Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
INTRODUCCIÓN: POSIBLES FORMAS DE forma paradójica, el sueño puede contribuir a aliviar algunos
ASOCIACIÓN ENTRE CEFALEA Y SUEÑO ataques de dolor de cabeza. Aún más sorprendente es el hecho
La naturaleza exacta de la relación entre cefalea y sueño es des- de que algunas cefaleas primarias puedan ocurrir durante el sue-
conocida, aunque se sabe que es bidireccional y compleja. Tan- ño, además de en vigilia –como la cefalea en racimos (CR), he-
to la deprivación de sueño como el sueño excesivo pueden de- micránea paroxística crónica (HPC) y de nuevo la migraña–, o
sencadenar cefaleas, sobre todo migrañas. Pero, a su vez, y de bien suceder sólo y exclusivamente durante el sueño –cefalea
hípnica (CH)– [1].
Aceptado tras revisión externa: 01.08.08. La cefalea y los trastornos del sueño pueden interaccionar
a
Sección de Neurología. Hospital Ntra. Sra. de Sonsoles. Ávila. b Servicio
de tres formas distintas [2].
de Neurología. Clínica Quirón. Madrid, España.
Cefalea como consecuencia de un trastorno del sueño
Correspondencia: Dra. Ana Belén Caminero. Sección de Neurología. Hos-
pital Ntra. Sra. de Sonsoles. Ctra. Madrid, km 109. E-05004 Ávila. Fax: Trastornos del sueño, bien primarios (tales como un síndrome
+34 920 358 024. E-mail: acaminero@hnss.sacyl.es de apnea obstructiva del sueño, un síndrome de piernas inquie-
© 2008, REVISTA DE NEUROLOGÍA tas, un insomnio psicofisiológico y otros) o secundarios (sín-
Tabla. Criterios diagnósticos de la cefalea hípnica. ños como en adultos. El mecanismo de los trastornos del sueño
en estas cefaleas crónicas se ha atribuido a la presencia de una
A. Ataques de cefalea sorda que cumplen los criterios B-D depresión subyacente o trastorno por ansiedad.
B. La cefalea se desarrolla exclusivamente durante el sueño
y despierta al paciente Cefalea y sueño se relacionan de forma intrínseca
Algunas cefaleas primarias pueden ocurrir durante el sueño diur-
C. Al menos están presentes dos de las siguientes características:
no o nocturno, además de en vigilia (migraña, CR, HPC) y una
1. Ocurre más de 15 veces por mes cefalea, habitualmente primaria (CH), que ocurre exclusivamen-
te durante el sueño [4]. Estas cefaleas primarias con frecuencia
2. Dura al menos 15 minutos tras despertar al paciente
ocurren durante estadios específicos del sueño y, por ello, pue-
3. Ocurre por primera vez después de los 50 años den estar asociadas íntimamente con la fisiología del sueño en
sí misma. La migraña parece ocurrir en asociación con el sueño
D. No hay síntomas vegetativos acompañantes, y como mucho está
presente uno de los siguientes: náuseas, fotofobia o sonofobia REM y en asociación con cantidades excesivas de sueño III, IV
y sueño REM. Los ataques de CR y HPC predominan durante el
E. No se atribuye a ningún otro trastorno sueño y con frecuencia ocurren durante el REM, particularmen-
te en presencia de un síndrome de apnea obstructiva del sueño.
– Eferencias. Las tasas de descarga del NSQ son altas duran- inducir el inicio del sueño, independientemente del ritmo endó-
te el día, cuando los niveles de luz medioambiental son ele- geno circadiano subyacente.
vados. Las principales eferencias se dirigen hacia otros nú- Cada vez más datos apoyan el papel de la melatonina en la
cleos hipotalámicos, núcleos del TE, núcleos talámicos y patogenia y tratamiento de algunas cefaleas primarias y, por lo
homolateralmente hacia el funículo lateral de la ME cervi- tanto, la existencia de una relación estrecha entre la biología cir-
cal, en concreto hacia los cuerpos neuronales del núcleo in- cadiana del ciclo sueño-vigilia y la génesis de ciertas cefaleas:
termedio lateral (fibras simpáticas preganglionares) [33]. – Los ritmos circadianos de melatonina están alterados en los
Entre los núcleos hipotalámicos, tenemos eferencias hacia pacientes con CR, cuya clínica tiene ciertas semejanzas con
el núcleo paraventricular del hipotálamo (que tiene efecto la CH [42]. La melatonina puede ser eficaz en la profilaxis
amplificador de las eferencias del NSQ y contribuye al de la CR [43]. Asimismo, la secreción de melatonina tam-
control antinociceptivo del dolor, enviando proyecciones bién se ha visto disminuida en algunos pacientes migrañosos
descendentes directas hacia la ME, a través del funículo [44]. Desafortunadamente, no se dispone de información so-
dorsolateral; el núcleo paraventricular posteriormente trans- bre los ritmos de melatonina en los pacientes con CH.
mite la información a la glándula pineal para regular la se- – La melatonina también ha demostrado eficacia en la preven-
creción de melatonina), hacia núcleos posteriores hipotalá- ción de algún caso de CH [26].
micos (para el control del ciclo vigilia-sueño) y hacia el nú- – Una evidencia indirecta del papel de la melatonina en la pa-
cleo dorsomedial. togenia de algunas cefaleas primarias, y entre ellas la CH,
procede de la efectividad del litio en estas cefaleas. El litio
Entre los núcleos troncoencefálicos, ya se ha comentado la exis- aumenta la absorción de triptófano y promueve su transfor-
tencia de conexiones recíprocas con la SGPA y con los NR para mación en serotonina; ambos sirven como precursores de la
el control del dolor. síntesis de la melatonina. El efecto terapéutico del litio pue-
de estar mediado, al menos parcialmente, por un aumento
Hipotálamo posterior en la concentración de melatonina [45].
Contribuye al mantenimiento de la vigilia, y también forma par-
te de una red central involucrada en funciones homeostáticas y Los mecanismos por los cuales la melatonina puede exhibir pa-
de control del dolor. Recibe y envía proyecciones a muchos gru- pel analgésico incluyen:
pos neuronales del sistema nervioso central, tales como corteza – Potenciación de la acción inhibitoria gabérgica. Por tanto, la
cingulada anterior, otros núcleos hipotalámicos (preóptico y la- disminución de melatonina puede reducir el umbral de acti-
teral), SGPA, núcleos serotoninérgicos, colinérgicos e histami- vación de los circuitos del dolor normalmente inhibidos por
nérgicos. Proyecta al tálamo, subtálamo, cerebro basal, SGPA, el ácido γ-aminobutírico [43].
otros núcleos del TE y núcleo caudal del trigémino [34]. – Modulación de la entrada de calcio en las células, por lo que
una reducción en la melatonina podría alterar el tono o vaso-
Hipotálamo lateral rreactividad de los vasos sanguíneos cerebrales. Aún más, se
Contiene neuronas orexinérgicas implicadas en el mantenimien- han identificado receptores de melatonina en las arterias ce-
to de la vigilia y en la promoción de la actividad motora duran- rebrales, y también se ha visto que la melatonina modula los
te ésta [35,36]. receptores serotoninérgicos 5-HT2 en las arterias cerebrales.
El antagonismo de este receptor lo explotan fármacos que se
Núcleo paraventricular usan en la prevención de la migraña y la CR (flunaricina,
Envía proyecciones directas hacia las láminas I y V del asta dor- metisergida, ciproheptadina y betabloqueadores) [46].
sal de la ME, a través del funículo dorsolateral, o bien proyec- – La melatonina inhibe la síntesis de prostaglandina E2, que
ciones a su equivalente en el núcleo espinal del trigémino. promueve inflamación estéril perivascular (neurogénica) y
activa las aferentes nociceptivas trigeminovasculares [47].
Glándula pineal y melatonina
La glándula pineal recibe, a través del núcleo paraventricular del Con la edad, se produce una pérdida de células en el NSQ, por
hipotálamo, la información fótica de la retina que llega al NSQ. lo que su función circadiana y homeostática fracasa. Disminu-
Asimismo, recibe también dicha información a través de una ye, por tanto, la actividad del eje hipotálamo-pineal y se altera
vía más indirecta, mediada por el hipotálamo lateral y la médu- el ritmo endógeno de melatonina [39]. La disminución de mela-
la torácica [37,38]. tonina nocturna conlleva un trastorno en el control del ciclo vi-
La glándula pineal y su hormona, la melatonina, tienen un gilia-sueño (desorganización de la arquitectura del sueño, con
papel importante en el mantenimiento del equilibrio homeostá- disminución del sueño nocturno y aumento de siestas diurnas),
tico y adaptación de los sistemas biológicos a los cambios me- en la organización intrínseca de otros múltiples ritmos circadia-
dioambientales [39]. El ritmo diario sérico de la concentración nos y en el control antinociceptivo. Esto podría traer como con-
de melatonina va paralelo al ciclo día-noche, pero tiene su ritmo secuencia el desarrollo de cefaleas nocturnas en personas bioló-
circadiano propio, de origen endógeno y procedente de señales gicamente predispuestas, lo que permite explicar el ritmo circa-
originadas en el NSQ. En humanos, su secreción aumenta tras diano y ultradiano, así como la aparición del dolor casi siempre
el inicio de la oscuridad, alcanza un pico en la mitad de la noche a la misma hora, en los casos de CH. Asimismo, explicaría tam-
(2-4 AM), para decaer gradualmente con posterioridad [40,41]. bién que se trate de un fenómeno dependiente de la edad.
La infusión de melatonina, en el humano, actúa como un sincro-
nizador de la temperatura corporal y del ciclo vigilia-sueño, e Litio
induce una respuesta de fase en el reloj circadiano y una curva La teoría de que un reloj biológico es el sitio clínicamente rele-
fase-respuesta. Un aumento en su concentración sérica puede vante de la acción del litio viene apoyada por la efectividad de
este agente en trastornos fásicos, como la CR, la migraña cícli- de ser uno de los mecanismos que explique su efectividad en es-
ca, la enfermedad bipolar y la CH [48-51]. A pesar de su amplio te trastorno [49].
uso, su mecanismo de acción no se conoce. Estudios en anima- Bajo condiciones normales, un ritmo generado por un mar-
les de experimentación han mostrado que el litio ejerce algunos capasos es transmitido a las sinapsis, donde un ritmo receptor
efectos en el metabolismo cerebral de la serotonina en distintos evoca un segundo mensajero, que, de hecho, modula la neuro-
niveles, concretamente en la recaptación del precursor (triptófa- transmisión. Se cree que el litio actúa en este sistema de segun-
no), síntesis, almacenamiento, catabolismo, liberación e inter- do mensajero y ejerce así sus efectos prominentes en los ritmos
acciones receptor-efector [52,53]. Por tanto, aumenta y estabili- circadianos. Las acciones del litio en este ciclo pueden, por tan-
za la neurotransmisión serotoninérgica en el sistema nervioso to, subyacer a sus efectos terapéuticos [57,58,61].
central, particularmente en el hipocampo, sitio en el cual los re-
ceptores de serotonina están regulados a la baja durante el trata-
miento con litio [54-56]. También el marcapasos hipotalámico CONCLUSIÓN
está inervado serotoninérgicamente, y quizás sea ésta la base Las redes neurales que controlan los ciclos vigilia-sueño y el do-
por la que el litio ejerce sus efectos en los ritmos circadianos, lor tienen distintos puntos de entrecruzamiento en las estructuras
enlenteciéndolos y alterándolos [57,58]. troncoencefálicas e hipotalámicas. Asimismo, los principales,
Se ha visto que el litio aumenta los niveles de melatonina pero no únicos, neurotransmisores involucrados en ambos cir-
nocturna en pacientes con CR, debido a que ambos, el triptófa- cuitos son la serotonina y la noradrenalina. Disfunciones en es-
no y la serotonina, son precursores de la melatonina [45]. tas redes neuronales en el troncoencéfalo (sobre todo núcleos se-
Estudios polisomnográficos en voluntarios sanos y en pa- rotoninérgicos) o el hipotálamo (NSQ y melatonina) pueden ex-
cientes deprimidos han mostrado que la administración de litio plicar cefaleas nocturnas que se inician en la fase REM del sue-
disminuye significativamente el sueño REM [59,60]. Éste pue- ño y que afectan a personas biológicamente predispuestas.
BIBLIOGRAFÍA
1. Rains JC, Poceta JS. Sleep-related headache syndromes. Semin Neurol 21. Lydic R. Central regulation of sleep and autonomic physiology. In Ly-
2005; 25: 69-80. dic R, Biebuyck JF, eds. Clinical physiology of sleep. Bethesda: Ame-
2. Dodick DW, Eross EJ, Parish JM, Silber M. Clinical, anatomical, and rican Physiological Society; 1988. p. 1-19.
physiologic relationship between sleep and headache. Headache 2003; 22. Millan MJ. Descending control of pain. Prog Neurobiol 2002; 66: 355-
43: 282-92. 474.
3. Paiva T, Farinha A, Martins A, Batista A, Guilleminault C. Chronic 23. Fields HL, Basbaum AI. Central nervous system mechanisms of pain
headaches and sleep disorders. Arch Intern Med 1997; 157: 1701-5. modulation. In Wall PK, Melzack R, eds. Textbook of pain. 3 ed. Edin-
4. Evans RW, Dodick DW, Schwedt TJ. The headaches that awake us. burgh: Churchill-Livingstone; 1994. p. 1-19.
Headache 2006; 46: 678-81. 24. Willis WD, Westlund KN. Neuroanatomy of the pain system and of the
5. Smeyers-Durá P. Cefaleas en la infancia: asociación a trastornos del sue- pathways that modulate pain. J Clin Neurophysiol 1997; 14: 2-31.
ño e implicaciones psicológicas. Rev Neurol 1999; 28 (Supl 2): S150-5. 25. Weiller C, May A, Limmroth V, Juptner M, Kaube H, Schayck RV, et
6. Ohayon MM. Prevalence and risk factors of morning headaches in the al. Brainstem activation in spontaneous human migraine attacks. Nat
general population. Arch Intern Med 2004; 164: 97-102. Med 1995; 1: 658-60.
7. Paiva T, Batista A, Martins P, Martins A. The relationship between 26. Dodick DW. Polysomnography in hypnic headache syndrome. Head-
headaches and sleep disturbances. Headache 1995; 35: 590-6. ache 2000; 40: 748-52.
8. Headache Classification Subcommittee of the International Headache 27. Lydic R, McCarley RW, Hobson JA. The time-course of dorsal raphe
Society. The International Classification of Headache Disorders, 2 edi- discharge, PGO waves, and muscle tone averaged across multiple sleep
tion. Cephalalgia 2003; 24 (Suppl 1): S9-160. cycles. Brain Res 1983; 274: 365-70.
9. Ralph MR, Foster RG, Davis FC, Menaker M. Transplanted suprachias- 28. Sahota PK, Dexter JD. Sleep and headache syndromes: a clinical re-
matic nucleus determines circadian period. Science 1990; 247: 975-8. view. Headache 1990; 30: 80-4.
10. Iguichi H, Kato KI, Ibayashi H. Age-dependent reduction in serum me- 29. Morairty S, Rainnie D, McCarley R, Greene R. Disinhibition of ven-
latonin concentrations in healthy human subjects. J Clin Endocrinol Me- trolateral preoptic area sleep-active neurons by adenosine: a new me-
tab 1982; 55: 27-9. chanism for sleep promotion. Neuroscience 2004; 123: 451-7.
11. Cohen AS, Kaube H. Rare nocturnal headaches. Curr Opin Neurol 2004; 30. Harrington ME, Rusak B, Mistlberger RE. Anatomy and physiology of
17: 295-9. the mammalian circadian system. In Kryger MH, Roth T, Dement WD,
12. Carskadon MA, Dement WC. Normal human sleep: an overview. In eds. Principles and practice of sleep medicine. 2 ed. Philadelphia: W.B.
Kryger MH, Roth T, Dement WD, eds. Principles and practice of sleep Saunders; 1994. p. 286-300.
medicine. 2 ed. Philadelphia: W.B. Saunders; 1994. p. 16-25. 31. Mason R. Circadian variation in sensitivity of suprachiasmatic and la-
13. Borbély AA. Sleep homeostasis and models of sleep regulation. In teral geniculate neurones to 5-hydroxytryptamine in the rat. J Physiol
Kryger MH, Roth T, Dement WD, eds. Principles and practice of sleep 1986; 377: 1-13.
medicine. 2 ed. Philadelphia: W.B. Saunders; 1994. p. 309-20. 32. Miller JD, Morin LP, Schwartz WJ, Moore RY. New insights into the
14. Bliwise DL. Normal aging. In Kryger MH, Roth T, Dement WD, eds. mammalian circadian clock. Sleep 1996; 19: 641-67.
Principles and practice of sleep medicine. 2 ed. Philadelphia: W.B. 33. Moore RY. Organization and function of a central nervous system cir-
Saunders; 1994. p. 26-39. cadian oscillator: the suprachiasmatic hypothalamic nucleus. Fed Proc
15. Pace-Schott EF, Hobson JA. The neurobiology of sleep: genetics, cellular 1983; 42: 2783-9.
physiology and subcortical networks. Nat Rev Neurosci 2002; 3: 591-605. 34. May A, Kaube H, Büchel C, Eichten C, Rijntjes M, Juptner M, et al.
16. Steriade M. Arousal: revisiting the reticular activating system. Science Experimental cranial pain elicited by capsaicin: a PET study. Pain 1998;
1996; 272: 225-6. 74: 61-6.
17. Saper CB, Chou TC, Scammell TE. The sleep switch: hypothalamic 35. Adamantidis AR, Zhang F, Aravanis AM, Deisseroth K, De Lecea L.
control of sleep wakefulness. Trends Neurosci 2001; 24: 726-31. Neural substrates of awakening probed with optogenetic control of
18. Mignot E, Taheri S, Nishino S. Sleeping with the hypothalamus: emerg- hypocretin neurons. Nature 2007; 450: 420-4.
ing therapeutic targets for sleep disorders. Nat Neurosci 2002; 5 (Suppl): 36. Del Cid-Pellitero E, Garzón M. El sistema de neurotransmisión hipo-
S1071-5. cretinérgico/orexinérgico en la regulación de los estadios de vigilia y
19. Maquet P. Brain mechanisms of sleep: contributions of neuroimaging sueño. Rev Neurol 2007; 45: 482-90.
techniques. J Psychopharmacol 1999; 13 (Suppl 1): S25-8. 37. Korf HW, Wagner U. Evidence for a nervous connection between the
20. Massaquoi SG, McCarley RW. Extension of the limit cycle reciprocal brain and the pineal organ in the guinea pig. Cell Tissue Res 1980; 209:
interaction model of REM cycle control. An integrated sleep control 505-10.
model. J Sleep Res 1992; 1: 138-43. 38. Vigh B, Manzano MJ, Zadori A, Frank CL, Lukats A, Röhlich P, et al.
Nonvisual photoreceptors of the deep brain, pineal organs and retina. 50. Raskin NH. Short-lived head pains. Neurol Clin 1997; 15: 143-52.
Histol Histopathol 2002; 17: 555-90. 51. Gould JD, Silberstein SD. Unilateral hypnic headache: a case study.
39. Brzezinski A. Melatonin in humans. N Engl J Med 1997; 336: 186-95. Neurology 1997; 49: 1749-51.
40. Klein DC, Moore RY. Pineal N-acetyltransferase and hydroxyindole- 52. Wang HY, Friedman E. Chronic lithium: desensitization of autorecep-
O-methyl-transferase: control by the retinohypothalamic tract and the tors mediating serotonin release. Psychopharmacology (Berl) 1988; 94:
suprachiasmatic nucleus. Brain Res 1979; 174: 245-62. 312-4.
41. Reiter RJ. Pineal gland: interface between the photoperiodic environ- 53. Carli M, Afkhami-Dastjerdian S, Reader TA. Effects of a chronic lithi-
ment and the endocrine system. Trends Endocrinol Metab 1991; 2: 13-9. um treatment on cortical serotonin uptake sites and 5-HT1A receptors.
42. Leone M, Lucini V, D’Amico D, Moschiano F, Maltempo C, Fraschini Neurochem Res 1997; 22: 427-35.
F, et al. Twenty-four hour melatonin and cortisol plasma levels in rela- 54. Blier P, De Montigny C. Short-term lithium administration enhances
tion to timing of cluster headache. Cephalalgia 1995; 15: 224-9. serotonergic neurotransmission: electrophysiological evidence in the
43. Leone M, D’Amico D, Moschiano F, Fraschini F, Bussone G. Mela- rat CNS. Eur J Pharmacol 1985; 113: 69-77.
tonin versus placebo in the prophylaxis of cluster headache: a double- 55. Treiser SL, Cascio DS, O’Donohue TL, Thoa NB, Jacobowitz DM,
blind pilot study with parallels groups. Cephalalgia 1996; 16: 494-6. Kellar KJ. Lithium increases serotonin release and decreases serotonin
44. Brun J, Claustrat B, Saddier P, Chazot G. Nocturnal melatonin excre- receptors in the hippocampus. Science 1981; 213: 1529-31.
tion is decreased in patients with migraine without aura attacks associ- 56. Hotta I, Yamawaki S, Segawa T. Long-term lithium treatment causes
ated with menses. Cephalalgia 1995; 15: 136-9. serotonin receptor down-regulation via serotonergic presynapses in rat
45. Chazot G, Claustrat B, Brun J, Zaidan R. Effects on the patterns of brain. Neuropsychobiology 1986; 16: 19-26.
melatonin and cortisol in cluster headache of a single administration 57. Kafka MS, Wirz-Justice A, Naber D, Marangos PJ, O’Donohue TL, Wehr
of lithium at 7:00 pm daily over one week: a preliminary report. Phar- TA. Effect of lithium on circadian neurotransmitter receptor rhythms.
macopsychiatry 1987; 20: 222-3. Neuropsychobiology 1982; 8: 41-50.
46. Morgan PJ, Barrett P, Howell HE, Helliwell R. Melatonin receptors: 58. Kripke DF, Wyborney VG. Lithium slows rat circadian activity rhythms.
localization, molecular pharmacology and physiologic significance. Neu- Life Sci 1980; 26: 1319-21.
rochem Int 1994; 24: 101-46. 59. Billiard M. Lithium carbonate: effects on sleep patterns of normal and
47. Bettahi I, Guerrero JM, Reiter RJ, Osuna C. Physiological concentra- depressed subjects and its use in sleep-wake pathology. Pharmacopsy-
tions of melatonin inhibit the norepinephrine-induced activation of chiatry 1987; 20: 195-6.
prostaglandin E2 and cyclic AMP production in rat hypothalamus: a 60. Dürrigl V, Folnegovic-Smalc V, Hodoba D, Mestrovic B, Takac Z. Ef-
mechanism involving inhibition of nitric oxide synthase. J Pineal Res fects of lithium carbonate on the clinical picture and the sleep of de-
1998; 25: 34-40. pressive patients. Eur Neurol 1986; 25 (Suppl 2): 71-4.
48. Raskin NH. The hypnic headache syndrome. Headache 1988; 28: 534-6. 61. Drummond AH, Joels LA, Hughes PJ. The interaction of lithium ions
49. Newman LC, Lipton RB, Solomon S. The hypnic headache syndrome: with inositol lipid signalling systems. Biochem Soc Trans 1987; 15: 32-5.
a benign headache disorder of the elderly. Neurology 1990; 40: 1904-5.