.25) y sus condiciones de contorno (5.5.26),
para determinar la velocidadu (y, t) y el esfuerzo en la pared τf . Pero en particular éste último se
comporta como el dado en (5.5.27) para t → 0, y como la constante dada en (5.5.28) para t → ∞.
En la gura 5.5.5 se muestra la solución numérica junto con las dos soluciones asintóticas.
∂2u ∂2u
0 = p` (t) + µ + 2 , (5.5.33)
∂y 2 ∂z
∂u
ρ = p` (t) , (5.5.35)
∂t
cuya solución, con la condición inicial u = u0 (y, z) en t = 0, es
ˆ
1 t
u = u0 (y, z) + p` (t) dt. (5.5.36)
ρ 0
El gasto volumétrico por el tubo es
ˆ ˆ t
A
Q (t) = udydz = Q0 + p` (t) dt, (5.5.37)
Σ ρ 0
donde ˆ
Q0 = u0 (y, z) dydz, (5.5.38)
Σ
es el gasto volumétrico inicial, Σ es la supercie encerrada por el contorno del tubo C (y, z) = 0
y A ∼ D2 su área.
La solución (5.5.36) no cumple la condición de velocidad nula en el contorno, debido a que
se han despreciado los términos viscosos en los que intervienen las derivadas con respecto a z e
y. Cerca de la pared del tubo donde han de imponerse las condiciones de contorno los efectos
viscosos en una región de espesor característico δ del orden de la distancia de penetración de los
efectos viscosos durante el tiempo tc . En efecto, si en (5.5.30) cambiamos D por δ , los efectos
√
viscosos son del orden de los no estacionarios si δ∼ νtc . Los efectos viscosos quedan restringidos
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 95
a una capa delgada cerca de la pared del tubo de espesor δ D, que se denomina capa límite.
Fuera de esta región la velocidad es la dada en (5.5.36). Puesto que el perl de velocidades u − u0
no es uniforme dentro de la capa límite, el error que se comete al calcular el gasto volumétrico
Q − Q0 es del orden de uc δD, muy pequeño frente a
ˆ t
A
p` (t) dt ∼ D2 uc . (5.5.39)
ρ 0
∂2u
2
∂ u ∂2u
∂u ∂u ∂u ∂u 1 ∂ (p + ρU )
+ u +v +w =− + ν 2 +ν + 2 , (5.6.3)
∂t ∂x ∂y ∂z ρ ∂x ∂x ∂y 2 ∂z
∼uL /t0 ∼u2L /L ∼(∆p)L /ρL ∼νuL /L2 ∼νuL /Dc2
∂2v
2
∂ v ∂2v
∂v ∂v ∂v ∂v 1 ∂ (p + ρU )
+ u +v +w =− + ν 2 +ν + . (5.6.4)
∂t ∂x ∂y ∂z ρ ∂y ∂x ∂y 2 ∂z 2
∼vT /t0 2 /D
∼vT ∼(∆p)T /ρDc ∼νvT /L2 ∼νvT /Dc2
c
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 96
Dado que L >> Dc , en los términos viscosos se pueden despreciar las derivadas segundas con
respecto a x frente a las derivas segundas con respecto a y y con respecto a z .
A la vista de los órdenes de magnitud de los diferentes términos de las ecuaciones (5.6.3) y
(5.6.4), nos encontramos con distintas posibilidades que analizamos a continuación.
2
µuL µuL L
(∆p)T ∼ y (∆p)L ∼ , (5.6.5)
L L Dc
y por lo tanto
2
(∆p)T Dc
∼ 1. (5.6.6)
(∆p)L L
Vemos que las variaciones transversales de presión son despreciables frente a las longitudinales
y las ecuaciones de cantidad de movimiento transversal se reducen a que la presión no varía apenas
transversalmente al tubo, mientras que la ecuación de cantidad movimiento (5.6.3) a lo largo del
tubo se reduce a
∂2u ∂2u
0 = p` (x, t) + µ + 2 , (5.6.7)
∂y 2 ∂z
que coincide con la ecuación de cantidad de movimiento del movimiento unidireccional. La dife-
rencia existente es que el gradiente de presión reducida
∂ (p + ρU )
p` = − , (5.6.8)
∂x
es función de x y de t, en lugar de ser sólo función de t como ocurre en los movimientos estric-
tamente unidireccionales. Esto es debido a que u es función de x, y , z y t (porque v y w no son
cero, pero si pequeñas frente a u), mientras que en el caso unidireccional u no es función de x.
El movimiento, por tanto, se comporta en cada sección del conducto como si éste tuviese
longitud innita y sección constante igual a la local para cada valor de x.
La ecuación de la continuidad en forma integral muestra que el gasto volumétrico Q es, a lo
sumo, función del tiempo y está dado por la relación
A2 (x) p`
Q (t) = Γ (x, εi ) , (5.6.9)
µ
donde el área A (∼ Dc2 ) es función de x y el factor de forma Γ puede ser también función de x
si la sección cambia de forma.
Obsérvese que de la ecuación (5.6.9) se deduce que
ˆ x
dx
(p + ρU )x0 − (p + ρU )x = µQ (t) . (5.6.10)
x0 A2 (x) Γ (x, εi )
2
Dc
(∆p)L ∼ ρu2L ; (∆p)T ∼ ρu2L , (5.6.11)
L
quedando
2
(∆p)T Dc
∼ 1. (5.6.12)
(∆p)L L
De nuevo, las variaciones transversales de presión son pequeñas frente a las longitudinales .
3
Dado que los efectos viscosos y no estacionarios son despreciables, las ecuaciones de cantidad
de movimiento se reducen a
v2
p + ρU
∇ − ~v × (∇ × ~v ) = −∇ , (5.6.13)
2 ρ
1
p + ρV 2 + ρU = C. (5.6.14)
2
La ecuación (5.6.14) es la ecuación de Bernouilli para uidos incompresibles. En esta ecuación
√
V es el módulo de la velocidad: V = u2 + v 2 + w2 ≈ u. La constante C se calcula aguas arriba
donde p y V sean conocidos y puede cambiar de una línea de corriente a otra. En el caso de un
conducto, si el líquido viene de un región donde p + ρU = P0 es uniforme y V prácticamente
nula, la constante C = P0 es la misma para todas las líneas de corriente. Además, como p + ρU
apenas varía transversalmente, la velocidad V es uniforme en el conducto. En este caso (5.6.14)
queda
1 Q2
P0 − (p + ρU )x = ρ 2 , (5.6.15)
2 A (x)
donde Q = u (x) A (x) es constante.
L Dc Dc
(∆p)L ∼ ρuL y (∆p)T ∼ ρuL , (5.6.16)
t0 L t0
3
En un tubo curvado, con radio de curvatura de la línea media R ∼ L, se tiene (∆p)T ∼ ρu2L (Dc /L), ya que
los términos convectivos de las ecuaciones de cantidad de movimiento transversales habría que añadir un término
u2 /L, que sería el término más importante de los convectivos. En este caso se tiene (∆p)T / (∆p)L ∼ Dc /L,
también pequeño.
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 98
La ecuación de la cantidad de movimiento (5.6.3) a lo largo del eje x es, en este caso,
∂u (x, y, z, t) 1 ∂ (p + ρU )
=− , (5.6.19)
∂t ρ ∂x
que puede integrarse transversalmente para darnos
dQ ∂ (p + ρU )
ρ + A (x) = 0, (5.6.20)
dt ∂x
ya que de (5.6.15) p + ρU apenas varía transversalmente.
La presión, de (5.6.20), es
ˆ x
dQ dx
(p + ρU )x0 − (p + ρU )x = ρ . (5.6.21)
dt x0 A (x)
Las ecuaciones que determinan el movimiento estacionario del líquido son la de continuidad
∇ · ~v = 0, (5.6.22)
~v = 0 y P = P0 en x → −∞, (5.6.24)
~v = 0 en r = aF (x/a) , (5.6.25)
r 2 8µU0 x x
vr = 0, u = 2U0 1− y P = Pe − en → ∞, (5.6.26)
a a2 a
donde la ecuación del conducto cilíndrico r = aF (x/a) es tal que F (∞) = 1. La velocidad U0
es tal que U0 = Q/πa2 , con Q el gasto volumétrico por el tubo.
La última de las condiciones (5.6.26) expresa que la presión alcanza el valor del régimen de
Poiseuille aguas abajo de la entrada, pero debe añadirse una constante desconocida Pe que repre-
senta la caída adicional de presión antes de alcanzarse el régimen de Poiseuille. Esta constante
debe determinarse como parte de la solución.
Dependiendo del valor del número de Reynolds Re = ρU0 a/µ se presentan varios casos límites
que veremos a continuación.
Reynolds pequeño Cuando el número de Reynolds es muy pequeño frente a la unidad (Re
1), los términos convectivos de la ecuación (5.6.23) de cantidad de movimiento son despreciables
frente a los viscosos, quedando
0 = −∇P + µ∆~v , (5.6.28)
que ha de resolverse junto con (5.6.22) y con las mismas condiciones de contorno dadas en
(5.6.24), (5.6.25) y (5.6.26).
La solución de (5.6.22) y (5.6.23) proporciona la velocidad ~v y la presión P en la región de
entrada cuando el número de Reynolds es pequeño. En particular se obtiene el valor de (P0 − Pe )
que es de la forma
µU0
P0 − Pe = β , (5.6.29)
a
donde β es un coeciente de orden unidad que depende sólo de la forma geométrica de la entrada
al tubo. Obsérvese que el problema (5.6.22) y (5.6.28) es lineal. Si se cambia ~v por −~v y (P − P0 )
por (P0 − P ) se obtiene la solución al problema de la salida del ujo del tubo hacia la zona de
donde entraba. Por ello, cuando el número de Reynolds es pequeño la estructura del ujo en la
región de salida, es del mismo tipo que en la región de entrada.
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 100
∆e P µU0 /a a
∼ 2
∼ 1. (5.6.30)
∆P P µU0 L/a L
Por lo tanto, cuando el número de Reynolds es pequeño, la caída de presión en la región de
entrada es despreciable frente a la que se obtendría a lo largo del conducto de longitud L con el
régimen de Poiseuille, por lo que se podría considerar el movimiento unidireccional en el tubo
desde la sección de entrada x = 0, tomando Pe = P0 directamente. Lo mismo ocurre con la caída
de presión en la descarga del tubo, que es del mismo orden que a la entrada, despreciable frente
a la de Poiseuille a lo largo de todo el tubo.
Como resultado se obtiene que la distribución de presiones es la dada en (5.6.26) con Pe = P0 ,
esto es
8µU0 x
P = P0 − , (5.6.31)
a2
y como en x=L es P = Ps , se tiene
(P0 − Ps ) a2
U0 = . (5.6.32)
8µL
Este resultado se puede mejorar en el caso en que a/L no sea muy pequeño, determinando el
valor de β de la solución del problema (5.6.22) y (5.6.28) con las condiciones de contorno (5.6.24),
(5.6.25) y (5.6.26).
Reynolds grande Cuando el número de Reynolds es grande, las ecuación (5.6.23) toma la
forma
ρ~v · ∇~v = −∇P. (5.6.33)
A las ecuaciones (5.6.22) y (5.6.33) no se le pueden imponer todas las condiciones de contorno
(5.6.24), (5.6.25) y (5.6.26) debido a que en (5.6.33) se han despreciado los términos viscosos, que
son aquellos que tienen las derivadas de mayor orden de la velocidad. Por lo tanto, las condiciones
de contorno que debemos imponer en este caso son: ~v = 0 y P = P0 en x → −∞ (5.6.24),
junto con
~v · ~n = 0 en r = aF (x/a) , (5.6.34)
~v = u (r)~i y P = PE en x → ∞. (5.6.35)
Es decir, no se puede imponer la condición de adherencia (5.6.25) por despreciar los términos
viscosos, pero si se impone la condición (5.6.34) de tangencia a la pared. Tampoco se puede
imponer la condición de que la solución tienda a la de Poiseuille, ya que ésta está dominada
por los efectos viscosos que hemos despreciado en (5.6.33). Al pedir que el movimiento en el
conducto de sección constante sea unidireccional para x/a 1, la velocidad no puede depender
de x, como se deduce de la ecuación de la continuidad, y la presión alcanzará un valor constante
PE , a determinar, junto con u (r). Para asegurar que la velocidad media es U0 (gasto volumétrico
Q) debe imponerse la condición
ˆ a
Q= u (r) 2πrdr = πa2 U0 . (5.6.36)
0
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 101
1
P + ρv 2 = P0 , (5.6.37)
2
donde se ha impuesto la condición de contorno (5.6.24). La condición (5.6.35) nos muestra que
P es uniforme aguas abajo (P = PE ) y, por lo tanto, de (5.6.37) se deduce que la velocidad u
también es uniforme de valor s
2 (P0 − PE )
u= , (5.6.38)
ρ
De la condición (5.6.36) se obtiene
1
u = U0 y PE = P0 − ρU02 . (5.6.39)
2
La solución no viscosa obtenida anteriormente no es uniformemente válida, ya que no pueden
imponerse todas las condiciones de contorno por haber despreciado los efectos viscosos. Los
efectos viscosos juegan un papel importante en una capa límite delgada adyacente a la supercie
sólida. A través de esta capa la velocidad cae desde el valor que da la solución no viscosa al valor
nulo en la pared. El orden de magnitud del espesor δ de la capa límite se obtiene al exigir que el
término viscoso tenga el mismo orden de magnitud que el convectivo, es decir
ρU0 δ 2
r
δ µ 1
∼ 1; ∼ ∼√ . (5.6.40)
µa a ρU0 a Re
El resultado (5.6.39) es así siempre que la toma esté redondeada para evitar el desprendi-
miento de la capa límite. Este desprendimiento es inevitable a la salida del tubo, donde el líquido
sale en forma de chorro con una presión igual a la exterior.
Figura 5.6.2: Esquema de la zona de adaptación de un perl uniforme a la entrada hasta el perl
parabólico de Poiseuille
cilíndricas
∂u 1 ∂ (rv)
+ = 0, (5.6.41)
∂x r ∂r
∼U0 /`a ∼vc /a
∂2u
∂u ∂u ∂P µ ∂ ∂u
ρu + ρv = − + r + µ 2 , (5.6.42)
∂x ∂r ∂x r ∂r ∂r ∂x
∼ρU02 /`a ∼(∆P ) ` /`a ∼µU0 /a2 ∼µU0 /`2a
∂2v
∂v ∂v ∂P µ ∂ ∂v
ρu + ρv = − + r + µ . (5.6.43)
∂x ∂r ∂r r ∂r ∂r ∂x2
∼ρvc2 /a ∼(∆P )t /a ∼µvc /a2 ∼µvc /`2a
ρU0 a2
`a ∼ ∼ aRe y ∆a P ∼ ρU02 , (5.6.44)
µ
lo que nos indica que la longitud de adaptación, `a , es del orden de aRe mucho mayor que a
y que la caída de presión (∆P ) ` en esta longitud es del orden de la presión dinámica ρU02 . De
(5.6.43) se obtiene
2 2
ρU02
vc a
(∆P )t ∼ ρvc2 ∼ ρU02 ∼ ρU02 ∼ . (5.6.45)
U0 `a Re2
Por lo tanto, los incrementos transversales de presión, (∆P )t , son despreciables frente a los
longitudinales, (∆P ) ` , en la región de adaptación.
Las ecuaciones para obtener la solución en esta zona son la de continuidad (5.6.41) junto con
las de cantidad de movimiento simplicadas de acuerdo con los órdenes de magnitud anteriores
∂u ∂u ∂P µ ∂ ∂u ∂P
ρu + ρv =− + r y = 0. (5.6.46)
∂x ∂r ∂x r ∂r ∂r ∂r
1
u = U0 y P = PE = P0 − ρU02 en x = 0, (5.6.47)
2
ya que en ésta escala (la de `a ), distancias del orden de a son despreciables frente a `a . El resto
de las condiciones de contorno son
∂u
v=0 y =0 en r = 0; u = v = 0 en r = a. (5.6.48)
∂r
Ya se disponía de soluciones aproximadas de las ecuaciones anteriores , pero con los modernos
4
5
ordenadores se ha facilitado el problema de obtener la solución .
4
Goldstein, Ed., Modern Developments in Fluid Mechanics, Vol. 1, pp. 299-308, Dover, 1965.
5
E. Pérez Cobo, Tesis Doctoral, E.T.S. de Ing. Aeronáuticos (UPM), Madrid, 1989.
CAPÍTULO 5. MOVIMIENTO UNIDIRECCIONAL. FLUIDOS INCOMPRESIBLES 103
1 8µU0 x √
P0 − P = K (x̃) ρU02 + con K (x̃) = 2,25 − 1,25e−5,5(x̃+ x̃)
. (5.6.49)
2 a2
Figura 5.6.4: Distribución de presiones a lo largo del conducto en la región de entrada. La línea
discontinua corresponde a la distribución lineal de Poiseuille.
p
Y
[Q] = [U1 ] a1 · · · [Up ] ap = [Uj ] aj , (6.1.1)
j=1
p
a
Y
0
Q =Q uj j . (6.1.3)
j=1
f (Q1 , · · ·, Qn ) = 0. (6.1.4)
105
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 106
!
Q0 Q0
f Qp 1 a1j , · · ·, Qp n anj =0 (6.2.1)
j=1 uj j=1 uj
Qp aij
cuando las unidades Uj se cambian a las Uj0 mediante (6.1.2), con [Qi ] = j=1 [Uj ] .
Se dice que la relación (6.1.4) es invariante si no cambia de forma al cambiar los tamaños de
las unidades fundamentales. Esto es, si al cambiar de Uj a Uj0 la relación (6.2.1) es equivalente a
f Q01 , · · ·, Q0n = 0.
(6.2.2)
Las leyes de la física no dependen de las unidades que se usen para medir las cantidades
que intervienen en ellas. Las ecuaciones que expresan estas leyes, y cualquier resultado obtenido
correctamente a partir de ellas, son invariantes frente a cambios de tamaño de las unidades
fundamentales. Desde un punto de vista matemático el requisito de invariancia es una condición
sobre la función f; esta función no puede ser cualquiera.
Examinemos ahora la dependencia de f en (6.2.1) de los factores u` . La relación (6.1.4) se
dice que es dimensionalmente homogénea cuando f en (6.2.1) es una función homogénea, de
grado λ` , de cada uno de los factores u` separadamente. Esto es
! !
Q0 Q0 Q0 Q0
f Qp 1 a1j , · · ·, Qp n anj =γ λ`
f Qp 1 a1j , · · ·, Qp n anj , (6.2.3)
γ a1` j=1 uj γ an` j=1 uj j=1 uj j=1 uj
p p
X ∂f X λ` du`
df = du` = f, (6.2.5)
∂u` u`
`=1 `=1
p p
!
X Q0 Q0 Y
d (ln f ) = d ln u`λ` ; o bien f Qp 1 a1j , · · ·, Qp n anj =C u`λ` , (6.2.6)
`=1 j=1 uj j=1 uj `=1
donde C es una constante de integración, igual al valor de f cuando todos los u` son la unidad;
es decir
C = f Q01 , · · ·, Q0n .
(6.2.7)
Así pues,
p
! !
Q0 Q0 Y
Qp 1 a1j , · · ·, Qp n anj uiλi f Q01 , · · ·, Q0n .
f = (6.2.8)
j=1 uj j=1 uj i=1
Qp λ`
Como `=1 u` 6= 0, la transformada de la relación f (Q1 , · · ·, Qn ) = 0, cuando las unidades
fundamentales Uj se cambian a Uj0 es f (Q01 , · · ·, Q0n ) = 0, de modo que la relación es invariante.
6.2.1. Ejemplo
Veamos ahora, sobre un ejemplo, qué implica la invariancia de la relación f (Q1 , · · ·, Qn ) = 0
ante cambios de los tamaños de las unidades fundamentales. Para ello tomemos la relación
anterior D = F (R, ρ, V, µ). Puesto que la unidad de longitud es arbitraria, la podemos reemplazar
utilizando la propia R como nueva unidad, mientras que las demás unidades fundamentales (masa
y tiempo) las dejamos inalteradas. La nuevas medidas de longitud habrá que multiplicarlas por
el factor uL = 1/R, mientras que uT = uM = 1. Teniendo en cuenta la ecuación de dimensiones
de cada una de las magnitudes que intervienen en este ejemplo, resulta: el radio R pasa a ser
R0 = 1; la densidad ρ pasa a ser ρ0 = ρR3 ; la velocidad V pasa a ser V 0 = V /R; la viscosidad
µ pasa a ser µ0 = µR; y, por último, la fuerza D pasa a ser D0 = D/R. Como la relación es
invariante, se tendrá
D V 3
=F 1, , ρR , µR , (6.2.9)
R R
después de este cambio de la unidad de longitud.
Si ahora cambiamos la unidad de masa dividiéndola por ρR3 , sin cambiar las otras unidades
ρR3 3 =
fundamentales,
V /R no
pasará a ser la unidad; cambiará; µR pasará a ser (µR) / ρR
µ/ρR2 ; D/R pasará a ser (D/R) / ρR3 = D/ρR4 . La relación queda
D V µ
= F 1, 1, , . (6.2.10)
ρR4 R ρR2
1
Este resultado se obtiene derivando (6.2.3) con respecto a γ y haciendo γ = 1.
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 108
V /R pase 2 pasa
Por último, cambiando la unidad de tiempo de modo que
a ser 2la unidad, µ/ρR
µ/ρR2 4 4 2 2
a ser / (V /R) = µ/ρV R y D/ρR pasa a ser D/ρR / (V /R) = D/ρV R . Por lo
tanto, la invariancia de la relación original implica que
D µ
=F 1, 1, 1, . (6.2.11)
ρV 2 R2 ρV R
Es decir, la fuerza sobre la esfera escalada con ρV 2 R2 depende sólo del número de Reynolds
ρV R/µ:
D ρV R
= F1 . (6.2.12)
ρV 2 R2 µ
D numéricamente o experimentalmente, sería suciente realizar los
Si hubiese que determinar
cálculos o los experimentos necesarios para tabular la función F1 de una única variable ρV R/µ,
en vez de la función F de cuatro variables: ρ, V , µ y R.
f (Q1 , · · ·, Qn ) = 0, (6.3.1)
con p unidades fundamentales y con m = rango(aij ) ≤ min(n, p), es equivalente a otra relación
entre n−m parámetros adimensionales que son combinaciones monomias de las n medidas
originales.
En el ejemplo anterior n = 5, p = 3 y m = 3.
Para demostrar el teorema supondremos que el menor construido con m las primeras las y
las m primeras columnas de aij es no nulo: |aij | =
6 0. Esta condición se impone por conveniencia;
siempre se puede satisfacer cambiando apropiadamente el orden de las las y columnas de la
matriz . La demostración tiene dos pasos.
1.- Veamos en primer lugar que si escribimos
m
Y
Qm+k = πk Qxi ki , (6.3.3)
i=1
para k = 1, · · ·, n − m, los factores πk pueden hacerse adimensionales con una elección apropiada
de los exponentes xki . Las ecuación de dimensiones de Qm+k es
p
Y
[Qm+k ] = [Uj ] am+k,j , (6.3.4)
j=1
mientras que la ecuación de dimensiones del producto que aparece en el segundo miembro de
(6.3.3) es
xki
m
Y p
Y m
Y p
Y p
Y Pm
[Uj ]aij = [Uj ]aij xki = [Uj ] i=1 aij xki
, (6.3.5)
i=1 j=1 i=1 j=1 j=1
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 109
de modo que las ecuaciones de dimensiones (6.3.4) y (6.3.5) coincidirán, y πk será adimensional,
si los m exponentes xki satisfacen
m
X
aij xki = am+k,j , j = 1, · · ·, p, (6.3.6)
i=1
m
X
aij (ln uj ) + ln Qi = ln Q0i = 0 para i = 1, · · ·, m, (6.3.10)
j=1
que es equivalente a
f2 (π1 , · · ·, πn−m ) = 0. (6.3.12)
Ésta es una relación entre n−m parámetros adimensionales, como queríamos demostrar.
En resumen, la relación invariante original (6.1.4), f (Q1 , · · ·, Qn ) = 0, entre las medidas
de n cantidades se reduce a una relación equivalente (30), f2 (π1 , · · ·, πn−m ) = 0, entre n − m
parámetros adimensionales πk , cada uno de los cuales es una combinación de la forma:
m
Y
πk = Qm+k / Qxi ki . (6.3.13)
i=1
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 110
La matriz aij es
0 1 0
0 1 −1
aij =
1 −3 0 ,
(6.3.15)
1 −1 1
1 1 −2
y el determinante formado por las tres primeras las y las tres columnas es distinto de cero
2
0 1 0
0 1 −1 = −1, (6.3.16)
1 −3 0
y de (6.3.14) y (6.3.17),
a1ρ a1V
[µ] = M L−1 T −1 = [Ra1R ρa1ρ V a1V ] = La1R M L−3 LT −1 = M a1ρ L−3a1ρ +a1V +a1R T −a1V .
(6.3.18)
Tomando logaritmos, o bien identicando los exponentes de M, L y T, se llega al sistema de
ecuaciones
a1ρ = 1 ; −3a1ρ + a1V + a1R = −1 ; −a1V = −1, (6.3.19)
cuya solución proporciona a1ρ = 1, a1V = 1 y a1R = 1, lo que signica que el parámetro
adimensional π1 es
µ µ
π1 = = . (6.3.20)
ρa1ρ V a1V Ra1R ρV R
Análogamente, para la fuerza sobre la esfera tendremos
a2ρ a2V
[D] = M LT −2 = [Ra2R ρa2ρ V a2V ] = La2R M L−3 LT −1 = M a2ρ L−3a2ρ +a2V +a1R T −a2V ,
(6.3.21)
que proporciona el sistema
D D
π2 = = . (6.3.23)
ρa2ρ V a2V Ra2R ρV 2 R2
2
Hay otros determinantes de 3×3 que son distintos de cero. Elegir uno u otro no cambia el número de
parámetros adimensionales, pero si sus expresiones. Compruebe el lector que los parámetros adimensionales que
se obtienen con dos elecciones distintas son combinaciones monomias unos de otros.
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 111
µ D
f2 , = 0. (6.3.24)
ρV R ρV 2 R2
Para la obtención de este resultado se han seguido los pasos de la demostración del teorema
π, construyendo la matriz aij y resolviendo los sistemas de ecuaciones (6.3.6) y (6.3.10). En la
práctica no se hace de este modo. El número de magnitudes dimensionalmente independientes, y
cuáles se utilizarán, para adimensionalizar a las demás, se determina inspeccionando las magni-
tudes que intervienen. Así, en nuestro ejemplo, hay tres dimensiones: longitud, masa y tiempo,
y podemos elegir como magnitudes dimensionalmente independientes el radio de la esfera R, la
densidad ρ, la velocidad V. Estas tres magnitudes son dimensionalmente independientes porque
sólo V contiene el tiempo en su ecuación de dimensiones y sólo ρ contiene la masa, por lo que
no hay ninguna combinación posible de R, ρ y V que sea adimensional. Elegidas las tres magni-
tudes dimensionalmente independientes, hay que obtener un número adimensional por cada una
de las magnitudes restantes µ y D. Estos números adimensionales se pueden construir fácilmente
teniendo en cuenta que todos los términos de una misma ecuación tienen las mismas dimensio-
nes. Así, por ejemplo, la viscosidad aparece en el término viscoso de la ecuación de cantidad de
µV /R2 ,
movimiento y las dimensiones de este término, han de coincidir con, por ejemplo, las
2
µV /R2 / ρV 2 /R = µ/ρV R
del término convectivo, ρV /R . Por lo tanto el cociente es un
número adimensional, lo que nos proporcionaría π1 .
Del mismo modo, el número adimensional para la fuerza
2 D se puede obtener de la ecuación
que la determina: [D] = pR , donde las dimensiones de la presión se obtienen de la condición
[p/R] = ρV 2 /R , que resulta observando que el término convectivo y el de fuerzas de presión
D D
CD = 1 2 2
= 1 2 π 2
, (6.3.25)
2 ρV (πR ) 2 ρV 4d
y de contorno
Cs (ϕi , fj , ~x, t) = 0; s = 1, · · ·, k, (6.4.3)
~x = `0 ~x0 ; t = t0 t0 , (6.4.4)
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 113
siendo `0 y t0 una longitud y un tiempo característico del fenómeno, y reramos cada una de las
magnitudes ϕi y fj a los valores ϕi0 y fj0 no nulos, característicos del fenómeno:
Las magnitudes ~x0 , t0 , ϕ0i y fj0 son adimensionales y, por lo tanto, independientes del sistema de
unidades de medida empleado.
Puesto que en el sistema anterior las ecuaciones son dimensionalmente homogéneas, cada una
de ellas puede hacerse adimensional multiplicándola por un factor Hp de la forma
en donde los parámetros `0 , t0 , ϕi0 y fj0 , aparecerán agrupados en forma de coecientes adimen-
sionales
Ap (`0 , t0 , ϕi0 , fj0 ) . (6.4.10)
y puesto que
ϕ0iB ~x0B , t0B = ϕ0iA ~x0A , t0A = ϕ0i ~x0 , t0 ,
(6.4.16)
y
0
~x0B , t0B = fjA
0
~x0A , t0A = fj0 ~x0 , t0 ,
fjB (6.4.17)
siendo ~x0A = ~x0B = ~x0 y t0A = t0B = t0 , resulta el sistema de ecuaciones y condiciones iniciales y de
contorno siguientes:
L0i ϕ0i , fj0 , ~x0 , t0 , ApA = 0,
(6.4.18)
en el caso A, y otros análogos en el caso B sin más que cambiar ApA por ApB y, en conclusión,
debe ser
ApA = ApB , p = 1, · · ·, q. (6.4.21)
Por lo tanto: la condición necesaria y suciente para la semejanza física de dos fenómenos es la
igualdad de los parámetros característicos Ap en ambos.
∂ρ
+ ∇ · (ρ~v ) = 0, (6.5.1)
∂t
∂~v
ρ + ρ~v · ∇~v = −∇p + ∇ · τ 0 + ρf~m , (6.5.2)
∂t
∂e
ρ + ρ~v · ∇e = −p∇ · ~v + ∇ · (k∇T ) + φv , (6.5.3)
∂t
a las que hay que añadir las ecuaciones de estado F1 (ρ, p, T ) = 0 y F2 (ρ, p, e) = 0 u otras
equivalentes, así como condiciones iniciales y condiciones de contorno.
De acuerdo con lo dicho en el apartado anterior, hagamos el siguiente cambio de variables
~x = `0 ~x0 , t = t0 t0 , ρ = ρ0 ρ0 , ~v = v0~v 0 , p = p0 p0 , µ = µ0 µ0 , e = e0 e0 , T = T0 T 0 , k = k0 k 0 ,
f~m = fm0 f~m 0 , y ∇ (◦) = ∇0 (◦) /` . El sistema de ecuaciones (6.5.1) a (6.5.3) tomará la forma
0
adimensional 0
`0 ∂ρ
+ ∇0 · ρ0~v 0 = 0,
(6.5.4)
v0 t0 ∂t 0
v0
`0 0 ∂~ 0 0 0 0 p0 0 0 µ0 0 0 0 `0 fm0
ρf~m , (6.5.5)
ρ 0 + ρ ~v · ∇ ~v = − ∇p + ∇ · τ +
v0 t0 ∂t ρ0 v02 ρ0 v0 `0 v02
0
`0 0 ∂e 0 0 0 0 p0 0 0 0 k0 T0 0 0 0 0
µ 0 v0
ρ 0 +ρ ~v ·∇ e = − p ∇ ·~v + ∇· k∇T + φv , (6.5.6)
v0 t0 ∂t ρ0 e0 ρ0 e0 v0 `0 ρ0 e0 `0
Por lo tanto, las condiciones necesarias y sucientes para la existencia de semejanza física son:
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 115
a) Semejanza geométrica.
b) Igualdad de los siguientes coecientes numéricos:
`0 µ0 `0 fm0 p0 p0 k0 T0 µ 0 v0
; ; 2 ; 2 ; ; y .
v0 t0 ρ0 v0 `0 v0 ρ0 v0 ρ0 e0 ρ0 e0 v0 `0 ρ0 e0 `0
p0 p0 a20
= , (6.6.6)
ρ0 v02 ρ0 a20 v02
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 116
donde a0 es la velocidad del sonido. El número adimensional p0 /ρ0 a20 depende de la naturaleza
2
del uido, en gases perfectos y calorícamente perfectos a0 = γp0 /ρ0 , de modo que
p0 1
2 = , (6.6.7)
ρ0 a0 γ
y por lo tanto se precisa la igualdad de la relación de calores especícos en ambos uidos. Aparece,
por tanto, un nuevo número adimensional, la relación de calores especícos
cp
γ= . (6.6.8)
cv
El otro número adimensional que aparece, al descomponer el número de Euler, es el número de
Mach
v0
M= . (6.6.9)
a0
Un movimiento se dice que es subsónico cuando el número de Mach es menor que la unidad y
supersónico cuando es superior a la unidad.
Obsérvese que en la ecuación de cantidad de movimiento el orden de magnitud del gradiente
de presiones relativo al término convectivo no es p0 /ρ0 v02 , sino (∆p)0 /ρ0 v02 . Este término es, en la
ecuación de cantidad de movimiento, tan importante como el que más (salvo casos muy triviales)
y esta condición determina el orden de magnitud de los incrementos de presión. Si el término más
importante fuese el convectivo (lo que ocurre en particular en un movimiento a altos números de
Reynolds) se tendría: (∆p)0 ∼ ρ0 v02 , y si fuese (∆p)0 /p0 1, resultaría un movimiento a bajos
números de Mach.
El siguiente número adimensional del apartado b) es
p0
, (6.6.10)
ρ0 e0
que depende también de la naturaleza del uido. En gases perfectos y calorícamente perfectos
p0 = ρ0 Rg T0 y e0 = cv T0 , de modo que
p0 Rg cp − cv
= = = γ − 1. (6.6.11)
ρ0 e0 cv cv
k0 T0
, (6.6.12)
ρ0 e0 v0 `0
puede escribirse en la forma
k0 T0 µ0 k0 T0 1 k0 cp T0
= = , (6.6.13)
ρ0 e0 v0 `0 ρ0 v0 `0 µ0 e0 Re µ0 cp e0
donde de nuevo aparece el número de Reynolds, pero también aparece un número adimensional
nuevo denominado número de Prandtl
µ0 cp
Pr = , (6.6.14)
k0
y la combinación adimensional cp T0 /e0 , que, para el caso de un gas perfecto y calorícamente
perfecto, es la relación de calores especícos: cp T0 /e0 = γ .
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DIMENSIONAL Y SEMEJANZA FÍSICA. 117
ˆ
Fi
CF i = = − p0 ni dσ 0 , (6.7.2)
p0 `20 Σ0
del que se deduce la fuerza en cada caso particular sin más que multiplicar su valor por el
valor de p0 `20 correspondiente a ese caso. A menudo se sustituye el coeciente anterior por otro
referido a una supercie característica, por ejemplo la supercie mojada, o su proyección sobre
1 2
el plano normal a ni , y la presión por la presión dinámica
2 ρ0 v0 , pero el principio es el mismo.
Análogamente pueden denirse coecientes de otras muchas magnitudes uidas.
Página en blanco
Capítulo 7
Lubricación uidodinámica.
7.1. Introducción
Se conoce desde muy antiguo que la presencia de una película de lubricante entre dos super-
cies que se mueven una respecto a la otra reduce apreciablemente la fricción entre ambas.
A primera vista se podría pensar que el problema principal de la teoría de la lubricación
consiste en predecir la fricción resultante para una conguración dada. Sin embargo, el problema
real es muy diferente. Las películas de lubricante se encuentran, normalmente, entre dos super-
cies sólidas sometidas a fuerzas que tienden a juntarlas. Para soportar esta fuerza, sin que exista
contacto entre ambas supercies, la película de lubricante debe desarrollar un esfuerzo normal
que, salvo casos triviales, es la parte más signicativa del tensor de esfuerzos. Esta capacidad de
soportar esfuerzos normales está generada por la propia viscosidad del uido.
Hay muchos tipos de cojinetes lubricados con uidos, pero básicamente se dividen en dos: los
cojinetes de empuje, también llamados hidrostáticos, y los cojinetes hidrodinámicos.
Los cojinetes de empuje son, en principio,
los más simples. La capacidad de carga de la
película de uido se crea y se mantiene por
medios externos. La supercie que soporta la
carga está otando respecto al resto del siste-
ma y, normalmente, no hay movimiento relati-
vo entre las supercies, aunque puede haberlo.
La gura 7.1.1 representa un esquema de este
tipo de cojinetes.
Los cojinetes de empuje con lubricante lí-
quido se utilizan para soportar sistemas muy
pesados como es el telescopio de Monte Palo-
mar con 500 toneladas de peso. Los gases se
usan como lubricantes en sistemas poco pesa-
dos como puede ser un giróscopo.
Los cojinetes hidrodinámicos obtienen su
Figura 7.1.1: Cojinete hidrostático
capacidad de carga por el movimiento relativo
de sus supercies. Los tipos básicos de estos
cojinetes son los deslizantes (o patines) en los que el movimiento relativo consiste en el despla-
zamiento de una supercie sobre otra; otras veces el movimiento relativo es un desplazamiento
normal de ambas supercies (a veces pulsante); y en general es un movimiento transversal y
longitudinal de una supercie relativa a otra, como es el caso de cojinetes formados por un eje
119
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 120
de la película líquida. La ecuación de continuidad nos dice que el gasto volumétrico a través de
cualquier sección transversal a la película líquida debe ser constante en este caso y, por lo tanto,
el ujo de Couette debe ser compensado por uno de Poiseuille, ∂p/∂x 6= 0, en cada sección. Este
gradiente de presiones que aparece por el denominado efecto cuña (variación de h con x) es
el que proporciona las sobrepresiones necesarias para mantener las supercies separadas (si h
decrece en la dirección del movimiento).
El orden de magnitud de las variaciones de velocidad u a lo largo del eje x
son del mismo orden que la propia velocidad Uc , ya que del principio de conservación de la masa
se tiene
u (0, y, t) h (0, t) ∼ u (L, y, t) h (L, t) ,
por lo que
u (L, y, t) − u (0, y, t) ∆x u h (0, t) − h (L, t)
∼ ∼ ∼ 1.
u (0, y, t) Uc hc
Del mismo modo, el orden de magnitud de las variaciones de velocidad u a lo largo del eje y
es también del orden de Uc , ya que u (x, 0, t) = U0 y u (x, h, t) = 0. Si U0 fuese nula (no hay
arrastre de la placa) u sería nula en y = 0 e y = h y, Uc es debida a la
en este caso, la velocidad
variación de h con t, pe − ps .
o a la diferencia de presiones impuesta
Análogamente, las variaciones de velocidad v a lo largo del eje y son del orden de la propia
velocidad transversal, que denominaremos vc , ya que se anula en y = 0 y vale ∂h/∂t en y = h.
Conocidos estos órdenes de magnitud, la ecuación de la continuidad nos proporciona
∂u ∂v
∇ · ~v ≡ + = 0,
∂x ∂y
lo que nos indica que
Uc vc hc
∼ ⇒ v c ∼ Uc Uc .
L hc L
Si ahora escribimos las ecuaciones de la cantidad de movimiento según los dos ejes, con
P = p + ρU la presión motriz (con lo que admitimos que las fuerzas másicas derivan del potencial
U ) y con µ constante por considerar la temperatura constante, tenemos:
∂2u ∂2u
∂u ∂u ∂u 1 ∂P
+u +v =− +ν + 2 ,
∂t ∂x ∂y ρ ∂x ∂x2 ∂y
∂2v ∂2v
∂v ∂v ∂v 1 ∂P
+u +v =− +ν + ;
∂t ∂x ∂y ρ ∂y ∂x2 ∂y 2
donde los órdenes de magnitud de cada uno de los términos de la ecuación de cantidad de
movimiento según el eje x son los siguientes:
∂2u ∂2u
∂u ∂u ∂u 1 ∂P
+ u +v = − + ν 2 + ν 2 ,
∂t ∂x ∂y ρ ∂x ∂x ∂y
∼Uc /tc ∼Uc2 /L ∼∆L P/ρL ∼νUc /L2 ∼νUc /h2c
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 122
donde puede observarse que el término viscoso más importante es ∂ 2 u/∂y 2 . Reriendo todos los
términos al más importante de los viscosos se tiene
∂2u ∂2u
∂u ∂u ∂u 1 ∂P
+ u +v = − + ν + ν .
∂t ∂x ∂y ρ ∂x ∂x2 ∂y 2
∼h2c /νtc ∼ρUc h2c /µL ∼(∆L P )h2c /µUc L ∼(hc /L)2 O(1)
∂P ∂2u
0=− +µ 2,
∂x ∂y
donde el gradiente de presiones según el eje x, tan importante como el que más, es del orden
µUc L
∆L P ∼ .
h2c
Procediendo de forma análoga con la ecuación de cantidad de movimiento según el eje y, se
tiene también
∂2v ∂2v
∂v ∂v ∂v 1 ∂P
+ u +v = − + ν + ν ,
∂t ∂x ∂y ρ ∂y ∂x2 ∂y 2
∼h2c /νtc ∼ρUc h2c /µL ∼(∆T P )L/µUc ∼(hc /L)2 O(1)
y donde se ha hecho uso de la condición vc ∼ Uc (hc /L) . Las variaciones transversales de presión
∆T P son del orden
µUc
∆T P ∼ ,
L
que comparadas con las variaciones longitudinales nos proporciona
2
∆T P µUc /L hc
∼ ∼ 1.
∆L P µUc L/h2c L
Resulta entonces que las variaciones espaciales de presión motriz en el sentido transversal
son despreciables frente a las que vamos a encontrar a lo largo de la capa, por lo que en primera
aproximación la presión motriz no varía transversalmente, de modo que diremos que P = P (x, t)
y las ecuaciones quedan reducidas a
∂u ∂v ∂P ∂2u ∂P
+ = 0, − + µ 2 = 0, = 0. (7.2.1)
∂x ∂y ∂x ∂y ∂y
Dado que P no depende y en primera aproximación, la ecuación de cantidad de movimiento
en la dirección de x puede integrarse con respecto a y, obteniéndose
1 ∂P y
u (x, y, t) = y (y − h) + U0 1 − , (7.2.2)
2µ ∂x h
ecuación a la que se le han impuesto las condiciones de contorno
∂h
dx + q (x + dx, t) − q (x, t) = 0,
∂t
de modo que
∂h ∂q
+ = 0, (7.2.3)
∂t ∂x
siendo ˆ h
h3 ∂P U0 h
q= u (x, y, t) dy = − + , (7.2.4)
0 12µ ∂x 2
resultando
h3 ∂P
∂h ∂ U0 h
+ − + = 0, (7.2.5)
∂t ∂x 12µ ∂x 2
que es una ecuación en derivadas parciales de segundo orden para determinar P (x, t), que se
1
denomina ecuación de Reynolds de la lubricación . La ecuación (7.2.5) debe integrarse con las
condiciones de contorno
P (0, t) = Pe y P (L, t) = Ps . (7.2.6)
Las condiciones de contorno (7.2.6) se justican mediante el análisis de las regiones de entrada
y salida de la capa líquida. El análisis de estas regiones, en cuanto a los órdenes de magnitud,
es análogo al efectuado en el apartado 5.6.2 para la región de entrada en conductos. De los
resultados de esta sección se tienen dos casos bien diferenciados. Cuando el número de Reynolds
Re = Uc hc /ν es pequeño, la caída de presión en la región de entrada es del orden
µUc
∆E P ∼ ,
hc
en una zona de longitud característica del mismo orden que el espesor hc . Esta caída de presión
es muy pequeña comparada con la caída de presión a lo largo de la película líquida, que es del
orden
µUc L
∆L P ∼ .
h2c
La relación entre ambos incrementos de presión es
∆E P hc
∼ 1,
∆L P L
y, por lo tanto, la caída de presión en la región de entrada (y también a la salida), es muy pequeña
frente a la caída de presión a lo largo de la película líquida.
Cuando el número de ReynoldsRe = Uc hc /ν es grande frente a la unidad (pero Uc h2c /νL
1), hay una longitud de adaptación LE del orden de hc Re que es grande frente a hc , pero pequeña
frente a L, ya que
LE hc Uc h2c
∼ Re ∼ 1.
L L νL
1
Esta ecuación se podría obtener también de la ecuación de la continuidad en forma diferencial ∂u/∂x+∂v/∂y =
´y ´h
0, que proporciona v = − 0
(∂u/∂x) dy , y de la condición v = ∂h/∂t en y = h se obtiene ∂h/∂t = − 0 (∂u/∂x) dy ,
que es idéntica a (7.2.5) si se sustituye el valor de u (x, y, t) dado en (7.2.2).
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 124
La caída de presión en esta región es del orden de ρUc2 , que también es pequeña comparada con
la caída de presión a lo largo de la película líquida
∆E P ρUc2 Uc h2c
∼ ∼ 1.
∆L P µUc L/h2c νL
Cuando el número de Reynolds es alto, el líquido se descarga en forma de chorro y allí la presión
es igual a la exterior, Ps en este caso.
En conclusión, tanto si el número de Reynolds Re = Uc hc /ν del movimiento es bajo como
2
si es alto (pero Uc hc /νL 1), las caídas de presión en las regiones de entrada y salida de la
película son despreciables frente a la caída en toda ella. Por lo tanto se tiene: P (0, t) = Pe y
P (L, t) = Ps , como se indicó en (7.2.6).
Obsérvese que la ecuación (7.2.5) es lineal en P y que no se necesitan condiciones iniciales
puesto que no aparece ∂P/∂t en la ecuación y h (x, t) es conocida.
La solución de la ecuación (7.2.5) con las condiciones de contorno (7.2.6) proporciona la dis-
tribución de presiones en la capa de lubricante y, por lo tanto, la de velocidades u (x, y, t) dada
en (7.2.2). Conocidos estos valores se pueden determinar las fuerzas ejercidas por el lubricante
sobre las supercies sólidas. La componente de la velocidad transversal v (x, y, t) se puede deter-
2
minar de la ecuación de la continuidad , pero no es necesario calcularla porque no interviene en
la determinación de las fuerzas.
donde se ha supuesto que actúa una presión pa sobre el resto de la supercie del patín, fuera de
la capa. La normal ~n está dada por
(∂h/∂x)~i − ~j ∂h~ ~
~n = q ≈ i − j,
2 ∂x
1 + (∂h/∂x)
donde ~
iy ~j son los vectores unitarios en las direcciones de los ejes x e y respectivamente. A su
vez
0
∂u ∂h ∂u ∂v ~i + µ ∂u ∂v ∂h ∂v ~j,
~n · τ y=h
=µ 2 − + + −2
∂x ∂x ∂y ∂x y=h ∂y ∂x ∂x ∂y y=h
pero, de acuerdo con el orden de magnitud de cada término, la relación anterior puede simpli-
carse, quedando
0
∂u ~i + µ ∂u ∂h − 2 ∂v ~j.
~n · τ y=h
= −µ (7.3.2)
∂y y=h ∂y ∂x ∂y y=h
ˆ L
∂h h ∂P µU0
Fx (t) = − (p − pa ) + − dx, (7.3.3)
0 ∂x 2 ∂x h
ˆ L" # ˆ L
∂u ∂h ∂v
Fy (t) = (p − pa ) + µ −2 dx ≈ (p − pa ) dx. (7.3.4)
0 ∂y ∂x ∂y y=h 0
En la ecuación (7.3.4) el término proporcional a µ del integrando es mucho menor que las dife-
rencias de presión, y por lo tanto, la fuerza normal a la capa, Fy (t), es debida a las presiones
exclusivamente, aunque la supercie no sea plana ni esté orientada en la dirección ~j . Obsérvese
que la fuerza en la dirección del movimiento, debida a la presión y a la viscosidad, es mucho
menor que la componente normal Fy (t). En efecto
7.4. Ejemplos
7.4.1. Caso en que h = h (x), sin diferencia de presiones.
Supongamos el caso en que el espesor de la película líquida sólo varía con x, que la variación
del potencial de las fuerzas másicas a lo largo de la película es nulo, y que las presiones a la
entrada y salida son iguales Pe = Ps = pa . En éste caso el movimiento del líquido está generado
por el arrastre de la placa móvil de velocidad U0 .
El criterio para que los efectos viscosos sean dominantes es, en este caso,
U0 h2c
1,
νL
y la sobrepresión generada en la capa líquida, de la ecuación de cantidad de movimiento, es
µU0 L
∆L p ∼ .
h2c
h3 ∂ (p − pa ) U0 h
∂
− + = 0,
∂x 12µ ∂x 2
que hay que integrar con las condiciones de contorno: p − pa = 0 en x=0 y x = L.
Una primera integral de la ecuación anterior es
h3 ∂ (p − pa ) U0 h
− + = q,
12µ ∂x 2
donde q es el gasto volumétrico (desconocido) a través de la capa, que consta de dos sumandos.
El primero, proporcional al gradiente de presiones, es el ujo de Poiseuille, y el segundo el de
Couette.
Integrando la última ecuación se obtiene
ˆ x ˆ x
dx dx
p − pa = 6µU0 − 12µq , (7.4.1)
0 h2 0 h3
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 126
x x
(p − pa ) h20 1−
1−β L L
= 2 .
6µU0 L 1+β 1 − (1 − β) Lx
Con el resultado anterior se puede determinar la fuerza sobre la supercie situada en y = h (x)
utilizando las expresiones (7.3.3) y (7.3.4). Se obtiene
Fy h20
−1 1−β
= ln (β) + 2 ,
6µU0 L2 (1 − β)2 1+β
Fx h20
h0 1 1−β
= 9 + 5ln (β) .
6µU0 L2 L 1−β 1+β
Figura 7.4.1: Fuerza que soporta el patín en el caso de una variación lineal de h con x. Velocidad
de deslizamiento U0 . La diferencia de presión impuesta es nula.
∆L p pe − pa Uc (pe − pa ) h2c
∼ ∼µ 2 ⇒ Uc ∼ ,
L L hc µL
h3 ∂ (p − pa )
∂
− = 0,
∂x 12µ ∂x
y el gasto volumétrico es
pe − pa
q= ´L . (7.4.4)
12µ 0 h−3 dx
(pe − pa ) h0 h21 (1 − β)
q= ,
24µL [1 − β 2 ]
( 2 )
1 − 1 − (1 − β) Lx
p − pa
= 1 − β2 2
pe − pa 1 − (1 − β) Lx (1 − β 2 )
Las componentes de la fuerza, en el supuesto de que la presión pa actúe por la parte exterior
del patín, son
Fx h0 1 Fy 1
= y = ,
(pe − pa ) L L 1+β (pe − pa ) L 1+β
donde β = h1 /h0 . La componente Fy de la fuerza sobre el patín se representa en la gura 7.4.2.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 128
Figura 7.4.2: Fuerza que soporta el patín en el caso de una variación lineal de h con x. Velocidad
de deslizamiento nula. La diferencia de presión impuesta es pe − pa .
7.4.3. Caso en que h = h (x, t), sin arrastre de la placa ni diferencia de presio-
nes.
Cuando h depende de x y t, pero no hay movimiento de la supercie plana (U0 = 0) ni
diferencia de presiones impuesta (Pe = Ps = pa ), el movimiento se debe a la variación de h con
t, que genera un gradiente de presiones a causa del aplastamiento de la película líquida.
La velocidad característica Uc en la dirección del eje x se obtiene de la ecuación de la conti-
nuidad
L
Uc ∼ h0c ,
hc
donde h0c es el valor característico ∂h/∂t y hc el de h. El tiempo característico es, en este caso,
tc ∼ hc /h0c . Los criterios para que los efectos viscosos sean dominantes, son
y q (t) se obtiene de
´L
0 I (x, t) h−3 (x, t) dx
q (t) = − ´L . (7.4.6)
−3 (x, t) dx
0 h
ˆ x
∂h dh0
I (x, t) = − dx = −x ,
0 ∂t dt
L dh0
q (t) = ,
2 dt
y de (7.4.5) se tiene la distribución de presión
(p − pa ) h30 (t) x x
= − 1 − .
6µL2 (dh0 /dt) L L
3
L dh0
Fx = 0 y Fy (t) = −µ .
h0 (t) dt
ρc Uc h2c h2c hc
<< 1; << 1; << 1,
µL νtc L
siendo L la longitud característica de la película y ρc el valor característico de la densidad del
uido. En estas condiciones puede demostrarse que las ecuaciones de cantidad de movimiento
toman la forma
1 ∂P ∂2u α
− +µ = 0, (7.5.1)
g α ∂α ∂y 2
1 ∂P ∂2u β
− +µ = 0, (7.5.2)
g β ∂β ∂y 2
que expresan el equilibrio entre las fuerzas de presión y de viscosidad por unidad de volumen. En
estas ecuaciones P es la presión motriz (P = p + ρU ) en el caso de líquidos y la presión estática
(P = p) en el caso de gases. Además g α dα y g β dβ son los elementos diferenciales de longitud
en las direcciones α y β (véase gura 7.5.2). Los parámetros métricos gα y gβ son funciones
conocidas de α, β y el tiempo t.
uα = uβ = 0 en y = 0; u α = U α y uβ = Uβ en y = h,
proporcionan
1 ∂P y
uα = y (y − h) + U α , (7.5.3)
2µg α ∂α h
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 131
1 ∂P y
uβ = y (y − h) + U β . (7.5.4)
2µg β ∂β h
Los ujos volumétricos qα y qβ a través de secciones transversales a la película en las direc-
ciones α y β, por unidad de longitud en las direcciones β y α, respectivamente, son
ˆ h
h3 ∂P U αh
qα = u α dy = − + , (7.5.5)
0 12µg α ∂α 2
ˆ h
h3 ∂P U βh
qβ = u β dy = − + . (7.5.6)
0 12µg β ∂β 2
mientras que usando las deniciones anteriores de qα y q β, las integrales extendidas a las super-
cies toman la forma
ˆ ˆ ˆ
ρu α g β dβdy = g β dβ ρu α dy = g β ρdβ u α dy = ρq α g β dβ,
A(α) A(α) A(α)
ˆ ˆ ˆ
ρu β g α dαdy = g α dα ρu β dy = g α ρdα u β dy = ρq β g α dα,
A(β) A(β) A(β)
∂ (g α g β ρh) h i h i
dαdβ + dβ (ρq α g β )α+dα − (ρq α g β ) α + dα (ρq β g α )β+dβ − (ρq β g α ) β = 0,
∂t
es decir
∂ (g α g β ρh) ∂ (ρq α g β ) ∂ (ρq β g α )
+ + = 0. (7.5.7)
∂t ∂α ∂β
Para un uido incompresible se reduce a
∂ (g α g β h) ∂ (q α g β ) ∂ (q β g α )
+ + = 0. (7.5.8)
∂t ∂α ∂β
Los gastos volumétricos por unidad de longitud qα y qβ están dadas en las ecuaciones (7.5.5) y
(7.5.6), respectivamente.
Sustituyendo los valores de qα y qβ en la ecuación (7.5.8) se tiene
g β h3 ∂P g α h3 ∂P
∂ (g α g β h) ∂ g β U αh ∂ g αU αh
+ − + + − + =0 (7.5.9)
∂t ∂α 12µg α ∂α 2 ∂β 12µg β ∂β 2
que es la ecuación de Reynolds de la lubricación para uidos incompresibles. Esta ecuación
es lineal en derivadas parciales con variables independientes α y β y variable dependiente P.
El tiempo t juega el papel de un parámetro y no son necesarias condiciones iniciales. Como
condiciones de contorno se puede dar, por ejemplo, el valor de la presión a lo largo del contorno
de la película
P = Pc (α, β) en C (α, β) = 0,
donde C (α, β) = 0 es la ecuación del contorno de la película. En parte del contorno puede,
alternativamente, especicarse el valor del ujo volumétrico qn , por unidad de longitud de la
película, en la dirección ~n tangente a la película y normal al contorno. Las componentes de ~n en
las direcciones de α y β son, respectivamente,
1 ∂C 1 ∂C
g α ∂α g β ∂β
n α = r 2 2 y n β = r 2 2 .
1 ∂C 1 ∂C 1 ∂C 1 ∂C
g α ∂α + g β ∂β g α ∂α + g β ∂β
El ujo qn es
qn = q α n α + q β n β ,
donde q α y q β están dados en las ecuaciones (7.5.5) y (7.5.6), respectivamente. El gasto volumé-
trico, qn , será nulo si el contorno C (α, β) = 0 está tapado, por lo tanto
∂C ∂C
gβ qα + gα q β = 0.
∂α ∂β
3
En el caso de líquidos la densidad es constante, pero en el caso de gases es necesario que la temperatura
no varíe transversalmente a la capa para que la densidad se mantenga constante, también transversalmente a la
placa.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 133
∂T
ρcv + ρcv ~v· ∇T = −p∇ · ~v + ∇ · (k∇T ) + φv .
∂t
Pr
ρ c U c h2
γ−1 Tc ρ c U c h2
O(1) Tc Uc2
c
( ∆T ) µL c ∼P r( ∆T ) c T
Pr h2
c ∼ γ µL
∼P r γ
∼ γ νtc
p c
−p∇ · ~v + ∇ · (k∇T ) + φv = 0.
∆T ρc Uc h2c
∼ 1,
Tc µL
lo que implica incrementos de temperatura pequeños frente a la propia temperatura. Análo-
gamente le ocurre al término de disipación viscosa, ya que su contribución al incremento de
temperatura es
∆T U2
∼ c ∼ Mc2 1,
Tc cp Tc
por ser el número de Mach, Mc , pequeño frente a la unidad en este tipo de movimientos.
Dado que los incrementos de temperatura no van a ser, en general, pequeños frente a la
propia temperatura (y si lo son, la temperatura apenas varía), la ecuación de la energía se reduce
a la conducción de calor, que a su vez puede simplicarse porque los gradientes longitudinales
de temperatura son despreciables frente a los transversales. Por lo tanto se tiene
∂ ∂T
k = 0,
∂y ∂y
4
Si, por ejemplo, los incrementos de temperatura transversales a la capa (∆T )T fuesen muy pequeños frente a
los longitudinales, (∆T )L , la temperatura apenas variaría con y, de modo que T sería constante con y en primera
aproximación y, entonces, la densidad también sería constante con y, ya que la presión lo es.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 134
y si k es constante, se obtiene
y
T = T0 + (T1 − T0 ) ,
h
siendo T0 la temperatura de la supercie en y = 0 y T1 la temperatura en y = h.
Como la presión no varía con y , la variación de la densidad con la coordenada transversal a
la capa está dada por
p 1
ρ= ,
Rg T0 1 + 1 −T0 y
T
T0 h
ˆ h ˆ h
ρdy y ρudy,
0 0
líquidas delgadas con supercie libre bajo la acción de las fuerzas másicas conservativas, en el
supuesto de que los efectos viscosos sean dominantes. La ecuación que determina la evolución
del espesor de la capa líquida es similar a la de Reynolds de la lubricación uidodinámica. Las
diferencias aparecen en las condiciones de contorno que hay que imponer al campo de velocidades
y se traducen en que la incógnita no es el campo de presiones, sino la distribución de espesores
de la capa.
ˆ h ˆ h
p dy
ρdy = ,
0 Rg T0 0 1+ T1 −T0 y
T0 h
ˆ h ˆ h
p udy
ρudy = .
0 Rg T0 0 1+ T1 −T0 y
T0 h
ˆ h ˆ h
ρdy = ρh y ρudy = ρq , con ρ = P/Rg T0 ,
0 0
por lo que la ecuación (7.5.7) para los gases toma la forma se estudia el movimiento de capas
líquidas delgadas con supercie libre bajo la acción de las fuerzas másicas conservativas, en el
supuesto de que los efectos viscosos sean dominantes. La ecuación que determina la evolución
del espesor de la capa líquida es similar a la de Reynolds de la lubricación uidodinámica. Las
diferencias aparecen en las condiciones de contorno que hay que imponer al campo de velocidades
5 ´h ´h
Llamando a = (T1 − T0 ) /T0 y ξ = y/h, las integrales que aparecen en las expresiones de 0 ρdy y de
0
ρudy
son ˆ 1 ˆ 1
dξ 1 dξ
= ln (1 + a) ; Lim = 1,
0 1 + aξ a a→0 0 1 + aξ
ˆ 1 2 " ˆ 1 2 #
ξ − ξ dξ ξ − ξ dξ
1 1 1 1 1 1
=− + + 2 1+ ln (1 + a) ; Lim =− ,
0 1 + aξ a 2 a a a a→0 0 1 + aξ 6
ˆ 1 ˆ 1
ξdξ 1 1 ξdξ 1
= 1 − ln (1 + a) ; Lim =
0 1 + aξ a a a→0 0 1 + aξ 2
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 135
g β h3 ∂p g α h3 ∂p g α U β h
∂ (g α g β ph) ∂ g β U αh ∂
+ − p + p + − p + p = 0. (7.6.1)
∂t ∂α 12µg α ∂α 2 ∂β 12µg β ∂β 2
h (θ) = (R − R1 ) (1 + εcosθ) ,
donde ε = e/ (R − R1 ) es la excentricidad relativa. Obsérvese que la línea θ=0 une los centros
de eje y carcasa.
En esta sección vamos a describir las soluciones correspondientes a cojinetes cilíndricos abier-
tos por los extremos donde la presión es la ambiente. Veremos en primer lugar cuál es la forma
de la solución y la dirección de la resultante de presiones. A continuación veremos las solucio-
nes correspondientes a diferentes límites asintóticos correspondientes a cojinetes poco cargados,
cojinetes largos, cojinetes cortos y cojinetes muy cargados.
2
∂2p 6µΩR2
∂ 3 ∂p D
(1 + εcosθ) + (1 + εcosθ)3 = − εsenθ,
∂θ ∂θ L ∂ (2x/L)2 (R − R1 )2
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 136
donde D = 2R es el diámetro del cojinete. Esta ecuación se obtiene a partir de la forma general
de la ecuación de Reynolds deducida en la sección 7.5 anterior, usando θ y x como coordenadas
sobre la supercie interna de la carcasa, de modo que gθ ≈ R y gx = 1, y con
h3 ∂p ΩRh h3 ∂p
qθ = − + y qx = − ,
12µR ∂θ 2 12µ ∂x
ya que U θ ≈ ΩR y Ux = 0.
Las condiciones de contorno para un cojinete abierto por los extremos son
(p − pa ) (R − R1 )2
ϕ= ,
6µΩR2 ε
en lugar de la presión y η = 2x/L como coordenada longitudinal adimensional. Obsérvese que
las variaciones de presión generadas en la capa líquida son del orden de µΩR2 / (R − R1 )2 .
La ecuación de Reynolds escrita en estas variables adimensionales es
(1 + εcosθ)3 ∂ 2 ϕ
∂ 3 ∂ϕ
(1 + εcosθ) + = −senθ,
∂θ ∂θ Λ2 ∂η 2
donde Λ = L/2R = L/D es el alargamiento del cojinete. Las condiciones de contorno en las
variables adimensionales son
ϕ = ϕ (θ, η, ε, Λ) ,
ˆ L/2 ˆ π ˆ 1 ˆ π
3µΩR3 Lε
F~ = − (p − pa ) ~nRdθdx = − ϕ~ndθdη.
−L/2 −π (R − R1 )2 −1 −π
f~ = F~ (R − R1 )2 / 3µΩR3 L .
En lo que sigue se utilizará la fuerza adimensional
Sean Y y Z dos ejes ortogonales en un plano perpendicular al eje del cojinete, con el eje Y
orientado en la dirección θ=0 y el eje Z perpendicular a la misma. El vector unitario normal a
la carcasa, y orientada hacia el líquido, tiene las componentes nY = −cosθ y nZ = −senθ, y las
componentes de la fuerza adimensional sobre la carcasa son
ˆ 1 ˆ π ˆ 1 ˆ π
fY = εϕcosθdθdη y fZ = εϕsenθdθdη.
−1 −π −1 −π
Al ser ϕcosθ una función impar de θ la componente Y de la fuerza es nula. Por lo tanto la fuerza
sobre el cojinete es perpendicular a línea que une los centros de eje y carcasa, y es de la forma:
fZ = f (ε, Λ).
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 137
Figura 7.7.2: Cargas sobre un cojinete sin cavitación. Las curvas corresponden a Λ1 la de
valores más altos, Λ = 0,5 la intermedia y Λ1 la de valores más bajos.
∂2ϕ 1 ∂2ϕ
+ = −senθ,
∂θ2 Λ2 ∂η 2
con las condiciones de contorno: ϕ (θ, 1) = ϕ (θ, −1) = 0 y ϕ (θ, η) = ϕ (θ + 2π, η).
La solución de la ecuación anterior es de la forma, ϕ = V (η) senθ, quedando para V la
ecuación
1 d2 V
− V = −1,
Λ2 dη 2
con las condiciones de contorno: V (1) = V (−1) = 0.
La solución de la ecuación anterior con sus condiciones de contorno es
ˆ 1 ˆ π ˆ 1 ˆ π
1 2
f= εϕsenθdθdη = ε V dη sen θdθ = 2πε 1 − tanh (Λ) .
−1 −π −1 −π Λ
Dentro del límite asintótico ε1 se pueden considerar los casos Λ1 y Λ 1. En el primer
caso (Λ 1) se tiene, desarrollando en serie las funciones hiperbólicas,
1 2
ϕ → Λ2 1 − η 2 senθ; f → πεΛ2 .
y (7.7.1)
2 3
En el caso Λ1 se tiene:
h i
Cuando Λ (1 − η) ∼ 1; ϕ → 1 − e−Λ(1−η) senθ,
h i
Cuando Λ (1 + η) ∼ 1; ϕ → 1 − e−Λ(1+η) senθ,
f → 2πε. (7.7.3)
Las soluciones anteriores describen la distribución de presiones cerca de los bordes, donde ϕ debe
caer a cero, y en la parte central del cojinete, donde no hay efectos de los bordes y ϕ → senθ.
ˆ θ
C + cosχ
ϕ (θ) = dχ,
−π (1 + εcosχ)3
donde la constante C, que es proporcional al gasto que uye en la película, se determina con de
la condición de periodicidad
ˆ π
C + cosχ 3ε
dχ = 0, lo que proporciona C=
−π (1 + εcosχ)3 2 + ε2
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 139
(2 + εcosθ) senθ
ϕ= (7.7.4)
(2 + ε2 ) (1 + εcosθ)2
que se representa grácamente en la gura 7.7.3. En esta gura puede observarse que hay
sobrepresión en θ >0 y depresión en θ < 0, como cabría esperar a priori para que el ujo de
Poiseuille compense a las variaciones del ujo de Couette.
La carga es
4πε
f= √ . (7.7.5)
(2 + ε2 ) 1 − ε2
Obsérvese que cuando ε→0 y Λ 1, las expresiones anteriores proporcionan ϕ → senθ y
f → 2πε, que coinciden con los resultados dados en (7.7.2) y (7.7.3).
" #
2 2 ϕ/Λ2
2 ∂ 3 ∂ ϕ/Λ 3 ∂
Λ (1 + εcosθ) + (1 + εcosθ) = −senθ,
∂θ ∂θ ∂η 2
donde se ha utilizado como variable la magnitud ϕ/Λ2 en este límite, en lugar de ϕ. Cuando
Λ1 el primer término de la ecuación anterior es despreciable, de modo que la ecuación y sus
6
Para la obtención de C se ha hecho uso de las integrales I2 (ε) e I3 (ε) dadas por
π 2 + ε2
2π 2π
I1 (ε) = ; I2 (ε) = ; I3 (ε) = ,
(1 − ε2 )1/2 (1 − ε2 )3/2 (1 − ε2 )5/2
donde ˆ π
dχ ε d [In (ε)]
In (ε) = , con In+1 (ε) = In (ε) + .
−π (1 + εcosχ)n n dε
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 140
∂ 2 ϕ/Λ2
senθ ϕ
=− con =0 en η = ±1,
∂η 2
(1 + εcosθ)3 Λ2
donde no se imponen condiciones de contorno según θ porque se han despreciado sus derivadas
en la ecuación diferencial. La solución nos proporciona la distribución de presiones
Λ2 senθ 1 − η 2
ϕ= , (7.7.6)
2 (1 + εcosθ)3
y la carga
2πεΛ2
f= 3 . (7.7.7)
3 (1 − ε2 ) 2
ϕ → 12 Λ2 senθ 1 − η 2 f → 23 πεΛ2 ,
Obsérvese que en el límite ε→0 y Λ1 se tiene y que son
los mismos valores obtenidos en (7.7.1).
3 3
( )
2 (1 − ε) 1 + ξ 2 ∂ 2 ϕ
(1 − ε) 2 ∂ 2 3
∂ϕ
√ 1+ξ + = ξ, (7.7.8)
2 2 ∂ξ ∂ξ Λ2 ∂η 2
p
ya que senθ = sen (π + α) = −senα ≈ −α = −ξ 2 (1 − ε).
De los dos sumandos del primer miembro de la ecuación (7.7.8) de Reynolds, el segundo es
despreciable frente al primero (del orden de (1 − ε) 1) si Λ es de orden unidad o grande frente
a la unidad. Si llamamos √
(1 − ε) 1 − ε
ψ= √ ϕ, (7.7.9)
2 2
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 141
ξ
ψ=− , (7.7.10)
6 (1 + ξ 2 )2
√ ˆ +∞ √
4 2 ξ 2 dξ 2 2π
f= √ = √ . (7.7.11)
3 1 − ε −∞ (1 + ξ 2 )2 3 1−ε
Obsérvese que el valor anterior de la fuerza coincide con el dado en (7.7.5) paraΛ 1, cuando
en (7.7.5) se hace ε → 1. Sin embargo no coincide con el valor dado en (7.7.7) para Λ 1 y con
ε → 1. Esto es debido a que las soluciones (7.7.10) y (7.7.11) se han obtenido para Λ grande o
de orden unidad.
√ p
Cuando Λ∼ 1 − ε 1, si elegimos Λ=λ 2 (1 − ε) con λ ∼ 1, la ecuación (7.7.8), con ψ
denido en (7.7.9), queda
2 3 2
∂ 3 ∂ψ 1 + ξ ∂ ψ
1 + ξ2
+ 2
= ξ,
∂ξ ∂ξ λ ∂η 2
que sería la ecuación a resolver con las condiciones de contorno: ψ→0 en ξ → ±∞; y ψ=0 en
η = ±1. Si dentro de este límite hacemos λ 1, la solución es
λ2 ξ 1 − η 2
ψ=− ,
2 (1 + ξ 2 )3
y la carga sería
√
π 2λ2
f= √ ,
3 1−ε
p
que coincide con la expresión dada en (7.7.7) si se sustituye Λ=λ 2 (1 − ε) y se hace ε → 1.
7
La solución se escribe en la forma
ˆ
A + χ2 /2 dχ
ξ
ψ= ,
−∞ (1 + χ2 )3
y la constante A se obtiene de
ˆ
A + χ2 /2 dχ
+∞
1
0= ; A=− ,
−∞ (1 + χ2 )3 6
para lo que se ha hecho uso de las integrales
ˆ +∞ ˆ +∞
dχ π dχ 3π
= y = .
−∞ (1 + χ2 )2 2 −∞ (1 + χ2 )3 8
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 142
7.7.3. Cavitación
Un problema que se presenta con frecuencia en la lubricación es la cavitación o vaporización
del líquido lubricante en ciertas regiones de la película. Esto es debido a que en estos ujos
se alcanzan presiones muy bajas, que podrían llegar a ser incluso negativas, si el líquido no se
vaporizase antes.
En el caso de un cojinete innitamente largo, la distribución de presiones está dada por la
ecuación (7.7.4), que se representa grácamente en la gura 7.7.3 para ε = 0,5. El mínimo de
esta función se da en
3ε
δ = −π + arcos ,
2 + ε2
y vale
32
4 − ε2
1
ϕmin =− .
4 (2 + ε2 ) 1 − ε2
La presión alcanza el valor de la presión de vapor (p = pv ) cuando
(pv − pa ) (R − R1 )2
ϕ = ϕv = ,
6µΩR2 ε
que con frecuencia suele ser un número mucho menor que la unidad en valor absoluto, en cuyo caso
casi medio cojinete, −π < θ < 0, estaría a presión negativa en la solución obtenida suponiendo
una capa líquida continua, por lo que el líquido se vaporizaría en, prácticamente, la mitad de la
circunferencia del cojinete.
Una aproximación muy frecuente es suponer que la distribución de presiones es la calculada
suponiendo que no hay cavitación mientras p > pv , y que p = pv en el resto de la película. Dado
que con frecuencia ϕv 1 , en la mayor parte de los casos prácticos suele tomarse ϕ=0 entre
θ = −π y θ = 0, e igual a la solución (7.7.4) en el resto de la película. Estas son las llamadas
condiciones Medio-Sommerfeld, o de Gümbel (véase gura 7.7.4).
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 143
p
εΛ2 π 2 + (16 − π 2 ) ε2
f= ,
3 (1 − ε2 )2
en la dirección √ !
π 1 − ε2
φ = tan−1 .
4ε
Las condiciones Medio-Sommerfeld, aunque dan buenos resultados prácticos en cuanto al
cálculo de las cargas, no cumplen las ecuaciones del movimiento ya que se trunca la solución
correspondiente al caso en que no hay cavitación.
Para obviar este inconveniente, habría que resolver la ecuación de Reynolds imponiendo
las denominadas condiciones de Reynolds (véase, por ejemplo, referencia
8 [1]). Para el caso de
alargamiento grande, estas condiciones son: ϕ = ϕv y ∂ϕ/∂θ = 0 donde se inicia la burbuja de
cavitación, θ = θ1 a determinar; y ϕ = ϕv donde acaba la burbuja, θ = θ2 también a determinar.
El valor de ϕ se mantiene igual a ϕv en el interior de la burbuja (θ1 ≤ θ ≤ θ2 ), y en θ = θ2 el
gradiente de presiones no es nulo para que exista continuidad del gasto. El gasto volumétrico
adimensional que entra en la burbuja es el de Couette, de valor −cosθ1 , que debe ser igual al
que sale en θ = θ2
3 ∂ϕ
−cosθ1 = −cosθ2 + (1 + εcosθ2 ) ,
∂θ θ2
8
[1] D. Dowson and C. M. Taylor, Cavitation in Bearings, Ann. Rev. Fluid Mech., 1979, Vol. 11, pp. 35-66.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 144
cuando la carga del cojinete es alta o moderadamente alta (sobrepresiones del orden de 4 a 5 bar
o superiores). Para cojinetes menos cargados son más apropiadas otras condiciones de contorno
que tienen en cuenta ujo inverso en la región de formación de la burbuja y efectos de tensión
supercial (véase referencia [1])
h3 ∂p U hp
∂
− p + = 0, (7.8.1)
∂x 12µ ∂x 2
h3 ∂p U hp
− p + = G, (7.8.2)
12µ ∂x 2
donde G, el gasto másico por unidad de longitud que pasa por la película, multiplicado por Rg Tp ,
es una constante a determinar como parte de la solución.
Si en la ecuación (7.8.1) introducimos las variables adimensionales
x p h
ξ= ; ϕ = ; H (ξ) = , (7.8.3)
L pa h (0)
ésta toma la forma
∂ 3 ∂ϕ
−λH ϕ + ϕH = 0, (7.8.4)
∂ξ ∂ξ
y (7.8.2) queda
∂ϕ
−λH 3 ϕ + ϕH = g, (7.8.5)
∂ξ
donde
pa h2 (0) 2G
λ= y g= . (7.8.6)
6µU L pa U h (0)
Las condiciones de contorno son ahora: ϕ=1 en ξ=0 y ξ = 1.
ˆ Λ
ZdZ
lnH = (aλ) , (7.8.8)
1 (aλ) Z 2 + Z − g
mientras que la constante g se determina de la condición
ˆ H(1)
ZdZ
lnH (1) = (aλ) . (7.8.9)
1 (aλ) Z 2 + Z − g
9
Las integrales que aparecen en las ecuaciones (7.8.8) y (7.8.9) son:
ˆ ˆ
ZdZ ln (aλ) Z 2 + Z − g 1 dZ
= −
(aλ) Z 2 + Z − g 2 (aλ) 2 (aλ) (aλ) Z 2 + Z − g
ˆ
dZ 1 −1 2aλZ + 1
= √ tan √
(aλ) Z 2 + Z − g −4aλg − 1 −4aλg − 1
si −4aλg − 1 > 0, y
ˆ √
dZ 1 2aλZ + 1 − 4aλg + 1
= √ ln √
(aλ) Z 2 + Z − g 4aλg + 1 2aλZ + 1 + 4aλg + 1
si 4aλg + 1 > 0.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 146
∂ 3 ∂ϕ
−H ϕ = 0, (7.8.10)
∂ξ ∂ξ
cuya solución
10 es ϕ = 1. Es evidente que la presión varía poco con respecto a pa , pero esta
variación no es nula, de modo que escribiremos
ϕ = 1 + σ (λ) ψ, (7.8.11)
dψ
−λσ (λ) H 3 + H = g, (7.8.12)
dξ
dψ
−H 3 + H = g, (7.8.13)
dξ
que debe integrarse con las condiciones: ψ=0 en ξ =0 y ξ = 1. Obsérvese que (7.8.13) es la
ecuación de Reynolds correspondiente al caso incompresible. La solución de (7.8.13) es
ˆ ξ
g − H (ξ)
ψ= dξ, (7.8.14)
0 H 3 (ξ)
y el valor de g se obtiene de
´1
dξ/H 2 (ξ)
g = ´01 . (7.8.15)
0 dξ/H 3 (ξ)
∂ (ϕH)
= 0, (7.8.16)
∂ξ
lo que signica que el ujo de Poiseuille es despreciable frente al de Couette. A diferencia del caso
de los líquidos, la conservación de la masa está asegurada con un ujo de Poisseuille despreciable,
debido a que la densidad no es constante a lo largo de la película y las variaciones de densidad
(que al ser isotermo el movimiento, se traducen en variaciones de presión a lo largo de la película)
compensan las variaciones de espesor de la capa de lubricante. En efecto, la solución de (7.8.4)
es
ϕH = g, (7.8.17)
10 2
´ξ
Integrando una vez, con la condición ϕ = 1 en ξ = 0 se obtiene: ϕ = 1−2g dξ/H 3 . Al imponer la condición
´1 3
0
ϕ = 1 en ξ = 1 se obtiene: 0 = 2g 0 dξ/H lo que proporciona g = 0.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 147
pa h (0)
ρh = g = constante.
Rg Tp
1
ϕ= , (7.8.18)
H (ξ)
ξ−1
ς= ∼1 con δ 1,
δ
y δ se determina haciendo que todos los términos en la ecuación (7.8.5) sean del mismo orden,
lo que proporciona: δ = λ 1. Además, el valor de H es constante en esta zona donde ς ∼ 1 ya
que: H (ξ) = H (1 + λς) ≈ H (1). Por lo tanto, la ecuación (7.8.5) queda para esta zona
∂ϕ
−H 3 (1) ϕ + ϕH (1) = 1, (7.8.19)
∂ς
que debe integrarse con las condiciones de contorno: ϕ = 1 en ς = 0 y ϕ → 1/H (1) cuando
ς → −∞, ya que la solución ϕ = 1/H (ξ) dada en (7.8.18) tiende a la constante 1/H (1) cuando
nos acercamos al borde de salida del patín.
La solución de (7.8.19) con la condición de contorno ϕ=1 en ς=0 es
2
1 − ϕH (1)
(ϕ − 1) H (1) + H (1) ln
= ς. (7.8.20)
1 − H (1)
Esta solución cumple ya la otra condición de contorno porque cuando ϕ → 1/H (1) se obtiene
ς → −∞. Esto es debido a que hemos tomado g = 1, admitiendo que la capa límite está en ξ = 1.
3
Obsérvese que para ϕ = 1 es ∂ϕ/∂ς = [H (1) − 1] /H (1) < 0, como muestra la ecuación (7.8.19)
(y la gura 7.8.2a). Sin embargo, si se hubiese supuesto la capa en ξ = 0, se elegiría ς = ξ/λ y la
solución exterior sería ϕ = H (1) /H (ξ) con g = H (1). En ξ = 0 se requiere ∂ϕ/∂ς < 0, según se
muestra en la gura 7.8.2b, pero la ecuación equivalente a (7.8.19) sería: ϕ (∂ϕ/∂ς) = ϕ − H (1),
que proporciona ∂ϕ/∂ς = 1 − H (1) > 0 para ϕ = 1, de modo que la solución de la gura 7.8.2b
no es posible.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 148
Obsérvese que para que la teoría de la lubricación sea aplicable en esta capa de longitud
característica λL, es necesario que h (0) /λL << 1.
La fuerza sobre el patín está dada por
ˆ L ˆ L
F~ = − ~n · τ 0
(p − pa ) ~ndx + y=h
dx,
0 0
y dado que ~n ≈ ~i ∂h ~ ~ ~
∂x − j , con i y j los vectores unitarios en las direcciones x e y , respectivamente,
11
se tiene ˆ L
∂h 0
Fx = − (p − pa ) − τxy y=h dx,
0 ∂x
ˆ L
Fy = (p − pa ) dx,
0
donde el término viscoso es despreciable en el caso de los líquidos. Cuando λ 1, los dos términos
de la integral anterior son comparables si λ ∼ (h0 /L)2 . Con este valor de λ la velocidad U debe
2 2
ser del orden de pa L/µ, de modo que el criterio U h0 /νL se hace del orden de (ah0 /ν) 1, siendo
a la velocidad del sonido. Por lo tanto no se cumple que los efectos viscosos sean dominantes y
no sería aplicable la teoría de la lubricación para valores tan pequeños de λ.
El orden de magnitud relativo de los dos términos del integrando de la primera integral es
(p − pa ) (∂h/∂x) pa h2 (0)
0
∼ ∼ λ << 1,
τxy y=h
µU L
por lo tanto la fuerza en la dirección del eje x es sólo debida a los esfuerzos viscosos
ˆ L
0
Fx = − τxy y=h
dx,
0
mientras que en el caso de los gases con λ∼1 y en el caso de los líquidos, la contribución a Fx
de la presión y los esfuerzos viscosos es del mismo orden.
´L
11
∂u ∂h ∂v
Según se vio en una sección anterior, la fuerza Fx = 0
(p − pa ) + µ ∂y ∂x
− 2 ∂y dx, donde el término
y=h
viscoso es despreciable en el caso de los líquidos. Cuando λ 1, los dos términos de la integral anterior son
2
comparables si λ ∼ (h0 /L) . Con este valor de λ la velocidad U debe ser del orden de pa L/µ, de modo que el
2 2
criterio U h0 /νL se hace del orden de (ah0 /ν) 1, siendo a la velocidad del sonido. Por lo tanto no se cumple
que los efectos viscosos sean dominantes y no sería aplicable la teoría de la lubricación para valores tan pequeños
de λ.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 149
h3 p ∂p U hp h3 p ∂p
∂ ∂
− + + − = 0, (7.8.21)
∂x 12µ ∂x 2 ∂z 12µ ∂z
que debe integrarse con las condiciones de contorno
x z p h (x)
ξ= ; η = ; ϕ = ; H (ξ) = , (7.8.23)
a b pa h0
la ecuación (7.8.21) toma la forma
2 ∂ ∂ϕ
∂ 3 ∂ϕ ∂ (ϕH) 3 a
−λ H ϕ + − λH ϕ = 0, (7.8.24)
∂ξ ∂ξ ∂ξ b ∂η ∂η
siendo
pa h2 (0)
λ= .
6µU a
La ecuación (7.8.24) debe integrarse con las condiciones de contorno
que integrada una vez y con g = 1, coincide con (7.8.19). Su solución es la dada en (7.8.20).
En cualquier caso, las soluciones (7.8.18) y (7.8.20) no cumplen las condiciones de contorno
en η=0 y η=1 ya que se ha despreciado el término en las derivadas con respecto deη . Por lo
tanto hay una capa límite en los entornos de η = 0 y η = 1 de espesor δ (λ) 1 a determinar.
Si utilizamos la variable χ = (η − η0 ) /δ (λ) ∼ 1, con η0 = 0 ó η0 = 1 según que estemos situados
en una u otra capa, la ecuación (7.8.24) toma la forma
∂ 3 ∂ϕ ∂ (ϕH) λ a 2 ∂ ∂ϕ
−λ H ϕ + − 2 H3 ϕ = 0,
∂ξ ∂ξ ∂ξ δ b ∂χ ∂χ
y para que el término en derivadas con respecto a
√ χ sea tan importante como el que más es
necesario que δ= λ y por lo tanto la ecuación, despreciando términos de orden λ, se reduce a
∂ (ϕH) 2 ∂ ∂ϕ
3 a
−H ϕ = 0, (7.8.28)
∂ξ b ∂χ ∂χ
√
donde χ = (η − η0 ) / λ.
La ecuación (7.8.28) debe integrarse con las condiciones de contorno se estudia el movimiento
de capas líquidas delgadas con supercie libre bajo la acción de las fuerzas másicas conservativas,
en el supuesto de que los efectos viscosos sean dominantes. La ecuación que determina la evolución
del espesor de la capa líquida es similar a la de Reynolds de la lubricación uidodinámica. Las
diferencias aparecen en las condiciones de contorno que hay que imponer al campo de velocidades
y se traducen en que la incógnita no es el campo de presiones, sino la distribución de espesores
de la capa.
1
ϕ=1 en ξ=0 y en χ = 0 (0 ≤ ξ ≤ 1) y ϕ→ en χ → ±∞, (7.8.29)
H (ξ)
donde se debe tomar χ → ∞ cuando se está en el entorno de η = η0 = 0 y χ → −∞ cuando se
está en el entorno de η = η0 = 1.
Obsérvese estudia el movimiento de capas
líquidas delgadas con supercie libre bajo la
acción de las fuerzas másicas conservativas, en
el supuesto de que los efectos viscosos sean do-
minantes. La ecuación que determina la evolu-
ción del espesor de la capa líquida es similar a
la de Reynolds de la lubricación uidodinámi-
ca. Las diferencias aparecen en las condiciones
de contorno que hay que imponer al campo de
velocidades y se traducen en que la incógnita
no es el campo de presiones, sino la distribu-
ción de espesores de la capa.e que el espesor de
ˆ b ˆ a
Fy = dz (p − pa ) dx, (7.8.30)
0 0
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 151
con ϕ = 1/H (ξ), ésta sería del orden de pa ab. Dado que en las zonas de las capas límites laterales
ϕ 1/H (ξ), pero se√mantiene de orden unidad, el error que se comete en el cálculo de la
ya no es
fuerza es del orden de pa ab λ.
∂ (p + ρU )
= 0, (7.9.1)
∂y
donde U (x, y, t) es el potencial de las fuerzas másicas. Integrando esta ecuación obtenemos
p + ρU = pa + ρUh ,
∂u
u=0 en y=0 y =0 en y = h. (7.9.4)
∂y
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 152
gy (y − 2h) ∂h
u=− senα − cosα . (7.9.5)
2ν ∂x
ˆ h
gh3
∂h
q= udy = senα − cosα . (7.9.6)
0 3ν ∂x
∂h ∂q
+ = 0,
∂t ∂x
y sustituyendo el valor de q dado en la ecuación (7.9.6) se llega a
∂ gh3
∂h ∂h
+ senα − cosα = 0. (7.9.7)
∂t ∂x 3ν ∂x
h
α∼ 1,
L
los dos términos dentro del paréntesis de la ecuación (7.9.7) son del mismo orden, ya que
∂h ∂h h
senα ≈ α ∼ cosα ≈ ∼ 1.
∂x ∂x L
En ese caso la ecuación (7.9.7) es parabólica y necesita dos condiciones de contorno, además de
la distribución inicial de h. Por ejemplo puede imponerse el valor de h o el gasto de la película
en cada uno de los extremos.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 153
Por el contrario, si la supercie sobre la que discurre la capa diere apreciablemente de una
supercie equipotencial, α h/L, (∂h/∂x) cosα senα,
el término y la ecuación (7.9.7) se
reduce a
∂ gh3
∂h
+ senα = 0. (7.9.8)
∂t ∂x 3ν
Esta ecuación es hiperbólica y su solución sólo puede satisfacer la condición inicial y una condición
de contorno.
La ecuación (7.9.8) puede escribirse en la forma
∂h gh2 senα ∂h
+ = 0,
∂t ν ∂x
que expresa que la derivada direccional de h en la dirección del plano (x, t) denida por el vector
~τ = gh2 senα/ν, 1
~τ · (∂h/∂x, ∂h/∂t) = 0. Si bien esta dirección no es conocida
es nula; es decir:
de antemano en un punto (x, t) genérico, pues la incógnita h aparece en la expresión de ~ τ , el
hecho de que h no varíe en la dirección que marca ~ τ , llamada dirección característica, implica
que ~
τ tampoco varía en esta dirección, y las líneas del plano (x, t) donde h es constante son, por
tanto, rectas de ecuación ~
τ constante, llamadas características. El valor de h en cada recta de
esta familia se obtiene a partir de las condiciones iniciales y de contorno. Así, en el caso de una
película ilimitada con h (x, 0) = h0 (x), −∞ < x < ∞, se obtiene
gh2 senα
h = h0 x − t , (7.9.9)
ν
como se puede ver prolongando las rectas anteriores hasta cortar al eje x.
Si h0 es constante inicialmente seguirá siendo siempre constante igual a h0 . Cuando h0 (x) es
una función creciente, las líneas características que arrancan del eje
x se van separando, ya que su
pendiente es más grande cuanto mayor sea ξ = x − gh2 senα/ν t. Este es el caso esquematizado
√
en la gura 7.9.2. Si, por ejemplo, h0 = A x, de (7.9.9) se tiene
1
gh2 senα 2
h=A x− t ,
ν
lo que proporciona
!1
2
x
h=A gA2 senα
.
1+ ν t
12
Esto es análogo a lo que ocurre en los gases con la formación de ondas de choque, como veremos en capítulos
posteriores.
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 154
7.9.2. Ejemplos
7.9.2.1. Ejemplo primero
Como primer ejemplo, supongamos, con α h/L, una distribución inicial de espesores tal
que h = h1 para x<0 y h = h0 > h1 para x > 0. Para instantes posteriores al inicial, la altura
h se mantendrá constante igual a h1 sobre las líneas características
gh21 senα
x− t ≤ 0,
ν
y constante igual h0 sobre las líneas características
gh20 senα
x− t ≥ 0.
ν
Dado que h0 > h1 , las dos características que limitan sendas regiones, que arrancan de x = 0 en
t = 0, se van separando, tal como se muestra en la gura 7.9.3. En un instante dado, t > 0, la
altura de la capa líquida toma un valor intermedio entre h1 y h0 en la cuña de la gura 3 donde
y dado que
gh3
q= senα,
3ν
con valores distintos de h a cada lado de la discontinuidad, se tiene
h31 − h30
gsenα gsenα 2
h1 + h1 h0 + h20 .
U= =
3ν h1 − h0 3ν
hc ρuc h2c h2
Figura 7.9.4: Volumen de control que se mueve 1; 1; c 1,
con la velocidad U de la discontinuidad.
L µL νtc
las ecuaciones de cantidad de movimiento to-
man la forma
1 ∂ (p + ρU ) ∂2u α
− +µ = 0, (7.9.10)
gα ∂α ∂y 2
1 ∂ (p + ρU ) ∂2u β
− +µ = 0, (7.9.11)
gβ ∂β ∂y 2
mientras que la ecuación de cantidad de movimiento transversal a la capa se reduce a
∂ (p + ρU )
= 0, (7.9.12)
∂y
tal como se vio en la sección 7.5.
La ecuación (7.9.12) puede integrarse para darnos
p + ρU = pa + ρUh , (7.9.13)
1 ∂ (p + ρU ) ρ ∂Uh 1 ∂ (p + ρU ) ρ ∂Uh
= ; = , (7.9.14)
gα ∂α g α ∂α gβ ∂β g β ∂β
y por lo tanto las ecuaciones (7.9.10) toman la forma
1 ∂Uh 1 ∂Uh
uα = − y (2h − y) ; u β = − y (2h − y) . (7.9.16)
2νg α ∂α 2νg β ∂β
CAPÍTULO 7. LUBRICACIÓN FLUIDODINÁMICA. 156
ˆ h ˆ h
h3 ∂Uh h3 ∂Uh
qα = u α dy = − ; qβ = u β dy = − . (7.9.17)
0 3νg α ∂α 0 3νg β ∂β
h3 g β ∂Uh
3
∂ (g α g β h) ∂ ∂ h g α ∂Uh
+ − + − = 0. (7.9.19)
∂t ∂α 3νg α ∂α ∂β 3νg β ∂β
Al igual que ocurría con la ecuación (7.9.7) del caso bidimensional, la ecuación (7.9.19) es
parabólica, pero puede simplicarse si la supercie sobre la que discurre la película no es próxima
a una equipotencial. Así,
3 3
∂ (g α g β h) ∂ h gβ ∂ h gα
+ − f α (α, β, 0) + − f β (α, β, 0) = 0. (7.9.21)
∂t ∂α 3ν ∂β 3ν
13
Véase ecuación (7.5.8).
Capítulo 8
8.1. Introducción
Los medios porosos que consideraremos son medios formados por partículas sólidas, o por
una matriz sólida, que deja huecos o poros interconectados a través de los cuales pueden moverse
líquidos o gases.
Supondremos que el tamaño o longitud característica de los poros es a mucho menor que la
longitud característica `, en la cual el medio poroso aparece como un medio continuo a través del
cual uye el uido sujeto a unas leyes de conservación y a unas leyes constitutivas características
del medio. Estas leyes constitutivas tienen una base experimental y una justicación parcial
procedente de un análisis microscópico, analizando el movimiento a través del medio con la
longitud característica microscópica a.
Nos limitaremos en este análisis a considerar movimientos en los que sólo existe un uido
en cada región macroscópica del medio poroso y este uido llena totalmente los poros. Cuando
existen dos uidos en el medio poroso admitiremos que existe una supercie de separación de
ambos, sin analizar las situaciones en que, por inestabilidad de esta supercie, coexistan en los
poros dos o más fases uidas. Tampoco retendremos en este análisis los efectos de la tensión
supercial, por suponer que las diferencias de presión, del orden de σ/a, son pequeñas frente a
las diferencias de presión impuestas al medio.
1
Véase:
Bear, J.; Dynamic of Fluids in Porous Media, Elsevier, 1967.
Polubarinova-Kochina, P. Ya.;Theory of Filtration of Liquids in Porous Media, in Advances in Applied
157
CAPÍTULO 8. INTRODUCCIÓN AL MOVIMIENTO EN MEDIOS POROSOS. 158
ˆ
1
p= p0 dΩ,
Vp Vp
donde p0 es el valor local de la presión, que varía de un punto a otro del poro como le ocurre
a densidad local ρ0 . Los valores medios de la temperatura y otras variables termodinámicas los
deniremos de modo análogo.
Ha de observarse, sin embargo, que los valores medios no cumplen las ecuaciones de estado de
la termodinámica, a menos que las uctuaciones de presión y temperatura respecto a los valores
medios sean pequeños frente a la propia presión y temperatura (esto es p0 − p p, T 0 − T T )
en Vp o salvo en una región muy pequeña de Vp , lo cual admitiremos, ya que se cumple en muchos
casos prácticos.
Deniremos la velocidad aparente ~v del uido en el medio, o velocidad de ltración, mediante
la relación ˆ
Aρ~v · ~n = ρ0~v 0 · ~ndσ, (8.2.1)
Ap
donde ~v 0 es el valor local de la velocidad del uido, que varía de un punto a otro de cada poro.
De esta manera ρ~v es el vector ujo másico, ya que el segundo miembro de esta relación da
la masa de uido que atraviesa la supercie A de orientación normal ~n. La velocidad ~v es la
velocidad local aparente del uido respecto al medio poroso, que supondremos ligado al sistema
de referencia.
Esta denición de ~v nos permite escribir la ecuación de la continuidad para el movimiento
macroscópico a través del medio poroso como
∂ (Φρ)
+ ∇ · (ρ~v ) = 0, (8.2.2)
∂t
que expresa que la variación de la masa de uido contenida en la unidad de volumen del medio
poroso se debe a la masa que llega a la unidad de volumen.
No utilizaremos la ecuación de cantidad de movimiento en forma integral, por no conocer las
fuerzas de interacción uido-sólido, sino que la sustituiremos por una ecuación constitutiva del
medio.
Si el número de Reynolds basado en la velocidad característica vc del ujo a través del medio
poroso, el tamaño característico ay la viscosidad cinemática ν, es avc /ν 1, entonces podemos
esperar que exista una relación lineal entre ~v y las fuerzas de presión y másicas, de la forma
K
~v = − (∇p + ρ∇U ) , (8.2.3)
µ
donde K es un coeciente llamado permeabilidad del medio poroso, que depende de la estructura
del mismo, tiene dimensiones de supercie y es del orden de a2 . La relación (8.2.3) constituye
la ley experimental de Darcy. En la forma en que está escrita, se ha supuesto que las fuerzas
másicas derivan del potencial
1 ~
~ × ~x ,
U = (~a0 − ~g ) · ~x − Ω × ~x · Ω
2
Mech., Vol. II, pp. 154-425, Ed. R. von Mises and T. von Karman, Academic Press, 1951.
CAPÍTULO 8. INTRODUCCIÓN AL MOVIMIENTO EN MEDIOS POROSOS. 159
ρv 2 ~v
∇p = −f ,
2R |~v |
donde f es un coeciente de fricción dado por
1−Φ 75µ (1 − Φ)
f= 1,75 + ,
Φ3 ρvR
que conduce a la ley de Darcy para Reynolds bajos y a la relación |∇p| ∼ ρv 2 /R cuando el
Reynolds es alto.
También en el supuesto de ser avc /α 1, donde α es la difusitividad térmica del uido, T0
coincide con Ts , la temperatura de la matriz sólida, que puede variar con ~x. Nos limitaremos en
esta introducción a considerar situaciones en que Ts es constante, en virtud de la gran conducti-
vidad o inercia térmica del sólido. Por lo tanto, cuando analicemos el ujo de gases a través de
medios porosos, añadiremos a las ecuaciones anteriores (8.2.2) y (8.2.3) la ecuación
T = Ts = T0 , (8.2.4)
y la de estado
p
= Rg T0 . (8.2.5)
ρ
La constancia de T implica la constancia de µ. Para algunos medios porosos Φ es variable
con p, de modo que deberíamos añadir a las ecuaciones anteriores la relación Φ = Φ (p). En esta
introducción supondremos que Φ es constante tanto espacial como temporalmente, al igual que
la permeabilidad K.
Podemos ahora resumir las ecuaciones que describen el movimiento de líquidos o uidos
incompresibles en medios porosos para bajos números de Reynolds como
∇ · ~v = 0, (8.2.6)
K
~v = − ∇ (p + ρU ) . (8.2.7)
µ
De estas ecuaciones se deduce, en el supuesto de ser K/µ constante, que
∆ (p + ρU ) = 0. (8.2.8)
K
~v = − ∇p, (8.2.9)
µ
que junto con (8.2.4) y (8.2.5) nos permiten escribir (8.2.2) en la forma
∂p K ∂p K
Φ = ∇ · (p∇p) o bien = ∆p2 . (8.2.10)
∂t µ ∂t 2µΦ
CAPÍTULO 8. INTRODUCCIÓN AL MOVIMIENTO EN MEDIOS POROSOS. 160
p = p1 (~x) en t = 0, (8.3.1)
a menos que las condiciones de contorno sean estacionarias y busquemos la solución estacionaria
del problema.
En cuanto a las condiciones de contorno, supondremos conocido el valor de p en el contorno
en regiones donde el medio está limitado por una supercie libre. Donde el medio poroso esté
limitado por un medio impermeable habrá que imponer la condición ~v ·~n = 0, que es equivalente a
la condición ∂ (p + ρU ) /∂n = 0, o ∂p/∂n = 0 cuando se trate del movimiento de gases con fuerzas
másicas despreciables. Permitiremos por lo tanto que el uido se mueva macroscópicamente
tangencialmente al contorno impermeable.
En la supercie de separación f (~x, t) = 0 de dos uidos dentro del medio poroso, exigiremos
la continuidad de presiones y la continuidad de las velocidades normales a la supercie; exigiendo
el principio de conservación de la masa
Φ ∂f
~v · ~n = − , (8.3.2)
|∇f | ∂t
donde ~n = ∇f / |∇f | es el vector unitario normal a la supercie. En este tipo de problema la
ecuación de la supercie no es conocida de antemano, sino que ha de determinarse como parte
de la solución.
Cuando dentro del medio poroso una región está ocupada por un líquido y otra por un gas, por
la mucha menor viscosidad de éste, a la hora de determinar el movimiento del líquido, podemos
despreciar las diferencias de presión en la región gaseosa y escribir pg = pa constante y por lo
tanto para el líquido p = pa en la supercie de separación.
En la gura 8.3.1 se resumen, a modo de ejemplo, las condiciones de contorno correspondientes
al movimiento del agua a través de una presa porosa, que separa dos masas de agua de alturas
H1 y H2 diferentes y que termina en la supercie OD impermeable. Nótese que la supercie libre
CAPÍTULO 8. INTRODUCCIÓN AL MOVIMIENTO EN MEDIOS POROSOS. 161
8.4. Ejemplos
8.4.1. Ejemplo primero
Un tapón poroso de longitud L que separa dos regiones ocupadas por un líquido con presiones
motrices P1 y P2 , permite el paso de un ujo volumétrico de líquido
K P1 − P2
Q= ,
µ L
p21 − p22
K
G= .
µ 2LRg T0
ˆ h(x)
K ∂ (p + ρU )
Q=− dz.
0 µ ∂x
2
"ˆ ˆ ˆ ˆ #
H2 L H2 `(h)
K
QL = − dz d (p + ρU ) + dh d (p + ρU )
µ 0 0 H1 0
H 2 − H22
ρgK
QL = − H2 (H2 − H1 ) + 1 − H1 (H1 − H2 )
µ 2
CAPÍTULO 8. INTRODUCCIÓN AL MOVIMIENTO EN MEDIOS POROSOS. 162
Página en blanco
Capítulo 9
9.1. Introducción
En este capítulo estudiaremos las ecuaciones, condiciones iniciales y de contorno que determi-
nan el movimiento de un líquido, sin supercie libre, alrededor de un cuerpo en condiciones tales
que la aceleración del líquido sea despreciable en su movimiento relativo al cuerpo. En particular
veremos que, en estas condiciones, la fuerza que actúa sobre el cuerpo, a causa de su movimiento,
es proporcional a la velocidad del cuerpo.
La solución correspondiente al caso de una esfera fue determinada por Stokes (1851), así
como la resistencia al avance. Esta expresión de la resistencia fue utilizada por Millikan en sus
experimentos para determinar la carga del electrón; y por Einstein en su teoría del movimiento
Browniano de partículas suspendidas en un líquido, y para determinar el coeciente de viscosidad
de líquidos midiendo la velocidad de caída de pequeñas esferas (velocidad de sedimentación).
Veremos también la naturaleza singular de las ecuaciones a bajos números de Reynolds (Oseen
1910), para las que Stokes había observado que no hay solución para obstáculos cilíndricos (pa-
radoja de Stokes).
9.2. Ecuaciones
Consideremos un cuerpo, cuya supercie tiene por ecuación C (~x) = 0, que se desplaza con
velocidad ~
−U y gira con velocidad ~,
Ω en un líquido en reposo, de densidad ρ y viscosidad µ, que
se extiende hasta el innito.
Si utilizamos un sistema de referencia ligado a un punto del cuerpo (por ejemplo su centro
de gravedad) pero sin girar, el líquido se moverá, lejos del cuerpo, con la velocidad ~
U y la
ecuación de la supercie del cuerpo será C (~x, t) = 0, obtenida de C (~x) = 0 mediante rotación
con la velocidad ~.
Ω Las fuerzas de inercia debidas al movimiento del sistema de referencia son
las correspondientes al desplazamiento de su origen ~ /dt.
−dU
Las ecuaciones que determinan el movimiento del líquido alrededor del cuerpo son
∇ · ~v = 0, (9.2.1)
∂~v 1 ~
dU
+ ~v · ∇~v = − ∇p + ~g + + ν∆~v , (9.2.2)
∂t ρ dt
donde ~g es la aceleración de la gravedad.
163
CAPÍTULO 9. MOVIMIENTOS A BAJOS NÚMEROS DE REYNOLDS. 164
~ × ~x
~v = Ω en C (~x, t) = 0 y ~ , p → p ∞ − ρgz
~v → U en |~x| → ∞, (9.2.3)
donde p∞ es la presión lejos del cuerpo en la cota z=0 siendo positiva en sentido opuesto a la
gravedad.
Las condiciones iniciales se reducen a dar el campo inicial de velocidades ~v = ~vi (~x) en t = 0,
tal que ∇ · ~vi = 0.
Dado que la presión aparece en la ecuación de cantidad de movimiento sólo a través de −∇p,
escribiremos p = pm + ph , donde pm es la presión debida al movimiento y ph la debida a la fuerza
másica. Es decir, descomponemos la ecuación de cantidad de movimiento en
∂~v 1 ~
dU
+ ~v · ∇~v = − ∇pm + + ν∆~v , (9.2.4)
∂t ρ dt
y
0 = −∇ph + ρ~g . (9.2.5)
A la ecuación (9.2.4) hay que imponerle las condiciones iniciales y de contorno para la velocidad
dadas en (9.2.3) y la condición pm → 0 en |~x| → ∞ para la presión. A la ecuación (9.2.5) hay
que imponerle la condición de contorno ph → p ∞ − ρgz en |~x| → ∞.
La suma de las ecuaciones (9.2.4) y (9.2.5) coincide con la ecuación (9.2.2) y la suma de
las condiciones de contorno en |~x| → ∞ para la presión coincide con la condición de contorno
p → p ∞ −ρgz . Obsérvese que la solución de (9.2.5) con su condición de contorno es, precisamente,
ph = p ∞ − ρgz .
La fuerza que el líquido ejerce sobre el cuerpo está dada por
ˆ ˆ ˆ
F~ = − pm~ndA + ~n · τ 0 dA − ph~ndA, (9.2.6)
Σ Σ Σ
donde ~n es la normal exterior al cuerpo y las integrales están extendidas a la supercie del
mismo. Los dos primeros sumandos de la ecuación anterior representan la fuerza, F~m , debida al
movimiento, mientras que el último sumando representa la fuerza de otabilidad
ˆ ˆ
− ph~ndA = − ∇ph dV = −ρ~g V0 , (9.2.7)
Σ V
como se vio en el capítulo de uidostática y donde V0 es el volumen del cuerpo. La fuerza total
es, por tanto, ˆ ˆ
F = − pm~ndA + ~n · τ 0 dA − ρ~g V0 = F~m − ρ~g V0 .
~ (9.2.8)
Σ Σ
En lo que sigue nos ocuparemos solamente de la parte correspondiente al movimiento de modo
que suprimiremos el subíndice m de la fuerza y de la presión, pero no debemos olvidar añadir
la fuerza de otabilidad para obtener la resultante total de la fuerza, y la presión hidrostática
p ∞ − ρgz a la distribución de presiones.
∇ · ~v = 0, (9.3.2)
0 = −∇p − µ∇ × (∇ × ~v ) , (9.3.3)
donde se ha usado la identidad ∆~v = −∇ × (∇ × ~v ), para campos que satisfagan (9.3.2). Estas
son las llamadas ecuaciones de Stokes, a resolver con las condiciones de contorno
~ × ~x
~v = Ω en C (~x, t) = 0; y ~
~v → U y p→0 cuando |~x| → ∞. (9.3.4)
No son necesarias condiciones iniciales y el tiempo aparece como un parámetro. Una consecuencia
de las ecuaciones de Stokes es que
∆p = 0 y ∇ × [∇ × (∇ × ~v )] = 0, (9.3.5)
Del mismo modo, la fuerza F~1 sobre el cuerpo se puede escribir en la forma
1
ˆ ˆ
0
F1i = − p1 ni dA + nj τ1i,j dA = µ`Aik Uk , (9.3.7)
Σ Σ
y el par ˆ ˆ
~x × ~n · τ10 i dA = µ`2 Cik Uk ,
M1i = − p1 (~x × ~n)i dA + (9.3.8)
Σ Σ
donde los tensores Aik y Cik son coecientes que no dependen más que de la forma del cuerpo.
Análogamente, ~ , que será de la forma
(~v2k , p2k ) es la parte de la solución correspondiente a Ω
donde (~v2k , p2k ) son las soluciones para tres direcciones mutuamente ortogonales y βk son los
cosenos directores de ~
Ω respecto a estas direcciones.
1
Obsérvese que el orden de magnitud de ~v1 es U, el orden de magnitud de ~
x es ` y, de (9.3.3), el orden de
magnitud de p1 es µU/`. Por lo tanto el orden de magnitud de ~1
F es µU ` y el de ~ 1 es µU `2 .
M
CAPÍTULO 9. MOVIMIENTOS A BAJOS NÚMEROS DE REYNOLDS. 166
respectivamente. Los tensores Bik y Dik sólo dependen de la forma del cuerpo.
Cuando el cuerpo se desplaza y gira simultáneamente la fuerza y el par son, respectivamente,
Para el caso de una esfera Aik = 6πδik , Dki = −8πδik y Bik = Cik = 0. La longitud ` es, en
este caso, el radio de la esfera.
Para un disco de radio a (` = a ) que se mueve sin girar con velocidad ~
−U en la dirección
del eje x, perpendicular a su plano, la fuerza es
F~1 = 16µaU
~. (9.3.12)
~ perpendicular al eje
Para el mismo disco moviéndose en su plano (U x) la fuerza es
32 ~
F~1 = µaU , (9.3.13)
3
y para una dirección cualquiera de ~ = (Ux , Uy , Uz ),
U con el eje x perpendicular al plano del
disco, se tiene
16 0 0
32
A= 0 3 0 , (9.3.14)
32
0 0 3
En el caso de un elipsoide de revolución que se mueve sin girar, la solución fue obtenida por
Lamb. En el caso en que uno de los semiejes (eje x) es mucho mayor que los otros dos, se tiene
λ 0 0
A = 0 2λ 0 , (9.3.15)
0 0 2λ
donde λ es el alargamiento y la longitud ` es el semieje menor. De la expresión anterior vemos
que la resistencia al avance cuando el elipsoide se mueve perpendicularmente al eje x es el doble
que cuando se mueve en la dirección de dicho eje con la misma velocidad. Esto mismo es cierto
para cualquier cuerpo esbelto; es decir, un cuerpo cuya dimensión longitudinal es grande frente
a su dimensión transversal.
por lo tanto
(ρp − ρ) V0 −1
Usj δij = Aij gj . (9.4.2)
µ`
En el caso de una partícula esférica de radio se tiene
~ s = (ρp − ρ) V0 ~g .
U (9.4.3)
6πµa
1 ∂Ψ 1 ∂Ψ
uη = ; uθ = − . (9.5.2)
η 2 senθ ∂θ ηsenθ ∂η
Introduciendo los valores anteriores en la ecuación de cantidad de movimiento, se obtiene,
después de eliminar la presión
∂ 2 χ senθ ∂
1 ∂χ
+ 2 = 0, (9.5.3)
∂η 2 η ∂θ senθ ∂θ
donde
∂ 2 Ψ senθ ∂
1 ∂Ψ
χ= + 2 . (9.5.4)
∂η 2 η ∂θ senθ ∂θ
Las condiciones de contorno se reducen a velocidad nula en la esfera, esto es
∂Ψ ∂Ψ
= =0 en η = 1, (9.5.5)
∂η ∂θ
y velocidad U en el innito, que en términos de la función de corriente toma la forma
1
Ψ → η 2 sen2 θ en η → ∞. (9.5.6)
2
CAPÍTULO 9. MOVIMIENTOS A BAJOS NÚMEROS DE REYNOLDS. 168
d2 d2 f d2 f
2f 2 2f
− 2 − 2 − 2 = 0, (9.5.8)
dη 2 dη 2 η η dη 2 η
con las condiciones de contorno
df 1
f =0 y =0 en η=1 y f → η2 en η → ∞. (9.5.9)
dη 2
La solución de este problema es
η 2 3η 1
f= − + , (9.5.10)
2 4 4η
que proporciona
η 2 3η
1
Ψ= − + sen2 θ, (9.5.11)
2 4 4η
y por tanto
3 1 3 1
uη = 1 − + cosθ; u θ = − 1 − − senθ, (9.5.12)
2η 2η 3 4η 4η 3
˜
La distribución de presiones se obtiene de la ecuación ∇Φ+ ˜
∇× ˜ × ~u = 0, que proporciona
∇
3cosθ
Φ=− . (9.5.13)
2η 2
Conocido el campo de velocidades y de presiones se puede calcular la fuerza, cuya única
componente es en la dirección de ~,
U en la forma
ˆ
0 0
F = − (p)r=a cosθ + τrr r=a
cosθ − τrθ r=a
senθ dA, (9.5.14)
Σ
donde
µU 3µU cosθ
(p)r=a = Φ=− , (9.5.15)
a 2a
0
∂vr 2µU ∂u η
τrr r=a = 2µ = = 0, (9.5.16)
∂r r=a a ∂η η=1
0
1 ∂vr ∂v θ vθ µU 1 ∂u η ∂u θ uθ 3µU
τrθ r=a
=µ + − = + − =− senθ,
r ∂θ ∂r r r=a a η ∂θ ∂η η η=1 2a
(9.5.17)
y
dA = a2 senθdθdϕ. (9.5.18)
distancias del cuerpo los términos convectivos se hacen tan importantes como los viscosos y no
sería válida la solución lejos del cuerpo.
En general las ecuaciones a bajos números de Reynolds no tienen solución para obstáculos
cilíndricos, y cuando se quiere utilizar la solución correspondiente a un cuerpo tridimensional
(por ejemplo la esfera) como primer término de un desarrollo para Reynolds pequeños, la si-
guiente aproximación se hace innita para distancias al cuerpo η ∼ Re−1 grandes. La razón de
que no exista la solución en el caso bidimensional y la singularidad del desarrollo para el caso
tridimensional se debe a que las ecuaciones no son válidas a grandes distancias.
Para obviar este inconveniente, Oseen (1910) retuvo el término convectivo en la ecuación de
cantidad de movimiento, linealizando en torno a la velocidad ~ , de modo que esta ecuación toma
U
la forma
ρ∇ U~ · ~v − ρU
~ × (∇ × ~v ) = −∇p − µ∇ × (∇ × ~v ) , (9.6.1)
La validez de esta ecuación aproximada se justica porque los términos convectivos sólo son
importantes lejos del cuerpo, donde la velocidad ya es próxima a ~,
U mientras que cerca del
cuerpo, donde la velocidad diere apreciablemente de ~,
U el término convectivo es despreciable y
la ecuación se reduce a (9.3.3).
La solución de las ecuaciones de Oseen (9.3.2) y (9.6.1) para el caso de la esfera fue dada por
el mismo Oseen, que determinó la fuerza:
3
F~ = 6πµaU
~ 1 + Re . (9.6.2)
8
La solución para un cilindro circular fue obtenida por Lamb. La fuerza, por unidad de longitud
del cilindro, es
4πµU ~ 4πµU~
F~ = 1 = , (9.6.3)
− γ − ln 14 Re
2 ln 3,70
Re
donde γ ≈ 0,577··· es la constante de Euler. El número de Reynolds en las dos últimas ecuaciones
esta denido como: Re = aU/ν , donde a es el radio de la esfera o del cilindro.
Las ecuaciones de Oseen proporcionan una primera aproximación, uniformemente válida en
todo el campo uido, para el movimiento a bajos números de Reynolds. Sin embargo, las ecuacio-
nes de Oseen tienen una segunda interpretación: A un número de Reynolds arbitrario, describen
el ujo viscoso a grandes distancias del cuerpo donde la velocidad es próxima a su valor uniforme
en el innito. Desde este punto de vista, las ecuaciones de Oseen se han utilizado para estudiar
la estela lejana de un cuerpo.
∂T
ρc + ρc~v · ∇T = ∇ · (k∇T ) + φv , (9.7.2)
∂t ∼P rRe O(1) ∼P rUc2 /c(Tc −T∞ )
∼P rReSt
donde ˆ
Q 1
Nu = =− ~q · ~ndσ, (9.7.6)
k (T∞ − Tc ) ` k (T∞ − Tc ) ` Σ
es el número de Nusselt, que depende de la forma del cuerpo y del número de Péclét, y ` es la
longitud típica del cuerpo.
2
P e 1 la ecuación (9.7.3) de la energía se reduce a ∇ · (k∇T ) = 0, y si k
En el caso límite
es constante, ∆T = 0. La solución de esta ecuación para el caso de una esfera de radio a (` = a)
es T − T∞ = (Tc − T∞ ) (a/r), con lo que se obtiene N u = 4π .
En el caso de un cuerpo bidimensional con P e 1, no existe solución de la ecuación de la
energía que cumpla todas las condiciones de contorno, a menos que se retenga el término con-
vectivo de la misma forma que en la aproximación de Oseen para la de cantidad de movimiento;
es decir, debe considerarse la ecuación
~ · ∇T = ∇ · (k∇T ) .
ρcU (9.7.7)
2
El límite Pe 1 corresponde a Re 1 (salvo que P r 1). Los movimientos a altos números de Reynolds
se estudiarán en lecciones posteriores.
3
Proceeding of Heat Transfer and Fluid Mech. Institute, Berkeley. Ver también Collins and Williams, J. Fluid
Mech., Vol. 6, 1959.
CAPÍTULO 9. MOVIMIENTOS A BAJOS NÚMEROS DE REYNOLDS. 171
9.8. Referencias
Batchelor, G.K., Fluid Dynamics, Cambridge Univ. Press, 1967, pp. 229-253.
Collins and Williams, J. Fluid Mech., Vol. 6, 1959.
Happel, J. and Brenner, H., Low Reynolds Number Hydrodynamics, Prentice-Hall, 1965.
Lamb, H., Hydrodynamics, Dover, 1945, pp. 594-617.
Landau, L.D. and Lifshitz, E.M., Fluid Mechanics, Pergamon, 1959, pp. 61-71 y 76-98.
Loitsyanskii, L.G., Mechanics of Liquid and Gases, Vol. 6 de International Series of Mono-
graphs in Aeronautics and Astronautics, Pergamon, 1966, pp. 509-516.
Moatt, H.K., Flow in which Inertia Forces are Negligible, en Fluid Dynamics, editado
por R. Balian y J.-L. Peube, (Les Houches), Gordon and Breach, 1977, pp. 170-178.
CAPÍTULO 9. MOVIMIENTOS A BAJOS NÚMEROS DE REYNOLDS. 172
Página en blanco
Capítulo 10
10.1. Introducción
Vamos a iniciar en este capítulo el estudio del movimiento de uidos en condiciones tales que
los efectos de viscosidad y conducción de calor son despreciables.
Veremos que, por ejemplo, esto ocurre en la mayor parte del campo uido en movimientos
estacionarios alrededor de sólidos para números de Reynolds, Re = ρU `/µ, mucho mayores que
la unidad. Los efectos de viscosidad y conducción de calor son importante en:
(a) Una capa delgada en torno al sólido (capa límite).
(b) Una región de dimensiones transversales pequeñas aguas abajo del sólido (estela).
(c) Algunas capas delgadas en el interior del campo uido (ondas de choque).
Llamaremos corriente exterior a la corriente en el campo uido fuera de las zonas antes
mencionadas en que inuya la viscosidad.
El número de Reynolds representa la relación entre el término convectivo de la ecuación de
cantidad de movimiento, ρ~v ·∇~v , y el término viscoso, ∇·τ 0 , de ésta misma ecuación. El producto
ReP r da la relación entre los transportes de calor por convección y difusión. La velocidad U es
la velocidad característica u orden de magnitud de las variaciones de velocidad; y ` es la longitud
característica que hemos de recorrer en un instante dado para encontrar diferencias de velocidad
del orden de U . Las mismas variaciones de velocidad aparecen en ondas de choque, capa límite y
estela al recorrer longitudes mucho más pequeñas, tales que hacen, en estas zonas, a los términos
de viscosidad y conducción del mismo orden que los convectivos.
Para estudiar el movimiento de los uidos a altos números de Reynolds dividiremos, pues, el
campo uido en varias regiones; una exterior donde despreciamos los términos de viscosidad y
conducción de calor, y otras regiones que constituyen las ondas de choque, capa límite y estela
cuyas estructuras internas estudiaremos más adelante teniendo en cuenta las simplicaciones a
que puede dar lugar el pequeño valor de sus dimensiones transversales frente a las longitudinales.
Al analizar la corriente exterior, además de idealizar el uido al anular los coecientes de
viscosidad y conducción de calor, supondremos que las ondas de choque, capa límite y estela
tienen espesor nulo. Entonces, estas regiones se convierten en supercies de discontinuidad ya
que, al atravesar las mismas, las magnitudes uidas y sus derivadas pueden sufrir saltos nitos.
En particular, la velocidad normal, relativa a un sólido impermeable, del uido en contacto con
él se anula al analizar la corriente exterior, dejando arbitraria la velocidad relativa tangencial. A
través de la delgada capa límite esta velocidad tangencial disminuirá rápidamente hasta anularse
en la supercie del sólido.
Los saltos de las distintas magnitudes uidas al atravesar las supercies de discontinuidad no
son arbitrarios, estando relacionados por las llamadas relaciones de compatibilidad que deduci-
173
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 174
∂~v
ρ + ρ~v · ∇~v = −∇p + ∇ · τ 0 + ρf~m (10.2.1)
∂t O(1) ∼∆e p/ρc U 2 ∼1/Re ∼1/F r
∼St
y comprobar que la importancia relativa de los distintos términos viene medida por los números
de Strouhal, St = `/U tc , Reynolds, Re = ρc U `/µc , y Froude, F r = U 2 /`fmc 1 .
Entonces, basta con que 1/Re sea mucho menor que cualquiera de los números St, la unidad
o 1/F r para que, en primera aproximación, podamos despreciar las fuerzas de viscosidad, obte-
niendo así la ecuación de Euler de la cantidad de movimiento, correspondiente al movimiento de
uidos sin viscosidad,
∂ ~v
ρ + ρ ~v · ∇ ~v = − ∇ p + ρ f~m (10.2.2)
∂t
Esta ecuación (10.2.2) puede, a su vez, simplicarse aún más para valores extremos de los
parámetros St y F r. Por ejemplo si 1/F r es mucho menor que la unidad (o que el número de
Strouhal), podremos despreciar las fuerzas másicas al estudiar el movimiento. (Podemos denir un
número de Froude para cada tipo de fuerzas másicas: así, el número U 2 /g` para las gravitatorias,
U 2 /Ω2 `2 para las centrífugas y las de Coriolis; existiendo casos en que sean despreciables unos
tipos de fuerzas másicas sin serlo otros).
Siempre que St 1 podemos despreciar la aceleración local frente a la convectiva. En ese
caso no aparecen derivadas respecto al tiempo en la ecuación de la cantidad de movimiento y el
tiempo juega el papel de un parámetro. Son los movimientos casi estacionarios.
1
En lo anterior se supone que la longitud característica es `, la misma en todas las direcciones, sin embargo,
en algunos casos como el del movimiento en conductos de dimensión transversal D pequeña frente a `, el término
2 2
convectivo es del orden de ρc U /`, mientras que el de viscosidad es µc U/D . La relación entre los términos
2
convectivos y los viscosos es Re (D/`) = ρc U D /µc `.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 175
Cuando St 1, la aceleración local domina frente a la convectiva y, en este caso, los efectos
viscosos son despreciables en la ecuación de cantidad de movimiento con tal que ReSt 1.
Análogamente, mediante la ecuación de la entropía podemos estimar las variaciones que tiene
la entropía de una partícula en su movimiento. Así, si Tm es la temperatura media y ∆e T es
el orden de magnitud de las variaciones espaciales de temperatura, los órdenes de magnitud de
las contribuciones de la conducción de calor, disipación viscosa de energía y calor debido a la
radiación y/o reacciones químicas son los dados a continuación
DS ∇ · (k∇T ) Φv Q
= + + , (10.2.3)
Dt ρT ρT ρT
∆ S
∼ cp γ
∼ ReP ∆e T t 0 1
∼ Re
U 2 t0 ∼ρ
Qc t0
v r Tm tr c c cv Tm
v Tm
donde ∆p S es el incremento de entropía que sufre la partícula durante el tiempo t0 , que to-
maremos como el tiempo más pequeño entre el tiempo característico local, tc , y el tiempo de
residencia, tr = `/U .
Así, la contribución de la conducción de calor al incremento de entropía es
∆p S γ ∆e T t 0
∼ , (10.2.4)
cv Cond ReP r Tm tr
1 U 2 t0
∆p S
∼ . (10.2.5)
cv Dis Re cv Tm tr
∆p S Qc t 0
∼ . (10.2.6)
cv Adic.Calor ρc cv Tm
Conviene recordar que S = cv lnT + S0 y S = cv ln (p/ρ γ ) + S0 para líquidos y gases ca-
lorícamente perfectos respectivamente, por lo cual, cuando ∆p S/cv sea pequeño, T ó p/ρ se
γ
Dρ
= −ρ∇ · ~v , (10.2.8)
Dt
las de cantidad de movimiento
D~v
ρ = −∇p + ρf~m , (10.2.9)
Dt
y la de la energía, escrita en función de la entropía,
DS Q
= , (10.2.10)
Dt ρT
junto con las ecuaciones de estado
La ecuación de la energía (10.2.10) puede sustituirse por cualquiera de las ecuaciones (10.2.12
- 10.2.15)
De
ρ = −p∇ · ~v + Q, (10.2.12)
Dt
Dh Dp
ρ = + Q, (10.2.13)
Dt Dt
D e + 12 v 2
ρ = −∇ · (p~v ) + ρf~m · ~v + Q , (10.2.14)
Dt
D h + 21 v 2
∂p
ρ = + ρf~m · ~v + Q, (10.2.15)
Dt ∂t
Una de las dos últimas ecuaciones (10.2.14) o (10.2.15) puede sustituir también a una de las
tres ecuaciones escalares (10.2.9).
2
Teniendo en cuenta que si el Prandtl no es de orden unidad, los efectos de conducción son despreciables si el
producto del Reynolds por el Prandtl es grande.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 177
En segundo lugar, no podemos imponer a las ecuaciones reducidas todas las condiciones
de contorno originales. Aunque las fuerzas de presión pueden evitar que el uido adquiera una
velocidad normal relativa a un obstáculo impermeable, sólo las fuerzas tangenciales de viscosidad
pueden impedir que el uido deslice en torno al obstáculo. Análogamente, sólo por conducción
puede el uido tener noticia de la temperatura de los obstáculos impermeables que lo limitan.
Así pues, a la hora de integrar las ecuaciones de Euler impondremos:
a) Condiciones iniciales. Las mismas que para las ecuaciones de Navier-Stokes, ya que no se
han despreciado las derivadas con respecto al tiempo. Esto es, supondremos conocido el campo
inicial de dos variables termodinámicas y de la velocidad.
b) Condiciones de contorno. Primero haremos cumplir la condición en el innito. Esto es,
supondremos conocidas la velocidad y variables termodinámicas en el innito aguas arriba. Se-
gundo, cuando el uido esté limitado por un sólido impermeable, la velocidad normal relativa
del uido en contacto con el sólido ha de ser nula (o igual a la velocidad de soplado si el sólido es
permeable). Tercero, cuando el uido esté limitado por un uido no miscible en él , supondremos
3
las condiciones: (1) que la velocidad normal del uido a la supercie de separación coincide con la
velocidad normal de avance de la supercie, y (2) que el salto de presiones a través de la supercie
equilibra a la componente normal de la tensión supercial; esto es: p1 − p2 = σ(1/R1 + 1/R2 ).
Sif (~x, t) = 0 es la supercie que limita al uido, sea sólida o de separación con otro uido, la
condición de ser nula la velocidad normal relativa a la supercie se escribe Df /Dt = 0. Esto es
f (~x, t) = 0 es una supercie uida. No se imponen condiciones a la temperatura en f (~x, t) = 0.
Figura 10.4.1: (a) Corriente adherida alrededor de un perl. (b) Corriente desprendida alrededor
de un cilindro circular. Flujo subsónico.
La presencia de estas discontinuidades, junto con la imposibilidad de cumplir todas las condi-
ciones de contorno, hace que la solución de las ecuaciones de Euler no represente uniformemente
a la solución de las ecuaciones de Navier-Stokes. Lo que ocurre es que existen regiones, de espesor
3
Puede demostrarse que a grandes números de Reynolds la difusión másica es despreciable en la corriente
exterior. Entonces, dos líquidos miscibles se comportan como no miscibles al analizar la corriente exterior, ya que
la delgada zona de mezcla en torno a la supercie de separación se supone de espesor nulo.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 178
cuerpo.
∂ρ ∂ρ ∂u
+u +ρ = 0, (10.5.1)
∂t ∂x ∂x
la de cantidad de movimiento en la dirección x
∂u ∂u ∂p
ρ + ρu + = 0, (10.5.2)
∂t ∂x ∂x
y la de la entropía
∂S ∂S
+u = 0. (10.5.3)
∂t ∂x
A estas tres ecuaciones debe añadirse una ecuación de estado
Dado que
∂S ∂S
dS = dp + dρ, (10.5.5)
∂p ρ ∂ρ p
∂p ∂p ∂ρ ∂ρ
+u − a2 +u = 0, (10.5.6)
∂t ∂x ∂t ∂x
donde, como se ha visto anteriormente,
s s
(∂S/∂ρ)p ∂p
a= − = = a(p, ρ) (10.5.7)
(∂S/∂p)ρ ∂ρ S
En una corriente supersónica, u > a (M = u/a > 1), una perturbación no puede avanzar
aguas arriba del punto donde se produce. La zona afectada por pequeñas perturbaciones que
se produzcan continuamente en el origen es la región interior a un cono de semiángulo α =
arcsin(1/M ), llamado cono de Mach, que se muestra en la gura 10.5.3. La componente de la
velocidad del uido normal a la supercie del cono de Mach coincide con la velocidad del sonido
a. El ángulo α se llama ángulo de Mach.
u = u0 , p = p0 + p0 , ρ = ρ0 + ρ0 , (10.5.8)
∂ρ0 ∂u0
+ ρ0 = 0, (10.5.10)
∂t ∂x
∂u0 ∂p0
ρ0 + = 0, (10.5.11)
∂t ∂x
∂p0 ∂ρ0
− a20 = 0, (10.5.12)
∂t ∂t
que es un sistema de tres ecuaciones lineales para las tres incógnitas u0 , p0 y ρ0 .
2
Si multiplicamos la ecuación (10.5.10) por a0 , sustituimos a20 ∂ρ0 /∂t por ∂p0 /∂t [usando
(10.5.12)], y al resultado le sumamos o restamos (10.5.11) multiplicada por a0 , obtenemos
∂ 0 ∂
p + ρ0 a0 u0 + a0 p0 + ρ0 a0 u0 = 0,
(10.5.13)
∂t ∂x
y
∂ 0 ∂
p − ρ0 a0 u0 − a0 p0 − ρ0 a0 u0 = 0,
(10.5.14)
∂t ∂x
cuyas soluciones pueden obtenerse sin más que introducir como variables independientes ξ =
x − a0 t y η = x + a0 t, lo que nos proporciona
∂ ∂
p0 + ρ0 a0 u0 = 0 y p0 − ρ0 a0 u0 = 0,
(10.5.15)
∂η ∂ξ
de donde
o bien
1 1
p0 = [F (x − a0 t) + G(x + a0 t)] y u0 = [F (x − a0 t) − G(x + a0 t)] . (10.5.17)
2 2ρ0 a0
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 181
y
p0 − ρ0 a0 u0 es constante sobre las rectas x + a0 t = η, constante. (10.5.19)
0
Las ecuaciones (10.5.13) y (10.5.14) son equivalentes a la ecuación de ondas para p y u0 , como
puede verse combinando las citadas ecuaciones
∂ 2 p0 2 0
2∂ p
− a0 = 0, (10.5.20)
∂t2 ∂x2
y
∂ 2 u0 2 0
2∂ u
− a0 = 0. (10.5.21)
∂t2 ∂x2
Figura 10.5.1: Ondas que viajan a la derecha (a). Ondas que viajan a la izquierda (b).
1
p0 = ρ0 a0 u0 = F (x − a0 t), (10.5.22)
2
que representa una onda que viaja hacia la derecha, sin modicarse, con velocidad a0 ; esto es,
0
las perturbaciones u y p0 permanecen constantes a lo largo de las líneas x − a0 t = ξ , constante
(ver gura 10.5.1a).
Análogamente, si la perturbación inicial es tal que F =0 la solución será
1
p0 = −ρ0 a0 u0 = G(x + a0 t), (10.5.23)
2
que representa una onda que viaja hacia la izquierda con velocidad a0 (ver gura 10.5.1b).
Vemos, por tanto, que las pequeñas perturbaciones de la velocidad y la presión se propagan
en ambos sentidos a la velocidad del sonido a0 .
Las rectas x − a0 t = ξ , constante, y x + a0 t = η , constante, son las líneas características
del sistema de ecuaciones (10.5.13) y (10.5.14). Las funciones F y G están determinadas por
las condiciones iniciales y de contorno. Si estas funciones o sus derivadas son discontinuas, las
magnitudes uidas o sus derivadas presentarán saltos sobre las características.
Por otra parte, la ecuación (10.5.12) puede integrarse para darnos
1
a20 ρ0 = p0 − H(x) = [F (x − a0 t) + G(x + a0 t)] − H(x). (10.5.26)
2
Si la perturbación inicial de la entropía fuese nula sería H(x) = 0 y tendríamos ρ0 = p0 /a20 .
Supongamos ahora que las perturbaciones evolucionan en un uido que se mueve con veloci-
dad u0 constante en la dirección x. Este caso se reduce al anterior sin más que usar un sistema
de referencia que se mueva con el uido (x1 = x − u0 t). Las perturbaciones de la velocidad y
la presión se propagan respecto al uido a la velocidad del sonido, ±a0 , mientras que la pertur-
bación de la entropía no se propaga respecto al uido. Las velocidades de propagación respecto
a tierra son u0 ± a0 y u0 , respectivamente. Es decir, cuando el uido se mueve con velocidad
constante u0 en la dirección del eje x las soluciones (10.5.16) y (10.5.24) se transforman en
y
p0 − a20 ρ0 = H(x − u0 t). (10.5.28)
Estos resultados pueden obtenerse también linealizando (1.2.1), (1.2.2) y (2.5.1) alrededor del
estado u = u0 , p = p0 , ρ = ρ0 ; es decir usando (10.5.8) con la primera ecuación reemplazada por
u = u0 + u0 , con u0 a0 . Compruebe el lector que el resultado es similar a (10.5.10)(10.5.12)
pero con ∂/∂t sustituido por ∂/∂t + u0 ∂/∂x. Las ecuaciones resultantes se pueden manipular
como se hizo con (10.5.10)(10.5.12), obteniendo
∂ 0 ∂
p + ρ0 a0 u0 + (u0 + a0 ) p0 + ρ0 a0 u0 = 0,
(10.5.29)
∂t ∂x
∂ 0 ∂
p − ρ0 a0 u0 + (u0 − a0 ) p0 − ρ0 a0 u0 = 0,
(10.5.30)
∂t ∂x
∂ 0 ∂
p − a20 ρ0 + u0 p0 − a20 ρ0 = 0,
(10.5.31)
∂t ∂x
cuya solución es la dada en (10.5.27) y (10.5.28).
La ecuación que describe la evolución de pequeñas perturbaciones tridimensionales de la
presión en un uido en reposo sigue siendo la de ondas: ∂ 2 p0 /∂t2 − a20 ∇2 p0 = 0. En el caso en
que las perturbaciones se originen en un punto, que tomaremos como origen de un sistema de
coordenadas esféricas, la ecuación de ondas se reduce a
∂ 2 p0 a20 ∂ 0
2 ∂p
− 2 r = 0, (10.5.32)
∂t2 r ∂r ∂r
∆p S Qc t0
∼ . (10.6.1)
cv ρc cv Tm
Si el segundo miembro de (10.6.1) es mucho menor que la unidad podemos considerar, en primera
aproximación, que la entropía de la partícula permanece constante en su movimiento. Esto es,
la ecuación de la entropía para un uido ideal se reduce a
DS
=0 , (10.6.2)
Dt
que puede integrarse para darnos
S = Sp , (10.6.3)
donde Sp es la entropía que tenía la partícula en el instante inicial. Obsérvese que (10.6.3) nos
indica que la entropía de una partícula no cambia en su movimiento. Es decir: mantiene la
entropía del instante inicial. Sin embargo, inicialmente, cada partícula puede tener una entropía
diferente. Este tipo de movimiento se denomina isentrópico, lo que no quiere decir que la entropía
sea constante espacialmente.
En muchos casos prácticos todas las partículas en el instante inicial tienen la misma entropía,
S0 , en ese caso Sp = S0 , y si el movimiento es isentrópico, de acuerdo con (10.6.3), se tiene
S = S0 . (10.6.4)
En este caso todas las partículas tienen, en todo instante, la misma entropía y por lo tanto
se vericará también
∇S = 0 . (10.6.5)
Para que el movimiento sea homentrópico. basta que sea isentrópico y que la entropía inicial
sea la misma para todas las partículas.
En movimientos isentrópicos casi estacionarios (para los cuales tc tr = t0 ) la ecuación
(10.6.2) se reduce a
∂S
~v · ∇S = 0 ; =0 , (10.6.7)
∂`
donde ∂S/∂` es la derivada en la dirección de la línea de corriente. La ecuación (10.6.7) indica
que la entropía es la misma en cada instante a lo largo de la línea de corriente. Esto es
S = S` (t) , (10.6.8)
donde S` (t) puede variar de una línea de corriente a otra y también puede variar con el tiempo.
Si aguas arriba todas las líneas de corriente proceden de una región donde la entropía es
uniforme, S` (t) = S0 (t), y el movimiento resulta homentrópico en virtud de (10.6.8).
Como ejemplo ilustrativo de lo anterior, podemos considerar el movimiento a través de una
turbina de un motor a reacción. El número de Reynolds es lo sucientemente grande para que
los efectos de la conductividad y viscosidad puedan despreciarse fuera de la delgadísima capa
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 185
límite. La adición de calor por reacción química es nula en la región de la turbina (el combustible
se quema en la cámara de combustión, aguas arriba de la turbina). Así pues, el movimiento es
isentrópicos en la turbina. Si todas las partículas que llegan a la región de la turbina vienen con la
misma entropía, el movimiento sería, evidentemente, homentrópico. Ahora bien, aunque estemos
variando la cantidad de combustible quemado en la cámara de combustión y, como consecuencia,
el valor de la entropía de las partículas a la salida de la cámara de combustión y de entrada a
la turbina (y también el régimen o rpm de la turbina), si esta variación tiene lugar durante un
tiempo tc mucho mayor que el tiempo de residencia, tr , (del orden del milisegundo) en la turbina,
el movimiento será casi estacionario en la turbina y, como consecuencia S = S` (t). Si además,
la adición de calor es uniforme en la cámara de combustión, S` (t) = S0 (t), y el movimiento es
homentrópico en la turbina.
∂v ∂ 1 2 1 ∂p
+ v +U + − fm` = 0 , (10.6.9)
∂t ∂` 2 ρ ∂`
donde parte de las fuerzas másicas derivan del potencial U y fm` es la componente, en la dirección
de la velocidad, del resto de las fuerzas másicas que no derivan de un potencial. Esta ecuación,
en la que la única simplicación proviene de que el número de Reynolds es muy alto, se puede
simplicar notablemente en muchos casos prácticos:
1.- Las únicas fuerzas másicas, salvo las electromagnéticas, que no derivan de un potencial son
las de Coriolis y la aceleración tangencial. La primera es perpendicular a la velocidad por lo que
no contribuye a fm` , y la segunda es, frecuentemente, nula o despreciable. Como consecuencia,
muy a menudo se tiene fm` ≈ 0. En este caso, la ecuación (10.6.9) toma la forma
∂v ∂ 1 2 1 ∂p
+ v +U + =0 , (10.6.10)
∂t ∂` 2 ρ ∂`
1 ∂p ∂ (p/ρ)
= . (10.6.12)
ρ ∂` ∂`
También, si la entropía es constante a lo largo de la línea de corriente, se tiene
1 ∂p ∂h
= , (10.6.13)
ρ ∂` ∂`
1 ∂p ∂ω
= , (10.6.14)
ρ ∂` ∂`
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 186
donde ˆ
dp
ω= . (10.6.15)
ρ (p, t)
En los gases la existencia o no de la función ω depende de la ecuación de la energía. Para el
caso considerado a altos números de Reynolds y casi estacionario, si añadimos la condición de
que la adición de calor por radiación y/o reacción química es nula o despreciable, se conserva la
entropía a lo largo de las líneas de corriente y, por lo tanto: ω = h.
Si se dan todas las condiciones anteriores (altos números de Reynolds, movimiento casi esta-
cionario, fm` ≈ 0 y, para el caso de gases, sin adición de calor por radiación y/o reacción química)
la ecuación (10.6.9) se reduce a
∂ 1 2
v +U +ω =0 , (10.6.16)
∂` 2
ecuación que puede integrarse a lo largo de las líneas de corriente para darnos la ecuación de
Bernouilli
1 2
v + U + ω = C` (t) . (10.6.17)
2
La constante C` (t) puede variar de una línea de corriente a otra y con el tiempo, y debe deter-
minarse con las condiciones de contorno, siguiendo por ejemplo la línea de corriente aguas arriba
hasta algún punto o región donde conozcamos el valor del primer miembro de (10.6.17).
Como ya se ha dicho, el valor de ω para un líquido perfecto es p/ρ, independiente de la
ecuación de la energía, por lo que la ecuación de Bernouilli para líquidos perfectos toma la forma
1
p + ρv 2 + ρU = C1` (t) , (10.6.18)
2
mientras que para gases calorícamente perfectos puede escribirse como
1 2
v + U + h = C2` (t) . (10.6.19)
2
D h + 21 v 2
∂p
ρ = + ρf~m · ~v + ∇ · (τ , · ~v ) + ∇ · (k∇T ) + Q , (10.6.20)
Dt ∂t
DS
ρT = φv + ∇ · (k∇T ) + Q , (10.6.21)
Dt
por ser despreciables cada uno de los términos que aparecen en los segundos miembros.
Así pues, con las condiciones de:
•Movimiento a altos números de Reynolds (corriente exterior),
•Movimiento casi estacionario,
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 187
permiten calcular todas las variables termodinámicas en función de la velocidad local y de las
constantes S0
h0 .y
S0 y h0 deducidos de (10.6.22), junto con los valores de ρ0 , p0 , T0 y e0 deducidos
Los valores de
de las ecuaciones de estado, sustituyendo en (10.6.23) S0 y h0 en lugar de S y h respectivamente,
se denominan magnitudes uidas de remanso.
Las magnitudes uidas de remanso, al igual que la entropía S0 y entalpía de remanso h0
pueden variar de una línea de corriente a otra pero no a lo largo de la línea de corriente en las
condiciones descritas más arriba: grandes números de Reynolds, corriente exterior, movimiento
casi estacionario sin trabajo de las fuerzas másicas y sin adición de calor por radiación y/o
reacción química .
4
Las relaciones (10.6.22) junto con (10.6.23), donde se sustituyen h y S por h0 y S0 , denen
matemáticamente en cada punto las variables de remanso en función de las estáticas y la velo-
cidad, independientemente del tipo de movimiento que siga el uido. Podríamos denir también
las variables de remanso diciendo, por ejemplo, que son las magnitudes termodinámicas que ob-
tendríamos decelerando el uido desde la velocidad ~v hasta la velocidad nula en las condiciones
arriba indicadas (grandes números de Reynolds, corriente exterior, movimiento casi estacionario
sin trabajo de las fuerzas másicas y sin adición de calor por radiación y reacción química).
Las ecuaciones (10.6.20 y 10.6.21) nos dicen cómo y por qué en un caso real pueden variar las
magnitudes de remanso. Así en un movimiento a grandes números de Reynolds y sin adición de
calor Q, no varía la entropía de remanso de la partícula uida, pero sí puede variar la entalpía
de remanso debido a efectos no estacionarios a través de ∂p/∂t (por ejemplo, el movimiento a
través de compresores y turbinas, carreras de compresión y expansión de émbolos, etc.) o también
debido al trabajo de las fuerzas másicas (por ejemplo en la descarga del líquido de un depósito
bajo la acción de las fuerzas gravitatorias).
Haciendo uso de las ecuaciones de estado (10.6.23) apropiadas a cada caso, vamos a escribir
las magnitudes de remanso en función de las estáticas y de la velocidad v.
Líquidos calorícamente perfectos:
En este caso las ecuaciones Se hace una pequeña introducción a los movimientos subsónicos
y supersónicos. de estado (10.6.23) toman la forma
ρ0 T0 e0 1 1
S0 = S ; = = = 1; h0 = h + v 2 ; p0 = p + ρv 2 . (10.6.25)
ρ T e 2 2
4
Cuando no se veriquen todas estas condiciones pueden conservarse algunas condiciones de remanso y otras
no, como es el caso de la presión de remanso en líquidos perfectos que se conserva sin necesidad de la condición
de adición de calor por radiación y reacción química.
5
Obsérvese que la expresión de la presión de remanso se puede deducir de la ecuación de la energía cinética, y
por lo tanto no es necesario imponer la condición de adición de calor Q nulo para su conservación.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 188
r
p γp p p
= Rg T ; e = cv T ; a = = γRg T , = Rg T , (10.6.26)
ρ ρ ρ
p p γ p
S = cv ln γ
; h = e+ = . (10.6.27)
ρ ρ γ−1ρ
Por lo tanto las magnitudes de remanso toman la forma
γ−1 γ−1
h0 T0 e0 a0 2 ρ0 p0 γ γ−1 2
S0 = S ; = = = = = =1+ M , (10.6.28)
h T e a ρ p 2
donde M = v/a es el número de Mach local o relación entre la velocidad local del uido v y la
velocidad local del sonido a.
En la tablas 10.1 a 10.13 al nal del capítulo, se dan los valores de T /T0 , p/p0 , etc., dadas en
(10.6.28), en función del número de Mach para γ = 1,4. En estas tablas también se da la relación
A∗ /A que se denirá en este capítulo más adelante.
2 γ−1 γ−1
h∗ T∗ e∗ a∗ ρ∗ p∗
∗
γ 2
S = S0 ; = = = = = = , (10.6.29)
h0 T0 e0 a0 ρ0 p0 γ+1
r
∗ ∗
p 2
v = a = γRg T ∗ = a0 . (10.6.30)
γ+1
Como puede observarse, las magnitudes críticas son funciones únicamente de las magnitudes
de remanso y se conservarán en el movimiento cuando lo hagan éstas.
El número de Mach crítico está denido por
s
v γ+1
M∗ = ∗ = M . (10.6.31)
a 2 + (γ − 1) M 2
M∗ < 1 M < 1; M ∗ = 1 M∗ →
p
Obsérvese que si para M =1 y (γ + 1) / (γ − 1) cuando
M → ∞. Cualitativamente actúa lo mismo que M, excepto cuando M → ∞. Más adelante, al
∗
tratar las ondas de choque, veremos que M es un parámetro útil porque tiende a un valor nito
cuando M tiende a innito.
∇ · (ρ~v ) = 0 , (10.6.32)
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 189
1 2
ρ ∇ v − ~v × (∇ × ~v ) = −∇p + ρf~m , (10.6.33)
2
~v · ∇S = 0 , (10.6.34)
si Q es nulo o despreciable. En estas ecuaciones no aparecen las derivadas con respecto al tiempo,
por lo tanto éste juega el papel de un parámetro.
Una de las ecuaciones de cantidad de movimiento puede ser sustituida por la ecuación de la
energía total
1 2
~v · ∇ h + v = f~m · ~v . (10.6.36)
2
Al sistema de ecuaciones (10.6.32-10.6.35) no pueden imponérsele condiciones iniciales. Por
lo tanto, si el campo de velocidades, presiones y temperaturas deducido de la solución casi esta-
cionaria para el instante inicial no coincide con el dado inicialmente, la solución casi estacionaria
no será válida durante un tiempo, en torno al inicial, del orden del tiempo de residencia.
La ecuación de la entropía (10.6.34) puede integrarse a lo largo de la línea de corriente para
dar
S = S (p, ρ) = S` (t) , (10.6.37)
donde S` (t) puede variar de una corriente a otra y también con el tiempo.
La ecuación (10.6.36) puede integrarse también a lo largo de la línea de corriente con tal que
las únicas fuerzas másicas que no derivan de un potencial sean las de Coriolis. En ese caso se
obtiene
1
h + v 2 + U = C` (t) , (10.6.38)
2
que, como es lógico, coincide con la ecuación de Bernouilli ya que se han hecho las mismas hipó-
tesis. La ecuación (10.6.36) también nos proporciona la conservación de la entalpía de remanso
a lo largo de las líneas de corriente si el trabajo de las fuerzas másicas fuese nulo o despreciable.
Las ecuaciones (10.6.37) y (10.6.38) nos permitirían determinar, junto con las ecuaciones de
estado, las variables termodinámicas en función de la velocidad v y de la posición, que interviene
a través de U. La velocidad ~v se determina mediante la ecuación de la continuidad y las dos de
cantidad de movimiento que no se han utilizado.
Las constantes de integración S` (t) y C` (t) se han de determinar mediante las condiciones
de contorno. En muchos casos las constantes S` (t) y C` (t) son las mismas para todas las líneas
de corriente. Naturalmente, cuando el movimiento es estacionario estas constantes no dependen
del tiempo, pero pueden variar de una línea de corriente a otra.
Si suponemos que el uido sale uniformemente de la fuente, todas las magnitudes uidas
serán función únicamente de r y t. Las líneas de corriente serán radiales y de la ecuación de la
continuidad se obtiene
∂ G
r2 ρv = 0 r2 ρv =
o bien , (10.6.39)
∂r 4π
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 190
1
S = S0 ; h + v 2 = h0 , (10.6.40)
2
de modo que se conservan las magnitudes de
remanso. Las ecuaciones de estado permiti-
∗ rían determinar las variables termodinámicas
Figura 10.6.1: r/r en función del número de
Mach M. en función de las constantes G, S 0 y h0 , y de
la coordenada radial r.
Para un gas calorícamente perfecto tendríamos
γ−1 γ−1
h0 T0 a0 2 ρ0 p0 γ γ−1 2
= = = = =1+ M , (10.6.41)
h T a ρ p 2
γ+1
2 + (γ − 1) M 2
4(γ−1)
r 1
∗
=√ , (10.6.42)
r M γ+1
que proporciona el número de Mach M en función del radio r (véase gura 10.6.1). El radio r∗
está dado por
γ+1
s s
G γ+1 4(γ−1) G
r∗ = = , (10.6.43)
4πρ∗ v ∗ 2 4πρ0 a0
y la velocidad se obtiene de
M a0
v = aM = q . (10.6.44)
1 + γ−1
2 M
2
ρvA = G , (10.7.1)
siendo G el gasto másico a través de la sección del tubo que se conservará constante a lo largo
del mismo. Esta relación, junto con la conservación de las magnitudes de remanso
1
S = S0 y h + v 2 = h0 , (10.7.2)
2
permiten calcular las magnitudes uidas en función de las constantes S 0 , h0 y G , que a su
vez hemos de determinar mediante las condiciones de contorno. La velocidad v y las restantes
magnitudes uidas varían a lo largo del tubo de corriente debido a la variación del área A.
− γ+1
A∗ 2 + (γ − 1) M 2 2(γ−1)
ρv
= ∗ ∗ =M . (10.7.3)
A ρ v γ+1
− γ+1
A∗
2 2(γ−1)
→M →0 . (10.7.4)
A γ+1
En el límite opuesto, M → ∞, se tiene
γ+1
A∗
γ+1 2(γ−1) 2
− γ−1
→ M →0 . (10.7.5)
A γ−1
A∗ 2
→1− (M − 1)2 + · · · . (10.7.6)
A γ+1
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 192
En la gura 10.7.1 se ha representado la ecuación (10.7.3) donde pueden observarse los com-
portamientos dados en (10.7.4, 10.7.5 y 10.7.6).
En particular puede observarse que la función tiene un máximo para A∗ /A = 1 y M = 1.
∗
Para valores de A mayores que A hay dos soluciones, una subsónica y otra supersónica y para
∗
valores de A menores A que no hay solución. Esto quiere decir que si existe una sección en la
que el número de Mach es la unidad, esta sección corresponde a área mínima.
En régimen subsónico, cuando disminuye
la sección aumenta el número de Mach y la
velocidad y disminuyen la presión y tempera-
6
tura . En movimiento supersónico, en cambio,
la velocidad y el número de Mach aumentan al
aumentar la sección, disminuyendo la presión
y temperatura.
ρc U 2 D
∆t p ∼ , (10.7.7)
`
pequeñas frente a las longitudinales
∆` p ∼ ρc U 2 . (10.7.8)
6
Este fenómeno de denomina efecto Venturi.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 193
ut D
∼ 1, (10.7.9)
U `
de modo que la componente importante de la velocidad es la longitudinal, esencialmente perpen-
dicular a la sección transversal del conducto. Esta componente es la debemos determinar, y para
ello utilizamos la ecuación de la continuidad en forma integral, lo que nos proporciona
ˆ
G= ρ~v · ~ndσ = ρvA, (10.7.10)
A
deja de ser nulo y está dado por ρs vs As , donde ρs es la densidad y vs la velocidad del uido,
respectivamente, en la sección de salida, que al contrario que la presión, no es necesariamente
igual a la densidad en el exterior donde la presión es p a . As es el área efectiva de salida de la
tobera, que coincidirá con el área geométrica si el coeciente de contracción es la unidad, como
ocurre en una tobera bien diseñada.
Puesto que p0 /p es una función del número de Mach (el caso de los líquidos lo trataremos
más adelante), al conocer la presión en la sección de salida, ps = pa , conocemos el número de
Mach a la salida, Ms , dado por la relación
v
u " γ−1 #
u 2 p0 γ
Ms = t −1 . (10.7.11)
γ−1 pa
− γ+1
A∗ 2 + (γ − 1) Ms2 2(γ−1)
= Ms , (10.7.12)
As γ+1
γ+1
2 − 2(γ−1)
A∗
2 + (γ − 1) Mm
= Mm , (10.7.13)
Am γ+1
y conocido Mm , se tiene
√
γp0 Am
G = ρs vs As = ρm vm Am = p f (Mm ) , (10.7.14)
Rg T0
γ+1
γ − 1 2 − 2(γ−1)
f (Mm ) = Mm 1 + Mm . (10.7.15)
2
Obsérvese que todo lo anterior ha sido posible porque la condición de contorno que se ha
impuesto en la salida es que la presión del chorro a la salida, ps , coincide con la presión exterior,
pa . Esto es así mientras el chorro a la salida sea subsónico, lo que implica que en la sección
mínima el ujo es también subsónico y por lo tanto el área mínima, Am , es mayor que el área
crítica, A∗ . Por lo tanto no existirá ningún área geométrica en la tobera igual al área crítica.
Cuando se aumenta la relación de presiones p0 /pa , el número de Mach en la sección mínima
va aumentando, hasta que alcanza el valor unidad. Es decir, la garganta se hace crítica y entonces
A∗ = Am . Esto ocurre para un valor dado de la presión exterior que denominaremos presión de
bloqueo sónico, pbs . El valor de pbs depende de la relación de áreas A∗ /As , que ahora es igual a
Am /As . Para determinar la presión de bloqueo sónico no hay más que determinar el número de
∗
Mach Ms a la salida utilizando la relación (10.7.12) con A = Am . Esta relación nos proporciona
dos valores de Ms (véase gura 1). El valor correspondiente a la presión de bloqueo sónico es el
valor de Ms menor que la unidad, Ms = Msub , ya que el ujo es subsónico en la parte convergente
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 195
de la tobera, sónico en la garganta y vuelve a ser subsónico en la parte divergente. Por lo tanto,
para obtener pbs utilizamos la relación
γ
p0 γ−1 2 γ−1
= 1+ Msub . (10.7.16)
pbs 2
Conocido el número de Mach a la salida, se puede determinar el gasto procediendo de modo
análogo al caso anterior en el que la garganta no era crítica. Si embargo ahora nos podemos
ahorrar el paso de determinar el Mach en la garganta, puesto vale la unidad y por lo tanto el
gasto está dado por la relación
√
γp0 Am
G = ρm vm Am = p f (1) , (10.7.17)
Rg T0
siendo
γ+1
2 2(γ−1)
f (1) = . (10.7.18)
γ+1
Cuando la relación de presiones p0 /pa es mayor que p0 /pbs , el número de Mach en la garganta
sigue siendo la unidad, por lo que el área mínima es crítica y el gasto está determinado por la
relación (10.7.17). El ujo en la parte divergente de la tobera es supersónico si p0 /pa es menor o
igual que p0 /padp , donde padp es la presión de adaptación, que corresponde al caso en el que, aún
siendo el ujo supersónico en la sección de salida de la tobera, la presión de salida, ps = padp ,
coincide con la presión exterior, pa . La presión de adaptación se obtiene a través de la relación
(10.7.12) eligiendo la solución supersónica (Ms > 1) para Ms = Msup y después se sustituye este
número de Mach en la relación análoga a (10.7.16)
γ
p0 γ−1 2 γ−1
= 1+ Msup . (10.7.19)
padp 2
Como puede observarse, cuando la presión exterior pa es tal que la relación p0 /pa es mayor
que p0 /pbs , ya no puede imponerse la condición de que la presión en la sección de salida de la
tobera ps sea igual a la presión exterior pa (salvo en el caso especíco en que la tobera está
adaptada). Esto se debe a que al ser el ujo sónico en la garganta (y supersónico en una región
o en toda la parte divergente) la información no puede viajar aguas arriba (como ocurre en el
caso subsónico) para que se adapte el valor del gasto a la presión exterior. El gasto se mantiene
igual al dado por la relación (10.7.17) y no cambia más que con las condiciones de remanso, por
eso se dice que, cuando hay Mach unidad en la garganta (área mínima igual al área crítica), la
tobera está bloqueada y el parámetro de gasto
p γ+1
G Rg T0 √ √ 2 2(γ−1)
= γf (1)) = γ , (10.7.20)
p 0 Am γ+1
es constante. Puede observarse también que no existe solución continua más que en el rango de
presiones 1 ≤ p0 /pa ≤ p0 /pbs y para el caso particular p0 /pa = p0 /padp . Para los demás valores
de la presión exterior aparecen discontinuidades (ondas de choque) dentro de la parte divergente
o en el chorro exterior a partir del borde de la tobera (ondas de choque y ondas de expansión).
Cuando la presión exterior pa es menor que el valor correspondiente a tener una onda de choque
normal justo en la sección de salida ,
7 poch , el ujo en la parte divergente es supersónico y la
7
En un capítulo posterior dedicado a las ondas de choque, determinaremos el valor de la presión exterior para
tener una onda de choque normal en la sección de salida de la tobera.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 196
Figura 10.7.3: Distribución de presiones a lo largo de una tobera para valores diferentes de la
presión exterior.
Figura 10.7.4: Chorro de salida de una tobera co desde la garganta hasta aguas arriba de la
vA = Q = vs As , (10.7.21)
caracterizada por ser una de baja velocidad comparada con la de salida y de longitud caracterís-
tica V 1/3 . La región (II ) es en el entorno del oricio de salida donde la longitud característica
√
es del orden de A y donde la velocidad es del orden de la de salida, que puede llegar a ser del
orden de la velocidad del sonido, de modo que el número de Mach en esta región puede llegar a
ser de orden unidad (Ms ∼1 ).
Si llamamos vd a la velocidad característica
en la región (I ) yvs a la velocidad característi-
ca en la región (II ), la ecuación de continuidad
nos proporciona
2
ρd vd V 3 ∼ ρs vs A. (10.8.1)
1 √
ρd vd V 3 A
Red ∼ ∼ Res 1 , (10.8.4)
µ V 3
8
El número de Reynolds basado en la velocidad del sonido, a, y en el camino libre medio, λ, es de orden unidad.
Por lo tanto √ √ √
ρs vs A vs A A
Res ∼ ∼ ∼ Ms 1,
µ a λ λ
√
ya que A/λ 1 y Ms es de orden unidad.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 199
2 2
(∆P )d vd A
∼ ∼ 2 1 si Red 1, (10.8.8)
(∆P )s vs V 3
√
(∆P )d µvd 1 A A
y ∼ 1 ∼ 1 si Red 1. (10.8.9)
(∆P )s ρs vs2 V 3 Res V
Por lo tanto, la presión en la región (I ) puede considerarse uniforme independientemente del
número de Reynolds.
La ecuación de la entropía en la región (I ), en ausencia de fuentes de calor externas, es
1 DS ∇ · (k∇T ) Φv
= + , (10.8.10)
cv Dt ρcv T ρcv T
∼ ∆S ∼ ∆T
ktd µv 2 td
d
cv T ρ c V 2/3 ∼
d v ρd cv T V 2/3
donde se han escrito los órdenes de magnitud de cada uno de los términos multiplicado por el
tiempo característico td de descarga.
La contribución al incremento de entropía de la disipación viscosa es
√
µvd2 td Ms2 A A
∼ 1, (10.8.11)
ρd cv T V 2/3 Res V
ya que Ms es, a lo sumo, de orden unidad y Res es grande. De (10.8.11) se concluye que el
incremento de entropía debido a la disipación viscosa es despreciable.
La contribución de la conducción de calor al incremento de entropía es
2
∆T ktd ∆T αtd ∆T δt
∼ ∼ , (10.8.12)
T ρd cv V 2/3 T V 2/3 T V 1/3
√
donde α es la difusitividad térmica y δt ∼ αtd es la distancia de penetración de los efectos
térmicos durante el tiempo de descarga. Pueden distinguirse dos casos límites:
A. Si δt es pequeño frente a la longitud característica de la región (I ), V 1/3 , los efectos de
la conducción quedan connados a una capa delgada cerca de las paredes del depósito donde
la temperatura cambia desde el valor que tenga en la región (I ) al valor de la pared. En este
caso los incrementos de entropía son despreciables, salvo en esta capa delgada, y la entropía se
conserva igual al valor que tenía en el instante inicial. El lector puede comprobar que este caso
corresponde a números de Reynolds Red grandes.
B. Cuando δt V 1/3 los efectos de la conducción, durante el tiempo de descarga, afectan a
todo el uido de la región (I ) y éste adquiere la temperatura de las paredes. Dado que ∆S/cv es
1/3 /δ
2
de orden unidad de (10.8.12) se obtiene ∆T /T ∼ V t 1. En este caso, la descarga es a
temperatura constante.
En ambos casos límites es uniforme una variable termodinámica (la entropía en el primero y
la temperatura en el segundo), de modo que como la presión ya vimos que era uniforme en la
región (I ), lo son todas las variables termodinámicas, lo que facilitará utilizar las ecuaciones en
forma integral para estudiar el proceso de descarga.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 200
ˆ ˆ
d
ρdΩ + ρ (~v − ~vc ) · ~ndσ = 0. (10.9.1)
dt V Σ
La integral de volumen está extendida al volumen total, VI + VII para la carga y VI + VII + VIII
para la descarga. La densidad no es uniforme más que en el volumen VI , pero este volumen es
del orden de V, muy grande frente al volumen de las regiones (II ) y (III ) en su caso. Por lo
tanto, en primera aproximación se puede escribir
ˆ
d d (ρd V )
ρdΩ ≈ , (10.9.2)
dt V dt
d (ρd V )
± G = 0. (10.9.4)
dt
La ecuación de la energía total en forma integral aplicada al mismo volumen de control, en
ausencia de fuerzas másicas y sin adición de calor, toma la forma
ˆ ˆ
d 1 2 1 2
ρ e + v dΩ + ρ e + v (~v − ~vc ) · ~ndσ =
dt V 2 Σ 2
ˆ ˆ ˆ
= − p~v · ~ndσ − ~q · ~ndσ + ~n · τ 0 · ~v dσ. (10.9.5)
Σ Σ Σ
La parte más importante de la integral de volumen es la extendida al volumen VI , al igual que
en la ecuación de la continuidad, pero en la región (I ) la velocidad es muy pequeña frente a la de
entrada (o salida). La energía cinética puede despreciarse frente a la térmica en la mayor parte
del volumen y se tiene
ˆ
d 1 2 d (ρd ed V )
ρ e + v dΩ ≈ , (10.9.6)
dt Σ 2 dt
donde ed (t) es la energía interna uniforme en la mayor parte del depósito.
La integral de supercie que contabiliza el ujo convectivo de energía a través de las paredes
es cero en todas las supercies excepto en la sección de área A donde ~vc = 0 y, por lo tanto, se
tiene ˆ ˆ
1 2 1 2
ρ e + v (~v − ~vc ) · ~ndσ = ± ρ e + v ~v · ~ndA, (10.9.7)
Σ 2 A 2
donde, al igual que en la ecuación de la continuidad, el signo + corresponde a la descarga y el
signo − a la carga.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 202
El trabajo en la unidad de tiempo de las fuerzas de presión se anula en todas las supercies
9
si éstas son jas , y por lo tanto en ellas es ~v = ~vc = 0, excepto en la sección de área a donde
vale ˆ ˆ
− p~v · ~ndσ = ∓ p~v · ~ndA. (10.9.8)
Σ A
Agrupando las integrales (10.9.7) y (10.9.8) se tiene
ˆ ˆ ˆ
1 2 p 1 2
ρ e + v ~v · ~n + p~v · ~n dσ = ± ρ e + + v ~v · ~ndA = ± ρh0~v · ~ndA, (10.9.9)
Σ 2 A ρ 2 A
donde h0 es la entalpía de remanso en la sección de área A que coincide con el valor que tiene
aguas arriba de las regiones (II ) donde se conservan las magnitudes de remanso. Por lo tanto,
en el caso de la descarga h0 = hd , siendo hd (t) = γpd (t) /ρd (t) la entalpía en el depósito. En el
caso de la carga del depósito h0 toma el valor que tiene en el exterior. Si en el exterior el valor
de la entalpía de remanso es he se tiene h0 = he = constante si he lo es. En ambos casos h0 es
uniforme y (10.9.9) queda
ˆ
± ρh0~v · ~ndA = ±Gh0 . (10.9.10)
A
d (ρd ed V )
± Gh0 = 0. (10.9.11)
dt
Con las ecuaciones de estado de un gas perfecto y calorícamente perfecto, el término ρd ed =
pd / (γ − 1) y las ecuaciones quedan
d (ρd V ) d (pd V )
±G=0 y ± (γ − 1) Gh0 = 0. (10.9.12)
dt dt
El sistema de ecuaciones (10.9.12) permite determinar la evolución de la presión pd (t) y de
la densidad ρd (t) en el depósito con el tiempo si se conoce el gasto G.
Como hemos visto en la lección 25, el gasto másico es
− γ+1
√ γ−1 2 2(γ−1)
G = As γρ0 p0 f (Ms ) con f (Ms ) = Ms 1+ Ms (10.9.13)
2
9
Cuando una pared del depósito de área Am se mueve con la velocidad normal ~vm · ~n, el trabajo en la unidad
de tiempo de las fuerzas de presión es
ˆ ˆ
dV
− p~vm · ~ndAm = −pd ~vm · ~ndAm = −pd ,
Am Am dt
donde p0 y ρ0 son las magnitudes de remanso en la región (II ), que coinciden con las del depósito,
p0 = pd (t) y ρ0 = ρd (t), en el caso de una descarga y con las del exterior, p0 = pe y ρ0 = ρe ,
en el caso de una carga; As es el área de salida. El número de Mach Ms y la función f (Ms ) se
determinan, cuando la tobera no está bloqueada, en función de la presión a la que descarga la
ps = pe , en la descarga y la del depósito, ps = pd (t), en la carga), en la forma
tobera (la exterior,
v " γ−1 v
u # u γ+1 " γ−1 #
u 2 p0 γ u 2 ps γ p0 γ
Ms = t − 1 y f (Ms ) = t − 1 . (10.9.14)
γ−1 ps γ − 1 p0 ps
γ+1
∗ 2 2(γ−1) √
G = G = Am γρ0 p0 , (10.9.15)
γ+1
siendo Am el área mínima de la tobera. La relación de presiones para la tobera deje de estar
bloqueada se determinó en la lección 26 y depende de la relación de áreas Am /As .
Independientemente del valor del gasto G, las ecuaciones (10.9.12) de la continuidad y de la
energía en el depósito, pueden combinarse (con V constante) en la forma
dpd dρd
− (γ − 1) h0 = 0. (10.9.16)
dt dt
Para el caso de la descarga h0 = hd = γpd / (γ − 1) ρd y (10.9.16) queda
dpd dρd pd
−γ o bien = constante, (10.9.17)
pd ρd ρdγ
pd − (γ − 1) he ρd = constante. (10.9.18)
10.10. Ejemplos
10.10.1. Descarga de un depósito a la atmósfera
Sea un depósito, de volumen V constante, aislado térmicamente y que descarga a la atmósfera,
donde la presión es pa , a través de una tobera convergente de área mínima A, y que inicialmente
está a la presión p0d y con densidad ρ0d (véase gura 1). El problema a resolver está dado por
las ecuaciones
ρd γ
dρd pd
V +G=0 y = , (10.10.1)
dt p0d ρ0d
con la condición inicial ρd (0) = ρ0d .
Se pueden distinguir dos casos que dependen de la relación entre la presión inicial del depósito
y la presión exterior, p0d /pa .
11
El lector puede comprobar que se obtiene el mismo resultado cuando el depósito es de volumen variable.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 204
γ
p0d γ+1 γ−1
= . (10.10.2)
pbs 2
γ
p0d γ+1 γ−1
≥ , (10.10.3)
pa 2
la tobera está bloqueada desde el instante inicial hasta el instante t∗ dado por la condición
γ
pd (t∗ ) γ+1 γ−1
= (10.10.4)
pa 2
Durante el tiempo 0 ≤ t ≤ t∗ , el gasto está dado por (10.9.15), que en este caso es
γ+1 γ+1 p
d (ρd /ρ0d ) 2 2(γ−1) ρd 2 At γ (p0d /ρ0d )
=− con τ= . (10.10.6)
dτ γ+1 ρ0d V
−2
" γ+1 # γ−1
ρd γ−1 2 2(γ−1)
= 1+τ . (10.10.7)
ρ0d 2 γ+1
−2γ
" γ+1 # γ−1
pd γ−1 2 2(γ−1)
= 1+τ . (10.10.8)
p0d 2 γ+1
Las soluciones (10.10.7) y (10.10.8) son válidas hasta el instante t∗ obtenido de la condición
(10.10.4), que sustituida en (10.10.8) proporciona
s
γ+1 γ−1
2 γ+1 2(γ−1) 2 p0d γ
τ∗ = − 1 . (10.10.9)
γ−1 2 γ+1 pa
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 205
γ
pd (t) γ+1 γ−1
< , (10.10.10)
pa 2
y el número de Mach en la sección de salida es menor que la unidad. Para estos casos el gasto
está dado por (10.9.13), que es
γ+1
√ ρd 2 √
G = A γρd pd f (Ms ) = A γρ0d p0d f (Ms ) , (10.10.11)
ρ0d
v
γ+1 (" γ−1 #)
pa ρ0d γ γ p0d ρd γ γ
u
u 2
f (Ms ) = t −1 . (10.10.12)
γ − 1 p0d ρd pa ρ0d
ˆ ρd /ρ0d
(ρd /ρ0d )−(γ−1)/2
ρd
τ = τ∗ − d , (10.10.13)
ρ∗ /ρ0d f (Ms ) ρ0d
siendo
1 1
ρ∗ γ+1 γ−1 pa γ
= , (10.10.14)
ρ0d 2 p0d
el valor de la densidad en el depósito, dado por la ecuación (10.10.7) para τ = τ∗ .
El tiempo de descarga, τd , se obtiene cuando pd (τd ) = pa , que en función de la densidad del
depósito queda la condición
1
ρd (τd ) pa γ
= , (10.10.15)
ρ0d p0d
por lo tanto
ˆ ( pa /p0d )1/γ
(ρd /ρ0d )−(γ−1)/2
ρd
τd = τ∗ − d . (10.10.16)
ρ∗ /ρ0d f (Ms ) ρ0d
Cuando la presión inicial del depósito es tal que p0d /pa < [(γ + 1) /2] γ/(γ−1) , el número de
Mach en la sección de salida es siempre menor que la unidad y la tobera nunca está bloqueada.
La solución es, en este caso,
ˆ ρd /ρ0d
(ρd /ρ0d )−(γ−1)/2
ρd
τ =− d , (10.10.17)
1 f (Ms ) ρ0d
ˆ ( pa /p0d )1/γ
(ρd /ρ0d )−(γ−1)/2
ρd
τd = − d . (10.10.18)
1 f (Ms ) ρ0d
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 206
dρd
V =G y pd − (γ − 1) ha ρd = 0, (10.10.19)
dt
donde la segunda de las ecuaciones (10.10.19) es la ecuación de la energía (10.9.18) en la que
he = ha y la constante de integración es nula por estar el depósito inicialmente vacío, pd (0) = 0
y ρd (0) = 0. Esta segunda ecuación puede escribirse también en la forma
pd ρd
=γ . (10.10.20)
pa ρa
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 207
Como el depósito está inicialmente vacío, la relación pa /pd (0) → ∞ y, al ser mayor que
γ/(γ−1)
[(γ + 1) /2] , la tobera está bloqueada y el gasto es el dado por (10.9.15), que en este caso
toma la forma
γ+1
∗ 2 2(γ−1) √
G =A γρa pa = constante. (10.10.21)
γ+1
La ecuación de la continuidad se integra para darnos
p γ+1
G∗ t
ρd (t) At γpa /ρa 2 2(γ−1)
ρd (t) = o bien = , (10.10.22)
V ρa V γ+1
Figura 10.10.3: Presión en el depósito en función del tiempo, para varias condiciones iniciales.
p γ+1
G∗ t
pd (t) At γpa /ρa 2 2(γ−1)
pd (t) = (γ − 1) ha o bien =γ . (10.10.23)
V pa V γ+1
γ
pd (t∗ )
2 γ−1
= . (10.10.24)
pa γ+1
r
∗ 1 2 V
t = p . (10.10.25)
γ γ + 1 A γpa /ρa
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 208
√
G = A γρa pa f (Ms ) , (10.10.26)
v
u γ+1 " γ−1 #
u 2 pd γ pa γ
f (Ms ) = t −1 . (10.10.27)
γ−1 pa pd
ˆ pd /pa
( γ+1 " γ−1 #)− 21
1 2 pd γ pa γ pd
τ = τ∗ + −1 d , (10.10.28)
γ p∗ /pa γ−1 pa pd pa
siendo p r
At γpa /ρa 1
∗ 2
τ= y τ = , (10.10.29)
V γ γ+1
y donde
γ
p∗ pd (t∗ )
2 γ−1
= = , (10.10.30)
pa pa γ+1
es la presión en el instante t∗ .
El tiempo que tarda en llenarse el depósito, t` (o su equivalente τ` ) se obtiene cuando pd (t` ) =
pa . Sustituyendo este último valor en (10.10.28) se llega a
ˆ 1
( γ+1 " γ−1 #)− 12
1 2 pd γ pa γ pd
τ` = τ ∗ + −1 d . (10.10.31)
γ p∗ /pa γ−1 pa pd pa
Figura 10.10.4: Evolución de la presión en el interior del depósito y del número de Mach en la
salida de la tobera, cuando el depósito se está llenando.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 209
DS
= 0, (10.12.1)
Dt
para decirnos que el movimiento es isentrópico: S = Sp . Supondremos que en la sección de entrada
(véase gura 10.13.1) la entropía es uniforme y por lo tanto: Sp = Se ; y como consecuencia
S = Se = Ss , (10.12.2)
depósito a la salida de la zona que analizamos, el movimiento sólo sería isentrópico hasta la
sección de entrada al depósito ya que el uido entraría en el depósito en forma de chorro, y en
la zona de mezcla con el uido del depósito la conducción de calor y viscosidad son importantes.
La presencia de los álabes giratorios en la
zona de consideración hace que el movimien-
to sea esencialmente no estacionario y, por lo
tanto, aunque despreciemos el trabajo de las
fuerzas másicas, las partículas no conservan su
entalpía de remanso. Por ello haremos uso de
las ecuaciones de continuidad y de la energía
total en forma integral. Utilizaremos como sis-
tema de referencia uno ligado a tierra (supo-
Figura 10.12.1: Esquema de una turbomáquina. niendo que la máquina esta ligada a tierra),
así las únicas fuerzas másicas son las gravita-
torias que también despreciaremos pues, en los casos prácticos, dan lugar a diferencias de presión
despreciables, en el caso de los gases
12 , frente a las que nos vamos a encontrar entre la entrada y
la salida. Como volumen de control vamos a considerar el limitado por las paredes mojadas de la
máquina, la sección y la sección de salida (volumen de control encerrado por la línea discontinua
de la gura 10.13.1).
La ecuación de la continuidad en forma integral es
ˆ ˆ
d
ρdΩ + ρ (~v − ~vc ) · ~ndσ = 0, (10.12.3)
dt Vc Σc
Esto es, la masa que entra a través de Ae al volumen de control en cada instante es igual a
la que sale a través de As , pues por ser casi estacionario globalmente (pero no localmente) el
funcionamiento de la máquina, la variación en la unidad de tiempo de la masa contenida en Vc
es despreciable frente al gasto G.
Si ahora hacemos uso de la ecuación de la energía en forma integral tenemos
ˆ ˆ
d 1 2 1 2
ρ e + v dΩ + ρ e + v (~v − ~vc ) · ~ndσ =
dt Vc 2 Σc 2
ˆ ˆ ˆ
0
=− p~v · ~ndσ + ~n · τ · ~v dσ − ~q · ~ndσ, (10.12.5)
Σc Σc Σc
12
En el caso de los líquidos se puede cambiar p por la presión motriz p + ρU para tener en cuenta las fuerzas
másicas que derivan de un potencial.
13
En un motor de un avión de combate el tiempo típico de cambio de régimen es del orden de 10 segundos,
mientras que el tiempo de residencia en la zona del compresor o de la turbina es del orden de la milésima de
segundo.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 211
donde hemos despreciado el trabajo de las fuerzas másicas y el calor por radiación y reacción
química.
El termino no estacionario de (10.12.5), al igual que en la ecuación de la continuidad, es
despreciable. El segundo sumando del primer miembro se reduce al ujo de energía a través
de las secciones de entrada y salida. El calor recibido por conducción (la última integral del
segundo miembro de (10.12.5)) a través de las paredes será despreciable por ser el número de
Reynolds sucientemente alto. Por esta misma razón sería despreciable el trabajo de las fuerzas
de viscosidad, sin embargo téngase en cuenta que el trabajo de las fuerzas de viscosidad y presión
sobre las paredes jas es nulo por ser nula allí la velocidad del uido. Por último, el trabajo de
las fuerzas de presión (y la pequeña contribución de las fuerzas de viscosidad) sobre las paredes
móviles es la potencia recibida por el uido
ˆ ˆ
W =− p~v · ~ndσ + ~n · τ 0 · ~v dσ. (10.12.6)
Am Am
ˆ
p 1 2
ρ e + + v ~v · ~ndσ = W. (10.12.7)
ρ 2
Ae +As
siendo el signo + para el caso de un compresor o una bomba (la máquina suministra energía
al uido) y el signo − para una turbina (la máquina recibe energía del uido).
Admitiendo que la presión es uniforme en la sección de salida, y como la entropía ya hemos
visto que lo es, serán uniformes las demás variables termodinámicas y también la velocidad. Con
ello, las ecuaciones que determinan el estado del uido a la salida de la turbomáquina son
Ss = Se , (10.12.9)
ρs vs A = G, (10.12.10)
W
h0s = h0e + , (10.12.11)
G
completadas con las ecuaciones de estado.
Supongamos que se conocen las condiciones de un gas a la entrada de un compresor. Con ello
se conoce el gasto másico G y, para una potencia W dada, se puede calcular el estado del uido a
la salida. Sin embargo, frecuentemente se conoce sólo parcialmente el estado del gas a la entrada;
por ejemplo, cuando el compresor toma aire de la atmósfera en reposo, donde la entalpía es ha
1 2
y la entropía Sa , se tiene h0e = he + 2 ve = ha y Se = Sa , pero no se conoce el gasto, para cuya
determinación se necesita un dato más. Si a la salida del compresor hay un depósito donde la
presión es pd , se tiene ps = pd , puesto que la velocidad a la salida es subsónica, con lo que ya se
puede determinar G y el estado del gas a la salida del compresor. En efecto, de la conservación
de la entropía se tiene
1
ρs pd γ
= , (10.12.12)
ρa pa
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 212
v2 vs2
hs ρs hs
W = Gha + s −1 = ρa ha As vs + −1 , (10.12.14)
ha 2ha ρa ha 2ha
ecuación en la que la única incógnita es vs . Con frecuencia la energía cinética a la salida del
compresor es despreciable frente a la térmica
14 , y en ese caso la ecuación (10.12.14) se simplica
mientras que la de la energía, cambiando la presión p por la presión motriz p + ρgz donde z es
positiva en la dirección de −~g , toma la forma
1 1
W = Q ps + ρvs2 + ρgzs − pe + ρve2 + ρgze , (10.12.17)
2 2
donde
G
Q= = v s As , (10.12.18)
ρ
es el gasto volumétrico. Nótese que si una bomba toma el líquido de un depósito donde la presión
motriz es pa , este valor sustituye a pe + 12 ρve2 + ρgze en (10.12.18). En la nomenclatura usual de
las turbomáquinas hidráulicas a la cantidad
El análisis dimensional permite simplicar las relaciones funcionales entre las distintas magni-
tudes que intervienen. Conocidas las magnitudes a la entrada de la bomba, la presión y velocidad
a la salida se obtienen de resolver las ecuaciones de continuidad y cantidad de movimiento. En
particular la velocidad media a la salida es vs = ve Ae /As , y la diferencia de presiones entre la
entrada y la salida es una función que depende del tipo de líquido (ρ y µ), de la geometría, que
caracterizaremos por el tamaño del rotor, D, y de una serie de parámetros geométricos tales
como Ae /D2 , As /D2 , etc., y que denominaremos αi . También depende del número de vueltas
Ω. Esta dependencia aparece al imponer la condición de que la velocidad del líquido en contacto
con el álabe es igual a la velocidad local del álabe, proporcional a la velocidad de giro. Se tiene
ps − pe = f1 (ρ, µ, D, αi , ve , Ω) , (10.13.7)
pero como ve = Q/Ae , se puede cambiar ve por Q en (10.13.7). Además, sin pérdida de genera-
lidad se puede escribir
1 2 1 2
ps + ρvs + ρgzs − pe + ρve + ρgze = ρgHm = f (ρ, µ, D, αi , Q, Ω) , (10.13.8)
2 2
Q µ
ηb = Ψ2 , , αi . (10.13.10)
ΩD3 ρΩD2
QρgHm
Wb = . (10.13.11)
ηb
En las bombas la geometría es ja, de modo que los parámetros αi son constantes y conocidos.
Además, el número de Reynolds es muy alto y las relaciones adimensionales anteriores dejan de
depender de él. En este caso las ecuaciones (10.13.9) y (10.13.10) quedan
gHm Q
= Φ1 , (10.13.12)
(ΩD)2 ΩD3
16 0 2 y T − T . La energía cinética turbulenta 1 v 0 2 acaba
El rendimiento hidráulico se obtendría conociendo vs s e 2
disipándose en forma de energía térmica, pero a la salida de la turbomáquina no se ha disipado del todo y los
1 02
sumandos 2 vs y cv (Ts − Te ) pueden ser del mismo orden.
La disipación de energía depende sólo del número de Reynolds y por eso el rendimiento hidráulico es función
del éste número adimensional.
El incremento de temperatura producido por la disipación de la energía cinética turbulenta es tal que
∆T v0 2 (ΩD)2
∼ < 1.
Te cv Te cv Te
de modo que la temperatura, aunque se disipase toda la energía cinética turbulenta a la salida, apenas cambia
y la viscosidad µ es constante. No obstante, este pequeño incremento de temperatura puede producir cambios
apreciables en el rendimiento de la turbomáquina. Baste para ello observar que si Ts − Te = 0,01 K, se tendría
ρcv (Ts − Te ) ≈ 104 Pa ≈ 0,1 Atm.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 215
Q
ηb = Φ2 . (10.13.13)
ΩD3
En las turbinas hidráulicas el análisis dimensional proporciona los mismos resultados de las
ecuaciones (10.13.9) y (10.13.10), si más que cambiar la altura manométrica Hm por la altura
neta Hn y el rendimiento de la bomba ηb por el de la turbina ηt . Sin embargo los parámetros
geométricos αi no son todos constantes. Esto es debido a que las turbinas tienen unos álabes
directrices que son regulables. Estos álabes directrices permiten variar el caudal a través de la
turbina dependiendo de la potencia que se necesita extraer. Por esta razón, al menos uno de los
parámetros geométricos es variable en el funcionamiento de una turbina hidráulica. En conse-
cuencia, las relaciones equivalentes a (10.13.12) y (10.13.13) son, para las turbinas hidráulicas a
altos números de Reynolds,
gHn Wt Wt
= ϕ1 , α1 y ηt = ϕ2 , α1 , (10.13.14)
(ΩD)2 ρΩ3 D5 ρΩ3 D5
gHm Q
= Φ3 (ηb ) y = Φ4 (ηb ) . (10.13.16)
(ΩD)2 ΩD3
Combinando las dos relaciones anteriores de modo que se elimine el tamaño D, se obtiene
√
Ω Q
= Φ5 (ηb ) . (10.13.17)
(gHm )3/4
Se denomina velocidad especíca Ωsb para las bombas a la relación
" √ #
Ω Q
Ωsb = , (10.13.18)
(gHm )3/4 ηb max
17
En la literatura clásica de turbomáquinas hidráulicas la velocidad especíca se dene sin la gravedad g, con
Ω en rpm y con Q en m3 /s y Wt en CV. Por lo que las cantidades resultantes no son adimensionales.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 216
Figura 10.13.1: Esquema de una bomba. (a) centrífuga o radial, (b) axial.
pe + 12 ρve2 − pv
HN S = , (10.13.21)
ρg
para la que no hay vaporización en el interior
Figura 10.13.2: Esquema de una turbina Francis
de eje vertical.
de la bomba. En (10.13.21) pv es la presión de
vapor del líquido.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 217
Figura 10.13.3: Alturas manométrica y neta de succión (adimensionales) en función del caudal
adimensional.
gHm gHm0
2 = y ηb = ηb0 , (10.13.23)
(ΩD) (Ω0 D0 )2
para cada valor de
Q Q0
= . (10.13.24)
ΩD3 Ω0 D03
Figura 10.13.4: Rendimiento hidráulico de una Las curvas características de una turbina
bomba en función del caudal adimensional. dependen de un parámetro más que las de las
bombas, como se citó anteriormente. Así el
rendimiento de una turbina Kaplan en función
de la potencia adimensional es como la representada en la gura 10.13.5. Obsérvese que para la
obtención de las curvas adimensionales a partir de las curvas con dimensiones hay que establecer
las igualdades de los parámetros
gHn gHn0
2 = y ηt = ηt0 , (10.13.25)
(ΩD) (Ω0 D0 )2
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 218
Figura 10.13.5: Rendimiento de una turbina Kaplan en función de la potencia adimensional, para
distintos valores de la apertura de los álabes directrices.
Wt Wt0
= y α1 = α10 , (10.13.26)
3
ρΩ D 5 ρΩ30 D05
donde las magnitudes con subíndice 0 indican, como en el caso de las bombas, los valores dados
en las curvas con dimensiones.
10.13.4. Bibliografía
Bibliografía sobre turbomáquinas G. T. Csanady, Theory of Turbomachines, McGraw-
Hill, 1964.
M. Sedille, Turbo-Machines Hydrauliques et Termiques, Masson, 1967.
R. Comolet, Mecanique Experimentale des Fluids, Tomo II, Masson 1976.
F. M. White, Mecánica de Fluidos, McGraw-Hill, 1982.
A. Lecuona y J. I. Nogueira, Turbomáquinas. Procesos, análisis y tecnología, Ariel Ciencia
y Tecnología, 2000.
CAPÍTULO 10. FLUIDOS IDEALES. ECUACIONES DE EULER. 219
11.1. Introducción
En los capítulos precedentes se han considerado solamente movimientos continuos, es decir,
movimientos tales que las magnitudes uidas que en ellos intervienen (velocidades, presiones,
etc.), así como todas sus derivadas, son funciones continuas de la posición, ~x, y del tiempo, t, en
todo el espacio y en todo instante.
Siempre que el campo uidodinámico esté determinado por las ecuaciones de Navier-Stokes
1
está hipótesis parece estar justicada . Sin embargo, no puede asegurarse lo mismo respecto a las
soluciones de las ecuaciones de Euler, si queremos que estas soluciones representen aproximada-
mente a las de las ecuaciones de Navier-Stokes en movimientos a grandes números de Reynolds
o grandes valores de ReSt.
Cuando los valores de Re o ReSt son muy grandes pueden aparecer regiones de espesor δ
muy pequeño frente a la longitud característica ` del movimiento (de modo que δ/` → 0 cuando
Re o ReSt tienden a innito), a través de las cuales las magnitudes uidas o sus derivadas
pueden presentar variaciones del orden de ellas mismas. Cuando se observa el movimiento en la
escala `, en el límite Re → ∞ o ReSt → ∞, estas regiones tienen espesor nulo y aparecen como
supercies de discontinuidad. Así pues, cuando busquemos soluciones de las ecuaciones de Euler,
debemos buscar éstas en el espacio de las funciones que presentan discontinuidades, bien de las
funciones o en sus derivadas, en ciertas supercies móviles. Al desaparecer de la ecuaciones los
términos asociados a los esfuerzos viscosos y los ujos de calor proporcionales a los gradientes de
temperatura, desaparecen los mecanismos de eliminación de los saltos en las magnitudes uidas
o sus gradientes.
Como veremos en este capítulo, los saltos de las magnitudes uidas (discontinuidades nitas
o de orden cero) así como los saltos en las derivadas de las magnitudes uidas (discontinuidades
débiles o de orden superior, siendo las magnitudes uidas continuas) no son arbitrarios. Las leyes
de conservación, como veremos en lo que sigue, imponen unas condiciones a los saltos de las
magnitudes uidas de carácter distinto para las discontinuidades tangenciales, que se presentan
en supercies uidas, que para las ondas de choque, las cuales se mueven con respecto al uido
con velocidad supersónica.
En el apéndice de esta capítulo veremos cómo las discontinuidades de orden superior (discon-
1
Véase A. O. Ladyzhenskaya referenciado en la bibliografía y también Annual Review of Fluid Mechanics, Vol.
7, 1975.
233
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 234
tinuidades débiles) se presentan en supercies características de las ecuaciones de Euler. Esto es,
se presentan o bien en supercies uidas o bien en supercies (ondas de Mach) que se mueven
respecto al uido con la velocidad local del sonido. Los saltos en las derivadas cumplen también,
como veremos, ciertas relaciones de compatibilidad.
Así pues, cuando se introduce una pertur-
bación en algún punto del campo uido, si al
analizar el movimiento asociado a esta pertur-
bación podemos despreciar los efectos viscosos
y de conducción de calor, las supercies donde
se observan cambios en el movimiento debidos
a la perturbación (esto es, cambios en las mag-
nitudes uidas o sus derivadas) o no se mueven
respecto al uido, o se mueven respecto a él
con velocidad supersónica si son discontinui-
Figura 11.1.1: Esquema de una supercie de dis-
dades nitas (ondas de choque), o se mueven
continuidad.
respecto al uido con la velocidad local del so-
nido si son simplemente discontinuidades de
orden superior (discontinuidades en el ritmo de variación de las magnitudes uidas).
∇f
~n = , (11.2.1)
|∇f |
∂f /∂t
D (~x, t) = − . (11.2.2)
|∇f |
de esta forma estamos eligiendo un sistema de referencia jo a Σ en cada punto e instante de
tiempo.
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 235
Conservación de la energía
1 2 1 2
p1 + ρ1 e1 + u1 (~u1 · ~n) − p2 + ρ2 e2 + u2 (~u2 · ~n) dσ = 0, (11.2.7)
2 2
donde e1 y e2 son las energías internas especícas a uno y otro lado de la supercie de disconti-
nuidad.
Llamando −un a la componente normal relativa a la supercie: −un = ~u · ~n; y ~ut a las
componentes tangenciales, las ecuaciones (11.2.5, 11.2.6 y 11.2.7) se pueden escribir en la forma
elementos atómicos que componen la mezcla y las condiciones de equilibrio químico en la región
(2). Sin embargo, con frecuencia se supone que la masa molecular media y el calor especíco
de la mezcla no cambian apreciablemente como consecuencia de la combustión, en cuyo caso
pueden utilizarse las ecuaciones (11.2.8, 11.2.9, 11.2.10 y 11.2.11) donde se reescribe el término
m (e1 − e2 ) de la ecuación (11.2.11) como m [q + cv (T1 − T2 )], siendo q el calor liberado en la
reacción química por unidad de masa reactante. La ecuación (11.2.11) toma la forma
1 2 1 2
p1 u1n + m q + cv T1 + u1 = p2 u2n + m cv T2 + u2 . (11.2.14)
2 2
donde β es el menor de los ángulos que forma la velocidad relativa incidente, ~u1 , con la tangente
a la onda en el punto considerado. El ángulo δ es la desviación que sufre la corriente emergente,
relativa a la onda, con respecto a la corriente incidente (véase gura 11.2.2). La ecuación (11.3.3)
es equivalente a la (11.2.10). El resto de las condiciones de salto, (11.2.8), (11.2.9) y (11.2.11)
pueden escribirse ahora en la forma
ρ1 u1n = ρ2 u2n , (11.3.4)
1 1
h1 + u21n = h2 + u22n , (11.3.6)
2 2
donde h = e + p/ρ es la entalpía especíca del uido. A estas ecuaciones hay que añadirles las
de estado que, para un gas perfecto, son
γ p a2
h= = , (11.3.7)
γ−1ρ γ−1
h2 p2 ρ1 T2
= = , (11.3.8)
h1 p1 ρ2 T1
donde a2 = γp/ρ es el cuadrado de la velocidad del sonido y T la temperatura.
El sistema de ecuaciones (11.3.4), (11.3.5) y (11.3.6), es uno de tres ecuaciones para seis incóg-
nitas, lo que permitirá calcular en función de tres de ellas (u1n , p1 , ρ1 ) las otras tres (u2n , p2 , ρ2 ).
A la vista de las ecuaciones (11.3.4), (11.3.5) y (11.3.6), y la ecuación de estado (11.3.7), podemos
escribir
u2n = f1 (u1n , p1 , ρ1 , γ) , (11.3.9)
p2 = f2 (u1n , p1 , ρ1 , γ) , (11.3.10)
ρ2 = f1 (u1n , p1 , ρ1 , γ) . (11.3.11)
u2n
= ϕ1 (M1n , γ) , (11.3.12)
u1n
p2
= ϕ2 (M1n , γ) , (11.3.13)
p1
ρ2 u1n 1
= = = ϕ3 (M1n , γ) . (11.3.14)
ρ1 u2n ϕ1 (M1n , γ)
Es decir, todos los saltos de las magnitudes termodinámicas y de las componentes de la velocidad
normales a la onda, sólo dependen del número de Mach de la componente normal de la velocidad
incidente, M1n , y de la relación de calores especícos, γ.
Para la componente tangencial a la onda, de las relaciones (11.3.1), (11.3.2), (11.3.3) y
(11.3.12) se deduce que la deexión de la corriente aguas debajo de la onda es tal que
δ = ϕ4 (M1n , γ, β) (11.3.15)
γ+1 ρ2
p2 γ−1 ρ1 − 1
= γ+1 ρ2 . (11.3.16)
p1 γ−1 − ρ1
Esta ecuación se llama relación de Hugoniot y se ha representado en la gura 11.3.1 junto con
la de las isentrópicas
γ
p2 ρ2
= , (11.3.17)
p1 ρ1
para comparación. La relación de Hugoniot (11.3.16) sustituye a la de las isentrópicas (11.3.17)
en las transformaciones que se producen a través de una onda de choque.
De la ecuación (11.3.16) puede observarse que el salto máximo de densidades a través de una
onda de choque está limitado al valor
ρ2 γ+1 p2
= cuando → ∞, (11.3.18)
ρ1 γ−1 p1
p2 ρ2
→1+γ −1 , (11.3.19)
p1 ρ1
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 240
y como consecuencia
γ+1 ρ2
≥ ≥ 1, (11.3.21)
γ−1 ρ1
para que S2 −S1 > 0. La condición (11.3.21) marca el sentido de la transformación que se produce
a través de una onda de choque y, por lo tanto, puntos tales como el B de la gura 11.3.1 son
imposibles de alcanzar. De la relación (11.3.4) y de (11.3.21) se deduce
γ−1 u2n
≤ ≤ 1, (11.3.22)
γ+1 u1n
y puesto que la componente tangencial de la velocidad es continua a través de la onda, se tiene
u2
≤ 1. (11.3.23)
u1
El lector puede mostrar que se cumplen las siguientes relaciones
p2 T2 M2
∞≥ ≥ 1; ∞ ≥ ≥ 1; ≤ 1. (11.3.24)
p1 T1 M1
De todo lo que precede se deduce que las ondas de choque son fenómenos irreversibles,
efectuándose en tal sentido que cuando el gas atraviesa la supercie de la onda, su densidad,
presión y temperatura aumentan, mientras que la velocidad relativa y el número de Mach relativo
disminuyen.
Dado que la velocidad relativa normal disminuye al atravesar la onda el uido, y la velocidad
tangencial no cambia, la velocidad relativa detrás de la onda experimenta una desviación δ que
tiende a aproximar al uido hacia la onda, como se muestra en la gura 11.2.2.
La eliminación de u2n entra las ecuaciones (11.3.4) y (11.3.5) proporciona
2 1 (p2 /p1 ) − 1
M1n = , (11.3.25)
γ 1 − (ρ1 /ρ2 )
2
Al estudiar la estructura interna de una onda de choque en ejes ligados a ella, la ecuación de la entropía puede
escribirse en la forma 2 2
µv + 43 µ
∂S ∂ k ∂T k ∂T ∂u
ρu = + + ,
∂x ∂x T ∂x T2 ∂x T ∂x
y dado que ρu es constante, se puede integrar para dar
ˆ " 2 2 #
+∞
µv + 43 µ
k ∂T ∂u
ρu (S+∞ − S−∞ ) = ρu∆S = + dx > 0,
−∞ T2 ∂x T ∂x
ya que ∂T /∂x → 0 en x → ±∞. Por lo tanto ∆S > 0 a través de una onda de choque.
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 241
−1
2 2 ρ2 γ + 1 ρ2
M1n = − . (11.3.26)
γ − 1 ρ1 γ − 1 ρ1
La relación (11.3.26) nos indica que cuando ρ2 /ρ1 = 1 se obtiene M1n = 1 y cuando ρ2 /ρ1 =
(γ + 1) / (γ − 1) se obtiene M1n → ∞. Por lo tanto, la componente normal de la velocidad
incidente relativa a la onda es siempre supersónica, y como consecuencia, la velocidad incidente
relativa a la onda es supersónica.
Dado que la velocidad D de propagación de la onda es, véanse ecuaciones (11.2.3 y 11.2.4),
y por lo tanto, las ondas de choque se propagan, relativas al uido, a velocidad mayor que la del
sonido.
Si en lugar de eliminar u2n entre (11.3.4) y (11.3.5), se elimina u1n , y junto con la relación
de Hugoniot (11.3.16), se obtiene la relación
−1
2 γ + 1 ρ2
M2n = 1+ −1 < 1, (11.3.30)
2 ρ1
análoga a (11.3.26) y que nos indica que la componente normal de la velocidad relativa a la onda
aguas abajo de dicha onda es siempre subsónica.
En cuanto a las magnitudes de remanso, la ecuación (11.3.6) nos indica que la entalpía
de remanso se conserva a través de la onda de choque en ejes ligados a la onda, ya que la
velocidad tangencial también se conserva. Si se conserva la entalpía de remanso, también lo hace
la temperatura de remanso. Por lo tanto
γ γ γ γ
p20 p20 ρ10 ρ20 (S2 −S1 )/cv ρ20 ρ20
= γ =e > , (11.3.32)
p10 ρ20 p10 ρ10 ρ10 ρ10
y por lo tanto
p20 < p10 y ρ20 < ρ10 . (11.3.34)
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 242
Figura 11.3.2: Salto de las magnitudes estáticas a través de una onda de choque, en función del
Mach incidente normal M1n .
π
β= y δ = 0. (11.3.35)
2
Las ecuaciones que determinan el salto de las magnitudes uidas a través de una onda de
choque normal se obtienen de las relaciones (11.3.4), (11.3.5) y (11.3.6), y son de la forma dada
en (11.3.12), (11.3.13) y (11.3.14). En particular la ecuación (11.3.14) está dada en (11.3.26) sin
más que despejar ρ2 /ρ1 en función de M1n obteniéndose
ρ2 2
(γ + 1) M1n
= 2 , (11.3.36)
ρ1 2 + (γ − 1) M1n
u2n ρ1 2
2 + (γ − 1) M1n
= = 2 . (11.3.37)
u1n ρ2 (γ + 1) M1n
A su vez, de (11.3.30) y de (c) se obtiene el número de Mach detrás de la onda, M2n , que
otra forma de la ecuación anterior (11.3.37)
2
2 + (γ − 1) M1n
2
M2n = 2 − (γ − 1) , (11.3.38)
2γM1n
p2 2 − (γ − 1)
2γM1n
= . (11.3.39)
p1 γ+1
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 243
Figura 11.3.3: Salto de presión de remanso, entropía y Mach detrás de una onda de choque, en
función del Mach normal incidente, Min .
2 2 − (γ − 1)
2
T2 h2 e2 a2 p2 ρ1 2γM1n 2 + (γ − 1) M1n
= = = = = 2 , (11.3.40)
T1 h1 e1 a1 p1 ρ2 γ+1 (γ + 1) M1n
y análogamente
γ 2 − (γ − 1)
2
γ
S2 − S1 p20 ρ10 2γM1n 2 + (γ − 1) M1n
= ln = ln 2 . (11.3.41)
cv p10 ρ20 γ+1 (γ + 1) M1n
γ 1
p10 ρ10 p1 ρ2 γ−1 S2 −S1
= = = e (γ−1)cv , (11.3.42)
p20 ρ20 p2 ρ1
y por lo tanto
1
γ γ−1
2 − (γ − 1) 2
p10 ρ10 2γM1n 2 + (γ − 1) M1n
= = 2 . (11.3.43)
p20 ρ20 γ+1 (γ + 1) M1n
En la Tabla I del Apéndice II, al nal del capítulo, se dan los valores de las relaciones p2 /p1 ,
ρ2 /ρ1 , T2 /T1 , a2 /a1 , M2n , ∆S/cv y p20 /p10 en función de M1n para γ = 1,4. En las guras 11.3.2
y 11.3.3 se dan estos mismos valores.
Como hemos visto anteriormente, las condiciones que determinan el salto de las magnitudes
uidas a través de una onda de choque oblicua son las mismas que para una onda de choque
normal, añadiendo a estas últimas la relación (11.3.15) que determina δ como función de M1n ,
β y γ. Esta relación se obtiene de las ecuaciones (11.3.1), (11.3.2) y (11.3.3), y toma la forma
tan (β − δ) u2n
= , (11.3.44)
tanβ u1n
M12 sen2 β − 1
2
tanδ = , (11.3.45)
tanβ 2 + M12 [γ + cos (2β)]
donde es el número de Mach M1 de la corriente incidente relativa a la onda dado, de acuerdo
con (11.3.1), por
M1n
M1 = . (11.3.46)
senβ
El número de Mach de la corriente relativa detrás de la onda, M2 , se obtiene de (11.3.2)
M2n
M2 = . (11.3.47)
sen (β − δ)
Dadas las condiciones delante de la onda de choque: M1 , p1 , ρ1 y β, de (11.3.45) se calcula
δ y de (11.3.46) M1n . Con M1n conocido, de las ecuaciones (11.3.36), (11.3.38) y (11.3.39) se
determinan ρ2 , M2n y p2 respectivamente. El valor de M2 se obtiene de (11.3.47).
En la Tabla II del Apéndice III, al nal de este capítulo, se dan los valores de δ y M2 en
función de M1 y β para γ = 1,4. Los valores dados por la ecuación (11.3.45), para γ = 1,4,
también se han representado en la gura 11.3.4. En esta gura puede observarse la existencia de
un valor máximo δmax (M1 , γ) de deexión de una corriente de Mach incidente M1 , cuyo valor
crece a medida que M1 aumenta, tendiendo al valor límite δmax (∞, γ) → sen
−1 (1/γ) (45.58o
para γ = 1,4) cuando M1 → ∞. También puede observarse que para δ < δmax existen dos
posibles soluciones con ángulos de inclinación respecto a la corriente incidente, β , diferentes. Las
ondas de choque de ángulo β más grande se denominan ondas de choque fuertes, mientras que
3
las de ángulo β más pequeño se denominan ondas de choque débiles . La solución débil se da en
el caso de ondas de choque adheridas a la supercie de obstáculos, mientras que las fuertes se
dan en ondas desprendidas de los obstáculos (véase gura 10 más adelante).
En la gura 11.3.5 se han representado los valores de la relación de presiones p2 /p1 y del
número de Mach M2 en función de M1 y δ. En está gura también puede observarse la dualidad
de soluciones, ya que para un valor dado de M1 y δ < δmax se obtienen dos valores de p2 /p1 y
dos valores de M2 . Las ondas de choque fuertes corresponden al valor más alto de p2 /p1 .
Figura 11.3.5: Salto de presiones, p2 /p1 , en función del Mach incidente, M1 , para distintos valores
de la deexión δ.
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 247
2a21
γ−1 2
u1n u2n = 1+ M1n . (11.3.49)
γ+1 2
2 + (u /a )2 ,
T10 /T1 = 1 + (γ − 1) M12 /2 y que M12 = M1n
Dado que t 1 la ecuación (11.3.49) se
reduce a
2a20 − (γ − 1) u2t
u1n u2n = , (11.3.50)
γ+1
donde a20 = a210 = a220 = γRg T10 = γRg T0 , que se conserva a través de la onda en ejes ligados a
ella. Como la velocidad tangencial ut también se conserva, resulta que el producto se conserva
a través de la onda. La relación (11.3.50) se denomina relación de Prandtl. Obsérvese que la
v∗ =
p
velocidad crítica, 2a20 / (γ + 1), también se conserva a través de la onda de choque.
u1 − ux u1n − u2n uy
= = . (11.3.51)
u1n u1 ut
!2
γ 1
Mx∗ − p + My∗2 = , (11.3.53)
γ2 − 1 γ2 −1
p2 2γ 2
=1+ M1n −1 . (11.3.54)
p1 γ+1
Cualquier otra magnitud uida se obtiene linealizando las ecuaciones (11.3.36), (11.3.37), (11.3.38),
2 − 1 1,
(11.3.40), (11.3.41) y (11.3.43) para M1n obteniéndose:
ρ2 2 2
=1+ M1n − 1 + · · ·, (11.3.55)
ρ1 γ+1
2 2
M2n = 1 − M1n − 1 + · · ·, (11.3.56)
T2 2 (γ − 1) 2
=1+ M1n − 1 + · · ·, (11.3.57)
T1 γ+1
∆S 2γ (γ − 1) 2
3
= 2 M1n − 1 + · · ·, (11.3.58)
cv 3 (γ + 1)
p10 2γ 2
3
=1+ M 1n − 1 + · · ·. (11.3.59)
p20 3 (γ + 1)2
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 249
Para las ondas de choque oblicuas, puede mostrase que el ángulo de inclinación de la onda, β,
respecto a la corriente incidente es muy próximo al ángulo de Mach, α. En efecto de la relación
!
−1 1 −1 1
α = sen = tan p , (11.3.60)
M1 M12 − 1
2 − 1 1,
y de la ecuación M1n = M1 senβ , para M1n se deduce
1 2
β =α+ M1n − 1 tanα + · · ·. (11.3.61)
2
La deexión de la corriente, δ, aguas abajo de la onda se obtiene linealizando (11.3.45) para
2 −1 1
M1n y haciendo uso de (11.3.61)
2 tanα 2
δ= M1n − 1 + · · ·. (11.3.62)
γ+1 1 + tan2 α
2cos2 α
1
M22 2
= 1−2 1− M1n − 1 + · · · . (11.3.63)
sen2 α γ+1
De lo anterior se deduce que en las ecuaciones (11.3.5) y (11.3.6) se puede despreciar p1 frente a
p2 y h1 frente a h2 respectivamente, por lo que las ecuaciones (11.3.4) a (11.3.6) pueden escribirse
en la forma
p2 2 cp T2 2γ u2n ρ1 γ−1
2 = ,
2 = y = = . (11.3.66)
ρ1 u1n γ + 1 u1n (γ + 1)2 u1n ρ2 γ+1
El número de Mach M1n es, con ayuda de la primera de las relaciones (11.3.66), tal que
2 ρ1 u21n ρ1 u21n p2 γ + 1 p2
M1n = = = → ∞. (11.3.67)
γp1 p2 γp1 2γ p1
Esto es, en una onda de choque muy intensa, el número de Mach de la componente normal de la
p
velocidad incidente, M1n , tiende a innito como p2 /p1 ; y por lo tanto, el número de Mach M1
tiende a innito de la misma forma. Sin embargo, el número de Mach de la componente normal
de la velocidad detrás de la onda, M1n , es nito y tiende al valor
2
ρ2 u22n ρ1 u21n
2 ρ2 u2n γ−1
M2n = = = . (11.3.68)
γp2 ρ1 u1n γp2 2γ
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 251
2tanβ
tanδ = , (11.3.69)
γ + 1 + (γ − 1) tan2 β
uido con respecto a la pared. Este seria el caso de una onda de choque que se mueve en el seno
de un uido en reposo con respecto a la pared .
5
5
Cuando hay movimiento relativo del gas con respecto a la pared, en la zona cercana a la pared se produce
una interacción entre la onda de choque y la capa límite viscosa. El estudio de esta zona de interacción está fuera
del alcance de estos apuntes. Véase por ejemplo Landau, L. D. y Lifshitz, citado en la bibliografía.
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 253
También puede producirse una reexión de Mach en el caso de la interacción de ondas, tal
como se muestra en la gura 11.3.14.
11.4. Bibliografía
Ladyzhenskaya, A. O., The Mathematical
Theory of Viscous Incompressible Flow, Ed.
by Gordon and Breach, New York, 1969.
Annual Review of Fluid Mechanics, Vol. 7,
1975, pp. 249-271.
Landau, L. D. y Lifshitz, E. M. Fluid Me-
chanics. Course of Theoretical Physics, Vol.
6. Pergamon 1993, pp. 378-403. (Traducido al
español por Reverté).
Figura 11.3.14: Reexión de Mach en la interac-
Courant, R. y Friedrichs, K. O. Superso-
ción de ondas.
nic Flow and Shock Waves. Springer 1976, pp.
79-115.
f (~x, t) ≤ 0 si ~x R2 , (11.7.2)
por lo tanto se supone que la supercie Σ posee dos caras pertenecientes a las regiones R1 y R2
respectivamente.
en R1 y R2 , y que existe un salto no nulo de alguna de ellas al pasar de una a otra región.
Las condiciones de compatibilidad dinámica se deducen de las ecuaciones que determinan la
solución. Así por ejemplo, las discontinuidades débiles, o discontinuidades en la solución Ψ de
orden igual o superior al de las derivadas de mayor orden de la ecuación,
L (Ψ) = 0, (11.7.3)
cumplen unas condiciones de compatibilidad dinámica que se obtienen al exigir que (11.7.3) se
cumpla a ambos lados de la discontinuidad. Estas condiciones, como veremos a continuación,
limitan la naturaleza de las supercies f (~x, t) = 0 donde pueden darse las discontinuidades.
siendo λ una función no idénticamente nula, denida sobre Σ. Estas son las condiciones de
compatibilidad cinemáticas, y muestran que la discontinuidad no puede ser arbitraria, ya que
todos los saltos dependen de una única función λ denida sobre Σ.
Si la discontinuidad es de orden n, las condiciones de compatibilidad cinemáticas son,
∂nΨ ∂f n1 ∂f n2 ∂f n3 ∂f n4
=λ , (11.7.13)
∂xn1 1 ∂xn2 2 ∂xn3 3 ∂tn4 ∂x1 ∂x2 ∂x3 ∂t
como se demuestra fácilmente por inducción a partir de (11.7.11) y (11.7.12), ya que toda dis-
continuidad de orden n de Ψ es discontinuidad de orden (n − 1) para sus primeras derivadas.
Por tanto, se concluye: Si la función Ψ posee discontinuidades de orden n sobre la supercie
Σ, los saltos de las derivadas de orden n dependen de una única función λ, denida sobre Σ, y
están dadas en función de λ por las expresiones (11.7.13).
∂Ψ ∂Ψ
ai + at = 0. (11.7.15)
∂xi ∂t
∂f ∂f
ai + at = 0, (11.7.16)
∂xi ∂t
expresión que muestra que la supercie Σ, de ecuación f (~x, t) = 0, es supercie característica
de la ecuación (11.7.14).
Análoga conclusión se obtiene si la discontinuidad débil es de orden mayor que uno, como se
comprende fácilmente por derivación sucesiva de (11.7.14) hasta llegar a una derivada de orden
n y utilizando las condiciones de compatibilidad (11.7.13).
Resulta pues: Las supercies lugar geométrico de las discontinuidades de orden superior de
una función Ψ solución de una ecuación diferencial de la forma (11.7.14), son las supercies
características de esta ecuación diferencial. (Sobre una supercie que no sea característica el
problema de Cauchy está bien puesto quedando las derivadas, que no pueden presentar saltos,
denidas por la ecuación).
Si Ψ es solución de una ecuación diferencial en derivadas parciales de segundo orden de tipo
casi lineal:
∂2Ψ ∂2Ψ ∂2Ψ
Aij + Ait + Att 2 + B = 0, (11.7.17)
∂xi ∂xj ∂xi ∂t ∂t
cuyos coecientes Aij , Ait , Att y B son funciones continuas de ~x, de t, de Ψ y de sus derivadas
primeras, y suponemos que Ψ posee una discontinuidad débil, de segundo orden, sobre Σ, se
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 278
∂2Ψ
2 2
∂ Ψ ∂ Ψ
Aij + Ait + Att = 0, (11.7.18)
∂xi ∂xj ∂xi ∂t ∂t2
2
∂f ∂f ∂f ∂f ∂f
Aij + Ait + Att = 0. (11.7.19)
∂xi ∂xj ∂xi ∂t ∂t
Esto es: f = 0 ha de ser supercie característica de la ecuación (11.7.17). Solamente pueden existir
discontinuidades de segundo orden de las soluciones de ecuaciones del tipo (11.7.17) cuando son
de tipo hiperbólico.
∂ρ ∂ρ ∂vi
+ vi +ρ = 0, (11.7.20)
∂t ∂xi ∂xi
∂vi ∂vi 1 ∂p
+ vj + = fmi , (11.7.21)
∂t ∂xj ρ ∂xi
∂p ∂p ∂ρ ∂ρ Qr
Sp + vi + Sρ + vi = , (11.7.22)
∂t ∂xi ∂t ∂xi ρT
donde Sp y Sρ son las derivadas parciales de la entropía especíca S con respecto a p y ρ para
ρ y p constantes respectivamente.
Si buscamos soluciones continuas de vi , p, ρ que presentan discontinuidades de sus derivadas
en la supercie Σ de ecuación f (~x, t) = 0, estas discontinuidades cumplen las condiciones de
compatibilidad cinemática (11.7.13),
∂ρ ∂f ∂ρ ∂f
= λρ , = λρ , (11.7.23)
∂t ∂t ∂xi ∂xi
∂p ∂f ∂p ∂f
= λp , = λp , (11.7.24)
∂t ∂t ∂xi ∂xi
∂vi ∂f ∂vi ∂f
= λi , = λi , (11.7.25)
∂t ∂t ∂xj ∂xi
siendo λ ρ , λp y λi cinco funciones continuas sobre la supercie
6f = 0.
Además los saltos en Σ de las derivadas cumplen las condiciones de compatibilidad dinámica
∂ρ ∂ρ ∂vi
+ vi +ρ = 0, (11.7.26)
∂t ∂xi ∂xi
6
En esta igualdad no debe hacerse uso del convenio de Einstein.
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 279
∂vi ∂vi 1 ∂p
+ vj + = 0, (11.7.27)
∂t ∂xj ρ ∂xi
∂p ∂p 2 ∂ρ ∂ρ
+ vi −a + vi = 0, (11.7.28)
∂t ∂xi ∂t ∂xi
obtenidas del sistema (11.7.20, 11.7.21 y 11.7.22), teniendo en cuenta que los coecientes de las
derivadas, así como fmi y Qr /ρT , son continuos en Σ. También se ha sustituido la velocidad del
sonido a
2 = −S ρ /Sp = (∂p/∂ρ)S .
Si llevamos a (11.7.26, 11.7.27 y 11.7.28) las condiciones de compatibilidad cinemática (11.7.23,
11.7.24 y 11.7.25) obtenemos un sistema de cinco ecuaciones lineales homogéneas para las λ (esto
es, par la determinación de los saltos en las derivadas), que no tiene solución distinta de la trivial
λ≡0 a menos que el determinante de los coecientes sea nulo. Esto es,
Df ∂f
ρ ∂x ∂f
ρ ∂x ∂f
ρ ∂x 0
Dt 1 2 3
Df 1 ∂f
0 0 0
Dt ρ ∂x1
Df 1 ∂f
0 0 0 = 0, (11.7.29)
Dt ρ ∂x2
Df 1 ∂f
0 0 0
Df Dt ρ ∂x3
−a2 Df
Dt 0 0 0 Dt
y por lo tanto,
3 ( 2 )
Df Df 2 ∂f ∂f
−a = 0, (11.7.30)
Dt Dt ∂xi ∂xi
Df ∂f ∂f
donde
Dt = ∂t + vj ∂xj
.
La ecuación (11.7.30) muestra que hay dos tipos de supercies de discontinuidad de orden
superior, o supercies características de las ecuaciones de Euler: Primero, supercies uidas, de
ecuación
Df
= 0, (11.7.31)
Dt
y segundo supercies u ondas de Mach, de ecuación,
∂f ∂f /∂xi ∂f
+ vi ± a = 0, (11.7.32)
∂t |∂f /∂xi | ∂xi
que se obtienen al anular el segundo factor de (11.7.30), y representan supercies que tienen una
velocidad normal de avance ~v · ~n ± a, esto es, una velocidad normal de avance respecto al uido
igual a la velocidad local del sonido a.
Los valores de λ (es decir, los saltos en las derivadas) correspondientes al primer tipo de
discontinuidades cumplen las relaciones,
∂f
λp = 0 , λi = 0, (11.7.33)
∂xi
pudiendo ser λρ arbitraria, al igual que una de las λi . En particular, en las supercies uidas no
puede haber saltos en las derivadas de la presión.
En las ondas de Mach los saltos en las derivadas cumplen las relaciones,
λi 1 ∂f /∂xi λρ 1
=± , = 2, (11.7.34)
λp ρa |∂f /∂xi | λp a
quedando todos los saltos determinados en función del salto de las derivadas de p.
CAPÍTULO 11. SUPERFICIES DE DISCONTINUIDAD. ONDAS DE CHOQUE 280
Página en blanco
Capítulo 12
Movimientos irrotacionales
∇ × ~v = 0 , (12.1.1)
en todos los puntos del campo uido. El teorema de Stokes asegura entonces la ausencia de
circulación para toda línea cerrada, interior al dominio de irrotacionalidad, reducible (a un punto
por deformación continua de la misma). Esto es,
˛
~v · d~` = 0 . (12.1.2)
También puede asegurarse que la circulación de ~v a lo largo de cualquier línea, que una dos
puntos ~x0 y ~x del dominio, es independiente de la línea para líneas reducibles unas a otras por
deformación continua. Esta circulación es pues, jado ~x0 , función únicamente de ~x (y de t que
interviene en la integración como un parámetro)
ˆ ~
x
ϕ (~x) − ϕ (~x0 ) = ~v · d~` , (12.1.3)
~
x0
y por lo tanto,
~v = ∇ϕ , (12.1.4)
donde el potencial de velocidades ϕ (~x) queda denido salvo la función ϕ (~x0 ) del tiempo que no
afecta a ~v .
Si el dominio de irrotacionalidad es simplemente conexo, toda línea cerrada interior al do-
minio es reducible y el potencial de velocidades es unívoco. En cambio, si el dominio uido
de irrotacionalidad es múltiplemente conexo, existirán líneas cerradas no reducibles que pueden
tener circulación distinta de cero. El potencial de velocidades es, en ese caso, multiforme. La mul-
tiplicidad de conexión del dominio uido irrotacional está, algunas veces, ligada a la existencia
de regiones de vorticidad no nula en el uido, como en el caso de las capas o tubos de torbellinos
que aparecen en la estela en el movimiento alrededor de cuerpos a grandes números de Reynolds.
La irrotacionalidad del movimiento, que se da frecuentemente en los movimientos a grandes
números de Reynolds, se traduce en una simplicación grande en la descripción del movimiento
uido y las ecuaciones que lo determinan. Una función escalar, el potencial de velocidades ϕ, en
lugar de las tres componentes del vector velocidad, determina el campo de velocidades.
281
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 282
La posible irrotacionalidad del movimiento debe, por supuesto, depender del movimiento del
observador, de las condiciones iniciales y de contorno, de las ecuaciones del movimiento, e incluso
de las ecuaciones de estado del uido.
∇ · τ,
D ω
~ ω
~ 1 ~
ρ − · ∇~v = ∇p × ∇ + ∇ × fm + ∇ × , (12.2.1)
Dt ρ ρ ρ ρ
D~v ∇p ~ ∇ · τ,
=− + fm + . (12.2.3)
Dt ρ ρ
Si la fuerza por unidad de masa que aparece en el segundo miembro de (12.2.3) como resultan-
te de las fuerzas de presión, másicas y de viscosidad derivase de un potencial, estaría garantizada
la conservación de la circulación para toda línea uida cerrada. Aunque pueden imaginarse mo-
vimientos en los que sin ser potenciales cada una de las fuerzas que aparecen en (12.2.3) lo sea la
resultante, su interés sería puramente académico. En general la rotacionalidad introducida por
las fuerzas másicas que no deriven de un potencial, no será compensada por la rotacionalidad
opuesta de las fuerzas de presión y viscosidad. Así pues, aunque en realidad las condiciones que
se escribirán a continuación son sólo sucientes, para la existencia del potencial de aceleraciones
debemos exigir que:
1.- Las fuerzas de viscosidad deben ser despreciables (pues salvo en casos triviales son rota-
cionales); para ello es preciso que el número de Reynolds, Re, o el producto del Reynolds por el
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 283
2.- Las fuerzas másicas que no deriven de un potencial como las de Coriolis, ~ × ~v ,
−2Ω y
las
debidas
a la variación con el tiempo de la velocidad angular del sistema de referencia, -
~
dΩ/dt × ~x, sean nulas o despreciables frente a la aceleración del uido. En este caso las fuerzas
másicas derivan de un potencial, f ~m = −∇U .
3.- Las fuerzas de presión por unidad de masa, -∇p/ρ, deben derivar de un potencial. Este
es el caso si el movimiento es barótropo; esto es, si existe una relación de barotropía
ρ = ρ (p, t) , (12.2.4)
que de en cada instante la densidad como función de la presión solamente. Si se conoce la relación
de barotropía, podemos introducir una función
ˆ p
dp
ωp (p, t) = , (12.2.5)
p1 ρ
donde el límite inferior de integración puede elegirse arbitrariamente. Es fácil demostrar que ωp
es el potencial de las fuerzas de presión por unidad de masa. Esto es
∇p
= ∇ωp . (12.2.6)
ρ
En particular existe una relación de barotropía en el movimiento de uidos incompresibles
en los que ρ es constante
∇p p
=∇ , (12.2.7)
ρ ρ
por lo cual, en este caso ωp = p/ρ.
También existe relación de barotropía cuando el movimiento es homentrópico. En este caso
ωp = h, ya que si ∇S = 0, se tiene
∇p
= ∇h , (12.2.8)
ρ
de modo que la entalpía, h, es el potencial de las fuerzas de presión por unidad de masa.
En resumen, la aceleración deriva de un potencial en el caso del movimiento de los uidos
incompresibles cuando el número de Reynolds (o el Reynolds por el Strouhal) es alto y cuando
las fuerzas másicas derivan de un potencial. En el caso de los gases, además de las dos condiciones
anteriores, es necesario que el movimiento sea isentrópico (para lo que es necesario añadir que
la adición de calor por radiación y/o reacción química sea nulo o despreciable) e inicialmente
homentrópico.
Cuando se trate de movimientos estacionarios o casi estacionarios, en los que no se retienen
las derivadas con respecto al tiempo en las ecuaciones, tampoco se pueden imponer a estas
ecuaciones condiciones iniciales; por lo tanto, la condición de irrotacionalidad y de homentropía
inicial deben de sustituirse por la condición (que en este caso ha de darse para que el movimiento
pueda ser irrotacional) de irrotacionalidad y homentropía del uido que accede a la región del
campo.
1
En el movimiento irrotacional de uidos incompresibles con viscosidad constante, el término viscoso puede
escribirse en la forma: −µ∇ × (∇ × ~v ); y por lo tanto se anula. Sin embargo, sigue siendo necesario imponer
la condición de número de Reynolds grande, debido a que las ecuaciones del movimiento irrotacional no permi-
ten imponer todas las condiciones de contorno, por lo que existirá una capa límite donde el movimiento no es
irrotacional. La existencia de esta capa implica números de Reynolds altos.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 284
Conviene hacer resaltar que es condición imprescindible, salvo en algunos casos triviales
como es el de los movimientos unidimensionales, para la irrotacionalidad del movimiento la no
existencia de fuerzas de viscosidad (y conducción de calor en el caso de los gases). Por ello al
menos uno de los números, Re ó ReSt, ha de ser grande frente a la unidad, y, aún así, existen
regiones de rotacionalidad en el campo uido (aguas abajo de ondas de choque curvadas, en
capas límites y en estelas).
La estela tiene su origen en la capa límite desprendida. Se presenta, en el análisis de la
corriente exterior, como una capa de torbellinos (discontinuidad tangencial de velocidades en una
supercie uida) que arranca del borde de salida de alas y cuerpos aerodinámicos. En los cuerpos
no aerodinámicos, bidimensionales o tridimensionales, la capa límite al separarse del cuerpo forma
una estela donde el movimiento no es irrotacional. El espesor de estas regiones delgadas donde
aparece concentrada la vorticidad sería nulo en el límite Re → ∞. Es importante tener en cuenta
que el movimiento en estas regiones es generalmente turbulento, pues el movimiento laminar no
es estable en ellas cuando el Reynolds es moderadamente alto.
∇ × ~v = 0 ; ~v = ∇ϕ , (12.3.2)
se obtiene la ecuación
∂ϕ 1
∇ + (∇ϕ)2 + ωp + U = 0 , (12.3.3)
∂t 2
que puede integrarse para dar la ecuación de Bernouilli generalizada
∂ϕ 1
+ (∇ϕ)2 + ωp + U = C (t) , (12.3.4)
∂t 2
donde la función C (t) puede elegirse arbitrariamente, a menos que se elija arbitrariamente el
valor de ϕ como función del tiempo en algún punto ligado al sistema de referencia. Obsérvese
que por ser el movimiento irrotacional o potencial, la aceleración deriva del potencial
∂ϕ 1
+ (∇ϕ)2 . (12.3.5)
∂t 2
Las ecuaciones (12.3.2) y (12.3.4) sustituyen a la ecuación de la cantidad de movimiento.
La ecuación (12.3.4) permite obtener ωp como función de ϕ y, con ayuda de (12.2.4) y (12.2.5),
obtendríamos p y ρ como funciones de ϕ (y de U ). Llevando esta función ρ de ϕ, junto con (12.3.2),
a la ecuación de la continuidad, obtendremos la ecuación del potencial de velocidades
1 ∂ρ
∆ϕ = − + ∇ϕ · ∇ρ . (12.3.6)
ρ ∂t
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 285
~v = ∇ϕ , (12.3.7)
∆ϕ = 0 , (12.3.8)
∂ϕ 1 p
+ (∇ϕ)2 + + U = C (t) . (12.3.9)
∂t 2 ρ
El movimiento homentrópico irrotacional de gases calorícamente perfectos está, a su vez,
determinado por las ecuaciones
~v = ∇ϕ , (12.3.10)
1 ∂h
∆ϕ = − + ∇ϕ · ∇h , (12.3.11)
(γ − 1) h ∂t
∂ϕ 1
+ (∇ϕ)2 + h + U = C (t) , (12.3.12)
∂t 2
(γ−1) γ−1 2
h T ρ p γ a
= = = = , (12.3.13)
hi Ti ρi pi ai
donde la última ecuación (12.3.13) expresa la condición de homentropía y el subíndice −i− se
reere a las condiciones iniciales en un punto cualquiera o en un punto del innito.
y, por otra parte, la condición de que el salto de presiones a través de la supercie es nulo. La
ecuación de la supercie f1 (~x, t) = 0 ha de determinarse como parte de la solución con ayuda
de estas dos condiciones.
Cuando estamos interesados en la descripción del movimiento irrotacional de un líquido que
presenta una supercie libre, la ecuación de la misma, fs (~x, t) = 0, ha de determinarse como
parte de la solución con ayuda de la condición de que la supercie libre sea una supercie uida:
∂fs /∂t + ∇ϕ · ∇fs = 0, y de que en ella la presión del líquido, p, sea tal que el salto de presiones
está equilibrado por la tensión supercial. Esto es, pa − p = σ (1/R1 + 1/R2 ), donde pa es la
presión en el gas y R1 y R2 los radios de curvatura principales de la supercie, determinados por
su ecuación fs (~x, t) = 0.
∆ϕ = 0, (12.5.1)
siendo
~v = ∇ϕ, (12.5.2)
1 ∂2ϕ
∂ 2 ∂ϕ ∂ ∂ϕ
r senθ + senθ + = 0, (12.5.3)
∂r ∂r ∂θ ∂θ senθ ∂Φ2
siendo
∂ϕ 1 ∂ϕ 1 ∂ϕ
vr = ; vθ = ; vΦ = , (12.5.4)
∂r r ∂θ rsenθ ∂Φ
mientras que en coordenadas cilíndricas (r, θ, z) es
1 ∂2ϕ ∂2ϕ
∂ ∂ϕ
r + + r = 0, (12.5.5)
∂r ∂r r ∂θ2 ∂z 2
con
∂ϕ 1 ∂ϕ ∂ϕ
vr = ; vθ = ; vz = . (12.5.6)
∂r r ∂θ ∂z
12.5.2. Circulación
La circulación a lo largo de una curva C que une los puntos ~x1 y ~x2 es
3
ˆ ˆ ˆ ~
x2
ΓC = ~v · d~x = d~x · ∇ϕ = dϕ = ϕ (~x2 , t) − ϕ (~x1 , t) , (12.5.7)
C C ~
x1
2
Véase capítulo 3 donde se utiliza ϕ como coordenada sobre el ecuador. Aquí se utiliza Φ para no confundirlo
con el potencial ϕ.
3
Las conclusiones de este párrafo son aplicables al movimiento potencial de todo uido, compresible o no.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 287
expresión que estará determinada sin ambigüedad si ϕ es una función uniforme de ~x4 .
Si el dominio de existencia de ϕ es de conexión lineal simple, es decir, si por todo circuito
cerrado contenido en D se puede hacer pasar una supercie Σ enteramente contenida en D,
puesto que en virtud del teorema de Stokes la circulación a lo largo de todo circuito cerrado debe
ser nula, resulta de (12.5.7) que ϕ es una función uniforme.
Si el recinto es de conexión lineal múltiple, existen circuitos cerrados irreducibles sobre los
cuales puede ser distinta de cero la circulación, es decir, en virtud de (12.5.7) puede llegarse a
un punto, al recorrer uno de tales circuitos, con valor de ϕ distinto del de partida, o lo que es lo
mismo, ϕ puede ser multiforme. Si el orden de conexión del recinto es n+1 existen n tipos de
circuitos irreducibles independientes y los valores Γi , (i = 1, 2, .., n) de las circulaciones alrededor
de cada uno de ellos, cuando se recorren en un sentido positivo elegido de antemano, se llaman
constantes cíclicas o modulares de ϕ. C y el valor de partida
Entonces, dado un circuito cerrado
de ϕ, puesto que aquel es equivalente a un conjunto de pi , (i = 1, 2, .., n) circuitos cerrados
irreducibles de cada tipo, recorridos en sentido positivo o negativo más p circuitos reducibles, la
circulación de ~
v sobre C es
Xn
ΓC = pi Γi , (12.5.8)
i=1
∂ϕ 1 p + ρU
+ (∇ϕ)2 + = C(t), (12.5.9)
∂t 2 ρ
o bien a
∂ϕ 1 p
+ (∇ϕ)2 + = C(t), (12.5.10)
∂t 2 ρ
en ausencia de fuerzas másicas.
4
Obsérvese la analogía con el trabajo mecánico como diferencia del potencial entre los valores inicial y nal;
si aquí se toma la diferencia entre los valores nal e inicial es porque ϕ corresponde, por su signo, a la función de
fuerzas, opuesta al potencial mecánico.
5
Véanse apartados 10.5.3 y 12.3.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 288
ˆ
∂ψ ∂ϕ
ϕ −ψ dσ = 0, (12.5.13)
∂n ∂n
Σ
es decir, el valor de una función armónica en un punto es promedio de los que toma sobre una
supercie esférica de radio arbitrario y centro en él.
En efecto, si se excluye de la esfera otra concéntrica Σ ε, de radio ε pequeño, puesto que 1/r
es regular en la corona esférica así formada, al aplicar (12.5.14) a este dominio, se obtiene
ˆ ˆ
∂ (1/r) 1 ∂ϕ ∂ (1/r) 1 ∂ϕ
ϕ − dσ + ϕ − dσ = 0,
∂n ε ∂n ∂n R ∂n
Σε ΣR
y sobre ΣR es
∂ (1/r) 1
= − 2,
∂n R
y teniendo además presente que, a causa de (12.5.11), es
ˆ ˆ
∂ϕ ∂ϕ
dσ = dσ = 0,
∂n ∂n
Σε ΣR
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 289
resulta (12.5.15).
1.f ).− ϕ no puede ser ni máxima ni mínima en el interior del dominio a menos que sea
constante. Sus extremos deben alcanzarlos en la frontera. Es consecuencia de (12.5.15), ya que
el promedio debe estar comprendido entre el máximo y el mínimo en ΣR .
1.g).− |∇ϕ| no puede ser máximo en el interior del dominio; el máximo debe alcanzarlo en la
x1 orientado como ∇ϕ en ~a, las componentes de ∇ϕ (~a)
frontera. En efecto, tomando los ejes con
serán (ϕ1 (~
a) , 0, 0) y se vericará
|∇ϕ (~a)| = ϕ1 (~a) ,
pero ϕ1 es también función armónica, a la que se aplica la propiedad 1.f ), es decir, existen en
todo entorno de ~a puntos ~x 6= ~a, tales que es
se obtiene
|∇ϕ (~a)| = ϕ1 (~a) < ϕ1 (~x) ≤ |∇ϕ (~x)| .
1.h).− Si es ~x interior a D, se obtiene:
ˆ
1 ∂ (1/r) 1 ∂ϕ
ϕ (~x) = − ϕ − dσ, (12.5.16)
4π ∂n r ∂n
Σ
siendo r = ~x − ξ~ y ξ~ un punto variable sobre Σ.
Resulta de (12.5.14), como en 1.e), excluyendo de D una pequeña esfera de radio ε y centro ~x,
por paso al límite para ε → 0, teniendo presente (12.5.11). La (12.5.15) es sólo un caso particular
de (12.5.16), cuando Σ
es una esfera de radio R.
La ecuación (12.5.16) expresa a ϕ (~
x) como suma de potenciales superciales de simple y
doble hoja, de densidades ϕ ξ ~ y ∂ϕ ξ~ /∂n respectivamente, sobre Σ.
1.i).− La función ϕ admite un desarrollo en serie de potencias, en el entorno de todo punto
de regularidad ~a, de la forma:
∞
X
ϕ (~x) = An (~x − ~a)n , (12.5.17)
0
n
siendo An (~x − ~a) un polinomio homogéneo de grado n en las componentes de (~x − ~a).
1.j).− Si es ϕ (~x) función armónica en un dominio que contenga al origen, también lo es la
función ϕ (~
x) denida por la transformación:
1 ~x
ϕ (~x) = ϕ 2 , (12.5.18)
r r
en un dominio que contiene al punto del innito, siendo r = |~x|, como se comprueba fácilmente
por derivación.
20 .− Sea D un dominio perifráctico, de conexión lineal simple, es decir, un dominio exterior
(que contiene al punto del innito), de conexión lineal simple, limitado por una o varias supercies
cerradas Σ. Al ser D de conexión lineal simple, la función ϕ es uniforme. Su carácter en el punto
del innito se analiza efectuando una transformación 1.j), y viendo el carácter de la transformada
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 290
ψ en el origen; si ésta es regular en él, aquella se llama regular en el punto del innito. En tal
caso, como resulta de (12.5.17) ϕ (~x) admite un desarrollo en serie de la forma
∞
X An (~x)
ϕ (~x) = , (12.5.19)
r2n+1
n=0
válida para r > R, siendo r = |~x| la distancia al origen, el cual presupone que la función tiende
a cero en el innito, al menos como r−1 . Como los teoremas relativos a potenciales se enuncian
x) = C 6= 0 cuando r → ∞, este caso puede incluirse en el anterior,
salvo constante si es limϕ (~
sin pérdida de generalidad. Por tanto, siempre que ϕ (~
x) sea constante en el innito, se supondrá
nula en él.
2.a).− Las derivadas n − simas de ϕ (~x), en el entorno del punto del innito son innitésimos
de orden igual o mayor que (n + 1).
2.b).− Si es ϕ armónica en el dominio exterior D, se verica:
ˆ
1 ∂ϕ
A0 = dσ; (12.5.20)
4π ∂n
Σ
en efecto, si es ΣR una esfera de centro en el origen y radio R grande, tal que contenga en su
interior a Σ, la aplicación de (12.5.11) al dominio nito limitado por Σ y ΣR , y el consiguiente
paso al límite, teniendo en cuenta que la parte principal de ϕ (~x) en el entorno del innito es
A0 /r, da (12.5.20).
Por tanto, si es A0 = 0, se verica (12.5.11) también en el recinto exterior, y recíprocamente.
2.c).− Subsisten la propiedad 1.b) en el caso de un dominio exterior.
En efecto; tomando un dominio nito como en 2.a) y haciendo el paso al límite para R → ∞,
teniendo presente que la parte principal de ϕ (∂ϕ/∂n) es del orden de R−3 , mientras que el área
de ΣR es del orden de R2 , se obtiene (12.5.12).
2.d).− Subsisten las propiedades 1.c) y 1.d) en el caso de un dominio exterior. La demostración
es inmediata .
6
ˆ ˆ ˆ
n
∂ϕ X ∂ϕ
ϕ dσ + Γi ϕ dσ = (∇ϕ)2 dΩ, (12.5.21)
∂n ∂ni
Σ i=1 Σi D
6
Debe insistirse en que todas las propiedades se enuncian para funciones armónicas regulares en el innito y
nulas en él.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 291
(k |d~a|) cosθ
ϕ→ , (12.5.28)
r2
siendo θ el ángulo que forma ~r con d~a. Si se hace tender d~a a cero conservando dirección ja y
manteniendo constante el producto k |d~a|, que llamaremos momento m, se obtiene un potencial
m cosθ
ϕ= , (12.5.29)
r2
con una singularidad en ~a llamada doblete, de momento m y eje en dirección d~a. Por tanto, el
movimiento debido a un doblete está determinado al dar su centro, la dirección de su eje, y su
momento m.
La superposición de dobletes con centros distintos, o de estos con fuentes, da origen a un
potencial hidrodinámico.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 293
Al sumar este valor con (12.5.16), teniendo presente que por hipótesis es ϕ = ϕ0 sobre Σ, se
obtiene ˆ
∂ϕ ∂ϕ0
1 1
ϕ (~x) = − dσ, (12.5.31)
4π r ∂n ∂n
Σ
1 ∂ϕ ∂ϕ0
que expresa ϕ (~x) en D mediante una distribución de fuentes, de intensidades
4π ∂n − ∂n
sobre la frontera.
Análogamente se muestra que ϕ (~x) puede expresarse como resultante de una distribución de
dobletes sobre la frontera; para ello bastará elegir una solución exterior ϕ0 tal que sobre Σ sea
∂ϕ ∂ϕ0
∂n = ∂n y proceder como antes.
La fórmula (12.5.19) muestra que si A0 = 0 , es decir, si el ujo a través de una esfera ΣR
de radio R grande es cero, todo potencial uniforme y regular en el innito, se comporta en su
entorno como un doblete de centro en el origen, eje ~a y momento a, siendo
Si por el contrario el obstáculo se halla en reposo y sobre él incide una corriente líquida de
velocidad V en el innito, escribiendo el potencial ϕ en la forma
~ · ~x + ϕ0 ,
ϕ=V (12.5.34)
donde ϕ0 debe ser regular y nula en el innito, y además, puesto que el obstáculo está en reposo,
debe vericarse la condición
~ t
∂ϕ ξ, ~ t
∂ϕ0 ξ,
~ · ~n +
=V = 0, (12.5.35)
∂n ∂n
siendo ξ~, como antes un punto arbitrario de Σ. Por tanto, el problema es también uno exterior
de Neumann para ϕ0 , y conocido éste, (12.5.34) da ϕ.
Análogamente se resuelven los problemas interiores. En particular, si una vasija simplemente
conexa llena de líquido ideal está en reposo, el líquido está también en reposo, en virtud de
(12.5.12).
ya que A0 debe ser nula a causa de (12.5.20), puesto que el obstáculo es impermeable por
hipótesis. Luego, se tiene para ϕ en el entorno del punto del innito, es decir, para r>R
∞
X An (~x)
ϕ (~x) = V x1 + . (12.5.37)
r2n+1
n=1
1
p + ρv 2 = p0 , (12.5.39)
2
que, en virtud de (12.5.38), para r > R se reduce a
1 2
+ O r−3 .
p = p0 − ρV (12.5.40)
2
comprendido entre Σ y una esfera ΣR de radio R grande y centro en el origen, que encierra en
su interior a D. Puesto que a través de Σ no hay paso de uido y el movimiento es estacionario,
se obtiene ˆ
X= [(−pα1 ) + (ρ~v · ~n) v1 ] dσ, (12.5.41)
ΣR
ˆ
α1 dσ = 0, (12.5.42)
ΣR
se obtiene ˆ
O R−3 dσ.
X= (12.5.43)
ΣR
Aquí el integrando es del orden de R−3 , mientras que la supercie de integración es del orden de
R2 ; por tanto, la integral tiende a cero para R → ∞, y puesto que X es independiente de R se
obtiene
X = 0. (12.5.44)
Análogamente se demuestra que las otras dos componentes de la reacción hidrodinámica son
también nulas.
Así resulta: La resistencia de un obstáculo de dimensiones nitas, sumergido en una corriente
líquida continua, de traslación uniforme, que llena todo el espacio, es cero.
Este teorema se llama paradoja de d'Alembert, puesto que la experiencia demuestra que no
es cierto. No obstante, demuestra también la experiencia que, abstracción hecha de la resistencia
de rozamiento, la debida al campo de presiones tiende a cero cuando la forma del obstáculo es la
adecuada para realizar muy aproximadamente el régimen ideal antes supuesto, que ha conducido
a la paradoja; tal ocurre, por ejemplo en cuerpos fuselados, como los que se emplean muy a
menudo en aeronaves.
La paradoja subsiste en el caso de uidos ideales compresibles, si la velocidad es en todo
punto del espacio subsónica. La demostración es sumamente laboriosa, por lo que la omitiremos
aquí. La dicultad estriba precisamente en demostrar que en régimen subsónico, la perturbación
introducida en la corriente uniforme por la presencia del obstáculo decrece con suciente rapidez
al aumentar la distancia al obstáculo para que se anule una integral similar a (41). Postulada tal
rapidez de decrecimiento, la demostración de la paradoja es inmediata. En cambio, en régimen
supersónica no es válida.
Puede darse una justicación intuitiva de la paradoja, debida a Painlevé. En efecto; un
movimiento uido ideal subsónico y continuo es reversible; es decir, si es ϕ el potencial de una
corriente de traslación uniforme, estacionaria y continua alrededor de un obstáculo, también −ϕ
∂ϕ
es el potencial de una corriente opuesta, puesto que si sobre el obstáculo es
∂n = 0, también
∂(−ϕ) ~ ~
resulta
∂n = 0, y si en el innito ∇ϕ → V , ∇ (−ϕ) → −V ; ahora bien, ambos movimientos,
si son estacionarios dan igual campo de presiones sobre el obstáculo, puesto que la presión, a
causa de la ecuación de Bernouilli, depende del módulo de la velocidad pero no de su signo;
por tanto, si en el primer caso hay una resistencia, en el segundo habrá una tracción, ya que
la fuerza (resultante de las presiones) se conserva y la velocidad se invierta; pero esta tracción
proporcionaría un trabajo de la nada; para obtenerlo bastaría iniciar el movimiento del obstáculo
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 296
Para obtener este resultado basta con aplicar el principio del momento de la cantidad de
movimiento a la masa uida comprendida entre Σ y ΣR , en forma análoga a como se ha hecho
para la fuerza, siendo preferible operar en coordenadas esféricas de eje x1 y plano azimutal origen
x1 x2 , teniendo presente además que las presiones sobre ΣR pasan por el origen y su momento es
nulo, lo que simplica notablemente los cálculos, que de todos modos resultan laboriosos.
siendo M la masa de líquido desalojada por el obstáculo, y K una constante, función de la forma
El efecto del líquido es equivalente a un
de éste y de la dirección de su movimiento. Así resulta:
aumento de masa del obstáculo en la cantidad KM , llamada masa virtual. Por ejemplo, para
1
una esfera, es K= 2 , es decir, la masa virtual es la mitad de la desalojada.
7
Obsérvese que las dimensiones de a2 y a3 son las de velocidad por longitud al cubo.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 297
∂2ϕ ∂2ϕ
+ = 0, (12.6.1)
∂x2 ∂y 2
y las únicas componentes no nulas de la velocidad son
∂ϕ ∂ϕ
vx = y vy = , (12.6.2)
∂x ∂y
pudiendo estudiarse el movimiento tan sólo en el plano (x, y) como veremos en lo que sigue,
entendiéndose que los valores obtenidos en él, es decir, para x3 = 0, son válidos para todo x3 .
dx dy
= , (12.6.3)
vx vy
vy dx − vx dy = 0, (12.6.4)
que muestra que existe una función ψ (x, y), llamada función de corriente, denida por
∂ψ ∂ψ
vx = , vy = − , (12.6.5)
∂y ∂x
tal que sobre cada línea de corriente es
dψ = 0, (12.6.6)
ψ (x, y) = C, (12.6.7)
∂ϕ ∂ψ ∂ϕ ∂ψ
= , =− , (12.6.8)
∂x ∂y ∂y ∂x
de donde resulta que ψ (x, y) es también armónica
∂2ψ ∂2ψ
+ = 0, (12.6.9)
∂x2 ∂y 2
y además, conjugada de ϕ, en virtud de (12.6.8). Los haces de curvas
ϕ (x, y) = C1 ; ψ (x, y) = C2 ,
8
Véase 2.6
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 298
∂2ψ ∂2ψ
ζ=− + , (12.6.11)
∂x2 ∂y 2
en vez de (12.6.9), a la que se reduce si es ζ = 0, es decir, en movimientos irrotacionales, como
era de esperar.
es decir, el valor de una función armónica en un punto es el promedio de los que toma sobre una
circunferencia arbitraria de centro en él.
1.f ).− ϕ no puede ser máxima ni mínima en el interior de D. Los extremos los alcanza en C .
1.h).− ˆ
1 ∂ (ln r) ∂ϕ
ϕ (x, y) = − ϕ − ln r ds, (12.6.17)
2π ∂n ∂n
C
q
siendo r = (x − ξ)2 + (y − η)2 y (ξ, η) un punto variable sobre C .
1.i).− La función ϕ (x, y) admite en el entorno de todo punto de regularidad (ξ, η) un desa-
rrollo en serie de potencias de la forma:
∞
X
ϕ (x, y) = An [(x − ξ) , (y − η)] , (12.6.18)
n=0
20 .− Sea D un dominio exterior perifráctico, es decir, limitado por una o varias curvas C,
todas ellas a distancia nita del origen. Puesto que D no es ahora de conexión lineal simple, ϕ
no tiene que ser necesariamente uniforme.
Si ϕ es uniforme en dominio exterior D, regular en el punto del innito y nula en él admite
en su entorno, es decir, para r>R un desarrollo en serie de la forma
∞
X An (x, y)
ϕ (x, y) = . (12.6.20)
r2n
n=1
Por tanto, subsisten en este caso las propiedades 1.a) a 1.h) anteriores, enunciadas para dominios
interiores.
Si ϕ no es uniforme en D pero sus derivadas ∂ϕ/∂x y ∂ϕ/∂y sí lo son
10 , y además son
∞
Γ r X A (x, y)
n
ϕ = A ln r + arctan + , (12.6.21)
2π x r2n
n=1
9
Obsérvese que esta transformación diere de la dada en la ecuación 12.5.18 para el caso tridimensional, en
que allí se divide por r.
10
Como corresponde a las velocidades.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 300
respecto a z. Por tanto, esta derivada admite un desarrollo en serie de Laurent, válido en el
exterior de un circuito de radio R grande, de la forma:
∞
dw X An
= . (12.6.22)
dz zn
n=1
∞ ∞
X An X An+1
w (z) = a + A1 ln z − = a + A 1 ln z − , (12.6.23)
(n − 1) z n−1 nz n−1
n=2 n=1
siendo a una constante de integración. La parte real de (12.6.23) es, evidentemente, (12.6.21),
si la parte real de a se toma igual a cero, lo que no quita generalidad al resultado, puesto que
los teoremas sobre potenciales se enuncian salvo constante, como ya se ha dicho. Por tanto, ϕ
admite en el entorno del punto del innito un desarrollo en la forma indicada.
Si ϕ es multiforme, debe modicarse el resultado, incluyendo las constantes cíclicas, como se hizo
en la ecuación (24) de lección 32 para el caso tridimensional.
11
Véase apartado 3.2.2
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 301
Su derivada es
12
dw ∂ϕ ∂ψ
= +i , (12.6.28)
dz ∂x ∂x
que, a causa de (12.6.8), puede expresarse también en la forma
dw ∂ϕ ∂ϕ
= −i = vx − ivy , (12.6.29)
dz ∂x ∂y
lo que muestra que es el vector conjugado del vector velocidad
v = vx + ivy . (12.6.30)
La magnitud
dw
= v̄ = vx − ivy , (12.6.31)
dz
se llama por esto velocidad compleja conjugada.
En virtud de lo que precede, el estudio del movimiento plano de líquidos ideales se reduce al
de las funciones analíticas.
La posibilidad de aplicar al estudio de los movimientos planos la teoría de las funciones
analíticas de variable compleja, ya completamente elaborada, constituye una positiva ventaja
que no existe en el caso del movimiento plano de gases ideales, en donde el estudio de las
propiedades de las funciones que denen las ecuaciones diferenciales correspondientes está aún
por hacer en su mayor parte.
ϕ = k ln r, (12.6.32)
cuyo potencial representa una fuente o sumidero, según sea k>0 ó k<0 respectivamente, de
centro en el origen e intensidad k.
12
La derivada es
dw ϕ (x + ∆x, y + ∆y) − ϕ (x, y) ψ (x + ∆x, y + ∆y) − ψ (x, y)
= lim + lim i
dz ∆x+i∆y→0 ∆x + i∆y ∆x+i∆y→0 ∆x + i∆y
y agrupando términos se tiene
dw ∂ϕ ∂ψ ∆y ∂ϕ ∂ψ ∂ψ ∂ϕ
= +i + lim + +i −
dz ∂x ∂x ∆x+i∆y→0 ∆x + i∆y ∂y ∂x ∂y ∂x
∂ϕ ∂ψ ∂ψ ∂ϕ
y puesto que ∂y + ∂x
=0 y ∂y − ∂x
= 0, resulta
dw ∂ϕ ∂ψ
= +i .
dz ∂x ∂x
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 302
El gasto volumétrico de líquido a través de una curva cerrada que contenga al origen es:
Q = 2πk, (12.6.33)
kx ky
vx = ; vy = . (12.6.37)
x2 + y 2 x2 + y 2
Como en el caso de tres variables se demuestra que
cos θ sen θ
ϕ=k , ψ = −k , (12.6.38)
r r
son el potencial y la función de corriente de un movimiento con una singularidad en el origen, lla-
mada doblete, de intensidad k y dirección paralela al eje x. El potencial complejo correspondiente
al un doblete cuya dirección forma un ángulo µ con la dirección del eje x es
k (cos µ + i sen µ)
w (z) = . (12.6.39)
z
También
Γ y
ϕ= arctg , (12.6.40)
2π x
es potencial de un movimiento, como función armónica conjugada de la (Γ/2π) ln r; son super-
cies equipotenciales los rayos que parten del origen, y líneas de corriente los círculos concéntricos
con él, puesto que su ecuación es:
Γ
ψ= ln r = constante. (12.6.41)
2π
La circulación alrededor de un circuito que de una vuelta alrededor del origen es Γ, y el ujo
volumétrico a través de él es cero. Esta singularidad en el origen se llama torbellino de intensidad
Γ.
En coordenadas polares, la ecuación (12.6.40) toma la forma
Γθ
ϕ= ; (12.6.42)
2π
por tanto, las componentes de la velocidad son de la forma:
Γ
vr = 0, v θ = , (12.6.43)
2πr
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 303
−iΓ
w (z) = ln z, (12.6.44)
2π
y la velocidad compleja es
dw −iΓ −iΓ z̄
= = , (12.6.45)
dz 2πz 2π r2
cuyas componentes vx y vy son
yΓ xΓ
vx = − 2 2
, vy = . (12.6.46)
2π (x + y ) 2π (x2 + y 2 )
Si el centro de la fuente, doblete o torbellino no es el origen, sino el punto (ξ, η) subsisten las
fórmulas anteriores, cambiando x por (x − ξ) e y por (y − η)o en la variable compleja cambiando
z por z − z0 con z0 = ξ + iη .
En resumen se tiene:
a).- Corriente uniforme
w (z) = (U − iV ) z.
b).- Manantial o sumidero de intensidad k y origen z0
w = w (z) = k ln (z − z0 ) .
k (cos µ + i sen µ)
w (z) = .
z − z0
d).- Torbellino irrotacional de intensidad Γ de origen z0
−iΓ
w (z) = ln (z − z0 ) .
2π
Las constantes U, V , k y Γ son reales.
Por superposición discreta o continua sobre líneas recticables de fuentes, dobletes y torbe-
llinos, se obtienen movimientos potenciales planos.
w (z) = Az n , (12.6.47)
Las líneas de corriente correspondientes a ψ=0 son las rectas θ=0 y θ = π/n. Por lo tanto
(12.6.48) representan el potencial y la función de corriente del ujo irrotacional entre dos líneas
rectas que se cortan formando un ángulo π/n. La elección del valor de n proporciona distintos
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 304
casos particulares. El ujo cerca de la intersección cambia de carácter según que n sea mayor o
menor que la unidad. En efecto, la velocidad conjugada
dw
= nArn−1 , (12.6.49)
dz
de modo que para n > 1 la velocidad se anula en r = 0 (punto de remanso) y para n < 1 la
velocidad tiende a innito. En el primer caso (n > 1) se tiene el ujo irrotacional en rincones y
en el segundo (n < 1) en esquinas. El caso particular n = 1 corresponde a una corriente uniforme
1
paralela al eje x y el caso límite n =
2 proporciona el ujo irrotacional alrededor del borde de
una placa plana.
Para el caso n= 1 13
2 existe una fuerza de succión en el borde de la placa de valor
1
Fx → − πρA2 . (12.6.50)
4
13
Véase: G. K. Batchelor, An introduction to Fluid Dynamics, Cambridge University Press, 1979, pp. 410-413.
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 305
que el contorno C del obstáculo es línea de corriente si el obstáculo está en reposo, ψ (x, y) debe
ser constante sobre C en este caso, y el problema es uno de Neumann para ϕ o de Dirichlet para
ψ. Por tanto se puede enunciar:
a).- El movimiento de un obstáculo en el seno de un líquido indenido, en reposo en el innito,
se reduce a un problema exterior de Neumann para la determinación del potencial de velocidades.
b) El movimiento de traslación uniforme de un líquido indenido alrededor de un obstáculo
en reposo se reduce a un problema exterior de Neumann para la determinación del potencial de
velocidades, o a uno exterior de Dirichlet para la determinación de la función de corriente.
Fx = 0 ; Fy = −ρU Γ. (12.6.51)
∞
Γ y X A (x, y)
n
ϕ = Ux + arctan + . (12.6.52)
2π x r2n
n=1
Por lo tanto, a gran distancia del obstáculo, las componentes de la velocidad son de la forma:
∂ϕ yΓ ∂ϕ xΓ
+ O r−2 + O r−2 .
vx = →U− 2
; vy = → 2
(12.6.53)
∂x 2πr ∂y 2πr
La presión está dada por la ecuación de Bernouilli, que por ser el ujo incompresible y en ausencia
de fuerzas másicas toma la forma
1
p = p∞ + ρ U 2 − v 2 ,
(12.6.54)
2
que para r>R esta ecuación se reduce a
ρU Γ y
+ O r−2 .
p → p∞ + 2
(12.6.55)
2π r
La aplicación de la ecuación de cantidad de movimiento en forma integral a la masa uida
comprendida entre el contorno C del obstáculo y la circunferencia CR de radio R y centro en el
origen, da: ˆ
Fx = − (pαx + ρvn vx ) ds, (12.6.56)
CR
ˆ
Fy = − (pαy + ρvn vy ) ds, (12.6.57)
CR
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 306
Figura 12.6.2: Forma esquemática de las líneas de corriente alrededor de un cilindro circular para
dos valores de β.
vn = U cosθ + O R−2 ,
(12.6.58)
Γ senθ
+ O R−2 ,
vx = U − (12.6.59)
2π R
Γ cosθ
+ O R−2 ,
vy = (12.6.60)
2π R
ρU Γ senθ
+ O R−2 ,
p = p∞ + (12.6.61)
2π R
valores que al ser llevados a (12.6.56) y (12.6.57) proporcionan el resultado dado en (12.6.51).
Aunque el teorema anterior se ha demostrado para uidos incompresibles, puede demostrar-
se que también es aplicable al movimiento plano estacionario de uidos ideales compresibles
alrededor de obstáculos en reposo, si el movimiento es subsónico en todo el espacio uido.
U a2 Γ z
w (z) = U z + − i ln , (12.6.62)
z 2π a
lo que proporciona el potencial de velocidades
a 2 Γθ
ϕ (r, θ) = U r 1 + cosθ + , (12.6.63)
r 2π
y la función de corriente
a 2 Γ r
ψ (r, θ) = U r 1 − senθ − ln . (12.6.64)
r 2π a
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 307
De esta última ecuación se obtiene que el círculo de radio r = a es línea de corriente ya que
ψ = constante = 0.
La velocidad conjugada es
a 2
dw Γ
= vx − ivy = U 1 − −i , (12.6.65)
dz z 2πz
dw
y los puntos de remanso se obtienen de hacer
dz = 0, lo que proporciona
z p
= iβ ± 1 − β2, (12.6.66)
a Remanso
Γ
siendo β= 4πaU . Si β≤1 se tiene
!
r z β
= =1 y θRemanso = arctan , (12.6.67)
p
a remanso a remanso 1 − β2
y, por lo tanto, ( p
π r β + pβ 2 − 1 > 1
θRemanso = y = , (12.6.69)
2 a remanso β − β2 − 1 < 1
resultando que los puntos de remanso están uno dentro del cilindro y el otro fuera, pero ambos
en el eje y.
En la gura 12.6.2 se dan las líneas de corriente exteriores al cilindro en forma esquemática.
De acuerdo con (12.6.51) la fuerza sobre el cilindro es
Fy = −ρU Γ. (12.6.70)
esto es, una solución con discontinuidades en supercies características, líneas OCe y OCs en
el movimiento plano, obtenida empalmando en estas supercies una solución correspondiente a
una corriente uniforme, para la región Ce OCs , con la corriente uniforme incidente aguas arriba
y la corriente uniforme, deectada, aguas abajo.
1 a2 v2 a2e a20
(∇ϕ)2 + = e + = , (12.7.2)
2 γ−1 2 γ−1 γ−1
donde a0 es la velocidad del sonido de remanso, y
2 (γ−1) (γ−1)/γ
a T ρ p
= = = . (12.7.3)
ae Te ρe pe
Hemos de buscar la solución para la cual la corriente aguas arriba sea uniforme, quedando
aguas abajo una corriente uniforme deectada un ángulo δ respecto a la anterior para garantizar
que la corriente es tangente a la pared.
La solución de las ecuaciones (12.7.1) y (12.7.2) determina ϕ y a. El resto de las variables
termodinámicas se determinan de (12.7.3) y la velocidad se determina de ~v = ∇ϕ.
ϕ = rφ (θ) , (12.7.6)
lo que proporciona
∂ϕ ∂ϕ dφ
vr = = φ (θ) ; vθ = = . (12.7.7)
∂r r∂θ dθ
Llevando (12.7.6) a (12.7.1) se obtiene
14
" 2 #
d2 φ
1 dφ
+φ 1− 2 = 0, (12.7.8)
dθ2 a dθ
14
Las ecuaciones (12.7.1) y (12.7.2) en coordenadas polares son
" 2 # " 2 # " 2 #
∂2ϕ 2 ∂ϕ ∂ϕ ∂ 2 ϕ ∂2ϕ
1 ∂ϕ 1 1 ∂ϕ 1 1 ∂ϕ ∂ϕ
1− + 1 − − + + 1 + =0
a2 ∂r ∂r2 r2 r2 a2 ∂θ r2 a2 ∂θ ∂r ∂r∂θ ∂θ2 r r2 a2 ∂θ ∂r
" 2 2 #
a2 a21 v2 a20
1 ∂ϕ 1 ∂ϕ
+ 2 + = + 1 =
2 ∂r r ∂θ γ−1 γ−1 2 γ−1
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 309
d2 φ
+ φ = 0, (12.7.10)
dθ2
esto es:φ = Acos (θ − B), que corresponden a corrientes uniformes de velocidad A en la dirección
θ = B. Mediante la elección apropiada de las constantes A y B podemos representar tanto la
corriente uniforme incidente (A1 = ve ) como la deectada (B2 − B1 = δ ).
Las soluciones de 2
1 dφ
1− 2 = 0, (12.7.11)
a dθ
de donde se obtiene 2
dφ
v 2θ = = a2 , (12.7.12)
dθ
y, por lo tanto, el movimiento tiene que ser supersónico. Además, como v θ = a sólo dependen vr y
de θ , las magnitudes uidodinámicas no cambian a lo largo de los rayos de vértice O (véase gura
12.7.1), que son líneas de características o líneas de Mach puesto que la velocidad normal a ellas,
v θ, es la velocidad del sonido a. La inclinación de estas líneas con respecto a la dirección de la
velocidad local es el ángulo de Mach α = arsen (1/M ).
Sustituyendo el valor de (dφ/dθ)2 = a2 en (12.7.9) y despejando a2 se tiene
2a20 γ−1 2
a2 = − φ , (12.7.13)
γ+1 γ+1
que sustituido en (12.7.11) queda
2
2a20
dφ γ−1 2
= − φ , (12.7.14)
dθ γ+1 γ+1
ecuación diferencial ordinaria de primer orden, cuya solución es:
r r
2 γ−1
φ (θ) = a0 sen (θ − θ0 ) , (12.7.15)
γ−1 γ+1
donde θ0 es una constante de integración.
r "s #
γ+1 γ+1
θ0 = π − α e − arcos , (12.7.16)
γ−1 2 + (γ − 1) Me2
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 310
r r ! r "s #
γ+1 ae γ+1 γ+1 γ+1
θe = arcos = arcos . (12.7.19)
γ−1 a0 2 γ−1 2 + (γ − 1) Me2
o bien r r
γ+1 γ−1 2
θ= artan (M − 1) . (12.7.21)
γ−1 γ+1
Además, el ángulo de Mach, α, está dado por
1 1
α = arsen = artan √ . (12.7.22)
M M2 − 1
15
p
Obsérvese que la velocidad máxima es vmax = a0 2/ (γ − 1).
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 311
δ = α2 − α1 + θ2 − θ1 . (12.7.24)
π
δ1∗ = α1 − + θ1 . (12.7.25)
2
Del mismo modo, para pasar de M =1 hasta Figura 12.7.4: Problema auxiliar.
M = M2 , es necesario deectar la corriente
sónica un ángulo δ2∗ tal que
π
δ2∗ = α2 − + θ2 . (12.7.26)
2
Restando (12.7.25) de (12.7.26) se obtiene
que coincide con (12.7.24) y por lo tanto δ2∗ − δ1∗ = δ . En consecuencia, de la Tabla I se determina
δ1∗ con el valor conocido de M1 . A este valor δ1∗ se le suma el valor δ de deexión de la pared
∗
para obtener δ2 , y con este valor, de la misma Tabla I, se determina el número de Mach M2 .
(γ−1) (γ−1)/γ r
T ρ p 2 2 2 γ−1
= = = = cos θ . (12.7.28)
T0 ρ0 p0 2 + (γ − 1) M 2 γ+1 γ+1
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 312
dr vr φ (θ)
= = , (12.7.29)
rdθ vθ (dφ/dθ)
lo que proporciona
r γ+1
− γ−1
r γ−1
= cos θ , (12.7.30)
r0 γ+1
siendo r0 el valor de r cuando θ = 0; esto es: cuando M = 1.
r r
γ−1 π γ+1
sen θmax =1 ; θmax = , (12.7.31)
γ+1 2 γ−1
r
π π γ+1
δmax = θmax − = −1 . (12.7.32)
2 2 γ−1
M 2 − M1
<< 1, (12.7.33)
M1
y las diferencias θ2 − θ1 y α2 − α1 son también
pequeñas frente a la unidad y pueden escribir-
Figura 12.7.5: Deexión innitesimal. se, desarrollando en potencias de M2 − M1 , en
la forma
dθ
θ 2 − θ1 = (M2 − M1 ) + · · ·, (12.7.34)
dM 1
dα
α2 − α1 = (M2 − M1 ) + · · ·, (12.7.35)
dM 1
CAPÍTULO 12. MOVIMIENTOS IRROTACIONALES 313
con
dθ M1 1
=p 2 q , (12.7.36)
dM 1 M1 − 1 1 + tan2 θ1 γ−1
γ+1
y
dα 1
=− . (12.7.37)
dM 1 M12 cosα1
Por otra parte, de (12.7.21), (12.7.22) y (12.7.23) se obtiene
γ−1 2 M1 δ
M2 = M1 + 1 + M1 p 2 + · · ·, (12.7.38)
2 M1 − 1
p2 p1 d (p/p0 )
c = + (M2 − M1 ) + · · ·, (12.7.39)
p0 p0 dM 1
p2 − p1 γ T2 − T1 ρ2 − ρ1 γM 2 δ
= =γ = − p 21 , (12.7.40)
p0 γ − 1 T0 ρ0 M1 − 1
que coincide, salvo el signo, con los incrementos que se producen a través de una onda de choque
de la misma deexión δ.
2 (p2 − p1 ) 2δ
Cp = 2 = −p 2 . (12.7.41)
ρ1 v1 M1 − 1
13.1. Introducción
En este capítulo se obtienen las ecuaciones que permiten determinar el ujo no estacionario
de uidos en conductos de sección variable. Dadas ciertas condiciones iniciales para el uido en
el conducto y otras de contorno a la entrada y salida, se trata de determinar en cada instante la
distribución de velocidades y variables de estado a lo largo del mismo. La geometría del conducto
se supone conocida, pero se retendrá el efecto de variación del área con el tiempo a causa de
las sobrepresiones. Este efecto es particularmente importante cuando es necesario retener los
efectos de compresibilidad en los líquidos (golpe de ariete). Las ecuaciones que permiten resolver
este problema son aquellas que expresan la conservación de la masa, cantidad de movimiento y
energía a lo largo del conducto.
Para el estudio se hacen las siguientes suposiciones:
1) No hay variaciones bruscas de sección ni de dirección del conducto. Esto excluye el caso de
ensanchamientos, estrechamientos, codos, etc., que se considerarán como pérdidas localizadas.
2) El radio hidráulico de la sección, rh = A/`, cociente entra el área de la sección A y el
perímetro `, es pequeño frente al radio de curvatura del conducto y frente la longitud L del mismo.
Si rh L, la ecuación de la continuidad muestra que las velocidades en el sentido transversal
son pequeñas frente a la velocidad longitudinal, con lo que el movimiento es esencialmente según
la línea media del tubo. La anterior suposición (rh L) también permite mostrar que las
variaciones transversales de presión son despreciables frente a las longitudinales, de modo que
las ecuaciones transversales de cantidad de movimiento proporcionan que la presión (o la presión
motriz en el caso de los líquidos) es uniforme en la sección.
3) Supondremos que el movimiento es turbulento, que en el caso de tubos se presenta cuando
el número de Reynolds es superior a 2000 lo que ocurre en la mayoría de los casos prácticos.
En el movimiento turbulento se produce una mezcla muy efectiva y, como consecuencia de ello,
tanto la velocidad como la temperatura son uniformes en la sección, excepto en una delgada capa
límite cerca de las paredes. Los movimientos turbulentos se verán en un curso posterior.
Al ser la presión y la temperatura uniformes en la sección, lo son todas las variables termo-
dinámicas, que sólo variarán a lo largo del conducto y con el tiempo. Como la velocidad también
es uniforme en la sección, las ecuaciones del movimiento pueden integrarse transversalmente y
mantener el carácter diferencial a lo largo del conducto.
319
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 320
∂ (ρvA)
− (ρvA)s + (ρvA)s+4s = 4s , (13.2.4)
∂s
de modo que la ecuación de la continuidad se reduce a
∂ (ρA) ∂ (ρvA)
+ = 0. (13.2.5)
∂t ∂s
ˆ
∂ ρv 2 A
ρ~v~v · ~ndσ = − ρv 2 A + ρv 2 A
~us · s s+4s
= 4s ,
Σ ∂s
ˆ ˆ ˆ
∂ (pA)
−~us · p~ndσ = (pA)s − (pA)s+4s − ~us · p~ndσ = −4s − ~us · p~ndσ,
Σ Σlateral ∂s Σlateral
donde la última integral de la ecuación anterior representa la componente en la dirección de la
linea media del conducto, de la resultante de las fuerzas de presión aplicadas a la pared lateral
del tubo. Esta fuerza sería nula si el conducto fuese de sección constante. Cuando la sección es
variable se tiene ˆ
∂A
−~us · p~ndσ = p 4s,
Σlateral ∂s
en denitiva, la integral de las presiones toma la forma
ˆ
∂ (pA) ∂A ∂p
−~us · p~ndσ = 4s − +p = −A 4s.
Σ ∂s ∂s ∂s
El término viscoso es
ˆ ˆ ˆ ˆ
~us · τ 0 · ~ndσ = ~us · τ 0 · ~ndσ + ~us · τ 0 · ~ndσ + ~us · τ 0 · ~ndσ,
Σ A(s) A(s+4s) Σlateral
Las dos primera integrales del segundo miembro son del orden del esfuerzo característico τc
multiplicado por el área de la sección A, mientras que la última integral es del orden de
√ τc
multiplicado por el área lateral del tubo, del orden de L A y, por lo tanto, este último término
es el dominante. Según esto, se tiene
ˆ ˆ
0 A
~us · τ · ~ndσ = ~us · τ 0 · ~ndσ = −τp `4s = −τf 4s,
Σ Σlateral rh
∂ (ρvA) ∂ ρv 2 A
∂p A
+ = −A − τf + ρfms A. (13.2.7)
∂t ∂s ∂s rh
Teniendo en cuenta la ecuación de la continuidad, el primer miembro de (13.2.7) puede escribirse
en la forma
∂ (ρvA) ∂ ρv 2 A
∂ (ρA) ∂ (ρvA) ∂v ∂v ∂v ∂v
+ =v + + ρA +v = ρA +v ,
∂t ∂s ∂t ∂s ∂t ∂s ∂t ∂s
de modo que la ecuación de cantidad de movimiento queda
∂v ∂v ∂p τf
ρ + ρv =− − + ρfms , (13.2.8)
∂t ∂s ∂s rh
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 322
∂v ∂v ∂p τf ∂U
ρ + ρv =− − −ρ . (13.2.9)
∂t ∂s ∂s rh ∂s
Como se verá con más detalle en las lecciones dedicadas al movimiento turbulento, el esfuerzo
en la pared se puede escribir en la forma
1 λ
τf = Cf ρv | v |= ρv | v |, (13.2.10)
2 8
donde Cf es el coeciente de fricción y λ el coeciente de fricción de Darcy que es una función del
número de Reynolds y de la rugosidad relativa del conducto (véase gura 13.4.1). En la expresión
del esfuerzo se ha escrito v|v| en lugar de v2, porque si v cambiase de signo, el esfuerzo en la
pared no se opondría al movimiento. Sustituyendo el valor de τf en la ecuación de cantidad de
movimiento, ésta queda
∂v ∂v ∂p λ ∂U
ρ + ρv =− − ρv | v | −ρ . (13.2.11)
∂t ∂s ∂s 8rh ∂s
ˆ
d 1 2 ∂ 1 2
ρ e + v dΩ = 4s ρA e + v ,
dt Ω 2 ∂t 2
ˆ
1 1 2 1 2
ρ e + v2 ~v · ~ndσ = − ρvA e + v + ρvA e + v =
Σ 2 2 s 2 s+4s
∂ 1
= 4s ρvA e + v 2 .
∂s 2
La suma de estos dos términos, que constituyen el primer miembro de la ecuación de la energía
es, teniendo en cuenta la ecuación de la continuidad
∂ 1 2 ∂ 1 2
4s ρA e + v + 4s ρvA e + v =
∂t 2 ∂s 2
∂ 1 2 ∂ 1 2
= ρA e+ v +v e+ v 4s.
∂t 2 ∂s 2
Los términos anteriores están escritos para la energía total (interna más cinética), pero también
pueden escribirse en función de la entalpía de remanso, sin más que tener en cuenta la ecuación
de estado h = e + p/ρ,
∂ 1 ∂ 1 2
ρA e + v 2 + ρvA e + v =
∂t 2 ∂s 2
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 323
∂ 1 ∂ 1
4sρA e + v 2 + ρvA e + v 2 =
∂t 2 ∂s 2
∂ 1 2 ∂ 1 2 ∂ (pA) ∂ (pvA)
= 4s ρA h+ v +v h+ v − −
∂t 2 ∂s 2 ∂t ∂s
El trabajo, en la unidad de tiempo, de las fuerzas de presión se escribe como
ˆ ˆ
∂ ∂A
− p~v · ~ndσ = (pvA)s − (pvA)s+4s − p~v · ~ndσ = −4s (pvA) − p 4s,
Σ Σlateral ∂s ∂t
donde el último término de la ecuación anterior es debido a la variación del área con el tiempo,
que da lugar a una velocidad normal.
El trabajo en la unidad de tiempo de las fuerzas de viscosidad son despreciables porque el
número de Reynolds es muy alto. El calor, en la unidad de tiempo, recibido por conducción sólo
es importante el que se recibe a través de la pared del conducto, de modo que
ˆ ˆ
A
− ~q · ~ndσ = − ~q · ~ndσ = qs `4s = qs 4s,
Σ Σlateral rh
donde qs es el calor recibido por unidad de tiempo y área a través de la pared del conducto.
El trabajo en la unidad de tiempo de las fuerzas másicas es
ˆ
ρf~m · ~v dΩ = ρvAfms 4s,
Ω
siendo Qr el calor recibido por unidad de volumen y tiempo. Agrupando todos los términos de
la ecuación de la energía se llega a
∂ 1 2 ∂ 1 2 ∂ ∂A A
ρA e+ v +v e+ v = − (pvA)−p +qs +ρvAfms +Qr A, (13.2.12)
∂t 2 ∂s 2 ∂s ∂t rh
que es la ecuación de la energía total, interna e más cinética v 2 /2 por unidad de masa. Del mismo
modo, la
2
ecuación de la energía para la entalpía de remanso h + v /2 es (dividiéndola por A)
∂ 1 2 ∂ 1 2 ∂p qs ∂U
ρ h+ v +v h+ v = + − ρv + Qr , (13.2.13)
∂t 2 ∂s 2 ∂t rh ∂s
donde además se ha supuesto que las fuerzas másicas derivan de un potencial, de modo que
fms = −∂U/∂s.
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 324
∂h ∂h ∂p ∂p λ qs
ρ + ρv = +v + ρv 2 | v | + + Qr . (13.2.14)
∂t ∂s ∂t ∂s 8rh rh
∂S ∂S λ qs
ρT +v = ρv 2 | v | + + Qr . (13.2.15)
∂t ∂s 8rh rh
La ecuación (13.2.15) se puede escribir para líquidos. Para ello hay que tener en cuenta que
T dS = cdT , donde c es el calor especíco y T la temperatura. La ecuación queda
∂T ∂T λ qs
ρc + ρcv = ρv 2 | v | + + Qr . (13.2.16)
∂t ∂s 8rh rh
Debido a que en la ecuación de la continuidad (13.2.5) aparecen derivadas del área del tubo
con respecto al tiempo, y como estas variaciones temporales del área están asociadas a las so-
brepresiones en su interior y a la elasticidad del material, es necesario añadir una ecuación que
relacione la variación del área con la sobrepresión, elasticidad y espesor de la pared. En una
sección posterior se hará uso de esta relación.
Las condiciones de contorno, asociadas a las derivadas con respecto a la posición a lo largo
del conducto, pueden ser de la forma
u otras equivalentes. Por ejemplo, pueden especicarse las variables termodinámicas a la entrada
del conducto y la presión a la salida, en cuyo caso la velocidad sería una incógnita a determinar.
Las condiciones de contorno también pueden ser especicadas como combinaciones algebraicas de
las variables dependientes. Por ejemplo, si el uido accede al tubo desde un depósito (presión pd
y temperatura Td ) y el movimiento en la región de entrada es tal que se conservan las magnitudes
de remanso, las condiciones de contorno en s = 0 son
− γ −1
γ−1 2 γ−1 γ−1 2
p(0, t) = pd (t) 1 + M (0, t) ; T (0, t) = Td (t) 1 + M (0, t) ,
2 2
p (L, t) = pa ,
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 325
−2
ε 5,74
λ = 1,325 ln + , (13.4.1)
3,7 Re0,9
denominada ecuación de Swamee-Jain.
Para el cálculo de qs se utilizará la analogía de Reynolds (los detalles se tratarán en un curso
posterior) que establece que el número de Stanton
qs
Sta = ,
ρv (hp − h − v 2 /2)
y el coeciente de fricción en la pared
τf λ
Cf = e
= ,
ρv /2 4
cumplen la condición
Cf λ
Sta = = ,
2 8
si las difusitividades térmica y viscosa son iguales (Prandtl y Prandtl turbulento iguales a la
unidad). De este resultado se obtiene
λ 1 2
qs = ρv hp − h − v , (13.4.2)
8 2
donde hp es la entalpía del uido a la temperatura de la pared. Para gases perfectos la ecuación
anterior toma la forma
λ 1 2
qs = ρv cp Tp − cp T + v .
8 2
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 326
Figura 13.4.1: Diagrama de Moody. Coeciente de fricción de Darcy λ en función del número de
Reynolds Re = U0 D/ν , para distintos valores de la rugosidad relativa ε = h/D.
λ
qs = ρvc (Tp − T ) .
8
Otra aproximación diferente para determinar el ujo de calor es mediante la utilización de co-
rrelaciones experimentales que relacionan el número de Nusselt
qs D
Nu = ,
k (Tp − T )
con los números de Reynolds, Re, Prandtl, P r, y Mach, M. Una correlación explicita entre los
números de Nusselt, Reynolds y Prandtl, válida para conductos en los que su longitud referida al
diámetro es L/D > 10, a bajos números de Mach, con números de Reynolds iguales o superiores
a 10
4 y números de Prandtl comprendidos entre 0.7 y 160, es la relación de Dittus-Boelter
N u = 0,023Re4/5 P rn ,
∂ 1 λ 2
p + ρv 2 + ρU =− v , (13.5.2)
∂s 2 2D
( 2 ) ( 2 ) ˆ s
Q2
1 Q 1 Q λds
p+ ρ + ρU = p+ ρ + ρU − ,
2 A 2 A 2 0 A2 D
s=0
ρQD
para la integración de esta ecuación debe añadirse la relación λ=λ µA , ε . Particularizando
la ecuación anterior en la salida, donde la presión es pa , se obtiene una relación que permite
determinar el caudal Q
ˆ L
Q2
1 1 1 λds
p (0) − pa + ρQ2 2
− 2 + ρ {U (0) − U (L)} = .
2 A (0) A (L) 2 0 A2 D
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 328
2
λ Q
p (0) − pa + ρ {U (0) − U (L)} = ,
2D A
ˆ s
T − Tp λds
= exp − .
T (0) − Tp 0 2D
G
ρv = ,
A
y la de cantidad de movimiento (13.2.11) sin efectos de las fuerzas másicas es
∂v ∂p λ
ρv =− − ρv 2 .
∂s ∂s 2D
En esta ecuación es término convectivo es del orden de ρv 2 /L y el término de fricción del orden
2
de λρv /D y el cociente entre ambos es
ρv (∂v/∂s) ρv 2 /L D
2
∼ 2
∼ 1.
λρv /D λρv /D λL
∂p λ
0= + ρv 2 .
∂s 2D
De esta ecuación se deduce que los incrementos de presión a lo largo del tubo son tales que
λL 2
4p ∼ D ρv , de modo que
4p λL ρv 2 λL 2
∼ ∼ M ,
p D p D
donde M es el número de Mach. Dado que 4p/p es,
p a lo sumo, de orden unidad, el número de
Mach en el conducto va a ser como máximo M ∼ D/λL 1. Por lo tanto, el movimiento va
a ser a muy bajos números de Mach.
La ecuación de la energía (13.2.13) en la que se ha sustituido el ujo de calor dado por (13.4.2)
toma la forma
∂ 1 λ 1
ρv h + v2 = ρv hp − h − v 2 ,
∂s 2 2D 2
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 329
y dado que el número de Mach es muy pequeño, se puede despreciar la energía cinética frente a
la térmica ya que v 2 /h ∼ M 2 1. En estas condiciones, la ecuación anterior toma la forma
∂h λ
= (hp − h) .
∂s 2D
La comparación entre los órdenes de magnitud de los dos términos anteriores proporciona
∂h/∂s D
∼ 1,
λ (hp − h) /D λL
2
∂p λ G
p =− Rg Tp ,
∂s 2D A
r
s
p = p2 (0) − [p2 (0) − p2 (L)] ,
L
las densidades en la forma
p2 (0) − [p2 (0) − p2 (L)] Ls
p
ρ= ,
Rg Tp
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 330
s s
v D p2 (0) − p2 (L)
M=p = .
γRg Tp γλL p2 (0) − [p2 (0) − p2 (L)] Ls
que puede dejar de ser pequeño si p (L) es lo sucientemente baja, en cuyo caso habría que hacer
un análisis diferente en el tramo nal del conducto.
G
ρv = , (13.5.4)
A
1
h + v 2 = h0 , (13.5.5)
2
donde h0 es la entalpía de remanso a la entrada del tubo
1
h0 = h (0) + v 2 (0) .
2
Con ayuda de la ecuación de estado h = γp/ (γ − 1) ρ y las ecuaciones (13.5.4) y (13.5.5) se
obtiene la presión en función de la velocidad
γ−1G h0 v
p= − . (13.5.6)
γ A v 2
∂v ∂p λ
ρv + =− ρv 2 . (13.5.7)
∂s ∂s 2D
para dar
∂ γ−1 h0 v λ
v+ − =− v,
∂s γ v 2 2D
que es una ecuación diferencial para determinar v (s). La ecuación anterior puede escribirse en
la forma
2h0 ∂v λ
(γ + 1) − (γ − 1) 2 = −γ v. (13.5.8)
v ∂s D
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 331
v2 v2
M2 = = ,
(γ − 1) h (γ − 1) (h0 − v 2 /2)
lo que permite escribir la velocidad v en función del Mach M
v2 (γ − 1) M 2
= . (13.5.9)
2h0 2 + (γ − 1) M 2
Sustituyendo el valor de v dado en (13.5.9) en la ecuación (13.5.8), se obtiene la ecuación de la
cantidad de movimiento escrita para el número de Mach
1 − M2 ∂M 2 λ
=γ . (13.5.10)
M 4 [2 + (γ − 1) M 2 ] ∂s 2D
A la vista de la ecuación (13.5.10) puede observarse:
1) Si el número de Mach M ∂M 2 /∂s > 0 y M es una función
es menor que la unidad,
creciente de s. De (13.5.9) se obtiene que v es creciente con s y como consecuencia de ello y de
las ecuaciones (13.5.4) y (13.5.5), la densidad ρ y la entalpía h (temperatura T ) decrecen a lo
largo del conducto. Por la ecuación de estado, la presión p también será función decreciente de
s. Este comportamiento es opuesto cuando el número de Mach es mayor que uno.
2
2) Para M = 1, de la ecuación (13.5.10) se obtiene ∂s/∂M = 0, indicando que existe un valor
máximo de s cuando el Mach es la unidad. Para una longitud L del conducto y unas condiciones
de presión de remanso p0 y entalpía de remanso h0 dadas, el Mach a la entrada del conducto es
M (0) < 1, y el Mach crece a lo largo del conducto hasta llegar a la sección de salida, s = L,
donde la presión coincide con la exterior si M (L) < 1. Si se disminuye la presión exterior, el
número de Mach a la entrada crece, ya que al aumentar la diferencia de presiones el gasto crece,
y también aumenta el Mach a la salida. Para un valor dado de la presión exterior, pext = p∗
el número de Mach en la sección de salida se hace la unidad, M (L) = 1. Cuando la presión
exterior es pext < p∗ el número de Mach a la salida sigue siendo la unidad, la presión a la salida
es p (L) = p∗ y la presión exterior se alcanza a través de ondas de expansión en el chorro exterior,
en forma análoga como ocurre en las toberas que descargan a una presión exterior inferior a la
de adaptación.
La ecuación (13.5.10) se integra para dar
M 2 (0) 2 + (γ − 1) M 2
γ+1 1 1 1 λs
ln + − 2 = , (13.5.11)
2γ M2 2 + (γ − 1) M 2 (0) γ 2
M (0) M D
donde el número de Mach M (0) , que es desconocido, se determina con la condición de la presión
en la sección de salida si M (L) < 1, o bien M (L) = 1 si pext ≤ p∗ . Es necesario, por tanto,
determinar el valor de p∗ para una longitud dada del conducto. Para ello se dispone de la ecuación
(13.5.6) que, escrita en función del Mach, es
− γ+1 1
γ − 1 2 −2
p M (0) γ−1 2 2(γ−1)
= 1+ M (0) 1+ M , (13.5.12)
p0 M 2 2
donde p0 es la presión de remanso a la entrada del conducto y se ha utilizado la relación G/A =
ρ (0) v (0)en función del número de Mach a la entrada
√ − γ+1
G h0 γM (0) γ−1 2 2(γ−1)
g= =√ 1+ M (0) . (13.5.13)
Ap0 γ−1 2
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 332
Figura 13.5.1: Distribución de presiones, p0 /p, en función de la longitud adimensional del con-
ducto, λs/D, para distintos valores del número de Mach a la entrada,
√ M (0), o su equivalente, el
gasto adimensional, g = G h0 /p0 A, dado en la ecuación (13.5.13). Las líneas discontinuas son
las líneas de Mach constante.
(γ + 1) M∗2 (0)
γ+1 1 1 λL
ln 2
+ 2
−1 = . (13.5.14)
2γ 2 + (γ − 1) M∗ (0) γ M∗ (0) D
Conocido M∗ (0) de la relación anterior (13.5.14), este valor se sustituye en la ecuación (13.5.12)
particularizada en la salida M (L) = 1, y se obtiene el valor de p∗
− γ+1
p∗ M∗ (0) γ−1 2 2(γ−1)
=p 1+ M∗ (0) .
p0 (γ + 1) /2 2
Una vez conocida p∗ /p0 , si pext /p0 > p∗ /p0 , el número de Mach M (L) < 1 y la presión en la
sección de salida coincide con la exterior, de modo que de (13.5.12) se obtiene una relación entre
M (0) y M (L)
− γ+1 − 1
pext M (0) γ−1 2 2(γ−1) γ−1 2 2
= 1+ M (0) 1+ M (L) ,
p0 M (L) 2 2
M 2 (0) 2 + (γ − 1) M 2 (L)
γ+1 1 1 1 λL
ln + − 2 = .
2γ M 2 (L) 2 + (γ − 1) M 2 (0) γ 2
M (0) M (L) D
CAPÍTULO 13. MOVIMIENTO EN CONDUCTOS DE SECCIÓN VARIABLE 333
γ − 1 2 −1
h T
= = 1+ M .
h0 T0 2