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Los Brujos de Ilamatepeque

El relato se centra en el municipio de Ilamatepeque, Santa Bárbara, una comunidad inmersa en el


retraso cultural y el analfabetismo de la mayor parte de sus pobladores.
En la obra se narra la trágica historia de los hermanos Doroteo y Cipriano Cano, ambos oriundos
de esa comunidad y ex soldados del gobierno federal del General Francisco Morazán Quezada.
Luego de un largo período, los Cano decidieron regresar a Ilamatepeque, adonde se llevaron una
gran sorpresa al ver el fatal cambio del pueblo dominado en ese tiempo por Gervasio Lázaro.
En poco tiempo, los Cano se hicieron de renombre en el poblado, se hablaba de ellos con mucho
respeto, de igual manera, recetaban a sus vecinos, tradicionales remedios caseros, enriquecidos
con las experiencias de sus agitadas vidas.
Plantearon posibles reformas, y sugirieron la fundación de una escuela, acto que no fue bien visto
por los jefes del pueblo, quienes respondieron con disgusto a la sugerencia, ya que conocían sus
ideas revolucionarias.
La superstición y la ignorancia de las autoridades, originó que los Cano fueran condenados a morir
por el simple hecho de haber seguido los ideales de Morazán, en el intento de transformar las
instituciones sostenidas por la aristocracia y los sectores más testarudos de la iglesia.
Desde ese momento, los entrañables hermanos Cano, fueron catalogados como “brujos” y fueron
acusados de perturbar el orden conservador, al ejercer la magia entre el pueblo y hacer pacto con
el demonio, injuriando que tenían la capacidad de convertirse en animales para abusar de los
pobladores, así como de “introducirles” tortugas a sus enemigos para matarlos.
Como era de esperarse, la acusación terminó en un juicio en el que la única manera de pagar el
supuesto acto ilícito era en el salón de fusilamiento, adonde murieron con la frente en alto por la
misma causa que asesinaron al gran paladín centroamericano.
El cuento abre con la llegada de los hermanos Cano a Ilamatepeque, un pueblo que no ha cambiado
desde hace diez años, cuando ellos se fueron para servirle al General Morazán. La razón de su
regreso no se sabe hasta más adelante; se habían atrevido a regresar a pesar de que habían dado
órdenes de que a todos los morazanistas los tenían que matar, y ellos querían volver a su pueblo.
Amaya-Amador ensaya por primera vez la modalidad histórica de la novela. Su lectura tiene la
virtud de trasladarnos a un hecho trágico de la historia centroamericana: la caída de la revolución
morazanista y el retorno de la "reacción inquisitorial" a nuestros países, cuyas sombras espesas
aún hacen sentir sus efectos paralizantes.
Parrafo Bibliografico
Ramón Amaya Amador nació en 1916 y falleció trágicamente en un accidente de aviación en 1966.
Su obra estuvo marcada por la realidad social hondureña. Al cumplirse el 25º aniversario de su
muerte, su obra fue declarada tesoro cultural de Honduras.
Navegó fluidamente a través de la novela, el cuento, el ensayo, la poesía, el teatro y su obra ha sido
traducida al alemán, checoslovaco, chino, ruso e inglés. Es uno de los autores más leídos en
Honduras, gracias a sus novelas Prisión Verde, Cipotes y Los Brujos de Ilamatepeque.

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