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humana
[2.1] Introducción
[2.2] Objetivos
2.1. Introducción
Lecturas básicas
Para estudiar este tema lee el libro: García, J. A. (2004). Antropología filosófica.
Una introducción a la Filosofía del Hombre (pp. 91-100 y 104-113). Pamplona:
EUNSA. Disponible en la Biblioteca Virtual de UNIR.
Además, debes leer las páginas 62-64 de la siguiente obra: Quintana, J. M. (1995).
Pedagogía psicológica. La educación del carácter y de la personalidad. Madrid:
Dykinson.
Disponible en el aula virtual en virtud del artículo 32.4 de la Ley de Propiedad
Intelectual.
Ideas principales
Es importante la diferencia entre las emociones, las pasiones y los sentimientos porque
algunos son pasajeros como las emociones, que tienen una corta duración y son
reacciones ante hechos externos. Los sentimientos pueden tener más duración, lo que
conviene aprender a situarlos en relación con lo que nos sucede. La pasión es algo que
no es pasajero y afecta a la persona entera, no es un estado de ánimo, tiene que ver con
el temperamento personal de cada uno.
¿Quién sabe qué temperamento tiene? Esto es fundamental para educar el carácter,
para aprender a afrontar los problemas, para establecer relaciones con otras personas.
En este sentido, se explicará la diferencia entre el temperamento, el carácter y la
personalidad. El carácter es lo educable, el temperamento es lo natural, lo biológico,
con lo que nacemos; y la personalidad es la conjunción del carácter y del
temperamento.
La voluntad es una potencia que tiene el ser humano. No estamos obligados a actuar
de un modo determinado. Además, observamos que tenemos la capacidad de elegir.
Esto conlleva la necesidad de explicar un poco cuál es la naturaleza de la voluntad que
nos permite elegir. Cuestión no baladí es observar el proceso del acto voluntario para
ver cómo decidimos y por qué decidimos algo. ¿Con qué criterios decidimos? En este
aspecto conviene tener presente la relación entre la inteligencia y la voluntad, dado que
nada es querido si antes no es conocido. Conocemos los objetos, valoramos su
conveniencia, y luego, la voluntad decide si actúa según lo expuesto por la inteligencia.
Además, la ejecución de lo decidido también le corresponde a la voluntad.
Distinguir el desear del querer y del amar como actos diferentes que tienen su
origen en realidades diferentes de la persona.
2.2. Objetivos
No es justificable decir no voy a estudiar porque estoy triste. Tendré que aprender a
estudiar triste, pero no tiene sentido ponerme contento y forzarme a ponerme contento
como condición necesaria para actuar. En todo esto se ve la relación entre la voluntad y
la afectividad.
En este vídeo se puede aprender la diferencia entre los sentimientos, las emociones y
laspasiones:
Los sentimientos son los estados en que se sitúan las facultades sensibles. No es algo
del ser humano, sino de las facultades, expresan cómo está la facultad que tiene soporte
orgánico. Según Sellés (2006), es la información que tenemos sobre cuál es la reacción
de las facultades sensibles ante los objetos conocidos por los sentidos externos. Por eso,
una misma realidad puede ser sentida de manera diferente en función de la facultad
sensible. Por ejemplo, un paisaje verde nos puede ayudar a descansar, pero en otras
ocasiones el mismo paisaje nos produce aburrimiento.
¿Qué significa hay que gestionar los sentimientos? ¿Es posible una calificación
moral de los sentimientos? ¿Son malos o buenos los sentimientos? ¿La emoción es
algo que nos pasa o es algo que cada uno provoca?
» Viscerales:
¿Las emociones nos impiden pensar para actuar correctamente? ¿Se puede decir que
la emoción está fuera del dominio de la voluntad?
Max Scheler realiza una clasificación de los sentimientos según el origen de los
mismos:
En este sentido, es tarea fundamental del orientador familiar conocer bien qué es el
temperamento, qué es el carácter y cómo se puede educar. Además, es preciso
comprender adecuadamente que la personalidad se ve afectada por el temperamento
con el que nacemos y con cómo eduquemos el carácter.
El temperamento se puede definir como las características biológicas con las que
cada persona nace. Es el conjunto de cualidades innatas propias de un individuo,
que son resultado de su constitución psicológica, con elementos bioquímicos,
endocrinos y neurovegetativos. Se concretan en el sistema nervioso, así como en el
componente genético que constituye el contenido emocional que cada uno tiene. No se
puede modificar, cada uno ha nacido con él y sobre él no cabe modificación alguna
porque es nuestro modo de entender y de reaccionar frente a la realidad que nos
circunda.
Herencia genética
Aprendizaje
Libertad
No obstante, si cabe un influjo de la educación sobre ese modo de ser natural recibido,
es lo que conforma nuestro carácter. En este sentido, los factores ambientales,
culturales y educativos perfilan el temperamento constituyendo un modo de ser propio,
que es lo que define el carácter.
La influencia del orientador familiar para ayudar a los padres en la educación del
carácter de sus hijos es fundamental. Para ello deberá conocer inicialmente cuál es el
temperamento de cada chico o chica. Esto ayudará a que sean capaces de advertir a los
padres cuál es la reacción que cabe esperar de sus hijos ante algunos sucesos o cómo
deben decirle algo para que entiendan y no se sientan mal heridos o cómo pueden
motivarles para que estudien. Por lo general, un mismo objetivo requiere un
tratamiento diferenciado en función de cuál sea el temperamento de cada educando y
cuál sea también su carácter.
¿Cómo se puede educar el carácter? ¿La educación del carácter debe recaer en la
familia o en la escuela?
Sin embargo, la afectividad como facultad nos informa de cómo nos afecta la realidad a
cada uno. La realidad es como es y nos afecta de modo que ante esa afección
reaccionamos con sentimientos concretos o emociones o según una pasión, en función
de cuál sea la intensidad y la duración de ese efecto. Por tanto, sentimos algo como
caluroso porque hace calor o sentimos frío porque hace frío, etc.
La tarea del orientador familiar en este punto también es vital porque ha de ayudar a
reconocer bien los sentimientos de cada persona con el fin de interpretar bien la
información que se recibe de los sentimientos. En este punto conviene no caer en el
sentimentalismo para que nuestra actuación no se vea condicionada por el estado de
ánimo, dejando sin realizar algo importante solo por el simple hecho de que se está
cansado.
¿Ser feliz es poseer un bien o es un estado subjetivo de ánimo? ¿Soy feliz o me siento
feliz? ¿Cuando amo a otra persona lo hago por ella misma o más bien por el
sentimiento de plenitud o placer por la presencia de la persona amada? Esto
implicaría considerar a la persona amada como un objeto, objetualizar a la persona.
Otro tipo de conocimiento podría ser el empático, es decir, sentir con el otro
(etimológicamente sim-pathos, cuyo significado es «padecer con», o sea, ponerse en su
lugar). La empatía es muy valorada, cada vez más, ya que la virtud de ponerse en el
lugar del otro implica ser capaz de salir de uno mismo y ver con los ojos del otro.
El ser humano tiende de modo natural al bien. Otro modo de señalar esto es que la
voluntad tiende al bien captado intelectualmente. De este modo se suele
afirmar que la voluntad es la tendencia hacia un bien concebido por la inteligencia. Esto
indica que el único ser con esta capacidad es el humano que tiene inteligencia y
voluntad. Los animales que no poseen estas dos potencias únicamente se mueven por
tendencias, es decir, según sus instintos, a los que han de obedecer y no pueden dejar
de hacerlo.
¿Cuál es la diferencia entre desear y querer? ¿Qué es previo: desear o querer? ¿Cuál
es la relación entre desear y querer?
Sin embargo, sí cabe una valoración sobre el objeto de deseo porque no siempre se
desea algo positivo o que esté conforme a la naturaleza humana. En cambio, sí que los
actos éticos son objeto de valoraciones éticas.
En este sentido, el orientador familiar deberá ser consciente de que es preciso educar
para que cada quien sea capaz de actuar de modo libre, consciente de la importancia
que tiene la toma de decisiones de modo racional. La voluntad no puede actuar sin un
juicio de la inteligencia sobre la conveniencia o no de ese bien al que tiende la voluntad.
También es importante la educación en la libertad, reconocer que somos libres y
que podemos actuar, dando criterio a nuestro actuar.
» Lo voluntario se puede definir como aquello cuyo principio está en uno mismo y
que conoce las circunstancias concretas de la acción. Una acción es voluntaria
cuando el principio de la acción es intrínseco, es decir, es una decisión del
propio sujeto, lo que implica la ausencia de coacción y el conocimiento del fin.
¿Cuáles son los actos que me perfeccionan: los voluntarios o los involuntarios? ¿Los
actos voluntarios me hacen más humano?
Es relevante que los padres entiendan bien esta diferencia y que la tengan en cuenta en
la acción educativa. Lo involuntario no contribuye a la perfección de la naturaleza
porque no genera hábito, no hay una decisión tomada de modo libre. Se podría decir
que no hay un compromiso del ser personal; cuando lo hay, entonces sí que se puede
afirmar que se actúa de modo voluntario.
El ser humano se caracteriza porque se da fines a sí mismo y porque actúa según fines.
Además, lo voluntario requiere un cierto conocimiento del fin, es decir, saber por qué se
actúa. Esto conlleva a la necesidad de comprender bien cómo puede ser el
conocimiento del fin.
Por tanto, lo voluntario y lo involuntario permiten también diferenciar entre los actos
del hombre y los humanos:
El orientador familiar debe ser capaz de reconocer cuándo un acto es humano, ya que
quien lo ejecuta actúa de modo voluntario con un conocimiento perfecto del fin. Estos
son los tipos de actos que ha de fomentar en las personas que educa, actos voluntarios,
plenamente conscientes y que persiguen un fin, ya que de este modo podrá crecer en
hábitos.
Es posible que la inteligencia se equivoque y capte algo concreto como bueno, pero que
en realidad no es bueno. Por ejemplo, la inteligencia nos puede convencer de que
necesitamos descansar porque nos «sentimos» cansados y tenemos que dejar de
estudiar. ¿Realmente nos conviene dejar de estudiar en ese momento? ¿Estamos tan
cansados que sea conveniente no seguir esforzándonos? Lo que sí es siempre cierto es
que la voluntad solo puede querer el bien porque es el objeto de la voluntad.
¿Las cosas son buenas porque son queridas o son queridas porque son buenas? ¿Por
qué la voluntad quiere el bien? ¿Solo se puede querer el bien? ¿Cómo reconocer cuál
es el bien que hay que elegir?
El orientador familiar tiene que lograr que quien se dedique a educar sepa distinguir
bien cuáles son los actos voluntarios de los que no lo son, insistiendo en que solo los
voluntarios contribuyen a mejorar como persona, si están encaminados a lograr algo
bueno. Conviene que enseñen a distinguir cuando hay que seguir el dictado del corazón
o a la razón. A menudo se dice «sigue tu instinto» o «haz caso a tu corazón», esto puede
ser bueno, pero no siempre ha de ser una norma de conducta, ya que la afectividad no
sabe reconocer lo que está bien o lo que está mal o qué nos debe convenir en un
momento concreto.
Otros puntos importantes que el orientador ha de tener en cuenta son enseñar a poner
empeño, esfuerzo en la consecución de los objetivos marcados, así como la importancia
de decidir correctamente. No tiene sentido los jóvenes que piensan que la razón no ha
de ser norma de conducta. Se sitúa a la razón como algo que nos impone la verdad, que
no nos deja ser libres, cuando la razón lo que hace es darnos pautas de qué es lo que
más nos conviene.
Por ejemplo, deseamos ser felices, pero no elegimos serlo, se puede elegir cómo somos
felices, pero no si quiero serlo o no o si mi fin último como ser humano es ser feliz. Por
eso es tan repetida la frase «todo ser humano desea por naturaleza ser feliz». Es un
modo de evidenciar que ser feliz no depende de una decisión libre.
¿Qué significa que no elegimos la felicidad? ¿No elegimos el fin, pero sí elegimos los
medios para alcanzar los fines? ¿Cuáles son los fines para ser felices?
Por tanto, la felicidad no es elegible como un bien último, nos viene dada. No
obstante, existe una indeterminación hacia los bienes particulares, aunque el bien
general —la felicidad— esté predeterminado, porque no es algo que se pueda elegir.
¿Por qué la voluntad tiende al bien? ¿Qué significa que la voluntad tiende al bien? ¿A
qué bien tiende la voluntad?
Es preciso distinguir entre los actos propios de la voluntad, que se denominan elícitos,
y los actos de otras potencias que son movidas por la voluntad, que se llaman
imperados.
Volición
Decisión
Respecto a la volición o el bien que es querido por la voluntad como fin, se pueden
diferenciar varios pasos:
La decisión acerca de cuáles son los medios más convenientes se puede dividir en
cuatro pasos:
Este proceso indica que es la voluntad la que determina cuál es el juicio práctico de la
inteligencia que debe seguir; es decir, cuál es el medio que debe realizar para conseguir
el bien.
Aquino de, T. (1947). Suma Teológica I-II (p. 22). Madrid: Biblioteca de Autores
Cristianos.
Sellés, J. F. (2006). Antropología para inconformes (3ª ed., p. 119). Madrid: Rialp.
Experiencias educativas
Galeon.com
Es muy importante conocer muy bien cuál es el temperamento con el que nace las
personas a las que se trata de educar. Es cierto que la naturaleza no condiciona nada
porque el ser humano es libre, pero sí que marca unos límites que han de ser tenidos en
cuenta y manifiesta unas capacidades, de modo que no todas las personas tienen la
misma capacidad.
No dejes de leer…
La educación de las emociones es algo realmente importante a lo que cada vez se trata
de dar más relevancia en el sistema educativo. El autor intenta explicar la educación de
la afectividad desde la concepción de Tomás de Aquino sobre lo que son los afectos.
Se han evaluado 349 adolescentes —175 mujeres y 174 hombres— de centros públicos y
concertados. La selección de la muestra fue realizada por el método de los
conglomerados. Se han utilizado como instrumento de recogida de datos el Índice de
Empatía para niños y adolescentes (Bryant, 1982) y el Child's report of parental
Behaviour Inventory (CRPBI) (Schaefer, 1965).
Este último evalúa ocho dimensiones: autonomía, autonomía y amor, amor, amor y
control, control, control y hostilidad, hostilidad y hostilidad y autonomía. Se concluye
que, si la disciplina ejercida por la madre se caracteriza por el amor y el control, se
observa un aumento de la disposición empática en los hijos. En cambio, se obtienen
resultados opuestos con las dimensiones de control- hostilidad de la madre y del padre.
Los hijos que perciben niveles más altos de control- hostilidad por parte de la madre y
del padre obtienen puntuaciones más bajas en empatía.
Accede al documento a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://summa.upsa.es/pdf.vm?id=0000028229&page=1&search=&lang=es
El aceite de la vida
Lorenzo es un niño que padece una grave enfermedad ALD que consiste en la falta de
mielina que recubre el cerebro debido a la producción en exceso de grasas. La película
muestra cómo este niño va perdiendo poco a poco la sensibilidad, reduciéndose
también su movilidad y viéndose obligado a quedarse postrado en una cama. La
pérdida de la sensibilidad muestra la dificultad de una vida alejada del sentimiento,
manifestándose la importancia de la facultad sensible.
Bibliografía
Antonio solía jugar con su hermano, tres años mayor que él. A los seis años, en la
escuela, una de las profesoras observa que no entiende bien las audiciones, que le
cuesta comprender las lecturas y, cuando se le pregunta sobre algo que ha leído, no es
capaz de responder correctamente. En ocasiones, en los juegos se aparta a un lado
porque no acaba de integrarse con el resto de compañeros, bien porque no se siente
capaz de jugar al mismo nivel que ellos o porque no le aceptan del todo.
La profesora decide reunirse con los padres de Antonio para exponerles la situación y
preguntarles cómo es su comportamiento en casa con ellos y cuál es la relación con su
hermano. Los padres de Antonio agradecen la conversación, pero hasta ese momento
no habían percibido nada raro. No obstante, deciden llevar a su hijo al médico a ver si,
efectivamente, hay alguna anomalía que hay que corregir. El especialista le realiza
diversas pruebas. Al final, descubre que puede tener un principio de dislexia, pero que
todavía es muy joven para determinarlo. Entonces les propone a los padres algunas
medidas. ¿En qué consiste ese plan específico?
Respuesta:
» Síntomas:
» Problemas: no se sabe bien cuál puede ser el problema, estos síntomas no son
suficientes para diagnosticar que puede sufrir una dislexia, es temprano para
saberlo. El especialista, con el fin de prevenir, indica que podría tratarse de una
dislexia, aunque habrá que observar cuál es la evolución.
Aprender vocabulario: leer una frase y luego Evaluación cuantitativa: anotar las
otra con palabras diferentes, pero con el palabras que va aprendiendo. Cada cierto
mismo significado tiempo se le preguntará por esas palabras
nuevas para ver si las ha aprendido.
Esta es una actividad que hay que desarrollar de modo grupal. Los grupos son de 3 o
4 estudiantes y serán ellos mismos quienes elijan al resto de compañeros. La
actividad tiene dos partes: una primera descriptiva explicando cómo se ha realizado
el proceso de elaboración de la actividad; y la segunda, que consta de la presentación
del documento definitivo. Es muy importante cómo se ha puesto en práctica la
competencia de trabajo en equipo, así como el documento final.
» Primera parte: vale cuatro puntos sobre el total de la nota. Consiste en explicar el
proceso de elaboración del documento final. Habrá que detallar algunos aspectos
básicos como:
o Distribución de las tareas a realizar por cada uno de los componentes del grupo.
o Indicar el número de reuniones realizadas y una breve acta de las decisiones
tomadas.
o Explicar cómo se ha realizado la búsqueda bibliográfica (qué tipo de gestores
bibliográficos se han utilizado, cuáles son los documentos más relevantes, etc.).
o Describir cómo se ha llevado a cabo el trabajo cooperativo (participación en el
diseño, el documento ha sido revisado por todos con aportaciones personales,
etc.).
» Segunda parte: vale seis puntos. Se debe presentar un documento entre 4000 y
6000 palabras que siga las pautas de un artículo que pueda ser publicado en una
revista de carácter educativo. El formato y las referencias bibliográficas deben seguir
la normativa APA (6ª edición), que se puede encontrar en:
http://normasapa.net/normas-apa-2016/.
Temáticas:
Objetivos:
En este documento se detallan las pautas para elaborar un artículo científico. Esto es
para los casos en los que exista una metodología con recogida de datos de carácter
cuantitativo o cualitativo.
Alvira, R. (2000). ¿Qué significa buena voluntad? En Anuario Filosófico, 33, 723-734.
Recuperado de
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/459/4/1.%20QU%C3%89%20SIGNIFICA%2
0BUENA%20VOLUNTAD,%20RAFAEL%20ALVIRA.pdf.
Mestre, M.V., Pérez, E., Garcí, E. y Martí, M. (1998). Educación familiar y desarrollo de
la afectividad en los hijos. En Familia: Revista de ciencias y orientación familiar, 16,
47-64. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=498166.
8. El acto voluntario tiene tres pasos: la decisió, la ejecución o acción externa y la:
A. Deliberación.
B. Volición.
C. Elección.
D. Ninguna de las anteriores.