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Jesús Luján Chauca

1ero Filosofía

LA SOCIEDAD

Cuando hablamos de sociedad podemos admitir diversas definiciones de este término, la más común es la de la
unión de personas en una convivencia que está regida por determinados sistemas de reglas, en los que se
articulan las relaciones humanas. Aristóteles dice que la sociedad es la agrupación constituida sobre un
territorio-nación por individuos humanos, que, participando de una misma cultura y de unas mismas
instituciones sociales, interaccionan entre sí para el desarrollo de sus intereses comunes y la consecución de sus
fines. San Agustín decía "Con todo, ¿quién será capaz de enumerar cuántos y cuán graves son los males de la
sociedad humana, sumida en la desdicha de esta vida mortal? ¿Quién podrá calibrarlos suficientemente?
Presten oídos a uno de sus cómicos que, con aprobación de todos, expresa el sentir de los hombres: «Me he
casado con una mujer: ¡no hay calamidad más grande! Me han nacido los hijos: ¡nuevas preocupaciones!». ¿Y
qué decir de los trapos sucios que el mismo Terencio nos saca a relucir del amor?: «Injurias, celos,
enemistades, la guerra; y de nuevo la paz».¿No están llenos los aconteceres humanos de todo esto? ¿No
sucede así con demasiada frecuencia incluso en las amistades más limpias de amigos? ¿No es verdad que por
todas partes la vida humana está llena de todas estas miserias, de injurias, celos, enemistades, de guerra, de
una manera infalible? En cambio, el bien de la paz es problemático, puesto que ignoramos el corazón de
aquellos con quienes la quisiéramos tener, y si hoy podemos conocerlo, mañana nos serán desconocidas sus
intimidades" Thomas Hobbes por su parte, estableció las bases de la sociología científica moderna al tratar de
aplicar a los seres humanos, como autores y materia de la sociedad, los principios de la ciencia física que
gobiernan el mundo material. Hobbes elaboró su política y su ética desde una base naturalista: mantenía que las
personas se temen unas a otras y por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del Estado tanto en
cuestiones seculares como religiosas. Para J. M. Bocheński utilizará el sentido corriente y diario de esta palabra.
Parece que nos metiésemos en un terreno que nada tiene que ver con la filosofía, ya que estamos
acostumbrados a que la sociedad se mueva en base al poder del estado, a que el poder del estado sea nuestro
fin, pero, ¿por qué? Para dar respuesta a esta interrogante será necesario remitir a la filosofía, a la ética.

Empezaremos cuestionándonos acerca de qué es en la sociedad lo real (éste es el problema del texto). Se dice
que la sociedad ejerce un poder que podemos amar o desamar pero no evadir, y Bocheński dice que la sociedad
de cierto modo nos limita, pues, «La mayor parte de lo que sabemos lo hemos recibido de la sociedad». Ante el
problema acerca de lo real en la sociedad, surge la problemática del individualismo, que afirma que la sociedad
es pura ficción, ya que para los individualistas, la sociedad no es más que un nombre atribuido al conjunto de
hombres particulares, además creen que las relaciones entre individuos son irreales. Sin embargo, si
reflexionamos con más detenimiento, podemos comprobar que la sociedad es más que solo individuos. Existen
relaciones entre los individuos, la sociedad es más que la suma de sus particulares. Por lógica, también debería
seguir a esta teoría un individualismo eticosocial, pero prácticamente no se dio de esta forma. Esto produjo una
cierta vulnerabilidad, y a raíz de ésta la teoría individualista se vio contrarrestada por filósofos con posturas
contrarias.

Desde el punto de vista ontológico las oposiciones al individualismo pueden clasificarse en dos: la primera que
afirma que lo real es la sociedad y la segunda que afirma que lo real son las relaciones. Ambas teorías, a la par
del individualismo conducen a graves consecuencias eticosociales si son llevadas de una manera inapropiada.
Por ejemplo, si se piensa que el todo es lo único real, el individuo pierde todo derecho propio o viceversa. El
problema del tema surge nuevamente, nos sigue increpando acerca de qué es lo real, ¿será el hombre?, ¿será la
sociedad? Nuestro sentido común parece inclinarse por creer que el individuo tiene derechos propios al igual
Jesús Luján Chauca
1ero Filosofía

que obligaciones para con la sociedad. Aristóteles ya bien nos decía que ni el hombre ni la sociedad son ficción y
que las relaciones también son reales.

Del texto se podía extraer que la sociedad es algo más que la mera agrupación de los individuos; además de
estos, la sociedad contiene relaciones reales entre los hombres y para un fin común. Todas las relaciones se
fundan en el bien común; apetecido en común y que sólo puede ser alcanzado en común. El individuo es el fin
último terreno de todo obrar social. Sólo se logra este fin si se toma en cuenta la realidad de la sociedad y de su
propio fin (el bien particular). Bocheński dice que el individualismo ya no es una doctrina importante y que la
verdadera discusión se da entre las teorías de Hegel y de Aristóteles.

Bibliografía:

-Diccionario Filosófico Herder

-Introducción al pensamiento filosófico J.M. Bocheński

-Enciclopedia Microsoft Encarta Premium


Jesús Luján Chauca
1ero Filosofía

Colectivismo: en general

modernidad: individualismo

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