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HISTORIA DE LA ALBAÑILERIA

En los primeros años del siglo XX, muchas viviendas unifamiliares (casas de 1 a 3 pisos) y viviendas
multifamiliares (edificios de 3 a 5 pisos) se levantaron usando albañilería simple de ladrillo macizo,
tanto para muros portantes como no portantes. En estos edificios antiguos, los muros portantes
tienen 0.25m de ancho independientemente del número de pisos. Los muros no portantes
interiores usualmente tienen 0.25 o 0.15m de ancho y se denominaban muros de amarre. Muchos
de estos edificios han soportado varios sismos, muy probablemente a que están sobre suelo de
buena calidad y a que cuentan con una alta densidad de muros en las direcciones principales de la
estructura, ver fig. 1 (San Bartolomé, 1994).

Aproximadamente desde 1940 se introdujo las columnas de concreto como elementos de


confinamiento en muros portantes, los que además funcionaban como arriostres para carga
perpendicular a su plano. Este tipo de refuerzo en la albañilería en el Perú aún carecía de estudios
experimentales y de ingeniería. Luego, la necesidad de mayores espacios en construcciones
urbanas llevaron al uso de muros más delgados, de 0.15m o menos, reduciendo la densidad de
muros (área de muros respecto al área en planta). El terremoto de 1970 produjo algunos colapsos
de edificios de 2 pisos en Chimbote, los que eran de albañilería simple (sin columnas). Este
terremoto mostró claramente la necesidad de incorporar refuerzos a estas edificaciones. La
albañilería confinada se volvió el sistema constructivo más popular para edificaciones de baja y
mediana altura en las ciudades. Según el reglamento, éstas podían ser de hasta 5 pisos, para evitar
la necesidad de incluir ascensores. Entre 1961 y 2005, se han desarrollado cinco censos nacionales
de vivienda en el Perú, además de otros más de población. Una pregunta significativa del censo de
vivienda es “¿Cuál es el material predominante en las paredes?” Al comparar los 2 últimos censos
de vivienda, se observa que los muros de ladrillo y de bloques han desplazado al adobe como el
material predominante (Tabla 1).

En 1982 se promulgó la primera norma moderna de diseño y construcción de albañilería (ININVI),


la que tenía algo de respaldo experimental pero que adolecía aún de temas no investigados en las
condiciones peruanas de materiales y mano de obra. Esta norma permitió a los ingenieros
proyectar y construir edificios de hasta 5 pisos de albañilería confinada de 0.15m de ancho (fig. 2
izq.), además de edificios de albañilería armada. En los últimos 30 años, el crecimiento de
construcciones populares e informales han mal interpretado la manera como debe trabajar la
albañilería confinada. Se piensa equivocadamente que las columnas y vigas de concreto son más
importantes que el muro de albañilería, es decir se le presta cada vez menos atención a la calidad
del muro (materiales y mano de obra). Tan es así, que se usan erradamente ladrillos huecos y
ladrillos tubulares para muros portantes de carga vertical y de sismo. En forma paralela, se han
levantado diversas edificaciones de albañilería armada, básicamente de viviendas en Lima (fig. 2
centro). Otras edificaciones que utilizan ladrillos para muros de albañilería portantes y no
portantes son oficinas, hoteles, restaurantes, hospitales y centros educativos. En común, se trata
de edificaciones de pocos pisos (fig. 2 der.).

Los recientes terremotos han demostrado la importancia de: 1) tener una buena densidad de
muros y 2) usar ladrillos macizos, para prevenir daños. Varias casas en Tacna (2001) y en Pisco
(2007) han colapsado o tienen daños severos por estas causas. En Nasca (1996), Arequipa y
Moquegua (2001), y Pisco e Ica (2007) se han observado daños importantes en edificios
educativos y otros por la presencia de tabiques de albañilería que han interactuado con columnas
de concreto

TRABAJOS REALIZADOS CON ALBAÑILERÍA

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