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M. Sc. Rhina R. Semprún N.

V – 14.206.957

EDUCACIÓN EN GRECIA Y ROMA

1. EDUCACIÓN EN GRECIA
A diferencia de lo conocido actualmente, en la antigua Grecia no existía
un “sistema educativo” estructurado, dirigido por reglas dictadas por el Estado.
En Atenas existían escuelas desde la época de Solón (considerado uno de los
siete sabios de Grecia) las escuelas de esos tiempos eran privadas, los padres
debían abonar ciertas cantidades para la formación de sus hijos. La educación
(Pandeia) de los niños y las niñas era diferente. Estas recibían una formación
muy elemental, dedicándose a la formación para el hogar bajo la tutela de la
madre y de esa forma garantizar que estarían listas para asumir su rol dentro
de la familia como mujeres casadas.
No existía la igualdad de oportunidades éntrelos ciudadanos, de manera
que sólo los ricos podían completar su educación. Dichas diferencias también
podían ser apreciadas dentro de la propia “polis”, debido a, que en algunas
como Esparta la formación era prioritariamente física; con la pretensión de
formar buenos soldados mientras que en Atenas era cuidada además la
formación intelectual, pues se pretendía formar buenos ciudadanos. Cabe
señalar que corresponde a la Grecia antigua el mérito de haber creado la
escuela como institución y haber buscado un ideal pedagógico a lo largo de la
historia.
La ausencia de un sistema formal de educación, no impide que se
pueda inferir sobre las etapas de formación del hombre griego:
 Hasta los 7 años permanecía bajo la tutela de la madre o de una esclava
niñera, donde aprendía mitos y leyendas diversas. En esta etapa los
hombres no intervenían en el proceso de formación de los hijos, la
responsabilidad recaía exclusivamente sobre las mujeres.
 De 7 a 12 años tenía lugar la enseñanza elemental, la enseñanza en
Atenas se dividía en dos partes la MOUSIKH o formación intelectual y
moral y la GUMNASTIKH o educación física. En esta etapa el niño
aprendía a leer y a escribir con el grammatistés (maestro de escuela),
el mismo era acompañados por el paidagógos (esclavo que le llevaba
los instrumentos de escritura) era su compañero de juegos pero ni
intervenía en el proceso de educación. Para escribir se sentaban en el
suelo y trazaban sus primeras letras con un punzón sobre tablillas de
madera enseradas; también recibían una formación musical ajo la
dirección de kitharistés (citaristas), que enseñaba al niño a cantar
acompañado de la lira, la enseñanza musical era considerada muy
importante para el cultivo del espíritu y la formación moral, durante
estos años la formación física era muy suave.
 De los 12 a los 18 años iniciaba lo que llamaban “la enseñanza media”,
bajo la dirección del grammatikós (profesor de literatura), los jóvenes
estudiaban en profundidad los autores griegos más importantes. El
profesor seleccionaba los textos que los alumnos aprendían de
memoria, luego se comentaban, haciendo énfasis en las enseñanzas
morales contenidos en los mismos. En esta etapa y bajo la dirección de
los paidotríbes, los alumnos complementaban s formación con la
gimnasia (Gumnos desnudos, pues así se practicaban los ejercicios
físicos). Esta se desarrollaba en la palestra, donde era practicado el
pentatlón, el cual era un conjunto de 5 pruebas atléticas: la carrera, el
salto, el lanzamiento de disco, lanzamiento de jabalina y la lucha.
 Los hijos de familias acomodadas podía aspirar aún a completar su
formación con lo más parecido a nuestra educación superior, esta podía
realizarse con los sofístas (enseñaban el dominio de la oratoria y la
retórica), filósofos (los griegos crearon las instituciones d enseñanza
como la academia, fundada por Platón y el liceo creado por Aristóteles
en la que se daba formación científica y filosófica) y la efébia (Efbos,
jóvenes adolescentes de 18 años eran reclutados para una completa
formación militar bajo la tutela de oficiales del ejército, con el tiempo la
formación militar fue completada incluso sustituida por la enseñanza de
materias tales como filosofía, retórica y ciencia).
Buena prueba del desarrollo alcanzado por la educación en la antigua Grecia
es que fueron maestros griegos los que, llevados a Roma como esclavos,
ayudaron a formar las jóvenes generaciones romanas. Asimismo, los jóvenes
romanos de familia ilustre, para completar su formación, solían marcharse
durante algunos años a Grecia, sobre todo a Atenas, junto algún orador o
filósofo griego.

2. LA ENSEÑANZA EN ROMA

La familia, basada en la autoridad del “pater” familias y el respeto a la


“mater”, es el organismo que educa al niño. El niño es educado en su primera
infancia (hasta los 7años) por su madre. En su segunda infancia o período
llamado “pueritia” (de los 7 a los 17 años), el niño pasa a depender de su padre,
que le enseña el cultivo de la tierra, el manejo de las armas, el respeto que se
debía a los dioses (pietas), mientras que la niña sigue bajo la dirección de la
madre, que la inicia en las labores domésticas. Fiel ejemplo de la solicitud
paterna por la educación de sus hijos es Catón, para cuya formación escribió
los “Orígenes”. Cuando el puer pasa a adulescens, a los 17 años, la toma de
la toga viril dará por finalizada la educación familiar y el joven entrará a la vida
militar.
A partir de la mitad del s. II a.C. y tras el beneficioso contacto cultural
con Grecia, la enseñanza familiar empieza a ser insuficiente y el niño es
confiado, al menos en las familias aristocráticas, al cuidado de esclavos
griegos. A esta enseñanza privada sucederá la enseñanza de la escuela. La
escuela como lugar en que se reunían alumnos procedentes de diversas
familias para aprender de un maestro “profesional” empieza a generalizarse
en Roma a finales de la época de la república. Se trata de escuelas privadas
en las que cada alumno pagaba una cantidad al mes, instaladas en el foro o
en las calles próximas en locales habilitados sin medios ni comodidades.
En la época del Imperio se fueron creando escuelas “públicas” en
Romay en las principales ciudades de las provincias, sufragadas por el Estado
o por los propios consejos municipales. Si dejamos a un lado la educación
privada que tuvo una amplia aceptación entre la aristocracia romana, el nuevo
sistema introduce el modelo helenístico de educación, que se vertebra en tres
niveles, correspondientes a lo que someramente podemos llamar enseñanza
elemental (luduslitterarius), enseñanza secundaria a cargo del grammaticus y
enseñanza superior, dirigida por los retóricos.
 A los 7 años niños y niñas ingresaban en el Ludus litterarius, donde
permanecen hasta los 11 ó 12 años; el lugar de esta escuela primaria
se encuentra normalmente ubicado en el foro, sin que revista carácter
monumental alguno; en realidad las que se testimonian en Roma,
Pompeya o Cartago son de gran simplicidad, hasta el punto de que la
separación de la calle se realiza mediante meras cortinas. Sentados
sobre escabeles, los alumnos reciben las enseñanzas del magíster,
cuya situación social es calificada como “rem indignissimam”, como se
pone de manifiesto en el Edicto de Precios de Diocleciano, donde se le
atribuye un sueldo de 50 denarios mensuales por alumno, cifra
indudablemente muy inferior a la de un carpintero o albañil.
 Los alumnos eran a la escuela por un esclavo, paedagogus, las clases
solían durar seis horas al día. Se comenzaba muy temprano y al
mediodía se descansaba para tomar el “prandium” y se continuaba por
la tarde.
 El año escolar empezaba en marzo; había vacaciones en los días
festivos y cada nueve días (nundinae, que era cuando tenía lugar en
Roma el Mercado y por eso era festivo). Durante el verano, desde
finales de julio hasta mediados de octubre, se desarrollaba un periodo
vacacional. Las enseñanzas que se impartían están constituidas
esencialmente por la lectura, escritura, cálculo y recitación. A diferencia
de Grecia, no estuvo tan sistematizada la enseñanza musical y los
ejercicios atléticos.
 Como en Grecia, la mayoría de los alumnos interrumpían su formación
terminada la enseñanza elemental, especialmente las niñas que se
quedaban en casa para prepararse como futuras mujeres casadas. De
todos modos, las mujeres con inquietudes culturales, si tenían recursos
económicos, podían seguir su formación en casa, bajo la dirección de
un preceptor.
 A los 11 o 12 años comienza la enseñanza media o secundaria, que se
prolongará hasta el momento en que el joven tome la toga viril; es
impartida por el grammaticus, cuya situación social es más elevada que
la del magíster; de hecho en el Edicto de Precios de Diocleciano se le
atribuye una remuneración de 200 denarios por alumno y mes; el lugar,
abierto sobre los pórticos del foro, reviste las mismas características
que el Ludus litterarius. Las enseñanzas están constituidas
esencialmente por el conocimiento teórico de la lengua y por el estudio
y comentario de los autores clásicos. Entre los poetas griegos se
estudiaba sobre todo a Homero y a los autores de teatro; entre los
latinos los más comentados eran Virgilio, Horacio y Terencio. Lo normal
era que de la escuela del grammaticus el alumno saliera sabiendo bien
el latín y el griego.
 Finalmente la enseñanza superior está dirigida por el rhetor, cuya
situación social, aunque osciló con el tiempo, empeorando
especialmente en el Bajo Imperio, era bastante elevada, consignado
juvenal (VII, 186-187) que Quintiliano podía cobrar hasta 2000
sextercios anuales por alumno. En las escuelas de retórica se estudiaba
y practicaba fundamentalmente el arte de hablar en público, el arte de
convencer; es decir, la oratoria.
 Los introductores de la enseñanza de este arte en Roma fueron
rethores griegos que acudieron a la capital del Imperio tras la invasión
del mundo griego por Roma, y allí se establecieron bajo la protección
de las familias “progresistas” de la nobleza romana, aunque con la
enconada oposición del sector más tradicional. Como aprendizaje
teórico se estudiaba la retórica griega, sobre los modelos griegos, con
manuales griegos y en lengua griega. Solamente a partir del s. I a.C. se
empezó a aceptar a los rethores latinos y a publicar, según se ha dicho
manuales en latín. Se estudiaba las diferentes partes de la retórica, los
diversos tipos de discursos y las partes de que éstos se componían.
También se estudiaba la filosofía y se iniciaban en el estudio del
derecho.
 La mayor parte del tiempo de los dos años que abarcaban estos
estudios, los alumnos se ejercitaban en la elaboración y declamación
de discursos y alegatos sobre temas, casos o personajes reales o
ficticios, propuestos por el maestro; o bien acudían al Foro a escuchar
las intervenciones de abogados o políticos famosos, intervenciones que
posteriormente eran analizadas e imitadas en la escuela.
 Como remate de este aprendizaje, era frecuente, en el caso de las
familias ricas y de los alumnos aventajados, pasarse un tiempo
completando la formación en alguna de las escuelas prestigiosas del
Mediterráneo oriental (Atenas, Alejandría, Pérgamo, Rodas, etc.) A
partir de este momento, el joven romano destinado a la carrera política
(cursus honorum) (podía ya empezar a “medir sus armas” en el Foro
como abogado, en espera de que se presentara la ocasión de participar
en las elecciones a su primera magistratura (cuestor o tibuno militar).La
función que este tipo de enseñanzas poseía oscila desde fines de la
república hasta el s. II, en el sentido de que mientras subsistió el viejo
sistema republicano la oratoria constituía una importante arma política,
susceptible de ser utilizada en las asambleas y en el resto de las
instituciones.
 A partir de Augusto, esta función eminentemente política decae; sin
embargo, el tipo de enseñanza subsiste con objetivos no solamente
estéticos y literarios, sino también prácticos, ya que las escuelas de
retórica van a constituir uno de los medios esenciales de formación de
los cuadros dirigentes de la Administración y, especialmente, como
testimonia para fines del s.I el propio Quintiliano para el ejercicio de la
abogacía.
 El sistema de educación helenística, aceptado con peculiaridades por
roma y difundido en todo el Mediterráneo, perdurará durante los últimos
siglos del Imperio; no obstante, a partir del s. III, y de forma especial
durante el s.IV, se introducen modificaciones sustanciales, que de
forma muy esquemática vienen dadas por la acentuación del
intervencionismo estatal y por la proyección de nuevos sistemas
educativos vinculados a la difusión y organización del cristianismo. El
intervencionismo imperial está provocado básicamente por las
transformaciones que se han producido en la organización del estado
romano; éste se ha convertido en una importante máquina burocrática,
que requiere un personal administrativamente adecuado, que sólo
puede adquirirse a partir de la enseñanza superior. Este tipo de
necesidades justifican las continuas actuaciones de los emperadores,
como se pone de manifiesto en el hecho de que en el año 297 Eumeno
fuera enviado por Constancio Cloro a Autum para restaurar las
escuelas; de que en el 362 Juliano el Apóstata dispusiera que
cualquiera que deseara ejercer la docencia debería obtener
previamente la autorización del concejo municipal y la ratificación del
emperador, o que Graciano, en el 376, dispusiera que las ciudades
eligieran a los mejores retores y gramáticos para impartir enseñanzas a
los jóvenes.
 Esta dinámica culminará en el 425, cuando Teodosio II proceda a la
creación de una universidad en Constantinopla con un claustro de
profesores, a los que se les prohíbe el ejercicio de la docencia al margen
de esta institución, formada por retóricos, gramáticos, filósofos y
juristas. Sin embargo, la modificación más sustancial viene dada por la
progresiva aparición de las escuelas cristianas, que en sus diversos
niveles monásticas, episcopales y presbiteriales, a partir del s. IV en un
período de profunda crisis, sustituyen a las antiguas escuelas
helenísticas y preludian el ordenamiento medieval.
El sistema educativo clásico se mantiene hasta el final del Imperio y pervive
en la educación de la Escolástica medieval. Podríamos decir que en buena
medida, pese a las grandes diferencias, es aún la base de nuestros sistemas
educativos. En recuerdo de Marco Porcio Catón, que preparó un librito para
enseñar a leer a sus hijos, el método para enseñar a leer a los niños se ha
llamado hasta no hace mucho tiempo “Catón”. El trivio y el cuatrivio
constituyeron durante mucho tiempo el conjunto de materias de la educación
superior.

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