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¿Tu alma
está prosperando? Si tu respuesta es afirmativa, entonces ¿por qué tienes pocos recursos
económicos?. Algo anda mal en ti. Algo espiritual. Necesitas ser libre, necesitas encontrar
la verdadera prosperidad. En el reino de Dios no puede haber pobres. Declaralo: no soy
pobre"
Lo escrito anteriormente, es parte de un sermón que escuche hace unos meses, y que a la
vez podría ser lo que muchos están escuchando en sus iglesias, domingo tras domingo.
La 3 Jn. está dirigida a un tal Gayo, con el apelativo “amado” (ἀγαπητός), pero
este nombre era muy común en aquellos tiempos.
El aporte del Comentario de Matthew Henry, nos ayuda también:
«Gayo», dice Plummer, «era quizás el más común de todos los nombres en el
Imperio Romano». Sin salir del Nuevo Testamento hallamos entre los fieles más
prominentes tres Gayos: el de Corinto (1 Co. 1:14, comp. con Ro. 16:23); el de
Macedonia (Hch. 19:29); y el de Derbe (Hch. 20:4). Según el antiquísimo
documento eclesiástico llamado la Didaché (Doctrina de los Doce Apóstoles), fue
a este Gayo de Derbe a quien Juan dirigió la presente carta y a quien designó
primer obispo de Pérgamo. Sin embargo, según Dodd (citado por Stott), «no hay
nada improbable en esto, pero el documento es tardío y no hay ninguna base
temprana para tal afirmación». A la vista de lo que antecede, resulta prudente el
consejo de Stott: «Es más seguro resistir el intento de identificar al Gayo de esta
epístola». -Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bı́blico de Matthew
Henry (pp. 1906–1907). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
"Dios desea que seas próspero" -gritan los falsos maestros- "y lo dice aquí en 3 Juan 1:2".
No, no dice eso. Lo que encontramos, es un deseo afectuoso y personal de Juan hacia
Gayo.
a) Podemos orar, para que a nuestros hermanos les vaya bien en sus vidas personales,
conforme a la voluntad de Dios.
b) Podemos orar, pidiendo a Dios que nos dirija para que todo marche bien en nuestras
vidas, conforme a Su voluntad.
c) Los creyentes debemos desear " tanto el bienestar físico como el espiritual de nuestros
amigos cristianos" -Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bı́blico de Matthew Henry
(pp. 1906–1907). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
¿Es usted es un creyente que está creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo, pero no tiene el auto, el dinero, la casa, o tantas cosas que desea y se siente
triste?
Hermano y hermana, no deje que la falsa enseñanza lo haga sentir de esa manera. Mire
todas las bendiciones que el Señor le ha dado por Su misericordia. Alégrese en el perdón
de sus pecados.
Maravíllese en la vida nueva en Cristo Jesús. Alabe a Dios porque Él proveerá para su
sustento diario. Y seguirá proveyendo, conforme a Su voluntad. Él nos ama por medio de
Cristo. Somos suyos.