Você está na página 1de 1

Luis Quiñones de Benavente

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Luis Quiñones de Benavente o de Benavente y Quiñones según las fuentes,
(Toledo, 1581 - Madrid, 1651) fue un reconocido entremesista del Siglo de Oroespañol.

Biografía[editar]
Nació y vivió en Toledo prácticamente hasta 1617. Se hizo clérigo muy joven, en 1598, y
se ordenó de mayores en 1612 para gozar beneficios eclesiásticos que algunos familiares
habían instituido en su nombre. Fue amigo de Lope de Vega, pero no participó
excesivamente en la vida cultural del entorno, aunque intervino en la Academia de
Fuensalida en 1602 o 1603, y en un certamen poético dedicado a San Ignacio de
Loyola en 1609. Trasladado a la Corte en 1617, participó en academias, como la del Buen
Retiro en 1637 y 1638, años en los que alcanzó el apogeo de su celebridad como
entremesista, o en las del contador real Agustín de Galarza, o en la de la parroquia
madrileña de Santa María Magdalena, para cuya cofradía del Santísimo Sacramento
compuso gran número de versos jocosos. Fue capellán de Diego Contreras en 1640, fecha
en la que se retiró del teatro. Por lo visto, durante el reinado de Felipe III fue un alegre
compositor de bailes y seguidillas, por lo cual fue caricaturizado por Francisco de
Quevedo en su Infierno enmendado (1628), donde aparece como "Poeta de los pícaros" y
es acusado de llenar las bocas de las lavanderas y ganapanes con todo tipo de sones y
canciones que nada significan. Otorgó testamento en 1651 y ese mismo año murió. Fue
alabado por Lope de Vega en su Laurel de Apolo, por Juan Pérez de Montalbán en
su Para todos y por Tirso de Molina en sus Cigarrales de Toledo.

Obra[editar]
Destacó sobre todo en el género conocido como entremés, en el cual fue tenido en su
tiempo como máximo modelo. Recibió las órdenes sagradas y fue amigo de Félix Lope de
Vega. Poseía un gran genio satírico y dotes de fino observador que hacen de él un
predecesor del costumbrismo decimonónico; también posee una notable vis cómica.
Fue el primero en escribir entremeses en verso con partes cantadas, costumbre que luego
se generalizó. Sin embargo, sus personajes no pasan de ser tipos sociales, frente a la
aguda caracterización de que hacen gala los creados por Cervantes. En 1645 vio la luz la
primera colección de sus obras, agrupadas bajo el título Jocoseria. Burlas, veras o
reprensión moral y festiva de los desórdenes públicos, aprobada por Vélez de Guevara y
donde recoge 48 piezas. Sin embargo se calcula que llegó a componer hasta novecientas
piezas dramáticas breves, incluyendo también loas y jácaras; de ellas Emilio Cotarelo y
Mori llegó a reunir 142; se supone que las demás se han perdido o corren sin nombre
seguro de autor.
Quiñones fue uno de los autores más copiados e imitados del siglo XVII. La vista de la
cárcel es el patrón de El alcalde Ardite, atribuido a Francisco de Rojas Zorrilla; El
borracho fue imitado por don José Julián de Castro en El gato. Los muertos vivos sirvieron
de argumento a Francisco Bernardo de Quirós para su entremés del mismo título; El
remediador sirvió a Ramón de la Cruz para su sainete El hambriento; Los mariones son el
precedente de Los maricones burlados de Gil López Armesto y Castro; La hechicera es
semejante a Los putos, de Jerónimo de Cáncer y Velasco.

Bibliografía

Você também pode gostar