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La resolución

alternativa de
disputas

Mediación,
Arbitraje y
Negociación

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La Resolución Alternativa de Disputas -
R.A.D. - La Cultura del litigio y los
sistemas alternativos - Ventajas y
críticas - Gama de opciones de la R.A.D.
Al hablar de Resolución Alternativas se debe tener en cuenta que en verdad
la forma de solucionar los problemas de nuestros antepasados y previo a la
existencia del Estado de Derecho, era a través de estos mecanismos, con
otras características y otras herramientas, pero mucho después se
implementó el sistema jurídico como vía para la resolución de conflictos,
por lo que perfectamente se podría afirmar que el sistema alternativo para
la resolución de conflicto fue el Derecho y no a la inversa.

Pero ocurre que nuestra cultura y particularmente, nuestra formación como


abogados nos ha llevado a lo que se conoce como la “cultura del litigio”
dónde los problemas se resuelven en tribunales por medio de un juicio, o no
se resuelven. Ya sea porque no son trascendentes para el sistema, aunque
para las partes afectadas sean muy importantes, o porque no se tiene los
recursos necesarios para acceder al servicio de justicia, y ésta es una de las
desigualdades más terrible que existe, porque no poder ejercer un derecho
por falta de recursos económicos, es una de las más grandes injusticias.

Aun aquellos que pueden acceder al sistema jurídico, se encuentran con que
el objetivo de este es abstracto, es buscar la verdad, hacer justicia, que no
necesariamente se traduce en solución del problema. El juez utiliza un
sistema de adjudicación, de allí que se hable de adjudicar el derecho. Las
partes presentaran sus pretensiones, acompañaran las pruebas por las que
considera que le asiste el derecho que reclaman, y será el tercero el que
decida cómo se resuelve la controversia, pero no según su leal saber y
entender, sino ajustándose a lo que determina la norma.

También se observa que el sistema judicial se encuentra absolutamente


desbordado y saturado, por la gran cantidad de causas que se llegan a los
estrados, donde la estadística demuestra además, que son más las causas
que entran que las que se resuelven. El tiempo de duración de los procesos
judiciales lleva a que una causa ordinaria lleve años para su resolución, y
como se ha dicho siempre “justicia tardía, no es justicia”; toda esta
situación demuestra que el sistema judicial no es eficaz, pero además de ello
y más grave aún, es que el sistema no es creíble ni confiable para los
ciudadanos, para el ciudadano común, y eso afecta mucho más la
institucionalidad de la justicia.

Por ello es indispensable aplicar otros métodos de resolución de conflictos,


más económicos, eficaces, breves y justos, que procuren efectivamente
resolver el problema planteado entre las partes, que persigan como objetivo
central la paz y la disolución del conflicto, para que muchas de las causas
que hoy terminan en los tribunales puedan ser tramitas por estos medios,
como así también a todos aquellos ciudadanos que de otra manera no
tienen acceso a la justicia, y esos pequeños problemas con vecinos,
familiares, etc., que como se desarrolló en la primera parte de la unidad, no

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presentan conductas prohibidas y en consecuencia no están previstas como
conflictos en el ordenamiento legal, y por ellos el sistema judicial no le
brinda respuesta a los involucrados.

Fue a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y, sobre todo,


en el contexto internacional, que se empezó a plantear la necesidad de
pensar en formas alternativas de resolver conflictos. La humanidad no se
podía permitir que la violencia y la guerra fueran la única forma de
solucionar sus problemas, y eso significara millones de muertos. Por ello se
empieza a trabajar en los Métodos de Resolución Alternativas de Conflictos
o Disputas (RAC o RAD), y entre otros se comienzan a desarrollar la
Negociación, la Mediación, la Conciliación, el Arbitraje, etc.

Surge de esa manera a nivel mundial un fuerte Movimiento de Resolución


Alternativa de Conflictos. Así estos métodos se empiezan a aplicar a todo
nivel, tanto para resolver problemas a nivel internacional, o entre dos
empresas o dentro un mismo grupo, incluso entre personas individuales,
que eligen resolver sus conflictos de una forma distinta y pacífica, en lugar
de recurrir a un tercero, el juez, que dirima quién tiene razón y quién no.
También, el procedimiento de negociación particularmente, se implementa
para aquellas ocasiones en las que se debe tomar una decisión, y evitar
llegar a un conflicto posterior.

Debe tenerse presente que estos métodos no tiene como objetivo el


reemplazo del sistema judicial. Muy por el contrario, deben
complementarse con él, logrando constituir un Sistema de Resolución de
Conflictos eficiente, que se inicie con las instancias a su más bajo nivel, y si
es posible en forma descentralizada, y luego, a medida que sea necesario, ir
avanzando a métodos de mayor nivel, reservando como última instancia el
proceso judicial. Esto se conoce como Principio de Subsidiariedad.

Por otro lado, no debe obviarse que existen gran cantidad de conflictos que
no pueden ser resueltos por otra vía que no sea la judicial, ya sea porque
son de orden público o por cuestiones que no son disponibles por los
particulares, como se verá en las próximas lecturas. Ejemplo de estas
situaciones tiene que ver con la discusión de un régimen de visita o una
cuota alimentaria, que las partes en conflictos podrían discutir y acordar en

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una instancia de mediación, con la colaboración de un tercero neutral
llamado mediador, como ya se desarrollará. Pero esas mismas partes no
pueden por intermedio de una instancia de mediación declarar un divorcio,
ya que eso le corresponde a una autoridad en representación del Estado,
que fue la misma autoridad que en nombre del Estado, declaró y reconoció
oportunamente ese matrimonio. Lo mismo ocurre con aquellas causas
penales de orden público, y que no es materia disponible de las partes,
aunque estas puedan acordar en mediación los respectivos a
indemnizaciones u otras acciones civiles derivadas de la acción penal.

Ventajas de la Resolución Alternativas de Disputas


(RAD)
Los métodos RAD presentan determinadas ventajas que hacen aconsejable
su uso, a saber:

Rápidas: el problema puede ser resuelto en pocas semanas y no tardar


años como un litigio judicial.

Confidenciales: todo lo que se habla en una mesa de negociación,


mediación, etc., que cubierto por la confidencialidad, que es una garantía
para las partes como para el tercero neutral involucrado, como por caso es
la mediación.

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Informales: no poseen una estructura rígida como es el proceso judicial.

Flexibles: las partes tienen la libertad de acordar lo que consideran que es


más conveniente para ambas, sin estar atadas a ningún precepto legal.

Económicas: los costos siempre son inferiores a los que ocasiona el litigio
en los tribunales.

Justas: como se dijo anteriormente, la solución es lo que las partes


consideran más conveniente y justo para ellas.

Exitosas: desde las estadísticas está demostrado que los resultados son
más exitosos que los de los juicios, pero además, el cumplimiento de los
acuerdos alcanzados es más eficiente, ya que la parte que fue protagonista
para llegar a ese acuerdo, siente un compromiso más fuerte con el mismo.

Críticas a la Resolución Alternativas de Disputas


(RAD)
Por supuesto que estos métodos no son perfectos ni muchos menos, y
consecuentemente poseen críticas importantes que es necesario conocer:

El desequilibrio de poder entre las partes: nunca la situación de


poder entre los actores es igual, ya que tienen posiciones económicas,
sociales, culturales, etc. Distintas y por ello una parte puede no estará en
condiciones libres de acordar o no conocerá sus derechos o posibilidades.

Ausencia de representación suficiente para dar consentimiento:


esta crítica está dirigida a aquellos actores que toman decisiones y celebran
acuerdo en representación de personas jurídicas, y en los cuales no siempre
se reconoce el real interés de sus socios o clientes.

Falta de fundamento para la posterior actuación judicial: la crítica


se plantea especialmente en aquellos que sostiene que el acuerdo reemplaza
a la sentencia. Y esto lo considera un error ya que la sentencia puede ser
modificada por otras instancias posteriores, mientras que una vez

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alcanzado un acuerdo el juez queda decididamente atado a lo que las partes
dispusieron.

La justicia debe prevalecer antes que la paz: y por último nos


encontramos con la diferencia más sustancial entre los métodos
alternativos y los juicios, que es la búsqueda de la paz o la justicia.

En definitiva, como se ha dicho anteriormente, más allá de las ventajas y las


críticas, no debe tomarse estos métodos como una forma de reemplazo o de
privatización de la justicia, ya que la RAD será eficiente si tiene como
reaseguro el ciudadano el sistema judicial detrás, ya que no debemos
olvidar que el poder de recurrir al uso de la fuerza para ejecutar el
cumplimiento de un acuerdo o de un lado, seguirá estando siempre en
manos del Estado, y no de los particulares.

Y además, funcionando en un sistema coordinado y de cooperación, los


beneficios que estos métodos conjuntamente con la instancia judicial,
pueden traer a la implementación del servicio de justicia, como así también
a la búsqueda de paz social es muy importante.

Gama de Opciones de la R.A.D.


Existen numerosas opciones de resolución alternativas de disputas que
pueden poner en práctica a los fines de buscar otra forma de resolver
conflictos que no sea el sistema judicial.

Muchas de ellas no son conocidas ni divulgadas, y ese sea probablemente su


mayor déficit, que hacen que los mismos no sean aplicados, salvo casos
excepcionales.

A continuación haremos mención de algunos métodos RAD que se


encuentran descriptos en el libro “Mediación para Resolver
Conflictos” de las autoras Elena Highton y Galdys Álvarez (4). En
primer lugar se describen los cuatro métodos más comunes y usados; para
luego desarrollar herramientas más desconocidas, pero igual de útiles.

La negociación es un procedimiento que “…se hace directamente por las


partes, sin ayuda ni facilitación de terceros. Es un proceso voluntario,
predominantemente informal, no estructurado, que las partes utilizan
para llegar a un acuerdo mutuamente aceptable.”(1995:119)

La Conciliación “…consiste en un intento de llegar voluntariamente a un


acuerdo mutuo, en que puede ayudar un tercero quien interviene entre los
contendientes en forma oficiosa y desestructurada, para dirigir la
discusión sin un rol activo.” En América Latina este vocablo se lo utilizar
para nombrar la facilitación de un acuerdo presidido por un juez. En este
sentido, en la mayoría de los Código Procesales se regula la conciliación
para permitir que el juez convoque a las partes en litigio a fin de intentar
que lleguen a un acuerdo. (1995:120)

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Highton Elena y Alvarez Gladys; “Mediación para resolver conflictos”; Editorial Ad- Hoc, Buenos Aires (año1995).

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La Mediación es un procedimiento informal, no estructurado, no
adversarial, en el cual un tercero neutral ayuda a las partes a negociar para
llegar a un resultado mutuamente aceptable. El mediador no actúa como
juez, pues no puede imponer una decisión, sino que ayuda, colabora, con las
partes a identificar los puntos en controversia, a explorar las posibles bases
de un pacto y las vías de solución. (1995)

El arbitraje es un procedimiento por el cual se somete una controversia,


por acuerdo de las partes o por imperio de la ley, a un árbitro o a un
tribunal de varios árbitros que dicta una decisión (LAUDO) sobre dicha
controversia que es obligatoria para las partes. Al escoger el arbitraje, las
partes optan por un procedimiento privado de solución de controversias en
lugar de acudir ante los tribunales.

Otros métodos:

Mediación/Arbitraje (med/arb): es un combinación de ambas figuras,


por la cual las partes se comprometen a intentar resolver su contienda a
través de un procedimiento escalonada, en virtud del principio de
subsidiariedad, empezando por un nivel más bajo, esto es la mediación, y
luego, si no se logra un acuerdo, pasar a un nivel más alto de resolución
como es el arbitraje. Este procedimiento combinado asegura la resolución
del conflicto, porque si no hay acuerdo en la mediación, pasará a decisión
de un tercero neutral en calidad de árbitro, pero el problema al final tendrá
una resolución. Para su aplicación las características de cada uno de estos
dos métodos son las comunes a cada uno de ellos. (1995)

Arbitraje/Mediación (arb/med): es la combinación de los dos


procedimientos anteriores, pero en orden invertidos. Primero se desarrolla
el juicio arbitral, en el cual el árbitro dicta un laudo (decisión final) pero no
lo hace público, por el contrario lo reserva en un sobre cerrado, lo pone a
disposición de las partes y se retira del lugar. Las partes tienen la
posibilidad de abrir el sobre, conocer la decisión y ha concluido el
procedimiento, o bien, recuperar el proceso de negociación para ellas, no
abrir el sobre y buscar una solución acordada por ellas. Si al entrar
nuevamente el árbitro a la sala, las partes han decidido no abrir el sobre y
tratar de lograr un acuerdo, pues el tercero neutral se convierte en
mediador. Si se llega a un acuerdo, el sobre se destruye y nadie sabrá cuál
era la decisión del tercero, por el contrario si no se logra un acuerdo se abre
el sobre y se hace público el laudo, que será obligatorio para las partes en
conflicto. (1995)

Medaloa: esta herramienta la puede sugerir el mediador cuando ve que el


proceso llega a su fin y las partes no ha podido lograr un acuerdo. Entonces
se ofrece actuar como árbitro por el sistema de arbitraje de la última oferta.
Es decir que optará como árbitro entre las dos últimas ofertas sugeridas en
la mesa de mediación, pero sin poder partir las diferencia, es decir, será una
opción o la otra. Al decir de las autoras mencionadas, esto motiva a las
partes a hacer nuevas concesiones, y si no lo logran reducir el conflicto, se
aplica el arbitraje mencionado. (1995)

Alto-Bajo (high-low): Las partes van acordar un máximo y un mínimo,


que será lo que perciba el acreedor. Pero la calidad de acreedor aún no está
definida, y eso será sometido a arbitraje. Si el árbitro decide que si es
acreedor percibirá el máximo, por el contrario si decide que no, percibirá el
mínimo. El objetivo de este método es incitar a utilizar el arbitraje para

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decidir la calidad de acreedor de una parte cuando esto está discutido.
Generalmente quién aduce ser acreedor no acepta el arbitraje, pero
sabiendo que aun no siendo reconocido como acreedor igual gana, es una
forma de estimularlo a participar. Y por el lado del deudo, tiene la
posibilidad de acordar un máximo más bajo del que debería afrontar si
fuera en sede judicial. (1995)

Pericia arbitral: este mecanismo, previsto en el Código de Comercio,


como expeditivo modo para la solución de diferendos que en la ejecución de
ciertos contratos se suscitase sobre cuestiones de hecho, y lo decidido por el
árbitro tiene valor de cosa juzgada con relación a tales hechos. (1995:125)

Experto neutral: cuando los conflictos versan sobre cuestiones técnicas


para partes pueden contratar a un experto neutral, quién emitirá una
opinión técnica neutral sobre los hechos o pautas puestas a su
consideración. Las partes pueden pactar sobre el alcance del dictamen y la
obligatoriedad o no de éste. (1995:126)

Oyente neutral: las partes recurren a un tercero con destacados


antecedentes y de confianza de ambas. Ellas le presentarán al oyente, la
mejor propuesta posible que está en condiciones de efectuar a la contra
parte. Éste las evalúa, las compara y luego informa si las propuestas se
acerca lo suficiente como para justificar la celebración de reuniones con el
fin de pulir y ajustar las diferencias. EL oyente neutral no necesita explicar
qué criterio uso para analizar las propuestas y debe mantener absoluta y
estricta reserva de cada propuesta, al menos hasta que las partes lo eximan
de esa obligación. (1995:128)

Ombudsman: también conocido en los países iberoamericanos como


Defensor del Pueblo, cumple un rol de mediador entre la administración
pública y los ciudadanos, y se convierte así en una instancia alternativa de
resolución de conflictos.

Mini juicio: este procedimiento no es un juicio chiquito, sino una


presentación oral efectuada por los abogados ante los directivos de las
empresas que se encuentran en conflicto, quienes luego intentan arribar a
un acuerdo. La ventaja es que se produce in intercambio de información
entre partes, ya que los abogados presentan los elementos de mayor
envergadura y prueba en forma privada a sus representados y a los
contrincantes. Ello conlleva que ambas partes conozcan la situación del
otro, y puedan buscar una solución imaginativa y conjunta, sobre todo en
casos de gran complejidad, y por otro lado permite que aquellos directivos
que no habían tomado contacto con el caso, se interioricen y participen en
forma activa para su resolución. (1995)

Alquiler de un juez: las partes recurren a este mecanismo como una


forma de evitar tribunales y la instancia judicial por su demora. Es un
procedimiento privado donde las partes contratan a quién deberá actuar en
la toma de la decisión final, y que generalmente se busca a un juez retirado.
A diferencia del arbitraje, en este caso el “juez” deberá fallar según el
derecho positivo y los antecedentes, como lo haría si aún estuviera en
ejercicio de la magistratura, y las partes aceptan previamente que la
decisión será obligatoria para ellas. (1995)

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Breve noción de métodos de resolución
de conflictos: adversariales y no
adversariales - Rasgos distintivos y
análisis comparativo
En primer lugar, los métodos de resolución de conflictos pueden ser
clasificados en Métodos Adversariales o Métodos no Adversariales,
a saber:

Por otro lado, según quién toma la decisión final para resolver el conflicto
se los puede clasificar en Métodos de Autocomposición o Métodos de
Heterocomposición:

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A partir de estas dos clasificaciones, se puede afirmar que la negociación es
un proceso de resolución alternativa de conflictos de características no
Adversarial ya que las partes actúan en forma cooperativa para resolver el
problema y no como adversarios; y es un Método de Autocomposición,
porque el resultado final va a surgir de las propias partes y no de un tercero
ajeno al conflicto.

En el siguiente cuadro se puede visualizar claramente, cuál es el poder que


poseen las partes o los terceros en diversos métodos de resolución de
conflictos, observándose que en la negociación el poder es absolutamente
de las partes, y ésta es una de las características principales de este proceso.

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Diferencias entre Negociación,
Mediación, Arbitraje y Conciliación
En el cuadro siguiente se puede observar claramente las
diferencias y semejanzas entre estos distintos procesos de
resolución de conflictos:

Conciliación Negociación Mediación Arbitraje


1 Método No Método No Método No Método Adversarial y
Adversarial y Adversarial y Adversarial y Heterocompositivo
Autocomposición Autocomposición Autocomposición
2 Informal y No Informal y No Informal y una Informal y
estructurado estructurado mínima estructura Estructurado

3 Consensual o Consensual Consensual o Consensual o


imposición imposición. Imposición

4 Confidencial Confidencial Confidencial Confidencial

5 Interviene tercero No interviene un Interviene un Interviene un tercero


neutral en calidad tercero tercero en forma neutral para tomar la
pasiva activa (el decisión final
mediador)
6 Solución adoptada Solución adoptada Solución acordada Solución adoptada
por las partes por las partes. por las partes por un tercero
(árbitro)
7 Acuerdo Acuerdo Acuerdo Laudo
(Obligatorio para las (Obligatorio para (Obligatorio para (Obligatorio para las
partes) las partes) las partes, y si es partes y ejecutable)
homologado es
ejecutable)

1) Se hace referencia a los métodos en los que se incluye a cada proceso, y


que fueron desarrollados anteriormente.

2) Según las características del procedimiento, debe aclararse que en el caso


del arbitraje si bien reviste algún grado de formalidad esta es flexible y
rígida como en el juicio.

3) Se hace referencia a la instrumentación del procedimiento, ya que el


mismo puede ser por consenso, o en algunos casos por imposición de la ley
o forzoso, como lo veremos más adelante.

4) El secreto o no en las actuaciones y discusiones que se llevaron adelante.

5) Se precisa si en el proceso tiene intervención algún tercero, y en los caso


en que efectivamente lo hacen, en que calidad o rol dentro del proceso.

6) Quién adopta la decisión final.

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7) Instrumento por el cual se formaliza la decisión final y sus efectos para
las partes.

Observando este cuadro se percibe que, en principio, no existirían


diferencias entre la conciliación, la negociación, la mediación. Y en verdad,
la mediación es un proceso de negociación entre partes, asistidos o
apoyados por uno o dos mediadores profesionales, neutrales, quienes tiene
un rol activo en el proceso pero no son los que va a adoptar la resolución
final, no son jueces, sino que su función es, a través de diversas técnicas y
herramientas, colaborar y trabajar con las partes, para que ellas puedan
arribar a un acuerdo satisfactorio para ambas. Mientras que el proceso de
negociación es directo entre partes, y no existe la colaboración ni la
participación de ningún tercero en el mismo. Y en la conciliación la gran
diferencia con la mediación radica en el rol que cumple ese tercero, ya que
en este procedimiento tiene un rol muy pasivo.

Con el resto de los mecanismos las diferencias son más importantes, y están
claramente desarrolladas en el cuadro y en los conceptos descriptos
anteriormente.

Se podría afirmar que un proceso lógico a los fines de resolver un conflicto


debería ser, que en primera instancia las partes, entre ellas, negociando,
intenten lograr una solución acordada y que dé por terminado ese
problema.

Pero, cuando los actores en el proceso afrontan problemas de


comunicación, por su alta emotividad u otro impedimento, lo que pone en
riesgo la posibilidad de una solución negociada, se puede intentar una
conciliación con la presencia del tercero, por ejemplo un juez de paz.

Si la comunicación y el diálogo se traban, y no se puede avanzar, se podría


recurrir a la mediación. La mediación constituye, como se dijo
anteriormente, una variante del proceso de negociación. Si bien se aplican a
ésta las mismas reglas generales, difiere de la negociación en que entra en
escena un tercero neutral denominado mediador. El rol del mediador, a
diferencia del que participa en la conciliación, es que cumple un rol activo,
el de facilitador, quien recoge inquietudes, traduce estados de ánimo y
ayuda a las partes a confrontar sus pedidos con la realidad. En su rol, el
mediador calma los ánimos exaltados, rebaja los pedidos exagerados,
explica posiciones y recibe confidencias. El mediador debe ganarse la
confianza de ambas partes. Y siempre seguirán siendo las partes las que
arriben o no a la solución.

Tanto para la conciliación, la negociación como para la mediación, el


proceso es clásico, flexible y elaborado a la medida de las partes.

Si después de haber intentado estos mecanismos, el conflicto aún no ha


podido ser resuelto y las partes no han podido lograr un acuerdo entre ellas,
entonces se ven obligados a buscar otra forma de resolver el conflicto
existente, y la opción siguiente es recurrir a un tercero para que en su
carácter de árbitro de una solución al problema. Solución que las partes por
sí mismas y con colaboración de terceros no pudieron encontrar. En este
caso estamos en un nivel más formal, rígido y elaborado.

Y en el último escalón y al nivel más alto, está situada la herramienta que


debería ser aplicada cuando todos los procesos y métodos anteriores

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fracasaron, o sólo para aquellos conflictos que no pueden ser resueltos por
vías alternativas, pero que lamentablemente, es la primera a la que se
recurre para dar solución a éstos, y es el proceso judicial, litigio o
adjudicación judicial.

Este proceso es aun más formal y definitivamente más impersonal. En esta


modalidad las partes recurren a los tribunales, sujetando el resultado a lo
que se pueda probar así como a las normas de los Códigos de
Procedimientos y leyes o reglamentos. Lo que prima no es la verdad sino la
verdad legal. En este mecanismo de resolución de conflicto, se aplican
criterios de un mundo normativo formal, legal, los que recaen sobre hechos
que deben probarse en los expedientes. Y siempre uno gana y otro pierde,
uno tiene el derecho y el otro no lo tiene. La relación social en estos casos
queda definitivamente dañada, y una de las partes, buscará en algún
momento, tomar revancha de ese fallo en el que salió perdedor.

Además, teniendo en cuenta lo visto hasta aquí debemos saber que este
último proceso será posible de concretarse cuando en el conflicto sea de la
categoría de una conducta prohibida contra una conducta permitida, ya que
si nos encontramos en uno del tipo de permitido vs. permitido, será
imposible resolverlo por la vía judicial, con lo que el conflicto quedará
irresuelto y con las consecuencias que esa situación genera para cualquier
tipo de relación social.

Para cerrar este aspecto, podemos reiterar que el proceso integral para
lograr la resolución de un conflicto, debe ir de menor a mayor en relación a
los métodos o mecanismos que se decide utilizar. Empezando siempre por
el menor conflictividad, menor costo, tanto económico como en el tiempo y
sin la intervención de nadie más que la partes; luego, si esto no funcionó,
buscar la ayuda de un tercero; si también fracasa, pues se le solicitará a una
persona elegida y acordada entre ambas partes, que tome esa decisión; y si
ya es imposible llegar a una solución, pues bien, se deberá recurrir a un
juez, y se aceptará indefectiblemente la decisión final.

Todo este desarrollo, como se ha dicho, no se lleva a la práctica en la


realidad, ya que cuando existe un conflicto determinado, y que por razones
económicas o sociales se justifique, directamente se lo somete a los
tribunales de justicia. Y si el aspecto económico es muy reducido,
directamente se lo deja sin resolución, ya que no justifica iniciar todo un
proceso que llevará años de duración y con un alto costo económico.

Esto ha generado dos consecuencias muy graves, tal como lo dijimos


anteriormente: una, que producto de que todo tipo de conflicto se
judicializa, la estructura del poder judicial no soporta, y se encuentra
absolutamente colapsada, lo que conlleva a una mayor demora en los
trámites, pérdidas de expedientes, y demás consecuencias.

Por otro lado, la segunda consecuencia gravísima que se observa, es que por
los costos que conlleva presentar una demanda judicial, y la demora en
resolverse, el servicio público de justicia no se encuentra al alcance de todos
los ciudadanos, es decir, que por razones socio-económicas sectores
importantes de la población no tienen un adecuado acceso a la justicia.

Pues bien, todos los procesos de resolución alternativa de conflictos que


estamos viendo, pueden llegar a ser un importante aporte para resolver
estos problemas. Cuidado, no se encuentra en ellos solos la solución, pero si

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pueden colaborar en descomprimir las barandillas de los tribunales y
además estar a disposición de todos los ciudadanos. Definitivamente, se
reitera, que existen conflictos que por su envergadura y consecuencia
sociales deben ser siempre resueltos por el poder judicial, pero los
problemas de todos los días pueden ser arreglados en estas instancias
alternativas.

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