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Serie Arquitectura » Teoria y Obra Eciciones ARQ / Escuela de Arquitectura Pontificia Universidad Catélica de Chile Fernando Pérez Oyarzun Alejandro Aravena Mori José Quintanilla Chala Los hechos de la arquitectura ARQ Prinera edt pubicade por ‘Exeuola oo Argitectura Fox: 696.56.34 ‘emai: argedic@puc el Derecnes Reservades Segunda aceitn 2.000 ojenplares Cosseitn ante Esiionas ARO y 12 Freslad de Aruitectun y Ubanion 6 Unvvesions Cental de Vonezeeia Ninguna parte 3 1 aiseho co Is cobiers, pure vaproaucete fin prava avtorizacion de Ediciones ARO: Los Hachos dela Arqutectura Farnange Paver Opareun Aejandio Kravis sei Joss Quintana Chain Inseripeion on 0 Registro de Propnas (otenctal MY 112288 ON. Noone Imprese per Ograma S.A Saatings 44 Che, eiomara co 2002 fugabat Benno! De Siatani Produccion eri kadar Bement De Sietant Praytetegrttes,preduceibn postscript y dineho partaea> Kimenntequirdo Siva Investigacion Coornacin ayusantes: Francisca Cratous wea nie: Carolina Portugueis Lorena Vana Martin Lanes Rictrdo Towaibn Resige To ‘Aisanste Sit Fotogratia pontase Montsarat Palma 1 Nu un quehacer active en medio de los cambios y procesos cultural de cien afios, tanto en el campo propio de la Arquitectura, como el de las Art clon més general. Desde sus orfgenes ha ido contigurando una relacién dialéctica muy fructifera y permanente entre disciplina y profesién, lo que ha marcade tanto su plan de studios como su consecuente cuerpo académico, cuestién que en sus contenidos este libro viene. a debatir de manera sustantivs 1 mundo de! pensa. miento y del oficio de alguna manera replica lo planteado por los autores en su definicion de forma y vida, entre tas stra Escue! fines del siglo XIX, ha estado marcada por fundada en Santiago de Chile vivides durante estos ma n su acep- ya que esta controntacion ente: un “hecho en arquitectura” come aquelia relacién preci: turas y sus usos. En oste tiompo, esta institucion ha dado origen a otras escuelas y programas, tanto al interior Universidad come tuera oi Ado ta fundacién de la Editorial ARQ primero, y posterior creacién del Contre de Informacién y Decumentacién Sergio Larrain Gareia Moreno como centro especializade en Investigacion de la arquitectura latincamericana, dos de los hitos mas sobresalientes on este ditimo cuarto de siglo de su historia, lo que viene a refrendade por destacados profesor: Editorial, produciendo un material de presente texto, dado que | convergen de manera muy principal tres tigadores de nuestra Facultad y 6! cuerpo profesional de ta interés para todos aquellos que se estén introduciondo al mundo propio ¢ intimidad de la arquitectura, peck: sulla destacable, se v Todo ello, que de suyo ya pecialmente realzado por la oportuni- dad de realizar esta edicién de manera conjunta con la Escuela de Arquitectura Carlos Raul Villanueva de la Universidad Central de Venezuela, con quien nos unen lazos cada vez mas profundos, producto de un muy valiose intercambio académico, y que este estuerzo editorial conjunto nos augura podremos seguir profundizando en el futuro. Juan José Ugarte Gurrruchaga Director Escuela de Arquitectura Pontificia Universidad Catélica de Chilo Por diversas circunstancias de mi vida, ésta ha estado estrechamente vinculada a las cludades de Caracas y Santiago de Chile. En la historia académica y profesional que he podido d de ser Di He de destacar que entre las multiples actividades que ésta labor directiva tiene, constituye una ‘enorme significacién y satistaccién para mi persona la publicacién de éste texto, que ahora, en una segunda edicion se concretiza por la colaboracién entre la Egcuela de Arquitectura “Car Raul Villanueva" de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela y la Eecuela de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Disefio y Estudios Urba- os de la Pontificia Universidad Catélica de Chile. rrollar en ambas, he tenido el privilegio .ctor de dos Escuelas de Arquitectura.* En mi opinién, el texto aqu! presentado: “Los Hechos de la Arquitectura”, de los arquitectos Quintanilla Chala, es una contribucion determinants en el plano de la ensefanza de la arquitectura. En efecto, la primera edicién publicada en diciembre de 1999, no sélo iluminé un itinerario general a todo el ciclo basico de la carrera al convertirse en bibliogratia decisiva del curso Introduccién a la Arquitectura que éste mismo cuerpo de profesores desde hace afios dicta en el primer semestre de la Catélica, eano para que los estudiantes de arquitectura en general desde sus inicios descubrieran la lidad arquitecténica en toda su complejidad En éste contexto, mas alld del estuerzo que una segunda edicion significa, y desde la perspecti- va que me ofrece la distancia a una labor directiva en 6! mundo de la ensefanza, #8 posible afirmar qu en nuestra tarea de formar arquitectos, especialmente en lo que atafe al arranque del aprendizaje de Ia disciplina Ino que signifies un aporte en el contexte chileno y latinoameri- “Los Hechos de Ia Arquitectura" emerge como un texto fundacion: studio en nuestro continent, laciones glob: yen Ia Implementacion de contenides de diversos pl De hecho, dada nuestra condicion geografica y en el marco de las actuales 1 interculturales, 61 necesario y constitutive nexo que Iss verdadaras obras sustanciales de un Periodo de Ia historia tienen en ta carrera de arquitectura y en la formacién critica @ inicial di estudiantes, dista de poder ser abordado con suficiente nivel y completitud. Como es de todos sabido, come arquitectura, instituida come tal desde Ia antigdedad, exhibe serias dificultades, dado que una gran proporcién de su objeto de estudio inevitablomente ha de ser tranemitide a partir do lanos, fotogratias y descripciones, y al margen de nuestra presencia en las obras. Dificultad que ademas se acrecienta al no tener formulaciones tedricas que permitan ope! n socledades come las nuestras, ol conocimiento de una disciplina con esa "Ee 7 y ame rr ig Ec pcr i Pri Utd aa Cy er #0 a i 2 Eso cn ie Cale eer, condicién de nuestra realidad y posibiliten en el estudiante tienen delante de si. El objeto arquitecténico, como sefiala Tas, “no es. como se ha visto, algo que se da a ver, o que se muestra ante los ojos. Es, mas bien, como intuy6 Le Corbusier con su escandalosa definicion, una maquina, cuya funcién y forma se agota y se desgasta en ser habitada, una unidad de habitacion por tanta."* La tarea de la arquitectura, al decir de muchos pensadores, 66 la de edificar lugares p: habitar, De alli que nuestro oficio tenga que ver profundamente con los hombres, a los que fijamos instancias y distancias que se habitan y recorren. Las medidas estén por tanto inevita- blemente relacionadas con el cuerpo y los actos y usos de éste en el espacio y las circunstan- clas que lo detinen. Es por ello que, més alld de la apariencia que un edificio significative presenta, el conoeimiento de la estructura profunda de las ideas arquitectonicas esté tuertemente determinado por una diversidad de respuestas al lugar en que éste encaja y por la manera én que sus espacios se comunican y afectan a la totalidad de nuestros sentidos. Nuestra mision académica, radica por tanto en preparar al estudiante para develar y aprehen- der ol espacio en que el hombre vive, entender la génesis de ese espacio habitado, sus modes, costumbres y rites, de modo que su comprensién critica les posibilite la creacién de unio nuevo. Entender entonces, desde el Iniclo de la carrera, a través de casos especialmente significatives de 1a arquitectura -contande para ello con un marco tedrico que posibilite reflexionar, como se genera la arquitectura y de que modos se produce Ia actividad especitica del arquitecto- permitiré potenciar un conocimiento del edificio en tanto solucién concreta de forma, materia, comprensién del fenémeno que uso y lugar, en simulténeo con un conocimiento de los problemas arquitecténicos que en esta obra la discl El valor diddctico que na se plantea. texto aqui resefiade tiene en nuestra actividad académica radica pues en su capacidad de sfntesis, al tiempo que contribuye a Intensificar an los estudiantes una conciencia eritica de la arquitectura en la historia. Ello en detinitiva les permitiré evaluar de forma correcta y pertinente la operacién de proyecto que han de enfrentar, evitando Ia simplifi- cacién de la arquitectura que on las ditimas décadas hemos incurrido. Esta nueva condicion del estudiante de arquitectura, se agradece. José Rosas Vera Director. Escuela de Arquitectura nivereidad central de Venezuela Gon la reedicién, mediante Ia figura de coedicién, del libro "Hechos de la Arquitectura” de Fernando Pérez, Alejandro Aravena y José Quintanilla, se cumplen varios propésites, se abren una serie de oportunidades y se envia un importante mensaje. De entre los propésitos, resaita el haber podide encontrar una nueva ruta para esti Universidad Catolica de Chile y de la Universidad Central de Venezuela, los cuales durante los ultimos seis afios se han visto: significativamente reforzados por la muy peculiar José Rosas Vera como director de las Escuelas de Arquitectura de ambas instituciones. Pero, si hast postgrado, 0 aprovechar bilateralmente las fortalezas académicas de ambas casas de estudio, con esta char adn més los vinculos entre las Facultades de Arquitectura de la Pontitici juacion de haber contado eon ahora habfa sido la via del intercambio estudiantil y profesoral, a nivel de prey dictado de cursos de cuarto nivel las dos més importantes maneras de ventana que se abre desde ol mundo editorial se vislumbra una clara oportunidad para poder compartir buena parte de nuestros productos académicos. En este sentido, seria justo reconocer que el contar con un socio como Ediciones ARQ, una de las casas editoriales universitarias sobre arquitactura mas. sélida © Importante de Latinoamérica, no deja de ser una ventaja y también una ocasién inmejorable para aprovechar una experiencia comprobada en la produccién y gerencia de publicaciones, actividad que en Venezuela ha llegado a ser heroica, dificultosa, intermitente © ingrata, cuando no frustrante. No 65 la casualidad la que nos lleva a escoger el libro a reeditar. La seleccién va dirigida fundamentaimente a colaborar en la formacién intelectu y teorica de nuestros estudiantes de pregrade, y on particular hacia aquellos que entran en contacto por primera vez con la arquitectura. Se trata, por tanto, de un empefio orlentade a prov F de densidad argumental al profesional en formacién, como complemento necesario de su ejercitacién practiea. El que esta lativa pueda constituirse en el germen de un proyecto editorial, dirigide a proporcio- narle a ese arquitecto en clernes textos de cabecera fundamentales para su crecimiento universitario desde el Ambito disciplinar, ¢s un anhelo al que insistiremos en darle forma conereta. Es por ello que si algiin fruto puede quedar de esta asociacién estratégica Chil Venezuela es el plantearse como meta el pasar de la coedicién de libres ya editados a la de cooditar textos inéditos procedentes de ambas instituciones, oe! pasar del evento aislado a la conformacién de una coleccién con una voeacién didactica muy precisa, Enmarcada en la celebracion que durante este afio 2003 se dara de los 50 afios de Ia crea- clon de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuel esta reedicion de “Hechos de la Arquitectura” no deja de tener una significacion muy espe- cial, por lo que aporta dentro de un plan que busca convertir las efemérides en excusa para dejar una serie de productos que permitan dar cuenta de lo que hemos sido, lo que somos y lo que pretendemos ser como centro de produccién de conocimientos en la arquitectura y ol urbanismo. Asi, el hecho de pensar y pensarnos en funcién de la verdadera ubicacion de nuestra disciplina en el ambito de las ideas, se constituye en otra hebra del telén de fondo que ha impulsado esta empresa. No quisiéramos, antes de concluir esta breve introduccién, dejar de agradecer a todos aquellos que han hecho posible que este sugerente y esperanzader proyecto editorial cristall- ce. En particular a la Pontificia Universidad Catdlica de Chile, profesora Montserrat Palmer y ala arquitecta Elizabeth Benet, Directora Ejecutiva de Ediciones ARQ tanto per ei apoyo brindado, como por la claridad y tluidez con que se han dado los tramites que han permitide conducir este Decana de ta Facultad de Arquitectura, Diseno y Estudios Urbanos de barco buen puerto. Pero tundamentalmente va nuestro reconocimiento al profesor José Rosas Vera quien con su actitud generosa, activa y despierta y su vision de large alcance ha hecho realidad lo que hasta hace poco era sélo una buena idea. A los autores dol libro, a todos los que tengan la oportunidad de distrutario y a las comunidades académicas de ambas Facultades de Arquitectura nuestras felicitaciones por lo que esta ocasién digna de ser colebrada supone. Azier Calvo Albizu Decano de Ia Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad Central de Venezuel Presentacion — — ae Juan José Ugarte Director Escuela de Arguitectura PUL. de Crile José Rosas Vera Director Escuela de Arquitectura Universidad Cental de Venezuela ‘zior Calo Albizu Decano Facultad de Arqutectura y Urbanismo ‘Universidad Cental de Venezuela Introduccion - = — = = 10 eaesyo ee ee 12 LOS HECHOS DE LA ARQUITECTURA Ensayo| ee LAPALABRAY LA FIGURA Lo que ta arquitectura ha sido Ensayo i- - -------- -----45 FORMA, MATERIA, USO, LUGAR La cuatema de la arquitectura ‘oBRAS PARTENON. _ La medida de todo arte Atenas, Grecia PANTEON La construccién Roma, Italia SANTA SOFIA (AGIA SOFIA) = = = oy El debate oriental entre planta central y basilical Estambul, Turqula CONJUNTO DE PISA E! campo de juego Plaza de los Milagros, Pisa. tala CATEDRAL DE CHARTRES = — = = 104 La piedra y la uz Chartres, Francia ‘ALHAMBRA El jardin de las habltaciones que ge bifurean Granada, Espaa ESCALERA BIBLIOTECA LAURENZIANA, {La arquitectura como cuerpo Florencia, alia IGLESIA DEL REDENTOR Gramética y contraluz Venecia, alia BASILICA DE SAN PEDRO Operacién de proyecto ‘Ciudad de El Vaticano. Roma, italia MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL Poétiea dela figura eibiea Espaia LOS ZOCALOS DEL ZOCALO Espacio publico: permanencia y cambio Ciudad de Méjico, Méjico PALACIO DE VERSALLES El dominio det horizonte Versalles, Francia CENOTAFIO A LA MEMORIA DE NEWTON. La geometria de la inmensided Proyecto PABELLON ALEMAN ‘Simetria y horizonte Exposicién Universal 1929.Barcelona, Espaha VILLA SAVOYE El paseo yel cubo Poissy, Francia 114 18 146 158 168 188 196 210 CASA ENLA CASCADA Del paisaje como especticulo ala rnaturaleza como orden Pennsyivania, Estados Unidos MINISTERIO DE EDUCACION Y SALUD. Una plaza y un palacio de cristal Fo de Janeiro, Brasil COOPERATIVA DE SERVICIOS ELECTRICOS Lafisica y 1a care Chilén, Chile IGLESIA DEL MONASTERIO BENEDICTINO os cubos de luz ‘Santiago de Chile YALE CENTER FOR BRITISH ART Elexpresivo silencio de ta trama Universidad de Yale Estados Unidos LAPALABRA DE LOS ARQUITECTOS Vitruvio Polién, Marco Lucio Albert, Leon Battista Laugier, Marc Antoine Boullée, Eenne-Louis Durand, Jear-Nicolas Louis Fuskin, John Viollt-Le Duc, Eugéne Emmanuel Le Corbusier ‘ios Van der Rohe, Ludwig Gropius, Walter Kaha, Louis Bibliogratia Indice Analitico, 218 RE INTRODUCTION Es dificil recomendar un libro a un estudiante que pregunta qué leer para tener una idea de to ctura, asi como otros que que es la arquitectura. Hay buenos libros de historia de la arqui exponen aproximaciones tedricas de ella. Para alguien que no tiene una formacién previa, sue- pecificos, presuponiendo un conocimiento anterior, o demasiado tenden- closes, asumiendo un eriterio particu buenos ejemplos de libros qua introduzean a los problemas de la arquitectura desde la arqui- tectura misma. Menos auin, que lo hagan desde ta perspectiva del proyecto, esto es, desde quien esta en la posicién de producit! arquitecténicas que le dan origen. lon ser demasiado F para entender su realidad. Es més dificil encontrar atendionde a esa cadena de decisiones y operaciones lo, escribir un texto de introduccién a la arquitectura destinado a Nos hemos propuesto, por estudiantes y profesores de arquitectura, pero también a protesionales y personas interesadas casos especialmente signiticativos que muestran, desde angulos diversos, algunos de los pro- ctura se ha planteado a lo largo de la historia. Este material, inevitabl Intentando que sea la arquitectura misma la que se presente. Para blemas que la arquil mente hist6rico, aparece no en su dimensidn de recuerdos sino de realidades y conocimientos vigentes, sin caer en el anacronismo y, por tanto, explicitando la trama mental y cultural que rodeo su construccion. EI libro procura atenerse a los hechos de arquitectura, entendiendo por tales, una relacion pre- cisa entre forma y vida, 0, todavia mas radical, entre las estructuras y los usos. Esta precisién se basa en la capacidad de mirar tanto tas formas como Ia vida, Todo ello, tentendo en cuenta que si los hechos de la realidad so observan los de la arquitectura mas bien se construyen. Introducirse a la arquitectura desde tos hechos arquitecténicos permite establecer una relacién sugerente entre aquello que habla que hacer y cémo se hizo. Se logra asi traducir ideas y problematicas abstractas a un lenguaje arquitecténico, reconstruyendo las operaciones de pro- yecto que entraron en juego. La estructura del libro se organiza an tres partes. La primera agrupa tres ensayos referidos a cuestiones generales. Ellos pretenden hacer explicitos los puntos de vista asumidos y propor- cionar una base de informacién que facilite una comprension mas cabal de los casos. La segunda parte concentra lo mas significativo del contenido: la presentacién de 20 obras 0 proyectos de arquitectura. De ellos se entrega informacién gratica, incluyendo una serie de plantas que fueron dibujadas especialmente para el libro, y se hace una lectura, por asi llama: tir de los problemas constructivos y técnicos; de la capacidad la, reconstructiva. En ésta, ap: de interpretar un encargo 0 construir un programa; de insertarse en un contexte o dialogar con un paisaje; de proponer un orden anterior a ia forma; en definitiva, de aquello con que la obra 0 Se las tuvo que ver, aparecen las ideas, las operaciones de proyecto, las lecciones de arquitec- ura. Es la propia realidad de la obra lo que constituye materia y oportunidad de per Esta /ntroduccién sigue asi, en cierta medida, la teoria del atajo de Ezra Pound: constituyen ol atajo, la distancia més corta y la visién més larga del campo que atravi este caso, del campo arquitecténico, Cada uno de los casos se entiende de mane mente auténoma. Ellos se presentan cronolégicamente como una mani cién dentro del libro y sin pretender con ello construir una historia de la de facilitar su ubica- rquitectura. 7 La tercera pa arquitectos. Ellos aparecen como claves fundamental /std constituida por una brevisima antologia de textos tedricos producides por de cualquier andlisis y-discusién arqui~ tecténica, y ponen de relieve 1a dimension permanente que tas palabras y el discurso han teni- doen ‘sfuerzo constructive que realizan los arquitectos. En todos los casos, insistiendo en @1 cardcter introductorio del libro, se incluyen anexos bibliogréficos que permiten profundizar en cada una de las temdticas tratad: Eseribir una introduccién entrenta al estuerzo de un lenguaje comin. En palabras de Wittgenstein, e/ lenguaje comin es el de la experiencia comun y no tiene ningun sentido decirle @ alguien algo que no entiende, aun cuando se le aclare que no puede entenderie' . Encontrar 280 lenguaje compartido, sin que su sencillez t jentide de los hechos que formula, ha sido un estuerze fundamental on la construccién de este texto. jcione El libro surge, on cuanto tarea colectiva, de I diverses momentes y forma: nos recién ingresados a la carr cada uno de los autores experiencia compartida por los autores que, on han colaborado en Ia tarea de presentar la arquitectura a alum- Los textos dejan sentir, entonces, ol timbre de la voz de ‘en Ia conflanza de que existe una mirada compartida construida por los afios de colaboracién. Nacido, en primer lugar, de esa experiencia comin, el libro ha racibi- do una serie de apoyos indispensabies para lleg: de la Escuela de Arquitectu- ra, empefiada en dar forma a una coleccién destinada a la docencia, para lo cual ha contado con el apoyo econémico de Prorrectoria; de Vicerrectoria Académica que, a través de su Fondo de Desarrollo de 1a Docencia, nos apoyé en Ia fase de recopilacion a clones ARQ, que ha hecho suyo el proyecto del libro, déndole, con su experiencia, una calidad editorial que no 8s frecuente en textos de dibujos, l informaei6n: de Edi- tudio; de los ayudantes que colaboraron on los recopiiaciones graticas y bibliogratic El estuerzo, que no ha sido pequefio, estaré compensado si quienes recorren sus paginas en- cuentran a la vez ol estimulo y el mapa para, encontrando los atajos, recerrer de manera fruc= ese laberinto apasionante que es la arquitectura. " LOS HECHOS DE LA ARQUITECTUAAR Por ejemplo: La gravedad Que e! agua no pueda evitar la gravedad es otro hecho. De la misma manera que Ia fuerza de (la) gravedad hace que el agua la manera de llegar al suelo, acusando en su paso las fisuras de la construccién, el descalce de los elementos constructi- un hecho. siempre encuent vos, asf también la fuerza de la realidad siempre termina por acusar el descalce entre el proyecto (lo que se imaginé que habria de ocurrir) y la vida (lo que de hecho ccurre). Podemas tener esperanza sélo en aquello. ‘que no tiene remadio. Giorgio Agamben. Forma de vide y forma debida En el antiguo aeropuerto de Santiago habia un lugar donde hasta prin- ciplos de la década de Ios noventa se juntaba mucha gente. Se trataba de la gran terraza del segundo piso. donde gran cantidad de personas despedia y recibia a unos. pasajeros que embarcaban y desembarca- ban de los aviones por medio de e: directamente por la losa hacia y desde las salas de embarque. Esta terraza permitia que despedid aleras manuales y que caminaban y blenvenidas fueran extendidas hi ta Gltimo momento. Esto hasta que, seguramente por razones de nor- 6 mativa internacional, la terraza fue clausurada. En e1 nuevo aeropuerto de Santiago, dos lugares congregan gran cantidad de gente. Uno es. escalera que une el segundo y tercer nivel atravesando un vacto circular y que balconea. sobre la salida de Policia Internacion y Sobre fas mangas de entrega de equipaje; el otro 85 61 giro casi en dngulo recto de Ia calle que sube al nivel de las salidas internacionales y desde donde se puede ver el paso de los aviones hacia la pista de aterrizaje. En el vacio que atraviesa la escalera, la gente de alguna manera descubrié un lugar donde, un poco antes de lo que el edificio y los arquitectos tenfan calculado, se puede saludar, gritar, colgar letreros improvisados y dar la bienvenida a la gente que Hlega. En la esquina de la calle que sube, la gente descubrié un lugar donde un poco después de lo que ol editi- clo y los arquitectos tenian calculado, se puede al menos tener Ia esperanza, que desde la los vea despedirse, ay la calle son al aeropuerto nuevo, to que gran terraza era al acropuerto antiguo, Ahora bien, la escalera que atraviesa este vacio circular, on tante que lugar de bienvenida 8 un lugar incémodo; incémodo para tos que llegan porque estén en un lugar de paso, en la zona de entrega de equipale. casi sin espacio para pasar y sin perspectiva para mirar hacia arriba; incomedo para los que estan arriba, que cueigan de las barandas de ta esca- lera, asomandose de cualquier manera sobre los. que llegan. Aun as{ es un lugar que reune mucha gente. Igual cosa se verifica en 1a calle exterior. E: siquiera forma parte del proyecto de arquitectura y que a pesar de estar fuera di se podria decir que es una obra hecha por los ingenieros y que ni editicio, un lugar central, Estos lugares ocurren a pesar de la precariedad y de la incomodidad. En ello se revela tanto la fuerza de la realidad como el descalce entre realidad y proyecto zY qué acusan estos lugares no caleulados? Dado que 0! aeropuerto sf contempla lugares tanto para la despedida como para la bienve- nig 10 que especificamente acusa este descale: 6 la falta de lugar para lo que podria- mos llamar ef ditimo momento. Lo que en la escalera y en la calle ocurre no es tanto la despedida y la bienvenida, cuanto la extension de ellas hasta | primer y el itime momento. La escalera y Ia calle son al aeropuerto nuevo, Io que la gran terraza era al aeropuerto antiguo, en tanto que lugares que acogen la prolongacién del saludo. Mas alld de las razones de normativa internacional que hayan ilevade a cerrar la terraza del " acropuerte antiguo 0 a ne considerar esta situacién en ol aeropuerto nuavo, 68 un hecho que dado que Chile todavia es un lugar donde viajar es un evento, hay una voluntad de anticipar la blenvenida y de extender la despedida lo maximo posible Podria decirse entonces, que el programa, es decir, tructurante de un aero- puerto en Chile, o al menos de! aeropuerte de Santiago, es Ia prolongacién del saludo. ¥ desde o! momento que esta situacién es vorificable, desde ol momento que es un hecho, 1a extensién del salude es un hecho arquitecténico, situacion Probablemente en otros aeropuertos, Ia situacién estructurante 5 en Ia mitad de un continente extenso donde los vial cuentes, no seria necesario que los lugares de espéra y de despedida furan importantes; lo que seria ol nucleo de proyectacién en esos cases, seria quizés Ia eficiencia o ta seguridad. Aqui en Ghile lo que habria Importado cuidar, cautelar y constituir como la situacién estructu habria sido la prolongacién de! saludo. otra. SI estuviéramos son fi inte del proyecto, ET mundo no se ha hecho para que pensemos en é/ (pensar es estar enfermo de los ojos), sino para que lo mitemnos y estemos de acuerdo. Alberto Gasiro, EI guardador de rebarios. La contradiccién de la realidad De ta misma manera que una buena escalera calza naturalmente con el ritmo de nuestros pasos, sin contradecir ni su regularidad, ni su alcance, ni su avance, un proyecto debiera al cals con la realidad © al menos a no contradecirla. Primero porque la realidad e: Pero sobre todo porque Ia realidad es ol horizonte de un proyecto de arquitectur ntido es articularia. La contradiccién de la realidad (aquella involuntaria se entiende) tiene su origen las mas de las veces en una falta de Intetigencia, en tide (etimolégico) de no haber sabido feer Inteligir significa para el arquitecto, hacer una lectura a la vez exhaustiva (no dando nada por supuesto) y esencial (distingulends lo importante de lo accesorio) de la situacién que debiera estructur entre los datos el proyecto. Para no contradecir ta realidad, e! arquitecto debiera atenerse a los hechos arquitecténicos que a partir de ella se pueden formular. Algunas veces la contradiccién deja husllas, loves, meros vestigios si se quiere; como el Pasto rafdo segun una obstinada linea recta que contradice porfiadamente la serpenteante Vereda tropical de Burie-Marx 6n un parque dé Alo de Janeiro. Pero las mas de as veces la dificultad de leer acertadamente Ia realidad, ta ausencia oculta la relacién entre torma y vida. Como la carrera de obstaculos descrita I aeropuerte incluide, radica en que una cler- 6 por Godofredo tommi 8, pero el ritmo, casi el baile con que el las vallae, dura edio lo que dura Ia carrera y luego desaparece. Este miemo corredor ps silencio oculta 10s rasgos constituyentes de Ia situacién cuando la relacion entre forma y vida se da naturalmente, fluidamente, sin fisur: Y sin embargo, ‘a lo que una obra debiera aspirar. Una obra debiera ser silenciosa en este sentido de tender al calce entre lo que ella permite y lo que ha de satisfacer, sin fisur Formular el problema del proyecto como un hecho de arquitectura, nos acerca al silencio de los acuerdos técitos, en este caso entre forma y vida. ‘a este mismo silencio, a esta misma fluidez que oculta tanto las formas como la vid Se podria decir, hablando por paradojas, que una buena obra se reconoce por su capacidad de desaparecer. De esto sabia ya algo Le Corbusier, cuando desde Pisa, al término de su viaje de oriente, le escribla a su amigo-maestro: L’Eplattenier, recluta mafiana mismo un buen albanil. ;Haremos artel... Qué estupidez. No es necesario ya hacer arte, sino sé entrar tangencialmente en el cuerpo de nuestra época y disolverse en 6! al punto de des- aparecer. Y cuando desaparezcamos, of bloque se habra convertide en algo grande. De nosotros entonces quedaran coliseos, rmas , acropolis y mezquitas’. La intensificacién de ta realidad Ahora bien, aun cuando Le Corbusier habla de desaparecer, habla también de dejar algo grande. ¥ para alcanzar tal grandeza no solamente no habria que contradecir 1a realidad: proyecto del nuevo aeropuerto no se podria haber contentado con haber visto esos lugares no calculados. A lo que se deberia haber aspirado, a lo que habria que aspirar, es a qu rquitectura, ampliticandose, intensiticdndo: realidad entre en resonancia en una obra de El sentido do las cosas esté fuera de ols. Ludwig Wittgenstein, Atender a los hechos de arquitectura es identificar ta especificidad de esa intensificacion propia de la rquitectura; esta Intensificacién a pesar de estar centrada sobre el objeto ar- lidad que a la vez soperta y contiene (1a vida). De este modo la atencién sobre la naturaleza construc- quitecténico en toda eu condieién fisies ‘opera de hecho sobre esa poreién do rt tiva dal objeto arquitecténice no se consume en ella misma y no constituye primordialmente un objeto de contemplacién. Esta oscilacién de la atencién entre continente y conte: {continente: el objeto arquitecténico; Io contenido: 1a vida), ent 10, e1 rol que juega y ol rol que muestra, constituye uno de Ios flancos de discusién mas constantes de la arquitectura. ” Discutiendo 1a nocién zeviana de espacio, Borchers considera fundamental la ca del cuerpo arquitecténico: sin embargo postulé que Ia real y arquitectura estaba en los actos humanos formalizados por alla. Que los actos puedan constituir materia de arte es to nuevo que yo postulo,* dira Borchers. Siguiendo las ideas de Nietzsche, Borchers conceb/a la arquitectura como una lucha entre lo apolineo (lo escultérico, to visible, Io figurative, lo plastico) y lo dionisiace (lo musical, to No figurativo, lo Impulsive): un arte dirigido no tanto a los sentidos sino mas bien ala volun- tad, pensada a la manera de Schopenhauer. La obra de arquitectura 68 un artefacts no una obra de arte, y en obras de arquitectura una ¥ esa nada es Inconmensurable?. nada separa el artefacto de la obra de art. ‘i algo es descrito por un plano de arquitectura, es a rnaturaleza de las relaciones humanas. Robin Evans. En este mismo sentido de obra de arquitectura como artefacto capaz de intensificar los GCapilla de Pajarito: actos, se podria entender al proyecto de Alberto Cruz para partiendo de la pregunta por Ia forma apropiada a la oracién, se inspii experiencias concebidas como actos que son posticamente transferidos al proyecto. Es pre- la blancura de una cisamente esa transterencia la que origina los hechos de arquitectura: que destaca Ia forma y los color durante una misa recordatoria: o 6! particular ritmo de los gestos liturgicos en los motivos recogides por el proyecto. me de platos y elementos; la penumbra de una sala constituyen Si la vida 68 una continuidad de situaciones slementales: si una situacién es una continul- dad de actos; si la arquitectura intensifica los actos y articula situaciones; si una situacion 8 10 que estructura un programa arquitecténico; y si un programa es el sentido de un pro- | programa, mi do de actos 6 la construceién de una situacién elemental. yesto, entonces podria decirse que que un listado de recintes, es un lis La superactén de ta realidad Pero aunque opusstes. tanto la contradiccién como la intensificacién de la realidad son térml- nos de una misma polaridad, La arquitectura no debiera permanecer en el mismo plano de la realidad; estar de acuerdo con ef mundo no significa diselverse en la naturalidad de la vida ni de os usos, La arquitec- "Ca pubena on Le Comune, api In one, Clogs duu amped eran por Guan Grsan aural Lara, nai, 186 2 dou Borchers luda Arutactis,plpns 18. El Ande Bao. Santigs 668, opine an sobre una misma linea, o al menos, en un misme plano, tura no es mero receptaculo de una situacién; ni siquiera mera expresién de ella, por magni- fica que ella sea. Es verdad que el ritmo de huellas y contrahuellas de una escalera nace del ritmo de nues- tres pasos y no de una ley interna, autorreferenta, meramente formal; el sentide de su for- ma esté fuera de ol ‘Sin embargo una escalera es también Ia proposicién de un ritmo. EI ritmo que propone la escalera de la biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universi- dad Catdlica de Ghile, nos obliga a caminar muy lento para calzar con el ritmo de los pelda- fos propuestos. Si no nos adecuamos a esa lentitud propuesta, Ia escalera es incémoda. Esta adecuacion de la vida al objeto no es otra cosa que la adecuacién que la situacién del estudio requiere: la construccién de un Ambito de silencio. En ese sentido, ta arquitectura, ‘si bien debe tender al calce con la vida, no la imita; la modifica, Tampoco es la arquitectura traduccién automatica de unos uses a una forma. Si bien Ia arquitectura recoge una realidad existente (no inventa la vida que ha de.acoger), una obra siempre produce algo que no estaba ahi antes que ella apareciera. La situacién que la ar- quitectura articula no es totalmente preexistente. La arquitectura debiera interpretar la roa- lidad, en el sentido que lo plantea Gadamer, de tenerse a ella por una parte y simulténea- mente ver en ella, extraer de ella, cada vez, algo nuevo. Si procediéramos por analogia y Pensdramos en la realidad como en una partitura musical, tendriamos por una parte que la partitura es lo que es y en ese sentido habria que atenerse a ella. Sin embargo interpretarla es también revelar una y otra vez, una dimensién a la vez subyacente @ inexistente. Inter- pretar es atenerse a lo latente. La arquitectura para satistacer el encargo que Ia origina, ha de Interpretar la vida misma, estando de acuerdo con ella, intensificdndola y buscando even- tualmente hacer aparecer dimensiones ain no formuladas de ella. Tina: lugar para el suicidio Lavamanos: excusa para mirarse al espejo Bid6: caballo pequerio Ndmero dedicado al bafo de revista, Por ejemplo, mds alta que el resto a escaleras: huel tumba para la familia Brion proyectada por el arquitecto Garlo Scarpa esta cementerio. Para salvar ese desnivel, of arquitecto propuso dos ja necesidad de proyectarlas existia y el ritmo de nuestros pasos que define 's ¥ contrahuellas también preexistia, Una de las esealeras, la que permite acceder al conjunto de la tumba, tiene cuatro enormes Gradas, levemente distintas, los cuales a pesar de su irregularidad nos hacen dar naturé mente dos pasos én cada una de ellas*; cuatro alturas, ocho pasos. Lo que hay es la propo- sicién de un ritmo acentuado, que es a la vez una eadencia de ajuste que permite entrar cal zado a cada nuevo peldafo y un paso alterado para transitar desde el mundo, por asi decirlo, corriente, al mundo del cementerio. La otra con el plano superior de la tumba Brion, también tiene cuatro gradas, también de hormigén: elias estan contenidas dentro de un de cubo de aire también de hormigén, e! cual actéa como una especie de caja de resonancia para estos pel- dafios que por estar en volado, cuands une los pisa, suenan. Se podria hablar de una escalera calera, que une el plano de la capilla afinada: @ medida que uno sube, igual que algu- nos Instrumentos de percusién (un xiléfono por ejemplo). cambia el tono de nuestros pasos (que por lo demas se hace mas agudo a medida que nos acercamos a la tumba). Con ello ol sonido jecutade Tumbe lala Brion. Cal Sur, Arlee ravela, por un lado nuestro propio peso, pues se debe a él la capacidad de haber la escatera; por otra parte, tal sonido nos hace presente el acto mismo de caminar; hay que pasar por ella para que se revele el hecho de estarla pasando, Paso y peso son las dos dimensiones que marcan el trénsito del mundo de la ciudad al del cementerio, mbas conte- nidas en el recorrido, ambas inexistentes antes de la arquitectura. Tanto la alteracién del paso por acentuacién del ritmo con que natur Imente caminamo: como la amplificacion dé nuestro peso, son estas dimensiones no tormuladas de la reali- dad, Ellas marcan el paso a este otro mundo que es de alguna manera lo mismo que se pretendia con la escalera de la biblioteca: que al mundo de la biblioteca, as! como al c menterio, se entrara en un cierto silencio por medio de Ia lentitud del paso que calza. ne una situactén element: Podria decirse que Ia situacién genérica de recorrer, en el ritmo cuyo programa es el paso a ofra situacion. estado del arte La arquitectura y SI al acuerdo, Ia intensiticacién y la superacién de la realidad, han hecho énfasis en la vida mismi 10. ne significa renunciar a la intensificacién del objeto arquitecténico en cuanto tal. Fronte 2 una historia de la arquitectura que ha Insistido demasiado en la componente for- {ae cute gre tanan intas esis primers em Gl bord: segunda mie 3 om, ta tercera 6 ey ta 70 mal del objeto arquitecténico, proponemos un cambio de énfasis pero en ningun caso la suspension de esta dimensién artistica de la disciptina. Lo que proponemos es desplazar nuestra atencién desde una arquiteetura vista como hi cho formal (juzgando la coherencia de la sintaxis interna del objeto), @ una fundada en los hechos arquitecténicos (veriticando las ituaciones que el objeto es capaz de articular). De lo que se trata es de dejar de ver las propiedades formales de la forma y empezar a ver lo que se podria llamar sus propiedades vital ‘Mucho de lo que estamos haciendo, n0 es mas que estar camblando nuestro estilo de pensamiento. Ludwig Wittgenstein, La arquitectura es un arte; sus objetos tienen autonomia artistica. Sus problemas nacen tanto de las circunstancias como de las leyes internas de la disciplin: Cada obra de arqui- tectura es de hecho un comentario al arte, al estado del arte, que busca mantener el paso ganado® y eventualmente moditicar y superar estado de cosas. Hay que ser absoluta- mente medernes, sentencia Rimbaud ‘Siempre fo mismo pero nunca igual Godofrede fommi Ese cada vez con que se ha de afrontar ol problema de la forma de un objeto arquitecténi- co, debate radicaimente tanto su propia cenfiguracién como la de Ia historia de la arquit tura. Porque si bien el arte no progresa, las artes se desarrollan y cambian. Trabajo del arquitecto 6s saber ubicarse en su época, sentir el espiritu de los tiempas, disolver la nos- talgla, evitar of ridiculo del anacronismo, esquivar tanto las convenciones como las modas y novedades de decorador. La pregunta por la forma requiere la capacidad de construccion do un presente absoluto. Esa forma no es Igo distinto del fondo del problema arquitecténico. Escribe Nietzsche Une 68 artista @ costo de considerar ese que todos los no artistas Haman ‘forma’ como ‘contenido’, come Ja materia misma. Por decir lo menos, fondo y tarma son problematicos La forma y ta construccion: ta exquisitez de ta insistencia La intensificacién de Ia forma podria entenderse come una intensi acién del objeto arqui- 5, Una expan dl pete Gorge lm. a tecténico en su dimensién material. En estricto rigor, el Partenén no es mas (ni menos) que una refinada y perfeccionada transposicién a piedra de un sistema constructive original- mente pensado en madera. Toda su densidad arquitecténica podria en ditima instancia ser reducida a la capacidad de haber encontrado en Ia lentitud propia de las mutaciones, la forma adecuada a la légica de la piedr: La arquitectura puede ser vista como una forma de intensificacién de la construccién; una intensificacién que tiene Ia virtud de hacer llegar la construccién a la esfera del arte. Si Ezra Pound afirma que poesia es la lengua cargada de sentido en el mas alto grado posi- dela Ja lengua intensiticada, y Auguste Perret plantea que la arquitectura es la poe: construccién, podriamos proponer que la arquitectura es fa construccién cargada de senti- do en @! mas alto grado posible, Ja construccién intensiticada. La vitalidad de ta forma; la f{stea hecha carne una gunda forma de Intensificacién de la forma del objeto arquitecténico tiene que ver con la forma misma. En el interior del edificio de la Cooperativa Eléctrica de Chillan, un ‘espacio de doble altura es a la vez sostenido y ocupade por un conjunto de columnas con- figuradas a partir del encuentro de dos conos. Una rampa y una asealera permiten recorrerio verticaimente; descanso de rampa da origen a un volumen independiente suspendido delante de la tachada Sur; la escalera, un prisma elegantemente flectado, asciende hasta la terraza superior habitada por chimeneas y lucernarios. Todos ellos constituyen volimenes Independiente: expuesta por Wittgenstein en su Tractatus. Los hechos arquitecténicos se identifican aqui que intensifican la volumetria de ta obra en busca de ese jementales como los denominaré Borche: siguiendo la idea de hecho atémico con estos proyectos elemental \do de fisica hecha carne que Borchers atribula a la arquitectura. Los nechos de ta arquitectura; la medida y e! cuerpo Eeta fisica heeha carne podria ser entendida como vitalidad de un objeto meramente mate- lal. Pero podria pensar también que Ia arquitectura es la fisica hecha carne, en el sen- tido de ser un objeto fisico, afectado por las leyes de la fisica, pero cuys fin estd en Ia vida que es capaz de producir (de hacer). Es a fisica trasmutada en actos. Dice el propio Borchers: He tenide que examinar una cierta cantidad de proyectos que se proponian Jo siguiente: lugar para orar, lugar para pensar, lugar para estudiar, lugar para descansar, etc. Creo que esto habré que interpretario como propésito, como algo asi como ‘condiciones favorables’, ya que algo asi no es arte sino una actividad, y no depende de la arquitectura, sino bien, de otra cosa’. Si bien una situacién no se inventa, esas condiciones favorables dependen de cuestiones concretas y precisas. Son hechos y son heches conclusos. En la esealera que bajaba a la biblioteca, la lentitud del paso que se queria construir para acceder en silencio @ la situacion del estudio, depende finalmente de las medidas de hue: las y contrahuellas. Ellas dependen a su vez de unas medidas si bien variables, bastante les originadas per el propio cuerpo humane. El cuerpo propone a la arquitectura un dmbito de verificacién de sus operaciones. Lo mismo se podria llegar a establecer para la construccién de! silencio al interior de Ia biblioteca. La observacién pertenece al arquitecto Wren Strabucchi, quien hace algén tiem- po planted que la falta de silencio de la biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Uni- versidad Catética, bia al tamafo de las mesas. El hecho que tengan 1,40 m de lado, e8 justo el tamaiio que no es ni suficientemente pequefio para que uno secretes (0 murmu- precisas y sobre todo univer Fo), ni lo suficientemente grande para que la distancia nos obligue a paramos evitando con lo la Inconveniencia de gritar. El metro cuarenta es justo la medida que mantiene el tono de voz caracteristico de conversacién; ni el secreto ni el grito: la conversacién. Esta medida no es ya medida fisica del cuerpo. sino medida de nuestra percepcién. En cualquier caso, por ser una cuestion medible, es aun tiempo algo verificable (un hecho) y algo repe- tiple (una operacién de proyecto). Los nechos de ta arquitectura los ten@menos ciertos. Cuando un objeto esta a contr: uz dos cosas ocurren: Al quedar él objeto en penumbra, los rasgos que lo constituyen tienden a desaparecer di- solviéndose en un dnice plang; el objeto pierde profundidad. Simultaneamente la desapari cién de los rasgos queda compensada por una fuerte emergencia del perfil del objeto. Un objeto a contraluz es en realidad una silueta. Lo segundo que ocurre con el contraluz magnificacién del reflejo. De esto saben mucho Pinén y Viaplana, cuando en el proyecto de la Casa de Caridad en Barcelona, deciden usar a gu favor la espejidad propia de un vidrio a contraluz; cual- quier vidrio que esté colocado a la sombr: 2, 9 un hecho. © @ contraluz, se transforma en un espejo: Los tenémenos proponen a arquitectura un ambito de verificacién de sus operaciones. Lo que Viaplana y Pifén hacen es cerrar el cuarto lado de un claustro y el edificie que ponen, Pasa un piso arriba de la altura de las otras tres alas del patio; la fachada de ese piso que 5 6p. pags es pasa arriba esta inclinada. Al inclinar ese tramo superior hacia adelante, ese pafio de vidrio deja de recibir luz, queda a contraluz, con lo todo ese tramo de fachada se transforma en un espejo sin la obviedad y por Io tanto sin Ia vulgaridad det Vidrio espajo. Esto os un hecho de arquitectura. Si 61 objeto que se sitéa frente a un vidrio en Penumbra esté iluminado, mayor seré te vidio. Como el trame pasa Contre de Cunura Contemperdnes, antigae especularidad de Gave cota Cartéod, sobre los techos y los techos son horizontales (estan siempre iluminados), lo que estos espejos de vidrio reflejan con mayor fuerza, son los techos del claustro, Ese tramo de fachada inclinado muestra por decirlo de alguna manera, nos muestra una visién angélica. Y come la entrada al edificio se hace por el lado opuesto a rampa que baja hasta el subterraneo, el momento del acceso es simulténeamente el mas bajo y el més alejado del reflejo. yQué ocurre entonces? Que paraddjicalmente mientras mas se hunde uno, esta vision claustro desde arriba, Glaustro, a través de una lejada mas nos saca del claustro, y tanto nes saca del Glaustro que lo Ultimo que uno ve antes de desaparecer bajo la losa del patio de acceso, es mar y el horizonte. A medida que uno baja, por encima de los techos del claustro, apare- ce reflejado en el paiic inclinado, todo el perfil de Barcelona y por un solo instante, el hori- zonte y el mar. Esto ademas de un hecho de arquitectura, es alge precioso. Los hechos de ta arquitectu la medida, los tendmenos, el cuerpo El hombre, a diferencia de lados. Sélo los ojos los puede mover a voluntad, dirigirlos, @ diferencia de un caballo por IgUNGS animales, tiene los ojos hacia el frente y las orejas a los ejemplo, que ademds de los ojos puede mover las orejas. Por ese cuando estamos a la intemperie, en lugares abiertos y escuchamos algo y queremos ver desde donde viene el sonido. ver y escuchar simulténeamente en la misma direccién, lo que hacemos es ahuecar alguien con dificultad para escuchar hace lo mismo. No se puede (dado la forma en que estan dispuestos los entides en ta cabeza) ver y escuchar simulténeamente algo, porque los ojes y los ofdos son perpendiculares ent la mano y construir una especie de pantalla que refleje el sonia Cuando estamos entre paredes paralelas y el sonido viene desde adelante, estas paredes reemplazan las manos ahuecadas. Una sala de conciertos, en el fondo es la construccién de Ia simul neidad de ver y ofr, Es esto lo que hacemos cuando vamos a un concierto; no vamos sélo a escuchar musica, va- Ea mos a escuchar y ver simulténeamente. Eso 1s lo que una s lismo que permita escuchar y de conciertes concierta: transformar la perpendicularidad de ojo y ofdo, en un pai ver al mismo tempo. Tal simuttaneidad no se construye exclusivamente @ partir de la reorientacién de nuestros sentidos La velocidad a que hay ontre ef estimule visual y el estimule auditive 86 percibe come. simulténeo; de la misma manera que hasta un treintayseisave de segundo, un cuadro fijo que se proyecte dotrée de otro se percibiré como un movimiento continuo (fundamente del cine). Es decir, uno puede recibir una imagen, y hasta un veinteavo de segundo después recibir el sonido y todo esto entenderio come simuiténeo: cosa que no ocurre entre los reldm- 1a un veint luz es mayor que la del sonido. H vo de segundo el destase que product pagos y los truenas por ejemplo. Una sala de concierto no puede permitir que el destase entre 1o que vemos y escuchamos se el arco sobre las cuerdas del violin y un poco después escuchara el sonido que produce. Asi, el tamafio maximo de una sala de conciertos no dependeré jamés de un problema acistico. Seré este fondmeno y a manera del cuerpo de experimentario lo que va a definir la medida de una sala. Esto es un hecho arquitectonico. uperior a un veinteavo de segundo”. Seria inaceptable que uno viera a alguien que frota Toda cuanto puede ser dicho, puede ser dicho claramente; 68 lo que no se puede hablar, es mejor gncio, Ludwig Wittgenstein Los hechos de ta arquitectura Ante la fotogratia de un banco de materi Jes rdsticos situado junto ala escal techo-jardin de la casa, que ilustra el libro Un petit maison', Le Corbusier sentenci: auténtico hecho de arquitecture, excseme Vignola. Pudo haberse a. que sube al un ferido a cualquiera de los otros hechos de la casa: la hermosa ventana ho- rizontal que da sobre el Iago; ola mesa adosada al muro de ci modesta Fre del jardin, pero pretirié ta jementalidad del banco para designar la alidad més profunda de la arquitectura. de respal- ntibiado por el sol. Asoleamiento que sumado @ Ia vista (que no vemos pero que podemos suponer) hacen de este un buen lugar para EI bance de madera, a la distancia justa de! muro para que éste haga las ver do; muro que a su vez ha sido seguramente tba, amo mkxine de va sl ance super 618 sper ol entare de segura Ue Corel psa wu Re Us pat mlan 0 1 una rte ya maura sobre a esa gue conateyra pasos pues an age Le Man on 122. 8 dejar pasar el tiempo. Tiempo que no es solita- flo, porque las separaciones entre las 3 venta- nas del subterréneo que se asoman justo sobre et bance, permiten que sélo dos pt jonas se apo- yen. LQué mas se puede querer, qué més que esto puede aspirar a construlr ta arquitectura? Les cosas ordinarias cantienen los misterios. mas profundo (...) Tedavia no tenemos al coraje de confrontar lo ordinario como tal, Robin Evans Remitir: @ los hechos de arquitectura significa para Le Corbusier cordar los origenes de ésta, a la vez que explorar sus posibilidades inédit juerze de depuracién por blecides y accesories repetitives. La referencia de Vignola propone de manera més explicita Ia intencién de separar la arquitectura del puro dominio de las formas y de su imitacién. cual se la despoja de todo aquello que ha venide cargan- do: procedimientos Un hecho arquitecténico es 2, todavia mas radical relacién preci ‘entre urva construceién y los usos. Un hecho arquitecténico es la relacién mitica entre forma y vida; entre forma y vid: mito es decir una cosa de una vez por tod: ‘No hay hechos, séio interpretaciénes. Friedrich Nietzsche. Otherwiseness Karsten Harries plantea que si algo caracterizé al artista moderno (el arquitecto incluido), ncia (hyperawareness) que su trabajo pudiese ser de otra manera (atherwise) Su gran adversario entonces seria la arbitrariedad. Esto porque, rota la relacién con el lenguaje elasico, invertida la direccién histérica en que trabajé el arte, desde Ia voluntad de dominar lo ignoto hacia un arrojo a lo desconocido, y fue la hipercon teniendo a disposicién una tecnologia y materiales escasamente restrictivos, la libertad inaugurada interrumpia la relacién directa entre obra y circunstancias. Las circunstancias dejaron de ser lo suficientemente determinantes como para conducir con precision desde la 8 vida a la forma. Este nueva manera de entender el arte segiin la define Helio Pinén: sustituye la mimesis por Ia construecién como criterio de produccién artistica, y la instauracion de una idea au- ténoma de forma, controlada por una legatidad especitica (Ja visual), distinta @ Irreductible a los criterios de cualquier sistema exterior Si por un lado se trata de una accién subjetiva (una construccion de ccién tiene desde el principio una aspiracién de go que hasta enton- ces no existe), no es menos cierto que t universalidad. En ese sentido los hechos de la arquitectura permiten darle curso a esta voluntad de unani- midad. Es a través de ellos que se intenta evitar la irracionalidad y la casualidad. Son ellos los que permiten encarnar el espiritu de los tiempos, evitando caer en el ridiculo del ana- cronismo. Son ellos quienes confieren a la forma fundada en una pura visualidad, una lega- lidad que aspira a través del juicio estético a poder ser leida, una cierta transparencia de las operaciones que definen dicha forma. Son ellos los que dan consistencia al intento de formular unes principios colectivos, como un mecanisme de abandonar la individualidad, y superar asi la arbitrariedad. ‘Son los hechos de arquitectura los que establecen lo que podriamos denominar el plane de la realidad propio de la arquitectura: La arquitectura est determinada por los hechos arqui- tecténicos como andlogamente la historia por los hechos histéricos. Tal un piano por tres puntos distintos no situados en linea recta y de! hecho que pueda existir un punto tuera del plano queda determinado el! espacio. Es su verificacion la que nos permite descansar en una clerta certeza acerca de la realidad de Ia disciplina, tantas veces amenazada de disolverse en la pura naturalidad de la vida social o en los dominios de otras disciplinas, Es su verificacién la que nos permite movernos come arquitectos con ese grado simultineo de cuidade y seguridad que denominamos rigor. De vuelta a los hechos; yo no interpreto, yo construyo de nuevo, Susan Sontag Sila realidad se observa, los hechos arquitecténicos se formulan. Esta formulacién ha de cumplir dos condiciones: Por una parte el enunciado debe tener una secuencia, una estructura argumental, un tono Ineluso, que Io haga resistente: cuando algo se vuelve resistente, dificil de disolver, como las estructuras quimicas complejas, uno lo puede trasiadar. El hecho de arquitectura es la formulacién de Ia situacién de forma tal que te dé una estruc- a tura estable que se permita su transporte; este transito desde lo que ocurre a lo que podria ser, convierte a la realidad en leccién de arquitectura, Por otra parte, lo planteado debe estar en clave de proyecto, dejarnos a punto de proyecto sin tener que llegar a proyectar. El arquitecto Herndn Rissco decia qué pensar axhaustivamente en la diplomacia para tratar de formular desde un punto de vista estrictamente arquitectoni- 60 el problema de una embajada, nunca nos conducirla a proyecto; en cambio apenas nom- brar la cuestion de la seguridad, a todos nos deja al menos encaminados. Un hecho de arquitectura es una formulacién t abstractas a un lenguaje arquitecténico y a operacion: 1S y problemdticas de proyecto conereta , que logra tradueir id sin llegar a proyectar. Elles son una aproximacién al problema de la arquitectura tal, que establecen una relacion sugerente y radical entre lo que hay que hacer y cémo hacerlo (referide al acto de proyectar). No todo, ne siempre ‘Quizés si el horizonte de todo esto no sea sino verificar una clerta pertinencia en I Pertinencia en la lectura del problema, pertinencia de la forma propuesta. Deseomponer ja situacién en sus rasgos constituyentes, arquitec- ur acertadameni nclales y conocer las propieda- des de la forma, de tal forma que ella encarne la situacién pertinente. Es en este sentide que un profesional de la forma; conoce exactamente sus consecuencias. Este comercio entre forma y vida no es ni pura determinacién ni pura libertad. ‘Si un proyecto de arquitectura esté determinado por los hechos arquitecténices, aque! am- ito de libertad que revela cada vez un rasgo nuevo, es un misterio. En ese sentido la arqui- En este sentido se podria entender Ia afirmacién de Le Corbusier: Ja tectura es un art ‘arquitectura es el cofre de la vida. En tanto que cotre es 6! mismo algo precioso que guarda algo praciose. Contesta Juan Borcher r mi estade de contemplacién actual, correspondiendo a la visién presente, no titubear, en afirmar: la obra de arquitectura es sin mas la vida misma’ . no lo veo hoy ast. Si he de expr Resuenan aqui las palabras del profesor Riosco, quien con paciencia y eonflanza, corragia @ los estudiantes durante todo el afic, sélo aquello que a ellos, a todos, nos parece Io speciticamente arquitecténico, la forma. ¥ entonces el dltimo dia, incluso después de los Ya, la forma ‘examenes, decfé t& blen, ahora le falta la vida. 18, duan Boras on Mrtearqtectr, pi 15, Eo Matha, Sasa, 1975. 28 (A PALABAA Y LA FIGURA Lo que ta arquitectura ha sido Es un hecho que ta arquitectura, esa actividad aparentemente tan ma- terial y tan concreta, ha generado una actividad permanente de retiexion sobre sf mism \drillo © piedra, sobre piedra, ha dado lugar a un esfuerzo paralelo por poner palabra sobre palabra para esclarecer el sentido de esa actividad constructiva y abrirle nuevos rumbos. El estuerzo de acumular ladrillo sobre Podria pensarse que ésta ha sido una actividad prescindible. Un co- mentario peritérico acerca de aquella que es realmente important construccién de plazas 0 de casas; de teatros o monumentos funera- rlos. Sin embargo asombra la antigdedad y la per tuerzo a lo largo de Ia historia. Aunque hoy dia algunos se declaran scépticos acerca del valor de los libros de arquitectura, otros publican gruesos libros sobre sus ideas y su obra’. lencia de este es- Parece mas zonable pensar Vidad de pensamiento son connaturales a la arquitectura. Que exists un secrete ¢ indisoluble vincule entre piedras y palabras. Que seguirén apareciendo edificies y libros sobre los edificios. Que la arquitectura habita ese dominio que entre ambos si 1@ estuerzo y esta acti- tables 9 HV MANT CoRPORIS MENSVRA: ET ADEO OMNES SVMMETRIAS EV AYTHMIATAS 8 PROPORTIONATES GEONETRICO SCHEMATE INVENIRE

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