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EDITORIAl NOVAR O - M É X 1C O, S. A.

¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE


LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA?
Concepto y características de la
filosofía latinoamericana <> Prin-
cipales directrices y tendencias
de la filosofía latinoamericana <>
El hombre <> La voluntad <> La
vida <> La tierra <> La libertad
<> La historia <> La cultura
<> La revolución <> El amor
<> La idea de Dios.
Colección
QUIERO SABER .. º
lCuáles son
En esta colección encontrará los grandes temas
el lector los más di versos
.temas de cultura y técnica~
de la filosofía
redactados, en textos de latinoamericana'?
divulgación, por primeras por
autoridades internacionales VICTORIA DE CATURLA BRÚ

en cada materia.
© EDITORIAL NovARo-MÉxlco, S. A. NOVIEMBRE, 1959
DoNATO GUERRA, NQ 9. MÉxlco l, D. F.
PRIMERA EDICIÓN EN LA COLECCIÓN "QUIERO SABER ••• ",
NOVIEMBRE, 1959
IMPRESO Y HECHO EN MÉxlco
PRINTED AND MADE IN MEXICO

A la fraternidad de los
pueblos latinoamericanos por
la cultura y la libertad.

VICTORIA DE CATURLA BRü: Naci6 en San Juan de los Remedloa,


provincia de las Villas, Cuba. Se gradu6 de doctora en Filosofía y
Letras en la Universidad de la Habana en 1940. En los años de 1951
a 1953 ejerció como p·rofesora instructora en la propia universidad.
Es autora de: "Los paisajes geográficos de Cuba vistos desde el aire"
(1941); "Apuntes geográficos sobre la región de Baraeva" (1943);
"La mujer en la independencia de América" (1945); "Los conceptos
vitales en la filosofía cubana" (1956); "Comentario bibliográfico sobre
el redescubrimiento de Dios" (1957); "En tomo a la nueva teoria de la
historia de Guillermo Francovich" (1957); "El tema de la tierra en
la filosof{a latinoamericana" (1957).
SUMARIO
Págs.
CAPÍTuLo l . CONCEPTO Y CARACTER1STICAS DE
LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA............ 13

CAPÍTULO 11. PRINCIPALES DIRECTRICES Y TEN-


DENCIAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICA-
NA CONTEMPORANEA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 22
l. El positivismo. . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . 22
11. El espiritualismo humanista. . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
III. El dinamismo monista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
IV. Tendencias vitalistas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
V. El historicismo, perspectiva y sentido de la cultu-
ra americana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .• 37
VI. Las corrientes existencialistas. . • . . . . . . . . . • . . • • 40

CAPÍTULO III. EL HOMBRE...................... 43


l. El hombre biológico........... . . . . . . . . . . . . . 44
a) Análisis negativo del mestizo latinoamericano
Carlos Octavio Bunge
Gabriel René Moreno
b) Análisis positivo del mestizaje en la América
Latina
El indigenismo de Franz Tamayo
La raza cósmica de José Vasconcelos
11. El hombre metafísico.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
a) La "Teoría del Hombre", de Francisco Ro-
mero
b) El personalismo de Antonio Caso
c) El "condicionalismo" de Jorge Mañach
d) El sentido existencial en la concepción de
Humberto Piñera

CAPÍTULO IV. LA VOLUNTAD.................... 78


I. Concepto negativo de la voluntad en Raimundo
de Farias Brito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • • • • 79

9
PAgs.
II. Concepto ontológico de la voluntad como reali- III. Concepto social de la libertad en Enrique José
dad fundamental en Inés Segura Bustamante ... Varona ............................... · .. · 150
III. Concepto de la voluntad como agente teleológico IV. Concepción intelectual en José Enrique Rodó... 152
en Alejandro Korn ......................... . 88 V. Concepto ético de la libertad de Alejandro Konr 154
IV. La voluntad como vocación en José Enrique Rodó 91 VI. Concepción estética en Alejandro Deústua. . . . • . 157
VII. Concepto metafísico en Miguel Angel Virasoro. 159
CAPÍTULO v. LA VIDA .... ••• .... •• .•••.• ••. ••• • • • 96
I. Concepto estético de José Pereira de Gra9a CAPÍTULO VIII. LA HISTORIA ...........•....•. • • 164
Aranha................ ... ...... ... ...... . 97 I. Determinación de los tipos históricos por las di-
II. Concepto psicológico en Inés Segura Bustamante 99 ferentes tendencias de la sensibilidad vital según
III. Concepto teleológico de José Vasconcelos ..... . 104 Guillermo Francovich ...................... . 166
IV. Sentido histórico en la concepción dualista de II. Personalidad irreductible del conocimiento histó-
Alberto Rouges ............ ....... ........•. 109 rico según Antonio Caso ...................• 173
V. Concepto axiológico de Jorge Mañach .........• 112 III. Interpretación social de la historia de la América
VI. Contraposición de los sentidos pragmático y ético Latina por Juan Clemente Zamora ........... . 177
de la existencia humana en Antonio Caso .••••• 118 IV. Interpretación filosófico-política de Luis Alberto
Sánchez..............................•... 182
CAPÍTULO VI. LA TIERRA •••••••••••••••••.•••••• 123 V. "América en la historia", por Leopoldo Zea .•••• 185
l. La "mística de la tierra" .••.••.•..... . ..•.•. 126 193
CAPínn.o IX. LA CULTURA ...................... .
II. El "subconsciente cósmico" de Guillermo Franco-
vich.......................... . .. . ....... . 129 I. El problema de la cultura latinoamericana según
III. La reincorporación a la tierra, como uno de los Alberto Zuro Felde ........................ . 194
fundamentos éticos de la concepción de la vida II. Actitud del intelectual latinoamericano ante los
de José Pereira de Gra9a Aranha ............. . 132 problemas de la cultura en Alfonso Reyes ..... . 200
IV. El desarraigo del nativo de la tierra como pro- III. La cultura sudamericana dentro del concepto fi-
blema humano y social en José Antonio Ramos .. 134 losófico del pluralismo cultural en Humberto
V. La tierra como idea de poder en Ezequiel Martí- Palza ................................... . 201
nez Estrada ............................... . 135 IV. Interpretación del descubrimiento de América
VI. Formas típicas del sentimiento de la vida cósmica como "cubrimiento" de su cultura por Germán
en Mariano Iberico ..•...•••••••..•••••.•.•• 139 Arciniegas. . . . .•.......................... 204
V. Los procesos de transculturación en la integración
CAPÍTULO VII. LA LIBERTAD ............. .. ..... . 144 de la personalidad de la América Latina ....... . 207
a) El sincretismo artístico en el barroco colonial
l. Concepto humano de la libertad en José Martí. • 145 hispanoamericano, según Angel Guido y
II. Clasificación de los tipos humanos de acuerdo Martha de Castro
con su actitud ante la libertad de Carlos Vaz b) Significación cultural de los aportes étnicos
Ferreira.•••••••••.••...••• • •••••••••••••• 148 en el folklore según Femando Ortiz.
10
11
Págs.
CAPÍTULO X. LA REVOLUCIÓN .•..•••••• , ••• , . . . . 218
I. La revolución interpretada como una de las for- Capítulo I
mas de la evolución por José Martí ........ . . . 219
II. Revolución y "revolucionismo" en Eugenio María CONCEPTO Y CARACTERISTICAS DE
de Hostos ............................... . 221
III. La dialéctica de la revolución en Luis Alberto LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA
Sánchez....... •.•. .. , . , • , • , • , ••. , •. , ....• 225
La filosofía, como creación de ese ser mundano
CAPÍTULO XI. EL AMOR ...••••• •••••• • ••.. .•• • .• . 229 que es el hombre, responde a una necesidad vital. No
I. Concepto epistemológico del amor en Carlos es un mero pasatiempo para combatir la cronofobia
Astrada ....................... .... .... .. . 230 de ocios indolentes, ni propiedad exclusivista de un
II. Concepto metafísico de Guillermo Francovich en sector profesional; tanto por su proyección objetiva,
la teoría del amor. 232 de carácter universal, como por sus raíces subjetivas,
III. Concepto humano d~i ~'di~; ~~· ~~¿ M~f:
j 236:: :: : insertas en la unidad indisoluble de la estructura
N. El amor místico en José Vasconcelos ....•..•.• 238
humana, constituye la más auténtica de las activida-
CAPÍTULO XII. LA IDEA DE DIOS des del hombre.
.. ········· ····· · 241
Así concebida, la filosofía puede asumir dos
I. El Uno Absoluto de José Vasconcelos .. .. •.. • . 242 aspectos principales: como manifestación explícita,
II. El Dios finito y múltiple de Waldo Ross ...... . 244
III. El pios inmóvil de Raimundo de Farias Brito .. adoptando la forma intelectual, u objetivándose im-
247 plícitamente en las formas concretas de la vida so-
N . E~ redescubrimiento de Dios" por Rafael García
Barcena ••••••• ••••• •••••••••••••••.•••••. 249 cial, costumbres, instituciones y creaciones de todo
género. Resumiendo comprensivamente ambas direc-
ciones, podemos considerar a la filosofía como la ex-
presión integral del sentido de la vida.
Estas consideraciones nos permiten hablar de una
filosofía meramente vivida, que fluye a través del
psiquismo de estados -estados de conciencia, estados
de ánimo- y que se actualiza de un modo incons-
ciente en la obra y el ser de lo cotidiano; la cual,
cuando se repliega sobre sí misma, en la autocon-
ciencia, da lugar a la curiosidad intelectual y a las
subsiguientes elaboraciones de esta índole.
La concepción de la filosofía como "teoría general
12 13
1 ,

¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

de la experiencia", desarrollada por el argentino Ri- llamó José Martí-, cuya forma de vida está det~rmi­
sieri Frondizi, coincide en muchos aspectos con los nada por un complejo de factores comunes, tienen
puntos de vista expuestos anteriormente. una filosofía propia como resultado de este proceso
Impugna él la tendencia a tomar ideas o ideales real, como una consecuencia de la constitución de la
como punto de partida del saber filosófico que condu- filosofía del modo que ya hemos analizado.
ce a constituir un andamiaje a base de puros con- La primera característica que debemos señalar en
ceptos y relaciones entre éstos, lo cual significa el la filosofía latinoamericana es su proyección vital,
divorcio entre la filosofía y la vida humana. a la que se refiriera Guillermo Francovich al hablar
Si bien él se adhiere al postulado ya clásico de de '1a penetración del pensamiento abstracto en los
que la filosofía trata del "ser en tanto ser", es decir, repliegues de la vida concreta, humana, cotidiana".
en lo que tiene de esencial en su generalidad -no en Débese esto a la actitud profundamente humana de
un ser determinado-, éste no es un ser descarnado, nuestros intelectuales, a su estrecha vinculación con
sino vivo y activo, que palpita en la experiencia hu- su problemática social, que los mantiene constante-
mana, "aunque no llega a agotarse en ninguna expe- mente preocupados con la marcha de los asuntos
riencia individual". públicos y los hace buscar en la filosofía de "prefe-
Debido a la razón anterior, se comprende que el rencia el contenido político" (Alfredo Carrillo). El
saber filosófico se nutre de todos los tipos de ex- filósofo de Latinoamérica, consciente de la misión
periencia de que es capaz el espíritu humano, por lo social que le está asignada, no rehúye despectivamen-
cual la actividad filosófica resulta la más integral te la opinión vulgar -la "doxa" de los griegos- para
de las actividades humanas, no una labor "puramente sumergirse en especulaciones espectrales, sino que
intelectual" como tradicionalmente se había venido cala en la hondura de aquélla para ir a buscar allí
juzgando. lo medular de la vida y sus problemas.
De lo expuesto se deriva el carácter pragmático que Esta misma convicción, entrañablemente sentida,
le asigna a la filosofía este autor en consonancia es la que ha determinado que Luis Alberto Sánchez
con su finalidad última: explicar la complicada rea- · conceptué a la filosofía de "producto social" y que
lidad que el hombre encuentra y servirle de orien- le atribuya un papel de primer orden en "el íntegro
tación en lo que puede y debe hacer. desarrollo de la evolución humana".
No es ninguna inconsecuencia, por lo tanto, refe- El complejo de factores comunes a los pueblos de
rirnos a una filosofía latinoamericana sin negar por la América Latina es el supuesto básico, la infraes-
ello la existencia de una filosofía universal, del mis- tructura fundamental, en la formación de su original
mo modo que tienen cabida las diferencias indivi- concepción del mundo.
duales dentro de una concepción genérica del hom- El factor geopsicológico, concretado en tomo a
bre. Los pueblos de "nuestra América" -como la lo telúrico, ha jugado un papel principalísimo. La

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

naturaleza americana con sus dimensiones cósmicas da tono a sus vidas tiene su origen en la tensión entre
da lugar a un concepto de la extensión y del espacio las fuerzas progresivas, que los empujan hacia de-
distinto del europeo, presidido éste por el sentido lante y el lastre del colonialismo, que trata de atar-
de la medida y la proporción. Ante nuestra natura- los a un pasado inmutable.
leza, la inteligencia, ansiosa de someterlo todo a su El sentimiento del tiempo en el latinoamericano
propia legalidad, sufre el rudo impacto de lo inso- ha sido incluido en la original teoría formulada por
bornable que se le rebela y la anonada, estremecién- el chileno Waldo Ross acerca de los distintos tipos
dose ante la grandeza y la indómita libertad de sus históricos de hombre tomando como base este factor.
horizontes ilimitados. Según aquella teoría, mientras para el europeo el
Los elementos históricos que confluyen hacia la pasado se vierte en el presente y el norteamericano
integración de nuestros pueblos han resultado decisi- siente que su presente cambia impelido desde el fu-
vos para perfilar su personalidad. turo, para el latinoamericano el tiempo "sopla" del
El primitivo espíritu aventurero que animara a los futuro y se va escurriendo hasta hundirse dentro de
conquistadores todavía sigue fluyendo a través de los pliegues de un pasado estático.
su pensamiento, impregnándolo de audacia y coraje Los aportes étnicos constituyen el ingrediente hu-
y prestándole vuelo a las ideas para apuntar hacia mano que se funde para producir las nuevas combi-
metas cada vez más altas en la búsqueda incesante naciones espirituales. Los pobladores blancos, occi-
de su propio ser. dentales, se unen a las razas indígenas realizando un
El marcado individualismo de nuestros poblado- mestizaje en gran escala; en los pueblos de menor
res sigue pesando todavía en todas las esferas de caudal autóctono, o donde éste llegó a desaparecer
la vida; hace que se acentúen las diferencias ideoló- completamente, las mezclas se llevan a cabo c n ele-
gicas y sus consiguientes expresiones conceptuales mentos procedentes de las cuJturas negras del África.
matizadas por una gran variedad. Aunque en proporciones más reducidas, no d be ol-
El proceso de la independencia ha sellado el se- vidarse tampoco el consignar la corriente asiática, con
paratismo regionalista, pero las tradiciones comunes su peculiar sentido de la vida, que guarda muchos
siguen uniendo a los pueblos latinoamericanos en una aspectos en común con los indios de América.
superestructura que no reconoce fronteras, como se Los problemas económicos, enraizados en gran par-
aprecia en todos los aspectos de su cultura y, por te en la tradición colonial, tienen su cariz distintivo
consiguiente, en la filosofía. como un factor retardado o subdesarrollado dentro
Los pueblos latinoamericanos, jóvenes por su his- del complejo cultural. La relación entre el hombre
toria e inmaduros por su educación, proyectan esta y la tierra, la aplicación de sus elevados porcentajes
circunstancia en su sentido del tiempo, manejado en de fuerza laboral con sentido humano, la explotación
función de futuro. Esa dosis de inseguridad que le planificada de los recursos naturales y1 en gener~ la
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

incrementación del ritmo del desarrollo económico tración parcial de fuertes vocaciones filosóficas. A tal
son los tópicos más genéricos cuya inquietud se re~ éxodo periódico de los hombres de pensamiento debe
fleja en las manifestaciones del pensamiento. acreditarse también la discontinuidad en los esfuerzos
Las cuestiones sociales entretejen su complicada y en la obra cultural de los pueblos latinoamericanos.
urdimbre con muchos de los factores que ya hemos Al ponernos en contacto con el acervo filosófico
analizado. En la América india lo social está estre- de Latinoamérica notamos en seguida la ausencia de
chamente compenetrado con la realidad étnica; la ese sentido metódico definido que tan arraigado se
división en clases sociales conserva aún en muchas halla en las realizaciones intelectuales europeas -con-
regiones los perfiles de su estratificación histórica tra el cual se ha rebelado contemporáneamente el
mientras que los factores económicos, en una u otr~ existencialismo-. No se encuentra aquí, sino por ex-
forma, siempre actúan de manera decisiva en los cepción, la construcción rigurosamente planificada en
fenómenos de la colectividad. torno a una idea central -casi siempre concebida
Los problemas políticos de la América Latina, más apriorísticamente- que caracteriza a los sistemas
que un hecho en sí, representan un síntoma del des- cerrados.
equilibrio de su complejo cultural. Ahondando a tra- En la cultura latinoamericana la filosofía no se cons-
vés de sus manifestaciones superficiales pudiera lle- tituye como un sistema de ideas abstractas, sino que
gar a encontrarse el auténtico sentido de la vida de se integra a expensas de "un conjunto de condiciones
nuestros pueblos. Que es lo que parecen proponer- subyacentes del pensar, del sentir, del concebir y
se nuestros investigadores al relacionar la filosofía con otros supuestos" ( Humberto Palza).
los asuntos públicos -según señalamos anteriormen- No existe en ella uniformidad ni conformidad en
te-. Y aun en el fondo de las metafísicas más ela- las ideas u opiniones, lo que hubiera permitido una
boradas, como la "teoría del hombre", de Francisco delimitación estricta en escuelas propias, sino que el
Romero, parece encontrarse ·este principio cardinal sentido unitario se halla dado en la coincidencia
vertebrando el desarrollo de las construcciones con- en los temas y problemas principales, que constitu-
ceptuales. yen como focos de atención común y que responden
Las conmociones revolucionarias, o las reacciona- a intereses vitales de la existencia de nuestros pueblos.
rias, han afectado a menudo a nuestros intelectuales, Y es que en la genuina actitud filosófica importan
bien indirectamente o hasta de un modo directo. Esto más los planteamientos y las preguntas que la curio-
los ha obligado a buscar la libertad de pensamiento y sidad se propone, que las soluciones y respuestas a
hasta la seguridad de la propia persona en el exilio, que se pueda llegar, porque la filosofía no es, sino que
desarraigándolos de su medio privados del contacto se está haciendo constantemente al compás de la in-
con la realidad y la práctica de la observación. Esta satisfacción humana. Como las metas están siendo
ha sido una causa bastante generalizada de la frus- incesantemente removidas, fijar un método conduci-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

ría a una inmovilidad negadora del rihno de la vida Primer Congreso Latinoamericano de Filosofía y Filosofía de
misma, lo que estaría en contradicción con la condi- la Educaci6n. Editorial Casa de fa Cultura Ecuatoriana
ción íntima de la filosofía latinoamericana. Quito. 1954.
Ross, Waldo: Hombre y tiempo en las dos Américas. Publicado
Pudiéramos también caracterizar a esta filosofía
en "América". Revista de la Asociación de escritores y
aplicándole los conceptos del orden expuestos por artistas americanos. Vol. XLVII. Enero a marzo de 1956.
Bergson en "La evolución creadora". En vez de seguir Habana.
el orden "geométrico" propio del mecanismo raciona- Wagner de Reyna, Alberto: La filosofía en Iberoamérica.
lista, ha optado por la vía ancha y libre del orden Imprenta Santa María. Lima. 1949.
"'vital", el de las ideas no aprehendidas, sino queri-
das, que fluyen espontáneamente en la actividad con-
tinua de experiencias vitales siempre renovadas.
He aquí el porqué de nuestra manera de distribuir
este trabajo en torno a temas que representan viven-
cias fundamentales y no por filósofos o escuelas como
se ha acostumbrado tradicionalmente.
Estas vivencias comunes, verdaderas unidades dota-
das de sentido, constituyen el espíritu supraindividual
de la filosofía latinoamericana.
Esta obra va a organizarse de acuerdo con esos
centros de interés vital, que no vamos a estudiar -en
el sentido de tomarlos desde fuera estableciendo la
separación sujeto-objeto- sino a proyectarnos en ellos
para su mejor comprensión. Representará así como
un muestrario o una visión panorámica que recoja
los matices más diversos y contrapuestos del pensa-
miento latinoamericano, cuyas tonalidades marcarán
los distintos prismas individuales y locales desde los
cuales han sido enfocados.

Bibliografía recomendada:
Frondizi, Risieri: El punto de partida del filosofar. Editorial
Losada, S. A. Buenos Aires, 1945.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

mentos de la meditación filosófica, el lenguaje y la


lógica formal. Pero al hacer uso de estos elemen-
Capítulo II tos los hemos ido adaptando a nuestras necesidades,
imprimiéndoles nuestro propio estilo de vida y de-
PRINCIPALES DIRECTRICES rivando del marco conceptualista hacia esa "lógica
viva" 1 que se actualiza en el terreno conflictivo del
Y TENDENCIAS DE LA FILOSOFÍA
quehacer. Este fenómeno se manifiesta en el aliento
LATINOAMERICANA político y social que a menudo informa nuestra fi-
CONTEMPORÁNEA losofía, como ya indicamos al referirnos a sus carac-
terísticas.
l. El positivismo
La escolástica representó en Iberoamérica, no sólo
Aunque este estudio no va a orientarse en torno a el texto académico de las universidades coloniales,
escuelas filosóficas, cuya existencia desde un punto sino el símbolo intelectual de la autoridad metropo-
de vista estricto es ajena al sentido del pensamiento litana. El retardo cultural en que ella nos mantenía
latinoamericano, como expusimos en el capítulo ante- con su dogmatismo estático era el concomitante teó-
rior, es posible señalar ciertas directrices y tendencias rico de la permanencia indefinida del "statu quo" que
generales, las que, a la vez que representan la re- el tutelaje absolutista nos deparaba. Por eso la reac-
sonancia de corrientes universales en nuestras tierras, ción antiescolástica, cualesquiera que fuesen las direc-
marcan la evolución y el acendramiento de las actitu- ciones que siguiera, comportaba ya los gérmenes de
des vitales en la cultura de la América Latina. la revolución de estos pueblos como un síntoma del
Este modo nuestro de interpretar la filosofía lati- despertar de la conciencia a la libertad. No fueron,
noamericana como la expresión conceptual o como pues, propiamente, los enciclopedistas del Iluminismo
respuesta a situaciones vitales definidas, nos permitirá los precursores intelectuales de la independencia de
comprender mejor el fenómeno de la coexistencia y América, sino que habría que remontarse hasta Des-
entrecruzamiento de las tendencias más disímiles cartes, el sensualismo y el empirism ; todos estos
y hasta -al parecer- contradictorias, no sólo en un ingredientes no actuaron, en realidad, sino como ca-
medio y en un grupo social determinado, sino hasta talizadores en la retorta donde cristalizaba el espíritu
individualmente a lo largo de la trayectoria vital de americano como producto de su lucha por la vida.
sus intelectuales. Y es que la vida, y sobre todo la Estas consideraciones nos permiten ya llegar, si-
vida joven en tumultuosa ebullición de nuestros pue- tuados en perspectiva, a la primera y más importante
blos, es tan variada y contradictoria que no es posible
de las tendencias que se delinean en la filosofía la-
ordenarla metódicamente con el cartabón de la razón.
De la cultura occidental hemos recibido los instru- 1 Según la denominación de Carlos Vaz Ferreira.

22 23
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

tinoamericana contemporánea: el positivismo. Su de nuestro positivismo "autóctono", 1 cuya verdadera


enorme arraigo y difusión en los pueblos de nuestra naturaleza es luego enmascarada al adoptar las for-
América, tan poco inclinados temperamental.mente al mas europeas por el eco simpático que aquí despiertan
rigor metódico de la ciencia, tiene su explicación al coincidir nuestros motivos con las directrices que
como la instancia intelectual que mejor se avenía con sigue entonces la atención universal.
las urgencias concretas del momento histórico de la El caso de la Argentina es perfectamente típico
reconstrucción nacional. del positivismo latinoamericano. Domingo Faustino
La independencia política de Latinoamérica, al- Sarmiento es la primera gran figura que ilustra esta
canzada por la segregación de nuestros países de sus modalidad del pensamiento. En su introducción al
metrópolis respectivas, España y Portugal, no había "Facundo", ya se atreve a plantear nuestros problemas
significado, en realid~d, sino un mer? cambi~ ~e for- en términos universales: "¿No significa nada para la
mas, mientras persishan en la práctica los vicios del historia de la filosofía esta eterna lucha de los pue-
coloniaje. Existía un divorcio entre los hechos y el blos hispanoamericanos?"
planteamiento teórico de los problemas, por haberse Esboza la disección de la realidad en que vive con
intentado, con la improvisación propia de la inex- los perspicaces atisbos de un sociólogo, asignándole
periencia y el idealismo brotado de la embriaguez su parte al factor geográfico, con los hábitos que éste
de la libertad, amoldar los hechos a las ideas y no al engendra; a las tradiciones españolas y a la concien-
contrario como lo demandaban las circunstancias. Se cia nacional que han dejado la Inquisición y el ab-
olvidó, en el momento del triunfo, que nuestras re- solutismo colonial; a la barbarie indígena y a la
públicas necesitaban surgir con "formas viables y de democracia dogmática de la revolución indep nden-
sí propias nacidas" -como reclamaba la previsión tista. Y le señala a la Europa, "tan ávida de fases
de José Martí-. Y el resultado ha sido el desequili- nuevas en la vida de las diversas porciones de la
brio de los factores de la realidad aparejado a las humanidad", el fenómeno hispanoamericano corno un
crisis institucionales. "nuevo modo de ser que no tiene antecedentes bien
Frente a los resultados de "arar en el mar" y edifi- marcados y conocidos". Su fe en la ciencia para resol-
car sobre "la arena movediza" de las abstracciones del ver los problemas humanos quedó plasmada en su
idealismo romántico -como lo había advertido Bolí- obra educativa, concebida para sup rar la contradic-
var, en quien ya se aprecian las primeras muestras de ción entre la civilización y la barbarie, cuyo proceso
reacción contra esta actitud- va surgiendo en la Amé-
dialéctico él describiera literariamente en torno al
rica Latina una clara conciencia de la importancia de
genio de la pampa.
tomar en cuenta los hechos en cualquier plan que
aspire a poner en funcionamiento los postulados de La culminación y, al mismo tiempo, el comienzo
su revolución. He aquí el origen real y espontáneo 1
Según la acertada calificaci6n de Ferrater Mora.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?

de la superación de este proceso en la Argentina se figura un epígrafe incitante para la responsabilidad


da en la figura de José Ingenieros, médico y filósofo, ciudadana: "causas de nuestra permanente anarquía."
a la vez que psicólogo y sociólogo. Por su capacidad El saldo de aquellos propugnadores de la evolución
enciclopédica asume una actitud positiva sin positi- progresiva es sintetizado por Arturo Ardao como "el
vismo. En su "Sociología Argentina'' se remata el gran giro de nuestra mentalidad dirigente que, a tra-
cuadro de la problemática hispanoamericana que Sar- vés de la crisis militarista, la condujo del academismo
miento comenzara a delinear. Pero al tratar del "porve- de los principios constitucionales al realismo econó-
nir de la Filosofía'', rebasa la contención disciplinaria mico y social". A ello se debe en gran parte que el
del gran .maestro francés, admitiendo y proclaman- nominalismo democrático, que prevalece todavía en
do la necesidad de la Metafísica. Así encarna el la mayor parte de nuestras repúblicas, tenga una dig-
espíritu aventurero de la América, que no se de- nísima excepción en esta culta nación hermana, en la
tiene ante las vallas de la experiencia con el impulso cual el derecho de la soberanía popular se arraiga
incontenible de la inquietud espiritual. con un firme contenido positivo.
El positivismo uruguayo, aunque posterior en el En Bolivia, el positivismo asume un acusado matiz
tiempo al argentino, guarda grandes semejanzas con nacionalista, de acuerdo con las urgencias del momen-
éste en sus líneas generales. Es personificado en sus to en que le tocó vivir. Enclaustrada en el centro del
inicios por un gran maestro, José Pedro V arela, que continente sudamericano después de haber perdido
tuvo muchas afinidades con Sarmiento y gozó de su el acceso al Pacífico, su reacción ante los hechos con-
amistad. En medio de la turbulencia y el despotismo sumados no podía ser otra que volver sobre sí misma
que le rodeaba, llegó a la conclusión de que el único la mirada para conocerse mejor y sacar de su propia
recurso asequible para salir del círculo vicioso en que realidad las fuerzas que necesitaba. La enseñanza
se movían y arribar a la consolidación nacional estaba comienza a recibir, después de un estancamiento de
en la educación y, desafiando las críticas de todos los siglos, una verdadera orientación técnica con la fun-
bandos, se hizo cargo de regir la enseñanza con la dación de las Escuelas Normales para maestros, una
condición de que se le permitiera reorganizarla cien- de cuyas variedades, las Normales Rurales, evidencian
tíficamente sin interferencias oficiales. Su obra se un alto sentido pragmático con la inclusión de las
complementó en la docencia superior con el rectorado artes manuales y la agricultura práctica en su currícu-
de Vázquez Acevedo en la Universidad de Montevi- lum. La investigación se orienta por todos los sende-
deo, momento al que le da tono una medida tan avan- ros hasta entonces inexplorados de la realidad boli-
zada para la época ( 1880) como la participación estu- viana. La arqueología, con sus estudios del arte del
diantil en el gobierno universitario. En el nuevo altiplano; la lingüística y la etnología penetrando en
programa de moral, concebido bajo el signo de los el enigma de la razas indígenas; la historia y la so-
hechos concretos en que giraba la existencia colectiva, ciología complementándose mutuamente para anali-

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

zar las fallas de la democracia en la evolución del to filosófico con Enrique José Varona. Cabría agregar
país, y hasta la botánica, en su aspecto práctico me- a ese estudio algunos aspectos muy interesantes del
dicinal, clasificando las yerbas de los curanderos ca- apóstol de su revolución, José Martí, así como de otro
llaguayas; todas las actividades se conjugaban unita- distinguido patriota, político y publicista, Juan Gual-
riamente en la realización del lema del "maestro de berto Gómez.
la juventud boliviana" Daniel Sánchez Bustamante: Aunque el pensamiento vivo y proteico de Varona
"Que Bolivia se conozca a sí misma." evoluciona con su existencia y la de su pueblo hasta
Es significativo señalar, por último -como lo ha entrar en contradicción con sus primeras bases doc-
indicado Guillermo Francovich-, que este p eríodo de trinales, vamos a limitarnos aquí a indicar sus puntos
la vida boliviana está regido políticamente por uno coincidentes con la generalidad de los latinoameri-
de los partidos con que se definen de un modo ideo- canos que se alinean en la fase positivista. En la de-
lógico, por primera vez, las luchas comiciales en subs- dicatoria de sus "Conferencias filosóficas" están bien
titución del caudillismo p ersonalista y las facciones puestos de relieve los contornos del credo positi-
que hasta entonces habían sido el único factor deci- vista: "A la juventud cubana, en cuyo corazón deseo
sivo en la política. fervorosamente que jamás se extinga el amor a la
El positivismo mexicano ofrece las facetas carac- ciencia, que conduce a la posesión de sí mismo y a
terísticas de esta ideología en la América Latina. Se la libertad."
inaugura como una nueva forma de vida con la Re- Elevado a una posición directriz en la instrucción
forma y el gobierno revolucionario de Juárez, tras la pública al finalizar la guerra de independencia de
caída de Maximiliano. Es anticlerical, por lo que Cuba, Varona pudo aplicar en este sector su criterio
la Iglesia simbolizaba como lastre del reaccionarismo. pragmático al país devastado por la contienda: "Lo
Aspira al acendramiento de la nacionalidad contando decisivo no es lo que el hombre aprende, sino lo que
con los factores real s del país, parte principalísima el hombre ejecuta, porque la vida es acción, no lec-
de lo cual resultaba la revalorización del elemento ción." O cuando al tratar de los problemas psicoló-
indígena. gicos concluye que su solución consiste en amoldar la
Trata de armonizar la libe1tad con el orden va- actividad "a las necesidades reales que le impone el
liéndose del perfeccionamiento técnico de las Ínsti- mundo que deseamos modificar, puesto que toda
tuciones y la educación popular, muy de acuerdo ciencia es una virtualidad que tiende a la acción".
con la fe en el progreso racional y en el mejoramien- En la Ética, el Filósofo -como se le llama en Cuba
to evolutivo de las costumbres. Puede representarse por antonomasia- subraya la importancia capital del
en las figuras de dos grandes maestros: Gabino Ba- medio en la formación del individuo y, al preconizar
rreda y Justo Sierra. la necesidad de su mejoramiento para elevar las cos-
Al tratarse de Cuba, siempre se relaciona este aspee- tumbres, rechaza la tiranía de los "imperativos", como

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

buen americano: "El hombre no se moraliza con man- sus obras se nutren de la propia realidad del país,
datos." porque estos hombres no buscaban deliberadamente
En el Brasil, la génesis del positivismo está ligada a la originalidad filosófica, sino que deseaban encontrar
determinadas condiciones autóctonas, análogamente una directriz nueva para la vida política nacional.
a la Argentina. Adviene bajo los auspicios del surgi-
miento de una nueva clase social, la pequeña burgue- Il. El espiritualismo humanista
sía, que en el campo de la cultura está representada
por los egresados de las escuelas militares, ingenieros El positivismo latinoamericano desempeñó -como
y médicos, conectados por sus propias profesiones tratamos de demostrar- una función de primer ord n
con las ciencias positivas. Estos hombres, que reac- como reacción contra los rezagos coloniales, y una
cionan despectivamente hacia la inútil vacuidad de la disciplina necesaria para la inexperiencia romántica
tradición académica forjadora de humanistas "orna- de las repúblicas recién estrenadas en el manejo de
mentales", creen encontrar en la ciencia una panacea la cosa pública.
solucionadora de todos los problemas. Así se vio a Los movimientos espiritualistas que vienen a dispu-
Luis Pereira Barreto, uno de los abanderados inte- tarle el terreno en nuestro siglo cuentan con antece-
lectuales de esta generación, pedirle al Senado, en su dentes y factores que les sirven de aliado poderoso:
introducción a "Tres Filosofías'', una reforma radical e~ ~ropio temperamento de nue tros pueblos, de por
de la enseñanza para transformar al país, cuyo punto s1 mclinados en ese sentido, y una fu rte tradición
fundamental sería la supresión de la Academia y el de siglos, afincada precisamente en tal manera de ser.
cese del influjo de la Iglesia, "las dos grandes cómpli- Pero el nuevo espirituali mo llega ya liberado de los
ces que estaban resueltas a instruirnos embrutecién- resabios dogmáticos del coloniaje y sin propósitos sec-
donos". tarios exclusivistas; antes bien, comienza por recono-
La obra del positivismo brasileño fue tan fecunda, cerle sus virtudes al positivi roo, como puede apre-
que originó transformaciones decisivas en la marcha ciarse en los juicios que sobre éste emití ran Rodó y
de la nacionalidad. La abolición de la esclavitud, ins- Vaz Ferreira, pertenecientes a la generación que lo
titución incompatible con la "religión de la humani- supera.
dad" y sustentáculo del poder económico de la oli- La insuficiencia del saber científico para juzgar in-
garquía de los hacendados, así como la caída del tegralmente la vida humana -la gran razón de ser
Imperio y la instauración de la República, pueden del impulso espiritualista-, ha sido diáfanamente ana-
acreditársele con toda justicia. En estos hechos jugó lizada p r Guillermo Francovich. 1 Aduc él que la
un papel destacado como dirigente popular un maes- ciencia, como "ignora el valor", "da al mundo una
tro de las nuevas ideas, Benjamín Constant Botelho extraña dimensión de mera realidad int ligible". Pues
de Magalhaes. Por todo esto puede comprenderse que 1
De su obra inédita: Todo ángel es terrible.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA?

como "significación y sentido son expresiones de va-


loración", la existencia privada de ellos se queda falta
de contenido.
La gama del espiritualismo latinoamerican~ es .muy
variada y compleja y a veces adopta combmac1ones
verdaderamente originales.
La concepción del uruguayo José Enrique Rodó,
llegó a originar una corriente de resonancia no .só.lo
continental, sino universal, con el nombre de anehs-
mo. Encárna e en ella el id al de perf cción humana,
que une indisolublemente los valores éticos y esté-
ticos. Pero no obstante haber simbolizado en Ariel
al espíritu como una aspiración alada y sublime, Rodó
no pierde enteramente el contacto con la tierra. Y en
"La Novela Nueva", se refiere a ese "inmenso anhelo
que tiende cada día al hallazO'O de una ruta ignora-
da", no sólo "en la profundidad de la conciencia', sino
también "en la realidad d la vida"; por lo que se apre-
cia su débito personal al saldo favorable que le se-
ñalara al positivismo.
Fran isco Rom ro y Guillermo Francovich ostentan
la representación de la Argentina y Bolivia, respecti-
vamente, dentro de esta dir cción en la filosofía lati-
noamericana actual. Han elaborado teoría muy di-
símiles, plenas de int rés por sus atisbos propios y el
sello p rsonal que 1 imprim n a la laboración del
pensami nto. Como en lo capítulos correspondientes
proced remos al d sarrol1o de sus concepciones, aquí
vamos a r ferirnos s lam nt a las caract rísticas más
genéricas, comun s y no comunes, ntre ambos. tivo.
De acuerdo con tas teorías, el espíritu no se pre- No falta n él Ja ia políti a, así in ludí-
senta como algo sobr natural o trasc nd ntal, si bien --
1
está dotado de trascend ncia en el sentido de pro- br in dita anl s ita da.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

ble para el filósofo latinoamericano. Al enumerar los que pensada, con un misticismo patético expresado
factores adversos al desarrollo del espíritu consigna literariamente con la opulencia de colorido de las telas
entre sus enemigos principales a "los tiranos y malos típicas de su país o de un tapiz oriental, urdidos con
gobernantes". una técnica impresionista. La filósofa cubana Inés Se-
gura Bustamante, prevalida de las intuiciones profun-
III. El dinamismo monista das del alma femenina y obedeciendo a su extracción
del campo de la Psicología, ha compuesto un cuadro
No es una modalidad muy generalizada del pen- surrealista del panorama ontológico como Dinámica
samiento latinoamericano, mas reviste un interés es- Universal. Para ll gar a su teoría ha tomado como
pecial por su significación. Consiste ésta e~ la fusión puntos de partida lo fenómenos de sugestión y la ca-
que realiza de elementos de la cultura occidental con pacidad racionalizadora del subconsciente freudiano,
el espíritu de Oriente, anticipación o síntoma de esa desarrollándose a través de la fuerza que gobiernan
historia futura de caráct€r realmente universal que se al mundo en su intervención para interpretar el origen
viene incubando y en la cual representaría la América de la voluntad humana.
el lazo de unión de los dos hemisferios. José Vasconcelos, el combativo compañero de An-
Con referencia a la cuestión que hemos planteado, tonio Caso en el grupo renovador del Ateneo de la
ya en el Primer Congreso Latinoamericano de Filo- Juventud de México, expone sus creaciones intelec-
sofía el profesor Oliver Brachfeld v rificó un agudo tuales con un vigor plástico comparable a los fres-
análisis de la misma para fundamentar las probabili- cos de su compatriota Di go Rivera. Aunque apo-
,dades de originalidad del pensamiento de nuestras yándose en ciertos supoostos científicos, hace interve-
tierras. Sostuvo allí él que nuestra misión no es "con- nir un el m nto m tafísico que pudiéramos con id rar
tinuar" la filosofía europea, sino tender un "puente "mágico" en su ci lo d las revu'lsiones de la energía.
filosófico" por la síntesis creadora de los pensamien- Se le han señalado influ n ias del emanatismo ori n-
tos de Oriente y Occidente. El indoam ricano le p a- tal; p ro sin negar éstas, precisam nte por lo que
rece bien dotado para cumplim ntar sta tarea, ya tiene este espíritu de coincidente con el alma del in-
que por su "humanidad" se ac rea al oriental y ha dígena americano, nosotros nos atr v ríamos a insi-
recibido la herencia cultural de E uropa. nuar un posible nexo de las id as de Vasconcelos con
A reserva de tratarlos analíticam nte n su oportu- el monismo de la alta teogonía náhuatl.
nidad, vamos a caracterizar aquí a los representant s
de esta tendencia de acu rdo con los ángulos n que N. Tendencias vitalista,s
se refracta su visión del mundo.
En el brasileño José Pereira de Gra9a Aranha la Aunque la filosofía latinoamericana ha estado siem-
fusión del mundo en un todo continuo es sentida, más pre relacionada en función dinámica con la vida de

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF.fA LATINOAMERICANA?

sus pueblos, podemos destacar algunas tendencias var el tono a veces hasta convertirla en una sinfonía
específicas que han incidido con marcada preferencia 'ñeroica", el cubano Jorge Mañach prefiere mante-
en dirección de la hoy llamada filosofía de la vida nerse al nivel de una sonata en tono menor. Haciendo
y en torno al hombre como ser vivo y actuante sobre uso del procedimiento que Julián Marías ha denomi-
la realidad. ' nado '1a razón vital en marcha", 1 va haciendo escalas
En este sentido, los dos pensadores europeos que en esos recodos d la exi tencia cotidiana de los que
más resonancia han tenido en Iberoamérica son Enri- nadi apenas se ocupa por menudos e intrasc nd n-
que Bergson y José Ortega y Gas set. El primero por tes -al parecer- como el "choteo" cubano. No aspira
su reacción antiintelectualista y su "descubrimiento" a abarcar la vida como realidad total, nj siqui ra la
de la intuición como instrumento específico de la vida humana g néricarn nte, sin la vida de cada un
investigación filosófica; el maestro español por su en su "más permanente intimidad", para que podamos
reconciliación de la inteligencia con la vida en virtud hacerno de una composición de lugar o p rsp ctiva
de la teoría de la razón vital. adecuada para manifestarnos.
Antonio Caso, el gran maestro propulsor de la fi-
losofía contemporánea en México, puede situarse V. El historicismo, perspectiva y sentido
como una figura representativa de esta dirección. Al de la cultura americana
plantearse, ¿qué es la filosofía?, él transfiere la res-
puesta a una doble pregunta: "¿Qué es la existencia?"
y "¿Qué valor tiene la existencia?" De lo que se colige
ya su posición ante la vida como foco preferente de
toda reflexión, pero en su sentido más alto y supera-
dor, como eje en la realización de ideales cuajados
en formas de conducta.
Caso había sido educado en los cánones positivis-
tas, pero su corazón latino encendido y vibrante, que
se le traslucía en la palabra y en el gesto -como lo
pintan sus discípulos-, halló en la intuición bergso-
niana el vehículo intelectual que mejor se avenía con
su temperamento. Y al hacer uso de ésta, le dio un
giro personal al asociarla a ese módulo estético tan
característico de nuestra filosofía, convirtiéndola en
la "intuición poética". •
1
Véase "L~ filo fía e pañola a tual". Espasa-Calpe argen-
Si en la interpretación de la vida Caso llega a ele- tina. Buenos Aires. 1948. Páginas 95 y sigui ntes.

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?

espectacular referida a lo político-militar después de ser pensado conceptualmente", y que sólo existen
la independencia en el período convulsivo que la hombres "que habitan determinadas zonas del plane-
subsigue -y del que no hemos logrado salir comple- ta". Tomando esta idea como eje, él se plantea el pro-
tamente-. Aunque todavía algUJ!los de nuestros histo- blema de encontrarle su sentido propio a la cultura in-
riadores se aferran a este punto de vista con ligeras doamericana, a cuya concepción del mundo, asentada
modificaciones, precisamente aquellos que se consi- sobre el concepto de espacio como ámbito geográ-
deran más rigurosamente "eruditos investigadores"; fico, confluyen dos corrientes históricas: el indigenis-
por efecto de las nuevas corrientes filosóficas que mo autóctono, como tradición viva que pugna por
vamos ahora a reseñar, estos estudios han sufrido una trascender, y la civilización moderna, que impone su
transformación radical que les llega a su misma en- forma a la vida material. De la disociación de am-
traña. bos elementos dimana el problema histórico de nues-
Al establecer Dilthey las categorías de la vida real tros pueblos, que consiste, según él, en la desarticu-
como fundamento de la "razón histórica", los mitos y lación de su presente.
tradiciones de puro sabor vernáculo incorporados a De la compleja estructura d la Hi toria como pro-
las letras latinoamericanas, considerados hasta en- ceso creador de formas, también se ha h cho eco, de -
tonces peyorativamente como "literatura", han queda- arrollándolo conceptualmente, el gran investigador
do incluidos en la cantera histórica de nuesh·os pue- de la literatura peruana Luis Alb rto Sánchez. Su
blos con su peculiar significación. tópico preferente ha sido la substancia ión del ti mpo
Al "animal histórico" se le busca ahora a través ''histórico" como algo dotado de personalidad propia
de su obra en la singularidad concreta de la función -distinto, por ej mplo, del tiempo cósmico de la
creadora, o en la interioridad de los hechos con su ciencias naturales.
compleja estructura de Ja que forma parte, intrínseca- La idea de la biografía -expr sión de la singula-
mente, la temporalidad. ridad humana- como célula de la totalidad históri a
En esta dirección del pensamiento contamos con parece haber animado a numerosos autores latino-
autores que, desde su propia circunstancia, han ela- americanos. En Cuba tenemos elo u nt s ejemp]
borado audaces teorías de gran trascend ncia para de este hecho en dos figuras notabl s: Enriqu Pi-
nuestra cultura. ñeyro, perteneciente a la generación revolucionaria
El boliviano Humberto Palza, caracterizado por su de 1868, con sus "Bi grafías Ameri anas", y un di tin-
extremismo radical, es una de las figura más con- guido profesor del momento actual, H rminio Port ll
notadas en este sentido. Para nosotros ejemplariza Vilá, que ha engarzado uIÍ conjunto de figuras cou-
el ansia intensamente sentida por nuestros pueblos tinentale bajo el rubro de "Vidas d la unidad ame-
para encontrar su ser propio e íntimo. ricana". De obras como éstas se obti n la impresión
Considera Palza que el hombre es una noción, "un de la existencia de la América como una realidad

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

viva y funcional y no como Ulil supuesto metafísico, mismo modo que proceden los artesanos de Indo-
especie de abstracción racional o esquema metodo- américa en sus telares, sin sujeción a diseños en se-
lógico, con que nos pretenden representar los que rie, sino dejando correr la corriente de la inspiración
no hallan cabida para las formas nuevas en sus sis- para encerrar en combinaciones cromáticas la pre-
temas apriorísticos. ocupación del momento fugaz.
También resulta sintomático de esta tendencia a Nuestros "existencialistas" están tocados de la an-
buscar al hombre a través de su obra, el 3:uge que gustia en el sentido de la responsabilidad del Nuevo
han tomado contemporáneamente las investigaciones Mundo en el concierto universal, sabiendo que nues-
sobre el desarrollo literario, artístico, científico y filo- tra actuación ha de trascender comprometiendo el
sófico de la América, ya sea por medio de ensayos porvenir de la humanidad. Pero no están enfermos
regionales o en obras de conjunto. de la "náusea" de la vida, ni su concepción del mundo
Los nombres de Arturo Ardao, Samuel Ramos, Grui- está teñida de los tonos sombríos del derrotismo
llermo Francovich, Medardo Vitier y Joao Cruz de la región del no ser, como en la filosofía y la li-
Costa ilustran distintas vertientes del pensamiento teratura europea de los pueblos devastados de la pos-
desde el prisma nacional, mientras que Francisco Ro- guerra. Antes bien, se yerguen con renovado ímpetu
mero esboza un intento más abarcador para tratar vital hacia adelante, avizorando un mañana lumino o
"Sobre la filosofía en América". 1 en la conquista de su ser.
El filósofo mexicano Leopoldo Zea encarna signi-
VI. Las corrientes existencialistas ficativamente nuestro mom nto. En su obra "América
como conciencia", denuncia la incongruen ia intelec-
Al tratar sobre el historicismo y el vitalismo, ya tualista de querer adaptar las circun tancias ame-
hemos rozado algunos qe los veneros de que se nu- ricanas a los moldes de la cultura europea, "lo que
tre substancialmente el existencialismo propiamente equivale a querer som ter la realidad a las ideas".
dicho. Y analiza cómo los productos de la cultura -entre
Están inmersas en los apremios de lo existencial ellos la filosofía, en lugar destacado- "no son técnicas
nuestras generaciones intelectuales más jóvenes, aque- fuera del mundo, sino la t ma de conci ncia progre-
llas que sienten las inquietudes y los problemas de lo siva de nuestras relacion s con el mundo y con los
que está siendo como su propia circunstancia. Qruie- demás".
ren encarar de frente la vida para entretejer sus pro- Desde la Argentina, Carlos Astr'a da desarrolla la
pias existencias como si en la obra de cada día se vivencia de la temp'o ralidad con genuina perspectiva
actualizara el acto de la creación del mundo, del americana. Concibe el pr sent como un punto de
1 Obra con este mismo título. Ed. Raigal. Buenos resistencia sobre 1 que gravitan la tristeza del pasado
1952. y la nostalgia del porvenir. Al actuar sobre este pun-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

to los impulsos de la vida interior, ya sean de carác-


ter religioso, ético o estético, cruje la norma del tiem-
po -a la manera como el avión supersónico rompe Capítuw III
la barrera del sonido, diríamos nosotros- y el espíri-
tu, 'ubre de lo finito que lo aprisionaba, se vierte EL HOMBRE
hacia la eternidad, que no sería más que la aspiración
inmanente por colocarnos más allá de nuestro ser pe- Cuando la América se incorpora a la esfera de
recedero y caduco". influ ncia de la cultura occidental a través del "d cu-
Un sentido análogo del tiempo en proyección de brimi nto'', lo hace bajo los auspicios del Humanismo.
fuituro anima al cubano Humberto Piñera -cuya con- Porque aunque n España seguía imperando oficial~
cepción del hombre estudiaremos en el próximo ca- m nte 1 ese lasti ismo, aquejándola de un retardo
pítulo-. Para él la mejor justificación del existen ia- cultural respecto del resto de E uropa, el impulso
lismo estriba en el hecho de ser la filosofía de nuestra aventur ro que ll va sus naves más allá de las co-
época. lumnas de Hércules es hijo legítimo del espíritu r na-
Bibliografía centista.
EJ hombr de la península ibérica, que bajo l sig-
Agramonte, Roberto: El pensamiento filos6fico de Varona. no tra cend ntal del Medio vo vivía p ndi nt d J
Publicaciones de la Revista de la Universidad de la Haba- más allá, halla cumplida atisfacción de sus má caros
na.-Habana. 1935. anhelos n 1 Nuevo Mundo, realizándo e orno ria-
Ardao, Arturo: Espiritualismo y positivismo en el Uruguay. tura humana en el "más acá". Es por ello qu la
Fondo de Cultura Económica. México. colonización d Améri a repr s nta para Eur pa un
Cruz Costa Joao: Contríbucao a Hist6ria das ldéías no Bra,yíl. ensayo d afirmadón vital.
Livraria José Olympio Editora, Río de Janeiro. 1956. La_conqui ta de Latinoamérica, specíficam nt , se
Panorama hist6rico de 1as ideas en el Brasil. Fondo de lleva ·a abo por hombres d ro bu ta p r n Jid ad,
Cultura Económica. México. 1957.
cuyas pasiones y ambicion s stán ad rita al prin-
Francovich, Guillermo: El pensamiento boliviano en el siglo xx.
Fondo de Cultura Económica. México. 1956.
cipio d la subj tividad que anima al Rena jmi nto.
Molina, Enrique: La filosofía en Chile en la primera mitad Diríase q ue en " 1 gran teatro d 1 mundo" 1 toca
del siglo xx. Ed. Nascimento. Santiago. 1953. Chile. entone s repr ntar 1 espíritu "dionisiaco" - n el
Ramos, Samnel: Historia de la filosofía en México. Imprenta sentido d Ni tz che.
Universitaria. México. 1943. Como la grandio idad del se nario americano su-
Romero, Francisco: Sobre la filosoffo en América. Editorial pera todos lo e fuerzos de la imaginación, allí hallan
Raigal. Buenos Aires. 1952. cabida toda clas de experi n ias humanas, ha ta las
utopí~s, como en el caso de las misiones del Paraguay

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?

y el proyecto de Vasco de Quiroga con los indios del propio "descubrimiento" y la sorpresa que suscita
tarascos de Michoacán, en la Nueva España. en el europeo la presencia del "indígena" americano.
Cuando la América qui re rescatar su propia indi- Lo primero que se pone en duda es la condición de
vidualidad por medio de la independencia, nuestra ser humano de éste y en la controversia subsiguiente
cultura está iluminada por los resplandores de un se sacan a relucir las doctrinas de Aristóteles, anto
nu vo humanismo, el que pregonan las doctrinas del Tomás y la autoridad de los Santos Padres, interpre-
en iclopedismo francés y que en la Revoluci6n se tándoseles ya positiva o negativamente según sean es-
repre enta bajo el lema de los Derechos del Hombre. grimidos los argumentos por sus defensores o por sus
Las relacione"' social s en nuestros pueblos se han enemigos o detractores.
desarrollado siempre, de acuerdo con su tradición his- Por lo que acabamos de insinuar se comprende que
tórica, en el sentido del trato personal de hombre a este primer tratamiento filosófico de la raza en rela-
hombre y los lazos que se crean tienen más bien un ción con América se caracteriza, ya por el apasiona-
carácter interindividual. miento o por el partidarismo inter sado, qu aguzan
La personalidad humana de nuestros filósofos no las sutilezas de la lógi a para inclinarlas n uno u
desaparece bajo el ropaje de la intelectualidad: son otro entido. En el fond lo que se debat , cuando
hombres ante todo y sobre todo. se trata de demostrar la ausencia de la on ición ra-
De ahí la importancia primordial que tiene en la cional en el indio, es la ju tificación de u lavitud,
filosofía latinoamericana la vivencia del hombre, tal ya que d este modo pue incluír le entr 1 s "sier-
como lo han sentido y pensado las figuras represen- vos por naturaleza" que figuran en la "PoHti a" de
tativas de sus más diversas tendencias. Aristóteles.
La pret ndida sup rioridad de la raza hi páni a n
I. El hombre biológico relación con 1 s aborígene de la América, a qui n .
se considera gente de "la más baxa y d spr iada con-
A la filosofía latinoam ricana le corresponde plan- dición", representa la actitud natural de toda fil fía
tear e orno uno de sus t mas vitales d mayor tras- imperialista como una racionalización del d r ·ho
c nd ~cía, el llamado probl ma racial para tratar de de conquista.
situarlo en sus verdaderos términos y llegar a la en- Lo cual no fue óbice para que, dado 1 tip de co-
traña del mismo. lonización hispanolusitana a ha d hom r s 1 s
Bajo el decantado y debatido concepto de "raza" principalmente -no por familias como n Ja A érica
se ha involucrado con mucha frecuencia el asunto del sajona-, lo imperativ s biológi os traj ran por r -
ser y el destino -la significación y el sentido- sultado una amplísima m zcla d raza , q11 s un
del hombre de nuestra América. hecho primario d 1 qu hay qu partir n toda r -
El enfrentamiento inicial con este problema arranca flexión ontológica sobre el hombre de Latinoamérica.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?

Mezcla en la que hay que incluir el aporte de sangre meno de la "hipocresía trascendental" que Guillermo
africana traída por el contingente de esclavos negros Francovich Je ha señalad al látinoamericano, desta-
a las regiones donde escaseaba el elemento indígena. cando el p ligro d que su mismo ser "se va disol-
En este momento de nuestro análisis sería opor- viendo y corrompiendo dentro de moldes ajenos".
tuno dejar formuladas dos cuestiones de fUJildamental Esta sujeción racionali ta a las cat gorías y valores
importancia tomando en cuenta los criterios contra- del humanismo europeo, tomado como mod lo al que
puestos del argentino Carlos Octavio Bunge -cuya nunca se ha logrado alcanzar, ha sido también una
tesis desarrollaremos después- y del peruano Alberto de las causas íntimas de se desequilibrio psíquico de
Wagner de Reyna. nuiestros pueblos que Samuel Ramos ha diagnostica-
¿Corresponde a cada raza física una "raza psíquica" do psic analíticamente como "complejo de inferiori-
como postula Bunge? dad". Que pudiera, asimismo, explicarse como un con-
¿Es que no existe una correlación constante, a tra- flicto provo ado por una desproporción exagerada
vés de los tiempos, entre una determinada raza y su entr el yo real y el id al del yo, o séase, entre el ver-
tipo de cultura tal como lo sustenta Wagner de dadero s r y 1 qu r r ser. El autor antes citado cr e
Reyna? encontrar la solución d st probl ma establecí ndo
En el proceso de formación de los modos o el como arqu tipo para los pu blo latinoam ricanos 1
modo de ser del latinoamericano -si resuil.tara que tipo d 1 hombre " on reto'', nt ndido é t co o la
éste ya puede considerarse una realidad- intere an armonía ntr lo mat rial y lo piritual, nsambla- ·
sobremanera estas dos inquietantes proposiciones. dura p rf eta ntre el hombre bi lógi o y su on-
El elemento humano que en estas tierras sirve de
patrón de injerto a la cultura occidental, con la que
tratan de suplantar las culturas aquí existentes, va a
estar sometido desde ese momento a la inadaptación
consecuente a toda trasposición de términos nuevos
a viejas fórmulas preestablecidas.
El mismo sentido casuístico y provisional que in-
forma las Leyes de Indias, que se resuelven en última
· instancia en el "se acata pero no se cumple", s re-
fleja en todas las actitudes de la vida humana, que
se debate en la inadecuación resultante entre la forma
y su contenido.
Esta continuada aceptación superficial de princi-
pios extraños a su conciencia se resuelve en el fenó-

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

La persistencia de un tipo genérico de estímulos y y cultural. Porque sus problemas son los de un grur-
situaciones, combinada con el manejo que de los mis- po de hombres en determinadas circunstancias críti-
mos se hace por ciertos medios y un repertorio de po- cas que deben ser transformadas.
sibilidades comunes, han ido potencializando ciertas Esta inclinación a meditar sobre el hombre como
formas de conducta y descartando otras en el latino- criatura viviente, observando su comportamiento en
americano, de tal manera que ya es posible des ubrir las diversas coyunturas de la existencia, ha contribui-
algunos rasgos que nos indiquen la presencia de un do grandemente a que el latinoamericano empiece a
ser colectivo en el hombre de nuestra América. Lo comprenderse mejor y a descubrirse a sí mismo.
que justifi aría el juicio de Arturo Capdevila, quien Si consid ramos lo latinoam ri ano como "una for-
al tratar de los incas decía que "las razas no son ma concreta de lo humano" -aplicándole al primero
sino tierra hecha hombre, que es decir hecha id al". de esta proposición un alcance más amplio que el que
¿De qué modo ha obrado la presencia del ingre- le da Leopoldo Zea al referirse a lo m xicano-, e to
diente indígena en la formación del humanismo redUlildaría en que la conciencia que de su pr pio ser
latinoamericano?, podríamos preguntarnos ahora for- vayan tomando nuestros hombres "no será otra co a
mulando ya directamente las interrogaciones que an- que una etapa más de la conci ncia que el hombre
tes nos propusimos. en general ha venido tomando de su s r".
Si para Guillermo Francovich la raza india como Entendido d esta manera el humanismo latinoame-
realidad biológi a está viva, en cambio su espíritu, ricano, las actitudes originales qu nuestro hombr s
aquel que animó el imperio incaico o Tahuantinsuyo, han actualizado dentro de u propia cir unstancia
es cosa muerta y sólo puede darnos temas arqu oló- pued n contribuir a enriquecer el a rvo del huma-
gicos o folklóricos. Aunque ya tendremos ocasi ' n de nismo univer al.
volver sobre este asunto al referirnos a la cultura, En lo qu no estamos de acuerdo on Z a e en
queremos dejar consignado aquí que no comparti- que a nuestra filosofía le correspond dotar d s n-
mos plenamente su última opinión, ya que él mismo, al tido a todas las "e pr sion s de nu stro, hasta ahora,
revitalizar filosóficamente aquellos mitos y leyen- cotidiano modo de r". Estimamo qu , en lugar de
das -como Pachamama y Supay- ej mplifica 1 re- dotarla de sentido, debíamos tratar de d s ubrirl s
nacimiento intelectual de los motivos que inspiraron su propio ntido, desentrañar lo qu hay d es n-
esa civilización. cial d ntro de lo f nóm n s. Porqu ha r lo qu él
En lo que sí parecen estar de acu rdo mu ho de indica p dría equivaler a sa pr p n ión a inv ntar
nuestros más caracterizados inv stigadores es en d stino artifi ial s, s ñalada por Samuel Ramos c mo
negar la existencia de un "probl ma indígena" como distintivo del m xi ano p ro qu a nosotro n s par -
algo netamente racial, transfiri ndo lo onflictos a e una t nden ia común a todo los nacionalismos
ellos concernientes a los terrenos económico, social exag radas.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

Dando ya por sentado que los tipos étnicos no os- cuya tesis en pro del indigenismo estudiaremos en
tentan su esencia corno un sello fijo y estático, sino este mismo capítulo, parece compartir el prejuicio de
que ésta se va revelando en su estructura funcional, los jurisconsultos y canonistas españoles del siglo XVIII
sólo al final de este trabajo, después de haber penetra- qne tenían a los aboríg nes de América como los
do a través de sus vivencias en el hombre integral hombres "de más mi erable y baxa, o despreciada
de Latinoamérica, podrá el lector que haya tenido la condición que los negros, y todas las demá naciones
paciencia de seguirnos arribar a sus propias conclu- del mundo". Y los considera tan disímiles a los blan-
siones. cos, que llega a plantear si su unión con éstos no cons-
tituye l1iil caso de ''hibridismo'', ya que por la gran
a) Análisis negativo del mestizo latinoamericano. distancia que los s para casi pudieran considerarse
dos p cíes di tintas del género humano.
CARLOS ÜCTAVIO BUNGE Estima que los españoles tienen mayor afinidad,
hasta cierto punto, con los negros, ya que por la par-
Carlos Octavio Bunge en su "ensayo de psicología te de su ancestro ibérico p rtenecen a una rama afro-
social" acerca del espécimen humano de CCN uestra europea.
América" -título de su obra-, se muestra decidido No obstante estas especificacion s, el m tizaj la-
partidario del determinismo racial corno la clave que tinoamericano es analizado como una yuxtapo i ión
ha de descifrarnos el fondo íntimo de nuestra reali- viol nta de lo caract res de la razas con urr ntes
dad. qu no logran fundir e armóni amente. '
Corno para él "cada raza física es una raza psíqui- La fisonomía del producto d la mezcla de razas
ca", y el hecho social más significativo de nuestros en Nu stra Améri a, "ba angular" de su probl má-
pueblos ha consistido en la mezcla de razas, el pro- ti a histórica, stá d lineada por medio d la "inar-
blema está en lograr una caracterización lo más exac- monía p icológica y la falta d s ntido moral . El
ta posible de estos factores, com nzando por los ele- me tizo hi panoam ricano s, pues, un tipo de h mbr
mentos simples para mejor lograr el análisis de la ine tabl , ambivalent , como si estuviera compuesto
combinación resultante. de "dos m días ab za ",
A las tres razas que confluyen principalmente hacia Por un lado se reún n las taras comunes de los
Hispanoamérica se les a ignan los atributo psíquicos prog nitor , mientra se entabla una lu ha entr
esenciales que sirven para definirlas: a la raza his- las t nd ncias contrapuestas.
pánica, la arrogan ia, la indolencia, la uniformidad En virtud del m canismo etnopsicológico arriba
teológica y el decoro; a los indios, el fatalismo y la fe- descrito, el mulato e int rpretado como je de osci-
rocidad, y a los negros, el s rvilisrno y la maleabilidad. lación pendular entr la arrogancia española y l s r-
Situándose en el polo opuesto a un Franz Tamayo, vilismo africano. Este d s q uilibrio int rno hace de

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

él un ser irritable y veleidoso, carente de valor perso- dencias afines en este sentido. Es la egolatría o "na-
nal, que usa de las artes del disimulo y la hipocresía poleonismo", el endiosamiento del hombre solo de
para conquistar en la sociedad posiciones a las que Nietz che, que lo acrifica todo sin miramientos
no podría arribar en abierta competencia. Al pintar- de ninguna clase al encumbramiento del "Ego" y al
lo parece copiar la imagen del resentimiento, causado mando personal absoluto.
por la desproporción entre sus aspiraciones desmedi- Después de hab r penetrado en este ensayo, nos
das y su impotencia para alcanzarlas; "envidia a quien queda una impresión de acierto en la captación
le sobrepuja y odia a quien no le reverencia"; lo mis- y pintura de los hechos sociales, pero su falla princi-
mo que el hombre "mediocre" que trazó después pal se encuentra en la aplicación del principio de
Ingenieros. causalidad, al querer explicar la realidad por un de-
En el mestizo -mezcla de las razas india y blanca- terminismo apriorístico cimentado en la base falsa
se superponen la indolencia española y la apatía in- de un rígido concepto racial.
dígena para producir la pereza criolla, mientras la Él mismo quizá inconscientemente, nos conduce
arrogancia hispánica se reagrava con la infatuación de la mano para hacer e ta crítica al final de su obra.
cacical. Por otra parte, la fiereza primitiva al contac- Allí reconoce el valor de las singularidades concretas
to con el formalismo español se encubre bajo el as- al tratar del asp cto individual en la política caci-
pecto de una rapacidad más o menos disimulada. quista y en la Historia a través de las figuras de tres
El fenómeno político del caciquismo es presentado tiranos de Hispanoamérica; "para profundizarla, para
como un producto típico del "alma mestiza". Se asien- hacer más q e hi toria, psi ología de la historia, se
ta básicamente sobre la pereza criolla, que soporta el precisa conocer al h mbre de cuerpo ent ro".
predominio del que sea más activo que los demás, al Así resulta qu Roza , el uropeo pur , "blanco,
que se entregan incondicionalmente, con una adhe- rubio y de ojos azules", llega a los últimos extremos
sión personal, y del que dependen para la soluición de la crueldad humana.
de todos los problemas. Entone s se 1 transfiere ésta a su instrumento la
Es muy interesante la curva del desarrollo psico- horda mestiza qu componía la "mazorca". Y c~mo
lógico de la arrogancia que traza Bunge para generar la p r onalidad d Roza no concuerda on u carac-
el tipo del gran cacique o déspota hispanoamericano. teres ra ial s, su caso parti ular s consid rado
En el español este sentimiento tenía su contrapeso o como un tipo "neurótico", "misterioso intermediario
moderador psicológico en la religión, con la caridad entre 1 H roísmo y la Lo ura '.
cristiana, pero p erdido este freno llega a ser una El punto de mayor tra cend ncia en est ensayo, en
"idea-fuerza social de incontrastable violencia". En relación con lo obj tivos d nuestro estudio, es la
el mulato, cuando la · arrogancia se impone al fin conclusión a que arriba Bunge despué d haber ob-
sobre el servilismo; en el mestizo por la suma de ten- sei·vado atentamente los vínculos y analogías en la

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANAP

psicología de los pueblos d~, ~ues~a Améri~a: el his- gado, ni gato montés más rapaz y bravío que el cholo
panoamericano constituye un tipo génenco y co- mandón.
, ,, Con todos estos elementos de juicio, hace respon-
mun.
GABRIEL RENÉ MoRENo sables a los indios y a los mestizos de la perpetua-
ción del despotismo en Sudamérica, por su espíritu
Este escritor boliviano coincide con Bunge en mu- "uncido p or el instinto al proselitismo del caudillaje".
chas de sus opiniones, aplicándolas específicamente
a los pueblos incaicos. . b) Análisis positivo del mestizaje en la América
Guillermo Francovich, al referirse a él, nos lo pre- Latina.
senta como un descendiente de la más rancia estirpe
castellana que menospreciaba a los indios y a los EL INDIGENISMO DE FRANZ T AMAYO
mestizos.
Moreno considera agotada la vitalidad creadora Es en la cuna pétrea de las culturas aborígenes de
del indígena, lo que hace de él una especie de peso Sudamérica, cuyos descendientes viven todavía bajo
muerto que gravita como un lastre para la marcha el influjo de la pasada grandeza de Tiahuanacu, don-
futura de la sociedad hispanoamericana. de las tesis de exaltación indigenista cobran mayor
El prejuicio a que lo conduce su falta de simpatía convicción, como una vivencia espontánea en su am-
por este grupo humano, tan oprimido y expl~tado por biente natural.
sicrlos, le impide comprenderlo para evaluar 1ustamen- Por esta razón hemos escogido para ilustrar este
te0los factores económico-sociales que recobran sobre punto de vista al po ta y pen ad r boliviano contem-
su conducta. poráneo Franz Tamayo, que por su apego a la alti-
La naturaleza del indígena adolece, para él, de to- planicie donde vive retirado ha merecido el sobre-
das las condiciones contrarias a la buena organiza- nombre de "el hechicero del Ande".
ción y progreso de una comunidad: la tendencia al Como en aquellas tierras el hombre encuentra gran-
ocio, a la reyerta, a la intriga y el servilismo. Co~­ des dificultades para poder desenvolverse ventajosa-
pletan esta enumeración de cualidades, todas negati- mente, es el que mejor la conoce por hallarse anai-
vas, la estupidez y el amilanamiento. gado en ella el que puede sacarle el mejor part'do
En cuanto al mestizaje, considera que ofrece una a su adversidad.
variedad subalterna a la especie humana, un pro- De este modo el indio, el producto d 1 m dio, "el
ducto degenerado de la impetuosidad española c?n alma de estos monte" que "se hace hombre y pi n a",
el apocamiento indígena. Prescindiendo de toda. ob1~­ debe ser considerado la gran r serva d potencial
tividad en el tratamiento, llega a pregl.lJiltarse s1 exis- humano con la que debe contarse para encarar el
te alimaña más dañina a la sociedad que el cholo abo- destino del Nuevo Mundo.

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

Para Tamayo, todo lo grande que se ha hecho en cabalmente Martí al decir que "hasta que no se haga
Indoamérica, tanto lo bueno como lo malo, debe ras- andar al indio, no comenzará a andar bien la Amé-
trearse en el subtrato indígen~ a través del mestizaje. rica".
Dolido con la crueldad de los conquistadores, o LA RAZA CÓSJMICA DE V ASCONCELOS
quizá también por el encarnizamiento con que fuera
aplastada por las autoridades virreinales aquella tem- Originario de una tierra donde el mestizaje ha sido
prana revoluci6n sudamericana que encabezara en el tan intenso y fructífero como México, José Vasconce-
siglo xvm Tupac Amaro 11 con su compañera Mi- los es el te6rico de la integración del hombre del fu-
caela Bastidas, caracteriza al poblador español como turo en Latinoamérica.
atacado por "la pasi6n destructora de la vida" y "cie- Influido n cierto modo por el concepto biológico
go de inteligencia para concebir un interés superior de las culturas de Spengler, a la vez que por el evo-
y altamente humano". lucionismo cr ador de Bergson, él contempla al hom-
El mestizaje representa para él la derrota irreme- bre en el decursar del tiempo siguiendo UII1 proceso
diable del blanco, ya que, al considerar al indio el de transformación y novedad, donde no tienen ca-
elemento más fuerte, son sus caracteres los que ve bida los retornos, ya que cada raza "plantea su mi-
predominar. si6n, la cumple y se va".
Y aunque el mestizo deviene una personalidad más Para llegar a la formulaci6n de su tesis sobre
desvaída e imprecisa, en la sangre indígena en él la quinta raza, asienta su andamiaje intel ctual, a la
contenida alienta esa gran concentraci6n de energías manera del fundador del Po itivismo, n una ley de
de sus antepasados ancestrales que paraliz6 el estupor los tres estados de la humanidad. En este caso resul-
ante el tajo brutal de la conquista. sulta ser, a los efectos de las relacion s social s entre
Parcializada su visión del hombre en torno al pro- los distintos grupos humanos, el material o guerrero,
blema social del indio que tiene ante sí, Tamayo adop- etapa supeditada a la fu rza fí ica; el político o in-
ta una actitud escéptica en relación con los valores telectual, n el que tod está sujeto a los intereses
universales de la humanidad, a la que él considera dictados por la razón y en el cual nos haJlamos; sien-
una mera abstracci6n racionalista. Y para hacer reac- do el período estético o espiritual el que d spunta
cionar a ese grupo humano tan maltratado y estoico, para la humanidad del futuro.
preconiza el cultivo de un egoísmo vital que acapare Las potencialidades inéditas de Iberoarnérica tan-
las energías dispersas en una forma que podríamos to de sus elementos humanos como por las r ;ervas
llamar desde ahora -sigUJiendo la terminología de geográfi ·as que tienen éstos a su disp si ión, la se-
Antonio Caso, que estudiaremos en el capítulo V- ñalan como la s de ideal para constituir 1 hogar de la
"la existencia como economía". He aquí por qué su fraternidad de todos los hombres en sa nu va etapa
tesis parece sintetizarse en la idea que ya expresara de la humanidad. Esta era habrá de caracterizarse
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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

por su sentido de U!IlÍversalidad y el sentimiento cós- zados por la civilización latina. Y junto a él, el negro,
mico. con su sensualidad y su sentido del ritmo, así como
Contrariamente a las teorías de exclusivismo racis- el mongol, de mirada y visión oblicua; los árabes con
ta, que consideran en sentido degenerativo la mezcla su melancolía y su concepción fatalista de la vida, y
de sangres distintas -como hemos visto en la tesis de hasta el hindú, que se aproxima a nuestro indio en
Bunge-, Vasconcelos vislumbra la renovación vital la profundidad espiritual. Así hace desfilar Vascon-
del hombre a través de una raza síntesis, en la que celos las distintas variedades humanas que hoy for-
habrán de integrarse armónicamente lo biótico y lo man un mosaico étnico en la tierra, amén de los di-
espiritual de todos los pueblos existentes. Inspirado ferentes grupos blancos, sajones o nórdicos y latinos
por el mismo genio artístico que marca su impronta o meridionales. La raza del futuro, la "raza síntesis",
en toda su obra filosófica, él le asigna como ley a este será el fruto de todas, sin exclusiones de ninguna
proceso de fusión étnica la eugenesia estética, que clase, ya que la ausencia de cualquier tipo humáno
será orientada por ese sentido misterioso del gusto en su formación equivaldría a una multiplicación de
hacia lo mejor y lo más perfecto, una vez desapare- su fuerza vital, que ha de hacerla capaz de sa com-
cido ese engranaje de intereses y prevenciones que pr nsión ilimitada por donde llegará el hombre a la
gobiernan la actual sociedad utilitaria y racionalista. verdadera fraternidad y a una visión realmente uni-
El descendiente de los colonizadores peninsulares, versal.
ya fueran españoles o lUJSitanos, ha de considerarse, II. El Hombre Metafísico
desde luego, un elemento caracterizado dentro de ese
crisol de donde ha de salir la "raza cósmica''. Choca Aunque el pensamiento latinoamericano ha inci-
aquí la opinión de Vasconcelos con los que -como he- dido preferentemente en los temas vitales más con-
mos visto en Franz Tamayo- para afirmar mejor la cretos, no es incapaz, cuando ·se lo propone, de los
fuerza del elemento indígena reniegan del sentido más altos empeños metafísicos, p ro sin p rder nunca
histórico de la raza progenitora de nuestra cultura. enteramente el contacto c n la tierra.
De ella arranca, precisamente, ese hecho social tra- En la búsqueda de la significación del h robre, pro-
dicional de la "facilidad de simpatía con los extra- piamente como tal manera de er, y en la acuciosa
ños" que los acercara a los pueblos conquistados para instancia de fijar su posi ión n el Cosmos -dirección
consumar las primeras mezclas de estirpes en el suelo que hoy se compr nde baj la denominación de An-
americano, que constituyen las piedras miliares en tropología Filosófica-, 1 pensami nto latín america-
este camino hacia la raza universal. no ha sido muy prolífico y ha 11 gado a obtener pro-
El hombre rojo, el' indio, que refleja en su pupila ductos bastante elaborados. ·
los abismos de Uilla sabiduría ancestral, para incor- A veces nuestros filósofos muestran algunas huellas
porarse al porvenir ha de seguir los caminos desbro- de Husserl, Mounier o Scheler, ya propendan a la

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

fenomenología o al personalismo; en otras ocasiones sobre lo existente para nutrirse y progresar a expen-
ha dejado sentirse en ellos la impronta de Ort ga y sas suyas, como lo verifica el vegetal con las materias
Gasset o de Heidegger en la aproximación a través químicas del suelo.
de la vitalidad o de la existencia; pero se apartan de En esta concepción existe una indudable influencia
Europa y se acercan entre í en el punto de mira co- del 'elan" vital de Bergson, que lo 11 va a pro !amar
mún: desde y en la circunstancia americana. la existencia de un impul o que produce en la r a-
lidad estratos cada vez más ricos y complejos. A ímis-
a) La "Teoría del Hombre'', de Francisco Romero. mo, deben anotársele ciertas coincidencias con el
sist ma de gradaciones ontológicas de Nicolai Hart-
La teoría metafísica de mayor envergadura en tor- mann, que no excluyen la aparición de diferencias
no al hombre con que cuenta la filosofía latinoam ri- bien marcadas entre ambos al llegar al t ma básico
cana, tanto por su trabazón lógica como por el rigor de lo humano.
metodológico que sigue en su desarrollo, es la del El punto central de la teoría del hombre d Fran-
argentino contemporáneo Francisco Romero. cisco Romero, del que hace dep end r la apari ·ión d
En la búsqueda de lo esencial humano, él ha sabido la v rdadera índ l humana por c nsi rarlo l cj
asimilar las ideas centrales que nutren este asp to e en ial de u e tructura, s lo que él llama ]a " n-
del acervo cultural europeo y, dándoles forma propia, ciencia intencional" o capaci ad d obj tiva i n. Ahc-
ha ompuesto una impon nte arquitectura ontológica ded r de esta cuestión ha laborado todo un ist ma
para colocar en su cima al hombre. qu conti n sus aport p r onal , produ t q u r -
Preséntase aquí la realidad total en forma de órde- fleja su propia toma d p ición d spués d un d -
n dispuestos en jerarquía creciente: lo inorgánico purado decantami nto d su sólida pr para ión in-
se halla en la base o estrato inferior; síguele a éste telectual. El hombr s r aliza orno tal uanclo us
lo vital u orgánico, representado por la natural za facultades intelectual s 11 gan a captar u ámbito
v g tal y la animal; el ter er orden, que con tituye como un onjunto d bj tos, es decir, lo
el aporte más original d R mero, corr s ond a la en una realidad obj tivada cuy rd en
apari ión de la structura humana con la " on i n ia como algo difer nciado d sí mi mo, qu
int ncional'', la cual alcanza su culmina ión con el se erige n sujeto.
desarrollo d la spiritualidad. Los dos órdene ·n- Como bien se advi rte, la base intele tual d
f ri res n de índole pacio-t mporal y lo · upe- tesis se a i nta en la t oría del conocimi nt d
riores están regido p r la cat goría temporal. con la correlación d las ntidad s uj t - bj t '
Estos órd nes de la r alidad guardan ntr sí una tándose la función obj tivadora n el ntid
r la ión de c Ioniza ión cada uno · on su inf rior, lo "intención", como la han lab rado m
cual significa que cada paso de avance s implanta Brentano y Husserl.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

El individuo humano es, pues, definido corno su-


jeto, un "ente objetivante". P ro corno el instrumento
de esta aprehensión cognoscitiva, que es la percep-
ción, conlleva un jwcio en sí, aunque sólo sea un
juicio existencial que le confiere existencia al objeto,
el hombre como sujeto es, al mismo tiempo, un "ente
juzgante".
Caracterizada así la esencia de lo humano, mués-
trase en franca contraposición con las tendencias na-
turalistas que quieren relacionarlo con el animal, del
que lo separa con un "abismo incolrnable", ya que
el hombre representa una nueva especie ontológica.
El animal, desprovisto de la intencionalidad, vive
adherido a su medio como una parte integrante del
mismo, y su psiquismo originario, definido corno "psi-
qwsrno de éstados", es una masa fluida e indiferen-
ciada a través de la cual se desliza su vida orientada
por los mensajes orgánicos que representan los in-
tercambios de instancias de su naturaleza constitutiva
con lo que le rodea.
Lo que hay de naturalidad en el hombre es dife-
renciado de la animalidad, calificándosele de "natu-
raleza intencional", ya que en ella los impulsos y
requ rimientos de orden biológico son filtrados y re-
acondicionados a través del cúmulo de experiencias
objetívas del individuo. Casi pudiéramos interpretar
esta idea, utilizando una imagen familiar en nuestro
arn biente actual, diciendo que lo vital es congelado y
envuelto en el celofán de la intencionalidad cuando
se halla al servicio específico de los humanos.
Aquellos individuos en los cuales la naturaleza no
se desarrolla en este sentido, negándose por tanto
a sí mismos, quedan corno meros "proyectos de hom-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

todo lo humano bajo el signo de la intencionalidad, se como en las olas de traslación, por contraste con el
hace depender de ésta hasta la emoción estética: retraimiento del egoísmo subj tivo, que gira sobre
"La belleza de un paisaje se capta cuando e ha perci- sí mismo con las partículas de agua en las olas de os-
bido el conjunto de cosas que componen el paisaje." cilación.
Realmente nos pare e que para darle coherencia a una Las dos notas esenciales del espíritu son, de acuer-
teoría no era nec sario llegar a estos extremos de do con este planteamiento de su funcionalismo, el des-
exageración intelectual. Y se nos ocurr pregUiiltar- interés y la universalidad. El suj to spiritual, sin
nos: ¿cómo podría explicarse entonces la escuela im- negar su específica singularidad, sino más bien ro-
presionista en el arte? busteciéndola, rompe los muros del particularismo
La pura intencionalidad, a la que acabamo de re- que lo constriñen entre sus intereses concretos y
ferirnos, describe en su mecanismo un movimiento se proyecta ha ia la r alidad viendo en cada sujeto su
que podríamos asemejar al del "boomerang". El su- otro yo y haciendo de su contorno un horizonte sin
jeto, al salir de sí, trasciende hacia el objeto, pero fronteras.
regresa a su punto de partida con la pre a de lo cap- Pero el hombre puramente espiritual es una abstrac-
tado para incorporarla a u propio centro de int reses, ción. El individuo humano n su plenitud es un ser
operación en la ual el objeto es modificado para compu sto de int nci nalidad y espiritualidad. En la
amoldarse mejor al perímetro del yo. unidad humana sto ingr di nt s s combinan n pro-
Acabamos de s ñalar ahora otro de los puntos cla- porciones variabl s; d 1 ntacto y la t n ión resultan-
ves, más propiam nte el fundamental, de la teoría te de su conviv n ia r sulta el 1 rido ara terístico
de Romero: la idea de la trasc ndencia. En e to coin- de toda personalidad, uj ta si mpr a st duali mo.
cide, aunque sólo s a tangencialmente, con el exis- Analizad s umariam nt 1 s rasgo ncial s que
tencialismo. identifican y sitúan al h mbr n la pirámid e los
Esa mera actitud intencional, en la que todo queda órdenes de la r alida , d b mos r f rimos por últim
referido a un centro subjetivo, ya s a éste individual al fondo m tafísi o d é ta y qu constituye el ser
o colectivo, representa una trascend ncia - un trán- mi mo de todo lo qu es.
sito- parcial o incompleta que pued calificarse como Al trazar la arquit ctura d las gradaciones ontoló-
de particularismo. gicas, según Rom ro, apuntamos de pasada u r fe-
El progresivo p rfeccionamiento y elevación del su- ren ia a un impuJ. o qu enton s omparam on
jeto le conduce hasta la e fera más alta de lo humano el "elan" vital de B rg on. Ah ra d b mas id ntifi ar
y, a la vez, de la pirámide ontológica: la e piritua- aquí su cont nido con la "tra ndencia", a uyo fun-
lidad.- Esta nu va actitud entraña un desbordamiento cionamiento asi timos, aplicado a la inten ionalidad
del sujeto hacia la aj nidad sin movimi nto d r greso y a la espiritualidad. Est "ímpetu originario'', que
-con lo que se r aliza la trasc nd ncia absoluta-, recorre la realidad, varía en sus manifesta iones fe-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

noménicas debido a que se conforma siguiendo la En el capítulo IV, titulado "Yo y mundo. El hom-
legalidad de las estructuras a que se aplica. De aquí bre natural", al tratar del egoísmo proveniente de la
que resulte difícil admitir su identidad, como elemen- constitución del hombre como un yo o centro subjeti-
to positivo, entre su forma más sencilla y elemental vo, analiza cómo la vanidad y la ambi ión de bienes
de impulsividad física y los aspectos más altos y y de poder pueden ser el resultado de una aspiración
depurados de la conciencia humana. exagerada del individuo a afirmarse, o robustecerse,
La idea de la historicidad es presentada como ínti- a dominar cada vez más.
mamente ligada, o involucrándose, en la de trascen- Esta lúpertrofia egoísta del sujeto puede ser uno
dencia. Porque como la realidad no constituye un de los elementos positivos que conduzcan al caudi-
caos, sino un cosmos de "contextura lógica", la tras- llismo, cantera humana de las tiranías de Hispano-
cendencia no sigue un movimiento ciego y desenfrena- américa.
do, sino que se encauza siguiendo una trayectoria, y El medio de contrarrestar esta inclinación puede
ésta representa la temporalidad. Aplicada al hom- ene ntrarse en la práctica de la objetividad, cuya
bre, lo hace definirlo como "un ser que explicita culminación representa la espiritualidad d 1 hombre.
temporalmente todo lo que está implícito en su esen- Esta última etapa, que se caracteriza - gún R me-
cia". Esto podría interpretarse en el sentido de que el ro- por el "re nocimiento de la plenitud de ser y
hombre tiene naturaleza e historia, pero no como una de derecho de ada instancia bj tiva", a la v z que
solución de transacción por la síntesis de los con- "por un lado levanta el yo a la mayor altura imagi-
trarios, ya que aquí se les considera como elementos nable -a la dignidad plena d 1 hombre, que diría
afines en la constitución de lo humano, es decir, que Martí-, le inflige un1a relativización prá tico-existen-
la historicidad resulta consubstancial con la naturaleza cial, porque significa su d s nso de aquel ped tal
del hombre. desde el cual ejercía un dominio tiránico sobr todo
A través de la estricta objetividad con que trata lo exi tente". La a titud espfritual, s gún v m s, con-
Romero de arquitecturar su concepción del hombre, duce a la descentralización y a la sup ra ión d ese
se filtra, por medio de esas grietas o fisuras con que cúmulo de ínter ses, ya p rsonales u oligárqui s,
él caracteriza el psiquismo emocional o volitivo, uno que ti nd n a hacer de los pu blos feudos y cap -
de los anhelos más entrañables y profundos que in- llanías particulares.
forman el alma americana. Este sentimiento puede Sin mbargo, es egoísmo subj tivo a v ces se hal1a
expresarse explícitamente como el ansia de libertad oculto bajo 1 s f nómenos de autojustifi a ión y n-
y el repudio de la fuerza que la mantiene aherrojada. mas arami nto de la per onalidad. Así lo p n d
En dos pasajes, principalmente, puede descubrirse manifiesto ~omero n su magistral análisis d 1 dés-
la evidencia de este aspecto que acabamos de se- pota "redentor" que se "sa rifica" por su pueblo:
ñalar. "El ambicioso, el sediento de poder y de mando, se

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suele imaginar que todo en él es desinterés y no per- lencia de las relaciones personales, de hombre a hom-
sigue sino el bien público." · bre en particular, señalando la filiación hi tórica de
Así desemboca, finalmente, en nuestra realidad po- este fenómeno. Con esta misma denominación de per-
lítico-social, la gran preocupación metafísica de Ro- sonalismo nos referimos comúnmente al tipo de po-
mero, polarizada en la contraposición dualista del lítica a base de nombres propios y no de programas
sujeto egocéntrico y egoísta frente al espíritu desin- o ideas; es decir: la adhesión personal como factor
teresado y universalista. De este modo vemos cómo aglutinant de grupos o partidos.
dos obras tan disímiles y distantes -al parecer- por La doctrina filosófica del "per onalismo'', aunque
su forma y estructura, como la tesis racial de Bunge no deja de tener cierta relación con la acepción vul-
en "Nuestra América", y la "Teoría del Hombre", de gar de este término -como verá el lector si nos si-
Romero, se enlazan en un fondo común. gue-, parte de un supuesto metafísico y se encamina
Por esta crítica filosófica del particularismo perso- en otra dirección más elevada y trascendental.
nalista, en el cual vemos enraizarse a menudo los Frente a la deshumanización cr ci nte del mUJDdo
despotismos políticos que venimos padeciendo, el contemporáneo, ocasionada principalmente por la me-
pensamiento de Francisco Romero cobra vitalidad y canización de la vida y el totalitarismo statal, que
se libra de una posible tacha de intelectualismo frío tienden a convertir a los hombr s en unida anó-
y deshumanizado. Esto solo bastaría para constituir nimas uniformadas como r sp ndi ndo a lo moldes
su razón de ser dentro de la filosofía latinoamericana industriales de la fabrica ión n seri , 1 p r nalismo
y para asegurarle vigencia orientadora. aspira a reivindicar los atributos n ial s qu cons-
Por otra parte, y ya en el terreno estrictamente tituyen la base de la personalidad humana.
filosófico, el hombre "epistemológico", construido por Para ello es nec ario fijar una distin ión lara e
Romero, parece tener validez tan sólo dentro de la inequívoca de los distintos grados o j rarquías del ser.
cuJ.tura occidental, con la delimitación tan nítida que. La cosa, lo que n ti n vida, p rt n i nt a la
él hace de las esferas interna y externa correspon- región de lo físico, o upa 1 lugar más bajo de la es-
diente al sujeto y al objeto. Podría constituir una cala. Por su natural za indifer nciada carece de uni-
prueba del relativismo gnoseológico de Spengler: "No dad y pu de s r dividida indis riminadamente sin
hay verdades sino con relación a un determinado tipo que esto afecte su entidad.
de hombre.'' El grado de ser sup rior a la osa s 1 ser vivo
o individuo - término qu signifi a qu no puede
b) El personalismo de Antonio Caso. dividirs -. Constituye un t do cuyas pait s actúan
solidariamente en función unitaria. c mpr nde los
Como ya enunciamos en la introducción general organismos v getales y animal s, d c mpl jidad e
a este capítulo, Latinoamérica es la tierra por exce- individualidad creciente a favor de los últimos.

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Culmina esta gradación en la persona, que por con- La filosofía de la persona, como bien se advierte,
traposición al individuo como mera unidad biológica, busca en la esencia de la personalidad el eje de
representa la realización del "ser espiritual e irreducti- equilibrio entre las tendencias extremas del individua-
ble". Ser persona consiste en existir singularmente, en lismo y el socialismo, si ndo ésta su proyección po-
ser insubstituible. Pero esto no significa ostentar un lítico-social.
ser dado, fijo y estático; la personalidad se demuestra Y ya podemos dilucidar ahora -curnpli ndo nues-
en función dinámica: es "la posibilidad de evolucio- tro ofrecimiento al lector- que el personali mo latino-
nar sin transformarse". americano -tomado en su sentido político tradicio-
La personalidad consiste, por tanto, por una parte, nal- está enraizado en el exceso de individualismo, de
en la más radical afirmación del ser individual, como tal manera que, de acuerdo con el análisis que de este
dueño de sí mismo; pero no como ente aislado, abs- problema hi i ra Ortega y Gasset, nuestras masas
traído en sí. La persona humana necesita, para cuajar pued n clasificarse como "masas de líderes".
íntegramente, del contacto con sus semejantes, y es La teoría de la persona no tiene solam nte un fun-
en esta relación activa donde llega a reafirmarse. damento ntológi o orno búsqu da del ser; su plan-
Porque la esencia de la personalidad entraña com- teamiento, e mo ya esb zamo , resp nde a una ins-
portarse como un ser social, no existir adherido me- tancia moral. La natmal za superior del h mbre e
cánicamente a la comunidad como un parásito, o definida e mo "el grado d su ser e piritual'', y la
moverse sin sentido, como el "plankton'', arrastra- esencia de lo humano com la apa idad de n bir
do por la marea de la vida, sino hacer sentir su influjo ideales y de pon r todas las facultade e piritual s
activamente desempeñando "un papel" 1 -a este res- al servicio de la realización de la "id as qu ridas".
pecto, nosotros apuntaríamos el desempleo como un La cri is moral de la civilización cont mporán a es
factor de despersonalización. enjuiciada c mo una subv rsión del ser p or el tener.
La sociedad viene a ser entonces, dentro de esta Todas las manifesta ion s d 1 individuali mo egoí -
concepción, la unión funcional de las personas y no ta están dirigidas hacia 1 t ner algo; la p r na com-
la hipóstasis de un ser colectivo, que compendiara pendia su máxima aspfración en s r algo. P rqu
en sí las existencias individuales, como pretenden los como la axial gía stá íntimam nt r laci na a
representantes del sociologismo. Parece coincidir en la ontología, los valor s son val r s d s r. Y sta
este punto con el maestro de la juventud boliviana afirmación d 1 s r ti ne su propia vía n la int rio-
Daniel Sánchez Bustamante, quien postulaba que el rización. Ahondando en su pr pia rjqu za spiritual,
cultivo de la personalidad del hombre vigoriza la vida el hombre ha de apr nd r a encontrar y a estimars .
de la nacionalidad. Supuesto indispensable n la r aliza ión d la p r-
1 sona es la libertad, punto nfatizado por Antonio Caso
Persona, en el teatro latino, era la máscara que cada
autor usaba de acuerdo con el carácter que iba a representar. respondiendo a nuestra más genuina tradición filo-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS
DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?
sófica. "Si no somos libres no somos personas", por-
que 1a espontánea determinación es ooa condición Las actividades instintiva~ e~tán :i~t::;!c~esde~
esencial en la constitución de la personalidad. un repertorio dado, encuda' ~a eªss ineludibles que se
. · a esas con 1c10n .
determ1msmo, existencia. En la v1ta-
c) El "condicionalisrno" de Jorge Mañach. imponen inexorablern~nte ~ ::_ h una manifestación
1
lidad inferior ya a~v~erte a~~c condiciones de este
Para analizar la condición humana, la constitución del finalisrno a cor a a fcon .ón que lleva a los sen-
específica del hombre, Jorge Mañach torna corno hilo nivel: el instinto de. per ecc1 '
conductor de sus especulaciones los distintos modos tidos a buscar lo me1oi. más evolucionado Y per-
de manifestarse la vitalidad. El hombre, como e ser 'd d animada alcanza una
Identificando la vida con el movimiento, por ser fecto, .•n ~¡ que, la corpi:':e1fl:xible y delicada, goz~
de unma~
éste el medio de que se valen los seres para relacio- orgamzac1ón
narse con el resto de la realidad, la naturaleza y al- también tipoamdpe v1:talidad superior. A este m-
cance de su impulso es interpretado corno una conse- vel aparece el espír~tu. 1 tanto del soporte ma-
cuencia del grado de complejidad de la organización El espíritu necesita, por o . .6'n de la materia.
material del ser a que se aplica. " d. ti ,, a la orgamzac1
terial, es a Je v1o t . 1 se asisten y condicionan
En cierto modo, la idea del movimiento, en Mañach, "Lo espiritual r, o ma :;1:1 nombre de condicionalis-
equivale a la de trascendencia en Francisco Romero. recíprocamente ' de ahq d d a su concepción del
En este último, corno ya expusimos, también ese mo que este autor a a o
ímpetu variaba para conformarse a las estructuras
en que había de manifestarse. hombre. Mañach niega expresamente
Aunque, como vemos, , . decir no admite su
Y aooque en ambos se vislumbra, más o menos la substantividad de~ espm~, =~carnado como una
leana, la sombra de "elan" vital de Bergson, en existencia indepenbd1ente, easmplia aut~nomía. Está
Mañach se aprecia una diferencia fundamental: la , le atri uye una .
dirección teleológica. Para él, la fuerza que anima "cosa en s1, al menos, d e 1ª más directa determma-
desasido,
la vitalidad "parece contemplar fines".
ción". . . ólo responde a necesidades
La vitalidad primaria o inferior, representada por Así como .el ms~tod: la realidad objetiva, el espí-
el instinto, corresponde a la naturaleza animal y, concretas, a mstan~1asf t de la imaginación, es
por ende, a lo que de animalidad hay en el hombre. ritu, adoptando a ~cee~tarse situaciones origina-
El instinto es la forma más rudimentaria del que- crearse, de ~v 1 Saliéndose del perímetro
1capaz deevas
rer, ya que responde a la necesidad de satisfacer las apetencias. 'd 1 1
exigencias elementales de la vida: la conservación es y nu de lo rea1 11ega a las figuraciones 1 ea es, a
limitado
del organismo y la perdurabilidad de la especie. . a con la moderna psicología de la
-1 -Este punto se relac1on
propaganda.
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

ensueño, a las especulaciones. Con esto realiza la po- de la vida y la filosofía existencial", cuyas conexiones
sibilidad de un "querer propio'', que asume la espon- internas hace resaltar en una serie de ensayos que
tánea causación de la libertad metafísica en pos de ha reunido en forma de libro bajo ese título.
lo que quisiéramos que fuera. Contempla al hombre funcionalmente, haciendo la
Entre esos vuelos imaginativos del espíritu, que Historia y desarrollándose en ella al mismo tiempo.
le permiten al hombre, por medio de su vida interior, Esta posición lo lleva a verificar una severa crítica
d~senvolv~rse entre objetos ideales, surge un movi- del naturalismo, que con tanto desenfado prescinde
miento onentador que parece guiarlo con un "sentido de valores, fines y significados para explicar al hom-
innato de la perfección". Es la voz de la conciencia bre, cuando éstos constituyen no sólo su "substan-
o, propiamente, la conciencia. cia", sino también la de la Historia. Participa así
La conciencia es, según puede verse, el elemento del estructuralismo humanista al considerar la vida
de la vitalidad superior correspondiente al "instinto de psíquica, a diferencia de la realidad física, como un
perfección" de la vitalidad inferior. complejo dotado de sentido.
Postula así Mañach, con el condicionalismo, una La negación del hombre como naturaleza s ex-
evolución meliorista del hombre, a cuya meta ideal, el plicada metafísicamente como la ausencia de un ser
ser perfecto, se llegaría como el cabal desarrollo de dado, de una esencia inmutable. Con ref rencia a lo
la materia y el espíritu conjuntamente. ontológico, Piñera se aparta de Heidegger y s ac rea
más bien al radicalismo pragmatista de Sartr , con-
d ) El sentido existencial en la concepción de densado en el principio activista de qu el hombre
Humberto Piñera. ha de hacer, so pena de dejar de ser.
La circunstancia es destacada como
Humberto Piñera, en representación de los estudio- en la actualización de las posibilidad s cada s r
sos de nuestra juvenil cultura, parece s ntir afinidad humano, la personalidad del cual -int rpr taríamos
por el existencialismo, debido, principalmente, a una nosotros- describe una órbita hiperbóli a n la ual
caracterización de nuestros pu bl s que ya hemos pudiera situársele en cada momento entre una r a-
señalado: el sentido del tiempo en función de futU1To. lidad hecha -lo "sido"- y su evolución ind finida
Como actitud filosófica, 1 atrae por su sinceridad -la cara opuesta- abierta hacia el porvenir. Es así
radical; como una reacción contra el fariseísmo para que Piñera explica al hombre como "síntesis de pa-
"desl1acerse de cómodos recursos substitutivos ' de lo sado y proyección de futuro".
que la realidad en general nos ofrece". Este concepto dinámico y afirmativo, a diferencia
Su concepción del hombre se resuelve en una ela- de la nota negativa y pesimista que matiza general-
borada combinación -realizada desde su propia pers- mente el existencialismo, parece responder a una pro-
pectiva- de los principios que informan la "filosofía funda f en el hombre y su capacidad para recomenzar

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DE LA FILOSOF.IA LATINOAMERICANA?
de nuevo en cada encrucijada vital -como nuestra Piñera, Humberto: Filosofía de la vida y filosofía exist ncial
época, por ejemplo-, ya que el h mbre se diferencia Editorial Lex. La Habana. 1952. e •
de los demás vivientes en tener que hacer su vida en Romero, Fran~isco: Teoría del hombre. Editorial Losada s. A
cada caso, en tanto que existe. De lo cual se deduce, Buenos Aires. 1952. ' ·
consecuentemente, que "es la vida, ante todo, lo V asconcelos. Ediciones de la Secretaría de Educación p 0'bU
que define al ser humano". México. 1942. ca.
Y el filósofo que contempla que todo se resquebra- Wagner de Reyna, Alberto: La filosofía en Iberoamérica
ja a su alrededor, en esta "crisis de los fundamentos" Imprenta Santa María. Lima. 1949. ·
que él señala, le halla su razón de ser al existencia- Zea, Leopoldo: Conciencia y posibilidad del mexicano. Porrúa
y Obregón. México. 1952.
lismo en haber sabido valerse -en su hora oportuna-
de "los elementos concretos que c nstituyen el mund
en que vivimos" para iniciar una obra de reconstruc-
ción. Porque, c n un sentido activo y afirmativo de
la realidad -como corresponde a la mundividencia
americana-, el hombre se representa, no como un
"ser para la muerte", sino como un ser para la vida.

Bibliograf'Ía
Bunge, Carlos O. Nuestra América. Espasa-Calpe, S. A. Madrid.
1926.
Cárdenas, Horado: Resonancias de la filosofía europea en
Venezuela. Universidad Central de Venezuela. Caracas.
1957.
Caso. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública. México.
1943.
Francovich, Guillermo: Pachamama. Editorial La Colme-
na, S. A. Asunción. Abril de 1942.
Hernández Luna, Juan: El filo ofar de Samuel Ramos sobre lo
mexicano. Revista de la Facultad de Filosofía y L tras.
Universidad Nacional Autónoma de México. Enero-Junio
1952.
Mañach, Jorge: Para una filosofía de la vida. Editorial Lex.
La Habana. 1950.

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Amaru JI, hallan al cabo su vía de exteriorización en


la revolución por la independencia. Los hombres de
Capítulo N voluntad más poderosa, los caudillos, polarizan en su
figura el despertar de los pueblos esclavizados, y el
Libertador Simón Bolívar da la talla del temple que
LA VOLUNTAD los caracteriza. Y junto a ellos las esforzadas mujeres
que, ya indirecta o directamente, como Xaviera Ca-
La incorporación de la América a la cultura occi-
rrera y Juana Azurduy de Padilla, tanto contribuyeron
dental mediante las empresas del descubrimiento y la
a la emancipación.
conquista significó, en plano muy destacado la afir-
U no de los factores internos de la convulsiva vida
mación y el t:iunfo de la voluntad, que su~o impo-
de nuestras repúblicas, cuya fenomenología está por
nerse por encuna de todos los obstáculos materiales
ser analizada en su significación esencial, es la des-
Y los prejuicios que amurallaban todavía las concep-
orbitación de esta "voluntad de poder" que Nietzsche
cfones del mundo que pugnaba por desasirse defini-
introdujera en la meditación intelectual. Según vimos
tivamente del dogmatismo medieval.
en el capítulo anterior, Bunge intentó explicar este
La tenacidad de Cristóbal Colón en la consecución
hecho desde el punto de vista étnico como una conse-
de su proyecto, y la decisión evidenciada por Hernán
cuencia del mestizaje.
Cortés al quemar sus naves, son gestos simbólicos del En los epígrafes subsiguientes vamos a tratar de pe-
temple de aquellos hombres, que quisieron ensayar netrar en las diferentes tónicas filosóficas que le han
la nueva tónica de la vida en las tierras americanas. impreso nuestros pensadores al fenómeno de la volun-
Por otra parte, en el choque de cultUJras que se pro- tad, quizá uno de los asideros más valiosos con que
duce como consecuencia de estos acontecimientos pudiera contarse para desentrañar el sentido de la
lo más característico y decisivo que orienta el curs~ realidad latinoamericana.
de la vida por el lado indígena, es ese repliegue de
la voluntad en aras de un estoicismo y un fatalismo
del que son representativos el sacrificio de Atahual- l. Concepto negativo de la voluntad
pa y la profecía de Quetzalcóatl. en Raímundo de Farias Brito
El centralismo despótico de las metrópolis de La- Las concepciones del filósofo brasileño Raimundo
tinoamérica siempre tendió a anular las manifesta- de Farias Brito nos dejan la impresión de que como
ciones de auitodecisión y toda iniciativa que marcara hombre fue un solitario incomprendido, que ansiaba
el resurgir de las actividades volitivas de estos pue- huir de todos, hasta de sí mismo. Es lo que corres-
blos ..Pero los impulsos lai·gamente reprimidos, salvo ponde, subjetivamente, a su idea de representar la vo-
estallidos ocasionales como el de los "comuneros" sud- luntad con el signo menos. Como no creía en el
americanos del siglo xvm y la conspiración de Tupac
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triunfo de la voluntad, quería triunfar sobre ella anu- cal van ligadas las necesidades vitales de que la vo-
lándola. Contradicción interna que evidencia su ge- luntad se hace eco.
nuina filosofía vital, por desvitalizada que se presente De lo arriba expuesto se advierte que este autor
en apariencia. asimila lo vital a lo biológico; de aquí que defina la vo-
Aunque su obra en la que trata el tema de la volun- luntad como apetito.
tad aparece casi simultáneamente con la "Introducción Según su manera de presentarse, divide los apetitos
a la Fenomenología Pura", de Edmundo Husserl, no en sensibles, cuando se manifiestan por medio de los
pudiendo por tanto haber recibido su influencia, pre- sentidos, y los racionales o voluntad propiamente di-
senta algunas coincidencias con el método del revo- cha, ambicionados también por los sentidos, pero que
lucionario filósofo alemán. son percibidos por la conciencia.
Como éste, hace de la conciencia el foco de la Nosotros hallamos implícito en este concepto de la
reflexión interior para interrogarla sobre el fenómeno voluntad cierto carácter "intencional" -tomándole
volitivo: " . .. sobretudo tratemos de interrogar a nossa prestado este término a la Fenomenología en el mis-
propria consciencia". 1 mo sentido que ya le vimos utilizarlo a Francisco Ro-
La voluntad se le representa a Farias Brito como mero-. Condición que parece tener "in mente" Farías
un sentimiento de carencia o la conciencia de Ullla Brito cuando la define como privación o falta de algo
necesidad. Se le asigna, como se ve, una condición que no poseemos, "a consciencia dando testemunho
negativa, indicadora de una deficiencia de ser, de un de urna certa coisa que nos falta".
vacío substancial. No halla nada en sus experiencias Sin embargo, este vacío, esta deficiencia, actuando
objetivas que le indique la existencia de la voluntad, como estímulo, da lugar al de arrollo de una fuerza
ni como substancia del mundo, ni como elemento poderosa: la actividad humana. Y Farias Brito reco-
constitutivo del yo. Por ello la califica de "entidad noce que esta es la función de las nec sidades y los
fantástica a que nada corresponde objetivamente". No deseos en la vida del hombre. Así, éste se siente com-
es nada en sí, "apenas un estado d'alma". pelido a esforzarse convirtiendo su exist ncia n una
¿A qué se debe la aparición de la voluntad en el lucha incesante, que no admite tregua, agravada por
hombre? el hecho de que estas apetencias surgidas de nuestra
Como para Farias Brito la esencia del ser y, por imperfecta naturaleza a veces son antagónicas y cho-
ende, lo que hay de verdadero en el hombre es el can entre sí. Es por ello que la voluntad re ulta tam-
pensamiento, resultando su corporeidad tan sólo el fe- bién la fuente del sufrimiento humano, idea que
nómeno que lo envuelve, la voluntad se origina comparte con Sch penhauer.
en su condición orgánica, a cuya imperfección radi- Es curioso, sin embargo, que en otro momento de
su meditación nos hable del sentimiento de saciedad
1
En su obra "O mundo interior". con el que cesa el apetito, como sucediendo a la ob:

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tención del objeto necesitado. Esta idea tiene sólo Brito en una "racionalización" 1 de esa abulia o pe-
validez en relación con la voluntad vital, que en su as- reza vital que se le atribuye al brasileño -como
pecto de instinto puro tiende nada más que a su también a otros pueblos latinoamericanos- y que se
satisfacción justa. Pero no en el caso del hombre des- simboliza en la expresión del "dejarlo todo para ma-
naturalizado por el medio artificial de la civilización, ñana?"
que produce la desorbitación de las necesidades, hi-
pertrofiándolas y hasta creándolas. 11. Concepto ontológico de la voluntad como realidad
¿Y qué diremos de la voluntad de poder? fundamental en Inés Segura Bustamante
No son escasos los ejemplos de tiranuelos hispano-
americanos que se han perpetuado en el gobierno du- En su concepción inequívocamente monista de la
rante veinte o hasta treinta años sin considerar nunca realidad, Inés Segura Bustamante tiene en cuenta,
satisfecha su ambición, habiendo cesado ésta sola- como elementos de juicio necesarios para desarrollar
mente por la muerte o la expulsión violenta. sus especulaciones, las últimas conquistas científicas
En el debate acerca de la libertad en la voluntad alcanzadas en los campos de la Física y la Psico-
él estima que el planteamiento está mal hecho en logía.
estos términos. Tiene un atisbo de cierto rasgo de intencionalidad
La voluntad no es libre -de acuerdo con su idea de fenomenológica, el cual está teniendo su corrobora-
ésta- al estar determinada por la necesidad; en lo que ción en los descubrimientos de la ciencia contempo-
existe libertad es para la acción, ya que tenemos la al- ránea, al apuntar la inclinación de cada hombre -sen-
ternativa de sobreponemos a las incitaciones de la tida por ella misma- "a comprender el Universo
voluntad y no actuar en consecuencia. La razón debe como un todo en la medida de su inteligencia".
ser el árbitro en este caso y a ella corresponde libe- Para ella el Cosmos constituye llilla estructura ar-
ramos de la esclavitud de la voluntad. mónica totalmente articulada en la que cada elemen-
Para evitar el sufrimiento, el remedio lógico con- to se halla ligado y religado formando una UJilidad
sistirá en la limitación de las necesidades y los deseos, indisoluble.
doctrina practicada por los cínicos y los estoicos y ¿Cuál es la esencia o principio configurante que le
exaltada por Schopenhauer en la filosofía occidental sirve de fundamento a la realidad así concebida y de
y cuyo ideal último se alcanza en el Nirvana hindú. la cual participa el ser de todo lo existente?
Del concepto negativo de la voluntad de Farias Ateniéndonos al riguroso monismo que informa esta
Brito se deriva consecuentemente su idea de la muer- teoría, no sería posible calificarla de materialista ni
te como una última necesidad, la de reposo, para ter- de espiritualista sin desvirtuar su verdadera signifi-
minar con esa lucha que es la vida. i Véase en el epígrafe el desarrollo que Inés Segura Busta-
¿Consistirá este aspecto de la filosofía de Farias mante le da a este concepto.

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cación. Puesto que siguiendo la doctrina de Einstein expuesto recientemente en su idea de la posible exis-
la materia y la energía son substancialmente la misma ter_ici~ ~e una "conciencia metafísica", algo que parece
cosa, la distinción dualista entre lo material y lo es- comcidrr en el fondo, aunque enfocado desde el án-
piritual en la estructura humana -en la que el "espí- gulo fenomenológi~o, con este mismo problema; ya
ritu", es decir, lo que se considera espíritu, equivale a que .de este m~do el s~ pro!?one ~ndagar el origen in-
la energía- no tiene sentido para esta autora. tenc10nal de ciertas vivencias psiquicamente inexpli-
La fuerza interna que mueve y determina la estruc- cables.
tura de la realidad total, representada ésta como un Por analogía con la Física, pudiéramos decir que
sistema en la Dinámica Universal, es la voluntad. este es el medio por el que se incorpora el hombre al
Y ese Ser Absoluto que se halla en el substrato de mecanismo funcional del campo electromagnético del
todos los fenómenos -ya se trate de la radiactividad, Ser Absoluto.
del instinto de la creación artística- sirviéndole de Para .Inés .segura Bustamante, el h ombre compone
flllildamento ontológico a todo lo existente, es la Vo- una umdad mtegral polarizada por la voluntad como
luntad Universal. fuerza. dire~triz. E~ por ello qoo para llegar a su nú-
La Voluntad Universal es, pues, una fuerza omni- ~leo dmám1co, partiendo de la experiencia, su mét do
comprensiva que lo penetra todo, ya adoptando for- mcluye una reflexión total sobre la conducta. Recha-
mas mecánicas o actitudes psíquicas o espirituales; za todo secci namiento esquemático que, haciendo
múltiple en sus aspectos, pero única en su esencia. ~so de un abstraccionismo racionalista, pr tende des-
La personalidad humana, como parte integrante lindar apartamientos inconexos dentro de la e tructu-
de esta Voluntad Universal, no constituye un foco de ra humana.' Así, proclama explícitam nte que la in-
voluntad aislado, sino que se halla conectada y en dependencia de la razón es una ficción.
íntima coordinación con aquella estructurn total. Conti·ariamente a Schopenhauer, qui n d spués de
Nuestra voluntad -en el sentido que usualmente presentarn?s una voluntad todop odero a, p r ci ga,
la consideramos- es tan sólo "el modo particular que pretende liberarse de ésta por medio del n imi n-
tenemos cada uno de nosotros de interpretar la vo- to espiritual, producto de la r flexión, ella n id ra
luntad universal que nos rige". que como la voluntad es una fuerza ornnic rnpr nsíva
Este impulso, sordamente sentido por el hombre Y omnisciente, al cabo se c nfunde con la razón, a la
con desconocimiento de su razón y que lo mueve des- cual le corresponde tan sólo el oficio de rn canismo
de dentro constituyéndose como su "móvil interno", r~gulador para balancear los motivos que rig n la
trasciende todo su ser. vida.
Otro filósofo cubano, Rafael García Bárcena, 1 ha Desposeída la razón por Ja voluntad d su pap ]
1
rector como determinante de la conducta humana su
Véase en el capítulo último la referencia a su obra "Redes-
verdadera misión se hace consistir entone s en e~pli-
cubrimiento de Dios".
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car o "racionalizar" las decisiones producto de la fuer- te en este aspecto consistirá en el acercamiento o la
za vital de la violación como si fueran propios. Ha identificación de la razón con la fuerza o energía
sido precisamente esta capacidad de racionalización vital de la voluntad para evitar las tensiones individua-
tan desarrollada en el hombre, observada por esta fi- les y asegurar la armonía social. Porque la voluntad,
lósofa y psicóloga tanto en sus manifestaciones cons- con la capacidad omnisciente que aquí le reconoce-
cientes como subconscientes, lo que le sugirió los fun- mos, conoce certeramente su medio, y al ejecutar sus
damentos de su teoría. planes tiene en cuenta los fines de los demás para no
Capacidad de racionalización que se pone en evi- chocar con ellos, con lo cual demuestra poseer un ele-
dencia -nos explica ella- cuando el sujeto que ejecuta vado sentido de la conciencia colectiva.
una orden inducida bajo sugestión hipnótica elabo- Precisa, pues, desecharse ese concepto "formativo"
ra una complicada historia para justificar su cumpli- de la educación entendido como el medio de confor-
miento como resultado de una serie de motivos deter- mar las personalidades humanas de acuerdo con ar-
minantes de su actividad. quetipos racionalmente concebidos, lo que trae por
Así como a veces la voluntad se sirve de la razón resultado que la voluntad real -que es el objeto de
para alcanzar sus verdaderos fines, en otras ocasiones este estudio- quede como constreñida o aprisionada
se vale de las vías afectivas o emotivas para manifes- entre los moldes sociales impuestos por la civilización.
tarse; es tan sólo cuando se pone al descubierto pre- Este último fenómeno ha sido analizado n relación
sentándose como '1a fuerza ciega del instinto" que con el indígena americano por Franz Tamayo en su
puede ser percibida por la conciencia. crítica contenida en la "Creación de la Pedagogía
La situación conflictiva se presenta cuando la vo- Nacional".
luntad "aparente'', que a veces nos ofrece la razón, En contraste con la tesis negativi ta de Farias Bri-
producto de ciertos principios debidos al idealismo to, que corresponde a aquel aspecto de inhibición o
nominalista, intenta imponerse a la voluntad vital, repliegue de la voluntad en la historia de Latinoamé-
pura y libre, que es inconformable. rica que analizamos en la introducción a este capítulo,
Ya que nuestra real y verdadera voluntad en el la concepción voluntru·ista de Inés Segura Bustamante
desempefio de los fines que le dan sentido a la exis- conlleva un sentido dinámico y afirmativo de la vida,
tencia individual dentro de la Dinámica Universal no engendrado en la confianza que da la certeza del
puede fallar -según esta tesis-, depende del vehículo logro pleno de los fines provenientes de nuestra ver-
que escoja para asegurar su cumplimiento el que haga dadera -aunque a veces desconocida- voluntad.
triunfar la pasión o el intelecto, que en estos casos De la fuerza vital de nuestros pueblos, orientada
actúan sólo como instrumentos suyos. constructivamente como un esquema propositivo de
Como el sentido filosófico de la educación es "so- la existencia, depende la grandeza del destino de la
meter lo aparente a lo real", su misión más importan- América Latina.

86
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

Sin embargo, esta voluntad libre de que goza · el


III. Concepto de l,a voluntad como agente hombre -según esta tesis- no ha de servirle para ha-
teleológico en Alejandro Korn cer uso de ella caprichosamente, como pudiera inferir-
se de la cita anterior, sino todo lo contrario. Kom la
La caracterización de la idea de la voluntad en el concibe como un agente teleológico, es decir, como
argentino Alejandro Korn tiene por base su delimi- un medio para realizar finalidades superiores proyec-
tación dualista de los campos de la realidad según el tadas en el futuro. Y aquí surge precisamente el con-
par polar sujeto-objeto. cepto ético y el de los valores, que tanto contribuyen
La Voluntad, para él, pertenece enteramente al do- a darle el matiz personal a su obra.
minio de lo subjetivo y esto le confiere credencial de La voluntad emerge, como la libertad, del fondo de
plenipotenciario del yo para ostentar la representa- la conciencia humana, de la fuente misma de su per-
ción más genuina de nuestra individualidad. sonalidad, siendo esto lo que eleva al hombre por
Encuadrada en su propia jurisdicción, nosotros asi- encima del nivel de la animalidad.
milaríamos la competencia de la voluntad a la de un El hombre se vale de la voluntad para llegar a su
jurado-consulto: tomar decisiones afirmando o negan- autodominio, es decir, a su liberación de todas las
do. Y como "las razones vendrán después", desem- coacciones internas que sobre él tratan de ejercer
peñan la función de votos particulares que justifican los instintos, las pasiones, los intereses egoístas. Esta es
la resolución, aspecto que coincide con la tesis de la la condición fundamental de la libertad ética -a la
"racionalización" que le hemos visto sustentar a Inés que dedicaremos un epígrafe aparte posteriormente-.
Segura Bustamente en el epígrafe anterior -aunque Porque él no acepta que la moral pueda fundamen-
su concepto de la voluntad difiera del de Korn en su. tarse, como en Kant, sobre el autoritarismo de un im-
esencia. Pero lo más propio y entrañable de la volun- perativo categórico, sino que brota espontáneamente
tad para Korn, que al mismo tiempo impulsa y alienta del sujeto que de esta manera ha logrado sobrepo-
toda su meditación filosófica y su vida entera, es la nerse a los imperativos de la existencia. Para alcan-
libertad. A la inversa de Farias Brito, para él existe zar este ideal es preciso un denodado esfuerzo de la
la libertad de querer, no de hacer. Porque la actividad voluntad, que llega a la categoría de un "heroísmo
que se actualiza en el orden objetivo está sujeta a la íntimo".
coerción del medio, cuya resistencia necesita vencer, Lo esencial del hombre no es, no puede ser, la vo-
siendo la condición primera de la independencia del luntad de vivir como afirmación de la existencia como
hombre el dominio del mundo físico. El mundo sub- pretendía Schopenhauer. La vida humana no es un
jetivo, en cambio, el ámbito propio de la voluntad, fin, sino "un medio para realizar propósitos sin los
"carece de leyes, es libre". En éste actúa una volun- cuales carece de estimación." La voluntad es el agen-
tad que "quiere lo que se le antoja". te que el hombre utiliza para hacer de su vida algo

8~ 89
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

valioso, una vida digna de vivirse. Con la libertad


creadora, nacida de lo más íntimo de la voluntad Y el vivo que a vivir no tuvo miedo
triunfante, el hombre puede hacer de su vida una • .. sac6.contento y gr~ve
obra de arte. Pero cuando esta meta ideal desaparece, su propio coraz6n . .•
la vida pierde su sentido. El hombre tiene enton- para pedir
ces la posibilidad de negarla, siendo el suicidio un fe-
nómeno netamente humano. me;or la estrella que ilumina y mata.
Korn se aproxima a Nietzsche en el señalamiento
teórico de la "voluntad de poder", pero dándole una N. La voluntad como vocación
interpretación personal consecuente con sus propias en ] osé Enrique Rod6
ideas, que coincide bastante con la de otros comen-
taristas actuales, María Zambrano entre ellos. En la obra vasta y proteica de José Enrique Rodó
La voluntad de poder, "condición de desarrollo de hay dos motivos que resuenan insistentemente for-
un tipo humano superior", no debe adscribirse al or- mando un acorde armónico, ya sea explícita o implí-
den objetivo, el de la acción de la fuerza física y las citamente -como una música de fondo-: la vocación
ambiciones materiales. La afirmación del ser en el y la voluntad.
dominio subjetivo apóyase precisamente en esa eman- Mas como su pensamiento fluye espontáneamen-
cipación íntima que antes hemos descrito, en el des- te sin el encuadramiento sistemático de una idea
asimiento de los intereses mezquinos y egoístas, en "a priori", descompuesto en las imágenes calidoscópi-
la renuncia a las ventajas y utilidades materiales, de cas de sus parábolas, a veces nos parece algo inconse-
tal manera que el hombre pueda sin trabas "actuali- cuente y hasta contradictorio si nos guiamos por sus
zar la libertad en toda su plenitud". · expresiones, pero si somos capaces de vivirlo, "sinto-
Porque en el hombre la acción consciente, deriva- nizándonos" con su propio ritmo, llegamos al cabo a
da de su organización mental evolucionada, hace que percibir su profunda unidad.
la mera voluntad de vivir se eleve a la "voluntad de La voluntad es para Rodó una energía omnipotente
vivir libre". cuyo poder puede parangonarse con lo Absoluto, si
En el poema "Yugo y estrella'', de José Martí, se es que éste existe "como fuerza libre y consciente" de
ejemplifican estas dos formas de vida con el mismo sus obras. Pero en su idealismo humanista se la re-
sentido que les da Alejandro Korn: serva al hombre como el atributo y fundamento de
su grandeza, que por ella se transfigura de criatura
"Este es un yugo, quien lo acepta goza, desamparada en dominador del U níverso.
hace de manso buey, y como presta
servicio a los señores, duerme en paja Una de las facetas más características de la volun-
caliente y tiene rica y ancha avena." tad, tal como la contempla este fervoroso exaltador
90 91
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

de la renovación vital, es su función de "potencia in- volUJntad que las sostiene" hasta que, con el pronós-
ventora". Ella proporciona el impulso capaz de sal- tico adverso de todos, la aptitud al fin se manifiesta.
tar por encima de las vallas y normas de lo estable- O séase, que la voluntad es la compañera inseparable
cido, de superar el estancamiento agostador de la de toda vocación real anticipándose a la razón en
rutina que conduce a la atonía individual y colectiva, presentirla, lo cual justifica la capacidad omnisciente
precipitando la eclosión de toda clase de iniciativas que Inés Segura Bustamente le otorga._ , .
creadoras en los distintos campos de la realidad. En el caso contrario, cuando la vocación trmida, pu-
Como bien puede advertirse, este punto que acaba- silánime o dudosa no parece sentirse segura de sus
mos de analizar se acerca mucho a la "libertad crea- propias facultades, es la voluntad la encargada d~
dora" que estudiamos en Kom. ejercitar su poder sugestivo para provocar el atrevi-
En el desarrollo de su principio "renovarse es vi- miento, cori arte tal que al provocado se le aparezca
vir", la voluntad representa el papel de eje de la per- la decisión como "propio y natural impulso suyo".
sonalidad, de tal manera que la tendencia al cambio Ante lo cual cabría que nos preguntásemos: ¿Y por
incesante no degenere en la desintegración del in- qué dudar que éste sea el natural impulso de la voca-
dividuo por el movimiento vacío y sin sentido. Este ción? Todas estas consideraciones, ¿no parecen con-
último caso, que constituye el "dilettantismo'', se de- ducirnos paulatinamente a que nos representemos la
fine precisamente por un defecto de la voluntad, que vocación como un movimiento especializado de la pro-
es la que guía el afán de novedad por la senda cons- pia voluntad?
tructiva de realizaciones sólidas y variadas en ince- El mismo Rodó al mostrarnos la intrincada cone-
sante progreso hacia metas cada vez más altas. Este xión que entre sí guardan la vocación y la voluntad,
es un antecedente valioso para la teoría de Bergson, que hace actuar a ésta como estímulo y sosté~ d~
quien mantendrá luego que "existir es mudar, mudar aquélla~ casi llega a identificarlas como fuerzas comci-
hasta crearse indefinidamente a sí mismo". dentes dirigidas en el mismo sentido. Es esta la forma
Para que la conducta humana llegue a ser fecunda en que se presentan las vocaciones poderosas "recon-
a plenitud es necesario que la aptitud vaya de aliada centrando en sí toda la solicitud de la atención y
con la inclinación. todas las energías de la voluntad". Así como también
Rodó define primeramente, por una parte, la vo- admite que la aptitud superior lleva consigo un ele-
cación como "conciencia de una aptitud determina- mento de naturaleza volitiva.
da", es decir, que la facultad para algo se le hace pa- ¿Por qué, entonces, se ha afirmado antes que "la
tente a la propia inteligencia. Pero en el curso de su vocación prevalece sobre los más altos y categóricos
meditación, al referirse a esas tendencias precoces motivos de determinación voluntaria?"
que no demuestran al principio la facilidad corres- Todo parece indicarnos más bien -lo cual está im-
pondiente, observa el "incontrastable ahínco de la plícito en el propio pensamiento de este autor- que

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINO AMERICANA?

la vocación y la voluntad, dos formas diferentes de Raimundo de Farias Brito en las págs. 111-26, y Alejandro
UJll mismo principio o "potencia original", no pueden Korn en las págs. 83-104. )
Segura Bustamante, Inés: ¿Es la acción voluntar·ia realmente
chocar entre sí. Y cuando esto sucede en la aparien-
voluntaria? Publicación separada de Universidad de la
cia, es que no se trata de una determinación "real-
Habana. 1948.
mente voluntaria" -en el mismo sentido que ya Necesidad de una nueva fundamentación filosófica, de
hemos analizado este problema con Inés Segura Bus- acuerdo con la moderna filosofía física en cuanto al mundo
tamante. y con el presente estado de la investigación filosófica en
La voluntad real, como expresión genuina de nues- cuanto al hombre. Revista Cubana de Filosofía. La Haba-
tro yo esencial, podría tomarse como el mejor índice na. Julio a septiembre de 1957.
de una vocación verdadera o a la inversa. Y esto lo
comprendía muy bien Rodó cuando al referirse a esas
"porfías indomables" de la vocación en lucha contra
el medio adverso, que suponen necesariamente una
concentración de todas las fuerzas de la volUJlltad, le
recuerda las figuras simbólicas con que la mitología
griega representaba la firme adhesión a un rasgo de-
finidor de la personalidad, por el cual se puede iden-
tificar la esencia de un ser.
Encauzado así el análisis de estas ideas, el trata-
miento de las "vocaciones de la voluntad", ejemplifi-
cado en la voluntad heroica, la voluntad apostólica, la
voluntad artística, etcétera, nos lleva a la conclu-
sión de que estas son las diversas formas que adopta
la voluntad en el cumplimiento de los fines que le
dan su razón de ser a la individualidad humana.

Bibliografía

Rod6, José Enrique: Obras completas. Editor Antonio Zamora.


Buenos Aires. 1948. (Ver especialmente Motivos de Proteo
y Los nuevos motivos de Proteo.)
Sánchez Reulet, Aníbal: La filosofía latinoamericana contem-
poránea. Uni6n Panamericana. Washington. 1949. (Buscar

94 95
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

tar de captar en ella algún sentido esencial que les


permita formarse al menos una composición de lugar
Capítulo V en el Universo.

LA VIDA I. Concepto estético de José Pereira


de Grnt;a Aranha
La vida en torno, considerada como el ámbito pro-
pio en que se mueve y se desarrolla el hombre, es la Es un rasgo bastante frecuente de la filosofía lati-
cantera de donde extrae sus contenidos primarios la fi- noamericana la confluencia del aliento a1tístico con
losofía latinoamericana. el intelectual, contribuyendo el primero a infundirle
Este ha sido siempre el verdadero campo de expe- mayor vida y animación a las frías construcciones de
rimentación de nuestros filósofos, no limitado, desde la razón.
luego, a las experiencias sensibles -como pretendió Así lo han señalado inv stigadores tan autorizados
el Positivismo- sino a toda la vasta serie de experien- como David García Ba ca y Guillermo Francovi h, y
cias que la filosofía contemporánea admite. nosotros hemos tratado de hacerlo resaltar a lo largo
No abundan entre nosotros los aprioristas, esos ar- de toda e ta obra.
quitectos de las ideas puras que quieren adaptarlo La estética de la vida, de José Pereira de Gra9a
todo para que encaje dentro del esqueleto de acero Aranha, es la concreción más lograda dentro de la
de sus sistemas; aquí las ideas cristalizan mas bien tendencia que aniba indi amos.
"a posteriori", pudiéndose observar en muchos casos Hechizado por la "e pléndida maj stad de la natu-
que su carácter guarda mucha relación con el tipo raleza", que en su r gión brasileña alcanza la pro-
de existencia que sus autores han llevado. Como si porcion s apot ósicas de una orgía de forma , luz y
tuvieran "in mente" el principio enfatizado por Inés colores, él se repr s nta la vida como el esp táculo
Segura Bustamante: "Somos seres vivientes con todo del Universo, con lu ión indubitable ind p ndi n-
lo inherente a la vida." te del hech de que ést sea el aspecto real d las co-
En los países latinoamericanos, la vida se caracte- sas o las ilusion de la m nte cr adora.
riza por su contenido rico y problemático, por su fluir A la vida siempre no la "figuramos" -obs rva te
arrítmico, del que trasciende una marcada falta de filósofo-, ya se trate de una idea ci ntífica, r ligio a
estabilidad. o metafísi a. En est s ntido r sulta un eng ndro
Quizá esta misma inseguridad contribuya, junto de nuestro p nsamiento, porque sin éste s mundo
con las otras condiciones señaladas, a que nuestros mági o pu de existir, p ro e como si no existiera, ya
filósofos hayan ensayado a estudiar la vida desde án- que no pu d ser con ebido. ~
gulos tan diversos, en un esfuerzo supremo por tra· De aquí que el ser humano no sea sólo, como actor,

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

una aparición más, fantástica y pasajera, en el des- sá' o consustanciación cósmica que nos lleve a com-
file de imágenes de la representación universal, y esto prender la unidad esencial del Todo.
lo debe a su conciencia, ese "espejo divino del Univer-. El sentido místico del proceso descrito podría ase-
so", que lo eleva por encima del coro silencioso de mejarse en cierta forma a la proyección sentimental
los otros seres. Así el hombre, por el camino de su -la einfühlung de Lipps-, que realiza el espectador
superioridad racional, perdió al cabo el sentido de de una obra de arte para compenetrarse con los mo-
SU! unidad univer al y dejó de sentirse una fuerza en el tivos que impulsaron su creación, ya que esta es una
fluir de las fuerzas del Cosmos, llegando a escindir manera de establecer un intercambio de instancias
el creador de la cosa creada, o el espíritu de la materia, para incorporarse activamente a la obra entablando
formas diferentes adoptadas por el dualismo disocia- con ella una corriente de simpatía. Así el arte se
dor -aquí podríamos incluir nosotros la "conciencia convierte en el punto de contacto o el enlace entre
intencional" que estudiamos con Francisco Romero y lo individual y lo UJDiversal.
su definición tajante de las entidades sujeto y obje- Incorporados los hombres al magnífico espectáculo
to-. Esta amputación dolorosa de sus nexos univer- del Universo como "elementos estéticos" del mismo,
sales es el origen -según esta teoría- de la "angustia se eliminará el terror metafi ico y la vida será una
metafísica". perpetua alegria. La filosofía ~e .Grac;a . Aranha ~s
Como la vuelta a la ingenuidad primitiva no es una efUJSión de bordant de optinusmo vital, permi-
posible, Gra9a Aranha propugna que sea la propia tiéndonos incluirla entre esa re ervas e pirituales que,
conciencia la encargada de restaurar los lazos de so- al igual que la opulenta naturaleza que le sirviera ~e
lidl:)Iidad entre el hombre y la naturaleza. inspiración, hicieron contemplar a Stefan Zweig
La estética de la vida, concebida como el vehículo al Brasil como "la tierra del futuro".
apropiado para alcanzar esa unidad final y absoluta Si algún filósofo latinoamericano ha logrado capt~r
con el U niverso, es la antítesis del Nirvana budista. plenamente la vida en su inasible fluir, en las palpi-
Se caracteriza por ser una "radiante" filosofía de la ac- taciones y estremecimientos de su evolución creadora
ción, ya que sólo por la actividad -que está n la -realizando cumplidamente el ideal de la intuición
esencia misma de todo lo-que existe- el hombre pue- bergsonianna- é.5e ha sido José Pereira de Gra~a
de llegar a fundirse en la corriente del todo infinito. Aranha.
Y es que la realidad misma consiste en un perpetuo
hacerse y rehacerse de las formas en un cambio con- 11. e oncepto psicol.6gico en
tinuo de los seres. Inés Segura Bustamante
Para alcanzar su obetivo, la estética de la vida debe
transformarse de concepto filosófico en un sentimien- La pensadora cubana Inés Segura Bustamante apor-
to, en una especie de "comunión absoluta y misterio- ta una visión eminentemente femenina al problema

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

de la vida humana, sector al que vamos a concre- biografía- haciéndose atravesar por sobre '1o su-
t.arnos ahora, ya que sus ideas generales acerca de la cedido", ¡cómo puede apreciar que cobran significa-
realidad han sido analizadas en el capítulo IV al tra- ción muchos hechos que hasta entonces habían per-
tar de "La voluntad". manecido en la penumbra para la conciencia por
Su concepción se resume en una ilustración senci- considerarlos marginales o intrascendentes para su
lla y familiar, pero plena de sentido al afirmar que propia vida! Enlazándose entonces concatenadamén-
"nuestra vida tiene mucha probabilidad de ser sola- te en nuestra visión intelectual evidencian una pro-
mente la complicación del esquema instintivo con funda unidad en la continuada dirección de su curso.
que el ave fabrica su nido". Por el contrario, comprendemos también d spués
Lo cual no significa en modo alguno, como pudiera · que los que juzgábamos fracasos y frustracion s no
pensar el que tome aquello demasiado literalmente, fueron sino motivos necesarios para hacernos recti-
que pretende reducir toda la conducta humana a siin- ficar en nuestra senda.
ple instinto. · , Es que la vida humana -según esta autora- está
El ave que va tomando de aquí y de allá las pa- sujeta a leyes y cada suceso no ti ne xist ncia "si
jitas que le servirán para fabricar su nido no actúa no es dentro del squema que los produ e".
guiada por el azar, sino obedeciendo a un proceso Nuestra c nducta no es el pr dueto delib rado d
dinámico del cual aquella actividad constituye una una · de isión; es esa voluntad real, intel ctualm nte
fase, mas sin tener ante sí la imagen de la obra con- desconocida por nosotros a la que ya no r f rim s, 1
sumada. Su comportamiento es propositivo porque se "la que nos hace atravesar por lo sucedido para 11 gar
dirige hacia un fin -tener un lugar seguro donde al fin racional".
depositar sus huevos para empollarlos-, que es quizá El principio que anima la vida humana, uyo fun-
vagamente presentido, pero el cual desconoce. cionamiento obra acordadamente con la Voluntad
El hombre, aunque animal racional, ¿es alguna vez Universal que no rige, se constituiye en el hombr
enteramente consciente de los actos y decisiones que como "un móvil interno" que lo mueve desde dentro.
lo van conduciendo hacia su propio destino? Podría compararse la vida humana así concebida
Cuando lucha y se esfuerza por abrirse paso en con la actuación de los "Seis personajes en bu ca d
la vida -a veces vánamente, al parecer-, ¿ha podido un autor", de Pirandello, que entre bastidores des-
ya representarse intelectualmente lo que de veras arrollan una trama cuyo propósito &ordam nt i n-
quiere ser o hacer? ten, como si algo trágico flotara n 1 ambi nte, pero
Y sin embargo, al realizar el recuento de la jornada sin tener conciencia de que son dirigidos hacia e]
al final de su trayectoria vital - lo que también pue-
desenlace.
de experimentar por medio de la proyección senti-
mental o identificación el que escribe o lee una 1
Capítulo IV.

100 101
¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA F ILOSOFIA LATINOAMERICANA?

Más que al instinto propiamente dicho, como acti- grando con nuestrors hábitos que "son, o forman p ar-
vidad genéticamente predeterminada, la vida humana te de nuestra naturaleza". Porque "el h mbre no
obedece a hábitos, no solamente biológicos, sino tam- es un conjunto organizado de conexion s neu~?na.l e~
bién intelectuales y emocionales. Su manifestación dentro de una serie independiente de órganos , smo
en forma de tendencias predominantes se canaliza que por los reforzamientos y debilitam~ent.o~ que h a
también como un instrumento de la Dinámica Uni- sufrido su estructura original por el e1ercicio y que
versal de la vida. la han alterado profundamente, "ha llegado a ser no
El paso decisivo que marca el verdadero comienzo ese conjunto de conexiones y sí ese conjunto de mo-
de la "humanización" de nuestra naturaleza animal dificaciones".
es la adquisición de hábitos sedentarios con la cons- Si los filósofos del arte interpretan la arquitectura
trucción de habitaciones. La lingüística nos ilustra al como la corteza pétrea de las ins~tuciones, ~e acuer-
respecto la relación existente entre ambos, ya que do con estas ideas nosotros podnamos decir que la
tanto "hábito" como "habitación" se derivan del verbo evolución de las edificaciones doméstica.s refleja en
látino que significa "haber" (habere ); así como mo- formas espaciales directamente bservables los há-
rada tiene también la misma raíz que moral o cos- bitos humanos, o que la expresión visible de éstos se
tumbre. halla en la propia habitación.
La iniciativa o el punto de partida o en la forma- Un ejemplo perfectamente representativo en ·la
ción de estos hábitos se halla en la mujer que, como vida de Latinoamérica es el de los palacetes o ~a onas
el ave al hacer su nido, asegura así el mejor cumpli- de la aristocracia criolla de la ép ca c 1 mal. En
miento de su misión como representante del instinto ellos han quedado plasmados los hábitos rec letos
de conservación de la especie. Mas fijemos bien este y señoriales de una sociedad de estrUJCtura feudal,
concepto: la fabricación de viviendas no es una acti- que aunque en formas muy evolucionadas o a veces
vidad instintiva del hombre, sino un hábito dimanado desfigU1radas trascienden todavía en algunos de nues-
de una respuesta intuitiva al problema del bienes- tros sistemas de vida.
tar de la prole. El instinto ha actuado aquí como móvil Si bien nu stra América no se ha substraído ente~a-
interno en la búsqueda de una solución frente al me- mente a la mecanización de la vida moderna, su m-
dio inhóspito. fluencia no es todavía decisiva en la formación de los
El hábito se erige así en el gozne psicológico sobre hábitos humanos, lo que se evidencia en el h .cho de
el que gira la sociedad humana y la civilización, con- que en nuesb·os, pueblos la c~sa no .es. conside~ada
siderada ésta el dominio del mundo natural por e] -como en los paises altamente mdustr1ahzado~- una
hombre. Lo que nos lleva a postular, con Inés Segura, máquina para habitar". En que, a su vez, el ideal de
que la naturaleza del hombre es "precisamente esa que vida del latinoamericano no es tampoco llegar a ser
está formada por su historia", ya que se va inte- un mecanismo viviente.

102 103
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

mica como el decursar y la transformación incesante


III. Concepto teleológico de José Vasconcelos. de las energías cósmicas; las diversas formas· en que
se nos aparece la realidad integran los ciclos en que se
En las vivencias profundas que alientan y le prestan organiza todo lo existente: el dinamismo físico, el
su colorido propio a la concepción metafísica de la químico, el biológico, el espiritual. Lo .más ~aracte­
vida de José Vasconcelos, nosotros hemos creído des- rístico de su teoría despunta en la particularidad de
cubrir, más que las influencias europeas o hindúes que el paso de un ciclo a otro no se verifica de una
que otros le señalan, el rastro que lo entronca con la manera gradual y evolutiva, sino que envuelve un
tradición filosófica náhuatl. cambio violento: una "revulsión".
Ensayando a contemplarlo desde este nuevo punto El ciclo dinámico de la vida, observado a través
de vista que nosotros proponemos, esta teoría situa- del proceso de las revulsiones de la energía, rompe
ría a su autor como el último de los sabios o pensa- abiertamente con la antigua ley que estatuía que la
dores de los antiguos mexicanos -"tlamatinime"- o naturaleza no procede por saltos. Lo cual no obsta
mejor quizá· cual el primer representante de otra eta- para que se mantenga el principio o esencia única
pa evolucionada de su acervo cultural. de la realidad; tal parece como si estas perturbacio-
En esta concepción de la vida como algo sujeto a nes de su ritmo normal estuvieran presididas por la
plan, dotada del sentido con vistas a fines que cum- idea de que la revolución es una evolución ace~erada.
plir, el filósofo desempeña el papel de un "artista En la visión del mundo de los nahuas, la vida era
de la totalidad" -expresión que retrata de cuerpo en- imaginada cual un escenario. siemp~e cai:nbiante d~n­
1

tero a su autor-, ya que cuando el marco intelectual de los elementos, manifestaciones dmamicas del prm-
le resulta estrecho recurre a la imaginación para cipio cósmico generador, irrumpen abruptamente de
acabar de organizar las partes de un modo análogo tal manera que llegaron a identificar la idea ~e .fuerza
a la "composición sinfónica". Confía asimismo en la vital con la de movimiento, lo cual se ob1etivó en
emoción como el instrumento más fidedigno para cap- su lenguaje. Y para ellos el cambio revistió todos los
tar el ser real de las cosas. atributos de la mutación brusca y total que caracte-
Recordemos ahora que aquellos depositarios de la riza el concepto vasconceliano de revulsión. Lo cual
sabiduría indígena no volcaron su visión del mundo nos induce a pensar que la tendencia a asoci~r la
en áridas disquisiciones abstractas, sino que se valie- idea de cambio con la condicional de violencia es
ron para ello del impacto directo de la intuición poéti- algo firmemente arraigado en el modo de ser ael
ca en sus cantares o poemas -los "cantos y flores"-, mexicano, ya que puede establecerse su c~ntinuidad
por considerar que esta forma constituía lo más ver- desde la mentalidad aborigen hasta la del mtelectual
dadero que hay sobre la tierra. contemporáneo.
Vasconcelos se representa la vida en función diná- Podríamos ya tratar de ir precisando cual es la

104 105
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

naturaleza de esas fuerzas que operan en el ciclo sición armónica de la existencia funciona una especie
dinámico de la realidad. En este aspecto, Vasconcelos de "método contrapuntístico". Y en virtud de éste
se acerca bastante a la actual concepción científica del se realiza un fin trascendental: juntar lo dispar en
mundo, siguiendo la tendencia a interrelacionar lo un acorde único, que es la fusión verdadera de los
físico y lo humano. seres en la existencia absoluta. Hay alglliD.os puntos
La fuerza que en el ciclo físico-químico se reconoce en la cosmología náhuatl cuya explicación contiene
como afinidad aparece también en las fases superio- sorprendentes correspondencias de fondo con estas
res, aunque enmascarada por las variaciones de forma ideas de Vasconcelos. El "dador de la vida" o fuerza
Y sentido que va sufriendo en los traspasos corres- cósmica generadora está allí representado por un prin-
pondiente,s. Ya desde sus primeras manifestaciones, cipio divino ambivalente, pero único en su esencia,
los fenómenos de atracción y repuJsión entre los ele- cuya presencia múltiple en las diversas fases de la
m~n.tos integra?tes de los átomos, se le atribuye a la existencia produce la "dualificación dinámica" 1 del
afrmdad una cierta capacidad "electiva", En el dina- Universo. A estos pares polares en que se organiza la
mismo biológico este mecanismo se anima para in- realidad, personificados en sus diversos mitos, débese
fo~~r las rela.ciones entre los sexos. Ya en el plano la tensión dialéctica productora del movimiento y
espmtual preside las diversas formas del erotismo de la vida, cuyo eje magnético, accionado por la ten-
hasta las sublimaciones místicas de los anl1elos e im- dencia afinidad-fusión, s ñala hacia el supremo princi-
pulsos, alcanzando su depuración máxima en la ar- pio dual. Después de haber xpr sado tos conc ptos
monía estética, la cual funciona siguiendo esa ley un asimilándolos a nuestra mentalidad actual con los tér-
poco esotérica y misteriosa que llamamos el "gusto" al minos al uso, debemos destacar como ra go dominan-
cual ya nos referimos al tratar de la "raza cósmi~a", te en este panorama de la vida el ntrecruzamiento de
La afinidad parece ser, por tanto la fuerza direc- los fenómenos naturales y los actos humanos. La su-
triz que orienta en su complejo entr~mado el devenir cesión temporal, marco en el que se va estructurando
cósmico, comprendiendo el rejuego ~ámico en to- la actividad constructiva del hombre, se considera al-
dos sus aspectos: las fuei·zas atómicas los anhelos ternativamente sujeta a la influencia de las fuerzas
psíqwcos, así como los impulsos orgáni~os. En estas que representan los puntos cardinales en ciclos bien
varia~as manifestaciones actúa siempre como lo que definidos.
c?ordma los esfuerzos de la energía hacia la integra- En el plano específico de la vida humana, definida
ción y el plan, permitiéndonos afirmar que constitu- por Vasconcelos como el dinamismo con ciente, es
ye el principio rector de este sistema teleológico de donde el cambio operado por las r vulsiones de la
la vida. energía reviste un carácter más radical.
Interpretada esta idea con los conceptos estéticos
-
1
-Según frase de Miguel León Portilla en La filosofía
del propio Vasconcelos resultaría que en la compo- náhuatl. México. 1956.

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

El ritmo, factor de capital importancia en esta teo- Gra9a Aranha, la conciencia es también, gracias a
ría dinámica de la vida, que en la etapa física se esta facultad, el espejo divino del Universo.
limita a la repetición mecánica infecunda, va incre- La imagen es tomada como el símbolo de la vida
mentando progresivamente sus potencialidades a tra- espiritual, realizándose a través de ella el tránsito de
vés de la fase biológica hasta alcanzar en la vida la realidad sensible o espacio-temporal al plano de las.
espiritual ese ímpetu único e inagotable de la facul- realidades eternas e inmutables. La conversión del
tad creadora. objeto material en imagen viene a equivaler a la
, La conciencia viene a ejercer el papel de un con- transubstanciación de la materia.
densador de las energías externas, con la peculiaridad Gracias a aquella función "cósmica trascendental"
de que, en vez de gastarse con el uso, cada vez las que la imagen realiza, se duplica, o más bien s~ re-
acrecienta más como un alarde de su poder, afincado crea el Universo entero. Porque en este nuevo ntmo
precisamente en su capacidad de liberación de la que' adquiere, no sujeto ya a la casualidad mecánica,
energía. 1 Mas lo distintivo en ella no es propiamen- el sentido creador se orienta hacia los valores absolu-
te el aspecto cuatitativo, sino los cambios de sentido tos cuya esencia reside, como el fin último de la vida,
y de valor que le dan su categoría a la vida humana. en la unidad de todos los seres.
El instrumento de transmutación que opera en la
conciencia se vale de la actividad representativa para N. Sentido histórico en la concepci6n
plasmarse en esa entidad que, aunque irreal, lle- dualista de Alberto Rouges
ga al anzar existencia propia e independiente: la ima-
gen. En su produ ción intervienen la inteligencia, que Al elaborar su concepción dualista de la vida, el
define sus contornos, y la emoción, que le comunica argentino Alberto Rouges ha tomado la t mporalidad
ese toque "mágico" a su contenido, imprimiéndole como categoría fundamen~a~ para esta~l~cer la se-
esen ia, sentido y valor. paración entre el mundo fmco y el espmtual.
La pasión estética de Vasconcelos al elaborar la Para él, lo distintivo en el acontecer del mundo
teoría metafísica de la imagen llega casi a revestirla físico es la ausencia de unidad temporal por el anona-
de una aureola religiosa. Lo que nos hace evocarlo damiento consecuente a la sucesión de sus dife-
como el "tlamatinime" que después d buscar el rentes momentos. Tomando como ejemplo el móvil
principio de todos los seres en la "noche-viento" -lo que se desplaza, demuestra por este medio ~a impo-
invisible y lo impalpable- lo halla en "el espejo que sibilidad de su coexistencia en dos puntos diferentes
hace mostrarse a l~s cosas". Porque en su sentir, aun- de su recorrido; es decir, que en cualquier momento
que no lo haya expresado con las mismas palabras que en que lo localicemos, ese in tante que constituye su
presente es el único que realmente puede abarcar,
1
Cuando esto se escribió, todavía no se había verificado la
fisión atómica. porque para llegar allí ya ha dejado de estar en

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.¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

todo otro punto anterior. Como salta a la vista la lo anteriormente realizado, es decir, lo que en tér-
idea de tiempo se ha tomado aquí en su función' es- minos usuales se consideraría su "pasado", pero que
pacial, parcelándosele en su decursar. En el aspecto en realidad no permanece como tal, ya que, como
fenoménico, Rouges utiliza el ejemplo de la conversión apuntamos anteriormente, está a su vez reajustán-
del calor en movimiento, en el cual .el primero desapa- dose constantemente para adaptarse a todo cambio
rece para dar paso al segundo; pero nosotros creemos de dirección posterior. La meta o propósito final, el
que esta manera de contemplar el mundo físico "futuro", es el norte o brújula que va guiando o con-
como una existencia discontinua pudiera relacionarse formando los presentes y, a través de éstos, el pasado,
también con la teoría de los "quanta" de Planck se- los cuales, a su vez, van ejerciendo presión sobre él.
, 1 ' '
gun ~ ~ual el ~alor de l~s cue;pos se manifiesta por La expresión "totalidades sucesivas", aplicada a la
la emmón de paquetes minusculos de energía se- vida espiritual, responde cabalmente a esta impresión
parados. de continuidad ininterrumpida inherente a esta esfe-
La condición esencial de la vida del espíritu radica ra de la realidad.
en la riqueza y diversidad de su dimensión temporal. La idea de la "duración" bergsoniana, como el fluir
En la existencia espiritual no se presenta esa delimi- incesante y renovado de la vida, ha influido induda-
tación estricta de las tres fases usuales del tiempo blemente en esta concepción. Mas, para nosotros, su
-pasado, presente y futuro-, sino que se hallan tan sentido trascendente de la temporalidad está enraiza-
bien articuladas por una interacción recíproca que do en la sensibilidad vital latinoamericana, que le
llegan a integrar verdaderas "totalidades sucesivas", otorga un rango propio y característico.
La acción creadora ejercitándose en el desarrollo Si ahora recordamos la teoría de W aldo Ross sobre
de un pensamiento reproduce admirablemente este los tipos históricos y su man ra de conc bir el tiempo,
último modo de ser del tiempo. Las primeras palabras a que hicimos refer ncia en el capítulo I, se compren-
depend~n de 13;8 que le siguen para ir adquiriendo derá más fácilmente lo que vamos a tratai· de de-
su sentido propio, el cual se va definiendo y fijando mostrar.
a medi~~ .que la frase progresa, pero que depende En Bergson, como para los europeos, la vida "so-
en defimhva del rumbo que asuma la concepción pla" del pasado hacia el presente siguiendo una co-
global. rriente ascendente e irrev rsible, cual si temiera que
. Considerando analíticamente el proceso de integra- al proyectar el presente hacia atrás éste se paralizara
ción de este pensamiento como un todo armónico convertido en una estatua, de acuerdo con el mito
podemos verificar, jl.lJilto con Rouges, la manera com~ bíblico de la mujer de Lot.
se influyen sus diferentes momentos entre sí. En Para Alberto Rouges, el movimiento de la vida es
cada etapa de su desarrollo -los diversos "presentes" bidireccional entre sus dos extremos, el pasado y el
que se van actualizando -gravita siempre sobre ésta futuro, pero lo más decisivo y original parece consis-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

tir -lo cual apoyaría la tesis de Ross- en la acción ello a la naturaleza -y a lo que de natural tiene el
del futuro hacia el pasado que, como las contraco- hombre, por consiguiente-, nos es dada como un m~r­
rrientes en el sistema planetario de la circulación ma- co de condiciones gen rales que rigen para to~a exis-
rina, da lugar a que así se complete el circuito vital. tencia· pero dentro de ésta el hombr goza siempre
Escrutando la vida latinoamericana desde este de un' margen más o menos generoso d e ~u~on~mia, ,
prisma, ¿con qué fundamento se considera entonces especie de coto privado en qu ejerce ~l pnvil~gio ~e
su tipo de hombre un ser ahistórico si su existencia la espontaneidad. Diferenciándo e as1 la eXIstencia
está transida de temporalidad hasta el tuétano? de la verdadera vida en que la prim ra consiste en lo
" ~~o que, ~e pretende describir bajo la forma de que se llama vegetar, por analogía con la a encía
vivrr al dia del latinoamericano, cual en un eterno de movimientos pr pios en las plantas, para expresar
presente, pudiera ser un reflejo más bien de ese he- la incapacidad de rebasar lo dado.
chizo que la eternidad ejerce sobre él -como se La vitalidad inferior o instintiva en el hombre -ya
aprecia osten iblemente en la vivencia filosófica de estudiada en el capítulo III- se concr ta a s guir
Rouges-, anhelo de abarcar el pasado y el futuro en la ne esidad ciega de la naturaleza; cuando el h~m­
una "totalidad sucesiva" como lo ha intentado este bre se halla dominado por ella se produce el tip
representante intelectual suyo. de exi tencia pasiva o apática.
La elección g nuina, la que le da su calidad pecu-
V. Concepto axiol6gico de Jorge Mañach liar a la vida humana, pro ede de la vitalidad sup -
rior o espiritual, que es Ja úni a capaz d un qu r r
. P~ra Jorge ~añach, lo que le confier,e su rango dis- propio n onsonancia con su voca ión d lib rtad .
tintivo a la vida humana es la posibilidad de elegir Y como su ej r icio onstituye siempre "un a t de
lo que vi ne a traducirse para el hombre en hacer ~ sup rior di c rnimiento" qu da ad~ rita al do~~ni
vida, ya que la vida es siempre específicamente "vida de la razón o por lo m no bajo su drrecta supervm6~.
de alguien'', o sea, de un "ser capaz de actividad ¿En qué onsiste y dónde se halla este repertorio
propia". de posibilidades entre las cuales el hombre puede
La. primera cuestión que debe seguir a este plan- cl~~ .
teamiento es la del libre albedrío, que trata de ser Se presentan adoptando forma muy variada : cua-
encuadrada por este autor d ntro de sus justos lími- lidades, hechos, int n i n ; p ro si mpr ti n n . mo
tes. Esto nos sugiere ya que no se pres nta en la denominador común r f rirs a un bj to on ient ,
forma de una libertad absoluta, sino teniendo en ya s a éste r al o id al. Lo cual no r . afirma en su
c~e1:1ta ciertas imposiciones esgrimidas por el deter- índo) racional, aunque vaya en al a ión con otros
mimsmo. factor variables.
La vida en su forma lata, aludiendo más bien con La ubicación de e tos objetos entre los cuales el

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?
ho~b~e ~~ de realizar su selección da lugar a una de seguridad. La conciencia social o espíri~ público
delimitac10n de dos ~sferas vitales: la interna, repre-
común contiene las apetencias superiores de la comu-
sentada por las relaciones del individuo consigo mis-
nidad, que para definirse requieren un clima de li-
mo, ~on todo aq~~llo que integra su ser, y la vida
exterior o proyecc10n del hombre hacia el mundo. bertad. Las sociedades sanas son las que saben
conjugar las necesidades vitales con la libre determi-
En nuestra vida interior, los contenidos psíquicos
nación de su voluntad.
componen un conjunto tan abigarrado y pintoresco ,
También toca esta teoría, aunque de pasada, un
como una feria .. Allí altern~n los ideales más puros
r nobles con los impulsos mas sórdidos, las exigencias
punto de gran interés: cómo para los instintos eco-
nómicos -producción y gasto- re~ulta~ a menud?
m~electuales quintaesenciadas y los instintos más hu- demasiado estrechos los marcos nac10nahstas. Perm1-
mildes y primitivos: Al barajar sus inclinaciones el
tasenos aquí la referencia a un trabajo nuestro - "Fun-
ho~bre ~o ,? ebe olvidar que "toda su vida tiende ~ la damentos geográfico-económicos para u?a autarquí~
satisfacción para no desintegrarse y que la verdadera
americana"- 1 en el que después de analizar las reali-
salud "vital" se fundamenta en el equilibrio de su
dades geográfico-económicas de la América tratába-
doble condición. Aunque en casos extremos el hom- mos de demostrar que ésta constituye una gran unidad
bre se~ ~apaz de llegar al heroísmo en que lo físico natural y que debidamente articulada podría dar 11;1-
se, sacrifica J?ºr un ideal, el quijotismo exagerado po- gar a una federación comercial basada en la autarqma
~na .~onducrrlo al a~toaniquilamiento por la volati- del Nuevo Mundo. En la séptima sesión de la Comi-
lizac10n de las energias vitales.
sión Económica para la Améri a Latina de las N acio-
En sus relaciones mundanas, el panorama vital del nes Unidas (Cepal) , que se celebró en mayo de 1957,
hom?re depende de la riqueza y complejidad de su en La Paz, se presentó una propo ición a favor de la
medio natural y social. Por lo que atañe a su dominio creación de un mercado común latinoamericano, con-
sob:e la na~uraleza, que la ciencia ha hecho posible, siderándose que éste podría servir de instrumento para
Manach avizora hasta la perspectiva de una libertad la integración económica de nuestros pueblos.
absoluta en este sector. El orden social en cambio En el intercambio de instancias entre el hombre y
. d , ' '
es mrra o ya en s1 como una "imposición" de la con- el mundo exterior, con la problemática que este último
dición humana. 1

le plantea, obliga al hombre a definirse ante la en?ru-


~l , análisis que de la sociedad realiza este autor, cijada vital y, al encauzarse, la vida humana adqmere
aphcandole su ya conocido esquema de la vitalidad su "forma" en la conducta. Ésta puede descomp onerse
dual, contiene derivaciones que interesarían a los pue- en dos modos típicos de reacción: las actitudes y los
blos. de nu~st:a, América. Los fenómenos sociales pri-
1
ma:10s? ob1etivandose en la economía, son asimilados - -Presentado en la Primera Conferencia Panamericana Eco-
al mstinto de conservación, que se traduce en el afán nómica-Comercial celebrada en la Habana, en diciembre
de 1940, y publicado en la revista "Alfanje".
114 115
¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

actos. Las actitudes son disposiciones del ánimo en vista, que aparecen como antagónicos, al proclamar
d~te~inad? sentido, reservas potenciales para el que todo valor es una relación en la que concurren la
e1e~c1c10 de la voluntad consiguientes a una decisión aptitud estimativa y cierta dignidad objetiva. Al des-
d~li~erada; los ac~os representan ya el proceso di- componer así los términos del problema, Mañach nos
nam1co de la energia controlada aplicándose al objeti- recuerda el mecanismo de la correlación sujeto-ob-
vo predeterminado. Como la vida plena se realiza en jeto en el proceso epist mológico d Kant, lo cual no
la actividad, los hombres cabales son para Mañach los es óbice para que apreciemos en su teoría una moda-
que se esfuerzan por llevar a vías de hecho sus re- lidad original, como nuevo ensayo de aplicación de
soluciones. . un principio clásico.
Quédanos ahora por dilucidar específicamente qué Aunque esta aptitud estimativa que condiciona las
es lo que mueve u orienta al hombre en ese proceso valoraciones anexas a los actos de la elección está
de elección continuada durante el cual se van inte- sujeta a variaciones individuales -en lo que est:riba
grando los contenidos vitales. la calidad insubstituible de la persona-, al mismo
Al tratar de la vida interior y de la vida exterior tiempo reside en aquella aptitud como un ingrediente
hemos hecho referencia a ideales, normas de conduc- constante que envuelve una tendencia ha ia la uni-
ta,, aspiraciones, al anhelo de libertad concretamente. versalidad. Es que, ya se trate de valoracion prima-
Asi hemos penetrado, sin nombrarlo, en el campo de rias o instintivas, bi n sean las valora ion s uperio-
la ~st~ativa de lo~ ~al?res, que ha dado lugar a la res de la conciencia, responden a un "sentido innato
Ax1olog1a como d1sc1pbna especializada dentro de de perfección", expli ado metafísicam nte por est~
l~ Filosofía. ~ste es un tema que preocupa a la mayo- autor como el refl jo de un misterio o de ignio cósmi-
na _de los filósofos latinoamericanos, pero que en co emanado de las propias fuentes d la vida.
Manach constituye el eje de su teoría. Por el lado del mundo, que es donde 1 hombre
. El dilema alrededor del origen de esta noción ha espera encontrar esa dignidad obj tiva de las o as,
sido planteado del modo siguiente: ¿Aspiramos hacia recordemos las condicion s primordiale que cara te-
algo por ser valioso o consideramos valioso lo que rizan a las so iedades sanas para darnos cu nta de
apetecemos? que sólo ellas son capaces de ofrecerle esa igual~ad
~stas dos posic~ones extremas corresponden al abso- de oportunidades sin la cual no puede haber elección
mtismo, que considera a los valores entidades substan- genuina. .
ti:"'as dotadas de realidad independiente, y al relati- La estabilidad de los valor s, fundamento para su
vismo, para el cual constituyen meras creaciones vigencia g neralizada, ha de darse, pues, en la doble
subjetivas del individuo. polaridad vital: la relación hon:ibre-mundo. En este
El "c~ndicio?alisi:no" de Mañach surge como una cuadro fon ional es dond prop1am nte ha de alcan-
transacción o smtesIS superior de estos dos puntos de zarse la meta de la evolución meliorista, que marcará

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS
DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?
al mismo tiempo las condiciones necesarias para el
valor absoluto universal: el "aprecio de un mundo .
de conservación-, pero pa~; Casol -a diferencia
b sta de
ia satisfac-
perfecto por un hombre perfecto". Mañach- a esta clase de ~1 a no. e a stenta una
En la esencia de esta tesis se trasluce un motivo ción, llenar la justa neces1d~d,. smo que o
central: el anhelo de moderación y de estabilidad, de bición sin tasa: es imperialista. .
am . d h her influido en el filósofo mexicano
armonía entre los extremos, que intenta comprender
la vida toda del hombre como un "complejo de tran- l Bien pu ~ ~agen de la vida su experiencia per-
sacciones entre contrarios". Es que su autor se halla a trazar es a resenciado una de las tiranías más
sonal, el haber P . é · 1 Durante aque-
. as de Latmoam nea.
quizá obsedido por la preocupación del desequilibrio
largas y opres1v l trol de todas las actividades
constante en que viven nuestros pueblos, tachados por lla época en que e con del déspota la vida del
el observador superficial de turbulentos e ingoberna- ' hacia las manos ' ,
bles y de oscilar penduJarmente entre la anarquía convergia . da por éste y la pequeña oligarqma
país era succ10na d La prime-
y el despotismo. } daba a mantenerse en e1 po er.
queé o ª~e la Revolución Mexicana tuvo que reprlo-
VI. Contraposición de los sentidos pragmático y ético
ra necesariamente, el cuadro darviniano de a
poca
ducir,
de la existencia humana en Antonio Caso lucha por la vida. t la violencia y la controversia
¿Cómo contrarres ar b d
En la concepción cristiana de la vida, de Antonio desencad enad as alrededor del interés absor ente e
Caso, se delimitan como dos órdenes contradictorios las ambiciones desorbitadas? ºd do ta un
e irreductibles el sentido biológico y el sentido ético Al tarse como caridad, la v1 a a p
de la existencia. proyec l ºéndose significar con esto
orden sobrenatura ' ~u~n d simple necesidad
La vida, por antonomasia, de la que participan en que supera las impos1c10nes e 1a
común todos los seres animados, es aquella que está biológica. d I idea
sujeta a las leyes de la biología. Esta vida, o sea, la Este aspecto de la tesis parece f~ :irse en.•~
vida genéricamente considerada, es una actividad ab- d ue el hombre es el mamífero sm génens cuya
sorbente, acaparadora de energía, que funciona de e q . tarse enteramente en ser
un modo centrípeto. fuerza vital no tiene que gas d t "tal que puede
animal sino que goza de un exc~ en e VI
La existencia en su sentido biológico realízase como . 'd e b ase u tilizable para otros órdenes
pura economía. Para subsistir y acrecentase nece- servrr 1 p supe-ara
riores: el intelectual, el estético y el m?ra. er~ ~a-
sita dominar y apoderarse de todo lo que le permita
Caso -como para Mañach- esas func10nes esprr1 , .
su propia capacidad. M uévele siempre el interés, por
u ª!~~:~r:~~: ~~~~i~~;zc:;~:~a~~~
lo que sus manifestaciones siguen las tendencias cen- les, aunqtue
represen an s:
tralizadoras y egoístas -como emanadas del instinto
~a de Porfirio Díaz.
118
119
DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS
buenas obras- va surgiendo el Bien simultáneamente
que elevándose por encima de su origen bastardo lle-
gan hasta subvertir el régimen de aquél. como ley y acto.
En el desarrollo de su tesis, Caso llega a la moral
A pesar de que en algún momento se postula que heroica del desprendimiento absoluto. Solamente el
el h?mbre ~?tegral consiste en no ser ángel puro ni que no posee nada alcanza el pleno dominio de sí
bestia, e~ abarcar ~a existencia como economía y
mismo, punto en el qu.~ incide de _nuevo -en la ~oc­
como candad, como. mt~~és y com~ sacrificio", luego trina del "personalismo -ya estudiada en el capitu-
aboga por la emanc1pac10n de la vida biológica para lo III-, pues representa la contraposición del "tener"
que el hombre halle su "yo trascendentar'.
La existencia como caridad consiste esencialmente por el "ser".
La afirmación de la vida espiritual -"victoria mís-
en dar, darlo todo hasta el propio sacrificio: es el polo
ticá' - sobre la vida animal .'....-"victoria violenta sobre
opuesto del egoísmo.
el mundo" - significará la eliminación de las contra-
El ser se afirma dinámicamente viviendo como
dicciones en la existencia, substituyéndose a la guerra
a~or, realizán~os~ por el entusiasmo, en la proyec-
por la paz, al botín por el amor, a la saciedad por la
c10n fuera de s1 mismo. Porque la caridad no es con-
templativa, no se queda en la actitud; no se demues- beatitud.
tra, sino que se practica: es un quehacer como la vida Cae así Caso al final de su teoría en el pecado de
misma. "angelismo", tan agudamente estud~~do por Gu~ermo
Concebida de este m~do representa "la plenitud de Francovich en su ensayo sobre Valery y Kierke-
la existencia". gaard". Pero no por la ex~geración intel_ectual~sta
Para este autor, la caridad es la experiencia funda- como el gran poeta francés, smo por el apas10nam~en­
mental en lo religioso y en lo moral. Ella encarna la to místico, como más le cuadra a un pensador latmo-
fuerza de la virtud hecha energía espiritual. Por esta americano.
causa las otras virtudes cristianas son una derivación Su filosofía es el producto de la "realidad desga-
o consecuencia suya. rrada" que vivió, como hombre moderno y como
La fe ~s el reflejo en la conciencia de la práctica mexicano.
de la candad, por lo que considera absurdo el man- Bibliografía
t~ner. s~. existencia como algo anterior a toda expe-
nencia. Se cree porque se vive sobrenaturalmente." Caso. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública. México.
Como los otros filósofos latinoamericanos, es opues- 1943.
León Portilla, Miguel: La filosofía náhuatl. México. 1956.
to a la moral autoritarista que representa el imperati-
Mañach, Jorge: Para una filosofía de la vida. Editorial Lex.
vo categórico de Kant.
. El Bien nunca manda, sino inspira; no se acata, La Habana. 1950.
Sánchez Reulet, Aníbal: La filosofía latinoamericana contem-
smo que se crea. En la existencia como caridad -las
121
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?
poránea. ?ni6n Panamericana. Washington. 1949. (Bus-
car selecciones de Gra9a Aranha en las páginas 141-53
Se de Rougés, Alberto, en las páginas 215-32. ) ' y
gura Bust~mante, ~és: ¿Es la acci6n voluntaria realmente Capítulo VI
voluntaria? Publicación separada de Universidad d la
Habana. 1948. e
LA TIERRA
Necesidad de una nueva fundamentaci6n filos6fica de
acuerdo con l,a moderna filosofía física en cuanto al m~ndo La imponente grandiosidad de la naturaleza ame-
y con el presente estado de la investigaci6n psicol6gica en
cuanto al. hombre. Revista Cubana de Filosofía. La Ha- ricana, que se resiste al an álisis racional de las expe-
b ana. Julio a septiembre de 1957. riencias sensibles, produce una vivencia esencialmente
Vasconcelos. Ediciones de la Secretaría de Educación p 'bli metafísica. Porque si en alguna región el deslum-
México. 1942. u ca.
bramiento de los fenómenos físicos actúa con una
fuerza irresistible para despertar en el hombre la
aspiración hacia lo absoluto, esa tierra es la América.
Haciéndose eco de esta actitud trascendente, el
conde de Keyserling llegó a decir en sus "Meditacio-
nes sudamericanas" que allí se sintió "parte del deve-
nir cósmico, tan íntimamente como el embrión huma-
no habría de sentirse, si tuviera conciencia, parte de
un proceso orgánico supraindividual".
No son solamente las proporciones inconmensura-
bles de sus cordilleras, de sus ríos como mares inte-
riores, de sus pampas y llanos de horizontes ilimita-
dos; es el carácter indómito, salvaje, avasallador -más
pronunciado en la América del Sur que en la del
Norte-, que anonada o provoca al hombre haciéndo-
lo reaccionar en una forma siempre propensa al ex-
tremismo: como un equilibrista que se columpiara
entre el ser y la nada. Y esta es la impresión que pro-
ducen pr cisamente sus picos volcánicos y sus glacia-
res, o los lago~ de s s mesetas de aguas azul colbato
que se confunden con la transparencia del cielo en
las alturas inaccesibles como si estuvieran montados
"al aire".
122
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

E ste amor de la naturaleza, que realza en nuestras tino que su alianza forzosa ha de significar. De la
tierras la presencia de lo extraordinario en lo coti- cantera abierta por ellos en nuestra tierra sa~en los
diano, es -como expresara Juan Montalvo en sus criollos, la nueva especie producida por su adapta-
"Siete tratados"- "genio en el cual nunca dejaremos ción.
de creer los que tenemos en el alma un grano de El impacto invasor que paralizó la normal evolu-
poesía y gustamos de leer en esos libros sibilinos que ción de la vida humana en el suelo americano tuvo
están abiertos de noche en la bóveda celeste y de día una de sus consecuencias más importantes en el des-
en las soledades donde no habla sino el viento sobre arraigo de los pueblos aborígenes de sus propias ti~­
el árbol". rras, acción disociadora de donde arranca el desequi-
Esto hace que para los filósofos de estas tierras, librio inicial de nuestra historia.
sobre todo para los latinoamericanos que siempre tie- La falta de adecuación entre el hombre y la tierra
nen en el alma ese "grano de poesía", la inclinación en algunas regiones de Latinoam~rica da lugar a ~f­
hacia lo telúrico sea sentida con todo el dramatismo tuaciones de paradoja, como la senalada por el soc10-
de una urgencia vital. Lo cual se destaca como una logo norteamericano Lowry Nelson en Cuba al carac-·
faceta muy peculiar en nuestro pensamiento, diferen- terizarla como la tierra rica de un pueblo pobre. Un
ciándolo, por ejemplo, del eUJropeo, donde el trata- hecho análogo, aunque plant ado en otros términos,
miento de este tema tiene una importancia más se- es el de Bolivia, donde las principales fuentes de rique-
cundaria o colateral. La explicación de esto reside za proceden del interior de la tierra, del. subsuelo . .
en la diferencia radical de la naturaleza de aquellos Con una clara comprensión de estas cucunstanc1as,
países con relación a los nuestros, porque allá todos la UNESCO ha dedicado una especial atención al estu-
los accidentes geográficos son proporcionados, a1mo- dio de la tierra en sUJS programas educativos de reha-
niosos, como supeditados a un orden antropométrico bilitación social, como el centro experimental de
que los haga emanar del idealismo subjetivo. Pátzcuaro, en México, donde, según nuestras noticias,
Ya en otro orden de realidades, que caen más bien la instrucción del indio comienza por enseñarle a ele-
dentro del dominio de lo psicohistórico, vamos a in- var su nivel de vida haciendo del suelo su mejor
dicar algunos hechos repres ntativos que contúbuyen aliado.
también a fundamentar la razón por la cual la viven- Por lo ya apuntado, el problema de la tierra ad-
cia telúrica en la filosofía latinoamericana está com- quiere un relieve singular entre . nosotr~~· ú1s r.tándo-
penetrada con los repliegues más íntimos de la con- se en el gran complejo eco~ó~1co-poht~c~-s c1al-cul-
ciencia de nuestro ser. tural. Deviniendo un sentrm1ento agornco en las
Los hombres de la cultUJra occidental que vienen a profundidades del ser, 8:1lora siemp~e, b~jo formas di-
ocupar la tierra americana por el derecho de conquis- versas, en los distintos signos de la mqmetud del pen-
ta, son asimilados a su vez por ésta para el nuevo des- samiento.

124 125
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

tiva, se convierte para él en una "realidad trascenden-


l. La "mística de la tierra" tal'" que anima al hombre modelando su ser.
Por lo indicado se comprende que esta tendencia
Si tomado genéricamente, el latinoamericano es un responde a una situación de angustia metafísica que
hombre vuelto hacia la tierra, aun el de sus países busca en su medio circundante una entidad substancial
isleños, esta actitud se consolida como el sentimiento que le sirve ele apoyo a su desvalimiento ontológico.
dominante precisamente en una región donde el hori- Prueba de lo cual es el hecho de que se desarrolle
zonte se halla cerrado celosamente en todas partes paralelamente, o más bien forme parte de un pode-
por límites terrígenos -montañas y selvas- como es roso movimiento de reafirmación nacionalista.
Bolivia. únese allí a las condiciones peculiarísimas Fernando Díez de Medina, uno de los componentes
de su geografía las vicisitudes históricas a que ha es- más representativos de este grupo de pensadores, ha
tado expuesto su territorio, y que la han confinado tomado precisamente el mitó in9ígena de N ayjama,
como nación interior. el "buscador", para desarrollar sus ideas. Inquiere
El sentido de comunión espiritual y hasta de comu- de la imponente cordillera, concentmción de las ener-
nidad ontológica con el medio natural, representado gías telúricas, la verdad última de las cosas. Contem-
a veces específicamente por la tierra, tiene Ullla vene- pla junto a ella al indio, mudo, estático, p netrado de
rable tradición en nuestro pensamiento con los mitos su grandeza, fundiéndose de tal modo n 1 paisaje
y tradiciones aborígenes. "que no se divisan uniones". Y alcanzando él mismo
El movimiento contemporáneo más definido que el éxtasis místico al recibir en su ser el impacto sal-
sigue la proyección antes aludida es el del grupo de vaje de las fuerzas de la naturaleza, constata la pre-
pensadores bolivianos cuyas creaciones han sido ca- sencia de Dios entre esos nevados gigantescos y purí-
lificadas por Guillermo Francovich de "una mística de simos. El Verbo quintaesenciado de los cristianos
la tierra". Caracterízase, sobre todo, siguiendo esa equivale para las criaturas del altiplano a Pacha -la
línea tan acusada en el filosofar de Latinoamérica, tierra- que "enlaza cielo, tierra y subsuelo del an-
por el uso fecundo de la intuición estética aplicada dino". En esta consubstanciación con la naturaleza
al hallazgo ideológico para su más cabal expresión. del hombre aprende a endurec r la vo1untad y trans-
El tema de los determinantes geográficos ya ha- forma "el dolor de ser en la alegría de vivir".
bía sido sistematizado por los antropogeógrafos dentro Una "sensibilidad geográfica" depuradísima distin-
de la cultura europea. Pero en el latinoamericano gue a Jaime Mendoza, quien se hace eco de lla, tanto
rebelde a la disciplinada autoridad del cientificismo' en sus creaciones poéticas como intelectuales.
esta concepción de las influencias telúricas sobre eÍ No es la embriaguez de la exuberancia tropical
hombre adquiere el tono emocional de Ulll nexo re- -que inspira a Andrés Bello su silva "La agricultura
ligioso. La naturaleza, más que una realidad posi- de la zona tórrida"- la que lo mueve. Más que por

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

los valles amazónicos de la región de las yungas, él en su teoría de las revulsiones de la energía. Cree
se siente ab:aído por la as étka b lleza de la meseta él que las energías latentes de la tierra, al penetrar
descarnada, de la que resultan un fiel trasunto la for- en la conciencia del hombre -lo cual es para Vascon-
taleza de espíritu y la sobriedad de su moradores. Por celos como un "condensador" de las energías ambien-
esto para Mendoza el indio es lo autóctono. "Es la tes- se plasman en intuiciones, imágenes e ideas.
tierra misma", "la personificación humana de esa en- Culminación lógica del concepto expuesto es su te-
tidad que siendo apenas un poco de limo, encierra el sis del localismo cultural, que él enuncia proclaman-
secreto de la vida". Por esta razón, la educación del do que hay tantas culturas como paisajes.
indio debe basarse en el mejoramiento de su ambien- Tratando de desentrañar el mensaje telúrjco del
te, lo cual importa la distribución racional de las ti{? Kollasuyo -nombre de la provincia indígena. corre~­
rras y los medios má eficientes para su explotación. pondiente al territorio de Bolivia dentro del rmpeno
Sus obras en prosa, "La tesis andinista" y "El macizo incaico- Roberto Prudencio lo descompone en dos
boliviano", constituyen un argumento contundente element~s significativos: la meseta y la montaña cir-
para probar la personalidad geopolítica de Bolivía. cundante. Ya este espíritu había ncontrado su x-
En ellas se aúnan las razones históricas a las geográ- presión formal en la épo a pr histórica con la monu-
ficas para cimentar el derecho de su país a una exis- mental ciudad pétrea de Tiahuanacu.
tencia propia, que le había sido negado por el La altiplanicie r presenta la dilatación d 1 spacio,
tratadista español Badía Malagrida. la tendencia a ext nderse ind finidamente, e capando
El pensamiento de Roberto Prudencio se organiza de la roen urabilidad racional. Pero la montaña ava-
alrededor de una preo upación central: hallarle su salladora y podero a, qoo limita sus confin s con sus
sentido propio al espíritu que alienta en el altiplano. brazos de titán, revierte la dir c ión de aqu 1 ímpetu
Lo cual -podría añadirse- contribuiría a esclarecer en sentido a c nsional; es lo que las catedrales góticas
nuestro pr blema ontológi o, si .es verdad -como di- para el hombre del medi vo: "impulso d 1 ti rra
jera el conde de Keyserling- que Bolivia representa por dominar al cielo".
la América en trasunto. No se manifiesta él sin em-
bargo, en esta dirección cultural má ab~rcadora, II. El "subconsciente cósmico" de Guillermo
sino que pone el énfasis en su raíz local o regiona- Francovich
lista.
Esa realidad trascendente en que para los místicos Como hemos podido comprobfil reiteradamente en
de la tierra transforma lo geográfico, al suministrar- el epígrafe ant rior, la viv ncia. telúrica tá ~atizada
le sus peculiaridades expresivas a cada región sigue por un particularismo r gi?,na11sta ~ los .ultiv~dores
para Prudencio un proceso que guarda cierta seme- de la "mística de la tierra . La actitud fil ófica de
janza con la concepción creadora de José Vasconcelos Guillermo Francovich ante este tema, sí bi n tiene

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?
mUJCho en común con ellos, contrasta marcadamente carácter físico-químico e influencias fisiológicas que
po: un sentido abierto y comprensivo de proyección provocan en nuestro cuerpo las fuerzas d~ la ~atura­
uruversal.
leza; mientras que el otro aspecto esta/ rmbmdo de
Siendo una misma la vivencia y estando enraizada cierto misticismo sensualista al postular como una
como aquellas ideas, en algo inmanente al ser de lo~ sincronización o acoplamiento del ritmo vital del
p;oductos humanos. ~e nuestras tierras, el interés prin- hombre con el ritmo del Universo.
cipal de la concepc10n de Francovich reside en el he- El subconciente cósmico emerge a veces adoptando
cho de haber sabido. estructurar conceptualmente ese la forma de la experiencia metafísica, que otros in-
contenido primario autóctono con un formato original terpretan como una expresión del sentimiento reli-
aco~de en líneas generales con el modo de filosofar
occidental. Aunque esto no constituye una pauta gioso. . .
Esa indefinible sensación de hallarnos en relación
porque aLpensamiento genuino -ungido,,. por la líber~
con algo superior a nosotros ~ismos no obedece. al
tad creadora de que nos hablara Korn- no se le
imperativo trascendental -segun este autor-, smo
pueden trazar pautas, sí es una prueba de que los filó-
que acusa en la conciencia del hombre la dependen-
sofos latn:ioamericanos son capaces de resolver nues- cia en que éste se halla con respecto a la tierra, que
~ros prop10s problemas utilizando ventajosamente los es su soporte natural.
mstrumentos de trabajo que el acervo cultural pone El exceso de intelectualismo, que fomenta una at-
a nuestro alcance.
mósfera artificid de abstracción en torno al hombre,
~s~rutando en los más recónditos repliegues de la actúa como Uilla cortina de humo que lo aísla de su
psiqms en busca de los resortes últimos que regulan medio natural y, al insensibilizarlo a sus incitacio~es,
la pers~nalidad humana, él ensaya a penetrar un paso esto redunda en su desvitalización o deshumamza-
mas alla en las profundidades del subconsciente que ción.
el creador del psicoanálisis. Pero en lugar de hallar
Coincide con el existencialismo al propugnar la
unas tinieblas impenetrables a continuación de los
vuelta a las cosas, a una reconcretización de la reali-
obscuros claustros de lo biológico, se encuentra con dad, en lugar de apartarse de ella para buscarle un
un fondo transparente -como si el investigador se transfondo metafísico que no xiste, con lo cual sólo
~sornara a un batiscopio- a través del cual se refle- conseguimos convertirla en una realidad extraña a
Jan Y penetran los diversos fenómenos físicos que le nosotros que nunca puede ser apr hendida en sí
dan s~ fisono~} a al mundo en que vivimos. Esta es misma. Pero no sólo en términos de "la lógica de la
la región del subconsciente cósmico".
experiencia" -como establecía Edmundo Hus crl-,
La receptividad de las instancias del cosmos por el sino abriendo todos los poros del cuerpo para entrar
ho~bre asume dos aspectos de índole diferente. Uno en contacto directo con el medio con todo nuestro
de estos representa la cara materialista: reacciones de
ser integral.
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

En esta renaturalización del hombre que reclama vidad prodigándole un culto de amor, hasta sentir
está contenido un humanismo de sabor franciscano que f~rmamos con ella una unidad.
que practicaban los pobladores precolombinos dei Tenemos que adquirir concie~cia ~~ .q~~ tod o lo
macizo de los Andes que sirvieran de antecedente a que alienta en nosotros es la tierra v1vif1cadora Y
la "Utopía" de Tomás Moro. Ya que conlleva la fra- magnífica'', porque nuestra vida proce~e ?e ella,
ternidad "no solamente con todo lo viviente, sino y la trayectoria de nuestro destino le está md1soluble-
también con todo lo existente", como si pensara tanto mente vinculada hasta en la misma mue:te. .
en el hermano sol y en la hermana agua, como en el Así como el geólogo reconstruye la historia de la
hermano lobo -que también el hombre es el lobo del tierra por el examen de los estratos de roca y los fó-
hombre- del santo poeta de Asís. siles en ellos incluidos, a Gra9a Aranha se le ocurre
Y es que quizá Francovich abriga la esperanza de que al hombre, como hijo de la tierra, puede. t~már­
que cuando se llegue a tal estado de compenetración sele como una recapitulación de su desenvo~v~1ent~.
se acabarán las guerras en el mundo, porque el sub- En el hombre se encuentra tanto la com??s1c16~ qm-
consciente cósmico, plenamente reconocido por la mica de sus minerales como la compos1c1ón romeral
conciencia, será el cimiento más firme de una con- de sus vegetales; todas las moléculas de ~uestro c°;er-
cep~ión real -no una mera abstracción- de la hu-
po participan de la constitución de la tierr~. E im-
manidad. Porque entonces la tierra -la Pacha-mama pregnado de ese sentido mi tico de c~mumdad col?,
del mito kolla- será considerada la madre nutricia la tierra que hace penetrar la "geografia en .la carne
común a todos los hombres. -como le sucedía a Jaime M ndoza-, él siente que
nuestras vibraciones son las suyas Y que la sa~gre
del hombre circula sigui ndo el ritmo de las corn ~­
III. La reincorporación a la tierra, como uno de ws tes de marea de los primitivos océanos donde se ori-
fundamentos éticos de la concepción de la vida de
ginó la vida animal. .
]osé Pereira de Gra9a Aranha. Pero el hombre, que lo ha recibido. tod? de ~a tie-
rra, a su vez le da su alma, que la mtehgenc1a, s~
Dentro de lá filosofía de la acción preconizada por
"fuerza sutil e inmortal" que le cr a una personali-
este filósofo brasileño, para que los seres humanos
puedan llegar a fundirse en el torrente vital del todo dad a la faz divina. .
Haciendo de la tierra su amada y su fue~~e de ms-
infinito, una de las vías por donde deben encauzarse
piración, él se dispone a recorrer -c?mo h1c1 ran por
los trabajos morales del hombre para llegar a su con-
otra vía los místicos españoles del Siglo de Oro- los
secución consiste, precisamente, en la reincorporación
caminos de perfección por los que habrá de alcanzar-
a la tierra.
Para llegar a esa suprema identificación debemos se el reposo espiritual.
En su sentido ético de la naturaleza parece pensar
hacer de la tierra el centro espiritual de nuestra acti-
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?
-como expresara José Martí- que "los lugares her- servada. Es la pareja cuyo romance se fnistrara en
m?so~ obran sobre, l~ virtud". Compenetración de Jo la juventud por los prejuicios sociales, sentiiniento que
ps1qmco ~on lo telunco que significa, al mismo tiem- reverdece al cabo de los añqs objetivándose en la lla-
po, la umdad de lo estético con lo moral.
mada del campo.
Esta especie de simpatía telúrica, ro~piendo las
harr~ras enn;e el creador y lo creado, elimina la an- El amor a la tierra señala para los pueblos -como
para estos seres que los simbolizan- "la edad de la
gustia metaf1sica que produce esa noción de la indi-
reflexión, de las grandes ambiciones, del verdader?,
f~ren~ia cósmica que hiciera exclamar a Pascal: "El patriotismo . . . " Porque ''hay que saber quererla
silencio etern~ de los espacios infinitos me espanta." como a la mujer amada, no explotándosele para luego .
~s q~ el latmoamericano moderno, a través de la abandonarla, ya que "es mala esclava" y se venga en
fil?sof1a, se apresta a desentrañar de nuevo el men-
sa1e de la tierra. su oportunidad. .
Los desarraigados se caracterizan por la c~~e!1c1a
del sentimiento de nacionalidad, por falta de vrrilidad
N. El desarraigo del nativo de la tierra en su comportamiento, por su "indiferencia verdade-
como problema humano y social ramente salvaje" ante el porvenir. .
en ]osé Antonio Ramos Enajenar la tierra al extranjero es como volatizar
las energías de nuestro propio er, porque en ella se
E~ escrit~r cubano José Antonio Ramos, cuyo pen- encarna la continuidad de las gen ra 10nes y de ]a
samiento grra alrededor de los problemas medulares obra común. Intégrase así la unidad e paci -ti mpo
~e la nacionalidad en Hispanoamérica, hace de la en la tierra, a través de cuya conexión penetra en la
berra e! ~erdader? protagonista de su drama "Tem- estructura humana.
bladera , mvolucrandola en el juego de las pasiones
humanas.
~1 .punto crítico por donde falla la formación moral V. La tierra como idea de poder
Y CIV1ca de los miembros de la familia que él nos pin- en Ezequiel Martínez Estrada
ta, ~s el egoísmo disociador, que se refleja en la falta
Para comprender mejor la fuerza que ha engendra-
de ~d.e~les tangibles que los hagan solidarios en el
do el tipo de hombre que hoy puebla las llanu_ras la-
sacrificio y el esfuerzo. Esto se plantea alrededor
tinoamericanas, el expon nte má repre entativo de
de la venta del patrimonio rural: las tierras del in-
genio. las cuales es la pampa, d b emo v car las viv n i~s
primarias que experirn ntar~an 1 h re_d ~o ? el Cid
. i:os dos tipos más profundamente humanos y de- que arribaron con la conqmsta y la c lomzac16n. Pa-
f1Illdos de la obra son los únicos que se sienten vincu-
rodiando el cantar de la epopeya f udal, podríamos
lados a la tierra y están dispuestos a lucl!ar por con-
reconstruir así StllS sentimientos, originado por un
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

espejismo de la idea del poder y la grandeza, ante lidad a dominar, sino que es dominado por las obs-
el espacio abierto sin limitación: curas fuerzas de la naturaleza. Este es el mismo sor-
Una vez puesto en la silla tilegio que simboliza Rómulo Gallegos. ~n su "Doña
se va ensanchando la tierra Bárbara'', la devoradora de hombres, refméndolo a los
delante de mi caballo. llanos de Venezuela.
En la tierra, corno idea de poder, según venimos
Porque la llanura inmensa, informe, sin accidentes analizando, se plantea agudamente el dilema entre ~l
que le sirvan de hitos o puntos de referencia, es eso "tener" y el "ser" -tratado por el mexicano Antomo
esencialmente: espacio. Pero espacio vacío, consubs- Caso alrededor de la teoría del personalismo-. El yo
tancial a la desolación interior de aquellos hombres profundo, el verdadero yo, cede aquí su lu9a~ al Y? su-
que habían visto allí frustrados sus sueños de encon- perficial, al poseedor de tieuas como umco titulo
trar regiones de fabulosas riquezas. de hombría.
En el concepto metafísico del espacio, concentrán- Este dualismo no tiene sentido en el hijo natural de
dose como extensión superficial, toma 1el hombre con- la pampa, el gaucho, cuya conciencia pa sido anasto-
ciencia de la pampa en América para hacer de ella el mosada con el paisaje, y en ello reside su poder, no su
substitutivo de sus aspiraciones más ambiciosas. Es idea del poder.
por esta razón por la que el latifundio -como afirma El tipo del baquino- que la civilización casi ha he-
Martínez Estrada- "foe la forma de propiedad ade- cho desaparecer- podría servir ~orn o el mej r ~j em­
cuada al navegante de tierra y de mar". · plo viviente para ilustrar la teon a del subconsc1 nte
Esta forma de producirse el desdoblamiento del cósmico de Guill rmo Francovich. Es el hombre que
espacio en una esfera interior y otra exterior explica posee la clave del paisaj , ya s ª. con :ido por .él par-
la geofagia como instancia de la idea del poder. cialmente o no, y cuya c itera on ntac16n prov1 n de
Mientras más se acentúa la oquedad espiritual del que se halla en connivencia con el modus operandi
hombre solo, amorfo, carente de ideales, más se sien- de la naturaleza. "En él -di e Martínez E trada- pa-
te como una necesidad intdnseca el deseo de acapa- rece haber tornado conciencia la tierra d 1 s r to a
rar el espacio físico -la tierra- a la que van anejos la que obedec,en sus formas, colores, consistencias y dis-
influencia, los títulos, el privilegio. Pero todos estos tribución."
elementos externos, a semejanza de las corrientes en El caballo ha ido en estas llanuras el pu nt de
los organismos ciclónicos, en lugar de llenar el vacío unión entre el hombre y la bena, de tal manera que
central no hacen sino agravar cada vez más el des- se le evoca asociándose! . a la vida y destino del pai-
equilibrio inicial de su estructura. El hombre, jinete f
saje, como una p arte nt grant de ·é~te. .
al avanzar en la pampa sin confín que lo incita a no Tierra de ganadena por excelencia, el ntmo de ~a
detenerse en su carrera desenfrenada, no llega en rea- vida humana sigue estrechamente esta dependencia
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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

natural. El tango, el baile UJ11iforme y monótono como alcanza a la entidad misma de la tierra como natu-
la llanura misma, consiste en un lento delizarse con raleza.
los pies arrastrados "con el andar del buey que pace". Más que como una realidad física, la tierra juega
La constitución primaria de la llanura como un en- un papel de sentido trascendente para el latinoame-
gendro de lo informe tramonta y penetra bajo los ricano -como lo ha sostenido la doctrina de la mís-
moldes artificiales de la civilización en sus propios tica de la tierra.
reductos: las urbes. Minando sus cimientos realiza En la dialéctica entre el campo y la ciudad, las·
un trabajo de zapa que representa, más que la re- fuerzas obscuras de la pampa se ciernen sobre las ins-
vancha de la barbarie contra la civilización en sí, el tituciones nominales que remedan en la capital a
secular conflicto filosófico entre la materia y la forma, la antigua metrópoli. El poder de la tierra penetra
entre lo real y lo ideal. Porque los moldes de la cul- en el substrato de la idea de poder.
tura en estas regiones no son todavía algo estrUJCtural, La llanura -la pampa- precipita al hombre al re-
cristalizado, como producto de un depurado proceso encuentro consigo mismo. Porque en su informe sole-
de decantación, sino que han sido informados por dad se llega a sentir de pojado de su persona ad~en­
la improvisación. Esto obedece a la influencia del ticia y se piensa como "un er ah tracto qu hubiera
paisaje, cuya vastedad "permite el cálculo por aproxi- de recomenzar la historia de la especie o de con-
mación y el error sin consecuencias inmediatas". cluirla".
El terrateniente, el detentador de la idea de poder,
arrastra consigo los hábitos rurales cuando arriba al VI. Formas típicas del sentimiento de la vida
poder. Y se comporta en las esferas del gobierno como cósmica en Mariano Iberico
si fuera el administrador de una hacienda -cual en
su propio feudo. Ese complejo sentimiento de la naturaleza, que
El ejército, trasunto de las agrupaciones bélico- asume formas d repr sentación tan div rsas al re-
bucólicas surgidas en la llanura, ocupa, de hecho, los fractarse en la pers nalidad de los filósofos latino-
intersticios vacíos o realengos que las distintas es- americanos, ha ha1lado en el peruano Mariano lb rico
feras de la civilización dejan entre sí, ya que se man- uno de sus tratadistas más profundos y abar adores.
tienen disociadas y son sólo circunstancialmente tan- Su pensamiento, n este asp cto, es un fi 1 xpo-
gentes. nente de esa vitalidad interna qu anima nu · stra fi-
Si las crisis del poder han coincidido en Latinoamé- losofía con un impulso afín y múltipl a la v z, que
rica con las crisis del valor de la tierra y su posesión, nos da siempre la impresión de un parente co espiri-
esto no obedece solamente a una simple correlación tual indefinible.
positiva de factores perteneciente al terreno de la Analiza la crisis del hombre moderno relacionán-
sociologí~. La conexión es más honda y esencial, y dola con su desconexión de la puJsación vital de la

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

naturaleza. Situación que se ha venido incubando tentes adoptando distintas formas en las que puede
desde el Renacimiento con las teorías científicas que discernirse hasta cierta gradación. Así podrían esta-
contemplan la concepción del mundo como un sis- blecerse el tipo proyectivo, que conserva el centro de
tema abstr~cto de relaciones cuantitativas, corriente gravedad en el sujeto, el cual transfiere sus vivencias
que.~ª t~~1do su culminación en el mecanismo y la al medio con el cual se identifica; la solidaridad o
tecnif1~ac10n de la vida que imperan actualmente. comunidad del que se siente vibrar en el conjunto
Desp~Jada la naturaleza de poesía, de alma y de vida, de la vida cósmica a la cual está ligado y, en último
se le s1:1bstrae al amor y la veneración del hombre y extremo, el sentimiento místico de fusión total o co-
la convierte en objeto de mero rendimiento" Pa · munión espiritual con la naturaleza.
J' ' l . . rcia-
1zase as1 .ª v1sió·n· del Cosmos y la propia tierra es Entre las figuras a que nos hemos referido ante-
aprenhend1da utihtariamente por lo que significa riormente, el brasileño José Pereira de Gra9a Aranha,
c?m~ zona ~e explotación. El hombre considérase a pudiera servirnos como la mejor ilustración de este
s1 mismo el unico elemento activo frente a la natura- sentimiento. Su concepción estética de la vida co-
~eza, a la que se asigna un papel pasivo de ob1"eto mienza por ser una _proyección sentimental hacia la
merte. naturaleza, en cuya radiante actividad el filósofo re-
E~ta desvinculación del hombre de la naturaleza conoce su propio entusiasmo y su desbordante vita- J
-:°PIDa este, autor- tradúcese también en la disocia-· litadad. El logro pleno de este sentimiento, meta de
ción .del e~prritu de la vida, confinándolo a "un mundo su aspiración, es la ÍUJSiÓn con el todo infinito, punto
de a1~lam1ento mortal, de cronométrica inanimada re- en el que dejará de tener sentido la distinción sujeto-
gularidad". objeto.
En el ser del latinoamericano, representado aquí Otra variedad de este sentimiento -según la dis-
por sus ~ensadores, el complejo psíquico suscitado por tinción realizada por este autor- está representada
la relación hombre-naturaleza no ha sido ah d por el paisaje, aspecto superficial o formal en que
todavía por la civilización. oga o se nos aparece la naturaleza despJ.egando las grandes
.uno de los aspectos más definidos de este senti- riquezas de su fisonomía. El grupo integrante de "una
nnento,. ta~ como Iberico lo estudia, es el sentido de mística de la tierra" es el que mayor sensibilidad de-
l~ co1:1~mmdad vital. Al tener conciencia de su parti- muestra para captarlo en un acto de compenetración
cipac1on en la vida del Cosmos, considerado como metafísica, capacidad que revela -de acuerdo con
un .gran organismo viViente, el hombre se siente in- la interpretación de Iberico- una cierta comunidad
clmdo en la comunidad de los seres de la naturaleza. de naturaleza entre la realidad exterior y el espíritu.
La cual de este modo adquiere unidad y se convierte El sentimiento intelectual de la naturaleza, aunque
en un todo omnicomprensivo. puede tener su origen en una vivencia metafísica re-
Los sentimientos de continuidad vital se hacen pa- ductible también al sentido de la continuidad vital,

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

es producto de la reflexión. Resulta de la apreciación rada conceptualmente por un sentimiento intelectual


del orden y la regularidad que imperan en los fenó- de la naturaleza.
menos del universo en medio de su riqueza y varie- Este sentimiento de la naturaleza se refleja también
dad. Es por medio de este sentimiento que el hombre en el arte de nuestros pueblos con acusado relieve.
llega a adquirir la convicción de que existe una ínti- En pintura, el paisaje ofrece muchos y no~ables cul-
ma correspondencia entre las leyes o categorías de tivadores. Aun en la música, cuya estética actual
la razón y las que presiden la economía universal se inclina a rechazar la existencia de conexiones con
de los mundos. la naturaleza,· contamos con representantes que de-
Al desglosar en sus elementos constitUJyentes el fienden esta relación como el mexicano Manuel Po~ce
sentimiento de la naturaleza no puede dejar de estu- y el brasileño Héctor Vill?loh?s. En los J:lOemas. sm-
diarse el ritmo como una de las expresiones más autén- fónicos del peruano Moises Vivanco se siente vibrar
ticas en que hace su aparición el aliento de la vida la voz del paisaje y ha hallado en la canta~te !m~
cósmica. Sumac una intérprete maravillosa del mensa1e virgi-
El ritmo se distingue de la periodicidad mecánica nal del suelo americano.
o matemática en su inmanencia vital. Porque en la
naturaleza, como en el verdadero arte -que es tam- Bibliografía
bién creación-, la periodicidad no es una mera re-
petición: hay algo que vuelve, pero e e algo no es Francovich, Guillermo: Pacha-mama. Ed. La Colmena S. A.
Asunción, Paraguay. 1942. El pensamiento boliviano en el
un retomo a lo anterior, sino una renovación. En las siglo xx. Fondo de Cultura E onómica. México, 1956.
innumerables formas de la naturaleza que van y Martínez Estrada, Ez qui 1: Radiografía de la pampa. Ed.
vienen, nacen, florecen y se pierden para volver a Losada S. A. Buenos Air s. 1942.
nacer otra vez, reside -nos dice Iberico- el secreto Ramos, José Antonio: Tembladera. Imp. El Siglo XX. La Ha-
mágico de la eterna juventud de la vida. Cuya con- bana, 1918. '
fidencia metafísica la da el ritmo universal al reper- Ross Waldo: Hijos de la Roca (el pensamiento de Guillermo
cutir en el ser integral del hombre, tanto en lo bio- 'Francovich). Edicion s Orión. México, 1954.
lógico como en lo anímico, porque el ritmo emana de Sáncbez Reul t, Aníbal: La filosofía latinoamericana cont~­
las fuentes germinales de todo lo existente. poránea. Unión Panam ricana. Washington. Talleres Tipo-
En la teoría del "subconsciente cósmico" de Fran- gráficos d la Nación. México, 1949.
covich se combinan las distintas formas del sentimiento Iberico, Mariano: El sentimiento de Ui vida cósmica. Ed.
de la naturleza que acabamos de describir. Se inspira Losada. Buenos Aires. 1946.
fundamentalmente en la continuidad vital, apercibida
a través del ritmo y del paisaje, pero está domi-
nada en última instancia como toda estructura elabo-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

modos objetivos de darse la libertad en la experien-


cia cotidiana, llega a la conclusión de que no es po-
Capítulo VII sible encontrar la libertad a secas, sino siempre con
un aditamento que la parcialice, hasta el metafísico
LA LIBERTAD que la aprehende como contenido subs~ancial del ser,
media una variada gama de concepciones que cons-
Mucho ha ahondado el pensamiento latinoamerica- tituyen un buen exponente de la riqueza e piritual
no e:i la conciencia del hombre, indagando acerca del de nuestros pensadores. Aunque en cada una de las
sentido propio de la libertad. teorías que vamos a revisar se acusan perfiles bien
C~mple ~n esta labor investigadora una elevada pronunciados, y hasta antagónicos, también podemos
función social el filósofo, porque acostumbrados a encontrar en ellas puntos de coincidencia en lo esen-
trat~ de la libert~d ,~orno de algo que está ahí, como cial, que pueden servirnos de orientación o de apoyo
del s~r ante los OJOS , de Heidegger, quizá nos hemos para arribar a algunas conclu iones.
descu~dado e~ lo que atañe a su raíz, a sus contenidos Lo que más se d staca en todas la ideas que ex-
esenciales, de1ando que lo objetivo degenere al cabo pondremos a continuación, ya s a mirado d sde una
en una forma vacía. u otra perspectiva, es el sentido creador d la lib rtad.
Porque si la libertad es, como se asegura, el valor O la libertad es fecunda, o no es. Y p r aquí pueden
supr~mo para los pueblos latinoamericanos, ¿cómo haber comenzado las fallas de nu stras r públicas.
explicar las repetidas crisis por que atraviesa entre Asociado a aquel concepto va 1 de la constitución
nosotros?
dinámica de la libertad. La libertad no puede limi-
Cabría. aquí plantear un dilema, que es el mismo tarse a permanecer en esa fase primera de structura
que conci~rne al fundamento de todo valor: ¿Apete- potencial -como la califica el m tafísico-, o p . na de
cemos la libertad porque la estimamos, o la estimamos consumirse en su propia n gaci6n. Hay que Impul-
porque la apetecemos? sarla constructivamente día tras día, a base de sfu r-
Como bajo los auspicios de la libertad surgió en zos in oslayables, de g nerosa y total entr ga y de-
nosotros la conciencia de un nuevo ser, del propio dicación.
ser,. ell~ ~os ~arece algo inherente al ámbito de nues-
tra mdividualidad y su carencia una desnaturalización l. Concepto humano de la libertad
o degradación de la persona. Mas debiéramos tratar en José Martí
de precisar si es la libertad un fin autosuficiente una
r~alidad en sí misma, o más bien un medio par; rea- En la filosofía profundam nte humana de J é Mar-
lizar otros valores más definidos y definitivos. tí reflejo fiel de una vida dedicada ínt gram nte al
Entre el positivista que, observando los distintos s~rvicio de la libertad, este motivo se halla si mpre
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANAP
presente, bien sea de un mod . ' .
en todas sus manifesta . o rmphc1to o explícito, por un retomo a la visión directa de la r~alidad, a
S' t"é d J Clones. las cosas mismas, parte medular encomendada al fi-
m I n o a en sí mismo como al
a su propio ser, trata de ell go ~onsubstancia1 lósofo en la difícil faena de "distinguir en nuestra
naturaleza humana. "C a como algo mherente a la existencia la vida pegadiza y posadquirida, de la
1 'd . on ser hombre tr espontánea y prenatural; lo que viene con el hombre,
a vi a el principio de la lib t d ,, s aemos a
M era . de lo que le añaden con sus lecciones, legados y orde-
1
as en e curso ascendente d .
llega por generalización a la idea f~l s~~· meditaciones, nanzas los que antes de él han venido". Este atuendo
d e presidir la conce ción de .1 os ica que habría formal de ideas convencionales, con las que se co-
obra "La evoh1ción c~eadora". ~nnque . Bergson en su mienza a atar y a fajar al hombre desde que nace,
cia de la vid " y · Es la libertad la esen- lejos de ayudarle a completar su camino lo embridan
a. como antes ya 1 h b ·
rado la natural atmósf d l h a u iera conside- y lo interrumpen.
punto a advertir que " ~ral_be ombre, llega en este Como un "caballero de la libertad humana", Martí
· sm I ertad como · · declara reo de traición a la naturaleza al que "impi-
p10 y esencial nada v· " ' sm arre pro-
la libertad co~siste ivde . La vida identificada con de, en una vía u otra, y en cualquier vía, el libre
en esarrollarse e 1 1 uso, la aplicación directa y el espontáneo empleo de
es, en ir actualizando las . . orno o que se
cual; renunciar a Ja libertad pote~c1a11d,ades de cada las facultades magníficas del hombre".
negarse a si' mismo.
· eqmvaldna en un ser a F rente a este planteamiento tan diáfano, ¿en nom-
Así como para Bergson 1 . bre de qué razón humana podría demostrársele a los
nado de libertad es l , e rmpuJso vital, impreg- estudiantes de nuestros pueblos tiranizados que deben
progresiva de los' sere • ¡u~ p~·oduce la evolución
0
deponer toda proyección extracadémica? Sería como
en la materia ya Ma t~ m r~ uc1endo determinación pedirles que renunciasen a ser hombres reales y ori-
libertad es i~prescin~i~~os abía a~e~antado que la ginales, porque el que defiende la libertad donde-
ción a lo que se crea ~ar~ summ1strarle perfec- quiera que la vea ultrajada está resguardando "su en-
se la goce, con más fl~r ;,ue ám~entras en. m:yor grado tereza de hombre".
La libertad h m s ' ruto se vive . En este concepto humano, abarcador y compren-
umana es la smtesis d t d
~ectos parciales, condición sin 1 e o os sus as- sivo de la libertad, se contempla la interr lación en
lizarse cabalmente ese se . t a 1cual no puede rea- que se hallan sus aspectos ético y político, siendo el
finió como "nada m r m egra que Unamuno de- primero la inmanencia de lo social n lo individual
La propia civiliz' aec~?s que todo un hombre". o el último la trascendencia de lo individual en lo
. 10n con el p eso d
sed imento de siglos pued 11 muerto e un colectivo. "Robarle a los pueblos su lib rtad es como
tad humana. Martí fu e ~e ~~:r a. acogotar la líber- quitarle a los hombres su decoro."
-movimiento que hoy h 1 prnneros en clamar En la raíz de la genuiila solidaridad humana se
a a canzado plena vigencia- encuentra siempre la libertad. Por eso el mundo pue-
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147
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS
DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?
de dividirse en dos campos: "todos los que aborrecen
la libertad, porque sólo la quieren para sí, están en de Virasoro, de que están amasadas con_ la substancia
uno; los que aman la libertad, y la quieren para todos, misma de la libertad y en su culto reaf~an s~ ~er­
están en otro." sonalidad y hacen de ella el apoyo msu bstituible
Y si. la libertad es el sentimiento asociador por ex- para sentirse seguros de sí. .
celencia, . esto se debe a que nadie puede creerse Las almas tutoriales son las que nece~1tan de l~
realmente digno de ella mientras "ve a todos a su al- tutela ajena como si carecieran de ~onf1anza en s1
rededor sin libertad y se niega a trabajar por la li- mismas, plantas adventicias desarraigadas ~e ese
,b ertad de todos". suelo nutricio del hombre pleno que es la libertad.
Como principio unificador, la libertad ha de ser la Los hombres de esta clase le niegan, a su vez, a _los
"religión definitiva". Porque "sólo en el mundo libre otros hombres su libertad y se complacen en p1~0-
los hombres podrán llegar a constituir la humanidad". tearla con fatuos alardes de aut?,ritarismo. Ta~b1én
podrían denominarse almas de contramayoral , ya
II. Clasificaci6n de los tipos humanos de acuerdo que reaccionan a la manera de aquel tipo s~cial de
con su actitud ante la libertad los tiempos de la esclavitud africana en América, que
en Carlos Vaz Ferreira mientras más servil se mostraba con su amo para coi;t-
raciarse con él y gozar de su favor, con mayor furia
. Después, de taladrar con visión certera las oposi- ~escargaba el látigo sobre las espalda de las dota-
ciones extrmsecas que a menudo aparecen enmasca- ciones de esclavos.
rando las verdaderas causas de los conflictos huma- En estos dos tipos de alma que aca?amos d~ ~es­
nos, el uruguayo Carlos Vaz Ferreira ha señalado la cribir se concentran, para Vaz F errerra, las u~cas
actitud ante la libertad como el determinante último oposiciones esencialmente irreductibles de la r ahdad
que siempre palpita en el fondo de semejante situa- humana. · · ºó l
ción. Estima él que puede cambiar e de pos1c1 n en os
Las formas características de aquella actitud dan distintos sectores de la actividad humana, pero que
lugar a dos tipos humanos fundamentales: las almas en el fondo la actitud concuerda iempre c~!1 la
liberales y las almas tutoriales. misma clase de alma, que no hay verdad~r~s con-
Los hombres que tienen por ideal supremo la li- .
vers10nes " . El que pasa de la dictadura militar
. más.
bertad, porque saben amarla y apreciarla, pertenecen reaccionaria al comunismo, por ejemplo, man ti. ne m-
a las almas liberales; la quieren para ellos mismos y cólume su alma tutorial, por más que cambien los
p~~ los de,más -como el segundo grupo en que matices superficiales. .
d1v1de Marti a la humanidad-. Esta clase de almas Respecto al discutido tema del con~er_vadon~mo
parece estar consciente del descubrimiento metafísico innato al sexo femenino y a las caracten hcas afJ.~es
a las almas tutoriales que se le atribuyen a la mu1er,
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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?
es ~echazado por este autor como algo falto de con- masa popular, "resulta planta efímera. Bella orquídea
temdo- medular. Almas tan liberales fueron Mariquita sin raíces".
t~nc~ez de Thompson, la "Pala" SaJavarrieta 0 Leona Otro aspecto que debe destacarse en esta concep-
. icano de Quintana Roo, como la del prócer más ción es el que se .relaciona con la frase que hemos
Üustre de nuestras revoluciones.
subrayado en el párrafo anterior. La libertad, para
Por ~tra parte, y aunque parezca paradójico a pri- hacerse efectiva como realidad actuante en el hecho
I?era vista, los llamados ''hombres fuertes" que man- social, para rendir frutos positivos, tiene que llegar
tienen subyu~ados a mu~hos pueblos en la actualidad a formar parte de la conciencia de los pueblos: ser
representan e1emp1ares hpicos del alma tutorial. Por- una actitud mental generalizada.
6ue ellos tampoco gozan de independencia, sino que Pero para alcanzar .a "lo alto" -a la conciencia-
uscan .un v~n~ulo superior. que los sostenga, bien tiene que subir de "lo hondo", proceder de una vi-
sea un rmpenahsmo extranjero o una oligarquía pre- vencia profunda de nuestra "voluntad real'', como
potente dentro de su propio país.
diría Inés Segura Bustamante. .
Varona debió haber arribado a esa conclus16n, no
III. Concepto social de la libertad sólo por el ejercicio de la disciplina intelectual, sino
en Enrique José Varona por la experiencia que le ofrecían en forma de lec-
ciones históricas las repúblicas latinoamericanas.
Consecuente con su formación positivista, el con- La idea de la independencia, concretada n tomo
c~pto .de la libe1tad es enfocado desde el ángulo so- a la libertad política, no llegó a int grarse plenamente
c10lóg1co por Enrique José Varona. en las masas ignorantes de lo llaneros, gauchos, cho-
. Establece. él, en uno de sus aforismos, que la única los etcétera, que componían el gran contingente de
libertad sólidamente cimentada es aquella que en- la ~oblación sudamericana e iban a la lucha dirigidos
carna en el espíritu del pueblo; indicándonos con esto y magnetizados por sus hombres sobresalientes: los
1:;: debe ~igurar como elemento integrante de esa caudillos.
a a .colectiva ~ue, según Durkhein, le dispensa per- De aquí que Varona advierta que en nuestros pue-
sonalidad propia a las sociedades como algo más blos se hable de la libertad como de algo parcializado:
que un mero agregado de individuos. O para expre- "libertad posible, libertad ad cuada, libertad nece-
s~rlo con los términos que ya le vimos utilizar a otro saria, libertad moral, libertad civil y hasta libertad
fdilólso~? cu~ano~ Jorge Mañach: como una aspiración provisional, de quita y pon."
e a conc1enc1a social".
La conclusión obvia no puede ser otra que la ne-
Porque si l.a ~fbertad "sólo florece en la conciencia cesidad de educar a los hombres para la libertad,
d.e los egreg10s ' es decir, de los individuos excep- para que sean capaces de tomar conciencia de ella y
c10nales, de las élites que están por encima de la actuar en consecuencia.
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

a producir con frecuencia una falsa uniformi_d ad, el


N. Concepci6n intelectual llamado hombre medio o "standar'', que se logra
en ]osé Enrique Rod6 siempre -como destacara Rodó- "a costa de b~~~~
parte de naturalezas violentadas y sacad~s de. qm~io ..
Si~~do e! pensamiento de José Enrique Rodó la Y si este resultado indeseable ronda, mas bien indi-
ecl~sion puJ~nte de ~u propia individualidad, ninguno rectamente hasta a las verdaderas democracias, llega
me1or que el para ilustrarnos corno paradigma e in- a asfixiar dompletamente la personalidad en los regí-
térprete de la libertad intelectual. menes totalitarios en los que deliberadamente se trata
Aunque en todas las épocas históricas las fuerzas de conformar al individuo para que se comporte
ambientales han gravitado sobre la actitud mental del como una pieza más de la maquinaria del E tado.
hombr~ en su doble condición de ser vivo y social, el Si la forma externa de la libertad int lectual, que
compl~JO engranaje de la civilización contemporánea es la libre expresión del pensamiento, dependende del
Y.ª le .iba resultando d~masiado opresivo a este espí- status político que la reconozca como uno de los de-
ritu liberal que escribia en el primer cuarto de este rechos humanos -consignado en la Carta fundamental
siglo y previó -como efectivamente ha sucedido- que de la ONU-, su verdadera entidad, a la que se re-
esta tensión iría en aumento cada vez más. El hom- fiere Rodó, tiene su asiento en la conciencia del
b~e ª:,tual, acor~alado entre el sectarismo y la meca- hombre.
mzac10~ de la vida, ha cambiado la "vorágine" de la Si "pensar con libertad significa pensar por u nta
selva ~uge~ -que tan magistralmente describió José propia", de acuerdo con nuestro s r íntimo e intrans-
Eustas10 füvera- por esa muralla inexpugnable que ferible, ello supone un esfu rzo "consci nte y racio-
forma la propaganda de todas clases y matices a su nal" del espíritu, sobre el qu ha de sustentarse hasta
alrededor. Coacción más grave cuanto más sutil, la una resolución heroica en caso necesario.
que apela a los medios indirectos de la sugestión En el aspecto que ahora nos ocupa, el hombre tiene
subconsciente, toca al filósofo dar la voz de alerta para que reaccionar contra el poder de l~s fórmulas pre-
s~vaguardar el patrimonio del hombre en lo que establecidas que le franqu an la lmea d 1 menor
tiene de más valioso como instrumento de innovación: esfuerzo, así corno contra la pereza que le impid de-
su inteligencia: sechar los clisés mentales; su independencia de crite-
Paradógi~amente~ uno de los mayores peligros que rio ha de permitirle hasta desafiar la tiranía d 1 gusto
acecha la libertad mtelectual es la educación con un de una época si éste pugna con su propia compl xi6n
concepto tergiversado de su propia esencia. En lugar individual renunciando al aplauso d mag6gi o. Otro
de desarrollar al ser humano, de abrirle cauces via- cariz del ' pensamiento latinoamericano que po d' na
bles a la riqueza potencial que ofrecen las diferencias aquí relacionarse es el q u·e atañe a la adhesión dog-
individuales, la generalización de la enseñanza tiende mática a la "autoridad' europea por su prestigio secu-
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¿CUÁLES SON LOS GRANr;::s TEMAS
DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?
lar. Casi todos estos ejemplos podrían hallar su
clasificación en la teoría de los "ídolos", de Bacon, ve plazo de nuestra vida individual''. Y con la cul-
cuya exégesis aplicada al punto de vista contemporá- minación de esta empresa heroica, no referida a lo
neo ha realizado de modo muy sugerente y acucioso espectacular sino a lo íntimo, alcanza el ~o1?bre la ca-
Guillermo Francovich. tegoría de lo ético, que viene a ?onsistrr subs~an­
En su concepción de la libertad intelectual, Rod6 cialmente en la conciencia de la libertad actualiza-
no se constriñe exclusivamente a la facultad de aná- da. Esta es la cualidad distintiva del hombre que
lisis y al jucio crítico de la "razón razonante" de Des- Francisco Romero creía encontrar en la facultad de ob-
cartes, sino que toma en cuenta ese "campo infinita- jetivación o concien~ia intenci~nal, pero que, para este
me?te ~omplejo de lo~ sentimientos individuales y autor adopta un caracter funcional, ya q~e el ~o con-
sociales , de cuyo cultivo armónico depende el sen- sidera que el hombre sea ante todo ~ en~e Juzgan-
tido humano de la realidad. La amplitud de criterio te" -según pretende aquél-, porque,, la vida es ac-
Y la capacidad de comprensión que éste proporciona ción, tarea perpetua y no un teorema . .
proveen al hombre del antídoto más poderoso contra Comporta un gran interés para nosotr~s, los l~h­
la intolerancia y el fanatismo ideológico que, ya sea noamericanos meditar sobre el acento vital, activo
adoptando las formas conservadoras del tradiciona- y volitivo, q~e contiene este c~nc~pto ético de la li-
lismo o las radicales del jacobinismo, se oponen a la bertad, vertiente en la que comc1den Kom y Rodó.
verdadera libertad intelectual. Por ello requiere un sacrificio constante y :ima de-
dicación continuada, lo cual hemos descmdado u
olvidado desde que logramos la ind penden?ia. de
V. Concepto ético de la libertad nuestras metrópolis y a lo que. pueden ~tri?mrse
de Alejandro Korn -siquiera parcialmente- esos ecl~p~es transitorios de
la libertad que interru~pen c1chcamente nuestro
_ Siendo la moral una creación del hombre y consti-
proceso histórico. Hostos puntualizó muy bien esta
tuyendo, por ta?to, un hecho histórico, su origen se
distinción al decir que "el yugo se arroja en una bre-
remonta a la salida de éste de la animalidad eñalada
ga más o menos larga" -refiriéndose a la independen-
por el primer conflicto consciente que se le presenta.
cia- pero "los esfuerzos que la libertad reclama son
Este conflicto tiene lugar entre la necesidad y la
libertad. perpetuos".
Dos vías distintas, pero convergentes, conducen al
En la libe;tad y su realización ha de hallarse, para
logro pleno de la libertad en su. se~ tido ético.
Korn, la esencia propia de lo humano, la integración 1
La primera consiste en la su1ec~on del m~do fi-
,
del hombre como tal, puesto que la libertad no nos es
sico para asegurar la independencm económic~, con-
dada -como pretendía el racionalismo de los "ius-
naturalistas"-, "tenemos que conquistarla en el bre- dición que se subestima o hasta llega a ser obliterada
por el idealismo puro, pero que en Korn cumple un
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155
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?
rol básico gracias a sus . .
vistas. Para llegar a la " plnmedras influencias positi- no obedece sino a su propia ley. Así reconoce Kom
. vo unta de vivir lib " la condición subjetiva de lo ético, que para él ·se fun-
Yª. estud iamos en el capítulo IV- . re -que
prunero ese estadio inf ah es preciso superar damenta en el estado de ánimo, en el actor, y no
r umano que par él en el acto.
senta l a mera voluntad de . . d a repre-
Este punto se relaciona vivir e Schopenhauer. La ética de Korn tiene un carácter individualizado
ve y endémico de la A ~º!1 un problema social gra- y relativista, como se desprende del anterior análisis;
una de cuyas causas es~ nea La~na, el desempleo, identifica al hombre cabal con el hombre libre, que
y desequilibrada. Por el :;conom.ia ~u?desarrollada es el hombre digno, aquel que es capaz de asumir el
Korn a la signif· 'ó d oque filosofico que le da imperio sobre sus propios actos, aun por encima de
icaci n e la inde d los formalismos dogmáticos de la vida gregaria. Pero
mica puede comprend . pen encía econó-
la manera como re erse me1or su trascendencia en no es individualizan te: al propici:µ el sacrificio de los
empleado. Este se~~:i~~:t~n l:l a~titu~ moral del des- intereses egoístas exaltan la lucha por los fines supra-
de valerse por sí mismo red om re que no pue- individuales, cuya meta última sería la libertad abso-
la persona humana. unda en la degradación de luta en la que hallasen su conciliación lo objetivo y
lo subjetivo.
En la esfera subjetiva, que es el ámbit .
de ha de alcanzarse la finalidad é . o propio don-
ne que enfrentarse e . hca, el hombre tie- VI. Concepci6n estética en Alefandro Deústua
todo aquello que repr~~:1!: ~ism~ par~ liberarse de
poder gozar de una aut , au omahsmo animal y Para el peruano Alejandro Deústua la libertad s6lo
querer propio desasido da:i~~~ de la .vóol~ntad, de un llega a alcanzar su plenitud, como valor absoluto, en
terna . Su m axuna
' · .
expresión q coacci n mterna o ex- la actividad artística.
la espiritualidad h ' ue marca el triunfo de Es esta la verdadera libertad~ la libertad incondi-
. umana, se halla e l if' . cionada, que Varona no hallaba por parte alguna des-
consciente de todo m'te , , n e sacr icio
E res eg01sta pués de buscarla inútilmente en la esfera de fas ac-
sta manera de apreci l .'
contenido de libertad sar e caracter ético por el ciones de la realidad objetiva.
tradictorias las normaque representa excluye por con- La libertad, concebida como "el poder de crear for-
cualquier clase que si~}?receptos e .imperativos de mas nuevas y progresivas'', es la esencia misma de
ciones a la conducta. ican necesariamente imposi- todo fenómeno estético. Éste es creador por ser li-
Si la libertad es el aliento bre, condición que le permite renovar sus efectos en
afirma la personalidad l que lhace desarrollarse y el dinamismo evolutivo contrastando con la simple
bre de toda valoración' en . a cu~b se halla la raigam- repetición mecánica. En este sentido llega a indenti-

'
"f
idéntico para todos ya' es posi le estatuir un valor
que a personalidad autónoma
ficarse con el principio mismo de la vida como im-
pulso vital, que diría Bergson.
156
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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

En su contraposición del orden y la libertad presi- reciente ejemplo de esta situación es la "locura" del
diendo la marcha del espíritu humano hace resaltar "rock and rol~". é . l l 'bertad alcanza su estado
el hecho de que el primero se apoya en la razón, un En la graCia est tica, a I . d nor la concilia-
aspecto unilateral o fragmentario del ser humano; la ·1·b . 1 ear su propio or en tr
de eqm I no a cr . . b. etivos Por eso
libertad, en cambio, abarca la realidad interior toda ci6n de los factores sub.1etiv~~ ~o~t~nido a. la gracia,
entera. el elemento re.al qu~ le s1reha sido identificado por
La tendencia al orden empuja al hombre hacia afu~ que es una 1de~ orma '
ra, a la proyección exterior, ejercitando sus esfuerzos Deústua con la libertad. l ~ala el estadio estético
hacia el dominio del mundo físico para servirse de él Cuando Jos~ V~sconc~ osr~e~eso de la humanidad,
con fines prácticos o utilitarios. como la culmma~16n .d p g o al describir condicio-
La libertad se goza en la expansión interior que coincide con el filóso~o :s:::~iza para caracteriz~r la
produce el enriquecimiento de la personalidad y su nes análogas a las qu h b de intereses eg01stas
integración por medio de la emoción estética; en este gracia. Liberad~s los o~ c~~vo de la belleza, será
estado la libertad es fin en sí, , carece de finalidad y de leyes coacti~a\ P?,r ·~a libre d ntro de un orden
trascendente. . ese el momento e ~ v1. ción ara la libertad".
El intelecto en su función ordenadora tabula la na- ideal forjado por la imagmat es~tico de la libertad
turaleza conforme a leyes positivas; la actividad des- Corol~rio de es\e ~i~:~:fi.aono debe as ntars sobre
interesada sólo obedece a su propia ley subjetiva. es la tesis de que ª t ara organizar sus es-
Esto explica por qué a menudo se halla un impulso la cienc.ia, sino sobre ee~tr ~~~pio de creación como
liberador en la base del arte en su rebelión contra la peculac1ones. I~v~cas d ) realidad por ser insepa-
razón cuando la relación con ésta se le hace dema- , criterio para explicar to a .ª
/ 't , y de la vida. .
siado opresiva, adoptando entonces un carácter mar- rable d e1 espm. u E "ken al aceptar los nes-
cadamente irracional. Se adhiere, f~~~m:~'t:l d~ que la filosofía .contri-
La mayor parte de las manifestaciones del llamado gos de esta pos1c1on l 'b tad toda nuestra existen-
arte moderno a partir de los "fauves" muestra este buya a "transformar den 1 er ndo dado a un mundo
sello antirracional. En sus obras, el principio creador . y transpor tamos e un mu
cia ,,
refleja un estado de ánimo que ha sido lúcidamente de nosotros, formado por nosotros _·
analizado por Guillermo Francovich n su interpreta-
ción del espíritu. Es éste, como vehículo de ese afán VII. Concepto metafísico en
de libertad incontenible, el que ante "la urgencia de Miguel Angel V irasoro
escapar a las exigencias rigurosas de la razón" se de- .d por los más variados
cide a "transitar los caminos del d svarío, más allá Despué de nuestro recorn o . al filósofo ar-
de los confines de la lógica y la coherencia". El más predios de la libertad, vamos a seguir

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF!A LATINOAMERICANA?
gentino Miguel Ángel Vir h
Ja conciencia en su pesqu. astroro 1 asta los abismos de Al acontecer la disgregación de la libertaq aparece
eorno esta substancia irred
isa as a ra, últim
t 'bI iz a del ser. una realidad fragmentada en una multitud de móna-
se en el fondo común de tod~c I e, que. ha de hallar- das o individualidades, que encarnan los fenómenos
rectamente accesible al c .lo.que ~XIste, no es di- o formas diversas que adopta la existencia. Pero estas
que confiarle a la razón onocim1ei;tto mmediato, hay mónadas no son conjuntos cerrados e impenetrables
identificación. Pasando r:spe~uJativa su búsqueda e como en Leibnitz, sino solidarios entre sí, ya que se
en otra, hasta aquella que ghes1v~mente de una causa mantienen en interacción recíproca, la cual debe in-
misma, nos encontramo aya e ser la causa de sí terpretarse como el efecto de cada una sobre la liber-
tamente originario ue s con e~ a~t~ primario, absoiu- tad de las demás.
dicionado al no h~~ p~ pnnc1p10 debe ser incon- La jerarquización que impera entre las formas de
esencia entonces Iaer fna a anterior a él. Su única la realidad -concretadas en series existenciales- debe
' ' uerza inmanent
co~o autopropuisor en este ac . e. ~ue actúa acreditarse a1 grado de actualización alcanzado por
zac1ón del ser es la L 'b t d to que m1c1a Ja reali- la libertad, que registra las etapas del ser en la auto-
. ' 1 era .
S1 el ser consiste en su . . realización de su contenido substancial objetivándose
tad es su aliento cread prop10 realizarse y la liber- en vivencias, valores y significaciones. Pero siendo la
revelarnos los momento~r, .la ?~tur.aleza de ésta debe libertad la esencia de la que participa todo lo que
ción del ser L 1 s1gnificahvos en la constitu- existe, no puede admitirse en rigor ninguna discon-
. o cua nos demuestr l
ª por v·rrasoro noa es
1a libertad intuid c aramente que tinuidad o hiato, ya sea entre lo orgánico y lo inor-
a b stracto a Ja manera de 1 Id b un esquema gánico, o entre lo instintivo y lo racional.
sino una entidad es iritual a . ea .ª soluta de Hegel, La modalidad divergente de la libertad, a la que
el principio y fin de ~oda ?:nám1ca que compendia acabamos de referirnos, engendra dialécticamente su
su plena complejidad ont efó1s ~ncia desplegándose en fase contraria o de síntesis, que tiende a reunir en una
E 1 f . . . o g1ca. unidad final todas las diferencias o disparidades. Meta
n a ase m1c1al de este
del no ser al ser el p /rdoceso, que marca el paso que sería la libertad terminal o absoluta, henchida de
como libertad p;imo d?al 1 n ou originar
e partida caracterízase razón, la cual funciona como su poder intrínseco ca-
materia protopiásmica,r 1·a · E specie de paz de religar las más opuestas determinaciones entre
minado, nos hace evo~!. ~e re.pr~senta lo indeter- sí. De este modo resuelve la libertad la aspiración
f
informe y vacía de los primeros ªISaJe de la pampa. central de la teoría de la vida que le vimos sustentar
ción. De este obscuro fondo . i~m.p~s de la coloniza- antes a Jorge Maña.ch: propiciando la síntesis supe-
tura potencial donde t d p1obmd1v1so, mera estruc- rior de los contrarios.
men, irrumpe la libeºt ad posi i~dad tiene su ger- El último estadio de la libertad se diferencia del
. tr ' r a canalizando f
ID mseca en las múltip les " ~:e • SU uerza primero en que con él alcanza el ser su máxima deter-
mc:u.w.estac1ones del ser. minación, pero ya como totalidad y unidad de todas
160
161
;,CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

sus ºdeterminaciones parciales. A la vez, vuelve a ser tiva, de la que todos podrán pai:iciJ?ar en igual me-
de nuevo lo incondicionado, por haberse liberado de dida como objeto de cada experiencia real.
las coerciones externas e internas que auspiciaran su
evolución temporal durante el ciclo de maduración Bibliografía
ontológica.
Arroyo. Anita: Raíz y Ala. Una antología de Martí para la
La índole dual de la libertad, al objetivarse en el
juventud. Ediciones Lyceum. 1954.
proceso dialéctico del Universo, explica ese paso de Martí José: Obras Completas. Editorial Lex. La Habana. 1946.
lo un'o a lo múltiple y su retorno a la unidad que para Marthiez Fortún, Carlos A.: Código martiano. La Habana.
Mariano Iberico representa el gran misterio de la 1943. . z
vida cósmica. Ritmo polar que el filósofo peruano Rodó José Enrique: Obras completas. Editor Antonio amora.
ha descrito como movimientos alternos del ser al apa- Buenos Aires. 1948. (Ver especialmente Motivos de Pro-
recer y viceversa, pero que en Virasoro, como hemos teo, y en los artículos periodísti~os El .14 de J~lio.)
analizado, constituyen momentos igualmente reales Sánchez Reulet, Aníbal: La filosofia latinoamericana contem-
·-conjugación de existencia y esencia- en la estruc- poránea. Unión Panamericana. Washington ..1949. (Ver
Alejandro Deústua en las páginas 51-78, Ale1andro ~orn
turación del ser. en las páginas 83-99, Carlos Vaz Ferreira en las págmas
Consubstanciada la libertad con el ser, arribar a su
plenitud significará "la libertad absoluta en el Ser 163-83). b 1927
Varona Enrique José: Con el eslabón. Manzanillo. Cu a. •
absoluto". Virasor~ Miguel Angel: "La libertad, la existencia Y el ser.
Contemplando el caso específico de la existencia Jnstltuto de Filosofía de la Facultad de Filosofía Y Letras.
humana, sobre todo en su aplicación al fenómeno po- Buenos Aires. 1942.
lítico y social -una de sus posibles determinaciones
concretas-, podrían derivarse cuestiones de gran tras-
cendencia partiendo de esta teoría.
Hombre y mundo no son términos antagónicos que
hayan de contraponerse, ya que ambos han sido en-
gendrados igualmente por la libertad. Para que cada
ser humano logre cristalizar en su inmanente sentido
ha de mantenerse en colaboración activa con el mun-
do para que éste también se realice en su contenido
espiritual.
Convirtiéndolo en "el ámbito propicio a la libertad
en general", el hombre hallará en él la fuente inex-
tinguible donde asimilar su misma materia constitu-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS
DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

está la garantía de que no tiene que vol'.'er a ser. Nos-


Capítulo VIII otros, en cambio, lo que hemos cons~~wdo es todo lo
contrario de lo que pretendíamos: Nuestro p~sa.do
LA HISTORIA está siempre presente, sin decidirse a ser autentico
pasado".
Uno de los rasgos distintivos del hombre contem- Al enjuiciar así nuestra situación nos asalta una
poráneo, quizá el que mejor lo define, es su concien- duda: ese concepto del "auténtico pasado" en que se
cia de la historia. apoya la perspectiva histórica de Leop?ldo Zea, ¿no
Todos. contribuimos a hacer la historia, querámoslo será una categoría propia del pensamiento europeo
o no, ya sea por acción o por omisión. Porque no ac- que no coincide con la manera de sentir el tiempo de
tuar contra una realidad equivale a colaborar con los pueblos latinoamericanos?
ella. En la vida histórica no puede haber neutrales: A este respecto contamos con dos ejemJ?los,,de gran
todos estamos comprometidos. interés: la teoría de las "totalidades sucesivas .' de Al-
Aunque en los pueblos latinoamericanos su histo- berto Rouges, ya examinada entre las ~once~ciones ~e
ria ha pesado como un factor decisivo, no siempre he- la vida, y el tipo "társico" de historia flwda, s~gun
mos estado en disposición de reconocerlo. Esa re- Guillermo Francovich, que estudiaremos a contmua-
luctancia a hacerle frente a la historia se parece mucho ción. Aunque ambos difieren mucho en su~ ~~nda­
a un "complejo de cuJpa" -como diría un psico- mentos, tienen en común el no establecer div1s10nes
analista-, pues al ver en ella la causa de nuestros ma- tajantes en el tiempo, de tal manera que de.s~parece
les queremos relegarla a la subconciencia llenos de ese "pasado" con personalidad distinta y defm~da. .
vergüenza o de temor. Otro problema a considerar dent~o de la. v1~enc1a
El gran error de nuestra revolución por la inde- histórica de Latinoamérica es la actitud del md1ge~a.
pendencia consistió en que para romper con la Metró- ¿Hasta que p.unto ha. ad~itido éste que nuestra his-
poli tratamos de deshacernos de nuestro pasado colo- toria es también su historia?
nial -como si se tratara de un pariente indeseable y Para José Martí fue una desdicha histó~ic~ que los
esto fuera posible- en vez de asimilarlo como expe- conquistadores interrumpieran el flo~ec1m1ent? de
riencia pasada. los pueblos indígenas de América, roban.dole as1 una
En la actitud descrita estriba el origen de una de hermosa página al Universo. La nostalgia de lo que
nuestras diferencias con la mentalidad europea. Para pudo ser reflejo de una ucronía sepultada en las pro-
ésta, según ha hecho notar Leopoldo Zea, ~l pasado fundidades de la subconciencia, continúa actu~ndo en
se cpnsidera como algo que le es propio en la 1nedida ellos como una causa productora de desconfianza Y
que representa lo que ha sido; pero en este haber sido abulia que les impide pesar cor:io debieran en los
trances decisivos de nuestro destmo.
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

frente al acontecer, determinan la substancia misma


l. Determinaci6n de los tipos históricos por de lo histórico. AU!Ilque este autor declara haberse
las diferentes tendencias de la sensibilidad inspirado en los personajes centrales de "El condena-
vital según Guillermo Francovich do por desconfiado'', de Tirso de Molina, para definir
los tipos históricos característicos que él estudia, su
Frente al panorama de apariencia caótica y un tan- análisis ideológico rebasa con mucho las posibilida-
to inexplicable de la historia de Latinoamérica, sig- des intrínsecas de la obra que le sirve de punto de
nifica un valioso hallazgo la nueva te9ría de la His- partida.
toria propuesta por Guillermo Francovich. Para Francovich los hombres pueden dividirse en
Asediando la huidiza realidad temporal desde dife- dos grupos por su manera de participar en la histó-
rentes ángulos para apresarla en su integridad com- ria, los társicos y los atársicos, denominación tomada
prensible y abarcadora, el filósofo emplea por igual del término griego "tarsis", que significa confianza. En
los recursos de la intuición vital y los de la intuición la diferente posición que adoptan estos dos tipos his-
artística, proyectando ésta sobre la esfera de las crea- tóricos están involucradas cuestiones fundamentales
ciones que ya han cobrado vigencia permanente. para la filosofía: el destino, la responsabilidad, el
Su inagotable curiosidad humana lo impulsa a oh- _ progreso humano, los valores.
servar como tema de la Historia "todo lo que el hom- El tipo társico se entrega a la vida sin reservas, de-
bre hace: Lo grande y lo pequeño, lo que tuvo éxito jándose arrastrar por la turbamulta de los aconteci-
y lo que fue abortada tentativa, el acto rutinario y la mientos. Es audaz para provocar las situaciones, que
iniciativa genial". U!Ila vez desatadas se siente incapaz o poco dispuesto
Profesa la idea de la dualidad histórica al no acep- a controlar, fiando su solución al azar o a su buena
tar una sola dirección para los hechos, sino que éstos fortuna; su conducta está rubricada por el signo de
se desenvuelven en dos esferas diferentes: una cons- la improvisación. No se puede esperar de él un esfuer-
tituye la realidad profunda, en la que todo adquiere zo sostenido, ya que nunca se traza planes a largo
significación al gravitar hacia un propósito común; plazo; para su afán de novedad y de aventura no
mientras otra corriente de sucesos superficiales, hete- existe nada suficientemente digno de respeto que le
rogéneos e incoherentes, completa el abigarrado cua- impida cometer cualquier insensatez. Su única nor-
dro de la vida en su devenir. ma es su arbitraria voluntad, siéndole por tanto ajena
Descorriendo las bambalinas del escenario histórico toda idea de verdadero orden, que para él se encarna
para descubrir sus resortes más íntimos -orientado en la obediencia ciega a su capricho, lo cual le lleva
por la aptitud dramática que acompaña a este pensa- a precipitarse a menudo por la pendiente de la vio-
dor-, nos revela cómo los distintos tipos de sensibili- lencia. Representa el puro dinamismo vital.
dad humana, específicamente las actitudes vitales También el atársico toma parte en la vida activa-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

mente, aunque de otra manera, siendo conveniente in- nos descubre una vertebración continuada d~ los fac-
sistir aquí en la idea de que no se trata solamente de tores del devenir dotada de sentido, que indica la
una forma de ser, sino de encarar o intervenir en el marcha progresiva de la humanidad. Más o menos
acontecer, que es lo que perfila el contenido netamen- lentamente, siguiendo las variaciones del ritmo his-
te histórico de esta teoría. Frente a la cambiante tórico, conserva la dirección hacia adelante y, por
sucesión de todo lo existente, que lo inquieta por su tanto, no se repite. Representa el aprovechamiento y
sensación de inseguridad radical, él se afana por cap- la superación que lleva a cabo el hombre con las posi-
tar lo esencial para fijarlo con caracteres de perma- b ilidades que le ofrece el mundo objetivo y se
nencia. No acepta la realidad temporal tal como fluye concreta en forma de instituciones, de normas y
espontáneamente, abandonada a su impetuosidad des- de principios, acervo común donde va integr~ndose el
enfrenada; SUJ "voluntad constructiva" lo impele a destino del hombre sobre la tierra. De ahi la ago-
canalizar el acaecer conformando la marcha de los biante conciencia de su responsabilidad que pesa sobre
sucesos para que se ajusten a un designio previsto. el hombre atársico como agente de esta historia.
El atársico actúa, en fin, obsesionado por la incer- Lo contingente y lo insignificante matizan los do-
tidumbre del porvenir, como si quisiera convertir el minios de la historia társica. Lo inseparado y sorpre-
inestable cuadro de la historia en un "plano regula- sivo deciden en ella el resultado de los conflictos, de
dor", esa gran creación con que el urbanista moderno aquí que el tipo humano que la lleva a cabo proce-
se anticipa al desarrollo futuro de las ciudades fijan- da como el jugador que arriesga su patrimonio. en
do la disposición de sus elementos fundamentales y el cada momento. Ajena a toda razón y cálculo previsor,
curso más conveni~nte que han de seguir en su cre- las energías vitales se dispersan consumiénd se . en el
cimiento. dinamismo de la propia acción. El acaecer grra en
Estos tipos humanos le dan su tono propio a las el círculo vicioso del cambio por el cambio, en una es-
épocas históricas o a la historia de un pueblo según pecie de "dilettantismo" de los hechos que se agotan
el grupo que predomine en su composición, pero siem- en sí mismos. De lo cual se infiere que, no existiendo
pre coexiste esta dualidad. Lo que sucede con el una dirección que impulse el devenir, falto ést de
juicio discriminatorio de muchos historiadores y filó- apoyo para continuar su marcha ascendente, las situa-
sofos es que sólo atienden a enfocar su atención de ciones nunca resueltas de un modo definitivo estén
acuerdo con el tipo a que ellos mismos pertenecen. prestas a resurgir en cualqui r coyuntura con. varian-
La historia profunda a que hicimos una breve refe- tes más o menos ligeras y siempre insubstan iales.
rencia al principio, tratando de fijar las ideas más ge- Si la historia atársica s somete a las 1 y s d cau-
nerales de Francovich, es la que se clasifica como salidad, en la historia társica todo dep nd de la
atársica. A pesar de todas las d esviaciones y sinuosi- casualidad.
dades que presenta el derrotero de la historia, ella Tentados por lo sugestiva que resulta esta teoría,

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANAP

vamos a intentar ahora un esbozo de interpretación agente társico de nuestra historia, para quien "el tiem-
de algunos puntos salientes de la historia de Latino- po se va al galope, desenfrenado" -como canta una
américa de acuerdo con la misma. milonga-. El impulso aventurero los trajo y sus pro-
Observada en conjunto esta historia nos deja la im- pias pasiones los hacían destruirse entre sí a menudo,
presión de un predominio evidente del aspecto társico envolviéndolos en su torbellino.
sobre el atársico. Determinan esta apreciación su mo- A pesar de las reglamentaciones minucios~ que
vilidad característica, trasunto de una superabundan- impuso nominalmente la colonización, prevalecieron
cia vital incontrolada que se desborda en aconteci- en ella la arbitrariedad y la improvisación propias de
mientos múltiples y variadísimos, como si fueran lo társico. Por esta causa no nos legó un pasado es-
productos fortuitos del laboratorio de algún "aprendiz table, del que pudieran derivarse instituciones y prin-
de brujo". Lo cual no impide que bajo el tropel de cipios básicos, como sí se verificó con la organiza-
hechos desordenados vaya deslizándose también la ción anglosajona en Norteamérica, que es del tipo
historia atársica que, si a veces casi imperceptible, atársico.
llega esporádicamente a hacer valedera su presencia Las grandes figuras de nuestras revoluciones por la
marcando con piedras miliares sus aportes más lo- independencia, Simón Bolívar y José Martí, que con-
grados. Estos intermedios constructivos -en el sen- cibieron elevados proyectos para el futuro de la Amé-
tido espiritual- se ven interrumpidos cíclicamente rica Latina, pertenecían indudablemente al tipo atár-
por crisis más o menos violentas, que nos permiten sico. Prescindiendo de un análisis de su trayectoria
identificarlas como esa historia de "situaciones" que vital, bastaría que fijáramos nuestra atención en dos
se repiten estudiada por Francovich. documentos cuyos términos no dejan lugar a dudas:
Las dos grandes culturas indígenas de la época la Carta de Jamaica y el Manifiesto de Montecristi.
precolombina presentan distintos caracteres históri- En ambos la preocupación central es el destino; en
cos. El imperio incaico, tanto por su perfecta organi- primer término de los pueblos de nuestra América,
zación institucional como por su mitología cae dentro pero enfocado en sentido trascendente en relación
de lo atársico. Los reinos del Anáhuac, cuya mundi- con el equilibrio del mundo y el porvenir de la hu-
videncia refleja la filosofía náhuatl, se inclinaban manidad.
preferentemente hacia las actitudes társicas; audaces, Como entre los colaboradores y subalternos de Bo-
belicosos y proclives siempre a la violencia, concibie- lívar casi todos pertenecían al tipo társico, el choque
ron dioses sanguinarios que les exigían sacrificios hu- se hizo fatalmente inevitable, desmoronándose con su
manos. Para ellos la vida era un escenario siempre caída los ideales de grandeza que sustentara. Pero
cambiante donde no tenía cabida nada estable frente el reflejo del espíritu del Libertador se sigue proyec-
al devenir. tando en las diversas instituciones panamericanas que
A lomo del caballo de los conquistadores llegó e] han surgido después de su desaparición física, a pe-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

sar de que. él en sus últimos momentos, presa de la


dud~ que siempre atormenta al atársico, llegó a la con- II. Personalida,d irreductible del conocimiento
clusión de que todos sus esfuerzos habían sido en hist6rico según Antonio Caso
vano.
. Los repetidos cuartelazos y golpes de estado que Aunque las ideas de Antonio Caso, como las de la
Jalonan la ~r.bulenta historia de nuestras repúblicas gran mayoría de los filósofos latinoamericanos, no lle-
son gestos hpicamente társicos. La mayoría de nues- gan a constituir un sistema, sus correspondencias in-
tros dictadores . pertenecen a este tipo, aunque no . ternas nos revelan un tipo de reacción constante fren-
faltan algunos e1emplares atársicos como Porfirio Díaz te a determinadas circunstancias de acuerdo con su
en México y, últimamente, Juan Domiugo Perón en personalidad. Se trasluce en su pensamiento, sobre
la Argentina. todo en este aspecto, un conflicto agónico entre un
Los revolucionarios latinoamericanos se inclinan hombre amante de la reflexión y la delicadeza espiri-
más hacia el lado társico; dentro del otro tipo -el tual y el mundo brutal y desquiciado que le tocó
atársico- figuran, a nuestro parecer Benito Juárez afrontar. Estas consideraciones previas nos han pare-
de ,México, y el líder del A.P.R.A. er: el Perú, Vícto; cido necesarias para poder comprender su concepto
Raúl Haya de la Torre. de la Historia, que de otro ~odo podría desconcer-
El hecho social del arribismo en sus diversos cam- tarnos en sus direcciones contradictorias.
pos -el político, el económico, el específicamente so- En su estudio acerca del concepto de la historia
cial, el militar, el cultural- que hace encumbrarse universal su conclusión final es que una historia de
a ho~bres medi~cres por un golpe de suerte desde el este tipo ha de abarcar todo lo exist nte, el universo
peldano ?1~s ba10 de la escala social hasta las más entero: la tierra con todos sus accidentes y f nó-
~tas posiciones repentinamente, es un fenómeno tí- menos y los astros por nosotros conocidos. Porque si
pico de l~ historia társica que contribuye a darle su atendemos solamente a la historia del hombre, ésta
tono prop10 al desenvolvimiento de nuestros pueblos. ya no es historia universal, sino historia humana.
No podemos pasar por alto una última observación La categoría histórica reside para Caso en la indi-
g.eneral que confirma el carácter eminentemente tár- vidualidad o particularidad: hechos que han ocurrido
sico de la historia latinoamericana. Es la escasez de una vez y no pueden repetirse; lo mismo la forma-
buenos estadistas, uno de los tipos representativos del ción de nuestro Sistema Solar de la nebulosa primiti-
h?mbre atársico, porque su función es prever, anti- va que el descubrimi nto de América. El tiempo no
ciparse a las posibles contingencias que atenten con- es un mero marco pasivo, sino una dim nsión que
tra ~a continuidad institucional, para así asegurar el forma parte de los hechos históricos. Por todo esto
destmo de las naciones. la pluralidad y la diferencia constituyen las caracterís-
ticas de su contenido.

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

La historia "humana" para Caso no tiene sentido, y el santo, la sociedad humana se trocaría en ia piara
la humanidad, como la sociedad o la cultllifa, no pue- animal".
de tomarse como una entidad real, sino solamente Por otra parte, niega el progreso en la historia, en-
como un "desarrollo"; pudiéramos decir como la sel- juiciando este concepto como una "idea moderna" ins-
va que no deja ver ·los árboles, así sucede con este pirada principalmente en las invenciones técnicas y
concepto en relación con los hombres, ya que "sólo no como una realidad integral. No existe esa corrien-
el ser individual es real". te de perfeccionamiento en la esfera moral ni en la
Dentro de esta teoría individualista se le niega la artística, por tratarse allí de intuiciones logradas de
condición histórica a los hechos colectivos: "El des- un modo único e intransferible.
tino de las multitudes deshechas en una batalla de Aparece como una manifiesta inconsecuencia no ad-
César de ningún modo importa. El plan estratégico mitir el progreso ni el sentido humano en la historia
y táctico que dio la victoria, tal es el hecho que mere- con la teoría del objetivismo histórico-social de los
ce atención." valores.
Como ya sugeríamos al tratar de su concepto de Caso trata de compaginar este antagonismo por me-
la vida, su propia circunstancia histórica influiría se- dio de la inmanencia de lo social en lo individual. La
gllifamente en estas ideas de Caso; los ciegos vaivenes marcha de la historia, representada por la sucesión
de las masas anarquizadas que se agitaban en México de los estados o naciones con sus diversas realizacio-
mientras Caso trataba de dilucidar problemas filosó- nes culturales, por todos elaboradas, cobra sentido
ficos desde su cátedra, le enseñaron a desconfiar de tan sólo en la integración de "individuos humanos su-
los movimientos de las turbas anónimas ... periores". Estas personalidades señeras en las que
Sin embargo, Caso es también un sociólogo y no se concentra el único progreso posible, el progreso in-
concibe este ser individual como algo aislado, sino dividual, son los creadores de valores (recuérdense
realizándose concretamente en relación con otros ahora sus ideas sobre el "personalismo").
como él. De esta relación de igualdad o de identidad Tomada en abstracto esta teoría, lo mismo que la
de los seres humanos, en esta zona de coincidencia del superhombre de Nietzsche -según muchos de los
interpsíquica, surgen los valores. Esto le imprime a intérpretes de éste-, se le podría hallar un fondo de
los valores un rasgo de objetividad social del que se elevación moral. Pero como la filosofía no puede des-
deriva su significación universal. ligarse de la vida y nosotros, los latinoamericanos, te-
El mundo de los valores llega a ser real en el es- nemos una copiosa experiencia en esos pretensos ti-
fuerzo cultural de la historia, a través de las ciencias, pos humanos superiores que pretenden imponerse a
las artes, el heroísmo y el sacrificio. Si los erige en título de "regeneradores" de pueblos, debiéramos de-
el ingrediente esencial de esta materia de conocimien- tenemos algo aquí en sus implicaciones.
to es porque sin sus portadores, el sabio, el artista y Para llegar al individuo egregio -cuyo grado máxi-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

mo es la persona-, Caso preconiza un proceso de


"desintegración selectiva" en cada hombre como paso III. Interpretación social de la historia de la América
previo a la integración de lo propiamente humano. Latina por Juan Clemente Zamora
(Procedimiento que nos trae ahora a la mente por
analogía y quizá también como un aviso de la peli- En el esquema interpretativo de la historia de La-
grosidad de estos experimentos, las dos fases fisión- tinoamérica que nos ha dejado el profesor cubano
fusión de la bomba de cobalto.) Este "hombre cabal" Juan Clemente Zamora se desestima el factor racial
así obtenido será autónomo y no ha de obedecer a como determinante decisivo. Queda así enfrentada
ningún impulso natural, ya que "en él son contingen- esta tesis a aquellas otras que analizamos al tratar de
tes las leyes cósmicas". la significación del equipo biológico en la realidad
Los riesgos anexos a esta preterición o eliminación humana. 1 En lugar de hacer girar la conducta de los
de lo biológico del hombre encaminado a lograr la pueblos sobre el pivote de los caracteres físicos here-
exaltación suprema de lo espiritual, ya quedaron apun- ditarios -con sus concomitantes psíquicos-, él le
tados ligeramente en relación con la concepción de la transfiere esta función al ambiente, postuJando como
vida de este autor. Entonces mencionamos de pasa- hecho social fundamental el 'juego de influencias recí-
da, y ahora es el momento oportuno de contraponér- procas entre el hombre y el medio. Y como este autor
selas, las ideas de Guillermo Francovich a este res- participa de la idea de que existe una identidad esen-
pecto. De acuerdo con lo que Francovich denomina cial en la naturaleza humana -no obstante las contin-
el "principio de reversión espiritual" o dialéctica del gencias nacionales o regionales-, todos los grupos
espíritu, que actúa por negociaciones, llega con Mon- humanos atraviesan por las mismas etapas en su
taigne a la conclusión de que la espiritualización de evolución frente al mundo físico.
la vida no produce siempre su purificación, dando en Ateniéndose a los principios más generalmente
ocasiones lugar al incremento desordenado de las ten- aceptados por la Sociología, las etapas por él señala-
dencias animales que se pretendían extirpar. Au- das son la nomádica, la rural y la urbana. A cada una
pándose detrás de una aureola de santidad o de pro- de éstas corresponde, junto con un tipo de régimen
gresismo civilizador llega a ocultarse la crueldad más económico, determinada organización social y política
feroz. y un repertorio ideológico característico. Lo cual sig-
El símbolo máximo de la Inquisición, Torquemada, nifica que los distintos elementos del complejo his-
podría tomarse como un ejemplo representativo de tórico son interdependientes y tienen un carácter in-
este tipo entre nuestros progenitores españoles, y tegralmente dinámico, es decir, que todos cambian
de la historia de la América Latina podrían espigarse, siguiendo el mismo compás cuando son normales las
entre otros mUJChos, los nombres del doctor Francia condiciones en que se verifica la evolución. Lo que
en el Paraguay y García Moreno del Ecuador. 1
Capítulo 111
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

induce a confusión es que a veces se presenta una la trabajaban, sino que se hallaba en poder de grandes
organización económica y social propia de los estadios señores que la hacían cuJtivar a una clase servil; ser-
inferiores como acompañada por un sistema político vidumbre mucho menos dura que la que se impuso
más avanzado, pero lo que sucede es que este último luego, consigna él.
no funciona en la realidad, sino sólo nominalmente. Los colonizadores llegaron imbuidos de las ideas
Todas las sociedades no se desarrollan paralela- y los hábitos urbanos que ya imperaban en los albores
men~e o siguiendo un ritmo uniforme, pero Zamora de la Europa moderna. Sus esfuerzos para trasplan-
admite que, tomadas en conjlllllto, puede observarse tar tal estructura a estas tierras vírgenes americanas
un avance perceptible de las instituciones a través del culminaron en una superimposición de estratos his-
tiempo, por lo cual se adhiere al concepto del pro- tóricos semejante a una torre de Babel.
greso humano. En este punto se halla en franca desi- El intento de aclimatación .de las pautas importa-
dencia con Antonio Caso. das de la Metrópoli implicaba un problema filosófico:
Tomando a la América Latina por una porción de el desacuerdo entre lo conceptual y la realidad obje-
la humanidad, las ideas aplicables a las sociedades en tiva. Con el consiguiente resultado de que pronto el
~eneral deben tener vigencia también en su caso par- medio impuso sus propias condiciones: la vastedad
ticular. Lo cual no excluye, sino requiere, tener en del territorio, la escasa densidad de la población, el
cuenta las circunstancias especialísimas que en ella alejamiento de los centros urbanos y la dificultad
concurren para comprender su historia a cabalidad. de las comunicaciones, tanto de éstos entre sí como
Al pro?ucirse la conquista, la gran mayoría de los con los centros ultramarinos, presentando obstáculos
pueblos mdígenas americanos no habían acabado de insuperables para el desarrollo de las industrias y el
superar definitivamente la etapa nomádica, conser- comercio regular, hicieron retroceder a los colonizado-
vando la organización tribual y el gobierno en manos res al estadio rural y de hecho se implantó el feuda-
de caudillos militares y sacerdotes, estos últimos mez- lismo, p ese a sus contradicciones con la superestruc-
cla de hechiceros y curanderos. Sólo los incas y los tura jurídica inoperante de las Leyes de Indias.
mayas habían alcanzado el período rural y se regían El <Cse acata, pero no se cumple" con que eran re-
por el feudalismo.
cibidas en la América española las reales órden s, no
Aclara aquí Zamora algunas ideas que él estima solamente por los virreyes y gobernadores, sino por
erróneas en relación con el régimen de la tierra que toda la escala de los delegado de su poder hasta el
se ha atribuido a nuestros pueblos precolombinos. último representante local, es un elocu nte embl ma
E? los. más atrasa~os históricamente, la tierra era pa- de la situación antes descrita.
trrmomo de las tnbus o clanes. El clasificado como La llamada autonomía de los municipios, que con-
socialismo agrario de los incas no lo era en modo virtió a éstos en la células naturales de la estructura
alguno, puesto que la tierra no pertenecía a los que social y política de Latinoamérica, si analizada a fon-
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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

do -a la luz de esta teoría- nos descubre a las muni- municaciones. Este último factor también :repercute
cipalidades como las cabezas de puente en que se en el desarrollo del comercio y de la industria, que
afincaba el poder de los terratenientes. Los cabildos, son monopolizados por la burguesía nativa de la Me-
dominados por esta clase rural, eran en realidad ór- trópoli. Este choque de intereses clasistas tiene una
ganos funcionales del feudalismo. Las capitales de gran significación en las guerras de independencia.
los virreinatos, capitanías generales, etcétera, reme- Al constituirse las repúblicas latinoamericanas, la
daban verdaderas "islas" de civilización urbana en antigua clase rural vuelve por sus fueros. reivindican-
medio del paisaje, física e históricamente rural, que do su posición dire.c triz a través del cacicato local o
las rodeaba. De aquí que se las hiciera el eje de le- provincial. Pero paralelamente a ella sigue trat~ndo
yendas y tradiciones extravagantes como aquella fa- de abrir su brecha la dirección urbana, que aspira a
mosa carroza de la Perricholi. la centralización del poder para conquistar la seguri-
Si para los colonizadores occidentales su adapta- dad y la . estabilidad que sus intereses económicos
ción a nuestras tierras comportaba una regresión his- demandan.
tórica, para los indígenas la desorientación fue aún A las dos estructuras socio-históricas que acabamos
mayor, porque el ritmo histórico hacia delante no . de describir, que encarnan formas de vida pec~liares
puede precipitarse. El régimen feudal, pese a las dis- e irreductibles debe atribuirse esa larga sene de
posiciones nominales de las Leyes de Indias, los re- convulsiones m'testinas que le dan su fisonomía al si-
dujo a servidumbre porque este fenómeno social es glo xIX en Latinoamérica, y que adopta~ la fo~a
una ley de necesidad en tal etapa. Donde faltó o de una oscilación pendular entre la anarqma Y la dic-
escaseó la población autóctona para proporcionar la tadura. Los programas ideológicos en~ubren aquí,
clase servil, ésta se importó, como en el caso de la es- nos dice Zamora las verdaderas tendencias en pugna:
clavitud africana. Donde más sólidamente se orga- a la atomizació~ de la autoridad en el latifundismo
nizó la colonia fue en México y en el Perú debido a feudal y a la concentración del poder en el capitalis-
la preexistencia y, por consiguiente, coincidencia en el mo burgués.
régimen feudal, insiste Zamora. Cabe encuadrar también aquí, con estos nuevos
El siglo xvm marca un momento significativo en protagonis.tas, las luchas en~e el camp y la ciudad
la vida colonial: la reestructuración de la sociedad que Martínez Estrada ~xammaba co~o el cho~ue en-
1
para la vida urbana. tre la fuerza de lo telurico y lo racional. Asi como
Los terratenientes se transforman en la aristocracia la observación del autor de la "Radiografía d e la pam-
criolla, que traslada su sede de los feudos a las capi- pa", aunque cambiemos el punto de vista: las capi-
tales y pierde su antigua influencia política frente tales son las metrópolis que han tomado el lugar de
a la burocracia peninsular y por la centralización más la Metrópoli.
efectiva del poder gracias al mejoramiento de las co- -;--Capítulo VI.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFfA LATINOAMERICANA?

Porque .p ese a las cartas constitucionales de la era tesis histórica que surge precisamente por un .impulso
republicana, como antes con las declaraciones de dere- histórico, es decir, respondiendo a la necesidad de
chos durante la Revolución, y tal como había sucedido ubicar su pensamiento dinámicamente a tono con su
con las Leyes de Indias, la yuxtaposición de estructu- tiempo. Que al ser un tiempo-espacio significa, ade-
ras sociales correspondientes a etapas históricas dife- más, como habremos luego de explicar, que puede
rentes continúa y no es posible amalgamarlas racio- establecerse su correlación con nuestra realidad lati-
nalmente.
noamericana.
Esta coetaneidad de lo no coetáneo -que diría La denominación tiempo-histórico se aplica para
Toynbee- en coexistencia discordante es causa de expresar esta nueva manera en que es captada la
desajustes y de la inestabilidad política característica realidad temporal: como una articulación del campo
de la América Latina. objetivo, representado por el medio geográfico, con
Pertenece, por tanto, a la propia substancia social el tiempo subjetivo que en el hombre surge de las
de lo histórico lo que da lugar a "las inconsistencias condiciones de vida derivadas de la adaptación a
más asombrosas, las mezclas más bizarras y las con- aquél.
tradicciones más inesperadas" y no al dominio de una Funcionalmente, los dos tipos de factores referi-
heterogeneidad o un ''hibridismo" racial como ha sos- dos adoptan la forma de un tiempo objetivo, que
tenido Bunge.
se representa por el grado de progreso alcanzado por
una sociedad. Progreso que significa el dominio del
N. Interpretación filos6fico-política de hombre sobre la naturaleza -según el punto de vista
Luis Alberto Sánchez aquí adoptado- y que se considera relativamente a
un tipo de tiempo universal: el de los países que mar-
La circunstancia que le dispensa su matiz carac- chan a la vanguardia.
terístico a la idea de la historia de Luis Alberto Sán- Parodiando un concepto de la "mística de la tierra"
chez dimana de su identificación con la base intelec- podríamos decir ahora que hay tantos tiempos histó-
tual del aprismo peruano. ricos como paisajes o culturas. Y que este tiempo es
La .originalidad, de esta doctrina filosófico-política, algo que no puede llevarse a cuestas cuando el hom-
que sigue en sus lineas generales la imagen dialéctica bre se traslada a una región distinta -distante n el
del materialismo histórico, estriba en haber sabido tiempo-espacio- a la suya.
colocarse a horcajadas sobre ésta para imprimirle un Al fenómeno cultural que tiene lugar en ]as co]o-
nuevo r?mb.o espoleándolo con un concepto tomado nias que se fundan en América puede interpr társele
de la c1enc1a contemporánea: el espacio-tiempo de de acuerdo con la idea que acabamos de esbozar como
la teoría de la relatividad. Ha de apreciársele, a] una aplicación de la teoría del "tiempo histórico".
menos en este punto, el indudable interés de ser una Ese retroceso que le vimos apreciar a Juan Clemente
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Zamora en las sociedades que aquí se fundaban de subjetivas, lo cual sucede en las épocas de cristaliza-
la etapa urbana -vigente entonces en Europa- a la ción, y sólo en ellas".
rural es una consecuencia directa de la necesidad Los hechos históricos se incuban, pues, en el en-
de adecuar el tiempo que traía el inmigrante al es- tramado mismo de lo material, que está dotado de
pacio que aquí encontró. Lo cual conviene también una energía latente comparable a la radiactividad -el
con el comentario que se hace a las Leyes de Indias componente dialéctico, pudiéramos llamarlo-, lo cual
en el sentido de que se humedecían al cruzar el ·los hace inestables y propensos a reaccionar. Pero el
Atlántico; porque el derecho, que es un producto de instrumento, o mejor el artífice, que ha de viabilizar
la historia, está sujeto al determinismo del tiempo- la transformación de la "potencia" en "acto" -como
espacio. diríamos en lenguaje escolástico- es la personalidad.
Por este camino se puede llegar a la conclusión de Hombre-clave en el devenir incesante de la historia
la improcedencia de las "terceras internacionales", ya que no es una fuerza ciega ni un robot: culminación
que las formas estatales de cada región del mundo, de un período histórico de procesos infraestmctura-
para no estar en pugna con su tiempo-espacio, de- les -materiales-, conserva, sin embargo, la "libertad
berán tener un origen vernáculo -como sostenía Mar- para escoger y dirigir las condiciones objetivas".
tí- y esto no admite la aplicación de consignas Condiciones objetivas que, a su turno, como la téc-
dogmáticas importadas. nica actual, habrán de reobrar sobre el hombre que
¿Cómo funciona esta imagen perpetuamente m6vil les cedió el paso. .
de la historia para excluir los dogmatismos que con- Reacción en cadena que sigue el compás de un mo-
ducen a la progresiva rigidez y a la inmutabilidad vimiento perpetuo: tal esta imagen netamente dia-
y compaginarse, sin embargo, con los postulados de la léctica de la historia.
dialéctica marxista?
Luis Alberto Sánchez resuelve este punto por V. "América en la historia", por Leopoldo Zea
medio de la alternación en los motivos rectores de la
historia; ya que no es únicamente el factor económi- La tarea de afrontar el proceso histórico de Ibero-
co la causa propulsora de todos los ~ambios en la américa con una perspectiva universal ha sido aco-
vida de los pueblos: el espíritu tiene también cabida metida valientemente por el joven filósofo m xicano
allí con su propio papel que desempeñar. Leopoldo Zea.
Así se nos explica que "el ritmo de la historia estA El fenómeno primario que resulta de este análisis,
determinado hasta cierto punto y hasta cierto momen- erigiéndose en la clave de nuestro problema histórico,
to por el determinismo económico, pero que desde y es la condición marginal de la América - especialmen-
hasta cierto momento, y desde y hasta cierto punto te la ibérica- respecto al desarrollo de Occid nte.
las condiciones objetivas suelen ser superadas por l~ Dos tipos de factores se han conjugado .para pro-
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ducir esta circunstancia: unos de orden ideal, otros del habitante del nuevo mundo descubierto, sino que,
de orden real. reconociéndole sin reservas todos sus derechos huma-
En el primer grupo hemos de anotar la actitud ex- nos, niega el "derecho de conquista" -como expresara
clusivista del pensamiento europeo al concebir la his- fray Francisco de Vitoria. .
toria universal arrogándose su representación, la cual La derrota de su humanismo criticista veda a Es-
queda así transformada en una historia que tiene a paña de participar en la definición de los tiempos
Europa como solista mientras los demás pueblos que- , modernos, marchando a la zaga de Europa con su
dan relegados a servirle de acompañamiento en la si- pasado a cuestas. Los pueblos que ella coloniza, do-
tuación de coros o más aún, estáticamente, como un blemente relegados en el tiempo y en el espacio, no
marco para el telón de fondo. cuentan tampoco para la historia de Occidente.
Ya desde nuestro origen peninsular venimos estig- Reproduce este autor una observación de Joaquín
matizados con la marca de coristas, porque para la Xirau, muy interesante, acerca de la historia .de Es-
cultura occidental Europa termina al oeste en los Pi- paña, aplicable también a la de los pueblos hispano-
rineos. España y Portugal eran mirados por los demás americanos.
pueblos europeos en calidad de parientes bastardos. Para ambos, lo que podría llamarse la historia de
Leopoldo Zea hace re~altar, sin embargo, cómo Es- España se resuelve en un "paciente amontonamiento
paña dejó frustrar su gran oportunidad de asumir el de hechos sin sentido".
liderazgo de Occidente en un momento crucial de la Si recordamos ahora la caracterización que hace
historia del mundo moderno: el llamado Renacimien- Guillermo Francovich del tipo de historia "társica",
to, con su nueva interpretación del humanismo. ¿no encaja perfectamente dentro de ella este "amon-
A tenor del planteamiento acerca de la naturaleza tonamiento de hechos sin sentido"? Pero para los
del indígena americano se hace patente la ambiva- filósofos que requieren de la concatenación lógica
lencia· o desdoblamiento de la personalidad hispáni- -siguiendo a Hegel- esto no es historia.
ca en ese momento de fermentación histórica. Por una La interpolación que acabamos de hacer conviene,
parte actúan las fuerzas retrógradas, que para conso- asimismo, con otro rasgo de la mentalidad hispánica
lidar sus fueros de privilegio le niegan su entrada anotado también por Zea: la falta de ese "espíritu
en el ámbito humano al nativo de América incluyén- racionalizante que; al conocerse y comprenderse, asi-
dolo entre los objetos de explotación de estas tierras. milaba un pasado".
El nuevo espíritu, en cambio, el de los erasmistas Todo lo cual se conjuga para hacer oscilar a España
españoles del criticismo, es el que aspira a la con- entre su pasado feudal y el liberalismo moderno, que-
creción ecuménica del sentido de la fraternidad cris- riendo salvar este abismo a saltos y cayendo y reca-
tiana proclamando la igualdad esencial entre los seres yendo cada vez que lo intenta con la oposición de las
humanos. Este último no sólo admite la humanidad naciones líderes de Europa, lo mismo cuando ayudan
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a restaurar el absolutismo de Femando VII que de hombre -según apreciamos en el capí~lo VI-
cuando auspician el franquismo para desintegrar la es más emotiva y religiosa que intelectual.
Segunda República. Mas a Occ~dente, que ha venido a convertirse en
La experiencia histórica de Hispanoamérica ha sido el mentor del mundo moderno, no le interesa mucho
muy semejante a la de su progenitora, hasta tal punto en realidad compartir su tutoría. Admitiendo en su
que su historia representa los múltiples esfuerzos que círculo a Norteamérica, ésta se ha convertido ahora
}la realizado por occidentalizarse, es decir, incorpo- en su líder más caracterizado que hasta llega a su-
rarse a las corrientes del progreso UJ11iversal. Lo cual peditar, en ciertos aspectos, a la propia Europa.
se , substancia dilemáticamente en un presente des- Occidente se reserva para sí la vigencia de los
coyuntado entre dos fuerzas contrapuestas: el pasado valores de los que se ha hecho portaestandarte: la li-
tradicionalista ibérico y el futuro occidental, el cual bertad individual, la democracia y la soberanía na-
significa el repudio de aquel ligamen tarado que la cional y se niega a reconocerlos o a admitirlos en los
condena a permanecer bajo la subordinación y la tu- demás pueblos. Son valores para su consumo inter-
tela permanente de los pueblos progresistas que ''ha- no y no para la exportación. Con lo cual está minando
cen" la historia. su base ontológica, porque entonces le niega existen-
La "incapacidad" técnica de los pueblos iberoame- cia: no constituyen algo que es y puede, por tanto,
ricanos -heredada de su Metrópoli-, que de acuerdo ser compartido, sino algo que vale subjetivamente
con la tabla de valores de la civilización occidenta1 para los occidentales.
provoca su inclusión entre los pueblos subdesarrolla- Su actitud es tan contradictoria, intelectual y mo-
dos o retardados, no trata de ser comprendida, como ralmente, que apoya en 1 resto d 1 mundo las fuerzas
lo requería la amplitud de visión de una verdadera que contrarrestan el pr dominio d los valor s antes
perspectiva filosófica de la historia, de acuerdo con citados. Esta subv rsión espiritual es imp lida por
la concepción del mundo inherente a su personalidad. el egoísmo ci go d los interes políticos y conómi-
El régimen de vida racionalizado y la aspiración cos, a los que no 1 s convi n la equipara ión de los
al dominio sin límites de la naturaleza por medio de pueblos qu han sido, trad i ionalmente, tributarios
la tecnificación consiguiente a un "saber de explota- del engrandecimi nto d Occid nt .
ción" -que diría Max Scheller- es algo foráneo para Zea ilustra ste h ch
el espíritu iberoamericano que Occidente, con su ego- plo: la 'gran demacra ia nort am rfoana ayudando a
centrismo de visión unilateral, no puede humanamen- restabl cer y a man t n r la tiranía, ncarnación d 1
te exigirnos para ser admitidos en la historia, que poder r accionario n gador d la d m cracia, en la
es, para él, su historia. América Latina.
Permítasenos intercalar aquí, para reforzar lo an- El propio vic presid nt d los E ta dos U nidos,
tes expuesto, que la vivencia telúrica de nuestro tipo Richard Nixon, después de una reciente gira por la

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América del Sur que le ha permitido palpar directa- que ella pregona para reajustar su conducta y adap-
mente las consecuencias de esta situación por ellos tarse a la realidad.
creada, ha confesado que "lo que debemos hacer En nuestra opinión, la política del nuevo trato
comprender allí, lo mismo que en otras partes del -New Deal- de Franklin Delano Roosevelt, una de
mundo, es este muy sencillo mensaje: Que nosotros, las figuras más genuinas de la democracia universal,
el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos quere- es el ejemplo más notable que puede darse de esa
mos para las demás gentes, precisamente, lo que readaptación consciente que el filósofo mexicano re-
tenemos para nosotros: independencias para nuestro clama a la cultura occidental. El espíritu de esta
país, libertad para nuestro pueblo y las más grandes política responde al tipo de relaciones humanas re-
posibilidades de progreso económico que puede es- querido por las circunstancias imperantes en el mundo
perarse". Pero míster Nixon no debe pasar por alto contemporáneo.
que, en la filosofía pragmatista que inspira en N or- La posición actual de la América Latina es de una
teamérica, la acción debe ir de la mano del pensa- enorme responsabilidad en esta historia que estamos
miento. haciendo, la cual "no es ya tarea de pueblos privile-
La vitalidad de los verdaderos valores que han for- giados, sino de todos los pueblos". -
jado la grandeza de Occidente es tal, pese a todo, Por su mestizaje étnico y cultural, que la hace más
que diseminada su simiente por el mundo sus frutos abierta, . tolerante y comprensiva hacia todas las co-
se niegan a dejarse devorar por el que les dio el ser rrientes universales, lberoamérica puede servir de
-luchando contra la fatalidad del mito de Saturno. puente entre el Oriente y el Occidente buscando la
La cultura de Occidente, cuyo espíritu se sintetiza conciliación superior de los valores humanos. Su ex-
en los valores ya indicados, no está, pues, en crisis, se- periencia histórica de la crisis constante que ha sido
gún Leopoldo Zea; son sus propios representantes, su vida la pone en condiciones de ofrecer su circuns-
sus abanderados, los que la sitian con su actitud tancia como una contribución valiosa en la marcha
intransigente y egoísta acorralándola en sus reductos. de la humanidad.
Las culturas no están condenadas a perecer fatal- Si meditamos acerca de este ideal humano, habre-
mente como sostiene Spengler, porque la historia es mos de convenir en que es el mismo espíritu que ins-
el producto de la libertad. Lo decisivo en elll¡l no pira la concepción de la raza cósmica de José Vas-
es la evolución natural, sino la autodeterminación hu- concelos.
mana. Bibliografía
Occidente tiene en sus manos la decisión de su ~
destino. Debe tomar conciencia de la situación por Caso, Antonio: El concepto de la historia universal y la filosofúi
de los valores. México. 1923.
ella creada al asimilar los demás pueblos sus doctri- Ross Waldo: Hijos de la roca. (El pensamiento de Guillermo
nas, reclamándole no más que los mismos derechos 'Francovich.) Ed. Orión. México. 1954. (Ver especialmente

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DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANAP
¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS

el IV, pags. 109-59. El espíritu frente al acontecer his-


tórico.)
Sánchez, Luis A.: Dialéctica y determinismo. Ed. Ercilla. San- Capítulo IX
tiago de Chile. 1938.
Zamora, Juan Clemente: Una nueva interpretación de la histo-
ria de la América Latina. Revista Universidad de la Ha- LA CULTURA
bana. Julio-agosto. 1938.
Zea, Leopoldo: América en la historia. Fondo de Cultura Eco- Al llegar al tema de la cultura nos encontramos
nómica. México. 1957. América como conciencia. Cuader- con una de esas encrucijadas filosóficas en las que
nos americanos. México. MCMLIII. hasta la intuición vital se descompone en un intrin-
cado complejo de vivencias que se interrelacionan
mutuamente.
Entran allí en juego la entidad del hombre, su
propio ser, en primer término; la tierra en su doble
condición de realidad positiva y trascendente; la vida,
como zona de enlace y confluencia entre el ser indi-
vidual y el colectivo; la circunstancia histórica y la
esfera superior de relaciones trascendentes, lo que
hace sentirse al hombre ligado o participante de una
totalidad: la religión en cualquiera de sus formas,
incluyendo las ateístas.
¿Tiene sentido hablar de una cultura propia?
Dadas las peculiares condiciones de nuestra for-
mación histórica, ya estudiadas en el capítulo anterior,
el tratamiento de la cultura viene a constituir para
nosotros un problema y de ahí su genuina importancia
filosófica.
Problema que ha llegado a plantearse del modo
extremista, a que tan propensos somos, como una cues-
tión de elegir entre la universalidad y el autoctonismo,
cual si éstos fuesen términos excluyentes.
Filones diversos que al cabo de la exploración pre.-
liminar detectan una veta única: la autenticidad. Des-

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cubrimiento de nuestra manera real de ser en la que (equivalente, en cierto sentido, al "pienso, luego exis-
se fragua la verdadera creación, la obra de la cultura. to", de Descartes).
Enfocándolo desde otro ángulo, de acuerdo con los
l. El problema de la cultura latinoamericana cambios en la actitud vital que ya estudiamos en la
según Alberto Zum Felde teoría de la historia de Francovich, podríamos inter-
pretar esto como el comienzo de un período de pre-
El crítico y pensador uruguayo Alberto Zum Felde dominio atársico en nuestra realidad. Est afán de
forma parte de ese grupo ya bastante numeroso -y el adelantarse o cooperar conscientement con el destino
más representativo- de nuestra intelectualidad que histórico de nuestra cultura coincide perfectamente
se ocupa y preocupa de la significación de la cultura con tal asunción, pues parece como si desconfiáramos
latinoamericana. de que tal proceso pudiera realizarse por su ·propia
El punto neurálgico de su estudio, que tiene la virtualidad.
virtud de sacudir vivamente al que se pone en con- Sentimos el apremio de fijar nuestra movediza rea-
tacto con él contagiándolo de su inquietud, consiste lidad existencial en algo ya logrado que contrarreste
en plantear el tema de la cultura latinoamericana nuestra insegura posición en el conci rto universal,
como un problema. dirección que pr sumiblemente debe conducirnos a
Aquel tipo de actitud, siempre filosófica en el fondo, la plasmación d valores esencial s.
ya s a pensada o sentida, refleja un rasgo original de Sin embargo, para Zum F Id la cultura latino-
la conciencia latinoam ricana: el imperativo vital americana no constituye tod avía una r alidad. Inte-
de una cultura propia. lectualmente llevamos una vida parasitaria, abaste-
Lo cual -anota este autor- no se presenta de este ciéndonos de formas cultural s qu importamos ya
modo en ningún otro pueblo de los que tenem s no- elaboradas desd Europa. Para él "nu stra" cultura
ticia, para los cuales la cultura representa un creci- adolece del pr juicio retórico y aun nota n lla 1 va-
miento natural o espon tán o dentro de su evolución, cío del e píritu de una entidad que la vivifiqu ; es
que se realiza inconsci ntem nte y su propiedad, ni mera "letra" que n cesita apoyarse en la autori ad
despierta la angustia metafísica ni es motivo de duda de la cita xtranjera manteniendo la tradi ión d 1
siquiera. coloniaje.
¿Será este un signo de la extrema agudización que Aunque no le pedimos que r nuncie a una auto-
ha alcanzado la autoconciencia d 1 latinoamericano? crítica rigurosa, que con ideramos saludabl y n c -
En cuyo caso, si la cultura es una "realidad intrín- aria, estimamos que la opinión arriba transcrita - que
seca" que se nutre medularm nte de la entidad del refleja uno de los room ntos de su análi is- adol ce
ser, el mismo he ho de formulars dubitativamente tal de un sofisma d generalización utilizando como pa-
cuestión enristraría consigo la respuesta afirmativa radigma el tipo del prof sor erudito" q u s arroga

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la representación de la alta cultura entre nosotros. Por En este aspecto, su posición se inclina a subestimar y
nuesh·a parte, y tomarido como base las mismas obras hasta llega a ser excluyente en relación con dos fac-
que h mos consultado para llevar a cabo este tra- tores que hemos valorizado de un modo positivo en
bajo, hemos creído encontrar un innegable aliento de capítulos anteriores: lo indígena y lo telúrico.
originalidad en nuestros . pensadores, a la vez que Él piensa que la presencia de la naturaleza en el
una estrecha relación de comunidad espiritual a me- americanismo literario ha producido sólo un espejis-
dida que se profundiza entre las c ncepciones más mo de entidad substancial bajo la apariencia de la
heterogéneas y hasta antagónicas a primera vista. objetividad pictórica. Para asomarnos siquiera a esta
Nuestras manifestaciones artísticas, en las que ocu- cuestión -que resultaría fuera de los límites qu nos
pa un lugar destacado la música -tanto culta como hemos fijado- con un ejemplo tomado de este mismo
popular-, han trascendido como un aporte propio al trabajo, podríamos ofrecerle el caso de Jaime M ndo-
mundo contemporáneo. El premio Nóbel, que Zum za. Esta figura boliviana, a la que estudiamos d ntro
Felde echaba de menos como símbolo de categoría de la "mística de la tierra", llena todos los requeri-
universal, 1 ya ha sido btenido por la gran poetisa mientos exigidos al poeta original en su fun ión tras-
chilena Gabriela Mish·al, recientemente fallecida. cendente para la cultura: "crear la valorización stéti-
La americanidad, referida por él a los aro ricanos ca y espiritual de las cosas'', parn lo cual ha utilizado
del ur, es enjuiciada como otra posible forma de defi- un tema tan poco atractivo -al par cer- orno la
nición de lo universal, ya que lo universal indefinido inhóspita y desolada puna o meseta de los And s.
es una absh·acción. Por ello considera que los peores El factor indígena para él no cuenta como valor
obstáculos que se oponen a la realización de lo que apreciable en la integración de la cultura aro ricana,
ésta potencialmente repres nta son los nacionalismos por ser algo que ha quedado al margen de lo qu está
exagerados y la hispanidad. vivo y evoluciona en nuestra corrí nte e piritual. Pero
La advertencia hacia la hispanidad no atañe a nues- si "las culturas sobreviven por la incorporación vital
tra tradkión histórica n lo que ella tiene de perma- de sus elementos a otras épocas y condicion ". ¿Cómo
nente por esencial, a sus valore humanos, sino a la negar la vigencia de lo indígena al constatar los fe-
pretensa depend en ia cultural de su antiguas coló- nómenos de transculturación que se han pr <lucido
en nuestro medio? Presencia metafísica qu no en-
nias a España en lo que é ta tiene de particular, a lo
traña un sentido disociador, que ólo e daría si es-
específicamente suyo, que sería en 1 fondo de un tuviera consusbstanciada necesariamente a la r alidad
neoimperialismo. Lo acentos nacionalistas, derivados biológica -como parece entender Zuro F lde aJ hacer
de factores sujet s a la evolución temporal, tampoco notar lo circunscrita que está la población indígena
pu den marcarle su ruta a la cultura latinoamericana. a algunas porciones de Latinoamérica.
1
Su obra data de 1943. Su posición respecto a las posibilidades creadoras

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de lo étnico es radicalmente opuesta a la de José latinoamericana es contemplado como la integración


Vasconcelos, calificándolo negativamente como un de una síntesis histórica que renueve y supere el cau-
"gravamen" que obstaculiza una expresión latinoame- dal de la cultura humana.
ricana de virtualidad imperativa en las formas de Mas para que nuestra cultura logre alcanzar tal con-
cultura. dición, es decir, para que obtenga proyección uni-
El . destino histórico de nuestra personalidad, que versal, ha de actuar en ella una especie de "entele-
él avizora y trata de definir, emana de su concepto de quia" o principio rector capaz de conferirle esa
la universalidad del proceso temporal de la cultura hu- categoría. El cual ha de ser autointuido como lo más
mana y el valor universal de la entidad hombre a tra- universalmente válido de la conciencia, que es -se-
vés de la diversidad de sus épocas y de sus modos. gún cree Zum Felde descubrirlo- el "principio de
El lograr una cultura auténtica no ha de presupo- razón".
ner, por tanto, para nosotros, el abjurar de nuestra re- A ese principio de razón corresponde una función
lación indisoluble con el patrimonio de la cultura oc- reguladora, de tal manera que el producto cultural
cident~l. Pretensión que redundaría, como él pone sometido a su normatividad intrínseca goce de los
de relieve, en colocarnos fuera del ámbito del mundo atributos de orden, equilibrio y armonía que distin-
civilizado actual; lo cual no es en modo alguno dable guen a toda cultura que ha llegado a lo clásico en su
P.orque no. ?tañe solamente a los elementos objetivos, constitución. Esto es así -según se desprende de
smo tamb1en a los elementos subjetivos de nuestra su análisis- porque el estilo, como objetivación de la
estructura. conciencia del ser, representa la síntesis de las cate-
La cultura es raigalmente, para este autor, un régi- gorías formales del -propio intelecto y en este plano
men de conciencia y, como tal, éste ha de ser nuestro universal de la razón halla el hombre el punto de con-
punto de partida: manifestarnos directamente libe- vergencia de lo genuinamente humano, lo único que
rándonos de toda normatividad convencional, extrín- tiene caracteres de permanencia.
seca, que inhiba la expresión del valor intrínseco que Para este autor, el espíritu latinoamericano cuenta
informa la vivencia de nuestro ser. Por donde se llega, en potencia con esos supuestos indispensables que ha-
como en otros filósofos latinoamericanos, a la identi- cen posible el régimen de conciencia en que ha de
ficación de lo axiológico con lo ontológico. asentarse toda cultura -la cultura arquetípica que
Este "régimen de conciencia" viene a representar él describe-. Y como síntoma de que tendemos in-
el pal?el. de un órgano elaborador de la cultura, capaz conscientemente hacia esa dirección, él señala nuestra
de asrmilar los aportes más heterogé:q.eos imprimién- secreta afinidad con el espíritu francés que es el máxi-
doles un estilo unitario por medio del troquel de la mo exponente de la "forma racional ecuménica" que
expresión formal. para él ha de constituir nuestra meta en pos de una
Así definida su concepción, el sino de la cultura cultura propia.

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corre el riesgo de descubrir otra vez el Mediterráneo.


II. Actitud del intelectual latinoamericano ante los Contingencia que es preferible a, que por no exponer-
problemas de la cultura en Alfonso Reyes se a andar por cuenta propia, continuar repitiendo lo
que otros han hecho. Porque, aun en este caso, al des-
El mexicano Alfonso Reyes, que en su obra escrita cubrir el Mediterráneo siguiendo una ruta nueva, "de
y en su magisterio humano refleja las características paso y por la originalidad del rumbo, habrá que ir
de nuestro mejor espécimen de intelectual comparece descubriendo algunos otros mares inéditos".
, '
aqm para mostrarnos cuál ha sido su orientación al En el caso personal de Alfonso Reyes, el tipo de ex-
peregrinar por los caminos de la cultura. periencia descrito no ha podido ser más fructífero.
Para el estudioso que henchido de esperanzas y del Comenzando por recoger un poco al azar los pro-
ímpetu de la savia joven se dispone a abrirse paso por ductos de su cosecha, en medio de una existencia trans-
las vías del saber, la tarea no es nada fácil. Ese "com- humante, ha ido luego articulando su obra en procura
promiso abrumador" de cultura que Europa ha de- de la "confortante unidad", esa unidad que constitu-
jado caer sobre nuestras tierras está presto siempre, ye el ideal último del investigador en el que alienta
como una invasión de paracaidistas que nos cercara, a una visión filosófica de la cultura.
paralizar cualquier avance renovador.
Tampoco es recomendabl dejar de pertrecharse III. La cultura sudamericana dentro del
de la información necesaria, ya que resulta impres- concepto filosófico del pluralismo
cindible rebasar los "linderos de la ignorancia". Pero cultural en Humberto Palza
después de conocerlo todo, el intelectual que siente
llegada la hora de la creación per onal tiene que Al postular que no existe una cultura humana uni-
emanciparse de la tutela de los intermediarios y decir taria -concepto que podría aparejarse al de Antonio
por sí mismo su mensaje, sin rebuscar en el archivo Caso al negar el progreso humano-, sino múltiples
de las voces autorizadas para que é tas sean las que culturas que se desarrollan cumpliendo un ciclo, el
se lo dicten. Lo cual requier una reducción econó- boliviano Humberto Palza rechaza la vigencia del
mica en la valija bibliográfica y una buena dosis de hombre universal.
olvido para emprender esa av ntura que todo pensa- Para él sólo hay 'nombres que habitan det rminadas
miento original significa. zonas del planeta", los cuales componen grupos socio-
El pensador que al acometer una investigación su~ geográficos. Los individuos integrantes de cada un;:i
prime etapas intermedias ya dadas -preconceptos e de estas agrupaciones, dotados de caracteres espec1-
int rpretaciones- y se enfrenta derechamente hacia ficos, representan los distintos tipos humanos.
su objetivo, como el viajero curioso que no quiere se- Estos tipos humanos a que se refiere Palza están
guir un itinerario turístico con estaciones prefijadas, contemplados fundamentalmente en su dimensión fi-
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losófica, ya que lo que los define es su manera de y estructuración. Más bien parece convenir con la
comprender el mundo, su original concepción del Cos- función asignada por Guillermo Francovich al espí-
mos. Cada uno de ellos debe vivir su humanismo de ritu en su diálogo "Supay", cuando éste nos dice que
acuerdo con la manera de ver, sentir y pensar que le el mundo es como una danza de átomos hasta que lle-
es propia. Les corresponde, pues, crear todas las for- ga el hombre y entonces todo se reviste de signifi-
mas culturales -para su uso exclusivo, creemos en- cación.
tender- de .acuerdo con los supuestos que estructuran De tomar "el hombre como método" se desprende,
su ubicación vital: una filosofía, como fundamento para nosotros, que en su capacidad creadora estriba
básico de la cosmovisión; una gnoseología, una lógica, ese principio de individuación tan insistentemente
una estética. buscado por la metafísica, porque de ella emerge la
Como la clave de esta atomización de la especie definición de la esencialidad de las cosas y de los se-
humana reside en el hecho de habitar determinada res perfilándose la forma que les confiere existencia
región de la tierra, Palza preconiza la conexión o ar- propia e independiente, ya sea en la esfera de lo real
ticulación con la naturaleza para que esos conjuntos o de lo ideal. En esto puede que consista ese "pensar
de hombres puedan realizarse culturalmente. Lo cual a su hombre" que Palza demanda de Bolivia y de La-
no ha tenido lugar aún en los pueblos indoamericanos. tinoamérica. Aunque para llo no es necesario, como
. Mas esta relación del hombre con su ámbito geo- se comprende, negar la universalidad del Hombre,
gráfico de que aquí tratamos difiere un tanto de la porque su denominador común, que no se int rfiere
concepción de los otros integrantes de la "mística de para nada con las peculiaridades individuales o nacio-
la tierra" que presentamos en el capítulo VI. nales sino que tiende a reafirmarlas, es su esencia crea-
Este autor atribuye esa desorientación e inseguridad dora: la que da y le da el ser al mismo ti mpo.
que aquejan al latinoamericano a que se siente ano- Esta posición extrema en que s coloca Humberto
nadado e impotente por el impacto de la tremenda Palza encuadra la cultura latinoamericana en los lími-
fuerza telúrica de su paisaje. Él estima que lo pro- tes de un regionalismo falto de trascend ncia, ya que
cedente, en este caso, ha de ser reaccionar ante ese entonces el caudal de experiencias que ella atesorara
"amasijo heterogéneo de las fuerzas naturales" y do- dejaría de tener validez alguna para los otros tipos hu-
blegarlas al imperio ordenador de la razón. Porque la manos. Incompatibilidad que se resuelv en Leopol-
función esencial de la cultura es esa: convertir lo to- do Zea al explicar éste lo latinoameri ano como una
tal confuso y caótico en lo individual y armónico. forma de definición de lo humano y así interpr ta las
De la idea antes expuesta se infiere que no es el experiencias de los hombres de nu stros pueblos como
paisaje el que suministra las "peculiaridades expresi- las propias de oo hombre en su cir unstancia.
vas", como opina Roberto Prudencio, ya que aquí se Por otra parte, representa de un mod vibrante la le-
sitúa en el hombre la fuente dispensadora de sentido gítima encarnación del "pathos" latinoamericano al

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA?

sentir e~ ap~emio vital de una expresión propia que perior, en su opinión, a las formas brutales importa-
le permite liberarse de la tutela intelectual de Euro- das por los conquistadores. Ya que éstas estaban
pa a que ha estado tan largamente sometido. inspiradas por la ambición desmedida del aliento mer-
cantilista que impulsó la colonización, hecho que re-
N. Interpretación del descubrimiento de América salta en el divorcio que prevaleció entre el capitalis-
como "cubrimiento" de su cultura por Germán mo y el espíritu universitario.
Arciniegas Conquistar es, pues, una actitud opuesta a descu·
brir, nos dice este autor tratando de penetrar en el
Para el polémico escritor colombiano Germán Arci- sentido de la cultura latinoamericana. "Descubrir
niegas, el tradicional concepto del descubrimi nto de es función sutil, desinteresada, espiritual. Conquis-
América debe ser revisado y para sustanciar su tesis tar es función grosera, maternal, sensual."
nos ofrece una original interpretación filosófica de los La acción ejercida por los europeos sobre la cultu-
avatares que ha sufrido la cultura en América. ra precolombina fue la antítesis de un descubrimiento.
La conclusión básica de este estudio, al impulso Ellos no estaban guiados en absoluto por el deseo de
de la .cual se desliza toda su argumentación, consiste en comprender a los pueblos que encontraban ni pe-
asumir que la realidad humana que encontraron los netrar en la esencia de sus obras; no pretendían deve-
conquistadores en América no era en nada inferior a lar el misterio de este continente ni mostrar lo que éste
la de España. Opinión que, como se recordará, está significaría como elemento que pasaba a formar parte
en franca pugna con la de Juan Clemente Zamora ex- del mundo hasta entonces conocido por la cultura oc-
puesta en el capítulo anterior. cidental. Su único interés era el interés utilitario del
En el aspecto de las formas materiales, el testimonio saber de "rendimiento'', que los hacía contemplar a
de los cronistas de la época, sobre todo Berna} Díaz la América como tierra de explotación.
del Castillo y Pedro Cieza de León, aporta pru has Por las razones expuestas no debe extrañarnos la
muy elocuentes. Sus descripciones de las ciudades obra de destrucción y extermini que para la América
a~tecas e incas, con sus monumentales templos, pala- significó la ocupación y el poblamiento por sus nuevos
cios y plazas, revelan el alto grado de civilización por amos y señores. Los cuales no repararon en destruir
ellos alcanzado. sus templos y palacios, símbolos de la instituciones
De tal manera que, no encontrando un punto de autóctonas que ellos iban a suplantar; en fundir los
comparación en su solar ibérico, sacan a colación las delicados objet s de arte moldeados p r los orfebres
grandes ciudades italianas para mostrar algo que se indios para convertirlos en monedas con la efigie de
aproxime a lo hallado en el Nuevo Mundo. los reyes europeos, en destrozar las calzadas de piedra
En cuanto a las estructuras subjetivas -la moral, que pudieran tornar e en vías de liberación para los
el derecho, la política-, el "ayllu" peruano es muy su- trabajadores forzados de las minas.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

Hay dos detalles significativos en la arquitectura to que nuestra América reclama atendiendo a las vo-
doméstica de Latinoamérica que nos recuerdan el ces secretas contenidas en su mensaje artístico.
tránsito a diferentes estilos de vida dentro de la fi- Así como los caballos de los conqúistadores contri-
losofía de la cultura: el éerrojo y la ventana. buyeron decisivamente a eclipsar las culturas indíge-
A la existencia de los pueblos precolombinos, que nas, pueden ser ahora los "caballitos de Ráquira" los
se desenvolvía bajo el signo de la defensa del hombre que permitan reivindicarlas.
de la naturaleza, bastaba el uso de las puertas entor- Ya que en las expresiones más ingenuas del arte
nadas con bejucos vegetales. Las casas coloniales, pro- indígena, como esas deliciosas piezas de cerámica
tegidas por toda clase de pestillos y gruesas trancas modeladas en sus ratos de ocio, está patente la capa-
y con altas ventanas enrejadas, tenían el aspecto de cidad creadora de su raza.
fortalezas y conventos a la vez, lo que denota su ubi- El europeo "puro" ha sido incapaz de comprender
cación dentro del período de defensa del hombre a la América por su egocentrismo, que los lleva a fi-
contra el hombre. Con el advenimiento de los tiem- jar normas "partiendo de sus experiencias propias,
pos republicanos, las ventanas se abren y se amplían pero no de la experiencia universal". El mestizaje de
como si ya los hombres se comunicaran más franca- nuestros pueblos, lejos de limitar sus perspectivas in-
mente y empezaran a perder los recelos y temores exa- telectuales, contribuye a aumentar las posibilidades
cerbados durante el aislamiento de la era anterior. de su ser ubicando su conciencia, doble o múltiple,
Porque la Colonia había significado esencialmente eso como en una cúspide que avizorara varias vertientes.
en Hispanoamérica: ocultación y cubrimiento, por lo Idea que expresó fielmente uno de los más grandes
que la estampa que más le cuadra sería la "tapada" poetas de Latinoamérica, José Santos Chocano, en
limeña. "El Dorado, epopeya salvaje":
Un tipo humano característico nos ha legado esa "Mis versos otras veces dominan horizontes
época de ambiciones encubiertas: el matón o guape- y erigen ha ta el cielo las cú pid bifrontes
de entrambos hemistiquios, porque así son mis montes".
tón. Forjado en los obscuros pasadizos de la Historia,
está siempre emboscado para aprovechar una coyun-
tura propicia y encaramarse en el poder por los V. Los procesos de transculturaci6n en la integraci6n
medios más tortuosos. Una vez encumbrado, su volun- de la personalidad de la América Latina
tad prima sobre toda razón y la cultura pierde su
El sabio investigador cubano F mando Ortiz ha
sentido, porque "puede cortarle su trayectoria mental
a una juventud" y "dejar sin fundamento las universi- acuñado un término nuevo para designar un fenóme-
dades". no característico de gran trascendencia en nuestro des-
Arciniegas estima que ahora estamos en la mejor tino histórico: transculturación.
disposición para realizar ese verdadero descubrimien- Término de que él se vale para indicar los pro-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

cesos que tienen lugar cuando algunos elementos del de su país han seguido otros de proyección conti-
complejo cultural de un pueblo van a incorporarse nental.
al caudal de experiencias de otro e influyen activa- La atención de estos intelectuales se ha concentrado
mente en la forma de vida que éste va a adoptar. preferentemente en un estilo que representa, en su
Como se ve, la transculturación no se limita a una origen e integración, un caso insólito en la historia
mera imitación o prestación, sino que representa el del arte: el barroco hispanoamericano.
injerto de una forma cultural en un tronco diferente Cuando la piqueta demoledora de los conquista-
al suyo donde cobra nueva vida y se transforma nu- dores se propuso hacer tabla rasa del pasado preco-
trida por el torrente de savia del terreno donde en lombino para asegurar e mejor la posesión absoluta
adelante habrá de fructificar. de sus nuevos dominios, no contaba con los recursos
Descubrir los fenómenos de transculturación que insospechados de que podía valerse el genio creador
se han producido en Iberoamérica, seguir su evolu- de la América para hacer sentir la presencia metafísi-
ción y determinar su alcance y su sentido, es labor ca de aquella porción del ser que nada puede do-
que incumbe a la responsabilidad intelectual de blegar ni destruir.
todos los estudiosos de la cultura en la América La- De ese afán de cubrimiento o suplantación de las
tina. culturas aborígenes por las formas importadas - tal
como lo caracterizamos antes con Germán Arcinie-
a) El sincretismo artístico en el barroco colonial gas-, nuestra arquitectura colonial onserva ej mplos
hispanoamericano, según Angel Guido y Mar- muy ilustrativos. Sobre los mismos cimientos d los
tha de Castro. templos indígenas arrasados se levantaron las iglesias
católicas y aún a veces aprovecharon hasta sus grue-
Esa visión del mundo característica de los tipos sos muros para as ntar a horcajadas sobre ellos sus
humanos, que tratamos anteriormente en la concep- conventos -en un alarde de jactancia de su impo-
ción cultural de Humberto Palza, halla su expresión sición- como el de Santo Domingo en el Cuzco. Pero
objetiva en las artes plásticas en virtud de lo que se como la mano de obra que se empleó en la ej ución
ha llamado la voluntad de forma. de estas edificaciones eran los indios y mestizos ava-
El profesor argentino Angel Guido es uno de nues- sallados, la reacción rebelde del autoctonismo am ri-
tros investigadores que con mayor constancia y acu- cano se canalizó en el lenguaje plástico transforman-
ciosidad ha tratado de descifrar el mensaje original do los modelos del barroco spañol para someterlos al
de nuestros pueblos en esa corteza pétrea del ser de arbitrio de su propia personalidad.
las instituciones que es la arquitectura. También se El resultado de aquella conjunción de elem ntos,
ha enrolado en esta labor la cubana Martha de Cas- verdadero sistema de fuerzas psíquicas contrapuestas,
tro, a cuyos primeros trabajos aplicados al estudio fue un producto nuevo, sorprendente, porque en el

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

crisol americano la esencia del barroco sufrió un ver- lo accesorio- a la estructtM"a -lo esencial-, principio
dadero vuelco vital. No en balde algunos especialistas reiteradamente vulnerado en el estilo originario de
europeo ·, incapaces de comprenderlo, se han despis- Europa.
tado al estudiar el barroco hispanoamericano y lo Este arte criollo, cuyos exponentes más representa-
confunden con el plateresco, mientras que otros, en tivos se hallan en las comarcas andinas de la sierra
actitud despectiva, lo califican de trabajo burdo, ca- y el altiplano, guarda una perfecta concordancia con
rente de soltura y de gracia.
la grandeza y la severidad de la naturaleza que le
Frontispicios estructuralmente barrocos por las dis- sirve de marco. Ha adquirido "el nuevo ritmo del
posición de sus columnas, nichos cornisas archivoltas origen regional, el sello emotivo y subjetivo del pai-
etcétera, al ser cinceladas en 1~ piedra ' de acuerd~ saje".
con la voluntad de forma indoamericana pierden esa Mas como está en la esencia de la arquitectura el
voluptuosidad del movimiento curvilíneo propia de apresar la vibración vital de un pueblo ~n el tiemp?
aquel estilo, adquiriendo una cierta sobriedad y ri- a la vez que en el espacio, el barroco h1spanoamen-
gidez fácilmente identificables en su influencia por el cano contiene también el mensaje de aquella genera-
conocedor del arte precolombino -sobre todo el sud- ción. Mensaje sumamente interesante en su contenido
americano.
humano, porque nos revela que así como la creación
Se ha repetido -con muy buen fundamento- que artística fue capaz de conciliar dos estilos tan opues-
el alma española es eminentemente barroca, por lo tos el acercamiento y la colaboración de diferentes
cual se sobreentiende la indisciplina o afán de saltar tip~s humanos pueden ser muy fructíferos para la cul-
por encima de toda ley o norma, el goce sensual de tura universal.
la vida, la exageración y el desenfreno en la prosecu- Este mismo fenómeno del sincretismo artístico
ción de los impulsos. Porque este arte representa eso: hispano-indígena ha sido ana~ado P?r Guillerm?
la liberación o rebeldía contra los cánones clás.lcos Francovich en la obra escultórica de Tito Yupanqm.
una extrema movilidad, ausencia de simetría, amé~ Miembro de los pueblos aborígenes del Alto Perú
de la ?ecoración profusa y sobrecargada. convertido a la fe cristiana, en las vírgenes que talló
El mstrumento de que se valió la personalidad siguiendo la técnica occidental se ha transmutado la
reivindicadora del autoctonismo sudamericano para expresión tradicional de este tipo de imágenes en
hacer del modelo barroco algo suyo fue en su esencia la estática serenidad indígena con un aliento pro-
semejante a aquel "principio de razón" señalado por fundo de comprensión humana; sentimiento empa-
Zum Felde en su ideal de cultura. Ya que en el rentado con ese sentido del "amor liberador" que
barroco hispanoamericano imperan el orden la si- describiremos en el capítulo correspondiente a ese
metría y una armoniosa continencia; pero, ~ás que tema.
todo eso, la supeditación de lo ornamental -es decir., En el sector de las artes menores o industriales hay
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

otra cubana, Anita Arroyo, que ha estudiado estos contra el empleo del folklore, acusándolo de conducir
fenómenos aplicándolos a su caso nacional. Al anali- a una degeneración provinciana de banalidad en las
zar ella las transformaciones sufridas por los estilos letras; imputación que nos parecerá sumamente injus-
europeos por efecto del nuevo ambiente humano y ta si tomamos aquel concepto en su verdadero sentido.
geográfico a que han sido incorporados, uno de los Si ndo el folklore la expresión vital de los estra-
ejemplos más interesantes que nos ofrece es el de tos básicos de una sociedad, nada más equivocado
la escuela de muebles de la Habana. que apreciarlo como algo ornamental o adj tivo,
En el mobiliario doméstico, injertado en la entraña ya que en los fontanares en que él nace, todavía no se
misma de la vida, la adaptación está fielmente en han bifurcado las corrientes de la vida y el arte. In-
consonancia con la idiosincrasia criolla; ejemplo de genuidad que le permite presentarse como la mani-
lo cual es el tránsito del Luis XIV francés, pesado y fes tación más auténtica del ser de los pueblos.
severo, al Luis XIV cubano, más ligero, fresco y aco- Lo que sucede con el folklore es que está sujeto,
gedor con sus butacas de cómodos brazos y un asiento como todo hecho cultural, a fenómenos de tran va-
de rejilla. Este último estilo, para completar su "cu- lorización -cambios de valor- cuando pasa de un
banización", hasta tomó un nombre fabricado por el campo social a otro. En virtud de este fenóm no pue-
gracejo popular -el "choteo"-: muebles de perillita. de suceder que al principio se le apr ci , no p r su
expresión originaria, sino sólo por su xotismo y con-
b) Significación cultural de los aportes traste, por lo que tiene de pintoresco y uperfi ial.
el folklore según Fernando Ortiz. Este último, que pudiéramos llamar el punto de vi ta
"turístico", es el que explota la demagogia artística
Una figura cubana de reputación mundial en ma- pretendiendo vestir de falso folklorismo una obra d s-
teria de folklore, Fernando Ortiz, sírvenos aquí para nuda de humanidad. Pero en todo art verná ulo ge-
dilucidar algunos conceptos de gran importanc· nuino hay siempre elementos susceptibles d valo-
para nosotros en relación con este tema. rización universal, como versión directa de la vida
En la controversia acerca de la originalidad de la que es.
cultura en Latinoamérica se han 11 gado a present El término "folk", nos precisa F ernando Ortiz, no
como términos antagónicos lo folklórico y lo univer tiene la connotación restringida a un grupo étnico o
sal, dilema que es sólo aparente debido a una falsa nacional; no conduce, por tanto, a la intol rancia
apreciación de lo que el folklore significa. y a la estrechez exclu ivista. Condición de bas en
En un artículo reciente de Ernesto Sábato, "La lit la gradación social, en él confluyen y se amalgaman
ratura argentina en la crisis", 1 este crítico arremete los diferentes grupos étnicos que conviven n una so-
1 Revista "Bolívar". NQ 48. Octubre de 1957. Bogotá, Rep. ciedad dada.
de Colombia. En sociedades mestizas por su composición como

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS E LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

las de Iberoamérica, el folklore se presenta en dos ire característico a los bailes cubanos -son o mam-
grandes grupos genéricos: el afroamericano y el indo- 1 o-, a los dos merengues -dominicano y venezo-
americano. División que es, sin embargo, bastante 1ano-, a la samba brasileña, etcétera, ejerce su señorío
convencional, ya que sólo toma en cuenta los elemen- tiránico en el pentagrama de nuestras tierras. Aquí
tos dominantes. Ambos grupos se interpenetran en no se limita a hacer parte del acompañamiento, como
distintas formas y su influencia alcanza hasta secto- n Mrica, sino que además organiza el cuerpo de la
res insospechados. Ortiz señala la presencia de ritos melodía.
africanos, objetivados en sus tambores y caretas típi- Según nos informa el musicólogo cubano Edgardo
cos, hasta en regiones de gran predominio indígena Martín, también puede descubrirse ese aire sincopado
como el altiplano de Bolivia. n la música árabe y en la hindú; parentesco espiri-
Aunque este autor dedica sus estudios específica- tual cuya genealogía pudiera rastrearse a través de
mente a lo afrocubano y en particular a la música, nuestra ascendencia peninsular.
tratando como anexas a ésta la danza, la pantomi- Y nosotros nos preguntamos: si la música folkló-
ma y la poesía, muchas de sus consideraciones tienen rica es la versión sonora de la vida de los pueblos,
relación y vigencia en todo el ámbito latinoame- ¿no obedecerá el ritmo irregular de la nuestra al
ricano. modo de fluir de la existencia histórica?
El caso de la música afrocubana, ..alquitarado" pro- Marchamos a contratiempo, a golpes de sobresalto
ducto obtenido por transcultación que ha sido univer- y de sorpresa, y así lo atestigua la sinfonía de nues-
salmente acogido en toda clase de medios, demuestra tra cultura.
que en este tipo de fenómenos no hay elementos ac- Otra característica de la música afroamericana que
tivos y pasivos, sino una fermentación constructiva de quisiéramos constatar es la tendencia satírica, en la
distintos elementos vitales. En lo folklórico americano que confluyen los dos raudales de que se nuo·e. Vál-
los elementos que se combinan con lo europeo, ya vula de escape, antes y ahora, de nuestros pueblos
sean de procedencia africana como en este ejemplo, tantas veces esclavizados, aúna el sentido rítico a
o del autoctonismo indio, no actúan a la manera de ciertas dosis variables de humorismo en su filosofía
un fósil que se montara como una piedra fabulosa de la vida.
para llamar la atención, sino como elementos consti- Por guardar relación con lo tratado, quisiéramos
tutivos de una realidad vital activa y fecunda. añadir algunos otros casos a manera de colofón.
Entre las múltiples observaciones hechas por Fer- En una reciente entrevista radial el gran coreógra-
nando Ortiz hay un rasgo de la música afroamericana fo cubano Alberto Alonso reveló el secreto de algunos
que nosotros estimamos de una marcada significación experimentos de transculturación dirigidos por él, que
filosófica: el uso de la síncopa, que le confiere un btuvieron una acogida extraordinaria por parte del
ritmo irregular. Esta figura musical, que le da su público y de la crítica en la Habana. Uno de ellos

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

consistió en injertar un baile ritual de origen africano, sonificado por "Cantinflas'', ya es ciudadano del mun-
la danza de Yemayá, en el "Orfeo y Eurídice", de do por su honda y espontánea humanidad.
Glück. El mimetismo de la danza folklórica, que imi-
ta las suaves ondulaciones de las aguas que se agitan Bibliografía
lánguidamente al soplo de la brisa, hizo un "pendant"
admirable con la delicadeza de movimientos reque- Arciniegas, Germán: América, tierra firme. Ed. Ercilla. Chile.
rida por la música impresionista. 1937.
Si en el ejemplo anterior lo folklórico asciende para Arroyo, Anita: Las artes industriales en Cuba. Cultural, S. A.
hacerse "clásico", también se alcanzó resultado seme- La Habana. 1943.
Carpentier, Alejo: La música en Cuba. Fondo de Cultura Eco-
jante haciendo descender lo clásico en servicio del nómica. México. 1946.
folklore. Aquí Alonso se valió de los pasos de la co- Castro, Martha: La arquitectura barroca del virreinato del
reografía clásica de "Orestes y las Furias" para la in- Perú. Publicación separada de Universidad de la Habana.
terpretación de "congas" y "tumbaderas" afrocubanas. Habana. 1944.
Con lo cual quedan demostradas las dos direcciones Francovich Guillermo: El pensamiento boliviano en el siglo XX.
en que se puede mover el folklore, cambios que re- Fondo de Cultura Económica. México. 1956.
ciben el nombre de metástasis. Tito Yupanqui, escultor indio. Revista La Nueva Democracia
Ambos ensayos ilustran las amplias perspectivas New York. Abril de 1957.
universales de nuestro folklore. Guido, Angel: Fusión hispano-indígena en la arquitectura colo-
nial. Ed. La Casa del Libro. Rosario. MCMXXV.
Perspectivas que ya cuentan con un antecedente Ortiz, F emando: La africanía de la música folklórica de Cuba.
valioso en la música sinfónica de dos compositores cu- Publicaciones del Mini terio de Educación. Dirección de
banos prematuramente desaparecidos, Amadeo Rol- Cultura. La Habana 1950.
dán y Alejandro García Caturla, los cuales han alcan- Los bailes y el teatro de los negros en el foklore de Cuba.
zado su consagración "clásica" en el repertorio de Publicaciones del Ministerio de Educa ión. La Haba-
las grandes orquestas filarmónicas de Europa: Berlín, na. 1951.
Zum F elde, Alberto: El problema de la cultura americana. Ed.
Londres, París, Estocolmo, Budapest, etcétera. En sus
Losada, S. A. Buenos Aires. 1943.
creaciones la transculturación de los elementos étni-
cos del folklore no se concreta a la inclusión de trans-
cripciones más o menos literales, sino que están ins-
piradas por la esencia original del aliento primitivo o
espíritu del folklore.
En un arte de creación contemporánea, la cinema-
tografía, el folklore latinoamericano ha brindado tipos
de resonancia universal. El "pelado" mexicano, per-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS E LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

qué es tan precario el equilibrio de nuestra vida es-


piritual?
Capítulo X Leopoldo Zea, al esforzarse por ubicarnos en la His-
toria, dice que los pueblos latinoamericanos han te-
LA REVOLUCióN nido que hacer por revolución lo que Europa ha
hecho por evolución.
¿Qué significa?ión vital encierra la revolución para Por forzar la marcha en un camino empedrado de
los pueblos latinoamericanos? obstáculos hemos estado pisando en falso con las
¿Es algo consubstancial a su estructuración dinámica botas de siete leguas puestas.
o sólo una circunstancia superable en su ímpetu de ¿Cuál es el desiderátum supremo que se propone
crecimiento? la revolución en Latinoamérica?
Apenas empieza el hombre a balbucir su pen- En una obra dramática de Guillermo Francovich 1
s~mie~to en los más antiguos mitos religiosos y hemos creído encontrarlo, puesto en boca del maes-
filosóficos se descubren indicios, más o menos acen- tro de Bolívar, Simón Rodríguez: "Cambiar la rea-
tuados, de que existe en el hombre una tendencia a lidad."
encarar la vida con un sentido catastrófico de la Pero, ¿es que puede cambiarse realmente -y valga
misma. la paradoja- la realidad? Y en todo caso, ¿qué rea-
Al bosquejar el concepto de la vida en José Vas- lidad, la objetiva o la subjetiva?, ¿o es que s trata
concelos y sus conexiones con la filosofía náhuatl ya de darle un vuelco a la vida, forjando "formas nuevas
tuvimos ocasión de constatar el aserto que acabamos y progresivas" en el crisol latinoamericano?
de hacer. En cualquiera de aquellos casos, la filosofía apli-
. Algunos atribuyen esos fenómenos humanos de tipo cada al examen de la vida tiene una función esclare-
v10lento -guerras, revoluciones, homicidios- a un cedora de primer orden que cumplir.
desbordamiento de lo irracional, a pasiones e instin-
tos desbocados. l. La revolución interpretada como una de las formas
Ha sido un filósofo latinoamericano Guillermo de la evolución por ]osé M artí
Francovich, el que en su teoría del espírihi exonera a
la vida instintiva de tal imputación. Es en el mismo Como un intelectual bien informado de las corrien-
espíritu, mezcla de ángel y demonio, donde se anidan tes de su época Martí estaba al tanto de las teo-
las fuerzas destructivas que en un momento dado al rías evolucionistas de Darwin y Spencer. Mas sus
romperse el equilibrio interno de aquél, hacen' su ideas, aun teniendo en cuenta estos principios, están
aparición.
-1-"Como los gan os", representada en la Casa Continental
Más bien debiéramos preguntamos entonces, ¿por de la Cultura, en la Habana, en junio de 1957.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

fraguadas al calor de sus propias experiencias, que lisión súbita produce la síntesis superior de esos fac-
fueron múltiples y muy directas, sobre todo en el ám- tores opuestos a que ya nos hemos referido, haciendo
bito del Nuevo Mundo. que se "depuren y acomoden en condiciones defini-
Para Martí la revolución no es un accidente en la tivas de vida".
vida de los pueblos, un hecho fortuito que pudo acon- En este aspecto filosófico-social de la función del
tecer o no. Resulta una etapa necesaria en el desarro- proceso revolucionario, Martí observa que cuando un
llo del organismo social cuando median determinadas país entra en revolución no sale de ella hasta que
condiciones, por lo cual constituye una forma de la la extingue o la corona. Pudiera ser éste el ca~o d~ la
evolución de aquél. América Latina, donde se han tratado de aplicar ms-
Si la revolución '1lega a ser indispensable en las tituciones nacidas de otros antecedentes y otra natu-
horas de hostilidad esencial", esto nos está indicando raleza para resolver sus problemas, mientras la revo-
que obedece a la ley de necesidad y ella representa lución ha proseguido su curso subterráneamente con
tan sólo la actualización de un estado latente en l~ estallidos intermitentes en los que continúan chocan-
realidad profunda por la vía existencial -como deci- do o amalgamándose sus factores, a la manera como
mos en el lenjuaje filosófico de hoy. brotan los géiseres en las antiguas regiones volcáni-
¿En qué consiste, fundamentalmente, el "quid" de cas para evidenciar exteriormente las actividades íg-
ese estado crítico que preside el origen de una revolu- neas que se desarrollan todavía en las entrañas de la
ción? En la presencia discordante de "factores opues- tierra.
tos que se desenvuelven en común".
Consumada la independencia política de Latino- II. Revoluci6n y "revolucionismo" en
américa, quedaron como rescoldos del coloniaje tan Eugenio María de Hostos
múltiples y complejos elementos de choque que aqué-
lla no logró conciliar, como para justificar una re- Aunque la formación filosófico-jurídica de Hostos
volución. está fundamentada en los principios racionalistas del
Esta revolución no incluía necesariamente el em- derecho natural, tiene del positivismo la tendencia
pleo de métodos violentos, pero sí una política revo- hacia la observación directa de los hechos, viabilizada
lucionaria capaz de acometer radicalmente el empleo ésta por su contacto con distintos pueblos latinoameri-
y la dirección de los elementos reales del país. En canos. De estos ingredientes y xperiencias, combina-
relación con Sudamérica y el problema de su pobla- dos armónicamente en su personalidad, se nutre su
ción aborigen, recordemos que Martí pensaba que concepto de la revolución y de algunos tipos de anor-
hasta que no se eche a andar al indio, no comenzará malidades sociales que estudia en sus trabajos.
a andar bien la América. Imbíbito en su creencia de que existen leyes per-
Cuando se llega al clímax de la revolución, la co- manentes y universales que rigen el desarrollo de las

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

sociedades humanas, ubícase el período revoluciona- que impusieron un estado jurídico nominal desvincu-
rio como una fórmula de emergencia dentro de esa lado de la realidad. Al absolutismo y la arbitrariedad
misma evolución. que caracterizaron este régimen debe atribuirse la
Por mucho que la fuerza bruta se oponga a las fuer- falta de hábitos de organización al advenir nuestros
zas inteligentes de la sociedad, no hay dique capaz pueblos a la vida independiente -recuérdese la fun-
de contener el curso de las leyes del progreso y de la ción preeminente que le asigna al hábito Inés Segura
libertad que responden al valor ideal del Bien hu- Bustamante, en su concepción psicológica de la vida.
mano. El divorcio entre la moral y la política, que redun-
Toda transformación que se opera en el medio so- da en la consagración de la ilicitud como forma de
cial interno -modificaciones en las costumbres, ideas vida cotidiana tal como es explicado por Hostos tiene
y sentimientos- y en la estructura económica -paso relación con el punto antes tratado: "Faltando a todos
de la etapa agrícola a la indUJStrial, por ejemplo- sus deberes los que usufructúan el poder, faltan al
tiende a obtener su reconocimiento en el terreno del suyo cuantos tienen alguna dependencia del Estado,
derecho positivo y, aunque sea vencida como revolu- y la sociedad, que es víctima de esas faltas, empieza
ción por la reacción consiguiente que este intento a cometerlas para vengarse y resguardarse, y conclu-
suscita, prevalecerá al cabo "en la conducta del poder ye por cometerlas por la costumbre adquirida de
como opinión". incurrir en ellas". Apréciase aquí la génesis de esa
Insistiendo en la virtualidad del cambio forzoso segunda naturaleza que produce el relajamiento de
acuciado por el principio de necesidad, predijo to- nuestras instituciones jurídicas como un hábito colec-
mando como ejemplo un país representativo de His- tivo acondicionado en respuesta al instinto de conser-
panoamérica -Chile-: "Siendo la democracia la ex- vación por un mecanismo defensivo.
presión necesaria del desarrollo completo de esta Causa congénita de esa debilidad institucional es
sociedad, se impondrá imperativamente a ella, a sus también la desatención al medio, que al tomar leyes de
gobiernos, a sus partidos gobernantes." prestado siguiendo la tendencia a la imitación -tan
La revolución significa, pues, en su esencia, un fuerte todavía en nuestros pueblos- no ha espoleado
aspecto diferenciado que puede asumir distintas for- el espíritu jurídico mediante su ejercicio sistemático.
mas, pero siempre integrante de un proceso social Este pudiera considerarse un aspecto parcial a incluir
normal. Diferénciase así de los fenómenos anormales dentro de la "hipocresía trascendental" que hemos
o enfermedades sociales entre las que Hostos define, visto señalarle a la cultura latinoamericana por Gui-
dentro del género jurídico, el "revolucionisrno". llermo Francovich. Nuestro ser, en el cual ha de
La irregularidad del Derecho en Latinoamérica entrar como elemento constitutivo una conciencia ju-
hunde sus raíces en el hecho histórico de su origen, rídica, no llega a cuajar plenamente dentro de los
en las propias condiciones de su formación colonial, moldes ajenos.

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

Desviaciones típicas de nuestra vida pública, que


coadyuvan a provocar y mantener ese estado de des- III. La dialéctica de la revolución en
equilibrio y agitación permanente que caracteriza el Luis Alberto Sánchez
revolucionismo, son el politiqueo y el militareo.
A falta de una verdadera política, asentada . sobre La significación q e le asigna Luis Alberto Sánchez
la justicia y la responsabilidad del poder y el ejerci- a la revolución está en perfecta consonancia con su
cio recíproco de derechos y de deberes, se utilizan las concepto dialéctico de la Historia, tratado en el ca-
vías tortuosas para obtener prebendas y ejercitar pri- pítulo VIII.
vilegios desde el poder o en connivencia con éste. Como el cambio es la esencia de la dialéctica, la
La necesidad de apoyo para continuar predominando revolución es una consecuencia natural de ese mismo
contra la voluntad popular ll va a este tipo de "po- impulso, una manifestación viva de esa realidad.
líticos" a buscar alianzas con los peores representan- En el fluir alternado de las afirmaciones y nega-
tes de la fuerza bruta, vía por donde se produce la ciones que sigue el curso de la historia, la etapa de
injerencia de ésta en los asuntos públicos. Este último las revoluciones c rresponde a las segundas. Pero,
fenómeno del militarismo o "militareo" -denomina- como se ve, constituyen etapas preparatorias para
ción que le da Hostos- penetra en los intersticios de un nuevo orden con el que ha de proseguir la reali-
una deficiente estructura estatal permitido y hasta dad su ininterrumpido devenir: hay que demoler pri-
atraído por los detentadores y usufructuarios de la mero para volver a edificar. He ahí el sentido cons-
propia irresponsabilidad civil. tructivo que, en definitiva, conlleva toda verdadera
La aparente incapacidad -que así se enjuicia erró- revolución.
neamente- de los pueblos latinoamericanos para erra- Entre la exageración racionalista de un Ortega y
dicar ese malestar crónico que se manifiesta por me- Gasset, por ejemplo, que le lleva a postular el origen
dio de convulsiones y disturbios frecuentes es, en el intelectual de las rev luciones, y las interpretaciones
fondo, un problema de cultura, como ya hemos apun- unilaterales del det rminismo económico, Luis Al-
tado. berto Sánchez trata de justipreciar ambos tipos de
La superación de este estado, que representa una factores -los objetivos y los subjetivos- en una forma
forma de vida substancialmente al margen del dere- funcional reconociendo su importancia respectiva a
cho -aunque en apariencia éste se halle presente-, su debido turno.
sólo llegará . a alcanzarse realmente cuando sus Cuand las condiciones materiales imperan como
instituciones obedezcan "a los fines universales del elemento dominante, caracterizándose por su unidad
derecho, al fin científico de la justicia y a las aspira- y solidez, no se producen revoluciones. Son las épocas
ciones peculiares del espíritu nacional". "chatas" que no admiten personalidades sobresa-
lientes.

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

Con el resquebrajamiento y la desorganización de partes -aplicación de la relatividad del tiempo-espa-


las estructuras objetivas se inicia el giro dialéctico cio ya aludido-. Aquí el "imperialismo" no representa
que prepara las grandes transformaciones revolucio- la fase última del capitalismo comp sostiene el mate-
narias. Mas el hecho económico no es una causa efi- rialismo histórico, sino que conforma sus inicios, lo
ciente para actuar por sí misma; su acción es indirecta cual se debe a nuestro origen colonial. La sujeción
a través de la influencia que ejerce en la conducta hu- económica tiene repercusiones políticas y culturales.
mana, la cual condiciona de un modo constante e La caUJSa retardataria de esta evolución es atribuida
inevitable -muchas veces subsconscientemente-. a la conjunción del imperalismo y las oligarquías.
Este es el momento en que los elementos objetivos Latinoamérica tiene abierta todavía ante sí la etapa
son superados por los subjetivos: al período chato de democrática -escribió Luis A. Sánchez en 1938-, y la
unif rmidad en los sentimientos y opiniones sucede situación sigue siendo substancialmente la misma-.
la exaltación de los valores personales. Este proceso sigue vigente por no haber agotado sus
El signo exterior que evidencia el clima espiritual posibilidades, ya que en nuestros pueblos, la democra-
reinante en las épocas revolucionarias es el líder o cia jamás ha sido cumplida plenamente.
caudillo, que simboliza los anhelos de su tiemp -en Define la "mística" de la nueva América como el
el sentido del "tiempo histórico" estudiado en el capí- esfuerzo por descubrir nuestros propios problemas,
tulo VIII-. Personalidad que es al mismo tiempo, al cual se llega con las actitude de interiorización y
como se desprende d 1 análisis realizado anteriormen- reflexión, estados anímicos que han de r v rtir e en
te, "resultado y promotor". la concentración de las en rgías vital s indispensa-
El factor emotivo que funciona como reactor en los bles para solucionar estos problemas "a c sta de cual-
movimientos revolucionarios adquiere su perfil ca- quier sacrificio".
racterístico en la creación de una mística, tipo espe- A una posición muy semejante a ésta ha llegado,
cial de religiosidad que no implica confesión teís- aunque partiendo de las vivencias d la cultura, una
ta, sino que puede tener como objeto una idea o figura ya conocida por no otros en sta obra: Alberto
cualquier clase de entidad (el Estado, la ciencia o la Zum Felde. Al conceptuar la cultura como un régimen
humanidad, por ejemplo). de conciencia, a pr pósito de la nec idad de d finir
Concreta su pensamiento este autor, que reclama la conciencia latinoam ricana, él muestra su f n
para su teoría la calificación de "realista" porque que una "mística del pensamiento y d la acción"
antepone la vida al texto, refiriéndose a las pers- -una dinámica espiritual- pu de crear positivam n-
pectivas de la revolución en Latinoamérica. te una realidad voluntaria superando la condiciones
Confrontando la dialéctica marxista con nuestr.o objetivas determinantes. Id a en la cual se en i rra
caso particular llega a la conclusión de que los pro- una posible solución a la interrogante planteada al
cesos materiales no siguen un curso idéntico en todas final de la introducción a este capítulo.

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANAP

Bibliografía
Capítulo XI
Arroyo, Anita: Raíz y Ala (Una antología de Martí para la
juventud). Ediciones Lyceum. La Habana, 1954.
Hostos, Eugenio María: Antología. Imprenta Juan Bravo. EL AMOR
Madrid. 1952.
Martínez Fortún, Carlos: Código martiano. La Habana. 1943. El latinoamericano es un ser intensamente apasio-
Sánchez, Luis Alberto: Dialéctica y determinismo. Ediciones nado. En los momentos supremos de la vida, como
Ercilla. Santiago de Chile. 1938. última instancia ante la duda, apela siempre a las
razones del corazón.
Al lado del individualismo anárquico que se le ha
señalado, de su proclividad a la violencia, de su abu-
lia y su indolencia, de su inconstancia y hasta de su
irresponsabilidad, hay que reconocerle, como una re-
serva inapreciable emanada de las propias fu ntes de
la vida, su inmensa capacidad de amar. Amor que,
fuerza constructiva por excelencia, está d stinado a
contrapesar todas las otras tendencias disociadoras
que se agolpan tenebrosamente en el fondo del espí-
ritu humano.
Este tema, que filosóficamente considera resulta
"extraño" en el mundo actual -corno hacen tar Fran-
covich-, siempre ha gozado de gran pr dicamento
entre nuestros pensadores y los sigue atrayendo cons-
tantemente a la reflexión.
¿Es posible llegar a forjar un concepto del amor
que aprese y exprese su verdadera esencia?
Aunque se ha reiterado que por ser el am r un sen-
timiento no puede ser definido por la razón, ambos
elementos de la constitución humana no e tán tan ale-
jados como pudiera parecer. Muestra d lo cual es
su aspecto epistemológico, que aqlliÍ nos presenta Car-
los Astrada.
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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANAP

Después de asomarnos a las cuatro vivencias del con el racionalismo a base de una pretendida exclusi-
amor aquí reunidas, en la impresión que nos dejan dad del intelecto.
hallamos el sedimento de un fondo común. La fase primera de todo conocer corresponde a un
Aliento de superación, anhelo de una vida mejor, interesarse en algo, y ese interés obedece a nuestras
fuerza reconstituyente del ser. Móvil en derechura preferencias afectivas, es el reflejo de una selección
hacia lo alto, sin recaídas ni zigzagueos, eso es, o previa de la realidad que efectuamos siguiendo los
quiere ser, el amor. Y también eso aspira a ser nues- impulsos de nuestros sentimientos primarios.
tra América por la vía del amor. De las ideas precedentes se infiere que cuanto
mayor sea nuestra capacidad de amar y, por tanto, de
l. Concepto epistemol6gico del amor admirar -mirar hacia algo, dirigir nuestra atención-,
en Carlos Astrada así ganará proporcionalmente en amplitud y comple--
jidad nuestra imagen del mundo.
Inspirado por el magisterio filosófico y humano de Pero la función del amor en relación con el cono-
Max Scheler, el argentino Carlos Astrada nos lleva cimiento no se limita al contacto superficial con el
al encuentro del amor por uno de sus caminos menos objeto, sino que su acción es decisiva para ganarlo
transitados: en el proceso del conocimiento. en profundidad. En este momento el amor "episte-
Mas no se trata simplemente de las influencias o mológico" se descompone en dos aspectos convergen-
perturbaciones que, como vivencia emotiva, pueda tes a su logro pleno: uno que irradia del sujeto y otro
producir en el acto de conocer, sino de apreciar la del objeto. Contemplado subjetivamente es como una
función primordial que juegan los sentimientos -el saeta que penetra en derechura al corazón de su ob-
amor o el odio- como verdaderos determinantes de jetivo, en un movimiento de aprehensión eidética o
la dirección y el contenido de nuestra representación de captación de las ideas fundamentales. Actuando
del mundo. desde el objeto hace que se opere en él una auténtica
Así como se han formuJado leyes de la razón, del "revelación": se torna transparente para mostrarse
puro pensar, Astrada aspira a que puedan llegar a como es "en sí", en su propia interioridad.
establecerse, con la precisión más rigurosa, las cate- Del modo dicho se explica que el "saber esencial",
gorías del "puro" amor. Este amor intencional o fe- el que nos conduce a la conquista de los fenómenos
nomenológico, independiente de toda experiencia in- originarios y de las ideas cósmicas, haya sido descrito
ductiva e irreductible a la constitución psicológica como una actitud amorosa.
del hombre, es el que contiene la clave última de nues- Urdida por los sutiles hilos del amor, más que por
tra estructura gnoseológica; debe considerársele el los rígidos ligamentos de la razón, hállase la última
verdadero apriori originario. A esta nueva luz queda trabazón y unidad fenomenológica de las ideas en la
desvirtuado el prejuicio que identifica el apriorismo conciencia. Allí se descubre el fundamento y el prin-

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

cipio de las relaciones entre las esencias, lo que hace tra América, una gran figura de la lírica universal, es
que el conocer se transf01me en ser. porque representa en toda su plenitud ese sentido del
amor.
II. Concepto metafísico de Guillermo Francovich Conmovido este autor probablemente por el espec-
en la teoría del amor táculo de violencia cada vez más destructiva que
presenta el mundo contemporáneo, escenificado ante
Así como para Francisco Romero es la conciencia él para que lo recibiera como una experiencia directa
intencional el distintivo más característico de la con- en su nativo rincón americano, se pregunta cuál es la
dición humana, el amor significa parn Guillermo Fran- causa oculta y poderosa que impide que la humani-
covich el sentimiento que confiere la verdadera dad llegue a consumar su propia aniquilación. Y es
humanización. Lo cual nos sugiere la importancia fi- en la raíz metafísica del amor, en su función de "fuer-
losófica de su teoría en esta época de automatismo tan za creadora de humanidad y de vida", donde el filó-
proclive a la deshumanización. sofo halla la anhelada explicación. Esto es así porque
Su interpretación del amor es, dentro de la filo- el amor no es una entidad ideal, una idea platónica,
sofía de Francovich, uno de los capítuJ.os en que re- sino "una realidad positiva y eficiente".
salta más su ferviente afirmación de los valores hu- Ahondando en esta idea, el filósofo b liviano llega
manos. a la concepción del amor como m diador o demiurgo,
El amor por excelencia es presentado aquí como un la cual expone metafóri amente en su nuevo mito d
acercamiento cordial y comprensivo entr las perso- Supay. Éste se dirige a demo trar que el amor actúa
nas, diferenciándose por esto de otros sentimientos como un poder mod rador al produ ir "una f rma
más impersonales o difusos, cual el entusiasmo o la nueva de conviven ia" que restabl e el quilibri en
admiración. Es por ello que el amor se funda en un la vida, armonizando las t ndencias brutales del ins-
"sentimiento de id ntidad esencial entrn los hombres'', tinto con las exigencias absorbentes d 1 spíritu.
que lo hace permeabl a través de toda clase de ba- Surge, pues, 1 am r en sa z na limítr fe indefi-
rreras que se inventen para divididos como los pre- nible de contacto interpretación ntre lo biol6gi o
juicios, intereses, etcétera. y lo espiritual n que la vida humana adqui r su
Aun en los seres acorralados por el odio más inhu- sentido. En él e funden y ompl m ntan ambos as-
mano aquel tipo de amor s capaz de florecer, como pectos para plasmar la vida n t da su riqu za
en la Anna Frank del actualmente "Diario", cuyo im- plenitud.
pacto drnmático se debe a que está transido de esta Explorando las derivacion s metafísi as uel ámbito
palpitación estremecedora y comunicativa. en que el amor se ns .ñor a Francovi h ll ga a coin-
Si Gabríela Mish·al ha llegado a ser, al mismo cidir con Mariano lb ri o n lo que ést analiza como
tiempo que una de las voces más auténticas de nues- "sentimi nt s d continuidad vital" con 1 Cosmos,

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANA?

ya que la actitud que por virtud suya asumimos nos realización mecánica como quería el positivismo, lo
hace sentirnos unidos a la naturaleza y a las otras exis- cual nos ha conducido a esta competencia científica
tencias por "una especie de solidaridad y simpatía de los armamentos atómicos mientras las relaciones
universales". También podría interesarse establecer internacionales están dominadas por el odio y el te-
un enlace entre la raíz última del amor aquí descrito mor. En tanto que esta sea la situación dominante,
y el "subconsciente cósmico" descubierto por el mis- a su sombra prosperará esa política fanática que es-
mo Francovich sin haber llegado a abundar en sus timula los aspirantes a mártires que esta teoría del
vastas posibilidades. amor se propone extirpar por innecesarios.
Si meditamos ahora, adoptando la posición que nos En esta "nueva forma de conviviencia" que propo-
brinda esta teoría, sobre el problema de la voluntad ne Francovich podría estar la respuesta a la apela-
de forma que fue capaz de realizar el "milagro" de ción que Bertrand Russell, al obtener el premio Ka-
la fusión hispano-indígena en nuestro arte colonial, linga de 1957, acaba de hacerle a los mandatarios de
¿no se avendría mejor, para explicar ese poder de las dos grandes pot n ·as hoy predominantes, cuando
síntesis, atribuírsela al amor con el sentido antes apre- el gran filósofo inglés trata de convencerlos de que el
ciado y no a una reacción de rebeldía o resentimien- Occidente y el Orí nte deben admitir que "cada uno
to como piensa Angel Guido? deb aprender a vivir con 1 ob:o".
Teniendo en cuenta todo lo que antecede, se com- Para que est género d amor pueda abrirse paso,
prende bien que Francovich quiera ofrecernos una la ciencia y la técnica, en lugar d scJavizar al hom-
superación de ese amor asociado al sufrimiento que bre a su servicio, deb n consagrar e a mancipado de
ha adoptado una de las directrices del cristianismo en todas las limitacion s qu impidan la g n ralización
el amor liberador. del bi n star y 1 go e integral de la vida como el
En esta concepc;ión moderna del amor, que se aco- valor humano más pr ciado.
pla muy bien con los ideales americanos, se impugna En las in titu ion s filantrópicas actual s, como la
esa justificación metafísica del dolor como medio de fundación Rock f ller, d dicadas a f m ntar la inves-
redención del hombre que tiene por símbolo la cruz. tigación para combatir las nfermedad y auspiciar
Si el amor está en la esencia de la vida -como algo el florecimiento y la difusión de la cultura n todos
opuesto o sirviendo de contrapeso al instinto fanático sus a pectos, cri taliza ej mplarmente el am r de li-
de Freud, casi nos atreveríamos a interpretar- y cons- beración. S ntimi nto al que también r spond la
tituye la substancia propia de ésta, no puede ir con- creación de la UNESCO, que al prop nd r a la limi-
tra sí mismo negándole todo valor a la exi tencia en nación del analfabetismo, al mismo ti mpo que pro-
el mundo como ámbito de lo humano. cura convertir en ti rras laborables las zonas áridas
Mas para dirigirnos en el sentido antes apuntado del Globo por un sistema de coop ración int rnacio-
no podemos seguir supeditando la vida a los fines de nal, aspira a estrechar los lazos humanos en la tarea

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

de hacer del mundo una grata morada en la que resul- de consuno, la personalidad del otorgante, en una
tarán superfluos los organismos de seguridad cuando forma análoga a esa existencia como caridad descrita
el amor llegue a ser una verdadera "realidad positiva por Antonio Caso -capítulo IV-. Si por el amor dos
y eficiente". espíritus se ayudan mutuamente a levantarse de la
A esta meta habrán de llegar al cabo los hombres tierra, es porque "amar no es más que el modo de
lo mismo que Supay, el demonio indígena administra- crecer".
dor del dolor natural que se convierte en el protector En el amor se encuentra la única llave de la autén-
de sus antiguas víctimas ante la triste experiencia de tica felicidad humana, ya que él nos abre a raudales
la crueldad refinada de la civilización -en el mito los goces de la vida haciéndole perder todo sentido
de Francovich-. Porque en ello está en juego, como al sufrimiento, de tal manera que "no sufre quien
ha advertido Bertrand Russell, la supervivencia de la ama, aun cuando sufre". En esta idea parece haber
especie humana. un punto de contacto con la génesis del "amor libe-
rador" de Francovich.
III. Concep·to humano del amor en José Martí En su aspecto objetivo, el amor humano se mani-
fiesta para Martí en la capacidad constructiva -en su
Situado históricamente entre las influencias encon- sentido institucional-, única fuente de frutos públicos
tradas del romanticismo y el positivismo, el tempera- duraderos. Nada más opuesto a este concepto del
mento amoroso de José Martí cristaliza para hacer de amor creador de Martí que esos gobernantes latino-
él ese arquetipo del latinoamericano, definido recien- americanos que remedan "construir" en acero y ce-
temente por Fernando Díez de Medina como "el idea- mento a golpes de cruel inhumanidad. Éstos p ertene-
lista-práctico, soñador y dinámico al mismo tiempo".1 cen al segundo bando en que divide Martí a los
Su filosofía del amor, vivida antes que pensada, tie- hombres cuando distingue entre los que aman y fun-
ne el valor de una "radiografía" espiritual; es como si dan y los que odian y de hacen.
Las leyes positivas y aun las normas morales, ela-
desmontara ante nosotros el complejo de fuerzas que
boradas racionalmente, a menudo resultan inhumanas
gobiernan al hombre poniendo al descubierto el ar- en su aplicación. El amor, que es el sentimi nto uni-
cano de su inagotable vitalidad. tario y eminentemente definidor de la naturaleza hu-
El amor hace sentir su poderío incontrastable como mana, puesto que se desarrolla con la sociabilidad, es
promotor en las acciones humanas debido a que la primera y la ley universal entr los hombr s.
"sólo saca de sí su fuerza entera el que vive en la arro- El amor es lo que le da sentido al Universo. Porque
gancia interior de ser querido". el Universo, como el amor, es "Versus uní; lo vario en
El amor se prodiga en servicio social afirmando, lo uno."
1
Véase la revista "Bolívar", NQ 16, agosto de 1957. Bogotá. Por el amor los diferentes pueblos de la tierra se

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

concentrarán al cabo en uno y animados por él vi- la intensidad del impulso amoroso recibido en su jor-
virán sonrientes y en paz todos los hombres. nada migratoria del no ser al ser pleno; función atri-
buida por Miguel Angel Virasoro a la libertad.
N. El amor místico en José Vasconcelos En la forma más genérica antes expuesta ya puede
comprenderse que el amor goza siempre de una na-
Personalidad genuinamente humana en sus expe- turaleza mística, desde el momento en que su signi-
riencias amorosas, José Vasconcelos cree, por con- ficación se la da el esfuerzo rendido en pos de la
traste, en las horas de definición filosófica, que el recomposición en el Todo. Pero es con el surgimiento
único amor verdadero es el amor de lo Absoluto. del alma humana cuando el amor adquiere su perfil
Esta convicción no debe extrañamos, sin embargo, más neto espiritualizando la materia, hasta el punto
en una personalidad tan apasionada como la suya. Él de que se contempla este hecho como "otro caso de
mismo nos confiesa que erotismo y misticismo, aun- la aparición de las especies sobre el planeta, sólo que
que contrarios y enemigos en la práctica, por el fondo un caso trascendental".
se comunican "como las aguas de manantiales de una Opone Vasconcelos expresamente esta concepción
misma capa subterránea". al sistema hegeliano cuando establece que en los do-
Aquella relación entre dos aspectos tan disímiles minios del espíritu rige el amor y no la dialéctica. Y
-en la apariencia- del amor, principio aceptado por es que este nuevo orden instaurado por el amor no en-
la moderna psicología, forma parte del sistema monista gendra negaciones, sino que lo mueve siempre la "vo-
de Vasconcelos. De tal manera esto es así que, en luntad de incremento" para así acercarse a la natura-
ese juego faquiresco oficiado por el filósofo para ir leza divina.
desdoblando ante nosotros los más variados aspectos ¿Será esta idea del nuevo orden del amor la subli-
de la realidad, tomando como punto de partida un mación de las experiencias políticas de Vasconc los
elemento único -substancia o energía-, el poder que después de su intervención en las luchas y polémicas
lo ayuda a realizar tales maravillas de transformismo derivadas de la Revolución Mexicana?
es ese precisamente: el amor. Ofreceríase así una manera de rebasar progresiva-
Como "elemento de lo divino", el amor opera en mente las series de tesis-antítesis repr sentadas por
la encrucijada en que se bifurca el sentido de todo lo la sucesión de dictaduras y anarquías. Tal posible
existente: el mundo físico o material, que marcha en vinculación estaría abonada por su par ntesco con la
descanso hacia su aniquilación por la degradación de tesis de Antonio Caso acerca de "la existencia como
la energía, y la esfera de la vida en su proceso ascen- caridad" -capítulo V-, atribuida por nosotros a las
dente por superarse, que traduce la participación cada mismas circunstancias.
vez mayor de los seres en el Ser. La modalidad de Siendo el amor el dinamismo espiritualizante que
cada uno de estos seres es un resultado que refleja nos hace realizarnos en una jerarquía cada vez supe-

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFtA LATINOAMERICANAr

rior, por su virtud ha de efectuar el hombre el trán-


sito místico que, anticipando el destino remoto del
alma, le lleve a la comunión con el Ser Absoluto. Capítulo XII
Esta fusión del Creador con sus criaturas por me-
dio del amor místico define la esencia de éste: es el LA IDEA DE DIOS
ansia de unidad del espíritu para reintegrarse al Ab-
soluto de donde ha emanado y el cual lo sigue atra- ¿Es la religiosidad un elemento definidor del latino-
yendo hacia sí. americano, o solamente una actitud "ornamental"?
Pese al anticlericalismo que ha aparecido anexo a
Bibliografía ciertas épocas de convulsión ideológica -como en el
auge del positivismo-, movimiento que atañe más
Arroyo, Anita: Raíz y Ala (Una antología de Martf para la bien al aparato externo, administrativo, de la religión
juventud). Edi iones Lyceum. La Habana. 1954. -particularmente la católica-, la vida de nuestros
Astrada, Carlos: El fuego metafísico. Editorial El Ateneo.
pueblos sigue siendo dominada en la decisión de sus
Buenos Aires. 1942.
Francovich, Guillermo: Todo ángel es terrible (Obra inédita).
destinos por el sentimiento religioso.
Martínez Fortún, Carlos: Código martiano. La Habana. 1943. Si en otros ambientes más intelectualizados el ser
Ross, Waldo: Hijos de la roca. (El pensamiento de Guillermo se identifica con el conocer, nuestro hombre corres-
Francovich.) Ediciones Ori6n. México. 1954. (Consultar ponde · estrechamente a sus maneras de creer. Y lo
especialmente el cap. VI: La teoría del amor.) decimos en plural porque, en materia de creencias,
V asconcelos. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública. como en los demás sectores de la cultura, exi te una
México. 1942. gran variedad de matic s y gradacion s en Latino-
Vasconcelos, José: Tratado ae Metafísica. Editorial México américa no obstante su aparente unidad.
Joven. México. 1929. Aunque hemos de tener en cuenta que e trata d 1
Estética. Editorial Botas. México. 1936. producto quintaesenciado de mentes cultivadas, las
concepciones de Dios que a continuación ofre emos
reflejan nuestra situación con bastant fi lidad.
El Dios tan elaborado del sistema de Vas oncelos
no es más que la culminación del culto a la belleza
tan arraigada en nosotros; el Dios inmóvil de Farias
Brito, más que el éxtasis búdico, es la tendencia al
"'dengue" o pereza criolla, la inacción divinizada;
el Dios finito y múltiple de W aldo Ross es una
concesión a nuestro individualismo anárquico y al per-

240 241
ciCUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

sonalismo en materia religiosa. El Dios "redescubierto" Se refleja en la conciencia humana en el poder


por Rafael García Bárcena en esta hora de crisis uni- unitivo de las potencias del conocer, capacidad que
versal, es el don que brinda Latinoamérica a las demuestra la elevada jerarquía de lo anímico en su
mentes ateridas por el escepticismo con el cálido participación de lo Absoluto.
aliento vital de su fe. Y si el fenómeno estético es para él básicamente un
sistema de unidad por composición de heterogéneos,
l. El Uno Absoluto de José Vasconcelos no es difícil conocer por qué la belleza ostenta aquí la
esencia de la divinidad.
Todo el sistema filosófico de José V asconcelos, al- Así como el músico procede al transporte de una
gUJ11os de cuyos puntos claves hemos expuesto al tra- obra musical cuando quiere elevar su tono, el artista
tar de sus ideas acerca de la vida y el amor, culmina que desea crear una obra bella tiene que transportarla
armoniosamente, como la "coda" de una gran sinfo- del orden natural al sobrenatural -según esta tesis-.
nía, en su concepción de Dios. Símil que, sin embargo, no logra enteramente nuestra
El ansia irreprimible de totalidad que, según él, intención aclaratoria, porque en el primer caso sola-
distingue al verdadero filósofo, encama en su versión mente hay un ascenso uniforme, equivalente, ya que
del Ser Absoluto, que se despliega en su pensamiento cada nota conserva su disposición relativa, pero en
transido de esa rara mezcla de ciencia y de poesía que la creación artística ocurre una variación entrañable
caracteriza su mentalidad. que afecta la composición por el nuevo arreglo de las
Acoplado perfectamente con su credo filosófico mo- partes.
nista, el Ser Supremo se representa para él en el Contrariamente al criterio sustentado por el esteta
Uno Absoluto. Concepto que no envuelve ninguna español Manuel Abril, para quien la naturaleza es lo
alusión matemática, ni una abstracción o síntesis ló- divino y el arte una elaboración exclusivamente hu-
gica, sino la substancia única que constituye el Uni- mana, Vasconcelos sostiene en esta teoría que el ver-
verso organizada en un cuerpo viviente integral en su dadero artista es el que logra manejar de tal modo los
grado máximo de coherencia y existencia. elementos reales que ha de combinar, que revierte su
Unidad no formal, sino existencial, que se pone de sentido al orden espiritual que está más estr charo n-
manifiesto en los distintos géneros de la realidad te entrabado con las maneras propias del Creador.
-del modo estudiado en su teoría de las revulsiones La belleza no es para él sino el resplandor del Es-
de la energía en el capítulo V-, en el U no Absoluto píritu Santo, y lo feo, el antivalor de lo divino. Si la
"se cumple la máxima virtualidad de cada potencia". vida es fea como resuJtado de la lucha ntablada entre
O sea, que Él es la meta o arquetipo hacia el que sus factores, el arte ha de ser ajeno al sentido vital.
apunta toda posibilidad de superación en la escala Corolario de lo cual es la idea de que en el v rdadero
dinámica de los seres. arte palpita siempre un sentimiento religioso, una con-

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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOF1A LATINOAMERICANA?

ciencia de la conexión que liga a los creadores con el Descartando la soledad psicológicamente entendi-
Supremo Artista. da, sentimiento de angustia cuya reacción se dirig~ a
Por eso él identifica el frenesí artístico con el éxta- llenar el vacío que la origina, Ross enfila su atención
sis místico -trance que marca la última etapa de las hacia las manifestaciones fecundas de la soledad: la
revulsiones de la energía, el paso de lo anímico a lo soledad como intuición y la hipóstasis de la soledad.
trascendental-, porque sólo con la posesión divina Intuir la soledad viene a significar para él un des-
se alcanzan las cumbres de la belleza (el valor en su cubrimiento del ser inmanente que hay en cada hom-
grado máximo). bre, el contacto con la pura intimidad. Este núcleo
Nosotros creemos que en este punto podría estable- desolado del yo, al perder sus conexiones con el mun-
cerse un enlace de la filosofía de Vasconcelos con la do, adquiere la conciencia de sus propios límites en
de otro pensador de complexión tan distinta como un universo dicontinuo y fraccionado que Ross de-
Guillermo Francovich en su teoría del "subconsciente nomina "multi-verso". Vivencia que produce la no-
cósmico". Cuando al tratar de la tierra nos referimos ción de la calidad finita del ser.
a esta última teoría, dijimos que el baquiano podría Mas la soledad así intuida no conduce necesaria-
tomarse como el tipo de hombre que la ilustrara, por- mente al solipsismo de las individualidades impene-
que su intuición telúrica le permitía penetrar en el trables, encerradas en sí mismas como la ostra en su
secreto a que obedecen las formas, los colores, la con- concha. Al afirmarse el ser personal en la noción de
sistencia y la distribución de los elementos naturales su soledad, comprende que otros seres participan
del paisaje. En Vasconcelos es el artista la encarna- de este ingrediente potencial con el cual pueden en-
ción viviente de su teoría del espíritu concreto, que trecruzarse sus propios destinos. Esta comunidad o
adoptando la forma de una conciencia metafísica hasta comUJDión es posible si se tiene a la soledad
-equivalente del subconsciente cósmico- descifra la por la substancia de lo metafísico o raíz última del
clave de lo Absoluto por las vías del amor y la belle- ser -papel atribuido por Virasoro a la libertad-. Pero
za, que establecen para él la comunicación directa con es que aquí también la libertad, entendida como libe-
Dios. ración, resulta ser una de las "caras" de la soledad.
La soledad creadora de Ross adquiere su sentido
II. El Dios finito y múltiple de W aldo Ross trascendental al transformar el proceso natural en pro-
ceso histórico. Lo cual quiere decir que abre una in-
En el polo opuesto al U no Absoluto de José Vascon- terrogación en el ciclo evolutivo de la vida, haciendo
celos se halla la concepción del dios finito y múltiple posible la aventura, la sorpresa. Si la vida no es ya
del filósofo chileno W aldo Ross. algo dado por entero, inmutable o eterno, o siquiera
Esta idea de la divinidad se sustenta, o mejor con- previsto, el ser deviene en anhelo de ser, dándole
siste, en una "metafísica de la soledad". paso al futuro, a lo que será.
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¿CUÁLES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA?

Permítasenos un breve paréntesis para dejar apun- que se encumbran sobre sus pueblos a título de tales
tado ahora que el concepto arriba expuesto acerca de y que prevalidos de ese fuero "sagrado" se comportan
la historicidad y el sentido del futuro que entran en la inhumanamente para "eternizarse" en su posición.
soledad son un síntoma de la sensibilidad "társica" Otro aspecto concurrente al fenómeno arriba des-
que anima a su autor (para utilizar la clasificación crito, en el sentido de coadyuvar a crearle un clima
típica de Francovich). propicio, es el mesianismo contenido en la confesión
El impulso que mueve este anhelo de ser en que va íntima del autor de esta teoría cuando nos dice: "Mi
cuajando la soledad es la fe heroica, puesto que la fe alma se me aparece como una legión de sentimien-
constituye la substancia misma de las cosas que se tos, de ideas, de emociones, siempre prestas a escu-
esperan, opinión esta última de san Pablo compar- char el mensaje cesáreo 1 de un futuro heroico". Sólo
tida por W aldo Ross. que este mensaje del futuro que cree escuchar Waldo
Merced al heroísmo que se va objetivando en actos Ross, "sopla" hacia el pasado como para permitirle
y en hechos que adquieren independencia y una di- demostrar su propia teoría del tiempo latinoamerica-
mensión propia que los perpetúa en e] tiempo se va no -expuesta en el capítulo 1-. Mensaje cesáreo que
gestando lo eternizable -eternidad dinámica y parti- siempre nos ha llegado envuelto en una espesa capa
cularizada-, en cuya trama se recoge el sentido del de sangre y lodo.
ser poético que se inspira en la soledad. Quizá la teoría del amor liberador de Francovich
Entretejido por las fibras más intensas del heroísmo pudiera servir de antídoto contra las posibles degene-
que forma nuestra historia, Dios no es el creador de raciones de esta idea en la forma de una cura de
tal proceso -nos dice Ross-, por el contrario, éste es ''heroísmo".
el que engendra a la divinidad. "Por eso Dios es finito
y múltiple, como finito y múltiple es el tejido de ac- III. El Dios inmóvil de Raimundo de Farias Brito
tos heroicos sobre el cual Él se origina."
Aunque esta concepción expresa intelectualmente La idea de Dios de Raimundo de Farias Brito es
una de las vetas más características de la p rsonali- una consecuencia de su teoría de la voluntad -ana-
dad latinoamericana, del hombre forjado en la epope- lizada en el capítulo IV correspondiente a este
ya, primero de la conquista y luego de la revolución; tema.
la exaltación de ciertos valores personales que ella
Si la voluntad es una manifestación de nuestra im-
entraña encierra UJD peligro que no debe escapar a la
perfección radical -como sostiene Farias Brito-, por-
penetración del crítico que contempla la filosofía
como algo más que una visión espectral. que ella es la resonancia psíquica de todas nuestras
Al hacer esta consideración estamos pensando es- necesidades, de cuanto nos falta para estar comple-
pecíficamente en el endiosamiento de los ''héroes" 1 Subrayado nuestro.

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tos, el ser perfecto no ha de tener voluntad, ya que de hacer. El mundo viene a ser, pues, la actividad del
nada puede carecer por estar completo en sí mismo. pensamiento divino: "Dios pensando".
Y como la voluntad, producto de nuestras necesi- Este ideal filosófico de Dios nos recuerda, salvando
dades, es la fuerza motriz de la vida, la fuente primor- las distancias, la letra de un antiguo son cubano que
dial de todas las causas que nos impulsan a actuar y expresaba, como máxima aspiración de la indolencia
a esforzarnos, Dios es, por tanto, el ser inmóvil, in- criolla, el deseo de que por el solo hecho de pensar
mutable y eterno. una cosa ya ésta se realizara sin demandar esfuerzo
¿Por qué ha creado Dios, entonces, el mundo, y alguno:
cómo ha sido esto posible de acuerdo con la esencia
que aquí se le asigna? "Yo no tumbo caña, que la tumbe el viento,
Dios no crea por necesidad -nos explica Farias que la tumbe Lola con el pensamiento."
Brito- sino por amor. Pero este amor no es en Dios,
como en nosotros, también una necesidad; es el océano IV. El "redescubrimiento de Dios"
sin fondo de la bondad infinita, venero inagotable por Rafael García Bárcena
de todo bien. Es el Ser en su plenitud tendiendo a
multiplicarse y a producir. En su fundamentación de la idea del Ser Absoluto
Este filósofo brasileño hace también una distinción el filósofo cubano Rafael García Bárcena ha aborda-
fundamental entre los modos de producción humano do con paso firme y valiente problemas que atañen
y divino. Toda realización del hombre comienza por a la constitución de la filosofía en su aspecto más
ser concebido como idea. Siendo el trabajo de la eje- universal.
cución "difícil y demorado", lo cual se debe a la Alega este autor haber intentado "alcanzar el tér-
imperfección de nuestro conocimiento, sucede a me- mino de la corrí nte de pensami nto iniciado por
nudo que la mayor parte de nuestras concepciones Husserl", pero más que eso ha logrado -como él tam-
no llegan a concretarse. bién ambicionaba- remontarse hasta su raíz para
Ante esta imagen del hombre tropical que deja des- hacerla producir, revolucionariamente -como buen
vanecerse sus sueños en el aire, nos hu hiera gustado latinoam ricano-, un fruto aromado de un nuevo sen-
conocer la reacción de Farias Brito -de haber vivido tido y original conformación. Porque si en el flujo
aún- si pudiera contemplar la febril actividad del de la conciencia del filósof alemán las experiencias
Brasil industrialista en los días que corren. inmanentes se diseccionan con la más p rfecta asepsia
La clave de la creación divina radica en que Su para extraer de ellas las ideas esenciales frías y yertas,
pensamiento se identifica con la realidad, es decir, despliegue de especímenes aislados en tubos de ensa-
para Él no puede haber distinción alguna enh·e la yo, para el filósofo de nuestras tierras la conci ncia
concepción y la ej cución. En Dios pensar equivale a bulle con fervor inusitado en su ansia de Absoluto y

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¿CUALES SON LOS GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFlA LATINOAMERICANA?

el hilo conductor de su pensamiento es como una ar- que está detectando el objeto a que ha de dirigirse
teria palpitante que se niega a dejarse seccionar para para mantener su integridad.
no interrumpir su ciclo vital. Pasando de la irritabilidad, que es factor originario
A esta idea de Dios podrían trazársele algunos an- de lo biológico, a la intencionalidad o actividad ca-
tecedentes lejanos de nuestra cultura. En su raíz es- racterística de la vida psíquica, llegamos a la fe como
té~ca el anhelo de perfección del Eros platónico, y en función vital por excelencia para cumplir los fines
el rmpulso de la reconversión, en su apasionada "vo- de la vida espiritual.
luntad de creer", el "pathos" ibérico del amor en san Y como la fe o intencionalidad espiritual, atributo
Agustín. En la contextura de su fe, cristalizada como exclusivo de la criatura humana, apunta en su aspi-
"~tenci~n~lidad ~spiritual'', un análisis minucioso po- ración a objetos absolutos el hombre se singulariza
dna qmza también decantar en ella el ingrediente como "el ser viviente excepcional con ne esidades
primario del principio de razón de Occidente, armóni- que no pueden satisfacerse con objetos de este
camente combinado con la profunda intuición mística mundo".
del Oriente: puente colgante tendido por la men- Tanto las actividades teoréticas que se dirigen a la
talidad filosófica de Iberoamérica entre las dos mita- investigación científica, como las estéticas o creadoras
des irreconciliables del mundo actual. de la obra de arte y las éticas, fundament de la mo-
Veamos cómo en el concepto de la necesidad vital ral, son consideradas por este autor funciones secun-
tal co~o García Bárcena lo desarrolla para elabor~ darias derivadas de la fe original. Todas ellas pro-
su tesis en torno de él como pivote, hallan al cabo su penden, por diferentes vías, a la reincorporación del
c?n~iliación la razón y la fe, dos términos de aparien- hombre a la realidad de que forma parte, que no es
cia mocua. cuando manejados intelectualmente, pero ya un medio como en lo biológico, ni la vida para lo
que actualizados en actitudes dilemáticas han contri- psíquico, sino la realidad total.
buido más a la desintegración de la humanidad que la Ese centro metafísico a que hace refer ncia la vida
fórmula de la división nuclear a la bomba atómica. humana, que actúa como su "cualidad configurante"
Consecuentemente con la idea de estructura que puesto que le sirve de fundamento dotándola de sen-
este autor sustenta para explicar la vida como una tido y validez, ha de reunir en sí todas las condicio-
unidad funcional dotada de sentido nos lleva desde nes del Ser Absoluto que reclama y qu nombra la
sus m~nifestaciones primigenias hasta las más eleva- conciencia intencional en los distintos matices de sus
das afmcándose en el principio de que cada función funciones especializadas. Ha de ser supremamente
inmanente inscrita en los seres animados tiene su co- poderoso e inteligente, como para hab r producido
rrelación en un objeto de su mundo trascendente. esa sorprendente estructura que es el C smos y en
O séase, que todo viviente, al expresar una carencia éste la criatura humana y el compendio d la Verdad,
se convierte de hecho como en una pantalla de rad~ la Belleza y el Bien a que aspira la intencionalidad es-

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piritual en las tres ramas en que se bifurca: teorética, lectualtizado, que sólo apele a la razón. Producto de
estética y ética. la experiencia vital íntegr;;t, de la cual es la experiencia
Podría objetarse que esos valores absolutos a que religiosa suma y culminación, desde los estratos más
se dirigen los fines de la vida humana sufren una ver- profundos de nuestro ser brota como el imperativo
dadera aberración en determinados individuos, de la de un Dios viviente que nos haga el objeto de su
misma manera que el apetito de algunos niños se amor. (Nótese en este punto cierta coincidencia de
descarría en su inclinación a comer tierra, tinta u la intencionalidad con el amor místico de Vasconcelos
otras substancias impropias para la salud. Pero la es- referido en el capítulo anterior. )
pecie humana como tal -sostiene este autor- conser- Mas para llegar a esa fundamentación ontológica
vará siempre en sus necesidades vitales la aptitud del Ser en su efectiva y consistente realidad divina
para discernir cuáles son los fines que ha de perseguir hace falta pasar de la fe ingenua e impulsiva a la fe
el hombre. "Lo que trae el aval de la vida es", por deliberada o crítica.
tanto, "insospechable de relatividad para el ser hu- De la fe irreflexiva que suele dotar al objeto tras-
mano". cendente Dios de una serie de notas que entran en
La vida humana, para realizarse plenamente, ne- pugna con los descubrimientos aportados por la cien-
cesita vivirse afincada en la realidad de su sentido cia o con los más entrañables sentimientos de huma-
absoluto. A la frustración de esta necesidad vital su- nidad, se pasa fácilmente al "ateísmo infecundo", que
prema pudiéramos atribuir -como una aplicación de llega a negarle a la fe todos sus derechos en nombre
esta teoría- esa angustiosa impresión de estar al ga- de la razón. Este hecho tiene lugar tanto en el cur-
rete que apremia al hombre contemporáneo y al oc- so de la vida de los individuos como en la evolución
cidental, particularmente, debido a que parece estar histórica de los pueblos, cuyo jemplo más patente
perdiendo la facultad de vivir los valores que postula es el de Occidente.
-como ya indicamos en el capítulo VIII al analizar la La inconsecuencia de tal negación racionalista es
tesis histórica de Leopoldo Zea-. Caso típico de este demostrada por el filósofo haciéndonos comprobar
estado de desintegración espiritual es el de Waldo que la fundamentación de toda realidad tiene que
Ross con su Dios finito y múltiple, para quien el Uni- ser dada, en última instancia, por un acto de fe; ver-
verso, desarticulado en su sentido positivo, se ha bigrancia: la realidad del mundo físico y la existencia
transformado en un "multi-verso". de un yo individual, que de otro modo afrontarían la
Expresado lo que antecede se comprende que el posibilidad de quedar en una alucinacjón colectiva y
objeto metafísico que el hombre requiere para su una mera ilusión respectivam nte.
coordinación con la realidad total no ha de ser ya Siendo am has, la razón y la fe, funciones vitales no
Algo, sino Alguien. Y este Alguien no puede reducir- tienen por que excluir , sino que deben actuar coor-
se a un Ser Sobrenatural o Dios abstracto, frío e inte- dinadamente. La fe d purada o crítica, que nos ofre-

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ce el balance de todo aquello en que legítimamente
podemos creer, es el resultado de un diálogo entre
la razón y la fe, en el que entran también como tes-
tigos de cargos la afectividad y la voluntad con sus
propias experiencias. Porque dentro de la unidad de
la estructura humana el hombre no puede limitarse
a ser, como sujeto de conocimiento, meramente un
"ente juzgante", sino un ser vivo que a la vez que
piensa siente, quiere, cree y crea.
El Dios "redescubierto" por esta nueva fe no es
sólo el objeto de la experiencia individual -nos dice
el filósofo-, puesto que tal proceso "puede afirmarse
que está verificándose lentamente en la conciencia
espiritual de Occidente a todo lo largo de la presente
centuria". Este libro ha sido impreso
en los talleres de Nooaro
El mensaje de fe que esta concepción representa Editores - Impresores, S. A.
está llamado a tener una gran trascendencia en el Calle 4, Nos. 7, 9 11 11,
Fraccionamiento Industrial,
mundo actual, ya que fe es, sobre todo, lo que el hom- San Bartolo Naucalpan,
bre contemporáneo necesita para continuar luchando Edo. de México, con una
por los valores que le dan sentido a la existencia. tirada de 15,000 ejem-
plares y se terminó el
.23 de noviembre de
fübliografía 1959

García Bárcena, Rafael: Redescubrimiento de Dios. Edito-


rial Lex. La Habana. 1956.
Ross, Waldo: Soledad y heroísmo en la vida de Dios. República
Dominicana. 1957.
Sánchez Reulet, Aníbal: La filosofía latinoamericana con-
temporánea. Unión Panamericana. Washington. 1949.
(Ver: Raimundo de Farias Brito, especialmente las
páginas 126-38, A vontade como conceito negativo, selec-
ción de la obra de Farias Brito O mundo interior, Río
de Janeiro. 1914).
Vasconcelos, José: Estética. Editorial Botas. México. 1936.

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