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Herramientas utilizadas
Las herramientas utilizadas para cepillar, salvo casos excepcionales, son las mismas que
se utilizan para tornear.
Las herramientas para el Cepillo de Codo y el Cepillo de Mesa son iguales ( aunque
estas últimas suelen ser más robustas ), en tanto que las empleadas en el escoplo tienen
los ángulos de incidencia y desprendimiento invertidos.
Los ángulos fundamentales que caracterízan la herramienta
son: ángulo de incidencia α, ángulo de filo β y ángulo de
desprendimiento γ . Estos se ilustran en la figura.
Sentido del avance
La pieza puede cepillarse tanto con avance a la derecha
como a la izquierda. En el primer caso, la herramienta
presenta el filo a la derecha, observandola desde la cabeza y con los filos arriba, de
tal forma que se llama herramienta a la derecha
En el segundo caso, la herramienta presenta el filo a la izquierda, por lo que se le
llama herramienta a la izquierda. Algunas herramientas tienen los filos simétricos y por
lo consiguiente, tanto pueden cepillar con avance a la izquierda como a la derecha.
Las herramientas para cepillar se diferencian por la posición de su cabeza cortante
respecto al mango de sujeción. Las herramientas pueden ser rectas, de cuello de cisne
y curvadas ( acodadas ). Estas herramientas están construidas tanto de acero rápido como
con plaquitas postizas de metal duro. Además, dependiendo del maquinado que se realice,
pueden ser para desbastar y para afinar.
Las herramientas para desbastar deben ser robustas para que puedan arrancar virutas
de gran sección, ya que la profundidad de corte por pasadas puede ser de hasta 10
mm.
Escoplo (mortajadora)
El escopleado también conocido como mortajado, es la operación de arranque de
viruta mediante el movimiento lineal alternativo y en este caso vertical presentado por
la herramienta.
La herramienta tiene el movimiento principal o de
corte, que es alternativo y vertical, la pieza
proporciona el movimiento de avance y también la
profundidad de corte. Además, gracias a una mesa
porta-piezas que puede girar alrededor de su eje
vertical central, el movimiento de avance puede ser
también circular.
Con este proceso se pueden elaborar diversos maquinados en orificios previamente
realizados, tales como los que se ilustran en la figura:
Herramientas para el escoplo
Las herramientas para escoplear ( B ) tienen loa ángulos de desprendimiento e incidencia
invertidos respecto a los mismos ángulos de las herramientas usadas en los cepillos de
codo o de mesa ( A ), a causa de que la dirección de corte es diferente, pues en los
cepillos de codo o mesa aquella es horizontal y en los escoplos es vertical.
Las propiedades esenciales que los líquidos de corte deben poseer son los siguientes:
1. Poder refrigerante: Para ser bueno el líquido debe poseer una baja viscosidad, la
capacidad de bañar bien el metal ( para obtener el máximo contacto térmico ), un alto
calor específico y una elevada conductibilidad térmica.
2. Poder lubrificante: Tiene la función de reducir el coeficiente de rozamiento en una
medida tal que permita el fácil deslizamiento de la viruta sobre la cara anterior de la
herramienta.
Dentro de los fluidos de corte más utilizados se citan los siguientes:
1. Aceites minerales: A esta categoría pertenecen el petróleo y otros productos obtenidos
de su destilación; en general, estos aceites tienen un buen poder refrigerante, pero son
poco lubrificantes y poco anti-soldantes. Se emplean para el maquinado de las aleaciones
ligeras y algunas veces para las operaciones de rectificado. Tienen la ventaja de no
oxidarse fácilmente.
2. Aceites vegetales: A éstos pertenecen el aceite de colza y otros obtenidos de plantas
o semillas; tienen buen poder lubrificante y también refrigerante, además de tener un
escaso poder anti-soldante. Se oxidan con facilidad por ser inestables.
3. Aceites animales: Pertenecen a éstos el aceite de sebo y otros obtenidos de órganos
animales; como los vegetales, tienen un buen poder lubrificante y refrigerante, pero se
oxidan.
4. Aceites mixtos: Son las mezclas de aceites vegetales o animales y minerales; los
primeros entran en la proporción de 10% a 30%. Tienen un buen poder lubrificante y
refrigerante. Son más económicos que los vegetales.
5. Aceites al bisulfuro de molibdeno: Ofrecen como característica la lubrificación a elevadas
presiones y la de facilitar el deslizamiento de la viruta sobre la cara de la herramienta; no son
adecuados para el maquinado de metales no ferrosos, ya que originan corrosiones en la
superficie de las piezas trabajadas. No obstante, existen los aceites llamados “inactivos
“obtenidos con mezclas de bisulfuro de molibdeno y aceites vegetales o animales.