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Sepa por qué usar gasolina

de mayor o menor octanaje


en un auto nuevo
Generalmente, los usuarios se dejan llevar por el precio o por
recomendaciones para elegir la gasolina de su auto.




 Enviar a un amigo

El octanaje de las gasolinas realmente marca una diferencia. Muchas


veces, los usuarios de un auto no sabe en qué se diferencian y se inclina
por comprar la más económica sin saber cuáles son las consecuencias que
pueden tener en el motor.

La gasolina de 85 y 90 octanos tiene un precio mucho más bajo que la de 95,


sin embargo, las de bajo octanaje resisten poco los altos niveles de
compresión de un motor , factor que favorece el aumento de la potencia de
un motor.

El combustible de bajo octanaje no puede ser usado por un auto cuyo


encendido es rápido porque podría ocasionar cascabeleos y pistoneos en
el motor. Además, tiene un alto contenido de azufre , detalle que aumenta los
residuos contaminantes que emite.

Sin embargo, la gasolina de alto octanaje también genera problemas. Además


de tener un precio bastante alto, utiliza varios aditivos antidetonantes. Para
disimular su olor, utiliza aromatizantes que, en muchos casos, son tóxicos
para la piel.

Según el Ministerio de Energía y Minas , entre enero y mayo de este año, la


gasolina más consumida fue la de 84 octanos (3,37 galones por día), frente
a la de 90 (1,45 galones por día) y con una marcada diferencia con el consumo
de la de 95: 0,02 galones por día. (Fuente: Web Todoautos.pe)

La gasolina, ese oro semi-transparente de color verdoso que mueve los motores
de un incontable número de vehículos y que trae de cabeza a también un
incontable número de españoles durante este período de “desaceleración
acelerada” que afecta a la economía. Resulta un tema preocupante pero de vez
en cuando hay que apartarlo, pues en gran medida no está en nuestras manos
repararlo. Hoy es un buen día para comentar qué significan los diferentes
números que acompañan a la gasolina en los surtidores de la gasolinera.

Los números que veis junto a la gasolina, usualmente 95 o 98 corresponden al


octanaje, un valor que indica una característica del carburante relacionada con
los motores de explosión: la resistencia del combustible a ser detonado
prematuramente después de que se comprima dentro de un motor. Dicho así
puede ser un lío, queda más claro expresando el índice de octanos (también se
denomina así al octanaje) como la presión y temperatura a la que puede
someterse al carburante determinado mezclado con aire antes de explosionar
espontáneamente, sin que exista una chispa que determina esa combustión.

Para hacerse una idea rápida de cómo funciona ésto, en un motor de combustión
puede comprimirse más la mezcla de combustible y aire sin que ésta explote por
sí sola. Si se utiliza una presión más elevada de la marcada por el octanaje del
combustible, la mezcla explotará por si sola en la fase de compresión sin
alcanzar la fase de explosión (en este caso, para el motor de cuatro tiempos).
Con ello, el motor reducirá bruscamente su rendimiento y es posible que sufra
graves daños. Por ello, este dato es de vital importancia.
Surtidores de gasolina
Gasolina de 95 y de 98 octanos
Una vez explicado el octanaje, ¿cuál se utiliza en los automóviles de turismo?
Los motores de la mayoría de vehículos aceptan gasolina de 95 octanos pues
no utilizan un ratio de compresión que haga necesario mayor octanaje. La de 98
octanos es utilizada por motores de más alta gama, para ofrecer una mayor
relación de compresión y un rendimiento superior. Para otro tipo de transportes
como lanchas fueraborda de utilizan gasolina cuyo octanaje puede superar la
barrera de los 100 octanos.
La gasolina de 98 octanos es más cara de la 95 octanos pero, ¿ofrece alguna
ventaja a los motores preparados para la de 95? El rendimiento podría ser
ligeramente mayor y el consumo un poco menor, pudiéndose notar sobre todo
en motores de alta compresión o realizando una conducción bastante deportiva.
En otro caso la diferencia parece que podría ser ínfima, y si se busca ahorrar
combustible es más sensato seguir ciertas medidas, como la de aflojar el
acelerador o conducir en las revoluciones en las que el par motor es máximo,
que acudir a una gasolina de mayor octanaje.
En resúmen, lo ideal es acatar lo que indique el fabricante del motor a la hora de
decantarse por una gasolina u otra, pues los beneficios de usar una gasolina de
mayor octanaje se perderán probablemente en el mayor coste de ésta.
Las gasolinas especiales con aditivos.
Los fabricantes de carburantes, desde hace unos años, han sacado diferentes
variedades de combustible a las que les han añadido aditivos especiales y para
las que prodigan una serie de ventajas. Para todos los modelos afirman que
mejora el rendimiento del motor, lo protege y ofrece una contaminación mejor. El
caso de la gasolina 98 es más patente, puesto que según indican los fabricantes
tiene una menor cantidad de azufre o incluso desaparece, con el menor factor
contaminante que ello supone, además de que ofrece una mejor optimización
del motor en vehículos de gama alta y protege del desgaste al catalizador.
Surtidores de gasolina
las compañías petrolíferas afirman que son efectos a largo plazo, con mayor
importancia cuanto más se use un determinado combustible. Comprobarlo es
arduo complicado y, aplicado a la práctica, ciertamente estas gasolinas suelen
tener pocas diferentes de rendimiento y protección entre ellas. También es cierto
que en muy pocos casos se ha apreciado una mejoría notable con una
determinada variedad de combustible.
La gasolina Super de 97 octanos.
Como último dato al respecto, en las gasolineras españolas todavía se expende
gasolina de 97 Súper octanos. Ésta sustituyó, en el año 2001 según una directiva
europea, a la gasolina super con plomo, la que utilizaban los coches que no
contaban con catalizador. El plomo es un elemento muy contaminante y por ello
se añadieron una serie de aditivos que lo sustituían.
En el próximo año 2009 desaparecerá obligatoriamente de los surtidores y los
vehículos que necesiten utilizar deberán comprar aditivos especiales para añadir
a la gasolina de 95 octanos.

La gasolina de 95 octanos marca el nivel de octanaje mínimo


en Europa y parece la opción más popularizada del mercado
Nafta, bencina, caldo… son algunos de los nombres comunes con los que mucha gente
hace referencia a la gasolina que usamos como combustible para que el motor de nuestro
automóvil pueda funcionar.

Realmente, la gasolina, es una mezcla de cientos de hidrocarburos destilados del


petróleo para que los motores de combustión interna, propios de nuestros vehículos,
puedan funcionar, tanto si tienen un sistema de encendido por chispa como por
compresión.

En España la primera gasolina contenía plomo y era de 85 octanos. Posteriormente,


en la década de los 80 se aumentó el octanaje de la gasolina convencional a 91 octanos y
surgió la conocida como gasolina súper, que además de contener plomo era de 97. No fue
hasta el año 89 que se comercializó aquí la primera gasolina sin plomo tanto en
formato de 95 como de 98, y tuvo tanto éxito que la que sí lo contenía comenzó a
desaparecer.

La Unión Europea decidió retirar de nuestro país la venta de gasolinas con plomo para
el año 2002, aunque en el mercado perduraron hasta finales de 2005 las que llevaban
sustitutos del mismo, también eliminadas posteriormente debido a su alto índice de
contaminación y consumo.

A partir de esa fecha, determinados vehículos debían dotarse de catalizador o bien usar
unos aditivos específicos para complementar a la popular gasolina sin plomo.

Por norma general, nuestros automóviles funcionan con gasolina de 95 desde


entonces, salvo por recomendación expresa del fabricante en determinados motores de
gamas elevadas.

Pero, ¿en qué consiste la diferencia de octanaje en la


gasolina?
El índice de octanos, u octanaje, es la escala que mide la capacidad antidetonación del
carburante cuando es comprimido dentro del cilindro del motor, es decir, que el
número de octanos, nos indica la cantidad de presión y temperatura capaz de soportar la
gasolina una vez mezclada con aire antes de explosionar de modo espontáneo; sin
necesidad de que una chispa provoque la combustión.

Por ello, a mayor índice, más compresión soporta este fluido, generando un mejor
rendimiento y un menor consumo, lo que hace que la gasolina de 98 sea adecuada para
automóviles con perfiles deportivos que buscan el máximo aprovechamiento de la
potencia, pero que en vehículos más convencionales apenas podamos notar la diferencia y
debamos asumir un coste superior por el carburante.

¿Qué características poseen la gasolina de 95 y de 98


octanos?
La gasolina de 95 octanos marca el mínimo octanaje permitido en Europa. Entre sus
ventajas podemos contar el mejor precio y la facilidad que proporciona a arranques en frío.
Es menos densa, por tanto más ligera y es la que se utiliza en la mayoría de automóviles.
Según la AOP (Asociación de Operadores Petrolíferos), hasta ocho veces más toneladas
de gasolina de 95 frente a la de 98 son consumidas anualmente. Según los propios
fabricantes de vehículos, las principales ventajas de la gasolina de 95 octanos son
que:

 Protege y alarga la vida del motor.


 Mantiene limpias las partes importantes de nuestro propulsor.
 Optimiza las prestaciones del vehículo en cuestión.
 Reduce el azufre en su composición, descendiendo así el nivel de emisiones
contaminantes.

Respecto a la gasolina de 98 octanos, podemos decir que posee un mayor nivel de


refinamiento a nivel químico aportando una ligera diferencia de prestaciones y consumo,
aunque, como hemos indicado, serán necesarias una potencia y cilindrada bastante altas
para percibirla. Así que, a menos que el fabricante especifique la necesidad de este tipo de
carburante o prohíba el uso de la de 95 en su motor, como el caso de los motores FSI, lo
sensato parece declinar la opción de repostar gasolina de 98.

Las petrolíferas aseguran que entre los beneficios de la gasolina 98 se encuentran:

 Menor contenido en azufre (incluso menos que la de 95), o producto totalmente


libre de este compuesto, haciendo de este combustible una opción muy limpia.
 Su composición tiene nuevos aditivos de última generación.
 Mejora las prestaciones del motor, su protección y disminuye el consumo,
especialmente a largo plazo ya que va limpiando el sistema.
 Alarga la vida útil del catalizador.
 Optimiza las prestaciones de vehículos de gama alta.

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