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Competencia lectora : ¿Qué variables influyen en la

comprensión de un texto?
La competencia lectora la entendemos como una capacidad básica. Se trata de la
habilidad de comprender textos mediante la lectura. Es decir, de ser capaces de
entender el contenido de un texto, la intención que el lector pretende darle y de
ser capaces de asimilarlo como un nuevo conocimiento. Además la competencia
lectora no se reduce únicamente a las habilidades y capacidades lectora, sino que
también a componentes más de tipo cognitivo y metacognitivo.

Componentes básicos de la competencia lectora

La competencia lectora o capacidad lectora es una habilidad determinante para


el aprendizaje escolar. Existen 3 componentes básicos en la competencia lectora,
es decir, en todo proceso de lectura:

1. Descodificación: en anteriores posts ya hemos hablado sobre el proceso


de descodificación, necesario para poder leer todo texto escrito. Para adquirir
una buena descodificación, aunque no es necesario (aun) presuponer ningún
significado, sí son necesarios varios componentes:
 Conocimiento fonético
 Memoria visual
 Utilización de analogías
2. Comprensión: en este punto se requiere todo el proceso de
descodificación que acabamos de comentar, junto con sus correspondientes
componentes. Y además se le añade: Conocimiento léxico y gramatical y sí
supone significado.
3. Respuesta: incluye todo el proceso de asimilación del texto leído y de la
información comprendida. Esta información, una vez leída, supone un significado
que deberá adecuarse a lo que el lector ya sabía, a su conocimiento del mundo
previo. A raíz de ello el lectora podrá razonar sobre el texto, responder preguntas,
compartir y comparar qué ha entendido con otros lectores, etc.
Variables que influyen en la comprensión de un texto

Según Irwin (1986) existen tres variables que influyen en la competencia lectora,
es decir, en la comprensión de un texto. Estas tres variables son esenciales, y
deben ser tenidas en cuanta para la enseñanza de la competencia lectora.

1. Lector: la persona que lee el texto. En esta variable incluimos todos los
conocimientos que éste posee en un sentido amplio, es decir, todo lo que es y
sabe sobre el mundo. Como podéis comprobar en otros posts Conocimiento del
mundo y competencia lectora o Conocimiento del mundo y proceso de
descodificación, el grado de conocimiento del mundo que tiene el lector sobre el
tema de la lectura es esencial para asegurarnos una buena competencia lectora, y
una buena comprensión del texto. Además, quedan incluidos en esta variable
todos los recursos y estrategias que hace el lector durante la lectura para
entender el texto.
2. Texto: se refiere tanto al texto escrito como a la intención del autor.
También se refiere al contenido de lo que dice y a la forma en que está
organizado su mensaje. Es decir, incluye la tipología de texto, los recursos
literarios que utiliza y la intencionalidad con la que se ha escrito, el por qué y a
quién quiere llegar o qué quiere conseguir con ello.
3. Contexto: comprende las condiciones de la lectura, tanto las que se fija el
propio lector (su intención, su interés por el texto, etc.) como las derivadas del
entorno social, que en el caso de la lectura escolar son normalmente las que fija
el profesor (una lectura compartida o no, discusión colectiva, una lectura
silenciosa o en voz alta, el tiempo que se le destina a la lectura, si hay
contestación de preguntas, etc.).
La relación entre estas tres variables influye enormemente en la posibilidad de
compresión del texto.

 Por ejemplo, un alumno enfrentado con un texto demasiado difícil podrá


significar un conflicto entre las variables texto/lector.
 Otro ejemplo podría ser, un alumno que lee un texto pertinente a su nivel
pero lo lee en voz alta, puede mostrar un desajuste entre las variables
texto/contexto que hacen difícil la comprensión.
 Por último, un ejemplo en el que se podría observar una separación total
entre los tres componentes puede contemplarse, en la lectura de un alumno
acostumbrado a fracasar en esta actividad: casi siempre se halla ante textos
excesivamente difíciles para él (texto/lector) y no los aborda con una intención
adecuada (lector/contexto) porque se ha acostumbrado a no buscar otro sentido
a su lectura más que el cumplir mecánicamente la orden del profesor (Colomer,
1997).
Estrategias y procesos implicados en la competencia lectora

Cuando nos referimos a las estructuras implicadas en el acto de la lectura, nos


referimos a aquellas características del lector que son independientes a su
lectura. Por otro lado, cuando nos referimos a los procesos implicados en el acto
de lectura, nos referimos al desarrollo de actividades cognitivas durante la
lectura (Irwin, 1986).

1. Estructuras cognitivas: se refieren a los conocimientos sobre la lengua


(fonológicos, sintácticos, semánticos, pragmáticos) y a los conocimientos sobre el
mundo que tenemos organizados en forma de esquemas mentales.
2. Estructuras afectivas: incluyen la actitud del lector ante la lectura y sus
intereses y motivaciones concretas ante un texto. Su autoimagen como lector, su
capacidad de arriesgarse o su miedo al fracaso, etc. Son aspectos afectivos
igualmente implicados en cualquier lectura.
3. Microprocesos: aluden a la comprensión de la información contenida en
una frase. Incluyen el reconocimiento de las palabras, la lectura agrupada por
sintagmas y la microselección de la información que debe ser retenida.
4. Procesos de interacción: se dirigen a enlazar las frases o las proposiciones
e incluyen la utilización de los referentes y conectores, así como las inferencias
fundadas sobre el texto y sobre los conocimientos del lector sin apartarse del
texto.
5. Macroprocesos: se orientan hacia la comprensión global del texto, hacia
las relaciones entre las ideas que lo convierten en un todo coherente. Incluyen la
identificación de las ideas principales, el resumen y la utilización de la estructura
textual.
6. Procesos de elaboración: llevan al lector más allá del texto a través de
inferencias y razonamientos no previstos por el autor. Se sitúan aquí las
predicciones, la construcción de imágenes mentales, la respuesta afectiva, la
integración de la información con los conocimientos del lector y el razonamiento
crítico.
7. Procesos metacognitivos: controlan la comprensión obtenida y permiten
ajustarse al texto y a la situación de lectura. Incluyen la identificación de la
pérdida de comprensión y su reparación.
Por lo tanto, ya hemos podido comprobar que existen una gran variedad de
componentes, variables, estrategias, estructuras y procesos implicados en la
competencia lectora. La adquisición de todos estos componentes y procesos, y
sobre todo la interacción de estas variables es esencial para una buena lectura y
una buena comprensión lectora. En definitiva, debemos ser conscientes de que
los niños con problemas de lectura, problemas de aprendizaje o problemas de
comprensión lectora, pueden fallar en muchos de estos puntos. Es nuestro
trabajo darnos cuenta a través de un buen estudio de qué variable, componente,
estructura o proceso está alterado para poder así llevar a cabo un proceso de
mejora mucho más rápido y selectivo.

Referencias bibliográficas:

Irwin, J. (1986). Teaching reading comprehension processes. Englewood, N.J.


PrenticeHall.

Colomer, T. (1997). La enseñanza y el aprendizaje de la comprensión


lectora. Signos, teoría y práctica de la educación, 6, 13.

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