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l.

Derecho, democracia y teorías críticas


de fin de siglo*

l. Hoy están en crisis los conceptos de ciudadanía, de tolerancia,


de igualdad, de soberanía, y como bien lo señala CAPELLA, las dis-
funcionalidades de las instituciones representativas y la disipación
de la voluntad democrática no son sólo un símbolo de la obsoles-
cencia del Estado de la modernidad, sino también de la inadecua-
ción de las categorías filosófico-jurídicas acuñad~s desde los sig}os
XVI y XVII (CAPELLA: 1993).
El develamiento de las ficciones, las tentativas de redefinir las
nociones de llliertad, ig~ ldad, d~recho, justicia, democracia, la de-
construcción de las categorías cristalizadas, la reasignación de sen-
tidos a través de los cuales el derecho opera en los más diversos as-
pectos de la vida social, implican una intervención política desde la
especificidad de lo jurídico. Buena parte de esa intervención com-
pete a los jueces y a los juristas, mal que les pese a algunos y aun-
que quieran negarlo.
Si se quieren ensayar prácticas distintas, ya sean teóricas o judi-
ciales, habrá que ~xplicitar la relación entre el de_recho y la d~p o-
cracia, sin lo cual difícilmente la actuación de los juristas o la de
los jueces supere el límite de las buenas intenciones o la repetición
del discurso iluminista.
Una sugerente pregunta de Jacques DERRIDA acerca de qué ha-
cen los jueces, y una lúcida advertencia de Norberto BoBBIO aluden,
desde filosofías y lugares bien diversos, a esta problemática cues-
tión. "¿Cómo conjugar -dice DERRIDA- el acto de justicia que debe
referirse siempre a una singularidad, individuos, grupos, existen-

* Este texto fue presentado en el Seminario Internacional "Derecho, Demo-


cracia y Cultura Jurídica al Fin de Siglo", realizado en la Facultad de Derecho
de la Universidad de Buenos Aires en marzo de 1995.

3
d2s i:rremplazables. el otro o vo como
~1 ~ la - e 1 otro en
co la 1. ~ norma, el valor O el un· ~na \Ítu¿,, . L
· · ' perat1v0 de . ""·',;,,.
_ en.en necesanamenre una fonna general? ...Di . . · 1u-.1,-_.;: :
~cu.a e orro es la condición de toda • . . ngir,;;e étl ' > r, _·-".
:l2reCe . . .bl ,. Justicia J'>Osible '-:;_., l.. dccrrlf.,.,,,
- ngurosamenre_ unpos1 e .. _ ( D ERRIDA: 1989 .. : ~,, ":;_: V.Ji U'l/..d. ._/~

IilOdelo es necesano tener conciencia de la d .~- ~c1t¿¡ \ _;,:- :


d..rrotT.•,, t-
::-en.s· ó ....1-l - L=-, . ,. I\er\1chu:J .
0
d..mcr,tr, n
u.e nempo liniLonco_, anota Bobbio. ! ·..:.--. rw"-:c:Trr. icrl•, ,
El en~a.do de administrar ·usticia debe realizar}¡,_ .
emre lo ~ ~- lo e:eneral, hacer lo imposibl Qu· c.rmr:;,-_¡, L-,., cri11c.,
derechi, intt..-r
xbe de esta imposibilidad puede negar ese sáber:e. ¡en ~ r--1:"l t...ntr,, l<J t:Xpll
.. , . , CíJntrJnn..r··
~ _ ..r, .c.r _ ~camente la lev, el precedente,, la doctrina ,. ~ ::.- la re-. .lu...,.c. 11,n
..:.zzrse diciendo que actúa "conforme a derecho:,,. o puede~~·:::· ta la,. f 1cc. ir,ne
e.en, no b-~ta
~ o ~ la angustia _9lle ~od~ ~ de juzgar supone y p;JO~; ~ de di5cursos J
IIpOSible (Ruz: 199 ). E l teónco del derecho que empreru:.e ::. -✓•• conjunto de d,
c..lno asumiendo las consignas que propone BosBio, "cr1ncie-:-.:..: :e cía o la doctn
la · ;ersid.ad"' y "comprensión del tiemJX> histórico", n<J ')t: CfC- ción de 10!> pri
r
:c.. con manípular normas, porque~ con Yencidr, de qm <:...: ié Los crltícr,.
que lo present.
G.12:ot.2. su acmidacl za v,m,> una ¡;
- La dimensión de la función judicial que está implicada er, i =-· •.ú), ~
e-;pecífic,
tcrror-dillte derridiano v la senda que el pensador italíanrJ "'': ..Sl de otr~ di.scur
Hictú J>f"'JPl'ñ c1
a ~ i r. no serán ~biertas por quien no cambie su mir~~: ~ El c:kTedv, t
r:ca. - · no esté d icm11esto
~r-
a superar los obstáculos epi.stem'~-',~__:
. d .b ene&-· ~ Cúnducta'> C:
~ hc.n COil\·enido a los juristas en una especie e tn u .: ,_ :: tiem p,-, opera o
· · · l La reoría que forr,.-
. . · la :.iliu~ =-~
de las \ene<: . ..eduu:;
ec. en e) campo aencias socia es. . CUJ'YJ juridic..o 11
cuesrionanrienro profundo del derecho, la Jusucra ~ P': ,.,.,. , .i:f¡¡ cer. Su i,enudo r
. 'd.
:r-~,do el mundo conceptual de 1o JUD lCO, ~ · ... , .
,.or-:i una pi",... . . .
~.. la <,ltU...Cl{,,n de 1'
en pn:,~.-ecro de profundizar el orden democrauco, El derecho, ,
ucir~ de la \ida .,.
C1ás plural y más participativo. . odo en que ~ ne<, .,..-,n w dde,
Lo que sigue es una breve referencia al ~ l fin del s~ ...- mf,5 <,Util c.,.d.i \l

~ n · a s teóricas han procurado, ya cerca eIr ef C(. trn jU11d1'


drán ,,,ntrai..r r
cacle el diente a esta cuestión. _-d ::. cle<,empt:fll> de~·~
mas ornít1CÍ'-" r \\:' da \t:7 • . el
<¡u<O
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IL ~ tet"nias críticas giran en tomo a los te . ...,,.c:;aoOO~.~ m1 u<L< " '- "' '
.
p,en:-...amíenro juridíco que va de IHERJ. G ª K.ELSE~,
cier epi .. -e<,., y- . .,etrlfi· · . '- t.JU
,...r> Se, trata de v•n '
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zc...2 . hacerlo, producen una ruptura ~ ~ralo 5 u.sütt1Ye•• =- la'> r1:l;,.;1oM"


D",-;-cue abandonan un modelo expl 1ca . t 1vo '- rr,f:i ~.
z,11ma a ~ ,r
c:.1on ()e ... ~
. • rfiÚ ~
::-:f,,dxl.---, díaléctíco-comprensívo. n,acui.Ji5
E se m<_,dek_, exp lícatívo subyace tanto
1 ª
;s,rn-.. r.-i~m.-,,
. . en cu.a)quiera
. de sus varianteS-
" ~ :3 ~
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· t..rA q,-;;.-¿~ n-=-:rad ígm¿,.s jurídicos de la ~ , ~ = J r,;r.,c::.r>


- ~,.._._.- ~~ -v - - rtfurufameJJW~
,-nv; cnmún
·_/,,-;--. ;-;-_,¿._e;-;-...,:?72,;+..e _

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l. Derecho, democracia y teorías críticas de fin de siglo

la demostratio al de la axiomática kelseniana), también coinciden en la ab-


solutización ejo juódico uya naturaleza histórica escamoteanJ con fun-
~ Dios, enla___na,J:uralei;a, en fa Razó~ en el primer caso, o con fun-
a'á mento en una hipótesis gnoseolqgic.Q-irascenqen~,._ una norma de reco-
nocimiento o una ficción, en el otro" (CÁRCOVA: 1996).

Los críticos, en cambio, comparten la idea de que la ciencia del


derecho interviene en la producdón de su ob"eto y lo construye, en
tanfo lo explica mediante categorías y conceptos. Así articipa en
la realización de !_as funciones sociales que le a!_ribu e y fundamen-
tal as ficciones que lo estructuran. Para dar cuenta del derecho, di-
.cen, no basta con ceñirse a sus aspectos normativos. Hay una serie
de discursos jurídicos típicos "como la ley", que preceden a otro
conjunto de discursos que versan sobre los primeros, como la cien-
cia o la doctrina, y que sólo en apariencia se limitan a la descrip-
ción de los primeros.
Los críticos opo!!en a U!} _concepto reduccionista del derecho,
que lo presenta como pura norma, la concepción que lo caracteri-
za como una práctica discursiva, que es social (como todo discur-
so), y específica (porque produce sentidos propios y diferentes a los
de otros discursos), y que expresa los niveles de acuerdo y de con-
flicto propios de una formación histórico social determinada.
- El derecho es un discurso social, y como tal, dota de sentido a -
las conductas de los hombres y los convierte en sujetos. Al mismo
tiempo opera como el gran legitimador de_l poder, que habla, con-
vence, seduce y se impone a travé_s de Jas palabras de la ley. Ese dis-
curso jurídico instituye, dota de autoridad, faculta-a decir o a ha-
cer. Su sentido remite al juego de las relaciones de dominación y a
la situáción de las fuerzas en pugna, en un cierto momento y lugar.
El derecho legítirñaa rpoder en el Estado, y en todos los inters~
ticios de la vida social, a través de la consagración explícita de quie-
nes son sus detentadores reconocidos. También lo hace de manera
más sutil, cada vez que dice con qué mecanismos es posible produ-
cir efectos jurídicos. Sólo algunos y bajo ciertas condiciones po-
drán contratar, reconocer hijos, contraer matrimonio, acceder al
desempeño de ciertos cargos y aun matar y morir legalmente. Ca-
da vez que el derech_o consagra alguna acción u omisión ~orno pe'f=
mitida o-eomo prohibida .e stá revelando dónde reside el poder y
~ómo está distr:ibµido en la sociedad,_
/ ~rata de un dis_9:!.!:.sQ_qu~, 2,a:r:_adóji~am~n1e, al .tiempo que le-
gitima las relaciones de poder existentes, sirve para su transforma-
\ CÍón:ñe· Un discurso qrga;l_o .de. historicidad y de ideología, p.ero

5
Primera Parte

q_ue no reproduce en forma mecánica la estructura ~e la s_o ciedad.


De un discurso que deposita en el imaginario colectivo, las ficcio-
nes y los mitos que dan sentido a los actos reales de los hombres. l
bue
De un discurso que remite para su comprensión al poder Y, en últi-
CIO!
ma instancia, a la violencia. De un discurso que incluye a la cien- niv
cia que pretende explicarlo. De un discurso que es en sí mismo dis- noi
positivo de poder. Que reserva su saber a unos pocos, Y hace del se- ne~
creto y la censura sus mecanismos privilegiados (Ru1z: 1991). triJ
La estructura del discurso jurídico, que articula diversos niveles, ll
encubre, desplaza y distorsiona el lugar del conflicto social y per- aq·
mite al derecho instalarse como legitimador del poder, al que dis- ab
fraza y torna neutral. Como advierte FoucAy LT, ~el poder es tolera- pr,
ble sólo con la ~dición de enmascarar una parte importante de sí
mismo. Su éxito está en proporción directa con lo que lo ra es~ n- QC
ci:
der de sus ID i os ... Para el poder eI s ecreto no pertenece al
di
orden del abuso, es indispens; ble para su funcionamientq" .
El discurso del derecho es ordenado y coherente. Desde ese or- ce
den y esa coherencia genera seguridad y confianza en aquellos a tic
quienes su mensaje orienta. Es un discurso peculiar, que aparece rn
como autosuficiente y autorregulado en su producción, y crea la ef
impresión de que su origen y su organización sólo requieren de la ta
Razón para ser aprehendidos, y que su modo de creación y aplica- n
ción depende exclusivamente de su forma. e
Es un discurso que en una formidable construcción metoními-
ca, exhibe uno de sus aspectos corno si éste fuera la totalidad. Lo r
s
visible es la norma y, por ende, el derecho es la "ley". Esta equívo-
ca identificación del derecho con la Ley necesita ser asumida en to- I
1
da su magnitud. No es por error, ignorancia o perversidad que el
sentido común y la teoría jurídica han coincidido tantas veces en la
historia de la ciencia y de la sociedad, en esa identificación del de-
recho con la ley, y en la posibilidad de pensarlo separado de lo so-
cial y de lo ideológico (Ru1z: 1991 ).
Los críticos cuestionan a la tradición teórico-jurídica que enfa-
tizó los aspectos formales del derecho, olvidando sus aspectos fina-
listas; que desconoció el fenómeno de su historicidad , d e su articu-
lación con los niveles de la ideología y del poder; y que n egó toda
cientificidad a un análisis de la relación entre derecho y ·p olítica.
Sin embargo, no dejan de advertir que es la propia estructura del
discurso jurídico la que enmascara y disimula al poder, y h abilita
las interpretaciones que garantizan ese ocultamiento y que contri-
buye a la preservación de la relación entre derecho y poder.

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L Oef'edlo, democracia y teorías aíticas de fin de siglo

Las reglas de producción del disa![SO juridi o SO!!_ regl - de arri-


budon de la palabra, que indi\idnalilall a quien eSián en ondi-
c1ones e "clecirn el derecho. Ese discurso se ompone de diH·rscr
nh-eles, e primero de los cuales corresponcle al producto de ói ga -
nos autorizados para crear las normas Oey , decre10-, resolu -io-
nes, contratos). El segundo niYel está im®"3dO-J)Ol" ~ le(ni as. oc-
trinas, opiniones que resultan de la prácúca teórica de losJuri-t -,
r el uso v la m aoipJJ.lación del primer nh-el. Habrá que in luir
aquí junto a la labor de los juristas, la actuación prof. ional de )o-
abogados, los escribanos, los "operadores del derecho·, y la de lo-
profesores y las escuelas de derecho.
Por fin, habrá que dar cabida, eD..un t er · ·el a la pane m · -
oculta y negada del discurs1> del derecho, que se re,·ela en las reen-
cias 5 los mitos que se alojan en el i~oinario social, in el ual el
discurso del orden se torna inoperante.
El derecho significa más que las palabras de ley. Organiza un
conjunto complejo de mitos, ficciones, rituales y ceremonias, que
tienden a fortalecer las creencias que él mi mo incul a y funda-
menta racionalmente, y que se vuelven condición necesaria de u
efectividad. También la teoría deberá hacerse cargo de explicar e--
ta curiosa combinación de la razón y del mito que es propia del de-
recho moderno, que es, por otra parte, el horizonte hi tórico obre
el que estas notas se recortan.
El derecho es un saber social diferenciado que anibuye a lo ju-
ristas, los abogados, los jueces, los legi ladores " ... la tarea de pen-
sar y actuar las formas de administración in titucionalizada , lo
procedimientos de control y regulación de las conducta . Ello on
los depositarios de un conocimiento técnico que es correlatiYo al
desconocimiento de los legos obre quienes recaen las con e uen-
cias jurídicas del uso de tales instrumento . El poder asentado en
el conocimiento del modo de operar del derecho e ejerce, par ial-
mente, a través del desconocimiento generalizado de e ~o modo
de operar y la preservación de ese poder e tá emparentada con la
re roducción del efecto de desconocimiento .. .la opacidad del de-
recho es, pues, una demanda objetiva de la e tructura del i tema
y tiende a escamotear el sentido de la relacione e tructw·ales es-
tablecidas entre los sujetos, con la finalidad de reproducir lo me-
canismos de la dominación social" ( C ÁRCO\'A: 1996).

III. o hay pureza posible en la teoría acerca de e te di cur o,


que oculta el sentido de la relacione establecida entre lo hom-

7
Primera Parte

. de la hegemonía social. En el
l mecanismos 1. . t ,1
bres y reproduce os d utralidad e _Juns a es so o una
' l gona a ne - . , . Tal vez
mismo sentido, ~ . , - del derecho los ·unstas en. cos u.
fantasía. Desd~ esta vision h 1 nolítica, sin renunciar a produ. sas fucumí
- l derec o a..J:'.: :::.::,!~-------....:,_-=-- da exhibe
ran el v~c\!.lo entre e ~ del co~ ien o.
ritarios.
cir teóricamente e~_e.l_c~~po l'f as las ideologías predominantes Losgn
Las circüñstancias ~oci~-p~:l iler;cho había alcanzado a princi- en torno""1
y el desarrollo que la cie:1cia nder por qué KELSEN d efendió democrát
• d 1 · l O XX permiten compre d .
p1os e s1g , ., de esa pureza que ha evemdo democr
. t
tan ard 1en emen
te la preservacion
.
insostenible. Pero los tiempos que n
temas de pensamiento con que cont a a
os toca vivir son otros, y los sis-
..
.
'b mos ya no sirven para exp1i-
.
.
-
crac1a, a
-conserva•
tanto cm
··d ¿ creciente la inestab1hdad y la turbulencia
car1os. L a comple31 a ' - - 1 ·- - ·--1 de las de
-
d e l os proces o h-:-
~ ~- 1·nt-ro-dúcen en. el campo
tArircos . . . de
. a c1enc1a_ as Los )t
cues iones el caos_, la catástrofe y la ,:E1Pr~ 1b1hdad. Enton~es, te conve:
toda forma de reduccionismo teó · o ierde fuerza explicativa. la polític
El mundo se torna, a un tiempo, más global y más dividido. Au- de1.o ur
mentan la violencia, la discriminación, el racismo y nuevas formas real, no
de la criminalidad. Se agudizan la dualización de la sociedad y la 1992).)
marginalidad. El desempleo y la desprotección de sectores cada vez senta la
más numerosos agravan las desigualdades. Los modos de exclusión sistema
y las asimetrías crecen aceleradamente. cuentra
El Estado resultante de la nueva distribución de poder mundial Esq
ha tirado por la borda las adquisiciones del Estado de b · t
. d. .b . . 1enes ar y
d e1 popul1smo 1stn uc1omsta. Las estructuras poli'ti· t d. ·
. . cas ra 1c1O-
nales carecen de representat1v1dad, los parlamentos . fi
caces y la justicia desvalorizada. parecen 1ne -
consisl
"La democracia formal de los derechos y de los proced·1 . ce car¡
tro Lefort- no se halla en situación, como muestra 1 ;i:?ent~s -señala Pie-
1st0 gane
defender e a sí misma, frente a fenómenos rastreros d: na _reciente, d e
trucción de las condiciones materiales de la libertad col~Pción y de d es- se atri
, econó mica
garquias · o pol'1t1cas.
· La experiencia cotidia
rea 12:ado s Por las oli- punto
fícil es que una repre entación política liberal no deg na muestra cuán di' lídad 1
. enere -
fraudulenta y no provoque, por disgusto o de confían en una poli' t• entre
. ~~- ~
na tentación totalitana, aunque sea en formas cada cientes la et
vez in • er- püñto
apenas discernibles de la anteriore a ellas" (B ARCELLO as artificio
NA: 199i). sas, cia e\,
El escepticismo, el miedo y la indiferencia caract . b ar o
de siglo y para muchos, perdidas las certezas, nada erizan este fin to ... l
, .. d' queda cisió1
cer. Sin embargo, parad OJ1camente, en me de s Po:r ha-
post!!}oderno, y dt:sde la ? écada <:\el oche_!lta, se ha vu~ Ll

!l tir acerca de la democracia.

8
lsc:u_ cráti1
l. Derecho, democracia y teorías críticas de fin de siglo

Tal vez porque, como decía Norberto BOBBIO, es~ a .§..U S ro me-
sas 1ncump 1 as a o s o stacu o~ i!Il revistos, todavía a democra-
cia ex i e ventajqs y diferencias :r:.elevantes con los regímenes auto-
ritarios.
- - Lo s-grandes temas que preocupan a los dentistas sociales giran
en torno.-atJos Íímites de la democracÍa)t los contenidos del pacto
democrático, a la resolución de la difícil tensión entre c@J.tiliSIDQ_
y democracia,. a las posibilidades de amp iar y radicalizar la demo-
cracia, a los efectos de las políticas de ajuste y de las ideologías7eo--:-
conservadoras en la transición y la post-transición democrática,
tanto como en los procesos que ponen en crisis la gobernabilidad
de las democracias "consolidadas".
Los juristas críticos estamos dispuestos a intervenir en el deba-
te convenc1dosaeque hay que "remitir la cuestión de la d ecisión y
la política al campo de la democracia y plantear a su vez el paQel
de--Io-¡úría1co en la recuperación de la democracia como horizonte
real, no ~ólo formal~ de las relaciones sociales ... " (B~RCELLONA:
1992). Y en esa empresa no pueden eludir "... el escollo que repre-
senta la debilidad constitutiva de la democracia: su condición de
sistema circular de legitimidad, garantías y controles, que no se en-
cuentra nunca fundamentado" (LEFORT: 1990).
r Es que una nota esencial de la democracia es la _posibilidad del
cuestionamiento ilimitado de su organización y de sus valores, que
n unca afcanzan uñ estat uto definitivo y de allí proviene su extrema
e insalvable vulnera bilidacty su iñ escindible vínculo con el derecho .
Pietro BARCELLONA, en el mismo sentido, dice que la democracia -
consiste en un orden infundado y, por ende, en un orden que se ha-
ce cargo de la pluralidad de razones, de la posibilidad de que una
gane y otra pierda sin ser negada definitivamente. "La democracia
se atribuye a sí misma J a decisión de dejar fuera del conflicto los
puntos no negociables, los re lativos -a7 a· supervivencia de la plura-
Haad de rªzonÜ .. ~I tema del conflicto evoca el tema de la elección
enfre alternativas posibles ... y abre la cuestión democrática en su
punto más alto. No se trata de seleccionar mediante la competen-
da ;;lectoral a l~s representantes d el poder legislativo, ni de apro-
bar o ratificar decretos emitidos, se trata de dar forma al conflic-
to ... Una democracia que decide, presupone el conflicto que la de-
cisión disuelve y redefine en sus términos ..." (BARCELLONA: 1992).
LEFORT se refiere a la indeterminación radical del sistema demo-
crático, ·donde el poder aparece como un lugar vacío, para el que
ningún individuo es consustancial, como lo era el rey o lo es el au-

9
Primera Parte

. ·1 t. 1 t·\da a la prueba
n11 dd ..de ' u
t •• ·1~~
pcitli ~
¡E fund~lll nt ' n -u ntra 1:,
ro r 1 O). La · ' I .. ' 1 n ~ch una 1·
1
d 1 ·imb li ' 1 aitiman
. . ·i·tu-tl • u de ·de P ., . d d 1 individu qu la ~
fi cio-

~ • n11t ' 1 .. 11·deno a


l rd n ·n1 ~1~·.,t1· , efinc:n
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n n Y arti ,uJan la I
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_:;-:_ cLa -·d Pd al ·u1· 1· d do- ·· Exh1'b
~t~ ~
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~rmanenten1en.1
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Ja ara · iza n ~ ___simultá R an1 nt- ,
. -d " l s hm1 te . u l
la precan a _.._. - -: de valore ' b uto .•
, n ra v d 'lara l!Q-Pl x ru...,,ntla d ord n d gu-
- . d h . \' e e a ·"'
El di :-- w , el ere o pi . ~ torno a la in rt za a la
' e oro·amza n
rid d en ~n ?.ntexto_que ' ilu ~orian1ent ", porqu no ha n~-
indetermma wn , 1;:e1_0_ lo ha e n1á all d la prácti a lo n -
da que a-e!!ure defimt.1,ram ntd y o otros la p rdurabilidad d l
•d dí díaporto o n '
tuaJe~ repeu o , ª ª . ·al a e si mpr cu tionabl .
-¡ tema que, po~-- u prop1~ na_tw ~á , icas s la última garantía de
La presen-a ion de las_ wn , . ºbirdad de qu las ilu io-
. ión demo rátJca v la un1ca pos1 I .
la orgaruza La •I·dida·d confianza n la legalidad contr1bu-
nes e on reten. P alºd d 1 ·a en
d true ión torna incompr nsibl una r I a comp J
Ye a u es fl. cada pa o
.
ia ua1 lo heterogéneo, lo plural . l con icto mergen a. . ~
En e te mai O onceptual adquieren una e ·traord1nana :el
, ancia la palab1-as de Eligio REs cuando. dice: "!f ~ la legal1d~
tomada en erio, la legalidad como estrate 0 ia rachea coherente,
con ti tuve má que nunca el poder d los sin poder... J:J na 0 -
litica de.la legalidad es la más radical de las re oluciones os~ble ,
además de la primera de las revoluciones nece arias ... La figl:!a
in-enunciable de la democracia no es el que consiente-sino 1 di i-
dente. El cansen o es un principio decisivo, pero segundo porque
solo ale en el horizonte de una legalidad ngurosa que reclama:al
mismo tiempo, reconocimiento para el disidente e intolerancia ron
el que viola la le , tanto ma or cuan o más grandee a slipüd r"
(RESTA: 1990) - - -
Quiero concluir parafraseando un texto que, en el año 1955, es-
cribiera BOBBIO, como prólogo a la investigación sobre la pobreza
en un pueblo de Sicilia de Dánilo DOLCI: "Las páginas de este libro
nos ponen en medio de las cosas, de esas cosas que no conocían10s,
no q~erí~os conocer o fingíamos no conocer. y son, por un lado,
la m1sena, el hambre, la locura, la desesperación de un pequeño
barrio de una pequeña ciudad de Sicilia; por otro lado la indifer n-
cia, la incuria, la prepotencia de quienes, grandes y pequeños, rigen

10
1,\~ dl'~lil\PS dd l'Sl11du. Sn11 dns \'111'1\S d,• l11 111ls 11111 1111111 ,•dn . lk~-
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qttl' mlq11k1\'11 ,•11 \'Ht'Sll'H 1\1111110 p11l11hr11s l't111111 d,·11111,T11da, j11sll•
,:in. d(.'1\'\'h\\, k~'. Y qllll'I\ 11ft'l'l't' l'I s1111idn llllt.'\ln v ,•s,·1111d11lo~o d,·
t'stns pnlnhrn~. adquil'irn 111u1 si11¡.,.11lur d:11'1d11d ,h·· 11H'11h' v lilwrt11d
dt' l'SptrilH pnrn ,·,)ln•r ll 1..' tH\\c.'llt,111' 11 h11hl11r, sl11 nrµ11llns ¡¡,ll•lt·rl11a•
listas y. p,w c.•1 \'l\lllrnrin, l..'nl\ l\llld\11 l111111ild11d, 111nd,·nu: ic'111 v s,·11-
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