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¿CUÁL ES LA HISTORIA DEL COACHING?

En “Management Coaching Economía” Leonardo Ravier dice que el término


“coaching” remonta sus orígenes al siglo XV, en la ciudad húngara de Kocs,
situada a unos 70 km. de Budapest y de Viena. Este poblado, parada obligada
de viajeros, dio origen al nombre de un carruaje particular denominado “kocsi”
(pronunciado “cochi”), que luego se tradujo al alemán como “kutsche”, al italiano
como “cocchio” y al español como “coche”.
Así, etimológicamente, el término “coach” deriva de un medio de transporte. Y,
de alguna manera, el coaching sirve para transportar a las personas del lugar
donde están hasta el lugar donde desean estar. El conductor del carro (o
“coach”), sirve de guía para el coaching, facilita el proceso de desplazamiento
del cliente (o “coachee”) pero no decide el rumbo a seguir.

Filosofía y coaching:

A lo largo de la historia, filósofos de diversas corrientes de pensamiento han


aportado mucho al desarrollo actual de esta disciplina.
La mayéutica socrática es, quizá, el primer antecedente. Sócrates, a través de
preguntas reveladoras, orientaba a sus interlocutores en la búsqueda de la
“verdad”, exponiendo las bases de sus falsas creencias.
Así, los diálogos socráticos, basados en una secuencia de preguntas y respuestas
entre lo que podríamos llamar “coach” y “coachee”, constituyen un antecedente
del método del coaching.

La MAYEUTICA Socrática se define como el arte a través del cual cada persona
encuentra su verdad o la verdad (dependiendo de la visión del mundo propia del
cliente), con una función práctica para su vida. No existe el enseñar sino sólo el
aprender, y éste surge sólo reconociendo que el conocimiento no está en el coach
sino en los propios coachees (clientes).

Pero ¿Quiénes son los padres del Coaching Moderno?

En la época moderna, el método fenomenológico de Edmund Husserl, el


pensamiento existencialista de Jean Paul Sartre y la psicología humanista
terminan de moldear las bases filosóficas del coaching. La capacidad de tomar
conciencia sobre lo que nos ocurre y el hecho de plantearnos un proyecto de
vida, son inherentes a la reflexión desarrollada en una sesión de coaching.
El coaching también ha recibido una importante influencia desde la psicología
del deporte a través del trabajo de Timothy Gallwey, quien desarrolló una
metodología de entrenamiento deportivo denominada “The Inner Game” (el
juego interior).
Fue a mediados de los años 70 cuando este excelente entrenador de tenis de
Harvard con su método “The Inner Game” - El Juego Interior -, rompió los
paradigmas existentes: “Siempre hay un juego interior que se está jugando en
su mente, independiente del juego exterior que usted está jugando. El nivel de
conciencia que usted tenga de este juego, puede hacer toda la diferencia entre
el éxito y el fracaso en el juego exterior”.
Los aficionados al tenis reconocerán la importancia del juego interior en grandes
campeones como Borg, Federer o Nadal y también recordarán los vaivenes de
Agassi, Alex Corretja o Ferrero, jugadores del top 10 que han tenido problemas
con su juego interior, lo cual les llevó a grandes fracasos en su juego exterior.
En el Coaching, de maneras diferentes, nos enfocamos en el juego interior, es
decir en como el Coachee o Cliente percibe y analiza las situaciones que se le
presentan, lo que eventualmente le lleva a actuar de una manera u otra. Por lo
general, cuando se está en una posición de liderazgo organizacional, las
destrezas profesionales han sido más que comprobadas, de hecho posiblemente
por ellas es que en gran medida se ha logrado el ascenso. Frecuentemente es la
óptica con que se enfrentan los desafíos, la que tiene un impacto positivo o
negativo en la efectividad de las acciones del líder.
En la medida en que cobres conciencia de cuál es tu juego interior y cuáles son
tus historias, podrás llegar a ser más efectivo en cualquier dimensión de tu vida.
Cuando solamente nos enfocamos en nuestras acciones, perdemos la
perspectiva de nuestros pensamientos. El principal enemigo de los deportistas
es su propia mente, lo mismo ocurre con cualquiera de nosotros.
John Whitmore, un londinense de 65 años, casado con una psicoterapeuta, es
otro de los grandes referentes del Coaching. Whitmore, reconocido como uno de
los coaches más importantes de Europa, recibió una influencia directa de
Timothy Gallwey al asociarse con él y difundir “The Inner Game” en Inglaterra.
Se auto-define como un coach y no precisamente en términos deportivos,
ya que el entrena a la gente en el desarrollo de aptitudes, talento y potencial.
En 1978 funda una escuela de entrenamiento deportivo a la que llamó “The
Inner Game”, donde aplicó las técnicas de Gallwey. Comenzó poniéndolas en
marcha con sus alumnos de tenis, esquí, etc. y luego empezó a aplicarlas a
directivos de empresas británicas.
Dice Whitmore que prefirió quedarse con el término coach, ya que a los
británicos les aterraba el concepto de “juego interior”.
Otro gran referente del Coaching Moderno ha sido Thomas Leonard, fundador de
Coach University, Coachville e ICF. Una de las personas que más ha aportado al
mundo del coaching.

¿CUÁLES SON LOS PILARES DEL COACHING?


Conciencia, Autocreencia y Responsabilidad

En Crearte resumimos el Coaching en tres pilares básicos: darte cuenta, creer


en ti y ser responsable.
Darte cuenta para identificar los cambios que quieres implementar en tu vida o
en el sistema del que formas parte y lograr tus metas. Creer en ti para sacar la
fuerza interior que te permitirá mantenerte en el camino que has decidido a
pesar de las dificultades. Ser responsable para llevar a cabo todas las acciones
necesarias para lograrlo de un modo satisfactorio y efectivo.
En una sesión de Coaching, estos tres principios son básicos, pues son la guía
para saber que el Coachee realmente está en un proceso de aprendizaje sobre
sí mismo, orientado al logro de su objetivo, y además de estar en contacto con
sus valores más profundos que le impulsarán en su camino hacia el estado
deseado.

Conciencia

La conciencia es la noción que tenemos de las sensaciones, pensamientos y


sentimientos que se experimentan en un momento determinado. Es la
comprensión del ambiente que nos rodea, del mundo interno y de los demás.
La Responsabilidad y la conciencia son inseparables: no existe verdadera
conciencia sin responsabilidad y viceversa, no existe responsabilidad sin
conciencia.
La conciencia es el producto de la atención concentrada, la concentración y la
claridad. Implica adquirir un conocimiento de algo a través de la reflexión, la
observación o la interpretación de lo que uno ve oye y siente.
Se puede mejorar por medio de la atención concentrada y la práctica.
Implica la percepción y comprensión clara de la información y los hechos
relevantes, y la capacidad para determinar qué es lo importante.
La conciencia conlleva conocer lo que está ocurriendo a nuestro alrededor y
conocer lo que uno está experimentado o sintiendo, es decir, el conocimiento de
sí mismo, reconocer cuándo y cómo las emociones o deseos distorsionan la
propia percepción.
La calidad de su información “saliente” dependerá de la calidad y cantidad de
información “entrante”. Elevar la conciencia es la acción de agudizar nuestros
receptores de información.
Solo somos capaces de controlar aquello de lo que somos conscientes. Pues
aquello de lo que no somos conscientes nos controla a nosotros, por lo tanto, la
conciencia nos capacita.
La habilidad del coach es elevar y mantener la conciencia en el nivel adecuado
donde se requiere.

Autocreencia

Las personas tenemos dentro de nosotras mismas todo lo necesario para tener
éxito. “Somos como una BELLOTA que contiene en su interior todo el potencial
para convertirse en un gran ROBLE”. Para lograr su objetivo el Coachee o Cliente
debe de tomar conciencia, pero eso no basta. Es preciso que crea en tres
aspectos básicos para lograr su objetivo:

 Posibilidad: alcanzar el objetivo es posible.


 Capacidad: él es capaz de lograrlo.
 Merecimiento: se merece alcanzarlo.

Posibilidad, capacidad y merecimiento constituyen las tres claves en que debe


creer el Coachee para lograr su objetivo. Profundizaremos en estos aspectos
cuando lleguemos al módulo de creencias más avanzado el programa.
Responsabilidad

Responsabilidad significa capacidad de responder, de dar cuenta de nuestros


actos. Cuando aceptamos, elegimos o asumimos las responsabilidad de nuestros
pensamientos y acciones, nuestro compromiso con ellos aumentan y del mismo
modo nuestro desempeño, por lo tanto para sentirse verdaderamente
responsable, hay que hacer una elección, la responsabilidad solo existe cuando
es producto de la opción.
En este caso el Coach debe formular preguntas que generen opciones a las que
el coachee deba responder.

“Al elegir nuestra respuesta a las circunstancias influimos poderosamente en


nuestras circunstancias”. Stephen Covey

TIPOS DE COACHING (SEGÚN EL CLIENTE)


Si bien el concepto y la filosofía del Coaching son comunes, dependiendo de a
quién vayamos a hacer Coaching, hay algunos detalles que debemos de tener
en cuenta a la hora de poner en marcha un proceso. Así tenemos distintos tipos
de Coaching según quién/quiénes sean los destinatarios:

Coaching Personal o Life Coaching:

El Coaching Personal (Life Coaching), trabaja sobre objetivos personales de la


vida misma del cliente.
El Coachee (Cliente) junto con su Coach se plantea un plan de acción para
conseguir lo que desea partiendo de la dinámica del Coaching.
Las áreas de trabajo en Life Coaching son muy amplias, dado que el
Coaching Personal trabaja sobre las bases mismas de los objetivos de las
personas y éstos siempre serán diferentes entre unos y otros, en la misma
medida en que no hay dos personas iguales.
Objetivos personales hay tantos como huellas digitales, y pueden ser: terminar
una carrera, adelgazar, escribir un libro, aumentar ingresos, realizar ejercicio
físico, mejorar la calidad de vida, mejorar relaciones, cambiar hábitos no
saludables, desarrollar capacidades, cambiar comportamientos, aprobar una
oposición, cumplir sueños aparcados, encontrar nuestra vocación u orientación
profesional, etc.

Coaching Ejecutivo

El coaching ejecutivo es una relación, uno a uno, para asistir a ejecutivos en el


desarrollo y potenciación de su eficacia profesional y de su rendimiento en el
trabajo. Coach y ejecutivo trabajan juntos en el desarrollo de estrategias,
alternativas y opciones para afrontar determinadas situaciones que podemos
resumir en cuatro tipologías fundamentales: coaching para las técnicas, para el
rendimiento, para el desarrollo y para las prioridades del ejecutivo.
Mediante el Coaching Ejecutivo se apoya a ejecutivos en diferentes supuestos,
entre otros: de alto potencial, en riesgo de descarrilar, nuevos o recién
promovidos, etc. El denominador común es que se trata de profesionales que
deben ajustarse a las demandas y responsabilidades / expectativas relacionadas
con su posición en la organización para la que trabajan. También es común en
el caso de empleados expatriados en misión internacional que deben adaptarse
a una cultura nueva o a aquéllos que la organización tiene interés en promover
de forma rápida.
En resumen el Coaching Ejecutivo está dirigido a directivos, gerentes,
profesionales, mandos, etc. de modo individual y siempre enfocado a su relación
de trabajo.

Coaching de Equipos

En el Coaching de Equipos, trabajamos desde un enfoque diferente, que requiere


conocimientos y habilidades distintas a las requeridas para el coaching
individual. Como Coaches de Equipo ponemos el foco en las relaciones que se
producen entre los miembros del colectivo, para mejorar su eficacia, además de
tener en cuenta las fortalezas y áreas de mejora de cada uno de sus integrantes.
Una de nuestros roles principales es crear un entorno seguro para el grupo y un
clima que facilite que los componentes del equipo quieran crecer juntos como
equipo. El Coaching de Equipos sirve, entre otras cosas, para mejorar los
resultados, incrementar la motivación, mejorar las relaciones, aumentar la
creatividad e innovación, mejorar los sistemas / procesos de trabajo, etc. El
Coaching de Equipos está dirigido tanto a equipos naturales, como a grupos de
personas que un momento determinado se requiere que trabajen como un
equipo para un proyecto o proyectos concretos. Los destinatarios pueden ser
Consejos de Administración, Comités de Dirección, Equipos de Ventas,
Comerciales, de Producción, etc.

Coaching Empresarial

El coaching empresarial es la relación entre el


Coach y el Empresario, o sus representantes, para asistir a la empresa en la
definición, clarificación y/o mejora de los sistemas y procesos de trabajo.
Mediante el coaching empresarial, contribuimos a que una firma defina y
clarifique su dirección, a que establezca objetivos a largo plazo, a que examine
su actitud frente a los clientes, frente a la calidad del servicio ofrecido, frente al
personal, a la innovación, etc.
A través del coaching empresarial trabajamos en cuestiones estratégicas,
cambios culturales, reestructuraciones organizativas, planificación estratégica,
gestión del rendimiento, cambio organizacional, rejuvenecimiento de plantillas,
crecimiento empresarial, mejora del clima laboral, apertura de nuevos
mercados, etc.
El Coaching Empresarial está dirigido a empresarios, autónomos y pymes, que
desean alcanzar sus metas en sus proyectos de empresa y que se ven
estancados o bloqueados en un momento concreto.
Coaching Deportivo

El coaching deportivo es un proceso mediante el cual, a través de una serie de


herramientas, el coach acompaña al deportista en su camino de mejora hasta
alcanzar sus objetivos. El cambio que se observa en el rendimiento deportivo
después de utilizar técnicas de coaching es realmente cualitativo. El coaching
ayuda al deportista en multitud de aspectos.
Algunos de los beneficios para el deportista: buscar la potencialidad del
deportista, mejorar su conciencia de mejora en su desempeño, generar
“herramientas” por sí mismo, controlar las emociones previas a una competición,
controlar mejor el estrés, mejorar la motivación, aumentar la seguridad en sí
mismo e iniciativa, gestionar el miedo al fracaso, gestionar conflictos con el
entrenador o el equipo, mejorar la toma decisiones, la confianza en el grupo, la
concentración, el aprendizaje de nueva técnicas, en definitiva, el desarrollo de
una mentalidad de talento y aprendizaje continuo.

Coaching de Grupos

El coaching grupal está orientado al desarrollo personal y profesional, es una


forma especial de trabajo, en la cual un grupo de personas que comparten un
interés común, se reúne guiado por el coach, para ayudarse individual y
mutuamente a lograr sus distintos objetivos en relación al tema que a cada uno
le ocupa. Este modelo de trabajo se rige por el modelo de aprendizaje cooperativo
y la colaboración generativa.
El coaching grupal ayuda a las personas a conocerse a sí mismas, a mejorar sus
relaciones interpersonales, ganar una mejor calidad de vida y también a lograr
sus objetivos.

Se centra mayormente en la búsqueda del bienestar personal y esto traducirlo a


los diferentes ámbitos donde la vida trascurre: familia, trabajo, profesión,
amigos, etc.

Coaching Educativo

El coaching educativo es una estrategia útil para potenciar el vínculo con el


aprendizaje de los estudiantes. Se centra en la consecución de objetivos
académicos, promoviendo los valores del compromiso, la responsabilidad y la
superación personal, dentro del mundo académico. También Potencia e
incrementa el aprendizaje de conocimientos teóricos con ayuda de la inteligencia
emocional y la programación neurolingüística, facilitando, así, la aplicación e
incorporación de los mismos.
Algunos beneficios del Coaching educativo son:

Dota a los estudiantes de estrategias de aprendizaje que favorecen la creación


del hábito de estudio y la mejora del rendimiento académico.
Fomenta la autonomía y el autodescubrimiento personal
Promueve los valores del compromiso, la responsabilidad y la superación
personal.
Mejora la motivación y la actitud frente a la tarea
Ayuda al desarrollo de habilidades interpersonales.

CORRIENTES ACTUALES EN COACHING


Estas corrientes se pueden catalogar según sus fundadores, el país donde han
surgido y su filosofía. Así tenemos el Coaching Norteamericano, cuyo fundador
fue Thomas Leonard; el Coaching Europeo o Inglés, cuyos fundadores fueron
Timothy Gallwey y John Whitmore y el Ontológico con Rafael Echevarría como
referente.

El Coaching Estadounidense cuenta con una de las comunidades de coaches más
grande del mundo, Coach Ville. La metodología utilizada con este sistema tan
pragmático incentiva la autoestima, motiva a la acción y pone a prueba a sus
clientes a través de nuevos desafíos.

El Coaching Europeo pone el énfasis en el ser humano, en su potencial interior y


en la capacidad de elección de una vida mejor. Es clara la influencia de la
Psicología Humanista; la influencia de Timothy Gallwey, autor del libro “The inner
game”, que indica que “el juego interior” tiene lugar en la mente del jugador, y
juega contra los obstáculos del miedo y la desconfianza en si mismo; y de John
Whitmore, para quien el coaching consiste en liberar el potencial de una persona
para incrementar al máximo su desempeño.

El Coaching Sudamericano u Ontológico es el “entrenamiento del ser”. Ontológico


se refiere al sentido del “Ser” en tanto persona, y al sentido de ser del lenguaje
en tanto constitutivo del ser humano. El mundo es entendido como un espacio
de posibilidades en el cual el lenguaje genera realidades. Explica al ser humano
como un ser intrínsecamente lingüístico, donde las conversaciones son la clave
para entender cómo somos los seres humanos. En otras palabras, se interesa
por el modo de ser de las personas, y opera – esencial aunque no exclusivamente
– mediante herramientas conversacionales. La Ontología del Lenguaje de Rafael
Echevarría está basada fundamentalmente en trabajos previos desarrollados por
Fernando Flores, Humberto Maturana, Nietzsche, Heidegger, Wittgenstein y John
R. Searle.
CONCEPTO, ORIGEN Y FUNDAMENTOS DE LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL.
¿QUÉ ES INTELIGENCIA EMOCIONAL?
Para definir el concepto de inteligencia que mejor manera de hacerlo que recurrir
a la definición dada por la Real Academia de la Lengua:
--‐ Capacidad de entender o comprender.
--‐ Capacidad de resolver problemas.
--‐ Conocimiento, comprensión, acto de entender.
--‐ Sentido en que se puede tomar una sentencia, un dicho o una expresión.
--‐ Habilidad, destreza y experiencia
--‐ Trato y correspondencia secreta de dos o más personas o naciones entre si
--‐ Sustancia puramente espiritual.

Asimismo, del Diccionario General de la Lengua Española Vox se pueden destacar


como definición de inteligencia las dos acepciones siguientes:
--‐ Facultad de comprender, capacidad mayor o menor de saber o aprender.
--‐ Conjunto de todas las funciones que tienen por objeto el conocimiento
(sensación, asociación, memoria, imaginación, entendimiento, razón,
conciencia). Como se puede ver, aunque el término inteligencia nos resulte
familiar y existan definiciones de ésta en los libros de consulta, lo cierto es que
no es nada fácil definir qué es la inteligencia; de hecho no existe ninguna
definición de inteligencia universalmente aceptada.
El estudio de la inteligencia es una de las áreas de la psicología más
controvertida y compleja. Ha sido estudiada a lo largo de los años por un amplio
número de personas (psicólogos, filósofos….) y el resultado de tales estudios no
ha dejado una única definición, por lo que no es extraño que abunden modelos
interpretativos diferentes.
No obstante, estos diversos modelos que tratan de explicar qué es y cómo es la
inteligencia. Estos modelos se pueden agrupar alrededor de dos grandes
corrientes teóricas: la psicométrica y la cognitiva.

A. Teoría Psicométrica: Se ocupa del estudio de las diferencias individuales a


partir de los factores responsables de tales diferencias.
Para ello emplean una técnica estadística denominada análisis factorial. Implica
el uso de test formales que dan puntuaciones cuantitativas sobre cociente
intelectual, edad mental…
B. Teorías cognitivas: Prestan mayor atención al modo en el que procesamos la
información, y tratan de analizar los procesos cognitivos aplicados en la
resolución de las tareas en las que se implica la conducta inteligente, es decir,
se centra en determinar cuáles son los procesos que hacen que una persona
utilice la información que recibe para solucionar determinadas situaciones.
Concepto de Inteligencia y su evolución a través del tiempo:
Vamos a observar cómo ha evolucionado el concepto de inteligencia y a
detenernos en aquellos autores que han tenido o tienen especial importancia a
la hora de clarificar este concepto.
La investigación sobre la inteligencia probablemente se inicia con los estudios de
Broca (1824-1880): En el siglo XIX se llevaron a cabo una serie de mediciones
para calcular el grado de inteligencia de distintos grupos humanos. En estas
investigaciones destacó P. Broca, con el que la craneometría se fue convirtiendo
en una ciencia rigurosa y respetable.
Según esta supuesta ciencia, el tamaño del cráneo y con él, el del cerebro,
estaba directamente relacionado con el nivel de inteligencia de cada persona.
Broca se documentó muy bien acerca de la diferencia de tamaño entre el cerebro
masculino y el femenino, llegando a la conclusión de que el segundo era
notablemente más pequeño. Era consciente de que había que tener en cuenta
que los varones tenían en general un mayor tamaño corporal que las mujeres,
pero, según decía, era evidente que éstas eran menos inteligentes.
Además de investigar el volumen del cerebro en función del sexo, Broca localizó
el centro del lenguaje en el hemisferio izquierdo, dando lugar con ello a
posteriores estudios sobre la localización de las diferentes aptitudes.
En el mismo periodo de tiempo, otro autor importante realizaba sus estudios
sobre la inteligencia: se trata de Sir Francis Galton (1822-1911).
Francis Galton era primo de Charles Darwin. Después de leer su obra, decidió
aplicar estos conocimientos a la psicología, concretamente al estudio de la
inteligencia. Fue el primero en utilizar la estadística en sus observaciones.
Mide la inteligencia de muchas personas en Europa y hace la media aplicando la
Campana de Gauss; la mayoría de personas están en el centro y alrededores,
pero unos pocos están muy por debajo o por encima de la media.
Para Galton el factor más importante de la inteligencia es el genético, mucho
más que el ambiental. Así subrayaba que la propia naturaleza o conjunto de
dotaciones innatas del individuo era un factor determinante del éxito en la vida.
Paralelamente, otro autor realizaba sus estudios en la materia; se trata de
J.M. Catell: De este autor son destacables 2 aportaciones:

1. Desarrolla pruebas mentales con el objetivo de convertir la psicología en una


ciencia aplicada
2. Utiliza por primera vez el concepto de “test” mental. Es uno de los impulsores
del “Testing Movement”, al que aportó diversos test mentales.
En 1905, apareció del primer test de inteligencia llevado a cabo por Alfred
Binet (1857-1910): Alfred Binet fue el creador de los primeros estudios sobre la
inteligencia. Tuvo como primera vocación el derecho y no inició sus estudios de
psicología hasta los 37 años de edad. A finales del s. XIX el Gobierno francés
obligó a todos los niños a escolarizarse, por eso Binet fue el encargado de
confeccionar unas pruebas para saber que niños tenían retrasos. Estas pruebas
las pasó a escolares de entre 3 y 15 años y las llamó Pruebas de Inteligencia.
Binet comprobó que no se podía evaluar la inteligencia midiendo atributos
físicos, como el tamaño del cráneo, la fuerza con que se aprieta al cerrar el puño,
etc. Rechazó, pues, el método biométrico por el que abogaba Sir
Francis Galton, proponiendo en cambio un método de ejecución en el cual la
inteligencia se calculaba sobre la base de tareas que exigían comprensión,
capacidad aritmética, dominio del vocabulario, etc.
Posteriormente, en 1912, William Stern, psicólogo y filósofo alemán (1871-1938)
enriquece el test de Binet con la introducción del concepto “cociente mental” (sin
duda un concepto, si no sinónimo, base para lo que posteriormente se
denominaría cociente intelectual); este concepto tendrá gran aceptación y
difusión.
Pero el test de Binet no fue solo revisado y perfeccionado por Stern, de hecho
su difusión a nivel mundial se debe a otro autor, Lewis Terman, quien lo adaptó
con el nombre de test Stanford-Binet y utilizo por primera vez el concepto de
cociente intelectual (CI), una variante de la noción de cociente mental propuesta
por William Stern, para la medida de la capacidad intelectual. El cociente
intelectual se calcula dividiendo la edad mental entre la edad cronológica y
multiplicando el resultado por 100 (CI = EM/EC x 100). Si el CI es mayor que
100, el sujeto puntúa más que los de su grupo de edad, si igual está en la media
y si menor está por debajo de su grupo de edad.
El test Standford-Binet fue utilizado en la primera Guerra Mundial para examinar
a más de un millón de reclutas americanos y así clasificarlos en función de su
CI.
Los trabajos anteriormente comentados dan lugar a una larga polémica entre
los defensores de la existencia de una única inteligencia general o factor G y los
defensores de una teoría correlacional de la inteligencia más pluralista, en el que
esta puede concebirse como un gran número de “vínculos” estructurales
independientes.
De esta controversia vamos a destacar a 2 autores: Charles Spearman y
Louis León Thurstone.
Charles Spearman: (1863-1945)
En su formulación original sobre la inteligencia Spearman sostenía que todas las
habilidades o actividades intelectuales del hombre comparten un solo factor
común llamado factor general o “g”, que es la capacidad general para realizar
operaciones mentales. Por esta razón la persona que domina este factor G tendrá
un nivel alto de inteligencia.
Dicha teoría también postulaba varios factores específicos o “s”, siendo cada uno
de ellos estrictamente específico de una sola habilidad (mayor capacidad para
realizar determinadas operaciones mentales). Dentro de ella se establecen
cuatro factores fundamentales:

--‐ Factor verbal: mayor capacidad que tienen algunas personas para realizar
operaciones lingüísticas.
--‐ Factor numérico: mayor capacidad para operar con números
--‐ Factor espacial: mayor capacidad para relacionar cuerpos en el espacio.
--‐Factor de razonamiento: mayor capacidad para establecer operaciones
mentales bien de forma deductiva o bien de forma inductiva.
Por tanto, en cada habilidad se darían dos factores (de ahí lo de bifactorial): el
g y unos, pero dichos factores no desempeñan el mismo papel en todas las
habilidades: mientras que en algunas de ellas el factor g es el principal, en otras
lo es s; en otras palabras, tanto el factor g como los factores están presentes en
todas las habilidades intelectuales pero de una manera proporcionalmente
variable según la habilidad que se trate.
Posteriormente, la investigación demostró la existencia de otros factores, un
tercer grupo, llamados factores de grupo, que son subdivisiones de los factores
específicos. (Así por ejemplo el factor verbal lo dividen en: fluidez verbal y
comprensión verbal) Louis León Thurstone (1887 - 1955):
Investigador estadounidense. Comenzó trabajando en ingeniería electrónica
antes de iniciar sus estudios de Psicología. Dio un gran impulso a la
Psicometría, especialmente al campo del análisis factorial en la inteligencia.
Se opuso al factor G de Spearman, postulando siete "aptitudes mentales
primarias" o factores:

1. Comprensión verbal: Capacidad para captar ideas y significados verbales.


2. Fluidez verbal: Capacidad para manejar con rapidez y eficacia palabras simples
y aisladas.
3. Factor numérico: Capacidad para realizar con rapidez y eficacia cálculos
numéricos.
4. Aptitud espacial: Capacidad para percibir relaciones espaciales y geométricas,
y para imaginar sus cambios de posición.
5. Memoria mecánica: Capacidad para recordar letras, nombres, cifras, etc.
6. Rapidez perceptiva: Capacidad para percibir con rapidez detalles, semejanzas,
diferencias, etc.
7. Razonamiento inductivo: Capacidad para extraer un patrón o principio general
y aplicarlo, con el fin de alcanzar una conclusión.
En cierta medida se podría decir que la teoría de Thurstone podría ser un
antecedente remoto de las inteligencias múltiples de Howard Gardner.
De esta época destaca Jean Piaget: sus trabajos y su teoría del aprendizaje
contrastan con las posturas psicométricas y del procesamiento de la información
de la época. Según él, el principio de todo pensamiento humano debe ser la
postulación de un individuo que trata de comprender el mundo.
Ya más recientemente, destacamos a dos autores que han tenido y están
teniendo gran repercusión dentro del establecimiento del concepto
“inteligencia”:
Howard Gardner: Howard Gardner es conocido por su famosa teoría de las
inteligencias múltiples (IM o MI). Hace unos veinte años, Gardner consideró que
era necesario romper la ortodoxia de los modelos psicométricos de la inteligencia
(aquellos basados en la investigación factorial) e iniciar una investigación nueva
que reconsiderara los avances realizados por las ciencias cognitivas.
Según Gardner, los desarrollos recientes de los estudios de inteligencia artificial,
de la psicología del desarrollo, la neurología y la nueva ciencia cognitiva plantean
la necesidad de superar el esquema clásico de la inteligencia como un concepto
unitario y sustituirlo por una concepción multiforme de la misma. La critica
fundamental a los modelos de una única inteligencia general y unitaria es que
se trata de modelos que no pueden apresar la enorme complejidad de esta
aptitud y de la propia mente humana.
En el modelo MI, Gardner propone la siguiente definición de inteligencia:
«Es un potencial psico-biológico para resolver problemas o crear nuevos productos
que tienen valor en su contexto cultural».
Según éste, cualquier capacidad o atributo psicológico de la esfera del
rendimiento cognitivo puede recibir el calificativo de inteligencia si cumple estos
criterios:
a. Pueden ser afectadas aisladamente por lesiones cerebrales. Por ejemplo, es
habitual que ciertos traumatismos y lesiones cerebrales (vasculares,
degenerativos o infecciosos) afecten a una determinada capacidad, por ejemplo,
la verbal, pero no modifiquen otras, como la numérica o espacial.
b. Podemos detectar individuos excepcionales en un dominio particular, lo que
llamamos también talento. Estas realidades son ejemplo del desarrollo
extraordinario de una inteligencia determinada y especifica.
c. Que tengan un núcleo identificable y aislado de operaciones que constituyen
la base operativa de esa inteligencia. Por ejemplo, la inteligencia musical implica
la sensibilidad del individuo a la melodía, el ritmo, la armonía, el timbre y la
estructura musical.
d. Ha de tener un curso de interacción particular a lo largo del desarrollo
individual. Por ejemplo, el desarrollo de la inteligencia cinestésico corporal
requiere un entrenamiento distinto al de la inteligencia interpersonal. Este
aspecto es muy importante dada la especificidad de las capacidades.
e. Debe tener una justificación evolutiva y una determinada funcionalidad en
este contexto. Todas las inteligencias tienen una primera finalidad: la
adaptación, y han sido presionadas y moldeadas por la selección natural. Así,
las inteligencias tienen una justificación en estos términos, por ejemplo la
inteligencia espacial podría explicarse en este sentido.
f. Se pueden contrastar experimentalmente observando su efecto en el
rendimiento ante tareas cognitivas diversas. Es un modo de contrastar la
independencia de las inteligencias, encontrando tareas específicas donde la
aplicación de las inteligencias muestre su utilidad en la resolución de problemas.
g. Tienen que tener apoyo en la investigación psicométrica; esencialmente
tienen que mostrar variabilidad interindividual como disposiciones, y por tanto,
poder evaluarse con una cierta objetividad.
h. Deben mostrar una susceptibilidad por el uso de un código propio en el cual
transformar la información y procesarla adecuadamente antes de proceder a
emitir una respuesta concreta. Así, es diferente la codificación de la información
lingüística que obtenemos en un mapa gráfico que en un texto escrito (por
ejemplo, el párrafo de una novela).
Según Gardner, tal y como inicialmente propuso en 1983, existen siete
inteligencias distintas que constituyen las formas en que los individuos
adquieren, retienen y manipulan la información del medio y demuestran sus
pensamientos a los demás. Estas inteligencias se delimitaron a partir del estudio
de unas habilidades o destrezas cognitivas variadas identificadas en poblaciones
de sujetos particulares: individuos talentosos, secuelas de lesiones cerebrales,
observaciones evolutivas y transculturales. Para que las habilidades observadas
recibieran el calificativo de inteligencias debían cumplir los criterios antes
expuestos. En 1983 propuso siete inteligencias:

1. Inteligencia lingüística: se utiliza en la lectura de libros, en la escritura de


textos, y en la comprensión de las palabras y el uso del lenguaje cotidiano. Esta
inteligencia se observa en los poetas y escritores, pero también en oradores y
locutores de los medios de comunicación.
2. Inteligencia lógico-matemática: utilizada en la resolución de problemas
matemáticos, en el contraste de un balance o cuenta bancaria y en multitud de
tareas que requieran el uso de la lógica inferencial o proposicional. Es la propia
de los científicos.
3. Inteligencia musical: se utiliza al cantar una canción, componer una sonata,
tocar un instrumento musical, o al apreciar la belleza y estructura de una
composición musical. Naturalmente se observa en compositores y músicos en
general.
4. Inteligencia espacial: se utiliza en la realización de desplazamientos por una
ciudad o edificio, en comprender un mapa, orientarse, imaginarse la disposición
de unos muebles en un espacio determinado o en la predicción de la trayectoria
de un objeto móvil.
Es la propia de los pilotos de aviación, los exploradores o los escultores,
arquitectos, etc.
5. Inteligencia cinestésico-corporal: se utiliza en la ejecución de deportes, de
bailes y en general en aquellas actividades donde el control corporal es esencial
para obtener un buen rendimiento. Propia de bailarines, gimnastas o mimos.
6. Inteligencia interpersonal: se implica en la relación con otras personas, para
comprender sus motivos, deseos, emociones y comportamientos. Es la
capacidad de entender y comprender los estados de ánimo de los otros, las
motivaciones o los estados psicológicos de los demás. Se refiere a una capacidad
cognitiva, no a la respuesta emocional que provoca esta comprensión y que
clásicamente denominamos empatía. Se encuentra muy desarrollada en
maestros, vendedores o terapeutas.
7. Inteligencia intrapersonal: la capacidad de acceder a los sentimientos propios,
las emociones de uno mismo y utilizarlos para guiar el comportamiento y la
conducta del mismo sujeto. Se refiere a una capacidad cognitiva de comprender
los estados de ánimo de uno mismo. Se utiliza para comprendernos a nosotros
mismos, nuestros deseos, motivos y emociones. También juega un papel
determinante en los cambios personales asociados a mejoras o adaptaciones a
los eventos vitales. Se debería encontrar en monjes, religiosos…
Aparentemente, la teoría de Gardner se parece mucho a la de Thurstone, que
propone también en su modelo la existencia de siete tipos de inteligencia, pero
realmente no es así. Para Gardner cada inteligencia es una inteligencia completa
y separada, mientras que para Thurstone las aptitudes primarias que
constituyen la inteligencia son partes de la misma y son independientes en la
medida en que se aplican a contenidos y tipos de problemas diferentes, pero
todas ellas forman la inteligencia del individuo.
Gardner las considera no solamente inteligencias independientes sino que cada
una de ellas es compleja en sí misma y, por tanto, no coinciden con la idea de
simplicidad que tenían las aptitudes primarias que propuso Thurstone. De hecho,
estas inteligencias coinciden con el concepto de habilidad más que con el de
aptitud o capacidad.
En 1995, Gardner revisó esta propuesta y, utilizando los mismos criterios,
incluyó otra nueva inteligencia, la inteligencia naturalista, la que permite que
reconozcamos y categoricemos los objetos y seres de la naturaleza. El núcleo de
la inteligencia naturalista es la capacidad humana para reconocer plantas,
animales y otros elementos del entorno natural como pueden ser las nubes o las
rocas. Esta capacidad parece tener una fácil justificación evolutiva y adaptativa,
se ha generalizado en nuestra vida actual y gracias a ella reconocemos una gran
cantidad de modelos de coches o de tipos de vinos o alimentos. En 1998 incluye
otra modificación en su teoría MI al contemplar la posibilidad de una nueva
inteligencia, la inteligencia existencial, que haría referencia a la capacidad y
proclividad humana por comprender y plantearse problemas acerca de
cuestiones tales como la propia existencia, la vida, la muerte, el infinito, etc.
Esta propuesta incluiría agrupar la inteligencia interpersonal e intrapersonal en
una sola y, por tanto, estaríamos hablando de una tipología de nueve inteligencias.
Las inteligencias de que disponen los individuos humanos no son necesariamente
dependientes entre ellas, es más: estas inteligencias pueden operar
aisladamente según las exigencias de las tareas. Cada persona posee en distinta
cantidad o grado cada una de estas inteligencias, pero la forma en que las
combina o mezcla genera múltiples formas individualizadas del comportamiento
inteligente, algo parecido a lo que sucede con la combinación de los rasgos
faciales que dan lugar a las caras o rostros individuales. Gardner propone que
cada persona va estabilizando formas de mezclar estas inteligencias adquiriendo
una idiosincrasia muy personal (algo así como una personalidad propia en la
esfera cognitiva).
Además, insiste, estos estilos o preferencias personales parecen muy estables,
como si se hubiesen fijado en periodos precoces del desarrollo infantil, siendo,
por tanto, muy resistentes al cambio. El propio Gardner dice: Ni los gemelos
homocigóticos (ni tan siquiera los clones), tienen la misma amalgama de
inteligencias. Los individuos desarrollan, a partir de sus experiencias únicas,
unos perfiles de inteligencia idiosincrásicos, propios de cada persona (Gardner,
1998).
Esta teoría, en palabras del propio Gardner, es una teoría empírica, lo que
significa que el número de inteligencias, su delimitación, su configuración (aún
en términos de componentes) está sujeta a las modificaciones que los
descubrimientos requieran.

Robert Sternberg:
Este autor es una de las máximas autoridades por lo que respecta al tema
de la concepción de la inteligencia en la actualidad; de hecho la idea que subyace
actualmente es la capacidad de adaptación propuesta por Sternberg.
Robert Sternberg define un nuevo concepto de Inteligencia: "Inteligencia
Exitosa", la cual según él es la que lleva al éxito en la vida y se diferencia de
otros tipos de "Inteligencias Inertes" porque conlleva acción.
Inteligencia Exitosa: Es "la combinación de las habilidades analíticas, creativas
y prácticas de una persona. Dicho de otra forma, es la capacidad para adaptarse
a un ambiente, seleccionar ambientes compatibles entre sí y crear el ambiente
en que uno está mejor consigo mismo".
Este concepto reconoce valores personales, sociales, y culturales, así como su
interacción. Las culturas e incluso las subculturas pueden diferir en sus
conceptos acerca del significado de inteligente. La conducta que puede llevar al
éxito en una cultura, puede llevar al fracaso en otra.
Siguiendo al propio Sternberg “tener inteligencia exitosa es pensar bien de tres
maneras diferentes: analítica, creativa y prácticamente”:
La inteligencia analítica hace falta para resolver problemas y juzgar la calidad de
las ideas; aparece en el análisis, el juicio, la evaluación, la comparación y la
contrastación.
La inteligencia creadora hace falta para formular buenos problemas y buenas
ideas, interviene en la creación, la invención, el descubrimiento, la imaginación,
la redefinición de problemas, percibir conexiones nuevas.
La inteligencia práctica es necesaria para usar las ideas y su análisis de una
manera eficaz en el contexto profesional. Las habilidades prácticas surgen
cuando la inteligencia se aplica en contextos del mundo real.
La inteligencia exitosa es más efectiva cuando se equilibra el aspecto analítico,
el creativo y el práctico. Las personas con inteligencia exitosa no solo tienen
habilidades, sino que reflexionan sobre cuándo y cómo usar esas habilidades de
manera efectiva.

ORIGEN Y FUNDAMENTOS DE LA INTELIGENCIA


EMOCIONAL: LA EMOCIÓN
Ya hemos hecho una aproximación a la inteligencia emocional desde la
perspectiva de la inteligencia y a continuación vamos a referirnos a los
antecedentes de ésta centrándonos en la emoción.
Un punto de partida que consideramos fundamental es el de la psicología
humanista, destacando de ella autores como Gordon Allport, Abraham Maslow y
Carl Rogers, quienes a mediados del siglo XX ponen especial énfasis en la
emoción. También destaca la logoterapia de Víctor Frankl que al buscar el
sentido de la vida, llegó a conceptos como “la responsabilidad en la actitud ante
la vida”. También nos encontramos con la psicoterapia racional-emotiva de
Albert Ellis que se focaliza en el ámbito emocional del cliente, defendiendo que
cada persona tiene la necesidad de sentirse bien consigo misma, experimentar
las propias emociones y crecer emocionalmente.
No nos gustaría dejar de lado al que es considerado para muchos el claro
precursor de la inteligencia emocional: Edward Thorndike, quien en 1920propuso
el concepto Inteligencia Social que definió como la “habilidad para comprender
y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas y actuar sabiamente
en las relaciones humanas.” (Parece un claro antecedente de lo que hoy en día
consideramos Inteligencia emocional a nivel interpersonal).
En 1966, B. Leuner publica un artículo en alemán cuya traducción sería
“Inteligencia emocional y emancipación”; en el reconoce la necesidad de
establecer una relación entre cognición y emoción y utiliza el término
Inteligencia emocional para referirse a ella.
En 1985 Reuven Bar-On utilizó la expresión Emocional Quotient (EQ, es decir,
cociente emocional) en su tesis doctoral, aunque parece ser que este término no
tuvo difusión hasta 1997, fecha en la que se publica la primera versión del “The
emocional Quotient Inventory” (test para medir el cociente emocional).
En 1986 nos encontramos con otro autor que se refirió al concepto de IE.
Se trata de W.L. Payne quien presentó un trabajo en el sugirió la necesidad de
desarrollar una estructura teórica que terminase con la supresión que se hacía
en la sociedad occidental del papel de las emociones, proponiendo para ello de
nuevo el término IE. Además plantea
el eterno problema de la integración entre razón y emoción: propone integrarlas
de tal forma que en las escuelas se enseñen respuestas emocionales a los niños.
Dice que la ignorancia emocional puede ser destructiva. Por esto los gobiernos
deberían ser receptivos y preocuparse de los sentimientos individuales.
No obstante, el concepto IE sería abordado por primera vez como constructo en
1990 con dos artículos en revistas especializadas; el primero de ellos, de John
Mayer, Peter Salovey y Di Paolo, y el segundo, con una mayor transcendencia,
de Peter Salovey y John Mayer.
Posteriormente, y como de todos es conocido, fue el libro de Daniel Goleman
“Inteligencia Emocional” el que difundió este concepto de forma espectacular, al
ser un best-seller en todo el mundo.

MODELOS ACTUALES DE INTELIGENCIA


EMOCIONAL
A continuación trataremos los distintos enfoques que existen en la actualidad
sobre la inteligencia emocional tratando la concepción que distintos autores
tienen sobre el tema. Más concretamente hablaremos de:

 Reuven Bar-On
 John Mayer y Peter Salovey
 Daniel Goleman
 Robert Cooper y Ayman Sawaf
 Hendrie Weisinger

Reuven Bar-On
“La inteligencia emocional se ha convertido en un tema de interés para el público
desde la publicación del best-seller en 1995 de Daniel Goleman.
Pero a pesar de este creciente interés, ésta no es una idea nueva y sus raíces
históricas, en realidad pueden remontarse más allá del siglo diecinueve”.
Así es como Reuven Bar-On comienza la explicación de su modelo de
Inteligencia Emocional en un artículo publicado por el Consorcio (un organismo
internacional que tiene como objetivo “ayudar al desarrollo de la investigación y
la práctica relacionada con IE en organizaciones). Bar-On consiguió su doctorado
en la universidad de Rhodes en Sudáfrica y, habiendo trabajado como psicólogo
desde 1972, lleva a cabo actualmente un importante trabajo en la facultad de
medicina de la universidad de Texas, en el departamento de psiquiatría y
ciencias del comportamiento.
Bar-On, experto y pionero internacionalmente reconocido en el ámbito de la
Inteligencia Emocional, ha estado implicado en la definición, medición y la
aplicación de varios aspectos de este concepto de IE desde los años 80. Él fue
quien acuñó el término “EQ” (“cociente emocional”) en 1985 para describir sus
estudios determinando la capacidad emocional y social.
Además creó el inventario emocional del cociente (el EQ-i), que es la primera
prueba testada de la Inteligencia Emocional.
Bar-On define la IE como “una selección de competencias emocionales y sociales
interrelacionadas, habilidades y facilidades que determinan cómo nos
entendemos y nos expresamos con efectividad, entendemos a otros y nos
relacionamos con ellos, así como afrontamos las exigencias diarias”.
Es de reseñar que para él, los modelos de IE parten del concepto de inteligencia
social, distinguiendo en su modelo la Inteligencia Emocional (intrapersonal) de
la inteligencia social (interpersonal).

John Mayer y Peter Salovey


John Mayer se formó en psicología clínica y experimental, y trabajó en las áreas
de la inteligencia humana así como la cognición y el afecto (cómo las emociones
y pensamiento interactúan). Su colega Peter Salovey tenía intereses similares
en la cognición y los afectos, y sus aplicaciones (especialmente a la psicología
de la salud).
Estamos en el año 1990. John Mayer y Peter Salovey publican un artículo que
versa sobre la inteligencia emocional. Es ahí donde aparece la primera definición
formal de IE: “tipo de inteligencia social que incluye la habilidad para supervisar
y entender las emociones propias y las de los demás, discriminar entre ellas y
usar dicha información para guiar nuestros pensamientos y comportamientos”.
Estos autores han ido reformulando el concepto en sucesivas aportaciones.
Una de las que se toma como referencia es la siguiente: “la inteligencia
emocional incluye la habilidad de percibir con precisión, valorar y expresar la
emoción; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el
pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento
emocional y la habilidad para regular las emociones promoviendo un crecimiento
emocional e intelectual”.
Para estos autores la IE se puede dividir en 4 ramas:

1. Percepción, evaluación y expresión de las emociones: Se refiere al grado en el


que las personas son capaces de identificar sus estados emocionales y de los
demás, atendiendo a aspectos físicos y cognitivos. La capacidad de expresar las
emociones y sentimientos percibidos en uno mismo y en los demás, de forma
correcta y en el momento adecuado. Y la facultad para reconocer la sinceridad
de las emociones expresadas por los demás.
2. La habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento:
Las emociones actúan sobre el modo de procesar la información, modelan el
pensamiento dirigiendo la atención hacia aquella información más significativa e
importante para el sujeto, que posteriormente podrá desembocar en un tipo u
otro de acción más o menos creativo y/o eficaz.
3. La habilidad para comprender emociones: Esta habilidad corresponde al
conocimiento emocional, por medio del cual comprendemos, sustantivamos y
etiquetamos las emociones.
4. La habilidad para regular las emociones: Tras identificar y comprender las
emociones, se trata de desarrollar la capacidad de regularlas, encontrando la
información que éstas nos proporcionan para poder reflexionar sobre las propias
y las de los otros, con el fin de adquirir la capacidad de controlarlas, permitiendo
que las agradables se mantengan o aumenten y minimizando o moderando las
desagradables (Caruso, Salovey, 2005).
Estos autores, junto con Caruso, siguen matizando el concepto de inteligencia
emocional, desde el razonamiento, definiéndola como “la capacidad para
procesar la información emocional con exactitud y eficacia, incluyéndose la
capacidad para percibir, asimilar, comprender y regular las emociones”.

Daniel Goleman:
Como es de todo conocido, fue a través del libro “Inteligencia Emocional” de
Daniel Goleman (1995) como se difundió este concepto de forma espectacular,
al ser un best seller un muchos países.
Goleman reconoce que se basa en el trabajo de Salovey y Mayer (1990). Un
análisis del contexto de mediados de los noventa en EEUU permite entrever que
en el éxito de la obra de Goleman intervinieron una serie de factores que es
esclarecedor conocer. Entre ellos están los siguientes.
Antes de la publicación del libro de Goleman, había causado un impacto social la
publicación de la obra The Bell Curve (Herrnstein y Murray, 1994), en la cual se
pone el dedo en la llaga de la polémica entre igualitarismo y elitismo. Esta obra
justifica la importancia del CI para comprender las clases sociales en América y
en otras sociedades. Estos autores defendían la postura elitista. Según ellos, la
inteligencia de la gente se distribuye de acuerdo con la curva normal: pocos son
muy inteligentes, muchos están en el medio, y unos pocos tienen poca
inteligencia. Estas diferencias son difíciles de cambiar. Toman en consideración
la relación entre inteligencia y economía, señalando una relación entre baja
inteligencia y pobreza o desempleo; mientras que la alta inteligencia se relaciona
con empleos bien pagados y con más salud. Las personas inteligentes consiguen
reconocidos títulos universitarios que les permiten acceder a buenos empleos,
con buenos sueldos, y como consecuencia son felices. En cambio las personas
poco inteligentes tienen dificultades de aprendizaje, obtienen títulos de bajo
nivel o ninguno, tienen dificultades en lograr empleos y los que obtienen son
temporales, poco considerados y mal pagados; como consecuencia no pueden
ser felices. Poner sobre el papel ideas tan elitistas era provocar la reacción y la
controversia. La resonancia fue tan grande, tanto en la prensa, en los más media
y en la literatura científica, que hasta se llegó a hablar de The Bell Curve Wars.
En este ambiente llegó la obra de Goleman (1995),
Emotional Intelligence, adoptando una postura de reacción al elitismo de
The Bell Curve. Goleman contrasta la inteligencia emocional con la inteligencia
general, llegando a afirmar que la primera puede ser tan poderosa o más que la
segunda y que el EQ (Emotional quotient) en el futuro substituirá al CI. Pero, lo
que es más importante: las competencias emocionales se pueden aprender.
Todas las personas pueden aprender inteligencia emocional. Por tanto, todos
pueden ser inteligentes emocionales y ser felices. En este sentido, Goleman
tomaba la postura igualitaria, frente al elitismo.
A esto hemos de añadir que Goleman presentó su obra en un momento en que
el antagonismo entre razón y emoción empezaba a ser superado. Se acababan
de producir aportaciones importantes a favor de la emoción por parte de la
investigación científica (psicología cognitiva, psicología social, neurociencia,
psiconeuroinmunología, etc.). Esto ayuda a entender mejor la popularización de
la inteligencia emocional que se produjo a partir de este momento. Goleman
(1995) plantea la clásica discusión entre cognición y emoción de un modo
novedoso. Tradicionalmente se ha asociado lo cognitivo con la razón y el cerebro,
y por tanto con lo inteligente, positivo, profesional, científico, académico,
masculino, super-yo, etc. Mientras que lo emocional se ha asociado con el
corazón, los sentimientos, el ello, lo femenino, lo familiar, la pasión, los instintos,
lo dionisíaco, el principio del placer, etc. Es decir, tradicionalmente lo racional se
ha considerado de un nivel superior a lo emocional. Goleman plantea el tema
dándole la vuelta, en un momento en que la sociedad está receptiva para aceptar
este cambio. Esta receptividad hacia la aceptación del binomio cognición-
emoción, se debe a un conjunto de factores, entre los cuales están el creciente
índice de violencia (con su carga emocional); la evidencia de que lo cognitivo
por sí mismo no contribuye a la felicidad; la evidencia de que la motivación y el
comportamiento obedecen más a factores emocionales que cognitivos; la
constatación de que el rendimiento académico no es un buen predictor del éxito
profesional y personal; las aportaciones de la psicología cognitiva, la
neurociencia y la psiconeuroinmunología; una creciente preocupación por el
bienestar más que por los ingresos económicos (downshifting); la creciente
preocupación por el estrés y la depresión, con la consiguiente búsqueda de
habilidades de afrontamiento, donde los índices de venta de los libros de
autoayuda son el indicador de una necesidad social, etc.
Por lo que se refiere a su interpretación de la Inteligencia emocional, en un
principio Daniel Goleman la concibió con la siguiente estructura: la IE estaría
compuesta por 5 esferas: Autoconocimiento, autocontrol, automotivación,
empatía y habilidades sociales.
Desde su concepción de la IE, Goleman hace una distinción entre inteligencia
emocional y competencias emocionales, según la cual, la
IE proporcionaría el fundamento para el desarrollo de las competencias
emocionales. Mientras la IE determina nuestra potencial, las competencias
emocionales muestran “qué cantidad de ese potencial hemos realizado al
aprender y dominar habilidades y traducir inteligencia en capacidades laborales”.
El autoconocimiento. Representa la capacidad que tenemos para identificar
nuestros propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones, que
incluye:
Conciencia emocional. Reconocer nuestras emociones y sus efectos. Valoración
adecuada de uno mismo. Conocer nuestras fortalezas y debilidades.
Confianza en uno mismo. Seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros
mismos y sobre nuestras capacidades.
La autorregulación (autocontrol). El control de nuestros estados, impulsos y
recursos internos, que incluye:
Autocontrol. Capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos
que puedan resultarnos perjudiciales.
Confiabilidad. Mantener normas de honestidad e integridad con nosotros
mismos.
Integridad. Asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal.
Adaptabilidad. Flexibilidad para afrontar los cambios.
Innovación. Estar abierto y dispuesto ante las nuevas ideas, enfoques novedosos
y la nueva información.
La automotivación. La capacidad de encontrar fuentes y tendencias emocionales
que puedan guiar o facilitar la obtención de nuestros objetivos, en lo que se
incluye:
Motivación al logro. Esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio
de excelencia.
Compromiso. Secundar y aliarse a las metas del grupo o la organización.
Iniciativa. Disposición para aprovechar las oportunidades que se presenten y
actuar con prontitud cuando se presenten.
Optimismo. Tenacidad para la consecución de los objetivos, a pesar de los
obstáculos y contratiempos que tengan que enfrentarse.
En la esfera de las competencias o aptitudes sociales, es decir cómo nos
relacionamos con los demás, las principales competencias que se plantean son:

Empatía. Representa la capacidad para captar los sentimientos, necesidades y
preocupaciones de otros, en lo que se incluyen:

Comprensión de los demás. Tener la capacidad de captar los sentimientos y los
puntos de vista de otras personas e interesarnos activamente por las cosas que
les preocupan.
Ayudar a los demás a desarrollarse. Percibir las necesidades de desarrollo ajenas
y fomentar sus aptitudes.
Orientación hacia el servicio. Prever, anticiparse en el reconocimiento y
satisfacción de las necesidades de los que dependen de nosotros.
Aprovechar la diversidad. Cultivar y aprovechar las oportunidades que nos
brindan diferentes tipos de personas.
Conciencia política. Capacidad para identificar las corrientes emocionales y de
las relaciones de poder subyacentes en un grupo.

Habilidades sociales. Capacidad para inducir en los otros las respuestas
deseables. En esto se incluyen:
Influencia. Aplicar tácticas efectivas para la persuasión.
Comunicación. Capacidad para escuchar activamente y transmitir mensajes
claros y convincentes.
Manejo de conflictos. Capacidad de manejar situaciones de conflicto, negociar y
resolver desacuerdos.
Liderazgo. Inspirar y dirigir a grupos y personas.
Catalizador del cambio. Capacidad para iniciar, dirigir o manejar situaciones de
cambio.
Establecer vínculos. Alimentar sistemas de vínculos y relaciones para propiciar la
obtención de objetivos.
Colaboración y cooperación. Ser capaces de trabajar con los demás en la
consecución de una meta común.
Habilidades de equipo. Ser capaces de crear la sinergia grupal en la consecución
de metas colectivas.
Como vemos en este primer modelo, Goleman proponía la existencia de 25
Competencias emocionales; no obstante, posteriormente revisó este modelo e
hizo algunas modificaciones, dando como resultado el siguiente:

1. AUTOCONCIENCIA EMOCIONAL: saber cómo se siente uno mismo.


2. AUTOGESTIÓN EMOCIONAL: la capacidad de regular las influencias
inquietantes, como la ansiedad y la ira, e inhibir la impulsividad emocional.
3. CONCIENCIA SOCIAL, que incluye la competencia de la empatía, relacionada
con la interpretación de emociones en otros.
4. GESTIÓN DE LAS RELACIONES O HABILIDAD SOCIAL: afirmando que la eficacia
de nuestras relaciones se basa en nuestra aptitud para armonizarnos o influir en
las emociones de otra persona.
Para finalizar con este tema nos gustaría abrir una puerta a una de las
organizaciones más importantes en el mundo de la inteligencia emocional y que
es considerada como una de las referencias básicas de la IE: El Consorcio para
la Investigación sobre la Inteligencia Emocional en las Organizaciones
(http://www.eiconsortium.org/), como decíamos, es el organismo internacional
que tiene como misión “ayudar en el desarrollo de la investigación y la práctica
relacionada con la IE en las organizaciones”.
Compuesto por actualmente por ocho miembros fundadores (Richard Boyatzis,
Robert Caplan, Cary Cherniss, Daniel Goleman, Marilyn Gowing, Kathy Kram,
Richard Price y Lyle Spencer, Jr.), más otros treinta miembros y cuatro
organizaciones que, actualmente son: American Express Financial Advisors, the
Hay Group, Johnson & Johnson, y the Federal Office of Personnel Management.
Uno de los proyectos del Consorcio es desarrollar un sistema de pautas para la
práctica de la IE en las organizaciones que desean sobresalir en esta área.
Estas pautas se basan en una revisión exhaustiva de la investigación sobre el
entrenamiento y el desarrollo en las organizaciones, cambio del
comportamiento, y aprendizaje social y emocional. Un informe técnico es el que
describe estas investigaciones, también disponible en la web del
Consorcio.
CONCEPTO, ORIGEN Y FUNDAMENTOS DE LA
PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA.
DEFINICIONES DE PNL:
Para entender lo que es la PNL y cómo puede ayudar al Coach y al Coachee,
veamos algunas definiciones:
La PNL es el arte y la ciencia de la excelencia personal y profesional, y su objetivo
proporcionar a las personas y a las organizaciones herramientas que les
permitan obtener los mejores resultados.
La PNL es un conjunto de técnicas que ayudan a generar cambios efectivos y
rápidos en las capacidades y comportamientos de las personas. Estas técnicas
sirven para superar cualquier dificultad que tenga la persona a la hora de
desarrollar su labor, independientemente del origen del problema. A través de
técnicas de modelado de sus propios recursos o de otros, la persona desaprende
lo que ya no le sirve y reaprende nuevas formas de afrontar las situaciones que
le generan obstáculos.
Es decir, la PNL busca identificar la diferencia que hace la diferencia. Aquella
diferencia que te va a permitir mejorar y una vez identificada, poder modelarla
para que otros la puedan usar de forma práctica obteniendo mejores resultados.
Y esto, ¿para qué nos sirve en el proceso de Coaching?
Durante el camino nos podemos encontrar con una serie de dificultades en
diferentes niveles. Puede ser en nuestro entorno, en nuestras capacidades,
creencias, valores, etc.
La PNL pone a nuestra disposición dinámicas y herramientas para superar las
dificultades, dotando de nuevos RECURSOS para adquirir capacidades, cambiar
creencias, reforzar valores o incluso crear una nueva identidad que nos facilite
crear la vida que queremos. La PNL nos permite comprender CÓMO
configuramos nuestros pensamientos, emociones y formas de comunicarnos.
Explorando el CÓMO es más fácil hacer cambios:

“Trata de cómo el cerebro codifica el aprendizaje y la experiencia, analizando la excelencia


en el comportamiento humano de tal manera que los resultados creados por ese
comportamiento puedan ser duplicados por cualquier persona” Francisco Yuste.

Programación: porque estamos programados por nuestros recuerdos, creencias,
patrones de aprendizaje…., y podemos reprogramarnos para desactivar
programas limitantes.

Neuro: porque el cerebro genera redes neurológicas donde se alojan
representaciones de lo percibido, mapas de la realidad, diferentes para cada
uno… y esas redes se pueden cambiar.
Lingüística: porque el lenguaje estructura nuestro proceso de pensamiento,
sostiene nuestra conducta y disposición ante la vida… Y podemos cultivar un
lenguaje nuevo.
HISTORIA DE LA PNL:
En 1958 Miller, Galanter y Pribram expusieron un modelo llamado TOTE
(Test-Operate-Test-Exit o Evaluación-Operación-Evaluación-Salida) que se
puede considerar como antecedente de la PNL.
Richard Bandler (informático, trabajaba para la Universidad de California
realizando grabaciones en video para el departamento de Psicología de dicha
universidad) y John Grinder (lingüista y Psicólogo) propusieron en
1973 como resultado de una tesis doctoral desarrollada en conjunto, una serie
de principios que decían básicamente que la mente y el lenguaje se pueden
programar de tal forma que actúen sobre el cuerpo y la conducta del individuo.
Decidieron unirse para estudiar por qué los tratamientos de tres de los
terapeutas de más éxito en Estados Unidos (Virginia Satir, Milton Erickson y
Fritz Perls) obtenían los resultados más sobresalientes del momento, con el fin
de obtener un modelo definitivo para que cualquier terapeuta pudiera lograr esos
mismos resultados. Durante las grabaciones que realizaron a
Virginia Satir, la figura más importante en terapia de familia en ese momento, y
a Fritz Perls, el fundador de la terapia Gestalt se dieron cuenta de que habían
aprendido de forma inconsciente sus técnicas. Después de trabajar con las
grabaciones realizadas por Richard Bandler y de entrevistarse con ellos se dieron
cuenta de que todos ellos tenían algo en común: no saben cómo hacen lo que
hacen, no saben qué es lo que están haciendo para obtener esos resultados,
simplemente saben hacerlo pero no pueden explicar cómo lo hacen.
Richard Bandler y John Grinder modelaron las pautas de conducta cognitiva de
estos terapeutas y publicaron en 1975 y 1976 “La estructura de la
Magia” volúmenes 1 y 2, que son la base de lo que algún tiempo después se
conocerá como Programación Neurolingüística (PNL).
A partir de este momento Richard Bandler y John Grinder comenzaron a impartir
seminarios y grupos de prácticas que les sirvieron de lugar de ensayo para
probar las pautas descubiertas y transmitir a los participantes sus habilidades y
conocimientos. Hasta 1980 realizaron gran cantidad de seminarios y publicaron
algunos libros basados en ellos.
En 1980 Richard Bandler y John Grinder comienzan a desarrollar sus trabajos de
forma independiente, a la vez que el grupo de estudiantes que surgió a su
alrededor comienza a realizar contribuciones importantes a la PNL.
A lo largo de la década de los 80 y 90 la PNL comenzó a desarrollarse por todo
el mundo y personas de la talla de Robert Dilts o Anthony Robbins comenzaron
a realizar contribuciones muy importantes que han hecho avanzar esta disciplina
de forma sorprendente.
En 1987 Anthony Robbins publicó su libro “Poder sin límites” acercando de esta
forma la PNL a la vida cotidiana. Desde entonces Anthony Robbins ha contribuido
a difundir la PNL por todo el mundo con sus libros y seminarios, el más famoso
de ellos es “UP FireWalk” – “Libera tu poder interior” un seminario en el que los
participantes toman conciencia de su verdadero potencial. Este seminario es
famoso porque en él, los participantes son capaces de caminar sobre brasas
ardiendo como símbolo de la ruptura de sus creencias limitantes.
El primer logro notable de la Programación Neurolingüística fue su Terapia
Fast Phobia, por la cual, mediante un simple y corto taller de ejercicios, el
alumno lograba superar rápidamente cuadros de fobia que a veces tenían años
de antigüedad. Este tipo de terapias fue clasificado como terapias breves, La
PNL se expandió en los ambientes intelectuales y empresariales de la Costa
Oeste (de Estados Unidos) y, poco después, por el mundo entero.
Actualmente la PNL comienza a ser reconocida como una herramienta
tremendamente rápida y eficaz que mejora la comunicación en todos los campos
en los que aparecen las relaciones humanas: psicología, educación, aprendizaje
acelerado, ventas, negociación, gerencia, etc.
En la empresa la PNL y el coaching son de las habilidades directivas más
valoradas hoy en día por los resultados que se obtienen con ellas y el corto
espacio de tiempo que lleva implantarlas en cualquier organización.
GENERACIONES DE LA PNL:
Como hemos dicho anteriormente, la PNL de los 70, creada por Bandler y
Grinder, surgió a partir del modelado de logros de terapeutas famosos como
Milton Erickson, Gregory Bateson, Virginia Satir y Fritz Perls, entre otros.
En esta etapa, la Primera Generación, el foco estaba puesto en el individuo. La
propuesta era crear instrumentos, herramientas prácticas orientadas a la
resolución de problemas que tenía en cuenta comportamientos y capacidades.
La tarea estaba dirigida a la mente cognitiva.
A partir de los años ochenta, Segunda Generación, amplía su campo de acción
generando resultados positivos en los ámbitos de los negocios, educación, salud,
organizaciones. En el transcurso de esta etapa surgieron preguntas como: ¿Por
qué la gente no utiliza las herramientas que conoce?
¿Lo saben pero no las usan? ¿Qué más es necesario? Bucear en creencias y
valores amplió la perspectiva. La atención estaba puesta en el logro de objetivos,
estrategias para conseguirlos, valores, creencias y
Metaprogramas. Lo importante no es solo saber qué y cómo, sino, querer
hacerlo.
A partir de los años 90 comienza a desarrollarse la Tercera Generación en
PNL. Como espirales que abarcan nuevos espacios, incluye las generaciones
anteriores y las expande a niveles superiores de aprendizaje e interacción.
Parte del supuesto fundamental de que la sabiduría necesaria ya se encuentra
en el sistema y puede ser liberada creándose el contexto apropiado. Integra la
mente cognitiva, con la mente somática y la mente relacional. En la 3ª
Generación el sentido profundo del Yo cambia, hay otro nivel de experiencia que
está más allá de uno mismo. Cuando trabajamos con sentido de Visión la
persona trasciende sus necesidades para trabajar por algo mayor.

LAS REGLAS DE LA MENTE


La PNL nos enseña los fundamentos del funcionamiento del cerebro, se interesa
en la forma en que nuestros pensamientos, acciones y emociones trabajan en
conjunto aquí y ahora, para producir nuestras experiencias. Una vez que
comprendemos cómo las creamos resulta más fácil cambiarlas por otros más
útiles.
Si comparamos nuestro cerebro con un ordenador nuestros, pensamientos,
conductas, emociones, corresponderían a los programas (software), la PNL
pretende ser el manual del software del cerebro, si fuéramos capaces de
cambiarlos, así como lo hacemos con un programa informático, obtendríamos
de inmediato cambios positivos en nuestro funcionamiento, las limitaciones para
el cambio se encuentran en los programas y no en el hardware “cerebro”.
Para poder comprender las hipótesis de partida en las que se sustenta la
PNL, es necesario abordar las llamadas REGLAS DE LA MENTE:
1. Todo pensamiento o idea causa una reacción física.

Una idea de contenido emocional intenso tiene muchas probabilidades de


alcanzar el inconsciente. Si éste acepta dicha idea puede continuar produciendo
la misma reacción física una y otra vez creando un patrón de reacción que puede
prolongarse indefinidamente. Los pensamientos pueden afectar a todas las
funciones del cuerpo. Por ejemplo, la preocupación suele manifestarse en el
estómago (su derivación a la larga la úlcera). La ansiedad, el miedo y el estrés
se manifiestan en los sistemas circulatorio y respiratorio (aumento de la
frecuencia del ritmo cardiaco, incremento de adrenalina en sangre, etc.).

2. Lo que se espera tiende hacerse realidad.


Cuando el cerebro y el sistema nervioso en conjunto reciben imágenes mentales
repetitivas, internas o externas, tienden a convertirlas en pautas fijas. El
inconsciente con su mejor voluntad de aliado, utiliza todos los medios a su
alcance para realizar el plan que tales ideas sugieren. "siempre sucede lo que
más se teme" reza el dicho para los pesimistas. Las preocupaciones, ansiedad,
o el catastrofismo nos predisponen a obtener resultados negativos. Por el
contrario una experiencia mental positiva nos facilita no sólo el éxito, sino
también la salud y el equilibrio interno. Los buenos pensamientos provocan en
gran medida lo que llamamos suerte.

3. Al tratar con nuestra mente o la de otros, la imaginación es más poderosa que el


conocimiento o la información.

La imaginación anula fácilmente la razón. Es por este motivo que el hombre es


capaz de precipitarse hacia situaciones y actos irracionales.
Nuestras supersticiones, prejuicios y creencias, asociadas a una fuerte emoción
pueden cegarnos hasta el punto de hacernos "perder el juicio".
Este tipo de tendencias, que podrían conducirnos desde la aventura idílica hasta
el crimen pasional, son difíciles de erradicar mediante el empleo exclusivo del
razonamiento.

4. La mente no puede mantener indefinidamente dos ideas opuestas o contradictorias


sin generar un conflicto.

Esta regla se refiere especialmente a la mente consciente. La contradicción


generada no tanto a partir del "almacenamiento" de ambas ideas como de los
comportamientos a que pueden dar lugar, crea una tensión ineludible y de
efectos diversos sobre el sistema nervioso. Un ejemplo lo tenemos en personas
con convicciones éticas arraigadas y que transgrede alguna de sus propias
normas con la justificación de que "es perfectamente normal para muchos
otros".
5. Una vez que cualquier idea ha sido aceptada por la mente inconsciente, permanece
hasta que otra idea nueva la reemplaza.

Las ideas aceptadas por el inconsciente tienden a convertirse en formas


habituales de pensar y en pautas de comportamiento. Si el inconsciente se ha
servido de algo que, mal que bien, ha funcionado, y lo cataloga como de
"utilidad" acaba fijándolo, y queda grabado a modo de programa mental o
comportamental. De esta forma se generan los hábitos, buenos y malos, y
muchas de nuestras creencias. Por muy arraigadas que estén las ideas o por
muy antigua que sea su permanencia, se pueden modificar y para ello es
necesario que el propio inconsciente descubra las ventajas y mejoras que le
supone una idea alternativa.

6. Un síntoma inducido emocionalmente, si persiste lo suficiente, tiende a generar


cambios orgánicos.

Más del 60% de las enfermedades padecidas por el hombre tienen origen
psicosomático. Nuestros órganos son susceptibles a las disfunciones,
contradicciones o tensiones del sistema nervioso, que a su vez reacciona ante la
presión de las ideas negativas que sostiene el inconsciente.
Somos un conjunto inseparable de mente y cuerpo, un sistema en busca de
equilibrio. Nuestros temores continuos, nuestras obsesiones y nuestra forma de
hablar del cuerpo, del dolor o de la enfermedad inciden en nuestra fisiología
hasta el punto de ocasionar cambios orgánicos.

7. Cada cambio de idea llevado a la práctica disminuye la resistencia a sucesivos


cambios.

El cambio es un fenómeno que también se aprende (o al menos se aprende a


dejar de temerlo). Cada vez que el inconsciente acepta cambiar un hábito o una
creencia, da un paso más a favor de la flexibilidad, de tal forma que abre camino
para nuevos cambios o sugerencias.

8. En lo concerniente a la mente inconsciente, a mayor esfuerzo consciente menor es


la respuesta del inconsciente

Hay experiencias para las que no sirve la razón, la fuerza de voluntad o


la disciplina.

9. Los procesos mentales son lentos y evolutivos y a veces incluyen retroceso.

Debemos ser pacientes y no esperar resultados inmediatos a cualquier esfuerzo.


PRESUPOSICIONES DE LA PNL:
La PNL está basada en lo que se ha dado en llamar “presuposiciones”. Son
definidas como presuposiciones ya que se “presupone” que son verdaderas
y las tomamos como guías que definen nuestra actuación en los diversos
contextos en los cuales nos desempeñamos.
No se pretende en forma alguna que estas presuposiciones posean certeza
absoluta o sean universales, pero si se toman “como si” fuesen ciertas o
verdaderas, son recursos que optimizarán nuestra vida y nuestras relaciones con
los demás y con nosotros mismos. Asimismo, actuar como si estas
presuposiciones fuesen verdaderas nos permitirá obtener el máximo provecho
de todos los modelos de la PNL.
La definición de presuposiciones no se encuentra estandarizada, sino que varían
dependiendo de los Institutos, entrenadores o autores que las comunican. Si
bien conservan la importancia y validez que tienen como principios
fundamentales de la PNL.

1. El Mapa no es el Territorio: Frase acuñada por Korzybsky (Science and


Sanity, 1933), usada por él como metáfora para explicar cómo el lenguaje
constituye un mapa usado por las personas para representar la realidad que
perciben. La realidad pasa por diversos filtros antes de ser percibida por
nosotros, lo cual impide que percibamos íntegramente lo que es la realidad.
Bandler y Grinder (La Estructura de la Magia, Vol. I) dividen estos filtros en
limitantes neurológicos, sociales e individuales.
2. Toda la información que recibimos pasa a través de los 5 sentidos.
3. Las personas tenemos 2 niveles de comunicación: consciente e inconsciente.
4. Todo comportamiento se orienta a la adaptación.
5. Para conocer las respuestas es indispensable tener canales sensoriales limpios
y abiertos.
6. Todo comportamiento tiene una intención positiva (en su origen): toda
conducta tiene como objetivo conseguir algún beneficio. La PNL distingue entre
la intención o propósito de una conducta y la conducta en sí. De igual modo, una
persona no es su conducta. La conducta sólo nos parece negativa debido a que
no conocemos su propósito. La PNL se encarga de darnos medios para alcanzar
esos objetivos, medios alternativos más eficaces que expandan nuestras
opciones como seres humanos, sustituyendo así las conductas o respuestas
limitadoras.
7. No existen fracasos sólo hay resultados (re-encuadre). Esto tiene que ver con
nuestra flexibilidad como comunicadores, e implica que tenemos que ajustar y
afinar nuestra comunicación en orden de obtener la respuesta que deseamos, y
no suponer que la falta o error se encuentra en el receptor de nuestra
comunicación. Si la respuesta obtenida no es la esperada, debemos tomar tal
respuesta como una respuesta útil que nos proporciona retroalimentación para
modificar nuestra actuación y así conseguir los resultados que deseamos.
8. Aceptamos con mayor facilidad lo conocido.
9. Rapport es el encuentro de las personas en el mismo modelo del mundo
(compenetración).
10. Las personas tienen los recursos necesarios para hacer cualquier cambio que
deseen. A lo largo de nuestra historia personal hemos acumulado experiencias,
de las que podemos extraer los recursos necesarios para desarrollarnos y
afrontar con elegancia y flexibilidad cualquier circunstancia que se nos presente.
Existen modelos específicos de la
PNL que cumplen con esta función: rescatar recursos de nuestra experiencia e
instalar las herramientas necesarias para crearlos.
11. Mente y cuerpo son parte del mismo sistema cibernético: el calificativo de
cibernético se aplica aquí para indicar que este sistema mente cuerpo se
caracteriza por interactuar como un circuito abierto de comunicación. Ambos
interactúan e influyen entre sí. Esto se ve confirmado por el hecho de que un
cambio en uno afecta de algún modo al otro: ambos son parte de la ecología del
ser humano.
12. Las personas responden a su mapa de la realidad y no a la realidad misma:
Debido a los filtros o limitantes de nuestra percepción, solo podemos crear
mapas de la realidad en nuestras representaciones internas, y es sobre la base
de esos mapas que actuamos y respondemos. Dado que las experiencias varían
en las personas, no existen dos seres humanos que tengan los mismos mapas o
modelos del mundo. Por lo tanto, cada persona crea un modelo diferente del
mismo mundo que se comparte, y por lo tanto, experimentará una realidad
diferente. Citando a Korzybsky en Science and Sanity: “Un mapa no es el
territorio que representa, pero si es correcto, tendrá una estructura semejante
al territorio, lo cual da cuenta de su utilidad”.
13. Si es posible para alguien, es posible para mí: La identificación y/o creación
de modelos eficaces nos lleva directo a la excelencia. Si alguien tiene la
capacidad de hacer algo, se puede extraer el modelo o estrategias que
fundamentan tal capacidad y enseñarlas-instalarlas en otras personas. La PNL
posee modelos para identificar la estructura de las capacidades o habilidades de
las personas para luego duplicarlas en otra gente.
14. Procesamos la realidad a través de nuestro cuerpo-mente y por lo tanto
somos nosotros los que creamos nuestras experiencias y los responsables por lo
que esas experiencias provocan en nosotros:
Citando a Marco Aurelio: “Si te sientes angustiado por cualquier cosa externa,
el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu propia estimación sobre ella; así
pues, tienes el poder de eliminarlo en cualquier momento”. Respecto al impacto
de nuestras percepciones en nuestro estado, Aldous Huxley nos dice: “La
experiencia no es lo que le sucede al hombre, sino lo que ese hombre hace con
lo que le sucede”.
15. Si algo no funciona, haz otra cosa: Esta presuposición tiene que ver con la
flexibilidad que debemos tener para conseguir nuestros objetivos. Si
constantemente estamos corroborando que el resultado esperado no se está
alcanzando, no debemos persistir en emplear los mismos medios, sino que
debemos probar con otros diferentes hasta que logremos lo que nos hemos
propuesto. Cada intento fallido no constituye un error, sino el descubrimiento de
una forma más de cómo no lograr nuestro objetivo.
Bandler y Grinder nos dicen que para ser elegantes en un campo de acción,
debemos contar con la flexibilidad y elegancia que nos confiere el contar con
múltiples opciones, y al respecto nos dicen: “si sólo cuentas con una opción, eres
un robot; si cuentas con dos opciones, estás en un dilema; sólo con tres o más
opciones se puede ser flexible”.

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