Você está na página 1de 36

La afectividad y la dinámica volitiva

humana
[2.1] Introducción

[2.2] Objetivos

[2.3] Para preparar la clase

[2.4] Emociones, sentimientos y pasiones

[2.5] Clasificación de las emociones, pasiones y sentimientos

[2.6] Temperamento, carácter y personalidad

[2.7] Valor cognoscitivo de la afectividad

[2.8] La experiencia de la voluntad en el hombre

[2.9] Naturaleza y objeto de la voluntad

[2.10] La relación entre el entendimiento y la


voluntad en el acto humano

[2.11] El acto voluntario: volición, decisión y


2
acción externa
TEMA
[2.12] Referencias bibliográficas
Ideas clave

2.1. Introducción

Lecturas básicas

Para estudiar este tema lee el libro: García, J. A. (2004). Antropología filosófica.
Una introducción a la Filosofía del Hombre (pp. 91-100 y 104-113). Pamplona:
EUNSA. Disponible en la Biblioteca Virtual de UNIR.

Además, debes leer las páginas 62-64 de la siguiente obra: Quintana, J. M. (1995).
Pedagogía psicológica. La educación del carácter y de la personalidad. Madrid:
Dykinson.
Disponible en el aula virtual en virtud del artículo 32.4 de la Ley de Propiedad
Intelectual.

Ideas principales

Es necesario distinguir entre lo que es la emoción, el sentimiento y lo que es la


pasión. Estos tres actos son manifestaciones de la persona, pero no son la
persona. Los tres pertenecen a la afectividad, la persona puede tener sentimientos,
emociones y pasiones, son, por tanto, modos de tener.

Es importante la diferencia entre las emociones, las pasiones y los sentimientos porque
algunos son pasajeros como las emociones, que tienen una corta duración y son
reacciones ante hechos externos. Los sentimientos pueden tener más duración, lo que
conviene aprender a situarlos en relación con lo que nos sucede. La pasión es algo que
no es pasajero y afecta a la persona entera, no es un estado de ánimo, tiene que ver con
el temperamento personal de cada uno.

¿Quién sabe qué temperamento tiene? Esto es fundamental para educar el carácter,
para aprender a afrontar los problemas, para establecer relaciones con otras personas.
En este sentido, se explicará la diferencia entre el temperamento, el carácter y la
personalidad. El carácter es lo educable, el temperamento es lo natural, lo biológico,
con lo que nacemos; y la personalidad es la conjunción del carácter y del
temperamento.

TEMA 2 – Ideas clave 2 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Un punto importante es comprender el valor cognoscitivo de la afectividad.
Conocemos cómo es la realidad circundante a través de lo que nos dice la afectividad. Si
hace calor, entonces sentimos calor y sabemos que la temperatura es elevada. Estamos
alegres cuando hace sol, pero más tristes si llueve, aunque también depende porque
quizá estamos esperando que llueva, como algo imperioso para mejorar el cultivo de la
tierra, y cuando llueve nos alegramos.

La voluntad es una potencia que tiene el ser humano. No estamos obligados a actuar
de un modo determinado. Además, observamos que tenemos la capacidad de elegir.
Esto conlleva la necesidad de explicar un poco cuál es la naturaleza de la voluntad que
nos permite elegir. Cuestión no baladí es observar el proceso del acto voluntario para
ver cómo decidimos y por qué decidimos algo. ¿Con qué criterios decidimos? En este
aspecto conviene tener presente la relación entre la inteligencia y la voluntad, dado que
nada es querido si antes no es conocido. Conocemos los objetos, valoramos su
conveniencia, y luego, la voluntad decide si actúa según lo expuesto por la inteligencia.
Además, la ejecución de lo decidido también le corresponde a la voluntad.

Distinguir el desear del querer y del amar como actos diferentes que tienen su
origen en realidades diferentes de la persona.

Actos de la afectividad Actos de la voluntad Actos de la persona

Desear Querer Amar

Sentir Elegir entre alternativas Proponer fines

Emocionarse Ejecutar lo decidido Encontrarse con otra persona


Tabla 1.

2.2. Objetivos

» Conocer qué es la afectividad: se trata de que el estudiante adquiera un cierto


conocimiento sobre lo que es la afectividad, como facultad humana a diferencia del
resto de los animales. También es importante la relación con la voluntad.

» Estudiar la diferencia entre la emoción, el sentimiento y el deseo: es


importante conocer cuál es la dinámica de la afectividad y qué tipo de actos son
propios de esta facultad. Conocer la diferencia entre la emoción, el sentimiento y el

TEMA 2 – Ideas clave 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


deseo es importante de cara a ayudar al educando, el estudiante, dentro del ámbito
escolar.

» Aprender cuál es la dinámica de la voluntad: se trata de conocer cómo actúa


la voluntad y su relación con la libertad humana y con la afectividad. Los
sentimientos nos permiten ser libres, es libre la voluntad. Este tipo de cuestiones
serán respondidas en este tema.

2.3. Para preparar la clase

En la clase se hablará de la relación entre la persona, la voluntad y la afectividad. Es


preciso comprender que la persona es quien actúa y quien decide, la voluntad
ejecuta y la afectividad tiene un aspecto cognoscitivo de aprender de la
realidad circundante. La persona decide sobre fines, la voluntad decide sobre
medios, sobre las alternativas que le propone la inteligencia. Esto implica que hay una
libertad de la voluntad, que permite elegir entre alternativas, es la libertad de elección
frente a la libertad personal, que implica dar un sentido a todo lo que se hace en
relación con la persona, con quien somos.

Se habla de que es necesario controlar los sentimientos. El control no es una palabra


que corresponda a la afectividad, el control lo ejerce la voluntad, pero sobre los actos
propiamente voluntarios, no sobre la afectividad. Los sentimientos son noticias que
obtenemos de algo externo, que nos dicen cómo ha afectado a la facultad. Estoy triste y
me siento triste porque ha ocurrido algo negativo. No se trata de controlar mi tristeza,
ni de limitar mi tristeza diciéndome puedo llorar, pero no mucho, o puedo estar triste,
pero no mucho tiempo. Se trata de que los sentimientos no dominen a los actos
de la voluntad.

No es justificable decir no voy a estudiar porque estoy triste. Tendré que aprender a
estudiar triste, pero no tiene sentido ponerme contento y forzarme a ponerme contento
como condición necesaria para actuar. En todo esto se ve la relación entre la voluntad y
la afectividad.

En este vídeo se puede aprender la diferencia entre los sentimientos, las emociones y
laspasiones:

TEMA 2 – Ideas clave 4 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


http://cursos-de-autoestima-y-autoayuda.teachable.com/courses/programa-de-
control-emocional/lectures/1483241.

Se tratará en clase la cuestión del temperamento y la diferencia con el carácter y con la


personalidad. La importancia que tiene tener muy presente en el aula el temperamento
de los estudiantes, ya que es un punto de partida a tener en cuenta.

En este vídeo nos presentan un test de personalidad mediante imágenes:


https://www.youtube.com/watch?v=1eaoDWqAe_k.

La personalidad es el resultado del temperamento con el que nacemos y de los factores


que modelan nuestro carácter, lo que constituye nuestra personalidad. Por esto es muy
importante la educación.

2.4. Emociones, sentimientos y pasiones

La palabra pasión tiene su origen etimológico en la latina passio, que se refiere a la


acción de padecer del sujeto. La pasión es algo pasivo, se refiere a la afección recibida
(Sellés, 2006). Según Tomás de Aquino en Suma Teológica, la pasión es: «La
actividad del apetito sensible que resulta del conocimiento y que se caracteriza por las
alteraciones corporales que produce» (p. 22). Las alteraciones corporales se refieren a
las reacciones fisiológicas que acompañan a la pasión. Hoy se identifica la pasión con
estados de cólera o amor en relación con el apetito irascible o concupiscible.

En este sentido, Sellés (2006) define el apetito concupiscible como el deseo de un


bien sensible que está presente o el rechazo de un mal sensible que también está
presente. Es una tendencia que sigue a lo conocido por los sentidos externos. Radica en
«buscar lo conveniente y a evitar lo nocivo actualmente percibido» (p. 119). Este es el
término clásico, pero desde el psicoanálisis a este apetito se le denomina «impulso de
placer».

El apetito irascible es el deseo de un bien sensible que está ausente o la aversión a un


mal sensible también ausente. Por tanto, es una tendencia que sigue a lo que es
conocido a través de los sentidos internos. En concreto, consiste en «resistir lo adverso

y a conseguir de modo arduo lo conveniente, ausente ahora, pero alcanzable en un

TEMA 2 – Ideas clave 5 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


futuro próximo» (p. 119). En la psicología de Freud a este apetito se le denomina
«impulso de agresividad».

El apetito concupiscible es el deseo de un bien sensible presente.


El apetito irascible es el deseo de un bien ausente.

Etimológicamente emoción proviene del verbo latino movere, cuyo significado es


moverse. El prefijo e- significa dirección, por tanto, se podría entender como un
«movimiento hacia». Las emociones son impulsos que nos llevan a actuar, aunque
muchas de esas reacciones emocionales son reflejos y son producidas por el impacto
emocional ante un hecho o una situación. Por tanto, en cada emoción hay implícita una
tendencia a la acción. Y por emoción se entiende la perturbación brusca y profunda
de la vida psíquica y fisiológica.

Los sentimientos son los estados en que se sitúan las facultades sensibles. No es algo
del ser humano, sino de las facultades, expresan cómo está la facultad que tiene soporte
orgánico. Según Sellés (2006), es la información que tenemos sobre cuál es la reacción
de las facultades sensibles ante los objetos conocidos por los sentidos externos. Por eso,
una misma realidad puede ser sentida de manera diferente en función de la facultad
sensible. Por ejemplo, un paisaje verde nos puede ayudar a descansar, pero en otras
ocasiones el mismo paisaje nos produce aburrimiento.

Emoción Sentimiento Pasión

Intensidad alta Moderada intensidad Intenso (afecta a la persona,


no tanto al sentimiento)

Corta duración Duradera en el tiempo Duradera


Tabla 2. Diferencias entre la emoción, el sentimiento y la pasión.

¿Qué significa hay que gestionar los sentimientos? ¿Es posible una calificación
moral de los sentimientos? ¿Son malos o buenos los sentimientos? ¿La emoción es
algo que nos pasa o es algo que cada uno provoca?

TEMA 2 – Ideas clave 6 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


La emoción va acompañada de fenómenos fisiológicos complejos. Se pueden
describir tres tipos de reacciones fisiológicas que siguen a las emociones:

» Viscerales:

o Tipo respiratorio: aceleración o retardo de la respiración.


o Aparato circulatorio: aceleración del ritmo cardiaco.
o Aparato digestivo: paralización de la digestión.
o Sistema glandular: excitación de las glándulas lagrimales, sudores fríos.

» Musculares: escalofríos, temblores, contracción de los músculos.

» Expresivas: Expresión del rostro y del cuerpo.

¿Las emociones nos impiden pensar para actuar correctamente? ¿Se puede decir que
la emoción está fuera del dominio de la voluntad?

Los sentimientos también pueden ir acompañados de reacciones fisiológicas:

» Actitudes y expresión del rostro: expresiones somáticas de los sentimientos,


aunque con menos vehemencia que las reacciones emocionales. Por ejemplo:
tristeza, disgusto, sonrisa, lágrimas, etc.

» Reacciones cenestésicas: el estado de sentimiento provoca hechos subjetivos.

Es conveniente que el orientador familiar distinga bien entre lo que es un sentimiento,


una emoción y una pasión. Ha de ser capaz de transmitir que son acciones que
padecemos ante un bien ausente o presente y que no se puede hacer nada porque son
percibidas como pasión, algo pasivo. Lo importante es la información que recibimos y
que nos puede ayudar a la hora de actuar. En este sentido, actuar en contra del
sentimiento no ha de ser percibido como algo antinatural, dado que el sentimiento ante
una misma realidad también puede cambiar.

TEMA 2 – Ideas clave 7 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


2.5. Clasificación de las emociones, pasiones y sentimientos

La clasificación de las emociones depende de cuáles sean los criterios que se


utilicen para ello. Uno de los criterios que se usan para realizar esta clasificación es
según el tipo de respuesta fisiológica que aparece ante determinados
estímulos. Por ejemplo, si alguien arquea las cejas, esto significa que está sorprendido
por algo que acaba de conocer y que no sabía; si alguien está blanco, se dice está pálido,
de modo que la palidez manifiesta miedo o incertidumbre; si alguien sufre un temblor,
esto manifiesta miedo, etc. Por tanto, esto permite clasificar las emociones según los
estímulos:

Emociones Estímulos Patológico

Rabia, enojo, resentimiento, furia, exasperación,


Ira indignación, acritud, animosidad, violencia,
irritabilidad, hostilidad, odio

Aflicción, pena, desconsuelo, pesimismo, melancolía,


Tristeza Depresión
autocompasión, soledad, desaliento, desesperación

Ansiedad, aprensión, temor, preocupación,


Miedo consternación, inquietud, desasosiego, Fobia, pánico
incertidumbre, nerviosismo, angustia, susto, terror

Felicidad, gozo, tranquilidad, contento, beatitud,


deleite, diversión, dignidad, placer sensual,
Alegría
estremecimiento, rapto, gratificación, satisfacción,
euforia, capricho, éxtasis

Aceptación, cordialidad, confianza, amabilidad,


Amor
afinidad, devoción, adoración, enamoramiento

Sorpresa Sobresalto, asombro, desconcierto, admiración

Desprecio, desdén, displicencia, asco, antipatía,


Aversión
disgusto, repugnancia

Culpa, perplejidad, desazón, remordimiento,


Vergüenza
humillación, pesar y aflicción

Tabla 3. Clasificación de las emociones según estímulos.

TEMA 2 – Ideas clave 8 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


La clasificación de las pasiones puede realizarse en función de dos tendencias
básicas: deseo e impulso. Esto se puede llevar a cabo en atención al objeto de la
tendencia (bien o mal), y en segundo lugar, del tiempo (ahora y después).

» Pasiones del deseo (apetito concupiscible):

o Amor: tendencia hacia el bien.


o Odio: tendencia a rechazar el mal futuro.
o Deseo o concupiscencia: inclinación hacia un bien ausente, no poseído.
o Aversión: rechazo de un mal ausente futuro.
o Gozo: agrado y reposo de la tendencia con respecto al bien poseído.
o Dolor: sentimiento por un mal sensible o un mal espiritual.

» Pasiones del impulso (apetito irascible):

o Esperanza: tendencia hacia un bien difícil de alcanzar.


o Temor: rechazo ante un mal ausente, pero inevitable.
o Audacia: rechazo ante un mal ausente, pero evitable.
o Ira: rechazo del mal presente.

Max Scheler realiza una clasificación de los sentimientos según el origen de los
mismos:

» Sentimientos sensibles: tienen una localización determinada, son sentimientos


transitorios. Son avisos sensoriales de que algo físico no está bien (por ejemplo, el
dolor de estómago avisa de que el aparato digestivo no está bien).

» Sentimientos vitales y corporales: no tienen una localización sensorial


determinada, están en todo el cuerpo. Sensación de buena salud.

» Sentimientos psíquicos o anímicos: independientes del cuerpo y producidos


por circunstancias concretas (por ejemplo, la tristeza ante una mala noticia).

» Sentimientos espirituales: alejados de la corporeidad, su origen no es sensible.


Son modos de ser del sujeto. Su procedencia es más honda en las personas, no se
pueden modificar de una manera inmediata.

TEMA 2 – Ideas clave 9 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


No es sencilla la diferenciación entre un sentimiento, por ejemplo, cuando dejamos de
estar tristes y comenzamos a estar alegres. Lo que sí se ha de tener presente es que los
sentimientos pueden afectar a las pasiones, despertando alguna de ellas.

2.6. Temperamento, carácter y personalidad

Esta distinción entre lo que es el temperamento, el carácter y la personalidad es


fundamental para quienes se dedican a la enseñanza. No es sencillo que, por lo general,
las personas con las que tratamos de modo habitual sepan cuál es el temperamento que
tienen, lo que implica que quizá no se conozca lo suficiente. Sin embargo, para quienes
se dedican a la educación e invierten su tiempo en educar, también a los padres y
madres, es muy aconsejable conocer bien a quienes tienen a su cargo.

En este sentido, es tarea fundamental del orientador familiar conocer bien qué es el
temperamento, qué es el carácter y cómo se puede educar. Además, es preciso
comprender adecuadamente que la personalidad se ve afectada por el temperamento
con el que nacemos y con cómo eduquemos el carácter.

El temperamento se puede definir como las características biológicas con las que
cada persona nace. Es el conjunto de cualidades innatas propias de un individuo,
que son resultado de su constitución psicológica, con elementos bioquímicos,
endocrinos y neurovegetativos. Se concretan en el sistema nervioso, así como en el
componente genético que constituye el contenido emocional que cada uno tiene. No se
puede modificar, cada uno ha nacido con él y sobre él no cabe modificación alguna
porque es nuestro modo de entender y de reaccionar frente a la realidad que nos
circunda.

El carácter es el temperamento modelado por los hábitos que se van adquiriendo. En


este modelado influyen diversos factores entre los que cabe destacar la influencia de la
educación, el ambiente social y el aprendizaje.

La personalidad está compuesta por el temperamento y el carácter. Se podría definir


como el modo de ser de cada uno según el componente biológico y genético (el
temperamento) y el carácter.

TEMA 2 – Ideas clave 10 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


El modo de manifestarse de los sentimientos provoca que se asocien de manera
más frecuente a unas conductas. Por ejemplo, el temperamento apasionado se
caracteriza por poner intensidad en lo que se hace; el temperamento flemático se
caracteriza porque se es más frío, racional; el que es sereno o más pausado es aquel
que no tiene reacciones demasiado pronunciadas (se podría decir que se guarda sus
sentimientos); el apático es el que parece que no siente o siente poco, etc.
Los factores que intervienen en la configuración de la propia personalidad son:
una base genética heredada, la acción de la educación y la actividad libre.

Factores que intervienen en la


formación de la personalidad:

Herencia genética

Aprendizaje

Libertad

Figura 1. Factores que configuran la personalidad.

¿Es imprescindible conocer bien el temperamento de alguien que se quiere educar


para ayudarle? ¿Es bueno que cada estudiante conozca bien su temperamento?

No obstante, si cabe un influjo de la educación sobre ese modo de ser natural recibido,
es lo que conforma nuestro carácter. En este sentido, los factores ambientales,
culturales y educativos perfilan el temperamento constituyendo un modo de ser propio,
que es lo que define el carácter.

La influencia del orientador familiar para ayudar a los padres en la educación del
carácter de sus hijos es fundamental. Para ello deberá conocer inicialmente cuál es el
temperamento de cada chico o chica. Esto ayudará a que sean capaces de advertir a los
padres cuál es la reacción que cabe esperar de sus hijos ante algunos sucesos o cómo
deben decirle algo para que entiendan y no se sientan mal heridos o cómo pueden
motivarles para que estudien. Por lo general, un mismo objetivo requiere un
tratamiento diferenciado en función de cuál sea el temperamento de cada educando y
cuál sea también su carácter.

¿Cómo se puede educar el carácter? ¿La educación del carácter debe recaer en la
familia o en la escuela?

TEMA 2 – Ideas clave 11 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Para comprender qué es la personalidad es necesario entender qué es el carácter y qué
es el temperamento, ya que ambos configuran, en unión con las decisiones libres, una
personalidad; es decir, unos hábitos que definen a cada persona de modo singular. Por
tanto, existe un proceso de personalización educativa que consiste en mejorar
como persona.

¿Qué es el proceso de personalización? ¿Quién es el protagonista del proceso de


personalización educativa?

2.7. Valor cognoscitivo de la afectividad

La afectividad tiene un carácter cognoscitivo, esto implica que a través de ella se


puede obtener un conocimiento de la realidad. No obstante, este conocimiento fue
negado por los autores modernos afirmando que los sentimientos nos dicen algo del
sujeto, pero no de la realidad. Estos autores quieren señalar que los sentimientos son
algo que nos pasa, que no depende de nosotros, así que sobre ellos no tenemos control.

Sin embargo, la afectividad como facultad nos informa de cómo nos afecta la realidad a
cada uno. La realidad es como es y nos afecta de modo que ante esa afección
reaccionamos con sentimientos concretos o emociones o según una pasión, en función
de cuál sea la intensidad y la duración de ese efecto. Por tanto, sentimos algo como
caluroso porque hace calor o sentimos frío porque hace frío, etc.

La afectividad es un punto de vista que proporciona un conocimiento de la


realidad de modo subjetivo, dado que es cada sujeto el que siente esa realidad de
un modo determinado. Esto significa que ante una realidad no todo el mundo
reacciona del mismo modo.

La tarea del orientador familiar en este punto también es vital porque ha de ayudar a
reconocer bien los sentimientos de cada persona con el fin de interpretar bien la
información que se recibe de los sentimientos. En este punto conviene no caer en el
sentimentalismo para que nuestra actuación no se vea condicionada por el estado de
ánimo, dejando sin realizar algo importante solo por el simple hecho de que se está
cansado.

TEMA 2 – Ideas clave 12 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


El papel del orientador es dar a conocer al educador cómo interpretar las sensaciones y
cómo va a ser la reacción de cada persona ante algunos sucesos. El temperamento es
clave en este punto porque la reacción del emotivo es diferente a la del que no lo es o
quien es primario no reacciona de igual modo ante un mismo suceso. En este punto es
fundamental que el orientador familiar guie a las familias para que sus hijos sitúen a los
sentimientos en su sitio, dándoles el valor que tienen. El punto clave es lograr que el
sentimiento apoye, pero que no sea un obstáculo para llevar a cabo las decisiones
importantes.

Si la felicidad es el fin del hombre, este es concebido como la vivencia subjetiva de


la posesión objetiva del bien. La posesión del bien no es posible de modo definitivo en
esta vida porque no se pueden satisfacer de modo absoluto todos los deseos, ni son
alcanzables todos los bienes queridos por la voluntad.

Por tanto, es necesario distinguir entre la sensación de felicidad y de plenitud y la


efectiva realización del bien. En este sentido, cuando se sustituye la búsqueda objetiva
del bien por la vivencia subjetiva de la plenitud, como si ya se hubiera alcanzado el bien
objetivo, se trastoca el orden natural de la dinámica emocional y afectiva.

¿Ser feliz es poseer un bien o es un estado subjetivo de ánimo? ¿Soy feliz o me siento
feliz? ¿Cuando amo a otra persona lo hago por ella misma o más bien por el
sentimiento de plenitud o placer por la presencia de la persona amada? Esto
implicaría considerar a la persona amada como un objeto, objetualizar a la persona.

También hay que tener en cuenta que el valor cognoscitivo de la afectividad se


evidencia porque los afectos informan de la realidad desde la perspectiva subjetiva,
informando al sujeto sobre si se ha conseguido o no un bien.

Otro tipo de conocimiento podría ser el empático, es decir, sentir con el otro
(etimológicamente sim-pathos, cuyo significado es «padecer con», o sea, ponerse en su
lugar). La empatía es muy valorada, cada vez más, ya que la virtud de ponerse en el
lugar del otro implica ser capaz de salir de uno mismo y ver con los ojos del otro.

Además, conlleva la necesidad de aprender a escuchar, no dando tanta importancia a lo


que uno dice o hace. De algún modo el empático puede ser más humilde. Sería un error
pensar que uno nace con más empatía o con menos empatía, nacemos con un

TEMA 2 – Ideas clave 13 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


temperamento concreto que puede ayudarnos más a escuchar o no, pero la empatía
requiere un actuar propio, las decisiones de la voluntad.

2.8. La experiencia de la voluntad en el hombre

El ser humano tiende de modo natural al bien. Otro modo de señalar esto es que la
voluntad tiende al bien captado intelectualmente. De este modo se suele
afirmar que la voluntad es la tendencia hacia un bien concebido por la inteligencia. Esto
indica que el único ser con esta capacidad es el humano que tiene inteligencia y
voluntad. Los animales que no poseen estas dos potencias únicamente se mueven por
tendencias, es decir, según sus instintos, a los que han de obedecer y no pueden dejar
de hacerlo.

En este punto es necesaria la distinción entre desear y querer, ya que el primero


no es un acto de la voluntad, sino de la afectividad. Son dos actos diferentes de dos
potencias diferentes: uno de la afectividad con un componente orgánico y otro de la
voluntad, que es inmaterial porque no tiene componente orgánico. Además, desear es
una tendencia sensible, mientras que querer es de orden intelectual. Querer
solo se quiere el bien, mientras que desear no implica necesariamente desear el bien. El
querer es precedido por la inteligencia que presenta un bien para que sea querido. La
inteligencia no antecede al desear.

Sin embargo, en ocasiones el deseo puede coincidir con el querer de la voluntad,


aunque sean actos diferentes. Por ejemplo, si hacemos deporte, entonces tendremos
sed y deseamos beber agua o algo refrescante para satisfacer la sed y calmarla. Al
mismo tiempo queremos beber algo porque la inteligencia nos lo presenta como un
bien necesario porque es lo que más nos conviene. En este caso desear y querer se
unifican en el mismo objeto intencionalmente, beber agua, pero son diferentes respecto
a cómo tienden a ese objeto; no es lo mismo el deseo, que suele querer el agua de
manera inmediata de lo que es el querer, que al estar mediado por la inteligencia puede
quererlo o no.

¿Cuál es la diferencia entre desear y querer? ¿Qué es previo: desear o querer? ¿Cuál
es la relación entre desear y querer?

TEMA 2 – Ideas clave 14 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Esta diferencia entre desear y querer también se puede entender al darse cuenta de que
es necesario distinguir entre desear un bien sensible o querer un bien sin
desearlo. Por tanto, se puede querer un bien sin previamente desearlo. Esto se
evidencia de un modo más claro cuando el deseo se contrapone a la voluntad. Por
ejemplo, si quiero tener salud me puedo privar de un bien sensible deseable, como una
comida con mucha sal o con mucho colesterol.

El orientador familiar deberá enseñar la distinción entre desear y querer. Esta


diferencia implica que el deseo no puede ser objeto de valoración ética, ya que es algo
que padecemos, no es algo activo, no hay un actuar del ser humano, sino una afectación
de lo conocido a través de los sentidos externos o internos. No es resultado de una
acción propiamente humana. Por tanto, no todo deseo es bueno, es más, no es propia
una valoración de este tipo de los deseos, ya que estos no son ni buenos ni malos. El
deseo en sí no es ni bueno ni malo, desear es algo propio del ser humano.

Sin embargo, sí cabe una valoración sobre el objeto de deseo porque no siempre se
desea algo positivo o que esté conforme a la naturaleza humana. En cambio, sí que los
actos éticos son objeto de valoraciones éticas.

En este sentido, el orientador familiar deberá ser consciente de que es preciso educar
para que cada quien sea capaz de actuar de modo libre, consciente de la importancia
que tiene la toma de decisiones de modo racional. La voluntad no puede actuar sin un
juicio de la inteligencia sobre la conveniencia o no de ese bien al que tiende la voluntad.
También es importante la educación en la libertad, reconocer que somos libres y
que podemos actuar, dando criterio a nuestro actuar.

No obstante, es pertinente diferenciar bien nuestros actos porque no siempre que se


realiza una acción esta puede ser considerada como voluntaria. En el libro III de la
Ética a Nicómaco, Aristóteles distingue entre las acciones voluntarias y las
involuntarias. Esta distinción ha sido tenida en cuenta posteriormente.

En este sentido, en cuanto a lo voluntario y lo involuntario, la diferencia radica en:

» Lo involuntario es lo que se realiza con ignorancia, porque se ha hecho sin


querer, dado que se desconocían las circunstancias concretas. Se afirma que no hay
intención, que no se quería realizar; en el fondo quiere significar que faltaba

TEMA 2 – Ideas clave 15 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


reflexión. También es involuntario un acto cuando hay una coacción externa,
obligando a alguien a realizar una acción sin quererlo.

» Lo voluntario se puede definir como aquello cuyo principio está en uno mismo y
que conoce las circunstancias concretas de la acción. Una acción es voluntaria
cuando el principio de la acción es intrínseco, es decir, es una decisión del
propio sujeto, lo que implica la ausencia de coacción y el conocimiento del fin.

¿Cuáles son los actos que me perfeccionan: los voluntarios o los involuntarios? ¿Los
actos voluntarios me hacen más humano?

Es relevante que los padres entiendan bien esta diferencia y que la tengan en cuenta en
la acción educativa. Lo involuntario no contribuye a la perfección de la naturaleza
porque no genera hábito, no hay una decisión tomada de modo libre. Se podría decir
que no hay un compromiso del ser personal; cuando lo hay, entonces sí que se puede
afirmar que se actúa de modo voluntario.

El ser humano se caracteriza porque se da fines a sí mismo y porque actúa según fines.
Además, lo voluntario requiere un cierto conocimiento del fin, es decir, saber por qué se
actúa. Esto conlleva a la necesidad de comprender bien cómo puede ser el
conocimiento del fin.

Imperfecto: se conoce la cosa que es fin, pero no en cuanto fin. Se trata de la


inclinación automática hacia un fin, sin que haya intervención de la reflexión. Por
tanto, no se eligen los medios del fin, se tiende a él de modo automático. En este caso
no cabe que el ser humano se proponga fines.

Perfecto: se conoce el fin y su razón. Se distingue el fin de los medios. Se trata de


dirigirse hacia fines propuestos por el sujeto. Es con este tipo de conocimiento cuando
el ser humano puede conocer el fin.

Por tanto, lo voluntario y lo involuntario permiten también diferenciar entre los actos
del hombre y los humanos:

TEMA 2 – Ideas clave 16 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


» Actos del hombre: acciones que le ocurren al hombre sin que sea el autor de ellos,
que no dependen de su libertad (por ejemplo, sentir sed). Son acciones
caracterizadas como involuntarias.

» Actos humanos: el sujeto es responsable de sus actos. Son actos considerados


como voluntarios.

El orientador familiar debe ser capaz de reconocer cuándo un acto es humano, ya que
quien lo ejecuta actúa de modo voluntario con un conocimiento perfecto del fin. Estos
son los tipos de actos que ha de fomentar en las personas que educa, actos voluntarios,
plenamente conscientes y que persiguen un fin, ya que de este modo podrá crecer en
hábitos.

En suma, lo voluntario permite señalar si hay moralidad, ya que se puede enjuiciar si


el fin elegido es adecuado. Lo involuntario no puede ser objeto de moralidad, ya que
no hay una decisión libre y no es una actuación que sea fruto de una decisión tomada
por la voluntad tras el juicio de la inteligencia.

2.9. Naturaleza y objeto de la voluntad

La operación de la voluntad es querer y el objeto es el bien que ha sido


captado previamente por la inteligencia. Los clásicos decían que nada es querido si
antes no ha sido conocido.

El bien es conocido por la inteligencia, pero no se refiere a un bien sensible. En este


sentido, hay que distinguir entre captar el bien y que algo sea bueno. Es bueno ayudar
al prójimo, esto sería captar el bien, y ayudar al vecino que está en apuros, eso es captar
algo sensible como bueno, algo concreto que es presentado como realizable.

Es posible que la inteligencia se equivoque y capte algo concreto como bueno, pero que
en realidad no es bueno. Por ejemplo, la inteligencia nos puede convencer de que
necesitamos descansar porque nos «sentimos» cansados y tenemos que dejar de
estudiar. ¿Realmente nos conviene dejar de estudiar en ese momento? ¿Estamos tan
cansados que sea conveniente no seguir esforzándonos? Lo que sí es siempre cierto es
que la voluntad solo puede querer el bien porque es el objeto de la voluntad.

TEMA 2 – Ideas clave 17 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


La voluntad es definida como una potencia operativa de orden espiritual que sigue al
acto de entender. La cuestión de la espiritualidad de la voluntad se puede explicar
según los siguientes argumentos:

» La voluntad no depende de las coordenadas espacio-temporales que


caracterizan a las realidades materiales. El acto de querer no depende del espacio y
del tiempo. La persona que manifiesta su cariño a otra o que le demuestra afecto no
es una decisión material. La voluntad puede querer más cosas y mejor, es ilimitada
en este aspecto. Esta ilimitación es lo que caracteriza a las potencias espirituales y no
a las materiales.

» La voluntad tiende también a lograr bienes que no son concretos sino


abstractos, como la solidaridad, el amor, la justicia y la fama. Sin ser valores
sensibles son capaces de mover a la voluntad a obrar.

¿Las cosas son buenas porque son queridas o son queridas porque son buenas? ¿Por
qué la voluntad quiere el bien? ¿Solo se puede querer el bien? ¿Cómo reconocer cuál
es el bien que hay que elegir?

El orientador familiar tiene que lograr que quien se dedique a educar sepa distinguir
bien cuáles son los actos voluntarios de los que no lo son, insistiendo en que solo los
voluntarios contribuyen a mejorar como persona, si están encaminados a lograr algo
bueno. Conviene que enseñen a distinguir cuando hay que seguir el dictado del corazón
o a la razón. A menudo se dice «sigue tu instinto» o «haz caso a tu corazón», esto puede
ser bueno, pero no siempre ha de ser una norma de conducta, ya que la afectividad no
sabe reconocer lo que está bien o lo que está mal o qué nos debe convenir en un
momento concreto.

Otros puntos importantes que el orientador ha de tener en cuenta son enseñar a poner
empeño, esfuerzo en la consecución de los objetivos marcados, así como la importancia
de decidir correctamente. No tiene sentido los jóvenes que piensan que la razón no ha
de ser norma de conducta. Se sitúa a la razón como algo que nos impone la verdad, que
no nos deja ser libres, cuando la razón lo que hace es darnos pautas de qué es lo que
más nos conviene.

TEMA 2 – Ideas clave 18 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


2.10. La relación entre el entendimiento y la voluntad en el acto
humano

El modo de actuar característico de la voluntad comienza con la inclinación al bien


en general. Esta inclinación no puede ser modificada nunca. Sin embargo, ese bien
requiere de unos medios para ser alcanzado. Por eso esta inclinación conlleva una
elección de unos medios para alcanzar ese bien; esta reflexión deliberativa es objeto
de la inteligencia.

Por ejemplo, deseamos ser felices, pero no elegimos serlo, se puede elegir cómo somos
felices, pero no si quiero serlo o no o si mi fin último como ser humano es ser feliz. Por
eso es tan repetida la frase «todo ser humano desea por naturaleza ser feliz». Es un
modo de evidenciar que ser feliz no depende de una decisión libre.

¿Qué significa que no elegimos la felicidad? ¿No elegimos el fin, pero sí elegimos los
medios para alcanzar los fines? ¿Cuáles son los fines para ser felices?

Por tanto, la felicidad no es elegible como un bien último, nos viene dada. No
obstante, existe una indeterminación hacia los bienes particulares, aunque el bien
general —la felicidad— esté predeterminado, porque no es algo que se pueda elegir.

Es preciso distinguir la naturaleza de la voluntad que está inclinada al bien y


la elección de bienes concretos por medio de la inteligencia. También el acto
volitivo se puede distinguir en su aspecto material (es decir, la cosa concreta elegida
o querida) del formal (el aspecto de bondad que hay en esa cosa elegida).

¿Por qué la voluntad tiende al bien? ¿Qué significa que la voluntad tiende al bien? ¿A
qué bien tiende la voluntad?

La voluntad se mueve hacia el bien presentado por la inteligencia. Por tanto,


es necesario captar el bien por la inteligencia para que pueda ser querido. Esto parece
indicar que la inteligencia es la que mueve a la voluntad a obrar. Sin embargo,
afirmamos que la voluntad es causa de su obrar porque se mueve por sí misma, incluso
con capacidad para mover a las demás facultades sensibles o intelectivas. Por ejemplo,
puedo no querer ver o no querer entender.

TEMA 2 – Ideas clave 19 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Así, ¿es la voluntad la que mueve a la inteligencia o es al revés? La solución a esta
pregunta está en la persona, porque es ella la que actúa a través de ambas potencias.
Ambas son causas del obrar, aunque es preciso distinguir las dos maneras de causar
una acción según la metafísica:

» A modo de fin: la inteligencia mueve a la voluntad a modo de fin, presentándole


un bien que conviene que sea querido. Por eso se puede afirmar que la inteligencia
es la causa final de la voluntad.

» A modo de agente: la voluntad mueve a la inteligencia como si de un agente se


tratara, por eso se dice que es la causa agente de la inteligencia.

Es muy importante que el orientador educativo enseñe a reconocer a la razón como


norma de conducta. No siempre lo espontáneo ha de ser identificado con lo bueno,
quizá es lo más moderno o lo que nos puede hacer sentir mejor, pero no ha de ser lo
más natural. ¡Qué importante es la reflexión! Enseñar a pensar a discernir las ventajas
o desventajas de una acción, los pros o los contras. Consejos como «antes de actuar,
reflexiona», son necesarios en el ámbito educativo. Esta tarea es más propia de los
padres y sería un error que ellos dejaran este deber en manos de la escuela.

Es un movimiento de feedback: la inteligencia presenta el bien conocido a la


voluntad que lo quiere y esta mueve a la inteligencia a conocer mejor lo que conoce y
quiere.

2.11. El acto voluntario: volición, decisión y acción externa

Es preciso distinguir entre los actos propios de la voluntad, que se denominan elícitos,
y los actos de otras potencias que son movidas por la voluntad, que se llaman
imperados.

La decisión de querer es propia de la voluntad —es el acto elícito— y, cuando la


voluntad mueve a la inteligencia a que haga una acción o al ojo para que mire algo
mejor, este tipo de actos son imperados (es decir, mandados por la voluntad).

Establecer cuál es la naturaleza de los actos voluntarios es importante porque la


realización de estos nos conforma como personas. No sería correcto decir que somos lo

TEMA 2 – Ideas clave 20 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


que hacemos por nuestros actos, ya que esto sería un reduccionismo, pero según
nuestros actos somos de una manera o de otra.

Pasos del acto voluntario:

Volición

Decisión

Ejecución o acción externa

Figura 2. Los tres pasos del acto voluntario.

Respecto a la volición o el bien que es querido por la voluntad como fin, se pueden
diferenciar varios pasos:

» La simple aprehensión del bien: paso previo al acto de la voluntad. La


inteligencia presenta el bien como algo bueno que es querido por la voluntad, sin
olvidar que el bien querido ha de ser conocido como conveniente.

» La simple volición del bien: esto consiste en una primera complacencia de la


voluntad en el bien que ha sido presentado por la inteligencia, pero todavía no es un
acto de elección. Es una veleidad, es decir, complacerse en ese bien.

» El juicio sobre el bien y su conveniencia y si es posible alcanzarlo aquí y ahora: es


un juicio de la inteligencia que presenta el bien como algo bueno y posible de ser
alcanzado. Después de este juicio, el bien, como algo conveniente y realizable, es
presentado a la voluntad para que lo quiera y lo ejecute.

» Propósito o intención del fin: la voluntad tiende a la real posesión de un bien


concreto que ha sido presentado por la inteligencia.

La decisión acerca de cuáles son los medios más convenientes se puede dividir en
cuatro pasos:

» La consideración intelectual acerca de los medios en general. Si se quiere


alcanzar el bien propuesto por la inteligencia, el siguiente paso es buscar los medios
para conseguirlo. Es pertinente subrayar que la deliberación o la reflexión es sobre
los medios adecuados para alcanzar un fin, no sobre el fin mismo.

TEMA 2 – Ideas clave 21 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


» Consentimiento de la voluntad. Si los medios para alcanzar un bien son
realizables, la voluntad mueve a la inteligencia a que delibere cuál de esos medios es
el más adecuado.

» Deliberación acerca de los medios. Es el último juicio del entendimiento


práctico por el que la inteligencia se inclina hacia el medio más adecuado para
conseguir el fin.

» Decisión o elección del medio más apto presentado por la inteligencia. Se


elige un medio y se excluyen los demás. Es la libertad humana la que elige uno de los
presentados por la inteligencia. Esta es la libertad de elección que caracteriza a la
voluntad, es una propiedad de esta potencia.

El orientador educativo tiene una misión complicada en referencia a enseñar a decidir,


a responder a cuestiones como cuándo se debe actuar y por qué. En la actualidad,
probablemente por falta de madurez, es más complicado encontrar a niños que tomen
decisiones, que sean capaces de comprometerse o que sencillamente cumplan lo que
habían decidido realizar. Son muy volubles en sus decisiones, quizá porque le dan
demasiada importancia a cómo se sienten, sin darse cuenta de que esto cambia en
función de lo exterior porque los sentimientos son reacciones ante lo externo. Un
aspecto fundamental también es aprender del error. Hay miedo a actuar, se busca la
seguridad, no cometer errores porque son considerados como síntomas de fracaso y son
interpretados como una debilidad.

¿Es la libertad de elección la única libertad de la que dispone el ser humano?


¿Únicamente hay elección sobre las alternativas a tomar? ¿Se pueden elegir los
fines?

En cuanto a la ejecución, los pasos serían los siguientes:

» Orden o mandato: es el mandato que la inteligencia ordena sobre las operaciones


que son necesarias realizar para lograr el bien que es querido.

» Uso activo de la voluntad: es la voluntad la que pone en funcionamiento las


facultades. Por tanto, es la voluntad la que mueve a la inteligencia para conseguir
algo.

TEMA 2 – Ideas clave 22 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


» Uso pasivo de la voluntad: el entendimiento y las demás facultades actúan bajo
el influjo de la voluntad.

» Gozo: es la satisfacción o placer por haber conseguido el bien que la voluntad


quería.

Este proceso indica que es la voluntad la que determina cuál es el juicio práctico de la
inteligencia que debe seguir; es decir, cuál es el medio que debe realizar para conseguir
el bien.

Modo de actuar de la voluntad:

Concepción del fin

Deliberación de los medios para conseguirlo

Decisión de cuál es el medio más conveniente

Ejecución: realización del bien

Figura 3. Resumen del modo de actuar de la voluntad.

¿Existe realmente la voluntariedad de los actos? ¿La voluntad elige o estamos


determinados a la elección de unos fines concretos? ¿Estamos determinados por
nuestra condición genética?

2.12. Referencias bibliográficas

Aquino de, T. (1947). Suma Teológica I-II (p. 22). Madrid: Biblioteca de Autores
Cristianos.

Sellés, J. F. (2006). Antropología para inconformes (3ª ed., p. 119). Madrid: Rialp.

TEMA 2 – Ideas clave 23 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Lo esencial

Experiencias educativas

Galeon.com

Es muy importante conocer muy bien cuál es el temperamento con el que nace las
personas a las que se trata de educar. Es cierto que la naturaleza no condiciona nada
porque el ser humano es libre, pero sí que marca unos límites que han de ser tenidos en
cuenta y manifiesta unas capacidades, de modo que no todas las personas tienen la
misma capacidad.

Sería interesante plantear algunas sesiones en clase tratando de explicar qué es el


temperamento y cómo se puede conocer, exponiendo la importancia de educar el
carácter a partir del temperamento que cada uno tenemos. En este enlace hay un test
que puede ser utilizado en el aula y que puede permitir explicar cuáles son las
características de cada temperamento.

Accede al test a través del aula virtual o del siguiente enlace:


http://galeon.com/profeciasunidas/testdeltemperament.html

TEMA 4 – Lo + recomendado 24 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Lo complementario

No dejes de leer…

Educación de la afectividad. Una propuesta desde el pensamiento de


Tomás de Aquino

Roqueñi, J. M. (2013). Educación de la afectividad. Una propuesta desde el


pensamiento de Tomás de Aquino. Pamplona: EUNSA.

La educación de las emociones es algo realmente importante a lo que cada vez se trata
de dar más relevancia en el sistema educativo. El autor intenta explicar la educación de
la afectividad desde la concepción de Tomás de Aquino sobre lo que son los afectos.

Aboga por un dominio racional de la gestión de los sentimientos. Aporta modos


concretos y orientaciones prácticas para que el educador pueda enseñar cómo puede
ser un gobierno suave y político de las pasiones. Insiste también en la necesidad de que
sean los padres quienes eduquen en este aspecto de modo fundamental.

Se detiene específicamente en la explicación de lo que es la estructura del amar


personal y el aceptar personal. Afirma que lo que se da a través de esa estructura es el
don, que pertenece a la esencia.

TEMA 2 25 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Educación familiar y desarrollo de la afectividad en los hijos

Mestre, V., Pérez-Delgado, E., García, L. y Martí, M. (1997). Educación familiar y


desarrollo de la afectividad en los hijos. Familia: Revista de ciencias y orientación
familiar, 16, 47-64.

Se trata de un estudio empírico sobre adolescentes para detectar cuál es el estilo


educativo en el que han sido educados: amor, control u hostilidad.

Se han evaluado 349 adolescentes —175 mujeres y 174 hombres— de centros públicos y
concertados. La selección de la muestra fue realizada por el método de los
conglomerados. Se han utilizado como instrumento de recogida de datos el Índice de
Empatía para niños y adolescentes (Bryant, 1982) y el Child's report of parental
Behaviour Inventory (CRPBI) (Schaefer, 1965).

Este último evalúa ocho dimensiones: autonomía, autonomía y amor, amor, amor y
control, control, control y hostilidad, hostilidad y hostilidad y autonomía. Se concluye
que, si la disciplina ejercida por la madre se caracteriza por el amor y el control, se
observa un aumento de la disposición empática en los hijos. En cambio, se obtienen
resultados opuestos con las dimensiones de control- hostilidad de la madre y del padre.
Los hijos que perciben niveles más altos de control- hostilidad por parte de la madre y
del padre obtienen puntuaciones más bajas en empatía.

Accede al documento a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://summa.upsa.es/pdf.vm?id=0000028229&page=1&search=&lang=es

TEMA 2 26 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


No dejes de ver

El aceite de la vida

Título original: Lorenzo’s oil


Año: 1992
Duración: 129 min.
País: Estados Unidos
Director: George Miller
Reparto: Nick Nolte, Susan Sarandon, Peter Ustinov, Gerry
Bamman, Margo Martindale, James Rebhorn.

Lorenzo es un niño que padece una grave enfermedad ALD que consiste en la falta de
mielina que recubre el cerebro debido a la producción en exceso de grasas. La película
muestra cómo este niño va perdiendo poco a poco la sensibilidad, reduciéndose
también su movilidad y viéndose obligado a quedarse postrado en una cama. La
pérdida de la sensibilidad muestra la dificultad de una vida alejada del sentimiento,
manifestándose la importancia de la facultad sensible.

También en la película es importante conocer el diferente punto de vista, por un lado,


de los padres y, por otro, el de los médicos. Los padres de Lorenzo quieren curar a su
hijo a corto plazo, incluso experimentando tratamientos que no han sido probados
antes en seres humanos. Dedican mucho tiempo a investigar, para ellos curar a su hijo
es vital. Los doctores que cuidan de Lorenzo también están preocupados por la
situación, sin embargo, son prudentes y quieren esperar a los resultados de las
investigaciones antes de proponer cualquier tipo de remedio.

Bibliografía

Yepes, R. y Aranguren, J. (2003). Fundamentos de Antropología. Un ideal de la


excelencia humana. Pamplona: EUNSA.

TEMA 2 27 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Caso práctico

Caso Práctico: La importancia del juego para mejorar el


aprendizaje

Antonio solía jugar con su hermano, tres años mayor que él. A los seis años, en la
escuela, una de las profesoras observa que no entiende bien las audiciones, que le
cuesta comprender las lecturas y, cuando se le pregunta sobre algo que ha leído, no es
capaz de responder correctamente. En ocasiones, en los juegos se aparta a un lado
porque no acaba de integrarse con el resto de compañeros, bien porque no se siente
capaz de jugar al mismo nivel que ellos o porque no le aceptan del todo.

La profesora decide reunirse con los padres de Antonio para exponerles la situación y
preguntarles cómo es su comportamiento en casa con ellos y cuál es la relación con su
hermano. Los padres de Antonio agradecen la conversación, pero hasta ese momento
no habían percibido nada raro. No obstante, deciden llevar a su hijo al médico a ver si,
efectivamente, hay alguna anomalía que hay que corregir. El especialista le realiza
diversas pruebas. Al final, descubre que puede tener un principio de dislexia, pero que
todavía es muy joven para determinarlo. Entonces les propone a los padres algunas
medidas. ¿En qué consiste ese plan específico?

Respuesta:

» Síntomas:

o No escucha bien las audiciones.


o Dificultades en la comprensión de las lecturas.
o No juega con sus compañeros con normalidad.
o Sus compañeros tampoco juegan con él o es él quien se aparta y no quiere jugar.

» Problemas: no se sabe bien cuál puede ser el problema, estos síntomas no son
suficientes para diagnosticar que puede sufrir una dislexia, es temprano para
saberlo. El especialista, con el fin de prevenir, indica que podría tratarse de una
dislexia, aunque habrá que observar cuál es la evolución.

TEMA 2 – Caso práctico 28 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


» Objetivos: en este caso, suponiendo que lo que sufra sea la dislexia, a esta
temprana edad nos vamos a centrar en dos objetivos:

o Mejorar la comprensión lectora.


o Jugar con sus compañeros con normalidad.

» Plan de acción: se han establecido tres objetivos claros:

o Mejorar la comprensión lectora:


 Leer en voz alta a diario cinco minutos.
 Tras la lectura hacer un dibujo sobre lo que ha leído y un resumen.
 Aprender vocabulario: leer una frase y luego otra con palabras diferentes, pero
con el mismo significado.

o Aprender a jugar con sus compañeros.


 Hablar con varios compañeros de clase para que le ayuden a no quedarse en una
esquina y le inviten a jugar.
 Nombrar un encargado que va a explicar, antes de salir al patio, el juego a los
demás.

TEMA 2 – Caso práctico 29 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


» Evaluación del plan de acción:

Mejorar la comprensión lectora Evaluación

Evaluación cuantitativa: la madre prepara


un check list para anotar cuántos días ha
leído. También evaluará cada semana la
velocidad lectora para ver si mejora.
Evaluación cualitativa: introducir en el
check list varios criterios cualitativos para
evaluarlos.
Leer en voz alta a diario cinco minutos - ¿Se siente cómodo con la lectura diaria?
- ¿Le gusta lo que lee?
- ¿Mejora su velocidad lectora si lo que lee le
gusta?

Evaluación cuantitativa: pedirle que, tras


realizar el resumen, se ponga una calificación.
Entonces, debería leerlo de nuevo y
Tras la lectura hacer un dibujo sobre lo que ha comprobar si le ha faltado algo importante.
leído y un resumen
Evaluación cualitativa: la madre guardará
los dibujos. Puede tratar de interpretar los
dibujar para ver algunos aspectos
significativos.

Aprender vocabulario: leer una frase y luego Evaluación cuantitativa: anotar las
otra con palabras diferentes, pero con el palabras que va aprendiendo. Cada cierto
mismo significado tiempo se le preguntará por esas palabras
nuevas para ver si las ha aprendido.

Evaluación cuantitativa: comprobar que


ningún día se queda sin jugar. El día que se
quede arrinconado habrá que iniciar de nuevo
el protocolo y volver a explicarle que conviene
que juegue con sus compañeros.
Aprender a jugar con sus compañeros
Evaluación cualitativa: observar cómo es
su participación en los juegos y anotar algunas
actuaciones significativas (si se pelea, si solo
juega con algunos compañeros, pero no con
todos, etc.).

Hablar con varios compañeros de clase para Evaluación cualitativa: preguntar


que le ayuden a no quedarse en una esquina y esporádicamente a esos compañeros si le han
le inviten a jugar ayudado realmente.

Nombrar un encargado que va a explicar, Evaluación cualitativa: hablar con el


antes de salir al patio, el juego a los demás encargado para preguntarle cómo lo está
haciendo y si conviniera ayudarle a explicarlo
mejor.
Ta b la 4 .

TEMA 2 – Caso práctico 30 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Actividades

Actividad grupal: La normalización afectiva en la educación de


los hijos

Descripción de la actividad y pautas de elaboración

Esta es una actividad que hay que desarrollar de modo grupal. Los grupos son de 3 o
4 estudiantes y serán ellos mismos quienes elijan al resto de compañeros. La
actividad tiene dos partes: una primera descriptiva explicando cómo se ha realizado
el proceso de elaboración de la actividad; y la segunda, que consta de la presentación
del documento definitivo. Es muy importante cómo se ha puesto en práctica la
competencia de trabajo en equipo, así como el documento final.

» Primera parte: vale cuatro puntos sobre el total de la nota. Consiste en explicar el
proceso de elaboración del documento final. Habrá que detallar algunos aspectos
básicos como:

o Distribución de las tareas a realizar por cada uno de los componentes del grupo.
o Indicar el número de reuniones realizadas y una breve acta de las decisiones
tomadas.
o Explicar cómo se ha realizado la búsqueda bibliográfica (qué tipo de gestores
bibliográficos se han utilizado, cuáles son los documentos más relevantes, etc.).
o Describir cómo se ha llevado a cabo el trabajo cooperativo (participación en el
diseño, el documento ha sido revisado por todos con aportaciones personales,
etc.).

» Segunda parte: vale seis puntos. Se debe presentar un documento entre 4000 y
6000 palabras que siga las pautas de un artículo que pueda ser publicado en una
revista de carácter educativo. El formato y las referencias bibliográficas deben seguir
la normativa APA (6ª edición), que se puede encontrar en:
http://normasapa.net/normas-apa-2016/.

TEMA 2 – Actividades 31 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


La estructura del documento ha de seguir las establecidas para un artículo. Se
sugiere la siguiente:

o Resumen (250 palabras) en castellano y en inglés.


o Palabras clave.
o Introducción.
o Cuerpo del artículo.
o Conclusiones.
o Referencias bibliográficas (se sugiere utilizar al menos 10 documentos diferentes
que pueden ser libros, artículos académicos de revistas. No conviene usar blog o
Wikipedia).

Temáticas:

o ¿Cómo lograr la normalización afectiva de los niños?


o ¿Cómo ayudar a una persona con carencias afectivas?
o ¿Qué factores influyen en la educación emocional?
o Estado de la cuestión sobre la educación emocional: cuál es la situación actual.
o ¿Cuál es la aportación de Daniel Goleman al ámbito educativo?
o Actividades que se pueden desarrollar en el aula para la educación emocional.

Objetivos:

» Desarrollar la competencia de trabajo en equipo.


» Aprender a escuchar las opiniones y sugerencias de las demás personas del grupo.
» Aprender a realizar una revisión bibliográfica.
» Analizar y sintetizar lo más relevante de la revisión bibliográfica.
» Redactar un texto según unas pautas.
» Elaborar un texto siguiendo la normativa de referencia APA.
» Poseer y comprender conocimientos que aporten una base u oportunidad de ser
originales en el desarrollo y/o aplicación de ideas, a menudo en un contexto de
investigación.
» Aplicar los conocimientos adquiridos y su capacidad de resolución de problemas.
» Fomentar la capacidad de los estudiantes para integrar conocimientos y enfrentarse
a la complejidad de formular juicios a partir de una información.
» Usar las tecnologías de la información y la comunicación para obtener, elaborar y
proporcionar información educativa.

TEMA 2 – Actividades 32 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Criterios de evaluación:

» Valoración de la competencia de trabajo en equipo.


» Evaluación de cómo se ha realizado la distribución de las cargas de trabajo.
» Evaluar la revisión bibliográfica.
» Capacidad de argumentación evaluando el texto presentado.
» Capacidad de síntesis: sintetizar los argumentos, sin repetir las ideas.
» Dominio de la expresión escrita. Ausencia de faltas de ortografía o gramaticales.
» Valoración especialmente de la introducción y de las conclusiones del documento
presentado.

Referencias sobre cómo realizar un artículo:

En este documento se detallan las pautas para elaborar un artículo científico. Esto es
para los casos en los que exista una metodología con recogida de datos de carácter
cuantitativo o cualitativo.

Day, R.A. (2005). Cómo escribir y publicar trabajos científicos. En Publicación


Científica y Técnica, 598. Phoenix: The Oryx Press. Recuperado de
http://www.bvs.hn/Honduras/pdf/Comoescribirypublicar.pdf.

Referencias bibliográficas sobre la educación emocional:

Alvira, R. (2000). ¿Qué significa buena voluntad? En Anuario Filosófico, 33, 723-734.
Recuperado de
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/459/4/1.%20QU%C3%89%20SIGNIFICA%2
0BUENA%20VOLUNTAD,%20RAFAEL%20ALVIRA.pdf.

Aranguren, J. (1999). La libertad sentimental. En Cuadernos de Anuario Filosófico, 73.


Recuperado de http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/6009/1/73.pdf.

Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.

Mestre, M.V., Pérez, E., Garcí, E. y Martí, M. (1998). Educación familiar y desarrollo de
la afectividad en los hijos. En Familia: Revista de ciencias y orientación familiar, 16,
47-64. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=498166.

TEMA 2 – Actividades 33 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Vivas, M., Gallego, D. y González, B. (2007). Educar las emociones (2ª ed.). Mérida:
Editoriales C. A.

TEMA 2 – Actividades 34 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Test

1. Se define como la perturbación brusca y profunda de la vida psíquica y fisiológica a:


A. El sentimiento.
B. La emoción.
C. La pasión.
D. El deseo.

2. ¿Cuáles son las reacciones fisiológicas que siguen a las emociones?


A. Viscerales.
B. Expresivas.
C. Corporales.
D. A y B son correctas.

3. ¿Cuál no es una pasión del deseo que corresponde al apetito concupiscible?


A. Amor.
B. Esperanza.
C. Odio.
D. Gozo.

4. Los sentimientos _________ no tienen una localización sensorial determinada:


A. Sentimientos sensibles.
B. Sentimientos vitales y corporales.
C. Sentimientos psíquicos.
D. Sentimientos espirituales.

5. Los factores que intervienen en la configuración de la propia personalidad son:


A. Herencia genética.
B. Aprendizaje.
C. Libertad.
D. Todas las respuestas son correctas.

TEMA 2 – Test 35 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


6. Desear es una tendencia sensible, mientras querer es de:
A. Orden intelectual.
B. Tendencia insensible.
C. Orden volitiva.
D. Ninguna de las respuestas es correcta.

7. La felicidad es un bien elegible:


A. Falso.
B. Verdadero.

8. El acto voluntario tiene tres pasos: la decisió, la ejecución o acción externa y la:
A. Deliberación.
B. Volición.
C. Elección.
D. Ninguna de las anteriores.

9. ¿Cuál no es un paso de la decisión?


A. La consideración intelectual acerca de los medios en general.
B. Orden y mandato.
C. Consentimiento de la voluntad.
D. Deliberación acerca de los medios.

10. El uso pasivo de la voluntad significa que:


A. El entendimiento y las demás facultades actúan bajo el influjo de la voluntad.
B. La satisfacción o placer por haber conseguido el bien que la voluntad quería.
C. Es la voluntad la que mueve a la inteligencia para conseguir algo.
D. Ninguna de las anteriores.

TEMA 2 – Test 36 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Você também pode gostar