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ÉTICAS DEL CUERPO.

JUAN DOMÍNGUEZ, MARTA GALÁN, FERNANDO RENJIFO.


Autor y coordinador: Óscar Cornago.
Editorial Fundamentos, Serie Teatro. Madrid 2008.

“Con una historia de siglos a sus espaldas, el teatro parece un medio demasiado sólido para una
modernidad líquida” (Cornago 2008)

Hace años que Óscar Cornago publica ensayos acerca de la escena contemporánea,
la teatralidad o los medios de comunicación. Además de esto ha escrito sobre
nuevas formas de abordar las relaciones entre teoría y práctica y entre la práctica y
sus modos de documentación.

En la contraportada de su nuevo libro Éticas del cuerpo (2008) el autor y


coordinador del volumen anuncia la necesidad de “pensar con la escena” y no
únicamente “pensar la escena”.

Para ello, y siguiendo la metodología iniciada con Políticas de la palabra (2005,


Fundamentos), Cornago decide combinar un estudio preliminar en forma de ensayo
sobre aspectos sociológicos en las prácticas corporales contemporáneas con textos
y conversaciones aportados por tres creadores representativos de la escena actual:
Juan Domínguez, Marta Galán y Fernando Renjifo. Los tres creadores divergen en
cuanto a trayectoria, estética y modo de abordar el proceso de creación, pero
convergen en su interés por las relaciones entre el yo individual y colectivo. El
cuerpo y la palabra serán las herramientas transformadoras de dichas relaciones.

Quien haya tenido la oportunidad de leer Políticas de la palabra (2005) coincidirá en


que, como aquél, este libro tampoco pretende establecer una corriente artística,
anunciando un nuevo movimiento generacional o estético sino que, por el contrario,
el volumen pretende dar espacio para que la voz de estos artistas se escuche por sí
sola. El libro es extremadamente respetuoso a la hora de presentar tanto los
fragmentos de las conversaciones mantenidas con los creadores como al presentar
textos, hasta ahora inéditos, que funcionan a modo de guión de las piezas en
escena.
Así, el lector accederá por primera vez al texto completo de The Application del
coreógrafo Juan Domínguez (2005), Transilvania 187, in memorian, Lola, Machos y
El perro cuatro piezas de Marta Galán (2004-2005), y las tres versiones de Homo
Políticus realizadas en Madrid, México y Río de Janeiro por el director Fernando
Renjifo (2003-2006).

Ya desde la introducción que hace el autor en A modo de presentación leemos: “no


están esos cuerpos y lo único que quedan son estos textos mudos, con algunas
imágenes, y todo un espacio de reflexión al que se quiere contribuir con este libro”.

Leyendo el libro de principio a fin el material publicado sugiere una suerte de viaje
que comienza en el terreno firme de la historia, los nombres y las fechas como
datos que sustentan el pensamiento científico, y se dirige imparablemente hacia el
horizonte inestable y subjetivo de la creación. El libro cierra con un texto poético
bajo el título Conversaciones telefónicas con un desconocido de voz conocida y
tartamuda. El pensador en escena. Este texto, escrito para la ocasión por un actor
que prefiere permanecer en el anonimato, es una “conversación telefónica” donde
el ritmo de las palabras se convierte definitivamente en imagen.

Cornago admite en el primer capítulo que Políticas de la Palabra (2005) no hacía


sino señalar lo anterior a la palabra, es decir, la acción y, por lo tanto, “el paso
atrás que va de la política a la ética, de la palabra al cuerpo, es el desplazamiento
de enfoques que hay entre aquellas políticas de la palabra y estas éticas del
cuerpo”

El espectador que mira es el motor que pone en marcha la acción de la escena, el


acontecimiento que muda, que es instantáneo y previo a lo político.

En su reflexión, Óscar Cornago propone pensar lo político desde otro lugar en el


que el individuo no sólo es parte de una sociedad sino producto de esta.

La ética individual y la actuación en primera persona, patente en numerosas


propuestas actuales, pondrán de manifiesto los cambios que a lo largo de las
últimas décadas han tenido lugar en el teatro y su relación con el público y con la
sociedad. “¿Qué teatros para qué sociedad” y “¿qué cuerpos para qué sociedades?”
son las preguntas que el autor deja en el aire al finalizar el primer capítulo.

Citando a los sociólogos Ulrich Beck o Zygmunt Bauman Cornago continúa su


reflexión en tono filosófico sobre los aspectos metafóricos que hacen del teatro una
práctica especialmente sensible al encuentro con el otro y favorable a la creación de
espacios intersubjetivos. La ética del cuerpo a la que se refiere es, sobre todo, el
modo de situarse frente al que está delante.

Esta primera parte, A modo de presentación: escrituras performativas y Éticas del


cuerpo conforman la aportación teórica que el autor y coordinador propone en
relación a la temática del libro. Deteniéndose especialmente en los conceptos de
“verismo” y “quinismo” expuestos por Peter Sloterdijk, pero a su vez citando a
filósofos, sociólogos e historiadores como Jean Baudrillard, Toni Negri, Judith
Butler, José A. Sánchez, Emmanuel Lévinas, Gilles Deleuze, entre otros; Cornago
alude a los cambios que en las últimas décadas se han producido en lo referente a
la construcción del yo escénico y social a través de la creación de compañías, del
teatro de autor y de la actual efervescencia del sentir colectivo. Para ello se basa en
la observación cercana de creadores como Roger Bernat, Olga Mesa, Carlos
Marqueríe, Óskar Gómez-Mata, La Ribot, Rodrigo García, Angélica Liddell, Ana
Vallés, Tomás Aragay, Sofía Asensio, por nombrar algunos; y por supuesto Juan
Domínguez, Marta Galán y Fernando Renjifo. Citando al filósofo Paul Virno cierra
esta aportación de Cornago con el capítulo A modo de cierre. Cuando la palabra se
hace carne. En él reflexiona sobre la capacidad del creador/actor escénico de
afectar y ser afectado.

El resto del libro es una combinación de datos biográficos, extractos de


conversaciones y textos dramáticos o partituras que, como señalaba al comienzo de
esta reseña, suspenden el significado, invitándonos a pensar en la ética del cuerpo
como la búsqueda de una coherencia entre el yo y el tú, entre la escena y su
público, y, por qué no, entre el autor y el lector.

Isabel de Naverán, Bilbao 2008

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