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Los orígenes de las marca (Brand) podemos encontrarlos en el antiguo Egipto donde el
ganado era de las principales fuentes de ingreso, los comerciantes se vieron en la
necesidad de poner marcas en sus animales para distinguirlos de los de otros
comerciantes.
Con el paso del tiempo las monarquías comenzaron a usar marcas para diferenciarse de
otras familias, después las fábricas, y con el paso del tiempo los productos, los servicios,
todo fue evolucionando hasta llegar a lo que son las marcas hoy en días.
Nos encontramos rodeados de miles de marcas, estamos expuestos a ellas todos los
días, desde que despertamos hasta que nos volvemos a dormir. Esta competencia de
marcas comenzó con una simple necesidad: La diferenciación, la simple pero importante
necesidad de diferenciarse de la competencia es lo que ha hecho al branding y al
marketing llegar hasta donde han llegado al día de hoy,
Según Paul, P.J. y Olson, J.C. (2006) señalan que “Una estrategia de marketing es el
diseño, ejecución y control de un plan para influir en los intercambios con la mira de lograr
objetivos organizacionales” (p. 12) [1]. Es decir, todas aquellas acciones que emprende
una empresa y organización para cumplir una meta.
Dichas estrategias por lo general tiene por objetivo influir en los sentimientos de los
consumidores en los que se encuentra interesada la compañía, para ello es necesario
realizar una segmentación de mercado el cual según Paul, P.J. Y Olson, J.C (2006)
“grupos de consumidores similares y elegir aquel o aquellos que resulten más apropiados
para ser atendidos por una empresa”. (p.379) [1], Lo anterior se refiere a que se realiza
un estudio sobre los gustos de las personas y se dividen en grupos y subgrupos de
individuos con estilos de vida similares de acuerdo a diferentes factores, como sus
ingresos, su edad, núcleo familiar, hobbies, entre otros. Datos con los cuales la empresa
elige el mercado a meta o nicho de mercado al que desea llegar y así encontrar su
mercado meta.
En éste punto es donde la semiótica hace su magia, como traductor de los sentimientos
del usuario. Según Umberto Eco “La semiótica es cualquier cosa que pueda ser
considerada un signo. Signo es cualquier cosa que pueda considerarse como substituto
significante de cualquier otra cosa. Esa cualquier otra cosa no debe necesariamente
existir.” [2] (p.22)
Con esto podemos decir que la semiótica es la disciplina que se encarga del estudio del
significado de los signos, éstos signos no son necesariamente existentes, es decir,
pueden tratarse de ideas. Todo lo que nos rodea está constituido por signos, diversos
códigos de lenguaje que son interpretados por la Semiótica.
Para poder entender esto primero debemos comprender que nuestro lenguaje (tanto
verbal como no verbal) se encuentra constituido por un amplio y complejo conjunto de
signos, y los seres humanos estamos diseñados para decodificar éste conjunto de signos.
Como conclusión podemos decir que los signos son el lenguaje del todo, ya que los
lenguajes tanto verbal como no verbal se encuentran constituidos de una gran cantidad
signos que la semiótica es capaz de interpretar, es decir, la semiótica es el traductor de
los deseos de los consumidores, y es una herramienta indispensable para interpretar los
resultados que arrojan los estudios de mercado; es por ello que la observación de las
reacciones del cliente antes y después de la compra son tan importantes, ya que lo que
éste piense y/o recomiende son las cosas que van posicionando a la empresa,
interpretando y escuchando las reacciones de los clientes es la única manera de ir
posicionando a una empresa dentro del gusto de su público meta. Por algo dicen “el
cliente siempre tiene la razón.
Bibliografía.
[1] Paul, P. & Olson, J.. (2006). Comportamiento del consumidor y estrategia de
marketing. Barcelona: McGrawHill.
[2] Umberto Eco. (2000). Tratado de Semiótica General. Barcelona, España: Lumen.