Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
CAPÍTULO 120
Capítulo 120
TRATAMIENTO URGENTE DE HERIDAS
(HERIDAS POR ARMA BLANCA Y DE FUEGO)
V. Delgado Alcalá - D. Cuevas del Pino - M.J. Estebarán Martín
DEFINICIÓN
Una herida es la consecuencia de un traumatismo mecánico que provoca solución de
continuidad en la superficie de un tejido o un órgano.
CLASIFICACIÓN
1. Según el mecanismo
▲ H. incisas: por un agente cortante. Bordes limpios. Sangran mucho.
▲ H. contusas: por objeto de superficie roma. Bordes contundidos. Sangran me-
nos.
▲ H. punzantes: por objeto puntiagudo. Predomina la profundidad sobre la su-
perficie.
▲ H. por desgarro o arrancamiento: una tracción violenta origina separación,
irregularidad y despegamiento de bordes.
▲ H. por mordedura: potencialmente infectadas.
▲ H. abrasivas: por roce; afecta a epidermis.
▲ H. por aplastamiento: lesión superficial aparentemente banal pero puede com-
plicarse con un síndrome compartimental.
▲ H. por arma de fuego: el orificio de entrada suele ser menor que el diámetro
del proyectil y el orificio de salida mayor. En disparos a corta distancia el ori-
ficio de entrada presenta estallido de tejidos.
2. Según la forma
▲ H. lineales: rectas, curvas, estrelladas…
▲ H. en colgajo: separación tangencial de los tejidos unidos por un pedículo.
▲ H. con pérdida de sustancia: sección total sin pedículo de unión, con pérdida
cutánea.
3. Según la gravedad
▲ H. simples: superficiales, no afectan a estructuras nobles (vasos, nervios, tendo-
nes…).
▲ H. complicadas: profundas, afectan a varios tejidos.
▲ H. graves: penetrantes (penetran en cavidades) o perforantes (penetran y lesio-
nan vísceras).
CLÍNICA
1. Local: dolor (variable según la zona del cuerpo, mecanismo de producción, um-
bral de dolor, estado psíquico,etc.), hemorragia (arterial: sangre roja sincrónica
con los latidos cardíacos; venosa: oscura y sin presión; capilar: roja de aspecto
difuso, “en sábana”), separación de bordes de la herida. Alteraciones en la mo-
tilidad o sensibilidad.
2. General: Depende del tipo de herida así como los órganos y tejidos a los que in-
teresa la lesión. Grandes heridas con hemorragia profusa clínica de shock hipo-
volémico.
946
MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS
EXPLORACIÓN
El objetivo de la exploración es determinar la gravedad de la lesión y sus potenciales
complicaciones. Se debe valorar:
1. Estado general.
2. Lesiones asociadas (vascular, ósea, nerviosa, tendinosa, politraumatismo, etc).
3. Características de la herida.
▲ Limpia o contusa.
▲ Pérdida o no de sustancia.
▲ Localización topográfica y profundidad.
▲ Grado de contaminación y tiempo transcurrido desde la lesión. El tiempo lími-
te para poder suturar una herida es 6 h (excepto cara y cuero cabelludo 12-24
h); un tiempo superior a 6 h obliga a cicatrización por 2ª intención.
El cierre primario de la piel y tejido subcutáneo nunca está indicado en heridas
fuertemente contaminadas.
▲ Herida tetanígena: > 6h de evolución, bordes contusos, > 1 cm de profundidad,
con tejido no viable y contaminantes, producida por arma de fuego, quemadu-
ra, congelación, asta de toro, etc.
TRATAMIENTO
1. Anestesia. Se puede utilizar anestesia local dependiendo del estado general, ex-
tensión de la herida, localización y grado de colaboración del paciente. Se suele
emplear Scandicaína 1-2% hasta 50 ml, cuya acción es inmediata y dura 3-5 h.
No se aconseja el uso de ningún vasoconstrictor tipo adrenalina, ya que a los
efectos sistémicos se añade una disminución local de las defensas; prohibida en
zonas acras.
En heridas contaminadas se prefiere el bloqueo nervioso regional y la infiltración
perilesional a la infiltración intralesional por el riesgo sobreañadido de extender
el inóculo bacteriano.
2. Asepsia. Lavado de la herida con suero fisiológico y agentes antisépticos (Povi-
dona yodada, Clorhexidina).
3. Exploración y limpieza quirúrgica. Identificación y eliminación de cuerpos extra-
ños y tejido desvitalizado. Descartar afectación de vasos, nervios, tendones, etc.
Es imprescindible la extracción de todos los cuerpos extraños, la eliminación del
tejido no viable, la hemostasia cuidadosa y la irrigación a presión de las superfi-
cies contaminadas.
4. Sutura de la herida. Material de sutura: se utiliza material reabsorbible (Vicryl,
Dexon) para tejido subcutáneo, mucosas o músculo, y material irreabsorbible (se-
da, nylon, dacrón, polipropileno) para piel. Las tiritas estériles de esparadrapo
son útiles en heridas pequeñas, en cara y niños. Se deben seguir las siguientes
normas básicas:
▲ Suturar por planos sin dejar espacios libres.
▲ Suturar sin isquemizar, basta con aproximar bordes.
▲ Generalmente usar puntos simples.
▲ Dar puntos equidistantes.
▲ Dar primero los puntos de referencia.
▲ Evertir los bordes para asegurar el contacto dérmico.
▲ Dejar los nudos a un lado de la herida para facilitar su retirada.
5. Drenajes. Indicados en procesos supurativos o en los que la hemorragia o exu-
dación de líquido comprometen el resultado final. Pueden ser abiertos (Penrose,
947
CAPÍTULO 120
COMPLICACIONES POSTQUIRÚRGICAS
- Infección: inflamación alrededor de la herida y a veces supuración. Se deben reti-
rar puntos, drenar el pus, lavar con suero y yodo, dejar drenaje y administrar an-
tibioterapia.
- Hematoma: debe drenarse y aplicar vendaje compresivo.
- Dehiscencia: se dejará cerrar la herida por 2ª intención.
- Necrosis: se realizará desbridamiento del tejido necrótico y curas locales.
B.-HERIDAS PENETRANTES
Si tras la exploración local se confirma que la lesión es penetrante pero el pacien-
te está estable, puede realizarse TAC o punción lavado peritoneal y exploraciones
físicas seriadas durante un periodo de observación.
Sólo en el 30% de las heridas por arma blanca existe lesión de órganos intraab-
dominales.
▲ Pruebas diagnósticas:
● Rx simple: presencia de aire libre en cavidad peritoneal (neumoperitoneo); en
heridas penetrantes ayuda a localizar la zona de penetración e intentar valorar
el trayecto seguido por el arma.
● Punción lavado peritoneal: positivo si hematíes > 100.000/mm3, leucos >
500/mm3, amilasa >20 UI/l, bilis, contenido intestinal.
● Eco abdominal: identifica líquido libre. Regla de las cuatro “P”: región pericár-
dica, perihepática, periesplénica y pélvica.
● TAC toracoabdominal: poco sensible para determinar lesiones en vísceras hue-
cas y diafragma en heridas penetrantes.
● Arteriografía
● Estudios con contraste
● Laparoscopia diagnóstica
Manejo y tratamiento:
La decisión de tratamiento quirúrgico se basa en la situación del estado hemodi-
námico, el mecanismo de la lesión y localización de la misma.
La existencia de shock, evisceración, irritación peritoneal en la exploración, hemo-
rragia no controlada o en las heridas por arma de fuego estaría indicada la la-
parotomía urgente.
Consultar capitulo 117: Trauma abdominal penetrante. Ver protocolos.
BIBLIOGRAFÍA:
▲ Jover JM, López-Espadas F, editores. Cirugía del paciente politraumatizado. Madrid: Arán;
2001.
▲ Hernando A, Martínez Monzón C. Biomecánica del traumatismo. En: Hernando A, Rodrí-
guez Serra M, Sánchez Izquierdo JA., editores. Soporte Vital Avanzado en Trauma. Barce-
lona: Masson; 2000. p. 25-48.
▲ Sánchez-Izquierdo JA, Caballero R. Traumatismo torácico. En: Hernando A, Rodríguez Se-
rra M, Sánchez Izquierdo JA., editores. Soporte Vital Avanzado en Trauma. Barcelona: Mas-
son; 2000. p. 155-170.
▲ Cushing BM, Clark DE, Cobean R, Schenarts PJ, Rutstein LA. Blunt and penetrating trauma –
has anything changed? Surg Clin North Am 1997; 77: 1321-1332.
▲ Bellamy RF. History for penetrating chest trauma. Chest Surg Clin North Am 2000; 10: 55-
70.
▲ Von Oppell UO, Bautz P, De Groot M. Penetrating thoracic injuries: what we have learnt.
Thorac Cardiovasc Surg 2000; 48: 55-61
▲ Sánchez Olaso A, Arvez P. Principios generales en el tratamiento de las heridas. En: More-
no J, Vincent E., editores. Urgencias Quirúrgicas. Madrid: Arán; 1992. p. 25-38.