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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
Taller I: documentación e investigación
David Giovanny Silva Salamanca; Laura Natalia Campos Castañeda; Mateo Quinchanegua
Muñoz.

RESEÑA: LA DISTINCION: CRITERIO Y BASES SOCIALES DEL GUSTO.


CAPITULO II: EL ESPACIO SOCIAL Y SUS TRANSFORMACIONES.
Pierre Bourdieu.
Tipo de documento: Libro.
Bourdieu, P. (2000) La distinción: criterio y bases sociales del gusto. Editorial Taurus:
Bogotá D.C

Resumen:

Ya en la segunda parte llamado La economía de las prácticas de su libro, Pierre Bourdieu


pone su entramado teórico en juego en el segundo capítulo El espacio social y sus
transformaciones. Desde una concepción de gusto y de consumo de bienes el autor comienza
a introducir la condición de clase como fundamental para los dos conceptos anteriores,
poniendo su énfasis en el consumo como una relación entre los gustos que varían según sus
condiciones y unos productos a los que confieren sus identidades sociales. Así, la cuestión
de clase entra en juego desde el consumo como eje fundamental de sus propias condiciones.

De alguna forma la condición de clase corresponde a unas condiciones de existencia, siendo


las que homogenizan a los agentes dentro de disposiciones y que se derivan en prácticas
igualmente homogéneas. Aquí, saca a relucir su conceptos esenciales en el estudio de clase,
tanto Habitus, capital y campo, se establecen en el entendimiento de lo que significan las
practicas del sujeto en el espacio social. Estos conceptos están embarcados en relaciones
generales y particulares de los agentes, por lo que de alguna forma se pueden ver la
confluencia social de los grupos. Estas relaciones se entienden como los sistemas de variables
que especifican las condiciones de cada grupo homogéneo, y que se ponen en juego con otros
sistemas de variables, lo que se entendería como la interacción en el espacio social con otro
grupo.

Así, la clase se constituye por la estructura de las relaciones entre las propiedades (capital,
propiedades secundarias…) confiriéndoles un valor común y un efecto en las practicas; por
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lo tanto hay clases como formas de vivir (Bourdieu, 2000, p.104) así, se asegura la
homogeneidad en los integrantes de una clase o una fracción de ella, haciéndose este proceso
cada vez más específico. Sin embargo el autor va más allá y pone las condiciones materiales
como ejes trasformadores del espacio social donde la clase interactúa y donde el sujeto ejerce
su agencia. Por lo tanto, vemos una dualidad entre el sujeto y su espacio social, mediada por
la clase y que es el campo donde el actor puede establecer sus relaciones y sus propias
posibilidades de ascenso social.

Centrando su atención en el campo y los diversos capitales, pone en cuestión la agencia


mediada por el ejercicio de estos dos conceptos en el espacio social y así mismo en el
transcurso del tiempo, entendiendo como una trayectoria la confluencia social pasada y que
contiene un capital global distinto a la que se tiene en el presente y que se forja mediante la
práctica. De esta forma, posiciona estos dos conceptos en diferentes niveles de
involucramiento, el campo como un eje estático más allá de los sujetos referido a las
propiedades inferidas a él; y el capital como el eje dinámico que se establece en las relaciones
del sujeto y se acomoda lo que se pone en juego en el campo. Estos dos comprenden las
propiedades de la relación entre la clase y la práctica.

En un segundo momento, concentra la atención en las condiciones de existencia, habla de


tres dimensiones del capital, como concepto dinámico dentro de la teoría general del autor;
El volumen del capital; su estructura y; la evolución de las dos primeras en el tiempo; en
un juego de estructuración de un espacio que comprende las condiciones elementales de
existencia, también sus condicionamientos. Así, mira las particularidades de las clases desde,
en un principio, el volumen del capital como el conjunto de recursos utilizables en el campo,
y sus estructuras patrimoniales como forma de uso de ese capital. Así, entra en un estudio
particularizado de las relaciones entre el capital económico y el capital cultural, y que deriva
en una relación inversa en muchos momentos pero que se presenta tanto en la clase dominante
como en la dominada.

Esto se evidencia, según Bourdieu, porque su estructura es producto de los mismos


principios, sin embargo, esto se invisibiliza dentro de un proceso de homogenización de las
condiciones y propiedades particulares de cada clase y las encaja en un estándar. Por lo que,
tanto el descenso y el ascenso social se comprende por la medición de las propiedades
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sustentables y se dejan de lado otra serie de procesos de clase que van más allá de la
adquisición o dejamiento de patrimonio.

Con este último punto, nos introducimos en las lógicas de clase dentro del campo, el cual
comprende prácticas en múltiples direcciones para el mantenimiento o aumento del
patrimonio de las clases y así mismo su posición social. Para esto, dice el autor, es necesario
comprender tanto el capital a jugar y los instrumentos de juego, por lo que introduce la
reconversión como parte del juego de legitimización en el campo. Entendido como el manejo
de un tipo de capital a otro para el mantenimiento patrimonial en un campo, logrando el
mantenimiento de su posición. Así, desde el capital escolar y económico, pone en cuestión
las lógicas de clase no solo en el aspecto sustantivo sino simbólico, el desclasamiento,
enclasamiento y reenclasamiento emergen en este universo teórico para sustentar las
fluctuaciones en los diversos capitales y los patrimonios.

El campo de luchas es donde todo lo anterior se confronta, comprende cada una de las
particularidades de las clases y los sujetos que los componen, por lo que de alguna forma,
Bourdieu introduce con mayor fuerza lo simbólico en estas fluctuaciones dentro delo que es
la esperanza y las oportunidades de clase. Añadiendo a esto las condiciones materiales del
espacio donde el grupo ejerce sus diversos capitales, por lo tanto, volviendo al dominante y
al dominado y el juego de ascenso y descenso, la lucha por un objetivo es en sí un juego de
ilusiones donde tanto las condiciones de clase de los involucrados afectan las condiciones
propias del objetivo, transformándose en algo que ya no será dada sus nuevas condiciones.

Por lo tanto, para Bourdieu las luchas entre dominados y dominantes implica en realidad el
mantenimiento de las diferencias entre las clases. Dándole mayor énfasis a las condiciones
materiales en las que están sumergidos, al decir que todo obedece a un proceso donde el
cambio de propiedades sustanciales, más allá de su distintivo, el mantenimiento del orden
social, y que lo que genera en la búsqueda de ascenso es la sensación de evolución y una
sensación de un ascenso ilusorio en el campo social.

Calificación: 5

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En realidad, la pertinencia de la teoría de Bourdieu es de gran utilidad para posicionar nuestro
objeto de estudio como la evidencia del problema entre el sujeto y su estructura, sus
condiciones y su puesta en escena dentro de su campo. Pues comprendemos que el jean no
solo obedece a unas lógicas identitarias particulares y comunicativas sino a una
homogenización de los sujetos en lo que este juego ilusorio puede verse con mayor fuerza en
lo dicho por Bourdieu y su teoría.

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