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INTRODUCCIÓN
En los capítulos anteriores ha quedado patente que la ansiedad que sufren los
niños durante la hospitalización, no es solamente algo nocivo por sí mismo sino también
Son muchas las investigaciones que muestran que los niños más ansiosos son los
que se recuperan con mayor dificultad (Valdés y Florez, 1995). Este hecho no nos debe
inmunodepresión. Esto es, a mayor ansiedad, más inhibido se encuentra nuestro sistema
inmunitario, con lo cual el organismo se convierte en más vulnerable frente a los agentes
Alzheimer, sujetos claramente estresados, con un grupo control. A ambos grupos se les
practicó una pequeña incisión. Los resultados mostraron que en el grupo de cuidadores,
no sólo los indicadores del sistema inmunológico (ARNm de interleucina 1) eran
menores, sino que además la herida tardaba más en cicatrizar. Desde siempre se ha
pensado que el estado emocional de las personas incidía en su salud. A nadie le extraña,
por ejemplo, que un dolor de cabeza sea el resultado de alguna preocupación. Pero,
va mucho más allá. Se está comprobando que una herida puede cicatrizar antes o
un hecho que casi resulta increíble. Partiendo de esta influencia de lo psicológico sobre lo
físico, es más fácil entender que en niños sometidos a intervenciones quirúrgicas que
sentido, las investigaciones al respecto dejan bien claro que los niños que viven la
hospitalización de forma más ansiosa, sufren más alteraciones psicológicas una vez son
dados de alta (Kain, Mayes, O´Connor y Cicchetti, 1996; Lumley, Melamed y Abeles,1993;
marcará sus futuras experiencias médicas (Breitkopf y Buttner, 1986; Lumley, Melamed y
Abeles, 1993). Los niños que vivan la hospitalización de forma más negativa, les costará
hospitalización vivida muy angustiosamente puede dar lugar a una fobia a algún aspecto
médico (fobia a los hospitales, a las batas blancas, a las inyecciones, etc.).
afrontamiento.
Aunque podríamos pensar que una de las tareas principales del psicólogo debería
consistir en la aplicación de estas técnicas, creemos que si fuera así, la eficacia del papel
del psicólogo se vería muy limitada, dado que existen muchas otras formas para
estas técnicas sin tener en cuenta muchos otros aspectos de la hospitalización, sus
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esfuerzos por conseguir que los niños vivan lo mejor posible la experiencia hospitalaria
tratado a un niño de 7 años que debe ser operado de una hernia, con alguna de las
quirúrgica, se lo llevan con la camilla hacia el quirófano y una vez allí, como los cirujanos
todavía están operando a otros niños programados con anterioridad, el niño debe esperar
perfectamente a los niños que salen de los quirófanos una vez intervenidos. Esto es,
completamente aterrado. Así pues, aunque durante el día anterior estuviera tranquilo
sumirá en una profunda angustia. Ante este hecho, una posible conclusión que
tenido en cuenta el aspecto emocional del niño que espera y, por tanto, la hubieran
construido de forma que los pacientes que esperan no contemplaran a los pacientes ya
mucho más práctica podría consistir en colocar biombos para separar a los niños que
salen de los que entran al quirófano. Con este ejemplo, se puede comprobar cómo un
aspecto de infraestructura puede ser igual de importante que la aplicación de una técnica
Así pues, una de las principales tareas del papel del psicólogo en el hospital
todos los procesos que se llevan a cabo en la empresa para detectar posibles
emocionales”. Esto es, analizar, desde el punto de vista emocional, todo el proceso de
hospitalización del paciente desde que es ingresado hasta que es dado de alta. De esta
modo resultaría más fácil cambiarlos para intentar reducir la ansiedad del paciente. En el
ejemplo anterior, una auditoria emocional hubiera detectado la elevada ansiedad de los
tenemos en cuenta que los pacientes con menos ansiedad son los que necesitan menos
hospital y el coste de los analgésicos, la reducción de estos dos puntos supone un ahorro
económico importante.
Los aspectos del proceso hospitalario que se deberían analizar y tratar en las
1.- Infraestructura
relacionados con la infraestructura que pudieran incidir de forma más o menos directa en
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algunos aspectos estructurales. Por ejemplo, Ulrich (1984) llevó a cabo una investigación
necesitaban menos días de estancia hospitalaria y menos analgésicos, que aquéllos que
interpretaciones a la que nos llevan estos resultados es que el hecho de mirar por la
simple ventana.
como un aspecto que permita distraer a los pacientes. Cuando los pacientes son niños,
los elementos decorativos que permitan distraerlos, pueden ser dibujos o fotos de los
personajes televisivos de moda colgados por las paredes. Afortunadamente, este aspecto
religiosas con un aire claramente fúnebre y cuadros más propios de una iglesia que de un
que la religión ha mostrado ser una eficaz estrategia de afrontamiento para algunos
pacientes quirúrgicos; sino elegir dentro de las imágenes religiosas otras más adecuadas
para el público infantil, no tan sombrías, que sean, por ejemplo, en color en lugar de en
los juegos.
Siguiendo con la necesidad de que los niños estén lo más distraídos posible, un
niños que muestre de forma empírica que la televisión disminuye su ansiedad, sí que se
con pacientes adultos. Concretamente se comprobó que los pacientes que pudieron
los lugares en que el niño deba esperar dispongan de una televisión. Por suerte, cada
vez más, los hospitales tienen en cuenta este aspecto, pero todavía en algunos casos la
televisión es considerada como un elemento de lujo, por tanto desde aquí nos gustaría
resaltar que no se trata de un lujo sino más bien de una necesidad ya que todo lo que
Así como creemos que el televisor debe formar parte de la infraestructura del
ordenador no solamente es una pieza clave por sus ventajas pedagógicas y distractoras,
Internet, el contacto con el mundo, especialmente necesario para los niños con
que los niños desde los ordenadores de este hospital pueden explicar a través de los
dibujos su visión del instrumental médico, un día en el hospital e incluso inventar sus
(www.Krenet.it/A/bambi/Bambita/welcome.html)
antesala del quirófano con uno control que no escucha música alguna, se comprueba que
los pacientes del grupo experimental sienten menos ansiedad (Augustin y Hains, 1996;
del quirófano, de los dibujos o fotos colgados de la pared, de los espacios lúdicos, de la
emocional del niño. Por ejemplo, otro que podríamos añadir a la lista anterior son los
colores en que estén pintadas las paredes o incluso la forma en que van vestidos los
infraestructura ya que el vestuario del personal se puede considerar hasta cierto punto
comprobara si el hecho de vestir con bata blanca o de otra forma más “infantil” tiene
algún efecto sobre los niños. Intuitivamente, nos parece que sí, de hecho al menos
eliminaríamos las fobias a las “batas blancas” y evitaríamos las generalizaciones (“si este
señor con bata blanca me ha hecho daño, esta chica que también lleva bata blanca me
hará daño”).
Siempre que sea posible es aconsejable que los niños no vean utensilios como
ejemplos, ya que en cada hospital los elementos que necesitan ser modificados son
distintos y por tanto resulta imposible comentar todos los aspectos posibles a tener en
cuenta. Con los ejemplos presentados hemos pretendido resaltar la posible incidencia de
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necesidad de analizarlos y modificarlos, idea que creemos clave cuando se realice una
auditoría emocional.
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HOSPITALARIOS.
Como ya hemos apuntado anteriormente, otro de los grandes temas que se debe
analizar cuando se realice una auditoria emocional son los procedimientos hospitalarios.
emocional del paciente? Es frecuente que a los niños aquejados de dolor les resulte difícil
conciliar el sueño. Muchos niños desean dormir el mayor tiempo posible para no sufrir
dolor y para que el día devenga lo más corto posible. En este sentido, nos podríamos
que una vez despertado, en muchos casos, difícilmente se podrá volver a dormir. De
hecho, es muy frecuente que las madres se quejen de este horario. Parece pues que
muchos hospitales no es muy recomendable, aunque pueda ser muy adecuado desde el
punto de vista organizativo. En una auditoria emocional, se deberían sopesar estos dos
puntos de vista e intentar, siempre que fuera posible, llegar a algún tipo de solución que
que se tiene en cuenta, para según qué tipo de rutinas hospitalarias, las necesidades del
las 24 horas, participar en los cuidados de los niños (limpieza, temperatura, etc.),
facilidad para poder contactar con los médicos una vez en casa, posibilidad de dormir en
realizado varios estudios que apuntan la conveniencia de que ello se lleve a cabo. Según
comporta beneficios tanto de tipo sanitario como económico ya que se reduce: el riesgo
algunos momentos, etc.), éstos pueden disminuir con una correcta preparación.
dolorosos o estresantes, intentado calmar y distraer a sus hijos. Uno de los momentos en
los que se indica que los padres estén presentes es durante la inducción de la anestesia
(Glazebrook, Lim, Sheard y Standen, 1994; Zelikovsky, 1996), aunque respecto a este
punto las opiniones son controvertidas dado que depende mucho del tipo de organización
del hospital y sobretodo del "tipo" de padres. Se ha comprobado que en niños mayores
presencia durante la inducción de la anestesia, lo cual no ocurre con los niños de padres
ansiosos ( Kain, Mayes, Caramico, Silver, Spieker, Nygren, Anderson y Rimar, 1996). Por
recibir los padres, especialmente los ansiosos, al respecto. En cuanto a la opinión de los
pudieron comprobar que el 92% de los cirujanos ingleses y un 69% de los americanos
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creía que el acompañamiento de los padres disminuía la ansiedad de los niños y un 86%
de los ingleses y un 53% de los americanos opinaba que aumentaba la cooperación del
niño. A la vista de estos datos, parece que la opinión de los cirujanos encuestados
gran mayoría muy positiva. Muchos estudios muestran que no sólo los cirujanos se
muestran a favor del acompañamiento de los padres, sino también los anestesistas y las
enfermeras y, como no, los propios padres (Blesch y Fisher, 1996; Cameron, Bond y
quirófano, creemos que también pueden existir soluciones alternativas. Por ejemplo, una
acompañarlo.
(1993) se comprobó que los padres que se encontraban con el niño durante su despertar
sufrían menos ansiedad que aquellos padres que no se encontraban presentes en este
momento.
Otro de los procedimientos que creemos que se puede mejorar, tal como apunta
autora, se deberían recoger datos sobre aspectos psicosociales del paciente pediátrico
aconsejables para cada hospital deberían ser el resultado de un detallado análisis por
SALUD.
Si el principal objetivo del psicólogo es que los niños sufran la menor ansiedad
enfermeras, etc.) mantienen con los pacientes pediátricos y sus familiares. El trato que
reciben tanto padres como hijos es uno de los factores más determinantes de su vivencia
cirujano hasta el camillero. Cualquier persona que se relacione con el paciente, de forma
los pacientes y los familiares, consideramos que una de las funciones principales del
y mejorar estas relaciones. Así, el papel de asesor del psicólogo sobre otros
sobre cómo tratar a los pacientes y a sus familiares de la mejor forma posible desde el
La mayoría de estudios que se han realizado sobre este tema, parecen apuntar
satisfacción (Buckman, 1998; Frankel, 1995; Lipkin, 1996; Neuwirth, 1998; World Health
también sobre el médico. Se ha mostrado que los médicos que mantienen relaciones más
pobres con sus pacientes son los que se sienten más frustrados (Lipkin, 1996; Loayssa,
Otro beneficio, nada despreciable, que comporta una buena relación “médico-
acertados son los diagnósticos realizados y los tratamientos elegidos (Frankel, 1995;
Lipkin, 1996; Neuwirth, 1998; WHO, 1993). Este hecho es fácil de entender si pensamos
que una buena relación se basa en un intercambio de información adecuado. Así, cuanto
más precisa sea la información que tenga el médico de los síntomas del paciente, más
datos poseerá para diagnosticarlo con acierto y, por el mismo motivo, más probabilidades
1998; Frankel, 1995; Lipkin, 1996; Neuwirth, 1998; WHO, 1993). Para que el paciente se
adhiera de forma adecuada al tratamiento (sea del tipo que sea) es indispensable que
exista una buena relación médico-paciente. Si se pretende que el paciente siga los
consejos del médico es totalmente necesario que exista una buena comunicación entre
ellos. El médico no debe limitarse a informar sobre cómo seguir el tratamiento, sino que
también debe motivar al paciente para que lo lleve a cabo. Para la motivación, es muy
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importante informar sobre porqué funciona el tratamiento, las ventajas de seguirlo y los
A nivel legal, es también aconsejable que el médico mantenga una buena relación
con sus pacientes dado que se ha observado que cuanto peor es la relación médico-
1998).
Como vemos, los beneficios de una buena relación médico-paciente son muchos,
pero ¿en qué consiste exactamente una “buena relación”? No es fácil definir brevemente
cómo debe ser una buena relación, así que nos limitaremos a apuntar que una buena
relación es aquélla en la que no sólo se trabaja con la información objetiva sino también
nivel relacional) es aquel que mantiene relaciones diferentes con cada uno de sus
médico se adapta a cada paciente y no actúa de forma rígida con cada uno de ellos. A su
vez el hecho de que el médico se adapte, nos está indicando que conoce bien al
consejos que se pueden recomendar a los médicos para mejorar su relación con los
enfermos (Borrell, 1994). Sin embargo, las dos ideas que creemos principales y que el
1.- El médico no debe dar información, sino trasformar la información que tiene el
información aunque sea escasa o errónea. Por tanto el médico debe partir de esta
muchos casos la información que pretende trasmitir el médico es posible que no “encaje”
2.- El médico debe dejar expresar al paciente o familiar, sus emociones y sus actitudes.
De esta forma, podrá comprender por qué no sigue sus consejos, sus reticencias, etc.
Promover la expresión de las emociones, es sin duda la forma más útil para disminuir la
ansiedad.
actuación para mejorar las relaciones, sino que debe ir más allá intentando modificar
realmente estas relaciones. Una forma muy efectiva para promover cambios reales en la
pueden llevar a cabo previo consentimiento del paciente. El paciente debe saber que se
le está grabando. El hecho de que el paciente sea consciente de que está siendo filmado
llevan a cabo estas filmaciones, las mismas son analizadas por el propio profesional
junto con otros compañeros. No solamente se analiza “lo objetivo” sino también las
emociones. El médico protagonista intenta expresar cuáles eran sus emociones respecto
al paciente en el momento de la filmación. Estos análisis son muy provechosos dado que
permiten al médico percatarse de formas de actuar que pueden ser mejoradas (Borrell,
- Equipo de enfermería
La relación del paciente y los familiares con el equipo de enfermería nos atreveríamos
a decir que es la más estrecha que se da a largo de la hospitalización. Los miembros del
personal de enfermeria son los profesionales que más tiempo pasan con los pacientes y
familiares, y los que comparten momentos más íntimos y personales. Por ello, este
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profesionales médicos, las enfermeras suelen dar información sobre estos temas a nivel
“extraoficial” a petición de los pacientes o familiares. Es común que el largo tiempo que
comparten enfermeras y pacientes aumente la confianza entre ambos por lo que los
pacientes se “atreven” a formular más preguntas a las enfermeras que a los propios
médicos. Otro tipo de información que suelen procurar se refiere a las normas del
hospital, a cómo evolucionan las constantes vitales, a los posibles cambios que se lleven
a cabo sobre lo pautado por el médico, etc. Partiendo, pues, del alto nivel de información
que suele suministrar el equipo de enfermería, creemos que el psicólogo también debe
asesorar a este colectivo sobre cómo informar correctamente. Por ello creemos que todo
Dado que el equipo de enfermería es el que más contacto tiene con los pacientes,
suele ser el encargado de tratar el dolor de los mismos. Aunque son los médicos los que
pautan cuál debe ser la medicación a facilitar en caso de dolor, son las enfermeras las
pues, este colectivo es el que suele manejar directamente el dolor del paciente. Por este
motivo es indispensable que las enfermeras sepan evaluar correctamente el dolor de sus
muchos casos, se ha demostrado que no existe correlación entre el dolor que realmente
sufren los enfermos y el que las enfermeras suponen que estos sienten (Francke, 1996).
Por tanto, creemos que la evaluación del dolor es uno de los puntos claves sobre el que
el psicólogo debe asesorar a este colectivo. Igualmente consideramos que dado que la
gran mayoría de enfermeras no conocen otras técnicas para tratar el dolor que las
disminuir la ansiedad del niño durante los procedimientos médicos invasivos que ellos
conveniente. Igualmente, el psicólogo debe fomentar que las enfermeras animen al niño
para que participe en sus propios cuidados. Es fácil que la hospitalización convierta a los
su independencia.
Los aspectos sobre los que el psicólogo puede asesorar al equipo de enfermería
son múltiples. En este apartado hemos comentado exclusivamente aquellos que nos
parecen más relevantes. Es una ardua tarea comentar todos los posibles aspectos sobre
los que el psicólogo puede asesorar ya que, entre otros motivos, cada equipo de
enfermería tiene características peculiares. Así a modo de resumen, diremos que la labor
del psicólogo como asesor del equipo de enfermería debe consistir en realizar un
- Voluntariado
Dado que al principio de este apartado hemos indicado que hablaríamos del papel del
profesionales. Sin embargo, si no comentamos el gran papel que puede desarrollar este
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colectivo en el ámbito hospitalario y cómo el psicólogo puede contribuir en él, nos parece
Antes de comentar las funciones que puede realizar este colectivo en el ámbito
El voluntario:
- Se compromete libremente
un servicio de voluntariado propio, pero todavía son una minoría. Incluso en los
hospitales en los que los voluntarios prestan sus servicios, no cumplen todas las
funciones que este colectivo podría asumir. A continuación vamos a enumerar las
principales necesidades que podrían cubrir y que, en algunos pocos casos, ya asumen
urgencias, etc.
hospital, etc.)
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- Seguimiento post-hospitalario
paredes, etc.)
A las personas que se prestan como voluntarios no les basta, en muchos casos, con
su buena voluntad para cumplir las anteriores funciones, sino que necesitan formación. Y
una vez formados, necesitan a algún profesional que los supervise y coordine. Creemos
que, como la mayoría de las funciones que desempeñan o deberían desempeñar los
coordinarlos es el psicólogo.
en este sentido. Este hospital es uno de los pocos hospitales que dispone de un servicio
distraer a los niños en este momento tan estresante. Los voluntarios que desempeñaban
forma muy adecuada y que de hecho conseguían su propósito de calmar a los niños,
creíamos que una apropiada formación podría mejorar su actuación. Así que desde la
los niños. Los resultados indicaron que después de la formación se produjeron cambios
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totalmente integrados en el ámbito hospitalario, por este motivo consideramos que una de
argumentando que en muchos casos asumen funciones que deberían asumir los propios
indica que psicólogos y voluntarios pueden formar un buen equipo, y que de hecho la
de los psicólogos dado que los primeros necesitan formación y coordinación y esta
necesidad la puede cubrir el psicólogo. Al menos, esto es lo que nos gustaría que
sucediera.
Como hemos comentado con anterioridad, todos los profesionales que tienen algún
contacto con el paciente o sus familiares, pueden influir, en mayor o menor medida, en su
relación de todos los profesionales con los pacientes. Nos referimos al trato que reciben
los pacientes o familiares por parte del personal administrativo, los auxiliares de
radica en que uno de los primeros contactos del paciente con el hospital se da a través
de este colectivo, cuando se formalizan los trámites de admisión. Según sea la actuación
paciente dentro del hospital, ya que normalmente debe ser el encargado de informar
acerca de las rutinas hospitalarias. Un paciente bien informado a este respecto se sentirá
Los camilleros también son un colectivo que creemos que debería ser asesorado por
Estos profesionales comparten momentos muy estresantes con el paciente. Por ejemplo,
son ellos los encargados de separar al niño de sus padres (momento siempre angustioso)
trabajo; esto es, cómo su actuación puede incidir en la ansiedad de los niños. Igualmente,
el camillero es la última y la primera persona que ven los padres antes y después de las
operaciones, por lo que muchas veces son interrogados sobre temas de los que muchas
veces ni ellos mismos tienen información. Este aspecto creemos que también debería ser
puedan corroborar nuestro punto de vista, muchas enfermeras y médicos nos han
comentado que dependiendo del camillero que lleva el niño, éste se muestra más o
menos ansioso.
es indiscutible y por ello el trabajo interdisciplinar entre psicólogos y maestros nos parece
totalmente recomendable. Para profundizar sobre este tema, aconsejamos el libro titulado
Los payasos no son un colectivo usual dentro del hospital. Solamente en algunas
fechas señaladas prestan sus servicios en hospitales para distraer a los niños. Sin
de Nueva York y París), en donde los payasos son un colectivo profesional más dentro
del hospital. No sólo intentan distraer a los niños en las habitaciones, sino que utilizan
técnicas “psicológicas” durante procedimientos médicos invasivos como pueden ser las
hospital de Manacor van con un “busca” para ayudar a los niños ingresados en urgencias.
Nos parece una experiencia maravillosa que deberían imitar el resto de hospitales
españoles. En este caso, también creemos que el trabajo interdisciplinar entre psicólogos
y payasos es básico. De hecho, el grupo de payasos a los que nos hemos referido está
colectivo profesional que tiene algún contacto con el paciente y su familia en la vivencia
hemos comentado todos los posibles colectivos, sino los que nos han parecido más
auditoria emocional sería necesario analizar a todos los profesionales relacionados con el
niño y su familia.
CONCLUSIONES
las principales tareas del psicólogo de la salud en el hospital debe consistir en realizar
encuentra muy poco introducida en el ambiente hospitalario, por lo que podría parecer
que hablar del papel que deberían desempeñar los psicólogos en el hospital, cuando en
realidad pocos trabajan en el mismo, es una tarea absurda. Sin embargo, creemos que
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debemos ir, para conseguirlo. Sólo si sabemos la importancia de nuestra labor sabremos
transmitirla a los demás, sobre todo al colectivo médico. Pensamos que una de las
(Dieguez, 1993).
limitan a las que hemos expuesto en este capítulo. En estas páginas hemos descrito las
tareas que hemos creído que influían de forma más directa en la ansiedad de los niños.
Sin embargo, existen otras funciones igualmente importantes como por ejemplo el
tratamiento del Burn-out de los profesionales sanitarios (Atance, 1996). Asimismo en este
apartado, no hemos descrito una función clave del psicólogo que consistiría en diseñar
técnicas psicológicas y supervisar su aplicación dado que esta función ya ha sido descrita
psicólogo.
del psicólogo dentro de esta institución debe guiarse por ellos. Aunque lo comentado en
este capítulo tiene una finalidad última asistencial, creemos que es muy difícil desligarlo
que, siempre que sea posible, cualquier mejora que se desprenda de una auditoria
docente es difícilmente desligable del asesoramiento asistencial que, como hemos venido
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comentando, comportaría cualquier tipo de auditoria emocional dado que asesorar suele
Para finalizar, solo nos resta decir que esperamos que en un futuro, no muy
Jenny@sumi.es
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