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Temporalidad semiótica y continuidad

en la obra de C. S. Peirce
Por: Natalia Romé

Licenciada en Ciencias de la Comunicación, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales. UBA.


Maestranda en Comunicación y Cultura

Sumario: Summary:
El presente artículo se propone revisar algunos aspectos This article intends to review some aspects of the broad and
de la compleja y vasta obra de Charles Sanders Peirce a complex work of Charles Sanders Peirce in order to analyze
fin de analizar su particular concepción semiótica de la its particular semiotic conception of temporality, as well as
temporalidad, así como la naturaleza de la subjetividad que the nature of subjectivity which happens to be it consequent.
resulta su consecuente. Con este objetivo se trazarán las This aim will draw the main lines of the continuum theory, both,
líneas generales de su teorización del continuo, tanto en in its mathematical aspects as in semiotic, philosophical, and
sus aspectos matemáticos como en sus consecuencias metaphysical consequences. Getting down to this temporal
semióticas, filosóficas y metafísicas. Abordar el eje de la core, from the continuity view developed by Peirce, will lead
temporalidad, desde la perspectiva continuista desarrollada us to reconceptualize the contour of both epistemic figures,
por Peirce, nos permitirá reconceptualizar el contorno de object and subject, as well as the type of relationship
las figuras epistémicas de sujeto y objeto, así como el tipo between them. This epistemic relates will lose their isolated
de relación que se establece entre ellas. Los términos de character to become phenomenic manifestations of the
la relación epistémica perderán su carácter disociado para semiotic continuum. Situated on the temporal dimension of
convertirse en manifestaciones fenoménicas de un conti- that unlimited continuity, we´ll settle down, as its condition of
nuo semiótico. Situados en la dimensión temporal de esa possibility the coordinate of infinitesimal order. We will show
continuidad ilimitada, ubicaremos, como su condición de that infinitesimallity, attributed by Peirce to the notion of
posibilidad, la coordenada del orden infinitesimal. Veremos present itself, happens to be the ground upon which
que la infinitesimalidad, atribuida por Peirce a la noción del imagination turns to be the keystone in the process of
presente, resulta el sustrato sobre el que la imaginación cognition and the conceptual foundation of the non-closed
deviene una operación clave en el proceso de conocimiento peircean continuous cosmology. We will aim, finally, to
y el fundamento conceptual del carácter no clausurado de reveal the double incidence of infinite dimension in peircean
la cosmología continuista peirceana. Así, apuntaremos, en semiotics, both en its extension as well as at the intension
definitiva, a poner de manifiesto la doble incidencia de la of its elements.
dimensión infinita en la semiótica peirceana, tanto en su
extensión como en la intensión de sus elementos.

Describers:
Descriptores: semiotic - continuity - temporality- subject - imagination
semiótica - continuidad - temporalidad - sujeto - imagina-
ción

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C. S. Peirce” en Dossier de Estudios Semióticos, La Trama de la
Comunicación, Volumen 12, UNR Editora, Rosario, 2007
0.Introducción: preguntas sobre una No hay duda de que la reflexión peirceana
herencia. es motivante e inspiradora; nos resistimos,
Los desarrollos de Charles S. Peirce son sin embargo, a creer que esta explicación
frecuentemente ubicados como anteceden- es suficiente. Sabemos que, a lo largo de
tes fundacionales del pragmatismo norte- su vida, Peirce se mantuvo en gran medida,
americano, del paradigma abductivo y de fuera de la estructura académica; si bien par-
la semiótica, entre otras varias disciplinas ticipó de diversas actividades de docencia e
y tradiciones. Sus principios filosóficos investigación, entre las que publicó papers y
son reclamados por Putnam, Apel, James, colaboró en la elaboración de diccionarios.
Lacan, Derrida, Eco, Greimas, Fabbri, Verón, Sin embargo, nunca se ocupó de formar
por nombrar sólo algunos de los provenien- discípulos, nunca acreditó "herederos" ni
tes de las humanidades. Su legado consiste supervisó de manera sitemática la edición
en una serie compleja de escritos que van de de sus trabajos. En este desinterés casi
la geodesia a la psicología, de la matemática militante por la clausura exegética podemos
y las ciencias físicas a la filosofía; escritos encontrar una primera punta de la madeja.
sobre epistemología, lógica, filosofía de la Pero más aun, la motivación de esta varie-
ciencia, metafísica. La obra de Peirce, tan dad de disciplinas, ideas, interpretaciones
inquietante como su propia vida, ha sufrido puede rastrearse en la propia letra peircea-
el derrotero sórdido de toda rica herencia, na, en la horfandad a la que es arrojado el
sistemáticamente sometida al esfuerzo de la lector que se atreva con ella.
exégesis académica conforme a cánones de Peirce se anuncia falibilista y realista5 a
inteligibilidad que son, en definitiva, cánones la vez. Porque, si pretende encontrar en la
disciplinadores de la lectura. Y sin embargo, ciencia una búsqueda real de la verdad6, es
tan fuerte como quiera ser la operación de sobre la base de concebirla como un princi-
intelección, es la resistencia que ofrece esta pio regulador de la actividad cognoscitiva,
infinita serie de conceptos que se remiten entendido exclusivamente, en términos éti-
unos a otros, transgrediendo toda frontera cos. Así, sin más balizas que el "amor" y la
tradicional. "pasión" por el aprendizaje7, esta búsqueda
¿Es posible -y deseable- algún tipo de exé- de la verdad se basará en el rechazo de toda
gesis conclusiva de una obra que ha dado pie otra motivación. De modo tal que cualquier
a comparaciones con Popper1, Aristóteles2, interés por el prestigio8, por la obtención
Freud3 o Hegel4? de credenciales institucionales o por el

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propio bienestar, resultará suficiente para tal a la subjetividad cartesiana tiene en la que la infinitesimalidad atribuida por Peirce
considerar no-científica a una investigación arquitectura teórica que desplegará Peirce 1. Tiempo, semiosis y subjetividad episté- a la noción del presente, resulta el sustrato
cualquiera9. Este principio permita quizás a lo largo de varias decadas de producción mica. sobre el que imaginación y abducción devie-
entender, las vueltas de la propia biografia intelectual, el correlato de una concepción En uno de sus artículos canónicos12, Peirce nen operaciones clave en el proceso de
de Peirce y la libertad creativa de su apuesta semiótica de la objetividad y pragmáticis- afirma que "la conciencia tiene que abarcar conocimiento de lo social humano.
filosófica, absolutamente desprovista de ta de la realidad. De esta manera y como necesariamente un intervalo de tiempo; pues,
tributos y pleitesías teóricas; pero resul- procuraremos exponer, el hombre, su pen- de no ser así, no podríamos obtener ningún 1.a La semiótica como confluencia de
ta apenas una primera base desde la que samiento, el espacio y el tiempo, el proceso conocimiento del tiempo, y no meramente nin- lógica y fenomenología.
preguntarse por el sentido de la empresa de conocimiento y lo real mismo, deben guna cognición veraz del mismo sino ninguna En el ar tículo sugestivamente titulado
peirceana. Son otros los componentes que entenderse en el marco de una cosmología concepción en absoluto."13 "Logic viewed as Semeiotics, Introduction
nos permiten avanzar en el recorrido de su de la continuidad. La semiosis peirceana Así, mientras que el tiempo sólo es concebi- Number 2, Phaneroscopy"14 recogido en los
proyecto. Por un lado el postulado respecto es una ontología y una fenomenología11, ble si la conciencia asiste a una cierta exten- Collected Papers, Peirce introduce la idea
del carácter comunitario del conocimiento10 justamente, porque se asienta sobre una sión temporal, simultáneamente, el pensa- de phaneron.
y en consecuencia, de la verdad. Por el otro, metafísica de la continuidad. Esta desafía, miento como actividad de la conciencia, es Como el propio autor aclara en reiteradas
el fundamento continuista de su metafísica. en un mismo y ambicioso proyecto, a algunos concebido como despliegue en el tiempo. oportunidades, un primer supuesto impli-
En otros términos, la idea de la verdad enten- de más grandes sistemas filosóficos de la De este modo, pensamiento y temporalidad cado en la articulación de fenomenología,
dida como un límite hacia el que se proyecta modernidad, aquellos que se asientan en resultan dimensiones fuertemente imbrica- lógica y semiótica es la discriminación entre
el conocimiento, tiene una presencia notable una metafísica del individuo y del conjunto, das en la semiótica peirceana. Al análisis de fenomenología y psicología. Si, por un lado,
en la obra peirceana, pero sólo adquiere su de la sustancia y la representación. esta relación y algunas de sus consecuen- cabe la aclaración de que no existe nada
densidad a fuerza de entender de qué se A partir de estas inquietudes, que valgan cias, nos dedicaremos en este trabajo. tan directamente accesible a la observación
trata el tipo de relación que Peirce plantea acaso como introducción, intentaremos Abordar el eje de la temporalidad nos per- como los phanerons, este carácter observa-
entre una serie y su límite, así como el talan- desplegar en lo que sigue, una lectura que mitirá reconceptualizar el contorno las figu- ble y su diferencia con respecto al encuadre
te continuo que los compromete. Diremos, intentará recoger el aporte peirceano, en ras epistémicas de sujeto y objeto, así como psicológico de la noción de "idea", debe
entonces, que la condición comunitaria de diálogo con inquietudes actuales propias el tipo de relación que se establece entre entenderse a la luz de la máxima pragmática
la verdad se apoya en un radical rechazo del campo de la filosofía y ciencias socia- ellas. A la luz del sinejismo peirceano, los que afirma que el pensamiento es un siste-
de todo abordaje individualista tanto del les. Intentaremos identificar sus aportes en términos de la relación epistémica perderán ma de relaciones de mediatez, cuyo "motivo,
sujeto epistémico como de la objetividad torno del problema actual de la articulación su carácter disociado para convertirse en idea y función es la de producir creencia"15.
resultante del proceso cognoscitivo. Si el entre temporalidad y subjetividad, desple- manifestaciones fenoménicas de un con- Podemos reconocer, en esta primera aproxi-
sujeto de la verdad no puede ser el individuo gando las consecuencias de su perspectiva tinuo semiótico. Situados en la dimensión mación, las dos claves de la especificidad
aislado, el objeto tampoco puede concebirse semiótica y continuista para el desarrollo temporal de esa continuidad ilimitada, ubica- de la noción peirceana de pensamiento: su
en la operación básica de identificación de de la reflexión teórica y epistemológica en remos, como su condición de posibilidad, la materialidad y su temporalidad. A pesar de
"puntos últimos". Así, la crítica fundamen- ciencias sociales. coordenada del orden infinitesimal. Veremos su estrecha vinculación, posaremos nuestra

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atención, a los fines expositivos, especial- entonces, que en la temporalidad inherente en este sentido de los "efectos prácticos individuo aislado.
mente sobre la segunda. al pensamiento, las creencias constituyen concebibles" que lo posible forma parte del
La perspectiva temporal del pensamiento articulaciones cristalizadas de ese mismo continente de lo real. En esta idea de posi- 1.b Pragmaticismo: sujeto y temporalidad
se encuentra estrechamente enlazada con flujo; pero simultáneamente, suponen en bilidad anida, como intentaremos demostrar, En el artículo en el que ofrece los funda-
la dimensión lógica en la noción de mediatez el plano existencial, la realidad misma del el núcleo de articulación entre pensamiento mentos de su máxima pragmática19, Peirce
que Peirce concibe como condición en base pensamiento, en la medida en que éste y realidad. dedica una nota a pie de página a la siguiente
a la cual se distinguen los pensamientos no nos es accesible sino a través de sus El concepto de phaneron resiste toda esci- aclaración:
de las sensaciones. Mientras que de estas efectos. Las nociones de creencia y efectos sión de la experiencia en términos de reali- "...sin pretenderlo directamente, y mucho
somos "inmediatamente conscientes", de ponen en escena una integración de tempo- dad interna (psicológica) y externa (material) menos entendiéndolo, (los hombres) ejecutan
aquellos lo somos a través de un proce- ralidad y materialidad que podría asimilarse justamente en base a esta imbricación entre todo lo que la civilización requiere (...). Su
so que involucra una sucesión temporal. O ligeramente a la categoría de existencia. pensamiento y acción que tampoco puede fruto es por tanto colectivo; es el logro de
como dice él mismo "No pueden sernos pre- Sin embargo, como desarrollaremos más reducirse al registro existencial, en el sen- todo el mundo. ¿(...) qué es esta civilización
sentes de un modo inmediato sino que tienen adelante, la dimensión existencial de los tido de lo ya acontecido, porque el orden de que es el producto de la historia, pero que
que abarcar una cierta parte del pasado o hábitos no agota la realidad del pensamien- lo posible supone una presencia efectiva en nunca se completa? No podemos alcanzar
del futuro."16 to porque éstos deben entenderse como lo real, ensanchando así el continente de la una concepción completa de ello; (…) Cuando
Este eje de la temporalidad atraviesa ade- disposiciones para la acción, no sólo en su categoría de verdad. estudiemos el importante principio de la con-
más, en otra dirección, la articulación de la probabilidad sino además en su posibilidad. La temporalidad fenomenológica que resul- tinuidad y veamos que todo fluye, y que cada
noción de pensamiento en otro par de cate- Como se desprende del siguiente párrafo: ta de esta operación no encuentra su anclaje punto participa directamente del ser de todos
gorías cognoscitivas, con la de creencia: "Consideremos qué efectos, que puedan en un sustrato inmediato-vivencial sino que los demás, quedará patente que individualis-
"Dado que la creencia es una regla para la tener concebiblemente repercusiones prácti- es de orden rigurosamente lógico y tiene que mo y falsedad son una misma y única cosa.
acción, cuya aplicación implica más duda y cas, concebimos que tiene el objeto de nues- ver tanto con el proceso de conocimiento Entretanto sabemos que el hombre no está
más pensamiento, a la vez que constituye un tra concepción. Nuestra concepción de estos entendido como organización semiótica -y completo en la medida en que es un indivi-
lugar de parada es también un lugar de partida efectos es pues el todo de nuestra concepción comunitaria- del mundo, como con la con- duo, que esencialmente él es un miembro
para el pensamiento (…) la creencia es sólo un del objeto."18 dición estética en el sentido de fuerza ima- posible de la sociedad. Especialmente, la
estadio de la acción mental, un efecto sobre Está claro que la idea de lo "concebible", ginativa, radicalmente constitutiva de ese experiencia de un hombre no es nada si se
nuestra naturaleza debido al pensamiento, y tal como aparece en este fragmento, no proceso. Diremos así que la temporalidad da aisladamente. (…) Aquello en lo que hay
que influirá en nuestro futuro pensar."17 tiene que ver con un registro idealista ni lógica implicada en esta concepción resulta, que pensar no es en 'mi' experiencia, sino en
Como se desprende del párrafo citado más psicológico. Pero, si la concepción de la a la vez, diferente de la cronológica lineal y 'nuestra' experiencia; y este 'nosotros' tiene
arriba, el pensamiento supone un despliegue realidad extiende su horizonte al extremo de de la experiencial-vivencial, y que la subje- posibilidades indefinidas."20
temporal continuo, en el que las creencias las consecuencias prácticas concebibles, tividad configurada en esta temporalidad Nos hemos tomado la licencia de transcribir
constituyen estadios de reposo circunstan- su carácter material es a la vez trascendido será de orden semiótico, lo que quiere decir un fragmento tan extenso porque, según
cial que se revelan en hábitos. Tenemos, por su condición de ser "pensables". Es que no recortará su unidad conceptual en el entendemos, nos permite identificar varias

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premisas interesantes a nuestros objetivos. bordada por la idea, que se plasmará en el Refiriéndose a fenómenos del pensamien- tinuo de la realidad. Las representaciones
Como se advierte en una primera lectura, principio del continuo, que indica que todo to, Peirce advierte que ningún pensamien- tienen carácter real, en tanto manifestacio-
la aclaración que Peirce realiza se dirige punto de una serie participa directamente to contiene a otro, la relación entre dos nes fenoménicas de la mente, así es que la
a vincular la concepción pragmática con el del ser de todos los demás.22 El individuo pensamientos puede adquirir el carácter de realidad del hombre es de carácter sígnico.
carácter público de la verdad. Aparece aquí, no es fuente de civilización ni de acción representación, lo que quiere decir que su Siguiendo este razonamiento, la conciencia
con notable claridad, que el sujeto colectivo histórica y, consecuentemente, no puede equivalencia es siempre metafórica. Cada resulta el concepto que representa la mani-
peirceano resulta cualitativamente diferen- constituirse como origen del pensamien- pensamiento se da sólo como aparición; festación fenoménica de la mente. Como
te de un agregado de individuos; primero to ni es susceptible de ser aislado como en tanto pura presencia y en tanto singular, dice Peirce "se utiliza para significar el yo
y fundamental, porque el sujeto colectivo unidad discreta. La máxima pragmática de es inexplicable en sí y esto porque la expli- pienso o unidad en el pensamiento". La con-
es actor de un pensamiento inaccesible a Peirce exige, como hemos demostrado, una cación se da siempre-ya en el plano de la ciencia es el reconocimiento o consistencia
la conciencia de los individuos aislados. Y concepción de sujeto que sólo puede ser terceridad. del yo pienso. Así como en el mundo existe la
segundo, porque la historia, en tanto repre- concebida en el marco su semiótica. En este marco, la conciencia para Peirce, multiplicidad de manifestaciones sensibles
sentación limitada y en tanto territorio de está compuesta por instantes del pensa- que, en el proceso de conocimiento, se con-
lo ya acontecido, no asiste a la realización 1.c El sujeto semiótico. La realidad comu- miento en tanto inmediatos y singulares, vierten en la unidad del concepto; en el caso
completa de una civilización que seguirá nitaria de la conciencia en el tiempo mientras que es la mediación la que estable- del hombre, existe la multiplicidad de mani-
siempre extendiendo sus efectos en el des- En "Some consequences of four incapaci- ce la continuidad en el tiempo, entre estas festaciones fenoménicas de la mente que,
pliegue extensivo y en la densidad intensiva ties...",23 Peirce analiza las categorías ser apariciones y otorga su unidad. Ahora bien, a través de procesos inferenciales de auto-
de la representación actual. De igual modo, para apuntar que no obtenemos la concep- la fuerza efectiva real que hace posible la conocimiento -comunitariamente mediado-,
la capacidad civilizatoria, en cuanto capaci- ción de un ser observando algo común en los mediación resulta fundada de manera sub- se convierten en la unidad (sígnica) de la
dad de producir representaciones, no puede distintos objetos porque las propiedades no yacente a la conciencia, en la comunidad de conciencia.
agotar la realidad producida. Aparece aquí son inmanentes a los objetos sino a su con- interpretes. Puede decirse que la comunidad Ahora, en términos temporales, podría-
la insistencia del infinito como impulso que cepción por nuestro pensamiento, del mismo de interpretes sitúa la conciencia en el marco mos decir que en la intuición, entendida en
resiste o como resto que desborda -intensiva modo que la construcción de conjuntos para más general del colectivo semiótico, en la su condición inmediata y presente, no hay
y extensivamente- la clausura tautológica esas propiedades. Por una parte, afirma: "La medida en que su propia existencia concreta pensamiento porque todo aquello que forma
del todo social21. concepción de ser es la concepción sobre un está condicionada por su auto-cognoscibili- parte de un pensamiento es algo que ya ha
La complejidad de esta concepción es irre- signo, palabra o pensamiento". El ser como dad, que está a su vez mediada por su carác- pasado. Decir que cada pensamiento es un
ductible a una mera historicidad, como se categoría universal es producto de una infe- ter social, como ya hemos anticipado. signo equivale a decir que cada pensamiento
advierte en la idea de que la categoría de rencia y en este sentido, como toda cate- En función de la máxima pragmática, enten- es determinado por otro o debe dirigirse a
individuo no agota siquiera la realidad de un goría universal es del orden de la terceridad deremos que la mente es en términos de algún otro y determinar, a su vez a un tercero.
solo hombre, porque éste debe concebirse que es el ámbito de la significación. En esta sus manifestaciones observables. Esto nos Así resulta que todo pensamiento presente
en su naturaleza social. En este sentido, afirmación anida la clave del rechazo de permitirá ubicar al pensamiento en el mundo es, en términos de Peirce, mitad pensa-
toda aproximación individualista se ve des- Peirce al fundacionalismo cartesiano.24 de los fenómenos y por lo tanto, en el con- miento pasado y mitad por venir. De este

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modo tenemos que la condición semiótica hábito, en la medida en que este recupera la resulta la condición a priori del conocimien- y su garante es la comunidad de intérpretes.
de la conciencia se encuentra estrecha- idea de la validez existencial pero en virtud to. En este sentido, el giro que propone Apel Subjetividad y objetividad constituyen así,
mente vinculada al carácter temporal del de incorporarle el componente comunitario. respecto de la fórmula kantiana permitiría manifestaciones fenoménicas de una reali-
pensamiento. En otras palabras, la con- Así el hábito se convierte en un interpretan- dar cuenta no sólo de una nueva subjetividad dad estructurada en la red semiótica.
ciencia en cuanto representación supone el te final de una cadena semiótica, simple- epistémica sino de una nueva objetividad en
pensamiento como despliegue en el tiempo. mente porque supone que, en determinado la medida en que la semiosis, en tanto tejido 2. La concepción matemática del continuo
Un hilo cronológico transmite el movimiento momento, el orden de la acción requiere la pragmático, sería condición de la realidad La versatilidad del pensamiento peirceano
por el que el pasado determina al futuro, suspensión de la indeterminación referencial objetiva. revela el esfuerzo de su autor por producir
mientras que en el presente resiste el orden propia de la infinitud semiótica. Sea ésta concepción -trascendental- del un verdadero sistema filosófico. El impulso
naciente de lo posible. Nos detendremos Ahora bien, el hábito, en su forma lógica de sujeto del conocimiento o sea otra, lo cierto de su esfuerzo abarcador que reune diver-
más adelante en esto. interpretante final, es parte constitutiva de la es que, una vez que el proceso cognosciti- sas disciplinas científicas, con la reflexión
unidad sígnica -en virtud del principio de con- vo ha atravesado el prisma semiótico, las filosófica en fenomenología, epistemolo-
1.d De la subjetividad a la objetividad tinuidad- y, en consecuencia, se encuentra categorías de sujeto y objeto ya no pueden gía, teología, inaugura campos de reflexión,
epistémica en clave semiótica: hacia una presente como posibilidad ya antes de cada identificar sino instancias constituidas en funda líneas teóricas y resulta condición de
metafísica del continuo. proceso cognoscitivo efectivo. Llevando el juego de esa mediación que con-forma a posibilidad de futuros diálogos interdiscipli-
Partamos de la siguiente frase enunciada esta idea a sus máximas consecuencias todos los fenómenos, sean estos hechos o narios.
por Peirce en su ensayo The fixation of belief: filosóficas, Karl Otto Apel entiende la noción ideas. Es en este orden de cosas que pier- En este marco, la preocupación de Peirce
(1877): de hábito comunitario en clave trascendental, de sentido plantearse la inasequibilidad del por la matemática debe ubicarse en estre-
"...el objeto del razonamiento es encon- como parte de la forma semiótica trascen- mundo para el sujeto cognoscente como si él cha relación con su proyecto filosófico. En
trar desde la consideración de aquello dental del conocimiento.26 mismo no fuera presa de esa incognoscibili- contraposición con teóricos como Frege,
que ya sabemos, algo que no sabemos. Apel se apoya en el carácter apriorístico del dad. La realidad del objeto del conocimiento para Peirce la matemática constituye una
Consecuentemente, el razonamiento es sujeto trascendental kantiano para elaborar tiene el mismo status que la del sujeto -tal instancia primera y fundamental en rela-
bueno si es tal que resulta una conclusión una perspectiva que reemplaza la instancia como lo quisiera Kant- ; pero esto, no por- ción con el resto de las ciencias y en este
verdadera de premisas verdaderas y no de subjetiva por la semiótica como materia de que éste último es quien construye a aquel, sentido, tanto la fenomenología como las
otra manera. Por lo tanto, la cuestión de su la trascendentalidad, en la medida en que sino porque ambos son configurados en la ciencias normativas -lógica, ética y estética-
validez es puramente una de hecho y no de el orden semiótico configura simultánea- red semiótica. En resumen, sea de carácter resultarán impregnadas de sus técnicas y
pensamiento."25 mente el ámbito de producción y validación trascendente -como quiere Apel- o sea puro categorías.28 Sin embargo, como advierte
Esta afirmación de origen aristotélico, que cognoscitiva. La concepción peirceana del efecto de sentido -como podría pensarse Elisabet Saporiti, la operación peirceana no
significa que la validez de un razonamiento conocimiento, como la entiende y refiere desde una perspectiva no-trascendenta- reviste el sentido que tien, por ejemplo, para
se resuelve en la instancia de su existencia, Apel, supone la mediación -o capacidad lista27- lo que nos interesa aquí es que la Wittgenstein. Es decir, que la matemática en
no de su representación, cobra en Peirce un sintética de la inferencia- como la condición propia naturaleza del sujeto cognoscente la obra de Peirce no es concebida como via
nuevo sentido a la luz de su concepto de trascendental de ese orden comunitario que aparece sostenida en la semiosis ilimitada, regia para el acceso a la verdad, sino que la

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propia verdad tiene estructura matemática. de la concepción cartesiana de sujeto y su Dedekind no es, según Peirce, suficiente; ambos. Como un punto en el que una variable
O lo que es lo mismo, ficcional.29 conciencia, fuente de sentido. En términos en la medida en que éste concibe la can- continua realiza un saltus. Por supuesto lo
Hemos entendido pertinente dedicar esta de Peirce, esto puede traducirse como el tidad como expresión de un orden serial y, vago es pura ficción. Aunque la única cosa
seccion a revisar algunos rasgos elementa- rechazo de la idea de un "primer motor" en si bien es cierto que cada cantidad puede sistemáticamente real es el presente estado
les de la concepción matemática del conti- la cadena semiótica.33 separarse de las otras, el orden se conserva de cosas, este es vago. Lo puramente posible
nuo peirceano porque en ella queda eviden- Esta concepción filosófica encuentra su siempre. De modo tal que "pueden colocarse es vago, en tanto el único modo de ser que
ciado que la teorización matemática no es correlato en la teorización matemática tantos instantes como se quiera entre una serie tiene consiste en ser posiblemente esto y
sino un momento previo en el proyecto más del continuo, tal como es expresada en la interminable y su límite, lo que de inmediato posiblemente no serlo,"37
ambicioso de Peirce, en la medida en que siguiente frase: prueba que puede haber instantes que esas Entonces, lo vago o indefinido designa esta-
su determinación ideal parece estar allí al "Un continuum tal como suponemos que cantidades no distinguen."36 Si lo números y dos de posibilidad. En términos geométricos,
servicio de determinaciones reales. son el tiempo y el espacio, es definido como entonces, la aritmética, no pueden expresar la vaguedad del presente puede represen-
Así, la pretensión arquitectónica de su algo cualquiera de cuyas partes tiene partes la continuidad, surge que esta es de orden tarse con el concepto de borde38 :
noción de continuidad se pone de manifies- del mismo tipo"34 topológico. "Un borde, siendo un lugar en el que una
to en el sentido metodológico general que Tomando como punto de partida la teoría del Veremos ahora, que la propia concepción región abruptamente termina y otra empieza,
reviste este concepto destinado a "realizar continuo elaborada por Cantor y Dedekind, de tiempo está sujeta a esta misma lógica del es un lugar de discontinuidad"39
la síntesis de dominios aparentemente irre- Peirce desarrolla su propia concepción teó- continuo y que, en consecuencia no puede La relación tendencial hacia el límite es
ductibles de la experiencia".30 rica discutiendo con la tesis básica de aque- ser pensada como sucesión homogénea de situada por Peirce en el plano de la discon-
Consecuentemente, la cuestión acerca de llos que lo define como "suma de puntos". unidades simples, sino que debe someterse tinuidad, ofreciendo un señalamiento de la
la naturaleza de la acción mental se desplie- Contra esto, la continuidad peirceana sostie- a ese mismo pensamiento topológico. naturaleza del continuo, que resulta ahora un
ga en una cosmología que ubica al continuo ne que no existen puntos últimos, discretos, Así describe Peirce, en términos matemá- colectivo no-continente y, en este sentido,
como estructura de inteligibilidad de la reali- como entidades absolutas. En el mismo ticos, su concepción del presente como una incompatible con la perspectiva conjuntista
dad y como fundamento de la especificidad sentido en que las categorías cartesianas frontera. de Cantor. Surge de allí que la frontera de
del realismo peirceano. 31 "intuición" y "ideas absolutamente presen- "El estado de cosas en el presente instante una serie -al no ser la de un conjunto- se situa
El principio de continuidad da cuenta del tes" son incompatibles con su metafísica. es de tipo de vago (…) Aun así, todo lo que en relación con la propia definición de punto,
proyecto metafísico global de Peirce y se La discusión con Cantor se apoyará en la podemos modificar es el instante presente. La es éste el que ofrece el límite, pero un límite
halla en el fundamento del rechazo cate- concepción ordinal de número elaborada por única cosa de la que estamos relativamente que no puede alcanzarse porque en tanto
górico de lo incognoscible como inexplica- Peirce35 porque, en la medida en que la pro- seguros es lo que es este instante experi- posibilidad, todo esfuerzo para su determi-
ble32 en la imposibilidad del pensamiento por puesta cantoriana consiste en la distinción mentado. Aun así nada es tan desesperanza- nación exige procesos de mediación.
fuera de los signos, y en consecuencia, del de un instante individual, la naturaleza del damente oculto. La caracteristica de lo vago Completando la frase anticipada anterior-
conocimiento por introspección e intuición. continuo peirceano descansa en la idea de es que el principio de no contradicción no se mente, encontramos la relación entre conti-
Así, resulta claro que este mismo concepto un tiempo y espacio donde los individuos no aplica a ello. Es esto o aquello u otro o ninguno. nuo y tiempo:
se ubica en el centro del rechazo peirceano están distinguidos. La definición de Cantor y O, mejor aun, no es ni esto ni aquello, y es "Un continuum tal como suponemos que

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son el tiempo y el espacio, es definido como sadas por el infinito intensivo de la dimensión en la medida en que involucra, en el instante que, por su intervención en cuanto condición
algo cualquiera de cuyas partes tiene partes infinitesimal. Así conectan conocimiento y presente, el espectro de lo posible, es decir, habilitante de la semiosis, la imaginación
del mismo tipo. De este modo, el punto de estética, en la categoría de la imaginación, de los "caminos no tomados". Así, la catego- convoca la esfera estética no en el sentido
espacio o tiempo no son sino el límite hacia así resiste su cosmología toda operación ría de imaginación que permite la articulación de lo artístico o lo bello, sino en el sentido
el cual nos acercamos, pero que no logra- de clausura.. de la dimensión lógica con la estética, resulta de adecuación o aproximación a lo que es
mos alcanzar en la división del tiempo y el el sustrato de relaciones que no acceden conforme al ideal comunitario.
espacio."40 3. Presente semiótico: la imaginación en a la formulación semiótica pero que, como Como afirma Juan Samaja, en la ontología
Así queda asentada la idea del conti- la temporalidad no clausurada sus condiciones de posibilidad constituyen peirceana puede identificarse el trazo del
nuo como espacio de mediación infinita, Si entendemos que la temporalidad es un parte de su realidad. movimiento dialéctico en que vemos surgir
donde mediación significa "la posibilidad de los rasgos que definen la especificidad Andacht analizará la noción de fundamento una concepción de la representación que la
de intercalar una infinidad de ´puntos´, de del pensamiento humano, resultará intere- para identificar en ella al operador lógico de entiende como instancia constitutiva de la
ídeas´entre puntos dados".41 En la misma sante atender una curiosa afirmación que esta fuerza creativa y a la vez limitante que sustancia. Sólo en el momento ontológico
dirección, adquiere relevancia la especifi- realiza Peirce: es la imaginación: de la terceridad, la sustancia alcanza su
cidad del realismo peirceano, uno de cuyos "Una rana decapitada casi razona (…) Todo "El fundamento es el terreno vago, incierto ser pleno.48 Agregaríamos nosotros que, en
ejes es el rechazo del concepto de individuo lo que vale algo en la operación de raciocinio donde surgen, originalmente, modalidades este punto, lejos de cerrarse el proceso de
propio del nominalismo. Tal como lo con- está allí, salvo una cosa. Lo que allí falta es el cualitativas que se acoplan con el Objeto significación, se revela la inscripción de la
cibe Peirce, el "atomo lógico" envuelve en poder de meditación preparatoria"45 (inmediato), y ayudan a presentarlo en la apre- sustancia en la red de la semiosis. La dialéc-
su determinación (imposible), un proceso Entendemos aquí que el autor pone en hensión determinada parcialmente (y por eso tica propia de la ontología peirceana resulta
interminable.42 escena un "resto" que resiste a la reducción siempre incompleta) del interpretante."46 diferente de la hegeliana en la medida en
Si como advertíamos más arriba, lo real de la razón humana a las relaciones de Así en el fundamento semiótico radica la que la noción de representación supone una
no puede designar nada por fuera de la necesidad propias de la acción instintiva distancia entre pragmaticismo y kantismo a operación diferente de la síntesis hegeliana
representación o del conocimiento, podría e inmediata que identifica con la actividad que alude Peirce cuando afirma: en lo que ésta tiene de clausurante.
objetarse43 que en la primera etapa del pen- propia de los seres naturales. ¿qué es aque- "basta con que el kantiano abjure, desde El signo, entendido en el juego dialéctico,
samiento peirceano, Peirce no es aun un llo que distingue nuestro pensamiento de el fondo de su corazón, de la proposición de resulta la unidad de un doble movimiento
auténtico realista porque asienta su sistema las relaciones tautológicas e infalibles que que, por muy indirectamente que sea, puede de reproducción y cambio. En tal sentido, la
en la existencia de unos hechos últimos actúan en el mundo animal? concebirse una cosa-en-sí-misma (…) para figura del interpretante tiende el lazo entre
que serían los signos.44 Vemos ahora que Fernando Andacht ofrece las pistas nece- encontrar que se ha transformado en un repre- la red semiótica que constituye el sustrato
este problema se disuelve en la medida sarias para reconocer allí a la categoría sentante del sentido común crítico"47 de cada nuevo signo y la relación significante
en que avanzamos en el tipo de relación de imaginación. Apoyándose en la noción Porque, como advierte Andacht, este es presente a la que el mismo signo da cuer-
semiótica que Peirce concibe; esta, lejos elaborada por T. Alexander de "comprensión el "operador lógico que nos permite eludir el po. Como en toda operación de traducción,
de configurar unidades sígnicas cerradas, ampliada", Andacht ubica a la imaginación fantasma de lo inasible o incognoscible que el pasado semiótico es convocado, para
supone a los signos como entidades atrave- como condición habilitante de la semiosis, es el Ding an sich kantiano", en la medida en cada signo, como marco relacional de cada

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nueva articulación semiótica; sin embargo, siva apertura de lo real´ iluminando como ´lo y en esto consiste la linealidad extensiva lo que Peirce define como la vaguedad del
no aparece -ni podría hacerlo- en toda su que aún no es"50 (nuevas densidades de la del pensamiento53, también es cierto que, signo.59 Como se advierte en la siguiente
densidad histórica sino como una presencia retícula semiótica y, en consecuencia, de en el presente late el abanico infinitesimal nota al pie:
invisibilizada. El signo contiene como una de lo real). de lo posible. En este marco, la definición "…cuando hablamos de la profundidad, o
sus dimensiones constitutivas un elemento El principio clave de la continuidad, tal como del fundamento como "estado naciente de lo significación, de un signo estamos acudiendo
que resulta la alusión de todo el sistema lo revisáramos en el acápite anterior, supo- real"54 permite identificarlo con el plano del a la abstracción hipostática, aquel proceso
semiótico al que tal signo se suscribe. Este ne que el límite de una serie continua debe presente semiótico, "instante fugaz y en sí por el que consideramos un pensamiento
movimiento por el cual el signo es desborda- ser comprendido en ella. O -parafraseando mismo inaprehensible" dice Andacht, "infinito como una cosa, por el que hacemos a un
do por un "más allá del signo" es el que vuelve a Aristóteles, como lo hace Peirce- pode- abierto" dice Corrington55, lugar de una dis- signo interpretante, objeto de un signo. (…)
precario todo intento de cierre. La operación mos recordar que un continuo es una serie continuidad, dice el propio Peirce. Siempre que hablamos de un predicado esta-
regularizadora propia del interpretante no cuyas partes comparten un límite común51. Según afirma Peirce, el otro principio de mos representando un pensamiento como una
puede pensarse en términos de una tota- Tenemos así que la noción de totalidad resul- su sinejismo, supone una deuda con la idea cosa (…) de no ser por la abstracción hipos-
lización plena -en el sentido de la síntesis tante es de un tipo muy especial en la medida kantiana de la divisivilidad infinita56, es a tática, no podría haber generalidad alguna de
hegeliana-. Muy por el contrario, la lega- en que define y contiene sus propios límites. partir de este antecedente que podemos predicado"60
lidad peirceana posterga indefinidamente Pero, más interesante aún, es el hecho de entender el concepto de infinitesimalidad. Así la operación hipostática nos rescata del
la promesa de su plenitud, la articulación que cada una de sus partes participa de Como afirma y demuestra Peirce "la continui- infinito que disolvería la significación.
dinámica de pensamiento y realidad supone esa definición. A esto llamamos, a los efec- dad supone cantidades infinitesimales"57. Si el pasado es "suma de faits accomplis"
una convergencia que se totaliza más allá tos de este trabajo, totalidad no clausurada. Así, podemos identificar la infinitesimalidad cuyo "acabamiento es el modo existencial
del horizonte. A esto denomina Peirce, la Recordamos la definición sobre la que ya con esa condición del presente como estado del tiempo"61 y el futuro actúa "como actúa
"incertidunbre de la ley".49 trabajamos: naciente de lo actual, porque si como dice una ley" y por lo tanto no es actual sino en
Concluye Andacht: "un continuum tal como suponemos que son Peirce: virtud de una idea (o necesaria o posible);
"en el concepto teórico de fundamento el tiempo y el espacio, es definido como algo "lo que está presente a la mente en cualquier el presente, de realidad tan inescrutable,
(ground) (…) está el dispositivo presemióti- cualquiera de cuyas partes tiene partes del instante ordinario es lo que está presente "es simplemente ese estado naciente entre
co pero condicionante o habilitante de esa mismo tipo. De este modo, el punto de espacio durante el momento en que transcurre este lo determinado y lo indeterminado (…) La
´influencia tri-relativa´ (C.P. 5.484) denomi- o timepo no son sino el límite hacia el cual nos instante. Así el presente es mitad pasado y conciencia del instante presente es, pues, la
nada semiosis. Dicho fundamento constitu- acercamos, pero que no logramos alcanzar en mitad por venir"58. de una lucha por lo que será"62 o como dice
ye la faceta imaginante o imaginativa de la la división del timepo y el espacio."52 El eje de la infinitesimalidad temporal Andacht, "apertura, puro juego creativo y
semiosis. A manera de cuña delgada pero Insistimos entonces con la idea de que inserta, intensivamente, la imposibilidad de visionario, de lo que no es pero tampoco es
primordial, esta capacidad imaginante deli- cada punto en una serie participa del ser de clausura semiótica en la evanescencia del futuro probable y regularizador, sino mero
mita nuestro propio lugar dentro del mundo todos los demás. presente. Desde esa zanja sin fondo de la instante vibrátil, flotando en el limbo de lo
animal." Ubicado en el ´borde de la semiosis´ Si tal como afirma Peirce, el pasado semió- infinitesimalidad, emerge la posibilidad crea- concebible e interpretable"63.
resulta la ´clave capaz de inducir una progre- tico determina al futuro y no a la inversa, tiva de la lógica peirceana. Y en ella radica

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4. Conclusiones y algunas consecuencias por más cerca que este se encuentre de pasión por aprender, no hay otra cualidad tan Y así, "la esencia de la razón es tal que jamás
epistemológicas: El sujeto de la temporali- aquella."66 indispensable para la prosecución del éxito de puede tornarse completamente perfecta."71
dad semiótica Encontramos en este pasaje la definición la ciencia, como la imaginación".68
En relación con la esperanza general del de la realidad en términos de verdad regula- La temporalidad cronológica es subvertida
conocimiento, dice Peirce: "Debe haber tiva. Su naturaleza, si acaso tuvieramos la en el razonamiento peirceano. El orden de
alguna pregunta que ninguna investigación posibilidad de alcanzarla -y esto sería, acce- la terceridad supone la intervención de la
pueda jamás responder. Si es así, hay una der plenamente y sin resto a una creencia infinitud y, por lo tanto, la realidad expresada
laguna en la completud de la realidad."64 última, inmutable, absoluta- nos ofrecería la en este orden, no puede nunca completar-
La inteligibilidad completa del universo es la forma del singular de un infinito, esto es un se sino en virtud de remitir a un "más allá"
base de la idea de verdad como ideal regu- límite. Pero, como hemos visto, el límite de del acto semiótico que apenas puede ser
lativo, sostenido por las ciencias normativas un infinito, en tanto singular, es en sí mismo momentáneamente suturado en el plano Notas
-lógica, ética y estética- . Como concluye infinitesimal. No reviste la forma de un punto existencial del hábito comunitario. La tem- 1. cfr .HAACK, S. Evidencia e investigación: Hacia la recons-
trucción en epistemología, Tecnos, Madrid, 1993 y Haack, E.
Machuco Rosa: último sino la de una pura posibilidad, el lugar poralidad semiótica implicada en la noción
"Reflections of a Critical Common-sensist", Transactions of the
"El límite ideal del conocimiento es de forma discontinuo de la continuidad. de realidad se encuentra constitutivamente Charles S. Peirce Society, XXXIII/3. 1996. pp. 359-73
casi estricta, lo Absoluto: este es el referente Si la realidad cancela precariamente su atravesada por el orden infinitesimal y es por 2. BEUCHOT, M. "Abducción y analogía", Analogía Filosófica XII
universal que todo mide porque él mismo está vaguedad semiótica en el hábito comunita- ello que no puede pensarse en términos de (1) / 1998 UNAM. México. pp.57-69
fuera de los fenómenos. Ese Absoluto es aná- rio, podemos decir que el pensamiento es unidades discretas. La infinitud de la tempo- 3. cfr. ECO, U. Y SEBEOK, T. El signo de los tres, Lumen,
Barcelona.1989
logo al "punto ideal" en geometría proyectiva y lo que es, en función del futuro del pensa- ralidad lineal se anuda a la infinitesimalidad 4. cfr. SAMAJA, J. Semiótica y dialéctica, JVE Ediciones, Buenos
representaría la verdad o la realidad perfecta. miento porque su existencia contiene, en intensiva, de modo que la inconmensurabi- Aires. 2000
Semióticamente, lo Absoluto es el interpretan- cada posibilidad latente, el desarrollo del lidad del todo se reproduce en el inacaba- 5. cfr. PEIRCE, C. Peirce, Ch. S. (1931- 1958) Collected Papers,
te último. (NE 4.240) el punto imaginario que pensamiento futuro de la comunidad. Así, miento de sus partes. Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, vols. I y
II. En adelante, las referencias a fragmentos de esta edición
postula la inteligibilidad total."65 la extensión ilimitada que sitúa a la verdad "fui forzado a admitir que de ella (la resolu-
se indicarán con las iniciales CP, acompañados por el número
Ahora bien, dice Peirce: como ideal regulativo67 de la articulación bilidad universal) no hay sombra de garantía. de volumen, seguido de punto y la numeración del parágrafo
"El consecuente final es la realidad en sí entre pensamiento y realidad, hunde sus (…) entonces el Universo no es perfectamente correspondiente a continuación. Ejemplo: (CP. 1.230)
misma. Esa es nuestra concepción de reali- raíces sobre otro inacabamiento: el infinito real."69 6. cfr. HAACK, s. "El interés por la verdad. Qué significa, por
dad, la esencia misma de la palabra, aquello intensivo de la imaginación, en el presente De aquí resulta que es lo real mismo lo qué nos interesa." En Nicolás, J.A. y Frápolli, M. J. Teorías de la
verdad en el siglo XX, Madrid, Tecnos. 1997. pp. 53-63
que creeríamos si la investigación fuera lle- semiótico. En esa clave se entiende a qué puede tener una naturaleza indefinida70. Así 7. PEIRCE, Ch. (CP 1.43-1.51)
vada hacia su más lejano límite donde ningún se refiere Peirce cuando afirma: queda abandonada la esperanza de las ver- 8. Tan propio de la academia norteamericana de fines del
cambio ulterior de creencia fuera posible. Su "cuando un hombre desea ardientemente dades regionales, todo lo que tenemos es la siglo XIX.
naturaleza es la de un infinito, una auténtica conocer la verdad, su primer esfuerzo deberá esperanza de la verdad como acercamiento 9. PEIRCE, Ch. (CP. 1.43 -1.51)
10. cfr. PEIRCE, Ch. El hombre, un signo, Editorial Crítica,
singularidad de un continuo lógico, tal que se ser el de imaginar qué cosa será la verdad y al límite de la completud que nunca llegará,
Barcelona.1988. pp.206-7
diferencia toto coelo de todo paso intermedio que por lo tanto (…) Enseguida después de la esto es un ideal regulativo. 11. cfr. APEL, K. op cit; SAMAJA, J. Dialéctica y semiótica, JVE,

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Buenos Aires. 2000 S. Peirce, Fundación Calouste Gulbenkian. 2003. p.21 Traducción nuestra. where no change of belief further was possible. That is of the
12. PEIRCE, C.S. "The law of the mind." En Buchler, J. (ed) 31. "as estruturas inteligíveis devem ser princípios arqui- 41. "a possibilidade de intercalar uma infinidade de "pontos", nature of an infinite, a true singularity of the logical continuum
Philosophical Writtings of Peirce, Dover Publications, New York. tectónicos de determinacão que anticipam a forma geral da de "ideas" entre pontos dados" . MACHUCO ROSA, A. op cit.. differing toto coelo from every intermediate step however near
1955. pp. 339 y sigs. experiencia. O realista sustenta que esses princípios não são p.28 to it.". EISELE, C. op cit. vol. 4. p.134. Traducción nuestra.
13. Cita en español en PEIRCE, C. S. El hombre un signo, apenas um quadro a priori da formas das leis, mas, além disso, 42. (CP 3.93) traducción nuestra. 67. cfr. HAACK, S. . Dos falibilistas en busca de la verdad.
op.cit.. p.254 que o contínuo dado é seu fundamento e que eles possuem 43. como lo hace MACHUCO ROSA, A. op cit. op cit.
14. (C.P 1.285-7) uma realidade in re". MACHUCO ROSA, A. op.cit.. Traducción 44. ídem. p. 31 68. (CP.1.46-47) traducción mía.
15. PEIRCE, Ch. El hombre, un signo. op.cit. pp.206-7 nuestra. 45. (C.P. 6.286) Citado en ANDACHT, F. "El lugar de la imagi- 69. PEIRCE, C. The Charles Sanders Peirce Papers (Microfilm
16. ídem 32. (C.P. 5.265) nación en la semiótica de Charles Peirce" en Anuario filosófico, Edition) Cambridge, Harvard University Press. Ms. 290, p.52.
17. ídem 33. (C.P. 5.263) Vol. 29, Nº 56. 1996. pp. 1265-1290. Subrayado mío citado en MACHUCO ROSA, A.
18. ídem. p.210 34. (CP.5.335) traducción nuestra 46. ídem 70. ídem, Ms. 290.
19. Nos referimos a "How to make our Ideas Clear" en Writings 35. LEVY, S., "Peirce Ordinal Conception of Number" en 47. PEIRCE, Ch "Temas de pragmaticismo" en El hombre, un 71. (CP 1.605)
of Charles S Peirce, Volume 3, Indiana University Press. 1878. Transactions of Charles S. Peirce Society, 22. 1986. pp.23-41 signo. op. cit.. p.242
En este trabajo nos manejamos con la traducción al español 36. EISELE, C. (comp.) The New Elements of Mathematics by 48. cfr. SAMAJA, J. Semiótica y dialéctica, JVE Ediciones,
realizada por José Vericat. 1988. op cit.. p. 211 Charles S. Peirce, vol. 2,.The Hague, Mouton, 1976. p.525 Buenos Aires. 2000.
20. ídem. p.210-211 37. "The type of vague is the state of things at the present 49. PEIRCE, C. S. El hombre, un signo. op. cit.. pp. 272-3
21. ídem instant. (…) Yet all that we can change is the present instant. 50. ANDACHT, F. op cit.. pp.127; 134
22. ídem The only thing we are quite certain of is what is this instant expe- 51. PEIRCE C. S. El hombre, un signo. op. cit.. p.262
23. PEIRCE, Ch. S. "Some Consequences of Four Incapacities", rienced. Yet nothing is so hopelessly ocult. The characteristic 52. PEIRCE, C. - KLOESSEL, C (ed). op.cit.. p. 69
Journal of Speculative Philosophy (1868) en Hoopes, J. (edi- of the vague is that the principle of no contradiction does not 53. PEIRCE, C. S. El hombre, un signo. op. cit.. p. 265
tor) Peirce on signs. Writings on Semiotic by Charles Sanders apply to it. Is this or that, one or another or neither. Or, better 54. (CP 5.462)
Peirce, The University of North Carolina Press. 1991. pp.140-157. it is either nor this or nor that and it is both, like a point where 55. cfr. CORRINGTON, R. Ecstatic Naturalism. Signs of the World,
Traducción de la autora. a continous variable makes a saltus. Of course, the vague is Indiana University Press, Bloomington.1994. pp.116-142 Registro Bibliográfico
24. Cfr. HAACK, S. Dos falibilistas en busca de la verdad. (1977) mere fiction. Yet the only thing thoroughly real is the present 56. Si bien aclara que sería confuso identificar continuidad con Romé, Natalia
Trad. Sara Barrena en Anuario Filosófico, XXXIV, Pamplona, state of things and that is vague. The merely possible is vague, esta propiedad, si la considera una de sus condiciones. “Temporalidad semiótica y continuidad en la obra de C. S.
pp. 13-39. Publicado originalmente en los Proceedings of the since the only mode of being it has cosists in its being possibly 57. PEIRCE, C.S. El hombre, un signo. op. cit.. p.263 Peirce” en Dossier de Estudios Semióticos, La Trama de la
Aristotelian Society, 51. 1977. pp. 73-84 so, and possibly not so." (CP 2.82) traducción nuestra. 58. ídem. p.264 Comunicación, Volumen 12, Anuario del Departamento de
25. PEIRCE, Ch. S. "The fixation of Belief" en HOOPES, J. op. 38. cfr. MACHUCO ROSA, A. op cit . p.236 59. ídem. p.233 Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencia Política y
cit.. pp.144 - 159. Edición original: Popular Science Monthly 12 39. "A boundary, being a place where one region suddenly 60. ídem. p. 237 (nota al pie) Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario.
.Nov. 1877. pp.1-15. Traducción nuestra. ends and another begins, is a place of discontinuity" EISELE, C. 61. ídem. p.247 Rosario. Argentina. UNR Editora, 2007
26. APEL, K.O. Semiótica Filosófica, Almagesto, Buenos Aires. (comp.) The New Elements of Mathematics by Charles s. Peirce, 62. ídem p.250
1994. p.156 vol. 3. p.450. Traducción nuestra. 63. cfr. ANDACHT, F. op cit.
27. o "textualista" cfr. RORTY, R. Consecuencias del pragmatis- 40. "A continuum such as we suppose time and space to be, 64. "There may be a question that no amount of research can
mo, Tecnos, Madrid. 1995. p.217 is defined as something any part of wich itself has parts of the ever answer. If so, there is a lacuna in the completeness of
28. cfr. POTTER, V. "Peirces Analysis of Normative Sciences" same kind. So that the point of time or the point of space is reality." (CP 8.156) traducción nuestra.
en Transactions of C.S.Peirce Society, 2, 1966. pp.5-32. nothing but the ideal limit towards wich we approach, but wich 65. MACHUCO ROSA, A., op cit (pp.368-369)
29. cfr. SAPORITIi, E. A cientificidade da Psicanálise: Popper e we can never reach in dividing time of space." . KLOESEL, C. 66. "The last consequent is the very reality itself. That is our
Peirce, Editora Escuta, San Pablo.1994. p.111 (ed.) Writtings of Charles S. Peirce: a Chronological Edition, vol conception of reality, the essence of the word, namely, what
30. MACHUCO ROSA, A. O conceito de continuidade em Charles 3 , Indiana University Press, Bloomington. 1982 - 1986. p.69. we shoul believe if investigation was carried to its furthest limit

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