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BAUHAUS – MIES Y LA PRECISION FUNCIONALISTA

La Bauhaus fue una escuela fundada en 1919 en Weimar, Alemania por Walter Gropius y
cerrada en 1933 por las autoridades prusianas en manos del Partido Nazi. Ésta resulta
importante para nosotros en nuestro estudio ya que sentó bases del diseño y a través de su
experiencia pedagógica logró la unión de dos instituciones: la del arte, y la de la técnica, los
oficios.

Antecedentes de la Bauhaus

En el siglo XIX, en la época de la Revolución Industrial, se daba una crisis social donde la
producción de las fábricas era de mala calidad y esto generó una fuerte crítica por parte
de las personas – ellos buscaban reunificar el arte y la técnica. En estos años surgieron
ciertas corrientes de pensamiento que constituirían la genealogía intelectual que inspiraría a
Gropius más adelante.

Gottfried Semper, arquitecto alemán que se fue a vivir a Inglaterra, visitó una exposición
internacional que se realizaba en Londres, donde distintos países mostraban variados
objetos. Allí detectó una unión defectuosa entre la producción manual y en serie: se dio
cuenta de que en las fábricas buscaban reproducir los productos creados por los artesanos
utilizando técnicas similares pero no lo lograban. Semper creía que la solución era cambiarle
el gusto a la gente, e inculcarles un criterio de buen diseño; para esto proyectó galerías,
charlas y exposiciones y más adelante un museo cuyo objetivo era acoplar las escuelas de
arte y oficio.

John Ruskin fue un influyente ideólogo y escritor inglés cuya opinión mostraba un rechazo
fuerte a la máquina. Estaba en contra ya que para él ésta representaba un peligro para el
consumidor, que se acostumbraría a productos de mala calidad, y también para el
productor, porque no le permitiría creatividad. Para Ruskin, el arte debía realizarse en forma
espontánea, anónima y con un objetivo común, y para esto se debía volver a las formas de
producción de la Edad Media. Los materiales había que utilizarlos de forma natural, sin
ornamentos ni imitaciones. Él rechazaba los estilos históricos, salvo por el gótico que se
acercaba a lo que él quería. Se podría decir que esta postura era retrógrada, al no poder
ver el potencial que la máquina tenía a futuro.

William Morris, discípulo de Ruskin que compartía su postura con respecto a la máquina,
decide llevar a la práctica sus ideas: crea una empresa y contrata artesanos para fabricar
objetos hechos a mano. Lo más importante para él era que los productos debían ser
sólidamente construidos y funcionales – lo estético fue minimizado, así como el aspecto
formal reducido al último lugar. Se realizó una exposición donde se mostraron diversos
objetos, como papeles pintados, almohadones e incluso ilustraciones (hubo una ampliación
de rubros). Morris tenía mucha conciencia social, quería que los empleados trabajaran
relajados, y al haber menos conflicto daría como resultado mejores productos. Sin embargo,
la realidad era distinta: los productos resultaban ser muy caros, y la máquina ya se
encontraba muy instalada en la sociedad. Morris, aún en una posición retrógrada, no
acepta esto hasta mucho después. Él también fue fundador del movimiento Arts and Crafts
donde se difundían sus objetos.

Charles Ashbee era un discípulo de Morris que ya comenzaba aceptar la máquina, y


estableció el Gremio y Escuela de Artesanía. Allí la gente no iba a copiar obras (como se
decía, sucedía en las escuelas de arte), sino a crear por sí mismos – de esta manera surgió el
trabajo en el taller, donde se buscaba la libertad creativa.
Si nos dirigimos a Alemania de los años 1870 a 1914, podemos ver que en Europa, ya en
cierta paz, se daba una fuerte competencia económica donde todos los países ya estaban
industrializados. Inglaterra, precursora de la Revolución Industrial iba a la cabeza, y esto se
evidenciaba en las exposiciones. Luego de exposición internacional que hubo en Filadelfia,
los alemanes comenzaron a tomar conciencia de que sus productos eran de menor calidad
y de mal gusto, y por esto deciden mejorarlos para superar a los ingleses. Se dieron cuenta
de que necesitaban diseño, ya que eran los productos diseñados los que serían
superadores. Así es como se comenzó una reforma educativa, con la meta de entrenar
gente para crear productos con diseño.

En esta época un arquitecto llamado Peter Behrens es contratado por una empresa de
electricidad como asesor artístico y proyectual, y se le encarga el diseño de una sala de
turbinas, una fábrica. Sin embargo él no sólo diseña el edificio, sino que también el logotipo
de la empresa, las luminarias e incluso los uniformes de los empleados entre otras cosas. Se
podría decir que Behrens diseñó todo, convirtiéndose en el primer diseñador industrial. Su
estudio, volcado al racionalismo extremo influenciaría a personas como Walter Gropius, Van
Der Rohe y Le Corbusier. De esta manera ellos aprenderían a utilizar los materiales y las
técnicas más modernas, así como ciertos criterios, como el dejar los materiales y detalles al
natural sin ocultarlos, pudiéndose ver hasta lo que soporta la carga y lo que no. De esto
surgiría un nuevo tipo de arquitectura – anteriormente los arquitectos no diseñaban fábricas,
pero pasarían a ser fundamentales para su trabajo.

Al mismo tiempo, podíamos ver al belga Henry Van de Velde que llegaba a Alemania para
hacer conocer el movimiento del art nuveau en Europa – se fue a diseñar en las escuelas de
arte y oficio, utilizando este estilo, caracterizado por líneas que revelan la estructura del
objeto y su función. Sus productos se podían fabricar a mano o a máquina, pero no para ser
fabricados en forma masiva: para él el artista era un individualista innato, además de tener
una posición a favor de la libertad de diseño, dionisíaca.

Por otro lado teníamos la postura de Herman Muthesius, quien veía el potencial estético de
la producción por máquinas, criticando el art nuveau de Ven de Velde, diciendo que sus
productos eran para la burguesía, salían mucho dinero y resultaban un desperdicio. Él
estaba a favor de la prefabricación y del ahorro de materiales – se podría decir que su
opinión era más bien apolínea. A Muthesius lo envían de espía a Londres, donde observa la
funcionalidad y simplicidad de la arquitectura inglesa, por lo que sugiere agregar talleres a
las escuelas de arte y oficio.

Entonces nos encontramos con que había algunos a favor de la máquina y otros que
estaban en contra. Fueron personas del primer grupo quienes en el año 1907 fundaron la
Deutsche Werkbund (Liga de Talleres Alemanes), con el objetivo de inculcar un criterio del
buen diseño a través de charlas, exposiciones y asesoramiento a empresas. De esto
participaron empresarios, arquitectos e incluso políticos que estaban a favor del arte con
técnicas. No obstante, aún dentro de esta liga había posturas contradictorias, ya que una
parte estaba a favor de la posición dionisíaca de Van de Velde y otra que estaba más de
acuerdo con Muthesius y su visión apolínea. Estas posiciones antagónicas generaron
tensiones que se verificarían en la Bauhaus más adelante.

Walter Gropius fue un arquitecto alemán que estudió en Berlín, aprendiendo las técnicas y el
uso de materiales de Peter Behrens. A él le encargarían la fábrica Fargus en 1911, donde
aplicaría todo lo que había aprendido. Principalmente utilizó vidrio, sin ocultamientos ni
ornamentos, y hierro. La estructura estaría retirada del paramento (las columnas más atrás),
cambiándole la vida al trabajador que podía trabajar en un ambiente más iluminado. En
cada sector se veía volumétricamente la función. En 1912 se unió a la Liga de Talleres. A
Gropius le gustaba la idea de la prefabricación por lo rápido y económico; incluso llego a
pensar en la creación de una fábrica de viviendas prefabricadas, si bien esto último no se
llevó a cabo. En 1916 se le ocurrió crear un centro de orientación para la industria y
artesanía, con distintos rubros trabajando para un fin común (la construcción), tomando la
idea de colaboración de Ruskin, sin embargo esto no se pudo realizar hasta después de la
guerra, cuando por fin lo aceptaron. Así Gropius reunificaría la academia de arte y la
escuela de arte y oficio – se fundaría la escuela Bauhaus en Weimar.

Walter Gropius quería unir el arte y la técnica por la siguiente razón: a las academias iba
mucha gente para estudiar, pero en la realidad sólo 2 ó 3 iban a destacar, no el resto
debido a su formación unilateral. Estas personas no podían conseguir trabajo porque no
conocían ni las técnicas ni los materiales nuevos – pero en las fábricas necesitaban a los
artistas. Para resolver esta problemática, decide invitar a artistas a las fábricas, para
informarlos y también que los fabricantes aprecien las leyes de la creatividad; formar gente
con sólida formación artística y técnica.

El nombre Bauhaus quiere decir “casa de construcción”, y también hace referencia a la


idea de colaboración antes mencionada. Gropius redacta un manifiesto fundacional
donde habla de sus objetivos:

 Rescatar a todas las artes de su aislamiento, dando comienzo a una tarea social –
todas estarían bajo el mismo techo por la construcción como una meta en
conjunto.
 Llevar a la artesanía al mismo nivel de las bellas artes – para esto sería necesario el
trabajo en el taller, y el aprendizaje del manejo de los materiales y herramientas sería
el primer paso. El arte, después de todo era la elevación de la artesanía.
 Establecer una relación estrecha con la industria, para lo que llegaban dueños de
fábricas planteando sus necesidades y se realizaban prácticas. Esto se asemejaba a
lo que en un futuro conoceríamos como pasantías.

Para Gropius, el proceso de diseño variaba en grado pero no en principio. Todo debía ser
diseñado: lo único que cambiaba era la escala, y todo se diseñaba con la misma
preocupación.

Los años de la Bauhaus

Para hablar de la Bauhaus y su desarrollo durante el tiempo que estuvo funcionando,


podemos dividirnos en 3 etapas:

1. Creación
2. Consolidación
3. Desintegración

Etapa de creación (1919 – 1923)

Es en este tiempo que llegaron los primeros artistas a la escuela, como por ejemplo el pintor
Lyonel Feininger, el escultor Gerhard Marcks y Johannes Itten, quien se convertiría en uno de
los mayores pedagogos del arte y el responsable de introducir el curso preliminar al plan de
estudio de la escuela.

El programa de estudio de la Bauhaus comenzaba con este curso preliminar, cuya duración
era de 6 meses y era obligatorio. Los objetivos de este curso eran:

 Liberar las fuerzas creadoras de los alumnos – se olvidarían de todo lo que habían
aprendido, se trataba de su potencial creativo.
 Introducirlos a las leyes de la forma y el color.
 Profundizar los conocimientos sensoriales, comenzar a reconocer los materiales y
descubrir con cuáles se sentían cómodos para trabajar.
Para Itten eran válidos los criterios más modernos, le importaba desarrollar la creatividad por
lo que desarrolló una serie de ejercicios con esta idea. Según él, todo lo perceptible es
perceptible a través de su divergencia – le dio mucha importancia a los contrastes.

Luego del curso preliminar el alumno obtenía el título de aprendiz, si bien debía realizar un
trabajo y aprobarlo para pasar al curso principal. Éste tenía una duración de 3 años y al
terminarlo uno recibía el título de oficial. Lo primero para los alumnos era decidir en qué
taller trabajar. En el taller se trabajaba con dos maestros al mismo tiempo, técnicos y artistas,
por lo que al principio se dieron conflictos. Después del curso principal, existía un curso
opcional que era el de construcción, en el que se realizaban prácticas de arquitectura, que
solían ser encargos particulares. Terminado este curso el alumno obtenía el título de
maestro.

En esa época se elaboraban piezas únicas, no se pensaban para ser reproducidas en la


industria. En la Bauhaus no existía la materia historia: esto era deliberado, porque era
después de la guerra y según Gropius había que empezar de cero sin mirar el pasado.

Entre otros, Gropius invitó a Paul Klee, un artista, a dar clases en la escuela. Éste enseñó a los
alumnos su teoría de la forma y el color, cómo poder tratar las formas geométricas y
distribuirlas en una superficie. Otro invitado fue Wassily Kandisky, quien fue el primer artista
en hacer un cuadro abstracto, y había huido de la Rusia comunista; también dio teoría de
forma y color, en particular efectos espaciales relacionados al color.

También apareció Theo van Doesburg, un pintor holandés que junto con Piet Mondrian
fundaron el neoplasticismo: un movimiento anti-figurativo, anti-naturalista basado en los
colores y formas más básicas que dio lugar a un nuevo lenguaje formal. Él dictó una serie de
seminarios para los alumnos de la Bauhaus, que resultó influyente para varias personas
como por ejemplo el arquitecto Marcel Breuer, quien trasladó esas ideas y construyó una
silla basándose en ellas.

Theo van Doesburg, al ver lo que hacían en la escuela criticó el hecho de que no había
realmente una función social, ya que los objetos resultaban ser únicos, y por lo tanto caros.
Gropius, afectado por esta crítica, en 1923 decidió transformar los talleres artesanales en
talleres productivos, y se produjo un vuelco hacia la industria. Johannes Itten, aún en una
posición más dionisíaca se enfrento a esta postura más apolínea, racional de Gropius y
decidió irse.

Etapa de consolidación (1923 – 1928)

La escuela Bauhaus era dependiente del Estado, y por lo tanto ahí querían saber lo que se
hacía. En 1923 se hace una exposición donde se mostró la idea de casas prefabricadas, así
como se expuso arquitectura. En la época lo más importante era el objeto, lo racional,
pensado para la industria, por lo que se podían ver formas racionales y geométricas. Desde
el taller de metal el artista húngaro László Moholy-Nagy empezó a utilizar el aluminio, que
era más económico en lugar de la plata que se utilizaba anteriormente; también se
introdujo el plexiglass. Las formas siempre estaban relacionadas a la función – todo tenía un
objetivo y era estudiado en precisión.

La exposición resultó exitosa, pero hubo elecciones y ganó la derecha en la ciudad –


debido a que no querían a la Bauhaus ésta debió trasladarse. Sin embargo la Bauhaus en
aquel momento recibió un mayor presupuesto y Gropius pudo plasmar sus ideas con
respecto a la arquitectura, y la escuela fue equipada con talleres, habitaciones, un
comedor e incluso un teatro.

En el edificio todas las fachadas eran importantes, y era necesario recorrerlo en su totalidad,
no se podía entender desde un solo punto de vista, ésta era la idea moderna. Cada parte
de la construcción de diferenciaba según la función para la cual fue diseñada. También se
podían ver las columnas detrás del paramento y el querer desmaterializar el ángulo. Gropius
también diseñó las viviendas de los maestros, en las cuales tampoco existía la idea de
composición de fachada, por ejemplo las ventanas eran diseñadas desde la luz que se
quería tener. Los muebles eran todos resultados del taller, y había una importante idea de
atemporalidad, típica de la producción de la Bauhaus. Cada habitante podía modificar su
espacio.

También hubo importantes cambios en los talleres: aquellos que no se adaptaron a la


industria a este punto fueron eliminados, y algunos se transformaron, como el taller de
imprenta que pasó a tener letras racionalizadas, fácilmente reproducibles, con formas
básicas y utilizadas siempre en minúsculas, ya que las mayúsculas no se pronunciaban y se
consideraron innecesarias – esto pudo verse en todos los libros, afiches y revistas
relacionados a la escuela. Marcel Breuer, ya un joven maestro seguía con su producción de
muebles, como su idea de la silla de caño cromado, que resultó ser la primera vez que este
material se utilizaba en este tipo de objetos. Esta silla fue una de las producciones más
exitosas. También otros materiales como las telas fueron adaptados a la industria, sus
resistencias fueron estudiadas y se buscaba su fácil reproducción.

En 1927 se oficializó el departamento de arquitectura, con Hannes Meyer como director.


Cuando en 1928 Gropius abandonó la Bauhaus, Meyer pasó a ser el nuevo director general.

Etapa de desintegración (1928 – 1933)

Hannes Meyer tenía fuertes convicciones políticas (comunista) y tuvo sus críticas a la
escuela. Decidió cambiar completamente el plan de estudio: la arquitectura pasó a ser lo
más importante, y se introdujo el urbanismo, la política y la psicología. Él creía que la
producción no era para un objetivo social (seguía siendo cara), entonces a partir de ahí
todo pasó a estar destinado a lo social, cualquiera debería poder comprar sus productos.
Se comenzaron a usar nuevos materiales más económicos como la madera de
contrachapado, ya que ya no importaba lo vistoso, sino los criterios de sólidamente
construido y cumplir con una función. Aparecieron los papeles pintados, que “agrandaban”
el espacio y cuyas uniones no se notaban. La escuela se politiza, pero con los nazis esto no
le genera buena fama, por lo que se hace necesario cambiar de director.

Para intentar recuperar la fama de la escuela se invita a Mies Van der Rohe, un arquitecto
que no estudió formalmente, y comenzó trabajando en un taller de piedra, donde tuvo
contacto y desarrolló un respeto por los materiales. Al viajar a Holanda tuvo contacto con
Henry Van de Velde, así como estudió a Peter Behrens. Van der Rohe hizo unos esquemas
de rascacielos de vidrio, como una sustancia que refleja. En su obra se podría decir que el
hormigón armado era el “hueso” recubierto de una “piel” de vidrio. El vidrio predomina en
un edificio que realizó en Nueva York – el también mostraba los materiales como son, puros.

Él luego construyó una casa de campo utilizando el ladrillo, en cuya planta se ve la


influencia del neoplasticismo, y no se distingue donde empiezan y terminan el interior y el
exterior, existe una fluidez. Este arquitecto era un detallista, criticó a sus colegas diciendo
que querían imitar los productos industriales, como por ejemplo en los revoques, él decía
que no debía haber engaño, mostrando los materiales tal cual eran. Según él, se podían
utilizar los materiales tradicionales de forma moderna.

Mies Van der Rohe también fue responsable de un pabellón en Barcelona, donde decidió
representar a Alemania utilizando el pabellón mismo, es decir, sin la exposición de objetos –
diseñó la planta. Los materiales principales fueron el mármol y el vidrio traslúcido. Al no tener
el pabellón una función específica, investigó la espacialidad; quería demostrar qué sostenía
y qué articulaba el espacio, y para eso dejó columnas a la vista, separándolas de los
tabiques de mármol. Los muebles y su ubicación también serían diseñados y estudiados por
él. El único elemento figurativo era una estatua al final del pabellón, que fue desarmado
después de 8 meses y reconstruido mucho tiempo después.

Otra obra importante de Mies fue la casa en Checoslovaquia, la casa Tugendhat. Ésta
estaba construida sobre un terreno en pendiente, el cual fue parte del proyecto. En un nivel
se encontraban la entrada y una habitación, mientras que abajo estaba el living-comedor.
Tres de cuatro lados de la casa eran de vidrio, y la naturaleza se podía ver integrada a la
arquitectura, incluso había un sistema donde las ventanas iban al piso. La articulación de los
espacios estaba dada por los muebles, en lugar de las paredes.

También introdujo un taller de fotografía a la Bauhaus, donde se dibuja mucho la


arquitectura. En el año 1933 la escuela se vio obligada a cerrar sus puertas debido al Partido
Nazi, y sus principales exponentes continuaron desarrollando sus actividades en Estados
Unidos.

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