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GENERALIDADES SOBRE CHAMANISMO

1. Preámbulo

El chamanismo antiguamente era practicado por una verdadera élite sacerdotal y lo que ahora
conocemos como chamanismo, después de quinientos años, no es el chamanismo auténtico, este
chamanismo actual está desprovisto de lo que se conoce como trabajo de autodescubrimiento.
Podríamos decir que el chamanismo que se practica ahora es, como la medicina oficial, donde el
paciente va al médico para que le solucione el problema y el doctor intenta solucionarle su afección
a través de unas sustancias químicas sin llegar a la esencia de la enfermedad.

Juan Ruiz Naupari

Una definición que a mi me gusta mucho pues compendia lo que yo entiendo por
chamanismo: El chamanismo es un modo disciplinado de obtener ayuda y conocimientos, basado
en la premisa de que no tenemos necesidad de limitarnos a operar en una realidad, una
dimensión, cuando necesitamos ayuda. Existe otra realidad que nos puede prestar ayuda en la
vida, una realidad llena de belleza y armonía, dispuesta a ofrecernos el mismo tipo de sabiduría
sobre el que leemos en los escritos de los grandes místicos y profetas. Lo único que debemos
hacer es mantener la mente libre de prejuicios y realizar el esfuerzo para seguir la senda del
chamán.

Michael Harner

No se puede hablar de chamán ni de chamanismo en términos genéricos, ya que hoy en día


coexisten distintos tipos de chamanes y de chamanismos en nuestro planeta.

Lo que diferencia a unos de otros es, en primer lugar, su propósito y en segundo lugar la tradición a
la que pertenecen y la formación que han recibido.

Según Juan Ruiz Naupari, el propósito original de chamanismo era el autoconocimiento y como tal,
constituye uno de los caminos más antiguos hacia el despertar del ser humano o la iluminación,
como se le llama en otras doctrinas. A éste tipo de chamanismo Juan lo llama chamanismo
esencial para diferenciarlo de los propósitos ulteriores que, al paso del tiempo, fueron adquiriendo
los herederos de la tradición que se separaron cada vez más del antiguo conocimiento.

Entre estos propósitos ulteriores, el más difundido en la actualidad es la sanación, principalmente


de síntomas y enfermedades psíquicas y físicas; pero también hay quienes utilizan los llamados
“poderes chamánicos” para el ataque y la defensa, o simplemente para ganar dinero propiciando
una especie de “chamanismo turístico” que responde a la demanda de “viajes” utilizando las
llamadas plantas de poder, como bien advierte Josep Maria Fericgla, investigador catalán y gran
erudito en el tema.

Para entrar en contacto con un “chamán auténtico”, lo primero es, definir qué es lo que queremos
para saber qué tipo de chamán nos interesa. Puede ser que queramos tener una experiencia con
una planta sagrada y necesitar un “chamán turístico”.

Puede ser que queramos adquirir “poderes” para explorar nuestras capacidades psíquicas y
busquemos un “chamán brujo”.

Puede ser que estemos enfermos y necesitemos un “chamán sanador”

Quizá realmente estemos listos para entrar en la recta final del viaje de regreso a nuestra esencia y
podamos comprometernos con la senda del chamanismo esencial.

Por regla general, cuando definimos claramente lo que deseamos y no deseamos nada más, o sea
cuando logramos unificar nuestra voluntad en un solo sentido, es cuando encontramos lo que
buscamos. Es por esto que en el argot chamánico se dice que “cuando el alumno está listo,
aparece el maestro”.

Siempre vibramos a una frecuencia determinada a la que el Universo responde emparejándonos


con aquellas personas, situaciones o cosas cuya frecuencia es similar a la nuestra.

Las dudas, los miedos y los objetivos contradictorios alejan de nuestro campo de experiencia
aquello que aún no deseamos con nuestra voluntad unificada.

Así es que, definir exactamente qué es lo que deseamos es el primer paso para conseguirlo;

el segundo es unificar nuestra voluntad;

y el tercero, permanecer relajadamente atentos para percibir las señales de su inminente aparición.

Esto no necesariamente quiere decir que debamos sentarnos a esperar que el chamán adecuado a
nuestros propósitos se materialice delante de nosotros, simplemente quiere decir que nuestras
averiguaciones, nuestros intentos y esfuerzos por conseguir lo que buscamos, sólo tendrán éxito
cuando nuestra voluntad esté unificada en un único sentido, lo cual nos hace sentir relajados y
seguros de que eventualmente lo conseguiremos.

En relación al tema que nos ocupa podemos mencionar que dentro del chamanismo:

1) Las plantas se consideran sagradas;

2) son utilizadas en ceremonias o rituales específicos que sostienen y renuevan la


cosmovisión del grupo cultural;

3) existe un mundo distinto a éste al cual se tiene acceso por medio de las plantas, en ese
ámbito secreto de la existencia tienen lugar experiencias provechosas y se adquieren
valiosos conocimientos;

4) el empleo de estas sustancias forma parte reconocida de la membresía del grupo, o algún
subgrupo significativo;
5) estas plantas pueden ser utilizadas por quienes tienen la habilidad para curar o para
producir otras veces, cambios en el mundo ordinario mediante su aplicación.

Las Esencias Chamánicas, fruto de la manipulación energética de plantas sagradas mexicanas,


son inductoras de estados elevados de conciencia, la mayoría de las veces inconscientes pero muy
coherentes para aquellos que ya están preparados para acceder al conocimiento que las mismas
traen consigo.

En sus apuntes encontraran una síntesis bibliográfica respecto al tema del chamanismo, misma
que tiene el objetivo de darles un conocimiento mas amplio al respecto mismo que si intentara
abordar aquí igual nos llevaria todo el tiempo que tenemos dispuesto para el curso de esencias
chamanicas.

¿De dónde vienen los poderes de un chamán?

Pachita fue una de las más grandes chamanas de México. De pequeña fue abandonada por sus
padres y adoptada por un negro africano llamado Charles. Durante 14 años Charles cuidó de
Pachita y la enseñó a ver las estrellas y a curar. Después, Bárbara Guerrero, “Pachita”, luchó al
lado del general Francisco Villa durante la revolución Mexicana, fue cabaretera, vendedora de
billetes de lotería y cantante en camiones de paso… Tantas experiencias la conectaron con lo que
trascendía de todas ellas. De alguna manera, Pachita había logrado dejar atrás muchas ilusiones y
eso la colocaba en un punto de contacto íntimo con la Realidad no ordinaria, desde donde ella
actuaba.

En su libro Pachita (15), el desaparecido investigador mexicano Jacobo Grinberg-Zylberbaum


describe las experiencias que tuvo la oportunidad de vivir al lado de esta extraordinaria mujer cuyo
único motivo para vivir era ayudar a su prójimo. Pachita poseía un control extraordinario sobre la
materia y la energía. Era capaz de realizar operaciones quirúrgicas tales como transplantes de
órganos en las cuales objetos y órganos biológicos se materializaban y desmaterializaban
aparentemente de la nada.

Pachita decía que el Hermano Cuahutémoc, el espíritu del último emperador azteca, actuaba a
través de su cuerpo realizando su trabajo cuando ella entraba en trance transformando su
personalidad y efectuando las prodigiosas operaciones que se describen con lujo de detalles en el
mencionado libro.

Jacobo Grinberg-Zylberbaum estudió personalmente con diversos chamanes mexicanos, además


de la famosa Pachita y a raíz de este contacto escribió una serie de seis libros llamada Los
Chamanes de México, y publicó también diversos libros teóricos acerca del estudio de la
conciencia en los que fue desarrollando la Teoría Sintérgica como un intento para explicar
científicamente el poder y la actuación de los chamanes. En el libro dedicado a Pachita, este
prolífico y enigmático autor (de quien se dice que “desapareció” misteriosamente del plano físico
hace algunos años), desarrolló una teoría acerca de la estructura del espacio para explicar las
habilidades de Pachita y otros chamanes utilizando conceptos de la física cuántica:

Un Trabajo Místico podríamos decir que es como aquella capacidad que nos califica para poder
conocer otros ámbitos del Espíritu. Un ejemplo de ello son las experiencias con enteógenos. De
pronto yo medito, comulgo con la abuelita (ayahuasca) o con el venadito (peyote) y empiezo a
sentir unas sensaciones raras y extrañas. Como son sensaciones raras y extrañas mi mente no las
tiene registradas y lo que hace la mente inmediatamente es producir miedo. Miedo ante esa
sensación rara y extraña. Lo primero que nos preguntamos es ‘¿Será malo entrar en contacto con
plantas psicointegradoras o enteógenos, tendrá contraindicaciones?’ Y curiosamente jamás nos
hemos preguntado si el ego tiene contraindicaciones. Y el ego es el causante de un gran
porcentaje de todas las enfermedades humanas… Entonces cuando empezamos a sentir ese tipo
de experiencias viene nuestro temor, pero cuando uno ya ha recorrido ese camino muchas veces,
entiende que ese color, que esa emoción o que esa atención obedece al pensamiento del miedo o
a un pensamiento negativo, que está en esos momentos invadiendo nuestra mente y nuestra alma
y que está impidiendo que nosotros aflojemos los músculos, la mente, la emoción y podamos fluir
con tranquilidad hacia el mundo espiritual. Es como cruzar un puente de una orilla a otra.
Sabremos que hay una serie de elementos amenazantes, pero sin embargo esos elementos, esas
serpientes o dragones, son aspectos ilusorios, son espejismos que están allí precisamente, para
apartarnos del camino, para seleccionar a los caminantes…

Entonces cuando uno entra en contacto con una experiencia transpersonal y observa en primer
lugar una serpiente, por ejemplo, que uno no comprende, que no entiende, que está amenazando,
entonces uno puede tener miedo y el cobarde se retira y el cobarde acaba. Pero sin embargo
cuando uno reconoce que es un espejismo o también cuando uno puede decodificar esa
información, decir esta serpiente me está engendrando miedo y yo me relajo, entonces el Espíritu
entra a través de la intuición y nos dice: “¡Ah, esta serpiente, esta relacionada con un miedo a
enfermar”, por ejemplo. Pero como estamos desde el corazón, haciendo el viaje desde el corazón,
sabremos que no es necesario ese miedo a enfermar, es simplemente un temor irracional que se
ha incorporado en nuestra mente, en nuestra psicología, de alguna manera porque quizás nuestra
abuela se acaba de morir de cáncer y nosotros también pensamos que nos va a dar cáncer y que
nos vamos a morir de la misma manera y que vamos a morir jóvenes. Entonces lo primero que
aparece es el temor más fresco, más reciente: una serpiente, un dolor, un duelo. Son cosas que no
existen, no son reales, son una locura. Pero otro hombre inteligente diría: “A ver ¿qué es esta
serpiente?”, y descubre que es un temor al miedo, es un ejemplo simplemente, de acuerdo. Pero
también tiene en ese momento la oportunidad de desbaratar ese miedo hacia la enfermedad y
entonces continúa caminando y llega a la otra orilla y tiene una experiencia con el Espíritu.

Luego si otra vez aparece la misma serpiente se dirá, “Bueno ya conozco a esta serpiente, ya
tengo un recuerdo de lo que es el miedo a enfermar pero continuo adelante”, y ese continuar y esa
comprensión hace que esa serpiente en la próxima experiencia ya no aparezca. Entonces son
como guardianes de nuestros propios egos y curiosamente se constituyen en guardianes de
nuestro camino espiritual pero también como señales de que estamos en ese camino… Es
interesante su estudio, el ego es un amo, es un jefecillo que está ordenándonos constantemente
hacia aquello que nosotros no deseamos, pero también está poniendo a prueba nuestra
inteligencia. Si nosotros nos achicamos ante el ego, si nos achicamos ante la vida, le damos poder
al ego, y la mejor forma de enfrentarse al ego es observarle, porque curiosamente en la
investigación que se hace del análisis del ego lo que no le gusta precisamente al ego es que le
vean.

Con la abuelita, el abuelo venado, el derrumbe, los niñitos santos, se llega precisamente al centro
del Espíritu… Pero ese regalo se nos da simplemente para que nosotros después vayamos
haciendo conscientemente ese camino y vayamos construyendo el Camino del Espíritu de una
manera consciente, con nuestra experiencia, con la energía de nuestras manos, con nuestro
propósito, con nuestra voluntad para que podamos llegar a tener un acceso fácil a nuestro Espíritu
interior.

En este sentido, ella destaca los trabajos de Michael Harner con los chamanes sudamericanos, los
de Peter Furst y Barbara Myerhoff sobre el chamanismo huichol en el norte de México y los
polémicos estudios de Carlos Castaneda, sobre su aprendizaje con el chamán-brujo yaqui llamado
don Juan, también en el norte de México. Y aquí yo incluiría también los estudios de Josep Maria
Fericgla, aprendíz de los shuar (jíbaros) ecuatorianos; los de Jacobo Grinberg-Zimmerman,
seguidor de Pachita y otros chamanes mexicanos; y los estudios de por lo menos dos de los
destacados discípulos de la mítica oaxaqueña María Sabina, que son los doctores Salvador Roquet
y Richard Yensen.
Para Joan Townsed, lo fundamental del chamanismo “es el acceso a una realidad alternativa,
distinta a la realidad cotidiana en la que todos funcionamos”, donde el chamán es capaz de
penetrar a voluntad y realizar cosas que afecten directamente la realidad ordinaria, con ayuda de
espíritus, guías, maestros sin cuerpo físico o animales de poder. Hasta aquí señala coincidencias,
sin embargo le parece que las diferencias comienzan en la búsqueda de trascendencia que
caracteriza a los neochamanes, en su forma de integrar los conceptos de la medicina occidental
con la sabiduría de la medicina tradicional y en general, en el hecho de que las ideas de un
neochamán son mucho más eclécticas que las de un chamán clásico.

Técnicas tales como la imposición de manos, la curación del aura, la curación por meditación a
distancia y con la asistencia de ayudantes espirituales, o los viajes chamánicos y la extracción de
la enfermedad, se consideran como suplementos útiles a las terapias ortodoxas. A veces éstas
pueden triunfar donde ha fracasado la medicina convencional y curar al paciente desahuciado.

La curación no es sólo física. Incluso cuando no se cura la enfermedad física, la curación del
espíritu y la armonía del paciente consigo mismo y con “el universo” se consideran de una
importancia igual o mayor

De la influencia del pensamiento del Dr. Hamer, nacieron los 21 remedios chamánicos. Su
postulado de que el cáncer es el resultado de un Shock emocional, brutal que nos coge a contra
pie y que vivimos en soledad, me llevo a pensar que para encontrar una cura, habría que, buscar
un similar o elaborar un opuesto, ese último aspecto lo descarte pues demasiada gente ya está
ocupándose de ello, y lo que han conseguido son solo venenos, tan potentes, que sí, logran
detener el cáncer pero entre las piernas terminan llevándose la vitalidad del enfermo y la
posibilidad de una decente calidad de vida para su última etapa.Quedaba la concepción
homeopática del Dr. Hahnemann, quien postuló que lo similar se cura con lo similar, o sea
“SIMILIA, SIMILIBUS, CURANTUR”. Había que buscar algo capaz de provocarnos un shock brutal,
algo que no supiéramos a donde nos podría llevar ni lo que ahí pudiésemos encontrar, y que
tuviera además la peculiaridad de ser una experiencia vivida en soledad. Finalmente mi curiosidad
y la causalidad, me llevaron a encontrarme con los Teonanacatl, los hongos enteógenos, mejor
conocidos como alucinógenos y que en los años 50s-60s Maria Sabina, chamana mazateca de
Huautla dio a conocer al mundo entero. Ellos, son capaces de contactarnos con el cielo o el
infierno, la felicidad o la tortura, nunca se sabe a donde te llevarán, y terminan siendo una
experiencia íntima definitivamente incompartible, que cumplía con todos los puntos que señala el
Dr. Hamer. Había que elaborar remedios con ellos y someterlos a pruebas e investigación
terapéutica, todo ello se llevo a cabo de 1998 al 2000, año en que los primeros resultados se
hicieron públicos en el Congreso Floral de La Habana Cuba, donde se presento formalmente el Set
de Hongos Sagrados, ahora podemos hablar del Set de Flores Sagradas y de otro más,
conformado por cactáceas y semillas a las que englobé en un solo concepto y denomino Plantas
Sagradas.En algún momento después de haber dado a conocer las Esencias chamánicas, alguien
dijo que elaborar remedios a partir de Hongos, cactus y semillas no se apegaba a los dictados del
Dr. Bach… que más bien estos, deberían catalogarse como remedios homeopáticos. Sin lugar a
dudas su comentario pretendía ser descalificativo, no obstante resultaba ser todo lo contrario, pues
reflejaba que habían alcanzado a comprender, por lo menos, una parte del accionar de estas
esencias.Efectivamente… algo de razón tenía en su comentario; No se puede decir que “quepan”
exclusivamente dentro de la categoría de Remedios homeopáticos aún cuando se trata de tóxicos
que al ser llevados a su mínima expresión, curan lo que antes enfermaban. Tampoco caben
a plenitud en la de elixires florales pues estos exclusivamente son portadores de una virtud, la
virtud de cada flor en particular y que está ahí para ayudarnos a superar una debilidad o carencia,
actúan de acuerdo con el principio de los contrarios. Las esencias chamánicas tiene la peculiaridad
de actuar en las dos direcciones, como similares y como contrarios, conllevan veneno junto con
virtudes. Por ello, Las Plantas Sagradas son tratadas diferente de otras plantas, quizás más bellas,
sí, eso nadie lo niega, pero no igual de sacras. Una planta sacra tiene además de la virtud floral y
la similitud homeopática, al maestro que la templa, dándole dirección y sentido a vivir la
enfermedad, vaciando antes de llenar, pues sabe que poco puede caber donde ya hemos ido
guardando tantas cosas generalmente lastimosas y degradantes. “Nunca será igual, poner y poner
agua dulce en un recipiente con agua de mar y así hasta llegar a hacerla agradable al paladar,
comparado con el hecho de tirar el agua de mar y simplemente volver a llenar el cuenco con agua
dulce en su totalidad.” Todo esto es lo que a los maestros chamanes, a través de su historia, los ha
llevado a distinguir a unas plantas de las otras.

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