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INDICE

INTRODUCCION ...............................................................................................................................................4
ÉTICA Y DEONTOLOGÍA EN CIRUGIA ........................................................................................................5
I. DEFINICION ...........................................................................................................................................5
II. HISTORIA DE LA ETICA MÉDICA .....................................................................................................5
III. ETICA MÉDICA PROFESIONAL: ...................................................................................................6
1.1 Bioetica quirúrgica: ........................................................................................................................7
1.2 Principios de la bioética: ...............................................................................................................7
IV. MÉDICO - CIRUJANO ÉTICO .........................................................................................................8
1.1. Deontología médica.......................................................................................................................8
1.2. Código de Ética y Deontología: ...................................................................................................8
1.3. Dignidad humana .........................................................................................................................11
1.4. Ética y moral .................................................................................................................................12
V. PACIENTE – HISTORIA CLÍNICA ....................................................................................................13
VI. CONSENTIMIENTO INFORMADO (CI) .......................................................................................15
VII. SECRETO PROFESIONAL: ..........................................................................................................16
VIII. RESPONSABILIDAD DEL MEDICO CIRUJANO .......................................................................17
IX. COMPORTAMIENTO ÉTICO DE LOS MEDICOS CIRUJANOS .............................................19
CONCLUSIONES ............................................................................................................................................24
BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................................................25

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INTRODUCCION

La cirugía es una actividad de la profesión médica, en que la mano aparece como un


ingrediente esencial del acto quirúrgico, el cual sin duda representa una invasión y agresión
cruenta en el paciente, con el objetivo supremo de beneficiar, de curar, de remediar, de
mejorar, etc., con la convicción absoluta de que es una opción terapéutica para cada caso
en particular, y ofrecer dentro de lo humanamente posible la eliminación de una patología,
bajo el sustento de la capacidad profesional y comportamiento ético, evitando al máximo los
riesgos.

En la historia de la medicina, la cirugía y la sociedad han tenido influencias mutuas, y es por


ello que la cirugía como acto terapéutico, ha exigido de siempre continuas reflexiones, acerca
de lo que los cirujanos han realizado en las diversas épocas y circunstancias históricas, en
donde su adiestramiento, profesionalismo y conductas éticas han permanecido indisolubles,
por lo que al juzgarlo así y retrospectivamente aceptar, que los cirujanos siempre han
intentado cumplir con destrezas, experiencias y actitudes de honestidad, con la intención
suprema de hacer un beneficio y de evitar daños innecesarios. Por supuesto que sus
capacidades profesionales y comportamientos éticos, han estado vinculados estrechamente
a los niveles de conocimientos y las circunstancias de las épocas que les tocó vivir.

Hoy en día existe la preocupación de lo que es la ética del cirujano ya que esta se ve afectada
por el comportamiento actual de los médicos cirujanos quienes se dejan llevar por sus
necesidades económicas, por la burocracia, por el mercantilismo, entre otras situaciones que
se pudieran dar, infringiendo la ética y el código de ética y deontología donde se ve plasmado
lo que debe, lo que le está permitido y prohibido hacer. Todo esto lleva a realizar cirugías
innecesarias y convirtiéndose en ser deshumano, no respetando la dignidad del paciente
como ser humano.

Es por esto que el presente trabajo está enfocado en la ética del cirujano, la responsabilidad
del acto quirúrgico basándose en el código de ética y deontología del colegio médico del
Perú.

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ÉTICA Y DEONTOLOGÍA EN CIRUGIA

I. DEFINICION:

La ética es la ciencia del comportamiento moral del ser humano, para adecuarlo
al bien del universo, de la sociedad y del individuo.”
Se ocupa de las normas de la conducta humana, compete a los actos humanos y
los califica como buenos o malos, a condición de que ellos sean libres, voluntario
y conscientes.

II. HISTORIA DE LA ETICA MÉDICA:


El ejercicio de la carrera de medicina, parece haber sido más antiguo que el de la
Medicina, pues, desde los albores de la humanidad, se dedicó a la curación de
las lesiones accidentales, visibles y explicables, habiendo estado bajo
regulaciones y merecido, casi siempre, el juicio crítico de la sociedad y sus
autoridades. Para ello se han establecido normas, regulaciones, y especialmente
códigos.

- Juramento hipocrático: Existe desde los tiempos precristianos donde


Hipócrates (PADRE DE LA MEDICINA), habló de los deberes éticos de los
médicos, del siglo V, A.C., que incorpora la Ética Médica como tal, vigente
hasta hace sólo 40 años.
- El código de Hammurabi: que data del año 1760 A.C. Consiste en un listado
de artículos sobre diferentes situaciones de vida, entre los cuales, respecto de
la cirugía, se puede leer lo siguiente:

218.- Si un médico hizo una operación grave con el bisturí


de bronce y lo ha hecho morir, o bien si lo operó de una
catarata en el ojo y destruyó el ojo de este hombre, se
cortarán sus manos.
220.- Si operó una catarata con el bisturí de bronce y ha
destruido su ojo, pagará en plata la mitad de su precio.

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- El primer código de ética se publicó en el siglo 5 con el título de Formula
Comitis Archiatrorum.
- Ya para fines del siglo 18, la ética médica se estructura más, y el inglés
Thomas Percival publica en 1794 un código de ética en que aparecen los
términos de ética y jurisprudencia médicas.
- Luego, durante el período altomedieval de la “medicina monástica”, los monjes
asumieron la práctica de la medicina y también de la cirugía, pero en forma
limitada, pues en 1163 se publica un edicto definitivo por el Concilio de Tours,
el cual prohibió la práctica de la cirugía a los monjes, bajo el lema: Ecclesia
abhorret a sanguine, (la Iglesia aborrece la sangre) (4).
- Posteriormente se han dado otras manifestaciones para regular el ejercicio
profesional, tales como la Oración de Maimónides del siglo XII, las normas de
ética del Royal College of Phycisians de Inglaterra, de 1543, las normas
regulatorias del ejercicio médico en el Protomedicato de Nueva España, en
1628, la obra “Observations on the Duties and Offices of a Physician and on
the Method of Prosecuting Enquirires in Philosophy”, de John Gregory, el Code
of Medical Ethics de Thomas Percival, de 1806, el Código de Ética de la
American Medical Association, de 1847.
- En el siglo XX se establecieron una serie de documentos en diferentes países,
instituciones y universidades, tales como la Declaración de Ginebra, el Código
Internacional de Ética Médica, el Código de Nuremberg y la Declaración de
Helsinki, promulgada por la Asociación Médica Mundial, la Carta de Derechos
de los Pacientes, del 8 de Enero de 1973, emitido por la Asociación Americana
de Hospitales (AHA).

III. ETICA MÉDICA PROFESIONAL:

La Ética profesional es ética aplicada la cual, a diferencia de la denominada ética


fundamental, está centrada ya de modo explícito en campos concretos de la
actividad humana, a los que “aplica” su saber fundamental, articulando
dialécticamente sus vertientes deontológicas y teleológicas, evitando caer en los
extremos del moralismo y el separatismo.

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1.1 Bioetica quirúrgica: «Bioética» (del griego bios, vida y ethos, ética). Es
un nombre nuevo, utilizado por vez primera por el oncólogo estadounidense
Van Rensselaer Potter en su libro “Bioética: un puente hacia el futuro” (1971),
En el que propone la siguiente definición de su neologismo:
«Puede definirse como el estudio sistemático de la conducta humana en el
área de las ciencias humanas y de la atención sanitaria, en cuanto se examina
esta conducta a la luz de valores y principios morales».
La Bioética tiene un objetivo eminentemente práctico, la toma de decisiones.
Carácter eminentemente práctico, operativo, frente al enfoque abstracto y
especulativo propio de las éticas filosóficas, así mismo presta singular
atención a los hechos, sobre todo a los hechos aportados por las ciencias
biomédicas. Por ello la toma de decisiones se basa siempre en hechos, que
en algunos casos son meramente empíricos, pero que en otros muchos, y en
particular en las ciencias de la salud, como consecuencia del gran avance
operado por las ciencias biomédicas y la tecnología sanitaria, tiene carácter
técnico y científico, lo que los suele dotar de una elevada complejidad.
Si bien la bioética parte de hechos, y de hechos complejos, no se queda ahí,
sino que intenta analizar todo el mundo de valores que acompañan a los
hechos, e integrarlos en la toma de decisiones, a fin de que sean técnicamente
correctas. Los valores convierten a las decisiones en éticamente buenas. Esta
es la razón de ser de la bioética y lo que justifica su propia denominación:
“No podemos olvidar que el procedimiento básico de educación en los valores
es la mimesis, la imitación de las conductas ejemplares. Lo cual exige del
médico, antes que nada y después de todo, ejemplaridad”.

1.2 Principios de la bioética: La ética médica se basa en cuatro


principios:
Principio de No Maleficencia: Primero no causar daño al
paciente (“primun non nocere”)

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ÉTICA Y DEONTOLOGÍA EN CIRUGÍA

Principio de Justicia: Todas las personas merecen la misma


consideración y respeto, nadie debe ser discriminado por su raza,
sexo, edad, ideas, creencias o posición social.
Principio de Autonomía: El paciente tiene derecho a decidir
sobre si mismo, de acuerdo a su personal proyecto de vida y
código de valores.
Principio de la Beneficencia: Se debe procurar el mayor
beneficio posible respetando sus propios valores.

IV. MÉDICO - CIRUJANO ÉTICO:

Al hablar sobre el tema de ética y cirugía, es conveniente hacer la descripción de


algunas definiciones:

1.1. Deontología médica: Es el estudio de las obligaciones y los


derechos del profesional de la salud en el arte de curar, el concepto lleva
implícito aspectos éticos y legales.
Estas obligaciones de conducta están claramente definidas en un
texto que puede servir de guía, al cual se le conoce como. El Código de
Ética y Deontología.
1.2. Código de Ética y Deontología: Es el conjunto sistematizado de
normas permanentes que orientan y encausan el ejercicio de la medicina
dentro de los principios que le son inherentes. Para el cumplimiento de
sus fines y su aplicación, garantiza un ejercicio profesional competente,
honesto y honorable de los miembros de la Orden médica. Rige para
todos los colegiados y concierne al ámbito de la moral individual y ética.
Así, el primer Código de Ética y Deontología del CMP, establecía que
los principios de carácter moral aseguran una práctica honesta y
honorable por parte de los médicos; señalaba la singular nobleza de los
ideales de la medicina, sobre todo el respeto de la vida y la persona
humana; señalaba que el médico debe promover el derecho a la

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salud, que se sustenta en los principios de equidad, solidaridad,
universalidad e integridad de la atención de salud, pues es el legítimo
defensor del ser humano ante el dolor, el sufrimiento y la muerte;
abogaba por una medicina realmente humana, basada en el secreto
médico, y por la realización en la vida del médico del decoro, la
honestidad, el desinterés y la integridad moral.
En la segunda versión del Código, se destacan, ahora explícitamente,
los principios de beneficencia y de no maleficencia, como principios
tradicionales de la medicina, y se incluyen los principios de autonomía y
justicia, en clara respuesta a la teoría bioética principialista que se venía
desarrollando y aplicando en el ámbito anglosajón y latinoamericano
desde unas décadas atrás. Incluye, también en forma más explícita la
obligación de respetar los derechos humanos del paciente, y se da la
mayor importancia al consentimiento informado para el cumplimiento de
toda prescripción médica.

El Código de Ética y Deontología del Colegio Médico está dividido en


tres secciones: la Sección Primera trata de los principios éticos en la
Medicina, la Sección Segunda, trata de los preceptos deontológicos en
la práctica médica, y la Sección Tercera, señala los principios sobre el
juzgamiento moral de quienes infringen las normas del Código y los fines
de la sanción, si es que la hubiera.

La Sección Primera, tiene dos títulos. El Título I comprende la


declaración de principios: acerca del rol de la Ética y la Deontología
Médica, el rol de la medicina, los principios y valores éticos en la
medicina, el concepto de salud y el derecho a la salud; el concepto de
enfermedad, y la necesidad de la atención y el cuidado del enfermo; las
responsabilidades en el cuidado de la salud, el compromiso institucional
y social del médico.

El Título II, establece el alcance de las normas deontológicas, el


conocimiento obligatorio del Código, la autonomía del CMP para la
aplicación del Código, el compromiso del médico con la optimización
de los servicios médicos, la prohibición del abuso y del beneficio propio
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del médico, la obligatoriedad del Código para los médicos con cargo
administrativo, docente, de investigación o gremial; la prohibición de
participar en actos de tortura, genocidio, terrorismo, desaparición
forzada de personas.

La Sección Segunda, comprende cuatro Títulos. El Título I, sobre el


trabajo médico, comprende siete capítulos sobre: el ejercicio profesional,
el trabajo clínico, el trabajo especializado, el trabajo administrativo, el
trabajo docente, el trabajo de investigación y sobre la publicidad. El
Título II, sobre la atención y el cuidado de los pacientes, especifica los
deberes a cumplir en el acto médico, el deber de respetar los derechos
del paciente, los deberes en la relación médico- paciente, en la
prescripción médica, al recibir los honorarios profesionales, el deber del
secreto profesional. El Título III, establece las normas acerca de la
elaboración de los documentos médicos; la historia clínica y el certificado
médico. El Título IV trata de las relaciones profesionales, establece las
normas a seguir en las relaciones entre médicos y con otros
profesionales de la salud, y las relaciones con la industria del cuidado
de la salud.

La Sección Tercera establece únicamente la normatividad sobre la


tipificación de las infracciones y sobre el proceso disciplinario y las
sanciones, ya que los procedimientos de aplicación del Código en estos
casos son normados por el Reglamento del Colegio Médico del Perú.

No están demás señalar algunas pautas que pueden servir para


entender y usar mejor el Código de Ética y Deontología del Colegio
Médico. La primera es que los conceptos fundamentales,
específicamente los deberes y las prohibiciones que establece el Código
deben ser estudiados y asimilados por cada médico, hasta que se
conviertan, más que en un saber, en una convicción que orienta toda su
actividad personal. La segunda, es que todo médico debe tener él
dominio de la teoría ética, a fin de que tengan sentido personal
todas las proposiciones morales del Código, ya que éste solamente

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especifica lo que debe hacer y lo que no debe hacer el médico. La
tercera, consiste en que la normativa deontológica no solamente debe
orientar su trabajo con los pacientes y demás personas que le
acompañan, sino que debe servirle en su propia formación, así como
una guía práctica que le va a servir como autodefensa ante cualquier
eventualidad adversa, derivada de su intervención sobre algún enfermo,
efectos que, hasta cierto punto, son inherentes a toda práctica con
personas. La cuarta es que las infracciones, tal como las califica el
Reglamento del CMP, así como el tipo de sanción que pueda recibir el
ocasional infractor, deben conducir a una estrategia de educación moral
del médico, a cargo de la propia institución.

1.3. Dignidad humana: La dignidad de la persona humana significa la


excelencia que esta posee en razón de su propia naturaleza; el ser
individual de la persona significa que constituye una unidad física,
psíquica, espiritual, social, religiosa, etc., y sobre todo que tiene
capacidad de razonar, de querer libremente lo que la razón le presenta
como bueno para él, y a esto se le llama voluntad. El concepto de
dignidad humana ha sido utilizado en las declaraciones de los derechos
humanos, como la "Declaración de los derechos del hombre", que
señala que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familiar humana. Así en las
aplicaciones de la biología y de la medicina nació la necesidad de
respetar al ser humano como persona perteneciente a la especie
humana, y ante el peligro de una práctica inadecuada de aquellas y con
la amalgama de la ética, se dio el nacimiento de la bioética (vios: vida y
ethos: costumbre), que estudia las relaciones de las ciencias y la
filosofía, conjuntando la deontología, la ética y la vida de los seres en su
conducta y su medio ambiente, teniendo por objetivo primordial, evitar
vejaciones a la dignidad humana . Al cirujano debemos agregarle a las
características que he comentado, el de tener un profundo respeto a la
dignidad y a los derechos humanos.

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1.4. Ética y moral:

ETICA MORAL

Principios filosóficos académicos Comportamiento cultural de un grupo


humano

Teoría de las actitudes humanas La actitud práctica observable

Principios prescriptivos Normas cambiantes en espacio y tiempo

Reflexión abstracta sobre la acción Reflexión concreta sobre la acción

Es frecuente que se confunda el término ético con el término moral y se


insiste en que no deben interpretarse como sinónimos; la moral es la
ciencia que trata sobre las acciones humanas en orden primordial a lo que
se llama bondad y malicie, que conciernen al yo interno, al fuero personal
y que habitualmente no implica necesariamente una relación con el medio
externo. En el ejercicio de la profesión de un cirujano en el importantísimo
binomio paciente-cirujano, las relaciones no implican primordialmente
moralidad, sino que son relaciones éticas: lo que es bueno o malo, lo
oportuno o inoportuno, lo que es dañino o inocuo, lo que es justo e injusto,
lo correcto o lo incorrecto para su paciente. Pero como es costumbre
siempre se ha relacionado como vías paralelas la moral del cirujano como
persona y lo ético del cirujano como profesional.

Pero el cirujano para ser moral y ético debe tener instrumentos para
justificar dichos calificativos, y uno de ellos, conocer sobre la teoría de los
valores, y que se llama axiología, ciencia que propone que el valor es una
cualidad objetiva que existe en el mundo ideal, en donde se comprueban
las verdades lógicas y por supuesto las éticas; los valores tienen
propiedades que son polares: bueno-malo, justo-injusto, hermoso-feo, etc.,
y que se relacionan a las personas. En el ejercicio de la medicina, el
cirujano obligadamente transita sobre valores vitales: vida-muerte, salud-

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enfermedad, integración-mutilación, capacidad-incapacidad, etc.; también

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sobre valores sociales y económicos: integración-
discriminación, accesibilidad-inaccesibilidad, y sobre valores
de comportamiento: educado-maleducado, responsable-
irresponsable, atento-desatento, afectuoso-desafectuoso,
conciente-inconciente, bien presentado-mal presentado, de
hablar correcto-hablar incorrecto, capaz-incapaz, etc.

Por lo tanto, el cirujano debe ser ético, moral, educado,


capaz y conciente de conocer y cumplir la ley.

Sabemos que actualmente el ejercicio de la medicina y la


obtención de resultados, está basado en dar pruebas de
eficiencia, utilidad, riesgos, costos, etc. Sobre todo costos por
la tecnología avasalladora, la cultura de la calidad y la
moderna medicina administrada. Esto ha permitido conocer
con grados definidos de confianza, los resultados que se
esperan de la aplicación de procedimientos diagnósticos o
terapéuticos ultramodernos con la aplicación de diseños
experimentales científicos. El cirujano por tanto, actualmente
debe buscar la excelencia en su trabajo mediante la cultura
de la educación y la preparación permanente de sus
habilidades quirúrgicas.

Al cirujano habrá de agregarle otro adjetivo calificativo y de


primordial importancia ética y que es el de estar siempre bien
preparado.

V. PACIENTE – HISTORIA CLÍNICA:

El ejercicio de la medicina y de las profesiones sanitarias, tanto en la


medicina institucionalizada como en la privada, está basada en la
relación médico- paciente de la que se derivan derechos y deberes
recíprocos.

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Dentro del contexto médico legal y deontológico del ejercicio de las
profesiones sanitarias, las historia clínica adquiere su máxima
dimensión en el mundo jurídico, porque es el documento donde se
refleja no sólo la práctica médica o acto médico, sino también el
cumplimiento de algunos de los principales deberes
del personal sanitario respecto al paciente: deber de asistencia, deber
de

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informar, etc., convirtiéndose en la prueba documental que evalúa el nivel de la
calidad asistencial en circunstancias de reclamaciones de responsabilidad a los
profesionales sanitarios y/o a las instituciones públicas.
La historia clínica tiene como finalidad primordial recoger datos del estado de salud
del paciente con el objeto de facilitar la Atención médica.
Evaluación de la calidad asistencial: la historia clínica es considerada por las
normas deontológicas y por las normas legales como un derecho del paciente
derivado del derecho a una asistencia médica de calidad.
Administrativa: la historia clínica es elemento fundamental para el control y gestión
de los servicios médicos de las instituciones sanitarias.
Ética y legalmente, los pacientes tienen derecho de conocer el contenido de su
historia clínica, La ley establece que el registro en sí pertenece al médico, a la
institución donde labora, pero la información contenida en la historia clínica es
perteneciente al paciente.
En tales circunstancias la historia clínica, es el elemento que permite la evaluación
de la calidad asistencial tanto para la valoración de la conducta del médico como
para verificar si cumplió con el deber de informar, de realizar la historia clínica de
forma adecuada y eficaz para su finalidad asistencial, puesto que el
incumplimiento de tales deberes también constituyen causa de responsabilidad
profesional.
Características de la historia clínica:
Confidencialidad: El secreto médico, la confidencialidad e intimidad y la historia
clínica, son tres cuestiones que se implican recíprocamente y se relacionan
Disponibilidad: Aunque debe preservarse la confidencialidad y la intimidad de
los datos en ella reflejada, debe ser así mismo un documento disponible,
facilitándose en los casos legalmente contemplados, su acceso y disponibilidad.
Única: La historia clínica debe ser única para cada paciente por la importancia
de cara a los beneficios que ocasiona al paciente la labor asistencial y la
gestión.
Legible: Una historia clínica mal ordenada y difícilmente legible perjudica a todos,
a los médicos, porque dificulta su labor asistencial y a los pacientes por los errores
que pueden derivarse de una inadecuada interpretación de los datos contenidos
en la historia clínica.

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Veracidad: La historia clínica, debe caracterizarse por ser un documento veraz,
constituyendo un derecho del usuario. El no cumplir tal requisito puede incurrirse
en un delito tipificado en el actual Código Penal como un delito de falsedad
documental.
Coetaneidad de registros: La historia clínica debe realizarse de forma
simultánea y coetánea con la asistencia prestada al paciente.
Completa: Debe contener datos suficientes y sintéticos sobre la patología del
paciente, debiéndose reflejar en ella todas las fases médicolegales que
comprenden todo acto clínico-asistencial. Así mismo, debe contener todos los
documentos integrantes de la historia clínica, desde los datos administrativos,
documento de consentimiento, informe de asistencia, protocolos especiales, etc.
Identificación del profesional: Todo facultativo o personal sanitario que
intervenga en la asistencia del paciente, debe constar su identificación, con
nombre y apellidos de forma legible, rúbrica y número de colegiado.

VI. CONSENTIMIENTO INFORMADO (CI):

Se le define como un proceso en el cual un paciente competente, en forma


voluntaria, luego de recibir y comprender información suficiente, toma una
decisión: aceptar o rechazar un procedimiento médico, ya sea este diagnóstico o
terapéutico.
Los cirujanos en nuestro medio no aceptaron fácilmente la incorporación del
Consentimiento Informado, tampoco el cambio de paradigma en la relación
médico-paciente. Aún hay resistencia pues en muchos centros asistenciales de
nuestro medio, el CI se “aplica” sólo con una visión legalista, como un mero
requisito previo a un acto diagnóstico o terapéutico, perdiéndose la riqueza ética
de un acercamiento dialógico con otro ser humano que, en este caso, resulta ser
un paciente o su representante legal.
La aplicación del CI es un imperativo ético y también legal. Está consagrado en el
Código de Ética y Deontología del Colegio Médico del Perú, la Ley General de
Salud, la Ley de Trasplante de Órganos y otros dispositivos normativos éticos y
legales.

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El médico tiene la obligación de garantizar al paciente la información relacionada
con su enfermedad, los objetivos, las alternativas, los resultados posibles y los
riesgos que implica el tratamiento propuesto.
La decisión del paciente puede verse afectada por las reacciones emocionales
que la enfermedad produce en él, disminuyendo o quitándole la capacidad de
decisión, la enfermedad puede deprimir al paciente, haciéndole más dependiente
conforme avanza el proceso patológico, no se debe informar con terminología
médica difícil de entender para el paciente, no informar al paciente con el pretexto
de evitar la ansiedad del mismo.
En el contrato del acto quirúrgico la comunicación del cirujano debe llenarlo con
expresiones justas, no ofreciendo resultados extraordinarios, y menos ofrecer
infalibilidad; ponderar los beneficios, prometiendo lo que se puede cumplir y nunca
minimizar riesgos. Al obtener la autorización por escrito de la realización del acto
quirúrgico, involucrar no sólo al paciente, sino a sus testigos o representante,
actuando con discreción y ofreciendo las explicaciones necesarias

VII. SECRETO PROFESIONAL:

En su actividad profesional el médico tiene el deber de guardar el secreto


profesional; éste brinda al acto médico su característica de confianza y garantía
en la relación médico-paciente de reserva y discreción.
El médico procurará en el ejercicio de su profesión, en los diversos campos en los
que está se ejerza, que los principios del Código de ética, se expresen en políticas
de efectiva aplicación para lograr los propósitos contenidos en el mismo. Es de
obligación ética que tiene el médico de no divulgar ni posibilitar que se conozca la
información que directa o indirectamente obtenga durante su actividad
profesional, sobre la salud y la vida del paciente o la de su familia.
El secreto profesional puede revelarse con o sin consentimiento del paciente
cuando:
 Se busca el bien del propio paciente
 Para beneficio de la familia

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 En caso de la atención de un adolecente (gestación)
 Por el bien de una organización (cuando le impide laborar en perjuicio de
la empresa)
 En beneficio de la sociedad por motivos de notificación obligatoria. Ejm:
enfermedades infecto contagiosas como malaria, dengue o VIH a la
autoridad en salud; heridos o lesionados a la autoridad policial o por
solicitud del poder judicial.

Falta contra el secreto profesional:

 Cuando el médico comparte con su familia lo conocido durante su


ejercicio médico.
 Cuando el médico comenta los casos de pacientes en reuniones sociales.
 Cuando lee la HC sin el consentimiento del paciente o el de su médico
tratante.
 Cuando los estudiantes ú otro personal de salud en entrenamiento,
comentan sobre un paciente.
 Cuando se permite el acceso de cámaras o micrófonos en hospitales,
quirófanos o en UCI.

VIII. RESPONSABILIDAD DEL MEDICO CIRUJANO:

El cirujano, debe actuar con pleno conocimiento de su responsabilidad legal,


responder ante las autoridades competentes de los perjuicios cometidos con sus
actos voluntarios o involuntarios en el ejercicio de su ciencia.
Es posible observar que en un mismo profesional existen conductas diferentes
cuando se trata de la práctica asistencial privada y cuando se trata de la actividad
asistencial pública. Especialmente en lo referente a la responsabilidad que se
adquiere frente a los pacientes en cada sector. Cuando se trata del ámbito privado
existe claramente la figura del médico tratante, que conduce a un paciente en su
tratamiento, en este caso quirúrgico, y asume la responsabilidad desde el
momento pre-operatorio, pasando por el intra-operatorio y los
resultados post-operatorios.

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En el ámbito público esta responsabilidad se diluye, muchos profesionales
consideran que los pacientes “son de la institución”, o “son del servicio” que los
alberga, y no se asume la atención de los pacientes en forma personalizada. La
ley de derechos de los pacientes señala que ellos tienen el derecho de conocer el
nombre del médico tratante, pero no dice que cada paciente tiene derecho a tener
un médico tratante., más aún, no es posible precisar con qué información los
pacientes o sus familiares escogen al médico tratante en el ámbito público.
Generalmente, su única posibilidad es la información recibida de otros pacientes
o familiares.
Implementar esta figura conlleva la conformación de equipos quirúrgicos para que
pueda ofrecerse una cobertura total al paciente, especialmente cuando el “médico
tratante” no hace presencia en la institución de salud por cuestión de rol de trabajo.
Esto es un tema pendiente que antes que a los propios profesionales, le
corresponde a las Instituciones y sus autoridades resolver.

El médico desde que se titula, adquiere la responsabilidad para no cometer errores


por dolo, imprudencia, negligencia y menos por ignorancia o impericia.
Actualmente es importante que el cirujano moderno, actúe con pleno conocimiento
de que su responsabilidad legal, (tanto desde el punto civil como penal) se
constituye por un imperativo jurídico y social que obliga como a todos los
profesionales, a responder ante las autoridades competentes de los perjuicios
cometidos con sus actos voluntarios o involuntarios en el ejercicio de su ciencia,
arte, oficio o profesión. Su responsabilidad no es sólo de producir un daño
(iatrogenia) sino también y muy importante por la posibilidad del incumplimiento
de un contrato. No debemos olvidar nunca que todo acto quirúrgico representa un
contrato entre cirujano y paciente o su representante legal.
En la cirugía se tiene el privilegio de la forma escrita para las intervenciones
quirúrgicas, que más que un contrato, representa la autorización que otorga el
paciente, sus familiares o representantes legales, para que se realice el acto
quirúrgico. El expediente clínico es el recurso fundamental que complementa la
parte que corresponde al cirujano y sobre todo el aspecto de justificación de su
desempeño. (15)
Hemos hablado de los diversos calificativos que hacen que un cirujano sea ético
y responsable, pero para llenar esos calificativos, el cirujano moderno debe

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adquirir además, una cultura muy amplia y estudiar todo ordenamiento antiguo o
actual que tratan sobre responsabilidades del ejercicio de la medicina.

IX. COMPORTAMIENTO ÉTICO DE LOS MEDICOS


CIRUJANOS:

En el siglo XX se caracterizó por el vertiginoso avance de las ciencias, proceso


que se ve reflejado de manera especial en las áreas de la medicina que se han
desarrollado: área de la reproducción, genética, biología molecular, cirugía
robótica, tele-cirugía, etc.

Pero entre más tecnología, información y recursos se pongan al alcance del


médico-cirujano, más debe estar conciente del respeto que debe tener a él mismo,
a sus pacientes, sus colegas, las instituciones y la sociedad entera.

El cirujano moderno debe rescatar el papel protagónico que por siglos tuvo el
binomio paciente-médico, relación que se vio deteriorada por múltiples factores
como han sido:

La necesidad de solventar necesidades económicas, el desempeño en múltiples


instituciones, la competencia exagerada, a la insatisfacción profesional en los
sistemas de atención en la medicina de seguridad (exigencias de alto
rendimiento), en los de asistencia social (falta de recursos), la burocratización de
los servicios, y por si faltara algo, la amenaza de atención por aseguradoras y
terceros pagadores.

Parecería que esto, sin duda ha influido en el comportamiento ético de los


trabajadores de la salud, incluyendo a los cirujanos, lo que se tradujo en la
subcultura de la deshumanización del ejercicio de la medicina. Pero
afortunadamente y desde hace varios años, se adquirió otra cultura, la de la
garantía de la atención a la salud y médica, naciendo los círculos de calidad o
comités de ética y ahora de innovación, que han permitido proponer soluciones

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para abordar casos complejos derivados de las relaciones médico-paciente,
paciente-institución, médico .institución pública o privada, médico-médico, etc.

El cirujano no trata cuerpos humanos, sino pacientes. Estos recurren al cirujano,


porque están padeciendo, sintiendo, imaginando, sufriendo e incluso con miedo y
tristeza, por algo que amenaza su integridad; su padecer es genuinamente
personal, a su cuerpo, sus funciones, limitaciones e impotencias, que como
vivencias son por las que buscan ayuda, la cual él cirujano debe estar presto a
proporcionar; ayuda que debe ser adornada con actitudes y decisiones de
profundo significado ético, sin olvidar nunca que el paciente en su libre albedrío,
lo selecciona a él para que le resuelva sus problemas, por lo que como cirujano
no puede fallarle, es más no debe fallarle.

El cirujano debe tener un trato educado con lo que facilita la comunicación, utilizar
pausas de silencio, para escuchar con atención respeto y comprensión; al
paciente solo se le interrumpe usando expresiones que lo animen.

El cirujano aprende todos los días a ganarse la confianza de sus pacientes,


utilizando la empatía, la congruencia y la aceptación positiva, logrando que sus
pacientes sientan que son respetados en su dignidad y condición humana. Para
el cirujano es importante nunca olvidar su función apostólica, y hacer a un lado
las actitudes mesiánicas que lastiman profundamente a sus pacientes y a sus
familiares.

La cirugía se llena de ética cuando el cirujano se gana la confianza de su paciente;


todos nos hemos emocionado al escuchar las siguientes palabras "Doctor, estoy
en sus manos, confío en sus conocimientos y experiencias, podemos empezar
cuando usted disponga". Estas palabras obligan a una sola respuesta: un acto
quirúrgico no sólo lleno de destrezas, sino de un acto sublime comparado
únicamente a los actos litúrgicos. Acto sublime que obligadamente debe aplicarse
igual, a todos los pacientes, de instituciones de atención a la salud , de seguridad
social, o privados.

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Esto sella el contrato del acto quirúrgico, contrato profesional, no escrito, pero
avalado por la palabra de honor del ofertante y del ofertado. Esto era suficiente
en la época de oro de la cirugía general de nuestros maestros.

Ahora las circunstancias han cambiado y hoy no podemos dudar que la ética
médica tiene hoy repercusiones institucionales, culturales, sociológicas, médicas
quirúrgicas, etc., es multidisciplinaria y se considera que alcanza su mayor
importancia en el respeto al derecho a la vida, de los derechos humanos, en la
dignidad humana, en el derecho a la conservación de la salud, en el trabajo de
atención médica, en la de aportar educación médica y no médica y sobre todo en
la investigación.

También es ético el que el cirujano cuide la situación económica de su paciente,


valorando la posible magnitud de gastos y al plantear un contrato quirúrgico,
siempre ofrecer alternativas, de atención en la medicina de asistencia social y
asesorar con relación a los seguros de gastos médicos.

Dadas las profundas limitaciones económicas que se están viviendo y por todos
conocidas, sería poco ético poner en peligro un patrimonio familiar por la
terquedad de llevar a cabo un acto quirúrgico con atención privada, cuando se
tiene la posibilidad de una atención de seguridad social; como también lo sería el
manifestar como situación primordial el aspecto de honorarios.

La ética en las relaciones entre colegas cirujanos es de observancia obligatoria;


recordar que las relaciones deben ahora más que nunca, estar basadas en un
sentimiento de solidaridad, con vínculos en el trabajo con respeto, lealtad,
asistencia, confraternidad, para compartir conocimientos al servicio de los
pacientes, de las instituciones y de la sociedad.

Los cirujanos están obligados a una ayuda recíproca y a la asistencia mutua. Esta
asistencia se logra en circunstancias específicas, como pueden ser: sustitución
por causas de fuerza mayor, y que necesariamente no signifiquen abandono de
paciente; la sustitución debe efectuarse con un cirujano de experiencia
equiparable, con conocimiento informado del paciente y familiares.

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ÉTICA Y DEONTOLOGÍA EN CIRUGÍA

El cirujano sustituto debe entender que se solicita su competencia para un caso


específico.

En ocasiones se solicita la comparecencia de un cirujano para opinar en situación


de diagnóstico difícil, para la toma de decisiones, para ayudar a resolver una
situación de complicación perioperatoria o del entorno familiar.

El estar o no de acuerdo es ético manifestarlo, pero nunca propiciando


discusiones agresivas o comentarios desaprobatorios que denigren a un
compañero cirujano, y menos hacerlo delante del paciente y de sus familiares.
Con lealtad y respeto se pueden expresar desacuerdos y también se evita
encubrir la conductas de un cirujano incapaz y deshonesto.

Es frecuente que algunos cirujanos tomen actitudes críticas sobre otros colegas
cirujanos, y más si uno de ellos pasa por una situación de una evolución
desfavorable de una cirugía; su actitud tendrá por finalidad, dar una opinión
sincera, proponer soluciones, proponer colaboración y sostener lo que considere
oportuno para ayudar al paciente y al compañero cirujano.

El paciente y sus familiares no deben apreciar un fondo mercantilista, ya que esto


ha sido causa importante del desprestigio para los cirujanos y ha sido además
injusto para la economía de los pacientes.

Un cirujano actúa con ética, cuando considera que su capacidad en destreza o


conocimiento de las técnicas modernas están por debajo de la importancia de un
problema quirúrgico; lo ético, es proponer a otro cirujano, pero también no quita
la responsabilidad de colaborar en el acto quirúrgico.

Los cirujanos deberán estar conscientes de que se acerca el momento de dejar el


acto quirúrgico; para que llegue el momento, considero que no necesariamente
es por edad, sino por capacidad física, de toma de decisiones y de la tolerancia al
sufrimiento, a la angustia del acto quirúrgico, y al estrés de todas las
circunstancias del perioperatorio. Es ético expresarle al paciente que en
consideración a su salud, el acto operatorio, lo llevará a cabo el cirujano que

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fué mi alumno, que en este momento ya superó al maestro, pero que yo estaré en
el quirófano, para cumplir con usted, que ha sido mi paciente de toda la vida.

La experiencia nos dice que el mayor índice de problemas, de quejas, demandas


y situaciones legales, ha nacido de una inadecuada relación de los cirujanos con
sus pacientes, de ahí la importancia que debe tomar nuevamente el binomio
cirujano-paciente, mismo que tendrá como fondo un servicio altamente calificado
y humanístico sin límites. El cirujano al cumplir con ética tendrá todo derecho a
exigir que se le cumplan también todos sus derechos y privilegios.

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CONCLUSIONES

i. Buscar la excelencia en su trabajo mediante la cultura de la educación y la


preparación permanente de sus habilidades quirúrgicas.
ii. Ser ético, moral, educado, capaz y consiente de conocer y cumplir la ley.
iii. Tener un profundo respeto a la dignidad y a los derechos humanos.
iv. Trata a tu paciente como quisieras ser tratado.
v. No olvidar que la responsabilidad profesional del médico cirujano, no solo implica
sabiduría, sino que lo más importante es el cumplimiento cabal de la lex artis, de
la ética médica y de la ética general aplicable a todas las profesiones, y de que
independientemente de los derechos de los pacientes, con su participación y
autonomía para colaborar por estar bien informado sobre las decisiones que
incumben a su propio beneficio, las cirugías necesarias siempre estarán bajo la
responsabilidad de un cirujano ético, moral, humano, preparado, educado y
conciente de sus máximos deberes.

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BIBLIOGRAFIA

i. Schwartz. Principios de cirugía. Edit. Mc Graw Hill, 9na edición. México 2011.

ii. Código de ética y deontología del colegio médico del Perú. 2007

iii. Revista Diagnostico, vol. 50 número 3 de julio – setiembre 2011.

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