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Calendario Maya
Que su
numeración esté basada en un sistema vigesimal tenía un
motivo. Los meses para los mayas eran de 20 días, también 20
es el número de dedos que tiene el ser humano y con una
concepción tan clásica del hombre como medida de todas las
cosas, tenemos la explicación del porqué.
Es un sistema en el que opera la potenciación, dándole por
eso ese carácter en tres dimensiones de las cosas. En la
imagen anterior podemos ver una representación de los
números 0-100.
Gracias al perfeccionamiento de un sistema calendárico
exacto, tanto en la medición del ciclo solar como del lunar,
los mayas alcanzaron lo que se puede considerar el mayor
grado de desarrollo astronómico y científico de toda la
América precolombina.
Para entender la trayectoria de los astros, los sacerdotes se
sentaban cada día en lo más alto del templo y fijaban la
vista durante largo rato en el horizonte. Con este método, y
utilizando un simple palo perpendicular al suelo, lograron
definir el paso del Sol por el cenit, pues al encontrarse el astro
en su punto más alto, el palo no proyectaba sombra.
Estela Maya
Existían una serie de símbolos
individuales, llamados glifos, estos podían representar un
morfema o toda una sílaba. Los Mayas agrupaban la escritura
en bloques de columnas, los glifos se organizaban de arriba
hacia abajo y desde la derecha hacia la izquierda, cada bloque
corresponde a un verbo.
Aportes Astronómicos
Medicina
Estudiaron sobre las causas de las enfermedades (etiología),
clasificando sus tipos, describiendo sus síntomas para
conseguir su prevención y curación. Sabían coser heridas
utilizando cabello humano y utilizaban el yeso para
inmovilizar las fracturas de hueso
Ahan Chamahez, dios de la medicina. Era el curandero o
sanador más destacado en el ámbito de la medicina maya.
Arquitectura
La cultura maya utilizaba observatorios astronómicos en
forma de pirámide para observar los movimientos del Sol y
de la Luna, aunque se usaban además para actividades
políticas y religiosas.
Desde el alba de los tiempos, el ser humano se ha preguntado por los distintos
fenómenos de la naturaleza. Varias disciplinas han intentado ofrecer respuestas,
incluyendo a la filosofía y la religión, pero la ciencia se diferencia de aquéllas en la
aplicación del método científico, consistente en la elaboración de leyes científicas a
través de un proceso de inducción; esto se logra a través de la realización de
experimentos cuyos resultados son casos particulares, y que se extrapolan en un
principio general que regirán toda una serie de fenómenos, hasta que los resultados
particulares de dichos experimentos, o de otros diferentes, contradigan este principio.
Si el hombre prehistórico hacía ciencia en este sentido, es algo que ignoramos, ya que
su conocimiento del entorno estaba fuertemente condicionado por una visión mágica
de la realidad. Así, por ejemplo, el curandero de la tribu considera que determinada
planta cura a un paciente no debido a la existencia de un principio químico activo en
ella, sino por la presencia de determinados espíritus benéficos convocados a través de
un ritual más o menos elaborado; al mismo tiempo las estrellas no son vistas como
bolas de plasma en el espacio, sino como fogatas de tribus en el cielo, o como los ojos
de los antepasados.
La civilización del Indo. A orillas del Río Indo, en la India, la cultura de Mohenjo Daro
desarrolló una serie de conocimientos diversos. Parece ser que manejaban bastante
bien las matemáticas. También se atrevían con complicadas intervenciones
quirúrgicas; por ejemplo abrían a una persona en canal, y después suturaban las
heridas haciendo que los bordes de las mismas fueran mordidos por hormigas, a las
que entonces cortaban la cabeza para dejar a éstas como pinzas.
El mundo egipcio. Los egipcios desarrollaron poderosamente diversas disciplinas de
amplia aplicación en su vida cotidiana. Así, el borrado de los deslindes de territorios
producto de las inundaciones del Nilo los llevó a desarrollar la agrimensura, y de ahí
pasar a la geometría. Las matemáticas egipcias experimentaron un enorme desarrollo,
como queda en evidencia en el Papiro Rhind. Otro testimonio de la maestría
matemática egipcia está hoy en día plenamente a la vista, en las pirámides y restantes
monumentos arqueológicos que la egiptología se ha encargado de sacar a la luz.
También desarrollaron observaciones astronómicas que les permitieron sincronizar las
inundaciones del Nilo con el ascenso de la estrella Sotis (Sirio) en el cielo. Todos estos
conocimientos permanecieron en manos de la casta sacerdotal, que los usó con fines
mágicos y ceremoniales; ésta es la razón por la que muchos de estos avances
después se perdieron en la Historia. Hay quien sospecha que los egipcios conocían,
entre otras cosas, la electricidad. Un resto de los conocimientos de los sacerdotes
egipcios se transmitieron después al mundo griego; quizás Tales de Mileto fue uno de
los discípulos griegos de los sacerdotes egipcios.