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Evaluación unidad 1
El
león
En otros tiempos y en un lejano imperio vivían cuatro jóvenes hermanos. Un día
decidieron viajar juntos a otro reino para hacerse de un buen nombre y fortuna.
—No lo dejaremos de lado. Ya haremos algo para que encuentre una ocupación digna y
no nos haga pasar vergüenza.
Así se zanjó la cuestión y siguieron camino. Pasaron varios días y una tarde, cuando
atravesaban un bosque, vieron a lo lejos los huesos diseminados de lo que había sido
alguna vez un león.
Entonces, el hermano que había pretendido que Juan volviera a su casa, habló:
—Podríamos demostrarle a nuestro hermano las maravillas que encierran las ciencias.
¿Qué les parece si a través de algunas palabras mágicas hago que estos huesos se
unan nuevamente? Se concentró cerrando los ojos, y dicho y hecho, los huesos
volaron por el aire y se convirtieron en el magnífico esqueleto de un león. Entusiasmado
por los resultados, otro de los hermanos declaró:
—Yo puedo cubrir de tendones esos huesos, colocarlos en el lugar correcto, hacer que
los músculos se regeneren, crear venas, órganos y piel. Como no podía ser de otra
manera, frente a ellos apareció el cuerpo de un león enorme y peludo.
Y el tercero agregó:
—Yo podría hacer que el corazón se pusiera en marcha y que este león respirara,
viviera y hasta podríamos oírlo rugir...
Juan, desesperado, miró a su hermano y le dijo:
—Por favor, no lo hagas... ¿no ves que si tiene vida nos devorará?
A. Inteligente.
B. Imprudente.
C. Precavida.
D. Valiente.
A. La solidaridad.
B. La humildad.
C. La soberbia.
D. La envidia.
A. Un hermano arma los huesos de un león y los otros le dan el cuerpo y la vida.
B. El hermano menor se salva, mientras los otros son perseguidos por un león.
C. El hermano menor se sube a un árbol antes de que le den vida al león.
D. El león cobra vida y gruñe a los hermanos.
La diosa Minerva paseaba un día por las montañas del Olimpo, cuando se
desencadenó una fuertísima tormenta. Entre la lluvia torrencial y los cegadores
relámpagos, el viento soplaba con una gran fuerza: ya parecía oírse un lamento, ya un
débil siseo o una suplicante imploración... escuchándolos, nació en la mente de la diosa
el deseo de imitar aquellos sonidos. Cuando pensaba en ello, vio tirado en el suelo un
huesecillo de ciervo, y lo recogió. Estaba hueco, y la diosa hizo en él varios agujeritos
sirviéndose de una aguda piedra, cual si fuera un taladro. Luego acercó a sus labios el
rudimentario instrumento y sopló en él. Modulando una sencilla melodía. ¡La flauta estaba
inventada!
La invención de la flauta. Mito griego
11 Los acontecimientos, personajes y ambiente del texto anterior, son propios de:
A. Un mito.
B. Una leyenda.
C. Un cuento.
D. Una fábula.
A. En la tormenta.
B. En el cielo.
C. En el Olimpo.
D. En el bosque.
Forma B Lenguaje y Comunicación 6° básico
A. Panecillo:
B. Vocecilla:
A. Un anónimo.
B. Una diosa.
C. Minerva.
D. Olimpo.
19 ¿Qué consecuencias tuvo para las tribus enemistadas no aceptar el amor de los jóvenes?
Sucesos maravillosos:
Lee atentamente y responde las preguntas 22 a 24.
A. Cañuela.
B. Petaca.
C. El narrador.
D. Baldomero Lillo.
Narra en 1ª persona.
Narra en 3ª persona.
Cuenta los hechos en los que participó directamente.
Narra los hechos que conoce, pero no participa de la historia.
Los sacerdotes decidieron sacrificar a los enamorados para que nunca llegaran a estar
juntos. En una noche oscura y sin luna estos fueron asesinados.
A. Verbo. C. Sustantivo.
B. D. Pronombre.
Artículo.
Los sacerdotes decidieron sacrificar a los enamorados para que nunca llegaran a estar
juntos. En una noche oscura y sin luna estos fueron asesinados.
A. Para evitar la repetición del sustantivo enamorados.
B. Para hacer referencia a un personaje.
C. Para remplazar al sustantivo sacerdotes.
D. Para remplazar a un personaje.
A. Los hermanos dieron vida a un león con artes mágicas. Los hermanos expusieron así sus
vidas de manera innecesaria.
B. Los enamorados fueron asesinados por sacerdotes incas. Los sacerdotes incas no
querían que dos miembros de tribus rivales se amaran.
—¿Qué clase de hombre eres tú? ¿No te prohibí que aceptases nada? Y ahora te
llevas el morral lleno de oro.
—¡Qué otra cosa podía hacer! —replicó el soldado— ¡Si me lo han metido a la fuerza!
Interrogativos Exclamativo
30 Pon las tildes que faltan a los exclamativos e interrogativos del texto.
—Las cosechas se han perdido con la sequía y temo que moriremos de hambre
este invierno— se lamentó el campesino con rostro apesadumbrado.
—¡Como es posible! ¿Donde está la misericordia del Rey? Debiera apiadarse de sus
súbditos y abrir sus graneros al pueblo. ¿Hasta cuando deberemos sufrir por la
codicia de unos pocos?— exclamó el joven, apretando el puño de su espada.
Equipo editorial