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Un legado de generación a generación!

Y creó Dios al Hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Génesis 1:27

Cuando Dios creo al hombre escogió los materiales de la tierra y con un soplo en la nariz le dio
aliento de vida “Génesis 2:7 entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en
su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”, sin embargo cuando formó a la mujer no
hizo lo mismo, sino que tomó una parte del hombre, su costilla, la cual no fue reemplazada; Dios
hizo a la mujer de la costilla de Adán significando el complemento que le faltaría a él para ser feliz
y es entonces que Dios dijo no es bueno que el hombre esté solo, lo que le faltaba a él era ella, la
ayuda idónea que también fue creada a imagen y semejanza de Dios.

El profundo amor de Dios dignificó a la mujer, le dio valor, él la creo con características valiosas de
complementariedad, sabiduría, amor, ternura, dulzura, delicadeza, gracia, feminidad,
comprometidas en Dios, entregadas a la familia y siempre dispuestas para la obra de Dios, esa es su
identidad.

Estas características de valor trascienden en el tiempo, y han hecho nacer un poderoso legado de
Damas Dorcas de generación a generación, a través de estos ochenta años de la IPUC, la mujer ha
desempeñado un papel muy importante y único, el protagonismo ha sido valeroso y no podríamos
desconocerlo, han sobresalidos por su ejemplo y dedicación en formar relevos en la obra de Dios,
Mujeres que han servido al lado de sus esposos dejando huellas que contar para que lo sepa la
generación venidera, las Dorcas siguen siendo muestras del bien, enseñando a las más jóvenes el
camino del Señor y el rol de la mujer en la iglesia, sus palabras sabias llenas de experiencia y sus
canas plateadas destellan la gloria de Dios y son testimonio su fidelidad.

Que en estos ochenta años a las Damas les sean renovadas las fuerzas, aunque en las ancianas ya
este el cansancio de la senectud, no hay las misma fuerzas, ni el vigor tampoco la agilidad pero si
que el corazón se regocije sabiendo que el trabajo en el señor no es en vano, tampono tenemos un
Dios injusto que olvida la labor de cada una en su iglesia 1 Cor 15:38

Heb 6:10 Las damas jóvenes honren a las ancianas maestras del bien e imiten su fe lv 19:32

Por ultimo quiero dar gracias a Dios por las damas! Y a cada una de las lectoras decirles Hermanas
Dorcas, mujeres de buenas obras, sigan siendo esas columnas y dando ejemplo de vida cristina,
mujeres de oración que con ruegos y ayunos han dado identidad en la búsqueda del señor y que
sigan trasmitiendo de generación en generación este legado valioso.

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