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Foto. Equipo de campo de geólogo, se observan martillo (“cateador”), brújula, GPS, radio
comunicador; B) Materiales a utilizar para la prospección geoquímica: guantes, tamices,
lavatorios, floculante y paleta.
Muestreo de suelos
Excelentes para una prospección “táctica” (detalle a semidetalle). Bajo el punto de vista de la
geoquímica, el horizonte B (de acumulación) presenta un gran interés, ya que es ahí donde suelen
concentrarse de preferencia los elementos químicos.
Figura. Perfil general de suelos (Levinson, 1974).
Con respecto a las muestras y método de recolección, esto puede variar mucho en función de la
escala y dimensiones de la zona de trabajo; lo mismo se puede decir de la geometría del muestreo,
ya que sobre esta mandará la orografía del terreno. Pero digamos lo siguiente, uno a dos kilos de
muestra serán más que suficiente; eviten coger trozos de roca y vegetación si la hubiera.
Muestreo de sedimentos fluviales (“stream-sediment”)
Recomendados para una prospección estratégica (escala regional). Los sedimentos clásticos están
compuestos principalmente por los productos menos solubles de la meteorización. Los metales y
metaloides son adsorbidos en los sedimentos minerales de arcillas y oxihidróxidos de Fe o Mn.
Es un método de muestreo muy simple, pero eso sí, hace falta entender la geología y el carácter
general de cuenca hidrográfica.
Al respecto, tres ideas principales a tener en mente durante una campaña de exploración
geoquímica en la que se vayan a utilizar plantas: 1) determinar que especies concentran el metal
de interés; 2) determinar que partes de la planta presentan las mayores concentraciones y en este
sentido, intentar muestrear solo los órganos de interés que pueden ser el tallo, las hojas, las flores,
o las semillas; 3) y por último, muy importante, que la planta tenga “amplia” distribución en la
zona de trabajo.
Análisis químicos
Th = X + 2S (Desviación estándar)
La figura superior nos muestra una clásica población “normal”, la famosa campana de Gauss. Es
decir, nos referimos a una distribución continua de frecuencia definida por una función
denominada curva de densidad que se aproxima al histograma (observaciones reales). El área bajo
la curva es = 1, esto es, bajo esta se encuentra el 100% de los datos observados. ¿Pero buscamos
distribuciones normales? Aquí está el quid de la cuestión, porque lo que de verdad nos interesa
no son las poblaciones “normales” sino que los casos “raros”, a ser posible, “poblaciones raras”.
En este sentido, puede ser infinitamente más interesante que los datos se agrupen en “dos”
poblaciones (población “bimodal”):
Todo lo dicho anteriormente sobre las anomalías y distribuciones de datos vale para cualquier
tipo de geoquímica que estemos realizando, suelos, sedimentos, aguas o plantas. Revisaremos a
continuación los principales medios que se pueden muestrear:
Conclusiones
Las premisas geológicas sobre la cuales se conduce el trabajo de prospección que incluyen el tipo
del depósito, el marco geológico y estilo de la mineralización buscado, deben ser respaldadas por
datos relevantes de campo y un enfoque científico razonable.
La interpretación comprensiva y continua de todos los datos de la prospección es una actividad
esencial durante todas las etapas del proyecto o prospecto. Esta interpretación debe basarse en
toda la información recogida a la fecha, ser sistemático y minucioso, descrito y documentado y
discutir cualquier información que parezca inconsistente con la interpretación seleccionada.
Cualquier plan para el trabajo futuro debe identificar objetivos y programas de prospección.