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LA ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA

COMO ESFERA DE ACTUACIÓN


PROFESIONAL

Daniel Steven Camacho Bajaña


ORIENTACION PSICOLÓGICA Octavo Semetre N-8-6
El ser humano es un ser social que en su linaje fue desarrollando destrezas

individuales y grupales, también, enfrentan diversos problemas en su diario vivir, por lo

tanto, recurren a otras personas como medio de reducir su ansiedad y tratar que la oriente a

una mejor solución. La orientación ha sido una herramienta eficaz para problemas menores

pero no todas las personas son capaces de realizarlo, por ende, se necesita recurrir a un sujeto

especializado con vasta experiencia para la orientación, si bien es cierto muchos individuos

en nuestro círculo social tales como amigos, familiares y conocidos, nos dan la apertura para

escuchar sus problemas pero no es producente tratar de ocupar el rol de psicólogo porque

necesitamos una base científica para esta ayuda que brindaremos, por ende no debemos de

realizar este proceso sin habernos ilustrado acerca de este tema.

La orientación psicológica podría ser definida como el proceso que surge en

determinado espacio profesional en el cual el orientador busca potenciar recursos personales,

dada la necesidad que manifiesta el orientado que es un ser en desarrollo constante y que

presenta determinado tipo de trastorno emocional y que ha ido adquiriendo cierta cronicidad

que interfiere en el desarrollo psicosocial de este individuo.

Los trabajos educativos y la orientación psicológica se complementan, por tal

motivo ambos tienen el mismo objetivo de preparar al hombre en su personalidad, pero en

la práctica deben estas se diferencian pero a su vez también contribuyen una de la otra.

A lo largo de la historia muchos psicólogos, pedagogos y otros profesionales han

rendido en la orientación de la familia, la pareja y la escuela dentro del perfil de su profesión,

sin que ésta formara una rama autónoma.


La orientación comenzó como una práctica espontánea y empírica para dar

respuestas a varias inquietud en la educación, la familia, adolescentes, entre otros, por lo

tanto las ciencias que se encargaban de entender al hombre en su complejidad, no tenían

soluciones reales y mucho menos en la práctica de manera eficiente, a consecuencias, los

trabajos acerca de la orientación no tenían una base teórica lo competentemente sólida para

desarrollar un método e implementarlo en la práctica.

El orientador pone en juego un abanico de técnicas de comunicación con el fin de

alentar al cliente a hablar con libertad, a expresar sus emociones si lo desean y, por medio de

este proceso, llegar a una comprensión más profunda de las diversas cuestiones con las que

están conectadas, por ejemplo, jóvenes que dan un gran paso en sus vidas al escoger una

carrera profesional pasan por un proceso de orientación vocacional para saber ¿cuál es la

mejor carrera y que aquella vaya acorde a sus habilidades, competencias y sobretodo

amenidades? Otras ya en un ámbito laboral orientan al empleado a adaptarse a su nuevo cargo

o habilidades que se dificultad desarrollar, entre otras formas de orientar, observamos como

la orientación se fue especializando en varios campos de la vida humano que nos permite

sobrellevar problemas.

En la vida cotidiana del hombre va sufriendo crisis, tanto educativas, laborales,

familiares, sociales, personales, entre otras. El proceso de orientación necesita de una

estructura o marco que permita al orientador trabajar con el cliente de forma coherente y

sistemática.

Por ende, el orientador deberá de plantearse objetivos como ayudar al sujeto a lograr

una comprensión adecuada de la problemática y a desarrollar los recursos necesarios para


enfrentarla, o modificar la imagen de sí mismo, incluyendo sus sentimientos y adecuación de

la autoestima que conlleven a la modificación de sus estilo de vida.

Este proceso necesitará de un enfoque adecuado que se ajuste de la necesidad del

paciente donde uno o varios pueden ser aplicados siempre y cuando no se aleje del objetivo

principal que necesita el individuo. Existe un abanico de enfoques como Psicoanalítico,

conductual, humanista, ecológico, constructivista, no directivo que pueden favorecer el

proceso.

Cuando el orientador aplica un enfoque psicoanalítico mantiene al consultante

expresando sus problemas para que él se vea fuera de ellos y hacer que llegue a un insight,

donde lo ayudará a encontrar sus propio camino por sí solo, también, se hará una captación

intelectual y emocional de las causas fundamentales de su conducta y de sus problemas, el

origen de aquellos, dando un vistazo hacia el pasado para encontrar la raíz de la problemática

suscitada. Por otra parte tenemos el enfoque conductual, que nos menciona crear en el sujeto

nuevas condiciones para el aprendizaje para mejorar los problemas conductuales, realizar un

reestructuración cognitiva para sustituir las conductas desajustadas por otras más apropiadas.

El enfoque Ecológico se dirige a promover el cambio y mejorar sus relaciones entre

diferentes sistemas que presenta el individuo. Finalmente, el enfoque humanista con su

mayor exponente que fue Carl Rogers aquel se centra en el paciente y logra que el usuario se

abra a su experiencia donde se establecerá un sentimiento de confianza en sí mismo y da la

posibilidad para proseguir el proceso de crecimiento.

Existen otros enfoques que también dan guia al consultante como por ejemplo,

enfoque de consulta que su objetivo es que la persona adquiera una nueva perspectiva del

problema para obtener mejorar del mismo, este enfoque se centra en el cambio de la actitud
que en la adquisición de nuevas habilidades. De igual manera el enfoque educativo tiene casi

el mismo objetivo pero trata de ayudar a encontrar soluciones de sus problemas y distinguir

nuevas alternativas. El orientador desde otro ámbito tenemos el enfoque para el desarrollo de

las organizaciones, donde se dirige a la transformación del ambiente y desarrollo de la

organización para obtener un óptimo ajuste en el funcionamiento de la empresa. Para

finalizar, tenemos el enfoque de la defensa que ayuda al consultante en procesos políticos

sociales para salvaguardar los derechos de otras personas que no pueden disponer de los

servicios y tratamientos a los que tienen derecho.

Hemos expresado los distintos enfoques que el orientador puede utilizar en el

consultante y como anteriormente se ha mencionado debemos escoger el enfoque adecuado,

que se ajuste al problema del paciente, no debemos de imponerle el enfoque al paciente,

debido a que aquello traerá como consecuencia problemas en las relaciones orientador-

pacientes y este orientado se abstendrá de seguir en la consulta. Siendo ilustrado en esto, es

necesario recordar las técnicas empleadas en la praxis de la orientación psicológica, una de

ellas es la escucha activa, el cual es el medio donde vamos a poner atención a todos los

contenidos que expresa la persona en la orientación, durante este proceso el orientador deberá

de formular preguntas para reafirmar o investigar alguna información vital que ayude al

paciente a enfrentar el problema, también, a reformular lo que los consultantes mencionan

para que puedan verse fuera del problema y encontrar la solución, desde esta nueva

perspectiva. Todas estas técnicas se deben sumar a las innumerables cualidades que debe

tener el experto para una orientación eficaz, por ejemplo debemos ser empáticos con los

sentimientos y emociones del consultante pero tratar de no llegar a una transferencia o

contratransferencia, porque afectaría el proceso y al orientado es por eso que debemos tener
límites emocionales claros, por su puesto el orientador debe tener un conocimiento personal

y visión interna de sí mismo, conjuntamente con el disponer de competencia profesional y

conocimiento de la diversidad cultural para interesarse por los demás sin juzgarles, ser éticos

y respetar a los consultantes y sus diversas manifestaciones.

Es necesario que el orientador tenga conocimientos de las distintas funciones que

tiene la orientación psicológica, la primera es remedial alude a algo que debe ser reparado,

la segunda es preventiva busca anticipar dificultades, crear condiciones para que no ocurran

o para que se enfrenten bien, por su parte la educativa es la búsqueda de obtener y derivar

máximos beneficios de las posibilidades personales, descubrir el potencial personal y por

ultimo crecimiento aquella incita a elaborar nuevas capacidades.

En conclusión, la orientación psicológica ha comenzado desde una práctica empírica

hasta tener varios autores que dan fiabilidad y validez de esta práctica y va de la mano con

otras ciencias donde se intervienen con este procedimiento. Hay que recordar que la

orientación psicológica es una de las primeras herramientas que identifica si el consultado

necesita de una ayuda más especializada o solo necesita buscar otra perspectiva para tomar

decisiones a sus problemas, por ende, es un proceso que necesita de bastante experticia para

poder comenzar un proceso de orientación, desarrollar habilidades para la escucha activa y

formulación de preguntas claves para el procedimiento, como también, tener bastante

conocimiento de los enfoques que se pueden llegar aplicar en distintas situaciones de la

orientación.
Bibliografía

Bibliografía

Bausela Herreras, E. (s.f.). Modelos de Orientación e intervención Psicopedagógica: Modelo

de Intervención por servicios. Revista Iberoamericana de Educación.

Bohoslavsky, R., Bojart, J. M. V., & Penteado, W. M. A. (1971). Orientación vocacional: la

estrategia clínica. Buenos Aires: Galerna.

Gavilán, M. G. (2006). La transformación de la orientación vocacional: Hacia un nuevo

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González, M. Á. (1995). Orientación profesional. Cedecs.

Hernández Hernández, F. (1994). Aproximación al concepto de orientación psicológica.

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Hough, M. (1999). Técnicas de Orientación Psicológica. Madrid: NARCEA S.A.

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