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'Diálogos

RELEER LOS POPULISMOS

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Serie: DIÁLOGOS

Título: RELEER LOS POPULISMOS·

Autores: Kurt Weyland, Carlos de la Torre,


Gerardo Aboy Carlés, Hernán Ibarra

Ediciones: Centro Andino de Acción Popular -CAAP­


Diagramación: Martha Vinueza
Portada: Gisela Calderón
Impresión: Albazul Offset
Derechos Autor: 019361
ISBN: 9978-5 J -o 19-2
Febrero 2004
Quito-Ecuador

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INDICE

Presentación ;................................................................................ 5

Clarificando un concepto: "el populismo en el estudio


de la política latinoamericana"
Kurt Weyland............................................................... ............. 9

Un balance crítico a los debates sobre el nuevo populismo


Carlos de la Torre oo.. 51

Repensando el populismo
Gerardo Aboy Carlés..................................................................... ........... 79

El populismo en la política ecuatoriana contemporánea


Hernán Ibarra 127
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PRESENTACION

Asistimos a una creciente crisis de representación política. en


tanto los partidos políticos se muestran incapaces de cumplir con su
función de universalizadores de las demandas de las mayorías. cada vez
más empobrecidas, de conversión de éstas en políticas públicas en las
que prevalezca el bien común, otrora la razón de legitimación del Esta­
do. Como señala H. Ibarra, en su artículo "La desinstitucionalización
del Estado y la creciente desintegración social han incidido en la actual
situación de pérdida de interés de la población por la política. Hecho·
común a América Latina que además según la CEPAL, muestra los más
altos índices de inequidad y concentración de la riqueza.

De manera que este DIALOGaS, intenta por una parte, desen­


trañar esos "vacíos políticos': en los que emergen los populismos y la
apropiación que el líder populista hace de estos escenarios; y por otra,
más académica, contribuir al esclarecimiento del concepto, que según
A. Moreano, citado por H. Ibarra, "ha transitado con éxito desde las
ciencias sociales hacia el sentido común.

En su uso en el lenguaje común, el populismo tiene varias acep­


ciones apareciendo como una especie de comodín comunicacional con
el que se quiere visualizar, sin buscar ni querer explicar, situaciones tan
diversas como el recurso a posturas circenses de tarima, de ciertos can­
didatos, hasta la negación a la aplicación de políticas de ajuste estruc­
tural que enarbolan determinados actores políticos.

Algo de ello observamos en las narraciones y comentarios de


presentadores y periodistas en la última contienda electoral. Todo
aquello que apelaba al sentimentalismo popular era calificado como
populismo yel hacedor del mensaje: populista.

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Al decir de B. Hernl;indezSan Juan, en su artículo publicado en
el Boletín ICE Económico, número 2779, de Septiembre 2003, el fan­
tasma del populismo recorre América Latina, aunque no le depara
triunfos, anota una recurrente actitud de actores políticos que se mani­
fiestan reacios a la aplicación de reformas económicas, que las conside­
. ra necesarias para lograr el crecimiento de la región, aunque reconoce
que las ya aplicadas han provocado que muchos "se sientan defrauda­
dos. Aquí, el populismo aparece como un sinónimo de gobiernos que
confrontados a las tensiones sociales, tratan de optar, al menos en el
discurso oficial, por la no aplicación de reformas (ajustes) económicas.

Roberto Laserna, en su artículo, Bolivia: entre populismo y de­


mocracia, publicado en el número 188 de la Revista Nueva Sociedad,
asume el símil mencionado al señalar: "En las elecciones del 2002 la dis­
puta electoral básica entre todos los candidatos, salvo Sánchez de Loza­
da, se dio por ocupar el espacio de «crítica al modelo~~ y tratar de apro­
vechar el renovado impulso populista. "Este se estaría manifestando.:'
por la emergencia de un nuevo movimiento populista, aunque tiene
raíces profundas en la cultura política boliviana, y de orientación con­
servadora, en la medida en que los diversos actores agrupados en él
buscan rescatar el pasado para enfrentar lo que consideran' amenazas
de la globalización y el capitalismo. "El populismo, según el menciona­
do autor, es una ideología que se traduce en una acción colectiva, de
reacción conservadora que irrumpe en el vacío creado por la ausencia
de una "convicción colectiva", en favor de la modernización y la demo­
craCla.
o "

En un recorrido por las democracias de América Latina, C. Grzy­


bowski, anota: "Tenemos una nueva versión de populismos de "desca­
misados" como en Venezuela y la vuelta al viejo populismo autoritario
como en Haití". Esto en un "contexto de avasalladora globalización
neoliberal". El énfasis está en las formas de expresión y protesta hacia la
creación de una democracia que siente" las bases de un desarrollo hu­
mano sostenible, de ahí su referencia a los "descamisados" análogos a
sus antecesores peronistas.

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Del breve recorrido sobre algunos análisis políticos, se advierte
una diversidad de usos y de lecturas sobre este fenómeno político. Ello
nos advierte de la complejidad del problema y del uso del término. Por
lo que es pertinente alcanzar mínimos acuertos que posibiliten su estu­
dio y el debate. Como bien señala K. Weyland, en el artículo que publi­
camos, los desacuerdos conceptuales" ... obstruyen el debate y la crí­
tica..."

Varias interrogantes plantea el uso de un concepto y las valora­


ciones teóricas que subyacen y lo explican. K. Weyland, como él lo se­
ñala: "inspirado en las «guías para el análisis del concepto» de Sarto­
ri... " introduce tres estrategias para aclarar lo que denomina "concep­
tos difusos". Su preocupación se relaciona en como determinar "el es­
pacio de dominio de un concepto y sus atributos de definición". Asu­
mimos la pertinencia de la definición conceptual ya que nos permite
comprender y explicar la realidad; tanto como efecto de conocimiento
en sus relaciones conceptuales, como en la genealogía de uso. K. Wey­
land nos ofrece, en su recorrido crítico de las definiciones acumulati­
vas, radiales y clásicas, un sólido aporte a la discusión.

Carlos de la Torre, en su trabajo: "Un balance crítico sobre los


debates sobre el nuevo populismo, enfatiza que el populismo es una re~
lación social que implica el cómo la gente común participa en la polí­
tica; cuestiona así la rigidez conceptual por la que el populismo se de­
fine por ser antiinstitucional y antiorganización, atributos que les son
dados a los partidos políticos, por lo que éstos adquieren características
de atentados a la estabilidad democrática, según F. Gutiérrez, en el ar­
tículo: Democracia, economía y conflicto en Ecuador, publicado en el
No. 50 de la Revista Análisis Político.

La ambigüedad del concepto parece haber conspirado para po­


dernos explicar momentos políticos cruciales en la historia política del .
país, en los que el populismo, pudo haber actuado como una "de las
formas de negociar esa tensión irresoluble entre la división y la homo­
genización de la comunidad política': citando a G. Aboy Carlés, en el
artículo que publicamos, quien se pregunta: "¿Hay alguna utilidad pa­

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ra el término populismo en las ciencias sociales? Existen rasgos comu­
nes a los fenómenos intuitivamente asociados bajo esa nominación?
Responde afirmativamente. Los trabajos que conforman este número
de DIALOGaS, también.

Expresamos a Kurt Weyland nuestra gratitud por habernos per­


mitido traducir y publicar su trabajo por supuesto a María Fernanda
Lobos y Ana Lucía Torres que hicieron la traducción. A Marcelo Cava­
rozzi, director de la Revista Política y Gestión, por permitirnos repro­
ducir el articulo de Gerardo Aboy Carlés, a quien también extendemos
nuestro reconocimiento por su aceptación. La inclusión de este artícu­
lo no hubiese sido posible sin la generosa ayuda de Hugo Quiroga.

Con Carlos de la Torre nos une preocupaciones mutuas sobre el


quehacer de las ciencias sociales en Ecuador, así como una profunda
amistad, sus contribuciones a los caminos que se recorren desde el
CAAP, se encuentran en varias publicaciones que hemos podido mate­
rializar. Con Hernán Ibarra mantenemos un permanente diálogo que
nos enriquece, sus contribuciones nos alientan y enseñan. A ellos, nues­
tro agradecimiento.

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