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PROSPECCIÓN GEOQUIMICA

La geoquímica es una disciplina que utiliza en forma conjunta el conocimiento y la comprensión


de los principios y procesos de la química y la geología para resolver, dentro del campo de la
geología, los problemas teóricos y aplicados.
La geoquímica aplicada se entiende como la búsqueda de recursos naturales (tanto metales y no
metales, como petróleo y gas natural), inicialmente en grandes zonas y posteriormente en zonas
de interés.

Muestras de la Geoquímica Aplicada


Muestreo de rocas
El muestreo de rocas es la más variada de las técnicas que el geólogo de exploración ejecuta
durante las fases de reconocimiento geológico, prospección, exploración, y vida útil de la mina.
El principal objetivo del explorador es lograr el acceso y reconocimiento de las rocas
contenedoras de la mineralización (usualmente denominadas roca caja, roca encajonan te o roca
huésped). El muestreo puede ser calicatas, trincheras, galerías, etc. Cada una de estas variantes
de afloramientos, obligarán a la utilización de los métodos de muestreo, tales como el muestreo
en canaletas, muestreo de esquirlas (chips) y muestreo selectivo.
Foto. Muestreo geoquímico de roca por trabajadores capacitados, obsérvese los equipos de
protección personal utilizados.

Foto. Muestreo en trincheras y canaletas.

Foto. Equipo de campo de geólogo, se observan martillo (“cateador”), brújula, GPS, radio
comunicador; B) Materiales a utilizar para la prospección geoquímica: guantes, tamices,
lavatorios, floculante y paleta.
Muestreo de suelos
Excelentes para una prospección “táctica” (detalle a semidetalle). Bajo el punto de vista de la
geoquímica, el horizonte B (de acumulación) presenta un gran interés, ya que es ahí donde suelen
concentrarse de preferencia los elementos químicos.
Figura. Perfil general de suelos (Levinson, 1974).

Foto. A) Calicata de 1 m. de profundidad, fotografía tomada para la base de datos; B)


Extracción de la muestra de suelo en un balde plástico para ser tamizada.

Con respecto a las muestras y método de recolección, esto puede variar mucho en función de la
escala y dimensiones de la zona de trabajo; lo mismo se puede decir de la geometría del muestreo,
ya que sobre esta mandará la orografía del terreno. Pero digamos lo siguiente, uno a dos kilos de
muestra serán más que suficiente; eviten coger trozos de roca y vegetación si la hubiera.
Muestreo de sedimentos fluviales (“stream-sediment”)
Recomendados para una prospección estratégica (escala regional). Los sedimentos clásticos están
compuestos principalmente por los productos menos solubles de la meteorización. Los metales y
metaloides son adsorbidos en los sedimentos minerales de arcillas y oxihidróxidos de Fe o Mn.
Es un método de muestreo muy simple, pero eso sí, hace falta entender la geología y el carácter
general de cuenca hidrográfica.

Foto. Puntos recomendados a lo largo de la quebrada para la extracción de muestra de


sedimentos.
Aguas
Las aguas son otro de los medios muestreables y en ocasiones pueden ser de extraordinaria
utilidad. En este sentido solo hay que tener en cuenta lo siguiente, los ríos “cambian”, existen
variaciones notables de carácter estacional de caudal y precipitación de minerales en función del
Eh-pH del medio fluvial. Así, no será lo mismo muestrear un río durante la estación de lluvias
que hacerlo durante el período seco, ya que obviamente variarán las concentraciones de los
metales. La situación puede ser aún más compleja, ya que durante la estación seca pueden
aumentar las concentraciones, sin embargo algunos minerales como la goethita pueden empezar
a precipitar y a secuestrar importantes cantidades de metaloides como el arsénico de la solución
(Oyarzun et al., 2006).
Conviene por tanto realizar “al menos” dos muestreos en los ríos, uno durante la estación lluviosa
y otra durante la estación seca. Con respecto a la toma de muestra, un litro puede estar bien. El
agua deberá ser envasada en botellas de plástico (teflón a ser posible) y la muestra acidulada con
unas pocas gotas de ácido. Esto es importante para evitar la precipitación de metales en el
recipiente.
Muestreo de plantas
El uso de la vegetación como método de prospección se basa en la respuesta de las plantas al
substrato químico que las soporta. La biogeoquímica se adapta muy bien a aquellas regiones que
presentan una vegetación muy densa y donde la cartografía geológica es difícil realizar (ausencia
de afloramientos).

Al respecto, tres ideas principales a tener en mente durante una campaña de exploración
geoquímica en la que se vayan a utilizar plantas: 1) determinar que especies concentran el metal
de interés; 2) determinar que partes de la planta presentan las mayores concentraciones y en este
sentido, intentar muestrear solo los órganos de interés que pueden ser el tallo, las hojas, las flores,
o las semillas; 3) y por último, muy importante, que la planta tenga “amplia” distribución en la
zona de trabajo.
Análisis químicos

Tratamiento estadístico de datos


La geoquímica consiste básicamente en el hallazgo de anomalías; la “anomalía” es una desviación
de las características que son “normales” para una población de datos de un ambiente
geomorfológico-geológico-geoquímico. Merced a estadística básica se determinan el valor de
fondo (“background”), las limitaciones de fluctuación local y regional (“thresholds”), y el valor
por encima del cual, una concentración geoquímica puede considerarse anómala (anomalía).

Th = X + 2S (Desviación estándar)

Figura. Parámetros geoquímicos de una distribución, representados en un histograma de barras.


El 95.0% caen entre el valor medio más/menos dos veces la desviación estándar, por lo tanto el
2.5% aproximado que excede a este límite superior es considerado como un valor anómalo.
Existen muchos programas que realizan todo tipo de cálculos, pero el problema está ahí,
cualquiera puede apretar teclas y botones, pero pocos sabrán (de verdad) “qué” están haciendo.

La figura superior nos muestra una clásica población “normal”, la famosa campana de Gauss. Es
decir, nos referimos a una distribución continua de frecuencia definida por una función
denominada curva de densidad que se aproxima al histograma (observaciones reales). El área bajo
la curva es = 1, esto es, bajo esta se encuentra el 100% de los datos observados. ¿Pero buscamos
distribuciones normales? Aquí está el quid de la cuestión, porque lo que de verdad nos interesa
no son las poblaciones “normales” sino que los casos “raros”, a ser posible, “poblaciones raras”.
En este sentido, puede ser infinitamente más interesante que los datos se agrupen en “dos”
poblaciones (población “bimodal”):

Todo lo dicho anteriormente sobre las anomalías y distribuciones de datos vale para cualquier
tipo de geoquímica que estemos realizando, suelos, sedimentos, aguas o plantas. Revisaremos a
continuación los principales medios que se pueden muestrear:
Conclusiones
Las premisas geológicas sobre la cuales se conduce el trabajo de prospección que incluyen el tipo
del depósito, el marco geológico y estilo de la mineralización buscado, deben ser respaldadas por
datos relevantes de campo y un enfoque científico razonable.
La interpretación comprensiva y continua de todos los datos de la prospección es una actividad
esencial durante todas las etapas del proyecto o prospecto. Esta interpretación debe basarse en
toda la información recogida a la fecha, ser sistemático y minucioso, descrito y documentado y
discutir cualquier información que parezca inconsistente con la interpretación seleccionada.
Cualquier plan para el trabajo futuro debe identificar objetivos y programas de prospección.

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